Mes de Marzo de 2010, número 48, precio del ejemplar $ 3,00

A 34 AÑOS DEL GOLE DE ESTADO CÍVICO MILITAR

HISTORIAS PARA
NO OLVIDAR

Javier Urondo Juana Muniz Barreto Macarena Gelman

A TREINTA Y CUATRO AÑOS DEL ÚLTIMO GOLPE DE ESTADO CÍVICO MILITAR

PRODUCIDO AQUEL 24 DE MARZO DE 1976: GASTÓN GONÇALVES; JUANA MUNIZ
BARRETO; CARLA ARTÉS; JAVIER URONDO Y MACARENA GELMAN, HIJOS DE
DESAPARECIDOS, FUERON ENTREVISTADOS POR _________ OFRECIENDO UN
TESTIMONIO FUNFAMENTAL PARA EL SANO EJERCICIO DE LA MEMORIA.
ANTE LOS PROMOTORES DEL OLVIDO COMO LA APOLOGISTA DEL DELITO CECILIA
PANDO QUIEN PREPARA UNA MARCHA EN BUSCA DE LA ANMISTÍA Y «TENEMOS QUE
PARIR EN 2011 UN GOBIERNO PARA EL QUE QUIERE A VIDELA Y PARA EL QUE NO»
SEGÚN LAS NEFASTAS EXPRESIONES DEL IMPRESENTABLE EDUARDO DUHALDE QUE
LA CIUDADANÍA EN SU CONJUNTO DEBE REPUDIAR, EL RESCATE DE LA HISTORIA SIGUE
SIENDO IMPRESCINDIBLE EN UN ANIVERSARIO MÁS DE AQUEL GENOCIDIO
PLANIFICADO

Carla Artés Gastón Gonçalves

2
A TREINTA Y CUATRO AÑOS DE LA DICTADURA
CÍVICO MILITAR
Est e medio alternat ivo ha
decidido a 34 años de la dictadura
cívico militar perpetrada el 24 de
marzo de 1976, reunir
testimonio s de hijos de
desaparecidos. El propósito, el de
siempre: dar testimonio de lo
ocurrido durante el terrorismo de
Estado.
En tiempos donde los juicios a los
culpables se llevan adelante a lo
ancho y a lo largo del país. Pero
también, en tiempos donde la
vuelta al pasado se manifiesta en
declaraciones como la realizada
por Eduardo Duhalde, quien tiene
aspiraciones a ser presidente del
país y que expresó. «Tenemos que
parir en 2011 un gobierno para el
que quiere a Videla y para el que
no». En tiempos donde Cecilia
Pando prepara una movilización
en línea con el pensamiento
duhaldista en busca de «una
amnistía para un Bicentenario sin
presos políticos». Ante los
pro moto res del olvido, el
ejercicio de la memoria resulta
indispensable, ese es el propósito
de Despertar.
La historia de hijos de
desparecidos nos permite tener
una dimensión hasta dónde llegó
el terrorismo de Estado que se
encargó de secuestrar, torturar y
desaparecer a 30.000 argentinas
y argentinos que querían un país
más justo que el que vivimos hoy.
No conforme con ello, la
atrocidad de los verdugos llegó
hasta apropiarse de los hijos de
los desaparecidos. Se robaron la
identidad de más de cuatrocientos
chicos. Y esa es una deuda
pendiente por la que debemos
luchar todos. Falta que muchos de
los chicos apropiados,
secuest rados, recuperen su
identidad. De esa manera
estaremos dando un paso más que
importante como sociedad.
Porque un país sin identidad, o
con la identidad cambiada, es un
país incompleto.
Por eso ante los ruidos de quienes
bregan por el perdón a los
asesinos, y los civiles cómplices
que intentan frenar el avance de
verdad y justicia, desde este
pequeño lugar les ofrecemos a los
lectores grandes testimonios para
no olvidar y tener bien presente
lo sucedido durante el genocidio
perpetrado en nuestro país.
El artículo de José María Budassi
quien escribe gentilmente para
este medio, ofrece una claridad en
la búsqueda de verdad y justicia
que debe ser la lucha de todos. El
«Cholo», como se lo conoce a
Budassi, es un militante de
derechos humanos y un
sobreviviente de este terror que
sumergió al país aquel 24 de
marzo de 1976. Fue secuestrado
y estuvo detenido la mayor parte
de los siete años que duró el
terror. El estar vivo se lo merece
a Ponce de León, ese Obispo que
dio la vida por los demás y
enfrentó al dueño de la vida y la
muerte como nadie lo hizo, al
Teniente Coronel Manuel
Fernando Saint Amant, quien
ahora argumenta no estar en
condiciones para afrontar un
juicio justo que no les ofreció a
quienes secuestró, torturó y
asesinó. Los verdugos siguen
manteniendo ese silencio y
sintiendo el mismo asco por la
justicia que t uvieron en su
momento, cuando tomaron el
poder para sumergir a la
Argentina en el peor de los
infiernos.
El teniente coronel Manuel Fernando
Saint Amant responsable de los
secuestros, torturas, asesinatos y
desapariciones en nuestra zona.
Otro artículo indispensable, por
su calidad narrativa, forma parte
de este número especial de Des-
pertar, es la crónica novelada que
brinda Agostina Medica, una ado-
lescente de 17 años, que pinta con
frescura un relato que da cuenta
de lo acontecido en los años de
terror, en esa casa de calle Juan B.
Justo de la vecina, querida y her-
mana ciudad de San Nicolás. Por-
que la memoria debe transmitirse,
y debemos actuar como correa de
transmisión de lo acontecido, y
que mejor que las nuevas genera-
ciones se hagan cargo de contar lo
sucedido.
Ricardo Gorostiza realiza un cla-
ro recorrido por esos derechos
humanos actuales, recuperados,
gracias a que desde el 2003 la po-
lítica comenzó a estar nuevamen-
te del lado de la gente y no se su-
bordinó como siempre a los pode-
res económicos concentrados. Su
artículo resulta más que intere-
sante para saber dónde estábamos
y hacia donde fuimos, sin
desentendernos del camino que
falta transitar en la transforma-
ción clara con el objetivo de lo-
grar un país mucho más justo.
EL rol de los medios y de «pe-
riodistas» que apoyaron el ge-
nocidio
En el espacio que brinda canal 7 a
las Madres de Plaza de Mayo,
hace un tiempo a esta parte, Hebe
de Bonafini leyó los nombres y el
historial de los periodistas cóm-
plices con la dictadura, muchos
de los cuales siguen cumpliendo
Por Fernando Latrille
funciones centrales en los medios
de comunicación. En el Portal in-
formativo de La Madres se publi-
có lo expresado en la telvisión
pública por la titular de la entidad
que a continuación transcribimos
con el deseo de saber qué decían
o cómo actuaban algunos que
hasta el día de hoy son
formadores de opinión.
Bernardo Neustadt
Ya fallecido, fue uno de los prin-
cipales cómplices ideológicos de
la dictadura militar. Desde su pro-
grama televisivo «Tiempo Nue-
vo» y desde la dirección de la re-
vista «Extra» justificó y alentó el
Terrorismo de Estado. Desde sus
espacios «periodísticos» intentó
presentar a los militares como
«héroes» que habían salvado al
país.
Mariano Grondona
Dirigía el mensuario «Carta Polí-
tica», desde donde salieron los
principales apoyos a la dictadura.
Firmaba sus editoriales en «El
Cronista Comercial» bajo el seu-
dónimo de Guicciardini, que fue
un historiador y político italiano
que impuso la idea de la «Razón
de Estado»: el recurso de la fuer-
za utilizada como instrumento ex-
cepcional para garantizar el orden
en la sociedad.
Tras el Golpe, escribió: «El 24 de
marzo aparece en escena un gru-
po de hombre atípicos en relación
con la tradición reciente: una nue-
va generación militar (…)».
Cuando llegó la visita de la Co-
misión Interamericana de Dere-
chos Humanos Grondona escri-
bió, bajo seudónimo lo siguiente:
»El Estado, en verdad, puede vio-
lar los derechos humanos de dos
modos: por abusos o por ausen-
cias de poder. En el primer caso
es el responsable directo del en-
tuerto. En el segundo es el res-
ponsable indirecto porque admite
con su pasividad que el subversi-
vo se enseñoree del campo y ad-
ministre el miedo. Desde los
tiempo más antiguos la doctrina
política ha aceptado que hay sola-
mente una situación peor que la
tiranía: la anarquía. En la anar-
quía no hay un tirano sino miles.
Por evitarlos, por obrar de otra

