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Convulsiones. Tipos y causas.

julio 26, 2007 at 12:15 pm 29 comentarios

Definición
Es un cambio súbito en el comportamiento provocado por una exesiva actividad eléctrica en el cerebro.
Consideraciones generales
Dependiendo de la parte del cerebro afectada, existe una gran variedad de síntomas posibles en un ataque o
convulsión. Muchos tipos de ataques ocasionan desmayos con movimientos espasmódicos o temblor del
cuerpo. Sin embargo, algunos ataques consisten en episodios de mirada fija que pueden pasar inadvertidos
con facilidad. Ocasionalmente, pueden causar sensaciones anormales temporales o molestias visuales.
Por lo general, los ataques o convulsiones se pueden clasificar en “simples” (no cambia el nivel de conciencia)
o “complejos” (cambia el nivel de conciencia). También se pueden clasificar como generalizados (afecta todo
el cuerpo) o focales (afecta solo una parte o un lado del cuerpo).
La epilepsia es una enfermedad crónica con colvusiones recurrentes. Algunos tipos de epilepsia son
hereditarios.
Causas comunes
Cualquier condición que resulte en una excitación eléctrica anormal del cerebro, puede desencadenar un
ataque o convulsión, incluyendo:

 Epilepsia

 Lesión o trauma en la cabeza

 Infección (absesos cerebrales, meningitis)

 Tumor cerebral
 Accidente cerebrovascular

También, cualquier condición médica que irrite las células cerebrales. Las condiciones médicas que
comúnmente provocan ataques incluyen:

 Hipoglucemia(bajo nivel de azúcar en sangre)

 Consumo de drogas (especialmente cocaína o estimulantes)

 fiebre alta (convulsiones febriles en niños)

 Abstinencia de alcohol

Cuidados en el hogar

Las personas con epilepsia diagnosticada deberían usar siempre una etiqueta de advertencia médica.

La mayoría de las convulsiones son auto-limitadas y se detienen a sí mismas después de varios períodos de
tiempo. Sin embargo, la víctima puede lastimarse; aspirar algún alimento, líquido o vómito; o no recibir
suficiente oxígeno. Durante una convulsión es importante proteger a la víctima para que no se lastime. Se
voltea la cabeza de la víctima por si se presenta vómito..
Después de una convulsión, la mayoría de las víctimas cae en un sueño profundo. No se debe evitar que se
duerman. Es posible que al despertar continúen desorientadas por cierto tiempo.
Se debe permanecer con la víctima hasta que se recupere o hasta que llegue ayuda médica profesional.
Mientras tanto, es importante evaluar el pulso, ritmo respiratorio, presión sanguínea.

 NO SE DEBE refrenar a la víctima

 NO SE DEBE colocar nada entre los dientes de la víctima durante un ataque (como los dedos)

 NO SE DEBE mover a la víctima, a menos que esté en peligro o cerca de algo peligroso

 NO SE DEBE tratar de detener las convulsiones de la víctima; la persona no puede controlarse


durante un ataque y no se da cuenta de lo que está pasando.

 NO SE DEBE administrar nada por vía oral a la víctima hasta que hayan cesado las convulsiones y
ésta se encuentre totalmente consciente y alerta

Algunos pacientes que padecen de epilepsia, se les puede implantar un estimulante del nervio vago en el
pecho, a las cuales se les puede detener las convulsiones activando este dispositivo. Otros pacientes se les
puede administrar medicamento vía rectal durante la convulsión. No se debe administrar nada por la boca, ni
siquiera medicamentos.

Se debe llamar al médico si

Se debe informar al médico sobre cualquier tipo de convulsión (incluso si es leve). Las personas afectadas por
epilepsia o convulsiones recurrentes deben visitar al médico para que ajuste el medicamento o dé otras
instrucciones.
Si es la primera vez que presenta una convulsión o si se presenta un nuevo tipo de convulsión, se debe llevar
al paciente al médico de inmediato, ya que estos síntomas pueden ser indicativos de una condición mortal,
como accidente cerebrovascular o meningitis.

Prevención

No existe una manera específica de prevenir los ataques. De ser necesario, se recomienda utilizar un casco
para prevenir una lesión, lo que disminuirá las posibilidades de una lesión al cerebro y de ataques
subsecuentes. Se deben evitar las drogas recreativas. Las personas con epilepsia deben tomar la medicación
como indicó el médico y evitar tomar cantidades excesivas de alcohol.

Lo que se puede esperar en el consultorio médico

El médico hace un examen físico y realiza preguntas que lo ayudan a saber la causa del ataque. A
continuación, algunas de las preguntas:

 ¿Ocurrió o comenzó en un lado del cuerpo?

 ¿Presentó movimiento muscular y si fue así, cuál fue el patrón?

 ¿Existen factores de riesgo (como una reciente lesión en la cabeza)?

 ¿Se mantuvo conciente durante el ataque?

 ¿Cuánto tiempo duró el ataque?

 ¿Cuál es la frecuencia con que se presentan los ataques?

 ¿Existe alguna señal de advertencia (aura) del ataque?

 ¿Presentó algún otro síntoma (cambios visuales, olores anormales)?

Se pueden realizar los siguientes exámenes de diagnóstico:

 TC de cabeza o IRM

 EEG

 Punción lumbar

 Pruebas sanguíneas

Con frecuencia se prescriben medicamentos los cuales deben tomarse siguiendo con gran precisión las
instrucciones del médico. Los miembros de la familia deben observar y llevar un diario de todos los ataques
para así obtener el tratamiento adecuado.
Las personas con convulsiones no controladas no deben conducir. Cada estado tiene una ley distinta que
determina a cuáles pacientes se les permite conducir. Las personas que sufren de convulsiones tampoco
deben nadar ni montar en bicicleta sin compañía.
Ausencias

Nombres alternativos

Pequeño mal; Petit mal; Crisis de ausencias; Epilepsia menor Definición

Son una alteración temporal de la función cerebral, ocasionada por una actividad eléctrica anormal en el
cerebro y caracterizada por una pérdida abrupta de poca duración en la actividad consciente (“ausencia”) u
otro cambio anormal en el comportamiento.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Las ausencias son más comunes en personas menores de 20 años, generalmente en niños entre los 6 y 12
años, y se pueden presentar en combinación con otros tipos de convulsiones.

