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La Guerra de los Tres Años o la Guerra de Reforma: Cambiaron a México por completo dada la
índole y al carácter del conflicto bélico, uno que comenzó el 17 de diciembre de 1857 y
culminó el 1 de enero de 1860.
Este proceso de cambio que sufrió el hoy país latinoamericano con la economía más fuerte o
menos débil como lo quieras ver, enfrentó una nación que se encontraba radicalmente
dividida en dos visiones políticas directamente antagónicas.
Liberales y conservadores tomaron las armas para imponerse ante el otro.
Hay que destacar que liberales y conservadores se enfrentaron casi que en todo el
continente y México solo fue otro país donde estos enfrentamientos se convirtieron en
conflictos armados. Venezuela, Nicaragua y Honduras también pasaron por un proceso de
guerra civil entre estos dos bandos políticos para posteriormente consagrar la democracia,
o eso era lo que se quería.
Para entrar un poco en contexto debemos decir que la guerra armada comenzó una vez
que el dirigente conservador Félix Zuloaga publicara el Plan de Tacubaya, uno que tenía
como banderas la derogación de la Constitución de 1857, la permanencia de Ignacio
Comonfort a través de la reelección indefinida y la convocatoria de un Congreso
extraordinario que pusiera orden en la política mexicana.
El líder de los partidos liberales, Benito Juárez, se enfrentó enérgicamente en el Congreso a
estos cambios que quería imponer el partido conservador por encima de todos los políticos
de oposición. En reacción a esto, el presidente electo, Ignacio Comonfort, mandó a su
detención y luego de ser aprehendido las armas salieron a las calles.
Así como el conflicto bélico era enconado y sangriento, la batalla política no daba tregua.
El partido conservador se atrincheró en Ciudad de México haciendo caso omiso a las
advertencias liberales. Por su parte estos últimos instauraron un gobierno paralelo que se
estableció en Veracruz.
Tuvo que pasar meses de batallas que cobraba grandes cantidades de víctimas en ambos
lados para que los conservadores cayeran derrotados en la mítica Batalla de Calpulalpan,
una que le dio paso a Benito Juárez para que instalara su gobierno en Ciudad de México y
se proclamara como Presidente de todos los mexicanos.
Este señor cumplió con lo prometido e instauró un Congreso Constituyente que elaboró una
nueva Carta Magna; asimismo convocó elecciones para todos los poderes federales y en
todos los estados del país; También mandó a restituir y modificar las constituciones
regionales con la voz de la gente y se terminó con un simple “ganó la democracia”.
3. Comonfort intenta hacer pactos con los liberales y los conservadores le cobran la
traición quitándole el apoyo y pidiendo su destitución.
En vista de que el país estaba dividido, los liberales optaron por crear un gobierno
paralelo al conservador con Benito Juárez a la cabeza y como Veracruz como capital. Félix
Zuloaga por el lado conservador se atrincheró en Ciudad de México impulsado el Plan
Tacubaya.
Este último tomó el mando del gobierno proponiendo y ejecutando reformas liberales
enmarcadas en las llamadas Cinco Leyes. La Ley Lerdo, la Ley de Iglesias y la Ley
Juárez fueron las más dramáticas y polémicas. En este punto las diferentes entidades del
país tuvieron que tomar posición frente a esto y así lo hicieron. México se partió en dos.
Los liberales comenzaron esta guerra civil perdiendo duras batallas que los dejaron casi
fuera del juego. Las batallas de Puerto de Carretas, Atenquique, Ahualulco y Barranca de
Beltrán fueron pérdidas sensibles para el bando de Juárez y grandes victorias para los
conservadores.
Mientras estaban sitiados en Veracruz Juárez no perdió el tiempo y dictó las siguientes
reformas:
1. Se estableció la separación de la Iglesia Católica y el Estado de México como dos
entidades totalmente independientes y con atribuciones distintas.
2. Para el 12 de julio de 1859 se promulgó la Ley de Nacionalización de Bienes
Eclesiásticos.
3. Para el 23 de julio de 1859 se promulgó la Ley del Matrimonio Civil.
4. Para el 28 de julio de 1859 se promulgó la Ley Orgánica del Registro Civil y la Ley
sobre el Estado Civil.
5. Para el 31 de julio de 1859 se promulgó bajo decreto la ley que negaba la
intervención de la Iglesia Católica en cementerios y camposantos.
6. Para el 11 de agosto de 1859 se normaron los días festivos y se prohibieron las
asistencias obligatorias a los actos eclesiásticos.
7. El 04 de diciembre de 1860 se promulgó la Ley de Libertad de Cultos.