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“Hay que beber y ser revolucionario”

Por Joaquín Borges-Triana


que la sociedad de creadores gestada por entonces, al paso de los años

C
inco de la tarde/ hace ya que el pico te arde/ y ahí estás viendo quizás nos resulte como un animal salvaje, primitivo, vigoroso y recién
como se ve en el sueño rem/ el patio de la EGREM/girándote en nacido, que se sacudía y convulsionaba por erguirse con ademanes pue-
redor./ Ahí va el primer acorde/ del primer trovador./ Guarde, riles pero cabríos, ingenuos y a la vez brillantes.
entonces, de tu ira Dios al rústico y al charlador,/ patriota de prosapia Fue por esa etapa que conocí en persona a Bladimir Zamora. No
yo sí sé/ cuánto hay debajo de tu look de perdedor. sabría decir exactamente cuándo. Entre muchos recuerdos sueltos, lo
Ángel de la trova,/ caído de pie/ súbete atrás el pantalón que se te ve… evoco en un programa televisivo que él conducía en los tempranos 80,
Yo solo no me acerqué/ porque he visto que/ ya está otra vez chiván- época en la que también preparó la compilación titulada Cuentos de la
dote Joaquín/ pero en cuanto te calmes te diré/ no son las siete aún, remota novedad. Creo que lo primero suyo que leí, fueron los poemas
déjame echar hoy tres… de Usted es la culpable, libro armado con los decires de un grupo de
La voz de Yunier Pérez tiene un matiz especial al interpretar su tema poetas y que fue texto de gran impacto entre quienes por la fecha éra-
“Ángel de la trova”, pieza dedicada a Bladimir Pascual Zamora Céspe- mos veinteañeros.
des, más conocido como Blado. Es la tarde del 4 de mayo de 2016. Al Tal vez nuestro primer diálogo haya sido a propósito del espectáculo
comenzar la peña que cada miércoles desde marzo de 2009 (llueve, true- denominado Ejercicios del corazón, del que Blado era algo así como la
ne o relampaguee) se lleva a cabo en el patio-bar de la EGREM, y tras el columna vertebral; y donde también participaban los trovadores Frank
tema de presentación: “La canción de la trova”, interpretada a dúo por Delgado y Alejandro Zayas Bazán, así como la poeta Jacqueline Fong,
Silvio y Adriano Rodríguez, Fide informa a los asistentes que Blado, el por aquellos lejanos días estudiante de la carrera de Derecho en la Uni-
fundador del espacio y muy querido por los asistentes, está ingresado y versidad de La Habana.
según los partes médicos, no hay esperanza de recuperación. O quizá no fue de ese modo, sino que el primer estrechón de mano
Sobre las seis y 30 de la tarde, un amigo llama a mi celular. nos lo dimos en alguna de las peñas que él conducía en la antigua redac-
—Me oyes, Joaco… ción de El Caimán en la calle Paseo, como aquella dedicada al rock y que
—(…) tuviese una nutrida concurrencia; o la que se organizó para estrenar el
—Me acaban de llamar de Bayamo… Blado se murió. documental de Víctor Casaus y María Santucho denominado Una huella
Apenas termina de cantar el trovador de turno y, aún con el impacto en el asfalto, sobre el quehacer de Carlos Varela y la banda que le acom-
de lo que me han informado, me levanto y pido silencio. Pasan unos pañaba.
segundos antes de que pueda articular palabras. A lo mejor el inicio de nuestra infinita conversación en relación con lo
—Me llamaron para comunicarme que Blado falleció. Se nos acaba de humano y lo divino y, en la que por encima de todo aprendí y aprehendí
ir, no sé si al cielo o al infierno, si al fin o al cabo existieran tales sitios. Lo la esencia de lo que es ser cubano, tuvo lugar en el quinto piso del edifi-
que sí tengo claro es que dondequiera que él esté, si está en alguna cio ubicado en calle N #266 (Vedado), en los estudios o pasillos de la
parte, nos pediría que continuásemos la peña. Así pues, a seguir cantan- emisora Radio Ciudad de La Habana, a propósito de una invitación del
do y a tomar ron o cerveza en su nombre. Blado cuando la publicación de mi artículo “La Generación de los To-
Mientras se reanuda la descarga y cada nuevo trovador que sube al pos”, en Juventud Rebelde, para dialogar del tema en alguna de las emi-
escenario, evoca de uno u otro modo al Blado, yo rememoro las muchas siones de "Pisando el césped", programa que salía al aire el domingo por
ocasiones en que en eventos o diferentes espacios públicos nos ponía- la noche y donde él fungía como director y conductor; o en el espacio
mos a discutir, al punto de dar la impresión de que nos iríamos a las "Entre 8 y 10", en el que compartía la dirección con Alejandro Zayas
manos. Lo que la gente no sabía era que, la mayoría de las veces, todo Bazán. Empiezo a calcular fechas, pero me doy cuenta que resulta impo-
era parte de un performance que armábamos previo acuerdo. sible precisar...
