Sunteți pe pagina 1din 12

1

PROYECTO DE AULA ENTREGA 2- SEMANA 5


“ETICA EMPRESARIAL”.

¿Porqué Se Corrompen Los Servidores Públicos?

TUTOR
JALILY COVEZDY ROJAS

INST. UNIVERSITARIA POLITECNICO GRANCOLOMBIANO


EDUCACION VIRTUAL
2014
3

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCION
MARCO TEORICO
Concepto
OBJETIVOS
a. General
b. Específicos
1. ¿Porqué se Corrompen los Servidores Públicos?
1. La corrupción
1.1 El sentido Económico de la Corrupción
1.2 El Sentido Amplio de la Corrupción
2. La corrupción en el Ámbito Publico
2.1 La Corrupción Política
2.2 El Informe Global en la Corrupción
3. Factores Socioculturales o externos del individuo
3.1 Factores Políticos
3.2 Ausencia de un Perfil definido para los cargos
Públicos por elección

INTRODUCCION
4

Con esta segunda entrega del proyecto investigativo Cualitativo de Ética


Empresarial, hemos realizado un análisis literario apoyados en las fuentes literaria de
los diferentes autores, quien citamos en el Marco Teórico o conceptual, con base al
planteamiento del problema, sobre la corrupción, anti valores éticos para dar a conocer,
luego de haber reflexionado sobre las evidencias arribando una serie de factores
estructurantés, sabemos que existe mucho material referente a este tema.

En este trabajo queremos señalar algunos que constituyen condiciones para que la
corrupción desplegué en los sistemas sociales partiendo de la pregunta planteada
“Porque se Corrompen los Servidores Públicos”, a continuación desarrollamos ciertos
factores

MARCO TEORICO
5

¿Por qué se corrompen los servidores públicos?

1. Concepto
La pregunta que establece el eje de este artículo es la de conocer por qué
Se ha incrementado la corrupción así como las diversas conductas anti éticas en los
gobiernos y administraciones públicas contemporáneas. Se han encontrado diversas
causas para esta situación las cuales se agrupan en dos clases. Por un lado, aquellas que
son de origen externo al individuo como resultado del contexto en que éste se
desempeña; por otro, las que son de origen interno e inherente al ser humano. En ambos
casos, estas causas influyen, seducen o arrastran a la realización de prácticas corruptas;
tanto unas como otras actúan en una dinámica perversa que sirve de estímulo para la
realización del acto corrupto.

En el mundo distintos intelectuales de prestigio internacional, Junger


Habermas, Sigmund Bauman, Alasdair MacIntyre, Giovanni Sarri,Hans Küng o
Amartya Sen, que coinciden en la afirmación de que las sociedades contemporáneas
viven sumergidas en una crisis de valores y que los anti valores han invadido la vida
diaria en diversos ámbitos de la vida pública: político, social, económico, familiar,
religioso o cultural. Al respecto, Küng escribió: “La crisis de la principal potencia
occidental –Los Estados Unidos- es ya una crisis moral de todo Occidente, incluida
Europa: desmoronamiento de las tradiciones, de un sentido global de la vida, de
criterios éticos absolutos, y carencia de nuevos fines, con todos los daños psíquicos que
de ello se derivan. Muchos hombres no saben ya en nuestros días hacia qué opciones
fundamentales han de orientar las pequeñas o grandes opciones diarias de su vida, y
tampoco qué preferencias seguir, qué prioridades establecer, qué símbolos elegir. Las
antiguas instancias y tradiciones orientativas ya no sirven.
La conclusión a la que llega tanto este autor como los arriba
mencionados es la de que en la sociedad contemporánea existe confusión y desorieción
en los distintos miembros que la integran como resultado de los anti valores con los que
son bombardeados día a día a través del mundo mediático, lo que genera conductas
nocivas, incluso patológicas.
6

Aunado a ello, existe un proceso de globalización de la corrupción


que va penetrando en los diversos rincones del planeta. Este proceso se expande sobre
todo ahí donde los valores se diluyen o pierden fuerza.

