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CAPITULO I
1. GENERALIDADES.
Son enfermedades trasmisibles todas aquellas que se trasmiten de
una persona enferma a una sana. ES la condici6n patológica debida a
la invasión del organismo, por un germen que se pasa con cierta
facilidad del enfermo al sano para producir nuevas infecciones. La
fiebre Tifoidea, la Difteria, el Sarampión, la Viruela, la Gripe, son
enfermedades trasmisibles.
De acuerdo con la forma más o menos clara en que se presentan los
síntomas, este proceso puede ser típico o atípico. Una infección típica
es aquella en el cual el enfermo manifiesta un síntoma claro, de modo
que cuando es sometido a examen médico el diagnostico puede ser
hecho con facilidad, por ejemplo: un infectado con sarampión, gripe,
etc. En cambio en las infecciones atípicas, los síntomas no son claros
por lo cual se hace el diagnóstico difícil y hay que investigar con
exámenes de laboratorio, Ejemplo: la tuberculosis, la sífilis, el tifus,
etc.
A las enfermedades trasmisibles hay que atribuir un número
considerable de bajas, tanto en tiempo de paz como en guerra,
especialmente en guerra por ser m4s difícil su control inmediato.
Pero por experiencias obtenidas en fuerzas militares disciplinadas se
demuestra que por medio de la aplicación de medidas sanitarias
adecuadas, (vacunación, desinfección, prevención, etc.) pueden ser
dominadas a tiempo y nunca llegan a alcanzar un carácter grave
epidémico. La frecuencia de las enfermedades trasmisibles en la
colectividad humana determina el juego de tres factores que son:
a) Los gérmenes productores de estas enfermedades.
b) Los individuos que forman la colectividad humana.
c) Las condiciones del medio ambiente en el cual se desarrollan los
procesos infecciosos.
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prostitución.
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2. CONCLUSIONES.
Al observar de conjunto las medidas disponibles para luchar contra las
enfermedades trasmisibles, se puede notar la serie de factores que
determinan la presencia de estos en la colectividad humana, y la
variedad de acciones que es necesario desplegar para lograr el control
de ellas. En esta tesis, se ha hecho una definición lacónica, pero
constructiva sobre las enfermedades mencionadas, enumerando las
más comunes, sus medios profilácticos, determinando sus causas y la
responsabilidad en la ejecución de las medidas que tanto en tiempo
de paz como de guerra incumben al personal de jefes, oficiales,
suboficiales y tropa, prestar en una forma evidente para su adecuada
solución y todos -contribuir con responsabilidad al desenvolvimiento
de estos problemas.
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CAPITULO II
1. GENERALIDADES.
Llamase enfermedades trasmitidas por insectos, aquellas en que el
único trasmisor causal es un agente hematólogo; (moscas, zancudos,
piojos, pulga, etc.) empezaremos demostrando algunos de los
insectos más comunes en nuestro medio como trasmisores de
enfermedades. Tenemos como nuestro principal enemigo la mosca, en
su mismo orden el zancudo, los piojos, la pulga, las chinches, la
garrapata.
Para combatir con éxito a estos mosquitos o animales trasmisores, es
necesario poseer ciertos conocimientos fundamentales sobre sus
costumbres de vida; estos conocimientos básicos sobre sus
características evitan muchos esfuerzos innecesarios en su
eliminación.
Los mosquitos se desarrollan hasta su fase adulta, por
transformaciones completas y su ciclo vital pasa por las fases de
huevo, larva, ninfa y mosquito adulto.
El clima, localidad y situaci6n geográfica son elementos favorables al
desarrollo y abundamiento de estos. En tiempo de verano favorece el
desarrollo de enfermedades trasmitidas por insectos, en cambio en
época de frío por ciertos animales como el piojo, la chinche.
A continuaci6n va un cuadro de enfermedades trasmisibles por
insectos.
Paludismo...... ............... Anofeles (varias especies).
Fiebre Amarilla. ............. Mosquito Aedes.
Dengue........................... Mosquito Aedes Egypti.
Tularemia ...................... Moscas, garrapata, piojos, pulgas .
Tifus Exantemático..........Piojos de los vestidos.
Fiebre de las trinchera.....Piojos de los vestidos
Peste Bubónica................Piojos de las ratas
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2. LA MOSCA.
Aunque el mecanismo de trasmisión difiere del de los insectos
estudiados anteriormente, es la mosca uno de los agentes trasmisores
más importantes que se conocen. Por ciertas características físicas y
hábitos es el agente de enlace entre las fuentes de contaminación de
enfermedades de tipo intestinal y el individuo susceptible.
Una breve descripción del desarrollo de la mosca domestica y de
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CAPITULO III
1. Generalidades.
Esta conferencia tratará brevemente sobre los abastecimientos de
agua, su control sanitario, su purificación, impurezas y fuentes de
suministros y corresponde al cuerpo de Intendencia, Ingeniería y
Sanidad Militar, las responsabilidades en el mantenimiento,
conservaci6n y construcción de suministros de agua en las
instalaciones permanentes o semi-permanentes militares. El Cuerpo de
Ingenieros es responsable de todo el abastecimiento de agua.
