Sunteți pe pagina 1din 26

Rev Chil Anest, 2011; 40: 77-102

Artículo de Revisión

CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

GONZALO MUTIZÁBAL M.*

Key words: Informed Consent; Legal aspects, Treatment Refusal; Negligence, Professional; Malpractice;
Negligence, Professional; Liability, Legal; Medical Jurisprudence.

INTRODUCCIÓN sanitarios desfavorables, incluso en algunos casos


que parecen muy ajustados a buenas prácticas mé-
El quehacer médico, en general, y el de los dicas, en el sentido más técnico de la expresión.
anestesistas, en particular, se enfrentan a enormes El objetivo de esta revisión es resumir algunas
cambios sociales que han modificado el estilo materias simples, que pueden ayudar a los aneste-
tradicional de relación entre médicos y pacientes. sistas a tomar sus propias decisiones para actualizar
Entre esos cambios, se ha instalado con mucha su relación con los pacientes, y reducir su riesgo
fuerza la doctrina del consentimiento informado, un jurídico ante un resultado desfavorable.
concepto jurídico norteamericano, completamente
ajeno al quehacer médico tradicional de Sudamérica. Las personas
Esa doctrina ha sido recogida por asociaciones
médicas de peso internacional, y por los Códigos de Es muy evidente que las personas naturales son
Ética de muchos países, incluyendo el nuestro. el elemento central para el quehacer médico y para
De hecho, esta nueva obligación médica mar- el derecho biomédico o sanitario.
ca el verdadero reconocimiento de la sociedad a Son personas naturales todos los individuos
la dignidad de sus ciudadanos. Efectivamente, en de la especie humana, cualquiera que sea su edad,
cada decisión sanitaria subyace el riesgo del sufri- sexo, estirpe o condición. La existencia natural de
miento, lesiones y muerte, y la única persona que una persona comienza con el nacimiento (cuando el
enfrenta esos riesgos sobre su propio ser es -ob- producto de la concepción se separa completamen-
viamente- quien se somete a ellos. Por ello, cada te del cuerpo materno y vive un instante siquiera)
paciente tiene derecho a recibir formalmente toda y termina con la muerte biológica. En cambio, la
la información profesional necesaria para tomar de- existencia legal de una persona puede remontarse
cisiones sanitarias compatibles con su propia con- hasta su concepción, porque el nasciturus goza de
cepción del bienestar y de la vida. algunos derechos condicionales, sujetos a la condi-
Por desgracia, la docencia médica evoluciona ción suspensiva de nacer vivo. Si el nacimiento no
con alguna inercia, lo que ha retardado la forma- se produce, se entiende que esos derechos se ex-
ción académica de los nuevos médicos en cuanto a tinguen y que la criatura muerta en el útero jamás
que el ejercicio de nuestra especialidad se relaciona existió1.
estrechamente con la realidad jurídica del país en En general, la condición humana es mucho más
que se desarrolla. que la reunión de genoma humano y actividad bio-
Eso significa que existe una nueva realidad, y lógica. Las personas se reconocen y se autodefinen
que muchas generaciones de colegas trabajan sin por elementos adicionales a su estructura biológica
tener claros los fundamentos de una doctrina huma- y genética, por elementos abstractos, superiores e
nista y profesional, que se basa en el reconocimien- intangibles2. De hecho, la mayoría de las personas
to de la dignidad de todas las personas, y que puede anhela y puede reclamar características y derechos
producir graves efectos en los casos de resultados adicionales a “un cuerpo humano vivo”, por ejem-

* Médico Cirujano, Abogado. Clínica Dávila.

77
GONZALO MUTIZÁBAL M.

plo: “ser tratado con respeto”, “vivir de acuerdo a ción humana y las normas jurídicas, se ha desarro-
sus convicciones religiosas”3. llado el complejo fenómeno de la judicialización de
Hoy existe reconocimiento jurídico a la auto- la medicina13, que exige actualizar el conocimiento
determinación, la imagen, la honra, la privacidad médico en ciertas áreas que se han desarrollado en
y otros conceptos abstractos, propios de un huma- los últimos años14 y que han sido largamente pos-
no único, libre e irrepetible, soberano de su pro- tergados en la formación profesional de los médi-
pia vida, reconocido como un ser autónomo, li- cos en general.
mitado sólo en lo indispensable para convivir en
paz4,5,6,7,8,9,10. Convivencia en sociedad y normas

Las normas jurídicas Inicialmente, en la soledad, cada ser humano


gozaría de una libertad infinita, que sólo se vería
En primer lugar, cabe aclarar que existen mu- acotada por sus limitaciones físicas, y por la
chas clases de normas que regulan las conductas debilidad propia del individuo aislado, carente del
humanas modificables. Esas normas se clasifican apoyo comunitario. Pero, los individuos solitarios
en categorías diferentes: éticas, morales, religiosas, fueron lentamente superados por la fortaleza de las
de urbanidad y jurídicas11. agrupaciones, es un fenómeno tan poderoso que
En segundo lugar, se debe añadir que las nor- algunos autores indican que los seres humanos no
mas jurídicas se reconocen porque: sólo viven en sociedad, si no que crean sociedades
para [sobre] vivir15.
1. Se refieren a conductas externas, no a las in- Al formar agrupaciones, los individuos ganaron
tenciones o pensamientos del actor, salvo que la fuerza y posibilidades de sobrevivencia que ofre-
se manifiesten de alguna forma. Para la ley, es cía la vida en comunidad; pero, aparecieron con-
irrelevante si el ciudadano acata la norma con- flictos de intereses que hicieron imprescindibles
vencido y feliz, o escéptico y molesto. algunas reglas de convivencia. En principio, esos
2. Se aplican a relaciones bilaterales, no se aplican conflictos de intereses podrían resolverse impo-
a las conductas privadas, ajenas a la convivencia. niendo las limitaciones mínimas y necesarias para
En realidad, algunos autores que indican que el pacificar el colectivo, sin causar perjuicios innece-
hombre aislado no necesita normas jurídicas sarios en las libertades que habrían tenido los indi-
ni puede tenerlas, porque no hay conflictos de viduos en solitario.
intereses con otros sujetos de derecho, ni es En la práctica, también se desarrollaron sistemas
posible que los intereses de alguno permitan normativos en materias ajenas a las necesidades
modificar la conducta de otro. En resumen, el propias de la convivencia pacífica (por ejemplo, se
humano aislado no necesita someter a otros ni impusieron normas relativas a materias religiosas,
puede ser sometido por otros, es completamente criterios de discriminación y otros, que llegaron a
libre, limitado sólo por sus propias capacidades extremos como los sacrificios humanos rituales y la
y por los hechos de la naturaleza. esclavitud).
3. Se crean con cierta independencia a la volun- Por ese motivo, los humanos vivieron muchos
tad del que debe acatarlas, aunque el justiciable años sometidos a la autoridad del César y de Dios.
haya participado o podido participar -al me- Es decir, vivieron muchos años sometidos a hu-
nos conceptualmente- en el proceso legislador, manos más poderosos, accidentalmente investidos
siempre hay un elemento heterónomo, ajeno a de autoridad (política o religiosa), en vínculos asi-
su voluntad. métricos, casi unidireccionales, y eventualmente
4. Pueden ser impuestas por la fuerza y su incum- abusivos. Y debieron soportar sistemas normativos
plimiento puede generar sanciones administra- que excedían, con mucho, a los mínimos necesarios
tivas, civiles y penales (son coercibles), lo que para convivir y cooperar en forma pacífica.
repite la idea de que son un producto propio de La situación llegó a límites intolerables, como
la convivencia y absurdo o imposible en el ais- los abusos de la monarquía, que terminaron en
lamiento. la Revolución Francesa, y del nacional socialis-
mo alemán, que lo hicieron en la Segunda Guerra
Las normas jurídicas forman el derecho positivo, Mundial. Ambos episodios marcaron con claridad
que regula la convivencia entre las personas, sean que cada persona tiene derecho a exigir cierto gra-
ellas naturales o jurídicas12. do de libertad y autodeterminación, que no puede
Reuniendo los elementos expuestos, a propósito ser conculcado excepto para resguardar intereses
de la relación entre las personas naturales, la condi- ajenos, jurídicamente protegidos y proporcionales

78 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

a las limitaciones recíprocas que pueden hacerse in- Como otros conceptos, es posible definir la
evitables16. De ambas crisis nacieron nuevos pactos dignidad desde el iusnaturalismo, desde el iuspo-
sociales, que se extienden desde la Declaración de sitivismo23 o evitar definiciones y centrarse en el
los derechos del hombre y del ciudadano de 1789, reconocimiento de ese principio24. Parte de esta
que fue inspirada en la declaración de independen- complicación teórica es que la dignidad se puede
cia estadounidense de 1776 y en el espíritu filosó- reconocer en forma colectiva, pero que sólo se pue-
fico del siglo XVIII. Ella marca el fin del Antiguo de concretar individualmente25.
Régimen y el principio de una nueva era17, que ha Desde una perpectiva iusnaturalista, se puede
seguido progresando hasta reflejarse en acuerdos enfatizar que la dignidad es un atributo del huma-
recientes de organismos internacionales. no, relacionado con su origen divino, y que es ajeno
a las vicisitudes de la realidad. Por ejemplo, una
Libertad, dignidad y autonomía solicitud de eutanasia, propia de una persona autó-
noma y digna -que puede ser aceptable en algunas
La garantía más universal pactada tras esos sociedades civilizadas26,27,28- podría ser desechada
eventos históricos es “la libertad”, entendida como en otras: “para servir al hombre según el designio
la posibilidad de actuar, de crear y desarrollar un del Creador”29.
proyecto vital o biográfico sin interferencias del so- Desde una perpectiva iuspositivista, se puede
berano y de la comunidad (que en sistemas totalita- decir que la dignidad nace por un acuerdo de
rios puede convertirse en un nuevo soberano). Esa convivencia, que ella asegura a cada persona su
libertad se refiere tanto a la libertad interna -de las libertad, y pone como único límite los derechos
ideas y de los afectos- como a la libertad externa, de otras personas. Se subentiende que la ley es
de las conductas18. Esta libertad podría permitir la una norma que protege los intereses jurídicos
disposición de bienes jurídicos considerados “in- de las personas, y por ello el límite de la libertad
disponibles”, incluso la propia vida19. humana es la libertad de otros humanos, sea como
La segunda garantía que se ha difundido por una norma legal, de cumplimiento obligatorio para
todo occidente desde la Revolución Francesa, y que la comunidad o una sentencia judicial, que sólo
fue dramáticamente reforzada después de las atro- afecta a las partes involucradas. Así, la dignidad
cidades cometidas por los representantes del Tercer de una persona le permite reclamar protección
Reich, es que “todas las personas son iguales en para sus intereses, cuando ellos son amenazados
dignidad y derechos”20. por consideraciones ajenas, de menor entidad que
De eso, que parece muy obvio, se colige que las las propias. Así la dignidad “es un valor espiritual
personas pueden ser muy diferentes, conservando y moral inherente a la persona, que se manifiesta
su calidad de tales; y que ninguna puede perjudicar singularmente en la autodeterminación consciente
la dignidad y derechos de otra (porque -en ese y responsable de la propia vida y que lleva consigo
sentido- son “iguales”). la pretensión al respeto por parte de los demás”30.
Por ello, las personas sólo son libres para per- La tercera posibilidad es afirmar que la defini-
judicar intereses ajenos, cuando pueden demostrar ción de la dignidad humana, como muchas otras
que tienen un mejor interés propio. Por ejemplo, las definiciones, es una cosa secundaria, más académi-
personas sólo pueden insultar en respuesta a inju- ca que práctica31. Por ello, en vez de hablar de la
rias no provocadas, lesionar para defender su inte- dignidad humana, las sociedades civilizadas y los
gridad física y matar para conservar su propia vida. sujetos de derecho, las personas, deberían actuar
Y, en un sentido más abstracto, las preferencias como si todos los otros justiciables fueran igua-
personales no se pueden oponer a las necesidades les en dignidad al que pretende conocer, perturbar
ajenas, ni las preferencias ajenas a las necesidades o modificar conductas ajenas. Desde esta tercera
personales (porque la sociedad constituye una perspectiva, la dignidad se reconocería porque el
convivencia obligada entre “extraños morales”, que individuo digno es reconocido cuando se respeta
sólo son iguales en dignidad y derechos, aunque su libertad para auto construirse, modificando su
tienen derecho a ser distintos en todo lo demás, persona y sus circunstancias en la medida de sus
incluyendo sus preferencias). capacidades, teniendo como únicas limitaciones
La “dignidad” se cita en muchos tratados inter- aquellas impuestas por su propia naturaleza y por
nacionales relativos a la convivencia civilizada y los intereses propios, legítimos, de las otras perso-
se puede abordar desde distintas perspectivas. Es nas.
difícil definirla21, aunque su importancia actual es Desde esta tercera perspectiva, la autonomía es
tal que algunos autores consideran que podría ser una expresión de la dignidad de la persona humana,
un valor superior a la vida22. de todos los seres humanos32. Se puede considerar

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 79


GONZALO MUTIZÁBAL M.

que el principio de autonomía es aquel que permite Relación médico paciente


que los individuos de una sociedad puedan elegir
libremente su “plan de vida”33 y que incluso puedan Es una relación muy especial, que considera
modificar las condiciones en que deben enfrentar la elementos patrimoniales y extra patrimoniales;
propia muerte34. que reúne a personas muy entrenadas en materias
El reconocimiento a la libertad y dignidad de las particulares con personas que no tienen obligación
personas, a su derecho para auto construirse, es la de conocimiento alguno sobre ellas46; que se
primera fuente de la doctrina del consentimiento in- refiere a los intereses económicos47, vivenciales48,
formado -es su fuente ajena al mundo médico- y se biográficos49 y biológicos del paciente; incluyendo
repite en tratados internacionales sobre Derechos el enorme riesgo de morir por un error sanitario50.
Humanos35,36,37,38,39,40,41,42 y en el texto constitucional Ese vínculo se desarrolla también en el cuida-
de muchos países43, tal como lo hace el profesiona- do perinatal, a través de la información a la madre
lismo en las declaraciones y códigos deontológicos o ambos progenitores51. Además, esa relación está
que se han desarrollado dentro del mundo médico, marcada por una poderosa obligación de confiden-
vide infra. cialidad a favor del paciente y su información sani-
La dignidad y autonomía también han recibido taria52.
varios reconocimientos jurisprudenciales en Lati- Por muchos años, el ejercicio médico fue “sim-
noamérica, por ejemplo: ple”, sin fundamentos científicos ni riesgos rele-
“La primera y más importante de todas las con- vantes. Tras hacer un diagnóstico aproximado, el
secuencias del derecho al libre desarrollo de la per- profesional sólo podía ofrecer algunas medidas ge-
sonalidad y autonomía, consiste en que los asuntos nerales, de incierta utilidad, y algo de información
que sólo a la persona atañen, sólo por ella deben ser y compañía, sin modificar mucho el curso de la
decididos. Decidir por ella es arrebatarle su condi- naturaleza53. Esa relativa inocuidad, misterio y so-
ción ética, reducirla a su condición de objeto, cosi- porte espiritual pusieron al médico como una figu-
ficarla, convertirla en medio para los fines que por ra paternal, capaz de decidir por el paciente, como
fuera de ella se eligen. Cuando el Estado resuelve si la enfermedad y la ignorancia fueran fuentes de
reconocer la autonomía de la persona, lo que ha de- incapacidad transitoria (lo que era un modo razo-
cidido, es constatar el ámbito que le corresponde nable de enfrentar la ignorancia del paciente frente
como sujeto ético: dejarla que decida sobre su pro- a la enfermedad, que -en principio- no podría ser
pia vida, sobre lo bueno y lo malo, sobre el sentido resuelta por un médico que estaba apenas un poco
de su existencia”44. mejor informado que su paciente).
Y esa autoridad es tan fuerte que se puede Ese modelo tradicional, “paternalista” o “auto-
prolongar más allá de la propia muerte45. ritario” (en que se perseguía un “bienestar” defini-
do por el operador sanitario) cambió a un modelo
Resumen sobre normas jurídicas, “autonomista”, orientado al concepto de bienestar
libertad y dignidad definido por el paciente, por diferentes motivos.