manera, por creer que el derecho
a la seguridad es un derecho hu-
mano que el Estado debe prote-
ger, los argentinos recibimos hoy
la visita de la CIDH. Esto es lo
malo. Que están aquí porque so-
mos derechos y humanos»
Actualmente conduce un progra-
ma político en el cable y escribe
sus columnas en el diario «La Na-
ción». Es uno de los periodistas
que más trabaja por instalar un
clima destituyente contra el Go-
bierno.
Joaquín Morales Solá
En 1975, Clarín lo convocó a
Buenos Aires para ser
prosecretario de la sección Políti-
ca. Durante 12 años fue segundo
jefe de Redacción y autor de la
columna política dominical de ese
diario. Renunció en enero de
1990. Actualmente es columnista
de La Nación y conduce «Desde
el Llano», en el canal de Cable
TN, del Grupo Clarín.
Según el libro «El enigma del ge-
neral», de Hernán López
Echagüe, en marzo de 1976, Mo-
rales Solá compartió un asado
con colegas como Renée Salas,
Marcos Taire, entre otros perio-
distas, con el general genocida
Antonio Domingo Bussi. El al-
muerzo se llevó a cabo en los sa-
lones del Regimiento de Infante-
ría 19, en San Miguel de
Tucumán, a contados metros de
un Centro Clandestino de Deten-
ción. Al cabo del ágape, el gene-
ral obsequió a cada uno de los pe-
riodistas presentes un pergamino
en el que agradecía «su colabora-
ción en la lucha contra la subver-
sión». Morales Solá tomó el suyo
y acto continuo buscó el abrazo
del general. Gleizer y Salas lo
imitaron».
Ricardo Kirschbaum
Es Editor General del diario Cla-
rín desde el 1 de abril de 2003.
Ingresó al diario en 1976 y fue re-
dactor, jefe y secretario de redac-
ción de la sección política nacio-
nal. Fue el principal columnista
político de Clarín en la edición
dominical. En 1991, fue designa-
do subdirector periodístico del
diario. Fue Jefe de Parlamentarias
y Jefe de la sección política del
diario El Cronista Comercial has-
ta 1976. ¿Cuántos supuestos
«enfrentamientos» habrá publica-
do Kirschbaum? ¿Cuántos nom-
bres habrá silenciado?
Kirschbaum presenció el negocio
de Papel Prensa, en que la dicta-
dura se asoció con Clarín,
La Nación y la Razón.
Mauro Viale
Dos meses después de finalizado
el Mundial, en la Revista Argenti-
na ante el Mundo (septiembre-oc-
tubre del ’78), los periodistas de-
portivos Mauro Viale y Marcelo
Araujo escribieron: «Fue el mila-
gro argentino. Nadie discute que
el país ganó el Campeonato Mun-
dial de Fútbol de 1978 antes de
que se diera el puntapié inicial.
Su organización, lograda contra
los presagios, sorprendió al mun-
do. (...) Los periodistas argentinos
que tuvimos que convivir con
nuestros colegas extranjeros du-
rante esos días pudimos compro-
bar cómo en los más honestos de
ellos –afortunadamente la mayo-
ría– se disolvían los prejuicios
que traían de sus países merced a
la insidiosa propaganda motoriza-
da por las organizaciones subver-
sivas y los ingenuos de siempre.
(...) Es cierto que los argentinos
todos vivieron por primera vez en
décadas la oportunidad de salir a
la calle bajo una sola bandera.
Después de cuatro o cinco años
de sufrir una guerra sucia, la gue-
rra desatada por la subversión,
surgió la ocasión de expresar en-
tusiasmo».
En la década del ‘90, un progra-
ma televisivo conducido por
Mauro Viale simulaba, con acto-
res profesionales, escenas de se-
cuestro, torturas y asesinatos su-
fridos durante la dictadura.
Dijo una vez a cámara, en tiem-
pos de ATC y euforia menemista:
«No tengo dilemas morales, yo
soy periodista».
Samuel «Chiche» Gelblung
Era jefe de redacción de la revista
Gente cuando se produjo el Gol-
pe. Al año siguiente ya figuraba
como «subdirector». En las pági-
nas de Gente, los genocidas apa-
recían en la sección de «Vidrie-
ra», intentando insuflarle humani-
dad a todos los dictadores. Algu-
nos testigos afirman que en las re-
uniones editoriales de la revista,
propiedad de la Editorial
Atlántida, participaban «gentes de
uniforme». Gente fue una de las
publicaciones gráficas que más
atacó a las Madres de Plaza de
Mayo y más insistió con la su-
puesta «campaña antiargentina»,
presuntamente elaborada en el ex-
terior para desprestigiar a la Junta
Militar, según publicaba la revis-
ta.
Actualmente conduce la mañana
en Radio Mitre y un programa en
Canal 13, los sábados a la noche.
Claudio Escribano
Siempre trabajó en La Nación y
desde muy joven ocupó cargos
importantes. Es abogado, y reali-
zó estudios vinculados al funcio-
namiento de las instituciones en
los Estados Unidos. Lo nombra-
ron encargado del área parlamen-
taria muy joven. Luego fue
subjefe de política, y columnista
política en la época en que las co-
lumnas aún no se firmaban. La
Nación fue el diario que más co-
laboración le prestó a la Junta, a
punto tal de sentirse «como en
casa».
En 1981 pronunció en la Asam-
blea de la SIP un discurso para
descalificar las denuncias que ve-
3
nía realizando Jacobo Timerman
a quien habían torturado y despo-
jado del diario La Opinión
Ernestina Herrera de Noble
Es poco lo que se puede agregar
de la dueña de Clarín, el mayor
multimedios del país.
Es investigada por robo de bebés,
en el caso de «adopción» de sus
dos hijos.
Fue una aliada estratégica de la
dictadura. Chocó sus copas con
Videla cuando en 1979 brindaron
por la fundación de Papel Prensa,
la papelera en la que se asociaron
Clarín, La Nación y la Razón,
junto con el Estado para abaste-
cerse del papel y limitarlo a sus
competidores.
Desde sus páginas, Clarín apoyó
la dictadura y hoy es uno de los
principales opositores del Gobier-
no.
Magdalena Ruiz Guiñazú
Integró el lote de 16 periodistas
mujeres que se sentó a la mesa de
uno de los jefes de la represión de
la dictadura, el ministro del inte-
rior Albano Harguindeguy en
agosto de 1980. Durante el café
que tomó en la Rosada de Videla,
Magdalena casi le pidió disculpas
al general al hablar de la censura:
‘No queremos que usted crea, se-
ñor ministro, que éstas son acusa-
ciones en contra suyo. Son sim-
plemente comentarios que le ha-
cemos para que sepa qué es lo
que se dice’.
Como integrante de la Conadep
elaboró la teoría de los dos demo-
nios. Su fanatismo por conseguir
que se equiparara a militares con
guerrilleros llegó a tal punto que,
al declarar en el juicio a los Co-
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mandantes, se colocó en papel de
víctima cuando contó que recibió
una carta anónima con amenazas
supuestamente firmado por
Montoneros.
Fue acusada por Osvaldo
Papaleo, el ex secretario de infor-
maciones del gobierno peronista
de 1975, de ser amiga del minis-
tro de la dictadura, José Martínez
de Hoz, a quien cariñosamente
llamaba Joe en sus programas de
Radio Continental.
Renée Sallas. Revista Gente
Junto a Alfredo Serra, fueron los
dos periodistas de la oficialista
Gente que más escribieron a fa-
vor de la dictadura.
Cuando Videla dejó su cargo, es-
cribió: «Esta última tarde suya
como Presidente de los Argenti-
nos, cuando charlamos durante
una hora y diez minutos en su
despacho, tuve de pronto la certe-
za de que todo lo que había
intuido de usted en estos cinco
años no era desacertado. De que
no me había equivocado –ni yo ni
otros ciudadanos- cuando veía-
mos en usted a un hombre trans-
parente, sincero, recto, claro, pru-
dente y reservado hasta la exaspe-
ración(…) Me gustó usted,
Videla, Me gustó como persona,
quiero decir, me gustó como com-
patriota».
En plena dictadura le escribió una
«Carta a un Político» (Raúl
Alfonsín) donde le preguntaba
«¿Por qué tanto apresuramiento?»
para poner fin a la dictadura «Pri-
mero construyamos la democra-
cia, ¿no? Recién después pense-
mos en el voto», afirmaba.
Recorría las redacciones de Paris
Match, L’Express, Le Point, Le
Monde y Le Figaro «para conocer
las razones que los llevan a publi-
car notas contra la Argentina y
qué argumentos tienen. En toda
Europa hay una moda
antiargentina. Es la moda de los
intelectuales de izquierda. Es mu-
cho más nota un jefe montonero
que yo, y eso no lo dudes’, diría
una vez terminado el campeona-
to». Actualmente es parte del staff
de la revista de Susana Giménez
y hasta hace muy poco conducía
un programa de espectáculos en
Radio Ciudad.
Alfredo Serra. Revista Gente
Entró en 1970 y aún pertenece a
la Revista: es el Redactor Jefe
General. Fue redactor, redactor
especial, prosecretario, secretario,
jefe de redacción, subdirector y
director. Desde 1983 es redactor
jefe general de Editorial
Atlántida.
Fue el periodista más obsecuente
de la obsecuente revista Gente. El
1º de abril de 1976 escribió:
«Cuando se habla del nuevo Pre-
sidente se habla de un moralista,
de un hombre de otro tiempo, de
una corrección personal, de una
honestidad y de una pureza lleva-
das al límite del renunciamiento».
Recorrió todos los rincones del
país acompañando a las comitivas
militares.
Humberto Kahn. La Opinión
Tres días después del Golpe re-
dactó: «Aparece claro que este
movimiento militar no se puso en
marcha contra ningún sector; no
va contra el peronismo, como en
1955, ni contra la clase política,
como en 1966. Los enemigos son
solamente aquellos que han delin-
quido, ya sea desde la subversión
o desde el poder».
Jorge Castro. Convicción
Actual columnista internacional
del diario Perfil, integró la redac-
ción de «Convicción», una de las
publicaciones diseñadas para dar
sustento al Terrorismo de Estado.
Desde allí, escribió todo lo que
pudo para apoyar la dictadura.
Wenceslao Bunge
Fue asesor Editorial de «Carta
Política», el mensuario que diri-
gía Mariano Grondona y desde
dónde se instauraban todas las
operaciones periodísticas para
justificar el Terrorismo de Estado.
Luego fue, durante varios años,
vocero de Alfredo Yabrán
Juan S. Valmaggia
Fue Subdirector de La Nación en
la época de la dictadura y creó la
SIP, la Sociedad Interamericana
de Prensa, que oficia como voce-
ro y lobbysta de los intereses de
las empresas mediáticas.
Jorge Fontevecchia
Fue director, editor y propietario
de Revista La Semana de Edito-
rial Perfil, que brindó un cerrado
apoyo a la dictadura.
En febrero de 1977 escribió:
«Cambio 16 es una revista sema-
nal que se publica en Madrid. Su
tendencia puede calificarse de iz-
quierdista y su material orilla en
algunas ocasiones la apología de
la violencia (...) Como es obvio
sus notas se ocupan prolijamente
de hostilizar al actual gobierno y
la prédica se centra en un tema de
gran consumo en Europa: el de
los derechos humanos».
Raúl Oscar Abdala. La Prensa
Luego del Mundial escribió: «La
ocasión resultó propicia para que,
aunque de refilón, miles y miles
de extranjeros de toda proceden-
cia hayan comprobado que aquí
no se fusila ni se persigue o repri-
me a los ciudadanos pacíficos;
que es posible criticar al gobier-
no: que impera un orden sin esos
excesivos rigores que
sistemáticamente echan mano los
regímenes de inspiración comu-
nista»
Julio Lagos
Se ocupaba de oficiar de locutor
de la publicidad del gobernador
de la provincia de Buenos Aires
Ibérico Saint-Jean, cuyo jefe de
policía era Ramón Camps.
Actualmente conduce un progra-
ma en Radio del Plata
José María Muñoz
Incitaba a su oyentes para que
fueran a gritarle a las Madres de
Plaza de Mayo frente al edificio
de la OEA «que los argentinos so-
mos derechos y humanos».
Constancio Vigil y Ernesto
Cherquis Bialo
Después del triunfo futbolístico
del mundial ‘78, Videla es
reporteado por la plana mayor de
la revista El Gráfico, su director
Constancio C. Vigil y su jefe de
redacción Ernesto Cherquis
Bialo, quienes confiesan «lo pla-
centera» que fue la entrevista y
que «frente a él nos sentimos
bien».
Anibal Vigil
Fue el director de la Editorial
Atlántida, que editaba Gente,
Para Ti y Somos desde donde no
sólo se defendía el accionar de la
dictadura, sino que se atacaba a

