Código Procesal Penal, el Juzgado analizo las pruebas periciales, testimoniales y documentales en su conjunto las que fueron diligenciadas en el debate, las que llevaron a descubrir la verdad jurídica, arribando a las siguientes conclusiones: A) CUESTIONES PREVIAS. No se presentó alguna cuestión incidental, por lo que no se hace ningún pronunciamiento al respecto. B) EXISTENCIA DEL DELITO, SU CALIFICACION LEGAL Y RESPONSABILIDAD PENAL DEL ACUSADO. si bien es cierto, se ofreció en su momento procesal oportuno prueba testimonial, pericial y documental, que pudiesen determinar la concurrencia de los presupuestos procesales para considerar que se hayan dado los elementos positivos del tipo penal de violación imputando al acusado, también lo s que en el debate no se evidencio la participación del mismo en el hecho ilícito, porque las pruebas diligenciadas no tuvieron la eficacia suficiente para demostrar lo contrario, no logrando quebrantar la presunción de inocencia que goza el acusado. Se trato de sostener la plataforma acusatoria con la prueba diligenciada, pero estas no tuvieron la eficacia suficiente para demostrar la culpabilidad del acusado y al no demostrarlo no se acredita la fecha, hora y el modo del hecho ilícito del imputado. La doctrina jurídica establece que la Teoría General del Delito se ocupa de las características que deben tener cualquier hecho antijuridico para ser considerado como tal, y que desde el punto de vista jurídico, delito es toda conducta que el legislador sanciona con una pena, y que esto es una consecuencia del principio de nullum crimen sine lege que rige el moderno derecho Penal y que impide considerar como delito toda conducta que no caiga en los marcos de la ley penal; y tomando en cuenta que la dogmática jurídico-penal ha llegado a la conclusión de que el concepto de delito responde a una doble perspectiva: por un lado, es un juicio de desvalor que recae sobre un hecho o acto humano que se conoce como injusto o antijuricidad; y, por otro, es un juicio de desvalor que se hace sobre el autor de se hecho que se conoce como culpabilidad o responsabilidad. Injusto o antijuricidad es pues, la desaprobación del acto; culpabilidad, la atribución de dicho acto a su autor para hacerle responsable del mismo, pero en y presente caso no se evidencian estos supuestos. La justificación de los métodos para averiguar la verdad depende de la observancia de las reglas jurídicas que regulan como se incorpora válidamente los conocimientos al proceso, de maneral tal que no todos los métodos están permitidos y que a los autorizados se les debe practicar según la disciplina de la Ley procesal” (Comisión IDH, informe n” 1/95, caso 11.006). Pero en el presente caso no concurren los presupuestos enunciados como para dotar de responsabilidad penal al acusado. Corresponde a los jueces y juezas realizar su función en razón de garantizar y vigilar el cumplimiento de los preceptos constitucionales y de las reformas procesales, en este caso la acusación (imputación) formulada por el Ministerio Publico ante el Juez contralor, reúne inicialmente los requisitos establecidos en el articulo 332 bis del Código Procesal Penal, ya que dicha norma legal establece que la acusación (intimación) debe tener una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que se le atribuye al sindicado, habiendo dictado el auto de apertura a juicio, pero posteriormente, en el desarrollo del debate, con los órganos de prueba aportados y producidos en el mismo, no se determino la existencia del delito imputado, no puede darse una calificación legal a un delito que no evidencia la participación del acusado en el hecho ilícito, por consiguiente lo separa de toda responsabilidad penal. El Ministerio Publico por mandato constitucional lleva la carga de la prueba y está obligada a demostrar su tesis acusatoria y debe hacerlo con prueba pertinente, útil y eficaz, lo que no se logró en este caso concreto. Se implanta en el juzgador la duda razonable, porque las pruebas aportadas no tuvieron la eficacia suficiente para demostrar lo contrario, en tal sentido se pronuncia el articulo 14 constitucional y el articulo 14 último párrafo del Código Procesal Penal “La duda favorece al imputado. “La duda favorece al imputado como titular de atributos que emanan de su condición de persona humana, la que se valoriza en su dignidad (preámbulo de la CADH): de allí que se le reconozcan derechos como tal y se los proteja aun durante el proceso penal”. El articulo 