Esta permanencia del fenómeno es tal que sugiere la idea de que la


corrupción es algo inherente en el ser humano, que existirá siempre, cualquiera que sea
el sistema político y la época histórica. La corrupción ha llegado incluso a ser calificada
de endémica en todas las formas de gobierno.
Para Francisco Laporta, “La causa inevitable y, en último término, irreductible de la
corrupción es la conducta deshonesta del actor público (...) En último término la
corrupción se da única y exclusivamente porque un individuo, sea cual sea su entorno,
toma la decisión de realizar una acción determinada, la acción corrupta. Y ésa es
precisamente la razón por la que siempre existirá la corrupción: no hay ningún sistema
de control posible ni ningún antídoto tan eficaz como para impedir totalmente una
opción individual de este tipo. En todo caso ese sistema o ese antídoto tendrá mucha
más fuerza si es interno al individuo (educación, convicciones, etc.) que si es
meramente externo” (Laporta, 1997, 28).
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define así
la corrupción: “Acción y efecto de corromper o corromperse. Alterar o trastocar la
forma de algo. Sobornar a alguien con dádivas o de otra manera. Pervertir o seducir a
alguien. En las organizaciones, especialmente en las públicas,
Por su parte, el Diccionario Jurídico la define como: “Acción y efecto de corromper.
Cohecho. Soborno de persona o autoridad mediante precio, especies, promesa o
cualquier otro medio”.
La corrupción pública tiene dos actores principales: los políticos
y los funcionarios públicos. Estos protagonistas establecen a su vez dos ámbitos de
corrupción: a) político y b) administrativo, aunque es difícil delimitarlos totalmente
dado que no existe una clara línea divisoria sino una mezcla de complicidades.
a) La corrupción política se manifiesta cuando los políticos, impulsados por la ambición
y la avaricia, se aseguran una fortuna privada desviando fondos de las arcas públicas,
extorsionando a individuos y a empresas, favoreciendo intereses de grupo, aceptando
7

sobornos para realizar operaciones ilícitas o agilizar las lícitas, repartiendo cargos entre
amigos y familiares o comprando votos en las elecciones.

En un sentido clásico del pensamiento político, la corrupción


era el abuso autoritario del poder, hasta llegar incluso a su ejercicio tiránico. Tal
concepción se expresa en la tan citada frase de Lord Acton según la cual el “poder
corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. En la actualidad tal sentido
sigue, como se verá, estando confusamente presente en el discurso político aunque
predomina como referente uno de los tipos de abuso del poder, aquel que consiste en el
enriquecimiento ilegal o ilegítimo de los políticos o, en general, de las autoridades
(corrupción personal) o el favorecimiento ilegal o ilegítimo a las causas u
organizaciones a las que están integrados aunque no se beneficien personalmente
(corrupción oficial), gracias a los cargos que desempeñan o sus conexiones con quienes
los tienen. Están en juego, así, conceptos de manejo deshonesto de recursos públicos o
recursos en torno a una gestión pública; deshonesto en particular en un sentido
individual, porque generalmente el público es escéptico de que los manejos calificados
de corruptos no conduzcan en algunos casos a una apropiación indebida de esos
recursos1; en torno a una gestión pública quiere decir que abarca conductas no sólo de
funcionarios públicos sino también aquellas dirigidas hacia actividades del estado.

Para Hans Kung, el fin de la ética en política es el de “Rescatar


la dignidad Humana”. Al respecto escribió: “El hombre ha de ser más de lo que es: ha
de ser más humano. Es bueno para el hombre lo que preserva, fomenta y realiza: su
humanidad. El hombre ha de explotar su potencial humano, en aras de una sociedad
humana y un ecosistema intacto, cambiando básicamente su rumbo de actuación. Su
humanidad en potencia es muy superior a su humanidad en acto. En este sentido, el
realismo del principio de responsabilidad y la “utopía” del principio de esperanza se
reclaman mutuamente.” (Kung, 1991, 49). En suma, lo mínimo que se pretende
alcanzando un espíritu ético en quienes ocupan cargos públicos es la adquisición de la
responsabilidad para así obtener resultados más efectivos
La mayor parte de los trabajos sobre corrupción destacan como una de sus causas más
nocivas a la falta de transparencia informativa; de hecho, hablan de la “opacidad de la
8

información”. Tal opacidad comprende a las distintas actitudes morales y estructurales


que tergiversan la reproducción fiel de la realidad. Algunos autores interpretan esta
opacidad como consecuencia de una crisis anterior de la libertad de expresión (Peces
Barba, 1996). Muchos investigadores consideran que los medios de comunicación
actuales desvirtúan su vocación de asistir en la formación de opinión ya que exponen
mentiras o noticias no confirmadas, y orientan sus esfuerzos en la creación de valores
que pueden ser engañosos.
9

2. OBJETIVOS
a. General

El presente trabajo es una reflexión acerca de los factores


estructurantes de la corrupción en las políticas públicas desde un punto de vista
interdisciplinario.
En virtud del análisis de la bibliografía académica disponible y de las
evidencias que se recabaron en el proyecto.

