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Medidas cautelares - Módulo 3 – Unidad 2

EMBARGO
Entrando al análisis de las medidas cautelares en particular, dedicaremos esta unidad al estudio del embargo. Esta
medida cautelar reviste gran importancia ya que su fin es lograr la indisponibilidad del bien para poder asegurar la
ejecución forzada de la sentencia. Por otro lado, su marcada utilización dentro del proceso impone un estudio
pormenorizado del mismo para comprender su funcionamiento dentro de la práctica procesal.

Tema 1: Clases de embargo. Sustitución-Variación. Ampliación-Reducción. Procedimiento para la traba del embargo.

¿A qué llamamos Embargo?

Se llama embargo a “la medida cautelar que, afectando un bien o bienes determinados de un presunto deudor, para
asegurar su eventual ejecución futura, lo individualiza y limita las facultades de disposición y de goce de éste,
mientras se obtiene la sentencia de condena o se desestima la demanda principal.”[1]  

¿Qué efectos produce?

En cuanto a sus efectos podemos decir que no produce el desapoderamiento del bien embargado, y que sigue siendo
de propiedad del sujeto pasivo de la cautelar, quien conserva el derecho de usarlo. Tampoco elimina la
disponibilidad, sino que la limita. El bien embargado puede ser enajenado, con la condición de que se declare la
existencia de la traba (arts. 1174 y 1179 del C.C.). El adquirente, obviamente, deberá responder frente al
embargante (art. 14 de la ley 5771 y 26 del Reglamento del Registro de la Propiedad) y en caso de que se estén
realizando los trámites para la subasta, para evitar que no se siga la ejecución en su contra, el comprador debe
depositar en el Tribunal el monto del embargo inscripto, con más los intereses devengados desde la fecha de la
compra hasta la del depósito.[2]

¿Qué clases de embargo existen?

Tradicionalmente se distinguen: embargo preventivo, ejecutivo y ejecutorio.

Se denomina preventivo a aquel que se otorga antes del inicio del proceso, o durante su desarrollo mientras la
sentencia no haya pasado en autoridad de cosa juzgada, en cualquier clase de proceso, a pedido del interesado[3]. El
embargo ejecutivo es aquel que se ordena en los juicios ejecutivos, fundado en un título cuya presunción de certeza
exime de la necesidad de acreditar los presupuestos de las cautelares. No se necesita ofrecer contracautela.El
ejecutorio es el que efectúa para la fe práctica de las sentencias de condena, es decir se dispone cuando se intenta
ejecutar una sentencia en condiciones de ser ejecutada.[4] 

Para algunos autores,[5]los embargos ejecutivos y ejecutorios no constituyen medidas cautelares; no obstante ello, si
bien no pueden desconocerse ciertas diferencias, lo cierto es que los efectos son los mismos. Además, conforme el
art. 472 C.P.C.C., resulta aplicable a los embargos preventivos, lo dispuesto sobre los embargos ejecutivos, en lo que
hace al mandamiento de ejecución, el modo de cumplirse y las ampliaciones a que hubiere lugar.

Embargo preventivo.

El embargo preventivo puede peticionarse en cualquier estado del proceso, aún antes de entablar la demanda, sin
necesidad de acreditar la deuda y con fianza u otra caución (art. 466 C.P.C.C.). Es decir que, conforme la regulación
legal, no resulta necesaria la acreditación de la verosimilitud del derecho ni el peligro en la demora, bastando el
ofrecimiento de contracautela. 

En cuanto a esta última, en caso de fianza, la ley procesal remite el art. 1998 del C.C., que exige que el fiador esté
domiciliado en el lugar de cumplimiento de la obligación principal y ser abonado, o por tener bienes raíces
conocidos, o por gozar en el lugar de un crédito indisputable de fortuna. En la práctica judicial, se ofrece la fianza
de letrados, y se prescinde de la acreditación de las exigencias de la ley de fondo. 
Además de la exención de prestar caución para todas las medidas cautelares, establecidas en el art. 460 del
C.P.C.C., en el caso específico del embargo preventivo, encontramos otras exenciones que están enumeradas en los
arts. 469 y 470 del C.P.C.C., que ya reseñáramos.

El embargo debe trabarse sobre los bienes suficientes para garantizar la deuda, intereses y costas (art. 471
C.P.C.C.); por ello es importante la adecuación de la medida a lo peticionado en juicio o lo que se pretenda
resguardar. Si bien el C.P.C.C. local le asigna a la parte afectada la posibilidad de pedir la reducción del embargo,
consideramos que es facultad del juzgador limitarla, por aplicación analógica del art. 204 del CPCN y del art. 887 del
C.P.C.C. (art 458 bis de la reforma del C.P.C.C.). Por otro lado, es muy común que se pida el embargo fraccionando
el monto demandado sobre varios inmuebles o automotores (o ambos), lo cual puede ser adecuado por el juzgador;
de lo contrario se traduciría en aceptar un actuar abusivo del peticionante.

También puede apuntarse que no hace falta el embargo previo en el caso de las ejecuciones prendarias e
hipotecarias ya que se ha considerado que es suficiente la existencia del privilegio que les otorga su inscripción en el
respectivo registro. De todas formas, al no estar prohibido, es recomendable su inscripción, ya que en el caso de
caerse el privilegio, le quedaría la posibilidad de perseguir su cobro alegando ser el primer embargante.

Analizaremos ahora los supuestos de sustitución- variación, ampliación y reducción de embargo aclarando que los
mismos se refieren a medidas cautelares sobre bienes aún cuando las relativas a personas puedan sufrir otras
modificaciones.
 

Sustitución de embargo

Las medidas cautelares se orientan a prevenir posibles perjuicios a los sujetos de un litigio, por ello cabe su
sustitución por otras garantías que cumplan el mismo fin, ya que una de las notas tipificantes de ellas es, su posible
mutabilidad y flexibilidad, que permiten adaptarlas a diversas necesidades, ajustándose siempre al fin de la cautela.
De allí que, así como el embargo debe limitarse a los bienes necesarios para cubrir el monto del crédito y sus
accesorios, debe, además comprender todos los suficientes. 

La regla general en materia de sustitución de las cautelares se encuentra regulada por el art. 463 del C.P.C.C. el que
establece que la cautelar ofrecida amén de ser menos perjudicial para el deudor debe garantizar suficientemente el
derecho del acreedor. En este sentido se ha dicho que el principio que debe regir es mantener adecuadamente
protegido el crédito que garantizan las cautelares y al mismo tiempo no debe causar un innecesario perjuicio al
deudor, de modo que cualquier alteración debe representar igual garantía y seguridad que la ya trabada. El requisito
de la “fácil realización” sólo rige en juicio ejecutivo (art. 538 del C.P.C.C.) en virtud de la naturaleza acelerada y
realizativa, pero no en los declarativos, en los que sólo se exige la suficiencia de la garantía (art. 463 del C.P.C.C.) o
la equivalencia de la fianza (art. 473 del C.P.C.C.C.).[6]

En el caso del embargo preventivo siempre que el mismo no recaiga sobre los bienes objeto del juicio o en los casos
que las leyes acuerden privilegios, el art. 473 del C.P.C.C. permite la sustitución por fianza equivalente, tanto
cuando es pedido por el deudor como por el tercerista de dominio, sustitución que se encuentra ampliada para todo
tipo de cautelares.

Si bien el art. 473, constituye una norma de carácter especial, ello no excluye la aplicación residual de la norma
general que rige en materia de sustitución cautelar (art. 463, ord. cit.), pues ambas no son incompatibles, por lo cual
en todos los casos la sustitución se ordenará o desestimaría previo traslado a las partes. La resolución que admita o
deniegue el pedido de sustitución es apelable por aplicación de las reglas generales en esta materia (art. 361 inc.2°
C.P.C.C.) o sea con efecto suspensivo.

Por otra parte si se ha resuelto favorablemente el pedido de sustitución, debe trabarse primero la nueva medida
ordenada en sustitución de la anterior para recién cancelar ésta última (de lo contrario se quedaría sin cautelar
vigente). 

El momento final para pedir la sustitución sería el inicio de la ejecución de sentencia, salvo que se tratara de la
ejecución de un bien equivalente y que no entorpeciera la ejecución misma.

Ejemplos jurisprudenciales de Sustitución

i) sustitución por fianza: El Alto Cuerpo de esta provincia[7] ha dicho que la sustitución "con fianza equivalente”,
contenida en el art.473 del C.P.C.C., alude a la fianza personal, única que con esa denominación (fianza) está
prevista en nuestro ordenamiento civil. También indicó que la práctica de aceptar la fianza de abogados, a quienes
por el hecho de serlo se les atribuye "reconocida solvencia" (art. 459 C.P.C.C.) puede ser admitida cuando se trata de
la contracautela de un embargo, pero no con tanta generosidad en la sustitución de medidas cautelares que importan
un mayor compromiso patrimonial. En este caso, es menester aplicar con rigor el art. 1998 del Cód. Civil y, en
consecuencia, requerir que el fiador sea "abonado, o por tener bienes raíces conocidos, o por gozar en el lugar de un
crédito indisputable de fortuna". Los abogados, por el solo hecho de serlo, pueden reputarse "abonados" para el pago
de una suma pequeña, no de un monto importante. Salvo, por cierto, que acrediten "tener bienes raíces" o "un
crédito indisputable de fortuna". Un buen número de abogados puede, sin duda, afianzar una suma importante, pero
mayor seguridad se logrará si se impone la solidaridad de las fianzas.[8] Cabe reiterar que, con posterioridad, el TSJ
dictó una acordada fijando como monto de referencia en relación al valor a asumir por los abogados en las fianzas
personales que suscriban, la suma de pesos veinte mil ($ 20.000) Acuerdo Reglamentario Nº1043. 

La jurisprudencia local, siguiendo los lineamientos del TSJ, en general ha aceptado la fianza de letrados para la
sustitución tanto pedida por el deudor[9], como por el tercerista de dominio[10]. En otros casos, se ha rechazado un
pedido de sustitución, por no haber sido ofrecidas las fianzas de manera solidaria entre todos los letrados[11], o en
razón de no haberse acreditado la solvencia de los abogados, cuando esta había sido cuestionada[12]. En este último
caso, se dijo que si bien existe una evidente presunción de solvencia moral que favorece a los letrados, ella no basta
para tener por cierta su responsabilidad económica, que debe estar sujeta a la acreditación sumaria, que importa
que el oferente aporte elementos que permitan adjudicar al letrado la calidad de abonado, en cuanto a su solvencia
patrimonial.

ii) sustitución de dinero por fianza: También ha sido rechazada la sustitución de embargo trabado sobre dinero en
cuenta corriente de establecimiento comercial por fianza de letrados; considerando que en caso de prosperar la
acción la ejecución debería dirigirse contra todos los fiadores, con las dificultades anexas, así se acumulen al juicio y
se tramiten por vía incidental.[13]

iii) sustitución de dinero por seguro de caución: En lineamientos generales, la sustitución de embargo por un
seguro de caución podría ser admisible –eventualmente- en el marco de la traba de un embargo preventivo, sobre
sumas de dinero, en un juicio ordinario, cuya lentitud de los plazos procesales hace previsible cierta demora hasta la
dilucidación de la situación jurídica de las partes en las cuestiones de fondo. En tales circunstancias, la
inmovilización del capital dinerario, objeto de la medida cautelar, puede causar un perjuicio no reparable con el
pago de intereses.[14] Por otra parte se ha considerado, que ante la falta de cumplimiento del ejecutado, el único
trámite que resta ordenar a la aseguradora es que deposite el monto asegurado a la orden de este Tribunal,
surgiendo de la misma póliza la jurisdicción del Tribunal, que resulta acorde a los intereses del apelante.[15]

La jurisprudencia local[16], tratándose de un embargo ejecutivo, ha rechazado un pedido de sustitución por falta de
este requisito de fácil realización, en un caso de embargo trabado sobre sumas de dinero depositadas en cuentas
bancarias, en el que se ofrecía en su reemplazo un seguro de caución. Por regla general, sobre la sustitución de lo
embargado cuando se trata de sumas de dinero se ha dicho: “En la sustitución de las medidas cautelares debe
procurarse una importancia patrimonial similar aunque, en cambio, no sea similar o no exista facilidad para la
realización del objeto de la cautela sustitutiva. Un criterio opuesto haría prácticamente imposible la sustitución del
embargo sobre dinero, desnaturalizando el principio general de la sustituibilidad de las medidas cautelares, así como
la directiva de no causar perjuicios innecesarios al deudor …”.[17]      

Por último debemos tener en cuenta que el embargo de dinero en efectivo no requiere realización (es directamente
ejecutable pidiendo la orden de pago correspondiente) ni tiene gastos de custodia. Es “la propiedad más saneada,
porque nadie puede reivindicarle, no tiene vicios ocultos, ni sufre detrimentos”.[18] De allí la resistencia a su
sustitución.´

Siguiendo estos mismos lineamientos se ha rechazado la sustitución de sumas de dinero por seguro de caución en una
ejecución fiscal, ya que no puede desconocerse la mayor facilidad de realización que tiene el dinero embargado,
respecto de la póliza de caución ofrecida en sustitución, ya que no es lo mismo, en tiempo y esfuerzo, el simple
trámite a seguir a los fines de retirar los fondos a través de la orden de pago correspondiente, que los que debería
seguir el fisco acreedor a los fines de efectivizar la póliza del seguro de caución. Si bien el seguro de caución
también se trata de dinero, también es cierto que se trata de dinero en poder de un tercero, que no se encuentra en
esta Capital y cuya solvencia no ha sido debidamente comprobada.[19] 

Ampliación. Reducción.

El solicitante de toda medida cautelar tiene la posibilidad de solicitar la ampliación, mejora o sustitución de la
medida cautelar ya trabada (art.463 1er. párr. C.P.C.C.). A su vez, en el caso del embargo preventivo, el art. 543
C.P.C.C. en su 1er.párrafo autoriza al tribunal a decretar la ampliación del embargo, a pedido del embargante,
cuando los bienes sean insuficientes, debiendo resolver sin sustanciación alguna es decir sin traslado al embargado.

Cuando la petición proviene del acreedor no hay traslado si las circunstancias del caso son las mismas que aconsejan
el despacho inaudita parte. Debe acreditar las razones aunque estas resulten de las constancias de autos. Ej:
tercería. La ampliación y según sea la sustitución imponen un aumento de la contracautela. Si la petición proviene
del afectado, que puede ser cualquier persona (acreditar sumariamente) Ej: tercerista de dominio, se corre traslado
al embargante notificándolo por cédula (art. 145 inc. 1 del C.P.C.C.).

En este punto es necesario resaltar, en cuanto a la prioridad, que las sucesivas ampliaciones del embargo, deben
considerarse como nuevo embargo y ubicarse en el tiempo, luego de los que se inscribieron con posterioridad a la
traba original. Así, ha expresado la CSJN[20] que “... la interpretación que implica acordar autonomía a la
ampliación, considerándola como la traba de un nuevo embargo, se concilia con los propósitos del sistema de
publicidad registral y con la garantía del régimen de prelación basado en el respeto del orden y de las fechas de las
anotaciones ....”.

La solicitud de reinscripción o reacotación de embargo que ingresa con posterioridad a la fecha en que operó la
caducidad del embargo original (Ej. 5 años en inmuebles, art. 37 inc.”b” ley 17.801); debe considerarse como un
nuevo pedido de inscripción[21].

En este sentido el nuevo Reglamento del Registro General de la Provincia establece en el art. 87 (Reglamento del
Registro de la Propiedad): “La registración de embargos se producirá sin considerar si los mismos son ampliaciones de
otro u otros ingresados con anterioridad; su prioridad regirá a partir de la fecha de ingreso al Registro.” Por otra
parte y en cuanto a lo que ha llamado «reanotación de medidas cautelares » establece: Se producirá la reanotación
de embargos y demás medidas cautelares cuando la orden judicial respectiva ingrese al Registro antes de producirse
el vencimiento de la medida que se pretende reanotar. Si la presentación fuere extemporánea, generará una nueva
anotación con prioridad a partir de su ingreso…” (art-88.1 Reglamento del Registro de la Propiedad) y que “Será
considerada como una nueva medida cautelar la orden judicial que no individualice la medida preanotada y no
indique expresamente que se trata de una “reinscripción” o “reanotación”.

