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JULIO DEL 2.000


MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

CAPITULO I

NATURALEZA Y PRINCIPIOS DE LA TRASMISIÓN DE


ENFERMEDADES

1. GENERALIDADES.
Son enfermedades trasmisibles todas aquellas que se trasmiten de
una persona enferma a una sana. ES la condici6n patológica debida a
la invasión del organismo, por un germen que se pasa con cierta
facilidad del enfermo al sano para producir nuevas infecciones. La
fiebre Tifoidea, la Difteria, el Sarampión, la Viruela, la Gripe, son
enfermedades trasmisibles.
De acuerdo con la forma más o menos clara en que se presentan los
síntomas, este proceso puede ser típico o atípico. Una infección típica
es aquella en el cual el enfermo manifiesta un síntoma claro, de modo
que cuando es sometido a examen médico el diagnostico puede ser
hecho con facilidad, por ejemplo: un infectado con sarampión, gripe,
etc. En cambio en las infecciones atípicas, los síntomas no son claros
por lo cual se hace el diagnóstico difícil y hay que investigar con
exámenes de laboratorio, Ejemplo: la tuberculosis, la sífilis, el tifus,
etc.
A las enfermedades trasmisibles hay que atribuir un número
considerable de bajas, tanto en tiempo de paz como en guerra,
especialmente en guerra por ser m4s difícil su control inmediato.
Pero por experiencias obtenidas en fuerzas militares disciplinadas se
demuestra que por medio de la aplicación de medidas sanitarias
adecuadas, (vacunación, desinfección, prevención, etc.) pueden ser
dominadas a tiempo y nunca llegan a alcanzar un carácter grave
epidémico. La frecuencia de las enfermedades trasmisibles en la
colectividad humana determina el juego de tres factores que son:
a) Los gérmenes productores de estas enfermedades.
b) Los individuos que forman la colectividad humana.
c) Las condiciones del medio ambiente en el cual se desarrollan los
procesos infecciosos.

GERMEN. Los gérmenes productores de las enfermedades


transmisibles son de varias clases a saber: bacterias, parásitos, virus y
hongos. Su especie varia en cuanto a su poder en el organismo y
según la defensa del paciente.

RESISTENCIA DEL INDIVIDUO. Es el medio de defensa de inmunidad


orgánica, inferior al germen infeccioso.

CONDICIONES DEL MEDIO AMBIENTE. Pueden mencionarse: la


nutrición, el alcoholismo, la prostitución, las condiciones de la

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vivienda, la ignorancia, etc. Estos factores sociales en la producción


de las enfermedades trasmisibles, son tan importantes, que algunas
veces su intervenci6n es decisiva para la aparición de la enfermedad
como primer factor.
A los efectos de combatir las enfermedades trasmisibles se clasifican
de acuerdo al órgano del cuerpo que afecten. Se agrupan de la manera
siguiente:
a. Enfermedades del aparato respiratorio.
b. Enfermedades del intestino.
c. Enfermedades venéreas.
d. Enfermedades trasmitidas por insectos.
e. Enfermedades trasmitidas por alimentos, aguas y heces.
f. Enfermedades diversas.

ENFERMEDADES DEL APARATO RESPIRATORIO. Son las enfer-


medades en la cual el agente causal se elimina con las secreciones de
la boca, la nariz, la garganta y los pulmones. Como enfermedades del
aparato respiratorio citaremos como ejemplo: tuberculosis, el
sarampi6n, la gripe, bronquitis, laringitis, pulmonía, viruelas,
tosferina, coriza, etc.

ENFERMEDADES DEL INTESTINO. Son aquellas enfermedades en las


cuales los agentes causales son eliminados por la orina y las heces.
Como enfermedades del intestino -mencionaremos: disentería
amibiana, cólera, diarrea, infección alimenticia, intoxicaci5n
alimenticia, fiebre -paratífica, fiebre tifoidea, helmintiasis, (parasitosis
intestinal).

ENFERMEDADES VENEREAS. Son aquellas que generalmente se


trasmiten por contactos sexuales. Se mencionan, la blenorragia, el
chancro blando, sífilis y el linfagranulona inguinal.

ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR INSECTOS. Son aquellas


trasmitidas por insectos hematofogos, o sea el agente común
mediante el cual por medio de la sangre del paciente enfermo la
trasmite al sano.
Como ejemplo: el paludismo, la peste bubónica, la fiebre amarilla, el
tifus exantemático, fiebre de trincheras. etc

ENFERNEDADES TRASMITIDAS POR ALINENTOS AGUAS Y HECES.


Los agentes causales son los alimentos en estado de descomposici6n,
preparación defectuosa o contaminados por las moscas 6 manos del
personal de cocina en estado de suciedad, aguas contaminadas 6
secreciones de heces que contaminan el agua. Ejemplo: disentería.
diarrea, tifus.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

ENFERMEDADES DIVERSAS. Se incluyen aquellas posibles de prevenir


pero que no encajan ordinariamente -en los grupos antes
mencionados. Los elementos trasmisores son variados. Ejemplo: la
rabia, (el elemento trasmisor es el perro) y el mono) la escabiosis o,
sarna por una larva llamada ácaro o arador. El tétano. El vacilo de
tétano se introduce en el cuerpo por medio de las heridas por
contaminaci6n de la tierra o polvo, por alojaci6n de un cuerpo extraño
como un clavo mohoso, una astilla de madera, heridas con objetos
cortantes etc.
Las medidas preventivas de las enfermedades del aparato respiratorio
se hace difícil de impedir su trasmisión por el hecho de que estas son
sumamente fáciles de adquirir y la forma específica de protección es
escasa.
Sin embargo, con un control organizado se disminuye su propagación.
Por ejemplo: ventilación de los dormitorios colectivos, aislamiento de
enfermos, medicación adecuada, prevención contra aglomeraciones,
aseo de las cuadras medidas para mejorar la resistencia orgánica y
hospitalización. La única enfermedad de este grupo que puede ser
prevenida de una manera absoluta es la viruela por medio de las
vacunaciones.
Las medidas de prevención contra las enfermedades infecciosas del
intestino dependen de la extremada vigilancia que se ejerza sobre los
medios de trasmisión.
Favorablemente tales medidas son efectivas y de fácil aplicación
citaremos las siguientes:
a. Purificación y protección de los abastecimientos de agua.
b. Inspección apropiada y protección de los aprovisionamientos de
comestibles.
c. Higiene adecuada del rancho.
d. Disposición adecuada de los desperdicios.
e. Eliminación de las moscas.
f. Vacunación contra la tifoidea.
g. Higiene personal de los rancheros.
h. Buena preparación de los alimentos.
1. Desinfección de los objetos que se hubiesen podido contaminar.
En esta forma se disminuye grandemente la posibilidad de epidemia o
de propagación de esta.

ENFERNEDADES VENEREAS. Las medidas preventivas son: la


profilaxia del tipo mecánico, (lavados, aplicaciones de pomadas
alcalomelano, el uso del preservativo).
Educación sobre higiene sexual, recreo, como deportes, bibliotecas,
cine y la inspección periódica del personal, reducción de permisos,
patrullaje de policía Militar por las zonas prohibidas o sea las casas de

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prostitución.

DESDEINFECCIDN. Todo caso de enfermedad trasmisible, presupone


la existencia anterior de otro caso del cual proviene el agente
patógeno. Este nuevo caso, a su vez, puede dar origen a otros
ulteriores. Cada individuo infectado constituye una fuente de
infección de don de parten los gérmenes que causarán la enfermedad
si alcanza a otros susceptibles.
En las enfermedades trasmisibles del hombre hay, principalmente, dos
fuentes de infección o reservorios: el hombre mismo y los animales.

EL HOMBRE COMO FUENTE DE INFECCION. El hombre es la


principal fuente de infección de las enfermedades de que padece la
especie humana. En los siguientes casos: paludismo, tuberculosis,
viruelas, cólera, fiebre tifoidea, sífilis, blenorragia, poliomielitis,
disentería vacilar, sarampión, tosferina, tracoma, etc. La especie
humana es el reservorio.

LOS ANIMALES COMO FUENTES DE INFECCION.- En una serie -de


enfermedades, el papel de la fuente de infección lo desempeñan
animales que viven cerca del hombre. Como ejemplo de este problema
se encuentra la rabia, la peste, el carbunclo, la brucelosis; cuyas
fuentes principalmente son: el perro, la rata, el ganado vacuno y el
ganado cabrío.

DEFINICION DE ELENENTOS DE TRASMISION O FOCOS DE


PROPAGAClON CASO LATENTE. Es el individuo, (humano o animal) --
considerado como que actualmente padece de una enfermedad
trasmisible determinada.

CASO ESPORADICO. Es el caso que aparece en forma aislada de vez


en cuando el cualquier área, no pudiendo establecerse relación con
otros casos conocidos.

CONTACTO. Persona que ha estado en asociación más o menos


prolongada con caso de enfermedad trasmisible o con un portador
sano en su periodo de trasmisión.

CONTAMINACION. Acto o momento en que un sujeto o un objeto se


convierte en vehículo mecánico de diseminación un determinado
agente infeccioso.

EPIDEMIA. Aparición de un normal número de casos de enfermedad


transmisible, durante un tiempo limitado en área determinada.

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FUENTE DE INFECCION. Es el huésped a partir del cual un


determinado agente infeccioso puede alcanzar a nuevos individuos
para producir nuevos casos de las enfermedades en cuestión.
INFECCION. Penetración de un g6rmen dado en el cuerpo de una
persona o animal.

PERIODO DE INCUBACION. Tiempo transcurrido entre el momento de


la infección de una persona o animal y el momento de la aparición de
los síntomas de la enfermedad.

PORTADOR SANO. Sujeto que sin presentar síntomas aparentes de


enfermedad alberga y disemina el agente infeccioso.

SOSPECHOSO. Persona cuyos síntomas o historia médica indica que


puede padecer de alguna enfermedad trasmisible o tenerla él en
incubación.

SUSCEPTIBLE. Persona o animal considerado carente de defensas


propias para hacer frente a un germen determinado o por
consiguiente puede contraer fácilmente la enfermedad.

VECTOR. Insecto u otro invertebrado (mosquito, pulga, garrapata


ácaro, mosca, etc.) capaz de diseminar una infección actuando en
forma mecánica o biológica.

INMUN IZACION, PROFILAXIA Y DESINFECCIÓN.

INMUNIZACION. Consiste en la inoculación de antígenos -bacterianos,


con el fin de proteger contra determinada enfermedad, confiriendo
resistencia y dejando inmune al organismo. Hay inmunización por
medio de vacunas, contra la viruela, el tifus, el tétano, la fiebre
amarilla, la difteria, tos ferina, cólera, etc.
La administración de vacunas es una función del servicio de Sanidad
Militar dentro de los sectores correspondientes y siempre se aplican
dosis al ingresar al servicio para -reforzar la resistencia de inmunidad.
Es responsabilidad de los Comandos de Unidad vigilar por que los
individuos bajo su mando se presenten para la vacunación dispuesta
por el servicio de Sanidad Militar.

PROFILAXIA. Es la aplicación de procedimientos adecuados para


destruir la vitalidad de los agentes o gérmenes infecciosos.

DESINFECCION. Aplicaci6n de sustancias gaseosas o de otro orden


químico capaces de destruir la vida animal, especialmente insectos y
roedores.

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Desde el punto de vista teórico, la eliminación de uno de estos tres


factores podría ser factor a la propagación de una enfermedad
trasmisible. Como se desconocen muchas enfermedades en forma
completa hay que tener en cuenta en estos casos más de un factor en
la propagación de las enfermedades. Por lo que es necesario tener en
cuenta que uno de los objetivos principales será tener una extrema
vigilancia sobre los agentes o medios de trasmisión mediante la
puesta en acción de adecuado plan de medidas preventivas.

2. CONCLUSIONES.
Al observar de conjunto las medidas disponibles para luchar contra las
enfermedades trasmisibles, se puede notar la serie de factores que
determinan la presencia de estos en la colectividad humana, y la
variedad de acciones que es necesario desplegar para lograr el control
de ellas. En esta tesis, se ha hecho una definición lacónica, pero
constructiva sobre las enfermedades mencionadas, enumerando las
más comunes, sus medios profilácticos, determinando sus causas y la
responsabilidad en la ejecución de las medidas que tanto en tiempo
de paz como de guerra incumben al personal de jefes, oficiales,
suboficiales y tropa, prestar en una forma evidente para su adecuada
solución y todos -contribuir con responsabilidad al desenvolvimiento
de estos problemas.

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CAPITULO II

ENFERMEDADES TRASMITIDAS POR INSECTOS

1. GENERALIDADES.
Llamase enfermedades trasmitidas por insectos, aquellas en que el
único trasmisor causal es un agente hematólogo; (moscas, zancudos,
piojos, pulga, etc.) empezaremos demostrando algunos de los
insectos más comunes en nuestro medio como trasmisores de
enfermedades. Tenemos como nuestro principal enemigo la mosca, en
su mismo orden el zancudo, los piojos, la pulga, las chinches, la
garrapata.
Para combatir con éxito a estos mosquitos o animales trasmisores, es
necesario poseer ciertos conocimientos fundamentales sobre sus
costumbres de vida; estos conocimientos básicos sobre sus
características evitan muchos esfuerzos innecesarios en su
eliminación.
Los mosquitos se desarrollan hasta su fase adulta, por
transformaciones completas y su ciclo vital pasa por las fases de
huevo, larva, ninfa y mosquito adulto.
El clima, localidad y situaci6n geográfica son elementos favorables al
desarrollo y abundamiento de estos. En tiempo de verano favorece el
desarrollo de enfermedades trasmitidas por insectos, en cambio en
época de frío por ciertos animales como el piojo, la chinche.
A continuaci6n va un cuadro de enfermedades trasmisibles por
insectos.
Paludismo...... ............... Anofeles (varias especies).
Fiebre Amarilla. ............. Mosquito Aedes.
Dengue........................... Mosquito Aedes Egypti.
Tularemia ...................... Moscas, garrapata, piojos, pulgas .
Tifus Exantemático..........Piojos de los vestidos.
Fiebre de las trinchera.....Piojos de los vestidos
Peste Bubónica................Piojos de las ratas

TRASMISION. Las dos formas principales de trasmisi5n por insectos


son: la mecánica y la biol6gica. La mecánica es aquella en la cual el
agente causal no experimenta ningún cambio el insecto trasmisor, es
decir que se trasmite por el agente especifico tal como este lo
adquirió de la persona infectada y no existe periodo de incubación.
Biológica. En esta forma de trasmisi6n el virus o el parásito
experimenta cambio en el cuerpo del huésped vector antes de que

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llegue a ser infectante, llamase a este período incubación del agente


causal, como por ejemplo: en la trasmisi6n del paludismo y la fiebre
amarilla. La trasmisión del germen o infección se efectúa por medio
del vector el que mediante la succión de sangre de persona y animal
infectado se infecta, y entonces se encuentra apto para trasmitir la
enfermedad a persona que esté en condiciones de receptividad para la
enfermedad.
La infección también se contrae por inoculación de va del insecto o
por las secreciones glandulares al introducidas en la piel por el
rascado o la picadura. Las fuentes de producción de los mosquitos
trasmisores son, el agua estancada> los flujos de corrientes lentas,
pantanos y lagunas.

MEDIDAS PARA LA DESTRUCCION DE MOS UITOS. Las medidas para


la destrucción de los mosquitos se basa en los siguientes
procedimientos:
a. Eliminación de los lugares de reproducción
b. Destrucción de las larvas y los Himagos.
c. Protección del hombre contra las picaduras de los mosquitos
d. Aislamiento de los enfermos y portadores de enfermedades para
prevenir la infección de los mosquitos.
c. Tratamiento de los enfermos y portadores de enfermedades.
El planeamiento y reconocimiento para la lucha contra los mosquitos
corresponde al servicio de sanidad de acuerdo con la situación militar
y las condiciones económicas para la lucha, la clase de mosquito en la
región donde se efectúa, los tipos y situación de los lugares de re
producción de ellos y la presencia de enfermedades transportadas por
ellos.
La ejecución de las medidas en contra de los mosquitos es de
responsabilidad de los comandantes militares de acuerdo a las
recomendaciones efectuadas por el Servicio conforme al
reconocimiento y planeamiento que haya efectuado. Los trabajos
prácticos son efectuados por el Ser vicio de Malariología, bajo la
supervigilancia del Serví cío de Sanidad. Las medidas de control deben
efectuarse en los campamentos permanentes y semi - permanentes y
son de gran eficacia y utilidad en donde ellas se pongan en acción. Se
debe tener siempre en cuenta que la completa eliminación de los
mosquitos requiere varias semanas. En tiempo de guerra la situación
militar puede ser tal que sólo se puede obtener la destrucción parcial
de estos. Sin embargo, en tiempo de paz se puede lograr una
destrucción en grado satisfactorio.

MEDIDAS DE CONTROL, ELIMINACION DE LOS LUGARES DE


REPRODUCCION.

RELLENO. Este es un procedimiento eficaz cuando es aplicado a

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pequeñas depresiones del terreno en los que el agua de las


inundaciones de tormenta pueden acumularse. Se puede utilizar como
material, tierra, basuras, cenizas, etc.

DRENAJE. Este procedimiento se aplica a pequeñas charcas o


pantanos, puede ser de tipo subterráneo o superficial.

ACONDICIONAMIENTO DE LA CORRIENTE. Consiste en enderezar las


márgenes suprimiendo las depresiones.

DISPOSICION DEL AGUA DE LOS RECEPTACULOS. Todos los


receptáculos se vaciarán por lo menos una vez por semana,
efectuándose inspecciones con frecuencia a fin de observar su hay
larvas.

DESTRUCCION DE LAS LARVAS. Consiste en las medidas de la


eliminación de estas por medio de petróleo crudo, el kerosene, verde
de parís, o larvicidas especiales.

PROTECCION DEL INDIVIDUO. La protección contra los mosquitos, es


necesario tanto para los pacientes sometidos a tratamientos de
enfermedades trasmitidas por insectos, como para las personas sanas.

ENREJILLADO. Es eficaz únicamente si se preserva en perfectas


condiciones. Los vestíbulos con puertas de doble enrejillado son
eficaces para la destrucción de los mosquitos de los edificios.

MOSQUITERO. Se usan en las camas en todas aquellas zonas donde


las enfermedades trasmitidas por insectos son de carácter endémico.

SUSTANCIAS AHUYENTADORAS DE MOSQUITOS. Estas sustancias


consisten en mezclas que al aplicarse parcial o totalmente sobre la
piel ahuyentan a los mosquitos, aplicase de la misma manera sobre la
ropa.

PULVERIZACION. Este procedimiento es eficaz en los edificios, el uso


de insecticida da resultado efectivo cuando se emplea según las
indicaciones impresas.

2. LA MOSCA.
Aunque el mecanismo de trasmisión difiere del de los insectos
estudiados anteriormente, es la mosca uno de los agentes trasmisores
más importantes que se conocen. Por ciertas características físicas y
hábitos es el agente de enlace entre las fuentes de contaminación de
enfermedades de tipo intestinal y el individuo susceptible.
Una breve descripción del desarrollo de la mosca domestica y de

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Y PRIMEROS AUXILIOS

alguna de sus características es esencial para comprender las medidas


de destrucción que se recomiendan. El desarrollo de la mosca pasa
por cuatro (4) fases sucesivas: huevos, larva, ninfa y adulta.
El tiempo de desarrollo de la mosca de huevo a adulta es de ocho
días. Los principales hábitos de las moscas que han de considerarse
en el planeamiento y ejecución de las medidas para su destrucción
son:
a. La preferencia que tienen por el estiércol de caballo, las
excreciones humanas y los desperdicios vegetales en estado de
fermentación, como sitio de reproducción.
b. La necesidad que tienen las larvas de disponer de un medio
nutritivo húmedo3 caliente y soluble para su desarrollo normal.
c. La tendencia que muestran las larvas a emigrar medio nutritivo
de reproducci6n antes de que entren la fase final.
d. La capacidad de las larvas de arrastrarse entre la tierra suelta o
entre el estiércol.
e. La atracción de las moscas adultas por el olor que estos
despiden.
f. La tendencia de las moscas a volar hacia la luz.
g. Su tendencia de posarse en superficies verticales u objetos
colgantes.
h. El radio de vuelo de las moscas, el cual es de 200 a 1.000 yardas.
i. El número de moscas es mayor al verano y principios del otoño.
Los hábitos y características de estos insectos arriba enumerados, de
las medidas necesarias que se adopten para transformar en
desfavorables los sitios que regularmente utilizan las moscas para
reproducirse así como de todas aquellas medidas que tengan por
finalidad la destrucción de las larvas, depende del conocimiento de
sus hábitos y características. Las medidas tendientes a impedir la
reproducción de estas, constituye la parte más efectiva de una
campana intensa y una vigilancia constante. Los medios de lucha
contra ellas son varios. Utilizaremos insecticidas a base de DDT,
papeles atrapamoscas, jaulas atrapamoscas y venenos, pero lo más
importante a tener en cuenta es que, más eficiente es el negarles
todos los medios favorables para su reproducción, mediante el
cumplimiento de todas las medidas establecidas para la correcta
disposición de los desperdicios y excrementos. Tan sólo así, mediante
ello y el aseo, podemos establecer un buen control de ellas, y por
ende gozar de cierta seguridad en cuanto a la presencia de
enfermedades infecciosas de tipo intestinal

3. HIGIENE DEL RANCHO


Los servicios del rancho de un ejército se administran bajo la
supervisi6n directa del jefe Militar cuya unidad es atendida por dichos
servicios y es la persona responsable ante las autoridades superiores
de todo lo referente al rancho. Las medidas esenciales para asegurar

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Y PRIMEROS AUXILIOS

una medidas higiénicas adecuadas se resumen en inspección y


vigilancia del personal encargado de preparar y distribuir el rancho,
almacenamiento, prepara ei6n de los alimentos, protección de los
mismos contra la suciedad y las moscas y de todo factor que pueda
dar lugar a la contaminación de los alimentos. El servicio de sanidad
es el organismo responsable de la inspección sanitaria de los ranchos,
así como de los informes y recomen daciones que se hagan sobre las
deficiencias sanitarias. En suma, el control sanitario del rancho incluye
los siguientes factores:
a. Examen del personal encargado de preparar y distribuir en el
rancho.
b. Instrucción de higiene del rancho al personal de este servicio.
c. Inspección de los alimentos a su llegada.
d. Almacenaje de los alimentos para evitar su deterioro.
e. Limpieza de los utensilios del rancho y equipo.
f. Disposición de los desperdicios de comida.
g. Métodos de preparar el menú y clase de los alimentos que se
sirven.
h. Métodos de servir los alimentos.
Es de gran importancia el examen del personal a fin de que este se
encuentre en verdaderas condiciones idóneas de salud. El examen
médico tiene por objeto determinar si el individuo padece de alguna
enfermedad contagiosa es portador de ella. Al efecto se le practican
exámenes de sangre, heces, y radioscopia.
En cuanto a la inspección de alimentos es con el fin de determinar su
calidad en el momento en que son recibidos en la cocina, estos deben
ser examinados periódicamente en su almacenamiento y antes de
dedicarlos al consumo.

FACILIDADES DE ALMACENAMIENTO. Se habrá de prever un


almacenamiento adecuado para los abastecimientos de alimentos,
además habrá que proteger a estos del polvo, suciedad y los insectos.
Los alimentos perecederos deben conservarse en temperaturas
adecuadas para evitar su descomposición

LAVADO DE PLATOS. En la actualidad se concede mayor atención al


peligro de diseminación de enfermedades contagiosas que se realizan
mediante los platos y los enseres de cocina. Para evitar el peligro de
tales infecciones, será preciso tratar los platos y los utensilios de
cocina mediante el calor y los agentes químicos. La inmersión en el
agua a una temperatura de 71 grados por espacio de un minuto,
destruirá todos los microorganismos patógenos. Si el agua se
encuentra a una temperatura menor el tiempo de inmersión debe ser
más prolongado. Los platos y los enseres deben secarse al aire, nunca
deben emplearse paños de secar.
Los restos de comida que se encuentren en los utensilios del rancho

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Y PRIMEROS AUXILIOS

deben eliminarse raspándoles en un recipiente adecuado.

MANERA DE SERVIR LAS COMIDAS. Los alimentos deben servirse de


manera que no sean contaminados mientras se sirven. El método de
servir las comidas, o por lo menos no disminuir, la aceptación de los
alimentos y el estímulo del apetito de aquellos Individuos que los van
a consumir, y hacer por lo menos que se reduzcan a un mínimo los
desperdicios.
Existen dos formas de servir las comidas: el método en fila de
cafetería norteamericana, y el método de servicio en las mesas.
En campana, excepto en los campamentos semi - permanentes se
habrá de utilizar el primer sistema, ya que en tales circunstancias se
carecerá del servicio de ranchos en comedores. En el caso de que se
pueda disponer de personal y material necesario, un servicio de
rancho bien dirigido ejercerá generalmente un efecto más favorable
sobre la moral y satisfacción de las tropas que el método de cafetería.

4. CONCLUSION. En síntesis el objeto que se persigue al realizar la


inspección o higiene del rancho, tanto en sus mecanismos como en su
personal, es determinar la existencia y tipo de cualquier defecto que
traería por resultado la contaminación de los alimentos y diseminación
en las tropas de gérmenes patógenos, o las faltas que redundasen en
perjuicio del valor nutritivo de los o que hicieren disminuir el grado de
aceptación de las tropas.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

CAPITULO III

ABASTECIMIENTO DE AGUA. ENFERMEDADES TRASMITIDAS


POR EL AGUA. FUENTES DE SUMINISTROS, PURIFICACIÓN,
CONTROL SANITARIO.

1. Generalidades.
Esta conferencia tratará brevemente sobre los abastecimientos de
agua, su control sanitario, su purificación, impurezas y fuentes de
suministros y corresponde al cuerpo de Intendencia, Ingeniería y
Sanidad Militar, las responsabilidades en el mantenimiento,
conservaci6n y construcción de suministros de agua en las
instalaciones permanentes o semi-permanentes militares. El Cuerpo de
Ingenieros es responsable de todo el abastecimiento de agua.
El Cuerpo Médico, asume la responsabilidad de efectuar los
reconocimientos de inspección y examen de los abastecimientos, así
como de los consejos y recomendaciones que sean necesarios para
proteger la salud de las tropas.
Las misiones tácticas no podrán tener éxito en sus operaciones a
menos que las tropas tengan suficiente agua potable. Esta es más
importante que los mismos alimentos porque en condiciones
extremas de calor o de cansancio, la falta de agua podrá poner al
soldado fuera de combate. El agua sin purificar o purificada por
medios inadecuados contiene siempre suficientes gérmenes para
hacer peligrar la salud, y es la vía de diseminación de enfermedades
como la fiebre tifoidea, disentería bacilar, diarrea de variada etiología,
parásitos intestinales, etc.
Ella se contamina cuando debido a las malas condiciones de las
disposiciones de excreciones humanas pueden ser transportadas
hasta el agua de consumo o cuando atraviesa varios kil6metros de
agua habitadas, teniendo así múltiples oportunidades para ser
contaminada en alguna de las formas indicadas. La salud de todo el
personal de una zona depende del servicio especial del equipo de
purifica ci6n.

2. ENFERMEDADES TRASMITIDAS POR EL AGUA.


Es importante comprender que las enfermedades debidas al agua no
se notan inmediatamente, pues los gérmenes patógenos necesitan
tiempo para desarrollarse y multiplicarse dentro del cuerpo humano
antes de enfermarle. El tiempo que transcurre entre la bebida del agua
contaminada y la aparición de la enfermedad, se denomina el período

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Y PRIMEROS AUXILIOS

de incubaci6n. La ausencia de los síntomas de la enfermedad durante


va nos días después de beber agua que no ha sido tratada, no es por
lo tanto, una garantía de que el agua no esta contaminada.
En general las principales enfermedades las vamos a enumerar y a
definirlas seguidamente.

Fiebre Tifoidea. Esta es una enfermedad intestinal caracterizada por


erupción de la piel, fiebre alta, ata que al estado general y
deposiciones frecuentes. El período de incubación anterior a la
aparici6n de la enfermedad varia de 3 a 40 días, siendo el tiempo
promedio de 7 a 10 días. La recuperaci6n de un ataque de fiebre
tifoidea produce inmunización permanente, aunque a veces puede
ocurrir un segundo ataque pero muy débil. Mediante la inmunización
se puede lograr una considerable protección, pero esta podrá ser nula
en un momento dado, cuando se consume agua altamente
contaminada. Los gérmenes patógenos se trasmiten por medio de las
heces fecales y estas contaminan el agua que corre sobre ellas.

Fiebre Paratifoidea. Las fiebres paratifoideas son muy parecidas a las


fiebres tifoideas en los métodos de infección y en los síntomas. Una
persona quedará inmune vacunándose o recuperándose de la
enfermedad. Sin embargo, una persona inmune a la fiebre para-
tifoidea no está a salvo de la fiebre tifoidea. El periodo de incubación
de la fiebre para-tifoidea es de 4 a 5 días con un promedio de 7 días.

Cólera. El cólera es una enfermedad intestinal contagiosa que causa


violentos vómitos> evacuaciones y postración rápida con temperaturas
subnormales. El agua contaminada es un método muy común de la
propagación de la enfermedad y constituye la causa principal heces
fecales tiene aspecto acuoso. Las enfermedades diarreicas ocurren
siempre que las medidas de saneamiento para la protección de los
alimentos y agua son inadecuados. Cuando los gérmenes infecciosos
se propagan en los alimentos la enfermedad queda limitada a los con
sumideros de los alimentos contaminados: las epidemias causadas
por el agua generalmente se propagan más extensamente cuando la
ausencia de medidas adecuadas para su dominio tardan más tiempo.

Bilharzia. Esta es una enfermedad; causada por un gusanillo que entra


a través de la piel al bañarse, lavar se o beber agua contaminada. Este
germen de la bilharzia es endémico de los Valles de Caracas, Tuy y
Aragua. Los huevos del parásito los expulsa la persona afectada por la
orina o las heces fecales.

3. FUENTES DE SUMINISTRO.
Las fuentes de suministro de agua, provienen de lluvia, ríos, lagos,
lagunas o riachuelos, cuando este suministro es para tropas en

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Y PRIMEROS AUXILIOS

operaciones de prácticas de maniobra o en guerra, y tienen que ser


localizadas por reconocimientos y llenar los requisitos siguientes: fácil
accesibilidad a la fuente, tipo de agua, grado probable de
contaminación y cantidad disponible. En consecuencia, como fin
práctico toda fuente de agua en campana debe considerarse
contaminada y por lo tanto debe tratarse adecuadamente antes de
utilizarla.

4. TRATAMIENTO Y PURIFICACION DEL AGUA.


La purifica ci6n del agua en campana consiste en la eliminación o
destrucción de suficientes impurezas, de modo que esta se vuelva
potable y agradable al paladar. El primero y más importante de los
pasos a seguir en la purificaci6n del agua es la selección de los
métodos correctos y la disposición de estos en el orden de vida.
Generalmente, se obtienen buenos resultados con el siguiente orden
de tratamiento: cloronizaci6n, ebullioi6n, filtración y desinfección.

