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El problema del psicoanálisis como ciencia.

Laura Ximena Gómez Ariza


18 de mayo de 2018

El problema del psicoanálisis como una ciencia se tratará de acuerdo a su


relación con otras disciplinas como la psicología, la biología, la lingüística y
el materialismo histórico. Desde el origen de la edad moderna, el problema de
ciertas conductas errantes o excepcionales respecto a los códigos morales esta-
blecidos, ha sido tratado por la psicología, mientras que el psicoanálisis se deja
a un lado, perdiendo así su credibilidad y prestigio, esto en tanto que para las
exigencias de dicha época, el objeto de estudio del psicoanálisis va en contra
de los beneficios de la clase social alta. Ante esto, dicha disciplina ha perdido
progresivamente su carácter de ciencia y su objeto de estudio se ha dejado fuera
de lo que Heidegger denomina como lo ente o existente.
El psicoanálsis se relaciona con la biología en tanto que el desarrollo teórico
de este primero da por supuesta la existencia de estructuras anátomicas orga-
nizadas funcionalmente, cuya principal instancia de integración es el sistema
nervioso. Luego, el orden de la necesidad, estudiado por la biología, se separa
del deseo, estudiado por el psicoanálisis. De acuerdo a esto, la relación entre
ambas disciplinas es de presuposición, es decir, que aunque no tengan el mismo
objeto de estudio, el descubrimiento en alguna de estas dos, puede contribuir a
la creación de hipótesis de la otra.
De acuerdo a la lingüística, es claro que cada sujeto desde su nacimiento está
predispuesto a un cierto sistema de objetos culturales y de desiganción de tales
objetos, que incluyen una red de significantes y significados, diferenciados fóni-
camente, que componen lo que se denomina como sistema de la lengua. Luego,
a pesar que el sujeto es constituido en medio y por dicho sistema, en tanto que
es este el que le permite pensar y expresarse, no es suficiente para conocer el
funcionamiento del aparato psíquico.
Continuando con la psicología, cabe preguntarse si esta disciplina cuenta con un
carácter científico, ya que en muchas de sus definiciones de su objeto de estudio,
se encuentran la conducta y la conciencia, pero estos dos aspectos son mera-
mente observables, por tanto su estudio se convierte en una “colección de datos
y experiencias que deberán ser explicadas por alguna ciencia que produzca su
propio objeto teórico.”1 De acuerdo a esto, es necesario definir que es el objeto de
una ciencia, para lo que se podría decir que “el objeto de una ciencia no es una
cosa o una modificación visible en las cosas sino que es un sistema de conceptos
1 Braunstein, N. A. (1975). Psicología, ideología y ciencia (No. 150 B73).

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producido por los científicos para explicar a las cosas y sus modificaciones. La
ciencia no “encuentra” su objeto; lo “produce” a través de un trabajo teórico.
El objeto de la ciencia es, pues, un objeto formal y abstracto, a diferencia de
los objetos empíricos, concretos, de nuestra vida cotidiana.”2 . Respecto de esta
definición se puede decir que la psicología no es ciencia en tanto que no produce
un sistema de conceptos formales y abstractos, por lo que no se puede dar cuenta
de un objeto teórico en concreto. Ante esto, se puede afirmar que esta disciplina
puede ser tomada como una técnica y como una ideología, en tanto conjunto
no sistemático de nociones precientíficas. Además algunos psicológos trajeron a
colación una serie de definiciones sobre su objeto, como la “predicción y control
de conducta”, que puede ser tomado como tratar al hombre como un animal “al
servicio de un sistema de dominación de clases que es el que asigna a la psico-
logía una función y un prestigio acordes con la transcendencia encomendada.”3 .
Luego, si se toma la conducta como un proceso de adaptación de un organis-
mo vivo a un cierto medio, entonces la psicología se estaría inscribiendo en un
proyecto adaptacionista, es decir que ante una realidad en la cual los medios de
producción se encuentran en manos de unos pocos, mientras que el resto hace
lo posible por subsistir, la psicología opta por aconsejar al sujeto para que se
adapte a este ambiente “natural”.
Ahora, introduciento el psicoanálisis, “La teoriá psicoanalítica comenzó por dar
cuenta de procesos inexplicables para la vieja psicología: los sueños y los sín-
tomas neuróticos. Y que terminó suministrando las claves del proceso de su-
jetación, articulándose en el materialismo histórico al ocupar el lugar teórico
correspondiente a la instancia ideológica de los modos de producción. (...) El
psicoanálisis, ciencia del proceso de sujetacíon, es la disciplina que da cuenta
de la reproducción de las relaciones de producción en los sujetos que se in-
corporan a la instancia ideológica de los modos de producción analizados por
el materialismo histórico desde Marx en adelante.”4 Así, se llega a la última
instancia, el materialismo histórico, esta ciencia da cuenta de los modos de pro-
ducción existentes y como funcionan, Marx muestra su proceso y como cada
sujeto se inscribe en estos inconscientemente. Luego, los “sujetos ideológicos se
constituyen por la acción del conjunto de los aparatos ideológicos del estado y
que la característica fundamental de este proceso de sujetación es su carácter
inconsciente. (...) la pieza clave de este proceso es la dominación de las pulsio-
nes sexuales que se produce entre el nacimiento y la resolución del complejo
de Edipo”. Luego, es obvio que disciplinas como el materialismo histórico y el
psicoanálsis no se tomen como ciencias en una época en la que la constitución
de una ciencia exige un objeto observable y medible, como el movimiento de
los cuerpos o el organismo de un ser vivo, pero los sintomas que cada sujeto
presenta no pueden ser explicados por la psicología, y mucho menos cuando es-
ta se confunde con la biología o la fisiología. El psicoanálisis ha proporcionado
métodos propios para dar cuenta de los procesos psíquicos que se dan en el su-
jeto, y por medio de su observación ha obtenido todo un sistema de conceptos
2 Braunstein, N. A. (1975). Psicología, ideología y ciencia (No. 150 B73).
3 Braunstein, N. A. (1975). Psicología, ideología y ciencia (No. 150 B73).
4 Braunstein, N. A. (1975). Psicología, ideología y ciencia (No. 150 B73).

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formales y abstractos que pueden permitir ver esta disciplina como una ciencia,
pero que aun no es avalada en vista que como se dijo en un principio, su método
y resultados llevan a la contraposición de los beneficios de aquellos que poseen
los modos de producción.

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