Existen normas morales, éticas, de urbanidad, religiosas Las normas jurídicas son externas, bilaterales, heteróno-
y jurídicas. mas y coercibles.
Las normas jurídicas cumplen requisitos de forma y de Son legales cuando se han tramitado conforme a ley y
fondo. son legítimas cuando regulan materias propias de ley.
Hubo normas jurídicas que sometieron a algunas perso- Hoy se reconoce la libertad, igualdad, dignidad y dere-
nas frente al estado. chos de cada humano frente a los otros y frente al estado.
Las personas son libres. Para mantener o modificar conductas propias en tanto
no perjudiquen intereses jurídicos ajenos.
Las personas son iguales. Frente a la ley, para reclamar la intervención de la ley, y
dentro de la ley, para enfrentar esa intervención.
Las personas son dignas. Para auto construirse, guiando la propia existencia, sin
que otros puedan modificarla, salvo intereses jurídicos
relevantes.
La libertad de las personas, y su igualdad en dignidad y Existen tratados internacionales y jurisprudencia en todo
derechos han recibido reconocimiento internacional. el mundo que consagran esos principios humanistas.

80 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

En primer lugar, porque la liberación de las conocimientos y habilidades cuyo aprendizaje y


personas frente al soberano se extendió a las rela- ejercicio está regulado formalmente, por la enorme
ciones entre médicos y pacientes, de tal forma que importancia que da la comunidad a los intereses
comenzaron a presentarse sentencias judiciales en individuales y colectivos que pueden afectarse por
que se reconoció -progresivamente- el derecho de su actividad habitual.
los adultos sensatos para decidir lo que se puede El profesionalismo es la base del contrato
hacer con su propio cuerpo. De hecho, esa concep- que mantiene la medicina con la sociedad, es lo
ción se ha desarrollado progresivamente en la ju- que permite reconocer a los profesionales que se
risprudencia internacional, acogiendo -en algunos comportan como tales, que pueden tener acceso a
casos- las opiniones de los menores de edad, y hoy los privilegios necesarios para ejercer su actividad
existen sentencias judiciales que han reconocido el y que adquieren las obligaciones que son propias de
derecho de los menores adultos para tomar algunas su calificación como “profesionales”.
decisiones sanitarias relevantes para su futuro. En términos simples, el profesionalismo es -en
En segundo lugar, y sobre todo desde finales del general- el conjunto de conocimientos y actitudes
siglo veinte, porque existe tecnología capaz de mo- propios de los que gozan de cierto entrenamiento
dificar el curso de las enfermedades, por recursos especial y lo aplican de acuerdo a lo que consideran
diagnósticos y terapéuticos muy poderosos, llegando correcto sus pares en dicho entrenamiento.
al extremo en las unidades de cuidado intensivo54. El profesionalismo médico, ha sido definido
Pero, esos logros no son gratuitos, la precisión de como el conjunto de conocimientos, habilidades,
los diagnósticos y la eficacia de las terapias se aso- principios y valores que sustentan una práctica
cian a riesgos que eran inimaginables en las etapas idónea de la medicina en el marco de los más
contemplativas de la medicina. Esa nueva tecnolo- elevados estándares de calidad científica, ética
gía, impresionante y eficaz, se asocia a un nivel de y humanística. Esta definición ha adquirido una
riesgos nunca vistos, con lo que el ejercicio sanitario gran relevancia en el panorama de la educación
se puede asociar a resultados tan espectaculares en el médica en los últimos años, como consecuencia
éxito, como dramáticos en el fracaso (y ambos sólo de los cambios surgidos en el contexto en que se
afectan al paciente que se somete a esos riesgos). desarrollan las actividades propias del ejercicio
En tercer lugar, porque la fuerza de los hechos de la medicina, incluyendo la judicialización y los
ha obligado a que la comunidad médica defina cambios sociales antes mencionados64.
los principios fundamentales de su quehacer, para El origen del profesionalismo médico actual se
mantener un contrato previsible y justo en sus remonta al siglo dieciocho65, pero se ha modificado
relaciones con la comunidad. Esa materia ha sido intensamente en los últimos años, como consecuen-
desarrollada como el “profesionalismo médico”. cia de los cambios sociales, desarrollo tecnológico
Esos cambios implican que una buena actuación e incertidumbres bioéticas que han aparecido desde
médica requiere la autorización expresa de un pa- la segunda mitad del siglo veinte. El profesionalis-
ciente bien informado55, que comparte incertidum- mo médico actual privilegia tres principios funda-
bres, decisiones, responsabilidades y riesgos56,57. mentales:
Por desgracia, existen barreras obvias en la
comunicación entre médicos y pacientes58,59. Esas 1. Buscar el bienestar del paciente.
barreras, y la forma tradicional del trabajo médico, 2. Respetar su autonomía y su definición de
se reflejaron en altos grados de insatisfacción en los bienestar.
pacientes, con respecto a la información recibida 3. Favorecer la justicia social, cuando esto último
en el preoperatorio60; además, la educación médica es posible y necesario.
no ha progresado tan rápidamente como estas
novedades éticas, morales, legales y judiciales61. En realidad, existen diez compromisos u obli-
Algunos autores han planteado que esa lenta gaciones adicionales, asociados a esos tres princi-
actualización de la cultura médica tradicional es un pios básicos:
motivo de estrés adicional para los profesionales
que ejercen hoy con el entrenamiento que recibieron 1. Compromiso de competencia profesional.
en un mundo muy diferente62 y que eso se puede 2. Compromiso de honestidad con los pacientes.
corregir durante la formación profesional63. 3. Compromiso con la confidencialidad del pa-
ciente.
Medicina y profesionalismo 4. Compromiso de mantener relaciones apropiadas
con los pacientes.
La medicina es una profesión o conjunto de 5. Compromiso para mejorar la calidad del cuida-

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 81


GONZALO MUTIZÁBAL M.

do médico. Como ya se expuso, es una doctrina que se ha


6. Compromiso para mejorar el acceso al cuidado desarrollado a partir del reconocimiento jurídico a
médico. la libertad y dignidad de las personas, a su derecho
7. Compromiso para hacer una distribución justa para autoconstruirse (que son conceptos reconocidos
de los recursos limitados. en tratados, leyes y sentencias de todo el mundo) y
8. Compromiso al conocimiento científico. de la definición actual que los propios profesionales
9. Compromiso a la confiabilidad, y obligación de han hecho del profesionalismo médico (definición
resolver conflictos de intereses. que también se ha reflejado en todo el mundo,
10. Compromiso con las responsabilidades profe- tanto en declaraciones de asociaciones médicas
sionales. internacionales, como en códigos de ética médica).
La postura tradicional en materia sanitaria
La definición internacional y actual de profesio- sostenía que el médico puede tomar “decisiones”
nalismo médico no considera ni ampara el “pater- sobre el estudio y tratamiento de sus pacientes.
nalismo”, “autoritarismo” o “despotismo ilustrado” Aunque, desde la antigüedad hubo algunos pacientes
que muchas generaciones de médicos ejercieron que tomaron con prudencia o escepticismo las
con completa naturalidad. Ni siquiera los menores “recomendaciones” de sus médicos.
de edad están completamente marginados de las Hoy existen textos sobre derecho sanitario o
decisiones sanitarias sobre sí mismos66,67. Aunque biomédico que se refieren a ese modelo paternalista
la competencia requerida para tomar cada decisión y tradicional como un “autoritarismo médico”74,
debería adaptarse a la severidad de efectos indesea- esa expresión cargada de antipatía, resume la
dos que pueden ser previstos68. actitud que puede enfrentar un médico cuando
El profesionalismo69 es la segunda fuente de la debe dar explicaciones a los perjudicados por un
doctrina del consentimiento informado -es su fuen- mal resultado sanitario, o a sus deudos, y a los
te dentro del mundo médico- y se repite en muchas profesionales vinculados a su tratamiento judicial
declaraciones internacionales70,71,72 y códigos deon- y periodístico.
tológicos de occidente 73, tal como la libertad y la Las personas conscientes de su libertad y digni-
dignidad lo hacen en tratados internacionales y sen- dad; el desarrollo de recursos médicos tan eficien-
tencias judiciales, vide supra. tes como peligrosos y la propia definición médica
de profesionalismo, impulsaron cambios enormes
en el modelo paternalista tradicional, propio de la
Resumen sobre ejercicio médico Consentimiento relación médico paciente en América latina.
informado

Es una actividad muy especial. Hay asimetría de información y de riesgos. Tiene


riesgos relevantes e incertidumbre. Afecta materias muy
valiosas.
Ha sufrido cambios relevantes. Hay cambios sociales y tecnológicos que hicieron exigi-
ble el respeto a la libertad y dignidad de los pacientes, a
su bienestar y su auto determinación.
Es un contrato muy especial. Hay diferentes formas de pactar las obligaciones ex-
presas, existen obligaciones tácitas. No hay definición
expresa de límites e interacciones entre profesionales.
Goza de ciertos privilegios. Se exige actuar bien, no se exige “lograr un buen
resultado”. Se reconoce valor a los registros clínicos. Se
exime de sanciones penales si cumple lex artis.
Soporta ciertas cargas. Se exige contar con el consentimiento informado del
paciente. Debe contar con registros clínicos para demos-
trarlo. Puede sufrir sanciones por omisión de consenti-
miento y daño moral (sin otros daños demostrables).
El rol médico se define en torno al profesionalismo. Implica que el médico respeta la dignidad del paciente,
y privilegia su autonomía, tanto en lo individual, como
en su relación con la sociedad, tratando que sea más
justa.

82 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

Se puede decir que el consentimiento informado riesgo de litigios88 y es el mejor medio para alegar
es: la conformidad libre, voluntaria y consciente oportunamente una objeción de conciencia a favor
de un paciente, manifestada en el pleno uso de del operador89.
sus facultades después de recibir la información En este punto se hace relevante considerar una
adecuada, para que tenga lugar una actuación que sentencia judicial reciente de nuestro país, en que
afecta a su salud75. un procedimiento médico “sin complicaciones”
También se puede decir que el consentimiento devino en una sentencia condenatoria, por un
informado es el proceso gradual y continuado, en monto superior a cincuenta millones de pesos. Esa
ocasiones plasmado en un documento, mediante el sentencia citó las obligaciones cuyo cumplimiento
cual un paciente capaz y adecuadamente informado podría ser exigido en los tribunales chilenos:
por su médico, acepta o no someterse a determina-
dos procedimientos diagnósticos o terapéuticos, en - “DÉCIMO CUARTO: Que, en los casos de res-
función de sus propios valores76. ponsabilidad médica la culpa nace cuando se
En todo caso, más allá de su definición, el pro- infringe la norma técnica que el médico está en
ceso de consentimiento informado pretende reco- obligación de conocer y de cuidar en sus conse-
nocer la dignidad del paciente, facilitando y respe- cuencias positivas y negativas, lo que es lo mis-
tando sus decisiones autónomas. mo que decir, que debe responder de una pres-
Una decisión es autónoma cuando cumple tres tación de actividad en que se ha producido un
condiciones: voluntariedad, información y capaci- vacío en la “lex artis”. No se trata, entonces de
dad77. En el mundo sanitario se ha llegado a afirmar una responsabilidad derivada por el fracaso en
que comunicar los riesgos es la principal labor de la asistencia sino de otra derivada en la incom-
los médicos78. Hoy, los pacientes están muy cons- petencia o el desconocimiento técnico, los que
cientes de esa obligación, y -en la situación especial han de determinarse contrarios e inadmisibles
del perioperatorio- ellos consideran que reciben en el ejercicio de una profesión o en la presta-
menos información sobre riesgos que lo que creen ción de un servicio de medicina integral.
entregar los cirujanos y anestesistas79. De ahí que para que este tipo de responsabilidad
La doctrina del consentimiento informado se ha (médica, civil e indemnizatoria) nazca, no basta
desarrollado tanto en la profundidad de sus conteni- con un resultado frustrado, porque la actividad
dos jurídicos como en la extensión de su aceptación médica no se compromete en la recuperación
por legisladores y tribunales80, es una de las áreas de un enfermo, sino en el adecuado suministro
más dinámicas en el derecho biomédico actual81. La de los cuidados que se requiere según también
idea original ha evolucionado hasta concretarse en el estado y el avance de la ciencia médica, no
proposiciones muy completas, que se han expandi- conlleva entonces una obligación de resultado,
do por el mundo, incluyendo España82 y América sino que de medios.
Latina83,84. Dicha obligación de medios “puede condensarse
A pesar de las variaciones regionales e históri- en los siguientes deberes imputables al mismo:
cas que se describen más adelante, esa obligación
de informar debería incluir, entre otros puntos, y A) Utilizar cuantos remedios conozca la ciencia
en los casos que es procedente: diagnóstico y pro- médica y estén a disposición del médico en el
nóstico detallados, incluyendo el caso de rechazo lugar en que se produce el tratamiento, de ma-
a tratamientos; incertidumbres actuales, posibili- nera que (...) la actuación del médico se rija por
dades y riesgos de estudios adicionales; tratamien- la denominada lex artis ad hoc, es decir, en con-
tos posibles y derecho a rechazarlos; propósito de sideración al caso concreto en que se produce la
las intervenciones recomendadas y su naturaleza, actuación e intervención médica y las circuns-
preparación necesaria, curso habitual, los riesgos tancias en que la misma se desarrolle, teniendo
más frecuentes y los más graves; alternativas, con- en cuenta las especiales características del autor
secuencias para la vida futura; plan de control y del acto médico, de la profesión, de la comple-
monitoreo post intervención, nombre del médico jidad y trascendencia vital del paciente y, en su
responsable y del jefe de equipo; participación de caso, la influencia de otros factores endógenos
médicos en formación y su rol en las intervenciones -estado e intervención del enfermo, de sus fa-
planificadas; derecho del paciente a consultar otras miliares, o de la misma organización sanitaria-
opiniones; y una estimación razonable de los costos para calificar dicho acto como conforme o no
implicados en la intervención propuesta85,86,87. a la técnica o norma requerida, pero, en cual-
El proceso de consentimiento informado podría quier caso, debiendo hacerse patente que, dada
mejorar el curso de la relación médica, disminuir el la vital trascendencia que, en muchas ocasiones

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 83


GONZALO MUTIZÁBAL M.