El Cloro. El cloro, en diversas formas, se usa casi universalmente para


la desinfección del agua. La cantidad de cloro necesaria para
desinfectar el agua depende de la concentración de materias
orgánicas, de la temperatura tiempo de contacto, del cloro residual
requerido. El agua deberá retener por un periodo adicional de veinte
minutos (20) antes de su distribución para el consumo.

Ebullición. La ebullición es uno de 1os métodos más seguros de


purificación, aunque esto no es de desearse a causa del sabor
insípido que da al agua. Se requiere un mínimo de ebullición para
esterilizar el agua, pero se debe prestar atención para cerciorarse de
que efectivamente ha hervido por el tiempo necesario La aeración del
agua trasegándola de uno a otro recipiente eliminará el gusto
insípido, al tomar nuevamente esta el oxígeno perdido en la
ebullición.

Filtración. En la purificación del agua, la filtración constituye uno de


los procedimientos fundamentales usados para la eliminación de la
turbidez y otras materias suspendidas. La filtración se efectúa por
medio de filtros de arena especial de filtro.

Desinfección. El agua se deberá desinfectar porque ningún


procedimiento de purificación único o combinación de procedimientos
eliminará completamente del agua te dos los organismos patógenos.
Los productos químicos como cal, ozono, yodo o las tabletas
especiales para purificaci6n, son los más indica dos en este método.
Las fuentes de abastecimiento de agua para tropas en movimiento,
para las tropas que se encuentran en el teatro de operaciones, o para
las fuerzas ocupadas en otras clases de trabajos, tienen

15
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

frecuentemente casos extremos en que exista gran escasez o ausencia


completa de agua, constituir el abastecimiento de 6sta un factor
determinante en el movimiento de los ej6rcitos o en la conducción
estratégica de las operaciones militares. La mejor fuente de suministro
de agua desde el punto de vista de cantidad, accesibilidad de
obtención y pureza, será localizada por reconocimiento en la zona
donde se encuentran operando o vayan a operar las tropas.
Los fines que se persiguen mediante reconocimientos son los de
localizar una fuente de abastecimiento de agua conveniente, así
como determinar, la cantidad de agua que se puede obtener, el
tiempo de trabajo que se re quiere para ponerla en funcionamiento, la
calidad de agua y grado probable de contaminaci6n, por cuanto haya
de influir sobre las medidas de purificación que deben adoptarse. Los
puntos siguientes deben ser seguidos en una exploración corriente
de fuentes de suministro de agua:
a. Localización
b. Clase de fuentes
c. Cantidad de agua disponible
d. Cualidad del agua
e. Fuente de contaminación bacteriana
f. Accesibilidad
g. Instalaciones existentes.
Las fuentes de suministro y las instalaciones han de mostrarse sobre
el mapa o dar su localización por descripción topográfica. Las clase de
fuentes, indicar si son pozos manantiales, ríos o riachuelos, lagos o
lagunas. Cantidad de agua disponible3 indicando el promedio del
caudal de la corriente, la capacidad de los pozos, el caudal del
manantial e indicar las dimensiones y profundidad calculada del lago
o laguna. En la calidad del agua indicar su turbidez, color, sabor y
resultado del examen bacteriológico, En las fuentes de contaminación
bacteriana su localización con respecto al abastecimiento del agua y
las medidas preventivas indicadas. Indicar la accesibilidad de las
tropas a las fuentes de suministro de agua por medio de ferrocarriles,
carreteras, caminos, senderos o transporte a mano.
En las instalaciones existentes ver los sistemas de purificación,
aparatos de clorar, filtros bombas, motores, etc.

Responsabilidad. El comandante de la unidad será responsable de


que todas las tropas bajo su mando tengan en todo momento la
cantidad de agua potable prescrita. Deberá hacer comprender a cada
individuo el peligro que corre en beber agua impotable, haciendo
conocer y obedecer estrictamente las disposiciones relativas a esta,
que consisten en:
a. Beber sólo agua purificada o autorizada
b. No desperdiciar el agua purificada
c. Proteger las fuentes de abastecimiento, observando las medidas

16
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

sanitarias oportunas..

CAPITULO IV.

HIGIENE DE LA MARCHA. SELECCIÓN Y EMPLAZAMIENTO DE


CAMPAMENTOS. CARACTERÍSTICAS SANITARIAS.

1. ACONDICIONAMIENTO DE LA TROPA.
Toda maniobra de orden militar que vaya a ser ejecutada, como
principio de entrenamiento o como ejecución efectiva en tiempo de
guerra, amerita una atención muy especial en cuanto a la selección
del personal que va a ejecutar los ejercicios de marcha. No obstante el
hecho de que el transporte motorizado ha alcanzado un grado de
importancia extraordinaria en los ejércitos modernos, la marcha de a
pie sigue siendo una parte imposible de eliminar por cuanto hay
ocasiones en que esta no puede efectuarse en vehículos motorizados,
por diferente factores de terreno, táctica, etc.
Por lo tanto todo el personal que vaya a ejecutar estos ejercicios debe
ser examinado físicamente, para que este en condiciones idóneas y en
perfecto estado de salud, a fin de que todas sus acciones de
ejecución, se desempeñen a cabalidad y puedan dar el rendimiento
exigido.
La atención debida a la higiene y saneamiento contribuye
inmensamente a la capacidad de las tropas y al éxito de los esfuerzos
inherentes al servicio en campaña. El acondicionamiento del personal
se puede lograr mediante la instrucción progresiva y sistemática, que
consiste en marchas de instrucci6n con distancias y duraciones
especiales. No puede empezarse con marchas lar gas, porque traería
por consecuencia el agotamiento tanto físico como mental.
Los entrenamientos progresivos sirven también para poner a prueba
aquellos individuos que no son físicamente apto para el ejercicio de
esta naturaleza. Los elementos que su estado de salud no sea
perfecto, sirven más bien como un estorbo y obstáculo al buen
desenvolvimiento de la maniobra. Antes de la partida cada
comandante de compañía debe inspeccionar acompañado del medico
del cuerpo todo el personal y material bajo su mando. Esta medida
habrá de abarcar un examen detallado de los pies y calzado, del
vestuario y equipo y el estado físico inmediato del soldado. Se
tomarán medidas para la corrección de las deficiencias existentes y se
acondicionará el calzado y la ropa, pues la estrechez o demasía
holgura de estas prendas afecta el poder de resisten ola del individuo.

2. EJECUCION DE LA MARCHA.
Como lo hemos dicho anterior mente, la ejecución de ejercicios de

17
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

marcha deben efectuarse con entrenamientos progresivos de distancia


y tiempo. La etapa diaria normal de la Infantería a pie es de 20
kilómetros para las grandes unidades y de 25 para unidades
inferiores. Durante las estaciones de calor las marchas se realizarán
durante las horas de la noche o de madrugada a fin de que el
agotamiento sea menos en el personal, por el calor. La alimentación
que se suministra antes de la partida no deberá ser pesada de digerir,
pero habrá de tener unas calo rías y substancias generadoras de
energía, tales como azúcares y grasas.
Los altos que se efectúan durante la marcha tiene por objeto hacer
descansar los hombres y animales, para revisar el equipo, abastecerse
de agua de tomar y otros menesteres. Estos altos están programados
de acuerdo con prescripciones establecidas y son notificados en las
6rdenes correspondientes. Las marchas se efectuarán en tiempos de
45 minutos y un alto de des canso de 15 minutos en el primer tiempo
y después los descansos serán de 10 minutos. Los altos para
columnas motorizadas se efectúan cada dos o tres horas, según la vía
sea accidentada o en carretera. Al dar la señal para los descansos las
tropas se colocarán a un lado del camino, y se procurará que estos
sean lugares sombreados. Los hombres aprovecharán estos minutos
para aflojarse los equipos, echarse al suelo y efectuar sus necesidades
fisiológicas, 1as que harán en pequeños hoyos que cavarán con su
pala o escardilla, y esas excreciones deberán ser cubiertas con tierra
inmediatamente. No se hacen altos de gran dura ci6n en el curso de
una etapa a menos que circunstancias especiales así lo requieran.
Al hacerse la selección del lugar donde vayan a efectuar se los altos,
habrá de considerarse factores tales como el enmascaramiento contra
los reconocimientos aéreos y por el bienestar y seguridad de las
tropas.
Los Servicios Médicos y Comandantes de unidad revisarán todo el
personal a fin de ver el estado físico de salud. El prestar atenci6n
inmediata a todos los individuos que presenten fatigas o lesiones de
los pies, como ampollas, escoriaciones, y aligerar al soldado de su
mochila, son medidas que pueden evitar muchas bajas durante la
marcha. Si se presentasen casos en que el elemento no puede
continuar su marcha a pie el médico indicará la conveniencia de que
continúe en un vehículo de la unidad o en la ambulancia.
Las penalidades más factibles durante la marcha pueden ser causadas
por el frío o el calor excesivo, el cansancio o agotamiento físico
lesiones de los pies. Las del frío puede mitigarse mediante
precauciones adecua das, proporcionando a las tropas ropas
adecuadas y bebí das calientes. Las del calor, no efectuando las
marchas en las horas en que el sol está más intenso. El agota miento
físico (shock) con estimulantes t5nicos, reposo y aligeramiento del
equipo.
El uso de agua en la marcha amerita una disciplina especial. No se

18
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

beberá agua alguna en manantiales, pozos u otras fuentes no


autorizadas. Durante los 20 kilómetros de marcha, bajo una
temperatura media de verano el cuerpo humano pierde unos dos litros
de agua y una cantidad considerable de sal. A menos que estas
pérdidas no sean repuestas oportunamente, sentirá el individuo una
sensación marcada de sed y agotamiento por lo que puede producirle
shock por deshidratación. Se recomienda beber toda la cantidad que
necesite antes de emprender la marcha y en una forma metódica
durante esta, pues el consumo abundante puede causarle una
transpiración excesiva, producirle náuseas, diarrea y fatiga. Se
aconseja llenar las cantimploras de agua y añadirle una cucharadita
de sal común. Esta suple la que haya eliminado. Las tropas practicarán
la economía en el consumo de agua, a fin de hacer que el
abastecimiento de que se dispone alcance hasta el fin de la marcha.

3. PERSONAL DE AVANZADA DE ALOJAMIENTO.


Un destacamento compuesto de un Oficial de Estado Mayor, un Oficial
Médico, un Oficial de Intendencia, un Oficial de Ingenie ría, un Oficial
de comunicaciones, con su correspondiente personal asistente, hará
los preparativos pertinentes para el alojamiento de las tropas.
Este personal citado hará los emplazamientos de aloja miento>
instalación de cocinar enfermería, estacionamiento de vehículos
motorizado, abastecimiento, instalaciones de comunicaciones,
letrinas, etc.
Las instalaciones sanitarias necesarias deben encontrar se en
funcionamiento antes de llegar las tropas y especialmente importantes
que sean rápidamente determinadas las fuentes de suministro de agua
y procedimientos de purificación.
Al llegar las tropas a pie al emplazamiento del campamento se dirigirá
inmediatamente a sus correspondientes zonas de vivac, colocarán los
equipos en tierra y procederán a instalar sus tiendas de campaña,
después se ejecutarán las medidas siguientes:
a. Se servirá una comida caliente.
b. Se anunciará a todo el personal las disposiciones sanitarias
previstas.
c. Todos los individuos se darán, si es posible, un baño general,
cambiarán calcetines y ropa interior.
d. Se pasará una inspección médica de los enfermos.

5. SELECCION Y SANEAMIENTO DE LOS EMPLAZAMIENTOS DE


CAMPAMENTOS
La selecci6n de los emplazamientos para campamentos es
determinada por consideraciones de índole militar y sanitario. En la
medida en que la situación táctica lo permita, la secci6n de los
emplazamientos para vivaques será determinadas por razones de
seguridad y bienestar de las tropas, por consideraciones sanitarias, y

19
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

por las exigencias del servicio de abastecimiento y los demás servicios


en general. Algunas veces la situaci6n militar podrá imponer la
selecci6n de emplazamientos no completamente convenientes bajo el
punto de vista sanitario. Sin embargo, se habrá de dar toda la
importancia debida a las condiciones sanitarias adecuadas cuando
estas no se interponen a las misiones militares. Los jefes de zonas son
responsables de la selecci6n de los emplazamientos de campamento y
de la protección de la salud del personal mediante la aplicaci6n
rigurosa de medidas sanitarias.
Los Oficiales Médicos tienen la responsabilidad de hacer los
reconocimientos sanitarios de Campamentos y las recomendaciones
pertinentes con respecto a su conveniencia Instalación de letrinas. La
disposición inadecuada de las excreciones humanas pueden dar lugar
a graves epidemias. Se construyen convenientes y adecuadas letrinas
en lugares apropiados. Las letrinas para los soldados se instalan
siempre en el lado del campamento opuesto a las cocinas, y estarán
situadas de tal manera que el drenaje de las mismas no puedan
contaminar la zona de suministro de agua. Las letrinas para los
oficiales se construyen sobre la base de una por batallón o unidad
similar. Se mantiene un servicio de limpieza constante en este sector.
La distancia que debe mediar entre la insta1ación de cocinas y letrinas
debe ser por lo menos de 100 yardas y de 30 yardas de las tiendas
de campaña.

Instalación de cocinas. Instálese la cocina en el extremo opuesto de


las tiendas de campaña. Para los desperdicios de comida y basura de
toda clase se construirán pozos de por lo menos 2 metros de
profundidad donde serán alojados estos cubri4ndose con capas de
tierra y petróleo. Al abandonar la zona de estacionamiento se segarán
las letrinas y pozos absorbentes de los desperdicios, señalándose con
carteles, y dejando en perfecto estado de limpieza la zona de
emplazamiento.

Uso del agua de arroyo o de río. Primera zona, agua para beber y
cocinar. Segunda zona, agua para los animales. Tercera zona, agua
para el baño. Cuarta zona, agua para lavar. Quinta zona, agua para
lavar vehículos.

5. CARACTERISTICAS SANITARIAS IDEALES DE LOS EMPLAZAMIENTOS


DE CAMIPAMENTOS.
Desde un punto de vista sanitario son de desear las características
siguientes:
a. Accesibilidad a los suministros de agua potable y combustibles.
b. Terreno firme y cubierto de césped.
c. Emplazamiento elevado y bien desecado.
d. Espacio suficiente para evitar la aglcmeraci6n de personal y

20
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

quede el espacio adecuado entre las cocinas y letrinas.


e. Árboles frondosos que sirvan de protecci6n contra el sol en
tiempo de calor.
f. Pendientes abrigadas y árboles.
g. Terreno firme para el estacionamiento de vehículos.
h. Una buena red de carreteras.
i. Enmascaramiento contra el reconocimiento aéreo y resguardo
contra otros elementos,

Características inadecuadas de los emplazamientos. Se


descartarán, de ser posible, los emplazamientos que tengan las
características siguientes:
a. Los cauces secos, los barrancos o las faldas de las montañas si
hay probabilidades de lluvia,
b. El suelo arcilloso suelto y polvoriento.
c. El suelo pantanoso o las zonas pr6ximas a las aguas estancadas
que puedan constituir focos de enfermedades transmitidas por
insectos y que están sujetas a rocíos in tensos.
d. Aguas subterráneas a menos de 4 pies de la superficie.
e. Pendientes escarpadas.
f. Lugares próximos a sitios montañosos, especialmente en las
regiones palúdicas.

Abastecimientos de agua. Instálense los sacos esterilizadores de


agua (LISTER> entre las calles de las tiendas de campaña y la cocina.
El promedio de consumo de agua por persona en veinticuatro horas es
de En campamentos semi-temporales de 20 a 30 galones. En
campamentos temporales de 5 galones.
Consumo mínimo: 1 gal6n.

6. CONCLUSIONES.
Esta tesis ha demostrado la importancia de que el soldado tenga los
conocimientos necesarios en las diferentes faenas, que el Servicio
Militar exige, para el desenvolvimiento normal de todas sus acciones
y sea el principal colaborador de los Comandos, en cuanto conozca
todas las disposiciones y normas que las diferentes maniobras le
exigen.

21
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

CAPITUULO V

ENFERMEDADES VENEREAS

1. GENERALIDADES:
Las enfermedades venéreas son en gran parte la causa importante de
bajas en el servicio militar por enferme dad. Los casos de
enfermedades del aparato respiratorio son generalmente mucho m4s
numerosos que los de enfermedades venéreas pero en cambio, el
promedio de tiempo perdido por cada individuo afectado de estas
ultimas enfermedades sobre excede en mucho al que se pierde a
causa de las enfermedades del aparato respiratorio. Bajo ningún
concepto se consideran estas como enfermedades mi litares. Resulta
difícil determinar el grado de predominio de estas enfermedades entre
la poblaoi6n civil, sin embargo, investigaciones realizados han
demostrado que de un 60 a un 70 por ciento de las prostitutas se
encuentran infectadas y es probable que sea mucho mayor el
porcentaje.
Las enfermedades venéreas son tan viejas como el hombre y en
épocas anteriores constituyeron verdadero azote de las poblaciones.
Por más que se han agotado todos los medios posibles para
erradicarías de los conglomerados, la lucha ha sido infructuosa, ya
que su presencia no solamente este condicionada por un factor
biológico, sino también social. Afortunadamente en nuestro tiempo,
mediante una educaci6n sexual progresiva, un enfoque más claro del
problema, y la aparici6n de nuevos y eficientes métodos de
tratamientos, se ha logrado reducir su incidencia, así como las
terribles consecuencias que sobre el individuo y sobre su
descendencia traen algunas de ellas.
Las cinco enfermedades clasificadas como venéreas son:
a. Blenorragia (gonorrea, purgación, gota militar)
b. Sífilis
c. Chancro blando (Enfermedad de Ducrey)
d. Linfogranuloma venéreo (bubón tropical)
e. Granuloma inguinal

a. La blenorragia, es una enfermedad producida por un germen


llamado gonococo, el cual tiene una afinidad electiva por la
mucosa de la uretra masculina. esta enfermedad se caracteriza
por una descarga purulenta por el meato urinario> muy dolorosa.
En los casos de individuos de baja resistencia infección muy
virulenta o mal tratados pueden presentarse sucesivamente las

22
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

siguientes complicaciones: orquiepimitis, prostalitis5 artritis, etc.


Su contagio es eminentemente sexual y constituye por si una sola
entidad patol6gica diferente de la sífilis o de cualquier otra
enfermedad venérea. No se he reda y es de difícil curación.
b. La sífilis es producida por un microorganismo en forma de
tirabuzón llamado treponema pallidun, quien penetra en el
organismo durante el coito produciendo una lesión llamada
chancro duro o chancro sifilítico. A partir de esta lesión puede
generalizarse por todo el cuerpo, en un periodo no definido, y
producir lo que se llama la roseola sifilítica.
Después de este periodo de invasión, que muchas veces no se
presenta, los treponemas se acantonan, se hacen fuertes, en
ciertos órganos de su predilección, donde se dedican a explotar
el éxito de la ofensiva. Debido a su afinidad por los pequen os
vasos sanguíneos las lesiones que producen son graves e
irreductibles. Entre nosotros los principales teatros de
operaciones del treponema pallidun son: el sistema circulatorio,
en especial el corazón, y el sistema nervioso.
Es más, no solamente se limita su acción a lo que podríamos
llamar su campo táctico, sino que abarca también los limites de
la estrategia la sífilis se hereda. El treponema pálido por su gran
poder ofensivo y gran autonomía es capaz de pasar la gran
barrera defensiva que es la placenta humana, infectando así el
producto de la concepción y trayendo como consecuencia la
alteración de la especie tanto en su aspecto moral y físico, como
en lo social.
c. El chancro blando es producido por un germen llamado el bacilo
de Ducrey. Esta es una infección local, cuyo mecanismo de
producción es semejante al de la sífilis, con la diferencia que la
lesión se limita a los ganglios de la ingle, donde al infectarlos
produce un bubón doloroso que al abrirse supurar
abundantemente, pudiendo dejar como complicación una ulcera
difícil de curación.
d. El linfogranuloma venéreo bub6n tropical, o enferme dad de
Nicolás Favre es una enfermedad producida por un virus. Se
caracteriza por una pequeña lesión en el pene, que cicatriza a los
pocos días, para luego producir una reacción inflamatoria en los
ganglios inguinales, los cuales al crecer forman un bubón que se
abre supura y deja una ú1cera de difícil cicatrización. Puede
traer como complicaciones la estrechez rectal.
d. El granuloma inguinal es una enfermedad rara producida por los
cuerpos de Donovan, y se caracteriza por una ulceración tórpida
y rebelde de toda el área genital.
Principios de la prevención. El promedio de los casos de
enfermedades venéreas en una unidad, constituye de ordinario

23
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

un índice aproximado del estado de disciplina instrucción y


administración de la unidad. La responsabilidad por las medidas
de prevención contra las enfermedades venéreas son simples y
fáciles de comprender por todo el mundo.
El hecho más importante que habrá de tenerse presente por todo los
individuos, es que casi todas las mujeres que se dedican a la
promiscuidad sexual se encuentran infectadas de enfermedades
venéreas. Las reacciones sexuales frecuentes no son esenciales para la
salud y se deberá tener especial cuidado en evitar toda exposición al
contagio. Esto se podrá obtener hasta un grado considerable de
efectividad por medio del control de la prostitución, por la institución
de medidas de divulgación educativa creación de sistemas recreativos
y por la imposición de medidas preventivas.
A pesar de toda admonición serán muchos de los individuos que se
expondrán a la infección. Los medios preventivos de tipo mecánico y
químico pueden proporcionar un alto grado de protección satisfactoria
contra la infección, pero siempre y cuando tales medidas sean aplica
das rápidas, inteligente y concienzudamente.
La prevención contra las enfermedades venéreas depende del
proceder de cada individuo. Es posible eliminar teórica mente todas
las enfermedades venéreas si todos los individuos observan el
principio fundamental de prevención que consiste en evitar toda
relación sexual con prostitutas, ya sean éstas profesionales o
clandestinas.

2. MEDIDAS PREVENTIVAS:
a. Educación. Deben instruirse cursillos sobre higiene sexual en
todo el personal militar. Ha de hacerse especial hincapié en la
responsabilidad de los comandantes de unidades por las medidas
de prevención y control de las enfermedades venéreas.
Se requiere que por lo menos una vez cada seis meses el
Comandante de cada unidad o destacamento prepare y vigile
personalmente la instrucción sobre higiene sexual y prevención
de las enfermedades venéreas de todas las tropas y clases bajo
su mando. Esta clase de instrucción se dará a los reclutas tan
pronto como sea posible después de su incorporación a filas. El
plan de instrucción se di vide en tres partes:
(1) El jefe de la unidad hablará acerca del efecto de las
enfermedades venéreas, sobre la eficiencia militar y
describirá las posibles medidas preventivas.
(2) Un oficial médico disertará el carácter de las enfermedades
venéreas, la necesidad de tratarlas cuanto antes, el peligro
que implica tratarse uno mismo, y los medios de evitar la
enfermedad.
(3) Un capellán discurrirá sobre el aspecto moral del problema
de las enfermedades venéreas.

24
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

b. Recreo. Las facilidades adecuadas de recreo constituyen un factor


esencial en la prevención de las enfermedades venéreas.
El atletismo, las bibliotecas, el cine y otras diversiones
organizadas contribuirán para que muchos individuos no
recurran a las bebidas o a las prostitutas como pasatiempo
cuando disfruten de asueto. La actividad física con la
consecuente fatiga que produce, es en si misma un medio
excelente para reducir la exposición de individuos a las
enfermedades venéreas.
c. Prostitución. Ningún método de regulación de las casas de
prostitución ha resultado satisfactorio. Ningún estado legaliza el
funcionamiento de los prostíbulos, pero estos existen en gran
número.
Deberá hacerse el mayor esfuerzo posible para suprimir la
existencia de tales casas y hacer cesar la prostitución practicada
por prostitutas clandestinas. A tal efecto se requerirá la
cooperación de las autoridades civiles.
d. Medidas profilácticas.
(1) Profilaxis de tipo mecánico. El empleo del preservativo de
goma (condón) es el único medio de protección mecánica
contra la infección venérea. Las cantinas y enfermerías
militares tienen la obligación de tener en existencia
condones de calidad aprobada, El uso del condón es efectivo
en la prevención de la blenorragia porque impide el acceso
de la infección a la uretra, que es donde se introduce el
gonococo. En cambio, este medio profiláctico no constituye
una protección segura contra el chancro blando, la sífilis,
linfogranuloma venéreo y granuloma inguinal, cuyos agentes
causales pueden inocularse en la piel o mucosas de los
genitales que no se hallan protegidos por el condón,
(2) Profilaxis química.

e. Puestos profilácticos.
El servicio de sanidad tiene la responsabilidad de operar un
número suficiente de pues tos profilácticos, de modo que puedan
servir adecuadamente a las necesidades de cada unidad o
agrupamiento militar.
Se aconseja, en muchos casos, establecer puestos de estas
índoles en las poblaciones civiles de las inmediaciones de las
guarniciones o bases militares. Estos puestos deberán
establecerse inclusive en los vivaques. Los tratamientos de
profilaxis química deben ser administrados en los puestos
profilácticos por personal competente del Servicio de Sanidad.
Cualquier soldado puede presentarse a cualquier hora para ser
tratado La profilaxis es sumamente efectiva si se administra

25
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

dentro de los 30 a 6o minutos desde que ha ocurrido el contacto


sospechoso. Pasado ese tiempo su efectividad decrece
rápidamente. El asisten te de puesto profiláctico dará a cada
soldado un certificado firmado en el que se mencionará el
tratamiento dado, la fecha y hora, y lugar donde haya sido
administrado. Este tratamiento no será posible de administrar
satisfactoriamente a un hombre en estado de embriaguez, por
cuanto requiere la cooperación personal del individuo tratado

d. Tubitos profilácticos.
Existen muchas clases de tubo profilácticos de fabricación
comercial. Las cantinas militares se surtirán de ellos para tenerlos
en existencia. No son tan eficaces como los tratamientos que se
dan en los puestos profilácticos, pero son de un gran valor para
los soldados que no pueden llegar a un puesto de profilaxis antes
de haber transcurrido una hora desde el momento que ocurrió el
contacto sospechoso. Aun después de haber hecho uso del tubito
profiláctico el soldado deberá acudir al puesto de profilaxis en
caso de que fuese factible.

e. Si el soldado ha tenido contacto sospechoso con una mujer y no


le fuese posible acudir a un puesto profiláctico, o no tuviera un
tubito profiláctico a mano, deberá erina y lavarse bien sus
órganos genitales, y partes adyacentes con agua y jabón.
Esto podrá prevenir la infección.

f. Medidas punitivas.-
Cualquier individuo que supiera o tuviera la sospecha de
haber contraído una enfermedad venérea habrá de ponerlo en
conocimiento de su superior inmediato. La aplicación de medidas
disciplinarias que dará a la discreción del oficial en jefe.

g. Inspecciones médicas.
Se examinara por lo menos una vez al mes a todo el
personal de tropa y al personal de clase de graduación inferior a
la de sargento primero. Otras revistas adicionales podrán llevarse
a cabo cuando exista la sospecha de que hayan individuos que
intentan ocultar la enfermedad. Estas inspecciones son más
efectivas en la madrugada o inmediatamente después que el
personal regresa de prestar servicios o de hacer sus ejercicios
fuera de sus cuarteles.

h. Tratamientos.
Todos los individuos afectados de enfermedades venéreas
deberán ser enviados inmediatamente al hospital o dispensario
para que sean tratados. El trata miento administrado por el

26
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

propio enfermo o por persona inexperta es a la vez ineficaz y


peligrosa.

3. Medidas para reducir el alto porcentaje de enfermedades


venéreas.
En caso que el porcentaje de frecuencia de estas enfermedades sea
demasiado elevado en una unidad, o agrupación, se impondrá
entonces la necesidad de aplicar severas medidas de control, que
abarcarían todas o algunas de las que se describen a continuación:
a. Poner fuera de los limites de acceso, o declarar zonas prohibidas
a los barrios de las casas de prostitución y a las casas de bebidas
alcohólicas.

b. Patrullaje por la policía militar de los Distritos o zonas


prohibidas.
c. Limitar los permisos a 4 horas, y denegarlos después de las 9 de
la noche.
d. Clasificar los permisos.
e. Revista de rutina de las camas1

27
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

CAPITULO VI

PRIMEROS AUXILIOS

ALCANCE 1

GENERALIDADES.

1. PROPÓSITO Y ALCANCE
El propósito de este capítulo es proporcionarle a usted una
explicación de los principios fundamentales de la administración de
las medidas de primeros auxilios que usted. mismo puede aplicarse y
aplicarles a otras personas antes de que llegue el personal de sanidad.
Incluye instrucción en las medidas para salvar la vida, tales como la
detención de hemorragias, el despejo de las vías respiratorias, y la
administración de respiración artificial; la administración de masajes
al corazón por presión sobre el pecho; la protección de las heridas; y
la prevención o disminución del shock. Este manual también describe
las medidas especiales que se deben tomar para el tratamiento de
lesiones especificas, urgencias comunes y lesiones que resultan del
contacto con agentes químicos tóxicos. También explica los métodos
improvisados que pueden usarse para el transporte de enfermos y
heridos y presenta algunos de los métodos y principios básicos de los
primeros auxilios sicól6gicos. El Apéndice A es una lista de las refe-
rencias utilizadas en este manual. El Apéndice B es una lista del
contenido de las cajas, los estuches y paquetes de primeros auxilios.

3. LA IMPORTANCIA DE LOS PRIMEROS AUXILIOS


a. Los primeros auxilios son la asistencia que se le presta a las
bajas antes de que personal de sanidad pueda administrarles
tratamiento médico. El Servicio de Sanidad del Ejército dispone
del mejor equipo que existe y de personal adiestrado en los
métodos más modernos para salvar vidas y aliviar el dolor. Sin
embargo, es imposible que el personal de sanidad este en todo
lugar a la misma vez, y por esto puede presentarse una situación
en la cual USTED tendrá que depender de su propio conocimiento
para salvar SU PROPIA VIDA O LA DE OTRA PERSONA. Esto le
será posible si sabe lo que debe hacer y si actúa rápidamente y
con calma. Si Ud. está herido, no se altere y no se conforme con

28
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

solicitar ayuda. Aplíquese los primeros auxilios necesarios y


luego busque asistencia médica lo más pronto posible. TENGA
CALMA. HÁGALO TODO CUIDADOSAMENTE Y MANTÉNGASE
SERENO.
b. Su misión principal es combatir, y parte de esta misión es
mantenerse Ud. y mantener a sus compañeros en condición para
seguir combatiendo. El hecho de que la mayoría de las bajas
vuelven de nuevo al combate no se debe al factor suerte. Se debe
principalmente a la administración correcta de los primeros
auxilios necesarios, seguida por tratamiento médico excelente.
Ud. puede protegerse a si mismo y a los demás con un
conocimiento cabal de los primeros auxilios.