Entretanto, algunos salen a llamar por teléfono e informar de la noti- Los años en los que conocí al Blado fueron los más locos y felices de
cia. Es así que Paca, la vieja amiga de Bladimir y caimanera desde los mi vida. En ese período, yo me desempeñaba como instrumentista en
tempranos ochenta cuando fuese llevada a la publicación como Jefa de grupos musicales que actuaban en cabarets habaneros de segunda, ter-
redacción, con la tarea de atajar los supuestos graves problemas ideo- cera e inferior categoría. Fue gracias a dicha experiencia que descubrí lo
lógicos que allí había, se entera de lo sucedido y, como periodista al fin, bueno y lo malo de la vida nocturna; sobre todo de la mano de bailari-
escribe una nota que sale de inmediato en Cubadebate, en la que da la nas que no tenían el menor prejuicio para compartir con un ciego la
primicia del fallecimiento de nuestro Blado. alegría del cuerpo, algunas de las cuales (estén en Cuba o allende los
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8:30 pm. Estoy en casa, de regreso de la peña de la EGREM. Mi teléfo-
mares), muchos años después, continúan siendo amigas mías. Por suerte
o por desgracia, hoy no sé muy bien, puse stop a esa riquísima y divertida
EL CAIMÁN BARBUDO—mayo-junio—2016

no suena y al descolgar, escucho la voz de la Paca. etapa y decidí que, aunque me costase trabajo, llegaría yo a ser periodis-
—Joaco…Blado no está muerto, fue falsa la noticia. ta. Uno de los modelos que seguí fue justo el de Blado…
—¡Qué bueno! Lo que sí tengo claro es que la primera lección de eticidad que recibí
—Pero imagínate… Ya yo di la información en Cubadebate. Ahora no de su parte, ocurrió en el último trimestre de 1990, tras el cierre por falta
sé qué hacer. de papel de El Caimán Barbudo y de Alma Máter, donde trabajábamos
—Pues nada… Lo importante es que el hombre está vivo. Digo yo. respectivamente, en las reuniones que se dieron con los periodistas de la
*** Casa Editora Abril para reubicarnos. Al saber que se mantendrían vivas
La segunda mitad de los 80 fue un momento propicio para el floreci- ciertas revistas, Blado defendió de manera enfática su derecho a que,
miento de maneras renovadoras de expresión artística en Cuba. Así, des- mientras hubiese en dicha institución un centímetro de papel para escribir,
pués de casi veinte años, el importante pintor Umberto Peña regresa a tenía que estar él entre los que lo hicieran. De tal suerte, Bladimir y yo
un salón del Museo Nacional de Bellas Artes con una gran retrospectiva fuimos a parar al engendro que se creó, denominado Somos. Al cabo de
de su obra. un año, cuando fuimos a ser evaluados por nuestro desempeño, la directo-
La literatura ofrece muestras ya estudiadas de las transgresiones te- ra de la publicación (y de cuyo nombre no vale la pena acordarse), expuso
máticas y formales que tienen lugar en ese contexto. En 1988, el Premio que Blado, así como otros redactores y yo, “teníamos buen dominio de las
de Narrativa del tabloide El Caimán Barbudo se le concede a Sergio formas pero problemas en el contenido”. Ese eufemístico modo de decir
Cevedo Sosa, por su libro Rapsodia bohemia, una cuentística sobre los significaba que “confrontábamos problemas ideológicos”, lo cual en esa
llamados freakies en la isla caribeña. En el propio certamen, pero en el época equivalía a que fuésemos expulsados del gremio periodístico. Un
género de poesía, resulta premiado un cuaderno de Norge Espinosa titu- infame episodio que fue zanjado gracias a la intervención de Caridad Diego,
lado Las pequeñas tribulaciones, que contiene el hoy célebre poema “Ves- por las fechas directora de la Editora Abril.