Las ausencias típicas duran sólo unos pocos segundos, con recuperación total que ocurre rápidamente y sin
presencia de confusión persistente. Estas convulsiones se manifiestan como episodios de mirada fija o
“ausencias” durante los cuales se presenta un cese en la actividad o en el discurso del niño.
Es posible que el niño pare de hablar en medio de una frase o que deje de caminar y uno o varios segundos
más tarde reanude la actividad y el lenguaje. Si durante uno de estos episodios el niño está de pie o
caminando, rara vez se cae.
Los “episodios” pueden ser poco o muy frecuentes, presentándose muchas veces por hora. Hasta cientos de
convulsiones se pueden presentar en un solo día y pueden presentarse durante semanas o meses antes de
ser detectados. Estas convulsiones pueden interferir con el desempeño escolar y el aprendizaje, y los
profesores pueden llegar a interpretarlas como una falta de atención u otro tipo de mala conducta.
Las ausencias atípicas tienen un comienzo más lento, duran más y la actividad muscular puede ser más
notoria que en las ausencias típicas. Por lo general, no hay recuerdos de la convulsión.
Usualmente, no se encuentra ninguna causa para las ausencias típicas, ni se detectan trastornos
neurológicos o de otro tipo. Las ausencias atípicas pueden o no estar asociadas con otros trastornos
neurológicos.
Las causas pueden ser inidentificables o se pueden identificar como anomalías cerebrales congénitas,
complicaciones de enfermedad hepática o nefropatía o lesiones cerebrales ocasionadas por traumatismo o
complicaciones al momento del nacimiento. En algunas ocasiones, los antecedentes familiares de
convulsiones indican un tipo hereditario de esta afección.

Síntomas

TÍPICOS

 Cambios en la actividad muscular

o ausencia de movimiento

o torpeza con las manos

o temblor palpebral

o chasquido de labios

o masticación

 Cambios en el estado de consciencia


o episodios de mirada fija (involuntarios)

o falta de conciencia del espacio circundante

o interrupción repentina de la actividad consciente (movimiento, discurso, etc.)

o en algunos casos pueden ser provocados por hiperventilación o luces destellantes

o inicio abrupto de las convulsiones

o cada convulsión dura sólo unos segundos

o recuperación completa del estado de conciencia, sin confusión

 No hay recuerdo de la convulsión

ATÍPICOS:

 Crisis atónica

o ausencia de movimiento muscular

o caída repentina, pérdida de la postura

o pérdida del tono muscular

o caída

 Cambios en el estado de conciencia

o mirada fija involuntaria

o falta de conciencia del espacio circundante

o interrupción repentina de la actividad consciente (movimiento, discurso, etc.)

o torpeza con las manos

o temblor palpebral

o en algunos casos pueden ser provocadas por hiperventilación

o puede haber un comienzo más lento y gradual de la convulsión

o cada convulsión dura sólo segundos o minutos

o la recuperación puede ser más lenta


o pueden tener período corto de confusión o comportamiento extraño

 No hay recuerdo de la convulsión

Nota: las dificultades inexplicables con el desempeño escolar y los problemas de aprendizaje pueden ser el
primer indicio de las ausencias.

Signos y exámenes

El exámen físico generalmente es normal, aunque en algunos pacientes pueden presentarse algunas
anomalías neurológicas.

La transmisión de información entre las neuronas sucede por un proceso electroquímico que puede ser
detectado como actividad eléctrica por un electroencefalograma (EEG). Puede ser necesario un EEG único o
varios exámenes de este tipo para mostrar cambios típicos de las ausencias. Ocasionalmente, es posible que
un paciente necesite someterse a un monitoreo con EEG de uno a varios días para detectar estos cambios en
dicho procedimiento.
Se pueden utilizar diversos exámenes de laboratorio, una TC de la cabeza o una IRM para descartar causas
específicas de las convulsiones.

Tratamiento

Dado que las convulsiones pueden interferir con el aprendizaje o producir lesiones, la meta del tratamiento es
evitar o minimizar el número de convulsiones y minimizar cualquier efecto secundario de los tratamientos. En
algunos casos, el tratamiento de las causas identificables puede disminuir o eliminar las convulsiones.

Los medicamentos anticonvulsivos (contra las convulsiones) pueden prevenir o disminuir el número de
ataques. Las ausencias por lo general responden al ácido valproico, etosuximida, clonazepam y algunos otros
medicamentos. La respuesta a estos medicamentos varía y es probable que se deba ajustar repetidamente
tanto el medicamento como su dosis. Para algunos medicamentos, es importante monitorear los niveles de
medicamentos en el plasma con el fin de hacer un control continuo de las convulsiones y de reducir los
efectos secundarios de los medicamentos.
El estado epiléptico de ausencia (ataques múltiples que se repiten frecuentemente) se puede tratar con
medicamentos intravenosos y otros tratamientos.

Grupos de apoyo

Sociedad Estadounidense para la Epilepsia (American Epilepsy Society): www.aesnet.org

Expectativas (pronóstico)

Casi todos los niños afectados por las ausencias tienen muchos menos o ningún ataque cuando se les
administran medicamentos. Este tipo de convulsiones puede desaparecer espontáneamente una vez que el
niño ha llegado a la edad adulta, puede continuar indefinidamente o la persona puede progresar a
una convulsión tonicoclónica generalizada.

El pronóstico a largo plazo depende de la existencia o no de problemas neurológicos subyacentes u otros


tipos de convulsiones además de las ausencias.
La mayoría de las personas que sufren de ausencias llevan una vida muy normal, con pocas restricciones en
las actividades académicas o vida social. Si las convulsiones continúan a medida que se acerca la edad
adulta, puede haber restricciones para conducir vehículos o para operar maquinaria peligrosa.

Complicaciones
 Problemas de aprendizaje

 Estado epiléptico de ausencia

 Lesiones provocadas por las caídas

 Lesiones ocasionada por la presencia de convulsiones mientras se está conduciendo u operando


maquinaria

 Efectos secundarios de los medicamentos (sintomáticos o asintomáticos)

 Progresión a convulsión tonicoclónica generalizada

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe acudir a la sala de emergencia o llamar al número de emergencia local (como el 911 en Estados
Unidos) si una convulsión dura más de 2 ó 3 minutos o si no hay antecedentes de convulsiones previas, ya
que se trata de una situación de emergencia.

Igualmente, se debe acudir a la sala de emergencia o llamar al número de emergencia local si se presentan
síntomas de estado epiléptico de ausencia:

 Cambios prolongados en el estado mental, como confusión o bajo grado de reacción

 Actividad convulsiva/actividad inconsciente prolongadas y comportamientos automáticos (las


personas pueden comer o moverse sin darse cuenta de dónde están o de qué están haciendo).

Ésta puede ser una situación de emergencia.


Se debe buscar asistencia médica si es la primera vez que la persona ha tenido convulsiones. Así mismo, si la
persona presenta un tipo nuevo de convulsión o si se comienzan a presentar convulsiones de otro tipo.
De la misma manera, se debe buscar asistencia médica si se presentan nuevos síntomas, incluyendo posibles
efectos secundarios de los medicamentos, como cambios en el estado mental (somnolencia, inquietud,
confusión, sedación u otros), náuseas y vómitos, erupción cutánea, pérdida del cabello, temblores o
movimientos anormales, fiebres o problemas con la coordinación.
Convulsión tónico-clónica generalizada

Nombres alternativos

Convulsión tónico-clónica; Convulsión de gran mal; Convulsión generalizada

Definición

Es una convulsión que compromete todo el cuerpo, que usualmente implica rigidez muscular, contracciones
musculares violentas y pérdida de conocimiento.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Las convulsiones tónico-clónicas generalizadas (también llamadas convulsiones de gran mal) son el tipo de
convulsiones que la mayoría de las personas asocian con el término “ataque”, convulsión o epilepsia. Estas
convulsiones se pueden presentar en personas de cualquier edad, como un episodio único o como una
afección crónica, repetitiva (epilepsia). La mayoría de las convulsiones que se presentan como un episodio
único son convulsiones tónico-clónicas generalizadas, en lugar de otros tipos.