reviste para el enfermo la intervención médica, haber fracturado el callo óseo de una fractura pre-
debe ser exigida, al menos en estos supuestos, via, que estaba mal consolidada, sin haber obtenido
las diligencias que el derecho califica como pro- la autorización de la paciente.
pias de las obligaciones de mayor esfuerzo; Es sólo un remoto esbozo de la doctrina en es-
B) Informar al paciente o, en su caso, a los familiares tudio, porque el fallo estuvo claramente marcado
del mismo, siempre, claro está, que ello resulte por los informes de los peritos que consideraron
posible, del diagnóstico de la enfermedad o inapropiado desunir el callo óseo sin conformidad
lesión que padece, del pronóstico que de su del interesado; ellos calificaron lo obrado como una
tratamiento puede normalmente esperarse, que violación a los usos y la ley de los cirujanos; lo con-
los riesgos que del mismo, especialmente si éste sideraron una manifestación de ignorancia y falta
es quirúrgico, pueden derivarse y, finalmente, de diligencia profesional.
en el caso de que los medios de que se disponga Esos peritos no se referían a la necesidad huma-
en el lugar donde se aplica el tratamiento nista, ética o jurídica de obtener el consentimiento
puedan resultar insuficientes, de hacerse constar del paciente antes de intervenirlo, ellos se referían
tal circunstancia, de manera que, si resultase a una costumbre profesional que probablemente se
posible, opte el paciente o sus familiares por el debía a que toda cirugía se realizaba sin anestesia
tratamiento del mismo en otro centro médico y, por ello, era muy deseable contar con la aquies-
más adecuado; cencia, más o menos estoica, del que se operaba.
C) Continuar el tratamiento del enfermo hasta el De hecho, los médicos consideraban el consenti-
momento en que éste pueda ser dado de alta, miento como un simple requisito operacional, ne-
advirtiendo al mismo de los riesgos que su cesario para un buen resultado de la intervención
abandono le puedan comportar, y propuesta, y habitualmente entregaban información
D) En los supuestos -no infrecuentes- de enfer- muy sesgada o incompleta, claramente destinada a
medades y dolencias que puedan calificarse de estimular la aceptación y cooperación del paciente
recisivas (sic), crónicas o evolutivas, informar con el procedimiento.
al paciente de la necesidad de someterse a los En el caso de Slater hubo consideraciones ju-
análisis y cuidados preventivos y que resulten risprudenciales sobre el juego de las comunicacio-
necesarios para la prevención del agravamiento nes en la relación médico-paciente que se pueden
o repetición de la dolencia”. (Revista de Dere- considerar un rudimentario antecedente del con-
cho de la Universidad de Concepción, N° 201, sentimiento informado que se ha consagrado más
año LXV, enero-junio 1997. Responsabilidad actualmente. La Corte reconoció la costumbre de
Civil de Hospitales y Clínicas. Pedro Zelaya Et- los cirujanos, en cuanto a obtener el consentimiento
chegaray)”90. de los pacientes, y consideró que era ciertamente
razonable que se le dijera al paciente qué era lo que
Esa definición de obligaciones no es un invento iba a hacérsele para que pudiera tomar coraje y pre-
arbitrario de la jurisprudencia nacional, ni del pararse para sobrellevar la operación.
profesor Zelaya. Tal como indica el autor citado,
se trata de una cita a un fallo español, que fue “It appears from the evidence of the surgeons
pronunciado en 1994, y que ha sido reiterado en that it was improper to disunite the callous
múltiples sentencias del Tribunal Supremo de without consent; this is the usage and law of
España y de tribunales latinoamericanos91. surgeons…”
Cabe destacar que de las cuatro obligaciones
definidas en esa cita, hay dos que se asocian “[…] a patient should be told what is about to
claramente al quehacer del médico informando be done to him, that he may take courage and
al paciente, dejándolo en la mejor posición para put himself in such a situation as to enable him
decidir por sí mismo y sobre sí mismo, respetando to undergo the operation.”
lo que sea más conveniente para la visión de la vida
que ese paciente ha desarrollado. En resumen, ese primer esbozo de reconoci-
miento a la importancia de informar a los pacientes
Historia estaba centrado en la posición de los profesionales
sanitarios, y estableció que ellos estaban obligados
El primer esbozo de la doctrina del consenti- a obtener el consentimiento del paciente para me-
miento informado se reconoce en 1767, en el caso jorar las probabilidades de éxito en cualquier inter-
inglés de Slater v. Baker & Stapleton92. En ese caso vención (y quizá para que hiciera sus plegarias u
se declaró la responsabilidad de dos médicos por otras formas de consuelo previas al sufrimiento que

84 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

podía ser inevitable, aunque eso no era lo más rele- demostrar alguna intención de dañar, de lesionar.
vante). El elemento más importante de este fallo para
Un fallo posterior, el caso Mohr v. Williams93, el desarrollo de la doctrina del consentimiento in-
estableció que el consentimiento del paciente tie- formado es que, en materias médicas, es irrelevante
ne una importancia ajena la necesidad de obtener la intención criminal del que comete “assault and
cooperación del paciente y a la costumbre médica battery”, basta demostrar que se trata de amenazar
de tomar decisiones “técnicamente razonables”. En o consumar contactos no consentidos por el deman-
este caso la señora Mohr consultó al doctor Wi- dante. La Corte citó el caso de Vosburg v. Puyney,
lliams por hipoacusia del lado derecho, tenía una arguyendo que el “assault” se puede configurar,
perforación del tímpano y un pólipo compatible en materias médicas, tanto por intención criminal
con otitis media crónica derecha. El lado izquierdo como por negligencia. Del mismo modo, se esta-
no se pudo examinar porque el conducto auditivo blece que el operador sólo puede actuar motu pro-
estaba ocluido por material sólido, y era impruden- prio por el bienestar del paciente, saliendo del con-
te hacer un lavado sin verificar la indemnidad del sentimiento actual, cuando existe urgencia en ello.
tímpano. Un antecedente más cercano a la doctrina del
Cuando la paciente estaba anestesiada se pudo consentimiento informado se encuentra en una
limpiar el conducto auditivo izquierdo, entonces sentencia de 1906, dictada por el Tribunal Supremo
fue evidente que ese lado tenía una enfermedad mu- de Illinois, ese es el caso Pratt vs Davis94.
cho más severa que el derecho, porque había perfo- La señora Parmelia Davis, ama de casa de cua-
raciones de la membrana timpánica y necrosis de renta años de edad, sufría epilepsia de larga data.
los huesecillos del oído medio. El doctor Williams Su marido supo que el doctor Pratt era una auto-
consultó al doctor Davis, médico de cabecera de la ridad en la materia y decidió llevar a su cónyuge.
señora Mohr, y -con su acuerdo- hizo la cirugía del Después de examinarla, el doctor Pratt decidió que
lado izquierdo (sin tocar el lado derecho). era necesario extraer el útero y ovarios de la señora
Una posibilidad jurídica habría sido demandar Davis para curar su epilepsia. La cirugía se efectuó
por negligencia en el ejercicio de una profesión u sin informar a la paciente de la naturaleza de esa
oficio riesgoso, para lo que habría sido necesario cirugía. El cirujano insistió en que había informa-
demostrar algún error técnico en el procedimiento do oportunamente al señor Davis, quien lo nega-
quirúrgico. Pero, el abogado de la paciente deman- ba; pero, el médico reconoció que había ocultado
dó por “assault and battery”, alegando que el per- alguna información a la paciente, porque “deseaba
juicio en su audición se debía a un contacto físico que la paciente ingresara a quirófano sin oponer re-
no autorizado sobre su persona, por ello el jurado sistencia” (remedando de alguna forma la “buena
determinó una indemnización de U$14.322,50, que práctica profesional” que había sido invocada en el
era una cifra enorme en esa época. El juez objetó caso Slater). De hecho, sólo había mencionado a la
la indemnización e indicó la realización de un nue- paciente que pretendía “reparar unos pocos desga-
vo juicio, pero esa objeción fue apelada por ambas rros superficiales del cuello uterino y del recto”.
partes. El doctor Pratt reconoció en la Corte que “no la
La defensa basó su alegato en que existía algo consideraba digna de más explicaciones” y afirmó
así como un “consentimiento tácito” a favor del su defensa diciendo que “… Cuando una paciente
médico cirujano, quien lo había verificado con el se pone al cuidado de un cirujano para tratamiento
médico de cabecera de la demandante. La Corte sin limitaciones expresas, bajo su autoridad, ella
estableció que el consentimiento de la paciente se consiente legalmente que él puede realizar toda
refería a una zona determinada de su cuerpo, y que operación que considere apropiada y esencial para
no cabía hacer una extensión por analogía de ese el bienestar de ella”.
consentimiento, porque no había urgencia en hacer Aunque parece muy lejana, la posición del
la cirugía del lado izquierdo. cirujano que “entrega informaciones parciales,
Es importante destacar que -en materia civil- se inexactas o incompletas, para evitar la oposición del
configura “assault” cuando hay cualquier amena- paciente” todavía existe, y se manifiesta cuando los
za o tentativa dolosa (mal intencionada) o culposa médicos deciden de modo unilateral, paternalista o
(descuidada) de lesionar o hacer cualquier contacto autoritario, cuáles son las informaciones que vale la
físico no consentido con la víctima; y que “battery” pena entregar al paciente. El resultado final es que
se configura por todo contacto físico no consentido el paciente queda privado de oponerse a decisiones
(así sea extremadamente ligero e inocuo), con lo sanitarias que le afectan, porque no tiene cómo
que el “agresor” se hace responsable de todas las adivinar lo que realmente se pretende hacer con su
consecuencias de su proceder, aunque no se logre cuerpo o alma.

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 85


GONZALO MUTIZÁBAL M.

El fallo fue tan categórico como las opiniones un contacto ilegítimo, no consentido por la víctima
del doctor Pratt, pero contrario a ellas: (a diferencia del juicio penal, que siempre exige
dolo).
- “[Under a free government at least, the free Cabe repetir que si un médico amenaza con
citizen`s first and greatest right, which underlies efectuar un procedimiento invasivo no consentido
all others -the right to the inviolability of his comete “assault”; del mismo modo, si un médico
person, in other words, the right to himself-is realiza un procedimiento invasivo no consentido,
the subject of universal acquiescence, and this incurre en “battery”. Y ambos son delitos que dan
right necessarily forbids a physician or surgeon, derecho a reclamar indemnización. Esto puede
however skillful or eminent […] to violate parecer extraño, porque el médico aparenta saber
without permission the bodily integrity of his más acerca de la salud y el bienestar que los
patient […] and [to operate] on him without his pacientes. Sin embargo, “assault” y “battery” son
consent or knowledge”. figuras ilegales en la vida cotidiana, y lo que es
ilegal en la calle no se hace necesariamente más
El doctor Pratt fue condenado por “assault” y legal cuando se realiza en un quirófano96, aunque
condenado a pagar U$ 3.000. esa ilegalidad puede ser obviada por el “privilegio”
Pasaron menos de diez años y se produjo una que se configura al obtener un consentimiento
situación extremadamente similar al caso Pratt v. informado y actuar de acuerdo a la lex artis ad hoc.
Davis. Se trata del caso de Mary E. Schloendorff v. Cuando hay un consentimiento informado váli-
The Society of the New York Hospital, que fue re- do, los hechos que se podrían calificar como ilícitos
suelto en 191495. Este caso es citado una y otra vez (mirar, tocar, pinchar, cortar, arrancar, etc) pueden
como el punto inicial de la doctrina del consenti- ser recalificados como “prestaciones médicas” (ob-
miento informado, porque en él se hace un reproche servar, palpar, puncionar, incidir, amputar, etc),
jurídico al quehacer sanitario bienintencionado, en ajenas al mundo penal, a cambio de ciertas obliga-
que se toman decisiones aparentemente razonables ciones especiales, como actuar con la debida dili-
(hacer un examen bajo anestesia general, y extirpar gencia y cumplir la lex artis.
el tumor que se hace evidente); pero, contrarias a la Finalmente, y a pesar de lo que repiten muchos
voluntad expresa del afectado (que había prohibido textos, la señora Schloendorff perdió el juicio y
expresamente esa eventual cirugía). debió pagar U$ 292 por las costas, porque el fallo
Tras la operación ella desarrolló edema de estableció que la demandada era una institución de
una pierna y gangrena en el brazo izquierdo; se caridad, sin fines de lucro, y que los pagos hechos
le amputaron algunos dedos de la mano, y sufrió por la demandante ni siquiera cubrían los gastos
dolores extremadamente evidentes. que ella había producido. Diez años después, la
Tal como en los dos casos anteriores, y a dife- misma Corte de Apelaciones criticó la argumenta-
rencia del caso Slater, no se hizo reproche de im- ción que se había planteado sobre “charitable im-
prudencia o negligencia. Pero, a diferencia de los munity” -por débil- y la descartó definitivamente en
precedentes, se consolida una proposición jurídica- el fallo Bing v. Thunig, de 195797.
mente revolucionaria, que todavía consagra el dere- El primer caso en que se mencionó simultá-
cho a la auto determinación en materias sanitarias, neamente la necesidad de consentimiento y de in-
un derecho nuevo y propio de cada adulto sensato. formación se habría presentado en la esfera de la
ortopedia, en 193598. El señor Fortner, de 60 años
- “In the case at hand, the wrong complained of de edad, sufría una osteomielitis sifilítica del fémur
is not merely negligence. It is trespass. Every distal. Su médico tratante, el doctor Koch consideró
human being of adult years and sound mind has que el paciente portaba un gran sarcoma de fémur
a right to determine what shall be done with e indicó tratamientos oncológicos que fracasaron
his own body; and a surgeon who performs an estrepitosamente.
operation without his patient’s consent commits La Corte priorizó el “estándar de cuidado” y la
an assault, for which he is liable in damages”. información incompleta que se había entregado al
paciente para decidir sobre su salud, sin hacer cues-
La frase más famosa de ese párrafo podría ser tiones sobre la importancia de su consentimiento.
estrictamente imperfecta, porque las lesiones de La Corte no hizo consideraciones sobre la autono-
Mary Schloendorff se produjeron por un “battery” mía del paciente; pero, en esa sentencia, Fortner v.
(la consumación de un contacto no consentido). En Koch, la Corte rompió un cierto inmovilismo que
materias civiles, el “assault” implica la amenaza estaba paralizando el quehacer médico. La Corte
o tentativa -dolosa o culposa- de lesionar o tener indicó:

86 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

and in certain cases may be crucial, and that in


- “… if there is to be progress in medicine and discussing the element of risk, a certain amount
surgery, there must be a certain amount of ex- of discretion must be employed consistent
perimentation carried on; but such experiments with the full disclosure of facts necessary to an
must be done with the knowledge and consent informed consent”.
of the patient …and must not vary too radically
from the accepted method or procedure.” Esas frases simples y acertadas habrían sido to-
madas del resumen amicus curiae que presentaron
El estándar de “malpractice” fue desarrollado los abogados del American College of Surgeons
años más tarde; pero, desde este fallo comienza a para la defensa del apelante Frank Gerbode100. Esa
considerarse la necesidad de ajustar a cada caso expresión latina se refiere a las presentaciones que
la obligación de informar, llegando más tarde a pueden hacer terceros ajenos a un juicio, que entre-
los conceptos de paciente razonable y el médico gan su opinión como peritos, testigos o informan-
estándar. tes en derecho, para colaborar con el tribunal en la
En rigor, el consentimiento informado nació en resolución de la materia en litigio. La información
1957, con el fallo que dictó la Corte de Apelaciones proporcionada puede consistir en un escrito con
de California en el caso Salgo v. Leland Stanford Jr. una opinión legal, un testimonio no solicitado por
University Board of Trustees99. parte alguna o un informe en derecho sobre la ma-
Martin Salgo consultó por una historia compa- teria del caso. La decisión sobre la admisibilidad de
tible con insuficiencia arterial muy grave de las ex- un amicus curiae queda, generalmente, entregada
tremidades inferiores, incluyendo ausencia de pul- al arbitrio del respectivo tribunal.
sos palpables, atrofia muscular y cianosis distal en Esta resolución plantea por primera vez la
reposo. El paciente era un hombre de 55 años, con duda sobre cuál es la discrecionalidad permitida al
un aspecto muy envejecido. Su médico tratante era médico que cumple con su obligación de informar,
el doctor Frank Gerbode, un célebre especialista en cuál es la “certain amount of discretion” que puede
cirugía vascular, le explicó claramente la gravedad aplicar sin caer en omisiones inexcusables. Y pronto
de la situación, los riesgos de la enfermedad, y la se plantearon las dos vertientes más importantes
posibilidad de hacer una cirugía correctora si la para enfrentar esa disyuntiva (los casos Natanson y
aortografía era favorable. El médico no mencionó Berkey).
los riesgos propios del procedimiento, pero se en- En 1960, se dictó el fallo del caso sostenido por
cargó de presentar el caso a los especialistas respec- Irma Natanson contra John R. Kline y St. Francis
tivos. Hospital and School of Nursing101. La señora Na-
Tras algunas demoras imprevistas se realizó la tanson sufrió quemaduras graves y necrosis de al-
aortografía por punción translumbar, bajo aneste- gunas costillas por la radioterapia que le fue apli-
sia general, en decúbito prono y no hubo incidentes cada como tratamiento para un cáncer de mama.
mayores. El señor Salgo despertó al día siguiente, Hasta donde cabe imaginar, ese era el mejor trata-
estaba parapléjico y nunca se recuperó, murió du- miento disponible en ese momento y la lesión era
rante el juicio, que fue continuado por su viuda. En muy previsible, a pesar de una buena ejecución de
primera instancia el jurado concedió a Martin Sal- la técnica.
go una indemnización de U$250.000; pero, el juez En primera instancia el caso fue rechazado,
redujo ese monto a U$213.355. Apelaron ambas porque se demostró que la paciente había sido in-
partes. formada del tratamiento propuesto y había dado su
Ese fallo estableció los elementos fundamenta- consentimiento expreso para proceder. La deman-
les de una doctrina que se ha desarrollado y exten- dante apeló y el caso llegó a la Corte Suprema de
dido por todo el mundo civilizado, excediendo con Kansas.
creces a la cultura norteamericana en que nació: La Corte hizo dos observaciones fundamentales,
una destinada a establecer la necesidad de contar
- “A physician violates his duty to his patient con el consentimiento del paciente y otra destinada
and subjects himself to liability if he withholds a establecer el estándar de calidad adecuado para
any facts which are necessary to form the basis considerar válido ese consentimiento.
of an intelligent consent by the patient to the
proposed treatment….At the same time, the - “On retrial of this case the first issue for
physician must place the welfare of his patient the jury to determine should be whether the
above all else and [recognize] that the patient’s administration of cobalt irradiation treatment
mental and emotional condition is important was given with the informed consent of the