4. LAS FUNCIONES FÍSICAS Y VITALES


a. La circulación de la sangre. La sangre circula por todos los
tejidos del cuerpo, suministrándoles oxigeno y alimentación, y
llevándose el anhídrido carbónico y otros residuos (desperdicios).
La sangre es impulsada por el corazón y llega a todos los tejidos
por medio de los vasos sanguíneos.
(1) El corazón. El corazón es esencialmente un órgano muscular
hueco dividido en un lado izquierdo y uno derecho. Se
encuentra entre los pulmones en la parte delantera del
tórax, con aproximadamente dos tercios de su masa a la
izquierda de la línea media. El corazón funciona como
bomba que impulsa la sangre por los vasos a todas las
partes del cuerpo. Al contraerse, el corazón expulsa la
sangre de sus cámaras (ventrículos) y al relajarse, se llena de
nuevo de sangre. Este ciclo de contracción y relajación que
se repite continuamente con un ritmo uniforme, se llama
latido del corazón.
(2) Los vasos sanguíneos. Estos comprenden las arterias, las
venas y los vasos capilares.
(a) Las arterias. Estos vasos son gruesos y musculares y
llevan la sangre oxigenada del lado izquierdo del
corazón a todas las partes del cuerpo. Dicha sangre es
de color rojo brillante debido a su alto contenido de
oxigeno, y fluye por las arterias en olas fuertes con
cada latido del corazón. Las arterias se dilatan cada vez
que el corazón impulsa la sangre a través de ellas, y se
contraen al seguir la sangre su curso por el sistema
circulatorio. Dicho ciclo de expansión y contracción
arterial se conoce como pulso. El pulso normal oscila
entre 60 y 80 pulsaciones arteriales por minuto.
(b) Las venas. Estos vasos llevan al corazón la sangre
desoxigenada proveniente de todas las partes del
cuerpo. Dicha sangre es de color rojo oscuro debido a

29
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

la falta de oxigeno y fluye en forma continua, de modo


que no hay pulsación alguna en las venas.
(c) Los vasos capilares. Estos son vasos sanguíneos muy
pequeños que unen las arterias y las venas. Son muy
finos y permeables para permitir el paso de oxigeno,
alimentación, anhídrido carbónico etcétera, entre la
sangre y los tejidos. La sangre capilar puede ser de
color rojo brillante o rojo oscuro y fluye muy
lentamente y sin fuerza.
b. La respiración (inspiración y expiración). Por medio de la
respiración, el cuerpo absorbe el oxigeno y expulsa el anhídrido
carbónico. Los pulmones se llenan de oxigeno al inspirar, y
luego los vasos sanguíneos lo absorben y lo llevan a todos los
tejidos del cuerpo. En cambio, los vasos sanguíneos absorben el
anhídrido carbónico de los tejidos y lo llevan a los pulmones
donde se deposita y entonces se despide en la espiración. El
proceso de la respiración comprende las vías respiratorias, los
pulmones y la caja del tórax (la figura 1)
(1) Las vías respiratorias. Estas son las vías por las cuales pasa
el aire hacia y desde los pulmones. Comprenden la nariz, la
boca, la garganta, la laringe, la tráquea y los bronquios.
(2) Los pulmones. Los pulmones son dos órganos elásticos
compuestos de miles de pequeñas células aéreas, cubiertos
totalmente por una membrana hermética.
(3) La caja torácica. La caja torácica está formada por costillas
que están conectadas por músculos y unidas a la columna
vertebral en la espalda, y al esternón en el frente. La parte
superior está unida a la estructura del cuello, mientras que
la parte inferior está dividida de la cavidad del vientre por el
músculo grande en forma de cúpula llamado diafragma.
Dicho músculo y los músculos que conectan las costillas.,
que son controlados por el centro respiratorio del cerebro,
se contraen y se relajan automáticamente, causando
expansión y luego disminución en el tamaño de la caja del
pecho. Cuando la caja se expande y luego se contrae, la
presión en los pulmones es más baja y luego más alta que la
presión atmosférica, permitiendo así que entre y salga aire
de los pulmones para igualar la presión. Este ciclo de
inspiración y espiración se repite normalmente de catorce a
dieciocho veces por minuto.

5. CONDICIONES QUE PONEN EN PELIGRO LAS FUNCIONES FÍSICAS


VITALES
a. La falta de oxigeno. Ninguna función física vital puede
continuar sin oxigeno. La falta de oxigeno no sólo hace que una
baja deje de respirar, sino que también hace que su corazón deje

30
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

de latir. Por consiguiente, es preciso que Ud. sepa despejar la


entrada de aire para restaurar la respiración y el latido del
corazón explicado en la sección titulada PASO SALVAVIDAS S ”A”
(Alcance 2).
b. La hemorragia. Tampoco pueden seguir las funciones físicas
vitales sin una cantidad suficiente de sangre que lleve oxigeno a
todos los tejidos del cuerpo. Por esto, es necesario saber
controlar la hemorragia para evitar la pérdida excesiva de sangre
véase la sección titulada PASO SALVAVIDAS 1'B" (Alcance 2).
c. La postración nerviosa (Shock). Esta es una condición de fallo
circulatorio agudo, y si no se trata, puede resultar en la muerte,
aunque la lesión o condición causante no haya sido grave. La
postración nerviosa puede deberse a muchas causas; entre ellas
la pérdida de sangre, la pérdida de fluidos del cuerpo a causa de
quemaduras severas, la expansión de los vasos sanguíneos, el
dolor o la impresión psicol6gica al ver una herida o la sangre. Es
preciso que sepa aplicar los controles de esta condición ya que
hay mayor probabilidad de que la baja sobreviva si se le previene
la postración nerviosa - véase la sección titulada PASO SAL-
VAVIDAS "C" (Alcance 2).
d. La infección. La recuperación de una baja después de recibir
una lesión grave y la curación de la misma dependen de la
manera como fue protegida dicha lesión de la contaminación. La
infección resulta de la multiplicación y crecimiento de los
microbios que invadieron una herida o por contaminación a
través de cualquier cortadura en la piel. Como hay microbios en
el aire, la ropa y la piel, haciendo inevitable que toda herida se
contamine inmediatamente, el verdadero fin es evitar la
contaminación adicional. Por consiguiente, es preciso que sepa
como vendar las heridas para evitar la contaminación - véase la
sección titulada PASO SALVAVIDAS "D" (Alcance 2).

6. LOS ARTÍCULOS DE PRIMEROS AUXILIOS


Los artículos que tendrá a su alcance para administrar primeros
auxilios dependerán del lugar donde se encuentra.
a. Los artículos personales de primeros auxilios. Se le distribuye
un estuche de primeros auxilios que contiene dos paquetes para
uso personal (figura 2). Uno contiene un apósito estéril con
vendajes de cinta adhesiva para las lesiones y el otro contiene
dos sobrecitos de un compuesto de cloruro de sodio y
bicarbonato sódico, para su consumo disuelto en agua, en caso
de sufrir alguna quemadura. Es preciso que siempre lleve
consigo dicho estuche. Como buen soldado, Ud. revisa su arma
todos los días y debería tener el mismo cuidado en revisar su
estuche de primeros auxilios para asegurarse de que esté
completo. Al administrar primeros auxilios a un herido, recuerde

31
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

que primero debe utilizar los artículos de éste, ya que es posible


que usted necesite los suyos más adelante.
b. La cala de primeros auxilios para uso general. Hay uno de
éstos en todo vehículo reglamentario. Véase el Apéndice B para
una descripción del contenido.
c. La caja de primeros auxilios de avión. Hay uno en toda
aeronave reglamentaria Véase el Apéndice B para una descripción
del contenido.
c. La unidad de tratamiento médico de emergencia Primera fase.
En caso de ataque nuclear cuando las tropas se encuentran en
guarnición, es posible que la gran cantidad de bajas
sobrecárguelas instalaciones de sanidad existentes en las
primeras horas después del ataque. El personal de sanidad
proporcionará tratamiento según las prioridades establecidas
para las diversas clases de heridas. En estas circunstancias, es
posible que usted tenga que administrarse primeros auxilios o
que tenga que administrárselos a otros hasta que el personal de
sanidad pueda atenderles. Los artículos necesarios han sido
empaquetados y colocados en los edificios donde Ud. trabaja o
vive para que siempre estén disponibles. Estas cajas están
marcadas claramente como Unidades de Tratamiento Médico
de Emergencia - Primera Fase (figura 3). Esta contiene siete
paquetes: cuatro paquetes para heridas, dos paquetes para
quemaduras y uno para fracturas. Véase el Apéndice B para el
contenido de cada paquete. Familiarícese con la ubicación de las
Unidades de Primera Fase en su área, el contenido de cada
paquete componente y c6mo utilizar los artículos para salvar su
vida o la de otras personas que sean incapaces de ayudarse a si
mismas. Los capítulos subsiguientes le darán instrucción en el
uso de la mayoría de los artículos de la Unidad de Primera Fase.
Cualquier articulo que no sea descrito en este manual debe ser
utilizado exclusivamente por personas adiestradas en el uso
correcto de los mismos.

32
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

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Y PRIMEROS AUXILIOS

ALCANCE 2

LOS CUATRO PASOS SALVAVIDAS A – B – C – D

SECCIÓN 1.

EL PASO SALVAVIDAS “A”

DESPEJE LA ENTRADA DE AIRE Y RESTAURE LA RESPIRACIÓN


Y EL LATIDO DEL CORAZÓN, SEGÚN SEA NECESARIO

7. La entrada de aire - ¡Despéjela inmediatamente.!


Para permitir el paso libre de aire hacia y desde los pulmones, es
preciso que la entrada de aire esté libre de obstrucción.
a. Para despejar la entrada de aire, vuelva la cabeza de la baja hacia
un lado y pase los dedos rápidamente detrás de los dientes
inferiores y sobre la base de la lengua para sacar el vómito, las
mucosidades o cualquier objeto extraño. Este procedimiento no
debe demorar más de uno o dos segundos.
b. Si la baja usa dentadura postiza (parcial o completa), quítesela de la boca y
colóquela en uno de sus bolsillos.

34
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

las dos medidas simultáneamente, alternándolas según se


explica en el párrafo 9c (3) (c).
(3) Hay dos métodos básicos para administrar respiración
artificial: el de boca a boca y el de presión sobre el pecho y
elevación de los brazos. El primero es el método preferido,
pero no se puede utilizar si la baja tiene la cara aplastada o
si la atmósfera está contaminada. Si la baja tiene la cara
aplastada o si no hay una máscara con dispositivo de resu-
citación, se utiliza el segundo método. Las modificaciones
del método de boca a boca son los de boca a nariz4 y
máscara a boca, empleándose este último en un ambiente de
contaminación (véase el párrafo 52d).
b. El método de boca a boca o de boca a nariz. Éste método
requiere que usted llene de aire los pulmones de la baja con el
aire de sus propios pulmones. Esto se hace soplando aire en la
boca o nariz de la baja. La boca es la entrada de aire preferida
excepto en casos de fractura severa de la mandíbula, heridas en
la boca, o mandíbulas fuertemente cerradas a causa de
convulsiones. En tales casos, la entrada de aire tiene que ser la
nariz. La respiración artificial dé boca a boca o de boca a nariz
se administra de la siguiente manera:
(1) Despejar la parte superior de la entrada de aire (párrafo 7).
(2) Colocar la baja de espaldas.
(3) Poner la cabeza boca arriba, con una frazada enrollada u
otro objeto semejante debajo de los hombros, de esta
manera inclinándole la cabeza hacia atrás (figura 4). Si no se
dispone de tal objeto, inclínele la cabeza hacia atrás de
modo que la barbilla quede hacia arriba. Esta posición
amplia la entrada de aire.
(4) Colocar la mandíbula inferior tan atrás como sea posible, de
modo que se extienda hacia arriba (figura 5). Esta posición
aleja la base de la lengua de la parte posterior de la
garganta, ampliando así el conducto hacia los pulmones.
Hay dos métodos de sacar la mandíbula inferior hacia
afuera: con el pulgar o con ambas manos.
(a) El método de sacar la mandíbula hacia afuera con el
pulgar. Este es el método preferido excepto en casos
de heridas que no lo permiten. Coloque el pulgar en la
boca de la baja y agarre firmemente la mandíbula infe-
rior elevándola y sacándola hacia afuera (figura 5 a). No
trate de sujetar ni deprimir la lengua.
(b) El método de sacar la mandíbula hacia afuera con
ambas manos. Este método se utiliza si la mandíbula
está tan estrechamente cerrada que no permite
introducir el pulgar en la boca. Agarre los ángulos de la
mandíbula con ambas manos apenas debajo de los

35
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

lóbulos de las orejas, y elévela con fuerza hacia afuera.


Luego ábrale los labios a la baja, empujándole con los
pulgares el labio inferior en dirección de la barbilla.
(figura 5 b).
(5) Manteniendo la mandíbula hacia afuera, selle la entrada de
aire que no se va a usar (la nariz o la boca) al inflarle los
pulmones. Hay que sellaría bien para evitar que se escape el
aire. Si hay que cerrar la nariz, ciérrela con la mano libre o
coloque la mejilla firmemente contra ella (figura 6 a). Si hay
que cerrar la boca, cierre los labios firmemente con dos
dedos colocándolos a lo largo de la boca. (Si se trata de una
criatura o un niño pequeño, se utilizan la boca y la nariz
simultáneamente como una sola entrada de aire (véase el
párrafo (6) (a) a continuación).

36
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(6) Administre la respiración artificial de la siguiente manera:


(a) Aspire profundamente, abra bien la boca y colóquela
firmemente alrededor de la boca (la figura 6) o la nariz
(el párrafo (5) anterior> de la baja. Si se trata de una
criatura o un niño pequeño, cúbrale la boca y la nariz
simultáneamente con la boca, sellando sus labios
contra la piel de la cara.
(b) Mirándole el pecho, sople con fuerza a través de la boca
o la nariz de la baja, a menos que se trate de una
criatura o un niño pequeño. (En el caso de estos
últimos sólo se requieren pequeños soplos de aire
procedentes de los cachetes). La elevación del pecho
indica que el aire está llegando a los pulmones. En tal
caso siga el procedimiento (véase los párrafos (c) y (d) a
continuación). Si no se levanta el pecho, hay que tomar
medidas correctivas. Primeramente, sostenga la
mandíbula hacia arriba con más fuerza y sople más
fuertemente, asegurándose de que el aire no se escape
de la boca o la nariz. Si todavía no se levanta el pecho,
cerciórese de que la boca esté despejada y, si es
necesario, coloque la baja de lado y péguela varias

37
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

veces con bastante fuerza entre los hombros hasta


despejar la entrada de aire. Luego ínflele los pulmones.

(c) Quite la boca de la entrada de aire de la baja y escuche


la salida de aire de los pulmones. Si la exhalación es
ruidosa, eleve la mandíbula un poco más.
(d) Después de cada expulsión de aire de los pulmones de
la baja, sople hondamente de nuevo por la entrada de
aire (la boca, la nariz, o ambas). Los primeros cinco a
diez soplos deben ser profundos (excepto en casos de
criaturas y niños pequeños) y rápidos para efectuar la
reoxigenación. Luego, sople de doce a veinte veces por
minuto hasta que la baja empiece a respirar
normalmente o hasta que se haya desvanecido toda
señal de vida. Cuando la baja misma empiece a respirar,
ajuste el ritmo de sus soplos para no estorbar los
esfuerzos de la misma.
1. La administración prolongada de la respiración
artificial puede resultar en que el estómago de la
baja se infle de aire. Como esto estorba la
inflación de los pulmones, aplique presión manual
leve sobre el vientre de la baja después de cada

38
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

inflación de los pulmones.


2. Si al principio de la administración de respiración
artificial su respiración ha sido muy profunda y
rápida, es posible que Ud. se sienta desfallecido o
con hormigueo, y si sigue respirando de la misma
manera, puede desmayarse. Después de los
primeros cinco a diez soplos profundos y rápidos,
debe ajustar su respiración a un ritmo de doce a
veinte veces por minuto, con inhalaciones bien
moderadas para poder seguir por largo rato Sin
experimentar los mencionados efectos temporales.
(si la respiración poco profunda requerida para cria-
turas y niños pequeños le causa malestar, respire
hondamente de vez en cuando y luego continúe
administrando la respiración artificial.)
c. La respiración artificial por presión sobre el pecho y elevación
de los brazos.
(1) Despeje la entrada de aire (párrafo 7). Si la baja lleva
máscara, quítesela rápidamente y con los dedos despeje la
entrada de aire y la máscara, colocándosela de nuevo
inmediatamente. Repita este proceso según sea necesario
para mantener despejada la entrada de aire. Colóquele la
máscara a la baja si debe usarla y no la lleva puesta.
(2) Coloque la baja de espalda.
(3) Colóquele la cabeza según se describe en el párrafo b(3)
anterior.
(4) Colóquese Ud. en posición: párese cerca de la cabeza de la
baja mirando hacia sus pies; luego, coloque una rodilla
sobre el suelo, con el otro pie al otro lado de la cabeza y
contra el hombro de la baja para impedir el movimiento del
mismo (véase la figura 7). Tan pronto se canse, invierta
rápidamente la posición de los pies.
(5) Administre la respiraci6n artificial:
(a) Agarre las manos de la baja y colóquelas sobre las
costillas inferiores mientras que Ud. se mece hacia
adelante empujando hacia 4bajo con una presión firme
y constante (véase la figura 7b), hasta encontrar resis-
tencia firme. Dicha presión expulsa el aire de los
pulmones.
(b) Levántele los brazos verticalmente (véase la figura 7c);
luego estírelos lo más hacia atrás posible (véase la
figura 7d). Al levantarle y estirarle los brazos aumenta
el tamaño del pecho, permitiendo así que entre aire en
los pulmones.

39
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(c)En forma rápida, colóquele nuevamente las manos


sobre el pecho y repita el ciclo:
(1) Aplique presión; (2) levántele los brazos; (3) estírele
los brazos y (4) colóqueselos nuevamente sobre el
pecho. Con un ritmo uniforme, efectúe de diez a doce
ciclos por minuto. Los primeros tres pasos son por la
misma duración pero hay que hacer el cuarto paso tan
rápidamente como sea posible.
(d) Continúe administrando respiración artificial hasta que
la baja empiece a respirar normalmente o hasta que se
haya desvanecido toda señal de vida. Ajuste el ritmo de
sus soplos para no estorbar los esfuerzos de la baja al
empezar a respirar de nuevo.

40
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(6) Al cansarse Ud., cambie con otra persona si hay una


disponible, pero sin alterar el ritmo de la respiración
artificial. Esto se hace moviéndose a un lado, siguiendo con
la respiración artificial, para que la otra persona tome su
posición desde el otro lado. Durante el paso de estirar los
brazos, la persona que lo va a reemplazar a usted agarra las
muñecas de la baja y continúa la respiración artificial al
mismo ritmo. Su reemplazo agarrará las manos de la baja
durante el paso de colocar nuevamente los brazos sobre el
pecho.

9. Administración de masajes al corazón por presión sobre el pecho -


de ser necesario ¡administre los masajes inmediatamente
a. Generalidades. Si el corazón de una baja deja de latir, hay que
administrarle inmediatamente el masaje al corazón por presión
sobre el pecho, además de respiración artificial. ¡CADA
SEGUNDO CUENTA! Al dejar de latir el corazón, un poco
después se detiene también la respiración, a menos que esto
ocurra primero. ¡Manténgase sereno. ¡Piense y entonces actúe:
Cuando se para el corazón, no hay pulso, y la baja está
inconsciente, fláccido y tiene las pupilas completamente
dilatadas. Para determinar si hay pulso, coloque las puntas de
los dedos en el cuello de la baja al lado de la tráquea, como se
muestra en la figura 8. Si no palpa el pulso inmediatamente, no
pierda tiempo tratando de encontrarlo; inicie de inmediato los
masajes al corazón. Además, si el pulso es débil e irregular, hay
que administrarle masajes al corazón y respiración artificial, ya
que esta condición indica que la acción del corazón es
inadecuada y generalmente precede el paro del corazón.

41
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

b. Los principios generales de los masajes al corazón por


presión sobre el pecho.
(1) El masaje al corazón por presión sobre el pecho es la
compresión rítmica del corazón sin abrir el pecho por
medios quirúrgicos. Este proceso tiene por objeto mantener
una corriente de sangre al cerebro y los demás órganos por
medio de la circulación artificial, hasta que el corazón
empiece de nuevo a latir normalmente. El masaje directo al
corazón se diferencia de este método en que aquél requiere
que se abra la pared del pecho y se manipule el corazón
manualmente.
(2) El corazón se encuentra entre el, esternón y la espina dorsal
(véase la figura 9). La aplicación de presión sobre el
esternón empuja el corazón contra la espina dorsal,
expulsando así la sangre que luego pasa a las arterias. Al
eliminar la presión, el corazón se vuelve a llenar de sangre.

42
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

c. El procedimiento para la administración de masajes al


corazón por presión sobre el pecho. Como la baja deja de
respirar antes o poco después que deja de latir el corazón, es
necesario administrar respiración artificial (párrafo 8)
simultáneamente con el masaje al corazón. Si hay otra persona
que pueda ayudar, Ud. puede administrar el masaje mientras que
la otra administra respiración artificial o viceversa (véase la figura
10). Las dos deben coordinar sus movimientos para evitar que
uno trate de inflarle los pulmones mientras que el otro está
apretándole el pecho. Si Ud. se encuentra 5Q10, hay que
administrar las dos medidas en forma alterna, como se describe
en el párrafo (3) (c) a continuación.
(1) Prepare a la baja para la respiración artificial de boca a boca
o boca a nariz (véase el párrafo 8b). La baja debe estar
sobre UNA SUPERFICIE FIRME como una camilla, el piso o la
tierra. Una cama o sofá seria demasiado flexible.
(2) Colóquese en posición de la siguiente manera:
(a) Arrodíllese en ángulo recto al pecho de la baja para
poder utilizar su peso al aplicar presión sobre el
esternón (figura 1,0).
(b) Coloque el talón de la mano sobre LA PARTE INFERIOR
del esternón. Extienda y levante los dedos para poder
aplicar presión en el esternón solamente y no en las
costillas. Coloque la otra mano sobre la primera. (Si es
un niño, no es necesario colocar una mano sobre la
otra. Si es una criatura, sólo se requiere que coloque
los dedos de una sola mano sobre el esternón.)
(3) Administre el masaje al corazón de la siguiente manera:
(a) Con las manos en la posición descrita en el párrafo (2)
(b> anterior, y con los brazos estirados, inclínese hacia
adelante hasta que sus hombros estén directamente
perpendicular al esternón de la baja; luego aplique
presión directamente hacia abajo. Aplique suficiente
presión para hundir el esternón de una y media a dos
pulgadas (figura 11). La aplicación de demasiada
presión puede fracturar las costillas de la baja, y por
esto, no se debe mover el esternón más de dos
pulgadas. (Si la víctima es un niño, apriete el esternón
ligeramente con una sola mano. Si es una criatura,
apriete el esternón ligeramente con los dedo)s.
(b) Alivie la presión inmediatamente levantando un poco
las manos (figura 12).
(c) Repita este ciclo de sesenta a ochenta veces por
minuto. Al cabo de unos cuantos minutos, verifique si
hay pulso colocando los dedos en el cuello de la baja
como se muestra en la figura 8, o mirando en este

43
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

punto del cuello para ver si hay algún movimiento. Si el


pulso s débil, irregular o si no hay pulso, eleve las
piernas de la víctima a una altura de seis pulgadas
arriba del nivel de la cabeza para facilitar el flujo de
sangre hacia el corazón. Continúe administrándole
respiraci6n artificial de boca a boca y masaje el corazón
hasta que pueda respirar sin asistencia, hasta que
alguien lo releve a usted, o hasta que Ud. esté seguro
de que ha desvanecido toda señal de vida. Si se
encuentra solo y está administrando los dos
procedimientos simultáneamente, haga cuatro o cinco
ciclos de masaje al corazón por cada ciclo de
respiración artificial1 Es posible que tenga que seguir
administrando estas medidas resucitadoras por largo
rato después de que Vd1 empiece a incomodarse y
fatigarse. Por esto, la decisión de descontinuar estas
medidas debe ser hecha por la persona mejor calificada
disponible y no según la incomodidad de la persona
que administre las medidas resucitadoras.

44
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

45
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

SECCIÓN II.

EL PASO SALVAVIDAS "B"; DETENGA LA HEMORRAGIA

10. Generalidades
Las heridas son las condiciones que más comúnmente requieren
primeros auxilios. La hemorragia no controlada ocasiona la
postración nerviosa y finalmente la muerte1 Por esto es preciso que d.
tome las medidas necesarias para detenerla. La aplicación de un
apósito con presión (véase el párrafo 11) es el mejor método de
controlar la hemorragia en una situación de urgencia. Además de
usar un apósito con presión, la elevación del miembro herido (párrafo
11c (l)) y la aplicación de presión con los dedos (párrafo 11 c(2))
deben ser empleados cuando sea necesario. Otro método para con-
trolar la hemorragia es la aplicación de un torniquete. Sin embargo,
no se recomienda el uso del torniquete a menos que los demás
métodos no den resultado, ya que es posible que la baja pierda el
miembro herido al cual se aplica el torniquete.

11. La aplicación de un apósito con presión


La aplicación de un apósito con presión sobre una herida sangrante
facilita la coagulación, comprime los vasos abiertos y protege la
herida de la contaminación adicional. En casos de heridas sangrantes
es preciso hacer lo siguiente:
a. Determine si hay más de una herida. Por ejemplo, es posible que
una bala u otro proyectil haya entrado por un lado y salido por
otro, en cuyo caso la herida de salida suele ser la más grande.
b. Corte la ropa y quítela de encima de la herida para evitar
contaminación adicional. No la rompa porque podría ocasionarle
más daño a la parte herida. No toque la herida y manténgala tan
limpia como sea posible. Si está sucia, déjela así no trate de
limpiarla de ninguna manera.
c. Cúbrala con un apósito de primeros auxilios y aplique presión
sobre la herida usando las tiras atadas al apósito (figura 13). Si
se requiere más presión para detener la hemorragia, utilice otro
apósito o coloque la mano sobre el apósito y apriételo bien duro.
Es posible que se requiera la aplicación de presión manual por un
período de cinco a diez minutos para que se forme un coágulo
capaz de detener la hemorragia con la ayuda del apósito
únicamente y sin presión manual.
(1) Por lo general, se puede detener la hemorragia elevando el
miembro herido arriba del nivel del corazón (figura 13c). Sin
embargo, no se utiliza la elevación en casos de fracturas, ya
que mover una fractura no entablillada causa dolor, aumenta
la postración nerviosa, y puede ocasionar daño adicional a

46
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

los nervios, músculos y vasos sanguíneos.


(2) Si la sangre brota de la herida en chorros (hemorragia
arterial), se puede aplicar presión con los dedos para
detener la hemorragia, mientras que se saca el apósito de su
envoltura y se coloca con presión. Esto se hace aplicando
presión con los dedos, pulgares o las manos en uno de los
puntos para la aplicación de presión para detener la
hemorragia. Éste se define como el punto donde una arteria
que lleva sangre a un área herida pasa por encima de un
hueso y está cerca de la superficie de la piel. La aplicación
de presión en dicho punto detiene o por lo menos disminuye
el flujo de sangre desde el corazón hacia la herida (figura
14).

47
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

12. La utilización de un torniquete


a. Generalidades.
(1) Un torniquete es una faja o tira con que se envuelve
estrechamente un miembro herido para detener una
hemorragia severa (las figuras 15 y 16). Se utiliza el
torniquete Solamente en casos en que no da resultados la
aplicación de presión sobre la herida o en el punto de pre-
sión apropiado y la elevación del miembro herido (de ser
esto posible). Es posible que la presión no detenga la
hemorragia de una arteria principal del muslo, la parte
inferior de la pierna o la hemorragia de varias arterias
simultáneamente como resultado de una amputación
traumática. Si continua sangrando la herida y se empapa de
sangre el apósito de primeros auxilios aunque se haya

48
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

aplicado presión manual bien firme, será necesario aplicar


un torniquete. Una vez aplicado un torniquete, es preciso
que la baja sea examinada por un oficial de sanidad lo más
pronto posible.
(2) Si no se dispone de un torniquete especial, como los que
vienen en los estuches de primeros auxilios para aeronaves
(figura 15), es posible improvisar uno usando un material
suave, fuerte y flexible, como la gasa, vendajes de muselina,
artículos de ropa o pañuelos. Uno de estos se usa en
combinación con cualquier objeto duro en forma de palo
(figura 16). Para reducir al mínimo el daño a la piel,
asegúrese de que el torniquete tenga un ancho mínimo de
una pulgada después de apretarse.

49
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

b. La colocación del torniquete.


(1) Coloque el torniquete alrededor del miembro herido entre la
herida y el tronco (entre la herida y el corazón) (figuras 15 y
16). No lo coloque nunca directamente sobre la herida o la
fractura.
(a) Para la amputación completa o parcial del pie, la
pierna, la mano, o el brazo y para hemorragias de la
parte superior del brazo o muslo, coloque el torniquete
apenas arriba de dicha herida o amputación.
(b) Para las hemorragias que no se deben a amputaciones
en la mano o el' antebrazo, coloque el torniquete un
poco más 'arriba del codo.
(c). Para las hemorragias que no se deben a amputaciones
en el pie o la parte inferior de la pierna, coloque el
torniquete un poco más arriba de la rodilla.
(2) Cuando quiera que sea posible, coloque el torniquete sobre
una manga o el pantalón (conteniendo el material bien liso),
para no pellizcar ni torcer la piel (figuras 15 y 16). Cualquier
daño a la piel puede resultar en una amputación adicional
por falta de piel para tapar el muñón. La protección de la

50
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

piel de la baja también evita el dolor adicional.


c. Cómo apretar el torniquete. Apriete el torniquete como se
muestra en las figuras 15 y 16. Apriételo suficientemente para
detener el flujo de sangre. Si antes de colocar el torniquete hay
pulso en la muñeca o pie del miembro herido, la falta de pulso al
aplicar el torniquete es indicación de que está suficientemente
apretado. Para encontrar el pulso, coloque dos dedos, no el
pulgar, sobre el punto correspondiente en la muñeca o el tobillo
(figura 14). Si no es posible utilizar el pulso como indicación de
que el torniquete está suficientemente apretado, uno tiene que
usar como criterio la reducción del flujo de sangre proveniente de
la herida. En tal caso, es necesario descubrir la herida por un
instante para observar el flujo de sangre. Después de apretar
correctamente un torniquete, la hemorragia arte-rial se detiene;
sin embargo, la hemorragia venosa continuará hasta que las
venas queden desprovistas de sangre desde el punto del
torniquete hasta la salida en la herida. No trate de apretar más el
torniquete para detener la salida de sangre venosa.
d. La curación de las heridas. Después de colocar y apretar el
torniquete (figuras 15 y 16), vende la herida como se muestra en
la figura 13 y como se explica en los párrafos 15 a 18. Todo
depende de los materiales de primeros auxilios que haya
disponibles.
e. La marcación de la baja. Si la condición de la baja o las
condiciones meteorológicas requieren que se cubra a la baja,
deje el torniquete expuesto y bien visible. De ser posible,
marque la letra T en la frente de la baja, indicando también la
hora en que se colocó el torniquete.
f. La revisión del torniquete y el vendaje. Una vez colocado el
torniquete, revíselo frecuentemente, al igual que las vendas, para
asegurarse de que no se haya suelto y que no haya hemorragia
adicional. De ser necesario, apriete más el torniquete pero no lo
suelte por ningún motivo. Sola-mente el personal de sanidad
competente tiene el adiestramiento necesario para soltar
correctamente un torniquete.

