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GÉNERO, PODER

Y POLÍTICA EN EL MÉXICO
POSREVOLUCIONARIO

GABRIELA CANO
MARY KAY VAUGHAN
JOCELYN 0LCOTT
(compiladoras)

Prólogo
CARLOS MONSIVÁIS

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA
METROPOLITANA-IZTAPALAPA
XI. EL CENTRO NO PUEDE SOSTENERSE
Las mujeres en el Frente Popular
de México

JocELYN ÜLCOTT
Duke University

EN MAYO DE 1937, Anne Kelton Wiley, miembro del Partido


Nacional de las Mujeres de los Estados Unidos y activista
del movimiento de la Enmienda para la Igualdad de Dere-
chos, viajó por el centro de México con la guía de Margarita
Robles de Mendoza, sufragista de posición social acomoda-
da. Su viaje culminó en la Ciudad de México, donde, en una
charla ante un pequeño público de unas 25 integrantes del
Frente Único para los Derechos de las Mujeres (FUPDM), es-
grimió como un ejemplo para su contraparte mexicana el
"drama y el tremendo esfuerzo" del movimiento sufragista
estadunidense. 1 María del Refugio "Cuca" García, una mi-
litante comunista de tiempo atrás y secretaria general del
FUPDM, respondió con una mezcla de agradecimiento por la
solidaridad de Wiley y de resentimiento por su insinuación
de que las mexicanas no habían demostrado aún el valor
para sostener su convicciones, y señaló que a pesar de que
las sufragistas estadunidenses eran una inspiración, la FUPDM
hacía sus esfuerzos en el contexto de un "país semicolonial".
Las mujeres "ayudaron a hacer la revolución", explicó Gar-
cía a la visitante extranjera. "La pólvora de los campos de
1AGN, Ramos Presidentes (RP), Lázaro Cárdenas del Río (LcR), exp. 544/1,
Anne Kelton Wiley a Lázaro Cárdenas, 30 de septiembre de 1937; Equal
Rights, 15 de julio de 1937, pp. 102-104.