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 87


GONZALO MUTIZÁBAL M.

patient, and if was not, the physician who failed paciente, representado por el jurado. Este estándar
in his legal obligation is guilty of malpractice “basado en el paciente razonable” estableció que es
no matter how skillfully the treatment may have deber del médico explicar la técnica prevista y sus
been administered”. posibles consecuencias, para que el consentimien-
- “The duty of the physician to disclosure, howe- to informado del paciente alcanzara su propósito
ver, is limited to those disclosures which a rea- esencial: “respetar la autodeterminación del pa-
sonable medical practitioner would make under ciente sobre sus propios intereses, de acuerdo a sus
the same circumstances. How the physician propias convicciones”.
may best discharge his obligation to the pa- Entre sus considerandos se relaciona el deber
tient… involves primarily a question of medi- de información con las leyes relativas al fraude y
cal judgment and therefore should be left to the estafa, tal como se había insinuado en el caso Pratt.
medical profession”. El engaño, familiar en los primeros casos relativos
al consentimiento informado, se aplicó en el caso
Este segundo punto del fallo Natanson, define de Berkey, estableciendo que el “consentimiento
la buena calidad de la información a partir de la no informado” es inválido, por lo que, deja al
posición del médico (limitándola a lo que haría un infractor en posición de ser juzgado de acuerdo a
médico razonable en las mismas circunstancias) las reglas generales, sin poder alegar las eximentes
y permite usar como referente la opinión de otros de “ejercicio legítimo de una profesión u oficio”.
especialistas; pero, ha sido muy criticado porque La misma sentencia enfatizó que la relación
puede restringir el derecho del paciente a su médico paciente es una relación fiduciaria (basada
autodeterminación, a construir su vida tan cerca de en la confianza), y que en esas relaciones existe
sus ideales como sea posible. un mandato legal de “información completa”. La
En 1969, se dictó sentencia en el caso Berkey Corte indicó que la medida o estándar exigible de
v. Anderson102. Tras examinar al paciente, el doc- ese deber en el caso juzgado era:
tor Anderson indicó una mielografía para confirmar
una sospecha de hernia cervical. Al dar la informa- - “whether the doctor gave [the patient] sufficient
ción respectiva, cuando el señor Berkey preguntó si information as to the nature of a myelogram so
se trataba de una exploración similar a la electro- that he could intelligently decide whether he
miografía que ya había conocido, el doctor Ander- wished to have it […]”.
son le indicó que era un procedimiento diagnóstico
que producía molestias menores, porque el pacien- Relacionando este fallo (caso Berkey) con el
te quedaba fijado con correas a una mesa fría, que precedente del caso Salgo, la Corte introdujo un
se cambiaba de posición para obtener imágenes de estándar de información centrado en el paciente,
buena calidad. Le indicó que no sentiría nada ade- desechando las consideraciones relativas a la cos-
más de esas “pequeñas molestias”, y omitió men- tumbre médica o al doctor promedio (caso Natan-
cionar que se requería una punción de la duramadre son).
y que existía el riesgo de una lesión neurológica La era actual del consentimiento informado vive
definitiva. En resumen, entregó información in- el dilema planteado en el caso Salgo, a propósito de
completa y tendenciosamente tranquilizadora. la “certain amount of discretion” permitida durante
Terminado el examen, el paciente refirió dolor el proceso de entregar información a un paciente.
persistente y -tras 24 horas de observación- se En el fondo, todavía es difícil definir el estándar exi-
encontró con que una de sus piernas se doblaba en gible para aceptar en juicio que un doctor ha cum-
cuanto cargaba peso sobre ella, “como si fuera de plido bien su obligación profesional de informar al
goma”. paciente y respetar sus decisiones informadas.
Al revisar en Corte la superficial información Se puede fijar como estándar de información
que había entregado el médico se estableció que: “la que acostumbran entregar los médicos en
circunstancias similares”, permitiendo un grado de
- “[if] appellant was simply told a myelogram liberalidad en la materia, lo que puede vulnerar la
was nothing to worry about and that the most auto determinación del paciente. Así se hizo en el
uncomfortable thing about it was being tilted caso Natanson, basado en la figura de “negligencia”.
about on a cold table, the jury could have Se puede fijar como estándar “el respeto a la au-
concluded that under the facts the statement todeterminación del paciente”, considerando que el
was actually deceptive”. médico es responsable de todo perjuicio que cause
Este párrafo del fallo Berkey definió la buena al curso vital que habría preferido el paciente, por-
calidad de la información a partir de la posición del que incurre en una mala práctica -en negligencia-

88 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

cuando impide al paciente decidir los riesgos que Medicine Foundation y la European Federation
prefiere enfrentar. Como en el caso Berkey, basado of Internal Medicine. Esa publicación recogió un
en la figura de “battery”. enorme esfuerzo de tres asociaciones de médicos,
Desde 1972 las decisiones judiciales en esta destinado a definir y perfeccionar el concepto de
materia oscilaron entre los extremos recién men- “profesionalismo”:
cionados103, que son los referentes clásicos de la
jurisprudencia norteamericana en esta materia. Ese - “Three Fundamental Principles set the stage for
año se agregaron tres casos emblemáticos: Canter- the heart of the charter, a set of commitments.
bury v. Spence, el más citado como referencia doc- One of the three principles, the principle of
trinal; Cobbs v. Grant y Wilkinson v. Vesey. primacy of patient welfare, dates from ancient
En principio, parecía esperable que el estándar times. Another, the principle of patient auto-
de información basado en la “práctica médica ha- nomy, has a more recent history. Only in the
bitual” sería reemplazado por el estándar centrado later part of the past century have people begun
en el paciente, basado en una “persona razonable”. to view the physician as an advisor, often one
Y muchos autores pensaron que nacería una nueva of many, to an autonomous patient. According
etapa en la doctrina del consentimiento informado, to this view, the center of patient care is not in
basada en la protección absoluta del derecho a la the physician’s office or the hospital. It is where
autodeterminación; pero, ese desarrollo ha sido len- people live their lives, in the home and the wor-
to, aunque se mantiene una tendencia clara a respe- kplace. There, patients make the daily choices
tar los intereses propios de las personas enfermas, that determine their health. The principle of so-
por encima de las costumbres profesionales de las cial justice is the last of the three principles. It
personas sanas. Un motor de este cambio han sido, calls upon the profession to promote a fair dis-
curiosamente, la sociedad y la propia costumbre tribution of health care resources.”
profesional, que han ido generando estándares de
información mejores que las exigencias definidas En 1972 se falló el caso Canterbury108, que había
por los jurados y los jueces. comenzado en 1958, cuando el señor Canterbury
Hoy, el estándar de información parece más tenía 19 años de edad y sufría un intenso dolor
claro en las normas profesionales y éticas que en las en la parte posterior de la cintura escapular. En la
referencias legales104,105. Aunque la jurisprudencia mielografía apareció un defecto de llenamiento a
mantiene un estándar especial para esta obligación la altura de la cuarta vertebra dorsal, por lo que, el
médica106. doctor Spence le sugirió hacer una cirugía raquídea.
Tal como informa “The Dartmouth Institute for Aunque el enfermo tenía diecinueve años, era
Health Policy & Clinical Practice”107: menor de edad para efectos legales, el cirujano sólo
hizo un breve contacto por teléfono con la madre
- “A different model of the doctor-patient rela- del paciente. A la pregunta directa de ella: “¿Es una
tionship is emerging in response to this rebe- operación peligrosa?”, el cirujano contestó: “Not
llion against both [medical] paternalism and any more than any other operation”.
third party [payers, insurance companies, and Por desgracia, en la cirugía se encontró que el
health maintenance organizations] intrusion paciente tenía una médula espinal edematosa y no
into medical decision making. Shared decision pulsátil, rodeada por vasos patológicos. Además,
making recognizes that there are complex trade- cayó de su cama en el primer día del posoperatorio,
offs in the choice of medical care. Shared deci- cuando intentaba ir al baño sin ayuda, y -finalmente-
sion making also addresses the ethical need to quedó parapléjico.
fully inform patients about the risks and bene- En marzo de 1963 se presentó la demanda
fits of treatments, as well as the need to ensure contra el doctor Spence (por falta al deber de
that patients’ values and preferences play a pro- informar y negligencia en el diagnóstico y cirugía)
minent role. Most patients willingly participate y contra el Washington Hospital Center (por la falta
in shared decision making, even when decisions de barandillas en la cama y la insuficiente atención
are complicated and difficult.” de enfermería).
El caso fue completamente rechazado en
En el mismo sentido, cabe citar nuevamente primera instancia; pero, el demandante apeló a
la publicación de Annals of Internal Medicine del la Suprema Corte de Estados Unidos, Distrito de
año 2002, referida al trabajo del American Board of Columbia. En esa segunda instancia se consolidó
Internal Medicine Foundation, American Society la definición más exigente que se ha propuesto
of Physicians - American Society of Internal para el deber de informar que tienen los médicos

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 89


GONZALO MUTIZÁBAL M.

frente a sus pacientes: eran inapropiados.


La regla que emerge del caso Cobbs es que el
- “Respect for the patient’s right of self-determi- médico tiene la obligación de informar:
nation on particular therapy demands a standard
set by law for physicians rather than one which - “[…] all significant perils [defining those as]
physicians may or may not impose upon them- the risk of death or bodily harm, and problems
selves”. of recuperation”.

La Corte mencionó dos situaciones en que ese En realidad, la Corte analizó y resumió el punto
deber puede ser atenuado. Una ocurre cuando el en forma brillante:
paciente está incapacitado para informarse o expre-
sarse, y parece peligroso diferir las actuaciones mé- - “In many instances, to the physician, whose
dicas esperando que se recupere. La otra se presen- training and experience enable a self-satisfying
ta cuando la información del riesgo o riesgos puede evaluation, the particular treatment which should
amenazar el bienestar del paciente. be undertaken may seem evident, but it is the
En el mismo año 1972, se dictó el fallo del caso prerogative of the patient, not the physician, to
Cobbs v. Grant109. El señor Ralph Cobbs se hospi- determine for himself the direction in which he
talizó en agosto de 1964 por un cuadro de úlcera believes his interests lie. To enable the patient
péptica, y el doctor Grant explicó los detalles de la to chart his course knowledgeably, reasonable
cirugía; pero, no mencionó los riesgos inherentes a familiarity with the therapeutic alternatives and
ella. La operación se desarrolló sin complicaciones their hazards becomes essential. Therefore, we
y en el octavo día del posoperatorio el paciente se hold, as an integral part of the physician’s overall
fue de alta a su domicilio en buenas condiciones, obligation to the patient there is a duty of rea-
por primera vez. sonable disclosure of the available choices with
En el noveno día el paciente regresó desde su respect to proposed therapy and of the dangers
hogar con dolor abdominal severo, y dos horas inherently and potentially involved in each”.
después de ingresar cayó en anemia aguda. En la
cirugía de emergencia se constató un vaso esplénico Del mismo modo, el fallo estableció una clara
lesionado -como ocurre en el cinco por ciento de diferencia entre la violación voluntaria de la de-
esas cirugías - y se hizo una esplenectomía, sin cisión informada, y la violación necesaria de esa
incidentes. Pasaron dos semanas y el paciente se misma decisión, cuando aparecen imprevistos que
fue de alta en buenas condiciones, por segunda vez. no fueron informados oportunamente. De ese modo
Un mes después del alta el paciente inició la Corte propuso distinguir entre la figura de “lesio-
nuevamente un típico cuadro de síndrome ulceroso, nes civiles por falta de consentimiento (battery)” y
y las radiografías demostraron una úlcera gástrica. la de “negligencia médica por falta de información
Pasaron cuatro meses y fue necesario reintervenir (negligence)”:
porque la mala respuesta al tratamiento médico se
convirtió en una hemorragia digestiva alta. Se hizo - “The battery theory should be reserved for
una hemigastrectomía, sin incidentes y el paciente those circumstances when a doctor performs an
se fue de alta en buenas condiciones, por tercera operation to which the patient has not consented.
vez. When the patient gives permission to perform
Poco después del alta el paciente tuvo una nue- one type of treatment and the doctor performs
va hemorragia, que fue atribuida a la reabsorción another, the requisite element of deliberate
precoz de alguna sutura. Afortunadamente, no fue intent to deviate from the consent given is
necesario reintervenir y -tras una semana de obser- present. However, when the patient consents
vación- el paciente se fue de alta en buenas condi- to certain treatment and the doctor performs
ciones, por cuarta vez. that treatment but an undisclosed inherent
El paciente alegó que el cirujano había violado complication with a low probability occurs, no
su deber de informar sobre los riesgos inherentes intentional deviation from the consent given
a la intervención, y muchos de ellos se habían appears; rather, the doctor in obtaining consent
materializado. La Corte estableció que la necesidad may have failed to meet his due care duty to
de información del paciente es de extrema disclose pertinent information. In that situation
importancia, so pena de invalidar el consentimiento the action should be pleaded in negligence”.
que sea obtenido. De hecho, este fallo consideró que En 1972 se falló también el caso Wilkinson v.
los estándares basados en la costumbre profesional Vesey110, que repitió casi el mismo concepto, por