Por otra parte, dichas reanotaciones deben hacerse por el mismo monto original, ya que en caso contrario será
rechazada su registración (art. 89.1 inc. d) Reglamento del Registro de la Propiedad).

Como contrapartida, el embargado puede solicitar la reducción del embargo, cuando el valor de los bienes exceda el
monto de la ejecución (art. 543 2do. parr. C.P.C.C.). El pedido tramitará como incidente, lo que les otorga a las
partes la posibilidad de diligenciar pruebas.

¿Qué recursos pueden interponerse en los supuestos analizados supra (sustitución-variación. Ampliación-Reducción?

- Contra la ampliación, mejora o sustitución peticionada por el acreedor: apelación sin efecto suspensivo. (art. 463
1er pr. CPCC)

-Si la iniciativa proviene del deudor - por ejemplo un pedido de sustitución - la  apelación es con efecto suspensivo.
(art. 463 2do pr. CPCC).

Tengamos en cuenta que si ha habido sustanciación no corresponde reposición.


           
¿Cuál es el procedimiento a seguir para la traba del embargo?

La efectivización del embargo requiere del cumplimiento de ciertos recaudos formales y de un procedimiento que
determinarán su validez y eficacia. En cuanto a las formalidades a cumplir da igual que se trate de un embargo
preventivo, ejecutivo o ejecutorio, ya que, como ya adelantáramos, el art. 472 del CPC dispone que “Es aplicable a
los embargos preventivos lo dispuesto en el juicio ejecutivo sobre el mandamiento de ejecución, el modo de
cumplirse y las ampliaciones a que hubiere lugar”.

Si se embargan créditos, corresponde hacérselo saber al deudor de ellos, previniéndolo de que al vencimiento deberá
depositarlo, en el Banco oficial (en la Ciudad de Córdoba, Banco de Córdoba, Sucursal Tribunales), a la orden del
Juzgado embargante y para los autos pertinentes (art. 536 C.P.C.C.). Ejemplo: alquileres, monto de pagarés, saldo
de precios, etc..
Si se embarga dinero en efectivo, valores o alhajas, no hay constitución de depositario sino que se los secuestra y se
deposita en el Banco Oficial o directamente se ordena al embargado o entidad que debe realizar el embargo (vgr
empleador) el depósito en la banca oficial para los respectivos autos y a nombre del Tribunal.

Cuando se trate de bienes muebles, la orden del Tribunal se materializa a través de un oficio, dirigido al Oficial de
Justicia o Juez de Paz, según corresponda. Este oficio del Tribunal debe contener: a) Lugar y Fecha de expedición. b)
Carátula del juicio y designación del Juzgado que lo emite. c) La medida descripta en forma clara y precisa, esto es:
nombre del demandado, lugar de realización del procedimiento, tipo de bienes a embargar y monto. d) Orden de
allanamiento y facultad para usar la fuerza pública. e) Identificación y facultades del diligenciante. f) Debe
adjuntarse el original y, por lo menos, una copia (art. 533 del C.P.C.C.). Cuando se trate de localidades pequeñas
puede ser sin calle ni número.- Acuerdo Reglamentario Nº 5

Muchas medidas cautelares (por ejemplo el embargo y el secuestro) llevan contenida la orden de allanamiento del
domicilio. “Es el acto de coerción real consistente en el franqueamiento compulsivo, por lo que requiere el auxilio de
la fuerza pública, de un lugar cerrado y recorrerlo en contra de la voluntad de su ocupante. Importa una limitación
de la garantía constitucional de la inviolabilidad del domicilio (art. 18 C.N. y 45 C. Prov) y presupone la falta de
autorización de quien está protegida por aquella”[22]. Por otra parte este derecho constitucional particular cede
cuando se encuentran comprometidos intereses generales, como sería por ejemplo la salud de los vecinos. [23]

El procedimiento en sí indica que:

  a) Se deberá labrar el acta con todo lo actuado, dejando copia al embargado (art. 533 C.P.C.C.). En ella se
consignará lugar, fecha y hora del acto, la descripción más detallada posible de los bienes muebles cautelados, así
como de toda otra contingencia que hubiera ocurrido en el procedimiento. A tal fin  se deberán tener en cuenta los
bienes inembargables a que hace referencia el art. 542 del C.P.C.C., y así por ejemplo si existen dos o más
televisores en la casa, se deberá hacer mención de ello en el acta, debiendo dejarse uno por considerárselo
imprescindible y dar todos los datos posibles del bien que se embarga, a los fines que no haya confusión en el
momento del secuestro.

  b) Se debe designar depositario de los bienes preferentemente al propio embargado, quien deberá aceptar el cargo
con las formalidades de ley y suscribir el acta (art. 537 CPC). Si no fuera posible se elegirá a una persona de la casa
o, si ello tampoco se lograra, a un tercero de responsabilidad (entendida como honesta, idónea y con capacidad
conforme los arts. 2192 y 2194 del C.C.). En este último supuesto, el Oficial de Justicia podrá secuestrar los bienes si
ello fuera necesario, sin necesidad que dicha facultad conste en el oficio (art. 534). Si se trata de un tercero deberá
fijar domicilio a los fines procesales en el mismo acto. Para pedir cambio de depositario basta acreeditar
verosimilitud. Los legitimados para peticionarla son: Actor, Tercerista de dominio y eventualmente el embargado.

  c) La determinación de la cantidad de bienes que deben ser afectados a la cautelar se corresponderá con el monto
por el cual se ordena la medida y ello debe ser evaluado por el Oficial de Justicia, siendo aconsejable especificar en
el acta, ante la insuficiencia, que no existen otros bienes para afectar a la medida. 

En el supuesto de bienes muebles pertenecientes a establecimientos industriales, comerciales o de servicios que los
necesiten para su funcionamiento, no pueden ser sacados del lugar ni distraerlos del destino que tengan por la sola
razón y motivo del embargo (art. 541 C.P.C.C.). El actor tiene la posibilidad de pedir las medidas del art. 535 del
mismo cuerpo legal; esto es, en caso de temerse degradaciones o destrucciones en los bienes depositados, puede
solicitar el nombramiento, a su costa, de un veedor que inspeccione y dé cuenta al Tribunal del estado de los bienes
y los daños eventualmente producidos. Si se acredita sumariamente que el embargado trata de enajenar, ocultar o
deteriorar los bienes, el tribunal debe designar depositario a un tercero. [24]

En cuanto al pedido de venta anticipada en caso de desacuerdo debe probarse sumariamente los extremos que
permiten la venta (vista). Eventualmente abrir a prueba y la resolución es apelable, basta con una fuerte
probabilidad. Hay ciertas clases de bienes - ej. Ganado - que si se subastan en forma común se obtienen magros
resultados. No hay impedimento en que se ordene en lugares especializados: ej remates ferias o casas cerealeras.

Cuando se trate de bienes registrables, conforme el art. 532 del C.P.C.C., se ordenará al Registro respectivo anotarlo
e informar sobre dominio y gravámenes. 

Sabido es que, en el caso de inmuebles, para el libramiento del oficio respectivo, en nuestra provincia, el Registro
General ha determinado la utilización de formularios normatizados; correspondiendo para la anotación de las
medidas cautelares el formulario “D” por persona o por inmueble según el caso (art. 83 Reglamento de la Propiedad).
A más de ello debe consignarse correctamente el titular registral (sin iniciales) ya que no pueden ordenarse contra
“propietarios desconocidos”; el número de la matrícula no debe estar errado y debe citarse el monto del embargo.
Caso contrario serán rechazados por el ente registral (art. 90.1 Reglamento de la Propiedad).-

d) Un supuesto especial que resulta oportuno recordar, es el EMBARGO POR COSTAS EN EL DESALOJO, que aparece en
los códigos procesales como una reglamentación de la previsión contenida en el art.3883 del Código Civil, la que
otorga un verdadero privilegio a favor de accionante, sobre los bienes muebles que se encuentre en el bien locado
con independencia de su titularidad, siempre y cuando la no titularidad sea ignorada por el primero de los
nombrados.

Los bienes embargados responderán según el art.3884 del ordenamiento citado, tanto por las costas como por toda
obligación derivada del arrendamiento.  En sentido concordante el art.1558 del Código Civil autoriza a retener los
frutos y bienes que existan en la cosa arrendada, estableciendo una presunción iuris tantum sobre la titularidad del
locatario.  Los bienes embargados en dicho procedimiento, nunca podrán ser de aquellos previstos por los arts. 219
del CPCN y sus concordantes a nivel local, por existir un privilegio mayor de naturaleza legal.

En último término y previo a concluir con este punto, cabe recordar que atento la modalidad de traba de este
embargo, que se lleva a cabo durante el lanzamiento, implica en sí mismo un verdadero secuestro de bienes, dado
que su depositario será un tercero.  Éstos, en caso de no oblarse las costas o gastos posteriores al juicio que pesan
sobre el demandado, serán puestos a la venta pública.

Tema 2: Bienes Inembargables. Análisis de los supuestos de inembargabilidad contenidos en el art. 542 del C.P.C.C. y
519 del C.P.C.N. - Supuesto contenidos en otras leyes.

Bienes inembargables

Partiendo del adagio que el patrimonio del deudor es la prenda común de los acreedores (arts. 505, 3474, 3875, 3922
del CC), cada acreedor, en principio, puede embargar todos los bienes del deudor para obtener el cobro con el
producido de su realización, salvo que se haya establecido por ley su inembargabilidad.

Estas leyes que eximen de ejecución y embargo a ciertos bienes, por considerarlos el legislador necesarios para la
vida del deudor y de su familia, es facultad propia del Congreso de la Nación, y en consecuencia, las leyes
provinciales no pueden disponer esa restricción. Esta doctrina es la que ha sostenido invariablemente nuestro Máximo
Tribunal Nacional, fundada en que “las relaciones entre acreedor y deudor son de exclusiva legislación del congreso
Nacional” (Fallos 61-19; 113-158; 119-117; 121-250; 133-161; 171-431; 172-11; 176-230; 182.498; 188-383; 198-458;
275-254; 284-458; 322-1050) y es el criterio sostenido en el fallo que declara la inconstitucionalidad del art. 58 de la
Constitución Provincial (inembargabilidad de la vivienda única).

Si bien todos los códigos procesales traen normas similares al art. 542 del C.P.C.C., que establece qué bienes deben
considerarse inembargables, en definitiva dicha normativa no hace más que reproducir los contenidos en el Código
Civil o en las demás leyes dictadas por el Congreso Nacional.

Análisis de los supuestos de inembargabilidad contenidos genéricamente en los arts. 542 del C.P.C.C. y 519 del
C.P.C.N.

 1) Ropas, enseres y muebles de uso del demandado y su familia. 

En primer lugar cabe tener presente que el artículo 219 del C.P.C.C. establece que nunca se trabará embargo sobre
los bienes que detalla.  Sin embargo en la prohibición de trabar embargo sobre los bienes que conforman el ajuar del
matrimonio y sus hijos, tal restricción debe entenderse sólo a los bienes del grupo convivencial y no del jurídico.

Aclarado este punto, debemos tener presente que ambas disposiciones son concordantes con el art. 3878 párrafo 2°
del Código Civil, y el art. 15 de la ley 13.246 de Arrendamientos rurales. Esta última norma dispone:“Se declaran
inembargables, inejecutables y no afectados al privilegio del arrendador; los muebles, ropas y útiles domésticos del
arrendatario; las maquinarias, enseres, elementos y animales de trabajo, rodados, semillas y otros bienes necesarios
para la explotación del predio; los bienes para la subsistencia del arrendatario y su familia durante el plazo de un (1)
año, incluidos semovientes y el producido de la explotación, dentro de los límites que reglamentariamente se fijen.
Los beneficios que acuerda este artículo no afectarán el crédito del vendedor de los bienes declarados inembargables
e inejecutables y no comprenderán a los arrendatarios que sean sociedades de capital.
En estos casos, se trata de bienes de uso indispensable del deudor; es decir que no pueden ser sustituidos o
reemplazados sin un notorio menoscabo al bienestar mínimo al cual tiene derecho, según pautas vigentes en la
sociedad, el deudor y su familia, incluido la concubina o concubino. 

Para evaluar esta calidad se debe tomar como parámetros, por regla, si son indispensables, si no son de valor
excesivo y si el ejecutado no cuenta con otros bienes para sustituirlos.  El concepto de indispensable va adosado al
uso y no al bien mueble en sí mismo. Sin perjuicio de ello, hay que evaluarlos conforme: la naturaleza de los bienes,
el valor económico elevado,  la existencia de más de un bien de la misma especie, la condición social del deudor
sobre la base del nivel alcanzado por el estándar de vida de la población.

Esta evaluación no corresponde, en un principio, al Oficial de Justicia sino al Juez de la causa, pero en la práctica,
quien formaliza el embargo es el oficial de justicia, con el martillero, por lo cual cuando tal calidad resulta palmaria,
debe abstenerse de embargar. La valoración del juzgador normalmente se pone en práctica al momento de ordenarse
el secuestro.

Por aplicación de este inciso, y teniendo en cuenta pautas como las reseñadas, la jurisprudencia ha declarado
inembargable, por ej.: el televisor[25]; el juego de living[26]; la mesa y seis sillas[27]; un sofá, una mesa ratona, un
mueble con cajones y estantes, el aparato telefónico y el lavarropas.[28]   En otro caso, se declaró embargable el
televisor y el lavarropas, e inembargables la heladera y el modular[29].  Tradicionalmente se había considerado
embargable la computadora, sin embargo, en la actualidad existe una tendencia a declarar su inembargabilidad.  Así,
en un caso, se bien se rechazó el pedido de levantamiento, se dijo que debía acreditarse que la computadora era
necesaria para el desenvolvimiento de la familia (voto de la mayoría); y para la minoría es un bien que puede ser
reputado como indispensable en los términos del art. 3878 2° parr. del CC, por lo tanto protegido por el art. 542 inc.
1°del C.P.C. [30].

2) Los muebles, herramientas, instrumentos o libros necesarios para el ejercicio personal de la profesión, arte u
oficio del demandado y su familia.

En este supuesto, la finalidad es no privar al deudor de lo indispensable para trabajar y lograr su sustento y el de su
familia. No habiendo la legislación efectuado una enumeración taxativa, es el juez quien debe decidir luego de
ponderar y apreciar con criterio restrictivo, dado que la inembargabilidad es la excepción,  sólo se aplica a las
personas físicas.  Cuando el artículo habla de “necesarios” debe entenderse como “indispensables”.  No incluye las
herramientas de los empleados ni cuando se trata de una empresa del demandado. Ej: el taxista con varios autos o
empleados.  Están también comprendidos, lo accesorio de lo indispensable que por su naturaleza y destino
contribuyan al normal desenvolvimiento de la actividad. Al igual que el inciso anterior, esta evaluación no
corresponde, en un principio, al Oficial de Justicia sino al Juez de la causa. Sin embargo, cuando tal calidad resulta
palmaria, debe abstenerse de embargar.

Los precedentes jurisprudenciales han declarado inembargable, por ejemplo, el equipamiento e instrumental del
consultorio odontológico[31]. El escritorio, sillón giratorio, máquina de escribir portátil, lámpara de escritorio y
máquina sumadora manual[32].

En cambio, se ha dicho que cuando los elementos embargados constituyen instalaciones de un comercio o negocio, no
se encuentran alcanzados por el principio de la inembargabilidad que sólo exceptúa a aquellos enseres necesarios
para el desempeño individual de una profesión, arte u oficio y no se extiende a las maquinarias, instrumentos
mecánicos o instalaciones propios de un comercio, en tanto ellos indiquen la existencia de un capital mercantil.  Así,
se ha  rechazado el pedido de levantamiento de una balanza electrónica que el demandado utiliza en su comercio,
puesto que no se trata de un instrumento necesario para la profesión arte u oficio, sino de un bien incorporado a una
empresa mercantil[33].   