las Madres y a los organismos de
derechos humanos. Fueron capa-
ces de inventar entrevistas para
sostener la idea de que en Argen-
tina se respetaban los derechos
humanos.
Ramiro de Casabella
«Buchoneaba» desde La Opinión
(31/10/76) a abogados exiliados
como Lucio Garzón Maceda y
Gustavo Roca, en algún momen-
to defensores de Agustín Tosco.
En el mismo diario Luis
Gregorich, al referirse al «gobier-
no» surgido en 1976, señalaba
que postulaba «la defensa del plu-
ralismo y de la organización de-
mocrática de la sociedad» (24/8/
76).
Horacio Carballal
Censor oficial en Canal 9
Reflexiones en torno a los 34 años de la última Dictadura
Cívico-Militar
Han transcurrido 10 años del
nuevo milenio, atrás quedó un
siglo signado por los golpes de
estado en nuestro país. Perte-
nezco a una generación que con-
vivió con la proscripción política,
y padeció la violencia como una
forma de resolver los conflictos
sociales que toda sociedad civil
incuba en la vida cotidiana de sus
ciudadanos.
Perón que sabía sintetizar en
consignas o apotegmas el curso
de la historia, dijo alguna vez: «el
año 2000 nos encontrará unidos
o dominados». Sabio y astuto el
viejo General, sabía que no esta-
ría vivo para verlo. ¿Habría ima-
ginado el colapso del 2001?
A 34 años de la última dictadura
cívico-militar, y con medio siglo
de vida personal, resulta un de-
safío hacer un balance de estos
años.
Especialmente de aquel clamor
Aldo Proietto y Daniel Garzón
En 1977 Aldo Proietto, colabora-
dor del general Etchegoyen desde
la dirección de prensa de la pro-
vincia del Chubut, con Daniel
Garzón se hicieron cargo del apa-
rato de prensa del EAM ‘78 que
dirigía el almirante Lacoste. Gar-
zón pasó a llamarse Galotto y con
Proietto fueron parte de El Gráfi-
co.
Hugo Ezequiel Lezama
Elogiado por Camps, dirigía el
diario Convicción, creado para la
continuidad del «proceso»;
Vicente Massot
Director del reaccionario diario La
Nueva Provincia de Bahía Blanca
que todavía se oye, cuando en el
Juicio a las Juntas se exclamó
«Nunca Más!».
Es imprescindible contarles a las
nuevas generaciones que aque-
lla batalla contra la impunidad de
los genocidas de esa dictadura no
fue un camino lineal, ni fácil. De
esta manera podrán valorar esta
democracia que conservamos
por tanto tiempo. Aunque sabe-
mos que no basta con emitir
nuestro voto y esperar que otros
hagan lo que las mayorías de-
mandan.
Cuando amaneció la democracia,
el alfonsinismo supo interpretar
la lucha que Madres y Abuelas
de Plaza de Mayo sostenían des-
de que les arrancaron a sus hijos
y nietos. Esas banderas de Juicio
y Castigo a los Culpables se ex-
presaron en lo que fue un ejem-
plo para nuestro continente: El
Félix Luna
El historiador hoy fallecido. Junto
con el editor de Todo es Historia,
Emilio Perina (en realidad Moisés
Kostantinowsky), puso la publi-
cación al servicio de José
Martínez de Hoz (además se le
editaba un pasquín llamado Preci-
siones que escribía José Gobello,
por entonces columnista de los
noticieros de Canal 11).
Carlos Acuña Ramos Mejía
Luego columnista apologético de
Seineldín en La Prensa, era presi-
dente del directorio de la agencia
oficial de noticias Telam durante
la dictadura;
o toda la vida en el porvenir que no puedo alcanzar.
Y con esto no quiero decir que me pongo a llorar.
Sé  que hay que seguir navegando.
Oda a mi Generación  – Silvio Rodriguez
Juicio a las Juntas. Era un sueño
posible, que la Justicia sanciona-
ra a los genocidas.
Pero el sueño fue breve, los fan-
tasmas del golpismo estaban
muy cerca todavía. Aquella Se-
mana Santa Carapintada cerró el
paso de la Justicia. «Felíces
Pasucas, la casa está en orden»
fue quizás la más infelíz de las
expresiones. Así el gobierno de
entonces cedió mediante las le-
yes de Obediencia Debida y Pun-
to Final. Esa derrota política
abrió el cause para otras calami-
dades que padecieron las mayo-
rías populares. A la «economía de
guerra» le siguió la
hiperinflación, un verdadero
«golpe financiero» que adelantó
la salida de Alfonsín. Las
privatizaciones que los 13 paros
de la CGT frenaron, las terminó
haciendo Menem montado en
5
Además
En los registros de la CONADEP
son mencionados diversos perio-
distas vinculados a los actos
vandálicos de la dictadura.
Por ejemplo: Víctor Lapegna,
Luis María Castellanos y
Guillermo Aronín. A ellos habría
que sumar a Héctor Sayago,
Edgardo Arribillaga y Héctor del
Mar, todos hombres de Massera
Daniel Mendoza, José Gómez
Fuentes, Nicolás Kasanzew, fue-
ron las caras visibles de la dicta-
dura en tiempos de Malvinas,
junto a quienes no daban la cara
pues dirigían los noticieros como
Luis Clur, Abel Maloney y tantos
otros.
toda la muerte allá, en el pasado,
Sigan exigiéndome cada vez más
hasta poder seguir
o reventar.»
*Por José María Budassi
un peronismo cooptado por el
neoliberalismo reinante. Los In-
dultos a los Comandantes de la
Junta terminaron de abrir las
puertas a la impunidad. Los no-
ventas fueron tiempos de resis-
tencia del campo nacional y po-
pular.
Esa resistencia parió la organiza-
ción H.I.J.O.S. cuando la última
dictadura cumplía 20 años, la
misma edad biológica de muchos
de ellos. Eran un fueguito encen-
dido en medio de la fría noche
menemista. El «primer mundo»
prometido comenzaba a desmo-
ronarse y con él la impunidad de
los genocidas.
Como no se los podía juzgar
penalmente, los organismos de
derechos humanos comenzaron
a promover los «juicio por la ver-
dad» una instancia en la que era
posible investigar al Terrorismo
6
de Estado, sin condenas penales
a los culpables. Fue cuando Adol-
fo Scilingo confesó los vuelos de
la muerte en la ESMA.
En el exterior, se buscó esa jus-
ticia penal que no era posible
por las leyes de la impunidad.
Muchos desaparecidos, descen-
dientes de los «gringos» que vi-
nieron a poblar nuestro país a
comienzos del sigo XIX encontra-
ron en la patria de sus abuelos el
eco de Justicia. Así comenzaron
Juicio penales en Francia, Italia y
España de la mano de Baltazar
Garzón.
Era una batalla silenciada por los
grandes medios. Parecía que los
impunes iban a morir gozando de
la libertad que le robaron a nues-
tros 30mil. Sin embargo, como
una represa cuyas aguas bajan
caudalosas de los cerros, en un
momento el dique se rompió.
Y debemos decir que fue el co-
lapso del 2001 lo que más con-
tribuyó a que los argentinos des-
pertáramos de aquella pesadilla
neoliberal y posmoderna. El re-
toño del árbol de la vida de pron-
to reverdeció. Era el agua de la
memoria popular que humede-
ció la tierra fértil de la justicia.
Finalmente las leyes de Obedien-
cia Debida y Punto Final se caye-
ron y los juicios penales comen-
zaron el camino de justicia.
Así un 25 de mayo de 2003 la
plaza de mayo volvió a poblarse
de sueños. A 20 años del ama-
necer de la democracia, el Esta-
do comenzaba a recuperar el lu-
gar que había abandonado en los
Todo está grabado en la memoria ...
Tres millones y medio de chicos
se benefician hoy percibiendo la
Asignación Universal por hijo
instaurada por el gobierno Na-
cional. Dos millones de ciudada-
nos que estuvieron obligados a
trabajar toda su vida «en negro»,
pudieron acceder al beneficio
jubilatorio. Cerca de cien mil mu-
jeres y hombres anteriormente
desocupados, han sido integra-
noventa. La bandera de Juicio y
Castigo que el primer gobierno
de la democracia había arriado,
fue izada nuevamente. El Juicio
y Castigo a los Genocidas fue
asumido nuevamente como po-
lítica de Estado. El Estado Demo-
crático condenaba al Estado Te-
rrorista. Pero con una visión
superadora, ya no se sostenía la
vergonzante Teoría de los Dos
Demonios que complacía a los
sectores «bienpensantes» del
medio pelo argentino, esos mis-
mos que durante la dictadura,
cuando se llevaban a uno de los
30mil decían «y…algo habrán
hecho».
Llevamos más de un lustro en
esta batalla judicial. Así como los
papás de los 30mil apagan sus
vidas sin alcanzar a sentir la re-
paración que la Justicia les adeu-
dos a Cooperativas de Trabajo.
Hemos recuperado y consolida-
do el valor de innumerables
aportes jubilatorios a través de
la reestatización de las AFJP. Re-
cuperamos Aerolíneas Argenti-
nas, nuestra aerolínea de bande-
ra. Hoy podemos decir con orgu-
llo que tenemos una ley de me-
dios audiovisuales, democrática,
que reemplaza la antigua ley
creada por el nefasto gobierno
golpista de Videla y Compañía.
Hemos disminuido la desocu-
pación, de un 23% en 2001, al ac-
tual 8%. Las reservas del Banco
Central de la República Argenti-
na han crecido de 8.000 millones
a 48.000 millones.
El juzgamiento a los
da desde hace décadas. Hay
Genocidas que se escudan en su
condición de geróntes para elu-
dir los barrotes de su ventana.
Así lo está haciendo Saint
Amant, el Jefe del Área Militar
132 que gobernó sobre la vida y
la muerte de tantos compañeros
en aquellos años grises en nues-
tra zona. Todavía estamos espe-
rando que la Cámara Federal de
Rosario realice una nueva peri-
cia para que revoque la decisión
del Juez Federal de San Nicolás
Villafuerte Ruzo que lo declaró
con «debilitación judicativa». Di-
cha condición impediría que en
el 2010 podamos sentarlo en el
banquillo de los imputados por
los crímenes de lesa humanidad
cometidos en San Nicolás y los
partidos que estaban bajo su
mando militar.
genocidas sigue siendo un para-
digma de nuestra voluntad de
luchar para que sean definitiva-
mente juzgados y condenados
sin exculpaciones tramposas.
La incorporación al ALCA ya
es parte de un camino que este
gobierno superó airosamente.
Argentina es firme protagonista
en el desarrollo político – econó-
mico del Mercosur y de la inte-
gración latinoamericana.
Un vivo ejemplo de su com-
promiso irrenunciable con los
«Derechos Universales del Hom-
bre», es el protagonismo alcan-
zado por nuestra Presidenta, jun-
to al resto de los mandatarios la-
tinoamericanos frente a los in-
tentos golpistas que pretendie-
Resulta indignante, que el prin-
cipal responsable de la represión
en nuestra zona tenga ese privi-
legio, al mismo tiempo que es
querellante en una causa que
imputa a uno de los testigos en
la causa del Obispo Ponce de
León. ¿Cómo se explica que esté
«debilitado judicativamente»
para ser juzgado por sus críme-
nes y por otro sea sujeto de de-
recho para imputar a un ciudada-
no que dio su testimonio sobre
la muerte de Ponce de León?
Hoy, a 34 años del Golpe de Es-
tado, los tercos que llevamos en
el corazón a nuestros 30mil, los
que se sumaron a esta lucha con
la convicción que con impunidad,
es imposible alcanzar la justicia.
No sólo la justicia penal, sino la
justicia social por la que lucharon
nuestros compañeros desapare-
cidos. Son los humildes de la Pa-
tria el destino último de nuestras
luchas. Las mayorías populares
son los protagonistas que harán
posible una Patria para Todos.
Esa es la tarea, en eso estamos y
seguiremos andando nomás, has-
ta que otros continúen abriendo
caminos de liberación. «Sé que
hay que seguir navegando»
Por un Bicentenario Sin Impuni-
dad para los Genocidas
Patria para Todos!
*Testigo y Querellante en la cau-
sa de los Ex Alumnos del Colegio
Don Bosco -Secretario de Comu-
nicaciones de SUTEBA Seccional
San Nicolás
Marzo de 2010
Por Ricardo E. Gorostiza
ron derrocar al presidente Evo
Morales de Bolivia.
Y todo esto lo hemos podido
lograr al cabo de atravesar un
verdadero campo minado luego
de las nefastas políticas desarro-
lladas en la década de los ’90
cuya culminación estuvo en el
2001, con la destrucción del Es-
tado y la perdida total de nues-
tro claro concepto de Nación.
¡Desde ese verdadero desas-
tre venimos! Atravesando otras
graves y aberrantes violaciones a
los más elementales Derechos
Humanos, como lo fue la apela-
ción al recurso del «trueque»
para subsistir.
Los verdaderos causantes de
aquella debacle, siempre funcio-