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combate nos roció los cabellos muchas veces sin hacernos cientemente autodidácticas y polémicas, ofrecían imágenes
retroceder; pero el gobierno de nuestro país nos envió a novedosas de cómo ser mujer; en ellas, las mujeres trans-
casa cuando acabó la Revolución y una vez que aprovecha- gredían la feminidad preestablecida de la maternidad sacri-
ron nuestros servicios, diciendo que el lugar de la mujer ficada y la piedad tradicional, pero seguían siendo mujeres.
está en la casa." 2 Llevaban pistola, leían libros, trabajaban codo a codo con
La antipatía apenas velada de García surgía de su pro- sus compañeros y apoyaban decididamente al nuevo y pro-
pio encuentro con la política electoral mexicana. Apoyándo- gresista gobierno posrevolucionario. A pesar de que desta-
se en la organización y el financiamiento del Partido Comu- caron, sobre todo por el contraste con las representaciones
nista Mexicano (PcM), García y otra socia del FUPDM, Soledad dominantes de las mujeres subyugadas, piadosas y envuel-
Orozco Ávila, habían hecho campaña para ser postuladas tas en su rebozo, los nuevos arquetipos de la feminidad-la
como candidatas al Congreso por el Partido Nacional Revo- mujer trabajadora, la indígena con una gran autoconfianza,
lucionario, y supuestamente habían ganado, pero el PNR se la chica moderna y la sufragista- se unieron a los de la sol-
negaba a reconocer sus escaños, alegando las disputas exis- dadera y la madre abnegada.
tentes sobre el estatus de la ciudadanía de las mujeres. La Estas representaciones surgieron no de la imaginación
amargura de García traicionaba el lenguaje de unidad que de artistas o escritores, sino del heterogéneo despliegue de
caracterizaba la mayoría de las intervenciones del FUPDM. organizaciones de mujeres que proliferaron al terminar la
Revolución. Con un trasfondo de la movilización de masas y
Fui nominada al Congreso Federal por 10000 votos, pero no una feminidad flexible, la organización política de las muje-
me permitieron tomar mi escaño [explicó]. Quise hacer esta res entró en lo que algunas académicas han llamado la edad
promesa como luchadora de mis derechos. No me importan de oro del activismo de las organizaciones de mujeres. Ofre-
las decisiones del Partido Nacional Revolucionario. El Partido ciendo una respuesta tentativamente afirmativa a la pregun-
Nacional Revolucionario no representa la voluntad del pue- ta de si la Revolución mexicana inspiró a las mujeres del
blo. Regresaré a mi distrito para las elecciones de junio por- país como mujeres, las feministas de la academia han seña-
que la gente me apoya. Esto demuestra que el pueblo está con lado a menudo la formación del FUPDM en 1935. 4 Culminación
las mujeres y, con su ayuda, abriremos las puertas del Congre- de dos décadas de militancia feminista -desde los congre-
so a todas las mujeres del país. 3 sos feministas de 1916 hasta los Congresos Nacionales de
Obreras y Campesinas de principios de los treinta-, esta fe-
La estridente insistencia de García refleja la acumula- deración tendió un puente entre las divisiones ideológicas y
ción de retos para las prácticas y las ideologías desde la Re- partidarias de los veinte y principios de los treinta y se dedi-
volución. Los hombres y las mujeres tanto en la realidad có a dar forma a un movimiento nacional de mujeres.
como en la representación vivieron durante los años veinte Sin embargo, el énfasis en el FUPDM ha dejado a los estu-
y treinta entre una gama de identidades marcadas por el diosos del activismo de las mujeres con un enigma central:
género. Las interpretaciones culturales, a menudo cons- 4
Cano, 1991 a; Macías, 2002; Rascón, 1979; Soto, 1990. El trabajo más
2 Equal Rights, 15 de julio de 1957, pp. 102-104. completo que existe hasta ahora sobre el FUPDM es Tuñón Pablos, 1992.
3
Id. Véase una reseña de esta historiografía en Cano, 2000.
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¿por qué, en un momento de fuerza y consolidación sin pre., 2 pasaba a ser una petición relativamente modesta. Sin em-
cedentes, no aseguraron las mujeres su principal objetivo bargo, con su incorporación al partido dominante, el FUPDM
del derecho al sufragio? La coincidencia de la unidad prq... no sólo puso fin a la disidencia y al debate que habían ani-
movida por el FUPDM y la exasperante postergación del mado el compromiso y el dinamismo de muchas activistas
fragio quizá no resulte tan paradójica como parece. Lo qllé durante los años veinte y principios de los treinta, sino que
en ese tiempo parecía ser la victoria que coronaba el movi~ también dejó a la organización estratégicamente incapaci-
miento de las mujeres de México de hecho señaló el princi.-, tada para reaccionar cuando los dirigentes posrevoluciona-
pio de su decadencia. La consolidación de la FUPDM y la rios no cumplieron sus promesas.
corporación política desarmaron y metieron en una camis~ La repuesta al enigma antes presentado se encuentra en
de fuerza lo que hasta entonces había sido un movimientQ gran medida en la reconfiguración de la ciudadanía en los
multivocal y a menudo radical de mujeres. En el FUPDM, last últimos años de la década de los treinta. 5 Entre el periodo
activistas atenuaron sus críticas a las políticas del gobierno\ del movimiento armado y los últimos años treinta, el signo
luchando por validar sus credenciales de "buenas ciudadá;.c de compromiso civil había dejado de ser la capacidad para
nas" y defensoras leales del nuevo régimen. movilizar a grupos de simpatizantes para dejar paso a la
Tomando en cuenta estas restricciones, el Frente capacidad de demostrar lealtad al régimen posrevoluciona-
pudo obtener ni siquiera el sufragio, el objetivo que más. rio. Las mujeres no lograron obtener el sufragio porque el
unificaba a la dirigencia de la organización. Pues el sufra;. FUPDM -que para 1937 era el punto focal del activismo
gio, con todo y sus fundamentos en el liberalismo, con todo fragista- había renunciado a tener el poder de una orga-
y sus vínculos con una concepción masculinizada de ciuda, nización disidente y porque, sobre todo después de la rees-
<lanía y con la validación implícita de las prácticas políticas tructuración del partido gobernante a partir de un esquema
existentes, seguía contándose entre las demandas menos corporativista, el derecho individual al voto parecía irre-
perturbadoras de las mujeres. La mayoría de las mujeres levante ante las preocupaciones más apremiantes de las
exigía un mayor reconocimiento y un alivio de sus arduas mujeres.
labores reproductivas de tener y criar niños, de atender y
alimentar a la familia y de mantener hogares y comunida~ EL CARDENISMO, EL FRENTE POPULAR
des. Muchas buscaban la igualdad de género en las refor., Y LA CULTURA POLÍTICA DE ORGANIZACIÓN
mas laborales y agrarias, incluyendo la paridad salarial y
parcelas colectivas para mujeres organizadas. Unas cuantas Tres factores contribuyeron a la decisión de las activistas de
incluso reclamaban una revisión completa de las ideologías formar el FUPDM: el apoyo brindado a las organizaciones fe-
de género que sustentaban a la sociedad mexicana, cuestio· meninas por el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), el
nando las prácticas sexuales, sociales y políticas que refor- compromiso hecho en 1935 por el Partido Comunista Mexi-
zaban el patriarcado mexicano. Las activistas mexicanas cano de formar el Frente Popular y la propia frustración de
debatían acerca de demandas tales como los salarios de las las activistas por la división y la discordia que caracterizaron
madres y un sistema de cuotas que garantizara la represen- 5
Véase una discusión más amplia de la ciudadanía revolucionaria de
tación igual en el gobierno, con lo que el derecho a votar las mexicanas en Olcott, 2005.
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los esfuerzos de los primeros años treinta de dar forma a las organizaciones populares a apuntalar su legitimidad.
movimiento nacional de mujeres. Estos tres elementos pro~ Las organizaciones, en este sentido, implicaban la posibili-
porcionan un contexto crucial para entender la eventual in~ dad de capacitar y disciplinar el activismo político. El go-
eficiencia de la organización y las condiciones en que las ac~ bierno de Cárdenas construyó una infraestructura institu-
tivistas promovieron la unidad y lucharon por mantenerla: cional que abrió puertas a grupos tradicionalmente privados
Alarmados por la vitalidad de las organizaciones de las del derecho al voto y al mismo tiempo restringió estricta-
mujeres católicas, los miembros del PNR, partido gobeman~. mente sus actividades. 8 Cárdenas hizo avanzar el activismo
te, patrocinaron una serie de congresos nacionales a princi; de las mujeres, y durante su campaña así como a lo largo de
pios de los treinta para alentar las organizaciones laicas de. su mandato apoyó con su discurso los derechos políticos,
mujeres. Sin embargo, los congresos se convirtieron en sociales y económicos de las mujeres. De la mayor impor-
campos de batalla entre las penerristas y las semiclandesti;r. tancia para las organizadoras del FUPDM fue que los carde-
nas integrantes del PCM. Las penerristas temían que las nistas dieron forma a un Estado corporativista, en el que
cesidades de las mujeres siempre recibirían poca atenci las instituciones oficiales representarían a "grupos de inte-
en las organizaciones grandes dominadas por homb rés" laborales, campesinos, militares y al "sector popular".