El Cuerpo Médico, asume la responsabilidad de efectuar los
reconocimientos de inspección y examen de los abastecimientos, así
como de los consejos y recomendaciones que sean necesarios para
proteger la salud de las tropas.
Las misiones tácticas no podrán tener éxito en sus operaciones a
menos que las tropas tengan suficiente agua potable. Esta es más
importante que los mismos alimentos porque en condiciones
extremas de calor o de cansancio, la falta de agua podrá poner al
soldado fuera de combate. El agua sin purificar o purificada por
medios inadecuados contiene siempre suficientes gérmenes para
hacer peligrar la salud, y es la vía de diseminación de enfermedades
como la fiebre tifoidea, disentería bacilar, diarrea de variada etiología,
parásitos intestinales, etc.
Ella se contamina cuando debido a las malas condiciones de las
disposiciones de excreciones humanas pueden ser transportadas
hasta el agua de consumo o cuando atraviesa varios kil6metros de
agua habitadas, teniendo así múltiples oportunidades para ser
contaminada en alguna de las formas indicadas. La salud de todo el
personal de una zona depende del servicio especial del equipo de
purifica ci6n.
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3. FUENTES DE SUMINISTRO.
Las fuentes de suministro de agua, provienen de lluvia, ríos, lagos,
lagunas o riachuelos, cuando este suministro es para tropas en
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sanitarias oportunas..
CAPITULO IV.
1. ACONDICIONAMIENTO DE LA TROPA.
Toda maniobra de orden militar que vaya a ser ejecutada, como
principio de entrenamiento o como ejecución efectiva en tiempo de
guerra, amerita una atención muy especial en cuanto a la selección
del personal que va a ejecutar los ejercicios de marcha. No obstante el
hecho de que el transporte motorizado ha alcanzado un grado de
importancia extraordinaria en los ejércitos modernos, la marcha de a
pie sigue siendo una parte imposible de eliminar por cuanto hay
ocasiones en que esta no puede efectuarse en vehículos motorizados,
por diferente factores de terreno, táctica, etc.
Por lo tanto todo el personal que vaya a ejecutar estos ejercicios debe
ser examinado físicamente, para que este en condiciones idóneas y en
perfecto estado de salud, a fin de que todas sus acciones de
ejecución, se desempeñen a cabalidad y puedan dar el rendimiento
exigido.
La atención debida a la higiene y saneamiento contribuye
inmensamente a la capacidad de las tropas y al éxito de los esfuerzos
inherentes al servicio en campaña. El acondicionamiento del personal
se puede lograr mediante la instrucción progresiva y sistemática, que
consiste en marchas de instrucci6n con distancias y duraciones
especiales. No puede empezarse con marchas lar gas, porque traería
por consecuencia el agotamiento tanto físico como mental.
Los entrenamientos progresivos sirven también para poner a prueba
aquellos individuos que no son físicamente apto para el ejercicio de
esta naturaleza. Los elementos que su estado de salud no sea
perfecto, sirven más bien como un estorbo y obstáculo al buen
desenvolvimiento de la maniobra. Antes de la partida cada
comandante de compañía debe inspeccionar acompañado del medico
del cuerpo todo el personal y material bajo su mando. Esta medida
habrá de abarcar un examen detallado de los pies y calzado, del
vestuario y equipo y el estado físico inmediato del soldado. Se
tomarán medidas para la corrección de las deficiencias existentes y se
acondicionará el calzado y la ropa, pues la estrechez o demasía
holgura de estas prendas afecta el poder de resisten ola del individuo.
2. EJECUCION DE LA MARCHA.
Como lo hemos dicho anterior mente, la ejecución de ejercicios de
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Uso del agua de arroyo o de río. Primera zona, agua para beber y
cocinar. Segunda zona, agua para los animales. Tercera zona, agua
para el baño. Cuarta zona, agua para lavar. Quinta zona, agua para
lavar vehículos.
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6. CONCLUSIONES.
Esta tesis ha demostrado la importancia de que el soldado tenga los
conocimientos necesarios en las diferentes faenas, que el Servicio
Militar exige, para el desenvolvimiento normal de todas sus acciones
y sea el principal colaborador de los Comandos, en cuanto conozca
todas las disposiciones y normas que las diferentes maniobras le
exigen.
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CAPITUULO V
ENFERMEDADES VENEREAS
1. GENERALIDADES:
Las enfermedades venéreas son en gran parte la causa importante de
bajas en el servicio militar por enferme dad. Los casos de
enfermedades del aparato respiratorio son generalmente mucho m4s
numerosos que los de enfermedades venéreas pero en cambio, el
promedio de tiempo perdido por cada individuo afectado de estas
ultimas enfermedades sobre excede en mucho al que se pierde a
causa de las enfermedades del aparato respiratorio. Bajo ningún
concepto se consideran estas como enfermedades mi litares. Resulta
difícil determinar el grado de predominio de estas enfermedades entre
la poblaoi6n civil, sin embargo, investigaciones realizados han
demostrado que de un 60 a un 70 por ciento de las prostitutas se
encuentran infectadas y es probable que sea mucho mayor el
porcentaje.