En el caso del automotor afectado al servicio de taxímetro o remis, han existido posturas diversas. Generalmente en
este caso, para declararlos inembargables se ha exigido que sean usados personalmente por el embargado[34]. En
esta dirección se ha dicho, con buen criterio, que el beneficio queda excluido si el demandado posee otro vehículo
afectado real o potencialmente a la misma actividad y si no trabaja él solo (o con sus familiares) sino que cuenta con
empleados a su cargo, pues entonces no media el gravamen de proteger la subsistencia o un nivel digno de vida (el
automotor es reemplazado o reemplazable por otro) además de que ya no se trata entonces de un desempeño
personalizado sino con carácter empresarial.[35]  En otro caso se ha considerado que constituye el oficio del
propietario, cuya desposesión implica la pérdida de su trabajo, declarándose su inembargabilidad [36] En sentido
contrario, se ha aceptado el embargo, fundado en que un automotor afectado al servicio de remis no representa un
instrumento o herramienta referido por el art.542, inc. 2, del C.P.C.C., a los fines de la inembargabilidad allí
dispuesta, pues se trata de un bien de capital que se pone al servicio de una actividad determinada. Tratándose de
una ejecución prendaria se declaró improcedente la solicitud del demandado de que no se ejecute el automotor
prendado que se encuentra afectado a la actividad de remis, pues dicha afectación no puede limitar la garantía que
firmara de común acuerdo con su acreedor en base a lo normado en la ley 12.962;[37]la cual excluye cualquier tipo
de inembargabilidad sobre el bien prendado (art.37 ). 

La prueba del carácter del bien corre a cargo de quien alega la inembargabilidad.[38]

3) Pensiones alimentarias y litis expensas

Concordantemente, el art. 374 del C.C. dispone que “la obligación de prestar alimentos” no puede ser “embargada
por deuda alguna; y el art. 2076 del C.C. establece que “La renta que constituya una pensión alimentaria no puede
ser empeñada ni embargada al acreedor.”  La finalidad de estas normas es que con el embargo no se ponga en riesgo
la subsistencia mínima del alimentado.

4) El usufructo de los padres sobre los bienes de sus hijos

Conforme el art. 287 del C.C., los padres tienen el usufructo de los bienes de sus hijos menores de edad que estén
bajo su autoridad, con las excepción de los adquiridos mediante su trabajo, empleo profesión o industria; los
heredados por motivo de indignidad o desheredación de sus padres y los adquiridos por herencia, legado o donación,
cuando el donante o testador hubiera dispuesto que el usufructo corresponde a su hijo.

La norma que ordena la inembargabilidad, se refiere al embargo que puedan trabar los acreedores de los padres
sobre el usufructo de los bienes de los hijos de estos, referenciados anteriormente, los que al igual que en el caso
anterior, se encuentra prevista por la ley de fondo (art. 292 del C.C.). 

5) Usufructo civil

El Registro de la Propiedad, a través de sus resoluciones, ya se había expedido sobre la inembargabilidad del
usufructo (Resolución8/96), habiendo legislado en forma contraria en el año 2002.

El art. 90.2 (Reglamento del Registro de la Propiedad) del reciente Reglamento del Registro de la Propiedad
establece que serán rechazados los oficios judiciales que ordenen embargos sobre derechos de usufructo, uso y
habitación. Con respecto a los que ya se hubiera tomado razón, subsistirán sólo a los fines de publicitarlos, pero no
serán obstáculo alguno a la renuncia o venta de los inmuebles sobre los que recayeren. En un fallo, la Cámara
Séptima en lo Civil y Comercial, resolvió por mayoría la improcedencia del embargo preventivo del derecho real de
usufructo, fundado en que por esencia el derecho real de usufructo no resulta cesible.[39]

El argumento para la improcedencia de este embargo es que se tratan de derechos personales en los cuales se tienen
en cuenta las condiciones personales del beneficiario, por lo que no pueden cederse ni venderse en una ejecución
forzada.

6) Los sepulcros, salvo que se reclamare su precio de venta, construcción o reparación.

A diferencia de los casos anteriores, no hay disposición en los Códigos de fondo que sean correlato de esta norma.  El
propio inciso establece como excepción los créditos referidos a la compra, construcción o reparación, en cuyo caso
los sepulcros son susceptibles de embargo.  Ello indica que no se trata de bienes fuera del comercio, sino de un caso
en que la ley preserva el bien de la acción de los acreedores. 

7) Bienes afectados a cualquier culto reconocido

Si se trata de bienes de la Iglesia Católica que se rigen por el art. 2345 del Código Civil que establece: “Los templos y
las cosas sagradas y religiosas corresponden a las respectivas iglesias o parroquias y están sujetas a las disposiciones
de los art. 33 y 41 del Código Civil. Estos bienes pueden ser enajenados de conformidad a las disposiciones de la
Iglesia Católica respecto de ellos y a las leyes que rigen el Patronato Nacional.”

Son verdaderos bienes de dominio público (art. 2348 CC), en tanto no pertenezcan a particulares.  Hay que distinguir
lo que hace al culto y los bienes de quienes lo dirigen, ya que la norma protege solo lo que indudablemente hace al
rito.
Supuestos contenidos en otras leyes

El propio  inc.7 del art. 542 del C.P.C.C., hace mención a “los bienes que se hallen expresamente exceptuados por
otras leyes.”

Existen numerosos supuestos, tanto en la legislación nacional como en la provincial. En un caso reciente el Tribunal
Cimero se avoca por vía de un per saltum y revoca la medida cautelar trabada por la juez de primera instancia 
contra una obra social por entender que se encontraba en peligro la prestaciones y servicios médicos, incluidos
aquellos relacionados con los agentes del Sistema Nacional del Seguro de Salud, fundado sobre todo en la normativa
de emergencia sanitaria. [40]

Entre los casos más sobresalientes podemos mencionar:

1) Sueldos, salarios. Indemnizaciones laborales.


El art. 23 de la constitución Provincial expresa que el trabajador tiene derecho (apartado a - 5). A la
inembargabilidad de la indemnización laboral y la parte sustancial del salario y haber provincial….”  También regula
este aspecto la ley provincial 7849 que establece en su art. 1:“Las indemnizaciones cuyo pago corresponda en
concepto de accidentes de trabajo, enfermedad accidente o enfermedad profesional, cualquiera sea la normativa
legal que funde la demanda y las indemnizaciones de los casos previstos por la ley de contrato de trabajo y los
estatutos de los empleados públicos son inembargables..”. Exceptúa en el art. 2 los embargos cuyos créditos sean de
naturaleza alimentaria.

Por su parte, la legislación laboral nacional contiene normas que regulan la embargabilidad de los salarios. El art. 120
de la Ley de Contrato de Trabajo (N° 20.744 T.O. decr.390/76) reza: “El salario mínimo vital es inembargable en la
proporción que establezca la reglamentación, salvo por deudas alimentarias”.  La reglamentación de la ley, a través
del decreto nacional N° 484/87 dispone: Art.1°: “Las remuneraciones devengadas por los trabajadores en cada
período mensual, así como cada cuota del sueldo anual complementario son inembargables hasta una suma
equivalente al importe mensual del salario mínimo vital fijado de conformidad con lo dispuesto en los artículo 116 y
siguientes del régimen de contrato de trabajo.  Las remuneraciones superiores a ese importe serán embargables en la
siguiente proporción: 1. Remuneraciones no superiores al doble del salario mínimo vital mensual, hasta el diez por
ciento (10%) del importe que excediere de este último.  2. Retribuciones superiores al doble del salario mínimo vital
mensual, hasta el veinte por ciento (20%) del importe que excediere de este último”. 

A su vez el art. 3° de este decreto 484/87, establece iguales proporciones de embargabilidad para el caso de las
indemnizaciones laborales.  En el art. 4° se dispone que los límites de embargabilidad no son de aplicación para las
cuotas por alimentos o litis expensas”.  Esta última disposición es concordante con el penúltimo párrafo del art. 542
del C.P.C.C. que ordena que en estos supuestos la proporción será fijada prudencialmente por el tribunal en cada
caso.

Por otra parte es dable señalar que existen distintas interpretaciones jurisprudenciales sobre la posibilidad de
ordenar el embargo preventivo sobre sueldos, ya que algunos tribunales consideran que dicha práctica resulta en
cierto modo una forma encubierta de presión para el pago de la deuda; más aún, cuando lo que se pretende es iniciar
una acción ordinaria. En realidad si la medida es ordenada con la finalidad precautoria que lleva ínsita toda cautelar
y se respetan los límites de la ley no existiría ningún obstáculo para su traba. 

2) Sueldos de empleados de la administración pública. 


El decreto nacional Nº 6754/43, ratificado por Ley 13.894, dispone la inembargabilidad de sueldos, salarios,
jubilaciones y pensiones de empleados y obreros de la administración pública provincial y municipal, y de las
entidades autárquicas, por obligaciones emergentes de préstamos de dinero, o de compra de mercaderías, salvo las
proporciones y condiciones que establece el mismo decreto.

La constitucionalidad de esta disposición ha sido cuestionada tanto por la doctrina como por la jurisprudencia. Entre
las Cámaras de Apelación locales existieron pronunciamientos contradictorios[41]. Adherimos a la postura que la
considera inconstitucional, en razón de que la norma introduce una discriminación chocante con el principio de
igualdad.  El Tribunal Superior de Justicia en pleno[42], por mayoría, decidió la inaplicabilidad de la normativa al
caso concreto que se resolvía, sin considerar la norma inconstitucional.  En dicho el fallo se realizó además un
exhaustivo análisis respecto de los supuestos en los que la inembargabilidad de los salarios de los empleados públicos
resultaba aplicable y en los que no.  La minoría (Dres. Andruet y Blanc de Arabel) se pronunció por la
inconstitucionalidad de la disposición, por ser contraria al principio de igualdad. 
3) Jubilaciones y pensiones.  
El art. 14 inc. “c” de la ley nacional 24.441 declara la inembargabilidad de las jubilaciones; lo que se repite en el
ámbito provincial mediante la ley art.49 de la ley 8024. 

Al respecto adherimos al criterio sustentado por Forestieri, al decir: “No estamos de acuerdo con el inciso “c” que
declara inembargable la prestación. Lo que se dispone significa en los hechos sumir al jubilado en una suerte de
"muerte civil" ya que la prestación previsional no le servirá para operar a crédito..."[43]; conjuntamente con lo
sustentado por la Excma. Cámara 3ª C. y C. quien ha dicho que: "...Las leyes pueden y deben ciertamente tratar en
forma desigual a grupos o categorías de personas que se hallan en condiciones diferentes, pero sólo cuando hay razón
para distinguir...".[44]

Por otra parte, si al momento de contratar, justamente el demandado ha manifestado contar con “ingresos
suficientes provenientes de su retiro jubilatorio”, es lógico pensar que dicho haber jubilatorio ha integrado la
garantía patrimonial propuesta por el propio deudor, quién no puede argumentar en el juicio, sin ofender la buena
fe, que ese ingreso no responda por aquellas obligaciones cuyo pago fue afectado. Ello es así, porque sin aquella
declaración de voluntad del demandado, es muy probable que el contrato de crédito no se hubiera celebrado.[45]

Entre la jurisprudencia local, existen posturas diversas en torno a la constitucionalidad de estas normas, habiéndose
dictado pronunciamientos declarando su inconstitucionalidad[46].  En igual sentido, respecto de  pensiones y retiros 
y pensiones militares dispuesta por el art. 22 de la Ley 22.919[47], agregándose en este caso que todo conflicto se
zanja permitiendo dicho embargo proporcional, salvo que ponga en peligro necesidades elementales.  Siguiendo este
último lineamiento, referido a la satisfacción de necesidades básicas, se ha sostenido la inembargabilidad en el caso
de las jubilaciones mínimas, sin necesidad de examinar la constitucionalidad de la norma, ya sea nacional o
provincial. [48].  A la inversa, para el TSJ[49] es posible el embargo del haber previsional que no sea exiguo sin
declaración de inconstitucionalidad; en igual sentido se ha rechazado el pedido de levantamiento de embargo con el
fundamento de que el monto del haber jubilatorio (más de tres mil pesos) tiene la suficiente entidad como para
tornar irritante, frente al principio de igualdad ante la ley, la norma que establece la inembargabilidad de las
jubilaciones.[50]

4) Vivienda única:
En primer lugar, y dentro de lo que puede considerarse un primer bloque normativo,  tenemos el artículo 58, 1ª parr.
in fine de la Constitución Provincial que dispone: “La vivienda única es inembargable, en las condiciones que fija la
ley.” Esta disposición constitucional fue posteriormente reglamentada por la Ley 8067 (ref. por ley 8998) la que
declara: “Considérase automáticamente inscripta de pleno derecho como bien de familia a partir de la vigencia de
esta Ley, a los fines previstos en el artículo 58 de la Constitución Provincial, la vivienda única que cumpla con los
requisitos establecidos en la Ley Nacional 14.394 y en la Ley Provincial Nº 6074”.

La discusión  ha versado sobre la constitucionalidad de ambas normativas, fundada en que la inembargabilidad de la


vivienda es una cuestión de derecho común y que el constituyente provincial ha avanzado sobre materias propias del
gobierno federal (art. 75 inc. 12 CN) y prohibidas a las provincias (art. 126 CN).

El tema ha resultado intrincando, y ha tenido soluciones disímiles tanto para la doctrina local como para la
jurisprudencia. Pero fundamentalmente corresponde analizar el cambio de criterio del Tribunal Superior de Justicia,
ya que si bien sus resoluciones no son vinculantes, tienden a unificar la jurisprudencia y a eliminar incertidumbres
resultantes de discrepancias en la interpretación de la ley entre los tribunales y en consecuencia termina siendo
orientadora de las resoluciones de inferiores.

En un primer momento, el  Alto Cuerpo por AI Nº 885/96 en “Incidente de levantamiento de embargo de la vivienda
única del Sr. Carlos Grenni y ot.” sostuvo por mayoría la inconstitucionalidad del art.58 de la Constitución Provincial
y su ley reglamentaria, criterio que fue sustancialmente variado  por el dicho Tribunal en pleno y también por
mayoría en autos: “Banco Suquía SA. C/ Juan Carlos Tomassini-PVE-Ejecutivo-Apelación-Recurso Directo”[51] en el
cual declara la constitucionalidad del art. 58 de la Constitución Provincial y su ley reglamentaria Nº8067 y por lo
tanto la operatividad, mediando las condiciones establecidas en la ley, de la inembargabilidad de la vivienda única.

La postura enunciada fue cambiada con posterioridad debido al fallo de la CSJN en los mismos autos “Banco del
Suquía S.A. c/ Juan Carlos Tomassini s/ P.V.E. -ejecutivo- apelación recurso directo” de marzo del 2002 en el que se
expresa: “Determinar qué bienes del deudor están sujetos al poder de agresión patrimonial del acreedor -y cuáles,
en cambio, no lo están- es materia de la legislación común, y, como tal, prerrogativa única del Congreso Nacional, lo
cual impone concluir que no corresponde que las provincias incursionen en ese ámbito…” Siguiendo este criterio la
CSJN, revoca la sentencia dictada por nuestro Máximo Tribunal, declarando la inconstitucionalidad del art. 58, in
fine, de la Constitución de la Provincia de Córdoba y de la ley reglamentaria 8067.

Este criterio, por razones de economía procesal, y entendiendo que los fallos de la Corte Suprema revisten valor
jurídico vinculante (excepto en los casos en los cuales aparezcan motivos que justifiquen apartarse de la directriz
jurisprudencial), ha sido adoptado con posterioridad por nuestro Tribunal cimero. Ahora bien, en el año 2006 el TSJ
vuelve analizar el tema y declara la constitucionalidad del art. 58 y las leyes reglamentarias cuando la vivienda 
reúna los requisitos del art. 34 de la ley 14394[52]. Dicha resolución, nuevamente revisada por la CSJN[53], vuelve a
declarar la inconstitucionalidad de la normativa local, al igual que su precedente – Banco Suquía-. Esta ratificación
llevó a nuestro Máximo Tribunal provincial ha revisar el criterio sustentado y fue así que reexaminando la cuestión en
autos “Chinchero Mario y otro c/ Figueroa José Agustin – Desalojo- Recurso de Casación e Inconstitucionalidad-“[54],
resolviera adherirse a la postura ratificada en dos oportunidades por la CSJN.  Ratificando tal postura recientemente
en “Nieva Irma c/ Puymalie Raúl A. –Ordinario- otros – Rec.Apelación- Recurso de Casación-“ [55]

No obstante, las resoluciones encontradas sobre el tema y estando vigente en nuestra Provincia la ley 8067, con las
modificaciones introducidas por la Ley 8998, analizaremos las mismas.