nales al golpismo, son los que
hoy se autodenominan «oposi-
ción», y verdaderamente, más
allá de otros serios
condicionamientos a los Dere-
chos Humanos, lo único que los
une y los congrega es su deseo
de oponerse, en una resistencia
salvaje que consuma un nuevo
estilo de golpe de estado, cuyo
propósito fundamental radica en
no dejarnos gobernar; mante-
niendo al Congreso como rehén
de ese designio. En tanto aque-
llos que se embanderan como
«ultra izquierda» actúan como
sus ocasionales «cómplices», sin
advertir que esa acción de soca-
var los cimientos de la Patria en
las puertas mismas del Bicente-
nario, es también una actitud
«Si no sabes quien sos no estas completo»
Gastón Gonçalves es bajista de Los Pericos. A los 20 años pudo conocer a su hermano por parte de padre, Manuel. Su padre, Gastón
Gonçalves, fue secuestrado el 24 de marzo de 1976. Con Los Pericos participó del documental Botín de guerra (2000), dirigido por David
Blaustein, sobre la recuperación de hijos de desaparecidos, donde interpretan una excelente versión de «Sin cadenas» con Pedro Aznar,
Ciro Pertusi, Gustavo Cordera y Gustavo Cerati como invitados. Gastón respondió a las preguntas formuladas por Despertar y dejó un
claro mensaje para quiénes aún no se animaron a buscar su verdadera identidad.
Gastón Gonçalves Nació en 1969 y es
bajista de Los Pericos. A los 20 años
pudo conocer a su hermano Manuel.
Su padre, Gastón Gonçalves
fue secuestrado el 24 de marzo
de 1976 en Zárate. Dos testigos
narraron ante el Fiscal Federal
Juan Patricio Murray que
estuvieron detenidos con él en
un camión celular ubicado
detrás de la comisaría de
Escobar, donde Patti cumplía
funciones de oficial
subinspector. Según el relato
de esta pareja, Gonçalves les
dijo que había sido torturado.
«No tienen que pensar que no
les va a pasar nada. Traten de
estar fuertes. Es la única forma
genocida.
Si hay algo claramente depre-
ciado y debilitado en el consen-
so de nuestro país son los «cuar-
teles de la dictadura». Y no me
caben dudas que si las cosas no
fueran así, los Morales, los Cobos
y unos cuantos más los podría-
mos observar trepados a sus
tapiales o golpeando sus puertas
pidiéndole que vuelvan a los
golpistas.
Queridos vecinos: Hace ya 34
años, comenzábamos a vivir uno
de los procesos más oscuros y
sangrientos de nuestra historia;
que desde la autodenominación
de Proceso de Reorganización
Nacional, comenzaron a encarce-
lar, torturar, matar y desaparecer
a nuestros hermanos.
de sobrellevar esto». Palabras
más, pañabras menos, esto es
lo que les dijo Gastón cuando
ellos fueron llevados al
c a m i ó n . 2003, permitió la reapertura de
El cadáver de Gonçalves y el de
otras tres personas fueron
dejados el 2 de abril de 1976
en el paraje «El Cazador», en
la ruta 4. Los habían fusilado y
después incinerado. Veinte
años más tarde, el cuerpo, que
estaba enterrado en el
cementerio de Escobar, fue
identificado por el Equipo de
Argentino de Antropólogos
F o r e n s e s .
Unos meses antes de su
secuestro, Gonçalves y su
mujer, Ana María, habían
discutido con Patti a raíz de la
organización de un acto en
Escobar. «Ya vas a ver lo que
te va a pasar. Te voy a hacer
matar», le habría dicho el
policía a Gonçalves.
El ex subcomisario de policía y
luego convertido en político
gracias a la existencia por ese
entonces de las leyes del
perdón, anuladas por el
Gobierno de Néstor Kirchner.
7
¿Alguien puede imaginar o historia de nuestro movimiento,
desear la repetición de aquella los sobrevivientes del verdadero
historia? genocidio; estamos convencidos
Hoy recordamos con venera- que este es el camino.
ción militante a los compañeros Aquellos que creen que el ol-
caídos y desaparecidos. vido significa libertad para
Seguimos reclamando juicio y Videla, no aman ni a la Patria ni
castigo a los culpables; y más allá a sus hijos.
del imborrable recuerdo que en- Los Argentinos hemos elegi-
trelaza nuestra viva memoria, do la democracia como el mejor
nada nos distrae ni nos aparta de de los modelos de vida; y ese es
los objetivos del presente. el objetivo de nuestra defensa.
Nosotros somos constructo- Juan Perón nos decía: «La jus-
res de otra historia. Desde ticia y la libertad no se regalan;
se conquistan y se defienden, y
Néstor Carlos Kirchner y la con-
muchas veces es preciso dar la
tinuidad en el gobierno de Cris-
tina Fernández de Kirchner he- vida por ellas.
mos iniciado la reconstrucción de En el «Día Nacional de la Me-
la Patria, desde un verdadero moria» recuerdo a todos con
Proyecto Nacional y Popular. emocionada memoria.
Aquellos que abrazamos esta Sin Julio Jorge López no hay
causa, los que componemos la justicia ...
La nulidad de las también Gastón Goncálvez, el ex
conocidas «‘leyes de diputado Diego Muñiz Barreto
impunidad’, fueron decretada y de Carlos Souto, entre otras
por el Congreso en agosto de víctimas de grupos
paramilitares de la dictadura.
las megacausas sobre los Se espera que se fije fecha en
crímenes cometidos en la este año para el juicio oral y
dictadura, pero una resolución público que tendrá sentado en
de la Corte Suprema en el 2005 el banquillo de los acusados al
resultó indispensable para que genocida Luís Abelardo Patti.
todas las causas vinculadas al
terrorismo de Estado avancen ¿Cuándo fue que te contaron
y sean elevadas a juicio oral. que tu padre había sido
Luis Patti, se encuentra secuestrado y desaparecido y
actualmente detenido por cómo fue ese momento en el
orden del juez tras tomarle que digeriste la noticia?
declaración en la causa por los El mismo día que detienen a mi
delitos de privación ilegítima papa. El había ido a Escobar a
de la libertad en el caso de la hacer el aguante con sus
desaparición y el asesinato de compañeros contra el golpe y lo
«La identidad es todo. Si no sabes quien sos
no estas completo. No podes vivir una men-
tira. Por suerte este último tiempo se encon-
traron muchos nietos. Los vamos a encon-
trar a todos. Si lees esto y tenés dudas
acercate. Tenés una familia que te esta bus-
cando con mucho amor para darte»
8
«Soy muy parecido. Los ojos. Yo
ahora soy más viejo que él. Lo
pasé en edad en las fotos así que
juego en como seria él de mas
grande. Por lo que me dicen, tengo
la cabeza dura como él, el humor
ácido, como me paro, la sonrisa»
Gastón Gonçalves, bajista de Los El padre de Gastón y Manuel.
Pericos Secuestrado y desaparecido por Luís
Patti

detuvieron arriba del colectivo.
Le pidió al pasajero que tenía
al lado que avise a su familia.
La noticia fue terrible. Lo es hoy
en día.
¿Cómo fue crecer sin tu padre?
Siempre va a faltar. Fue duro
también tener que llevar muy
privada toda la historia. No
podías hablarlo con nadie. Así
que ibas al colegio tratando de
aparentar que nada pasaba.
Duro. Mi madre tuvo que llevar
todo en sus espaldas. Su viudez,
su hijo, el exilio. Una guerrera.
.poniéndonos al día. Desde el
día que nos encontramos no
paramos de hablar y nos
contarnos todo. Somos muy
unidos.
Seguramente armaste a través
de testimonios cuál era la
militancia de tu padre ¿podrías
describirla?
Mi papa militaba en la JP y de
ahí paso a Montoneros. Traba-
jaba alfabetizando adultos y
ayudando a mejorar las condi-
ciones de vida de la gente en
Escobar y Garin.
¿Qué tenés de tu padre, qué
cosas heredaste de él?
Soy muy parecido. Los ojos.
Yo ahora soy más viejo que él.
Lo pasé en edad en las fotos así
que juego en como seria él de
mas grande. Por lo que me di-
cen, tengo la cabeza dura como
él, el humor ácido, como me
paro, la sonrisa.
¿Cómo es hoy tu relación con
tu hermano?
Somos super protectores el
uno del otro. Nos queremos
mucho, nos vemos mucho,
reímos, disfrutamos. Lo quiero
infinitamente.
gan que ver con su historia y lo
que paso en el país.
¿Cuál es el mensaje para
quienes tienen duda sobre su
identidad, que le podes decir
vos, desde tu posición como
hijo de desaparecidos, como
militante?
La identidad es todo. Si no
sabes quien sos no estas
completo. No podes vivir una
mentira. Por suerte este
último tiempo se encontraron
muchos nietos. Los vamos a

«Mi papa militaba en la JP y de ahí paso a Montoneros. Trabajaba alfabetizando

adultos y ayudando a mejorar las condiciones de vida de la gente en Escobar y Garin»