mientras que las comunistas alegaban que las organizad En consecuencia, estos gn1pos acudieron sin demora a ob-
nes de puras mujeres dividirían los movimientos revoluci tener sus credenciales de entidades "organizadas" que ten-
narios y a la larga acabarían relegadas y sin poder de drían reconocimiento como representantes legítimos, lo
ción. En el congreso de 19 31, la organizadora penerri que obligadamente hacía tabla rasa de sus identidades y re-
María Ríos Cárdenas (sin parentesco con el presidente) flejaba sólo la ubicación oficial de los grupos sociales. La
fendió una organización feminista unificada, alegando qué: reorganización del PNR en 1938 para convertirlo en el Parti-
el "sindicalismo, habiendo conquistado muchos benefid do de la Revolución Mexicana (PRM) marcó la culminación
para las trabajadoras, no resuelve los problemas de la política de esta transición al corporativismo.
jer. Necesitamos organizaciones meramente femeninas Por su parte, el Partido Comunista vitoreó al PRM por la
estén hechas por y para nosotras" .6 Las comunistas, institucionalización del Frente Popular. El drástico cambio
tionando la existencia de una "clase femenina", no v de postura del PCM que implicó la adopción de la estrategia
más que a aquellos aliados con los explotados y a aqu del Frente Popular en 1935 ofrece el tercer elemento con-
aliados con los explotadores. 7 Cada bando acusaba rep textual de importancia para entender la creación y eventual
<lamente al otro de traicionar a la mujer mexicana por est disolución del FUPDM. 9 Para entonces, la creciente amenaza
al servicio de sus partidos respectivos. del fascismo y otros movimientos contra y antirrevolucio-
En segundo lugar, surgió en México una cultura polít narios tanto en México como en el extranjero animaron el
de organización durante los años treinta. Desde la fun sentimiento de que la proliferación y la fragmentación de
ción del PNR en 1929 y con mayor impulso durante la pr las organizaciones izquierdistas habían llegado a ser peli-
dencia de Cárdenas, el gobierno posrevolucionario alentó grosamente contraproducentes. De manera análoga a la re-
6 El Universal, 4 de octubre de 1931, p. 9. s Olcott, 2005.
9
7 El Universal, 3 de octubre de 1931, p. 9. Carr, 1996; Carr, 1994.
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lación entre la Confederación de Trabajadores de México nor resistencia, pero que no por ello las libraba de estar!
(cTM) y el movimiento obrero, el FUPDM, creado justo un mes bajo el poder de unas autoridades y una política partidista1
después de que en el congreso de la Internacional Comunis- regida por hombres.
ta se proclamara la campaña del Frente Popular, reunió a
un amplio sector de mujeres del partido gobernante, el PCM
y otras organizaciones de centro-izquierda. Mediante la in- ESTRUCTURAS Y ESTRATEGIAS
tensificación de su estrategia de infiltración, el PCM capacitó
organizadores para que enrolaran mujeres en el PNR y pro- El FUPDM adoptó las estructuras de organización del PCM así
movieran programas de beneficencia estatal, como desayu- como la insistencia del PNR en construir una base de miem-
nos escolares, atención infantil generalizada y servicios de bros incluyente de todas las clases y exclusivamente femeni-
salud posparto, llevando al partido gobernante hacia las na con el fin de alcanzar una estrategia de dos vías para pe-
prioridades políticas del PCM. 10 La estrategia del Frente Po- lear por beneficios inmediatos, como los molinos motorizados
pular imbuyó optimismo en el PCM, que veía hacia el futuro de nixtamal y la reforma agraria, así como por objetivos polí-
un gobierno de coalición, como León Blum en Francia. 11 ticos de largo plazo, como el sufragio y el combate al fascis-
En un lapso de cuatro años, las activistas comunistas mo.12 La dirigencia siguió estando en manos de las militantes
habían redefinido su relación con el régimen gobernante; comunistas, con Cuca García a la cabeza, instigadora de
ahora ya no atacaban al partido en el poder sino que pro- tiempo atrás de los ataques contra el PNR Esta combinación
movían su control hegemónico. Las inclinaciones progre- de una disciplina comunista en la organización y la política
sistas del cardenismo, el espíritu de cooperación con la abarcadora del partido gobernante unió a una amplia gama
campaña del Frente Popular del PCM y la promesa de ofrecer de grupos femeninos bajo el techo del FUPDM.
importantes contribuciones a los derechos y oportunidades La construcción de un frente unido requería más que
\ de las mujeres indujeron a las dirigentes del activismo fe. una simple rescritura de las prioridades de organización.
menino a dejar de lado sus diferencias. Sin embargo, la di- Mujeres como Cuca García y Ana María Hernández, que se
rigencia del FUPDM quedó acoffalada entre dos amos: la ex- habían pasado la primera mitad de la década lanzándose
pectativa de la movilización y el imperativo de demostrar dardos ponzoñosos, de repente estaban unidas en pro de
lealtad. El PCM, que alguna vez había ordenado que las mu- una causa común como miembros del comité ejecutivo ori-
jeres del partido rechazaran cualquier espacio abierto por ginal del frente. Incluso el aspecto cultural del FUPDM señaló
el partido gobernante, ahora insistía en que se acogieran al un arranque importante para las comunistas. Aunque en las
régimen posrevolucionario. Al adoptar esta estrategia, las reuniones del PCM se acostumbraba cantar canciones popu-
activistas comunistas se encontraron en un camino de me- lares, coffidos de la Revolución y la "Internacional", las
composiciones para violín y voces de autores europeos de la
1° CEMOS, doc. 000128, circular del PCM de Consuelo Uranga y Elodia F.
época marcaron la inauguración de la asamblea plenaria
Cruz, 12 de enero de 1938. del FUPDM.
11 Véanse pronósticos optimistas sobre el Frente Popular Mexicano en
12
el periódico del Partido Comunista, El Machete, y en el boletín de noticias Sobre los intereses de género prácticos y eslratégicos, véase Moly-
de la CTM, publicado en inglés, Mexican Labor News. neux, 1985.
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Los principales objetivos de la organización -el sufra- El FUPDM adoptó tres estrategias de organización para
gio femenino y la oposición al fascismo- ocupaban la zona integrar sus objetivos inmediatos y aquellos de largo plazo.
compartida por estos dos partidos que tan a menudo se ha- En primer lugar, desarrolló estructuras de organización es-
bían enfrentado. Tales objetivos gemelos no sólo se refleja- pecíficas, estableció comités, cultivó vínculos de solidaridad
ron en las resoluciones de la Internacional Comunista de y liderazgo y estableció programas de movilización. En se-
1935, sino que también hicieron manifiesto el compromiso gundo lugar, el Frente se mantuvo atento a los contextos y
de Cárdenas con los derechos políticos de las mujeres y las necesidades locales, permitiendo que las dirigentes locales
crecientes preocupaciones sobre el fascismo, que habían fungieran como intermediarios entre las bases y las institu-
aumentado con el surgimiento en 1935 de los Camisas Do- ciones nacionales. La revista de la organización lo explicaba
radas y la fundación en 1937 de la Unión Nacional Sinar- en estos términos: "En cada lugar donde se instale un grupo
quista. 13 Al hacer del sufragio femenino y el antifascismo del FUPDM, debemos luchar por las demandas locales que in-
sus objetivos principales, las dirigentes del FUPDM contribu- teresen particularmente a la mujer[ ... ] ligando siempre es-
yeron a vincular los temores sobre los derechos políticos de tas demandas con las contenidas en el programa general". 15
las mujeres con el ascenso del fascismo, pero invirtieron el Las oficinas centrales se mantuvieron en la capital, pero la
planteamiento para impugnar que sólo mediante la incor- oficina nacional enviaba organizadoras a todo el país. Final-
poración al Estado podían las mujeres ahuyentar el fascis- mente, el FUPDM mantuvo conexiones transnacionales, culti-
mo. 14 Afirmaban que de hecho las mujeres eran indispensa- vando alianzas en el extranjero entre otras organizaciones
bles para enfrentar la amenaza fascista. comunistas y del Frente Popular, grupos feministas como el
El FUPDM estaba organizado por y a favor de las mujeres, Partido Nacional de las Mujeres de los Estados Unidos y or-
ajustándose a las preferencias penerristas. Sus diversas aso- ganizaciones multilaterales como la Liga de las Naciones y
ciaciones le permitían contar con un apoyo más amplio en su la Unión Panamericana.
lucha por los recursos públicos. Por ejemplo, cuando Cuca
García pidió financiamiento público para la Clínica de Mater-
nidad Primero de Mayo de la Ciudad de México, organizada ÁMBITOS LOCALES Y ALCANCE GLOBAL
por el FUPDM, logró apoyos que iban desde el sindicato de fe-
rrocanileros controlado por los comunistas hasta la Unión de La organización declaró tener 35 000 miembros en 1936 y
Mujeres Americanas, organización feminista de élite. La con- 50000 en 1939. 16 No cabe duda de que estas cifras exagera- 1
federación reforzó su legitimidad promoviendo campañas de ban el número de integrantes del Frente; pero al igual que
sobriedad y salud pública que gozaron del apoyo generaliza- el cálculo de los miembros del partido gobernante represen-
do y coincidían con los deberes tradicionales de las mujeres. taban una idea más amplia de la pertenencia a la confede-