90 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

eso se habla de los tres hitos dictados por las Cortes necesidad de consideraciones legales o jurídicas, la
norteamericanas en 1972. Ese fallo afirma que: omisión del consentimiento informado, salvo las
excepciones obvias, es una violación a los derechos
- “[…] a physician is bound to disclose all the del paciente, una descortesía abusiva (por la privi-
known material risks peculiar to the proposed legiada posición del médico) y una negligencia mé-
procedure. [It defined materiality as] the signi- dica inexcusable (por incumplimiento del deber de
ficance a reasonable person, in what the physi- información).
cian knows or should know is his patient´s posi- En segundo lugar, la imperfección u omisión
tion, would attach to the disclosed risk or risks del consentimiento informado tiene consecuencias
in deciding whether to submit or not to submit que parecen abstractas: violar voluntad ajena, faltar
to surgery or treatment”. al profesionalismo, abusar de un cargo o profesión,
exceder su legítimo ejercicio. Pero, esas abstrac-
Inicialmente, el estándar de Canterbury, Cobbs ciones pueden cambiar la situación del médico que
y Wilkinson sobre el deber de informar fue adop- no comprende oportunamente la importancia de
tado sólo en las Cortes Federales del circuito de un proceso que es jurídicamente obligatorio, y que
Washington DC, lentamente se extendió a otras ju- -con ello- queda expuesto a errores y mal entendi-
risdicciones. dos que hacen más complejo y peligroso el ejerci-
La mayoría de los estados siguen la doctrina cio profesional119.
de Natanson v. Kline, ajustando el deber de En tercer lugar, el mismo resultado sanitario
informar a la costumbre profesional imperante. puede terminar en sentencias completamente dife-
Algunos estados que habían comenzado a aplicar el rentes, si se modifica el cumplimiento de la obli-
estándar de la “persona razonable”, privilegiando gación de informar completa y oportunamente. De
la autodeterminación del paciente, han vuelto a hecho, la sola imperfección u omisión del consenti-
aplicar el estándar de la “costumbre profesional”, miento informado puede servir de fundamento para
en parte por la actividad de grupos médicos y, por una sentencia judicial adversa120, aunque el resulta-
otro lado, porque se prefiere evitar la proliferación do sanitario parezca perfecto para los que intervi-
de demandas que podrían entorpecer las decisiones nieron en producirlo121.
profesionales, que se presumen bien intencionadas. En cuarto lugar, se debe considerar que la ver-
En realidad, todavía no existe un consenso nacional dad de la vida real es la “verdad material o real” y
en Estados Unidos en esta materia111. que -en cambio- las decisiones judiciales sólo pue-
En 1982, se dictó el fallo del caso Truman v. den considerar ciertos los hechos controvertidos
Thomas112, en que los hijos de una mujer muerta que se demuestran en juicio, en la “verdad procesal
por cáncer cervicouterino ganaron una demanda o demostrada” (que también incluye los hechos no
contra el médico que no informó a la extinta de controvertidos, los hechos de público conocimien-
los riesgos que corría al postergar ese examen de to, las máximas de la experiencia y los principios
rutina: científicamente afianzados). Por ello, no basta in-
formar al paciente con exactitud y claridad, acoger
- “It must be remembered that Dr. Thomas was sus dudas, sus decisiones, respetar su voluntad y
not engaged in an arms-length transaction with cumplir las demás exigencias de la lex artis para
Mrs. Truman. Clearly […] he was obligated to tratar de lograr el resultado deseado. Siempre, una
provide her with all the information material to y otra vez, el fallo sólo puede fundarse en la “ver-
her decision [not to have a pap smear]”. dad procesal”, en los hechos que se demuestran en
juicio. Por eso, además de cumplir con el proceso
De esa forma, el deber médico de informar de informar para obtener un consentimiento válido
sobre las consecuencias de aceptar procedimientos del paciente (una verdad material), es imprescindi-
médicos fue extendido a la obligación de informar ble dejar evidencia para demostrar que esa obliga-
sobre las consecuencias de rechazarlos. ción, impuesta por la comunidad y recogida por el
profesionalismo médico, ha sido cumplida a cabali-
Omisión del consentimiento informado dad.
En aras de la seguridad jurídica, es mejor usar
En primer lugar, y con mucho énfasis, se debe un documento de consentimiento informado, con
repetir que el consentimiento informado es una especial atención en los casos que la ley lo exige
obligación que nace de fuentes, humanistas y pro- expresamente122,123,124,125,126,127,128,129,130.
fesionales113,114, que son previas y superiores a sus Esta prevención es extraordinariamente impor-
efectos legales y jurídicos115,116,117,118. Por ello, y sin tante, porque el juez está obligado -por ley- a entre-

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 91


GONZALO MUTIZÁBAL M.

gar en toda sentencia las consideraciones de los he- desastre que se suele asociar a sentencias muy
chos y los fundamentos de derecho que le permiten desfavorables.
sostener sus conclusiones y decisiones. 6. Cirugías susceptibles de anemia aguda, en que
el anestesiólogo ve amenazadas funciones vita-
El Consentimiento Informado en Anestesia les del paciente que ha consentido su participa-
ción profesional. En esta situación aparece un
Nuestra especialidad se asocia tradicionalmente modelo clásico para el estudio de la doctrina del
a riesgo jurídico muy alto, y se mantuvo por muchos consentimiento informado, se trata de la situa-
años entre las especialidades más demandadas y ción de los Testigos de Jehová, respecto a los
condenadas a indemnizar. cuales se muestran dos sentencias recientes y
Aunque la mortalidad de causa anestésica ha emblemáticas en el párrafo respectivo.
sufrido una disminución importante, que podría 7. Atención multidisciplinaria, que implica varias
llegar a un 97% desde la década de 1940131, toda- consideraciones referidas a la relación que existe
vía es un tema recurrente dentro de la especiali- entre cada operador y los demás proveedores
dad132,133,134,135,136,137, y se suelen difundir materiales de servicios, cada uno de los cuales puede
orientados a mejorar las prácticas protectoras, de intervenir y producir resultados dañosos, que
auto cuidado profesional138,139,140,141. pueden recaer en la esfera de responsabilidad
En el ejercicio de la anestesiología se reúnen de todos los involucrados.
condiciones que se consideran relevantes para 8. Posibilidad cierta de lesiones mortales o asocia-
el proceso de información y consentimiento en das a un pronóstico médico legal grave (denta-
otras especialidades, como la traumatología y les, neurológicas, visuales).
las atenciones en servicios de urgencia142,143, y se
agregan algunas peculiaridades que constituyen una Considerando referencias de varias especiali-
carga adicional en el proceso de consentimiento para dades, parece claro que el riesgo legal puede ser
anestesia, que -probablemente- deben considerarse atenuado si se logra completar el proceso de infor-
por separado del que es necesario para la cirugía o mación y consentimiento antes de ingresar al área
procedimiento principal144,145: quirúrgica146 y se documenta por escrito147,148. Se
han propuesto soluciones para cumplir el proceso
1. El anestesista suele tener muy poco tiempo para de consentimiento en situaciones de emergencia149,
desarrollar una relación médica con el paciente para abordar con profesionalismo algunas técni-
que será intervenido, eso empobrece la calidad cas que parecen casi experimentales150 y se reco-
de dicha relación y limita las posibilidades de mienda adaptar tales prácticas a la jurisprudencia
brindar buena información y verificar que ella local151.
ha sido entendida. Demostrar la existencia de información com-
2. En la atención de urgencias, vínculo médico pleta y oportuna ha permitido obtener sentencias de
paciente se construye y desarrolla bajo presión absolución, incluso ante resultados muy adversos:
adicional, con pacientes angustiados o relativa- embarazo tras vasectomía152, muerte tras lesión ac-
mente incapaces para brindar consentimiento. cidental de carótida153, paraplejia luego de instru-
En esas condiciones, el proceso de información mentación raquídea154, secuelas por discectomía
y consentimiento puede ser aún más apremiante lumbar155, lesión vascular y vesical en herniorrafia
y complejo. crural recidivada156, infección y paraplejia posope-
3. Se suele atender pacientes físicamente frágiles, ratoria tras instrumentación raquídea infectada157,
susceptibles de resultados indeseados y sorpre- etc.
sivos: niños, pacientes de cuidado intensivo, Del mismo modo, la falta de información
ancianos. Se repite la misma consideración an- oportuna puede hacer más difícil la defensa del
terior. médico o el prestador institucional158,159, tal como
4. La especialidad demanda requisitos de destre- lo puede hacer la mala calidad de los registros
za manual y conocimientos técnicos que, con clínicos160, y se ha asociado a condenas en casos
cierta frecuencia, no son acompañados por des- de intervenciones y resultados que podrían
trezas de comunicación y empatía del operador parecer técnicamente aceptables: transfusión
hacia sus pacientes (y esas destrezas no son en- no consentida en caso de anemia aguda161,
trenadas con suficiente intensidad en los progra- tetraparesia tras laminectomía cervical sin
mas de formación profesional). incidentes162, carcinoma de mama que aparece
5. Simetría anatómica, es la fuente obvia para las durante observación clínica de tumor mamario
cirugías y anestesias del lado equivocado, un que parecía benigno163, etc.

92 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

Jurisprudencia hispanoamericana La recta interpretación de la citada disposición


legal aventa toda posibilidad de someter a una
Aunque esta doctrina nació y se ha desarrollado persona mayor y capaz a cualquier intervención
principalmente en Estados Unidos de Norteamérica, en su propio cuerpo sin su consentimiento. Ello,
por razones sociológicas164 y religiosas165, es muy con total independencia de la naturaleza de las
evidente que se ha extendido por todo el mundo motivaciones de la decisión del paciente, en la
occidental. Llegando a fallos señeros en países de que obviamente le es vedado ingresar al tribu-
habla hispana166. nal en virtud de lo dispuesto por el art. 19 de la
Se presentan dos sentencias referidas a Testigos Constitución Nacional, en la más elemental de
de Jehová, porque ellos son el modelo más puro de sus interpretaciones.
conflicto grave entre las intenciones de un paciente 2. Que, en efecto, cualquiera sea el carácter jurí-
y las de un médico. En ellas interactúan el ejerci- dico que se le asigne al derecho a la vida, al
cio legítimo de la medicina, que significa ciertas cuerpo, a la libertad, a la dignidad, al honor, al
obligaciones del médico (que queda en “posición nombre, a la intimidad, a la identidad personal,
de garante” mientras cuenta con la autorización del a la preservación de la fe religiosa, debe reco-
paciente y no arriesgue sus propios intereses), y el nocerse que en nuestro tiempo encierran cues-
ejercicio legítimo de las garantías constitucionales, tiones de magnitud relacionadas con la esencia
que aseguran ciertas libertades del paciente (que de cada ser humano y su naturaleza individual
tiene derecho a vivir su vida como mejor pueda, en y social. El hombre es eje y centro de todo el
cuanto no perjudique a terceros, y sin obligación de sistema jurídico y en tanto fin en sí mismo -más
someterse a otros, que son iguales a él en dignidad allá de su naturaleza trascendente-, su persona
y derechos). es inviolable. El respeto por la persona humana
Ambas sentencias exponen la nueva posición es un valor fundamental, jurídicamente prote-
de las personas frente al Estado y de los pacientes gido, con respecto al cual los restantes valores
frente a los médicos. Ellas definen una convivencia tienen siempre carácter instrumental. Los dere-
libre de paternalismos, en que los adultos -y chos de la personalidad son esenciales para ese
algunos menores- tienen derecho a vivir sin otras respeto de la condición humana. En las vísperas
limitaciones que los derechos actuales de otras del tercer milenio los derechos que amparan la
personas. dignidad y la libertad se yerguen para prevale-
La Corte Suprema de Justicia de la Nación de cer sobre el avance de ciertas formas de vida
Argentina falló en 1993 el caso del recurrente Mar- impuestas por la tecnología y cosmovisiones
celo Bahamóndez167, que apelaba a una sentencia dominadas por un sustancial materialismo prác-
de la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro tico. Además del señorío sobre las cosas que
Rivadavia, que había confirmado una sentencia de deriva de la propiedad o del contrato -derechos
primera instancia en que se autorizaba la transfu- reales, derechos de crédito y de familia-, está
sión de sangre al paciente, así fuera contra su vo- el señorío del hombre a su vida, su cuerpo, su
luntad. El argumento fue que la conducta del señor identidad, su honor, su intimidad, sus creencias
Bahamóndez era un “suicidio lentificado”. trascendentes, entre otros, es decir, los que con-
Aunque el caso fue desechado porque el pa- figuran su realidad integral y su personalidad,
ciente estaba de alta, y la Corte alegó su propia in- que se proyecta al plano jurídico como transfe-
competencia para emitir declaraciones generales o rencia de la persona humana. Se trata, en defi-
pronunciamientos abstractos, se deben mencionar nitiva, de los derechos esenciales de la persona
varias consideraciones de los votos disidentes, que humana, relacionados con la libertad y la digni-
acogen elementos de humanismo muy novedosos dad del hombre”.
en el derecho latino lamericano:
El voto de los doctores Barra y Fayt indicó que: El voto disidente de los doctores Cavagna
Martínez y Boggiano indicó que:
1. Que […] la ley 17.132 de “Ejercicio de la me-
dicina, odontología y actividades de colabo- 1. Que de todo lo afirmado [sobre libertad reli-
ración” dispone en forma clara y categórica giosa y la enorme diferencia entre eutanasia y
que los profesionales que ejerzan la medicina objeción de conciencia] resulta el diverso trata-
deberán -entre otras obligaciones- “respetar la miento con que el ordenamiento jurídico debe
voluntad del paciente en cuanto sea negativa a enfocar la responsabilidad de los profesiona-
tratarse o internarse…”, con excepción de los les y demás personas intervinientes en uno y
supuestos que allí expresamente se contemplan. otro supuesto. En los casos de eutanasia u otra

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 93


GONZALO MUTIZÁBAL M.

práctica asimilable a ella, [esos profesionales] Tal punto de vista desconoce, precisamente,
son autores o cómplices de un hecho ilícito. En que la base de tal norma “…es la base misma de
cambio, cuando hay objeción de conciencia a la libertad moderna, o sea, la autonomía de la
un tratamiento médico, nada cabe reprochar a conciencia y la voluntad personal, la convicción
quienes respetan la decisión libre de la persona según la cual es exigencia elemental de la ética
involucrada. que los actos dignos de méritos se realicen
2. Que la convivencia pacífica y tolerante también fundados en la libre, incoacta creencia del
impone el respeto de los valores religiosos del sujeto en los valores que lo determinan…” (caso
objetor de conciencia, en las condiciones enun- “Ponzetti de Balbín”, cit., voto concurrente del
ciadas, aunque la sociedad no los asuma mayo- juez Petracchi, consid. 19, p. 1941)”.
ritariamente. De lo contrario, bajo el pretexto
de la tutela de un orden público erróneamente El Tribunal Constitucional de España resolvió,
concebido, podría violentarse la conciencia de el 18 de julio del año 2002, el Recurso de Amparo
ciertas personas que sufrirían una arbitraria dis- número 3468/1997168. Los recurrentes eran el
criminación por parte de la mayoría, con per- señor Pedro Alegre Tomás y la señora Lina Vallés
juicio para el saludable pluralismo de un estado Rausa, padres del extinto Marco Alegre Vallés.
democrático”. Los recurrentes habían sido absueltos en primera
instancia por el Juzgado de Instrucción de Fraga,
Por último, el voto disidente de los doctores con fecha 20 de noviembre de 1996; pero, dicha
Belluscio y Petracchi indicó que: sentencia absolutoria había sido revocada por la
Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, el 27 de
1. Que la Corte ha tenido oportunidad de dejar junio de 1997. Con esa revocación, los recurrentes
claramente establecido que el art. 19 de la Ley estaban condenados como autores del delito de
Fundamental otorga al individuo un ámbito homicidio en la persona de su propio hijo.
de libertad en el cual éste puede adoptar Se trataba de un varón de trece años de edad
libremente las decisiones fundamentales acerca que se desangró hasta morir, doce días después
de su persona, sin interferencia alguna por parte de un accidente menor. Ese curso fatal se debió a
del Estado o de los particulares, en tanto dichas que el paciente sufría una pancitopenia grave, no
decisiones no violen derechos de terceros. […] diagnosticada al tiempo de los hechos; y a que, tanto
2. Que tal principio resulta de particular aplicación él como sus padres, manifestaron expresamente su
al presente caso, en el que se encuentran com- rechazo a la transfusión de hemoderivados.
prometidas, precisamente, las creencias religio- La “posición de garante” que se atribuye a los
sas, la salud, la personalidad espiritual y física y padres, y que justificaba el proceso criminal, signi-
la integridad corporal, mencionadas en el citado fica que ciertas personas tienen ciertas obligaciones
precedente. Luego, la posibilidad de que los in- especiales, adicionales a las obligaciones generales
dividuos adultos puedan aceptar o rechazar li- de cuidado y prudencia. Esas personas pueden ser
bremente toda interferencia en el ámbito de su sancionadas si su “omisión de conductas” resul-
intimidad corporal es un requisito indispensable ta dañosa para las personas a que deberían haber
para la existencia del mencionado derecho de la brindado protección. En esa situación están los pa-
autonomía individual, fundamento éste sobre el dres, salvavidas, bomberos profesionales, policías
que reposa la democracia constitucional. […] y médicos (entre otros). El fallo destaca que los
3. Que, de conformidad con los principios enun- garantes pueden alegar su propia objeción de con-
ciados, cabe concluir que no resultaría constitu- ciencia, para respetar la autonomía de la persona
cionalmente justificada una resolución judicial que pretende vivir según sus propias convicciones,
que autorizara a someter a una persona adulta sin pedir ni autorizar intromisiones, por muy bien
a un tratamiento sanitario en contra de su vo- intencionadas que ellas sean.
luntad, cuando la decisión del individuo hubiera El Tribunal Supremo destaca, como hechos
sido dada con pleno discernimiento y no afecta- relevantes para la causa, que los padres solicita-
ra directamente derechos de terceros. ron atención sanitaria oportuna; pero, rechazaron
Una conclusión contraria significaría convertir expresamente la transfusión de hemoderivados.
al art. 19 de la Carta Magna en una mera fórmula Aceptaron sin dilación la sentencia judicial que or-
vacía, que sólo protegería el fuero íntimo de la denaba transfundir; pero, no intervinieron cuando
conciencia o aquellas conductas de tan escasa el menor rechazó -con terror- la tentativa de trans-
importancia que no tuvieran repercusión alguna fusión. Solicitaron el alta a domicilio cuando se
en el mundo exterior. hizo evidente que nadie obraría contra la voluntad