Así, el art. 1 de la ley 8067, se remite a los requisitos establecidos por la ley nacional 14.394 y la ley provincial 6074
y que podemos resumir para el siguiente caso, 1) que se trate de un inmueble urbano cuyo valor no exceda las
necesidades del sustento y vivienda de su familia (art. 34 ley nacional) entendiéndose por tal cuando existe relación
entre la capacidad habitacional del mismo y el grupo familiar (art. 3 ley provincial); 2) que el mismo contenga una
vivienda, esto es “...alguna construcción, por precaria que sea, apta  para cumplir una función de albergue”[56]; 3)
la vivienda debe ser única, o sea la inembargabilidad es exclusiva para el único inmueble y 4) que el dueño o algunos
de las personas indicadas como familia (art. 36 ley nacional) habiten el inmueble, ya que la protección no se brinda
al inmueble sino a la vivienda única (art. 41 ley 14.394); 5) respecto a los créditos afectados, son todos aquellos
contraídos por el propietario con posterioridad a la vigencia de la ley 8067, no comprendidos en el art. 3  (impuestos,
tasas, contribuciones de mejoras, deudas hipotecarias y tarifas por servicios públicos, construcciones o refacciones
sobre el mismo inmueble, saldo del precio de compra y las expensas comunes), en las que no mediara la renuncia del
art. 4.

Posterior a esta normativa se dicta la Ley 8998 por la cual se modifica el art. 3 Ley 8067 (se excluye la hipoteca y se
reglamenta el tema de la contribución por mejoras), se suprime la renuncia del art. 4 y se pone en cabeza del
ejecutante la demostración de que la vivienda no es única y por ende, susceptible de ser ejecutada. Asimismo,
establece que los jueces deben suspender de oficio aquellos procedimientos en los cuales se hubiera decretado el
remate y no se hubieran cumplimentado los requisitos del art. 5 de la Ley 8998.

Respecto de la oportunidad hasta la cual se puede plantear la inembargabilidad de la vivienda única, de conformidad
a lo que disponía en el art.5 de la Ley 8067, el pedido de levantamiento de embargo podía formularse en cualquier
estado el proceso. Vigente dicha norma y según la doctrina e interpretación sustentada por el Alto Cuerpo en “Molina
de Labra”[57], el planteo podía realizarse “hasta la aprobación del acta de remate”, y éste normalmente coincide
con el auto de aprobación de la subasta; ya que se considera que a partir de este momento se adquiere la 
“propiedad” por darse supuestos especiales que no encuadran en el art. 2505 C.C. Con la sanción de la Ley 8998, se
reemplaza el art. 5 de la Ley 8067, sin marcar esta nueva normativa ninguna cláusula respecto a la temporaneidad
del planteo, lo que deja abierto el debate en tal sentido; sin que exista nueva resolución al respecto.

En un segundo bloque de normas, tenemos aquellas leyes que suspenden temporariamente las ejecuciones que
tengan por objeto  la vivienda única del deudor. O sea que no la declaran inembargable, sino que suspenden su
ejecución por un tiempo determinado.

En la seguidilla de normas dictadas en tal sentido, hoy tenemos vigente la ley 9358 que suspende las ejecuciones
hasta el 31 de diciembre de 2007, dejando a salvo las de naturaleza laboral y alimentaria, las de responsabilidad civil
por la comisión de ilícitos penales y las situaciones comprendidas en la ley 9322,  que se refiere a las ejecuciones en
dólares pesificadas. En cuanto al trámite se somete al previsto en la ley 9322 mientras no sea incompatible, la que
establece una mediación obligatoria y en caso de fracaso una audiencia del art. 58 del C.P.C.C..   La ley 9358 deroga
la ley 9136, que fue la primera de este tipo de normativas sancionada el 16.12.2003, que suspendía las ejecuciones
hasta el el día 31 de Marzo de 2004, y que había sido prorrogada por las leyes 9154, 9186, 9242 y 9272, con lo que
desde diciembre de 2003 hasta el 31 de diciembre de 2007,  la suspensión de este tipo de ejecuciones se ha
transformado prácticamente en una regla y no en una excepción temporaria[58].  Este conjunto de normas ha sido
reiteradamente declarado inconstitucional por la jurisprudencia local.  [59]

5) Bien de familia.
La institución "bien de familia" tiende a proteger al grupo familiar de los peligros que representan los vaivenes
económicos, las consecuencias de los negocios  perjudiciales, las cargas impositivas y también, las desavenencias
familiares en orden a la conservación de la casa donde habita la familia o de un inmueble que sirva con sus frutos a
su sostenimiento.

La ley 14.394 en sus arts. 34 a 50,  impide –entre otras cosas- que el bien de familia sea susceptible de ejecución o
embargo (art. 38). Es decir que la inembargabilidad es sólo uno de los efectos de la constitución del bien de familia,
los restantes son derivaciones propias del carácter y naturaleza de la institución.

En este caso, a los fines de determinar su inembargabilidad, corresponde tener en cuenta la fecha de la causa de la
obligación que se ejecuta y la fecha de constitución del bien de familia, ya que de conformidad al art. 38 de la ley
14.394 la inembargabilidad allí establecida sólo afecta a las deudas posteriores a la inscripción del bien de familia y
no a las anteriores, sin distinción alguna, es decir, comprendiendo las deudas contraídas a plazo y las que tienen
vencimiento posterior. “…la interpretación razonable de la norma citada nos conduce a juzgar que, contraída la
deuda con anterioridad, aunque se haya instrumentado su vencimiento para una fecha posterior a la inscripción del
bien de familia (vgr. cheques de pago diferido o pagarés con vencimiento posterior) debe proceder el embargo y la
ejecución ya que el hecho generador es anterior y los acreedores no pueden ser perjudicados por la afectación del
bien realizada con posterioridad al origen de la deuda…”[60]. Este elemento temporal la diferencia sustancialmente
de la protección de la vivienda única analizada ut supra.

Quedan a salvo las excepciones marcadas por el mismo artículo 38 de la ley 14.394 a saber: las obligaciones de
impuestos o tasas que graven directamente el inmueble, los gravámenes constituidos de conformidad al art. 37, o sea
por el mismo beneficiario con anuencia de la cónyuge, o las causales de desafectación establecidas por el art. 49 de
la misma ley.

A tal fin debemos tener en cuenta que en función de este último artículo, la afectación subsiste mientras viva uno
solo de los beneficiarios, y con mayor razón mientras permanezca con vida uno de los constituyentes, en el caso del
condominio (art. 43 de la ley). Lo relevante es que la habitación del inmueble no es exigida al mismo tiempo a todos
los beneficiarios y constituyentes como condiciones de validez o subsistencia del régimen. La ley exige que el
inmueble sea habitado por el constituyente o por su familia (art.41) lo que significa que haciéndolo el primero los
hijos pueden no convivir con él y ser, no obstante, beneficiarios (como puede suceder también, inversamente, que
no viva el constituyente en el inmueble pero sí lo haga su familia, vgr esposa e hijos del propietarios separado de
hecho). A los únicos que es exigida ineludiblemente la habitación juntamente con el propietario, es a los colaterales
(art.36). [61]

6) Inmueble adquirido con un crédito del Banco Hipotecario Nacional destinado a la vivienda única.
El artículo 35 de la ley 22.232., contempla la inembargabilidad e inejecutabilidad de los inmuebles gravados a favor
del Banco Hipotecario Nacional, por créditos otorgados para única vivienda propia. Este beneficio tiende a garantizar
valores sociales superiores, y encuentra su fundamento último en el art. 14 bis de la CN, que se refiere a la
protección integral de la familia, la defensa del bien de familia y el acceso a una vivienda única.

La cuestión que ha motivado mayores discrepancias tanto doctrinarias como jurisprudenciales es relativa a la
determinación de la subsistencia de la inembargabilidad e inejecutabilidad en la etapa posterior a la cancelación de
la deuda. Nuestro TSJ[62] se ha pronunciado por la respuesta afirmativa, considerando que el beneficio se extiende,
aun con posterioridad, a la extinción del gravamen hipotecario siempre y cuando se mantengan las condiciones
establecidas en la norma legal citada.

Por su parte el Reglamento del Registro de la Propiedad, establece en su art. 71.1. la inembargabilidad de estos
inmuebles hipotecados de conformidad al art. 34 de la ley 22.322, el que se extiende al Banco Hipotecario S.A. según
el art. 28 de la Ley 24.855. Ahora bien, de conformidad a esta norma, serán registrables las cláusulas de
inembargabilidad contenidas en escrituras que no exceda del día 03.08.07.

El Reglamento citado en su art. 71.2 establece que las cláusulas de inembargabilidad anotados sobre inmuebles
destinados a vivienda propia hipotecados a favor del Banco Hipotecario Nacional o Banco Hipotecario S.A. subsistirán
después de la cancelación de la hipoteca cuando en este último acto se lo hubiera peticionado expresamente
(diferente criterio al sustentado por el TSJ en el fallo citado). A su vez en el art. 71.3 dispone distintos supuestos en
que podrá solicitarse la cancelación: por pedido del propio Banco Hipotecario S.A., el titular registral y sus sucesores
singulares o universales  o por autoridad judicial. La última parte de dicho artículo dispone que la transferencia del
inmueble o derechos a favor de tercera persona implicará la cancelación de la cláusula de inembargabilidad, salvo
cuando la hipoteca estuviere vigente y el Banco Hipotecario S.A. acepte el cambio del deudor y la conservación de
ese beneficio o que en divisiones de condominio, sucesiones mortis causa o disoluciones de sociedades conyugales, el
juez ordenare mantener vigente la cláusula una vez adjudicado el inmueble.

7) Otros casos
Pueden enumerarse los bienes afectados al servicio público, ya que el el artículo 230 de la ley 8102 dispone que:
“Los bienes del Municipio y la Comuna no pueden ser objeto de embargos preventivos. Una vez que se encuentra
firme la sentencia, los bienes podrán ser susceptibles de embargo, salvo que estuvieran afectados directamente a la
prestación de un servicio público ...”  También, en virtud de lo dispuesto por el art. 63 de la ley 22.285, se han
considerado inembargables los bienes imprescindibles para la radiodifusión.  Finalmente, el art. 4° de la ley 8258
considera inembargables los bienes de los clubes que presten determinados servicios a la comunidad.-

Sin querer agotar la temática y entendiendo que puede resulta de gran utilidad, sin perjuicio de que en algunos casos
se refieran a supuestos ya analizados precedentemente, se transcribe un listado contenido en la obra de Novellino
[63]

“…DEMÁS BIENES INEMBARGABLES POR LEY: Siguiendo un orden cronológico son los siguientes:
1) Los alimentos (conf. arto 374, Cód. Civil, sancionado por ley 340 del 25/9/1869);

2)Los sueldos, salarios, jubilaciones y pensiones que no excedan los montos establecidos legalmente (conf. art. 1°,
ley 9511 (69), sancionada el 29/9/14 y reformada por ley 14.443 cuya sanción es del 20/6/58);

3) Los lotes del hogar (homestead) (conf. art. 2°, ley 10.284, sancionada el 25/9/1917);

4) El depósito o garantía constituido por el procurador para ejercer su profesión, salvo en los casos autorizados
legalmente (conf. arto 7°, ley 10.996, sancionada el 30/9/1910);

5) Las casas objeto de los préstamos ferroviarios durante la vida del prestatario, su esposa e hijos menores (conf.
arto 14, ley 11.173, sancionada el 29/9/1921);

6) El lecho cotidiano del deudor y de su familia, las ropas y muebles de su indispensable uso y los instrumentos nece-
sarios para su profesión, arte u oficio (conf. ley 12.296, sancionada el 5/9/1936, que introdujo este agregado al arto
3878 del Cód. Civil);

7) La fianza real constituida por el escribano para ejercer su profesión, salvo los casos autorizados legalmente (conf.
arto 15, ley 12.990, sancionada el 19/6/1947).

8) Los bienes del arrendador y/o del aparcero rurales que no estén afectados al privilegio del arrendador (conf. arto
15, ley 13.246, sancionada el 6/9/1948).

9) El bien de familia, salvo por deudas anteriores a su constitución como tal (conf. arto 38, ley 14.394 (70),
sancionada el 14/12/54). Sobre su inscripción y su des afectación, ver minutas del Registro inmobiliario en nuestro
Apéndice registral.

10) Los bienes y los recursos de las cajas nacionales de previsión (conf. arto 1°, ley 16.931, sancionada el 23/8/1966,
prorrogada su vigencia por ley 17.583).

11) Las aeronaves públicas (conf. arto 71, Cód. Aeronáutica, sancionado por ley 17.285 del 17 /5/1967);

12) Las jubilaciones y pensiones de los trabajadores en relación de dependencia, salvo por alimentos y litis expensas
(conf. arto 44, inc. c, ley 18.037, sancionada el 10/1/1969);

13) Las jubilaciones y pensiones de los trabajadores autónomos con la salvedad de las cuotas por alimentos y litis
(conf. arto 32, inc. c), ley 18.038, sancionada e130/12/1968). Comprende a las amas de casa (ley 18.916 en B.O. de
15/1/1971).

14) Los fondos asignados a los propietarios de institutos incorporados a la enseñanza oficial (conf. arto 1°, ley
18.352);

15) Las jubilaciones y pensiones de contratistas de viñas y frutales (conf. arto 1°, ley 18.438, que hace aplicable la
ley 18.038);

16) Los buques de guerra nacionales o extranjeros y los buques en construcción destinados a incorporarse a los
efectivos militares de un Estado (conf. arto 541, inc. a, Ley de Navegación 20.094, sancionada el 15/1/1973);

17) Los buques públicos o privados al servicio del poder público nacional o extranjero (conf. arto 541, inc. b, Ley de
Navegación 20.094, sancionada el 151111973);

18) Los buques cargados, prontos para zarpar, salvo que la deuda haya sido contraída para reparar, aprestar y
aprovisionar el buque para ese viaje (conf. arto 541, inc. c, Ley de Navegación 20.094, sancionada el 151111973);

19) El salario mínimo vital, en la proporción que fije la reglamentación, salvo por deudas alimentarias (conf. arto
120, ley 21.297, sancionada el 23/411976);

20) El inmueble sometido a juicio de expropiación (conf. arto 24, ley 21.499, sancionada el 171111977).

21) Los créditos otorgados y los inmuebles gravados en garantía por el Banco Hipotecario Nacional de Desarrollo
(conf. arto 45, ley 21.629, sancionada y promulgada el 26/8177).

22) Los créditos otorgados y los inmuebles gravados en garantía por el Banco de la Nación Argentina (conf. art. 29,
ley 21.799, sancionada y promulgada el 14/4178).

23) Los créditos otorgados por el Banco Hipotecario Nacional destinados a la adquisición, construcción, etc., de
viviendas y sus obras complementarias. También los inmueble s gravados por dicho Banco en garantía de los
préstamos otorgados para úniéa vivienda (conf. arts. 34 y 35, ley 22.232, sancionada y promulgada el 29/5/80).

24) Las asignaciones mensuales vitalicias de miembros del P.E. y de la CSJN (conf. arts. 3° y 26, ley 23.551,
sancionada e120/1l/91).

25) Las indemnizaciones por accidentes de trabajo (art. 2°, ley 24.028, sancionada el 14/11/9l).

26) La renta vitalicia que constituye una pensión alimentaria (conf. arto 2076 del CÓd. Civil)”.

Variación del art. 538 del C.P.C.C.


Debemos partir de la premisa que el art. 538 del C.P.C.C. establece un orden para embargar;  pero este orden no es
el que debe respetar el oficial de Justicia, dado que este lleva un mandamiento genérico (embargar bienes muebles),
salvo orden expresa.

En principio, este orden está establecido a favor del acreedor; en función de la facilidad de realización de los bienes,
lo que demuestra que está enderezado a favorecerlo, asegurándole con la mentada prelación, la posibilidad de verse
garantizado con bienes de mayor eficacia e inmediatez en su realización.  Ello sin perjuicio del derecho del deudor
de solicitar la sustitución de lo embargado, si se le causan perjuicios innecesarios. “No es dable exigir al acreedor
que –previo a denunciar bienes susceptibles de embargo- efectúe una tarea investigativa para probar que no existen
en el patrimonio del deudor bienes de mas fácil realización...”[64].  No obstante este principio general expuesto,
también se ha resuelto que “Si bien en principio corresponde a la esfera del acreedor la elección de los bienes a
embargar, no puede exigir que la medida recaiga sobre determinados bienes con perjuicio grave para el deudor, sin
antes intentarlo sobre otros disponibles”[65]

En definitiva, no existe obstáculo alguno para que el acreedor proceda a variar este orden legalmente establecido
por la ley, ya que es una opción establecida a su favor.