13 Según Jean Meye1~ las mujeres nunca fueron menos de una cuarta 15
Mujer Nueva, núm. 1 (noviembre de 1936), p. 2, citado por Tuñón
parte de los militantes sinarquistas (2003, p. 68). Pablos 1992, pp. 70-71.
14 Véanse, por ejemplo, en AGN, RP, LCR, exp. 433/121, las declaraciones 16
La cifra de 35000 aparece en el AGN, RP, LCR, exp. 544/I, carta del FU-
de Cuca García en el Congreso del Frente Popular Anti-imperialista, 27-28 PDM, Tampico, Tamaulipas, 6 de septiembre de 1936. El cálculo de 50000
de febrero de 1936. aparece en Millán, 1939, p. 165.
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ración, pues aquí se incluían los miembros de todas las or- testas del FUPDM contra la inflación galopante y sus esfuer-
ganizaciones afiliadas. Detrás de estas cifras, aun pasando zos por obtener mejores viviendas para la clase obrera. 18 Sin
por alto la cuestión de su credibilidad, se ocultaban grandes embargo, las 60 integrantes del FUPDM se toparon con la re-
variaciones en el significado de la pertenencia al Frente en sistencia de la CTM al solicitar empleo en el espacio tradicio-
diferentes partes de la República. Algunas grupos filiales nalmente masculino de los cargadores de los muelles.
mantenían vínculos más estrechos con el PCM y otros con el trabajos en las oficinas o en los mismos muelles -escribie-
partido en el gobierno. Las economías locales y los ambien- ron al presidente Cárdenas- y que pueden ser desempeña-
tes políticos definían las posibilidades que tenían las activis- dos con mayor eficiencia por mujeres, como son los puestos
tas del Frente. Los objetivos que se planteaban las ciudades, de almacenistas, tomadores de tiempo o cabos de cuadri-
los puertos, los colectivos agrícolas y las pequeñas comuni- lla."19 Más adelante insisten las dirigentes de la organiza-
dades rurales al establecer filiales del FUPDM diferían mucho ción al presidente "que haga saber a la Federación de Tra-
entre sí. bajadores, jefes de oficinas y trabajos en general, que como
La estructuración del Frente como una confederación trabajadoras que somos tenemos derechos a participar en
nacional era un reflejo de la política y la cultura locales, al los trabajos que emprendan en la República" y "que, para
igual que el programa de las oficinas centrales del FUPDM de que sus disposiciones sean respetadas, nos extienda un
la capital. Las filiales de provincia por lo general hacían de, comprobante para que no seamos objeto de vejaciones y
mandas que podían llegar a causar mayores trastornos que evasivas". 20
el sufragio femenino, provocando considerable resistencia y Ocurrieron muchas experiencias similares, pese al apo-
violencia ocasional cuando intentaban controlar los medios, yo del PCM y el gobierno a las mujeres asalariadas. Las acti-
de producción, el acceso a la tierra cultivable y las limita;, vistas del FUPDM generalmente conseguían más apoyo de los
ciones a los privilegios patriarcales. La filial del FUPDM de aliados del sexo masculino cuando se restringían al ámbito
Tenabó, en Campeche -estado del sureste del país con po- de las preocupaciones domésticas, como los precios de la
blación predominantemente maya y rural-, informaba que comida y las condiciones de vivienda. Cuando transgredían.
una dirigente del FUPDM había sido encarcelada y "salvaje~ estos límites, solían toparse con "vejaciones y evasivas". Las·
mente desnudada y golpeada" por las autoridades locales. 11 organizadoras de Salina Cruz también destacaban la im-
Mientras tanto, en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, portancia del reconocimiento oficial. Aunque las integran-
FUPDM colaboraba estrechamente con los estibadores de tes del FUPDM se consideraban un grupo organizado que me-
CTM y los sindicatos de los petroleros, que apoyaban las pro~
18
AGN, RP, LCR, exp. 521.8/24, Liga Acción Femenina, FUPDM, a Cárdenas,
17
exp. 542.1/2012, FUPDM, Tenabó, Campeche, a Cár
AGN, RP, LCR, 8 de enero de 1936; AGN, RP, LCR, exp. 151.3/879, Liga de Acción Femenina
8 de abril de 1937. Aunque muchos nombres de pila de los docu Pro-Derechos de la Muje1~ CTM y FUPDM a Cárdenas, 10 de mayo de 1940.
19
parecen indígenas, dicen poco sobre el significado de la identidad AGN, RP, LCR, exp. 151.3/879, Liga de Acción Femenina Pro-Derechos
para las mujeres en cuestión. Por ejemplo, las mujeres de Tenabó pre de la Mujer, CTM y FUPDM, Salina Cruz, Oaxaca, a Cárdenas, 29 de diciem-
ban sus reclamaciones de parte de "mujeres campesinas que saben bre de 1937.
20
amarguras de nuestra clase", y no de parte de mujeres indígenas (véase AGN, RP, LCR, exp. 151.3/879, Liga de Acción Femenina Pro-Derechos
RP, LCR, exp. 151.3/1365, FUPDM, Tenabó, Campeche, a Cárdenas, 29 dej de la Mujer, CTM y FUPDM, Salina Cruz, Oaxaca, a Cárdenas, 15 de marzo de
de 1937). 1940.
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reda los beneficios de los seguidores, para los miembros de res en Acapulco. Ofelia Domínguez Navarro, ciudadana cu-
la CTM resultaba claro que invadían su territorio y debilita. bana y comunista que representaba las oficinas del FUPDM de
ban su control del sindicato. la capital, buscó el apoyo de las maestras y organizadoras
La creación del FUPDM en Acapulco también demostró la locales para convocar a las mujeres "sin distinción de cre-
importancia no sólo del reconocimiento oficial, sino tam~ dos religiosos ni políticos, que se una[n] sobre las bases de
bién de unidad e internacionalismo. Acapulco, el mayor este pacto de solidaridad en el que habrá de lucharse por
puerto mexicano del Pacífico, había sido tierra fértil para la todas sus reivindicaciones". 25 Para promover la unidad, el
política radical desde antes de la Revolución. 21 En 1934, a organismo rector designó delegados de cada organización
sólo días de haber pronunciado discursos de campaña que afiliada, que se comprometieron a organizar a los FUPDM lo-
respaldaban la distribución de armas entre los radicales cales en todo el estado. Las organizadoras presentaron un
agraristas de Guerrero y en contra del "capitalismo voraz''¡ programa de amplio alcance que incluía cuestiones tan di-
Cárdenas fundó un grupo filial de la Liga Nacional Femeni. versas como la oposición a la inflación y el descuento en los
na. 22 Al año siguiente, bajo la dirigencia de la infatigable ac- salarios de las mujeres; movilizaciones en demanda de clí-
·. tivista María de la O, las 96 socias fundadoras de la Unión nicas de maternidad y leyes laborales compatibles con la
de Mujeres Revolucionarias de Acapulco se aliaron con los crianza de niños, y tomar medidas contra los tratos humi-
estibadores, grupo de predominio masculino, y el sindicato llantes, el pago de la deuda nacional y la "guerra imperialis-
de jornaleros del puerto, así como con otros sindicatos fe. ta". Recurriendo a un arsenal de campañas de prensa, ma-
meninos del trabajo, como el Sindicato de las Mujeres Ro- nifestaciones y cualquier acto que lograse la movilización
jas. 23 Sin embargo, para marzo de 1936, las divisiones en la del mayor número de mujeres, esta facción local hacía eco
Liga Nacional Feminista precipitaron una división en la or- a las prioridades del PCM: el combate al fascismo y al "impe-
ganización, a raíz de la cual se creó la asociación rival Pri. rialismo capitalista". Para cimentar la paz, la nueva confe-
mera Liga Nacional Femenina Roja de Acapulco (en ade- deración organizó una "comida de fraternidad" el siguiente
lante Liga Roja), que se autodefinía como una "agrupación domingo.
femenina de la izquierda". 24 La estrategia de integrar campañas para obtener triun-
Un mes después de haberse formado la Liga Roja, las fos locales, tangibles, con objetivos internacionales, como
activistas del FUPDM llegaron de la Ciudad de México a resta- el combate al imperialismo, caracterizó al FUPDM y al Frente
blecer la paz entre las distanciadas organizaciones de muje- Popular. Para Domínguez, como para cualquier buena so-
cialista, no existen fronteras ni nacionalidades, explicaba
21
Gil!, 1956; Vizcaíno y Taibo, 1983. un periódico. 26 No sólo se organizaban en México activistas
22 Sobre la Liga Nacional Femenina, véase AGN, RP, LCR, exps. 437 / 112 y
136.3/20. Véanse los discursos de campaña de Cárdenas en Guerrero en
expatriadas como Domínguez, sino que las dirigentes del
Cárdenas, 1978, pp. 127-129. FUPDM también asistían a congresos internacionales de mu-
23 AGN, RP, LCR, exps. 437.1/147, 534.3/45 y 433/481, Unión de Mujeres
jeres y mantenían redes internacionales de contactos con
Revolucionarias de Acapulco, 16 de febrero de 1935. Véase Flores Arellano
y Román, 1992, sobre María de la O. 25
AGN, DGG, 2.312 (9) 21, caja 6, exp. 37, FUPDM, Acapulco, Guerrero, 27
24 AGN, RP, LCR, exp. 437 / 112, Primera Liga Nacional Femenina Roja a
de junio de 1936.
Cárdenas, 7 de mayo de 1936. 26
Redención, Villahermosa, Tabasco, 7 de marzo de 1936, p. l.
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organizaciones femeninas de orientación similar que apoya- Educación Pública. En 1937, la descripción del empleo de
ban sus esfuerzos. Esta red de conexiones, que abarcaba las secretaria de asuntos femeninos del sindicato de maestros
reuniones entre vecinos al igual que las conferencias del par- de Yucatán incluía las siguientes instrucciones: "Luchar por
tido gobernante y los congresos transcontinentales, fortale- la preparación ideológica de las mujeres agrupadas dentro
cieron el papel de las organizadoras como intermediarias del SUTEY. Propugnar por una igualdad de derechos consti-
entre estos diferentes niveles, dándoles legitimidad como tucionales entre el hombre y la mujer. Luchar porque el ele-
negociadoras de los derechos de las mujeres. mento femenil del SUTEY propugne dentro del FUPDM, siendo
No fue poco común que las activistas del FUPDM se con- cada maestra una organizadora del mismo, dentro del ele-
virtieran en agentes políticos entre una comunidad y el go- mento obrero y campesino". 27 Muchas obras del FUPDM,
bierno. Ganaban la lealtad de las bases mediante el estable- como los congresos y las cooperativas, utilizaban la estruc-
cimiento de cooperativas de producción, el mejoramiento tura burocrática de la SEP, que, por su parte, hacía este reco-
de las condiciones laborales y la adquisición de molinos de nocimiento: "En la cuestión de organización juvenil y feme-
nixtamal motorizados y agua potable. A su vez, la capaci- nil, solamente se ha podido hacer un trabajo de colaboración
dad de las organizadoras de movilizar grandes contingentes con los organismos ya establecidos, tales como Juventudes
de mujeres que respaldaran los programas de financiamien- Socialistas Unificadas de México, Frente Único Pro Dere-
to estatal para promover la asistencia escolar, la nutrición chos de la Mujer, etcétera". 28
familiar y las campañas de salubridad en las comunidades, Cada agrupación local del FUPDM adoptó características
brindaban a la dirigencia del FUPDM el capital político para regionales, pero las demandas centrales de servicios de sa-
cabildear ante el gobierno cuestiones de particular interés lud, reglamentos antialcohólicos, máquinas para facilitar el
para sus integrantes. La movilización consistente y los con- trabajo, apoyo a las cooperativas y mejoras escolares siguie-
tactos personales permitían a la organización ganar el res- ron siendo las mismas en todo el país. Estas cuestiones te-
paldo de los dirigentes políticos del más alto nivel. nían un lugar central en los programas de organización del
Muchas dirigentes del FUPDM ya habían ocupado puestos FUPDM no sólo porque la mayoría de las mujeres verdadera-
como intermediarias entre los políticos y los miembros de mente les daban preferencia, sino también porque tenían el
base de las organizaciones femeninas. Puesto que ya habían respaldo explícito del gobierno. Los programas de las orga-
trabajado como maestras en las escuelas públicas, utiliza- nizaciones se desarrollaron pues mediante un proceso de
ban la formación recibida en la Escuela Normal, basada en negociación que reunía tanto la cooperación de los miem-
la "pedagogía activa" de John Dewey, y desde su posición de bros como el apoyo del Estado. Las activistas del FUPDM, mu-
maestras y organizadoras promovían el FUPDM. No debe sor- chas de ellas comunistas y compañeras de ideas afines, na-
prender que entre las demandas del FUPDM casi siempre hu- vegaban cautelosamente entre las bases de la organización y
biera una solicitud para financiar mejoras en las escuelas, los objetivos políticos del PCM y el partido gobernante.
objetivos que probablemente expresaban las prioridades de De manera muy similar al PCM durante estos años, la di-
las organizadoras más que de las integrantes. Por añadidu- rigencia del FUPDM se debatió en esta relación ambivalente
ra, el Frente mantenía relaciones estrechas con los sindica- 27
Sindicato Único de Trabajadores, 1937, pp. 23-24.
tos de maestros simpatizantes del PCM y con la Secretaría de " Secretaría de Educación Pública, 1938, p. 488.
364 LAS MUJERES Y LA POLÍTICA REVOLUCIONARIA EL CENTRO NO PUEDE SOSTENERSE 365