Las enfermedades venéreas son tan viejas como el hombre y en
épocas anteriores constituyeron verdadero azote de las poblaciones.
Por más que se han agotado todos los medios posibles para
erradicarías de los conglomerados, la lucha ha sido infructuosa, ya
que su presencia no solamente este condicionada por un factor
biológico, sino también social. Afortunadamente en nuestro tiempo,
mediante una educaci6n sexual progresiva, un enfoque más claro del
problema, y la aparici6n de nuevos y eficientes métodos de
tratamientos, se ha logrado reducir su incidencia, así como las
terribles consecuencias que sobre el individuo y sobre su
descendencia traen algunas de ellas.
Las cinco enfermedades clasificadas como venéreas son:
a. Blenorragia (gonorrea, purgación, gota militar)
b. Sífilis
c. Chancro blando (Enfermedad de Ducrey)
d. Linfogranuloma venéreo (bubón tropical)
e. Granuloma inguinal
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2. MEDIDAS PREVENTIVAS:
a. Educación. Deben instruirse cursillos sobre higiene sexual en
todo el personal militar. Ha de hacerse especial hincapié en la
responsabilidad de los comandantes de unidades por las medidas
de prevención y control de las enfermedades venéreas.
Se requiere que por lo menos una vez cada seis meses el
Comandante de cada unidad o destacamento prepare y vigile
personalmente la instrucción sobre higiene sexual y prevención
de las enfermedades venéreas de todas las tropas y clases bajo
su mando. Esta clase de instrucción se dará a los reclutas tan
pronto como sea posible después de su incorporación a filas. El
plan de instrucción se di vide en tres partes:
(1) El jefe de la unidad hablará acerca del efecto de las
enfermedades venéreas, sobre la eficiencia militar y
describirá las posibles medidas preventivas.
(2) Un oficial médico disertará el carácter de las enfermedades
venéreas, la necesidad de tratarlas cuanto antes, el peligro
que implica tratarse uno mismo, y los medios de evitar la
enfermedad.
(3) Un capellán discurrirá sobre el aspecto moral del problema
de las enfermedades venéreas.
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e. Puestos profilácticos.
El servicio de sanidad tiene la responsabilidad de operar un
número suficiente de pues tos profilácticos, de modo que puedan
servir adecuadamente a las necesidades de cada unidad o
agrupamiento militar.
Se aconseja, en muchos casos, establecer puestos de estas
índoles en las poblaciones civiles de las inmediaciones de las
guarniciones o bases militares. Estos puestos deberán
establecerse inclusive en los vivaques. Los tratamientos de
profilaxis química deben ser administrados en los puestos
profilácticos por personal competente del Servicio de Sanidad.
Cualquier soldado puede presentarse a cualquier hora para ser
tratado La profilaxis es sumamente efectiva si se administra
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d. Tubitos profilácticos.
Existen muchas clases de tubo profilácticos de fabricación
comercial. Las cantinas militares se surtirán de ellos para tenerlos
en existencia. No son tan eficaces como los tratamientos que se
dan en los puestos profilácticos, pero son de un gran valor para
los soldados que no pueden llegar a un puesto de profilaxis antes
de haber transcurrido una hora desde el momento que ocurrió el
contacto sospechoso. Aun después de haber hecho uso del tubito
profiláctico el soldado deberá acudir al puesto de profilaxis en
caso de que fuese factible.
f. Medidas punitivas.-
Cualquier individuo que supiera o tuviera la sospecha de
haber contraído una enfermedad venérea habrá de ponerlo en
conocimiento de su superior inmediato. La aplicación de medidas
disciplinarias que dará a la discreción del oficial en jefe.
g. Inspecciones médicas.
Se examinara por lo menos una vez al mes a todo el
personal de tropa y al personal de clase de graduación inferior a
la de sargento primero. Otras revistas adicionales podrán llevarse
a cabo cuando exista la sospecha de que hayan individuos que
intentan ocultar la enfermedad. Estas inspecciones son más
efectivas en la madrugada o inmediatamente después que el
personal regresa de prestar servicios o de hacer sus ejercicios
fuera de sus cuarteles.
h. Tratamientos.
Todos los individuos afectados de enfermedades venéreas
deberán ser enviados inmediatamente al hospital o dispensario
para que sean tratados. El trata miento administrado por el
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CAPITULO VI
PRIMEROS AUXILIOS
ALCANCE 1
GENERALIDADES.
1. PROPÓSITO Y ALCANCE
El propósito de este capítulo es proporcionarle a usted una
explicación de los principios fundamentales de la administración de
las medidas de primeros auxilios que usted. mismo puede aplicarse y
aplicarles a otras personas antes de que llegue el personal de sanidad.