¿Cuándo y cómo te enteraste
que tenías un hermano y como
fue ese encuentro?
Me entere a mis veinte en una
conversación de mi tía con
alguien más. No pensaba que lo
iba a encontrar. Uno se pone
medio escéptico con el tiempo.
Por suerte me equivoque
porque encontré mi media
naranja mágica. Con mi
hermano hoy en día seguimos
¿Hubo un cambio en tu
persona, en vos, cuándo te
enteraste que eras hijo de un
desaparecido?
Como a toda persona que le
matan a su padre. Mi visión
del estado no es la mejor. Un
estado que te asesina. Nunca
más voy a confiar en un políti-
co o gobierno.
¿La música tiene algo que
ver con la historia de tu padre
o es algo que se despertó en
vos de forma natural, hay algo
de raíces familiares ahí?
El no era músico. Apareció en
forma natural.
¿Está trágica historia de tu
padre cuanto influye en la mú-
sica que realizas?
La verdad en nada. Si toca-
mos mucho en cosas que ten-
encontrar a todos. Si lees esto
y tenés dudas acercate. Tenés
una familia que te esta bus-
cando con mucho amor para
darte.
¿Cuál es tu relación con los
demás hijos de desaparecidos?
De mucho afecto y cariño.
Tanto la gente de HIJOS como
con los Nietos

«Siempre va a faltar. Fue duro también tener que llevar muy privada toda la historia.
No podías hablarlo con nadie. Así que ibas al colegio tratando de aparentar que nada
pasaba. Duro. Mi madre tuvo que llevar todo en sus espaldas. Su viudez, su hijo, el
exilio. Una guerrera»
9
10
«Ahora no sólo he recuperado la memoria de mi papá
sino que además he recuperado mi vida»
Por Fernando Latrille

Juana Muniz Barreto es arquitecta, la mayor de los tres hijos que tuvo el Diputado Diego Muniz Barreto. Los otros son Diego,
ingeniero agrónomo, y Antonio, que es músico y vive en España. El Diputado Diego Muñiz Barreto renunció a su banca en 1974 ante
la derechización del peronismo y fue asesinado en un accidente fraguado el 6 de marzo de 1977. Un mes antes había sido secuestrado
en una carnicería de Escobar por el ex subcomisario Luís Abelardo Patti. Juana Muniz Barreto ofreció a Despertar un testimonio
cálido, sincero y conmovedor que da cuenta del ejemplo de la lucha de los hijos por verdad y justicia continuando por esa senda
trazada por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

¿Cómo fue posible la
reconstrucción de lo sucedido
con el secuestro y el asesinato
de tu padre el ex diputado
Diego Muniz Barreto el 16 de
febrero de 1977, más allá del
testimonio del testigo y
colaborador que sobrevivió
Juan Fernández? ¿Podrías
narrar en forma
pormenorizada el
rompecabezas que fuiste
armando sobre lo acontecido
y la presentación judicial que
permitió que Luís Abelardo
Patti se encuentre detenido?
Siempre supimos que mi padre
no murió en un accidente. Sin
embargo, por terror nunca
dijimos lo que sabíamos. Había
que callar y esto es muy poco
saludable para una
adolescente de 15 años. Esa
famosa frase de «el silencio es
salud» significaba algo muy
diferente para mí. Se trata de
terrorismo de estado, es algo
muy difícil de entender en
democracia, no hay a quien
acudir en busca de ayuda
porque es el mismo estado el
que está secuestrando y
matando. Por eso, durante
años si me preguntaban qué
había sucedido con mi papa
decía que había muerto en un
accidente, por terror. Durante
todo su secuestro supimos a
dónde estuvo. Primero porque
enviaba notas desde la
comisaría de Escobar, con
detenidos que eran liberados.
Luego, por amigos que hicieron
gestiones, supimos que había
sido trasladado a la Unidad
Regional de Tigre y más tarde
que se encontraba alojado en
Campo de Mayo. Finalmente
llego la noticia del accidente
pero supimos por Fernández que
el accidente había sido fraguado.
La angustia que vivimos durante
todos esos días, esperando cada
noticia, cada señal, fue
espantosa. La investigación me
hizo revivir esos momentos y
elaborarlos desde otro lugar. Lo
único bueno de tantos años de
impunidad es que el tiempo
ayuda a tener otra perspectiva
de la historia y fue increíble la
solidaridad de tantas personas
en la etapa de recolección de las
pruebas, cosa que después de
tanto tiempo no es tarea
sencilla. Debo aclarar que por el
caso de mi padre hay 7 detenidos
por ahora.
- ¿Cómo fue el secuestro y
asesinato de tu padre?
Mi padre volvía a la quinta que
teníamos en Escobar, junto a su
secretario Juan José Fernández,
a donde estábamos veraneando.
Venía de Buenos Aires, había ido
a trabajar a su empresa por el día
y se detuvo en una carnicería en
Escobar a comprar carne. Allí,
mientras hacía la compra, se les
presentó Patti y les dijo que lo
acompañaran a la comisaría de
Escobar. Esto fue a punta de
pistola y, ni mi padre, ni su
secretario se resistieron. Patti
estaba de civil y en un auto
«Siempre supimos que mi padre no murió en un accidente.
Sin embargo, por terror nunca dijimos lo que sabíamos.
Había que callar y esto es muy poco saludable para una
adolescente de 15 años»
particular lo cual lo hace un acto
totalmente ilegal. Fue la última
vez que se lo vio con vida a mi
papá, porque este acto
desencadenó toda una serie de
delitos que terminaron con su
vida. Esto fue el 16 de febrero de
1977 a las 18 horas, ya hacía casi
un año del golpe de Estado y
nadie puede argumentar que no
sabía a dónde lo estaba
enviando a mi papá. Cuando
mandan las vacas a Liniers, el
peón que separa la haciendo, el
que la carga, el que la transporta,
el que la vende, del primero al
último, absolutamente todos
saben que las vacas van al
matadero y Campo de Mayo, era
un gran matadero.
-¿Qué edad tenías cuando
sucedió el asesinato de tu padre
y cuál fue la noticia que te
dieron en ese momento?
En ese momento tenía 15 años,
mis hermanos tenían 13 y 11
años y nos dijeron
absolutamente toda la verdad.
Que estaba secuestrado en
Escobar, que se lo había llevado
un tal Patti, que había aparecido
muerto, que lo habían matado y
que, si alguien nos preguntaba,
debíamos decir que había sido
un accidente.
Mi madre siempre nos dijo la
verdad, sólo que estábamos en
plena dictadura y teníamos
terror. Durante años sentí
pánico a los uniformes y sufrí
diferentes tipos de trastornos, lo
mismo que mis hermanos. Cada
uno, a su tiempo, lo fue
elaborando como pudo, sólo
que los silencios muchas veces
enferman y creo que por esto
los tres hermanos de mi padre
murieron al cabo de pocos años.
O sea que, como en un juego de
dominó, me quedé sin familia
paterna, que fue devastada por
la muerte de mi padre primero
y así, sus tres hermanos
enfermaron y murieron.
¿Cuándo fue que decidiste
buscar la verdad sobre lo que
había sucedido con tu padre y
si eso mismo produjo un
cambio en tu vida?
Un día mientras paseaba con
mis hijos noté que mi barrio
estaba empapelado con afiches
que prometían educación
segura, justicia segura, todos los
carteles referían a la seguridad.
Resulta que el que prometía
seguridad en su campaña para
ser electo diputado era el
mismo que me había generado
la inseguridad más grande de mi
vida, era el mismo que se había
llevado a mi papá, que había
sido diputado en 1973. Ese día