con el régimen posrevolucionario, tratando de mantener su lla por el sufragio. Sin embargo, el triunfo resultó ilusorio,
autonomía a la vez que disfrutaba de la legitimidad apareja, pues las mujeres no habrían de votar en una elección fede-
da con la colaboración y una presencia más central en la ral sino hasta 1958.
cultura política. Lo cierto es que en ocasiones se ponían de La postura del FUPDM reflejaba la campaña comunista
manifiesto ciertos resquebrajamientos, como la vez en que de "unidad a toda costa", y la aparente oportunidad de una
Cuca García criticó al PNR Esta tensión entre ambivalencia participación política significativa y legitimada creó un fuer-
y unidad se fue acentuando a medida que el FUPDM se con~ te incentivo para alcanzar el consenso en el FUPDM y ganar
centró en sus esfuerzos por el sufragio femenino y se dedicó un lugar en la mesa corporativista de negociaciones, entre
a surcar las turbias aguas de la ciudadanía revolucionaria. la CTM y la Confederación Campesina Mexicana. Después de
En las décadas posteriores a la Revolución, los políticos y un congreso de mujeres celebrado en febrero de 1938, el
las grandes figuras intelectuales asociaban la ciudadanía FUPDM se unió a otras destacadas organizaciones femeninas
tres experiencias masculinizadas: el servicio militar, el al declarar: "La unificación comenzada es de suma impor-
bajo asalariado y el activismo político. Durante la segunda tancia [ ... ] En la unificación del nuevo partido está la solu-
mitad de la década de los treinta, las activistas laicas se ción a nuestras necesidades". 3° Con cada paso que se daba
dicaron a definir el servicio obligatorio de las mujeres, hacia la aprobación del proyecto de ley sobre el sufragio y
trabajo no remunerado y el activismo político como signos cada espacio que el gobierno cardenista abría para dar a
equivalentes de ciudadanía. 29 las mujeres organizadas una voz en la toma de decisiones, las
dirigentes del FUPDM iban cambiando su estrategia, y de
las manifestaciones de militantes y las huelgas de hambre
SUFRAGIO EN EL FRENTE POPULAR fueron mudando hacia una posición de actores políticos
sensatos y responsables que trabajaban en los cauces oficia-
En un discurso pronunciado en 1937 en el puerto de Vera~ les establecidos por el régimen posrevolucionario. Parecían !¡
cruz, Cárdenas se declaró a favor de que las mujeres n c·rn,.
1
seguras de que para ganar los derechos políticos por los que 11
taran de todos los derechos de la ciudadanía, incluyendo tanto tiempo habían luchado bastaba con probar su fide-
derecho al voto y a ser elegidas para un cargo público. lidad.
FUPDM, viendo que era inminente esta victoria estratégica Mientras tanto, en un esfuerzo por demostrar discipli-
siguiendo la adopción de la política electoral del Frente P~ na, la dirigencia del FUPDM marginaba a las voces disidentes.
pular, se entregó de lleno a su campaña sufragista. Toman-; Activistas destacadas, como Juana Belén Gutiérrez de Men-
do en cuenta la fuerza y el tamaño de la organización, y doza y Concha Michel, que pedían una mayor movilización
apoyo abierto del presidente, el éxito parecía al alcance de" en vez de hacer hincapié en los derechos políticos, se vieron
la mano. Llovieron los telegramas en Los Pinos, la residen,- desplazadas a la periferia de la confederación. 31 Para Gutié-
cia del primer mandatario, y en las oficinas del FUPDM poP. rrez de Mendoza y Michel, el énfasis en el derecho al voto
tando felicitaciones adelantadas por haber ganado la bata,; 30
El Machete, 19 de febrero de 1938.
31
AGN, RP, LCR, exp. 544.6/24, Instituto Revolucionario Femenino, 28 de
29
Olcott, 2005. septiembre de 1938; Gutiérrez de Mendoza, 1936; Michel, 1938.
366 LAS MUJERES Y LA POLÍTICA REVOLUCIONARIA EL CENTRO NO PUEDE SOSTENERSE 367