tido de novia”, texto que —conjuntamente con el cuento “¿Por qué llora ***
Leslie Caron?” de Roberto Urías— recupera una tradición homoerótica En la religión yoruba, los Ibeyis son santos menores, hijos gemelos de
en el país. Changó con Oshún, pero criados por Yemayá. Las hermanas Lisa-Kaindé y
La cuarta pared de una obra teatral homónima, original de Víctor Naomí Díaz, dos franco-cubanas hijas del gran percusionista pinareño
Varela, derrumba otras paredes. Los jóvenes artistas de la plástica, que Miguel Aurelio Díaz Zayas, “Angá” (fallecido en 2006), en el instante en
irrumpen por las calles del Vedado con proposiciones estéticas que iniciaron la carrera musical, optaron por llamarse con el apelativo de
revitalizadoras del arte insular, en un memorable performance nos insta- Ibeyi. Al decir de Roberto Zurbano:
ron a “Meditar” al pie del monumento a José Martí, en la Plaza de la “Para quienes no creen en los muertos, cuando escuchen a esas niñas
Revolución. sepan que están moyubbando a su padre de quienes escucharon muchos
Estas pudieran ser pequeñas circunstancias de un concierto mayor, de los temas con que hoy fascinan multitudes en París, Toronto o duran-
donde también interviene la propuesta musical, surgida como parte de te las pasarelas de Chanel en El Prado habanero. En cada concierto o
toda aquella tremenda energía creativa.La mixtura y la riqueza artístico video de Ibeyi asistimos a un ritual extraordinariamente poderoso. Sos-
literaria que flotaba en el aire de esos años, era algo incontenible y tienen el fuego de la creación con las armas del rigor, la femeneidad y una
tremendamente contextual. En tal sentido, varios analistas han señalado globalización que no oculta la raíz de religiones y saberes populares.”
La noche del 5 de mayo del 2016, durante la primera jornada del edificación tampoco disponía de un baño donde hacer las necesidades
festival Musicabana en el Salón Rosado de la Tropical, mientras asistía al fisiológicas y para ello el Blado tenía que emplear un cubo, con todo lo
concierto debut de las Ibeyi en Cuba, más de una vez sonó mi celular. incómodo y antihigiénico que resulta; por no hablar de la vergüenza que
Todas eran llamadas a propósito de la gravedad del Blado. Fue Darío pasaba ante las personalidades cubanas y extranjeras (es sabido que por
Alejandro, una de “las últimas adquisiciones” de El Caimán, quien en un “La Gaveta”, como se nombraba a aquella habitación, desfiló hasta el
momento se me acercó y me dijo al oído: cineasta español Pedro Almodóvar) que le visitaban por asuntos de tra-
—Grillo acaba de llamar. Blado murió. bajo o amistad, y que en algún instante sentían el humano deseo de
Casi al unísomo, al celular me entraba un SMS de la Paca, quien sabía utilizar ese elemental servicio sanitario del que Blado carecía.