Embargo contra la Compañía de Seguros citada en garantía.

Como cuestión preliminar, debe destacarse que se ha discutido en doctrina y jurisprudencia si la aseguradora traída a
juicio de conformidad a lo dispuesto por el art. 118 de la ley 17.418 puede ser sujeto pasivo de un embargo
preventivo requerido por el actor en su calidad de supuesta víctima del hecho lesivo que denuncia. En esa coyuntura
se han sostenido diversas posturas, respecto a la interpretación del art. 466 del C.P.C.C., en lo que hace a la
facultad del acreedor de pedir embargo preventivo de bienes del deudor y si esa acepción se limita sólo al acreedor y
deudor denunciado y si existe la posibilidad de ampliarlo a la citada en garantía.
En este punto, y teniendo en cuenta los antecedentes jurisprudenciales provinciales sobre la cuestión, considero que,
en principio, no existe inconveniente para la traba de la cautelar sobre bienes de la aseguradora, criterio que ha
recibido recepción jurisprudencial y doctrinaria[66].

Debemos tener presente que si la aseguradora ha sido citada como tercera y el asegurado es condenado, podrá ser
ejecutada la sentencia en su contra tanto por lo dispuesto por la ley de fondo (art. 117 3er párrafo Ley 17418) como
por la norma procesal que expresamente establece que la sentencia dictada después de la intervención de los
terceros, obliga a estos como a los litigantes principales y será ejecutable en su contra (art. 435 C.P.C.C.).  Siguiendo
estos lineamientos se puede colegir que aun cuando pueda afirmarse que la aseguradora no es deudora del actor, a
los fines de la cautelar está equiparada al deudor Pues si el actor está facultado a ejecutarla luego de obtenida
condena contra el asegurado, no se advierte cuál es el impedimento para que garantice preventivamente las resultas
de esa eventual sentencia condenatoria mediante las medidas cautelares preventivas, que justamente tienden a
evitar que la condena no se torne ilusoria. Más aún cuando la compañía ha sido demandada en el primer escrito
introductorio del pleito, siempre en los términos de la Ley de Seguros.

Sin perjuicio de ello, y analizando el tema desde otro ángulo, no puede dejar de subrayarse que este tipo de
embargos sobre dinero en efectivo, cuentas corrientes o plazos fijos, en procesos ordinarios (no ejecutivos) donde el
dictado del fallo puede resultar de larga data, pueden ocasionar, en ciertos casos, graves perjuicios a la citada de
garantía.  Es que ésta se encontraría constreñida a la paralización de un capital importante (con los cuales logra los
acuerdos, cumple las sentencias etc.); siendo que además se encuentra comprometida a garantizar un mínimo de
capital disponible, so riesgo de las medidas que pueda aplicar la autoridad de control (arts. 30 y ss de la ley 20.091),
que puede consistir hasta la abstención de realizar nuevos contratos (art.31 in fine). A más de ello, se ha considerado
que en muchos casos, este sistema de embargos sobre capitales genuinos pueden implicar un medio de presión a los
fines del arreglo anticipado de la contienda. Así lo han entendido algunos legisladores al proponer la reciente
modificación a los arts. 463, 464, 476 y 538 del C.P.C.C., que se viabilizara mediante ley 9280 (B.O.C.20-02-2006) y 
en la cual se ha propuesto como paliativo la posibilidad del levantamiento de este tipo de embargo con una vista por
un día para frenar las consecuencias disvaliosas de la medida.

A más de ello podría tenerse en cuenta a los fines de las medidas cautelares en su contra, el límite de la cobertura de
la aseguradora, ya que en ninguna medida, la cautelar que pretende asegurar el resultado de la contienda podría
superar el monto por el que le correspondería, en su caso, responder a la aseguradora.

En este orden de ideas, se ha dicho que “... si bien la medida cautelar debe ser de garantía, no debe constituir un
medio de coacción a cumplir "ante tempus" con una obligación futura e incierta para forzar al deudor, al colocarlo
frente a una medida asfixiante que le impida el normal desarrollo o desenvolvimiento de su actividad. En nuestro
análisis debemos también ponderar, que si las aseguradoras debieran soportar un sinnúmero de juicios tramitados
simultáneamente, iniciados en las distintas jurisdicciones del país, en los cuales son citadas en virtud del art. 118 de
la Ley de Seguros, o sea cuando una misma compañía es a su vez citada en innumerables juicios, si en cada uno de
ellos el damnificado procede a trabar embargo preventivo sobre fondos de la aseguradora, éstas se verían en una
situación de indisponibilidad de los mismos que causaría su colapso, y así, eventualmente, desembocar en un proceso
colectivo de liquidación o quiebra, perdiendo toda eficacia los embargos trabados para cubrir los derechos
individuales de los acreedores, tornándose abstractos los mismos.” [67]  Así se ha arribado  a la conclusión de que no
corresponde negar genéricamente la posibilidad de que se puedan trabar embargos y otras medidas cautelares contra
las aseguradoras. Sin embargo lo que no resulta de recibo es que se efectúen sobre fondos en cuentas corrientes,
porque ello afecta la actividad específica y distintiva de las compañías aseguradoras, cuando nos encontramos en 
presencia de una medida precautoria trabada en un proceso de conocimiento que aún no se ha dictado sentencia
firme, pero, pueden ser objeto de tales medidas si se disponen sobre otros bienes constitutivos del patrimonio de las
aseguradoras.

Embargo contra el Estado.


Según el art.179 de la Constitución de Córdoba no pueden embargarse preventivamente los bienes del estado
provincial y municipal; pero si proceden los embargos ejecutivo y ejecutorios, siempre que se cumpla el plazo del
art.806 – a partir de los cuatro meses calendarios desde que la liquidación se encuentra firme y consentida-.   Todo,
siempre y cuando no se trate de deudas consolidadas, respecto de las cuales está prohibido cualquier tipo de
embargo (art.5 Ley 8250).

Vencido el plazo previsto por el art.806 del CPCC e iniciado el trámite de ejecución de sentencia de deudas no
consolidadas y ante el pedido del embargo de la Provincia, previamente debemos cumplir con dos formalidades
previas, por un lado lo dispuesto por el art.68 pde la ley provincial 9086[68] y en segundo lugar la ley  la ley nacional
25.793, a la que se ha adherido la Provincia a través de la ley 9504.
a) El primero - art. 68 de la ley 9086-  dispone la suspensión de la traba del embargo sobre las cuentas del Estado
hasta tanto se requiera el pago a la Fiscalía de Estado, en el caso que haya vencido el plazo previsto por el art.806
del CPCC.  Previamente debe emplazarse al Estado para que informe en el plazo de treinta  días la forma y el plazo
en que se procederá a abonar la obligación requerida de conformidad a las previsiones presupuestarias, sin
establecer ni siquiera plazos máximos y dejando librado al arbitrio del ente administrador no sólo el plazo para
cancelar una deuda exigible, sino la forma en que pueda cancelarse la deuda con cualquier medio de pago (bonos,
bocones, letras cancelatorias, etc).

Por la inconstitucionalidad de dicha normativa, se ha expedido diversa jurisprudencia, más en un reciente fallo, el
TSJ de Córdoba ha considerado que la regla de derecho contenida en el referido artículo 68 no se deriva –per se- un
gravamen cierto y grave como para declarar la inconstitucionalidad de la norma; ya que solo se limita a imponer un
requisito previo al embargo de fondos del Tesoro.

b) En cuanto a la ley 9504, se impone una nueva valla para la traba de embargos en contra del Estado.  A través de
su art.27, siguientes y concordantes, se adhiere a la ley nacional 24624 y a la ley 25793 y en general a las leyes que
en futuro se dicten y que versen sobre la inembargabilidad de fondos públicos, la que establece.  Prescribe la
emergencia sólo previsional, dicta además medidas de inembargabilidad no sólo de los recursos presupuestarios de la
Caja de Jubilaciones, sino que extiende dichos efectos a todos los organismos públicos descentralizados o
autárquicos; sin que exista emergencia provincial.

En lo que hace al embargo sobre bienes muebles pertenecientes al Estado Provincial (siempre ejecutorio, porque el
preventivo está vedado por la Constitución Provincial), el tema resulta controvertido en la jurisprudencia.  La
cuestión gira en torno a la interpretación que se le asigne al art. 2340 del C.C., es decir si los bienes muebles
pueden ser considerados del dominio público, en cuyo caso serían inembargables. 

Tema 3. Levantamiento de Embargo. Bien embargado adquirido por un tercero. Privilegio primer embargante.

Levantamiento de embargo

En principio, como ya se dijo, la resolución que decreta un embargo puede ser impugnada mediante los recursos de
reposición, apelación en subsidio, o apelación directa, siempre sin efecto suspensivo, a los fines de garantizar la
permanencia de la medida mientras se tramita la impugnación. En su caso, también podrá solicitarse el
levantamiento por vía incidental, garantizando de este modo el contradictorio.[69]

Como principio general, tanto la doctrina como la jurisprudencia consideran que las normas sobre inembargabilidad
son de orden público y que en consecuencia, el levantamiento puede hacerse de oficio, salvo que la jurisprudencia
fuera divergente. Sin embargo, tal postura no es unánime.  Ha dicho la jurisprudencia local que “El Juez no debe
tomar la iniciativa de oficio de determinar la inembargabilidad, sin tomar en cuenta la función real y concreta de
cada uno de los bienes embargados.” [70]

Si bien el tema debe ser analizado por el Tribunal al momento de ordenarse el embargo solicitado por la parte
ejecutante, no se desconoce la jurisprudencia y la doctrina imperantes en materia de bienes inembargables, según la
cual no pueden invocarse situaciones procesales adquiridas y es posible plantear la cuestión en cualquier estado del
juicio.[71] Estas resoluciones se basan en que se trata de derechos indisponibles, y que si una resolución afecta los
bienes amparados, son insusceptibles de convalidación y confirmación expresa o tácita. [72]

En este sentido, la doctrina y jurisprudencia nacional, interpretando la norma receptada en el art. 220 del C.P.C.N.,
en tanto dispone que: “El embargo indebidamente trabado sobre un bien inembargable "...podrá ser levantado...
aunque la resolución que lo decretó se hallare consentida", considera que la aplicación del desembargo es de carácter
excepcional y ante la duda debe primar el criterio restrictivo. [73]

Consecuentemente debe estarse a cada supuesto en particular, ya que respecto a determinados bienes sólo opera su
excepción en función de la utilización que se haga de los mismos en el núcleo familiar (vgr. una computadora)[74], lo
que por otra parte ha variado en el tiempo, debido a los cambios en la tecnología y la cibernética y las necesidades
sociales en tal sentido. En este orden se debe destacar que varios de los electrodomésticos comenzaron como bienes
embargables y terminaron en la categoría opuesta, como por ejemplo la radio y la televisión.

Levantamiento de las medidas cautelares ordenadas cuando sobre el que recae la medida se ha presentado en
concurso o está quebrado (Ley 26.086)
El art. 21 de la Ley concursal, reformado por la ley 26.086 prohíbe expresamente el dictado de medidas cautelares
en aquellos procesos que continúan en el tribunal de origen porque no son objeto del fuero de atracción: 1) los
procesos de conocimiento en trámite; 2) los juicios laborales y 3) aquellos en los que el concursado sea parte de un
litisconsorcio pasivo necesario. No se encuentran incluidos en la prohibición, las expropiaciones y los contratos de
familia, porque  tramitan en forma independiente a la existencia del proceso falencial.

Antes de entrar al análisis de la cuestión, debemos tener presente que estos juicios se continúan tramitando ante el
juez  originario, con la intervención necesaria de la sindicatura (aún en los casos de concurso preventivo en que el
fallido tiene legitimación procesal para estar en juicio). En principio, de cumplirse la normativa concursal, el fallido
debería presentar el listado de acreedores y juicios seguidos en su contra, y aquellos juicios en los que no opera el
fuero de atracción, se le debería comunicar de oficio al tribunal la existencia del concurso preventivo declarado y el
síndico que ha sido nombrado. Esta intervención de la sindicatura, obedece a lo establecido por el propio artículo: “
la sentencia que se dicte en los mismos valdrá como título verificatorio...”, por lo que se garantiza en sede civil (o
laboral)  que la sindicatura ha puntualizado la aplicación de las normas concursales en lo que corresponda  (vfr
suspensión de intereses, etc), sin perjuicio de que si lo resuelto por el juez civil o laboral no se ajusta a las normas
concursales, el juez universal pueda modificarlas de oficio.

En segundo lugar, debemos tener en claro que todos estos acreedores que continúan con sus juicios contra el
concursado en la sede originaria –léase proceso individual-, son acreedores concursales (porque su título o causa es
anterior al concurso) pero no concurrentes, pero de todas formas le será oponible el acuerdo que se homologue
aunque no hayan participado en el procedimiento (art. 56 de la Ley Concursal). Por lo tanto, deberán presentarse
con su sentencia, que vale como título verificatorio, y conforme al criterio del Tribunal serán aceptados
directamente o deberán hacer el trámite de verificación tardía correspondiente.

En tercer lugar, el Síndico tiene la obligación de realizar prácticamente una auditoría de las causas seguidas en
contra del concursado y efectuar una estimación del proceso de acuerdo a su criterio.

De conformidad a lo expuesto, debemos tener en claro que si bien los procesos de conocimiento continúan ante el
juez de origen, a los fines de “ejecutar” deberá ocurrir a través de la verificación de créditos, con lo cual adquiere
plena competencia el juzgado concursal. Así, si no va a existir ejecución judicial ordinaria (civil o laboral) no tiene
sentido ni la traba de nuevas cautelares ni mantener las cautelares ya trabadas, menos aún si las mismas afectan el
giro comercial del concursado (vgr embargo de dinero, cuentas corrientes, bienes de la explotación,  etc).

No obstante, si la prohibición marcada por la ley o si con anterioridad  a la existencia del concurso (o por
desconocimiento el juez civil de la existencia del mismo), se hubieran trabado cautelares, el mismo artículo ordena
su levantamiento el que estará a cargo  del juez del concurso, no teniendo atribución alguna el juez original (vgr el
juez civil que la trabó). Todo a los fines de garantizar la pars conditio creditorum, que en definitiva significa que el
juez concursal, por ser un proceso universal, debe mantener incólumnes los bienes del concursado.

Ahora bien, el juez concursal para ordenar dicho levantamiento debe tomar conocimiento de ello, por lo cual el
concursado afectado con la medida o el síndico, que con la reforma debe intervenir en dichos procesos, deberán
denunciar ante el juez el incumplimiento de la ley concursal, ya que ésta por su carácter de orden público, prevalece
sobre las normas comunes y sobre cualquier convención de partes que pudiera oponérseles[75], y solicitar en
definitiva el levantamiento de las mismas.

Como consecuencia de lo expuesto podemos concluir que: 1) en los juicios que continúen en sede civil no pueden
ordenarse nuevas cautelares; 2) deberán levantarse las cautelares ordenadas, lo que está a cargo del juez concursal,
no pudiendo ordenar dicho levantamiento el juez civil.
 
¿Qué sucede cuando el bien embargado es adquirido por un tercero?

En primer lugar debemos partir de la premisa de que el embargo en sí mismo no importa la indisponibilidad del bien y
que por el contrario la ley sustantiva autoriza a contratar sobre cosas embargadas con la condición de satisfacer el
perjuicio que del contrato resultare al terceros (art. 1174 C.C.). De este modo, se encuentra permitida la venta de
esas cosas siempre que se respete al embargante la posibilidad de obtener el valor de la medida que ha publicitado.
Por otra parte, el comprador es un tercero en la relación litigiosa y, en principio, de buena fe (la que se presume),
por ello la apariencia registral es la que le marca el límite de su deber de satisfacer el perjuicio que se causaría al
embargante.