Incluye instrucción en las medidas para salvar la vida, tales como la
detención de hemorragias, el despejo de las vías respiratorias, y la
administración de respiración artificial; la administración de masajes
al corazón por presión sobre el pecho; la protección de las heridas; y
la prevención o disminución del shock. Este manual también describe
las medidas especiales que se deben tomar para el tratamiento de
lesiones especificas, urgencias comunes y lesiones que resultan del
contacto con agentes químicos tóxicos. También explica los métodos
improvisados que pueden usarse para el transporte de enfermos y
heridos y presenta algunos de los métodos y principios básicos de los
primeros auxilios sicól6gicos. El Apéndice A es una lista de las refe-
rencias utilizadas en este manual. El Apéndice B es una lista del
contenido de las cajas, los estuches y paquetes de primeros auxilios.
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ALCANCE 2
SECCIÓN 1.
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SECCIÓN II.
10. Generalidades
Las heridas son las condiciones que más comúnmente requieren
primeros auxilios. La hemorragia no controlada ocasiona la
postración nerviosa y finalmente la muerte1 Por esto es preciso que d.
tome las medidas necesarias para detenerla. La aplicación de un
apósito con presión (véase el párrafo 11) es el mejor método de
controlar la hemorragia en una situación de urgencia. Además de
usar un apósito con presión, la elevación del miembro herido (párrafo
11c (l)) y la aplicación de presión con los dedos (párrafo 11 c(2))
deben ser empleados cuando sea necesario. Otro método para con-
trolar la hemorragia es la aplicación de un torniquete. Sin embargo,
no se recomienda el uso del torniquete a menos que los demás
métodos no den resultado, ya que es posible que la baja pierda el
miembro herido al cual se aplica el torniquete.
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SECCIÓN III.
13. GENERALIDADES
a. La postración nerviosa (párrafo 5 c) puede ser ocasionada por
cualquier clase de herida. Sin embargo, entre más grave es la
herida, mayor será la probabilidad de que sobrevenga la
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SECCIÓN IV.
15. GENERALIDADES
Todas las heridas (menos las que ocurren en circunstancias
especiales, como en una sala de operaciones) están contaminadas
debido a la presencia de microbios en la piel, la ropa y el aire.
Además, todo proyectil o instrumento que causa heridas introduce
microbios. La infección resulta de la multiplicación y extensión de los
microbios que invadieron la herida o ruptura en la piel. El hecho de
que la herida ya esté contaminada no disminuye la importancia de
protegerla contra la contaminación adicional. Entre menos microbios
invaden la herida, tanto menos será la posibilidad de infecci6n y
mayor será la probabilidad de recuperación. Por consiguiente, es
preciso que Ud. aplique apósitos y vendajes en la herida cuanto antes,
tanto para evitar la contaminación adicional como para detener la
hemorragia.
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ojo para vendar una herida en el área cerca del ojo, aunque ésta
en realidad no afecte el ojo tapado.
(1) La aplicación del vendaje de corbata (figura 21) en el ojo
o en el área del oído (figura 30).
(a) Coloque el centro del vendaje encima del ojo u oído
(figura 30a).
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c. La mandíbula
Observación. Antes de vendar la mandíbula, saque de la boca la
dentadura postiza (completa o parcial> y colóquela en el bolsillo
de la baja. Al aplicar el vendaje, deje suficiente espacio para
permitir la entrada de aire y la salida de materia de la boca. Para
asegurarse de que no se le cierre completamente la boca,
coloque un pequeño rollo de material con un espesor de 1/8??
entre los dientes 'Q entre los dientes y la encía. Deje colgar una
tira de dicho rollo fuera de la boca y átela al vendaje para evitar la
posibilidad de que caiga dentro de la boca y obstruya el paso del
aire.
(1) La aplicación de vendajes atados a apósitos de primeros
auxilios (de campaña (figura 19a). Coloque el apósito
sobre la herida y luego aplique los vendajes usando la
técnica que se muestra en la figura 25.
(2) La aplicación del vendaje de cabos (figura 20) en la
mandíbula.
(a) Coloque el centro del vendaje sobre la barbilla; luego
pase los dos cabos superiores por los lados de la
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e. El pecho o la espalda.
(1) La aplicación de vendajes triangulares y en forma de
corbata en el pecho o la espalda.
(a) Ate el ápice del vendaje triangular al vendaje de corbata
y colóquelos con el nudo en la parte del frente del
hombro del lado herido (figura 40a).
(b) Ate los extremos sueltos de la base con un nudo llano
en el lado sano, ajustándolos para que uno quede más
largo que el otro (figura 40b).
(c) Pase el vendaje de corbata por encima del hombro y
átelo al extremo más largo del vendaje triangular
(figura 40c).
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h. El antebrazo.
(1) La aplicación del vendaje arrollado
(figura 22) en el antebrazo usando el mét6do espiral.