Las convulsiones generalizadas son causadas por la actividad eléctrica anormal en múltiples sitios del cerebro
y/o sobre una vasta área del mismo, ocasionando pérdida del conocimiento y rigidez corporal, seguida de
temblor en los brazos y las piernas.
La actividad eléctrica anormal puede comenzar en una parte del cerebro y provocar síntomas aislados (ver
convulsiones parciales). Algunas veces, esta actividad eléctrica anormal se disemina a través del cerebro,
ocasionando una convulsión generalizada. Las convulsiones pueden ser causadas por un área específica del
cerebro que está lesionada o inflamada, o se pueden deber al estrés sobre el cerebro ejercido por un proceso
sistémico más amplio, como los niveles de azúcar en la sangre peligrosamente bajos.
Algunas de las causas más comunes de convulsiones son:

 Las convulsiones idiopáticas no tienen una causa identificable. Comienzan generalmente entre las
edades de 5 a 20 años, pero pueden ocurrir a cualquier edad. No hay presencia de otros problemas
neurológicos, pero el paciente a menudo tiene antecedentes familiares de epilepsia o convulsiones.

 Los defectos congénitos (presentes al nacer) y lesiones que ocurren cerca del momento del parto
pueden hacer que las convulsiones comiencen en la niñez o primera infancia.

 Las convulsiones febriles en niños generalmente son causadas por fiebres que se elevan
rápidamente.

 Las infecciones severas y agudas de cualquier parte del cuerpo, las infecciones crónicas (como la
neurosífilis) y las complicaciones del SIDA u otros trastornos autoinmunitarios pueden causar
convulsiones.

 Las convulsiones relacionadas con los problemas metabólicos pueden ocurrir a cualquier edad y se
pueden deber a:

o complicaciones de diabetes mellitus

o desequilibrios electrolíticos

o insuficiencia renal, uremia(acumulación tóxica de desechos)

o deficiencias nutricionales

o fenilcetonuria(PKU), que rara vez produce convulsiones en bebés

o nivel bajo de sodio o glucosa en la sangre

 Lesión cerebral que generalmente causa convulsiones dos años después de dicha lesión. Las
convulsiones tempranas (en un lapso de 2 semanas después de la lesión) no necesariamente indican que
se vaya a desarrollar la forma crónica de la enfermedad (epilepsia)

 Tumores y lesiones cerebrales (tales como hematomas) son más comunes después de los 30 años
de edad. Lo más común es que causen inicialmente convulsiones parciales (focales), que luego
progresan a convulsiones tónico-clónicas generalizadas.

 Otras causas abarcan:


o consumo de alcohol u otras drogas psicoactivas o su abstinencia

o trastornos que afectan los vasos sanguíneos (accidente cerebrovascular, isquemia cerebral
transitoria etc.), una causa común de convulsiones después de los 60 años

o trastornos degenerativos (demencia senil de tipo Alzheimer)

Los factores de riesgo abarcan:

 Cualquier lesión al cerebro

 Antecedentes familiares de convulsiones

 Problemas médicos graves que afecten los electrolitos

 Uso de drogas psicoactivas y ciertos medicamentos

 Consumo exagerado de alcohol

Síntomas

Muchos pacientes tienen un aura (signo sensorial de advertencia) antes de la convulsión que puede incluir
alucinaciones visuales, gustativas, olfativas, sensoriales u otras alucinaciones o mareo.

La convulsión en sí involucra:

 Pérdida del conocimiento o desmayo que generalmente dura de 30 segundos a 5 minutos

 Rigidez y contracción muscular general (postura tónica) que usualmente dura de 15 a 20 segundos

 Contracción muscular rítmica violenta y relajación (movimiento clónico) que generalmente dura de 1
a 2 minutos

 Mordedura del carrillo o la lengua, dientes o mandíbula apretados

 Incontinencia (pérdida de control de la orina o las heces)

 Paro respiratorio o dificultad respiratoria durante la convulsión

 Coloración azulada de la piel

Casi todas las personas pierden el conocimiento y la mayoría de ellas presenta actividad muscular tónica y
clónica.
Después de la convulsión, la persona generalmente presenta:

 Respiración normal

 Somnolencia que dura una hora o más


 Pérdida de la memoria (amnesia) frente a sucesos cercanos al episodio de la convulsión

 Dolor de cabeza

 Somnolencia

 Confusión temporal y leve

 Debilidad durante 24 a 48 horas después de la convulsión (parálisis de Todd)

Signos y exámenes

El diagnóstico de una convulsión tónico-clónica generalizada se fundamenta en los síntomas presentados y


en el descarte de otros problemas médicos que puedan parecer una convulsión (como una arritmia cardíaca).
Un examen neuromuscular puede o no revelar deficiencias neurológicas (disminución de las funciones
cerebrales) cuando la persona no está presentando convulsiones.

Un EEG puede mostrar cambios característicos y en algunos casos puede mostrar el foco (ubicación de la
causa de la convulsión). Un EEG puede ser normal entre convulsiones y un EEG normal no descarta un
trastorno convulsivo.
Los exámenes para hallar la causa pueden incluir diferentes exámenes sanguíneos (dependiendo de la causa
que se sospeche), que son:

 CSC

 Química saguinea, glucosa en sangre

 Pruebas funcionales hepáticas

 Pruebas funcionales renales (BUN, creatinina, etc.)

 Exámenes para enfermedades infecciosas (que dependen de la causa que se sospeche)

También se pueden emplear los siguientes procedimientos para buscar la causa:

 Una TC de cabeza o una IRM

 Una Punción lumbar (punción espinal)

Los trastornos que pueden causar síntomas que se asemejan a convulsiones son, entre otros: ataques
isquémicos transitorios, ataques de ira o los ataques de pánico.

Tratamiento

TRATAMIENTO CON PRIMEROS AUXILIOS DE EMERGENCIA

 Se debe proteger a la persona de lesiones, despejando el área de muebles u objetos que puedan
causar lesión por caídas durante la convulsión.
 No intentar introducir a la fuerza un objeto duro entre los dientes (como una cuchara o un
bajalenguas, etc.), ya que esto puede causar más daño del que se trata de evitar.

 No intentar contener o sujetar a la persona durante el ataque.

 Se debe girar a la persona hacia un lado si se presenta vómito y mantenerla sobre su costado,
mientras duerme, después de que termina la convulsión.

 Si la persona que está presentando una convulsión se torna cianótica o deja de respirar, se debe
tratar de acomodar la cabeza para evitar que la lengua obstruya las vías respiratorias. Por lo general, la
respiración comienza espontáneamente una vez terminada la convulsión.

 Casi nunca es necesaria la RCP o la respiración boca a boca después de las convulsiones y no se
puede efectuar durante las mismas.