SECCIÓN III.

EL PASO SALVAVIDAS C: ADMINISTRE TRATAMIENTO PARA LA


POSTRACIÓN NERVIOSA (SHOCK)

13. GENERALIDADES
a. La postración nerviosa (párrafo 5 c) puede ser ocasionada por
cualquier clase de herida. Sin embargo, entre más grave es la
herida, mayor será la probabilidad de que sobrevenga la

51
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

postración nerviosa. Los primeros indicios son un estado de


inquietud, sed, palidez, y pulso acelerado. Una baja que sufra de
postración nerviosa puede estar nerviosa o' puede estar calmada
pero sumamente cansada. Puede estar sudando aunque tenga la
piel fría y húmeda. Al empeorar esta condición, la baja respira
corta y rápidamente o hasta jadea, aunque no haya obstrucción
en las vías respiratorias. También puede tener una mirada' vacía.
La piel se torna manchada o azulosa, en especial alrededor de la
boca.
b. El objetivo suyo es tomar las medidas necesarias para prevenir o
disminuir la postración nerviosa. Todas las medidas descritas en
el párrafo 14 ayudan a lograr este fin.

14. MEDIDAS PARA CONTROLAR LA POSTRACIÓN NERVIOSA


a. Mantenga a un nivel adecuado la respiración y la acción del
corazón. Para lograr este propósito quizá lo único que se tenga
que hacer es despejar la entrada de aire (párrafo 7), colocar a la
baja en una posición que permita la salida de todo liquido que
pueda impedir la respiración (párrafo f a continuación) y vigilarla
para evitar que se cierre la entrada de aire. Posiblemente será
necesario administrarle respiración artificial y masaje al corazón
por presión sobre el pecho (párrafos 8 y 9)
b. Detenga la hemorragia. Controle la hemorragia aplicando un
apósito de presión, elevando el miembro herido y aplicando
presión sobre el punto apropiado (párrafo 11 c (2)). Aplique un
torniquete si es necesario.
c. Afloje la ropa apretada. Afloje la ropa alrededor del cuello y la
cintura y en los demás lugares donde aprieta. Desate los
cordones de los zapatos pero sin quitárselos a la baja.
d. Anime a la baja. Hágase cargo de la situación. Por la confianza
que usted tiene en si mismo y sus acciones firmes y seguras,
demuéstrele a la baja que usted sabe lo que está haciendo y que
espera que se sienta mejor. Sea solicito con la baja pero no
converse con ella sino para hacerle advertencias, darle
instrucciones o hacerle las preguntas que sean necesarias. Si la
baja pregunta acerca de la gravedad de su herida, explíquele que
un oficial de sanidad tendrá que examinarla para determinar
esto. Recuerde que cualquier información errónea o inoportuna
puede aumentar su ansiedad.
e. Entablille toda fractura. Si la baja tiene una fractura, entablíllela
como se describe en el Capitulo 3.
f. Coloque a la baja en una posición cómoda. La posición
correcta depende de la clase de herida que tenga, y si está
consciente o no. A menos que la baja tenga una herida que
requiera una posición especial (refiérase al Capitulo 3), colóquela
cuidadosamente sobre una frazada u otro articulo protector (el

52
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

párrafo “g” a continuación), en una de las siguientes posiciones:


(1) Si la baja está consciente, colóquela de espalda sobre una
superficie plana con los miembros inferiores elevados de
seis a ocho pulgadas para aumentar el flujo de sangre hacia
el corazón (figura 17á). Esto puede hacerse colocándole los
pies sobre la mochila u otro objeto adecuado. Recuerde, sin
embargo, que no se debe mover a una baja que tenga una
fractura hasta tanto no se le entablille en forma' debida.
(2) Si la baja está inconsciente, colóquela de lado o boca abajo
con la cabeza hacia un lado para evitar que se ahogue con
vómito, sangre u otro liquido (figura 17b).
g. Manténgala cómodamente abrigada. No caliente demasiado a
la baja De ser posible, colóquele debajo una frazada, un poncho,
la mitad de tienda individual u otro articulo apropiado (párrafo f
arriba). Quizás sea o no necesario cubrirla con una frazada; esto
depende del estado del tiempo. Si lo permite el tiempo, quítele
toda la ropa mojada menos los zapatos, antes de cubrirla.
h. Alivie el dolor. La curación y vendaje correctos de una herida, el
entablillamiento de una fractura y la colocación de la baja en una
posición cómoda, con los mejores primeros auxilios para aliviar
el dolor,

53
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

SECCIÓN IV.

EL PASO SALVAVIDAS D: APLIQUE APÓSITOS Y VENDAJES

15. GENERALIDADES
Todas las heridas (menos las que ocurren en circunstancias
especiales, como en una sala de operaciones) están contaminadas
debido a la presencia de microbios en la piel, la ropa y el aire.
Además, todo proyectil o instrumento que causa heridas introduce
microbios. La infección resulta de la multiplicación y extensión de los
microbios que invadieron la herida o ruptura en la piel. El hecho de
que la herida ya esté contaminada no disminuye la importancia de
protegerla contra la contaminación adicional. Entre menos microbios
invaden la herida, tanto menos será la posibilidad de infecci6n y
mayor será la probabilidad de recuperación. Por consiguiente, es
preciso que Ud. aplique apósitos y vendajes en la herida cuanto antes,
tanto para evitar la contaminación adicional como para detener la
hemorragia.

16. LOS TIPOS DE APÓSITOS


Los apósitos son almohadillas o compresas estériles para cubrir las
heridas. Por lo general, están hechos de gasa o algodón envuelto en
gasa. En campaña, el apósito de uso común es el de primeros auxilios
con vendas (figura 13). Otros apósitos disponibles en ciertas
condiciones son compresas de gasa de diversos tamaños y pequeñas
compresas sobre una tirilla de cinta adhesiva (figura 18). Para la
disponibilidad de dichas compresas, refiérase al Apéndice B.

17. LA APLICACIÓN DE LOS APÓSITOS


a. Corte la ropa y quítela de encima de la herida para evitar la
contaminación adicional.
b. Saque el apósito de su envoltura y colóquelo directamente sobre
la herida sin dejarlo tocar otra cosa (figuras 13, 18 y 19). Para la
aplicación de apósitos en heridas especiales, refiérase al Capitulo
3.

18. LOS TIPOS DE VENDAJE


Se utilizan los vendajes para sostener apósitos en su lugar sobre las
heridas, para sellar los bordes de los apósitos contra los
microbios y la suciedad, y para producir presión sobre la herida a
fin de detener la hemorragia. también se usan para brindarle
apoyo a una parte herida y para sujetar tablillas en las fracturas
(párrafos 30 y 31). un vendaje debe aplicarse de manera firme,
con los extremos bien asegurados para evitar que se suelten
tanto el apósito como el vendaje. el vendaje no debe apretarse al
extremo de detener la circulación de la sangre. si es necesario

54
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

hacer un nudo para sostener bien el vendaje, emplee un nudo


llano (figura 15), por su gran seguridad. los vendajes disponibles
en campaña generalmente son de gasa o muselina. los tres tipos
generales son los de cabos, los triangulares y en forma de
corbata, y los vendajes arrollados.

a. Vendaje de cabos. Los vendajes de cabos múltiples pueden


venir atados a los apósitos como el apósito de primeros auxilios
(figura 19a), o pueden hacerse cortando una tira de gasa de
cuatro pulgadas de ancho y treinta y seis pulgadas de largo,
empezando el corte en cada extremo y dejando sin cortar un
espacio en el medio, que es el que se coloca sobre el apósito que
cubre la herida (figura 20).

55
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

b. Vendajes triangulares y en forma de corbata.


(1) Estos se hacen del pedazo triangular de muselina (37" x 37"
x 52") que se encuentra en el estuche de primeros auxilios
de uso general y en la Unidad de Tratamiento Médico de
Emergencia - Primera Fase (Apéndice B). Si se aplica sin
doblarlo, se llama vendaje triangular (figura 21a). Si se
dobla para formar una tira larga, se llama vendaje en forma
de corbata (figura 21b). Siempre se incluyen dos alfileres
con cada vendaje.

(2) Dichos vendajes son muy útiles en casos de emergencia por


su facilidad de aplicación. Es posible también improvisar un
vendaje de este tipo utilizando un pedazo de camisa, una
sábana, un pañuelo o cualquier otra clase de material suave

56
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

de tamaño apropiado. Para hacer un vendaje triangular,


corte un pedazo cuadrado de paño que sea un poco mayor
de 3 x 3 pies, y dóblelo diagonalmente. Si se requieren dos
vendajes, se corta el paño por el doblez.
c. Los vendajes arrollados.
(1) Generalidades. Los vendajes arrollados son rollos de gasa
(figura 22). Se aplica la gasa en la parte herida en forma
espiral, en forma de ocho, en una combinación de las dos,
dependiendo de la parte del cuerpo que se tenga que
vendar.

(2) Reglas generales para la aplicación de vendajes arrollados.


(a) Aplique el vendaje arrollado uniforme y firmemente
pero no muy apretado, La presión desigual o excesiva
puede afectar la circulación de la sangre. no lo aplique
muy suelto, ya que se puede correr al apósito.
(b) Coloque el vendaje en la posición en que se desea que
permanezca la extremidad herida, ya que la flexión del
miembro después de vendarlo causa cambios de
presión en el vendaje
(c) Al vendar una extremidad (excepto los dedos de la
mano y el pie), hay que cubrirla totalmente para
mantener uniforme la presión, deben dejarse expuestos
los dedos para poder comprobar la circulación
(d) Dele un gran número de vueltas no muy apretadas en
vez de unas cuantas muy apretadas, en especial si se
trata de un vendaje húmedo. Un vendaje húmedo
aprieta más al secarse; por lo tanto, se debe tomar en
cuenta el factor del encogimiento.
(e) Traslape cada vuelta de vendaje para evitar que se
"pellizque'1 la piel.
(f) Cuando se vendan juntas dos partes, separe las dos

57
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

superficies de piel con un material absorbente para


evitar que se rocen y se irriten.
(g) El primer paso del vendaje es fijarlo bien:
1. Con el vendaje en la mano derecha, de manera que
el extremo suelto cuelgue hacia abajo, coloque la
punta de dicho extremo en "la parte que va a
vendarse con la punta extendida hacia arriba
(figura 23a).
2. Con la mano izquierda, pase el rollo por debajo de
la parte y entonces por encima, pasando el rollo a
la mano derecha.

3. Doble la punta extendida sobre la primera vuelta


(figura 23b), y dele una vuelta más encima de la
primera., dejando el vendaje debidamente fijado
(figura 23c).
(h) Coloque el vendaje en la forma correcta (refiérase a las
figuras 25 a 58). Los apósitos (párrafo 16) y el material
absorbente necesario (párrafo f arriba), han sido
suprimidos de las figuras para mostrar más claramente
cada método.
(i) Asegure el vendaje firmemente después de darle varias
vueltas superyacentes adicionales, y sujete el extremo
suelto a las vueltas con alfiler o atándolo en una de, las
siguientes formas:
1. Doble el extremo del vendaje sobre si mismo y
páselo alrededor de la parte herida, formando así
dos extremos sueltos; luego ate los extremos
(figura 24a) con un nudo llano (figura 15).
2. Rasgue longitudinalmente el extremo a una
distancia adecuada. Haga un nudo sencillo donde
termina la rasgadura; luego ate los dos extremos
sueltos (figura 24b), con un nudo llano (figura 15).

58
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

19. EL VENDAJE DE DIVERSAS PARTES DEL CUERPO


a. La cabeza.
(1) La aplicación de vendajes fijados a apósitos de primeros
auxilios de campaña (figura 25a)
(a) Cruce los vendajes números 1 y 2 debajo de la barbilla y
luego átelos en la parte superior de la cabeza (figura
25b).

(b) Pase el vendaje número 4 por debajo de la barbilla y


luego hacia arriba hasta encontrarse con el vendaje
número 3 en un punto arriba del oído, y átelo a los
demás vendajes (figura 25c).
(c) Pase los vendajes 3 y 4 alrededor de la cabeza en direcciones
opuestas y átelos con un nudo llano con los

59
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) La aplicación de un vendaje triangular en la cabeza (figura


21).
(a) Doble la base del triángulo hacia arriba y colóquelo con
el centro de la base en el centro de la frente, dejando
caer el ápice en dirección de la nuca; luego pase los
extremos sueltos detrás de la cabeza (figura 26 a).
(b) Cruce los dos extremos sobre el ápice; luego páselos
por los lados de la cabeza y átelos en la frente con un
nudo llano (figura 26 b).

60
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(c) Coloque el ápice suelto dentro del cruce de los


extremos sueltos detrás de la cabeza y, de ser posible,
sujételo con un alfiler (figura 26c).
(3) El vendaje de corbata (figura 21) aplicado en la cabeza.
(a) Coloque la parte central del vendaje sobre el apósito
(figura 27a).
(b) Cruce los extremos del vendaje pasándolos en
direcciones opuestas al otro lado de la cabeza; luego
átelos allí con un nudo llano (figuras 27b y c).
(4) La aplicación del vendaje arrollado en la cabeza (figura
22).
(a) Fije el vendaje dándole varias vueltas alrededor de la
cabeza (figura 23), terminando en la parte posterior de
ésta. En este punto doble el vendaje hacia arriba y haga
que el ayudante o la misma baja sujete el doblez en su
lugar con los dedos (figura 28a).

61
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(b) Pase el vendaje por encima de la cabeza hasta el centro


de la frente. Dóblelo hacia arriba en este punto y
sosténgalo con la mano libre (figura 28b).
(c) Pase el vendaje hacia atrás de nuevo al punto sostenido
por el ayudante. Continúe este proceso de pasar y
repasar el vendaje hasta quedar cubierta
completamente la parte superior de la cabeza, siempre
alternando las vueltas hacia la izquierda y luego hacia la
derecha de la línea central, traslapando cada vuelta
(figura 28c).
(d) Dele varias vueltas adicionales alrededor de la cabeza,
cubriendo los bordes de las otras vueltas; luego sujete
el extremo suelto del vendaje con un alfiler o un nudo
llano (figuras 24 y 28d).
(5) La aplicación sin asistencia de vendaje arrollado en la
cabeza.
(a) Ate dos vendajes juntos con un nudo llano. Coloque el
nudo en el centro de la frente, pasando dos rollos
arriba de los oídos hacia la parte posterior de la cabeza
(figura 29a).
(b) Cruce los vendajes en este punto, pasando el rollo
número 1 sobre la parte superior de la cabeza (figura
29b).
(c) Extienda el mismo rollo hasta que quede debajo de la
frente y pase el rollo número 2 alrededor de la cabeza y
la frente sobre el rollo número 1 (figura 29c).
(d) Pase el rollo número 1 hacia atrás por encima de la
cabeza (figura 29d).

62
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(b) Pase el vendaje por encima de la cabeza hasta el centro


de la frente. Dóblelo hacia arriba en este punto y
sosténgalo con la mano libre (figura 28b).
(c) Pase el vendaje hacia atrás de nuevo al punto sostenido
por el ayudante. Continúe este proceso de pasar y
repasar el vendaje hasta quedar cubierta
completamente la parte superior de la cabeza, siempre
alternando las vueltas hacia la izquierda y luego hacia la
derecha de la línea central, traslapando cada vuelta
(figura 28c).
(d) Dele varias vueltas adicionales alrededor de la cabeza,
cubriendo los bordes de las otras vueltas; luego sujete
el extremo suelto del vendaje con un alfiler o un nudo
llano (figuras 24 y 28d).
(5) La aplicación sin asistencia de vendaje arrollado en la
cabeza.
(a) Ate dos vendajes juntos con un nudo llano. Coloque el
nudo en el centro de la frente, pasando dos rollos
arriba de los oídos hacia la parte posterior de la cabeza
(figura 29a).
(b) Cruce los vendajes en este punto, pasando el rollo
número 1 sobre la parte superior de la cabeza (figura
29b).
(c) Extienda el mismo rollo hasta que quede debajo de la
frente y pase el rollo número 2 alrededor de la cabeza y
la frente sobre el rollo número 1 (figura 29c).
(e) Pase el rollo número 1 hacia atrás por encima de la
cabeza (figura 29d).
(e) Pase el rollo número 2 hacia la parte posterior de la
cabeza por encima del número 1 (figura 29e).
(f) Pase de nuevo el rollo numero 1 por encima de la
cabeza y repita este proceso hasta que quede cubierta
completamente la parte superior de la misma, siempre
alternando las vueltas hacia la izquierda luego hacia la
derecha de la línea central, de modo que cada capa
traslape la mitad exterior de la capa anterior.
(g) Dele varias para cubrir anteriores con un nudo vueltas
alrededor de la cabeza todos los bordes de las vueltas
Luego ate los extremos sueltos llano (figura 29f y £).
b. Los ojos y los oídos.
Observación. Para las heridas leves, será suficiente vendar un
solo ojo. Para heridas serias o en casos de duda, es preciso
vendar ambos ojos. Si un ojo queda sin vendar, la baja lo usará y
como los movimientos de los ojos son sincronizados, el uso del
ojo sano hará moverse el ojo herido, lo cual puede resultar en
daño adicional. Además, es posible que sea necesario tapar un

63
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

ojo para vendar una herida en el área cerca del ojo, aunque ésta
en realidad no afecte el ojo tapado.
(1) La aplicación del vendaje de corbata (figura 21) en el ojo
o en el área del oído (figura 30).
(a) Coloque el centro del vendaje encima del ojo u oído
(figura 30a).

(b) Cruce los extremos sueltos, pasándolos alrededor de la


cabeza en direcciones opuestas, y átelos con un nudo
llano (figuras 30b y c).
(2) La aplicación del vendaje de corbata en ambos 0108
(figura 31).
(a) Coloque el vendaje en forma de corbata sobre los ojos,
ya tapados con apósitos., o ajustándolo para que un
extremo sea más largo que el otro (figuras 31 a y b).
(b) Pase el vendaje alrededor de la cabeza dos veces y ate
los extremos sueltos (a un lado de la cabeza) con un
nudo llano (figura 31c).

64
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(3) La aplicación en los ojos de vendajes atados a apósitos


de primeros auxilios de campaña (figura 32).
(a) Pase los vendajes 1 y 2 (figura 32) hacia la parte
posterior de la cabeza y crúcelos en ese punto. Luego
páselos de nuevo alrededor de la cabeza y átelos con
un nudo llano (figura 32b).
(b) Cruce los vendajes 3 y 4 encima de la cabeza y pase el
más largo por debajo de la barbilla. Luego sujételos con
los demás vendajes y átelos con un nudo llano (figura
32c).

(4) La aplicación del vendaje arrollado (figura 22) en los


ojos.
(a) Fije el vendaje dándole varias vueltas alrededor de la
cabeza (las figuras 23 y 33a), terminando detrás de la
misma.
(b) Pase el vendaje oblicuamente hacia arriba por debajo
del oído y sobre un ojo hasta el caballete de la nariz,
uniéndolo con las primeras vueltas alrededor de la
cabeza (figura 33b>.
(c) Pase el vendaje alrededor de la cabeza, entonces
oblicuamente hacia abajo sobre el otro ojo (figura 33c),
por debajo del oído y hacia arriba de nuevo, pasándolo
hacia la parte posterior de la cabeza y uniéndolo con las
primeras vueltas alrededor de la cabeza. Luego páselo
alrededor de la cabeza para fijarlo.
(d) Páselo a la parte posterior de la cabeza, repitiendo el proceso con
vueltas que traslapen un poco las anteriores hasta que queden tapa-

65
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

dos los ojos (figura 33d).

(e) Fije el vendaje haciendo varias vueltas alrededor de la


cabeza y sujetándolo con un nudo llano o con un alfiler
(figuras 24 y 33e).

c. La mandíbula
Observación. Antes de vendar la mandíbula, saque de la boca la
dentadura postiza (completa o parcial> y colóquela en el bolsillo
de la baja. Al aplicar el vendaje, deje suficiente espacio para
permitir la entrada de aire y la salida de materia de la boca. Para
asegurarse de que no se le cierre completamente la boca,
coloque un pequeño rollo de material con un espesor de 1/8??
entre los dientes 'Q entre los dientes y la encía. Deje colgar una
tira de dicho rollo fuera de la boca y átela al vendaje para evitar la
posibilidad de que caiga dentro de la boca y obstruya el paso del
aire.
(1) La aplicación de vendajes atados a apósitos de primeros
auxilios (de campaña (figura 19a). Coloque el apósito
sobre la herida y luego aplique los vendajes usando la
técnica que se muestra en la figura 25.
(2) La aplicación del vendaje de cabos (figura 20) en la
mandíbula.
(a) Coloque el centro del vendaje sobre la barbilla; luego
pase los dos cabos superiores por los lados de la

66
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

mandíbula y átelos con un nudo llano en la nuca (figura


34a).
(b) Doble la parte inferior debajo de la barbilla; luego pase
los cabos inferiores hacia arriba delante de los oídos y
átelos encima de la cabeza (figura 34b)
(3) La aplicación del vendaje de corbata (figura 21) en la
mandíbula.
(a) Coloque el vendaje debajo de la barbilla y pase los
extremos sueltos hacia arriba, ajustándolos para que
uno sea más largo que el otro (figura 35a)
(b) Pase el extremo largo por encima de la cabeza y crúcelo
con el más corto en la sien (figura 35b).
(c) Pase los extremos en direcciones opuestas al otro lado
de la cabeza y átelos allí con un nudo llano encima de la
primera vuelta (figura 35 c).

67
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(4) La aplicación del vendaje arrollado (figura 22) en la


mandíbula.
(a) Fije el vendaje en la sien (figura 23) y dele varias vueltas
por encima y alrededor de la cabeza y por debajo de la
barbilla; luego dóblelo sobre el dedo de la otra mano y
páselo horizontalmente varias veces alrededor de la
cabeza para fijar las vueltas verticales (figura 36a>.
(b) Corte el vendaje y sujete el extremo suelto con un
alfiler (figura 36b).
(c) Para que no se suelten las vueltas verticales, sujételas
con una tira de vendaje fijada con alfileres a ambos
lados de la mandíbula (figura 36c).
d. El hombro.
(1) La aplicación en el hombro de vendajes atados a apósitos
de rimeros auxilios (de campaña) (figura 37)
(a) Coloque el apósito encima de la herida en el hombro,
pase un vendaje por el pecho y otro por la espalda y
crúcelos debajo del brazo sano.
(b) Átelos allí con un nudo llano.
(2) La aplicación en el hombro de vendajes triangulares y de
corbata (figura 21).
(a) Coloque la parte central del vendaje en forma de
corbata sobre la base de la nuca del lado herido; pase
un extremo por la espalda por debajo del brazo y el
otro por el pecho; átelos con un nudo llano (figura 38a).
De ser necesario, use el cinturón de la baja como
substituto.
(b) Coloque el ápice del vendaje triangular debajo del
vendaje en forma de corbata en la base de la nuca,
dejando caer el resto del triángulo sobre el hombro
herido (figura 38b>.
(£) Haga un doblez en la base del triángulo y cruce los
extremos sueltos debajo de la parte superior del brazo;
luego páselos alrededor del brazo en direcciones
opuestas y átelos con un nudo llano (figura 38 c).
(d) Fije el ápice en el cuello, pasándolo primero por encima
y luego metiéndolo debajo del vendaje en forma de
corbata. De ser necesario sujételo con un alfiler.
(3) La aplicación del véndale de corbata (figura 21) en el
hombro o la axila.
(a) Haga un vendaje de corbata bien largo colocando el
borde de un vendaje triangular encima del centro de
otro, doblándolos luego para formar un solo vendaje.
Sostenga la parte más gruesa del vendaje con alfileres.

68
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(b) Coloque la parte central del vendaje bajo la axila de tal


manera que el extremo delantero sea más largo que el
de atrás, con los alfileres hacia afuera (figura 39a).
(c) Crúcelos encima del hombro (figura 39b).
(d) Pase un extremo por la espalda y bajo el brazo opuesto,
y pase el otro por el pecho. Luego átelos con un nudo
llano (figura 39c).

69
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

e. El pecho o la espalda.
(1) La aplicación de vendajes triangulares y en forma de
corbata en el pecho o la espalda.
(a) Ate el ápice del vendaje triangular al vendaje de corbata
y colóquelos con el nudo en la parte del frente del
hombro del lado herido (figura 40a).
(b) Ate los extremos sueltos de la base con un nudo llano
en el lado sano, ajustándolos para que uno quede más
largo que el otro (figura 40b).
(c) Pase el vendaje de corbata por encima del hombro y
átelo al extremo más largo del vendaje triangular
(figura 40c).

70
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) La aplicación del vendaje arrollado (figura 22) en el pecho o


la espalda (figura 41).
(a) Sujete el vendaje (figura 23) y haga varias vueltas
traslapadas alrededor del cuerpo.
(b) Sujete el vendaje atándolo con cinturones o con tiras de
vendaje arrollado.

71
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

f. La región glútea. Aplique los vendajes triangulares y de corbata


como se muestra en la figura 42, empleando las mismas técnicas
de sujeción que se describen en el párrafo d (2) arriba.
g. El codo.
(1) La aplicación del vendaje de corbata (figura 21) en el
codo.
(a) Doble el brazo y coloque la parte central del vendaje en
la punta del codo (figura 43a).
(b) Lleve los extremos hacia arriba y crúcelos, extendiendo
uno hacia abajo y otro hacia arriba (figura 43b).
(c) Lleve las puntas al frente del codo y átelas con un nudo
llano (figura 43 c)

72
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) La aplieación del vendaje arrollado (figura 44) en la cara


anterior del codo.
(a) Sujete el vendaje (figura 23> arriba del codo (figura 44).
(b) Con el brazo ligeramente doblado, lleve el vendaje
hacia abajo y alrededor del antebrazo; luego páselo
hacia arriba y alrededor de la parte superior del brazo,
describiendo un “ocho".
(£) Repita este proceso varias veces con vueltas
ligeramente traslapadas
(d) Sujete el vendaje aplicando vueltas circulares arriba del
codo y luego atándolo con un nudo llano (figura 44).

73
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

h. El antebrazo.
(1) La aplicación del vendaje arrollado
(figura 22) en el antebrazo usando el mét6do espiral.
(a) Sujete el vendaje en la palma de la mano (figuras 23 y
45a).
(b) Aplique vueltas subsiguientes en forma espiral en
dirección al antebrazo, traslapando cada vuelta (figura
45b).
(c) Sujete el vendaje un poco más abajo del codo aplicando
varias vueltas circulares y luego atándolo con un nudo
llano (figuras 24 y 45£).
(2) La aplicaci6n del vendaje arrollado en la mano y el
antebrazo usando el método de forma en ocho.
(a) Fije el vendaje en la palma de la mano (figura 23).
(b) Aplique vueltas en forma de ocho hacia arriba y luego
aplique una vuelta circular en la muñeca; luego
extienda el vendaje hacia arriba con una vuelta en
forma espiral bien abierta y haga una vuelta circular un
poco más abajo del codo (figura 46a y b).
(c) Llévese entonces en forma espiral hacia abajo alrededor
del antebrazo, con una vuelta circular en la muñeca,
formando así una equis grande en el antebrazo.
(d) Usando la técnica de forma en ocho para el vendaje
hacia arriba alrededor del brazo (figura 46 d).
(e) Sujete el vendaje abajo del codo aplicando varias
vueltas circulares, y luego átelo con un nudo llano

74
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(figuras 24 y 46 e).

i. La mano.
(1) La aplicación del vendaje triangular (figura 21) en la
mano.
(a) Coloque la mano herida con la palma hacia abajo en el
medio del vendaje triangular con la muñeca sobre la
base del triangulo (figura 47a). Separé los dedos de la
mano con algodón absorbente para evitar el roce y
irritación de la piel.

75
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Y PRIMEROS AUXILIOS

76
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(b) Cubra los dedos con el ápice del triangulo y recoja el


material sobrante del vendaje en pequeños pliegues a
cada lado de la mano (figura 47b>.
(c) Cruce los extremos del vendaje sobre la meno, luego
páselos alrededor de la muñeca, y átelos con un nudo
llano, tal como se muestra en las figuras 47c d y e).
(2) La aplicaci6n del vendaje en forma de corbata en la
mano.
(a) Coloque el centro del vendaje sobre la palma de la
mano, dejando que las puntas cuelguen a los lados
(figura 48a).
(b) Pase el extremo que da hacia el dedo pulgar por el
dorso de la mano, sobre la palma y a través de la
hendidura entre el pulgar y la palma de la mano (figura
48b)
(c) Pase el otro extremo por el dorso de la mano, hacia la
base del dedo pulgar y oblicuamente a través de la
palma de la mano hacia la base del dedo meñique
(figura 48c).
(d) Pase los extremos al dorso de la mano y crúcelos allí;
luego páselos a la palma y crúcelos de nuevo (figuras
48d y e).
(e) Ate las puntas en la muñeca con un nudo llano (figura
48f).

77
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(3) La aplicact6n del vendaje arrollado (figura 22) en la


mano.
(a) Primero, fije el vendaje (figura 23); luego páselo cerca
de las puntas de los dedos y luego hacia arriba usando
la técnica de forma en ocho (figura 49a).
(b) Siga extendiéndolo en forma en ocho sobre la base de
los dedos y hacia arriba hasta la base de la muñeca,
dejando libre el pulgar (figura 49b).
(c) Sujete el vendaje en la muñeca haciendo varias vueltas
circulares y luego átelo con un nudo llano (figuras 24 y
49c).

(4) La aplicación del vendaje arrollado en el dorso de la


mano.
(a) Primero, fije el vendaje en la muñeca (figura 23').
(b) Páselo al dorso de la mano, alrededor de la base del
quinto dedo, de nuevo por el dorso de la mano y
alrededor de la muñeca (figura 50a).
(c) Repita este procedimiento con cada dedo y el pulgar
(Figura 50b).
(d) Sujete el vendaje en la muñeca haciendo varias vueltas
circulares y luego átelo con un nudo llano (figuras 24 y
50c).

78
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(5) La aplicación del venda]e arrollado en la mano.


Observaci6n. Recuerde siempre de colocar gasa entre los
dedos (Párrafo 18c (2) (f)).
(a) Fije el vendaje en la muñeca (figura 23).
(b) Doble el vendaje hacia atrás; llévelo sobre el dorso de
la mano hasta el dedo, luego continúese sobre el frente
del dedo y de la palma hasta la muñeca (figura 51a).
(c) Sujetando los dobleces en la muñeca, repita el
procedimiento hasta que todos los dedos queden
cubiertos (figura 51b y c).
(d) Dele una vuelta al vendaje alrededor de la muñeca para
sujetar los dobleces; luego pase el vendaje
oblicuamente sobre el dorso de la mano hasta las
puntas de los dedos, y haga una vuelta circular (figura
51d y e).
(e) Aplique el vendaje en la mano con movimiento hacia
arriba en forma de ocho (figura 51f).
(f) Sujete el vendaje en la muñeca haciendo varias vueltas
circulares, y átelo con un nudo llano (figuras 24 y 51g).

