Fecha: 16 de Agosto de 2018 Dado que el documental comienza introduciéndonos el concepto de variabilidad en la vida cotidiana es lícito notar que esta es la fuente de las preguntas que trata de responder la estadística. De cualquier modo, si es que no lo fuera, aquella nos permite remitirnos de alguna forma al origen de las preguntas que, en el transcurrir del video, se trata de descubrir. Bien empleada me parece la analogía, cuando el ingeniero decide comparar la variabilidad con la producción de maíz, tratando las distintas especies como la forma en que aquella demuestra sus distintos niveles de calidad, inmediatamente generando que los productores puedan elegir la mejor. Tal cuál él ha señalado, que no existan distintos tipos de maíz, o bien, variabilidad para con esta, significaría que todos los tipos son iguales, por lo tanto no tendrían donde escoger, así mismo, la variabilidad sería nula, degenerando en que todo modelo no conciba distinción alguna entre sus variables. ¿Cuál es la relevancia de comparar datos?, John Graunt, estadístico inglés, comenzó utilizando este recurso para descubrir información implícita en fuentes poco normativas, como la cantidad de personas en Londres gracias a las publicaciones de los bautismos o que, en general, suelen nacer más hombres que mujeres. A este recurso se le llamó inferencia estadística, pues como comenta el Dr. Federico O’Reilly, esta línea de pensamiento se dedica a pronunciarse con un conocimiento que emana desde lo particular para concluir algo general, en palabras del doctor, gracias a esta información “uno produce aseveraciones, produce estimaciones, produce un intervalo…” Volvamos ahora la mirada hacia el hecho que trata de dibujarnos el narrador respecto a cuan explicita es la naturaleza al momento de “definir” la variabilidad de los elementos pues siempre se acota a un valor central, mejor conocido hoy como media, pues si bien, como nos narran en el video no podemos concluir muchos datos respecto de un desorden, al momento de ordenar los datos a estudiar según un criterio especifico podemos llegar a concluir que estos se distribuyen de manera uniforme y que la mayor “población” se aglomera en el centro. Recapitulemos brevemente sobre la forma en que tratamos los datos, hemos mencionado el hecho de que podemos reconocer un patrón en una población dada, pues esta, en general se ciñe a un valor central pero ¿realmente hemos descrito un modelo para describir la forma en que la población se distribuye bajo una cierta característica? Quizá, entonces debamos acudir al siguiente concepto al que tratan de incorporarnos el documental. La desviación estándar, como herramienta descriptiva nos permite reconocer si una población, en particular es más equitativa o no en términos de una característica determinada. No hay que apresurarse aún a tratar de sistematizar un modelo si no podemos hacer cuenta de todos los elementos de nuestra población. Bien comenta el narrador, ¿de qué sirve extraer una muestra representativa si no podemos verificar que esta representa a toda la población? Y es que es simple ver que si tratamos de escoger aquella que mejor la represente, estaríamos acotándonos a nuestra propia perspectiva y no de lo que realmente busca ser aquella, mostrar que para cualquiera sea mi elección (digo mía pues se trata de ubicar al lector como un ente influyente en la elección de la muestra), esta debe mostrar que no ha sido subjetivizada por quien realiza el estudio. Es relevante hacer caso de lo que afirma el doctor luego del caso de las basquetbolistas, la elección de una muestra debe considerarse con el mayor rigor que podamos realizar y pues no es con ninguna menos que con nuestra compañera la aleatoriedad. Consideremos ahora el caso que se nos dibuja a través del ejemplo de las vacunas y la producción de una fábrica. El tamaño de nuestra muestra debe ser elegida en términos de la rareza del componente y de la variabilidad de la población, de esta forma nos descubren como es que en una fábrica, donde aparecen individuos (refiriéndome a los productos de la fábrica, no a sus trabajadores pues la población es la producción) de características intencionalmente iguales la muestra que trata de responder a cuan variable es la diferencia en ínfima. Luego si nos situamos en el lado opuesto y estudiamos una población de niños, tal como explica el video, donde la enfermedad a estudiar es rarísima necesitamos extraer una muestra acorde a la proporción de la enfermedad. En este punto nos arriesgamos a ahondar en un ejemplo que nos entrega una pieza clave, si la enfermedad se encuentra en un niño de cada 10.000 entonces no podemos extraer una muestra inferior. Valgámonos ahora de cuanto nos ha adelantado el documental en términos de muestreo, pues ya hemos definido la aleatoriedad de esta, su proporción respecto de las condiciones de la población y las características de aquellas conclusiones que se desean extraer y es que lo que se nos propone ahora para seguir analizando este método de análisis es regresarnos a notar cuan provocativo es enunciar una conclusión y cuanta confianza debemos depositar en ella en vista de su inherente aleatoriedad. Sin duda es substancial lo que nos explica el maestro Roy Campos al decir que aunque dispongamos de los mejores modelos y de los mejores cuestionarios al momento de extraer la muestra ya nos estamos posicionando en un terreno nebuloso ya que no podemos asegurar que esta ha sido de las “buenas o de las pocas malas que su diseño previó”, en otras palabras, no podemos distinguir en ningún momento la naturaleza de nuestra muestra sino hasta que hallamos estudiado a la población completa. Pero lo que nos intenta aclarar el maestro es que un “buen muestrista” tratará de reducir las posibilidades de que esta sea una “mala muestra”, en otras palabras, este se aseguraría de que aquella es útil al propósito del estudio y eso solo se logra “escogiendo”, y se expresa entre comillas, una muestra a la altura de su propósito, tal como se nos mostraba en el ejemplo de los niños respecto de la enfermedad o de la fábrica respecto de sus productos. En este punto ya es justo decir que, tal como concluye el doctor Gabriel Vera, la estadística es el “conocimiento” más débil del ser humano pues se sustenta en observaciones subjetivas, circunstanciales y parciales de cada persona lo que inherentemente muestra la naturaleza de las aseveraciones que, como dice el doctor, deben ser tomadas con prudencia porque, y aclara, no conocemos todo lo que se debería conocer para poder hacer afirmaciones generales.