Si la persona presenta convulsiones repetitivas o prolongadas sin recuperar el conocimiento o sin retornar a
un comportamiento normal, el cuerpo puede sufrir una falta severa de oxígeno, lo cual es una situación de
emergencia que amerita buscar ayuda médica inmediatamente.
TRATAMIENTO DE EMERGENCIA POR PARTE DE PERSONAL MÉDICO:

 Se pueden requerir medidas para proteger las vías respiratorias, que incluyen el uso de sondas para
mantenerla permeable y se debe dar soporte respiratorio cuando sea necesario.

 Se puede suministrar tiamina o glucosa intravenosas.

 Medicamentos como el diazepan (Valium) o lorazepan, o medicamentos anticonvulsivos tales como


fenitoína o fenobarbital, pueden controlar convulsiones generalizadas, repetitivas o prolongadas y
generalmente se inyectan en una vena.

 Se puede necesitar anestesia general con medicamentos paralizantes del músculo.

 Después de que se controla el estado epiléptico, se le administran anticonvulsivos al paciente y se


llevan a cabo pruebas para determinar la causa de la enfermedad, si ésta no se conoce.

DESPUÉS DE LA CONVULSIÓN:
Se recomienda tratar cualquier lesión causada por golpes o caídas y registrar detalles de la convulsión para
informarlos al médico. Los detalles importantes abarcan:

 Fecha y hora de la convulsión

 Duración de la convulsión

 Qué partes del cuerpo resultaron afectadas

 Tipo de movimientos u otros síntomas

 Causas posibles

 Comportamiento después de la convulsión


El tratamiento de la causa, si se ha identificado una, puede detener las convulsiones. Éste puede incluir
medicamentos, corrección quirúrgica de tumores o lesiones cerebrales u otros tratamientos. Una convulsión
aislada con un desencadenante evitable y obvio (como fiebre y reacciones tóxicas) se trata mediante la
eliminación o tratamiento de dicho factor precipitante (desencadenante).
Es posible que una convulsión aislada sin desencadenante obvio no requiera tratamiento.
Los medicamentos anticonvulsivos pueden prevenir o disminuir el número de convulsiones futuras y se
pueden usar solos o en combinación con otros medicamentos.
Es posible que las mujeres que pudieran estar en embarazo necesiten tomar medicamentos adicionales o
vitaminas para reducir el riesgo de defectos congénitos asociados con algunos de estos medicamentos. A
dichas mujeres se les debe hacer un seguimiento en una clínica materna para casos de alto riesgo.
Los pacientes que continúan teniendo convulsiones a pesar del uso de diversos medicamentos se pueden
beneficiar de un estimulador del nervio vago (dispositivo implantable que estimula un nervio en el cuello) o de
una cirugía cerebral para remover el tejido responsable de causar las convulsiones.
El uso de prendas o tarjetas informativas (como los brazaletes de Medic-Alert ) que alertan a otras personas
acerca de las convulsiones puede ayudar al paciente a obtener tratamiento médico oportuno si se presenta
una convulsión.

Expectativas (pronóstico)

Las convulsiones se pueden presentar como un hecho único aislado, como convulsiones rápidamente
repetitivas o a diversos intervalos. Los ataques que se repiten derivan en una afección conocida como
epilepsia.

Las convulsiones que se presentan individualmente o en un grupo asociado estrechamente comúnmente son
causadas por una afección tal como una lesión cerebral. Pueden darse como un incidente aislado o pueden
progresar a un trastorno convulsivo crónico. Las convulsiones que se presentan en las dos primeras semanas
posteriores a una lesión cerebral no indican necesariamente que se va a desarrollar un trastorno convulsivo
crónico.
Un período sin convulsiones puede indicar que se pueden reducir o eliminar los medicamentos, pero esto es
algo que se debe hacer sólo bajo supervisión médica.
La muerte o la lesión cerebral permanente debido a las convulsiones es poco común. Se puede presentar una
lesión seria si la convulsión ocurre mientras la persona está conduciendo u está operando un equipo
peligroso, razón por la cual estas actividades se restringen frecuentemente en personas con trastornos
convulsivos mal controlados.
Es posible que las convulsiones poco frecuentes no restrinjan severamente el estilo de vida del paciente y, por
lo tanto, no es necesario limitar las actividades en el trabajo, el estudio y la recreación.

Complicaciones

 Convulsiones recurrentes (trastorno convulsivo)

 Convulsiones prolongadas o que se presentan muy seguidas en el tiempo sin retornar al


comportamiento normal (estado epiléptico)

 Lesiones por caídas, golpes y la propia mordida

 Lesiones a sí mismo o a otros si la convulsión se presenta mientras se conduce o se opera


maquinaria

 Aspiración de líquido hacia los pulmones, neumonía

 Daño cerebral permanente (accidente cerebrovascular u otro daño)


 Efectos secundarios de los medicamentos (con o sin síntomas observables)

 Trastornos del aprendizaje (ya sea por convulsiones o medicamentos)

Es necesario que las mujeres que estén planeando quedar en embarazo le comenten esto al médico
previamente con el fin de ajustar los medicamentos, ya que muchos medicamentos antiepilépticos causan
defectos de nacimiento.

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe llamar al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) si ésta es la primera vez que la
persona ha tenido una convulsión o es una convulsión que se presenta en alguien sin el brazalete de
identificación médica (instrucciones que explican lo que se debe hacer). En el caso de alguien que ha tenido
convulsiones antes, se debe solicitar una ambulancia en cualquiera de las siguientes situaciones de
emergencia:

 La convulsión es más prolongada de lo normal en la persona o el número de convulsiones


presentadas es inusual

 Se presentan convulsiones repetitivas a lo largo de unos pocos minutos

 Se presentan convulsiones repetitivas en las cuales no se recupera el conocimiento o el


comportamiento normal entre ellas (estado epiléptico).

Además, si se presentan nuevos síntomas, incluyendo posibles efectos secundarios de medicamentos


(somnolencia, inquietud, confusión, sedación u otros), náuseas/vómitos, erupción, pérdida del cabello,
temblores o movimientos anormales o problemas con la coordinación.

Prevención

En general, no hay una forma de prevención conocida para las convulsiones. Sin embargo, la probabilidad de
desencadenar una convulsión se puede reducir tomando los medicamentos de acuerdo con las instrucciones,
durmiendo bien, consumiendo una dieta apropiada y absteniéndose del consumo de alcohol y drogas.