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

j. Los dedos.
(1) La aplicación del vendaje arrollado (figura 22) en el dedo.
(a) Fije el vendaje en la muñeca (figura 23).
(b) Lleve el vendaje sobre el dorso de la mano y de una
vuelta completa en la base del dedo herido; luego dele
una vuelta en espiral hasta la punta del dedo y haga
otra vuelta completa (figura 52a).
(c) Pase el vendaje de nuevo a la base del dedo y luego ti la
punta con vueltas espirales bien abiertas (figura 52b).
(d) Aplique el vendaje hacia arriba en el dedo con vueltas
espirales cerradas y luego haga una vuelta circular en la
base. Extienda el vendaje hacia arriba por el dorso de
la mano y sujételo en la muñeca mediante varias vueltas

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

circulares, y luego átelo con un nudo llano (figuras 24 y


52c).

(2) La aplicación del vendaje arrollado en todos los dedos y


en el dorso de la mano.
(a) Fije el vendaje en la muñeca (figura 23).
(b) Páselo hacia abajo sobre el dorso de la mano y entre los
cuarto y quinto dedos; luego haga dos vueltas espirales
en el quinto dedo, una hacia arriba y la otra hacia abajo
(figuras 53a y b).
(c) Extienda el vendaje hacia arriba sobre el dorso de la
mano, haga una vuelta alrededor de la muñeca y repita
el mismo procedimiento en cada dedo (figura 53c).
(d) Sujete el vendaje en la muñeca con varias vueltas
circulares y luego átelo con un nudo llano (figura 24 y
53c)

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

k. La rodilla. Aplique el vendaje en forma de corbata en la rodilla


como se muestra en la figura 54, empleando la técnica descrita
en el párrafo g (1) anterior.

l. La pierna.
(1) La aplicaci6n del vendaje en forma de corbata (figura 21)
en la pierna.
(a) Coloque el centro del vendaje en forma de corbata
sobre el ap6sito (figura 55a).
(b) Comience dando vueltas ascendentes con la punta
superior y vueltas descendentes con la otra punta (en
espiral), de modo que las vueltas queden traslapadas
(figura 55b).

82
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(c) Ate los extremos sueltos con un nudo llano (figura 55c).

(2) La aplicaci6n del vendaje arrollado en un rnufl6n.


Observación. Este método puede aplicarse en cualquier
extremidad del cuerpo.
(a) Fije el vendaje (figura 23) abajo de la rodilla.
(b) Sujete el ap6sito con una vuelta floja en espiral hacia
arriba y hacia abajo del muñón, asegurándola luego con
una vuelta circular abajo de la rodilla (figura 56a).
(c) Doble el vendaje en ángulo recto y llévelo hacia abajo
sobre la mitad exterior del muñón, luego debajo del
muñón y hacia arriba por el dorso de la pierna hasta la
rodilla (figura 56b).
(d) Sujetando el vendaje en su lugar abajo de la rodilla,
haga más dobleces como los descritos arriba de manera
que se cubra la parte interna y del centro del muñón
(figura 56c). Es buena idea hacer varios dobleces
adicionales sobre el mtifi6n de la manera arriba
descrita.
(e) Sujete los extremos de los dobleces aplicando varias
vueltas circulares abajo de la rodilla (figura 56d).
(f) Extienda el vendaje en espiral hasta el extremo del
mufl6n; luego haga una vuelta circular cerca de dicho
extremo (figura .56e)1
(g) Complete el vendaje mediante la técnica de figura en
ocho, desde la punta del muñón hasta abajo de la
rodilla (figura 56f).
(h) Sujete el vendaje abajo de la rodilla mediante varias
vueltas circulares, atándolo luego con un nudo llano

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(figuras 24 y 56f).

m. El pie.
(1) La aplicación del vendaje triangular (figura 21) en el pie.
(a) Coloqu1e el pie herido en el centro del vendaje
triangular con el talón bien adelante de la base '(figura
57a).
(b) Doble el ápice del triángulo sobre el pie, luego rec6ja el
sobrante del vendaje en pequeños pliegues a cada lado
del pie (figura 57b).
(c) Cruce las puntas del vendaje hacia el lado opuesto del
tobillo, luego llévelas alrededor del mismo, y átelas con
un nudo llano en la parte delantera (figura 57c a e).

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Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) La aplicación del vendaje arrollado (figura 22) en el pie.


(a) Fije el vendaje (figura 23) alrededor del pie cerca de la
base de los dedos.
(b) Páselo sobre el empeine del pie y alrededor del talón,
tal como se muestra en la (figura 58a).
(c) Páselo de nuevo sobre el empeine y luego por debajo
del pie, traslapando un poco la vuelta anterior.
(d) Continúe este procedimiento ((c) arriba) con vueltas de
forma en ocho, hasta que el pie' quede cubierto
completamente (figuras 58b y c).
(d) Sujete el vendaje en el tobillo aplicando varias vueltas
circulares y luego atándolo con un nudo llano (figuras
24 y 58d).

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Y PRIMEROS AUXILIOS

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

ALCANCE 3

LESIONES QUE REQUIEREN MEDIDAS ESPECIALES DE


PRIMEROS AUXILIOS

SECCION I
LAS HERIDAS Y QUEMADURAS GRAVES

20. GENERALIDADES
Las cuatro medidas salvavidas mencionadas en el Capitulo 2 se
aplican a los primeros auxilios para toda clase de lesi6n; sin embargo,
hay ciertas heridas que requieren precauciones y procedimientos
especiales, modificaciones a dichas medidas. Estas incluyen heridas
en la cabeza, la cara y el cuello, las heridas en el pecho por las cuales
se aspira aire, las heridas en el vientre, las quemaduras y las fracturas
mencionadas en la Sección II.

21. LAS HERIDAS EN LA CABEZA


a. Generalidades. Una herida en la cabeza puede consistir en una
de las siguientes condiciones o en una combinación de ellas: una
cortada o contusión en el cuero cabelludo; una fractura del
cráneo con lesiones en el cerebro o en los vasos sanguíneos del
cuero cabelludo, el cráneo y el cerebro. Por lo general, las
fracturas graves del cráneo y las lesiones al cerebro ocurren al
mismo tiempo. Una lesi6n en la cabeza con herida en el cuero
cabelludo es fácil de reconocer. Sin embargo, una lesi6n en la
cabeza sin una herida en el cuero cabelludo será más difícil de
descubrir. Por consiguiente, es preciso que se compruebe si hay
alguna lesión en la cabeza si la baja:
(1) Esta inconsciente o ha estado inconsciente recientemente.
(2) Tiene una hemorragia o flujo de otra naturaleza en la nariz o
en los oídos.
(3) Tiene el pulso débil (párrafo 4a (2) (a)).
(4) Tiene dolor de cabeza.
(5) Tiene náuseas o está vomitando.
(6) Ha tenido una convulsión.
(7) Está respirando muy lentamente.
b. Precauciones especiales para los cuatro pasos salvavidas A B
C D (Capitulo 2).
(1) No toque ningún tejido de la masa encefálica que sobresalga
de una herida en la cabeza; limítese tan solo a cubrir la
herida con un apósito estéril. No toque ni trate de quitar
ningún cuerpo extraño que se encuentre en la herida.
(2) No permita que la cabeza de la baja esté a un nivel inferior
al resto del cuerpo.

87
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(3) Para la aplicación correcta de vendajes en la cabeza,


refiérase al párrafo 19a.

22. LAS HERIDAS EN LA CARA Y EL CUELLO


a. Generalidades. Las heridas de la cara y el cuello suelen sangrar
mucho a causa del gran número de vasos san-guineos que se
encuentran en dichas regiones. Además, este tipo de hemorragia
es difícil de controlar.
b. Precauciones especiales modificaciones a los cuatro pasos
salvavidas A B C D Capitulo 2).
(1) Antes que nada, detenga cualquier hemorragia que pueda
obstruir la entrada de aire; luego despéjela (párrafo 7).
Puede haber pedazos de dientes rotos, de hueso o de piel,
además de una dentadura postiza, dentro dé la boca.
(2) Si la baja está consciente y quiere sentarse, hágala inclinarse
hacia adelante con la cabeza hacia abajo para permitir la
salida de fluidos de la boca; de otra manera, aunque esté
consciente, manténgala acostada en la posición prescrita
para una baja que esté inconsciente y que padezca de shock
(figura 17b), permitiendo así la salida de líquidos de la boca.

23. LAS HERIDAS TRAUMATOPNEICAS


a. Generalidades. Las heridas por las cuales se aspira aire en la
cavidad del pecho son sumamente peligrosas. La herida misma
no es tan peligrosa como el aire que entra en la cavidad del
pecho, ya que éste puede hacer que se desplome el pulmón en el
lado herido (figura 59). Por consiguiente, la vida de la baja puede
depender de la rapidez con la cual se cubre la herida para que no
le entre aire.

b. Precauciones1 procedimientos Y modificaciones especiales a

88
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

los cuatro pasos salvavidas A B C D.


(1) Haga que la baja exhale con fuerza, de ser posible, y que
sostenga la respiración mientras usted sella la herida.
(2) Cierre la herida de, la siguiente manera:
(a) Aplique, sobre la herida la superficie interior de la
envoltura de plástico del apósito de primeros auxilios
de campaña; luego coloque el apósito mismo sobre la
envoltura y haga que el ayudante o la baja misma
aplique presión sobre el ap6sito mientras Ud. lo sujeta
pasando los vendajes alrededor del cuerpo (figura 60).
Asegúrese de no tocar la parte interior de la envoltura
de plástico antes de aplicarla sobre la herida.
Observación. Si el apósito de primeros auxilios de
campaña está envuelto en una envoltura, de papel
impermeable en vez de plástico, aplíquela con la
superficie interior de papel de aluminio contra la herida.
Si se dispone de gasa con vaselina (Apéndice B),
aplíquela directamente sobre la herida.
(b) Obtenga una tira de vendaje de un articulo de ropa, la
mitad de una tienda individual, una frazada, un poncho,
etcétera, y aplíquela encima del apósito y alrededor del
cuerpo de la baja para crear más presión aún, cerrando
así herméticamente 'la herida. Cada vuelta de este
material debe traslapar la anterior a fin de ejercer una
presión firme, distribuida uniformemente sobre todo el
apósito.
(c) Sujete el vendaje con un cinturón.

(3) Si la baja está más cómoda sentada, déjela sentarse. Si

89
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

prefiere acostarse, anímela a acostarse sobre el lado herido


para permitir que el pulmón sano reciba más aire. Además,
la superficie sobre la cual se acuesta sirve más o menos
como una 11tablilla11 en el lado herido, disminuyendo así el
dolor.

24. LAS HERIDAS EN EL VIENTRE


a. Generalidades. Las heridas en el vientre que resultan más
peligrosas son aquellas en que un objeto penetra la pared
abdominal y atraviesa órganos internos o vasos sanguíneos
grandes.
b. Precauciones especiales 'Y modificaciones a los cuatro pasos
salvavidas A B C D (Capitulo 2).
(1) No toque ni trate de meter de nuevo en el vientre cualquier
órgano, como los intestinos, que se haya salido por la
herida; cúbralos con uno o más apósitos estériles (figuras
61 a y b). Sin embargo, si es necesario mover un intestino
expuesto hacia adentro del vientre para cubrir la herida
adecuadamente hágalo. Sujete los apósitos con vendajes
(figura 61c), pero sin presión, ya que ésta no ayudará a
detener la hemorragia interna y puede ocasionar daños
adicionales.
(2) No dé a la baja ni comida ni líquidos ni permita que tome
nada, ya que cualquier cosa tomada por vía oral puede pasar
a través de los intestinos lesionados y propagar la conta-
minación en el vientre. Se le pueden humedecer los labios a
la baja para ayudar a aliviarle la sed.

90
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(3) Deje a la baja de espalda, pero vuélvale la cabeza hacia un


lado (figura 61c). Debido a que es probable que la baja
vomite, vigílela bien para que no se ahogue.

25. LAS QUEMADURAS GRAVES


a. Generalidades. Si la baja tiene una, quemadura carbonizada o
con ampollas, se requieren medidas de primeros auxilios
especiales. El objetivo principal al tratar a una baja quemada es
prevenir o disminuir la postración nerviosa e infección.
b. Precauciones, procedimientos Y modificaciones especiales a
los cuatro pasos salvavidas A B C D.
(1) Evite la contaminación adicional de la quemadura de la
siguiente manera:
(a) Si hay ropa sobre la quemadura, córtela y quítela
cuidadosamente, sin tocar la quemadura.
1. No trate de quitar los pedazos de paño que se han
pegado a la quemadura ni trate de limpiarla de
ninguna manera.
2. Al quitarle la ropa a la baja, no deje que roce la
quemadura.
3. No rompa las ampollas.
4. No aplique ungüento o medicamento de ninguna
clase. Para el uso de ungüento en las quemaduras
leves, refiérase al párrafo 34b.
(b) Coloque un apósito estéril sobre el área quemada y
sujételo con vendajes. En casos de bajas en masa, se
puede utilizar una sábana limpia si no hay suficientes
apósitos.
(2) Para prevenir la postración nerviosa, emplee las medidas
descritas en el párrafo 14 y las que siguen:
(a) Si la baja está consciente, no está vomitando y no tiene

91
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

heridas en el vientre o el cuello, dele el contenido de


una cantimplora o un cuarto de galón de agua fresca o
fría con un sobre del compuesto de clorhidrato de sodio
y bicarbonato de sodio (siempre incluido en el estuche
de primeros auxilios y la Unidad de Primera Fase
(apéndice B). No use agua tibia, ya que el agua salada
tibia 'suele causar vómitos.
Observación. Si no se dispone de dicho compuesto,
disuelva cuatro tabletas de sal del tipo que distribuye el
Ejército (o media cucharadita de sal corriente) y dos
tabletas de bicarbonato sódico (o la cuarta parte de una
cucharadita de bicarbonato sódico), en una cantimplora
o un cuarto de galón de agua fresca o fría. Si sólo se
dispone de sal, úsela sin el bicarbonato sódico.
(b) Administre la solución lentamente, dándole a la baja la
cantidad entera dentro de una hora. Si la baja tiene
náuseas, deje de darle la solución, evitando así vómitos
y pérdida de liquido adicional; sin embargo guarde la
solución para administrársela más tarde. Dicha solución
ayuda a restaurar los fluidos y la sal perdidos a causa
de las quemaduras.
(c) Si la baja usa máscara protectora (figura 62), dele
vuelta a la palanca de la válvula hacia la derecha,
colocando de esta manera el tubo para tomar dentro de
la boca. Luego coloque la parte exterior del tubo para
tomar en la tapa protectora de la cantimplora,
asegurándose de que esté bien sellada. Incline la
cantimplora hacia arriba y luego hacia abajo en las
posiciones apropiadas para permitir que la baja tome la
solución.

92
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

SECCIÓN II.

LAS FRACTURAS

26. GENERALIDADES
Las fracturas (huesos rotos) pueden resultar en la incapacitación total
o en la muerte; por otra parte, es posible tratarlas de tal manera que
la baja se recupere completamente. Esto depende de los primeros
auxilios que se le presten a la baja antes de moverla, y comprenden la
inmovilización de la parte fracturada además de la aplicación de los
pasos salvavidas A B C D, según sea necesario.

27. LAS CLASES DE FRACTURAS


a. Fractura cerrada. Esta es una fractura del hueso en la que la piel
(los tegumentos') ha quedado intacta; sin embargo, puede haber
daño subcutáneo. Aunque la herida sea solamente una
dislocación o torcedura, debe ser considerada como una fractura
cerrada en la administración de primeros auxilios.
b. Fractura abierta. Esta es una fractura del hueso con herida
exterior (en la piel). Las fracturas abiertas pueden ser
ocasionadas por huesos que atraviesan la piel o por un proyectil
(una bala o un fragmento de granada) que atraviesa la carne y
rompe el hueso. Las fracturas abiertas están expuestas a la
contaminación.

28. SEÑALES INDICATIVAS DE UNA FRACTURA


Una fractura es fácil de reconocer cuando el hueso está expuesto,

93
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

cuando la extremidad está en posición extraña (deforme), o cuando la


caja del pecho está hundida, Otras señales son dolor al tocarse la
parte afectada e hinchazón y decoloración de la piel en el lugar de la
fractura. Otra señal es un fuerte dolor al tratar de mover la parte; sin
embargo, no use este método para determinar si hay fractura, ya que
esto puede ocasionar daños adicionales a los tejidos circundantes y
dar lugar a un estado de shock. Si no está seguro de que hay fractura,
dele a la baja el beneficio de la duda y adminístrele tratamiento para
una fractura.

29. INMOVILIZACIÓN DE LA PARTE FRACTURADA


Es preciso inmovilizar la parte fracturada para evitar el movimiento de,
las puntas agudas del hueso, evitando así que corten tejidos,
músculos, vasos sanguíneos y nervios. Además, la inmovilización
reduce el dolor y evita o con-trola el shock. En las fracturas cerradas,
la inmovilización evita que los fragmentos de hueso causen heridas
abiertas (figura 63) y por consiguiente, se evita además la con-
taminación e infección (párrafo 15). Las fracturas se inmovilizan por
medio del entablillamiento.

94
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

30. REGLAS APLICABLES AL ENTABLILLAMIENTO


Observación. Si se trata de una fractura abierta (párrafo 7b), primero

95
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

detenga la hemorragia y luego aplique un apósito y un vendaje


(párrafos 10 y 15) en la manera prescrita, para heridas corrientes.
a. Use el principio de entablillar a la baja en el lugar donde, se
encuentra". Esto quiere decir que es preciso entablillar la parte
fracturada antes de tratar de mover a la baja y sin cambiar la
posición de la parte afectada. si el hueso esta en posición extraña
o si la rodilla o el codo está, doblado, no trate de enderezarlo, 'y
si está recto, no trate de doblarlo. Después de entablillar una
fractura, coloque a la baja sobre una camilla antes de
transportarla. Si las circunstancias hacen necesario transportar a
una baja sin que se le haya entablillado una fractura en una
pierna, átese la pierna rota, a la pierna buena, usándose así la
pierna buena como una tablilla. Luego agarre a la baja por
debajo de las axilas y hálela en línea recta solamente. No le dé
vueltas ni la mueva de lado.
b. Coloque las tablillas de tal manera que queden inmovilizadas las
articulaciones arriba y abajo de la fractura. Coloque una tablilla a
cada lado de la parte fracturada.
c. Use almohadillas entre la parte lesionada y la tablilla para evitar
una presión indebida y lesiones adicionales a los tejidos los vasos
sanguíneos y los nervios. Esto es sumamente importante en la
parte interior de los muslos, las axilas y en todo lugar donde las
tablillas tocan las partes huesudas, tales como el codo, el tobillo,
la muñeca y la rodilla.
d. Amarre bien las tablillas con vendajes en varios puntos arriba y
debajo de la fractura, pero no tan estrechamente como para
obstaculizar la circulación. Ate los vendajes con nudo llano en la
tablilla exterior.
e. Use un cabestrillo para apoyar un brazo entablillado que esté
doblado en el codo. Los cabestrillos se usan también para apoyar
un brazo que haya sufrido una torcedura o una herida dolorosa.

31. LAS TABLILLAS, LAS ALMOHADILLAS, LOS VENDAJES Y LOS


CABESTRILLOS
a. Las tablillas. Se pueden hacer tablillas improvisadas de tales
artículos como tablas de madera, varas largas, palos, ramas,
carabinas, fusiles, revistas o periódicos enrollados y cartón. La
férula de alambre se incluye en el paquete para fracturas de la
Unidad de Primera Fase (Apéndice B). Este tipo de férula puede
doblarse según sea necesario para acomodar la parte fracturada.
Además, es posible traslapar y luego afianzar dos férulas para
obtener una más larga. Se puede utilizar vendaje arrollado
(figura 22) para inmovilizar ciertas partes del cuerpo, tales como
el hombro y la clavícula. Si' no se dispone de ninguna clase de
tablilla o férula, se puede utilizar la superficie del pecho para
inmovilizar, hasta cierto punto, un brazo fracturado; también,

96
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Y PRIMEROS AUXILIOS

una pierna sana sirve de tablilla para inmovilizar parcialmente


una pierna fracturada.
Precaución. Si se utilizan las armas de fuego como tablillas,
asegúrese de que están descargadas.
b. Las almohadillas. Es posible improvisar almohadillas con una
chaqueta, una frazada, un poncho, la mitad de una tienda
individual o con hojas. En el paquete para fracturas de la Unidad
de Primera Fase (Apéndice B) hay algodón grueso que puede
usarse de almohadilla.
c. Los vendajes. Los vendajes se pueden improvisar de cinturones,
portafusiles, bandoleras, pañuelos y tiras de ropa o de frazadas.
Se proporcionan vendajes triangulares (figura 21) y arrollados
(figura 22) en ciertos estuches de primeros auxilios y en la
Unidad de Primera Fase (Apéndice B). No utilice tales materiales
delgados como alambres y cordeles para asegurar tablillas.
Tampoco haga nudos sobre el punto de la fractura.
d. Los cabestrillos. Se pueden improvisar cabestrillos con cabos
(faldillas) de abrigos o camisas, cinturones y pedazos de ropa o
frazadas. El vendaje triangular (el párrafo c arriba) es ideal para
este propósito.

32. EL ENTABLILLAMIENTO Y OTROS MÉTODOS DE INMOVILIZACIÓN


Observación. En ciertas figuras se ha suprimido el almohadillado
(párrafo 30) para ilustrar más claramente los métodos de
entablillamiento.
a. Tablillas Y cabestrillos para fracturas del brazo figuras 64 a 69)
b. Tablillas para fracturas de la pierna (Figuras 70 a 73).

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c. Inmovilización de fracturas en la mandíbula, la clavícula, el


hombro Y las costillas.
(1) Aplique un vendaje en forma de corbata (párrafo 18b) o un
vendaje arrollado (párrafo 18c) para inmovilizar una
mandíbula fracturada, tal como se muestra en las figuras 35
y 36. Pase todo vendaje por encima dé la cabeza y no por la
nuca, ya que esto halaría la mandíbula hacia atrás,,
obstaculizándole así la respiración a la baja.

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(2) Utilice dos cinturones, dos vendajes en forma de corbata


(párrafo 18b) o un vendaje arrollado (párrafo 18c) para
inmovilizar una clavícula fracturada; emplee la técnica de
vueltas, en forma de ocho que se muestra en las Figuras 74
y 75.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

(3) Aplique dos vendajes en forma de corbata (párrafo 18b) o un


vendaje arrollado (párrafo 18c) para inmovilizar un hombro
fracturado o dislocado, utilizando las técnicas que se mues-
tran en las figuras 76 y 77.
(4) Aplique tres vendajes en forma de corbata (párrafo 18b)
para inmovilizar costillas fracturadas tal como se muestra en
la figura 78. Aplíquelos en el pecho al exhalar la baja; átelos
en el lado sano.

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d. Lo que debe hacerse en caso de fractura en la columna


vertebral (La espalda). Muchas veces es 'imposible determinar
si la baja tiene una fractura en la columna vertebral. Por tal razón
tenga cuidado con cualquier herida en la espalda, en especial si
la baja se ha caído o si su espalda ha recibido un golpe fuerte o
se ha doblado. Si la baja ha sufrido una lesión así y carece de
sensibilidad en las piernas o no puede moverlas, usted puede
estar razonablemente seguro de que tiene una lesión grave en la
espalda que debe ser tratada como una fractura. Usted debe
recordar que si hay una fractura, cualquier movimiento de la
columna puede hacer que los fragmentos puntiagudos del hueso
corten o hagan daño a la médula, lo que puede ocasionar una
parálisis permanente. Hay que mantener la columna vertebral
arqueada para eliminar toda presión de la médula espinal (figura
79).

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(1) Lo que debe hacerse si la baja tiene que permanecer


donde se encuentra hasta tanto llegue personal de
sanidad.
(a) Si la baja está consciente, adviértale que no debe
moverse.
(b) Déjela en la misma posición como la encontró. No
mueva ninguna parte del cuerpo.
(d) Si la baja está boca arriba, coloque una frazada o
cualquier material de tamaño similar debajo del arco de
la columna vertebral para apoyarla en una posición
arqueada. Si está boca abajo, no coloque nada debajo
de la baja.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) Lo que debe hacerse si la baja tiene que ser transportada


antes de que llegue el personal de sanidad.
(a) Posición boca arriba. Si la baja está boca arriba, hay
que moverla en una camilla o en un substituto firme,
como una tabla ancha que sea más larga que la baja.
Ate las manos de la baja en la cintura con vendaje en
forma de corbata o una tira de paño y coloque una
frazada doblada en el punto donde estará el arco de la
espalda. Con un grupo de cuatro hombres (figura 80)
coloque a la baja sobre la camilla sin doblarle la
columna vertebral, siguiendo los siguientes pasos:
1. Los hombres 2, 3 y 4 se colocan a un lado de la
baja, con la rodilla más cercana a los pies de la
baja sobre el suelo El hombre 1 se coloca del otro
lado. Los hombres 2, 3 y 4 colocan las manos tal
como se indica en la figura 80, mientras que el 1
coloca las manos en el lugar de la fractura.
2. Con movimientos bien coordinados y con mucho
cuidado, todos levantan a la baja unas ocho
pulgadas; luego el número 1 coloca la camilla
debajo de la baja, asegurándose de que la frazada
esté debajo del arco de la columna, y luego toma
la posición original.
3. En estrecha coordinación todos la colocan
cuidadosamente sobre la camilla.

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(b) Posición boca abajo. Si la baja está boca abajo, hay


que moverla en la misma posición. Usando el mismo
grupo de cuatro hombres y la misma técnica (párrafo (a)
anterior, coloque a la baja sobre una camilla corriente o
en una improvisada de frazadas, (párrafo 47c),
manteniendo la columna vertebral arqueada. Si se 'va a
utilizar una camilla corriente, primero coloque una
frazada doblada en el punto donde se colocará el pecho
de la baja.
e. Inmovilización de un cuello fracturado. Una fractura del cuello
es sumamente peligrosa, ya que los fragmentos de hueso pueden
lesionar o cortar la médula espinal, como en el caso de fracturas
de la columna vertebral.
(1) Lo que debe hacerse si la bala tiene que permanecer donde
se encuentra hasta tanto llegue personal de sanidad.
(a) Si está consciente la baja, adviértale que no debe
moverse, ya que esto podría resultar en la muerte.
(b) Deje a la baja en la misma posición en que la encontró;
Si el cuello está en una posición anormal, hay que
inmovilizarlo en la misma posición (párrafo (d) a
continuación).
(c) Si la baja está boca arriba, mantenga la cabeza
inmóvil, levántele un poco los hombros y coloque bajo
el cuello un rollo de paño del tamaño aproximado de
una toalla grande (figura 81a). El rollo debe ser lo
suficientemente grueso para arquear ligeramente el
cuello, permitiendo que la parte posterior de la cabeza

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Y PRIMEROS AUXILIOS

toque el suelo. No doble el cuello ni la cabeza hacia


adelante; ni tampoco levante ni tuerza la cabeza.

(d) Inmovilícele la cabeza (refiérase a la figura 81b),


colocando a cada lado objetos pesados acolchados
como piedras grandes o las botas de la baja. Si hay que
usar las botas, llénelas primero de piedras, grava, arena
o tierra y ciérrelas bien. Puede que sea necesario tapar
las aberturas de las botas con pedazos de paño para
que no se salga el contenido.
(2). Lo que debe hacerse si se tiene que preparar a la baja
para su traslado antes de que llegue el personal de
sanidad. Se necesitan por lo menos dos personas para
atender a una baja que tenga el cuello fracturado y que
tenga que ser trasladada de un lugar a otro, ya que es pre-
ciso mover la cabeza y el tronco en forma muy cuidadosa.
Las dos personas deben trabajar en muy estrecha
coordinación para evitar que se mueva el cuello en forma
alguna. El procedimiento correcto es el que se describe a
continuación:
(a) Coloque una tabla ancha al lado de la baja. Dicha tabla
debe ser ocho pulgadas más larga que la baja, de modo
que sobresalgan cuatro pulgadas en cada extremo (la
cabeza y los pies), tal como se muestra en la figura 82a.
(b) Si la baja está boca arriba, el hombre número 1 le
sujeta firmemente la cabeza y el cuello mientras que el
número 2 la agarra por el hombro y la cadera y la
coloca cuidadosamente sobre la tabla, mientras impide
que se mueva la tabla con el pie y la rodilla, tal como se
muestra en la figura 82b.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

(c) Si la baja está boca abajo, el hombre 1 le sujeta la


cabeza y el cuello con las dos manos mientras el
número 2 le da vuelta cuidadosa-mente para colocarla
sobre la tabla (figura 82c).
(d) El hombre número 1 continúa sosteniéndole
firmemente la cabeza y el cuello mientras que el
número 2 le levanta un poco los hombros, colocándole
un material que sirva de almohadilla debajo del cuello
(párrafo (1) (c) arriba), luego le inmoviliza la cabeza. La
cabeza se puede inmovilizar con las botas (figura 81b),
con piedras forradas (figura 82d) o con férulas de
alambre (figura 82f) (refiérase al apéndice B). Si se
utilizan férulas de alambre, primero se traslapan dos,
se fijan, se les da la forma necesaria para que encajen
bien en la cabeza y los hombros, se forran con material
suave, se colocan en posición y luego se aseguran con
vendajes que pasan por debajo de las axilas, sobre los
hombros, debajo de la cabeza y por la barbilla, y debajo
de la cabeza y por la frente (figura 82f).
(e) Sujete cualquier apoyo improvisado (párrafo (d) arriba)
a la tabla que sirve de camilla, mediante un vendaje en
forma de corbata o una tira de paño colocado alrededor
de la frente de la baja y la tabla, tal como se muestra en
la figura 82d y e.
(f) Levante la tabla y colóquela sobre una camilla o una
frazada. En esta forma la baja estará lista para ser
movida.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

ALCANCE 4
EMERGENCIAS COMUNES

33. LAS HERIDAS LEVES


La mayoría de las heridas leves, como las cortadas, no suelen sangrar
mucho. El peligro principal es la contaminaci6n e infección resultante
(párrafo 15a). Si Ud. recibe una herida leve, tome las siguientes

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Y PRIMEROS AUXILIOS

medidas de primeros auxilios:


a. No deje que nada toque la herida, a excepción de lo que se
describe en los párrafos b y c a continuación:
b. Si se dispone de algún desinfectante, como tintura de cloruro de
benzalconio (Apéndice B), aplíquelo en la herida. (En ningún caso
deberá usarse soluciones más fuertes qué 1:1.000 6 1:750.)
c. Coloque un apósito estéril sobre la herida sin dejar que toque
objeto alguno (párrafo 16), y sujételo con un vendaje(párrafo 18).