que yo estaba en la Tropical: En incontables ocasiones visité aquel cuartucho desvencijado donde,
—Por favor, date un trago en mi nombre como despedida de nuestro sin embargo, se atesoraba una copiosa cantidad de libros y discos (llega-
hermano Bladimir. ron a haber más de 2000 títulos), con algunos ejemplares incluso hasta
Las repercusiones por el ahora sí confirmado fallecimiento del Blado, del siglo XIX y valorados por los conocedores de la materia como patri-
comenzaron a sucederse una tras otra. En el variopinto conglomerado monio cultural de la nación. Pero lo que más me sorprendía al llegar a
de las publicaciones cubanas de “dentro y fuera” y de uno u otro espec- aquella mísera habitación, era que allí uno podía toparse de entrada o
tro que proliferan en el ciberespacio, aparecieron disímiles trabajos a salida con gente tan distante en su manera de pensar y que iban desde
propósito de la vida y obra de Bladimir Zamora Céspedes. Y no podía un Fernando Rojas hasta un Antonio José Ponte. Siempre admiré tal pro-
ser de otro modo, si se piensa en la intensa y fructífera actividad desple- yección ecuménica e integradora de Bladimir, la cual nunca entró en
gada por este hombre, más allá de su “look de perdedor”. Unos pocos contradicción con el hecho de que sirvió a la Revolución en cuanto le fue
ejemplos así lo demuestran: posible y sin esperar nada a cambio (jamás solicitó ningún tipo de pre-
Junto al musicólogo Danilo Orozco, a inicios de los 90 asesoró al espa- benda en su favor), sino solo por cumplir con su conciencia y por el
ñol Santiago Auserón en el proyecto Semilla de Son, un recopilatorio auténtico placer de aportar un granito de arena al proyecto sociopolítico
discográfico de grandes figuras de la música cubana. Fue uno de los orga- que se ha intentado edificar en este país, al margen de que él se negara
nizadores de los encuentros entre el son y el flamenco, celebrados en de plano a pertenecer a instituciones como la UPEC, por considerarlo
Sevilla, y que sirvieron de plataforma para el relanzamiento a escala inter- una pérdida de tiempo.
nacional de Compay Segundo, antes del boom del Buenavista Social Club. ***
En unión con su amigo Felipe Lázaro, poeta y editor oriundo de Güines La mejor persona y de sentimientos más nobles que ha andado entre
y radicado en Madrid, preparó en 1995 la antología Poesía cubana: La los caimaneros en los últimos años es Yamilee Castellanos. Quizás por
isla entera, publicada por Editorial Betania y que reúne a 54 poetas cu- eso, o porque ella y Blado profesaban idénticas creencias religiosas y
banos residentes en la Isla y la diáspora: algo que hoy puede parecer lo según las cuales eran hijos de la misma deidad (Oshún), cuando a comien-
más normal del mundo, pero que por aquella fecha aún no era bien zos de 2012 la salud de él daba señales de franco deterioro, Yamilee
asimilado por los clásicos extremistas de uno y otro signo. cargó con Bladimir y logró convencerlo para ingresarlo en el Hospital
No preciso dónde fue que leí, ni de quién es la frase, acerca de que la Naval. Allí se comprobó algo que dejó boquiabierto a los allegados al
muerte no es solo la muerte y hay coletillas que pueden reducirla o au- Blado: por las pruebas a las que fue sometido, se verificó que él no era
mentarla… El caso del Blado no fue la excepción. Cuando escucho a alcohólico. Se comprobaba así algo que solía afirmar: “Yo bebo porque
ciertos personajes decir con tono “compungido” que han sentido mucho quiero, si lo deseo puedo dejar de hacerlo”.
el fallecimiento de Bladimir, de inmediato vienen a mi mente fragmentos Y así fue. Al salir del Naval iba con la orientación médica de no darse
de una canción de Carlos Varela en la que se afirma: “El lobo y el corde- un trago más, pues de hacer lo contrario su maltrecho hígado no resisti-
rito andan juntos a mi lado, pero como se disfrazan nunca sé con quién ría la batalla. Durante seis meses parecía que Blado cumpliría con lo
he hablado”. Y es que tales individuos poco o nada hicieron en los últi- dictaminado por los especialistas. A veces llegaba a comprar la botella él
mos tiempos por el Blado, cuando él supo de verdad quiénes eran o no mismo para que los demás bebiesen, pero no consumía ni una gota.
sus amigos. Cierto día entre agosto o septiembre de 2012, estábamos en la Peña
*** del Caimán en la EGREM. Se había acabado ya la botella de ron Mulata
—En estos días, la gente que me rodea me pregunta por qué tiro el asignada por concepto de producción, cuando Blado me tocó por el
primer trago al suelo, y contesto "ea" en andaluz, o contesto muy bajito: hombro y bajito, muy bajito, me dijo:
"pa los santos", sin dar más explicaciones. También vuelvo a mis lecturas —Vivir sin beber es demasiado aburrido.
de juventud, con Bukowsky y a repasar poemas del compañero Bladimir.