El uso de equipo protector para la cabeza y el hecho de evitar comportamientos de riesgo reducen la
posibilidad de sufrir traumatismos craneales.
Convulsión parcial (focal)

Nombres alternativos

Convulsión simple; Convulsión Jacksoniana; Convulsión (focal) parcial Definición

Es un episodio de actividad eléctrica anormal en una parte específica del cerebro.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Todas las convulsiones son causadas por trastornos eléctricos anormales en el cerebro. Las convulsiones
parciales (focales) se presentan cuando esta actividad eléctrica permanece confinada a un área limitada del
cerebro y, algunas veces, pueden progresar a convulsiones generalizadas que afectan todo el cerebro.
Las convulsiones parciales se pueden caracterizar más ampliamente como simples (que no afectan la
conciencia y la memoria) o complejas (que afectan la conciencia, el comportamiento y la memoria de eventos
precedentes, durante e inmediatamente posteriores a la convulsión).
La actividad eléctrica anormal resulta de áreas localizadas de tejido cerebral anormal. Dichas áreas pueden
haber estado presentes desde el nacimiento o antes (congénitas) o se pueden desarrollar después de un
traumatismo craneal, infecciones, accidente cerebrovascular y otras afecciones. En muchos pacientes no se
puede determinar una causa obvia. Es más probable que las convulsiones parciales sean causadas por una
lesión definida en los adultos que en los niños.
Una convulsión parcial (focal) puede ocurrir a cualquier edad, como un episodio único o como un trastorno
convulsivo crónico repetitivo (epilepsia), y se observa con menos frecuencia en niños que en adultos, aunque
aún representa alrededor del 45% de los trastornos convulsivos pediátricos.
Los factores de riesgo incluyen cualquier lesión al cerebro, como traumatismo, accidente cerebrovascular,
tumores cerebrales, infecciones (como meningitis) o cirugía previa del cerebro.

Síntomas

Los pacientes con convulsiones focales pueden presentar cualquiera de los síntomas que aparecen a
continuación. Los pacientes con convulsiones focales simples no pierden el conocimiento, permanecen
conscientes y recuerdan los hechos que ocurren en el momento; mientras que los pacientes con convulsiones
parciales complejas presentarán alteración de su estado de conciencia y pueden o no recordar algunos o
todos los síntomas o hechos que rodearon la convulsión:

 Control motor anormal

o relajación/contracción muscular (actividad clónica), común

o afecta un lado del cuerpo (una pierna, parte de la cara u otra área aislada)

o movimientos anormales de la cabeza

o giro forzado de la cabeza

 Automatismos, movimientos complejos sin propósito (como tomarse la ropa)

o movimientos anormales de la boca

o chasquido con los labios

o masticación/deglución sin causa

 Giros forzados de los ojos

 Sensaciones anormales

o entumecimiento, hormigueo, sensación de arrastrarse, etc

o se pueden presentar en una sola parte del cuerpo o se pueden extender

o se puede presentar con o sin síntomas motores


 Alucinaciones (visuales, auditivas, táctiles y olfativas, etc.)

 Dolor o molestia abdominal

 Náuseas

 Sudoración

 Enrojecimiento de la cara

 Dilatación de las pupilas

 Ritmo cardíaco acelerado

Otros síntomas son:

 Episodios de desmayo: períodos en los que se presenta pérdida de memoria

 Cambios en la visión

 Sensación de ya visto

 Cambios en el estado de ánimo emociones

Signos y exámenes

El diagnóstico se basa en los síntomas, teniendo en cuenta otros antecedentes del paciente. Es
extremadamente difícil diagnosticar una sola convulsión focal; sin embargo, el diagnóstico es más fácil de
hacer en pacientes que presentan episodios recurrentes y estereotipados, en especial si existen factores de
riesgo, como un traumatismo craneal.

Algunos de los exámenes que se pueden llevar a cabo son:

 EEG: puede mostrar cambios característicos que confirman una convulsión focal parcial y pueden
mostrar el foco (la ubicación de la causa). Un resultado normal no descarta la posibilidad de convulsiones.

 El monitoreo con EEG durante varios días puede ser necesario con el fin de registrar un evento
mientras está ocurriendo.

 Una TC de cabeza o IRM craneal pueden mostrar la ubicación y extensión de la lesión causante del
síntoma.

Tratamiento

En el momento en que alguien presente una convulsión por primera vez, debe ser llevado al servicio de
emergencias, ya que puede haber una afección subyacente grave que deba recibir tratamiento. Las medidas
de primeros auxilios deben ser administradas de manera apropiada y abarcan el hecho de proteger a la
persona de una lesión durante la convulsión, prevenir la broncoaspiración con vómitos o moco, mantener las
vías respiratorias permeables y ayudar con la respiración.
El tratamiento de las causas puede detener las convulsiones y puede incluir el uso de medicamentos, la
reparación quirúrgica de los tumores o lesiones cerebrales u otros tratamientos.
Una convulsión aislada con una causa desencadenante obvia y que se puede evitar, como la fiebre o las
reacciones tóxicas, se trata mediante la eliminación o el manejo del factor precipitante.
Es posible que una convulsión aislada no requiera tratamiento. Los hallazgos en una IRM o en un EEG
pueden determinar la probabilidad de recaídas de las convulsiones y puede ayudar a determinar la necesidad
de un tratamiento continuo, por ejemplo, con anticonvulsivos (medicamentos contra las convulsiones). La
respuesta a estos medicamentos varía y es probable que tanto el medicamento como la dosis se tengan que
ajustar repetidamente.
Las convulsiones múltiples y repetitivas generalmente se tratan con medicamentos anticonvulsivos, como
fenitoína o carbamazepina, para uso preventivo a largo plazo. El seguimiento involucra una revisión de la
necesidad de medicamentos y el control de los efectos secundarios de los mismos. Es posible que sea
necesario continuar la administración de los medicamentos indefinidamente.
Algunos pacientes con convulsiones difíciles de tratar pueden responder a un estimulador del nervio vago, un
dispositivo que estimula a un nervio en el tórax y reduce el número de convulsiones. Otros pacientes pueden
responder a la cirugía de extirpación de las células cerebrales anormales responsables de causar las
convulsiones.
A algunos pacientes con convulsiones que pudieran ocasionar pérdida del control motor o pérdida del
conocimiento se les recomienda no conducir, no nadar solos y no vincularse a ninguna actividad durante la
cual una convulsión pudiera ponerlos en peligro a ellos mismos y a otros.
Podría ser necesario que el paciente usara placas o tarjetas informativas (como la identificación de alerta
médica Medic Alert) que ayuden a la obtención de tratamiento médico rápido en caso de presentarse una
convulsión.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico está ampliamente determinado por la causa subyacente de las convulsiones focales. Los
pacientes que presentan convulsiones recurrentes que no se deben a una afección temporal (por ejemplo, un
efecto secundario de un medicamento o una infección) padecen una afección crónica llamada epilepsia.

Las convulsiones que se presentan solas o en un grupo estrechamente asociado, generalmente son
desencadenadas por una afección aguda como una lesión cerebral y se pueden presentar como un incidente
aislado o se pueden desarrollar dentro de un trastorno convulsivo crónico. Las convulsiones que ocurren
dentro de las primeras dos semanas de una lesión cerebral no necesariamente significan que se desarrollará
un trastorno convulsivo crónico. Los hallazgos en un EEG y en IRM pueden ayudar a determinar si es
probable o no que la afección se vuelva crónica.
La muerte o el daño cerebral permanente debido a las convulsiones son poco comunes, pero cualquiera de
estas dos posibilidades puede ocurrir si la convulsión es prolongada o si se presentan muchas convulsiones
en intervalos cortos (estado epiléptico).
Si la convulsión se presenta mientras la persona está conduciendo u operando un equipo peligroso, se puede
desencadenar una lesión seria. Es por esto que dichas actividades pueden restringirse en personas con
trastornos convulsivos mal controlados.
Sin embargo, es posible que las convulsiones poco frecuentes no necesiten restricciones severas en el estilo
de vida. De hecho, no es necesario restringir las actividades en el trabajo, la escuela y la recreación, pero se
deben tomar precauciones para disminuir el riesgo de que ocurra una convulsión.