34. LAS QUEMADURAS MENORES


Las quemaduras menores pueden ser causadas por el calor seco, un
liquido caliente, un producto químico, la electricidad o los rayos del
sol. Hay dos clases de quemaduras menores:
a. Las quemaduras pequeñas con ampollas o áreas carbo-
nizadas. Como en este tipo de quemadura la piel puede abrirse,
cúbrala con un apósito estéril (el párrafo 17) para protegerla de la
contaminación e infección resultante. Sujete el apósito con un
vendaje (párrafo 18).
b. Las quemaduras menores sin ampollas o áreas carbonizadas.
Si la quemadura no produce ampollas o áreas carbonizadas, se
considera de tipo menor, aun cuando cubra una gran extensión
del cuerpo. Un ejemplo de esto son las quemaduras leves del
sol. No es preciso cubrir este tipo de quemadura con un apósito
estéril, y tan solo basta aplicar una pequeña capa del lubricante
que viene en la Unidad Primera Fase (Apéndice B) para aliviar el
dolor. No aplique dicho lubricante en quemaduras que tengan
ampollas, áreas carbonizadas o donde la piel se haya abierto.

35. UN CUERPO EXTRAÑO EN EL OJO


a. Si un cuerpo extraño se. introduce en el ojo, no frote el ojo. Si la
partícula está debajo del párpado superior, sujete las pestañas
del mismo y hálelo hacia arriba de modo que no toque la
superficie del globo del ojo Sujete el párpado de esta manera
hasta que las lágrimas fluyan libremente. Las lágrimas
frecuentemente sacarán la partícula. Si este método falla, trate
de sacar el cuerpo extraño como se muestra en la figura 83.
b. Si el cuerpo extraño es de vidrio o metal o si el método descrito
en el párrafo ~ anterior y en la figura 83 no da resultado, venda
ambos ojos y lleve a la baja a una instalaci6n de sanidad lo más
pronto posible.
Observación. En caso de heridas muy leves, con solo vendar el ojo
afectado bastará. Sin embargo, si las heridas son graves o en caso de
duda, es preciso tapar ambos ojos. Si se tapa un solo ojo, la baja
podrá usar el ojo sano. Como los movimientos de ambos ojos están
sincronizados, el uso del ojo sano puede hacer que el ojo afectado se
mueva, ocasionándole aún más daño.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

c. Si un material cáustico o irritante, como ácido de batería o


amoniaco entra en el ojo, enjuáguelo inmediata-mente con una
gran cantidad de agua. Vuelva la cabeza a la derecha para
enjuagar el ojo derecho y a la izquierda para enjuagar el
izquierdo. Esto evita que entre el material cáustico o irritante en
el otro ojo.

36. UN CUERPO EXTRAÑO EN EL OÍDO, LA NARIZ O LA GARGANTA


a. Jamás debe usarse objeto alguno para explorar dentro del oído
con el fin de sacar un objeto extraño. Si se trata de un insecto,
este puede sacarse atrayéndolo con la luz de una linterna
eléctrica. Si esto falla, éste puede ser ahogado o inmovilizado al
echar agua en el oído. Los objetos extraños en el oído algunas
veces pueden sacarse con agua. Sin embargo, no eche agua en el
oído si se trata de un objeto que se hincha al humedecerse, tal

114
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Y PRIMEROS AUXILIOS

como una, semilla o una partícula de madera.


b. La introducción de cualquier instrumento en la nariz con el fin de
sacar un objeto extraño sólo hará que éste se introduzca más
profundamente y puede lesionar los conductos nasales. Trate de
sacarlo sonándose ligeramente. Si esto no da resultado acuda a
un centro de sanidad.
c. A menudo con solo toser se puede desalojar un cuerpo extraño
de la garganta. Si esto falla y es posible alcanzarlo, trate de
sacarlo con los dedos, pero asegúrese de no empujarlo más hacia
adentro de la garganta. De no poderse sacar, hay gran peligro de
obstrucción de las vías respiratorias, de modo que se debe acudir
inmediatamente a un centro de sanidad

37. LOS PROBLEMAS DE LOS PIES


Con el cuidado apropiado descrito en el manual FM-21-lO, se pueden
evitar los problemas de los pies. Tales problemas como callos,
ampollas y hongos en ~ pies requieren atención médica. No corte un
.callo porque esto puede resultar en una infección muy seria. Si le
sale una ampolla en el pie y no se dispone de asistencia médica, tome
las medidas de primeros auxilios que se muestran en la figura 84.

38. LAS MORDEDURAS DE CULEBRAS Y PICADURAS DE ARAÑAS Y


ALACRANES
Es posible evitar las mordeduras de culebras y las picaduras de arañas
venenosas y de alacranes siguiendo las medidas descritas en el
manual FM 21-10. En caso de ser alguna persona víctima de uno de
estos animales venenosos, síganse las medidas de primeros auxilios
que se describen a continuación.
a. Mordeduras de culebra.

115
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Y PRIMEROS AUXILIOS

(1) Mantenga a la persona tan quieta como sea posible. No la deje


caminar ni correr. Si puede hacerlo, mate la culebra y
reténgala para que el personal de sanidad la identifique a fin
de que pueda administrarse el suero antivenenoso debido.
(2) Coloque a la baja tan cómodamente como sea posible,
preferiblemente en una posici6n sentada, e inmovilice
inmediatamente el miembro afectado en una posición
inferior al nivel del corazón.
(3) Improvise un torniquete de una corbata, un pañuelo o una tira
de tela y colóquelo entre el punto de la mordedura y el
corazón, de dos a cuatro pulgadas arriba de la mordedura.
Apriete el torniquete lo suficiente para detener el flujo de
sangre en los vasos sanguíneos cerca de la superficie de la
piel, pero no tan apretado como para detener la circulación
arterial o el pulso. El flujo de sangre se habrá detenido en
forma debida tan pronto las venas sobresalgan
conspicuamente debajo de la piel. Además, la presencia del
pulso en un punto abajo del torniquete indicará que sigue la
circulación arterial. El pulso puede verificarse colocando dos
dedos (no el pulgar), sobre el punto de presión en la muñeca
o el tobillo, según sea el caso (figura 14).
(4) Debido a que la atención médica es de urgente necesidad en
todos los casos de mordeduras de culebras venenosas, envíe
a alguien en busca de ayuda. Si hay una camilla o un
vehículo disponible, la baja debe ser transportada inme-
diatamente a la instalación de sanidad más cercana.
(5) Observe a la baja muy de cerca para determinar si tiene
dificultad en respirar, ya que algunos tipos de veneno
afectan el sistema respiratorio. Si la baja deja de respirar,
inicie de inmediato la respiración artificial (párrafo 8).
b. Picaduras de arañas venenosas (viuda negra).
(1) Mantenga a la persona tan quieta como sea posible.
(2) Si se dispone de hielo, coloque una bolsa de hielo sobre la
parte afectada para evitar que el veneno se extienda.
(3) Lleva inmediatamente a la baja a la instalación de sanidad
más cercana.
c. Las picaduras de alacrán. En la mayoría de las regiones del
mundo los alacranes no son muy peligrosos; sin embargo, en la
América del Sur, México, el Medio Oriente y ciertas partes de
África del Norte, existen ciertos tipos cuyas picaduras pueden
producir la muerte si no se administra el tratamiento debido.
(1) Para una picadura corriente, coloque un pedazo de hielo
sobre el lugar de la picadura tan pronto que sea posible,
para disminuir la absorción del veneno. La aplicación de una
pasta hecha con bicarbonato sódico y agua suele aliviar el
dolor.

116
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Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) Si la picadura es en la cara, el cuello o los órganos genitales,


o si es de un alacrán de una de las regiones geográficas
arriba mencionadas, mantenga a la baja tan quieta como sea
posible y llévela inmediatamente a la instalación de sanidad
más cercana.

39. LAS ERUPCIONES EN LA PIEL CAUSADAS POR PLANTAS VENENOSAS


La savia o jugo de ciertas plantas, cales como la hiedra venenosa, el
rus y el zumaque, causan erupciones en la piel de ciertas personas. Es
posible evitar dichas erupciones si se aprende a identificar dichas
plantas y si se toman las medidas preventivas descritas en el Manual
FM 21-10. Si se le presenta una erupción unos días después de haber
estado expuesto a una de dichas plantas, no se rasque y busque aten-
ci6n médica de inmediato. La primera manifestación de dicha
erupción es que la piel se torna roja y hay cierta hinchazón; luego hay
un ardor severo y picazón y por último aparecen ampollas.

40. LOS EFECTOS DEL CALOR


Las condiciones causadas por el calor excesivo son el agotamiento, la
insolación y los calambres, además de las quemaduras del sol y la
erupción y picazón en la piel. Es posible evitar estas condiciones
mediante la debida aclimatación al calor, el consumo de agua y sal y la
observancia de las medidas preventivas descritas en el Manual FM 21-
10.
a. El agotamiento debido al calor. Esta condición es ocasionada
por la pérdida excesiva. de sal y agua del cuerpo. Los síntomas
son dolor de cabeza, sudor excesivo, debilidad, mareo y
calambres musculares. Además, la piel está pálida, fresca y
húmeda. Los efectos de este agotamiento pueden manifestarse
gradual o repentinamente. A las victimas de esta condición se les
debe administrar los siguientes primeros auxilios:
(1) Acuéstelo en la sombra y aflójele la ropa.
(2) Si está consciente, dele agua salada fresca para beber. Esta
se prepara disolviéndolos tabletas de sal (o la cuarta parte
de una cucharadita de sal corriente) en una cantimplora'(un
cuarto de galón> de agua fresca. Durante un periodo de
doce horas, la baja debe consumir de tres a cinco
cantimploras de agua salada fresca.
b. La insolación. La exposición prolongada a temperaturas altas
puede ocasionar la insolación. El primer síntoma de esta
condición es la falta de sudor, lo que hace que la piel se sienta
caliente y seca. La persona afectada puede perder el
conocimiento repentinamente o luego de dolores de cabeza,
mareos, pulso acelerado, náuseas, vómitos y desorientación
mental. Es necesario actuar rápidamente para salvarle la vida a
una victima de insolación, ya que los reguladores de la

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Y PRIMEROS AUXILIOS

temperatura del cuerpo han sufrido daños y la temperatura


puede subir hasta 108 grados Fahrenheit. A la baja hay que
administrarle de inmediato los siguientes primeros auxilios:
(1) Sumérjala en el agua más fría que se tenga disponible,
inclusive con hielo, de ser posible.
(2) Si no es posible darle un baño frío, llévela a la sombra,
quítele la ropa y manténgale mojado el cuerpo derramándole
agua encima constantemente. Enfríela aún más abanicándole
el cuerpo mojado.
(3) Llévela inmediatamente a la instalación de sanidad más
cercana, y continúe enfriándole el cuerpo en camino a dicho
lugar.
(4) Cuando la baja vuelva en si, dele de beber agua salada
fresca (párrafo (a) (2) anterior).
c. Los calambres debidos al calor. Estos son espasmos dolorosos
de los músculos de las piernas, los brazos y el vientre. Estos
pueden ser leves o severos y se deben a la pérdida excesiva de
sal. Dele a la baja grandes cantidades de agua salda fresca
(párrafo (a) (2) anterior. Si los calambres son muy severos, quizá
sea necesario llevar a la baja. a una instalación de sanidad.

41. LOS EFECTOS DEL FRÍO


Las condiciones causadas por el frío son el pie de trinchera, las
lesiones de los pies por inmersión en agua, la congelación y la
ceguera. Es posible evitar estas condiciones siguiendo las medidas
preventivas descritas en el Manual FM 21-10.
a. El pie de trinchera. Esta lesión es el resultado de la exposición
prolongada de los pies a la humedad en temperaturas entre el
punto de congelación y 50 grados Fahrenheit. La inactividad de
los pies contribuye al desarrollo de esta lesión. Es una condición
muy grave, pues puede resultar en la pérdida de los dedos y
otras partes de los pies. Generalmente, el primer síntoma es la
falta de toda sensación en los pies. También puede haber una
sensación de hormigueo o un calambre doloroso. Si la
exposición de los pies al frío y la humedad ha sido prolongada,
es posible que se hinchen al punto de quedar obstruida la
circulación. En caso de presentarse esta condición, séquese bien
los pies y diríjase lo más pronto posible a una instalación de
sanidad. Evite caminar si puede conseguir algún medio de
transporte.
b. Lesiones ocasionadas por la inmersión de los pies en agua.
Esta condición es muy similar a la del pie de trinchera excepto en
las causas que la producen. La ocasionada por la inmersión
prolongada de los pies en agua o por tener los pies
continuamente mojados por un período prolongado,
generalmente en exceso de doce horas. Esta condición se desa-

118
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Y PRIMEROS AUXILIOS

rrolla con más rapidez si el agua tiene una temperatura de menos


de 50 grados Fahrenheit. Sin embargo, también puede
producirse por la inmersión de los pies en agua tibia por un
periodo de más de 24 horas. En esta condición, las plantas de
los pies se ponen blancas y se arrugan y se siente mucho dolor al
estar de pie y al caminar. Otras partes del cuerpo también
pueden ser afectadas en la misma forma. En caso de presentarse
esta condición, séquense bien los pies y diríjase lo mas pronto
posible a una instalación de sanidad. Evite caminar si puede
conseguir algún medio de transporte:
c. Congelación de la piel. Esta condición se produce debido a la
exposición de la piel al frío severo. Las partes del cuerpo que
con más frecuencia se ven afectadas son las mejillas, la nariz, las
orejas, la barbilla la frente, las muñecas, las manos y los pies. La
congelación puede afectar so1amente la piel o puede extenderse
más abajo de la piel. La congelación profunda, que es mucho más
grave que la de tipo superficial, requiere primeros auxilios
distintos para evitar o mantener al mínimo la pérdida de partes
de las manos y los pies. La piel congelada es blancuzca, dura y
en vez de dolor, produce una sensación de entumecimiento. Por
este motivo, los soldados deben estar alertas para percibir entre
ellos los síntomas de congelación en la cara y las manos. Si la
parte ha estado entumecida por poco tiempo, la congelación
quizá sólo afecte la piel; de lo contrario hay que suponer que se
trata de una congelación profunda. Tome las siguientes medidas
en caso de congelación:
(1) Primeros auxilios para la congelación de la piel.
Observación. No trate de calentar o recalentar las partes
congeladas mediante masajes, exponiéndolas al calor del
fuego, baños de agua fría o frotaci6n con la nieve.
(a) Las partes de la cara. Cubra la parte congelada con
las manos hasta que vuelva una sensación de dolor.
(b) Las manos. Coloque las manos debajo de las axilas en
contacto directo con la piel, con la mano derecha en la
axila izquierda y viceversa.
(c) Los pies. En el lugar más protegido disponible,
coloque los pies desnudos bajo la ropa y contra el
vientre de otro soldado.
(2) Las medidas que deben tomarse en caso de congelación
profunda.
(a) Diríjase lo más pronto posible a una instalación de
sanidad. Si dispone algún medio de transporte, úselo
en vez de tratar de caminar.
(b) Proteja la parte congelada contra daño adicional pero NO trate de
darle tratamiento o de descongelaría. La
descongelación en campaña aumenta las posibilidades

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Y PRIMEROS AUXILIOS

de infección, lesiones adicionales y gangrena. Además,


es menos peligroso caminar con los pies congelados
que después de ser descongelados. Es posible que la
parte afectada se descongele durante el viaje a la
instalación de sanidad, pero esto es inevitable porque
hay que mantener caliente todo. el cuerpo de la baja.
d. La ceguera ocasionada por la nieve. Esta ceguera resulta del
efecto que tiene en los ojos el resplandor de los bancos de hielo
o nieve. Aunque el cielo esté nublado, es posible que se
manifieste dicha ceguera. En efecto, hay más posibilidad de
ceguera durante tiempo nublado que cuando hace sol. La
primera indicación es una sensación de picaz6n en los ojos al
cerrarlos. Luego de comprobarse que la baja sufre de este tipo de
ceguera, cúbrale los ojos con un paño oscuro y llévela
inmediatamente a una instalación de sanidad.

42. ENVENENAMIENTO CON MONÓXIDO DE CARBONO


a. Los efectos del envenenamiento con monóxido de carbono pueden ser severos,
prolongados y hasta fatales. Resulta de la aspiración de dicho gas incoloro y
prácticamente inodoro, producido por la combustión incompleta del carbón,
petróleo y otros combustibles utilizados en tales aparatos como los vehículos
motorizados, estufas de campaña y aparatos que proveen calor y luz. El
monóxido de carbono destruye la capacidad de las células rojas de la sangre de
llevar oxigeno a los tejidos del cuerpo. Generalmente, este envenenamiento
resulta de imperfectos en los mencionados aparatos, el uso incorrecto de los
mismos o una ventilación inadecuada. El envenenamiento con monóxido de
carbono puede evitarse tomando las medidas preventivas descritas en el Manual
FM 21-10.
b. Los síntomas se manifiestan en sucesión rápida. El mareo, dolor
de cabeza, zumbido en los oídos y palpitaciones en las sienes,
van seguidos casi inmediatamente por somnolencia y debilidad.
Puede haber vómitos y convulsiones, seguidos por la pérdida del
conocimiento y finalmente puede sobrevenir la muerte.
Generalmente los labios y la piel se tornan de color rojo subido.
Una persona que está expuesta al envenenamiento con monóxido
de carbono puede estar consciente de lo que le está pasando,
pero quizá no le quede fuerza suficiente para salir al aire libre.
Los efectos del envenenamiento se presentan con más rapidez en
circunstancias en que hay un gran esfuerzo muscular o cuando la
temperatura o la humedad son extremas.
c. Tome las siguientes medidas de primeros auxilios para tratar a
las victimas de este tipo de envenenamiento:
(1) Saque inmediatamente a la baja al aire libre y adminístrele
respiración artificial (párrafo 8).
(2) Manténgala quieta y llévela a una instalación de sanidad.

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Y PRIMEROS AUXILIOS

43. EL AHOGAMIENTO
El ahogamiento ocurre cuando agua o cualquier otro liquido obstruye
el paso libre de aire por las vías respiratorias, causando a la vez
espasmos en las cuerdas vocales. Muchas personas que parecen estar
sin vida pueden recuperarse si se les administra respiración artificial
(párrafo 8) pronta y eficientemente. La prisa con que se administre la
respiración artificial es de suma importancia, ya que cualquier demora
disminuye las posibilidades de que se recupere la baja. Muchas veces
es posible empezar a administrar respiración artificial de boca a boca
antes de llegar a tierra. Tan pronto la cabeza de la baja esté fuera del
agua, despéjele la entrada de aire y empiece a administrarle respira-
ción artificial. Si hay otras personas que pueden ayudarle, deje que
éstas lleven a la baja a tierra y continúe usted administrándole
respiración artificial. Una vez en tierra, no pierda tiempo tratando de
voltear a la baja boca abajo en un intento por sacarle el agua de los
pulmones; mas bien continúe administrándole respiración artificial.

44. LOS CHOQUES ELÉCTRICOS


Los accidentes de choque eléctrico generalmente son ocasionados por
contacto con un alambre que tiene corriente y ocasionalmente ocurren
cuando una persona es alcanzada por un rayo. De ocurrir un
accidente de este tipo, siga los siguientes pasos:
a. Apague la corriente si el interruptor se encuentra cerca, pero no
pierda tiempo buscándolo. Use un palo seco de madera, ropa
seca, o cualquier otro material que no sea conductor de electric4
dad para apartar a la persona del alambre. Si no se dispone de
un palo largo, sencillamente hale a la baja usando una gaza
hecha con soga o ropa seca (figura 85). No toque a la baja ni el
alambre con las manos, ya que de lo contrario recibirá también
una descarga eléctrica.
b. Los choques eléctricos hacen que se detenga la respiración, así que
comience la respiración artificial (párrafo 8) inmediatamente
después de apartar a la persona del alambre.

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

45. LA PÉRDIDA DEL CONOCIMIENTO


Muchas veces es imposible determinar la causa de la pérdida del
conocimiento, pero la hemorragia, la insolación o una herida en la
cabeza pueden ser las razones.
a. Adminístrele a la baja inconsciente los pasos salvavidas A, B, C y
D (Capitulo 2), según sea necesario. Si tiene una herida en la
cabeza o padece de insolación, aplíquele las medidas especiales
descritas en los párrafos 21 y 40b. Si después de administrarle
las medidas de primeros auxilios la baja continúa inconsciente,
colóquela de lado o boca abajo con la cabeza hacia un lado para
evitar que se ahogue con vómito, sangre u otros fluidos (párrafo
14f (2)). NO ADMINISTRE LIQUIDOS a una baja que esté
inconsciente.
b. Si la baja sólo se ha desmayado, volverá en sí dentro de unos
pocos minutos. Si dispone de ampolletas con solución aromática
de amoniaco para la aspiración (el Apéndice B), rompa una y
pásela varias veces cerca de la nariz de la baja, por varios
segundos cada vez. Si la baja está sentada, acuéstela
cuidadosamente. Aflójele la ropa, aplíquele en la cara una toallita
mojada y déjela descansar tranquilamente. Si parece que la
persona se va a desmayar mientras está sentada, colóquele la
cabeza entre las piernas para que la sangre pueda fluir a la
cabeza. Sosténgala para que no se salga y se lesione.

122
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

ALCANCE 5
EL TRANSPORTE DE LOS ENFERMOS Y HERIDOS
46. GENERALIDADES
a. El tener conocimiento de cómo mover a las personas lesionadas
gravemente es una de las partes más importantes de los
primeros auxilios. El manejo descuidado o brusco no solamente
aumenta la gravedad de una lesión, sino que también puede
ocasionar la muerte. A menos que haya un buen motivo, no trate
de transportar a una baja hasta tanto no se disponga de algún
medio de evacuación médica. Algunas veces cuando la situación
es urgente y usted sabe que no hay medios de sanidad
disponibles, usted tendrá que mover a la baja. Esta es la razón
por la cual usted debe conocer las diferentes maneras de
transportar a una baja. Pero antes de moverla, adminístrele los
primeros auxilios necesarios. Si tiene fractura, no la mueva hasta
tanto sea entablillada.
b. Este capítulo describe las diferentes maneras de improvisar una
camilla y los métodos de transportar a una baja sin la ayuda de
una Camilla. Sin embargo, no transporte a una baja que tenga
fracturado el cuello o la columna vertebral a menos que sea en
una camilla. Si la baja sufre de fractura en otra parte,
transpórtela de manera que no se agrave la fractura. Una baja
inconsciente debe ser transportada en una camilla o de manera
que no haya peligro de que se caiga. Transportar a una baja en
camilla es más seguro y más cómodo para ésta y le facilita el
trabajo a usted. Si la única manera de transportar a una baja es
a cuestas, debido a lo accidentado del terreno o a causa de las
condiciones de combate, o si es necesario para salvarle la vida,
cárguela; pero colóquela sobre una camilla tan pronto como sea
posible obtener o improvisar una.

47. LAS CAMILLAS IMPROVISADAS


a. Es posible improvisar una camilla mediante el uso de diversos
artículos. Casi cualquier objeto de superficie plana y de tamaño
adecuado puede usarse como camilla; por ejemplo, tablas,
puertas, contraventanas, bancos, escaleras, catres y varios palos
largos atados. De ser posible estos objetos deben acolchonarse.
b. Se puede improvisar camillas adecuadas asegurando varas o
palos largos en tales objetos como frazadas, las mitades de
tiendas individuales, pedazos de lona, chaquetas,, camisas,
sacos, cubrecamas, etc. Las varas largas pueden ser ramas
fuertes, fusiles, soportes de tienda, esquíes y otros artículos.
Advertencia: Si se usan fusiles, cerciórese de que están
descargados.

123
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

c. Si no se dispone de varas largas o substitutos adecuados, se


pueden enrollar hacia el centro los dos bordes laterales de un
artículo grande como una frazada; luego se agarran los lados
enrollados para transportar a la baja que yace en el centro de la'
frazada. Diversos modos de improvisar camillas se describen en
las figuras 86 a 88.

124
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

126
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

48. MÉTODOS DE CARGAR A UNA BAJA


a. Generalidades. Es posible mover a una baja por medio de
transportes por un hombre o por dos hombres. Se deben utilizar
los transportes por dos hombres siempre que sea posible, ya que
resulta mas cómodo para la baja, hay menos riesgo de empeorar
su condición y porque se cansan menos los portadores. El
método que se seleccione debe ser el que menos darlo ocasione
a la baja.
b. El transporte de bombero. Este es uno de los métodos más
fáciles para que un solo hombre levante y cargue a un herido (1-
5, Figura 89). Los pasos dos tres y cuatro para levantar a la baja
pueden ejecutarse de dos maneras, dependiendo del lugar de la
herida. El portador tiene que decidir cual es el método que más
conviene a la baja. Además, el portador debe colocar a la baja
sobre su espalda (del portador), del lado sano del herido,
evitando así cualquier presión sobre la parte lesionada.

127
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

c. Manera de cargar un herido apoyándolo. Se utiliza este


método cuando la baja ha recibido una herida leve.
(1) Levante a la baja' como se muestra en los primeros tres paso
del transporte de bombero (l, 2 y 3 de la figura 89).

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

131
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) Agarre la muñeca del brazo sano de la baja y páselo


alrededor del cuello de usted (figura 90).
(3) Deje que camine la baja, usándolo a usted como apoyo.

d. Manera de cargar un herido en los brazos. Este método es útil


para cortas distancias.
(1) Levante a la baja como se muestra en los primeros tres
pasos del transporte de bombero (1, 2 y 3 de la figura 89).

132
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) Agarre a la persona como se muestra en la figura 91 y


levántela en sus brazos.
(3) Cargue a la baja en una posición alta para aminorar la fatiga.

e. Manera de cargar a un enfermo a horcajadas.


(1) Levante a la baja como se muestra en los primeros tres
pasos del transporte de bombero (1, 2 y 3 de la figura 89).
(2) Mientras sujeta el cuerpo de la baja con una mano, voltéese
de modo que la baja pueda pasar los brazos alrededor del
cuello de usted. Luego agáchese, pase los brazos por debajo

133
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

de los muslos de la baja, entrelace las manos, y eleve a la


persona sobre su espalda (figura 92).

f. Manera de cargar a un herido colgado de la espalda.


(1) Levante a la baja como se muestra en los primeros tres
'pasos del transporte de bombero (1, 2 y 3 de la figura 89).
(2) Sujete el cuerpo de la baja con un brazo, agárrele la muñeca
que esté más cerca de usted y llévele el brazo por encima de
la cabeza y sobre el hombro de usted. Luego colóquese
frente a ella mientras apoya su peso con la espalda, agárrele
la otra muñeca y coloque este brazo también sobre su
hombro (figura 93a)
(3) Inclínese hacia adelante y alce a la baja lo más que pueda
sobre la espalda de usted, de modo que todo el peso de ésta

134
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

descanse sobre su espalda (figura 93b).

g. Manera de elevar y cargar a un herido suspendido en la


espalda. Para utilizar este método de transporte, es necesario
que la baja esté consciente y que pueda pararse en una pierna
por lo menos.
(1) Ayude a la baja a ponerse de pie y colóquese Ud. con la
espalda contra la de la baja; luego haga que ésta extienda
lateralmente los brazos.
(2) Dóblese hacia atrás, coloque las manos debajo de los brazos
de la baja, agarrándole las partes superiores de los brazos
cerca de las axilas (figura 94a).
(3) Inclínese usted hacia adelante, halando y colocando a la baja
sobre su espalda (figura 94b).

135
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

h. Manera de cargar un enfermo usando el cinturón de la


pistola. Este método se utiliza para cargar a una baja por largas
distancias sin fatigarse excesivamente el portador. Si no se
dispone de cinturones de pistola, se utilizan otros artículos, tales
como portafusiles, dos vendajes en forma de corbata, dos
correas de camilla o cualquier otro material adecuado que no
corte ni apriete a la baja. Los pasos que deben seguirse en este

136
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

método se ilustran en 1 a 3 de la figura 95.

137
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

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MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

i. Manera de arrastrar una baja amarrada con el cinturón de la

139
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

pistola. Este método (figura 96) permite que usted y la baja


permanezcan en el suelo, protegidos del fuego del enemigo; sin
embargo, sirve solamente para cortas distancias.
(1) Extienda dos cinturones de pistola y únalos en una eslinga
continua.
(2) Después de colocar a la baja de espalda, pase una gaza de la
eslinga sobre la cabeza de la baja y colóquela en posición de
un lado a otro del pecho y debajo de las axilas.
(3) Cruce las fajas de la eslinga en el 'hombro de la baja,
formando una gaza para el hombro de usted.
(4) Acuéstese de espalda al lado de la baja y pase la gaza por el
brazo suyo que esté más cerca de la persona; luego vírese
en dirección opuesta, poniéndose boca abajo y haciendo que
la gaza quede firme alrededor del hombro de usted.
(5) Coloque la mano más próxima debajo de la cabeza de la
baja para protegerla durante el transporte.
(6) Avance arrastrándose, arrastrando también a la baja.

j. Manera de arrastrar a una bala colgada de su cuello. Este método


(figura 97) permite que usted y la baja estén cerca del suelo.
(1) Ate las manos de la baja y páselas alrededor de su cuello.
(2) Avance a gatas, arrastrando a. la baja con usted.

140
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

k Método en que dos personas cargan a una bala apoyándola


(figura 98).
(1) Dos hombres ayudan a la baja a pararse, sosteniéndola con
los brazos alrededor de la cintura.
(2) Cada hombre le agarra una muñeca y pasa uno de los
brazos de la baja detrás de su cuello.
(3) La baja camina apoyándose en los dos hombres.

141
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

l. Transporte en brazos por dos personas. Dos hombres


levantan y cargan a la baja como se muestra en la Figura 99.

142
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

m Transporte por dos hombres. Este método se utiliza para'


distancias cortas. Dos hombres levantan y cargan a la baja como
se muestra en la figura 100.

143
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

n. Transporte a cuatro manos. Dos hombres forman una “silla" con las cuatro
manos y cargan a la baja sentada como se muestra en la figura 101.

144
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

o. Transporte a cuatro manos y brazos (figura 102).


(1) Dos hombres se arrodillan en lados opuestos de la baja
cerca de las caderas.
(2) Cada uno pasa los brazos por debajo de los muslos y la
esp4da de la baja y se agarran en las mu5ecas.
(3) Ambos hombres se ponen de pie simultáneamente,
levantando a la baja.

145
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

ALCANCE 6

LA ADMINISTRACIÓN DE PRIMEROS AUXILIOS EN UN


AMBIENTE TÓXICO.