Siguiendo la doctrina del TSJ debe distinguirse las situaciones de aquel tercero que toma a su cargo la obligación
litigiosa, consintiendo en mantener la inscripción de la medida y, por ello, sustituye al deudor, de aquella hipótesis
en la cual el tercero consiente la vigencia del embargo, al sólo efecto de las resultas de la obligación del juicio, sin
hacerse cargo personalmente de ello y sólo hasta el límite del monto anotado.[76] .

En el caso de que la tercera compradora solo haya asumido el embargo (y no la deuda), la discusión doctrinaria y
jurisprudencial  a determinar es si el tercero de buena fe, adquirente de un inmueble que se encontraba embargado,
debe responder por el monto nominal por que se ordenó el embargo que figura asentado en el Registro de la
Propiedad; o si, por el contrario, debe hacerse cargo del monto total de la planilla de capital, intereses y costas a
cargo del deudor.

Sobre el punto, es mayoritaria en la jurisprudencia local, la postura que sólo debe responder el comprador por el
monto que figura en el fichón registral, por el embargo originario y sólo responde por las ampliaciones de embargos
(vgr por el monto mayor de la planilla aprobada judicialmente) si dicha ampliación ha sido debidamente inscripta con
anterioridad al momento de la enajenación.[77] “De lo expuesto se infiere que la enajenación de un inmueble
embargado, en el que se pacte que el comprador se hará cargo del pago del monto del gravamen, sujetando esta
prestación a las resultas del juicio, no significa el acuerdo de un precio reajustable conforme a las vicisitudes que
experimente el crédito a lo largo del juicio, sino solo que al precio de la venta deberá agregarse el pago del monto
del embargo que pesa sobre el inmueble al momento en que se efectúa la compra. Situación que sólo es verificable
consultando la inscripción registral… De allí la importancia de la inscripción del monto del embargo y la
consideración de ésta, como la única verdad acerca de la limitación o restricción que pesa sobre el bien inscripto, y a
la que tendrán que atenerse los terceros mediante los informes y certificaciones que expida el registro (arts. 22 y ss.
Ley 17.801)…”[78]

En cuanto a la posibilidad de solicitar intereses sobre dicha suma el TSJ ha señalado: “Otra cuestión que se debe
aclarar, es que el depósito del embargo el adquirente debe hacerlo al momento de la compra, poniéndola a
disposición del Tribunal, hasta tanto se decidiera acerca del reconocimiento jurisdiccional del crédito reclamado;
caso contrario deberá abonar los intereses correspondientes por la demora en el depósito.[79] En el caso la tercera,
al momento de comprar tiene la posibilidad, ante el conocimiento de la medida cautelar trabada, de realizar el
depósito ante el escribano. En tal situación es evidente que estuvo en condiciones, no sólo de meritar la
conveniencia de la aceptación de la venta, sino también de calcular las consecuencias probables de la retención en
su poder de la suma que se comprometía a pagar. Como consecuencia del reconocimiento de la existencia del
gravamen al tiempo de la celebración del acto, la falta de depósito tempestivo de dicha suma, provoca la necesidad
de reconocer deudas por intereses. Así se ha dicho “La pretensión de depositar dicho importe casi seis meses después
de haber asumido la obligación dentro de tales límites comporta una actitud reñida con la buena fe negocial, porque
en tal caso la subsistencia del crédito perjudicial al demandado que puede ser perseguido en otros bienes, y con la
buena fe procesal porque por tal procedimiento abusa la tercera de los derechos que la ley le confiere…”[80]

En esta misma línea de pensamiento se ha resuelto que el adquirente de un bien embargado, si bien responde por el
monto del embargo publicitado en el registro, no se libera de la responsabilidad emergente por la falta de
cancelación oportuna del embargo, como serían los gastos realizados para llevar a cabo la subasta.[81] 

En otro caso particular, el Alto Cuerpo ha denegado el pedido de intereses, cuando el acreedor embargando carecía
de derecho a disponer del monto del embargo cuyo cargo ha asumido el tercero, hasta tanto no exista
reconocimiento jurisdiccional firme de su acreencia. “De tal modo, el acreedor ejecutante no puede invocar
perjuicio fundado en la privación del uso del capital  por el período transcurrido desde la compra del bien en
cuestión, si la operación se ha practicado con antelación al reconocimiento jurisdiccional del crédito cuyo cobro
garantiza la cautelar.”[82]

Por otra parte, la venta del bien, no suspende el remate, ni implica la citación a juicio del tercero adquirente.  En
definitiva el comprador puede obtener la cancelación del embargo y con ello suspender el remate, depositando el
valor de su importe nominal que figura en el fichón más los intereses que correspondan.

Privilegio del primer embargante

El art. 218 del Código Procesal Civil de la Nación estatuye que “El acreedor que ha obtenido el embargo de bienes de
su deudor, no afectados a créditos privilegiados, tendrá derecho a cobrar íntegramente su crédito, intereses y
costas, con preferencia a otros acreedores, salvo en el caso de concurso.  Los embargos posteriores afectarán
únicamente el sobrante que quedare después de pagados los créditos que hayan obtenido embargos anteriores”.

Es decir que la norma determina la prioridad entre acreedores y embargantes del deudor no concursado, basándose
en el la regla de primero en el tiempo.  Crea de tal manera un privilegio o derecho de preferencia a favor del
embargante que obtuvo la medida en primer lugar. 

Si bien no existe en el Código Provincial, una norma similar a la transcripta, la misma puede ser aplicada
analógicamente en virtud de lo dispuesto por el art.887 del C.P.C.C.. La Comisión de Reforma del C.P.C.C. ha
receptado esta figura, que ya contaba con apoyo jurisprudencial en nuestra provincia en el art. 466 bis expresando:
“El acreedor que ha obtenido el embargo de bienes de su deudor, no afectados a créditos privilegiados, tendrá
derecho a cobrar íntegramente su crédito, intereses y costas, con preferencia a otros acreedores, salvo en el caso de
concurso. Los embargos posteriores afectarán únicamente el saldo que quedare después de pagados los créditos que
hayan obtenido embargos anteriores.”

En general la mayoría de la doctrina y jurisprudencia imperantes se inclinan por otorgar preferencia al primer
embargante,  criterio este al que ha adherido nuestro Tribunal Superior de Justicia: “Sustenta esta solución, la
convicción de que la calidad de primer embargante preserva para él toda la aptitud solvente del bien embargado, sin
que tal aptitud pueda ser cercenada por los embargos posteriores, que deben respetar los legítimos derechos
constituidos hasta ese momento. Por ello, el primer embargo crea a favor del embargante una prioridad de cobro con
respecto a los embargantes sucesivos.”[83]   Por supuesto que la cuestión se refiere a una controversia entre
acreedores quirografarios cuyos créditos convergen sobre el patrimonio de un mismo deudor, exigiéndose que el
primer embargante articule en tiempo propio las prerrogativas que le concede la ley procesal para hacer valer y
mantener viva su calidad de tal, esto es, interponga tercería de mejor derecho. 

Esta preferencia se ha otorgado tradicionalmente en el caso de la confrontación de embargos inscriptos en registros,


ya sea de inmuebles o de otros bienes registrables, de conformidad a la interpretación de los arts. 2, ley 17.801
(principio de publicidad), en concordancia con los arts. 14 y 19 de la misma ley (principio de prioridad), en cuyo caso,
claro está, la fecha de inscripción en el Registro determinará la prioridad. Tratándose de embargo sobre un
remanente de subasta, en el cual la traba del embargo se materializa mediante la toma de razón del tribunal que ha
subastado el bien, el Máximo Tribunal en el fallo precedentemente citado ha dicho que también rige la prioridad del
primer embargante, basado en que la  anotación en un expediente por parte del Tribunal le da el carácter de
instrumento público, siendo consultable por quien tenga interés en hacerlo. En este supuesto las fechas de anotación
de los embargos establecen el orden de prioridad.

Respecto a la extensión de la preferencia del primer embargante, esto es si tiene prioridad para cobrar y satisfacer la
totalidad de su crédito, o si, existiendo otras cautelares posteriores, tal garantía se limita al valor nominal del
embargo registrado, el CPC Nacional, en su art. 218 ya transcripto autoriza a “cobrar íntegramente su crédito,
intereses y costas”.  Sin embargo,  el Alto Cuerpo ha declarado aplicable la doctrina expuesta en el punto precedente
en relación al valor por el que responde el tercero adquirente de la cosa embargada; por lo que la prioridad sólo
alcanza al monto del embargo anotado.  Esto es: “la preferencia en el cobro del primer embargante, respecto de
otros acreedores también embargantes del bien, se limita sólo al monto del primer embargo que pesa sobre el
inmueble al momento en que se traba la segunda cautelar.  Situación esta que sólo es verificable consultando la
inscripción registral” [84]

Levantamiento de embargo sin Tercería

Puede ocurrir que ante la traba de una medida cautelar, no sea justo ni equitativo obligar al afectado a promover
tercería, lo que ocurre cuando sea ostensible o manifiesto su derecho sobre la cosa[85], según la naturaleza del bien. 
[86]

Para dichos casos, por economía procesal, legislativamente se ha receptado este instituto de creación pretoriana[87],
regulando un incidente especial y sumamente abreviado que atiende a la particular naturaleza de la pretensión, pero
sin descuidar el derecho de defensa de las partes y que se encuentra contenido en el art. 441 del C.P.C.C..

El elemento esencial de esta postulación incidental está dado por el hecho de que, de la prueba acompañada, debe
surgir prístino el derecho de dominio, sin que sea necesaria ninguna otra averiguación. De ello se derivan varias
consecuencias. En primer lugar, si el derecho se debe acreditar in continenti, se colige que se obsta cualquier
producción de prueba ulterior (a diferencia del nacional que permite la sumaria información para acreditar la
posesión, art. 104 CPC Nac.). En segundo lugar si la procedencia depende, exclusivamente, de las constancias
acompañadas, ante cualquier duda, por ejemplo que el embargante impugne los documentos acompañados,
corresponde el rechazo, debiendo debatirse esas cuestiones en la tercería de dominio que eventualmente se deduzca
[88]. En tercer lugar, si es tan claro el derecho del tercerista no es necesario escuchar al ejecutado que hasta ese
momento era reputado dominus –sin prejuicio de su derecho de iniciar las acciones que correspondan-, por lo que la
incidencia se resuelve sólo con una previa vista al embargante. Finalmente si no se logró probar categóricamente el
derecho alegado, fruto de la sumariedad del trámite, sólo le queda al interesado la vía de la tercería de dominio,
desde que no se permite recurso alguno en contra de la resolución desfavorable.

En materia de bienes registrables, el éxito de la pretensión estará dada por las constancias registrales[89], pero en
caso que siendo registrables no se realice la misma, o sea anterior al régimen de registración obligatoria, los bienes
quedan atrapados por la normativa que rige los bienes muebles (art. 2412 Cód. Civil)[90]

En el caso de que sea rechazado el presente incidente, resulta inapelable para el peticionante, ya que le queda
expedita la vía de la tercería de dominio.

Con ello damos por terminada la unidad número dos y estamos listos para ingresar al estudio de la última unidad de
este Módulo dedicada al estudio de otras medidas cautelares distintas al embargo.

[1] Falcón, Enrique M., Op. Cit., Pág.178.

[2] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial,  “Incidente de Levantamiento de embargo en
cuerpo de copias en cuerpo de ejecución en autos: “Banco de Córdoba c/ Acersider S.A.” AI Nro. 249 del 26/09/01
recibido por correo electrónico  y  Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de Córdoba   Auto Interlocutorio Nº 16 del
21.02.02, en “Banco Francés del Río de La Plata c/ Ricardo Nicolás Sabbadin-Ejecutivo-Recurso Directo” publicado en
Actualidad Jurídica Nº 3  p.139.

[3] Podetti, citado por Vénica Oscar; Código Procesal Civil y Comercial- T IV, Ed. Marcos Lerner, pág. 386.

[4] Sobre el tema ver la diferencia que marca el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial,
“Asociación Mutual Mercantil Argentina y otros c/ Obra Social de Empleados de Comercio y Actividades Civiles
(Osecac) Cuerpo de ejecución-Avocamiento-Per saltum-medida urgente”  Auto Interlocutorio Nº 67 del  15.05.07, 
Semanario Jurídico Nº 1619 p.171.

[5] Kielmanovich Jorge L., Op. Cit. p.229.

[6] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial,  “Cuerpo de sustitución de embargo en Gavier
Tagle Carlos c/ Roberto Loustau Bidaut y otros-Ordinario”  Auto Interlocutorio Nº 84 del 20.06.97 Semanario Jurídico
Nº 1172 p. 681.

[7] >  Tribunal Superior de Justicia de Córdoba  Acuerdo Nº 768 de fecha 18/05/2005 (ver apéndice legislativo).

[8]    Tribunal Superior de Justicia de Córdoba,  Sala Civil y Comercial "Incidente de Sustitución de Embargo de fs. 205
En Autos: Ferrer Vieyra, Daniel E. y Otro C/ Rolando A. Villagra - Ordinario - Recurso de Casación", Auto Nº 166 del
6/8/2001, inédito.

[9] Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de  Córdoba., “Santecchia Paola Andrea c/ Ugolino Mariano y otros-Ordinario-
Cumplimiento/Resolución de contrato- Cpo de sustitución de embargo”, Auto Interlocutorio N° 476 del 7/10/05, 
Semanario Jurídico N° 1539 p. 873.

[10]   Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de Córdoba,  “AIDIL SRL c/ Saravia Zenteno, Lucas y otro-Medidas cautelares
y/o preparatorias y/o prueba anticipada (Ant.)-Cpo de copias pedido de sustitución de embargo en: Tercería de
dominio de Farmacia del Interior SRL en autos”, Auto Interlocutorio  N° 416 del 14/9/05, Semanario Jurídico Nº 1539
p. 879.

[11] Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de Córdoba., "Faure Hernán Facundo c/ Britos Claudio y otro- Cuerpo de
Apelación", Auto N° 354 del 12.08.05,  Diario Jurídico Nº 798 del 5/9/2005. o Zeus Córdoba, Revista Nº 173, Tomo 7-
2005 p.461.

[12]   Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, "Cuerpo de Copias Brasesco Susana y otro c/ Plaza Juan Antonio y
otro- Accidente de automotores", Auto Nº 346 del 09.08.04,  Diario Jurídico Nº 545 del 25/8/2004.
[13] Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Botta Rubén Oscar c/ Instituto Modelo de Cardiología Privado
SRL-Ordinario-Daños y Perjuicios-Mala Praxis-Cuerpo de Copia-Incidente de sustitución de embargo”, Auto Nº 171 del
24.05.07, Diario Jurídico Nº 1254 del 29.08.07.

[14] Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Fisco de la Provincia de Córdoba c/ Salvador Bautista Perez y
otros-Sociedad Anónima”, Auto Nº 109 del 21.04.05, Zeus córdoba, Revista Nº 159, tomo 7-2005 p.83

[15] Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de córdoba, “Cuomo, Mónica Elba c/ November Group SRL- Recurso de
apelación”, Auto Nº 273 del 15.06.06, Zeus Córdoba, Revista Nº 218, tomo Nº 9-2006, p.419.

[16]   Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Municipalidad de Córdoba c/ Bayer Argentina SACIFI – Ejecutivo
fiscal – Cuerpo de ejecución”, Auto Nº 595 del 13/12/05, Diario Jurídico Nº 709 del 28/4/2005 p.5.

[17] Cámara 6ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Iguazú Cía de Seguros S.A: c/ Banco de la Provincia de Córdoba-
Ordinario” Auto Interlocutorio Nº 264 del  07.07.04,  Actualidad Jurídica Nº 63 p.3915.

[18] Acosta, José V. “El proceso de revocación cautelar. Levantamiento, modificación, caducidad y nulidad de las
medidas cautelares” Rubinzal.Culzoni, Pág. 103.

[19] Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “fisco de la Provincia de Córdoba c/ Salvador Bautista Perez y
otros-Sociedad Anónima”, Auto Nº 109 del 21.04.05, Zeus córdoba, Revista Nº 159, tomo 7-2005 p.83.

[20] Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Romero Guillermo A. v. Prov. de Santa Fe”,   01/01/85, Fallos 307-
1233. 

[21]   Cámara 2ª.en lo Civil y Comercial de Córdoba,  “Dirección Registro General de la Pcia c/ Insistencia de Inscrip.
de Diario”,  Auto Interlocutorio N° 160 del  05/05/03, Semanario Jurídico Nº 1413 Pág.637.