"Porque se Corrompen los Servidores Públicos" avanzamos sobre los factores


que hemos identificado como funcionales al desarrollo y la dinámica de la
corrupción. En este sentido encontramos que: las grandes concentraciones de
poder (simbólico y material), la racionalidad instrumental, la baja
institucionalización, el individualismo extremo y los escenarios de grandes
transiciones, crisis o cambios; son elementos esenciales que interactúan de una
forma sistémica para explicar el fenómeno de la corrupción.
10

b. Específicos

Dar a conocer que La Ética aplicada a la función pública implica


servicio a la ciudadanía, es demás un importante mecanismo de control de la
arbitrariedad en el uso del poder público, un elemento clave para la creación y el
mantenimiento de la confianza en la administración y sus instituciones al elevar la
calidad de la administración pública mediante la conducta honesta, eficiente, objetiva e
íntegra de los funcionarios en la gestión de los asuntos públicos. En tanto no se logre un
cambio verdadero y profundo en el pensamiento no se podrá recuperar la confianza en
el servicio público.

La ética no puede ser ignorada por los gobernantes pues ella orienta
hacía lo que es conveniente y justo para la comunidad política. Auxilia en la toma de
decisiones, ejercita la mente mediante la deliberación. Es un pilar en el actuar. Indica
que es lo que debe hacerse y qué omitirse, resuelve dudas, aconseja, presenta principios,
da sabiduría, entendimiento, prudencia, ecuanimidad capacidad de juicio en la toma de
decisiones. La combinación de los conocimientos éticos aunados a los políticos da por
resultado personas íntegras con sólidos principios, responsables para el trabajo y con
respeto por el cargo. Es el equilibrio o justo medio de que hablaban los griegos.

Los valores éticos insertados en las personas que operan en el ámbito


público y cultivado de manera adecuada coadyuvan a que la función pública sea más
eficiente.
De igual manera ayudan a reivindicar la imagen del funcionario, del gobernante, del
político y en general de aquellos que se encuentran en el ámbito de acción del servicio
público. Ningún gobierno tendrá verdadero éxito en la realización de sus objetivos si
antes no integra la ética en la formación de su personal.
11

REFERENCIAS

Consulta
(2009, 11). Ética De Los Servidores Públicos.-LRC-lucia Isabel Pérez
www.Misionpolitica.com, artículo escrito por Jorge Reyes Pastrana
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Madrid, 2001, Vigésimo
segunda

Edición. Julia Infante Lope, Diccionario Jurídico Editorial Vecchi, Barcelona, 1984

Gentileza de http://www.iidh.ed.cr/siii/index_fl.htm

La parte referida a corrupción en dicho informe se basó en un trabajo de la


connotada especialista Susan Rose-Ackerman.

Octava Conferencia Internacional Anticorrupción 1997. Declaración de Lima.


Septiembre 7-11, 1997.

Confucio, Los cuatro grandes libros, Editorial Paidos.

Etkin, J. (1993) La Doble Moral de las Organizaciones: Los Sistemas Perversos y la


Corrupción Institucionalizada. Editorial Mac Graw Hill, Madrid.

Cortina, A., Peces Barba, G., Velasco, D., Zarzalejos, J. A. (1996) “Corrupción y Ética”.
Cuadernos de Teología Deusto, N° 9, Ed. Artes Gráficas Rontegui, Bilbao.

Habermas, J. (1998) "¿Aprendemos de las Catástrofes? Diagnóstico y Retrospectiva de


Nuestro Breve Siglo XX". Ensayo de Jürgen Habermas leído en la universidad
de Magdeburgo. Extractado de la revista Nexos y copiado de El Mercurio.

Reos, O. (2002) “Efectos Económicos de la Corrupción”. Documento de la División de


Programas de Estado y Sociedad Civi1. Banco Interamericano de Desarrollo,
Washington.

Universidad Autónoma del Estado de México UAEM, Impreso en México


Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades
Colección de Ética para los Servidores Públicos – Oscar Diego Bautista
México, noviembre 2010 -
12

S-ar putea să vă placă și