(a) Sujete el vendaje en la palma de la mano (figuras 23 y
45a).
(b) Aplique vueltas subsiguientes en forma espiral en
dirección al antebrazo, traslapando cada vuelta (figura
45b).
(c) Sujete el vendaje un poco más abajo del codo aplicando
varias vueltas circulares y luego atándolo con un nudo
llano (figuras 24 y 45£).
(2) La aplicaci6n del vendaje arrollado en la mano y el
antebrazo usando el método de forma en ocho.
(a) Fije el vendaje en la palma de la mano (figura 23).
(b) Aplique vueltas en forma de ocho hacia arriba y luego
aplique una vuelta circular en la muñeca; luego
extienda el vendaje hacia arriba con una vuelta en
forma espiral bien abierta y haga una vuelta circular un
poco más abajo del codo (figura 46a y b).
(c) Llévese entonces en forma espiral hacia abajo alrededor
del antebrazo, con una vuelta circular en la muñeca,
formando así una equis grande en el antebrazo.
(d) Usando la técnica de forma en ocho para el vendaje
hacia arriba alrededor del brazo (figura 46 d).
(e) Sujete el vendaje abajo del codo aplicando varias
vueltas circulares, y luego átelo con un nudo llano
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(figuras 24 y 46 e).
i. La mano.
(1) La aplicación del vendaje triangular (figura 21) en la
mano.
(a) Coloque la mano herida con la palma hacia abajo en el
medio del vendaje triangular con la muñeca sobre la
base del triangulo (figura 47a). Separé los dedos de la
mano con algodón absorbente para evitar el roce y
irritación de la piel.
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j. Los dedos.
(1) La aplicación del vendaje arrollado (figura 22) en el dedo.
(a) Fije el vendaje en la muñeca (figura 23).
(b) Lleve el vendaje sobre el dorso de la mano y de una
vuelta completa en la base del dedo herido; luego dele
una vuelta en espiral hasta la punta del dedo y haga
otra vuelta completa (figura 52a).
(c) Pase el vendaje de nuevo a la base del dedo y luego ti la
punta con vueltas espirales bien abiertas (figura 52b).
(d) Aplique el vendaje hacia arriba en el dedo con vueltas
espirales cerradas y luego haga una vuelta circular en la
base. Extienda el vendaje hacia arriba por el dorso de
la mano y sujételo en la muñeca mediante varias vueltas
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l. La pierna.
(1) La aplicaci6n del vendaje en forma de corbata (figura 21)
en la pierna.
(a) Coloque el centro del vendaje en forma de corbata
sobre el ap6sito (figura 55a).
(b) Comience dando vueltas ascendentes con la punta
superior y vueltas descendentes con la otra punta (en
espiral), de modo que las vueltas queden traslapadas
(figura 55b).
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(c) Ate los extremos sueltos con un nudo llano (figura 55c).
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(figuras 24 y 56f).
m. El pie.
(1) La aplicación del vendaje triangular (figura 21) en el pie.
(a) Coloqu1e el pie herido en el centro del vendaje
triangular con el talón bien adelante de la base '(figura
57a).
(b) Doble el ápice del triángulo sobre el pie, luego rec6ja el
sobrante del vendaje en pequeños pliegues a cada lado
del pie (figura 57b).
(c) Cruce las puntas del vendaje hacia el lado opuesto del
tobillo, luego llévelas alrededor del mismo, y átelas con
un nudo llano en la parte delantera (figura 57c a e).
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ALCANCE 3
SECCION I
LAS HERIDAS Y QUEMADURAS GRAVES
20. GENERALIDADES
Las cuatro medidas salvavidas mencionadas en el Capitulo 2 se
aplican a los primeros auxilios para toda clase de lesi6n; sin embargo,
hay ciertas heridas que requieren precauciones y procedimientos
especiales, modificaciones a dichas medidas. Estas incluyen heridas
en la cabeza, la cara y el cuello, las heridas en el pecho por las cuales
se aspira aire, las heridas en el vientre, las quemaduras y las fracturas
mencionadas en la Sección II.
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SECCIÓN II.
LAS FRACTURAS
26. GENERALIDADES
Las fracturas (huesos rotos) pueden resultar en la incapacitación total
o en la muerte; por otra parte, es posible tratarlas de tal manera que
la baja se recupere completamente. Esto depende de los primeros
auxilios que se le presten a la baja antes de moverla, y comprenden la
inmovilización de la parte fracturada además de la aplicación de los
pasos salvavidas A B C D, según sea necesario.
