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de la psicología científica”
Los mitos son relatos que explican o dan respuestas a interrogantes o cuestiones
importantes para los humanos.
Se imponen como relatos llenos de autoridad, pero sin justificaciones. En su origen la ciencia
era saber de los relatos míticos sobre el origen del mundo y del hombre.
en el siglo VI los primeros filósofos empezaron a cuestionarse las explicaciones que se
daban. Debido a la curiosidad y por parte de una actitud crítica, estos filósofos desconfiaban
de las imaginativas narraciones o explicaciones populares y con una nueva mirada analizaban
la naturaleza intentando descubrir las causas de los acontecimientos.
Esto llevo al paso del mito al logos, donde nace una nueva forma de saber basada en el uso
de la razón, lo cual lleva a la implementación de fuertes poderes de abstracción para la
explicación de las causas universales del cosmos y del hombre sin recurrir a fuerzas
sobrenaturales.
Este largo proceso se caracterizó por la sustitución de una aceptación confiada de relatos
míticos por una posición critica y reflexiva a fin de generar creencias fundamentadas en el uso
de la razón. Bajo estos signos nacen la Metafísica y la Filosofía.
En la antigüedad, la ciencia se desarrolló en situación de perfecta armonía con la religión y la
filosofía.
PLATÓN: el conocimiento verdadero implica acceder a las ideas. Solo por medio de la razón
el hombre conoce la verdadera esencia – inmaterial e invisible – de las cosas. La
contemplación permite desprenderse de lo sensible y acceder a las Ideas. Las ideas no son
aprehensibles en forma sensible, sino que son “visibles” inteligiblemente, con la mirada
interior. La contemplación permite llegar al saber verdadero que se logra cuando se toma
posesión de lo universal del objeto.
ARISTOTELES: la ciencia concierne a lo necesario y a lo eterno. En Aristóteles el deseo de
saber se vuelca hacia el mundo, no hacia el alma. Considera, a diferencia de platón, que el
mundo no es el reflejo de la perfección divina, sino que es una naturaleza, o un conjunto
jerarquizado, bien ordenado y estable de naturalezas, que posee un ser propio. El
pensamiento abstracto es lo que permite al hombre no necesitar la presencia de la cosa para
pensar. El pensamiento abstracto genera la ciencia. La lógica es el método adecuado para
alcanzar el conocimiento. Debe partirse de principios evidentes –cuya verdad no depende de
la experiencia sensible- y si se aplican regalas lógicos, se logran enunciados necesariamente
verdaderos.
Concibe al movimiento como un desorden y al reposo absoluto como un estado de perfección.
Esta imposibilidad de pensar el vació y la estructuración jerárquica y estática del mundo
constituyo un obstáculo para el desarrollo de la física.
En la época medieval, en cambio, la iglesia se encargo de romper la antigua filosofía y la
religión.
Se sostiene que la verdad solo proviene por “revelación”, a través de la fe.
Ciencia en este contexto fue considerada como aquella que se ocupa de los objetos
supremos, la Teología paso a ser la ciencia superior y la Filosofía se encargaba de saber de
los elementos que conformaban la obra divina.
San Agustín significa el primer esfuerzo por armonizar la fe y la razón, la filosofía y la religión.
Dando origen a la filosofía escolástica. Es a partir de la fe que todo ha de explicarse; la fe,
que no requiere justificación alguna exterior a ella misma, es el fundamento natural de la
razón. Se busca el conocimiento del alma, no es hacia el mundo adonde dirige la mirada sino
hacia el interior del alma, en donde ubica la verdad. La verdad eterna y la fuente de toda
verdad es dios. Dios habita el alma. Conocer al alma, es conocer a dios.
La necesidad de cristianizar la concepción aristotélica surge con Santo Tomas de Aquino. Le
otorga a la razón su propia autonomía en todas aquellas cosas que no se deben a la
revelación. El hombre es un compuesto de alma y cuerpo, pero el alma no es la mera forma
del cuerpo, que perece con él, es su forma, pero él le otorga además el ser y la individualidad;
el hombre existe y es individuo por el alma.
Entre los siglos XIV y XVI hubo cambios y transformaciones en la sociedad occidental,
muchos de los filósofos empezaron a poner en entredichos muchas creencias tradicionales y
esto llevo a un largo proceso que se lo llamo Modernidad.
La modernidad tuvo cambios en diversas esferas ya sea culturales, en los valores, y las
creencias, donde los pensamientos se sustentas en las verdades y las instituciones
construidas por los hombres. (Descartes y Bacon).
MODERNIDAD --- fundamentación y construcción del conocimiento.
La razón guiada por una metodología rigurosa como la vía de acceso al conocimiento
verdadero. Separación entre la fe y la razón. Simultáneamente en el mundo social se produce
el ascenso de la burguesía, que culmina con la Revolución Francesa.
La teoría de Nicolás Copérnico desplaza la tierra como centro del universo.
El valor dado a la razón, y a través de ella al dominio de la naturaleza, se convierte en una
concepción hegemónica cuyo sustrato sostiene que la ciencia va a conducir al progreso y al
bienestar de la humanidad. El método analítico, parte de la metodología propuesta por
Descartes y apoyada en el cálculo matemático. Los hechos se presentan como totalidades,
pero para su comprensión es necesario descomponerlos en sus partes constitutivas y
elementos para proceder al análisis, y luego componerlos nuevamente, en una síntesis que
contemple lo hallado.