«Cuando mandan las vacas a Liniers, el peón que separa la hacienda, el que la carga, el que
la transporta, el que la vende, del primero al último, absolutamente todos saben que las
vacas van al matadero y Campo de Mayo, era un gran matadero»
reaccioné porque vi cómo mis
hijos se sorprendían de que no
hiciera nada por mi padre y su
abuelo. Para los niños de hoy es
muy difícil entender el terror
paralizante de esos años. Lo
primero que hice fue pedir
ayuda a unos vecinos para
descolgar un pasacalles,
recuerdo que no pude dormir
esa noche de la angustia. Al día
siguiente los senté y les explique
que iría a la Secretaría de
Derechos Humanos a buscar un
abogado para ver que se podía
hacer pero que lo único que
correspondía era acudir a la
justicia que fue exactamente lo
que hice. Este es el mejor legado
que puedo dejarles, que sepan
que no importa lo difícil que sea,
que lo importante es hacer lo
que una considera correcto, lo
que se debe hacer, acudir a la
justicia. Ellos no pudieron
conocer a su abuelo y recuerdo
la pena que sentí cuando
nacieron porque faltaba mi
papá. Ahora, me siento en paz
con mi papá, estoy feliz de
haber podido disfrutar de todo
su amor por 15 años. Siento que
estoy cumpliendo con mi deber
de hija y de madre. Es fantástico
como fui recuperando la
memoria porque cuando uno
vive algo tan traumático y
aterrorizante, de lo que no se
puede hablar, se olvida todo, lo
feliz, lo triste, por dolor, por
miedo, los sentimientos están
como anestesiados y ahora, no
sólo he recuperado la memoria
de mi papá sino que además
siento que de alguna manera he
recuperado mi vida. Ni siquiera
recordaba que mi padre me
decía Pulguita, ni siquiera eso.
Ahora, he vuelto a ser su
Pulguita. Mi papá era una
persona muy especial y cariñosa
y fue el mejor padre que pude
haber tenido, estoy feliz de
poder recordarlo con tanto
amor.
Seguramente existe una ficha
que cae en el caso de hijos de
11
desaparecidos y que los lleva decimos que somos familia. Es Las mayores dificultades de
en la búsqueda de verdad y mi hermanito y yo soy su reconstruir lo sucedido hace
justicia, ¿cómo podrías, si es hermanita, y cuando estoy triste más de 30 años, ¿dónde se
que existe alguna explicación y cansada pienso en él y encuentra, en la búsqueda de
con palabras, narrar ese hablamos porque siempre tiene testigos, en las trabas de una
momento de tu vida? algo afectuoso y lindo para justicia que no avanza lo
No creo que nos haya pegado decirme. Esos malhumorados suficiente, al menos lo que uno
por igual a todos. Hubo gente por poca cosa no tienen quisiera, en el silencio, dónde?
que nunca se dio cuenta de lo derecho. Es la persona mas Las dificultades son las
que sucedía. Supongo que eso dulce que una pueda imaginar naturales por el paso del
también es difícil de digerir, y su historia es desgarradora. El
tiempo, testigos que mueren,
pensar que se festejaba un tiene el juicio por su papá, que
olvidan o enferman, lo doloroso
mundial de fútbol a pocas va con el mío, el de su mamá y
de revivir minuto a minuto lo
cuadras de la Esma es algo el de su identidad, ¿de que me
sucedido, es muy fuerte llevar
espantoso. A mi me marcó puedo quejar? ¿De que se
mucho haber tenido el puede quejar alguien de algo? adelante una querella. A veces
privilegio de poder tener El siempre esta tranquilo y de siento las dificultades de la
hermanado en la causa a buen humor, no importa las justicia para comprender la
Manuel Gonçalves, es algo que dificultades que se nos hayan verdadera dimensión de este
le agradezco a la vida, ahora presentado. tipo de delitos de lesa
humanidad. Sin embargo, debo
decir que me he sentido
particularmente acompañada
«Es fantástico como fui recuperando la por la justicia porque en muy
memoria porque cuando uno vive algo poco tiempo se logró descubrir
la trama macabra de la verdad
tan traumático y aterrorizante, de lo que de lo sucedido a mi padre.
no se puede hablar, se olvida todo, lo
feliz, lo triste, por dolor, por miedo, los ¿Cuáles son los avances en la
causa sobre el secuestro y
sentimientos están como anestesiados y asesinato de tu padre hoy, se
ahora, no sólo he recuperado la memoria está cerca del juicio oral y
público?
de mi papá sino que además siento que La causa esta elevada a la
de alguna manera he recuperado mi espera del juicio oral. El último
vida» avance fue que el juzgado citó
a indagatorias a Martín
Rodríguez que quedó detenido
y procesado por homicidio y
otros delitos. Fue una
investigación que llevo adelante
mi abogado, Pablo Llonto, otra
persona que agradezco a la vida
de haber podido tener a mi
lado, con la colaboración de la
Conadep entre otros, y resulta
que Martín Rodríguez se
desempeñaba como profesor
de derecho internacional en la
Universidad Católica de Salta.
Los que creen que es mejor
mirar hacia adelante y olvidar
el pasado están aceptando que
este tipo de individuos eduquen
a nuestros jóvenes hoy. Hay que
Juana Muniz Barreto es sostenida en sus brazos por su padre el tomar conciencia que esto
Diputado Diego Muniz Barreto. sucede hoy.
12
A LA ESPERA DE SER
JUZGADO
Patti está preso y a la espera de ese
juicio justo que él no brindó a quiénes
se encargó de perseguir para secuestrar,
torturar, asesinar y desparecer.
El ex diputado Diego Muniz Barreto y
Fernández que era su secretario, fueron
secuestrados en Escobar en febrero de
1977. Los llevaron a la comisaría de la
zona, a la Unidad Regional Tigrey
finalmente a Campo de Mayo. De allí
salieron el 5 de marzo en un Fiat 128
adormecidos con alguna sustancia.
Fueron arrojados con el auto aun arroyo
cercano a Raíces Oeste, Entre Ríos.
Muniz Barreto murió, pero Fernández
sobrevivió y antes de irse al exilio dejó
su testimonio ante escribano público.
Patti está implicado en este caso desde
el principio. La ex esposa de Muniz
Barreto lo denunció en 1977. Así figura
en una presentación hecha en la
nunciatura por la mujer. Un amigo de
la familia declaró en la causa que el 17
de febrero se entrevistó con un hombre
que dijo venir de parte de Diego Muniz
Barreto (era familiar de un preso de la
comisaría de Escobar) que le entregó
una nota de puño y letra del diputado
LA COOPERATIVA DE SERVICIOS PÚBLICOS Y LA COMUNIDAD INFORMA.
COOSPRAL INFORMA: Cuando se aproximan fuertes tormentas con
descargas eléctricas, siempre es conveniente la desconexion de los
artefactos eléctricos para evitar su deterioro.
Guardia PERMANENTE en los teléflonso 42-1275/1143
que decía: «Movete rápido, estamos en
Escobar. Nos detuvo el suboficial
inspector Luís A. Patti». Muniz Barreto
mandó dos mensajes más de este tipo
que llegaron a la familia y a su empresa.
La otra prueba que lo vincula al ex
intendente de Escobar con el hecho es
que según el informe del personal de la
comisaría de Escobar, Patti fue
promovido el 7 de marzo de 1977, un
día después del asesinato de Diego
Muniz Barreto.
El secuestro de Gastón Gonçalves es
otro caso en el que el represor está
involucrado. Gonçalves fue secuestrado
el 24 de marzo de 1976 en Zárate. Dos
testigos narraron que estuvieron
detenidos con él en un camión celular
ubicado detrás de la comisaría de
Escobar, donde Patti cumplía funciones
de oficial subinspector. El 2 de abril de
1976 el cadáver de Gonçalves fue
dejado en el paraje «El cazador», en la
ruta 4. Lo habían fusilado y después
incinerado. Veinte años más tarde, el
cuerpo, que estaba enterrado en el
cementerio de Escobar como NN, fue
identificado por el Equipo Argentino de
Antropología Forense. Unos meses
antes de su secuestro, Gonçalves y su
mujer habían discutido con Patti a raíz
de la organización de un acto en
Escobar. «Ya vas a ver lo que te va a
pasar. Te voy a hacer matar», lo
amenazó el policía.
Los secuestros de los hermanos
D’amico y Arriosti que se produjeron
en marzo de 1977 en Garín, lo tienen a
Patti como protagonista. Arriosti
sobrevivió a su cautiverio e identificó
a Patti como uno de los captores.
También está involucrado por los
asesinatos de Osvaldo Cambiasso y
Eduardo Pereira Rossi fusilados en una
emboscada en 1983.
La Mesa de la Memoria  por la
Justicia de San Nicol‫ב‬s se consti-
tuy‫ ף‬como un espacio de la mili-
tancia popular con la misi‫ף‬n de
sembrar memoria en las escue-
las, los barrios y organizaciones
libres del pueblo para que la co-
secha de justicia a los genocidas
de la ‫ת‬ltima dictadura c‫ם‬vico-mili-
tar sea una realidad posible.
En este A‫ס‬o del Bicentenario es
probable que se realice el primer
Juicio Oral por los cr‫ם‬menes de
lesa humanidad cometidos en
nuestra zona. Es por eso que ve-
nimos a pedir el respaldo del Po-
der Legislativo local a nuestro re-
clamo de acelerar el Juicio y Cas-
tigo.
Esto lo solicitamos por interme-
dio de un anteproyecto de Reso-
luci‫ף‬n en el cual pedimos al Tri-
bunal Oral Federal N÷ 2 de Ro-
sario que los Juicios Orales de
San Nicol‫ב‬s se realicen en nues-
tra ciudad, que se acumulen to-
das las causas en una s‫ף‬lo Jui-
cio, y que adem‫ב‬s arbitren las «Proceso de Reorganizaci‫ף‬n Na-
medidas necesarias para que el cional». Porque su proyecto era
Juicio Oral se realice en el 2010. el de aquella Generaci‫ף‬n del 80,
Por otra parte, y profundizando
las recomendaciones del Decre-
to n÷ 56/H/08 que Declara al 19
de Noviembre como «D‫ם‬a de la
Memoria para los Nicole‫ס‬os», y
en el cual se recomienda la difu-
si‫ף‬n y promoci‫ף‬n de esta fecha
en los respectivos establecimien-
tos educativos de nuestra ciudad.,
impulsamos la firma de un Acta-
Acuerdo con la Jefatura de Ins-
pecci‫ף‬n del Distrito para que en
todos los niveles y ramas de la
educaci‫ף‬n durante este A‫ס‬o del
Bicentenario se realicen activida-
des pedag‫ף‬gicas relacionadas
con la Memoria. De este modo,
durante el Acto del 19 de Noviem-
bre que todos los a‫ס‬os organiza
este espacio representado por la
Mesa de la Memoria por la Justi-
cia, ser‫ב‬n reconocidos por este
Honorable Concejo Deliberante
por su aporte a la Memoria Po-
pular.
El Bicentenario de la Patria
debe servirnos para pensar, de-
batir, y so‫ס‬ar una segunda inde-
pendencia. El proyecto de San
Mart‫ם‬n y Bolivar de una Latino-
am‫י‬rica libre est‫ ב‬en nuestro ho-
rizonte.
Sabemos que los pueblos que
olvidan su pasado est‫ב‬n conde-
nados a cometer los mismos erro-
res. Cuando nuestra Patria cum-
pli‫ ף‬su Centenario, hubo un ge-
nocidio que qued‫ ף‬impune: Los
Pueblos Originarios fueron masa-
crados durante la Campa‫ס‬a del
Desierto. Argentina fue «granero
del mundo» al precio de la san-
gre derramada por los caudillos
federales y los pueblos nativos de
nuestro suelo.
Llegamos al Bicentenario con la
pesada herencia de otro geno-
cidio, el de nuestros 30mil Des-
aparecidos. Por eso la Dictadura
C‫ם‬vico-Militar se autoproclam‫ף‬
cuyos intereses fueron contrarios
al Movimiento Nacional y Popu-
lar, expresado en el Radicalismo
de Alem e Irigoyen, el FORJA de
Jauretche y Scalabrini Ortiz y el
Peronismo de Evita y sus Desca-
misados. Los herederos de la So-
ciedad Rural, como Mart‫ם‬nez de
Hoz pretend‫ם‬an restaurar el mo-
delo unitario surgido con la «Or-
ganizaci‫ף‬n Nacional» contra los
caudillos federales del siglo an-
terior.
Tenemos la oportunidad hist‫ף‬ri-
ca de construir con las mayor‫ם‬as
populares un Bicentenario sin
Impunidad para los Genocidas.
Esa es nuestra tarea, por eso lu-
chamos, para que haya justicia
penal por nuestros 30mil y para
que sus sue‫ס‬os de justicia social
amanezcan con el Sol de Mayo,
el Sol de una Patria para Todos.
 13
«Creo que sentirse más completo vale la pena»
Por Fernando Latrille

Macarena Gelman recuperó su identidad gracias a la búsqueda incansable de su abuelo, el poeta y escritor Juan Gelman,
que junto a su esposa Mara La Madrid hicieron lo posible hasta encontrar a Macarena que vivía en Uruguay adoptada
por un policía retirado y su esposa. Fue en el año 2000, Macarena tenía 23 años, cuando supo realmente quién era. En
diálogo con Despertar la hija de María Claudia García Iruruetagoyena, de 19 años, y de Marcelo Gelman, de 20 años,
secuestrados y desaparecidos por un comando armado de la dictadura argentina que los secuestró el 24 de agosto de
1976, nos brindó su testimonio.
Macarena, recuperaste tu se necesita apoyo político y
identidad cunado tenías 23 el apoyo político está muy
años, ¿Esto fue como nacer dividido. Por un sin fin de
de nuevo para vos, cómo razones, cada uno tiene la
viviste ese momento? suya, pero lo que rescato de
Bueno, no se si nacer de éste último plebiscito que se
nuevo, pero si que se abriera hizo es que un 48% estaba a
toda una historia de la que favor de anular la ley, lo que
estaba tan cerca y tan lejos, significa que es
entonces la sensación es más prácticamente la mitad del
bien de ¿cómo estuve acá país. Creo que eso la política
tanto tiempo sin vivir esto? Y no lo puede ignorar.
bueno, hay veces que el
tiempo no ayuda, y que lo ¿Cómo fue el contacto con
que no se vivió hay que