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ALCANCE 4
EMERGENCIAS COMUNES
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43. EL AHOGAMIENTO
El ahogamiento ocurre cuando agua o cualquier otro liquido obstruye
el paso libre de aire por las vías respiratorias, causando a la vez
espasmos en las cuerdas vocales. Muchas personas que parecen estar
sin vida pueden recuperarse si se les administra respiración artificial
(párrafo 8) pronta y eficientemente. La prisa con que se administre la
respiración artificial es de suma importancia, ya que cualquier demora
disminuye las posibilidades de que se recupere la baja. Muchas veces
es posible empezar a administrar respiración artificial de boca a boca
antes de llegar a tierra. Tan pronto la cabeza de la baja esté fuera del
agua, despéjele la entrada de aire y empiece a administrarle respira-
ción artificial. Si hay otras personas que pueden ayudarle, deje que
éstas lleven a la baja a tierra y continúe usted administrándole
respiración artificial. Una vez en tierra, no pierda tiempo tratando de
voltear a la baja boca abajo en un intento por sacarle el agua de los
pulmones; mas bien continúe administrándole respiración artificial.
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ALCANCE 5
EL TRANSPORTE DE LOS ENFERMOS Y HERIDOS
46. GENERALIDADES
a. El tener conocimiento de cómo mover a las personas lesionadas
gravemente es una de las partes más importantes de los
primeros auxilios. El manejo descuidado o brusco no solamente
aumenta la gravedad de una lesión, sino que también puede
ocasionar la muerte. A menos que haya un buen motivo, no trate
de transportar a una baja hasta tanto no se disponga de algún
medio de evacuación médica. Algunas veces cuando la situación
es urgente y usted sabe que no hay medios de sanidad
disponibles, usted tendrá que mover a la baja. Esta es la razón
por la cual usted debe conocer las diferentes maneras de
transportar a una baja. Pero antes de moverla, adminístrele los
primeros auxilios necesarios. Si tiene fractura, no la mueva hasta
tanto sea entablillada.
b. Este capítulo describe las diferentes maneras de improvisar una
camilla y los métodos de transportar a una baja sin la ayuda de
una Camilla. Sin embargo, no transporte a una baja que tenga
fracturado el cuello o la columna vertebral a menos que sea en
una camilla. Si la baja sufre de fractura en otra parte,
transpórtela de manera que no se agrave la fractura. Una baja
inconsciente debe ser transportada en una camilla o de manera
que no haya peligro de que se caiga. Transportar a una baja en
camilla es más seguro y más cómodo para ésta y le facilita el
trabajo a usted. Si la única manera de transportar a una baja es
a cuestas, debido a lo accidentado del terreno o a causa de las
condiciones de combate, o si es necesario para salvarle la vida,
cárguela; pero colóquela sobre una camilla tan pronto como sea
posible obtener o improvisar una.
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n. Transporte a cuatro manos. Dos hombres forman una “silla" con las cuatro
manos y cargan a la baja sentada como se muestra en la figura 101.
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ALCANCE 6
49. GENERALIDADES
a. La gasolina, el cloro y los insecticidas son ejemplos de
substancias tóxicas comunes. Pueden existir en forma s6lida,
líquida o gaseosa, dependiendo de la temperatura y presión
atmosférica. Por ejemplo, la gasolina es un liquido que puede
vaporizarse; el cloro es un gas; y el DDT (un insecticida) es un
sólido. Algunas substancias son más nocivas al ser aspiradas,
ingeridas o al hacer contacto con el cuerpo. Todas, aunque sean
sólidos, líquidos o gases (inclusive los vapores y aerosoles),
pueden irritar, inflamar, quemar, congelar o destruir los tejidos,
tales como los asociados con las vías respiratorias o los ojos. Es
posible también que sean absorbidos dentro del sistema
circulatorio, ocasionando así daños a cualquiera de las funciones
vitales del cuerpo.
b. Es posible que u6ted se contamine con substancias tóxicas de
uso diario, como los desinfectantes o soluciones de cloro para la
ropa, o a causa de accidentes en el manejo de substancias
químicas o al exponerse a los agentes químicos de guerra. Por lo
general, dicha exposición duraría sólo unos minutos; sin
embargo, en situaciones de guerra, cualquier sustancia tóxica
empleada por el enemigo podría permanecer en el ambiente por
horas y hasta por días.. Esto produciría un ambiente tóxico en el
cual usted tendría que vivir. Por consiguiente, es preciso que
usted esté preparado para protegerse y proteger a otras personas
contra los efectos nocivos de dichas substancias y que sepa
administrar primeros auxilios dentro de dicho ambiente, cuando
sea necesario.
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vez.
(2) Levante la máscara protectora de la baja lo suficiente para
descubrirle la boca y la nariz; lueg6 despéjele la entrada de
aire (párrafo 7):
(3) Coloque a la baja de espalda, con la cabeza ligeramente
hacia atrás, tal como se describe en los párrafos 8b(2) a (4),
para los métodos de boca a boca y boca a nariz.
(4) Coloque firmemente la boquilla del tubo de resucitación
(Figura 104c) entre los labios y dientes de la baja (Figura
105).
(a) Para colocar la boquilla entre los labios y dientes de la
baja, empiece primero con una mitad solamente y luego
introduzca la otra mitad. Coloque la parte indentada de
la boquilla bajo el labio superior. Asegúrese de que los
bordes de la boquilla estén sellados completamente por
los labios de la baja.