era una simple copia de los infructuosos intentos masculi~ brereras, "así como [que] la mujer sea un factor indispen-
nos por lograr el cambio social y político. Muchas otras ac- sable en la lucha de clases y la vanguardia de la Revolu-
tivistas no diferían abiertamente del programa sufragista ción" .33 Al parecer, cuando los grupos del FUPDM de Yucatán
del FUPDM, pero tampoco lo respaldaban. Las urnas seguían lograron captar la atención del presidente durante su gira
siendo un instrumento de cambio mucho menos importan- regional, no insistieron en la lucha por el sufragio que ocu-
te que las herramientas políticas más informales, como las paba los titulares de la capital, sino en sus propias pre-
redes de patronazgo y las manifestaciones públicas, espe- ocupaciones y contribuciones locales para construir una
cialmente en las zonas rurales. sociedad "revolucionaria". Al invocar la retórica política
Mientras que en la Ciudad de México la dirigencia del prevaleciente, reivindicaban sus demandas como obreras,
FUPDM se dejaba guiar por el escurridizo objetivo que era el y por lo tanto como ciudadanas revolucionarias, que apo- :
sufragio femenino, muchas de sus agrupaciones locales se- yaban el programa del régimen de creación de coopera-
guían concentrándose en propósitos más inmediatos, comO tivas.
el establecimiento de cooperativas de producción y la oh-,. Aunque las demandas sufragistas sí tuvieron presencia
tención de atención médica básica. Mientras que las diri- entre los temas de interés para los grupos de provincia del
gentes de la capital se manifestaban frente a Los Pinos, las FUPDM, era evidente que a mayor urbanización, mayor era el
agrupaciones del FUPDM de la península de Yucatán le escri'." énfasis en el sufragio. Los grupos locales del FUPDM en los
bían a Cárdenas, que en ese tiempo hacía una gira regional, puertos y las capitales de los estados solían incluir el dere-
solicitándole de manera abrumadora que no prestara atefü cho al voto entre sus prioridades, y en 1939 las mujeres de
ción al asunto del sufragio. Las mujeres de mayoría indíge- Tepic, Nayarit, se referían al sufragio como "una de las co-
na del FUPDM de Chichimilá, Yucatán, le pidieron un equipo sas que más necesitamos". 34 Si bien los gn1pos del FUPDM en
de primeros auxilios, servicio de energía eléctrica, un moli- las cabeceras de municipio, poblaciones más pequeñas y
no de nixtamal y tres máquinas de coser, pero no menciona- ejidos ocasionalmente incluían el sufragio entre sus deman-
ron el sufragio entre sus demandas. 32 De igual modo, las in- das, eran las cuestiones más inmediatas como los servicios
dígenas integrantes del FUPDM de Hampolol, Campeche; médicos y la tenencia de la tierra las que recibían mayor
señalaron los derechos sociales y económicos que la ideo- importancia y atención en los detalles; las solicitudes del
logía revolucionaria cardenista asignaba a su clase, en vez sufragio a menudo se agregaban al final de una carta, casi
de exigir derechos políticos formales. En la descripción del como una formalidad. Así pues, aunque el FUPDM afirmaba
FUPDM de esta comunidad, decían que el grupo estaba "total- estar conformado por miles de mujeres, difícilmente defen-
mente unificado con el fin de conseguir y luchar por el me- dían prioridades uniformes.
joramiento social y económico de nuestros esposos e hijos y
así también respaldar a nuestro gobierno emanado de la
Revolución", pedían apoyo para una cooperativa de som·
33 AGN, RP, LCR, exp. 136.3 / 2590, FUPDM, Hampolol, Campeche, a Cárde-