Complicaciones

 Convulsiones generalizadas

 Epilepsia (convulsiones recurrentes)

 Convulsiones prolongadas, convulsiones que ocurren a intervalos cortos (estado epiléptico)

 Lesiones por caídas, colisiones, mordidas a sí mismo


 Lesión causada por convulsión cuando se conduce o se opera maquinaria

 Neumonía por aspiración

 Daño cerebral permanente (accidente cerebrovascular u otro daño)

 Efectos secundarios de los medicamentos (con o sin síntomas observables)

 Complicaciones de la cirugía

 Las mujeres que deciden quedar en embarazo deben informar a su médico previamente para hacer
los ajustes apropiados con los medicamentos, ya que muchos de los medicamentos antiepilépticos
pueden causar defectos congénitos.

Situaciones que requieren asistencia médica

Se recomienda llamar al número local de emergencia (como el 911 en los Estados Unidos) si las convulsiones
se presentan por primera vez o la convulsión se presenta en alguien sin el brazalete de identificación
(instrucciones que explican qué se debe hacer). En el caso de alguien que haya presentado convulsiones
antes, se debe llamar a una ambulancia por cualquiera de las siguientes situaciones:

 Se trata de una convulsión más prolongada de lo que la persona normalmente tiene o se presenta un
número inusual de convulsiones

 Se presentan convulsiones repetidas en pocos minutos

 Se presentan convulsiones repetidas en las que no se recupera el conocimiento o el comportamiento


normal entre cada convulsión (estado epiléptico)

Se debe buscar asistencia médica si se presenta cualquier síntoma nuevo, incluyendo posibles efectos
secundarios de los medicamentos:

 Somnolencia, inquietud, confusión o sedación

 Náuseas y vómitos

 Erupción cutánea

 Pérdida del cabello

 Temblores o movimientos anormales

 Problemas con la coordinación

 Fiebres, infecciones

Prevención
El tratamiento de los trastornos subyacentes puede reducir el riesgo de que se presenten convulsiones
futuras, aunque en la mayoría de los casos, éstas no se pueden prevenir.

Se deben evitar los traumatismos craneales con el uso de cascos durante las actividades de riesgo, así como
evitar el uso de drogas psicoactivas o el consumo excesivo de alcohol.
Convulsión del lóbulo temporal

Nombres alternativos

Epilepsia del lóbulo temporal (ELT); Convulsión en el lóbulo temporal Definición

Este tipo de convulsión implica una alteración temporal del movimiento que a menudo consiste en un cambio
en el comportamiento de una persona, sensaciones anormales u otros síntomas diversos. Esta convulsión se
origina a raíz de la actividad eléctrica anormal en el lóbulo temporal en uno o en ambos lados del cerebro.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Una convulsión es un episodio de actividad eléctrica anormal en el cerebro que puede involucrar la pérdida o
la reducción del conocimiento, movimientos involuntarios y sensaciones abrumadoras.

Las convulsiones del lóbulo temporal pueden afectar a personas de cualquier edad y pueden ocurrir como
episodios aislados o como una afección repetitiva que forma parte de una afección crónica (continua).
La información en el cerebro es trasmitida de neurona a neurona por medio de un proceso electroquímico.
Ciertos patrones de actividad eléctrica pueden ocasionar convulsiones, que son episodios durante los cuales
las señales eléctricas se propagan en patrones anormales dentro del cerebro. Este proceso puede ser
detectado por medio de un electroencefalógrafo (EEG).
Dadas las condiciones apropiadas, como la exposición a ciertas drogas, fiebre alta o estimulación eléctrica,
cualquier persona puede sufrir una convulsión.
Las convulsiones del lóbulo temporal comúnmente se ocasionan por lesiones en áreas específicas de esta
parte del cerebro. Este daño incluye cicatrización llamada esclerosis temporal mesial. Algunas de las causas
son: lesión traumática, infección, daño a una porción del lóbulo temporal por falta de oxígeno, tumores
cerebrales, síndromes genéticos y lesiones de cualquier tipo.
Debido a que el lóbulo temporal está comprometido en el procesamiento de las emociones y sensaciones, las
convulsiones en esta área pueden comenzar con sensaciones de miedo, de gozo (algunas veces con
asociaciones religiosas y la sensación de una “presencia”), recuerdos de cierta música u olores y otros
síntomas inusuales.

Síntomas

Entre los síntomas preliminares de advertencia (denominados aura) se pueden mencionar:

 Sensaciones anormales

 Sensaciones epigástricas (“una sensación graciosa en los intestinos”, “elevación del estómago”)

 Alucinaciones o espejismos (visuales, olfativos, gustativos u otro de tipo de espejismos sensoriales)

 Sensación de “ya visto”, emociones o recuerdos ya vividos

 Emoción abrupta, intensa no relacionada con lo que está ocurriendo en el momento

Durante la convulsión:
 La conciencia se mantiene (parcial)

 La conciencia se reduce o se pierde (compleja parcial)

Algunas de las alteraciones en el movimiento son:

 Comportamientos anormales de la boca

o relamerse los labios

o masticar o tragar sin razón

o salivación profusa “babearse”

 Movimientos anormales de la cabeza

o giro forzado de la cabeza

o giro forzado de los ojos

o usualmente en dirección opuesta a la ubicación de la lesión cerebral

 Movimientos repetitivos como tocarse la ropa

 Contracción muscular y relajación rítmicas (poco común), que afecta un lado del cuerpo, un brazo,
una pierna, parte de la cara u otra área aislada.

Entre las sensaciones anormales se pueden mencionar:

 Entumecimiento, hormigueo, sensación de cosquilleo

 Ocurren en una sola parte del cuerpo o se propagan

 Preceden a los síntomas motores

 Alucinaciones sensoriales (visuales, auditivas, táctiles, etc)

Los síntomas autónomos abarcan:

 Dolor o malestar abdominal

 Náuseas

 Sudoración

 Enrojecimiento de la cara
 Pupilas dilatadas (ojos)

 Frecuencia/pulso cardíaco acelerado

Otros síntomas comprenden:

 Cambios en la visión, habla, pensamiento, conciencia, personalidad

 Pérdida de memoria (amnesia) en cuanto a los eventos referentes al ataque (convulsión compleja
parcial)

Signos y exámenes

El diagnóstico de convulsión del lóbulo temporal se sospecha principalmente con base en los síntomas
presentes y los resultados de los exámenes. Para el diagnóstico de la causa puede requerirse un examen
físico completo, con una evaluación neuromuscular detallada que puede o no resultar normal.

 Un EEG (electroencefalograma, registro de la actividad eléctrica cerebral) muestra cambios


característicos, confirmando una convulsión parcial (focal), y puede mostrar el foco o ubicación de la
causa.