(b) Mantenga la boquilla en posición formando un sello
sobre los labios de la baja con el pulgar y dedo índice
de usted. Pase los 9tros tres dedos por debajo de la
barbilla para mantener la mandíbula hacia arriba.
(5) Adminístrele a la baja respiración artificial (Figura 105):
(a) Con los dedos de la mano libre ciérrele la nariz a la
baja, inhale hondamente, y sople por la boquilla del
tubo de respiración (párrafo (1) (a) anterior).
(b) Continúe soplando mientras observa si se eleva el
pecho de la baja. Si no se eleva, hale la mandíbula aún
más hacia arriba y sople con más fuerza. Si todavía no
se eleva el pecho, busque escapes de aire en todas las
conexiones.
(c) Al elevarse el pecho de la baja, deje de soplar y suéltele
la nariz para que pueda exhalar. Asegúrese de cerrarle
nuevamente la nariz tan pronto haya exhalado.
(d) Continúe con el ciclo de soplar y dejar exhalar. Los
primeros cinco soplos deben ser hondos y rápidos para
reoxigenar la sangre rápidamente. Después de éstos,
se debe soplar de doce a veinte veces por minuto. Si la
exhalación es ruidosa, levántele aun más la mandíbula y
busque secreciones en la entrada de aire.
(e) Cuando la baja empiece a respirar, ajuste los soplos
para asistirla. Sople cuando la baja inhala y no cuando
exhala.
(f) Cuando la baja vuelva a respirar con regularidad, deje
de soplar pero déjele el tubo de resucitación en la boca,
permitiéndole respirar aire purificado de la máscara de
usted. Asegúrese de cerrarle la nariz cuando inhala y
de soltarla cuando exhala. Si no continúa respirando
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ALCANCE 7
61. GENERALIDADES
a. Importancia de los primeros auxilios sicológicos. Usted ha
aprendido, que los primeros auxilios son las medidas de urgencia
que se administran antes de que llegue personal de sanidad
idóneo. Los primeros auxilios pueden aplicarse a los trastornos
de la mente así como a los del cuerpo. Por consiguiente, es
necesario que usted sepa administrar primeros auxilios
sicológicos para poder ayudarse a si mismo, a sus compañeros y
a la unidad en general, para que pueda seguir combatiendo. Un
trastorno emocional que dé por resultado un mal juicio puede ser
tan fatal como una bala en el corazón. Los efectos pueden ser
aún más peligrosos si el mal juicio de una persona que padezca
de un trastorno emocional afecta a otras personas.
b. Definición del término primeros auxilios sicológicos. Si uno
se pone a pensar, los primeros auxilios sicológicos son tan
naturales, lógicos y conocidos cómo los primeros auxilios físicos.
Al lastimarse de niño, la actitud comprensiva de sus padres
ayudaba a aliviar el dolor tanto como la "curita" y el
mercurocromo. Más tarde en la vida, un desengaño o dolor era
aliviado por las palabras alentadoras de un amigo. Tomar un
paseo y discutir los problemas con un amigo es una manera
común de hacer frente a una crisis emocional. Los mismos
sentimientos naturales que hacen que deseemos ayudar a una
persona lastimada hacen que deseemos ayudar a un compañero
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durante este trance tan difícil. Ella hace lo mejor que puede
bajo las circunstancias, de modo que ayúdela de la mejor
manera que pueda.
b. Tenga presente que la incapacidad emocional es tan real
como la incapacidad física.
(1) Si un soldado pierde una pierna por pisar una mina terrestre,
nadie, ni la baja misma, es pera que pueda caminar de
inmediato. Aunque las emociones de un soldado hayan sido
quebrantadas por la exposición prolongada a más
derramamiento de sangre y mutilaciones de los que pueda
resistir, o a la explosión de una bomba nuclear, muchas
personas esperan que dicho soldado se reanime y siga con
sus deberes sin perder el dominio de si mismo. Algunos
individuos pueden hacer esto, pero otros no. Los que no
pueden sufren de una incapacidad tan real como el soldado
que ha perdido una pierna. Existe una tendencia muy
lamentable en muchas personas de considerar como reales
solamente aquellas cosas que pueden ver, como una herida
abierta, una hemorragia o una radiografía de un pulmón
enfermo. Muchas personas tienden también a considerar que
todo daño emocional o de la mente es imaginario, y que la
persona afectada no está enferma ni herida en realidad y
que sólo le hace falta ejercer un poco de fuerza de voluntad
para sobreponerse.
(2) Las frases “Ud. se lo está imaginando," “Anímese Ud.” y
“Contrólese” son usadas frecuentemente por personas que
piensan que están ayudando. En realidad, dichas frases son
manifestaciones de hostilidad porque demuestran gran falta
de comprensión. Sólo sirven para incitar y recalcar las
debilidades de la baja. Estas frases no son de ninguna
utilidad en la administración de primeros auxilios sicológi-
cos. Ni la baja sicológica ni la baja con lesiones físicas que
sufre de reacciones emocionales muy fuertes, quiere sentirse
como se siente. Quisiera ser un soldado eficiente pero está
sujeto temporalmente a los efectos del temor y la ansiedad.