94 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

del menor, y aceptaron los controles domiciliarios tipo de confusión entre funciones religiosas y
dispuestos por la autoridad sanitaria, incluyendo la estatales’ (STC 177/1996)”.
decisión médica de volver a hospitalizar a su hijo En cuanto derecho subjetivo, la libertad religio-
(cuyo estado empeoraba cada día). De hecho, el pa- sa tiene una doble dimensión, interna y externa.
dre fue pacífico acompañante de su hijo en el via- Así, según dijimos en la STC 177/1996, FJ 9,
je final de la ambulancia al hospital, y del mismo la libertad religiosa “garantiza la existencia de
modo contempló la transfusión de hemoderivados un claustro íntimo de creencias y, por tanto, un
que se le aplicó como medida terapéutica desespe- espacio de autodeterminación intelectual ante el
rada, previa a su muerte. fenómeno religioso, vinculado a la propia per-
El fallo del Pleno del Tribunal Constitucional sonalidad y dignidad individual”, y asimismo,
exculpó a los padres del “homicidio por omisión” “junto a esta dimensión interna, esta libertad
en la persona de su propio hijo. ... incluye también una dimensión externa de
Ese fallo contiene ideas notables relativas a la agere licere que faculta a los ciudadanos para
materia en estudio: que el menor tenía derecho a actuar con arreglo a sus propias convicciones y
la libertad religiosa y de conciencia, que la vida mantenerlas frente a terceros (SSTC 19/1985,
libre goza de mayor rango constitucional que la FJ 2; 120/1990, FJ 10, y 137/1990, FJ 8)”. Este
vida sometida, que ningún garante está obligado a reconocimiento de un ámbito de libertad y de
violar las garantías constitucionales de los que debe una esfera de agere licere lo es “con plena in-
proteger, que el estado debe mantenerse en la más munidad de coacción del Estado o de cuales-
extrema laicidad y arreligiosidad, precisamente quiera grupos sociales” (STC 46/2001, FJ 4, y,
como una forma de respeto y tolerancia a todas las en el mismo sentido, las SSTC 24/1982, de 13
religiones de todos sus ciudadanos; y que los delitos de mayo, y 166/1996, de 28 de octubre) y se
de comisión por omisión son figuras doctrinarias, complementa, en su dimensión negativa, por la
ajenas al constitucionalismo y derecho penal de prescripción del art. 16.2 CE de que “nadie po-
España y que, de ninguna forma, son oponibles a drá ser obligado a declarar sobre su ideología,
las garantías de la carta fundamental. religión o creencias”.
Vale la pena destacar algunos considerandos La dimensión externa de la libertad religiosa se
referidos a la libertad religiosa, sus consecuencias traduce además “en la posibilidad de ejercicio,
y sus limitaciones, y a la posición de garantes que inmune a toda coacción de los poderes públi-
tenían los padres del menor fallecido: cos, de aquellas actividades que constituyen
manifestaciones o expresiones del fenómeno
6. El art. 16 CE reconoce la libertad religiosa, religioso” (STC 46/2001), tales como las que
garantizándola tanto a los individuos como se relacionan en el art. 2.1 de la Ley Orgánica
a las comunidades, “sin más limitación, en 7/1980, de libertad religiosa (LOLR), relativas,
sus manifestaciones, que la necesaria para el entre otros particulares, a los actos de culto,
mantenimiento del orden público protegido por enseñanza religiosa, reunión o manifestación
la ley” (art. 16.1 CE). pública con fines religiosos, y asociación para
En su dimensión objetiva, la libertad religiosa el desarrollo comunitario de este tipo de activi-
comporta una doble exigencia, a que se refiere dades”.
el art. 16.3 CE: por un lado, la de neutralidad de 15. Partiendo de las consideraciones expuestas
los poderes públicos, ínsita en la aconfesionali- [sobre libertad religiosa, sus manifestaciones y
dad del Estado; por otro lado, el mantenimiento limitaciones] cabe concluir que la exigencia a
de relaciones de cooperación de los poderes pú- los padres de una actuación suasoria o de una
blicos con las diversas Iglesias. En este sentido, actuación permisiva de la transfusión lo es, en
ya dijimos en la STC 46/2001, de 15 de febrero, realidad, de una actuación que afecta negativa-
FJ 4, que “el art. 16.3 de la Constitución, tras mente al propio núcleo o centro de sus convic-
formular una declaración de neutralidad (SSTC ciones religiosas. Y cabe concluir también que,
340/1993, de 16 de noviembre, y 177/1996, de al propio tiempo, su coherencia con tales con-
11 de noviembre), considera el componente vicciones no fue obstáculo para que pusieran
religioso perceptible en la sociedad española al menor en disposición efectiva de que sobre
y ordena a los poderes públicos mantener ‘las él fuera ejercida la acción tutelar del poder pú-
consiguientes relaciones de cooperación con la blico para su salvaguarda, acción tutelar a cuyo
Iglesia Católica y las demás confesiones’, intro- ejercicio en ningún momento se opusieron.
duciendo de este modo una idea de aconfesiona- En definitiva, acotada la situación real en los
lidad o laicicidad positiva que ‘veda cualquier términos expuestos, hemos de estimar que la

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 95


GONZALO MUTIZÁBAL M.

expresada exigencia a los padres de una actua- No se dio lugar al pago por daño emergente ni lucro
ción suasoria o que fuese permisiva de la trans- cesante, por falta de prueba suficiente.
fusión, una vez que posibilitaron sin reservas la Es necesario destacar que:
acción tutelar del poder público para la protec-
ción del menor, contradice en su propio núcleo 1. No hubo reproche a la indicación ni a la ejecu-
su derecho a la libertad religiosa yendo va más ción material del procedimiento médico; pero,
allá del deber que les era exigible en virtud de la falta de consentimiento informado, y la mala
su especial posición jurídica respecto del hijo evaluación del dolor referido por el paciente,
menor. En tal sentido, y en el presente caso, la rompieron el privilegio que ampara los actos
condición de garante de los padres no se exten- médicos, que deben ser siempre consentidos y
día al cumplimiento de tales exigencias. bien ejecutados (salvo imposibilidad insalva-
Así pues, debemos concluir que la actuación de ble). Se puede repetir que la medicina es mucho
los ahora recurrentes se halla amparada por el más que un conjunto de conocimientos teóricos
derecho fundamental a la libertad religiosa (art. y habilidades manuales, es una forma de traba-
16.1 CE). Por ello ha de entenderse vulnerado jo centrada en la persona del paciente, en su
tal derecho por las Sentencias recurridas en bienestar, su seguridad y su relación con la so-
amparo”. ciedad.
17. Como ya se ha expresado, en el presente caso 2. No se indemnizó el daño emergente ni el lucro
los padres del menor fallecido invocaron su cesante porque no fueron demostrados en jui-
derecho a la libertad religiosa como fundamento cio, a pesar que ambos son muy presumibles
de su actitud omisiva y, al mismo tiempo, cuando una persona sufre fracturas de columna
posibilitaron sin reservas la acción tutelar del y fémures, que requieren instalación quirúrgica
poder público para la protección del menor. de prótesis. Eso debe ser relacionado con la ne-
Por ello procede otorgar el amparo solicitado cesidad de mantener buenos registros clínicos,
por vulneración del derecho fundamental a la que permitan demostrar en juicio la corrección
libertad religiosa (art. 16.1 CE), con la consi- del quehacer sanitario, si ello fuera necesario.
guiente anulación de las resoluciones judiciales
impugnadas”. La segunda de ellas se refiere a una paciente
que fue sometida a la resección de un tumor en su
Jurisprudencia chilena muslo, tras lo cual presentó signos evidentes de
lesión severa en el nervio ciático poplíteo externo
Existe poca jurisprudencia sobre el consenti- de la pierna operada. La biopsia demostró que se
miento informado en Chile. Se puede considerar había extraído un neurofibroma benigno de 4,5 por
que son muy importantes dos sentencias citadas por 3,0 centímetros.
don Enrique Paillas (op. cit.): La sentencia consideró que la lesión sufrida
La primera de ellas se refiere a un paciente que por la querellante tuvo su origen en la intervención
fue sometido a una mielografía usando un medio de quirúrgica a que fue sometida. Y que dichas lesiones
contraste que podía producir convulsiones. La mie- se debieron a la negligencia culpable cometida por
lografía se realizó de forma correcta; pero, se pro- el cirujano en el desempeño de su profesión, pues
dujeron las convulsiones esperables, y el paciente no advirtió a la paciente acerca de los riesgos de
sufrió fracturas en su columna y ambos fémures. esa intervención, la cual fue decidida de inmediato,
Fue necesario instalar dos prótesis femorales para con el sólo reconocimiento físico externo y sin
que el paciente volviera a caminar. exámenes previos, tendientes a determinar la exacta
La sentencia consideró que los acusados no entidad de la afección, por lo que no se advirtió el
adoptaron las medidas pertinentes para prevenir origen nervioso del tumor170.
las complicaciones, no tuvieron a la vista la ficha El cirujano fue condenado a cien días de reclu-
clínica confeccionada por la Comisión de Medicina sión por el cuasidelito de lesiones graves (que fue
Preventiva, no advirtieron al enfermo del peligro reemplazada por una multa tras la apelación respec-
que representaba la prueba y, después de los hechos, tiva), y se estableció una indemnización de cuatro
no indicaron una radiografía de caderas, a pesar de millones de pesos por daño moral (que fue elevada
los dolores que refería el paciente169. a seis millones de pesos en segunda instancia).
La condena fue de setenta días de reclusión para Es necesario destacar que:
cada uno de los dos médicos imputados (aunque la
pena fue remitida), y se fijó una indemnización de 1. Aunque hubo pericias que consideraron que
dos millones quinientos mil pesos por daño moral. la cirugía había sido bien indicada y bien eje-

96 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

cutada (porque los exámenes adicionales no sobre si mismos.


habrían modificado significativamente el plan 3. Esas nuevas obligaciones nacieron fuera del
quirúrgico, excepto en cuanto a brindar mejor mundo médico, pero han sido recogidas por la
información a la paciente, para que pudiera de- deontología médica actual, en el concepto de
cidir sobre la posible cirugía y sus inevitables profesionalismo, y en declaraciones de asocia-
secuelas); la falta de consentimiento informado, ciones médicas internacionales.
y la omisión de exámenes destinados a afinar 4. El incumplimiento de esos deberes puede
el diagnóstico, impiden configurar el privilegio tener sanciones éticas, morales, jurídicas y
que protege los actos médicos bien ejecutados. administrativas.
2. No se indemnizó el daño emergente ni el lucro 5. La falta de información es una negligencia, la
cesante, sea porque ellos no fueron demandados información imperfecta es una impericia que
o porque no fueron demostrados en juicio. Tal puede obligar a intervenciones no autorizadas
como se mencionó en párrafos previos, toda y la falta absoluta de consentimiento puede
sentencia judicial sólo puede referirse a los configurar tipos penales (agresión y lesiones).
hechos demandados entre las partes, y sólo 6. Quien viola el deber de informar y practica in-
puede considerar los hechos que forman parte tervenciones médicas no autorizadas queda fue-
de la verdad procesal. ra de la lex artis y es completamente responsa-
ble de las consecuencias de los actos no consen-
Resumen final tidos (aunque acredite una perfecta ejecución
de las manualidades respectivas), y expuesto a
1. El trabajo médico ha evolucionado por determi- sanciones penales por agresión y lesiones.
nantes sociales y profesionales. 7. Tan importante como cumplir los deberes que
2. Esa evolución impuso nuevas obligaciones a los la sociedad y el profesionalismo imponen a los
médicos, una es el deber de informar a los pa- médicos es preparar evidencias que permitan
cientes; otra es el deber de respetar las decisio- demostrarlo en tribunales, si ello se hace nece-
nes que los pacientes adultos y sensatos tomen sario.

REFERENCIAS Autónoma de México [online] 2007 428.


[citado 31de marzo de 2011]:571- 14. Revuelta Iglesias Ana Victoria.
1. Código Civil de la República 91. Disponible en: www.juridicas. El riesgo de judicialización de la
de Chile [online]. [citado 31 de unam.mx/publica/librev/rev/ medicina. Educ méd 2006; 9(1):
marzo de 2011]. Disponible en: dconstla/cont/20072/pr/pr6.pdf 55-64. [periódico en la Internet].
http://www.bcn.cl/leyes/pdf/ 9. Lessig L. The Architecture of [citado 31 marzo 2011]. Disponible
actualizado/172986.pdf Privacy, Draft 2. Taiwan Net en: http://scielo.isciii.es/scielo.
2. Pardo A. ¿Qué es la salud? Revista ’98 conference, Taipei. March php?script=sci_arttext&pid=S1575-
de Medicina de la Universidad de 1998 [online]. [citado 31 marzo 18132006000600015&lng=es&nrm
Navarra 1997; 41(2): 4-9. 2011]. Disponible en: http://cyber. =iso
3. Retamales A. Rev Chilena de law.harvard.edu/works/lessig/ 15. Martínez Sampere, Eva.
Cirugía 2003;(5): 537-542. architecture_priv.pdf Derechos humanos y diversidad
4. Corral H. Vida familiar y derecho 10. Villate J. Traducción para “Lessig individual [online]. Araucaria
a la privacidad. Rev. Chil. De L. The Architecture of Privacy”, Revista Iberoamericana de
Derecho 1999; 26: 63-86. Cuadernos Ciberespacio y Sociedad Filosofia Política y Humanidades,
5. Corral H. Configuración jurídica [online] Febrero de 1999 [citado Universidad de Sevilla [citado 1
del derecho a la privacidad. Rev. 31 marzo 2011] (2). Disponible en: abril 2011]. Núm. 8. 2002. Pág.
Chil. De Derecho 2000; 27: 51-79. http://www.uned.es/ntedu/espanol/ 3-18. Disponible en: http://www.
6. Dermizaky P. El derecho a la master/segundo/modulos/valores-y- institucional.us.es/araucaria/nro8/
intimidad. Ius et praxis 2000; 6: etica/arquipri.htm ideas8_1.htm
177-193. 11. Squella A. Introducción al derecho. 16. López Miró H. El consentimiento
7. Vivanco A. La aplicación del Santiago (Chile): Editorial Jurídica informado como obligación
concepto de autopoiesis en los de Chile; 2004. de fines. VII Congreso
estudios de género:el derecho a 12. Jestaz P. El derecho. Santiago internacional de derecho de daños:
autocomponerse del sujeto en (Chile): Editorial Jurídica de Chile; Responsabilidades en el siglo
referencia a su identidad sexual. 1996. XXI. Buenos Aires, 2002. Fac. de
Acta Bioethica 2006; 12: 151-164. 13. Kachalia A, Choudhry N, Studdert Derecho. Univ. de Buenos Aires.
8. Vianna T. El derecho a no ser D. Physician Responses to the 17. Asamblea nacional constituyente
registrado. Anuario de Derecho Malpractice Crisis: From Defense de Francia. Declaración de los
Constitucional Latinoamericano, to Offense. The Journal of Law, derechos del hombre y del
Biblioteca de la Universidad Medicine & Ethics 2005; 33:416- ciudadano, París, 1789. [online].