«Creo que más allá de que obviamente uno es lo que vive y su origen, a mí me faltaba
eso, me faltaba mi origen, y eso es lo que hace que uno se sienta incompleto. Creo que
después que todo esto salió a la luz, recién uno puede decir, si bien no totalmente, me
siento más completo»

aceptar que en cierta manera ellos? tu abuelo el escritor, el

mucho se perdió. ¿Qué sentiste en ese No, sabés que la militancia no poeta Juan Gelman, tu
momento, que tus padres la pude reconstruir abuelo, y cómo es su
¿Cómo recuperaste tu de crianza te habían totalmente. Fue bastante relación actual?
identidad, cómo se hizo mentido, cuál fue tu difícil, y me es difícil, todavía Mi relación es como una
posible llegar a la verdad de reacción y qué es lo que estoy en eso. Lo que rescato relación con un abuelo,
saber quién sos? pensás de ellos hoy en día? de ellos es el coraje que
En mi caso fue por una Mentiras hay un montón no, tenían y el valor para
investigación que hicieron mi pero yo sigo viviendo con mi arriesgarse por algo que
abuelo y su actual esposa, mi mamá adoptiva y la quiero, creían y los valores, creo que
abuelo paterno Juan Gelman mi papá murió, pero mi eso es en definitiva lo que
y su esposa Mara La Madrid sentimiento por ellos no queda.
que con muy poquitos datos cambió. Quizás, obviamente
se decidieron a seguir todas es imposible que todo se Estas luchando para que se
las líneas de investigación mantenga intacto, pero el anule la ley de caducidad en
posibles y bueno finalmente, amor no se puede negar, eso Uruguay ¿por qué todavía
en primer momento llegaron no se puede borrar de un sigue vigente, cuál crees que
a que mi mamá había sido plumazo. es el motivo?
trasladada al Uruguay, cosa Bueno motivos creo que hay
que nadie entendía por qué, Seguramente reconstruiste varios. Principalmente es la
y posteriormente me la militancia de tus padres falta de información. Lo que
encontraron a mí en el ¿podrías dar cuenta de ello a costado en Uruguay llegar
Uruguay. y qué es lo que rescatas de a esa información, y para esto
14

«Lo que rescato de ellos es el

coraje que tenían y el valor
para arriesgarse por algo
que creían y los valores, creo
que eso es en definitiva lo
que queda»

María Claudia García Irureta-Goyena y Marcelo Ariel Gelman

cuesta mucho lo que te
decía, recuperar tiempo que
no se compartió, es muy
doloroso, pero creo que lo
que nos da la fuerza es que
uno por ahí dice, no quiero
perder más. Y las personas
que estamos somos
nosotros y creo que eso hay
que rescatarlo y cultivarlo si
es así que uno quiere, en el
caso nuestro y con toda mi
familia. Con mi abuela, con
mi abuelo, con mis tíos.
Creo que lo que predomina
es eso, las ganas de no
perder más y de compartir lo
que podemos porque esa es
la realidad que tenemos.
¿Qué cambió en tu vida, el
haber recuperado tu
identidad?
Mi vida cambió
completamente. No podría
hacerte un punteo de lo que
cambió, mi vida, mi día, mi
rutina, mis intereses. No es
que ya no tenga los intereses
que tenía, obviamente se
agregaron un montón más,
y bueno todas las cosas por
las que uno cree y que uno
quiere luchar, eso se suma.
No te podría decir
precisamente que fue lo que
cambió, pero cambió
absolutamente todo
¿Qué heredaste de tus
padres?
Que yo sepa, primero los
rasgos que se refieren más a
lo físico. Tengo mucho de
Macarena Gelman junto a su abuelo el escritor Juan Gelman
ellos. Y bueno quiero creer
que las cosas que siento y las
cosas que pienso gran parte
también se debe a ellos.
Creo que más allá de que
obviamente uno es lo que
vive y su origen, a mí me
faltaba eso, me faltaba mi
origen, y eso es lo que hace
que uno se sienta
incompleto. Creo que
después que todo esto salió
a la luz, recién uno puede
decir, si bien no totalmente,
me siento más completo .
¿Qué les dirías a aquellos
que tienen duda sobre su
identidad y todavía no se
animan a buscarla?
Que bueno, por supuesto
que lo hagan, que tiene que
ver con esto. Yo creo que en
el fondo uno siempre siente
eso que le falta, sólo falta
hacerlo consciente, y recién
cuando uno lo conoce se da
cuenta de todo lo que se
estaba perdiendo. Porque
creo que más allá de que
esto viene acompañado con
dolor y eso no se puede
negar, no se puede mentir,
esto trae mucha tristeza,
trae mucha angustia,
muchas dudas también,
pero creo que sentirse mas
completo vale la pena. Y
también se lo merecían
nuestros padres que en
definitiva fueron los que
sufrieron la mayor injusticia.

«Tengo mucho de ellos. Y bueno, quiero creer que las cosas que siento y las
cosas que pienso gran parte también se debe a ellos»

La historia de esa búsqueda
Uno de los hechos más impactantes
en el año 2000 fue el hallazgo de la
nieta del poeta argentino Juan Gel-
man, la que nació en Montevideo,
Uruguay, después que su madre,
María Claudia Iruruetagoyena de
Gelman, secuestrada en Buenos Ai-
res en 1976, fue trasladada a ese
país.
La búsqueda desgarradora del poe-
ta argentino tuvo eco en el mundo
con una campaña internacional en
la que participaron desde las mayo-
res voces de la literatura, hasta los
anónimos jóvenes de las ciudades
perdidas. El 31 de mayo, el presi-
dente de Uruguay, Jorge Batle, co-
municó a la familia Gelman que, de
acuerdo con algunos datos, podía
afirmar que la nieta buscada duran-
te años podía estar en Uruguay.
Marcelo Gelman tenía 20 años y su
esposa María Claudia García Irurue-
tagoyena, 19, cuando un comando
armado de la dictadura argentina se
los llevó el 24 de agosto de 1976.
Ella estaba embarazada de siete
meses. Marcelo comenzaba una ca-
rrera periodística y también escribía
poemas como su padre. Uno de
ellos, «El adiós», fue premonitorio,
como si supiera que su vida iba a
terminar muy pronto.
Amigos / rosas ilustradas / hermo-
sas / lindas. Enemigos / vetustos /
hambrientos de venganza. Hoy quie-
ro decirles adiós. Me voy. / quizás
hoy / quizás mañana / pero me voy…
sólo quiero recordarles / que no me
olviden / a la marcha del tiempo / a
la marcha del tren / que me vaya /
que borran las huellas / de la amis-
tad lejana
Alguien los vería a ambos en Auto-
motores Orletti, el centro clandesti-
no donde funcionó una de las sedes
más temibles de la Operación Cón-
dor. En aquel agosto, Juan Gelman,
condenado a muerte por la dictadu-
ra y sus predecesores de la Triple A,
ya estaba en el exilio, y desde ahí
movió todas sus influencias para tra-
tar de arrebatar a los jóvenes de las
manos criminales en que estaban. En
Buenos Aires, María Eugenia Casi-
nelli, madre de María Claudia y
Berta Shubaroff, madre de Marce-
lo, buscaban con cientos de madres
algún camino que los llevara hacia
sus hijos. Todas las puertas estaban
cerradas.
Mucho tiempo después ya restitui-
da la democracia y fortuitamente,
aparecieron en el lecho de un río cer-
cano a Buenos Aires, algunos tone-
les para guardar aceite.
Al sacarlos, ya herrumbrados, en-
contraron cadáveres que habían sido
sumergidos en cemento para poder
hundirlos mejor. Uno de ellos era el
de Marcelo Gelman, asesinado des-
pués de sufrir torturas en Orletti.
Pero de María Claudia sólo se iban
tejiendo sus pasos en ese mundo de
la «noche y la niebla» de las des-
apariciones. La habían visto emba-
razada ya de ocho meses y los testi-
gos fueron precisos al describirla.
Después no se supo nada más. Pero
las Abuelas de Plaza de Mayo tenían
en su lista a ese niño o niña sin ros-
tro aún para ellas, que podría ser
encontrado en algún lugar y posible-
mente en manos de militares. Se ha-
bía establecido que en Argentina
existió un plan sistemático por el
cual las detenidas embarazadas eran
mantenidas con vida hasta el mo-
mento del parto, el que se producía
en los centros clandestinos o los
hospitales de las plazas armadas.
Allí, los militares se quedaban con
los niños y «trasladaban» a las ma-
dres
El traslado significaba la desapari-
ción. Así unas cuatrocientas parejas
de desaparecidos fueron despojadas
no sólo de sus vidas, sino de sus hi-
jos recién nacidos que eran entre-
gados a militares, policías o amigos
e incluso vendidos para que fueran
educados en la llamada «civilización
occidental y cristiana». Fue el caso
de María Claudia y Marcelo. Había
una pista que se había descuidado.
Ambos jóvenes estuvieron en Orletti
y fue precisamente desde ese sinies-
tro lugar de donde fue trasladado
clandestinamente a su país un gru-
po de uruguayos y existía la posibi-
lidad de que entre ellos hubieran lle-
vado a María Claudia.
Desde 1977, Gelman, que continua-
ba con su búsqueda, decidió inda-
gar por cuenta propia, siguiendo
cada hilo, cada rastro, cada huella,
aún las que parecían más increíbles,
acompañado por su actual esposa
Mara La Madrid. Con su mirada de
poeta, Gelman aprendió a bucear
entre la noche y la niebla de las des-
apariciones, y trabajó silenciosa-
mente durante un tiempo, logrando
testimonios importantes. Viajó a
Uruguay y ahí hurgó en cada lugar
que pudo después de tener un dato
sobre la posibilidad de que su nuera
hubiera sido llevada a Montevideo
en el trágico intercambio de presos
políticos. Aunque no había sido vista
en el grupo de uruguayos entrega-
dos a su país desde Orletti -todos los
cuales sobreviven - , había un dato
importante. El apellido de su nuera
es casi desconocido en Argentina,
15
pero en el país vecino corresponde
a familias de un alto nivel económi-
co. Esto- pensó Gelman - podría
haber incidido para que los milita-
res uruguayos se llevaran a esa jo-
ven embarazada en una de las tan-
tas operaciones clandestinas. A su
vez, las mujeres que estuvieron de-
tenidas, desaparecidas en una sede
de la inteligencia militar en Monte-
video, habían oído sobre el caso de
una mujer embarazada que estaba
aislada en el mismo edificio y tam-
bién escucharon voces y pasos de
niños. Juan y Mara partieron de una
idea base: no desestimar ningún
dato, ni aún el que pareciera más
fantasioso, hasta ir buscando inclu-
so a los que habían estado como car-
celeros en algunos de los institutos
uruguayos de detención durante la
dictadura en ese país. Así supieron
de una joven que había dado a luz
en el Hospital Militar de Uruguay y
había permanecido unos días con el
bebé en el lugar que podría ser un
sótano. Ya en 1998 Juan y Mara lo-
graron reconstruir parte de la histo-
ria, mediante un trabajo silencioso,
ya que era imprescindible el silen-
cio, ante los numerosos testigos y
personajes de las sombras cuyas
puertas golpearon. Sabían de la jo-
ven que había dado a luz y de su per-
manencia oculta donde estaba con
su bebé y otros dos niños que no eran
sus hijos. Algunos de los testigos,
que encontraban cualquier lugar
adonde los llevara una pista a veces
increíble, reconocieron en las foto-
grafías que llevaban a María Clau-
dia. Cuando ya tenían suficiente cer-
teza y habían accedido a los expe-
dientes judiciales hasta armar el si-
niestro rompecabezas de los respon-
sables militares. Mara y Juan deci-
dieron buscar la ayuda del presiden-
te de Uruguay, Julio María Sanqui-
netti. Le rogaron cautela porque po-
dría suceder que si se encontraba al-
guna huella podrían desaparecer los
supuestos padres y llevarse al niño
o niña, que para esos momentos de-
bía tener 23 años.
Después de esperar infructuosamen-
te, Gelman decidió escribir al presi-
dente una carta publicada el 10 de
octubre de 1999. Era un doloroso
reclamo donde le recordaba los da-
tos concretos que tenía en su poder
y que la joven había sido trasladada
a Uruguay en la segunda semana de
octubre de 1976 junto con los niños
Anatole Julián Grisona, de cuatro
años, y su hermana Victoria, de 18
meses, hijos de uruguayos desapa-
recidos en Argentina, que fueron en-
16
contrados en Chile en manos de un
matrimonio que los recogió en una
plaza donde fueron abandonados.
Éste fue otro caso increíble de la
Operación Cóndor. ¿Por qué estos
niños fueron llevados desde Uruguay
a Chile? Gelman había constatado,
casi sin margen de duda, que su nue-
ra había salido del Hospital Militar
en diciembre de 1976, escoltada por
militares del SID cuyos nombres
también citó.
Desde aquel día de octubre de 1999,
comenzó a gestarse la mayor cam-
paña de solidaridad que haya provo-
cado un caso como éste. La Liga por
los Derechos del Hombre de Argen-
tina, convocó a firmar cartas para
enviar a Sanquinetti, quien en un
principio acusó a miles de personas
que le demandaban una respuesta,
de ser parte de una campaña políti-
ca y luego negó que hubiera desapa-
recido ningún niño en Uruguay. Las
conmovedoras cartas firmadas por
los intelectuales del mundo, por va-
rios premios Nobel, sindicalistas, es-
tudiantes, campesinos, llegaron
cada día. Fue una campaña única en
su forma, pero Sangunetti se fue del
gobierno sin dar respuesta. Sorpre-
sivamente, su sucesor Jorge Batlle,
quién asumió en marzo del 2000,
sería el que al final tomara la deci-
sión política poco más de dos meses
después de asumir el gobierno y or-
denara una investigación que ratifi-
caría todas las pruebas entregadas
por Gelman. La búsqueda terminó
cuando las pruebas de ADN fueron
positivas y Gelman cumplió con lo
prometido a su nieta. Todo debía
quedar en la intimidad, porque la jo-
ven adoptada por un policía retirado
y su esposa a quién fuera entregada
por unas monjas, no quería herir a
su familia adoptante; pero también
era necesario salvar a la joven de otra
tragedia: la voracidad de la informa-
ción que ha impedido a muchos hi-
jos de desaparecidos, encontrados en
condiciones similares, reconstruir su
vida.
El caso Gelman revivió en Uruguay
la necesidad de la justicia, ya que,
como en el resto de los países, la
impunidad que fue impuesta en este
caso a partir de un plebiscito cuan-
do aún las heridas estaban abiertas
y no se conocían muchos de los la-
berintos y la perversidad de la re-
presión, es una sombra sobre la de-
mocracia que no termina de cerrar.
Relato extraído del libro «Opera-
ción Cóndor» Pacto Criminal, de
Stella Calloni.