Se siente perdido e incapaz de controlar las emociones por
el momento. Recordarle que no ha actuado como los demás
sólo sirve para empeorar su condición.
c. Tenga presente que toda persona lesionada físicamente sufre
de una reacción emocional también.
(1) Una herida leve, como una cortada en el dedo, pone nerviosa
a la mayoría de las personas. Es normal que una persona
lesionada se sienta nerviosa. Mientras más grave sea la
lesión, más inseguros nos tornamos y más nos preocupa-
mos, especialmente si la lesión está en una parte que
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66. RESUMEN
a. Aprenda a descubrir las reacciones anormales en individuo un
que ha estado sometido a situaciones de gran tensión, y tenga en
mente la importancia de la administración de primeros auxilios
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INDICE
CONTENIDO PAGINA
CAPITULO I. NATURALEZA Y PRINCIPIOS DE LA
TRASMISIÓN DE ENFERMEDADES.
1. Generalidades 2–7
2. Conclusiones 7
CAPITLO II. ENFERMEDADES TRASMITIDAS POR INSECTOS.
1. Generalidades 8 – 10
2. La Mosca. 10 – 11
3. Higiene del rancho. 11 – 13
4. Conclusiones 13
CAPITULO III. ABASTECIMIENTO DE AGUA. ENFERMEDADES
TRASMITIDAS POR EL AGUA, FUENTES DE SUMINISTROS.
PURIFICACIÓN, CONTROL SANITARIO.
1. Generalidades. 14
2. Enfermedades trasmitidas por el agua. 14 – 15
3. Fuentes de suministros. 15 – 16
4. Tratamiento y purificación de agua. 16 – 17
CAPITULO IV. HIGIENE DE LA MARCHA. SELECCIÓN Y
EMPLAZAMIENTO DE CAMPAMENTOS. CARACTERÍSTICAS
SANITARIAS.
1. Acondicionamiento de la tropa 18
2. Ejecución de la marcha. 18 – 20
3. Personal de avanzada de alojamiento. 20
4. Selección y saneamiento de los emplazamientos de
campamentos. 20 – 21
5. Características sanitarias de los emplazamientos de
campamentos. 21 – 22
6. Conclusiones. 22
CAPITULO V. ENFERMEDADES VENEREAS.
1. Generalidades. 23 – 25
2. Medidas preventivas. 25 – 27
3. Medidas para reducir el alto porcentaje de
enfermedades venéreas. 28
CAPITULO VI. PRIMEROS AUXILIOS.
ALCANCE 1. GENERALIDADES. 29 – 34
1. Propósito y alcance. 29
3. La importancia de los Primeros Auxilios. 29 – 30
4. Las funciones físicas y vitales. 30 – 31
5. Condiciones que ponen en peligro las funciones
físicas y vitales. 31 – 32
6. Los artículos de Primeros Auxilios. 32 – 34
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CONTENIDO PAGINA
ALCANCE 2. LOS CUATRO PASOS SALVAVIDAS A – B – C – 35 – 85
D. 35 – 46
SECCION I. El paso salvavidas “A”. Despeje la entrada de
aire y restaure la respiración y el latido de
corazón, según sea necesario. 47 – 52
SECCION II. El paso salvavidas “B”. Detenga la hemorragia 52 – 54
SECCIONIII. El paso salvavidas “C”. Administre
tratamiento para la postración nerviosa
(Shock). 55 – 85
SECCION IV. El paso salvavidas “D”. Aplique apósitos y
vendaje.
86 – 109
ALCANCE 3. LESIONES QUE REQUIEREN MEDIDAS
ESPECIALES DE PRIMEROS AUXILIOS. 86 – 91
SECCION I. Las heridas y quemaduras graves. 92 – 109
SECCION II. Las Fracturas.
110 – 119
ALCANCE 4. EMERGENCIAS COMUNES. 110
33. Heridas leves. 110
34. Las quemaduras menores. 110 – 111
35. Un cuerpo extraño en el ojo. 112
36. Un cuerpo extraño en el oído, nariz o la garganta. 112
37. Los problemas de los pies.
38. Las mordeduras de culebras y picaduras de arañas y 113 – 114
alacranes.
39. Las erupciones en la piel causadas por plantas 114
venenosas. 114 – 115
40. Los efectos del calor. 115 – 117
41. Los efectos del frío. 117 – 118
42. Envenenamiento con monóxido de Carbono. 118
43. Ahogamiento. 118 – 119
44. Los choques eléctricos. 119
45. La pérdida del conocimiento.
120 – 141
ALCANCE 5. EL TRANSPORTE DE LOS ENFERMOS Y 120
HERIDOS. 120 – 123
46. Generalidades. 124 – 141
47. Las camillas improvisadas.
48. Métodos de cargas a una baja. 142 – 157
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