El mundo qued6 sobrecogido al verse obligade dar crédito a lo que veian sus ojos contemplando imagenes como ésta
Holocausto, el horror
del genocidio nazi
El mundo no se atrevia a creer que
aquel vendaval de locura asesina era
obra de seres humanos. El increible
aparato de terror y muerte instrumenta:
do por los nazis era la més macabra ex-
resin en manos del todopoderoso Es
tado hitleriano,
‘Cuando las tropas aliadas fueron libe-
rando, uno tras otro, en una dramitica
sucesin de horribles visiones, los cam:
pos de concentracién erigidos por el III
Reich, el exterminio de diez millones de
personas, de todas las edades, naciona:
lidades y religiones, cayd como una losa
sobre la Humanidad. Una sola pregunta
clamaba indtilmente: ;Cémo habia sido
posible tanta crucidad?
‘Aungue vistas las consecuencias del
magnicidio cometido por las autoridades
nazis, de poco sirve establecer diferen:
1506
cias temporales sobre el grado de gene:
ralizacién de sus conductas homicidas,
lo cierto es que desde el acceso al poder
de Hitler y hasta su muerte, los meu
dos empleados en los campos de con:
centracidn y el numero de personas en
ellos confinados varié sustancialmente
El régimen nazi utilize la concent
cidn como sistema maquiavélicamente
pensado para satisfacer distintas «neces!
dades» tanto politicas como a la postre
econdmicas. No puede, por tanto. afir
arse que fuera la guerra tinicamente la
{que provocara la deportacién a estos cen:
tros de la muerte diseminados por parte
de Europa,
En marzo de 1933, slo dos meses
mis tarde de haber sido nombrado can.
ciller alemin, el fahrer, con motivo de
Ta imauguracion de los dos primeros
campos -Oranienburg y Dachau~, de
finia la f Para la que habian’si
establecis
«La brutalidad inspira respeto. Las
masas tienen necesidad de que alguien
les infunda miedo y las convierta en
temblorosas y sometidas. No quiero que
los campos de concentracién se convier:
tan en pensiones familiares. El terror es
cel mas eficaz entre todos los instrumen:
tos politicos... Los descontentos y los
desobedientes se lo pensaran dos veces
lantes de enfrentarse con nosotros, cuan:
do sepan lo que les espera en los cam.
pos de concentracion. Agrediremos a
‘nuestros adversarios con brutal feroci
dad y no dudaremos en doblegarlos a
los intereses de la nacién mediante los
ampos de concentr
Por tanto,ak
Piracién de reprimir cualquier forma de
Oposicida politica
El control de ios campos co
id, en un principio, a las SA
Abitelung-, seccién de asalto—
hasta
que el 30 de junio de 1934 la organiza:
Gidn fue pricticamente aniquilada en la
Noche de los cuchillos largos» por sus
fuencamue
aan mas temibles sucesores, las SS
‘