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 97


GONZALO MUTIZÁBAL M.

Sitio web de la Presidencia de schwarzenegger/publikationen/ Americanos. Convención


la República de Francia. [citado assisted-suicide-Switzerland.pdf Americana Sobre Derechos
1 de junio de 2009]. Disponible 28. Neeleman J. Regional suicide rates Humanos (Pacto de San José). 7 al
en: http://www.elysee.fr/elysee/ in the Netherlands: does religion 22 de noviembre de 1969 [citado
espagnol/las_instituciones/los_ still play a role? International 31 marzo 2011]. Disponible en:
textos_fundadores/la_declaracion_ Journal of Epidemiology 1998; http://www.oas.org/Juridico/
de_los_derechos_del_hombre/ 27: 466-472 [on line]. [citado spanish/tratados/b-32.html
la_declaracion_de_los_derechos_ 3 abril 2011]. Disponible en: 40. Asamblea General de las Naciones
del_hombre.21654.html http://ije.oxfordjournals.org/ Unidas. Pacto Internacional de
18. Engelhardt Jr H. Los fundamentos content/27/3/466.full.pdf Derechos Civiles y Políticos. 16
de la bioética. Barcelona: Paidós; 29. Seper F. Declaración “Iura et de diciembre de 1966 [citado 31
1995. bona” Sobre la eutanasia. Sagrada marzo 2011]. Disponible en: http://
19. Ángulo G. El consentimiento frente Congregación para la Doctrina www.prodiversitas.bioetica.org/
a los bienes jurídicos indisponibles. de la Fe, mayo de 1980 [citado doc98.htm
Revista Latinoamericana de 31 marzo 2011]. Disponible en: 41. Consejo de Europa. Convenio
Derecho [online] Dic. 2007 [citado http://www.churchforum.org/ sobre los Derechos Humanos y
31 marzo 2011]; año IV (7-8): printpdf/1524 la Biomedicina o Convenio para
55-88. Disponible en: http://www. 30. Sentencia 53/1985 del Tribunal la protección de los Derechos
juridicas.unam.mx/publica/librev/ Constitucional de España. Humanos y la dignidad del
rev/revlad/cont/7/cnt/cnt3.pdf 31. Macklin R, Dignity is a Useless ser humano con respecto a las
20. Nogueira H. El derecho a la Concept. BMJ 2003; 327:1419- aplicaciones de la Biología y
igualdad en la jurisprudencia 20 [online]. [citado 31 marzo la Medicina o Convenio de
constitucional. Ius et Praxis 1997; 2011]. Disponible en: http:// Oviedo. 4 de abril de 1997 [citado
Año 2: 235-267. www.bmj.com/cgi/content/ 31 marzo 2011]. Disponible
21. Von Münch I. La dignidad full/327/7429/1419?etoc. en: http://www.pcb.ub.es/
del hombre en el derecho 32. León F. Autonomía y beneficencia bioeticaidret/archivos/norm/Conv_
constitucional (traducción: Jaime en la ética clínica: ni paternalismo DerHum&Biomedicina.pdf
Nicolás Muñiz). Revista Española ni medicina defensiva. Biomedicina 42. Sesión Plenaria de la UNESCO.
de Derecho Constitucional 1982; 2006; 2: 257-260. Declaración Universal sobre
año 2 (5): 9-33. 33. Omar E, Talco G, Sohaner G, et Bioética y Derechos Humanos.
22. Pfeffer E. Algunos criterios que al. Consentimiento informado. VII 19 de octubre de 2005. Revista
permiten solucionar el conflicto Congreso internacional de derecho Selecciones de Bioética 2006; 10:
derivado de la colisión de derechos. de daños: Responsabilidades en 6-16.
Rev Chil de Derecho 1998; el siglo XXI. Buenos Aires, 2002. 43. Varsi Rospigliosi, E. La bioética en
Número especial: 225-227. Fac. de Derecho. Univ. de Buenos las constituciones del mundo. Acta
23. Bulygin E. Sobre el estatus Aires. bioeth 2002; 8: 239-253.
ontológico de los derechos 34. Ribeiro DC. Autonomia: viver a 44. Sala Plena de la Corte
humanos. Cuadernos de Filosofía própria vida e morrer a própria Constitucional. Sentencia C-355/06
del Derecho 1987; Núm 4: 79-84. norte. Cad. Saúde Pública Rio de Bogotá, D. C. Diez de mayo de
24. The Stupidity of Dignity. Janeiro 2006; 22: 1749-1754. dos mil seis [online]. [citado 31
Conservative bioethics’ latest, 35. Asamblea General de las Naciones marzo 2011]. Disponible en: http://
most dangerous ploy. Steven Unidas. Declaración Universal www.corteconstitucional.gov.co/
Pinker, The New Republic [online]. de los Derechos humanos. 10 sentencias/2006/C-355-06.rtf
Published:Wednesday, May 28, de diciembre de 1948 [citado 31 45. Giordano S. Is the body a republic?
2008 [citado 31 marzo 2011]. marzo 2011]. Disponible en: http:// J. Med. Ethics 2005; 31; 470-475.
Disponible en: http://www.tnr.com/ www.un.org/spanish/aboutun/ 46. Abed H, Rogers R, Helitzer D, et
article/the-stupidity-dignity hrights.htm al. Informed consent in gynecologic
25. Pániker S. El derecho a morir 36. Asamblea General de las surgery. Am J Obstet Gynecol
dignamente. Anuario de Psicología, Naciones Unidas. Declaración 2007; 197: 674.e1-674.e5.
Facultad de Psicología, Universitat de los Derechos del Niño. 20 47. Himmelstein D, Warren E, Thorne
de Barcelona 1998; 29 (4): 83-90. de noviembre de 1959 [citado 2 D, et al. Market Watch: Illness
26. Death with dignity act. Oregon octubre 2008]. Disponible en: And Injury As Contributors To
Health Autority [on line]. [citado http://www.unhchr.ch/spanish/html/ Bankruptcy [online]. Robert
3 abril 2011]. Disponible en: menu3/b/25_sp.htm Wood Johnson Foundation. The
http://public.health.oregon. 37. UNICEF. Convención Sobre Los Ford Foundation, Harvard Law
gov/ProviderPartnerResources/ Derechos Del Niño. 20 de enero School, and New York University
EvaluationResearch/ de 1989 [citado 31 marzo 2011]. Law School. Health Affairs Web
DeathwithDignityAct/Pages/index. Disponible en: http://www.unicef. Exclusive, February 2, 2005.
aspx es/derechos/docs/CDN_06.pdf Health Affairs, 10.1377/hlthaff.
27. Schwarzenegger C, Summers 38. IX Conferencia Internacional w5.63. [citado 31 marzo 2011].
SJ. Criminal Law and Assisted Americana. Declaración Americana Disponible en: http://content.
Suicide in Switzerland. Facultad de los Derechos y Deberes del healthaffairs.org/cgi/content/full/
de Derecho, Universidad de Zurich Hombre. 2 de mayo de 1948 [citado hlthaff.w5.63/DC1
[on line].Publicado el 3 de febrero 31 marzo 2011]. Disponible en: 48. Restrepo MH. Cuidado paliativo:
de 2005 [citado 3 abril 2011]. http://www.cidh.org/Basicos/ una aproximación a los aspectos
Disponible en: http://www.rwi.uzh. Basicos1.htm éticos en el paciente con cáncer.
ch/lehreforschung/alphabetisch/ 39. Organización de los Estados Persona y bioética 2005; 9 (2):

98 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

6-45. Surgery 2006; 191: 696-700. Disponible en: http://www.


49. Borges J. El enfermo y su situación 64. Morales-Ruiz JC. Formación colegiomedico.cl/Portals/0/files/
vital. Gac Méd Caracas 2003; 111 integral y profesionalismo médico: etica/090305codigo_etica.pdf
(2): 112-116. una propuesta de trabajo en el 74. Bueres A. Responsabilidad civil
50. Kohn L, CorriganJ, Donaldson M, aula. Educ. méd. [revista en la de los médicos. Tercera edición
editors. To Err Is Human:Building a Internet]. 2009 Jun [citado 2011 renovada. Buenos Aires: Editorial
Safer Health System. Committee on Abr 01]; 12(2): 73-82. Disponible Hammurabi; 2006.
Quality of Health Care in America. en: http://scielo.isciii.es/scielo. 75. Ley 41/2002, de 14 de noviembre,
Institute of Medicine. Washington, php?script=sci_arttext&pid=S1575- básica reguladora de la autonomía
D.C: National Academy Press; 18132009000300003&lng=es. del paciente y de derechos y
2000. doi: 10.4321/S1575- obligaciones en materia de
51. McCullough L, Chervenak F. 18132009000300003. información y documentación
Informed Consent. Clin Perinatol 65. Chervenak F, McCullough L. clínica. Gobierno de España,
2007; 34: 275-285. Neglected ethical dimensions of Ministerio de Ciencia y Educación,
52. Seoane J. ¿A quién pertenece la the profesional liability crisis. Instituto Carlos III [on line]. [citado
historia clínica?: Una propuesta American Journal of Obstetrics and 3 abril 2011]. Disponible en: http://
armonizadora desde el lenguaje Gynecology 2004; 190: 1198-1200. www.isciii.es/htdocs/terapia/
de los derechos. Derecho y salud 66. Zawistowski C, Frader J. Ethical legislacion/Terapia_Ley_41_2002.
2002; 10(2): 231-254. problems in pediatric critical pdf
53. Golub E. Los límites de la care:Consent. Crit Care Med 76. Rivas J, Vilches Y, Muñoz D, et al.
medicina. Santiago (Chile), 2003;31[Suppl.]: S407-S410. Comité de Ética de la SECPAL.
Editorial Andrés Bello, 1994. 67. Larcher V. Consent, competence, Consentimiento informado en
54. Luce J, White D. A History of and confidentiality. BMJ 2005; 330; cuidados paliativos. Cuad Bioét
Ethics and Law in the Intensive 353-356. 2006; XVII (1): 95-105.
Care Unit Crit Care Clin 2009; 25: 68. Buchanan A. Mental capacity, 77. Borquez G, Raineri G, Horwitz N,
221-237. legal competence and consent to et al. La noción de capacidad de la
55. Terry P. Informed Consent in treatment. Journal of the Royal persona para tomar decisiones, en
Clinical Medicine. Chest 2007; Society of Medicine 2004; 97: 415- la práctica médica y legal. Rev Med
131; 563-568. 420. Chile 2007; 135: 1153-1159.
56. Paterick T, Carson G, Allen 69. Perspective. Medical 78. Smith R. Communicating risk: the
M, et al. Medical Informed Professionalism in the New main work of doctors. BMJ 2003;
Consent:General Considerations for Millenium. Ann Int Med 2002; 136: 327: 0.
Physicians. Mayo Clin Proc. 2008; 243-246. 79. Información sobre los riesgos
83(3): 313-319. 70. Asociación Médica Mundial. operatorios: opinión de los médicos
57. Jones K. Surgeons’ Silence:A Declaración de Lisboa de la implicados y de los pacientes.
History of Informed Consent in Asociación Médica Mundial Pérez J, Hernando P, Cañellas M,
Orthopaedics. Iowa Orthop J 2007; sobre los Derechos del Paciente. Barrena A, Font J, González I. Rev
27: 115-120. Octubre de 1981, revisada en Esp Anestesiol Reanim. 2004; 51:
58. Doyal L. Informed consent:moral octubre de 2005. [online] [citado 20-27.
necessity or illusion? Quality in 31 marzo 2011]. Disponible 80. Sancho I. Tratamiento legal y
Health Care 2001; 10(Supp I): en: http://www.wma.net/ jurisprudencial del consentimiento
i29-i33. es/30publications/10policies/l4/ informado. In Dret, Revista para el
59. Rangaramanujam ATM. index.html Análisis del Derecho [serial online]
Liberalizing consent - Supreme 71. Asociación Médica Mundial. 2004;(2):1-25 [citado 31 marzo
Court`s preference for “real Declaración de Malta de la 2011]. Disponible en: http://www.
consent” over “informed consent”. Asociación Médica Mundial indret.com/pdf/209_es.pdf
Indian J Radiol Imaging 2008; sobre las Personas en Huelga de 81. Robertson G. A view of the
18(3): 195-197. Hambre. Noviembre de 1991, future:emerging developments in
60. Osuna E, Pérez-Cárceles MD, et revisada en octubre de 2006. health care liability. Health Law
al. Informed consent. Evaluation of [online]. [citado 31 marzo 2011]. Journal 2008; Special Edition:
the information provided to patients Disponible en: http://www.wma. 1-12.
before anaesthesia and surgery. net/es/30publications/10policies/ 82. García Ortega C, Cózar Murillo
Med Law. 1998; 17(4): 511-518. h31/ V, Almenara Barrios J. La
61. Skene L, Smallwood R. Informed 72. European Consultation on the autonomía del paciente y los
consent:lessons from Australia. Rights of Patients. A Declaration derechos en materia de información
BMJ 2002; 324: 39-41. Of The Promotion Of The y documentación clínica en el
62. Zárate E. Los derechos de los Patients`Rights In Europe. Marzo contexto de la ley 41/2002. Rev
pacientes y el consentimiento de 1994. [online]. [citado31 Esp Salud Pública 2004; 78:469-
informado en Perú. SITUA, marzo 2011]. Disponible en: 479.
Revista Semestral de la Facultad http://www.aeds.org/pdf/ 83. Alongi J. Consentimiento
de Medicina Humana, UNSAAC. declaracionamsterdam_derpac_ing. informado. VII Congreso
2003; 12(23): 4-10. pdf internacional de derecho de daños:
63. Steinemann S, Furoy D, Yost F, 73. Colegio Médico de Chile. Código Responsabilidades en el siglo
et al. Marriage of professional de Ética del Colegio Médico de XXI. Buenos Aires, 2002. Fac. de
and technical tasks:a strategy Chile y Manual de Ética Médica Derecho. Univ. de Buenos Aires.
to improve obtaining informed de la Asociación Médica Mundial. Asociación de Abogados de Buenos
consent. The American Journal of [citado 31 marzo 2011]. [online]. Aires, Biblioteca Electrónica

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 99


GONZALO MUTIZÁBAL M.