Recordando conversaciones y complicidades, no recuerdo ninguna sobre
Yo, que había estado esperando aquello de un momento a otro, solo
le repliqué:
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EL CAIMÁN BARBUDO—mayo-junio—2016
la trova, nunca apareció la conversación y nunca me dio por preguntar —¡Sabes que te vas a morir!
entre botella y botella de ron. Él me enseñó a conseguir tragos baratitos —Sí, pero… Arriba, compay, despéinese y ponga aquí una botella de
en La Habana Vieja cuando salí de la casa de Lupe y algunos truquillos añejo blanco, que vamos a beber.
canallas pá poder buscarme la vida, que algún día, con un trago de por Lo que vino después es de sobra conocido por las amistades de
medio, le contaré a usted… La complicidad con Bladimir no sé cuándo Bladimir. Aproximadamente durante año y medio empinó el codo con
empezó, pero su paternalismo discreto me daba seguridad. Discutir so- ganas, hasta que en el primer trimestre de 2014 su hígado no aguantó
bre libertad sexual o consumo de drogas era un placer en las noches que más. Tras un ingreso urgente y el diagnóstico confirmado de Cirrosis
nos fuimos de curda solos por La Habana. Un discurso libertario es muy Hepática, con la expresa prohibición de ingerir alcohol, a fines de marzo
difícil de defender cuando mandan los que solo saben obedecer a su de ese año Blado opta por regresar a Bayamo junto a su madre Sonia, su
amo y joder al prójimo para recibir un premio… Pero en el individuo solo hermano Juan Ramón y otros familiares, sin que esto representase el
puede mandar el individuo, para tener una mínima posibilidad de alcan- abandono del espacio ganado por él en las páginas de su Caimán Barbu-
zar la felicidad. Todo lo demás es engañarnos, y obedecer por miedo. do, en las que se mantuvo escribiendo hasta el final de sus días.
Las anteriores son palabras de Emilio García, un hermano andaluz En la provincia de Granma, a diferencia de lo vivido por él en La
que tengo, y que en una de sus estancias en la Habana, le presenté al Habana, recibió la cooperación de las instituciones culturales del territo-
Blado y él lo acogió con ese cariño paternal del que hacía gala con no rio, en especial de la Asociación Hermanos Saíz, de la que él fuese vice-
pocas personas. De ello podrían dar testimonio en el ámbito de la trova presidente a nivel nacional y declarado miembro de honor. Aunque nunca
figuras como Frank Delgado, Carlos Varela, Polito Ibáñez, David Torrens, le concedieran la condición de “maestro de juventudes”, algo que en su
Kelvis Ochoa y más recientemente su compadre Ray Fernández; o en el fuero interno siempre anheló. NO VOLVIÓ A BEBER, pero ya era tarde.
universo literario, poetas como Sigfredo Ariel y Camilo Venegas. En una de las memorables tertulias que mantuvimos en la Gaveta del
*** Blado y en la que estaban, entre otros, el “Mariscal” Manuel Henríquez
Nacido el 13 de abril de 1952 en una finca bañada por el río Cauto, al Lagarde y la poetisa y editora Aymara Aymerich, recuerdo que acorda-
lado del pueblito rural llamado Cauto del Paso, en 1976 Bladimir Zamora mos dedicar como mínimo dos páginas de la revista al primero de los
Céspedes se gradúa en la Licenciatura en Estudios Cubanos en la Escuela de caimaneros que muriese.
Letras de la Universidad de La Habana. Regresa a Bayamo y despliega tan Hoy, Bladimir Pascual Zamora Céspedes, galardonado con la Distin-
intensa actividad artístico literaria en la apacible vida de su tierra natal, que ción por la Cultura Cubana y cuya consigna era “hay que beber y ser
origina incomodidad entre los funcionarios de cultura de turno, acostum- revolucionario”, ya no está entre nosotros y yo, por mi parte, tengo la
brados solo a cumplir las tareas orientadas por las instancias superiores. conciencia tranquila pues en vida cumplí con este hermano mío y ahora,
Semejante hostilidad motiva al Blado a retornar a La Habana en 1979. después de muerto, honro el acuerdo establecido hace años en medio
Poco después adquiere un pequeño y antiguo cuarto en la segunda de una jornada de intenso octanaje etílico.
planta de un edificio solariego de La Habana Vieja. Ahí, ni en su mejor
momento, hubo un mínimo de condiciones para residir: además del
espacio limitado, no había agua y por tanto era necesario cargarla; la

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