[22] Vénica Oscar; Código Procesal Civil y Comercial- T V, Ed. Marcos Lerner, pág. 101, citando a Clariá Olmedo

[23] Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Municipalidad de Córdoba-Medidas Cautelares- Recurso de


Apelación”, Auto Interlocutorio Nº 112  del 20.03.06, Actualidad Jurídica Nº 101 p. 6616.

[24] Cámara Civil, comercial y Contencioso Administrativo de San Francisco (Córdoba), “Dotta, Paula Alejandra c/
Carlos Manuel Cejas-Ordinario”, Auto Nº 79 del 08.08.05, Zeus Córdoba, Revista Nº 188, Tomo 8-2006, p.167.

[25] Cámara 5ª en lo Civil y Comercial  de Córdoba, “Allende Daniel Vicente y otro c/ Carlos Alberto Boix-Ordinario-
Cuerpo de ejecución de honorarios de la Dra. Laino”, Auto Nº 331 del 23/7/03,  Semanario Jurídico Nº 1422 p.252;
Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Cimelli Rafael Carlos c/ Ruiz Córdoba Juan Carlos-Ejecutivo-Cobro de
honorarios”, Auto Nº 233 del 23.06.06, publicado en Diario Jurídico Nº 1006 del 01/08/2006.

[26] Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de Córdoba.,  “Choel SACI e I c/ Jalil Abud - Ejecutivo” Auto Interlocutorio Nº
249 del 07/06/1993, Semanario Jurídico  N° 960, Tomo 69, p.518; Cámara 8ª en lo Civil y Comercial de Córdoba,
“Candussi Tito Raimundo c/ Ernesto A. Pioletti y otro-Ejecutivo”, Boletín Judicial de Córdoba. 1999, Tomo I p.244..

[27] Cámara Nacional Civil, Sala D, “Cohen, Salomón C. v. García, Ricardo H” , 16-2-97, J.A. 2001-III, síntesis, p. 191.

[28] Cámara Nacional Civil, Sala I,  “Spota, Alberto v. Neumann, Claudi B.” 29-6-2001, JA 2003-III, síntesis,  p.157.

[29] Cámara Civil, comercial, Trabajo y Familia de Villa Dolores (Córdoba) “Martínez José E. C. Mejías Gustavo”,
23.12.1999, La Ley Córdoba, 2001 p.226.

[30] Cámara 1ª Civil y Comercial de Córdoba., “Banco Mayo Coop. Ltda c/ Graciela Elba Otero-Ordinario” Auto Nº 519,
10/11/2003,  Semanario Jurídico Nº 1437 p. 727.

[31] Juzgado.  1a Inst. en lo Civil y Comercial. de 37a Nominación de Córdoba, “Assad, Carlos M. C. Aguzzi,
Alejandra”  23/03/2000,   La  Ley Córdoba 2000 Pág., 966.
[32] Cámara Nacional en lo Comercial Sala B,  “Semedra, David-quiebra”, 27/10/1980,  La Ley  1981-A, 341.

[33] C. Nac. de Apelac. del Trabajo, sala IV,   25/10/2005, “Benítez Juan c. El Triunfo Frutería S.R.L.”, La Ley
Online.

[34] Cámara del Trabajo de  Córdoba, Sala 10, “Caminos Víctor h. C/ Amuchastegui, Francisco” , 21.02.2000,  La Ley 
Córdoba. 2000 p.578; Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de San Francisco (Córdoba), “Pozzi, Hugo Antonio
Atilio- Interpone incidente de levantamiento de embargo en autos: Cid, Marina Cecilia c/ Rubén Balangero, Hugo
Pozzi y Adriana Ducatto de Bossio-Demanda ejecutiva” Auto Nº 74 del 30/04/99,  Foro de Córdoba, Año X, Nº 57,
1999  p 240 sum.15.

[35] C8a. CC Cba., A.I. N° 38, 29-2-2000, inédito.

[36] Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de córdoba,  “Banco Aciso Coop. Ltdo c/ Juan A. Ruiz y María de las Mercedes
Rosales-Ordianrio”, Auto Interlocutorio  N° 258 del  3/7/06, Semanario Jurídico Nº 1576 p. 429.

[37] Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Parrello, Miguel A. c/ Flores, Mario A”, 20/09/2000, La Ley
Córdoba 2003 p.  198.

[38] Cámara 4a. en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Preper SRL c/ González Francisco José y otro-PVE-Otros títulos-
Recurso de Apelación”, Auto Interlocutorio Nº 330 del 3/8/06, Semanario Jurídico Nº 1577 p. 456.

[39] Cámara 7ª  en lo Civil y Comercial de Córdoba “Fernández Daniel Francisco c/ Ortega Gustavo Adolfo y otros-
Desalojo”, Auto Nº 22 del  17.02.06,  Diario Jurídico del 27.02.05.

[40] Tribunal Superior de Justicia,   Sala  Civil y Comercial de Córdoba “Asociación Mutual Mercantil Argentina y otros
c/ Obra Social de Empleados de Comercio y Actividades Civiles (Osecac) Cuerpo de ejecución-Avocamiento-Per
saltum-Medida urgente”,  Auto Interlocutorio Nº 67  del 15.05.07,   Semanario Jurídico Nº 1619 p.171.

[41] Por la constitucionalidad: Cámara 7ª. en lo Civil y Comercial de Córdoba, AI N°244, 11/6/2005, inédito.  Por la
inconstitucionalidad: Cámara 3ª. en lo Civil y Comercial de córdoba, “Nuevo Banco Industrial de Azul SA c/ Mario
Eduardo Freytes-Ejecutivo” Auto Interlocutoio Nº 39 del 05/05/99,  Semanario Jurídico Nº 1236 p.425; Cámara 4ª en
lo Civil y Comercial de Córdoba., “Nuevo Banco Industrial de Azul SA c/ Nemesio Sosa-Ejecutivo” Auto Interlocutorio
Nº 308 del 14/11/99,  Semanario Jurídico Nº 1281, p. 305.

[42] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Banca Nazionale del Lavoro S.A. c/ Domingo
Savid y otra – Ejecutivo – Recurso de Casación”, Auto Interlocutorio Nº 214 del 15/9/2004,  inédito.

[43] Forestieri, Omar, "Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones Ley 24241, ed. La Cañada, Pág.36.

[44] Cámara 3ª en lo Civil y Comercial de córdoba, “Nuevo Banco Industrial de Azul SA c/ Mario Eduardo Freytes-
Ejecutivo”, Auto Interlocutorio  N° 39 del  05/05/99,  Semanario Jurídico Nº 1236 p.425

[45] Cámara 3ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Kurige de Pescio, Stella María c/ Sergio E. Bellido-Repetición”,
Auto Interlocutorio Nº 172 del 08.06.00, Semanario Jurídico 1306 p.287.

[46] Cámara 5ª en lo Civil y comercial de Córdoba, “Gala Préstamos Personales S:A: c/ Obligado María Hortensia-
Abreviado-Cobro de pesos-Recurso de Apelación”,  Auto Nº 134 del  03.05.05,  Diario Jurídico Nº 732  del 01/06/2005;
Cámara 3ª en lo Civil y Comercial de Córdoba,  “Credicash SRL c/ Palacios Elsa Haydée-Presentación Múltiple-
Ejecutivos Particulares”, Auto Interlocutorio Nº 414 del 3/12/04,   Semanario Jurídico Nº 1498  p.360; Cámara 5ª en lo
Civil y Comercial de córdoba, Auto Nº 134 de fecha 03.05.05, inédito.

[47]   Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba,  “Negrete Noemí Nélida c/ González Ramón-Ejecutivo por cobro
de cheques, letras o pagarés-Recurso de Apelación”, Auto Nº 225 del 07.06.05,  Diario Jurídico Nº 757 del
07/07/2005.

[48] Cámara 3ª en lo Civil y Comercial de Córdoba  "Llupia, Graciela C. c/ Cena, María L. y otros - PVE" , Auto
Interlocutorio Nº 139 del  18/05/2000, Semanario Jurídico Nº 1306, p. 287; Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de
Córdoba “Provencred 2 Suc. Argentina c/ Arroyo Georgelina Celia-Presentación múltiple-Ejecutivos particulares-
Recurso de Apelación”, Auto Nº 27 del 06.03.07, publicado en Diario Jurídico Nº 1153 del 30.03.2007.

[49]  Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial  “Atuel Fideicomiso S.A. c/ Novillo Corvalan
Carlos Eduardo-Ejecutivo”,  Auto Nº 68 del 22.05.06,  Actualidad Jurídica Nº 104 p.6799.

[50] Cámara 3ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Kurige de Pescio, Stella María c/ Sergio E. Bellido-Repetición”,
Auto Interlocutorio Nº 172 del 08.06.00, Semanario Jurídico 1306 p.287.

[51] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, “Banco del Suquía S.A. c/ Juan Carlos Tomassini-PVE-Ejecutivo-
Apelación-Recurso Directo”, Auto Interlocutorio Nº 456 del 20.10.99, publicado en Semanario Jurídico Nº 1267  p.
581  con nota a fallo de Medina Graciela “Perplejidad nacional por inejecutabilidad de la vivienda única en Córdoba”.

[52] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba,  Sala Electoral, “Romero Carlos E. C/ Andrés F. Lema-Desalojo-Recurso
de Casación e inconstitucionalidad”,  Auto Nº 108 del 04.07.06  Semanario Jurídico Nº 1573 p. 12.

[53] CSJN Resolución Nº 756 - 23/06/2009 – Romero c/ Lema – Desalojo-

[54] Expte. Nº C-06/06, Auto Interlocutorio Nº368 de fecha 26/10/2009.

[55] Auto Nº 473 de fecha 10/12/2009 – Ver Diario Jurídico del 23/02/2010.-

[56] Vénica Oscar Hugo , “Inembargabildad de la Vivienda Única”, Ed. Lerner, Córdoba, año 1992, Pág.32,

[57] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, “Molina de Labra María Griselda y otra c/ Ayde Julia Ludueña-Desalojo
(falta de pago)- Recurso Directo.” Auto Interlocutorio Nº 95 del 28.05.01,   Semanario Jurídico  Nº 1348,  p.17.

[58] Ver: Junyent Bas Francisco y Flores Fernando, “El mundo jurídico al revés: la suspensión de ejecuciones de
viviendas únicas como situación normal (leyes 9322 y 9358)”, Semanario Jurídico Nº 1598, p.317; “La llamada
“suspensión” de ejecuciones a propósito de las leyes 9136, 9154, 9186, 9242, 9272 y 9358”  por Francisco Junyent Bas
y Candelaria del Cerro, Semanario Jurídico Nº 1624 p.325.

[59] Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Banco del Suquía S:A. c/ Airut Norberto Rolando y Airut María
Ester Marocco de –Soc. de Hecho- y otros-Titulos ejecutivos” Auto Nº 222, 20.05.05,  Diario Jurídico Nº 733 del 02-06-
2005; Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Messio Héctor Rubén c/ Cevallos Irma Argentina-Ejecutivo por
cobro de cheques, letras o pagaré” Auto Nº 231, 27.06.05, publicado en Semanario Jurídico Nº 1520 p.213.

[60] Corte Suprema de Justicia de la Nación 0, 11.06.03, A 2192 XXXVIII, “Abujall José Omar y Feu Mario Gustavo c/
García, Erika Ruth..y otros-juicio ejecutivo, Expte 5185/97 s/ inc. desafectación bien de familia”, Semanario Jurídico
Nº 1421, p.209.

[61] Cámara 3ª en lo Civil y Comercial de córdoba, “Ediciones Cosmos SC c/ Carlos Aquiles Olmosy ot-Emb. Prev” auto
Interlocutorio Nº 702 del 31.10.03, Foro de Córdoba, Suplemento de Derecho Procesal, año IV, Nº 7, año 2004,
Pág.147 sum 9.

[62] Tribunal .Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial. “Gorosito, Raúl E. c/ Pedro Moyano y otros -
Abreviado-Recurso de Casación”, Auto Interlocutorio Nº 321 de 11.03.03, Semanario Jurídico Nº 1412, p. 593. En igual
sentido se ha expedido la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, “Sarandon Héctor R. c/ La Casa
del Apicultor y sus propietarios- Indemnizaciones- Recurso de Casación” Sentencia Nº 42 del 24.05.06  Actualidad
Jurídica Nº 106 p. 6941.

[63] Obra citada en material de estudio.

[64] Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de Córdoba,  “Aguas Cordobesas SA c/ Vilches Omar Evaristo-Ejecutivo”, Auto
Interlocutorio  Nº  293 del 13/6/03, Semanario Jurídico Nº 1423 p.280.

[65]  Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba,  “Aguas  Cordobesas SA c/ Sánchez Joaquín Miguel y otro-
Ejecutivo” ,Auto Interlocutorio  Nº 45 del 18/3/03,  Semanario Jurídico Nº 1423 p.283.
[66] Falco, Guillermo y Sigifredo, Eugenio C., “El embargo preventivo sobre bienes de la citada en garantía”
Semanario Jurídico  Nº 1439 p. 769 y ss; Cámara Civil, Comercial y Familia de San Francisco (Córdoba) “Gregori
Osvaldo c/ Distribuidora de Harinas SRL, Carlos G Risolutto y Mercantil Andina Seguro Ordinario-Daños y Perjuicios”
Auto Nº 160 del 30.09.03,  Semanario Jurídico Nº 1431 p. 541;  Cámara 2a Civil y Comercial de Córdoba, “Cadioma
Gustavo Fernando c/ Chena Alejandro Alberto y otros- Declarativo-Cuerpo de copias”, Auto 330 del 20.09.04,  Zeus
Córdoba   Nº 138  Año IV, t.6 p. 100.

[67] Cámara Civil y Comercial de Bell Ville,  “Cuadernillo S/ Solicitud Embargo de Juan C. Ibarra  en autos “ Ibarra 
Juan C. y Otros. c/ Ramón Deciderio Rodríguez y otros – Ordinario – Apelación Directa.” Auto Nº 76 del  23-5-05,
inédito.

[68] Artículo 68.- Sentencias Judiciales Firmes. EN los casos de sentencias judiciales firmes en virtud de las cuales el
Estado Provincial fuere obligado a pagar, el Juez de la causa no dispondrá el embargo de fondos del Tesoro sin
requerir previamente el pago a la Fiscalía de Estado. Este órgano deberá responder al Juzgado dentro del término de
treinta (30) días, informando la forma y plazo en que se procederá a abonar la obligación requerida de acuerdo a las
previsiones presupuestarias y a lo que disponga la Ley de Presupuesto.

[69] En un caso se solicitó el levantamiento del embargo de un negocio por parte del nuevo adquirente del mismo, en
el cual se discutió la necesariedad del trámite previsto por la ley 11.867 para la transferencia de fondo de comercio,
y se resolvió el rechazo del incidente “Lo contrario significaría admitir que un acreedor cubra sus bienes con un
contrato de transferencia de fondo de comercio el cual solo es válido entre las partes, pero que no puede perjudicar
a cualquier acreedor hasta tanto no se registre la transferencia” Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de Córdoba,
“Allemandi Nelson c/ Fraye Neldo Arturo-Ejecutivo por cobro de cheques, letras o pagarés”  Auto Nº 192 del 15.06.07,
 Diario Jurídico Nº 1241 del 09.08.07.

[70] Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Ropelato Roger F. c/ Mirta Luna – Ejecutivo”, Auto Nº 607 del 
07/12/01, Actualidad Jurídica Nº 1, p.50 (voto de la mayoría).   

[71]    Alsina, Hugo  “Tratado teórico-práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial,” 2° ed., t. 5, Ed. Adiar Soc.
Anon. De Editores Bs. As. 1962, págs. 86/87; Ramacciotti, Hugo y López Carusillo Alberto I., “Compendio de Derecho
Procesal Civil y Comercial de Córdoba”, t. 3, Ed. Platense, La Plata, pág. 129; Palacio, Lino E. op. cit. t. 7, pág. 250.

[72] Colombo, Carlos J. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, Anotado y Comentado, Tomo II, Bs.As.,
Abeledo-Perrot, Pág. 332, Novellino, Norberto José “Embargo y desembargo y demás medidas cautelares”, 2ª ed.,
Bs.As,  Abeledo Perrot, Pág. 232-233.