49. GENERALIDADES
a. La gasolina, el cloro y los insecticidas son ejemplos de
substancias tóxicas comunes. Pueden existir en forma s6lida,
líquida o gaseosa, dependiendo de la temperatura y presión
atmosférica. Por ejemplo, la gasolina es un liquido que puede
vaporizarse; el cloro es un gas; y el DDT (un insecticida) es un
sólido. Algunas substancias son más nocivas al ser aspiradas,
ingeridas o al hacer contacto con el cuerpo. Todas, aunque sean
sólidos, líquidos o gases (inclusive los vapores y aerosoles),
pueden irritar, inflamar, quemar, congelar o destruir los tejidos,
tales como los asociados con las vías respiratorias o los ojos. Es
posible también que sean absorbidos dentro del sistema
circulatorio, ocasionando así daños a cualquiera de las funciones
vitales del cuerpo.
b. Es posible que u6ted se contamine con substancias tóxicas de
uso diario, como los desinfectantes o soluciones de cloro para la
ropa, o a causa de accidentes en el manejo de substancias
químicas o al exponerse a los agentes químicos de guerra. Por lo
general, dicha exposición duraría sólo unos minutos; sin
embargo, en situaciones de guerra, cualquier sustancia tóxica
empleada por el enemigo podría permanecer en el ambiente por
horas y hasta por días.. Esto produciría un ambiente tóxico en el
cual usted tendría que vivir. Por consiguiente, es preciso que
usted esté preparado para protegerse y proteger a otras personas
contra los efectos nocivos de dichas substancias y que sepa
administrar primeros auxilios dentro de dicho ambiente, cuando
sea necesario.

50. ARTÍCULOS PROTECTORES Y DE PRIMEROS AUXILIOS


A usted se le proporciona equipo que lo protegerá en campaña contra
las concentraciones de agentes químicos y biol6gicos. Este equipo
comprende la máscara protectora de campaña, inyectores automáticos
de atropina y polvos absorbentes para la descontaminación de la piel
y la ropa. Usted tiene que saber cuándo y cómo utilizar dichos
artículos. Cuando se considere necesario, también se le proporcionará
ropa protectora especial, betún resistente a gases vesicantes para las
botas, y otras drogas profilácticas y de primeros auxilios que se
requieran.
a. La máscara protectora de campaña (Modelo ABC-M17 ó Ml7Al).
Su máscara protectora de campaña es un articulo sumamente

146
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

importante. A usted se le da adiestramiento especial en el uso y


cuidado de la misma. Si se le ha proporcionado la máscara
modelo Ml7Al, refiérase al párrafo 25b(2) (c) para una explicación
sobre el tubo de tomar y la tapa protectora.
b. Los inyectores automáticos de atropina. A usted le
proporcionan, para su uso particular, tres inyectores automáticos
de atropina, cada uno con un contenido de dos miligramos de
dicha droga. Los inyectores vienen envueltos individualmente en
material plástico. Estos inyectores deben cargarse en el bolsillo
exterior superior de la bolsa de la máscara protectora.
c. Estuche individual Modelo M13 para la descontaminación y
reimpregnación. Este estuche se utiliza para combatir los
efectos de los agentes químicos tóxicos y contiene lo siguiente:
(1) Una almohadilla para descontaminar la piel (absorbe las
gotas del agente químico que se encuentran en la piel).
Dicha almohadilla está hecha en forma de cinturón y ha sido
diseñada para que pueda colocarse alrededor de sus dedos
enguantados.
(2) Dos bolsas, cada una con polvo de cloramida, y una cápsula
de tinte para la identificación y neutralización de gotas de
agentes químicos en la ropa y equipo personal, tal como se
describe en el manual FM 21-41.
(3) Tijeras especiales para quitar de la ropa las áreas
contaminadas identificadas por el tinte mencionado en el
párrafo (2) anterior.
Observación. No se debe usar el contenido de este estuche
en las áreas próximas a los ojos. Sólo deberá usarse agua
para eliminar cualquier sustancia química que se haya
introducido en los ojos.

51. MEDIDAS DE PROTECCIÓN Y PRIMEROS AUXILIOS PARA LA CON-


TAMINACIÓN CON AGENTES QUÍMICOS Y BIOLÓGICOS
a. Generalidades.
(1) Los agentes químicos de guerra se clasifican según el
principal efecto fisiológico que produzcan; por ejemplo,
gases vesicantes, gases sofocantes, venenos de la sangre,
gases lacrimógenos, gases eméticos y gases contra los
nervios. La máscara protectora de campaña le protegerá
contra los' agentes químicos y biológicos y también evitará
la aspiración de partículas radiactivas. Con la práctica
debida usted deberá poder colocarse la máscara protectora
en un tiempo máximo de 9 segundos.
(2) La ingestión de agua o alimentos contaminados con agentes
neurotóxicos o vesicantes o con otros agentes químicos
biológicos, puede ser fatal. Nunca consuma agua o
alimentos que posiblemente hayan sido contaminados hasta

147
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

tanto no sean analizados y se autorice su consumo.


b. Condiciones que requieren la colocación de la máscara
protectora sin que se reciba la orden o suene la alarma
correspondiente. Al enterarse de un ataque con agentes
químicos o biológicos o si se sospecha que uno es inminente o al
recibir información que lo indique, usted debe colocarse la
máscara inmediatamente, sin recibir órdenes y sin que suene la
alarma, si existen las siguientes condiciones:
(1) Cuando su posición es atacada con:
(a) Fuego de artillería o de morteros.
(b) Proyectiles o cohetes.
(c) Humo o neblina.
(d) Pulverización desde aviones o bombardeo aéreo.
(2) La presencia de humo de origen desconocido.
(3) La presencia de un olor, liquido o sólido
sospechoso.
(4) Si Ud. entra en un área que se sospecha esté contaminada.
(5) Si Ud. sufre de uno o más de los siguientes síntomas.
(a) Flujo inexplicable de la nariz.
(b) Sensación de ahogamiento o de constricción. en la
garganta o el pecho.
(c) Vista nublada.
(d) Irritación de los ojos.
(e) Respiración dificultosa o acelerada sin razón obvia.

c. Primeros auxilios en caso de un ataque con agentes químicos.


(1) Primer paso. Sostenga la respiración, póngase la máscara
protectora, despéjela, dé la voz de alarma y continúe con la
misión.
Observación. Manténgala puesta hasta que se haya
determinado que el área está segura y al recibir órdenes de
quitarse la máscara.
(2) Segundo paso. Si se presentan síntomas de intoxicación
con un agente químico neurotóxico (párrafo 52b),
adminístrese una inyección de atropina (párrafo 52c).
Observación. No se inyecte con atropina a menos que esté
seguro de necesitarla.
(3) Tercer paso. Si sospecha que gotas de un agente químico
han caído en los ojos, haga lo siguiente con suma rapidez.
Para que sean eficaces contra los efectos del gas mostaza
(iperita), dichas medidas tienen que ser cumplidas dentro de
dos minutos después de la contaminación.
(a) Desenrosque la tapa de la cantimplora.
(b) Quítese el casco.
(c) Inspire hondamente, sostenga la respiración, y
levántese la máscara, dejando descubierta la cara.

148
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(d) Para enjuagar el ojo derecho, incline la cabeza hacia


atrás y vuélvala un poco hacia la derecha, y viceversa
para el ojo izquierdo.
(e) Con los ojos mirando hacia arriba, eche agua en el ojo
muy lentamente, de ser esto posible, para que dicha
agua no se extienda por la cara ni la ropa. Si no puede
mantener el ojo abierto, abra los párpados con los
dedos.
(f) Póngase de nuevo la máscara y despéjela.
(4) Cuarto paso. Si sospecha que la cara está contaminada,
siga los siguientes pasos:
(a) Saque el estuche M13 (párrafo 50c) de la bolsa de la
máscara y ábralo.
(b) Saque la almohadilla para descontaminación y
colóquela alrededor de los dedos enguantados.
(c) Inspire hondamente, sostenga la respiración y quítese
la máscara lo suficiente para des-cubrir la cara.
(d) Seque. el liquido en la cara con la almohadilla
descontaminadora.
(e) Dele vuelta a la almohadilla y golpéese la 'cara
vigorosamente con ella para soltar el polvo; luego
frótelo en las partes contaminadas de la cara. NO deje
que el polvo entre en los ojos.
(f) si sospecha que un agente químico se ha introducido
dentro de la máscara, utilice la almohadilla.
descontaminadora para limpiar la parte interior de la
misma, usando las técnicas descritas en los párrafos d y
e anteriores.
(g) Póngase de nuevo la máscara.
(5) Quinto paso. Tan pronto lo permita la misión, quítese
cualquier contaminación líquida de las demás áreas de la
piel con la misma almohadilla y las mismas técnicas
descritas arriba.
(6) Sexto paso. Si se han empleado gases contra los nervios y
la misión lo permite, busque a otras personas que
posiblemente necesiten inyecciones adicionales de atropina
y adminístreselas.
(7) Séptimo paso. Tan pronto lo permita la misión,
descontamine su ropa y equipo personal utilizando las
bolsas de polvo de cloramida y las tijeras del estuche M13,
siguiendo las instrucciones que aparecen en el manual 21-
41.

52. LOS AGENTES QUÍMICOS NEUROTÓXICOS


a. Generalidades. Los agentes químicos neurotóxicos pueden
entrar en el cuerpo por los ojos, la piel, las vías respiratorias o

149
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

por vía oral. Aunque es posible que dichos agentes sean


absorbidos en el cuerpo a través de la piel, no producen irritación
en el punto. de absorción. Se prohíbe fumar por un periodo no
menor de 24 horas después de estar expuesto a agentes
químicos neurotóxicos, debido a que las breas y la nicotina
aumentan y prolongan sus efectos.
b. Los síntomas de la intoxicación con agentes químicos
neurotóxicos.
(1) Flujo inexplicable de la nariz.
(2) Respiración sumamente dificultosa con sensación de
constricción en el pecho.
(3) Posiblemente, las pupilas de los ojos contraídas como una
punta de alfiler.
Observación. Al exponerse a neblinas o rocíos aerosoles,
las pupilas, se contraen inmediatamente. Sin embargo, si el
agente es absorbido por la piel o ingerido con agua o
alimentos contaminados, las pupilas no se contraen
inmediatamente.
(4) Babeo, sudor excesivo, náuseas, vómitos, calambres y
micción y defecación involuntarias.
(5) Sacudimiento, contracciones nerviosas y tambaleos.
(6) Dolor de cabeza, confusión, somnolencia, estado de coma y
convulsiones.
(7) Interrupción en la respiración.
Observación. Si la baja demuestra los sin-tomas descritos
en los párrafos (4) a (7) anteriores, probablemente no podrá
ayudarse a si mismo, ya que estos síntomas son indicativos
de una intoxicación severa1
c. Primeros auxilios para la intoxicación con agentes los
neurotóxicos.
(1) Administre atropina. Si se presenta cualquiera de los
síntomas de intoxicación con agentes químicos neurotóxicos
mencionados en el párrafo (b) anterior, adminístrese atro-
pina, usando uno de los inyectores automáticos (párrafo
50b). Este es el segundo paso (párrafo 51c(2)). Si no
desaparecen los síntomas dentro de diez a quince minutos
adminístrese una segunda inyección. Si después de diez a
quince minutos después de la segunda inyección, dichos
síntomas persisten, adminístrese la tercera inyección. Si hay
otros soldados incapaces de inyectarse, inyéctelos usted
usando los inyectores de ellos que se encuentran en las
bolsas de sus respectivas máscaras. Fije los inyectores
vacíos en la ropa exterior de la baja para indicar el número
de inyecciones que ha recibido. Esto puede hacerse pasando
la aguja por la ropa y doblándola para hacer un gancho.

150
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(a) El inyector automático de atropina (Figura 103) se


utiliza de la siguiente manera:
1. Después de sacar el inyector de la bolsa de la
máscara, quítele la envoltura de plástico.
Observación. Por acuerdo de la OTAN, una banda
amarilla alrededor del dispositivo de auto
inyección indica que contiene atropina.
2. Agarre el inyector de manera que la tapa de
seguridad amarilla se extienda arriba del pulgar,
tal como se muestra en la figura 103a.
3. Quite la tapa de seguridad amarilla halándola hacia
afuera (Figura 103ja El inyector está ahora listo
para usarse. NO toque el extremo verde hasta que
esté listo para administrar la inyección.
4. Coloque el extremo verde contra la ropa en la
parte delantera del músculo grueso del muslo
(Figura 103b). NO pierda tiempo quitándose la
ropa para descubrir la piel. Si usted necesita
atropina, la rapidez es de capital importancia.
5. Con el inyector en ángulo recto al muslo, empújelo
con fuerza contra el mismo, inyectando así la
atropina automáticamente.
6. Espere cinco segundos para completar la inyección
luego saque la aguja de la piel halándola
rápidamente.
(b) Si la atropina normaliza nuevamente su respiración,
siga con sus actividades normales. Si hay sequedad en
la boca, esta es una buena indicación, ya que significa
que la atropina ha neutralizado los efectos nocivos del
agente químico. Sin embargo, a veces la atropina no
alivia todas las contracciones musculares ni los efectos
causados por la entrada de vapores del agente químico
en los ojos. Tales síntomas como dolor en los ojos,
dificultad en enfocar la vista y dolores de cabeza son
molestosos pero no peligrosos.
Observación. Si se inyecta la atropina sin haber estado
expuesto a un agente neurotóxico, los efectos tóxicos
de la inyección serán evidentes.
Los síntomas de la intoxicación con atropina son' los
siguientes: rojez de la piel, posiblemente con erupción
en la cara, el cuello y la parte superior del cuerpo. La
baja se queja de calor, sequedad en la boca y dificultad
en tragar. En climas calurosos le puede dar insolación
(párrafo. 40b) a menos que se le refresque y se le
evapore el sudor de la piel. Es posible que la baja tenga

151
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

trastornos mentales. Otros síntomas son las pupilas


dilatada y vista borrosa. En casos en que un soldado es
inyectado con atropina sin haber estado expuesto a un
agente químico neurotóxico, obtenga tratamiento
médico cuanto antes.

152
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

(2) Administre respiración artificial de ser necesario. Si las


condiciones impuestas por su misión lo permiten; verifique
si en las inmediaciones hay alguna persona que necesite
ayuda. Si la respiración de un soldado es débil o ha cesado
completamente, adminístrele respiración artificial. Si dicho
soldado no ha recibido una inyección de atropina,
adminístresela primero (párrafo (1) anterior); luego empiece
inmediatamente con la respiración artificial. En un ambiente
tóxico hay que administrar respiración artificial por el
método de máscara a boca (párrafo d a continuación) o el
método de presión sobre el pecho y elevación de los brazos
(párrafo 8c).
d. La respiración artificial de máscara a boca. Este método es
una modificación del de boca a boca (párrafo 8b). El propósito de
dicho método es llenar los pulmones de la baja con aire puro
utilizando la Máscara Protectora de Campaña M17A1 y el Tubo de
Resucitación Ml. La respiración artificial de máscara a boca se
administra de la siguiente manera:
(1) Prepare la máscara para administrar respiración artificial
(Figura 104a):
(a) Mueva el botón de la válvula (Figura 104b) hacia la
izquierda, colocando el tubo de respiración en posición
entre los dientes (dentro de la máscara).
Observación. La pieza del tubo de respiración volverá
de nuevo a su posición original tan pronto usted la
suelte de entre los dientes.
(b) Con la mano izquierda, levante la cubierta del emisor
de voz (figura 104a), luego, con la mano derecha,
coloque la válvula de salida del tubo de resucitación
(figura 104c) dentro del compartimiento de salida de
aire debajo de la cubierta del emisor. Para un buen
sello hermético, primero introduzca el borde liso de la
válvula de salida de aire (figura 104c), empujándolo
hacia arriba, y luego empuje fuertemente hacia adentro
el borde con pestaña.
(c) Para determinar si se ha logrado un sello hermético,
doble hacia atrás y apriete el extremo inferior del tubo
corrugado (Figura 104c) y luego sople por la pieza
sostenida entre los dientes del tubo de respiración. Si el
tubo corrugado no tiende a dilatarse, saque e
introduzca dé nuevo la válvula de salida, según se
explica en el párrafo (b) anterior; luego pruébelo otra

153
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

vez.
(2) Levante la máscara protectora de la baja lo suficiente para
descubrirle la boca y la nariz; lueg6 despéjele la entrada de
aire (párrafo 7):
(3) Coloque a la baja de espalda, con la cabeza ligeramente
hacia atrás, tal como se describe en los párrafos 8b(2) a (4),
para los métodos de boca a boca y boca a nariz.
(4) Coloque firmemente la boquilla del tubo de resucitación
(Figura 104c) entre los labios y dientes de la baja (Figura
105).
(a) Para colocar la boquilla entre los labios y dientes de la
baja, empiece primero con una mitad solamente y luego
introduzca la otra mitad. Coloque la parte indentada de
la boquilla bajo el labio superior. Asegúrese de que los
bordes de la boquilla estén sellados completamente por
los labios de la baja.
(b) Mantenga la boquilla en posición formando un sello
sobre los labios de la baja con el pulgar y dedo índice
de usted. Pase los 9tros tres dedos por debajo de la
barbilla para mantener la mandíbula hacia arriba.
(5) Adminístrele a la baja respiración artificial (Figura 105):
(a) Con los dedos de la mano libre ciérrele la nariz a la
baja, inhale hondamente, y sople por la boquilla del
tubo de respiración (párrafo (1) (a) anterior).
(b) Continúe soplando mientras observa si se eleva el
pecho de la baja. Si no se eleva, hale la mandíbula aún
más hacia arriba y sople con más fuerza. Si todavía no
se eleva el pecho, busque escapes de aire en todas las
conexiones.
(c) Al elevarse el pecho de la baja, deje de soplar y suéltele
la nariz para que pueda exhalar. Asegúrese de cerrarle
nuevamente la nariz tan pronto haya exhalado.
(d) Continúe con el ciclo de soplar y dejar exhalar. Los
primeros cinco soplos deben ser hondos y rápidos para
reoxigenar la sangre rápidamente. Después de éstos,
se debe soplar de doce a veinte veces por minuto. Si la
exhalación es ruidosa, levántele aun más la mandíbula y
busque secreciones en la entrada de aire.
(e) Cuando la baja empiece a respirar, ajuste los soplos
para asistirla. Sople cuando la baja inhala y no cuando
exhala.
(f) Cuando la baja vuelva a respirar con regularidad, deje
de soplar pero déjele el tubo de resucitación en la boca,
permitiéndole respirar aire purificado de la máscara de
usted. Asegúrese de cerrarle la nariz cuando inhala y
de soltarla cuando exhala. Si no continúa respirando

154
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

con regularidad, reinicie la respiración artificial.


(g) Tan pronto la baja pueda respirar con regularidad y sin
asistencia, quítele el tubo de resucitación de la boca y
rápidamente colóquele la máscara. Asegúrese de que la
máscara quede debidamente sellada. Continúe
observando a la baja por si acaso deja de respirar de
nuevo a causa de la acumulación de vapores tóxicos
dentro de la máscara.
(6) Después de resucitar a la baja reajuste su propia máscara de
la siguiente manera:
(a) Suelte la boquilla del tubo de respiración, permitiéndole
volver automáticamente a su posici6n original (Figura
104b).
(b) Desconecte de su máscara el tubo de resucitación
halándolo hacia afuera y hacia arriba, y coloque en su
lugar la cubierta del emisor de voz.
(c) Limpie la boquilla del tubo de resucitación y guárdelo
en la bolsa de la máscara.
(7) Comunique la ubicación de la baja al personal de sanidad de
acuerdo con el procedimiento operativo normal de la unidad.

155
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

156
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

53. AGENTES QUÍMICOS VESICANTES


a. Generalidades. Los agentes químicos vesicantes incluyen los
diversos tipos de gas mostaza y los que contienen arsénico.
Hasta las dosis pequeñas de dichos agentes pueden ser de graves
consecuencias; pueden causar daños graves en los ojos, las vías
respiratorias superiores y la piel. Si se sabe o se sospecha que se
están empleando agentes químicos vesicantes, usted debe buscar
abrigo, colocarse la máscara y aplicarse polvo en la piel expuesta
utilizando la almohadilla descontaminadora del estuche Ml3
(párrafo 50c). Si se le ha proporcionado ropa protectora, claro
está que usted debe llevarla puesta.
b. Los síntomas del envenenamiento con agentes químicos
vesicantes.
(1) El contacto con el gas de lewisita ocasiona
inmediatamente dolor en los ojos. El contacto con gas
'mostaza no ocasiona dolor.
(2) La inflamación, las ampollas y la destrucción de los
tejidos. Entre más tiempo permanece la piel en contacto
con el agente y entre más extensa es el área afectada más
graves se tornarán las lesiones.
c. Primeros auxilios para la contaminación con agentes
químicos vesicantes. Después de seguir los pasos descritos en
el párrafo 51c, tome las siguientes medidas según sea necesario:
(1) Si se forman ampollas, cúbralas con apósitos estériles

157
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

sueltos y sujételos con vendajes (párrafos 16 a 19). Trate de


no romper las ampollas.
(2) Si se producen quemaduras graves, acuda inmediatamente a
una instalación de sanidad.

54. GASES SOFOCANTES


La máscara protectora le proporcionará protección completa contra
tales gases sofocantes' como el fosgeno y el cloro. Será posible
continuar con su misión a menos que la exposición a un gas sofocante
antes de colocarse la máscara haya sido de tal magnitud que le
ocasione dificultad en la respiración, náuseas, vómitos o si empieza a
jadear excesivamente al esforzarse un poco. Si se, presentan estos
sin-tomas, no se esfuerce indebidamente, aflójese la ropa, mantenga
el cuerpo caliente y espere a que llegue ayuda médica.

55. GASES QUE AFECTAN LA SANGRE


Los llamados gases que afectan la sangre incluyen los cianuros y la
arsina. La máscara protectora proporciona protección completa
contra los efectos de estos gases. Sin embargo, la exposición a estos
gases antes de colocarse la máscara protectora puede ocasionar'
trastornos rápidos y severos en la respiración. Los primeros auxilios
para la contaminación con un agente a base de cianuro son la inhala-
ción de nitrato de amil y respiración artificial (párrafo 52d). Se le
proporcionarán ampolletas de nitrato de amil tan pronto se reciba
información que indique la posibilidad de un ataque con gases que
afectan la sangre. La acción rápida es de suma importancia en casos
de contaminación con dichos agentes por la forma inmediata como
afectan la respiración. La asistencia de l<>s compañeros será esencial.
Reviente dos ampolletas de nitrato de amil y colóquelas dentro de la
pieza facial de la máscara. Repita dicho procedimiento cada cuatro o
cinco minutos, siempre utilizando dos ampolletas, hasta que la baja
empiece a respirar normalmente o hasta administrarle ocho
ampolletas. No administre a la bala más de ocho ampolletas de
nitrato de amil, ya que es tóxico y una dosis mayor puede ser
perjudicial. Si la persona no reacciona después de esta dosis, es
preciso que reciba tratamiento de un oficial de sanidad.

56. GASES LACRIMÓGENOS (CS O CN)


a. La exposición a gases lacrimógenos antes de colocarse la
máscara puede ocasionar un aumento en el flujo de lágrimas y un
dolor intenso en los ojos, y puede irritar las vías respiratorias. Si
se coloca la máscara después de haber estado expuesto al gas,
asegúrese de despejar la más-cara y trate de mantener los ojos
abiertos lo más posible. Al quitarse la máscara después de sonar
la señal de fin de la alarma, los efectos del gas desaparecerán en
forma espontánea.

158
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

b. La contaminación severa de la piel con gas lacrimógeno en un


ambiente caluroso, húmedo y sin brisa puede ocasionar ampollas
a menos que se enjuague la piel con agua. Si el agente entra en
los ojos, ya sea en forma líquida o sólida, abra los ojos y
enjuáguelos con agua. Una solución de una cuarta parte de sodio
sulfito (si se tiene disponible), es más eficaz que el agua para
disolver y neutralizar el irritante en cuestión.

57. GASES EMÉTICOS


La DM (adanisita), DA y DC son gases típicos de este grupo de agentes
químicos. La máscara protectora le proporciona protección completa
contra los efectos de dichos agentes. El contacto con estos gases
antes de colocarse la máscara ocasiona estornudo, náuseas, salivación
excesiva y vómito, síntomas que no son peligrosos para personas
sana. Si la salivación o los vómitos excesivos requieren quitarse la
máscara, asegúrese de despejarla antes de colocársela de nuevo. La
actividad física vigorosa ayuda a disminuir las náuseas y su duración.

58. LOS AGENTES QUÍMICOS QUE INCAPACITAN


En términos generales, un agente químico que incapacita es un
compuesto químico capaz de interrumpir la ejecución de los deberes
militares por medio de los efectos que produce en el sistema nervioso
central, conjuntamente con debilidad muscular y comportamiento
anormal Es posible que dichos agentes químicos sean esparcidos por
las municiones fumígenas o los aerosoles, de modo que la entrada al
cuerpo se efectúa por medio de la respiración. Por lo tanto, la
utilización de la máscara protectora es esencial.
a. No existen primeros auxilios para aliviar los efectos de estos
agentes. Sin embargo, los primeros auxilios en apoyo de las
funciones físicas esenciales y la restricción de la actividad física
pueden ser recomendable. Es preciso quitarles las armas y demás
artículos potencialmente peligrosos a aquellas bajas que se
sospecha han sido afectadas por un agente químico que
incapacita. Esto incluye cigarrillos, fósforos medicamentos y
artículos pequeñas que se pueden tragar accidentalmente. Hay
casos en que pacientes delirantes han tratado de consumir
artículos que tenían cierta semejanza a alimentos.
b. El envenenamiento anticolinérgico (tipo BZ) puede producir
sequedad y la formación de una capa en los labios y la lengua;
sin embargo, no hay peligro inmediato de deshidratación. Se
deben administrar los líquidos en pequeñas cantidades, de ser
necesario administrarlos, debido a la posibilidad de vómitos y la
retención de la orina ocasionada por la parálisis de los músculos
de la vejiga. Hay que considerar la posibilidad de la ingolaci6n a
causa de la falta de sudor (párrafo 40b). Si la temperatura
ambiental es de más de 78 grados Fahrenheit, quítele a la baja la

159
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

ropa que sea innecesaria y humedézcale el cuerpo para enfriarla


por medio de la evaporación y evitar la deshidratación. Si la baja
no se recupera rápidamente, adminístrele los primeros auxilios
para insolación (párrafo 40~) y busque ayuda médica.

59. HUMOS DE OCULTACIÓN


a. El humo de tetracloruro de titanio (Tipo FM). Este humo es
ligeramente tóxico, pero en forma líquida quema la piel como
ácido. fuerte. El humo irrita la nariz y los ojos pero sólo
ligeramente a causa de la pequeña concentración generalmente
presente en el humo. Sin embargo, es preciso usar la máscara
protectora cuando hay grandes concentraciones de PM.
Enjuáguese la piel con agua en caso de haberle caído FM en
forma líquida.
b. Humo de tipo FS. Este humo causa una sensación de picazón en
la piel por estar compuesto de millones de partículas de ácido. El
CS en forma líquida es sumamente corrosivo para la piel. El rocío
de los ojos con el CS en forma líquida ocasiona quemaduras de
ácido muy dolorosas. La contaminación con una gran
concentración de dicho humo o la exposición prolongada a las
concentraciones corrientes del humo, pueden ocasionar irritación
severa de los ojos, la piel y las vías respiratorias. Hay que utilizar
la máscara protectora en caso de grandes concentraciones del
humo FS. En caso de contaminación con FS liquido, enjuáguese
la piel y los ojos con agua de la cantimplora (párrafo 51c(3)).
c. El compuesto de HC. La exposición prolongada a grandes
concentraciones de este humo, tal como en las áreas cerradas o
cerca de cortinas de humo HC y las concentraciones normales en
campaña, puede producir efectos tóxicos en la persona expuesta
a causa de la gran concentración de cloruro de zinc. Por esto,
uno debería utilizar la máscara protectora. Los efectos de este
humo incluyen irritación de la nariz y la garganta, tos, ahogo,
dolor de cabeza, fiebre, y dolores musculares y en el pecho. Si
hay náuseas, vómitos o dificultad en respirar, consiga asistencia
médica tan pronto la situación lo permita. Tome aspirinas para
aliviar el malestar general.
d. Humo de petróleo. La aspiración de humo de petróleo no
produce efectos evidentes inmediatos, aunque se haya aspirado
durante un periodo prolongado. Sin embargo, el personal que
tenga que desempeñarse por mucho tiempo en lugares donde
hay grandes concentraciones de este humo, debe utilizar
máscaras protectoras tanto como sea posible.
e. Humo de fósforo blanco (WP). Este humo es inofensivo; sin
embargo, las lesiones causadas por el fósforo blanco quemante
en forma sólida o líquida son graves. Dichas quemaduras tardan
mucho tiempo en curarse. Para los primeros auxilios necesarios,

160
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

véase el párrafo 60a.

60. LOS INCENDIARIOS


Las diferentes clases de incendiarios son el fósforo blanco, los aceites
combustibles espesos, los metálicos y el petróleo con metal. Es
necesario que usted aprenda a protegerse de estos incendiarios.
a. Se utiliza el fósforo blanco (FB) principalmente para producir
humo de ocultación, pero también se utiliza por su efecto
incendiario para destruir los recursos de campaña y los
materiales combustibles. Las quemaduras producidas por el
fósforo blanco suelen ser múltiples, profundas y de diversos
tamaños. Las partículas de FB que se encuentren en la piel o la
ropa continuarán ardiendo hasta tanto se les prive de oxigeno.
Dichas partículas también tienden a adherirse a las superficies y
deben ser removidas de inmediato. Tome las siguientes medidas
en caso de que le caigan partículas de fósforo blanco:
(1) Apague la llama sumergiéndose en agua o echándose agua
de la cantimplora o de otra fuente. Para tal efecto pueden
usarse también la orina, un paño mojado. o lodo. Las
almohadillas de sulfato de cobre, si se dispone de ellas, pue-
den ser mojadas y colocadas sobre el fósforo blanco
ardiente. El sulfato de cobre se combina con las partículas
de fósforo, formando una capa que impide la continuación
de la actividad química de dichas partículas. Quizá usted
pueda quitarse la ropa contaminada antes de que el fósforo
la penetre y llegue a la piel.
Observación. Como el fósforo blanco es tóxico, NO utilice
grasa o aceite para sofocar 'la llama, ya que el cuerpo lo
absorberá con dicho aceite o grasa.
(2) Mantenga cubiertas las partículas de FB con un material
mojado para privarlas de aire hasta que usted pueda
sacarlas o hacer que otra persona se las saque.
(3) Las partículas de FB se pueden sacar frotándolas suavemente
con un paño mojado o con un cuchillo, una bayoneta, un
palo u otro objeto similar.
(4) Vaya a una instalación de sanidad para tratamiento tan
pronto lo permitan las condiciones de la misión.
b. Las mezclas de aceites (napalm) tienen una tendencia a pegarse
a la ropa y a las superficies del cuerpo, causando así un contacto
prolongado y quemaduras graves. Los primeros auxilios para
estas quemaduras son iguales a los que se usan para las
quemaduras causadas por el calor (Párrafos 25 y 34). El calor y
los gases irritantes producidos 'por dichas mezclas de aceites
causan daños a los pulmones que requieren tratamiento de parte
de un oficial de sanidad.
c. Los incendiarios metálicos presentan problemas especiales. Las

161
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

partículas de termita en la piel deben enfriarse inmediatamente


con agua de su cantimplora y luego removerse. Aunque las
partículas de termita tienen su propia fuente de oxigeno y siguen
quemándose bajo el agua, el agua ayuda a enfriarlas. Los
primeros auxilios para estas quemaduras son los mismos que
para otras quemaduras (Párrafo 25). Las partículas de magnesio
en la piel queman rápida y profundamente, y como los demás
incendiarios metálicos, hay que removerías. Por lo general la
eliminación de dichas partículas debe ser efectuada por personal
idóneo en una instalación de sanidad y usando anestesia local.
La baja necesita tratamiento médico inmediato.
d. Los incendiarios de petróleo y metal tienen casi los mismos
efectos en la piel como los descritos en los párrafos b y c
anteriores. Los primeros auxilios correspondientes se describen
en el párrafo 25.