nas, 20 de agosto de 1937.


32 AGN, RP, LCR, exp. 609/152, FUPDM, Chichimilá, Yucatán, a Cárdenas, 15 34 AGN, RP, LCR, exp. 151.3/1300, FlJPDM, Tepic, Nayarit, a Cárdenas, 20 de

de agosto de 1937. julio de 1939.


368 LAS MUJERES Y LA POLÍTICA REVOLUCIONARIA EL CENTRO NO PUEDE SOSTENERSE 369

mal. Sin embargo, Susana Larios, la representante del De-


¿LA UNIDAD A QUÉ PRECIO? EL COSTO DE LAS ADHESIONES partamento Agrario encargada de organizar a las nayaritas,
informó a la liga que ni el Banco Nacional de Crédito Eji-
El compromiso del FUPDM y el PCM de obtener la "unidad a dal ni el Departamento Agrario podían ayudar a menos que
toda costa" tenía su precio. De un modo muy similar al em- cambiaran su filiación del FUPDM al Departamento Agrario.
barazoso revés que había subordinado el PCM a la dirigencia En consecuencia, el FUPDM local comenzó a establecer una
de la CTM en junio de 1937, la decisión del FUPDM de reclamar nueva organización afiliada al Departamento Agrario. En-
un espacio político dentro del PRM lo dejó atado de manos, furecida porque un ramo del partido estatal minaba la obra
impidiéndole plantear el plausible desafio al régimen que del FUPDM dividiendo y desencaminando a los campesinos
seguía siendo necesario para que se aprobara la enmienda a de Heriberto Casas, Jiménez Esponda recordó a Cárdenas
la ley sobre el sufragio. 35 En la medida en que el Frente ad- que los principios de acción del PRM prohibían específica-
quirió mayor influencia burocrática, sacrificó su capacidad mente el establecimiento de organizaciones rivales afilia-
de disidencia. Además el peso del FUPDM se vio más dismi- das al partido. Señalaba que el FUPDM siempre había "co-
nuido aun porque un año después de su fundación, el partí...: laborado abiertamente con su política franca y progresista y
do gobernante comenzó a trabajar por cuenta propia para [ ... ] procurado evitar cualquier motivo de conflicto con las
organizar a las mujeres. El Departamento Agrario del partí· dependencias de su gobierno", y cándidamente informaba
do estableció las Ligas de Mujeres para la Lucha Social con.. a Cárdenas que "esta táctica sustentada sentará un prece-
troladas por los gobiernos locales. 36 Así, incluso antes de la dente nefasto por encontrarse el Departamento en un pla-
reorganización del partido gobernante en 1938, comenzó no superior al nuestro como dependencia oficial y por tanto
a debilitar el predominio del FUPDM corno "frente único", y [cuenta] con recursos económicos cuando nuestra organi-
hubo consecuencias importantes para la organización. zación sólo se sostiene de las reducidas cuotas de sus agre-
Esthela Jiménez Esponda, activista comunista y secre- miadas y del esfuerzo y sacrificio de las mismas". Mencio-
taria de Educación del FUPDM, escribió a Cárdenas que el naba la promesa que Cárdenas había hecho a la delegación
Frente había logrado controlar a la mayoría de las campe· yucateca del FUPDM de que "el Departamento Agrario sola-
sinas en el estado de Nayarit, y que no había menos de 70 o mente tenía instrucciones de organizar a la mujer con el
75 ligas de mujeres en el estado, incluyendo una en el pue- objeto de que pudieran obtener el molino, pero que no te-
blo de Heriberto Casas. 37 Esta liga había recorrido todos nía por qué controlar a las organizaciones y éstas queda-
los canales adecuados para adquirir un molino de nixta· ban absolutamente en libertad de adherirse donde quisie-
ran". Reiteraba el argumento de que "con el objeto de evitar
35 El régimen posrevolucionario procuró consistentemente convencer a

las organizaciones disidentes para que se le adhirieran; pero la importan·


conflictos con el Departamento Agrario donde éste organi-
cia tanto de la disidencia organizada como de la resistencia armada que zara, no debería ir el Frente a organizar, [y que entendían]
exhortaban a los políticos a otorgar el derecho al voto quedó explícitamen· que el Departamento Agrario quedaba sujeto a las mismas
-., te expresada durante el Congreso Constituyente de 1917 (véase Diario de
los Debates del Congreso Constituyente de 1916-1917, 1922, pp. 601-603).
36
Olcott, 2005. to de 1938. Cuando Cuca García se salió del partido en 1940, Jiménez Es-
37 AGN, RP, LCR, exp. 437.11726, Jiménez Esponda a Cárdenas, 12 de agos• ponda la sucedió al frente de la sección femenina del PCM.
370 LAS MUJERES Y LA POLÍTICA REVOLUCIONARIA EL CENTRO NO PUEDE SOSTENERSE 371