[73] Falcón Enrique M. “Código Procesal Civil y Comerciadle la Nación, anotado concordado y comentado”, Tomo II,
Bs.As., Abeledo Perrot 219.9.2., Pág.311; Cámara 8ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Candussi Tito Raimundo c/
Ernesto A. Pioletti y otro-Ejecutivo”, Boletín Judicial de Córdoba. 1999, Tomo I p.244..

[74] Cámara 1ª en lo Civil y  Comercial de Córdoba,  “Banco Mayo Coop. Ltdo c/ Graciela Elba Otero-Ordinario”, Auto
Interlocutorio Nº 519 del  10.11.03, Semanario Jurídico Nº 1437 p.727.

[75]    Rouillon, Adolfo A. “Régimen de concursos y quiebras”, Ley 24522, Astrea,.Bs.As. 1996.

[76] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial,  “Cuello Inés Dit c/ Oscar Moisés –Ejecutivo-
.Recurso Directo. Hoy Recurso de Revisión” , Semanario Jurídico Tomo 78. 1998, p. 477 y ss.

[77] En este sentido se ha expedido el Alto Cuerpo “Incidente de Levantamiento de embargo en cuerpo de copias en
cuerpo de ejecución en autos: “Banco de Córdoba c/ Acersider S.A.” AI Nº. 249 del 26/09/01 y  Cámara 1ª en lo Civil
y Comercial de Córdoba, “Banco Francés del río de La Plata c/ Ricardo Nicolás Sabbadin-Ejecutivo-Recurso Directo” , 
A.I. 16 del 21.02.02,  Actualidad Jurídica  Nº 3 p.139.

[78]   Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial , “Banco Social de Córdoba c. López Carreras
Julio C”,  del 13.09.05,  La Ley Córdoba 2005 p. 1240 con nota de Nelson G.A. Cossari;  Tribunal Superior de Justicia
de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Tercería de Mejor Derecho de Sandra Juan Rosa Savina en autos Alberione Luis
Alberto Jesús c/ Sandra Eduardo-Ejecutivo Particular-Ejecutivo-Recurso de Casación” del 26.09.05, Semanario
Jurídico Nº 1531 p.599.
[79] Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de Córdoba “Billar Castany Raúl o. c/ Graciela Mascaro de López-Ordinario”
Auto Interlocutorio Nº 51 del 05.05.02, Actualidad Jurídica On Line, Código 1646.

[80] Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de Córdoba “Cuerpo de Ejecución en Palacio Enrique Nicolás c/ jorge Eduardo
Burton-ordinario”, Diario Jurídico Nº 542 del 23.08.04 (en el caso se ha dado la tasa de Caja de Ahorros del Banco de
la Provincia de Córdoba); Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de Córdoba “Moltoni Angel Luis c/ Fratoni Liliana
Mercedes y otro-Ejecutivo por cobro de cheques, letras o pagares-Recurso de Apelación”,  Auto Interlocutorio  Nº 586
09.12.05, Semanario Jurídico Nº  1557 p.665.

[81] Cámara 6ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Marcon Juan Víctor Ramón c/ Torres Antonio y otro-Títulos
ejecutivos-otros-Recurso de Apelación”, Auto Nº 141 08.04.05,  Diario Jurídico Nº 718 del 11.05.05.

[82] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Incidente de levantamiento de embargo en
cuerpo de copais en cuerpo de ejecución en autos “Banco de la Provincia de Córdoba c/ Acersider S.A.- Ejecutivo-
Recurso Directo”,  Auto Interlocutorio Nº 303  del 29.11.01. inédito.

[83] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial,  "Malvicino S.A. c/ José Antonio Alonso –
Ejecutivo – Recurso de Casación", Auto Nº 234, 03/09/2003,  Semanario Jurídico Nº 1433 p.602.

[84] Tribunal Superior de Justicia de Córdoba,  Sala Civil y Comercial de Córdoba, “Tercería de mejor derecho de
Sandro de Juan Rosa Savina en autos: Alberione Luis Alberto Jesús c/ Sandra Eduardo – Ejecutivo particular –
Ejecutivo- Recurso de Casación”, Auto Nº 205 del 26/9/05,  Semanario .Jurídico Nº 1531 p.599.

[85] Conf. Alsina, Hugo, ob. cit., pág. 256.

[86] Contenido extraído del trabajo realizado por Mariano A. Diaz Villasuso titulado “Tercerías Régimen procesal y
sustancial en la Provincia de Córdoba”, LL Córdoba, 2007 Pág. 559 y 673.

[87] Palacio, Lino E, ob. cit., Lexis N° 2506/002162.

[88] Martínez Crespo, Mario, Levantamiento de embargo sin tercería, Foro de Córdoba Nº 29, pág. 113; “Código
Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba- Ley 8.465”, Ed. Advocatus, 1.996, pág. 532; y en “Temas
Prácticos de Derecho Procesal Civil, Tomo II, Ed. Advocatus, pág. 377.

[89] “El incidentista acompaña documentos emanados de entes públicos (constancia de Inscripción Municipal, D.G.R.,
A.F.I.P.) que, si bien no requieren del reconocimiento a los fines de su oponibilidad a terceros, resultan,
evidentemente insuficientes para acreditar la propiedad del fondo de comercio afectado por la medida cautelar en
cuestión (intervención de caja), tal como pretende el incidentista. En efecto, dispone el art. 2 de la Ley 11.867 que:
“Toda transmisión por venta o cualquier otro título oneroso o gratuito de un establecimiento comercial o industrial,
bien se trate de enajenación directa o privada, o en público remate, sólo podrá efectuarse válidamente con relación
a terceros previo anuncio durante cinco días en el Boletín Oficial de la Capital Federal o Provincia respectiva y en
uno o más diarios o periódicos del lugar en que funcione el establecimiento, debiendo indicarse la clase y ubicación
del negocio, nombre y domicilio del vendedor y del comprador, y en caso de que interviniesen, el del rematador y el
del escribano con cuya actuación se realiza el acto”. La transmisión de establecimiento comercial e industriales será
inscripta en el Registro Público de Comercio, quien llevará los libros correspondientes (arg. art. 12 de la ley citada).
De las constancias de autos, no surge acreditada la trans

misión de Fondo de Comercio con los requisitos exigidos por la normativa precedentemente citada, ergo las
relaciones jurídico-contractuales alegadas por el incidentista resultan inoponibles al acreedor embargante”. Cámara
7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Candi-Lac S.A. c/ Prados Diego Román o Ramón- Ordinario- Cobro de pesos”,
Auto N° 355 de fecha 31.08.05, Semanario Jurídico Nº 1538  p.847.

[90] Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de Córdoba “González Salvador c/ Fernández Jorge Norberto- Ejecutivo por
cobro de cheques, letras o pagarés- Recurso de Apelación”, Sent. Nº 43 de fecha 03.03.05 , Semanario Jurídico Nº
1505 p. 594.

 
Medidas cautelares - Módulo 3 – Unidad 1

OTRAS LECTURAS

ACUERDO REGLAMENTARIO NUMERO UN MIL CUARENTA Y TRES - SERIE "A" del 04 de Marzo de Dos Mil Once

Temas del Acuerdo:


FIJAR COMO UN VALOR DE REFERENCIA PARA LAS FIANZAS JUDICIALES PERSONALES LA SUMA DE PESOS VEINTE MIL
($20.000).

Texto:

ACUERDO REGLAMENTARIO NÚMERO UN MIL CUARENTA Y TRES - SERIE "A". En la ciudad de Córdoba, a cuatro días
del mes de marzo del año dos mil once, con la Presidencia de su Titular Dr. Domingo Juan SESIN, se reunieron para
resolver los Señores Vocales del Tribunal Superior de Justicia, Dres. María Esther CAFURE de BATTISTELLI, Luis
Enrique RUBIO, y María de las Mercedes BLANC G. de ARABEL, con la asistencia del Señor Administrador General del
Poder Judicial, Dr. Gustavo Argentino PORCEL de PERALTA y ACORDARON: Y VISTO: La presentación efectuada por la
Dra. María Cristina CURTINO, en representación del Colegio de Abogados de la Provincia de Córdoba, en la que
solicita elevar el monto de las fianzas Judiciales que se encuentra establecida en la suma de pesos diez mil, por un
monto que no supere el básico del Juez de Cámara. Y CONSIDERANDO: I.- Que por Acuerdo Reglamentario N° 768
Serie “A” de fecha 18/05/2005 se fijó como monto de referencia en relación al valor a asumir por los Señores
abogados en las fianzas personales que suscriban, la suma de pesos diez mil ($ 10.000), haciendo extensivo el alcance
referido para todos los fueros (A.R. 770 Serie “A” de fecha 06/06/2005). II.- Que la solicitud precedente, resulta
viable y este tribunal estima conveniente fijar la misma en pesos veinte mil ($20.000), respetando las facultades
discrecionales e inherentes del Tribunal, para superarlo o disminuirlo según lo crea conveniente en el caso concreto,
como así también, al modo en que dicho acto es ratificado en el respectivo libro de actas de fianzas judiciales y
establecer que los diferentes valores asignados a la solvencia económica de los Señores abogados al momento de
asumir la calidad de fiadores en un juicio, sea aplicable a todos los fueros III.- En las actas judiciales que se
confeccionaren, el Señor Secretario deberá hacer constar el valor de la fianza que se asume. Si a solicitud de parte,
el tribunal considera la solvencia del letrado en una suma superior, deberá ser aceptada expresamente en mérito a
las circunstancias personales del fiador. Por ello, SE RESUELVE: Artículo 1°.- Fijar como monto de referencia en
relación al valor a asumir por los Señores abogados en las fianzas personales que suscriban, y para todos los fueros, la
suma de pesos veinte mil ($ 20.000).- Artículo 2°.- Hacer saber a los Sres. Secretarios que en las respectivas actas de
fianzas, deberá constar el valor que afianza cada abogado. Si fuera superior al valor de referencia, la fianza deberá
ser aceptada por el tribunal en forma fundada. Artículo 3°.- Deróganse los Acuerdos Reglamentarios N° 768 y 770
Serie “A” de fechas 18/05/2005 y 06/06/2005 respectivamente.- Artículo 4°.- Vigencia. Las presentes disposiciones
entrarán en vigencia a partir de la fecha de su publicación.. Artículo 5°.- Publíquese en el Boletín Oficial de la
Provincia. Incorpórese en la página WEB del Poder Judicial, comuníquese al Colegio de Abogados de Córdoba, a todos
los Colegios de Abogados del interior de la Provincia, a la Federación de Colegios de Abogados de la Provincia de
Córdoba, y dése la más amplia difusión. Con lo que terminó el acto que previa lectura y ratificación de su contenido,
firman el Señor Presidente y los Señores Vocales con la asistencia del Señor Administrador General, Dr. Gustavo
Argentino PORCEL de PERALTA.-

 
Medidas cautelares - Módulo 3 – Unidad 1

OTRAS LECTURAS

Acuerdo Reglamentario, Serie “B”, N° 5, del 05/08/1986

Temas del Acuerdo:


ESTABLECIMIENTO DE UN RÉGIMEN MÁS CONVENIENTE EN LO RELATIVO A LAS SUBASTAS JUDICIALES Y SUS ACTOS
CONEXOS.-

Texto:

ACUERDO REGLAMENTARIO NRO. 5, SERIE "B" DEL 05/08/1986 VISTO Y CONSIDERANDO: SE RESUELVE: 1°)
Reglamentar el art. 840 del C. de P.C. relativo al embargo de bienes muebles de la siguiente forma: "Al efectuar el
procedimiento, el Oficial de Justicia debe constatar número y marca del bien, aunque para ello debe verificarlos en
el interior del objeto. Debe describir el estado general de las cosas que embarga. Si se trata de artefactos eléctricos,
maquinarias, rodados, motores o similares, controlar si funcionan y describir los elementos y accesorios que lo
integran". "Cuando efectúe constataciones en inmuebles a los fines de la subasta, deberá identificar número, calle y
barrio en que está situado, y si aquellos primeros no existieran, todos los datos que permitan facilitar su ubicación,
describiendo en lo posible las condiciones del terreno, si está tapiado o cercado, medidas aproximadas. Si hubiera
edificación, características generales de ésta, número de dependencias y en particular estado de paredes, revoques,
pisos, techos, accesorios, etc. Deberá asimismo informar si en el lugar en que se efectúa la constatación o en la zona
existen servicios de luz eléctrica, agua corriente, gas, cloacas, y si la calle de ingreso al inmueble está pavimentada
o no". B bis) "El Oficial de Justicia deberá individualizar a quienes ocupan el inmueble, y en que carácter lo hacen. Si
fueran inquilinos, si tienen o no contrato de locación, vencimiento del mismo y precio de la locación. Asimismo
consignará nombre y domicilio del propietario". "Las actas que el Oficial de Justicia levante con todos estos datos y
los que ya establece la ley de forma, será mecanografiadas posteriormente por el actuante y firmadas por él como
copia del original, al cual se agregarán, formando parte del mandamiento diligenciado". "Los oficios de embargo
deberán, en su caso, consignar de manera expresa el nombre de la persona autorizada por el actor con facultades
para intervenir en su diligenciamiento". "En caso de secuestro de bienes, el acta deberá determinar el lugar preciso
de depósito de los bienes, como también los datos personales de la persona bajo cuya responsabilidad quedará la
tenencia de los mismos". "Se recomienda a los señores Magistrados y Funcionarios el estricto cumplimiento del art.
840 del C. de P.C. como asimismo de las reglamentaciones vigentes en esta materia". 2°) Reglamentar el sistema de
la ley 4369 de edictos judiciales como a continuación se establece: "Los edictos serán breves, escritos en letra chica,
sin nombre del martillero en el encabezamiento consignándose solamente la expresión judicial todo conforme al art.
896 del C.P.C.". La seña que deberá abonar el comprador será como mínimo del veinte por ciento del precio
cualquiera fuese el bien". Las posturas mínimas serán Australes cinco para los muebles y de australes diez para los
inmuebles". La Dirección de Servicios Judiciales confeccionará un formulario para edictos de remate según fueren
muebles o inmuebles el cual deberá obligatoriamente utilizarse en las publicaciones". "Sin perjuicio de lo anterior,
todo otro medio de publicidad será autorizado por el Tribunal a pedido de parte, y conforme la importancia de la
subasta respectiva". "Cuando se trata de bienes de escaso valor, a pedido de parte, no se publicarán edictos, y se
publicará la subasta usándose otro medio de difusión adecuado". "Se recomienda a los señores Magistrados y
Funcionarios la estricta observancia de los artículos 896 y concordantes del C.P.C., como asimismo las
reglamentaciones vigentes en esta materia". 3°) Establecer respecto al acto de subasta pública judicial que: "En cada
sala de remates se asignará un empleado policial uniformado sin cuya presencia no podrá realizarse la subasta.
Cuando el actuario ingrese al recinto el empleado policial ordenará al público ponerse de pie por tal circunstancia, y
luego les hará saber que el martillero informará todo lo relativo a la subasta antes de que comiencen las ofertas y no
se admitirán preguntas durante el acto, ni conversaciones entre los concurrentes, todo bajo apercibimiento de
ordenar el retiro de quienes perturban el acto. El Martillero no podrá efectuar la subasta si el Secretario no se
encuentra presente". El martillero dará comienzo al remate en la forma establecida por el art. 898 del C.P.C., dando
lectura a la descripción de los bienes resultantes del acta de constatación, o de embargo en su caso, no admitiendo,
ninguna pregunta al respecto". "Las apuestas se formularán y aceptarán únicamente en moneda de curso legal". "En
todos los casos no se permitirá la circulación de personas ajenas al acto de remate, en cualquier carácter que
actúen". "Los señores Magistrados del fuero civil y comercial practicarán, una vez como mínimo mensualmente, una
inspección personal a una subasta judicial, correspondiente a su Tribunal, con informe escrito al Superior Tribunal de
Justicia". 4°) La presente Acordada entrará en vigencia el primero de septiembre del corriente año. Todos los actos
procesales cumplidos u ordenados con anterioridad a la mencionada fecha mantendrán su validez. Comuníquese

Firmantes: PETITTO; LOUSTAU BIDAUT; MOREYRA; AYAN; FERRER MARTINEZ; MARTINEZ ECHENIQUE.-

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