 Tanto una TC de cabeza como una IRM craneal pueden mostrar la ubicación y magnitud de la lesión.

 Una punción lumbar puede ser necesaria cuando se sospecha que las convulsiones son causadas
por una infección.

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento son tomar medidas de emergencia, en caso de ser necesarias, y reducir la tasa
de futuros ataques.

Es posible que no se requiera tratamiento de emergencia, a menos que la convulsión se torne generalizada o
si se pierde el conocimiento. Las medidas de primeros auxilios deben tomarse según se requieran y algunas
de ellas son: protección contra lesiones, prevención de broncoaspiración y protección de las vías respiratorias
o asistencia con la respiración.
Se deben registrar y comentarle al médico los detalles de la convulsión como la fecha y hora del ataque,
duración, partes del cuerpo afectadas, tipo de movimientos y otros síntomas, causas posibles y otros factores
que brinden información acerca del episodio (como qué lo precedió inmediatamente).
El tratamiento de las causas puede detener la ocurrencia de las convulsiones y puede comprender tratamiento
médico de los trastornos convulsivos como la epilepsia, intervención quirúrgica de los tumores o lesiones
cerebrales y otros tratamientos en la medida de lo necesario.
Los anticonvulsivos orales (medicamentos contra las convulsiones que se toman por la boca) se emplean
para prevenir o reducir el número de convulsiones futuras. La respuesta varía según el individuo, de manera
tal que los medicamentos y la dosis pueden requerir varios y repetidos ajustes.
Las convulsiones múltiples y repetitivas generalmente se tratan con el uso prolongado de un medicamento
antiepiléptico.
Durante el seguimiento, debe revisarse la necesidad de medicamentos por lo menos una vez al año y es
posible que se necesiten por tiempo indefinido. Es importante la verificación del nivel del medicamento en la
sangre para lograr un control continuo de las convulsiones y reducir los efectos colaterales.
El embarazo, la falta de sueño, el omitir dosis del medicamento, el uso de drogas psicoactivas (incluyendo el
alcohol) o enfermedad pueden provocar convulsiones en una persona con un trastorno convulsivo
previamente bien controlado.
Se aconseja el uso de tarjetas y prendas informativas (como Medic Alert o similares) que indican que la
persona sufre de un trastorno convulsivo. Estos accesorios pueden ayudar a obtener tratamiento médico
rápido en caso de una convulsión.

Expectativas (pronóstico)

Las convulsiones pueden ocurrir como un caso único aislado o ser recurrentes. Las que se repiten sin ninguna
causa identificada comúnmente representan una afección crónica de por vida llamada epilepsia.

Las convulsiones que ocurren una vez o en un solo grupo generalmente son causadas por una afección
aguda, como una lesión cerebral. Pueden presentarse después de un incidente aislado, pero luego pueden
desarrollarse hasta un trastorno convulsivo crónico. Las convulsiones dentro de las 2 primeras semanas
siguientes a una lesión cerebral, no indican necesariamente que se va a desarrollar un trastorno convulsivo
crónico.
Es posible que se produzcan lesiones graves si la convulsión se presenta al conducir un vehículo u operar
equipo peligroso. Cada estado tiene diferentes políticas referentes a las restricciones de conducción. Es
recomendable supervisar igualmente actividades como la natación o el momento de tomar una ducha.
Asimismo, no se aconseja la práctica de deportes de contacto. Estas actividades se pueden restringir en
personas con trastornos convulsivos mal controlados.

Complicaciones

 Progreso a convulsiones generalizadas

 Convulsiones repetitivas (epilepsia)

 Convulsiones prolongadas, convulsiones que ocurren una seguida de otra (estado epiléptico)

 Lesiones por caídas, golpes, mordeduras a sí mismo, etc.

 Lesiones debido a que la convulsión ocurre al conducir un automóvil u operar maquinaria

 La aspiración de fluidos, como saliva, durante una convulsión puede causar neumonía

 Daño cerebral permanente (accidente cerebrovascular u otro daño)

 Efectos secundarios de los medicamentos (con o sin síntomas visibles)

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe acudir a la sala de emergencias o llamar al número de emergencia local (como el 911 en los Estados
Unidos) si:

 Es la primera vez que la persona tiene una convulsión o es un tipo nuevo o prolongado de convulsión
para la persona.

 Es una situación de emergencia.

 Se presentan convulsiones consecutivas o hay actividad convulsiva repetitiva en la cual no se


recupera el conocimiento entre los ataques (estado epiléptico)
 Se presentan nuevos síntomas, incluyendo los posibles efectos secundarios de los medicamentos,
como cambios en el estado mental (somnolencia, inquietud, confusión, sedación u otros), náuseas o
vómitos, erupciones, pérdida de pelo, temblores o movimientos anormales y problemas con la
coordinación.

Convulsiones febriles

Nombres alternativos

Convulsión inducida por fiebre Definición

Es una convulsión en un niño que se desencadena por fiebre y en ausencia de una infección cerebral, de la
médula espinal o de cualquier otra causa neurológica.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Aproximadamente del 3 al 5 por ciento de los niños sanos en todo otro sentido entre las edades de 9 meses a
5 años tendrán una convulsión debido a fiebre. Los niños pequeños son los más comúnmente afectados.
Existe una tendencia a que las convulsiones febriles se prensenten en las familias. La mayoría de las
convulsiones febriles se desencadenan por una elevación rápida de la temperatura sobre los 39° C (102,2° F).
La mayoría ocurre dentro de las primeras 24 horas de una enfermedad y no necesariamente cuando la fiebre
está en su punto más alto. De hecho, no es la rapidez de la elevación de la temperatura, ni el grado de la
fiebre lo que parece desencadenar las convulsiones. A menudo, la convulsión es el primer signo de fiebre.

La primera vez que se da una convulsión febril es generalmente uno de los momentos más aterradores para
los padres y la mayoría de ellos tiene miedo de que el niño muera o sufra daño cerebral. Afortunadamente, las
convulsiones febriles simples son inofensivas y no existe evidencia de que dichas convulsiones causen la
muerte, lesiones cerebrales, epilepsia, incapacidad mental, disminución del IQ o problemas de aprendizaje.
La mayoría de las convulsiones febriles se desencadenan por fiebre de una infección respiratoria viral
superior, infecciones del oído o roseola. La meningitis provoca menos del 0,1 por ciento de las convulsiones
febriles pero SIEMPRE se debe considerar, especialmente en niños menores de un año o aquellos que se ven
enfermos aun cuando la fiebre ha bajado.
Una convulsión febril simple se detiene por sí sola entre unos segundos y 10 minutos, generalmente seguidos
de un período corto de somnolencia o confusión. Generalmente no se necesitan medicamentos
anticonvulsivos.
Una convulsión febril compleja es aquella que dura más de 15 minutos, sucede en una parte aislada del
cuerpo o recurre durante la misma enfermedad.
Aproximadamente, un tercio de los niños que sufre una convulsión febril tendrá otra con fiebre posterior. De
aquellos, la mitad tendrá una tercera convulsión. Pocos niños tienen más de tres convulsiones febriles en su
vida.
Si existen antecedentes familiares y si la primera convulsión sucede antes de los 12 meses o si la convulsión
sucede con una fiebre de menos de 39° C (102° F.), es más probable que el niño esté en el grupo de los que
sufrirá más de una convulsión febril.