DESCARTES: la teoría del conocimiento de Descartes hace del “yo pienso”, o la razón
humana reflexiva, el punto de partida de todo conocimiento, inaugurando así la distinción
entre “sujeto que conoce” y “objeto conocido”. El sujeto tiene en sí mismo la pauta de toda
verdad. El hombre se convierte en sujeto y la naturaleza se transforma en objeto. El camino
de la duda metódica conduce a dudar de todo, salvo del hecho de estar dudando, al dudar se
piensa que se duda, por lo tanto, se puede dudar de todo salvo de que se está pensando. “yo
pienso, luego existo”. El racionalismo cartesiano va a postular que la razón nos puede llevar al
conocimiento verdadero de las cosas porque el orden y conexión de las ideas es el mismo
que el orden y conexión de las cosas.
Descartes incurre en una falla lógica: de lo que está seguro es de la actividad de pensar, no
de la existencia de aquello que piensa. El sujeto cartesiano solo existiría en tanto piense: ese
es el sentido cabal del sujeto cartesiano. De lo indudable de la actividad de pensar pasa a
postular “yo soy una cosa que piensa”. Hay entonces una sustancia, caracterizada por su
facultad de pensar. Y a ella se le opone, como distinta y complementaria, la sustancia que
puede ser medida. El dualismo queda planteado: una sustancia que tiene la capacidad de
pensar, de conocer y otra de ser conocida.
Descartes luego postula la existencia de Dios como garante de la razón, como garantía de
que a través de la razón puede obtenerse conocimiento verdadero. Pero no necesitara a Dios
para enunciarse como sujeto.
En el siglo XVII, Locke continua con el pensamiento empirista de Bacon, hace hincapié en la
importancia de la experiencia de los sentidos en la búsqueda del conocimiento.
Afirmaba que la mente de una persona en el momento de nace es como una tabula rasa, una
hoja en blanco, sobre la que la experiencia imprime el conocimiento.
La propuesta del empirismo es que todo conocimiento debe provenir de los sentidos, en
hombre puede nacer con la capacidad para adquirir conocimientos, pero todo lo que conoce
proviene de su experiencia.
El origen del conocimiento está en la realidad sensible. El conocimiento proviene de la
experiencia.
HUME influenciado por la tesis empirista de Locke, sostuvo que la razón y los juicios
racionales son tan solo asociaciones de diferentes sensaciones o experiencia
(Asociacionismo), es decir, si las sensaciones se producen juntas, una sola de ellas puede
provocar el recuerdo de las otras. Las ideas son copias pasivas del mundo por lo que la
conciencia humana se constituye e reflejo pasivo de lo real, el humano seria así un pasivo
captador de impresiones sensoriales.
En el siglo XVIII, KANT presenta una síntesis dialéctica entre las dos posturas.
Si bien estaba de acuerdo con los empiristas en que los conocimientos sobre el mundo
provienen de las percepciones, la razón era mas importante, dado que para que el
conocimiento empírico se produzca, es esencial el aporte de la razón.
Hay ciertas condiciones en la mente humana que posibilitan el conocimiento empírico del
hombre: tiempo – espacio que permiten percibir los fenómenos temporo-espacialmente o la
idea de causalidad, aportada por la mente ya que no están en la realidad y son anteriores a la
experiencia. El tiempo y el espacio son cualidades de nuestra razón y no del universo.
KANT instala al objeto de conocimiento en la relación sujeto-objeto.
La razón aplicada con rigor a la captación de la experiencia es la garantía para determinar lo
universal de la naturaleza. El que conoce (sujeto) puede captar lo conocido (objeto) porque
cuenta con estructuras dadas a priori, es decir que no provienen de la experiencia, que le
permiten ordenar la información que recibe. La cosa en si no puede ser conocida, lo que se
conoce va a estar configurado por lo esquemas a priori que conforman la facultad humana de
conocer, todo cuanto conocemos es fenómeno y no cosa en sí. La capacidad cognoscitiva
permite percibir o sentir un objeto mediante un concepto. El espacio y el tiempo son formas
puras de la sensibilidad dadas a priori que permiten representar la experiencia.
El entendimiento es la capacidad de pensar los objetos. Pensar es establecer una relación
entre las representaciones o conceptos y las categorías.
La unidad de toda experiencia está determinada por la unidad del yo.
Estas transformaciones de pensamientos fueron acompañadas por el orden del arte y la
cultura.
En Italia entre los siglos XV y XVI, surge el movimiento del Renacimiento caracterizado por
retomar elementos de la cultura griega, lo cual provoco la reactivación del conocimiento y el
progreso tras siglos de un tipo de mentalidad dogmática-medieval. Esta etapa planteo una
nueva forma de ver el mundo y al ser humano, en interés por las artes, las políticas y las
ciencias.
En Francia y en Inglaterra desde fines del siglo XVII y principios del XIX surge otro
movimiento llamado Ilustración, un movimiento intelectual con el objetivo de darle fin al
oscurantismo medieval mediante las “luces de la razón”. Este fue el motivo por el cual el siglo
XVIII, es conocido como el “Siglo de las Luces”, los pensadores de la ilustración sostenían
que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía a partir del uso
de la razón.
Por la revolución industrial y francesa, en el siglo XVII, la ciencia se convirtió en un factor
activo de producción y su objetivo era la transformación de la naturaleza.