condiciones, es decir, de no organizar donde ya estuviera tían ahorrar esfuerzos, como los molinos de nixtamal y las
organizado; pero este caso nos demuestra lo contrario".3s máquinas de coser, prometían liberarlas del cansancio cró-
La documentación existente no permite saber clara- nico y la posibilidad de tener tiempo de ocio.
mente cómo se resolvió este asunto. El Banco Nacional de En segundo lugar, la respuesta de Jiménez Esponda a
Crédito Ejidal de la Ciudad de México sostuvo que nunca las maquinaciones del Departamento Agrario da ciertas ba-
interfería con las Ligas de Mujeres, "salvo algunos casos es- ses para especular sobre las expectativas que guardaba el
peciales" y que no había tenido conocimiento del caso de He- FUPDM al incorporarse al PRM. Seguramente, la repartición
riberto Casas. 39 No existen registros de nuevas ligas en Heri- de las tareas de organización y la promesa de no interferen-
berto Casas en los años restantes del gobierno cardenista, lo cia apunta a que en un principio el FUPDM abrigaba ciertas
que permite suponer que el FUPDM guardó el control. Efecti- sospechas. En efecto, Jiménez Esponda cándidamente hizo
vamente, el FUPDM siguió siendo relativamente fuerte en Na'." notar la desigualdad entre los recursos disponibles para el
yarit y las mujeres del Estado siguieron formando grupos FUPDM y el Departamento Agrario, y solicitó a Cárdenas y a
afiliados incluso cuando el FUPDM ya se había desintegrado, su nuevo partido que intervinieran a favor de la parte en
lo que hace pensar que el control hegemónico del Frente en. desventaja, como siempre se habían comprometido a ac-
la región tuvo una influencia duradera. 40 tuar. La promesa del gobierno de resolver los conflictos en-
Sin embargo, este cambio ilustra algo más que un con- tre dos partes que no se encontraban en igualdad de condi-
flicto territorial entre las dos instituciones principales que ciones -patrones y empleados, terratenientes y campesinos,
organizaron a las mujeres durante el periodo cardenista. En hombres y mujeres- supuestamente justificaba la creación
primer lugar, subraya el hecho de que los logros pragmáti- de un Estado corporativista que todo lo abarcara. Sin em-
cos, como los molinos de nixtamal, inducían a las mujeres a bargo, este episodio planteaba la perturbadora pregunta de
depositar su lealtad en otro bando. Estas mejoras segura- cómo actuaría el Estado si el Estado mismo era una de esas
mente tenían un significado que rebasaba las promesas infi- dos partes. Jirnénez Esponda apeló a la economía moral del
nitas, nunca cumplidas del régimen revolucionario. Para propio partido en el poder, solicitando a Cárdenas que pro-
muchas mujeres, liberarse del pesado metate tenía un valor tegiera el derecho del FUPDM de organizar y movilizar muje-
inmediato mayor que la misma educación y el servicio mé- res, así corno el derecho de las mujeres mismas de afiliarse
dico, que solían quedarse en proyectos desaliñados y reali- a la organización de su preferencia sin por ello arriesgarse a
zados a medias. 41 Después de todo, las mujeres trabajaban perder el apoyo estatal.
varias horas al día en el metate; y las máquinas que permi- Por último, la apelación de Jirnénez Esponda demues-
tra un clientelisrno prolongado que caracterizó la cuestión
38 AGN, RP, LCR, exp. 437.1 /726, Jiménez Esponda a Cárdenas, 12 de agos-
de la organización popular durante el periodo. Hizo hinca-
to de 1938.
39 AGN, RP, LCR, exp. 437.1 /726, Secretario de Organización, Banco Na- pié en que el FUPDM siempre había apoyado el régimen de
cional de Crédito Ejidal a Cárdenas, 6 de septiembre de 1938. Cárdenas y que se habían esforzado en evitar conflictos con
40 Véase AGN, RP, Manuel Ávila Camacho (MAC), exps. 151.3/230, 556. 63/
el partido gobernante. A cambio, esperaba contar con la
143, 546.2/70 y 136.3/ 1057, correspondencia de las Ligas Femeniles Pro- I
Derechos de la Muje1: protección paternalista del Estado, y en este caso lo paradó- /
1
41
Bauer, 1990; Keremetsis, 1983. jico es que debía ser protegida de un ramo del propio Esta-[
372 LAS MUJERES Y LA POLÍTICA REVOLUCIONARIA EL CENTRO NO PUEDE SOSTENERSE 373

do. Como en todas las relaciones cliente-patrón, la asocia- mujeres con historias más largas de la lucha por el trabajo y
ción entre el Frente y el régimen de Cárdenas fue de una los conflictos de tierras, y añadió una página de "Activida-
reciprocidad desigual. Sin embargo, por haberse compro- des Femeninas". No obstante, en mayo de 1938 había recu-
metido con el partido gobernante a través de la campaña perado su formato pequeño y durante el resto del gobierno
del PCM de la "unidad a toda costa", el FUPDM conservaba de Cárdenas sólo incluyó una mención pasajera de las acti-
muy poca capacidad de influencia. Enfrentarse al partido vidades de las organizaciones femeninas. El PCM, la organi-
gobernante habría resultado en menoscabo del proyecto zación que más había clamado por el sufragio femenino y
mismo al que el Frente se había entregado: la extinción de que mayor consistencia había demostrado, dejó de estar en
la animosidad entre el partido gobernante y el PCM que, al la oposición para pasar a una etapa de distensión y luego de
culminar en la reorganización del primero, eliminó esa ri- complicidad en su relación con el partido gobernante y sus
validad de la que se había alimentado el debate sobre los miembros más activos, incluyendo la dirigencia del FUPDM,
derechos políticos de las mujeres. solia coordinar sus esfuerzos con el programa de acción del
PCM. Por añadidura, como señalaba la dirigente del FUPDM
Esthela Jiménez Esponda, su organización no podía en for-
CONCLUSIONES ma alguna competir con los recursos del Estado. Incapaz de
vencer al PRM en la pugna por organizar a las mujeres, el
La decisión de la dirigencia del FUPDM de incorporarse al FUPDM optó por unírsele. La causa común de la lucha contra
partido gobernante restructurado sólo puede entenderse en el fascismo reemplazó la animosidad entre el PCM y el parti-
esta matriz de factores de la consolidación corporativista do gobernante que había prevalecido durante los primeros
(y sus implicaciones para el significado de ciudadanía), años treinta, induciendo al partido en el poder a usar sus
creciente preocupación ante el fascismo y el apoyo que se ·. recursos para atraer a las mujeres situadas a su derecha en
volatilizaba con gran velocidad a un movimiento femenino vez de atraer a las de la izquierda.
de oposición. Después de la reorganización del partido en el Desde la perspectiva de las organizadoras de los cua-
gobierno de marzo de 1938, el PCM se retiró del proyecto dros medios y las integrantes de las bases, estas estrategias
afiliar mujeres al partido, sobre todo en la medida en que las entre partidos e instituciones no estaban delineadas muy
crisis y las divisiones internas provocaron que el interés de·. claramente. Una vez que el PCM adoptó la táctica del Frente
la dirigencia dejara de centrarse en la posición extrovertida; Popular, las relaciones entre las diversas organizaciones se
de los primeros años del Frente Popular para dirigir la atefl!< hizo mucho más fluida, pues las integrantes del partido co-
ción hacia el interior, a la autocrítica y las purgas. El perló:-· incidían con las mujeres de los sindicatos o de comunida-
dico comunista, El Machete, fue aumentando gradualmente. des agrarias, así como con las organizaciones femeninas.
la cobertura de las cuestiones femeninas a principios de lo! Los objetivos de los diferentes grupos no siempre eran exac-
años treinta; Consuelo Uranga era una de sus editoras. tamente iguales, sobre todo porque las relaciones cambia-
1937, al calor de la campaña por el sufragio femenino Y ban continuamente. Vincular las convicciones personales a
creciente radicalismo de parte del FUPDM, el periódico ere · las del partido en el poder o al PCM hubiera sido equivalente
al doble, aumentó la información sobre las cuestiones d~ a intentar pegarle a un blanco en movimiento. Por añadidu-
374 LAS MUJERES Y LA POLÍTICA REVOLUCIONARIA

ra, los grupos locales de los partidos y organizaciones na-


cionales solían tener un sabor propio que reflejaba las dife-
rencias de ideología, clase y cultura que caracterizaban a
cada localidad. Sin embargo, como movimiento radical de
oposición, el PCM y las mujeres que en él militaban tuvieron
un poder que rebasaba con mucho su tamaño. De ser parte
de un Frente Popular impotente y a final de cuentas mítico,
las militantes comunistas pasaron a confinarse dentro de
un partido gobernante que las hizo claudicar en el punto
principal de su programa. A pesar de que el FUPDM dejó una
herencia duradera de infraestructura para la organización,
su principal objetivo, el sufragio nacional femenino, "no
pudo ser alcanzado por las activistas sino 20 años después.

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