Síntomas

Una convulsión febril puede ser tan leve que simplemente se le volteen los ojos al niño o se le pongan rígidas
las extremidades. Muy a menudo, la fiebre desencadena una convulsión completa de todo el cuerpo.

Las convulsiones febriles pueden empezar con una contracción repentina y sostenida de los músculos en
ambos lados del cuerpo del niño: generalmente, los músculos de la cara, tronco, brazos y piernas. El niño a
menudo suelta un grito o quejido involuntario debido a la fuerza de la contracción muscular. La contracción
continúa por lo que parecen segundos o decenas de segundos interminables. El niño se caerá si está de pie y
puede que se orine. Es posible que vomite y puede morderse la lengua. Así mismo, es posible que no esté
respirando y puede empezar a tornarse azul. Finalmente, la contracción sostenida se interrumpirá con
momentos cortos y repetidos de relajación y el cuerpo del niño comienza a sacudirse rítmicamente. El niño no
responde a los gritos de los padres. Las convulsiones febriles se diferencian de los temblores o de la
desorientación que también se observa con las fiebres, y los movimientos son los mismos de la convulsión del
tipo gran mal.

Signos y exámenes

El médico puede diagnosticar una convulsión febril cuando se presenta una convulsión del tipo gran mal en un
niño con fiebre y sin antecedentes de trastornos convulsivos (epilepsia). Cuando los bebés y los niños
pequeños sufren convulsiones por primera vez, es importante descartar las causas externas de esta
convulsión, especialmente la meningitis.

En una convulsión febril típica, el examen generalmente no muestra anomalías diferentes a la enfermedad
que ocasiona la fiebre. Por lo general, no se justifica la realización de todos los exámenes complementarios
que se hacen normalmente en caso de una convulsión como EEG, TC de la cabeza y punción lumbar
(punción espinal).
Sin embargo, la afección del niño debe cumplir criterios médicos estrictos como los siguientes si se quieren
evitar estos exámenes:

 El niño tiene que tener un desarrollo normal.

 La convulsión tiene que ser generalizada (no focal) lo cual significa más de una parte del cuerpo es
afectada por la convulsión.

 No puede durar más de 15 minutos.

 El niño sólo puede haber tenido una convulsión febril en 24 horas.

 El examen neurológico del niño realizado por un médico tiene que ser normal para que se denomine
convulsión febril simple.

Es probable que no se requieran estudios adicionales si se cumplen todos estos criterios.

Tratamiento

Se debe dejar al niño en el suelo durante la convulsión. Se le puede poner una cobija debajo si el suelo es
duro. Solo se le debe mover si está en un lugar de peligro. Se deben quitar los objetos que puedan hacerle
daño y soltarle cualquier prenda de vestir que le quede ajustada, especialmente alrededor del cuello. Si es
posible, se le debe abrir o sacar la ropa de la cintura para arriba. Si vomita o si se le acumula saliva o
mucosidad en la boca, darle la vuelta para que esté acostado de lado o boca abajo. Esto es importante
también si parece que la lengua está obstaculizando la respiración.

NO se debe intentar meterle nada en la boca para prevenir que se muerda la lengua ya que esto aumenta el
riesgo de lesiones. NO se debe intentar sostener al niño ni detener los movimientos de la convulsión.
Se debe enfocar la atención en intentar bajar la fiebre. Un buen primer paso es insertar un supositorio de
acetaminofén -si es que se tiene uno-. NO se debe intentar darle nada a través de la boca. Se le pueden
poner paños frescos en la frente y cuello y pasarle una esponja por el cuerpo con agua tibia (no fría). El agua
fría o el alcohol pueden empeorar la fiebre. Después de que termine la convulsión y el niño esté despierto, se
le debe dar una dosis normal de ibuprofeno o acetaminofén.
Después de la convulsión, el paso más importante es identificar el causante de la fiebre.

Expectativas (pronóstico)
La mayoría de los niños superan las convulsiones febriles antes de los 5 años de edad.

Un número pequeño de niños que han tenido convulsiones febriles crecen y se les desarrolla epilepsia, pero
no debido a las convulsiones. Los niños que desarrollarán epilepsia de todas maneras algunas veces tendrán
sus primeras convulsiones durante un episodio de fiebre. Estas convulsiones son generalmente prolongadas y
complejas. Problemas neurológicos previos y antecedentes familiares de epilepsia también aumentan las
probabilidades de epilepsia. La cantidad de convulsiones febriles no tiene correlación con una epilepsia futura.

Complicaciones

 Heridas ocasionadas por caídas o tropiezos contra objetos.

 Lesiones por mordeduras que el paciente se ocasiona a sí mismo.

 Aspiración de líquido a los pulmones, neumonía.

 Lesiones debido a convulsiones prolongadas o complicadas.

 Efectos secundarios de los medicamentos utilizados en el tratamiento y prevención de las


convulsiones (en caso de que hayan sido prescritos).

 Complicaciones si existe una infección seria, como la meningitis, que provocó la fiebre.

 Convulsiones no relacionadas con la fiebre.

Situaciones que requieren asistencia médica

 Los niños deben ser vistos por un médico tan pronto como sea posible después de su primera
convulsión febril.

 Si la convulsión dura varios minutos, se debe llamar al 911 (en los Estados Unidos) para que una
ambulancia lleve al niño al hospital.

 Si la convulsión termina rápidamente, se debe llevar al niño a una sala de urgencias apenas termine
el episodio.

 Un niño también debe ser revisado por el médico si, durante la misma enfermedad se dan
convulsiones repetidas o si parece que es un nuevo tipo de convulsión.

 Se recomienda buscar asistencia médica si se presenta cualquier otro síntoma antes o después de la
convulsión, como náuseas, vómitos, erupciones, temblores o movimientos anormales; problemas de
coordinación, somnolencia, inquietud, confusión o sedación. Es normal para los niños que duerman o se
sientan confundidos inmediatamente después de una convulsión.

Prevención

Para prevenir convulsiones febriles futuras, se le puede dar acetaminofén o ibuprofeno al niño a la primera
señal de fiebre. (Es importante tener a mano supositorios de acetaminofén). Después darle un baño de
esponja con agua tibia y darle de beber líquidos frescos, tanto para bajar la temperatura como para mantener
al niño hidratado.
Debido a que las convulsiones febriles pueden ser la primera señal de alguna enfermedad, su prevención a
menudo no es posible. Una convulsión inicial o recurrente no indica que el niño está siendo atendido
inapropiadamente.
Ocasionalmente, un médico prescribirá diazepán para prevenir o tratar convulsiones febriles. Sin embargo, los
padres tienen que reconocer que ningún medicamento es completamente efectivo para prevenir este tipo de
convulsiones.

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