173 del Código Penal, establece: Violación (Adicionado por el Articulo 28. Del Decreto 9-2009 del Congreso de la república). Quien, con violencia física o psicológica, tenga acceso carnal vía vaginal, anal o bucal con otra persona, o le introduzca cualquier parte del cuerpo u objetos, por cualquiera de las vías señaladas, u obligue a otra persona a introducírselos a sí misma, será sancionado con pena de prisión de ocho a doce años. Siempre se comete este delito cuando la víctima sea una persona menor de catorce años de edad, o cuando sea una persona con incapacidad volitiva o cognitiva, aún cuando no medie violencia física o psicológica. En el presente caso no concurren estos presupuse y no se puede hilar la prueba entre si para arribar a la certeza jurídica positiva de poder condenar al imputado, pues en el juicio no se demostró su participación, aplicándosele el principio “IN DUBIO PRO REO, no se probo la violencia física, pues el reconocimiento medico legal determina que no hubo lesiones en las áreas extragenital, genital, ni paragenital. De lo razonadamente expuesto surge, con distintos alcances según el momento procesal de que se trate y con sentido progresivo, que las situaciones excluyentes de certeza benefician al imputado. La duda (lato sensu), que al comenzar el proceso tiene poca importancia (verbigracia, solo la improbabilidad impide la convocatoria coactiva a prestar declaración indagatoria), va cobrándola a medida que se avanza, aumentando el ámbito de su beneficio (ya no solo la improbabilidad sino también la duda stricto sensu, impedirán el procesamiento o la elevación a juicio), hasta llegar a la máxima expresión de su alcance en el dictado de la sentencia definitiva (en la cual la improbabilidad, la duda stricto sensu, y aun la probabilidad, impedirán la condena del imputado). En este ultimo momento es cuando se evidencia con toda su amplitud este principio, pues como ya se vio, el sistema jurídico vigente requiere que el tribunal, para poder dictar una sentencia condenatoria, logre obtener de la prueba reunida en el juicio, la certeza acerca de la culpabilidad del acusado. De ello se sigue que en caso de incertidumbre este deberá ser absuelto: in dubio pro reo. Esta máxima deriva del principio de inocencia “derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad”, que le proporciona su justificación político jurídica, pues solo en virtud de él se puede admitir que la duda, en lugar de perjudicar al imputado, lo beneficie. En su formulación expresa se hallan las circunstancias jurídicamente relevantes, o la participación del imputado deberá estarse a lo que sea mas favorables” a éste. Si no se consiguiera llegar a la certeza corresponderá la absolución, no solo frente a la duda en sentido estricto, sino también cuando haya probabilidad sobre la responsabilidad penal del imputado. Empero, si bien hasta ahora se ha sostenido que in dubio pro reo es un precepto de carácter procesal, que funciona en el área de la valoración de la prueba” (de incumbencia exclusiva de los tribunales de juicio), por el cual, en general, su observancia en la sentencia ha escapado del control del recurso de casación”. Relevancia. El elemento de prueba será tal no solo cuando produzca certeza sobre la existencia o insistencia del hecho que con él se pretende acreditar, sino también cuando permita fundar sobre este un juicio de probabilidad (como el que se requiere para el procesamiento). Al no quedar plenamente demostrada la participación del acusado en el hecho antijuridico imputado, se genera duda razonable en cuanto a la posible participación, es decir, no se puede determinar ni establecer cuál sea su participación en este tipo penal, ni existe una relación lógica de causalidad como lo establece el articulo 10 del Código Penal. Las acciones atribuidas al acusado Raúl Sam Yax y contenidas en la acusación, no fueron probadas y por lo tanto no se destruyó la presunción de inocencia. El Ministerio Publico al no generar plena prueba con suficiente eficacia jurídica desvincula totalmente de la posible participación del imputado en el hecho delictivo y al no generar certeza jurídica de que se haya realizado la acción ilícita que se le atribuyo en cuanto a tiempo lugar y modo, por imperativo legal debe absolverse al acusado, no obstante a esta realidad jurídica, el agente fiscal solicito una sentencia condenatoria y la imposición de una pena de prisión por el delito de Violación. ¿Como se genera la duda razonable? Se genera a