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Perú
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técnica completa
Estado
Perú
Demandado:
Derechos violados
Otro(s) tratado(s)
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura
interamericano(s)
Hechos
- Los hechos del caso se contextualizan en el marco del conflicto armado en el Perú. Entre
los años 1983 y 1993 se vivió una práctica sistemática de ejecuciones extrajudiciales, de
personas sospechosas de pertenecer a grupos armados, prácticas realizadas por agentes
estatales siguiendo órdenes de jefes militares y policiales.
- El 21 de junio de 1991, en el distrito de El Callao, los hermanos Rafael Samuel y Emilio
Moisés Gómez Paquiyauri, de 17 y 14 años de edad respectivamente, se dirigían al trabajo
de su madre cuando fueron interceptados y detenidos por agentes de la Policía Nacional
Peruana que buscaban personas involucradas en supuestos actos terroristas. Luego de su
detención, fueron golpeados y luego introducidos en la maletera de un patrullero.
- Posteriormente fueron trasladados, bajo custodia policial, hasta un lugar llamado “Pampa
de los Perros”, donde fueron golpeados a culatazos de escopeta y posteriormente
asesinados mediante disparos con armas de fuego en la cabeza, tórax y otras partes del
cuerpo. Sus cadáveres fueron llevados a una morgue en calidad de no identificados y luego
fueron reconocidos por sus familares. Los tribunales peruanos investigaron los hechos y
determinaron la responsabilidad individual de los autores materiales. Sin embargo, a pesar
de identificarse al presunto autor intelectual, éste no ha sido juzgado ni sancionado.
Competencia y Admisibilidad
4. La Corte es competente para conocer del presente caso, en los términos de los artículos
62 y 63.1 de la Convención Americana, ya que el Perú es Estado Parte de la Convención
desde el 28 de julio de 1978 y reconoció la competencia contenciosa de la Corte el 21 de
enero de 1981. Además, el Estado ratificó la Convención Interamericana contra la Tortura
el 28 de marzo de 1991.
No se consigna
Análisis de fondo
Reparaciones
Puntos Resolutivos
Sentencia de
No se consigna
interpretación:
Regional
Resumen:
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió una petición contra el
Estado de Guatemala por el secuestro, tortura y muerte de cuatro menores y por el
asesinato de otro menor en 1990 en la ciudad de Guatemala por parte de miembros de las
fuerzas de seguridad y por la omisión estatal en brindar una adecuada protección judicial a
las familias de las víctimas. La CIDH sometió el caso ante la Corte Interamericana quien
consideró al Estado responsable por la muerte de los niños recalcando el carácter
fundamental del derecho a la vida consagrado en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH). La Corte afirmó que este derecho comprende tanto el
derecho de todo ser humano a no ser privado de la vida arbitrariamente, como el derecho
a que no se le impida el acceso a condiciones de vida dignas. La Corte declaró la violación
de los derechos a la libertad e integridad personal y de algunas normas de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. También afirmó que el Estado no
había cumplido con la obligación de adoptar medidas especiales de protección para los
niños cuyos derechos se encuentran amenazados o violados (cf. art. 19 de la CADH),
utilizando varias normas de la Convención Internacional de los Derechos del Niño para
precisar los alcances de las “medidas de protección” a que alude el citado artículo. La
Corte condenó al Estado a pagar una indemnización a los familiares de las víctimas, y le
ordenó adoptar las medidas necesarias para adecuar la normativa interna al artículo 19,
designar un centro educativo con un nombre alusivo a las víctimas e investigar los hechos
del caso, identificar y sancionar a los responsables y adoptar en su derecho interno las
disposiciones necesarias para asegurar el cumplimiento de esta obligación.
Ejecución de la decisión y los resultados:
En su resolución del 27 de noviembre de 2003, la Corte consideró que el Estado había
dado cumplimiento a la mayoría de las medidas ordenadas. Resolvió mantener abierto el
procedimiento de supervisión de cumplimiento de sentencia respecto de la obligación de
investigar, juzgar y sancionar a los responsables de las violaciones a los derechos
humanos. Requirió al Estado que presente un informe de cumplimiento a más tardar el 1
de abril de 2004.
Grupos relacionados en el caso:
Demandantes: Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (http://www.cejil.org) y
Casa Alianza de Nicaragua (http://www.casa-alianza.org).
Significado del caso:
La Corte Interamericana se pronunció, por primera vez, sobre la obligación de los Estados
de adoptar medidas especiales de protección a favor de los niños y para su interpretación
recurrió a la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Sin embargo, la
interpretación que realiza no precisa adecuadamente los contornos del derecho. Además,
conceptualiza el derecho a la vida en un sentido integral el cual abarca tanto no ser
privado de ella arbitrariamente como el acceso a condiciones que garanticen una
existencia digna (Ver en Literatura complementaria; Mary Beloff, “Cuando un caso no es
“el caso”. Comentario a la sentencia Villagrán Morales y otros (Caso de los “Niños de la
calle”)).