[on line]. [citado 3 abril 2011]. 765 (Mich. 1935). 117. Garrido M. Derecho Penal, Tomo
Disponible en: http://www.aaba. 99. Salgo v. Leland Stanford Jr. Univ. II. Cuarta edición. Santiago (Chile):
org.ar/bi20op12.htm Bd. of Trustees, 154 Cal. App. 2d Editorial Jurídica de Chile; 2005.
84. Rafael J. La gestión de riesgos 560, 317 P.2d 170 (1957). 118. Urrutia A, Urrutia D, Urrutia C,
y el consentimiento informado. 100. Katz J. Reflections on informed et al. Responsabilidad médico-
[online]. 2006. [citado 28 marzo consent: 40 years after its birth. J legal de los anestesistas. Segunda
2009]. Disponible en: http:// Am Coll Surg 1998; 186(4): 466- edición actualizada. Buenos Aires:
www.theprofessionals.com. 474. Ediciones La Rocca; 2005.
ar/ConsejosArchivos/La%20 101. Natanson v. Kline, 186 Kan. 393, 119. Mitchell J. A fundamental problem
Gestion%20de%20Riesg%20y%20 350 P.2d (1960). of consent. BMJ 1995; 310: 43-48.
Consentimiento%20Informado.pdf 102. Berkey v. Anderson, 1 Cal. App.3d 120. Studdert D, Mello M, Gawande
85. Panting G. How to avoid being 790, 82 Cal. Rptr. 67 (1969). A, et al. Claims, Errors, and
sued in clinical practice. Postgrad 103. President’s Commission for the Compensation Payments in
Med J 2004; 80; 165-168. Study of Ethical Problems in Medical Malpractice Litigation. N
86. Brendel R, Schouten R. Legal Medicine and Biomedical and Engl J Med 2006; 354: 2024-2033.
Concerns in Psychosomatic Behavioral Research, Washington. 121. Fernández M. Problemas jurídicos
Medicine. Psychiatr Clin N Am Making health care decisions:a actuales sobre la vida y la muerte.
2007; 30: 663-676. report on the ethical and legal En: Presentaciones del VI Congreso
87. Manual de riesgos y implications of informed consent Iberoamericano de Academias de
complicaciones procedimientos in the patient–practitioner Derecho 2007 nov 14-17; Bogotá.
anestésicos y quirúrgicos. Bases relationship. Vol 1. Washington [online]. Academia Colombiana
para un consentimiento informado. (DC): US Government Printing de Jurisprudencia [citado 21 mayo
Braghetto I, Vincent J. Red Office; octubre, 1982. 2009]. Disponible en: http://
Clínica, Hospital Clínico de la 104. Mazur D. Influence of the law on www.acj.org.co/activ_acad.
Universidad de Chile [on line]. risk and informed consent. BMJ php?mod=vi%20congreso%20
[citado 3 abril 2011]. Disponible 2003; 327; 731-734. fernandez%20gonzalez
en: http://www.redclinica. 105. Black L. Health law: Accutane and 122. Ley 19.451, 10/04/96. Establece
cl/HospitalClinicoWebNeo/ the evolution of a warning. Virtual normas sobre trasplante y donación
CONTROLS/NEOCHANNELS/ Mentor, AMA Journal of Ethics de órganos [online]. [citado
Neo_CH6258/Deploy/Riesgos%20 2006; 8(8): 520-523. 31 marzo 2011]. Disponible
%20y%20complicaciones,%20 106. Black V, Gibson E. The Temporal en: http://www.leychile.cl/
Procedimientos%20anestesicos%20 Element of Informed Consent. Navegar?idNorma=30818
y%20quirurgicos.pdf Health Law Review 2004; 13(1): 123. Decreto 656, 17/12/97. Reglamento
88. Raab E. The Parameters of 36-43. de la Ley Nº 19.451. Que establece
Informed Consent. Trans Am 107. The Dartmouth Institute for Health normas sobre trasplante y donación
Ophthalmol Soc 2004; 102: 225- Policy and Clinical Practice. Health de órganos [online]. [citado
232. Care Decision Making. [online]. 31 marzo 2011]. Disponible
89. Chuaire L, Sánchez M. Platón [citado 31 marzo 2011]. Disponible en: http://www.leychile.cl/
y el consentimiento informado en: http://www.dartmouth. Navegar?idNorma=82691
contemporáneo. Colombia Médica edu/~cecs/decision_making.html 124. Decreto 570, 14/07/00.
2007; 38(003): 297-300. 108. Canterbury v. Spence, 464 F.2d Aprueba reglamento para la
90. Sentencia Rol Nº 10.569-2005. 772, 783 (D.C.Cir. 1972). internación de las personas con
Sexta Sala de la Ilustrísima Corte 109. Cobbs v. Grant, 8 Cal. 3d 229, 104 enfermedades mentales y sobre
de Apelaciones. Santiago de Chile, Cal. Rptr. 505, 502 P.2d 1 (1972). los establecimientos que la
seis agosto de dos mil nueve. 110. Wilkinson v. Vesey, 110 R.I. 606, proporcionan [online]. [citado
91. Sentencia 349/1994 de la Primera 295 A.2d 676 (1972). 31 marzo 2011]. Disponible
Sala de lo Civil del Tribunal 111. Coulson KM, Glasser BL, Liang en: http://www.leychile.cl/
Supremo de España, de 25 de abril BA. Informed consent: issues for Navegar?idNorma=173059
de 1994. providers. Hematol Oncol Clin N 125. Res. Núm. 2.326 exenta, 30/11/00.
92. Slater v. Baker & Stapleton, 95 Am 2002; 16: 1365-1380. Fija directrices para los servicios
Eng. Rep. 860 (K.B. 1767). 112. Truman v. Thomas, 165 Cal. Rptr. de salud sobre esterilización
93 Mohr v. Williams, 95 Minn. 261, 308, 27 Cal. 3d 285, 611 P.2d 902 femenina y masculina [online].
104 N.W. 12 (1905). (1980). [citado 31 marzo 2011]. Disponible
94. Pratt v. Davis, 224 Ill. 300, 79 N.E. 113. Jaspers K. La práctica médica en: http://www.leychile.cl/
562 (1906), aff’g 118 Ill. App. 161 en la era tecnológica. Barcelona: Navegar?idNorma=178647
(1905). Editorial Gedisa; 1988. 126. Res. Núm. 656 exenta, 20/06/02.
95. Schloendorff v. Society of New 114. da Costa M. Introducción a la ética Regula la aplicación de la técnica
York Hospital, 211 N.Y. 125, 105 profesional. Segunda edición. de psicocirugía o cirugía aplicada
N.E. (1914). Concepción (Chile): Editorial al tejido cerebral [online]. [citado
96. Wiltbank AH. Informed consent Universidad de Concepción; 1998. 31 marzo 2011]. Disponible
and physician inexperience: 115. Flores V. Responsabilidad civil en: http://juridico1.minsal.cl/
a prescription for liability? médica. Santiago (Chile): Sociedad RESOLUCION_656_02.doc
Willamette Law Review 2006; Editora Metropolitana Limitada; 127. Ley 19.779, 24/11/05. Establece
42(3): 563-566. 2002. normas relativas al virus de
97. Bing v. Thunig, 2 N. Y. 2d 656, 143 116. Paillas E. Responsabilidad médica. inmuno deficiencia humana y
N.E. 2d 3 (1957). Quinta edición. Santiago (Chile): crea bonificación fiscal para
98. Fortner v. Koch, 261 NW2d 762, Editorial Lexis Nexis Chile; 2004. enfermedades catastróficas [online].

100 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102


CONSENTIMIENTO INFORMADO Y ANESTESIA

[citado 31 marzo 2011]. Disponible Anesthesiology 2011; 114(4): 729- Patients’ Ability to Give Consent. J
en: http://www.leychile.cl/Navegar 731. Am Coll Surg 2007; 205: 405-408.
?idNorma=192511&buscar=19779 138. Airway management issues in 150. Hurlburt M. Facial transplantation:
128. Ley 20.120, 22/09/06. Sobre la pediatric anesthesia (editorial) Understanding the interests of
investigación científica en el ser [online]. The Canadian Medical patients and hurdles to informed
humano, su genoma, y prohíbe la Protective Association [citado consent. Med Sci Monit 2007;
clonación humana [online]. [citado 2 abril 2011]. Disponible en: 13(8): RA 147-153.
31 marzo 2011]. Disponible en: http://www.cmpa-acpm.ca/ 151. American Society for
http://www.leychile.cl/Navegar?id cmpapd04/docs/resource_files/ Gastrointestinal Endoscopy
Norma=253478&buscar=20120 perspective/2010/04/pdf/com_ (ASGE) Standards of Practice
129. Res. Núm. 8833 exenta, 30/09/10. p1004_4-e.pdf Committee. Informed consent for
Aprueba instrucciones y normativa 139. Anesthesia airway management GI endoscopy. Gastrointestinal
técnica sobre exámenes de (editorial) [online]. The Canadian Endoscopy 2007; 66(2): 213-218.
alcoholemia [online]. [citado Medical Protective Association 152. Tribunal Supremo de España. Sala I
31 marzo 2011]. Disponible en: [citado 2 abril 2011]. Disponible (Civil). Sentencia sobre recurso de
http://www.sml.cl/transparencia_ en: https://www.cmpa-acpm.ca/ casación número 1984/2000, de 23
activa/archivos_transparencia/ cmpapd04/docs/resource_files/ de mayo de 2007.
RESOLUCIONES/NORMATIVA/ risk_id/2005/pdf/com_ri0507-e.pdf 153. Tribunal Supremo de España. Sala
RES-8833_EXENTA_30- 140. Recomendaciones para evitar III (Contencioso-Administrativo).
SEP-2010-3.pdf acciones legales (base de datos) Sentencia sobre recurso de casación
130. Decreto 73, reglamenta AUGE, [online]. [citado 2 abril 2011]. número 5.071/02, de 24 de enero de
30/11/10. Aprueba normas Confederación Latinoamericana 2007.
de carácter técnico médico de Sociedades de Anestesiología. 154. Tribunal Supremo de España. Sala
y administrativo para el Disponible en: http://www.clasa- I (Civil). Sentencia número 2/2009
cumplimiento de las garantías anestesia.org/search/apendice/ sobre recurso de casación, de 21 de
explícitas en salud de la ley 19.966 recomendaciones_para_evitar_acc_ enero de 2009.
[online]. [citado 31 marzo 2011]. legales/ 155. Tribunal Supremo de España, Sala I
Disponible en: http://www.leychile. 141. Practice Self-Assessment Checklist (Civil). Sentencia número 618/2008
cl/Navegar?idNorma=1019960&bu Identifying the Risks in Anaesthetic sobre recurso de casación, de 18 de
scar=decreto+73+2010 Practice [online]. [citado 2 abril junio de 2008.
131. Li G, WarnerM, Lang B, Huang 2011]. MDA National Disponible 156. Tribunal Supremo de España, Sala
L, Sun L. Epidemiology of en: http://www.mdanational.com. III (Contencioso-Administrativo).
Anesthesia-related Mortality in au/media/93541/mdan11812%20 Sentencia sobre recurso de casación
the United States, 1999–2005. anesthetics%20checklist-5.pdf número 1.787/044, de junio de
Anesthesiology 2009; 110(4): 759- 142. Goodman R. Legal, medical, and 2008.
765. ethical implications of informed 157. Tribunal Supremo de España. Sala
132. Bierstein K: Informed consent consent. Orthopedics 2000; 23: III (Contencioso-Administrativo).
and the Medicare Interpretive 668. Sentencia sobre recurso de casación
Guidelines. ASA Newsletter 2006; 143. Moskop J. Informed Consent and número 7.408/04, de 19 de
70(7): 13-14. Refusal of Treatment:Challenges noviembre de 2008.
133. Epstein RH, Vigoda MM, Feinstein for Emergency Physicians. Emerg 158. Manrique J. Características de las
DM. Anesthesia Information Med Clin N Am 2006; 24: 605-618. demandas por lesiones a nervios
Management Systems: A Survey of 144. White S, Baldwin T. Special periféricos durante procedimientos
Current Implementation Policies article: Consent for anaesthesia. invasivos. Vinculación de los
and Practices. Anesth Analg 2007; Anaesthesia 2003; 58: 760-774. anestesiólogos. Rev Colomb
105: 405-411. 145. Marco AP. Editorial. Informed Anestesiol 2006; 34(2): 83-88.
134. Cook TM, Bland L, Mihai R, et al. Consent for Surgical Anesthesia 159. Tribunal Superior de Justicia. Sala
Litigation related to anaesthesia: Care: Has the Time Come for de lo Contencioso Administrativo,
an analysis of claims against the Separate Consent? Anesth Analg Sección 001, Baleares. Sentencia de
NHS in England 1995-2007. 2010; 110(2): 280-282. Procedimiento Ordinario número
Anaesthesia. 2009; 64(7): 706- 146. Childers R, Lipsett P, Pawlik T. 362/2003 de 1 de julio de 2009.
718. Errata in: Anaesthesia. Informed Consent and the Surgeon. 160. Rodríguez E. Aspectos Éticos
2009;64(9):1039-40. Journal of the American College of De La Ficha Clínica. Programa
135. Yasny JS. Review: Perioperative Surgeons 2009; 208(4): 627-634. Regional de Bioética OPS. [online].
dental considerations for the 147. Bhattacharyya T, Yeon H, Harris [citado 31 marzo 2011]. Disponible
anesthesiologist. Anesth Analg. M. The medical-legal aspects of en: http://consensociudadano.bcn.
2009 May; 108(5): 1564-1573. informed consent in orthopaedic cl/conferencia1/FichaClinicaEtica
136. Cheney FW. The American Society surgery. Journal of Bone and Joint 161. Malette v Shulman. 72 Ontario
of Anesthesiologists closed Surgery 2005; 87(11): 2395-2400. Reports (2d) 417 (Ontario Court
claims project: the beginning. 148. Green D, MacKenzie R. Nuances of Appeal 1990). University of
Anesthesiology. 2010 Oct; 113(4): of Informed Consent:The Paradigm Ottawa, Faculty of Law, Common
957-960. of Regional Anesthesia. HSSJ Law Section [online]. [citado 31
137. Lanier WL, Warner MA. Editorial 2007; 3: 115-118. marzo 2011]. Disponible en: http://
View. New Perioperative 149. Sava J, Ciesla D, Williams M, et www.uottawa.ca/associations/ctdj/
Cervical Injury: Medical and al, Is Informed Consent in Trauma cases/malette.htm
Legal Implications for Patients a Lost Cause? A Prospective 162. Tribunal Supremo de España. Sala
and Anesthesia Providers. Evaluation of Acutely Injured III (Contencioso-Administrativo).

Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102 101


GONZALO MUTIZÁBAL M.

Sentencia sobre recurso de casación Buenos Aires: Editorial La ley; 2004. [online]. [citado 1 abril 2011].
número 7394/02, de 21 de marzo de 166. Hooft PJ. Bioética y jurisprudencia. Disponible en URL: http://www.
2007. Acta Bioethica 2002; 8(2): 211- gencat.cat/salut/depsalut/pdf/eu14.
163. Tribunal Supremo de España, Sala 237. pdf
III (Contencioso-Administrativo). 167. Corte Suprema de Justicia de la 169. Octavo Juzgado del Crimen de
Sentencia sobre recurso de casación Nación, República Argentina. Santiago. Sentencia de la Causa
número 4791/2006, de 29 de abril Sentencia de 6 de abril de 1993 25633, dictada el 21 de agosto de
de 2008. “Bahamondez, Marcelo” [online]. 1987, confirmada el 3 de noviembre
164. Lenrow D, Chou L. Interventional [citado 1 abril 2011]. Disponible de 1988, ejecutoriada.
Spine Research: The Evolution of en URL: http://defenpo3.mpd.gov. 170. Vigesimotercer Juzgado del Crimen
Informed Consent. Pain Physician ar/defenpo3/def3/jurisprudencia/ de Santiago, Sentencia de la Causa1
2002; 5(1): 8-17. general/csjn/002fallos.htm 8857, dictada el 6 de julio de 1995,
165. Rabinovich-Berkman R. Actos 168. Tribunal Constitucional Pleno confirmada el 22 de julio de 1996,
jurídicos y documentos biomédicos. de España. Sentencia 154/2002 ejecutoriada.

102 Rev Chil Anest 2011; 40: 77-102

S-ar putea să vă placă și