ALCANCE 7

LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS

61. GENERALIDADES
a. Importancia de los primeros auxilios sicológicos. Usted ha
aprendido, que los primeros auxilios son las medidas de urgencia
que se administran antes de que llegue personal de sanidad
idóneo. Los primeros auxilios pueden aplicarse a los trastornos
de la mente así como a los del cuerpo. Por consiguiente, es
necesario que usted sepa administrar primeros auxilios
sicológicos para poder ayudarse a si mismo, a sus compañeros y
a la unidad en general, para que pueda seguir combatiendo. Un
trastorno emocional que dé por resultado un mal juicio puede ser
tan fatal como una bala en el corazón. Los efectos pueden ser
aún más peligrosos si el mal juicio de una persona que padezca
de un trastorno emocional afecta a otras personas.
b. Definición del término primeros auxilios sicológicos. Si uno
se pone a pensar, los primeros auxilios sicológicos son tan
naturales, lógicos y conocidos cómo los primeros auxilios físicos.
Al lastimarse de niño, la actitud comprensiva de sus padres
ayudaba a aliviar el dolor tanto como la "curita" y el
mercurocromo. Más tarde en la vida, un desengaño o dolor era
aliviado por las palabras alentadoras de un amigo. Tomar un
paseo y discutir los problemas con un amigo es una manera
común de hacer frente a una crisis emocional. Los mismos
sentimientos naturales que hacen que deseemos ayudar a una
persona lastimada hacen que deseemos ayudar a un compañero

162
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

que se encuentra emocionalmente trastornado. Esto quiere decir


que los primeros auxilios sicológicos no son nada más
complicado que ayudar a personas que tienen trastornos
emocionales, causados bien sea por lesiones físicas, una
enfermedad o por tensión nerviosa excesiva e insoportable.
Dichos trastornos emocionales no son tan aparentes como una
herida, una pierna fracturada o la reacción al dolor causado por
cualquier daño físico; sin embargo, el miedo y la preocupación
excesivos, la depresión mental o la sobreexcitación son
indicativos de datos emocionales. Mientras más evidente sea el
síntoma, más urgente es la necesidad de que usted ayude y más
importante es que usted tenga el conocimiento de cómo ayudar.
c. Situaciones en que pueden necesitarse los primeros auxilios
sicológicos. Las situaciones en que más se requieren 1Q5
primeros auxilios sicológicos son aquéllas en que no se dispone
inmediatamente de personal de sanidad. Tales situaciones son
comunes en condiciones de combate y en desastres civiles, tales
como inundaciones, huracanes y catástrofes ocasionados por la
guerra nuclear. Aunque vale la pena recordar que las reacciones
emocionales son temporales, durando solamente minutos, horas
o a lo más unos pocos días, éstas incapacitan seriamente a
menudo son contagiosas y pueden ser peligrosas para el
individuo y hasta para toda la unidad. En tales situaciones es
posible que Ud. esté trabajando al lado de una persona que no
puede dominar sus reacciones emocionales causadas por la
tensión nerviosa excesiva. Los trastornos sicológicos pueden
presentarse aunque no haya peligro de lesiones físicas.
d. Relación entre los primeros auxilios sicológicos y los
primeros auxilios físicos. Muchas veces los primeros auxilios
sicológicos y los primeros auxilios físicos van juntos. Así como el
descubrimiento de una herida no excluye la posibilidad de algún
trastorno sicológico, una herida física y las circunstancias que la
rodean también pueden causar un trastorno emocional. Ambas
necesitan tratamiento. La persona que sufre de dolor, postración
nerviosa, miedo de lesiones serias a su cuerpo o aun de la
muerte, no reacciona bien a las bromas, la indiferencia o a las
demostraciones de temor y de llanto de quienes lo atienden. El
miedo y la ansiedad pueden debilitar a la baja tanto como la
pérdida de sangre.
e. Los prop6sitos de los primeros auxilios sicológicos son:
(1) Regresar a la baja a sus funciones en un periodo tan corto
como sea posible.
(2) Disminuir la incapacitación inmediata de la baja aunque no
sea posible que vuelva inmediatamente a sus deberes.
(3) Disminuir la intensidad de su reacción emocional hasta que

163
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

se pueda disponer de un cuidado más completo; si es


necesario.
(4) Impedir las acciones peligrosas para él o para los esfuerzos
de las demás personas.

62. CUATRO PRINCIPIOS QUE SE DEBEN RECORDAR


Así como nadie espera que usted sea un substituto para un cirujano,
no se espera que usted tenga que reemplazar a personal de sanidad.
Sin embargo, su ayuda puede ser de incalculable valor hasta que
llegue le personal de sanidad. La administración eficaz de primeros
auxilios sicológicos contribuye a que la baja vuelva más pronto al
combate. Las reacciones emocionales no serán algo nuevo para
usted, ya que quizá ha sufrido una en alguna ocasión o quizás ha
presenciado una en otra persona, aunque no de las proporciones tan
severas a que nos referimos ahora. He aquí algunos principios
fundamentales que facilitarán su trabajo de prestar primeros auxilios.
a. Respete el derecho de cada individuo de tener sus propios
sentimientos.
(1) Acepte a la persona que usted está tratando de ayudar sin
censurarla ni ridiculizaría. Acepte su derecho a sus propios
sentimientos. El hecho de que sus sentimientos, creencias y
comportamiento sean diferentes, no es razón para que la
culpe y se burle de ella por la manera de sentirse o de
actuar. Su tarea es ayudarla en la dura situación en que se
encuentra, no criticaría. Las personas no quieren estar
trastornadas y preocupadas y si pudieran "animarse" lo
harían al instante. Cuando la persona busca ayuda, necesita
y espera consideración por sus temores, no un rechazo
abrupto, regaños o acusaciones. Usted puede estar
impresionado con el hecho de que usted sali6 bien, pero no
puede garantizar que la próxima vez no se invertirán los
papeles.
(2) Tenga presente que todas las personas son el producto de
una gran variedad de factores. Todas las personas no
reaccionan de la misma manera ante la misma situación.
Cada una tiene necesidades y motivaciones complejas, tanto
conscientes como subconscientes, que son únicamente
suyas. De ese modo, una herida o una catástrofe emocional
tendrá para cada individuo un significado personal que
nunca es exactamente igual para todos. Aun cuando usted
no comparta las reacciones o los sentimientos de la otra
persona y aun cuando estas reacciones puedan parecerle
tontas o peculiares, usted debe comprender que ella se
siente de esta manera por alguna razón. La mejor forma de
ayudarla es aceptar este hecho y hacer lo que pueda por ella

164
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

durante este trance tan difícil. Ella hace lo mejor que puede
bajo las circunstancias, de modo que ayúdela de la mejor
manera que pueda.
b. Tenga presente que la incapacidad emocional es tan real
como la incapacidad física.
(1) Si un soldado pierde una pierna por pisar una mina terrestre,
nadie, ni la baja misma, es pera que pueda caminar de
inmediato. Aunque las emociones de un soldado hayan sido
quebrantadas por la exposición prolongada a más
derramamiento de sangre y mutilaciones de los que pueda
resistir, o a la explosión de una bomba nuclear, muchas
personas esperan que dicho soldado se reanime y siga con
sus deberes sin perder el dominio de si mismo. Algunos
individuos pueden hacer esto, pero otros no. Los que no
pueden sufren de una incapacidad tan real como el soldado
que ha perdido una pierna. Existe una tendencia muy
lamentable en muchas personas de considerar como reales
solamente aquellas cosas que pueden ver, como una herida
abierta, una hemorragia o una radiografía de un pulmón
enfermo. Muchas personas tienden también a considerar que
todo daño emocional o de la mente es imaginario, y que la
persona afectada no está enferma ni herida en realidad y
que sólo le hace falta ejercer un poco de fuerza de voluntad
para sobreponerse.
(2) Las frases “Ud. se lo está imaginando," “Anímese Ud.” y
“Contrólese” son usadas frecuentemente por personas que
piensan que están ayudando. En realidad, dichas frases son
manifestaciones de hostilidad porque demuestran gran falta
de comprensión. Sólo sirven para incitar y recalcar las
debilidades de la baja. Estas frases no son de ninguna
utilidad en la administración de primeros auxilios sicológi-
cos. Ni la baja sicológica ni la baja con lesiones físicas que
sufre de reacciones emocionales muy fuertes, quiere sentirse
como se siente. Quisiera ser un soldado eficiente pero está
sujeto temporalmente a los efectos del temor y la ansiedad.
Se siente perdido e incapaz de controlar las emociones por
el momento. Recordarle que no ha actuado como los demás
sólo sirve para empeorar su condición.
c. Tenga presente que toda persona lesionada físicamente sufre
de una reacción emocional también.
(1) Una herida leve, como una cortada en el dedo, pone nerviosa
a la mayoría de las personas. Es normal que una persona
lesionada se sienta nerviosa. Mientras más grave sea la
lesión, más inseguros nos tornamos y más nos preocupa-
mos, especialmente si la lesión está en una parte que

165
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

valoramos altamente. Por ejemplo, una herida en los ojos o


los órganos genitales, aunque sea relativamente pequeña,
puede causarle grandes trastornos a la baja. Algunas veces,
una herida en otra parte del cuerpo puede ser de mayor
impacto emocional por razones muy particulares. Por
ejemplo, una herida en la mano puede ser un desastre para
un lanzador' de béisbol o un pianista; mientras que la
desfiguración de la cara puede tener 'un impacto
profundísimo para un actor.
(2) Las personas lesionadas siempre sienten menos confianza,
más angustia y más temor, no sólo por lo que les ha pasado,
pero debido a las cosas peores que se imaginan que pueden
sucederles como resulta4o de la lesión. Este temor e
inseguridad pueden ser motivo de irritabilidad, terquedad e
irracionalidad; la persona puede dar la impresión de no
querer cooperar, puede ponerse innecesariamente difícil, y
aun emocionalmente irracional. Al tratar de ayudarla,
recuerde que el comportamiento de la baja no tiene nada
que ver con usted personalmente. Ella necesita su paciencia,
confianza, estímulo y apoyo. Hágale comprender que usted
quiere ayudarla, aunque al comienzo sea descortés y
desagradecida.
d. Tenga presente que la mayoría de los soldados trastornados
ocultan los buenos rasgos de su personalidad. Ninguna
persona herida o enferma demuestra de lo que es capaz. Es muy
posible que los rasgos fuertes de su personalidad se encuentren
ocultos tras el manto de su temor, angustia y color. Uno tiende a
ver solamente sus defectos, aunque hace apenas poco tiempo
haya laborado eficientemente a su lado. Con la ayuda que usted
le brinde podrá en el futuro ayudarle nuevamente a usted y a
otros. Todos los elementos de su personalidad que lo hicieron
un buen soldado, fusilero o compañero, aún están ahí. No
obstante. su situación actual, seguirá siendo un miembro
necesario y valioso de la unidad.

63. REACCIONES COMUNES ANTE LOS DESASTRES


a. La reacción normal. Ante desastres militares o civiles, personales
o públicos, inminentes o verdaderos, la mayoría de las personas
tratan de hacer algo inmediatamente o dentro de unos pocos
minutos después de "recuperarse". Con. Muy pocas excepciones,
todas las personas sienten cierto grado de temor. Este temor
puede ser el más grande que jamás se haya experimentado y
podemos darnos más cuenta de ello. En caso de un desastre no
se sorprenda si usted está tembloroso, si Buda mucho, si tiene
náuseas o si está desorientado. Todas estas reacciones son

166
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

normales y usted no debe preocuparse por ellas. Después de


pasar un rato ocupado en alguna tarea, su corazón dejará de latir
con violencia, empezará a respirar normalmente y se sentirá
menos tenso.
b. Las reacciones anormales. Algunas reacciones pueden
reconocerse fácilmente como anormales. Las que siguen son las
reacciones anormales más comunes:
(1) Las reacciones físicas. Algunas reacciones ante un
desastre son físicas, tales como respiración acelerada, pulso
rápido, una sensación de "revoloteo" en el estómago y tem-
bladera. Es posible que se manifiesten algunas o todas
estas reacciones antes de ocurrir el desastre, o quizás no se
manifiesten hasta después. Si cualquiera de estos síntomas
llega a ser severo, puede impedir el cumplimiento eficaz de
los deberes de la persona afectada. Por ejemplo, un soldado
con náuseas severas será Incapaz de manejar una ametra-
lladora; una persona convencida de que está ciega no podrá
manejar un camión; y un soldado que piensa que tiene la
pierna paralizada será una verdadera carga para sus
compañeros.
(2) Reacciones de pánico. Es fácil de entender cómo el miedo
desbordante puede resultar en un comportamiento anormal.
Usted mismo puede recordar como se sintió o como
actuaron otras personas ante un gran temor. Algunos
aparentemente pierden todo dominio de si mismos y se
comportan ciega e irracionalmente. Algunos corren sin
rumbo y sin preocupación alguna por su seguridad, mientras
que otros lloran con tanta fuerza que se agotan a tal punto
que no pueden cuidarse, aunque su vida dependa de ello, o
pueden actuar en forma temeraria, haciendo cosas que no
tienen ningún sentido.
(3) Las reacciones sobre activas. Durante un desastre usted
puede anticipar una gran cantidad de movimiento y
confusión. Algunas personas sin embargo, corren de un
lado a otro, causando aún más confusión y haciendo cosas
inútiles y hasta peligrosas. Hablan excesivamente, cuentan
chistes cortos o se ponen exigentes y críticos o demasiados
seguros de si mismos. Usted puede verlas saltar de tarea.
en tarea, haciendo caso omiso de cualesquiera instrucciones
y, en general, ridiculizándose.
(4) Las reacciones pasivas. La mayoría de las personas
afectadas por un desastre queda trastornada, sobresaltada o
entumecida, pero esta condición se despeja prontamente.
Sin embargo, hay personas que no pueden sobreponerse a
dichas condiciones, y actúan como si estuvieran solas en el

167
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

mundo. Al moverse, y rara vez lo hacen, sus movimientos


son lentos y sin rumbo. Si acaso, apenas reaccionarán ante
cualquier persona o cosa y no demostrarán ninguna emoción
sólo una mirada vacía. Tales personas están completamente
impotentes y no se dan cuenta de lo que está pasando
alrededor de ellas.
c. Sugerencias útiles para reconocer las reacciones emocionales.
No hace falta mucho adiestramiento para reconocer las
reacciones anormales severas. Sin embargo, hay soldados que
tendrán reacciones menos severas y más difíciles de descubrir.
Para determinar si un hombre necesita ayuda o no, verifique si
está haciendo una tarea útil, si está cumpliendo sus deberes y si
se puede cuidar él mismo. Probablemente usted mismo podrá
salir bien de la situaci6n en cuestión, pero es buena idea
detenerse por un instante y analizar su estado de ánimo. Es
posible que usted necesite aminorar el paso o acelerarlo.

64. PRIMEROS AUXILIOS SICOLÓGICOS


Los primeros auxilios sicológicos son sencillos y fáciles de
comprender. Siempre se permite la improvisación, igual que con los
primeros auxilios físicos. Sus decisiones se basarán en sus
observaciones de la baja y la determinación de las necesidades de la
misma. El factor del tiempo está a su favor y también los recursos del
soldado que usted está ayudando. Cómo utilizar de la mejor manera
dichos recursos es 'un problema que sólo usted podrá resolver.
a. Cómo comunicarse. La baja que sufre de un trastorno
emocional ha levantado 'una barrera contra el miedo. Si descubre
que no tiene por qué sentir temor y que existen condiciones
normales y comprensibles en sus alrededores, se sentirá
suficientemente seguro para relajar dicha barrera. Los esfuerzos
persistentes de usted para hacer que él se de cuenta que usted
quiere comprenderlo le darán confianza'. Las cosas familiares,
como una taza de café, llamarle por su nombre, el tratamiento de
una herida aunque sea leve, o ver a personas y actividades
familiares, lo ayudarán a vencer el miedo. Sin embargo, él no
reaccionará positivamente si usted está excitado, enojado, o es
brusco.
b. Tratamiento por medio de la conversación. Todo ser humano
tiene la necesidad básica de comunicarse. No existe mejor
curación para el miedo y la soledad que la oportunidad de hablar
con una persona amigable. Inste a la baja a que hable y escuche
atentamente todo lo que dice. Averigüe lo que le aconteció y
deje que se lo cuente a su manera. Sin embargo, no es posible ni
recomendable permitir la divagación incesante; generalmente sus
sentimientos de desamparo y desesperación disminuirán

168
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

asombrosamente si usted le d4 'unos minutos para hablar de sus


experiencias y sus temores. Dele tiempo para explicar lo que le
aconteció o lo que piensa que le aconteció, y lo que teme que le
vaya a pasar aún. Muchas veces una persona puede resolver sus
propios problemas cuando alguien la insta a hablar de un
acontecimiento y explicar cuales son sus verdaderos
pensamientos acerca del mismo. A causa del terror ocasionado
por las heridas, el combate o una catástrofe, muchas bajas se
dan por vencidas. Si usted se muestra calmado, paciente y
dispuesto a escuchar, usted puede comunicarle a la baja que
tiene fe en ella, que la respeta como ser humano y que reconoce
su valor. El simple hecho de saber que se dispone de ayuda,
empezando con usted, hará que recobre la confianza en si
misma, y lo cual la ayudará a recuperarse. La mayoría de las
bajas sicológicas, hasta las que sufren de trastornos muy
severos, se recuperan notablemente cuando se les ayuda a
encontrarse a si mismas y a reorganizar sus emociones
quebrantadas. Entonces ellas pueden dejar de pensar en si
mismas y prestarle atención a las demás personas.
c. La actividad física.
(1) La persona que sufre de un trastorno emocional a causa del
combate o una catástrofe, es básicamente una baja del
miedo. Está incapacitada a causa de los efectos del miedo.
La mejor manera de acabar con el miedo es mediante la
actividad física, permitiendo a la baja olvidarse de su miedo.
Es decir, hacer algo para aliviar la situación, moverse contra
la fuerza o cosa que amenaza; estando activa o ayudando y
por consiguiente sintiendo que se le necesita, que es útil y
que su trabajo es provechoso. Por ejemplo, casi todo
soldado siente gran temor un poco antes de una ofensiva
grande; pero generalmente éste se desvanece y hasta se
siente mejor el soldado al ponerse en acción. Entonces se
enorgullece en cumplir bien su misión y siente placer al
darse cuenta que es un buen soldado, sin pensar quizás que
el vencimiento de sus propios temores fue su primer logro.
(2) Esta misma medida se puede aplicar con mucha eficacia a
muchas de las bajas sicológicas que no están incapacitadas
físicamente. Después de ayudar a la baja a vencer el miedo
inicial, a recobrar parte de la confianza en si misma y
hacerle entender que su deber es continuar funcionando tan
eficazmente como sea posible, hay que darle algo útil que
hacer. Anímela a ocuparse en alguna actividad. Haga que
ayude a cargar camillas, cargar camiones, limpiar
escombros, cavar trincheras o ayudar con los refugiados. De
ser posible, haga que vuelva a sus deberes regulares.

169
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

Averigüe cuales son sus puntos fuertes y ayúdela a


utilizarlos. No deje que permanezca sin hacer nada. Usted
tendrá que dirigirla diciéndole lo que debe hacer y dónde.
Las instrucciones deben ser sencillas y claras, deben
repetirse, y deben ser razonables y obviamente posibles de
cumplir. Una persona que sienta pánic9 tiende a discutir.
Respete sus sentimientos pero señálele las necesidades más
inmediatas que pueden y deben lograrse. Encamine
provechosamente sus energías excesivas y sobre todo, no
discuta con ella. Si usted no logra ocuparla en alguna
actividad útil, es posible que tenga que conseguir ayuda
para controlar su actividad excesiva antes de que afecte al
grupo entero, resultando en más pánico. De ser necesario,
impida la propagación de estos sentimientos infecciosos por
la fuerza y mediante la segregación.
(3) El ocuparse en 'una actividad útil ayuda a la baja en tres
sentidos: se olvida de si mismo; tiene una salida para sus
tensiones excesivas, y se prueba a si mismo que es capaz de
ser útil. Este método es asombrosamente eficaz en ayudar a
la baja a vencer sus temores y sus sentimientos de ineficacia
e inutilidad.
d. El descanso. Hay veces particularmente en combate, cuando el
agotamiento físico es la causa principal de los disturbios
emocionales. Para el soldado agotado y sucio, el descanso
adecuado, la comida caliente, ropa limpia y la oportunidad de
bañarse, pueden dar resultados espectaculares.
e. Las ventajas del compañerismo. Usted probablemente ha
notado que los individuos trabajan mejor, afrontan el peligro
mejor y resuelven más eficazmente los problemas cuando
trabajan en grupo. Cada miembro del grupo apoya a los demás y
a su vez, el individuo se fortalece de la influencia del grupo. El
compañerismo es evidente entre los miembros de un equipo de
fútbol y los miembros de una fraternidad, y también queda
demostrado por los miembros de una pandilla que contemplan
alguna travesura. Como los individuos que componen e; grupo
tienen los mismos intereses, finalidades y problemas, hacen más
y mejor trabajo, y además, tienen menos preocupaciones y
ansiedad porque saben que todos se esfuerzan por lograr una
meta común. Es 'este espíritu de grupo el que gana juegos, el
que elige alcaldes y el que toma 'una colina estratégica en
combate. Es tan poderoso que es uno de los instrumentos más
eficaces que usted tiene para la administración de primeros
auxilios sicológicos. El retorno del soldado a su grupo donde
podrá observar su actividad ordenada y eficaz le reestablecerá su
sentido de pertenecer a un grupo, le devolverá su sentido de

170
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

seguridad y ayudará enormemente a convertirlo nuevamente en


un miembro útil de su unidad.

65. LAS REACCIONES Y LIMITACIONES DE USTED


a. Hasta ahora sólo hemos hablado de los sentimientos de la
persona que ha sufrido un daño sicológico. ¿Qué hay de sus
sentimientos para con la otra persona? Cualquiera que sea la
situación, usted tendrá reacciones emocionales (conscientes o
subconscientes) que tienen que ver con la baja. Dichas
reacciones personales pueden ayudar a estorbar su habilidad
para ayudarla. Cuando uno está cansado o preocupado, tiende a
perder la paciencia con una persona que parece estar arrastrando
los pies o exagerando el problema. Usted hasta puede sentir
resentimiento hacia ella. En un momento cuando hay tantas
personas heridas "realmente" alrededor suyo será muy natural
que usted comience a resentir incapacidades que no puede ver.
Una herida física es fácil de reconocer y aceptar; pero es más
difícil aceptar como heridas también los trastornos sicológicos.
En cambio, es posible que usted tenga la tendencia a ser
demasiado compasivo, y esto puede ser tan perjudicial para la
baja como los sentimientos negativos. Esta necesita mucha
ayuda, pero no su compasión. El hecho de abrumaría con su
lástima puede contribuir a hacerla sentirse aún más inadecuada.
Demuéstrele a su compañero que usted cuenta con que se
recupere, que vuelva a hacerse cargo de sus deberes y que sea de
nuevo un soldado útil. Hay que demostrar esta actitud positiva
tanto en su comportamiento como en lo que usted diga. Al ver
en usted calma, confianza y competencia, la baja se tranquilizará
y estará más segura del ambiente que la rodea.
b. Más que nada, usted debe tratar de no impacientarse, de no ser
intolerante y sentir resentimiento, ni preocuparse excesivamente
por la persona. Recuerde que tales emociones suyas rara vez
ayudan a la baja y nunca aumentan la capacidad de usted de
pensar claramente. Una persona con una lesión física a veces
puede continuar ayudando a los demás, mientras que una
persona con trastornos emocionales no puede en forma alguna
ayudar a otros.
c. Igual que en los casos de heridas físicas, el personal de sanidad
se encargará del tratamiento de la baja sicol6gica tan pronto sea
posible. Los primeros auxilios que haya recibido de usted
contribuirán muchísimo a su recuperación.

66. RESUMEN
a. Aprenda a descubrir las reacciones anormales en individuo un
que ha estado sometido a situaciones de gran tensión, y tenga en
mente la importancia de la administración de primeros auxilios

171
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

sicológicos para su recuperación. Recuerde que la asistencia que


usted preste puede ser de valor incalculable.
b. Tenga presente que una baja sicol6gica está tan incapacitada
como una baja física y que tiene la misma posibilidad de
reponerse si se le administran los primeros auxilios apropiados.
c. Acepte las reacciones y sentimientos de la baja como lo mejor
que esta puede hacer en las circunstancias actuales, y reconozca
que sin ayuda no puede cambiar, pues, si pudiese, cambiaría.
d. Descubra medios eficaces de establecer comunicación con la
baja. Siempre tenga en cuenta que está trastornada,
excesivamente asustada y preocupada, y que, ha perdido la
capacidad para actuar normalmente. Demuestre por su
conversación, actitud y comportamiento que usted puede y está
dispuesto a comprender sus sentimientos. Sea paciente y
demuestre un verdadero deseo de ayudar.
e. Ayúdela a recobrar la confianza en si misma y a sentirse más
segura en el mundo que la rodea. Asegúrele que usted cuenta
con que se recupere completamente, que 'hay algo útil que puede
hacer y que se necesita su ayuda con urgencia.

172
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

INDICE
CONTENIDO PAGINA
CAPITULO I. NATURALEZA Y PRINCIPIOS DE LA
TRASMISIÓN DE ENFERMEDADES.
1. Generalidades 2–7
2. Conclusiones 7
CAPITLO II. ENFERMEDADES TRASMITIDAS POR INSECTOS.
1. Generalidades 8 – 10
2. La Mosca. 10 – 11
3. Higiene del rancho. 11 – 13
4. Conclusiones 13
CAPITULO III. ABASTECIMIENTO DE AGUA. ENFERMEDADES
TRASMITIDAS POR EL AGUA, FUENTES DE SUMINISTROS.
PURIFICACIÓN, CONTROL SANITARIO.
1. Generalidades. 14
2. Enfermedades trasmitidas por el agua. 14 – 15
3. Fuentes de suministros. 15 – 16
4. Tratamiento y purificación de agua. 16 – 17
CAPITULO IV. HIGIENE DE LA MARCHA. SELECCIÓN Y
EMPLAZAMIENTO DE CAMPAMENTOS. CARACTERÍSTICAS
SANITARIAS.
1. Acondicionamiento de la tropa 18
2. Ejecución de la marcha. 18 – 20
3. Personal de avanzada de alojamiento. 20
4. Selección y saneamiento de los emplazamientos de
campamentos. 20 – 21
5. Características sanitarias de los emplazamientos de
campamentos. 21 – 22
6. Conclusiones. 22
CAPITULO V. ENFERMEDADES VENEREAS.
1. Generalidades. 23 – 25
2. Medidas preventivas. 25 – 27
3. Medidas para reducir el alto porcentaje de
enfermedades venéreas. 28
CAPITULO VI. PRIMEROS AUXILIOS.
ALCANCE 1. GENERALIDADES. 29 – 34
1. Propósito y alcance. 29
3. La importancia de los Primeros Auxilios. 29 – 30
4. Las funciones físicas y vitales. 30 – 31
5. Condiciones que ponen en peligro las funciones
físicas y vitales. 31 – 32
6. Los artículos de Primeros Auxilios. 32 – 34

173
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

CONTENIDO PAGINA
ALCANCE 2. LOS CUATRO PASOS SALVAVIDAS A – B – C – 35 – 85
D. 35 – 46
SECCION I. El paso salvavidas “A”. Despeje la entrada de
aire y restaure la respiración y el latido de
corazón, según sea necesario. 47 – 52
SECCION II. El paso salvavidas “B”. Detenga la hemorragia 52 – 54
SECCIONIII. El paso salvavidas “C”. Administre
tratamiento para la postración nerviosa
(Shock). 55 – 85
SECCION IV. El paso salvavidas “D”. Aplique apósitos y
vendaje.
86 – 109
ALCANCE 3. LESIONES QUE REQUIEREN MEDIDAS
ESPECIALES DE PRIMEROS AUXILIOS. 86 – 91
SECCION I. Las heridas y quemaduras graves. 92 – 109
SECCION II. Las Fracturas.
110 – 119
ALCANCE 4. EMERGENCIAS COMUNES. 110
33. Heridas leves. 110
34. Las quemaduras menores. 110 – 111
35. Un cuerpo extraño en el ojo. 112
36. Un cuerpo extraño en el oído, nariz o la garganta. 112
37. Los problemas de los pies.
38. Las mordeduras de culebras y picaduras de arañas y 113 – 114
alacranes.
39. Las erupciones en la piel causadas por plantas 114
venenosas. 114 – 115
40. Los efectos del calor. 115 – 117
41. Los efectos del frío. 117 – 118
42. Envenenamiento con monóxido de Carbono. 118
43. Ahogamiento. 118 – 119
44. Los choques eléctricos. 119
45. La pérdida del conocimiento.
120 – 141
ALCANCE 5. EL TRANSPORTE DE LOS ENFERMOS Y 120
HERIDOS. 120 – 123
46. Generalidades. 124 – 141
47. Las camillas improvisadas.
48. Métodos de cargas a una baja. 142 – 157

ALCANCE 6. LA ADMINISTRACIÓN DE PRIMEROS AUXILIOS 142


EN UN AMBIENTE TOXICO. 142 – 143
49. Generalidades. 143 – 145
50. Artículos protectores de Primeros Auxilios.

174
MANUAL DE SANIDAD MILITAR
Y PRIMEROS AUXILIOS

51. Medidas de protección y primeros auxilios para la 145 – 152


contaminación con agentes químicos y biológicos.
52. Los agentes químicos neurotóxicos.
53. Agentes químicos vesicantes. 152 – 153
54. Gases sofocantes. 153
55. Gases que afectan la sangre. 153
56. Gases lacrimógenos. 153 – 154
57. Gases eméticos. 154
58. Los agentes químicos que incapacitan. 154 – 155
59. Humos de ocultación. 155
60. Los incendiarios. 156 – 157

ALCANCE 7. LOS PRIMEROS AUXILIOS SICOLÓGICOS. 157 – 167


61. Generalidades. 157 – 159
62. Cuatro principios que se deben recobrar. 159 – 161
63. Reacciones comunes ante los desastres. 161 – 163
64. Primeros auxilios sicológicos. 163 – 165
65. Las reacciones y limitaciones de usted. 165 – 166
66. Resumen. 166 - 167

175

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