«Tengo un único recuerdo, que atesoro como si fuese de

oro, en el que estoy con mis padres»
Por Fernando Latrille
Carla Artés vive en España desde que su Abuela Matilde Artes pudo recuperarla de sus apropiadores, Alfredo Rufo y su mujer, cuando
ella tenía 10 años. Su madre Graciela Rutilo Artés, que era dirigente estudiantil y había apoyado una huelga minera, fue secuestrada
el 2 de abril de 1976 en Bolivia junto a su hija Carla de tan sólo 9 meses de vida, víctimas del Plan Cóndor (Plan de coordinación de
operaciones de las cúpulas de los gobiernos dictatoriales del Cono Sur de América- Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y
Bolivia- entre sí y con la CIA de los Estados Unidos, llevado adelante en las décadas de 1970 y 1980), ya que el 29 de Agosto de 1976
son ilegalmente entregadas por la dictadura de Hugo Banzer a la dictadura de Rafael Videla y llevadas al centro clandestino Automo-
tores Orletti . Su padre no llegó a saber nunca de su traslado a la Argentina ya que el 17 de septiembre de 1976 es asesinado junto a
otros compañeros en una casa de seguridad en Cochabamba.
Carla Artes dialogó con este periodista desde España, y brindó gentilmente su valiente testimonio parra Despertar

¿Me podrías contar la y minera. El 2 de Abril de leche, y para colocar la

historia de tus padres, su
militancia, su posterior
secuestro y desaparición?
Mi madre vivió desde muy
niña en Bolivia, país que
sentía como propio aunque
de nacimiento era Argentina.
Decidió irse a estudiar a la
Argentina, allí conoció a mi
padre que por aquel
entonces también estudiaba
medicina. Creo que fue un
amor sin condiciones y muy
Carla, solamente tenías 9
puro porque se enamoraron
meses cuando desapareciste
y pronto me tuvieron a mi.
junto a tu madre en manos
Mi nacimiento se produce
de los verdugos del plan
en Lima, Perú, el 28 de junio
Cóndor, ¿qué registró tenés,
del 75. Ellos tenían una
si es que existe alguno de
militancia comprometida y
aquel entonces?
el 11 de octubre de 1975 se
Aunque todo ocurrió siendo
trasladan a Bolivia donde
yo muy pequeña recuerdo
pertenecen al ELN boliviano.
algunas caras y lugares.
Mi madre como dirigente
Tengo un único recuerdo,
estudiantil participa en
que atesoro como si fuese de
diferentes actos en contra
oro, en el que estoy con mis
de la explotación campesina
padres.
1976 asiste a una huelga
minera y ese mismo día
somos secuestradas de la
casa donde vivíamos. Ella es
llevada al Departamento de
Orden Político y a mi me
ingresan en un orfelinato
con nombre supuesto, Nora
Nemtala (NN). A todo esto,
por la militancia, mi padre se
encontraba en Cochabamba
y se entera de lo sucedido
con nosotras. Lo jorobado es
que tanto él como mi madre
estaban buscados por ser
personas importantes dentro
del ELN boliviano. Imaginate
que mis padres no pasaban
desapercibidos en un país
donde la gente en su
mayoría es de piel oscura y
baja, mi mamá con 1,73cm
de altura y de pelo castaño y
tez blanca, mi papá, casi uno
noventa de estatura, ojos
azules y blanco como la
guinda en el pastel yo era
rubita, blanquita, y con ojitos
claros; lo que es lo mismo
que era casi imposible que
no fuéramos detectados por
la maquinaria represiva de
Banzer. Mi madre y yo somos
trasladadas a la Argentina el
29 de Agosto de 1976
ilegalmente entregadas por
la dictadura banzerista a la
dictadura de Videla a través
de la frontera de Villazón –
La Quiaca. (Existe un
documento que da fe de
ello). En la argentina somos
llevadas al centro
clandestino de detención
Automoteres Orletti, donde
imperaba el Plan Cóndor.
A todo esto mi padre no llega
a saber nunca que somos
trasladadas a la Argentina, el
17 de septiembre de 1976, es
asesinado junto con otros
compañeros en una casa de
 17
«Tengo un único recuerdo, que atesoro como si fuese de oro, en el que estoy
con mis padres»
seguridad en prófugos de la justicia y no nos
cuando me di cuenta lo que lo que iba a pasar me tomé
Cochabamba. llevaban al colegio por lo tanto
me había pasado. La todo con mucha calma. El 24
Fuiste apropiada por nos pasábamos mirando la tele
explicación de porque no de agosto de 1985 es el
quién formaba parte de la casi todo el día, y así fue como
quería la luz apagada cuando operativo donde caen Ruffo
triple, Alfredo Ruffo vi a esa señora con la foto de
me iba a acostar, porque no y parte de su banda. El día
¿cómo fue vivir en un Carlita 9 meses desaparecida y
me podía meter en la ducha fue largo y cansador como
hogar de apropiadores, me reconocí en ella, cuando (sentía pánico a meterme en para cualquier niño. El final
cuál era el trato para pregunté qué hacia esa señora
ella), porque siempre de la noche fue más
contigo? con mi foto me llevé una recordaba la cara de Ruffo interesante cuando el Juez
Si te soy todo lo sincera soberana paliza y un: ...es una
pegada a mi cara y su Fernando Archimbald me
posible mis recuerdos son vieja bruja que te está respiración. Supongo que lo presentó a mi abuela.
solo palizas, y mucho buscando para sacarte la he ido asumiendo poco a Salimos de tribunales con
maltrato psicológico, por no sangre. No pregunte más y poco, el hablar con otras una custodia policial y con un
hablar de los abusos días después salió en un personas a las que les ha montón de cosas por
sexuales. Me imagino que periódico el cartel de buscados
ocurrido lo mismo, lo de los contarnos.
criar a la hija de la persona con la foto de ellos y la mía.
abusos en la infancia, y el Las cosas fueron
que has asesinado y verla Así se sembraron las dudas de
darme cuenta que cuando medianamente difíciles para
crecer pareciéndose cada mi identidad. pasa esto tiendes a querer las dos, teníamos que
vez más a tu víctima debe olvidarte de ello, y cuando conocernos ya que éramos
ser jodido. Pero ellos se lo Sin dudas tu testimonio fue resurge nuevamente es dos desconocidas. Poco
buscaron, podían haberme fundamental para entender recién cuando uno esta tiempo después me hicieron
adoptado, pero no, me como actuaron los genocidas, preparado para asumirlo. No el análisis de ADN que no
inscribieron como hija los verdugos. Has dado un es fácil, pero creo que es hizo más que reafirmarme
propia, y ahí demostraron valiente testimonio contando importantísimo que la gente que yo era carla. Como bien
la clase de personas que la perversidad de esta gente, sepa que clase de gentuza es dices la situación se hizo
son. Mis únicos recuerdos contando incluso el abuso que esta, en todos los sentidos insostenible en la Argentina
lindos son con mi hermano sufriste por parte del de la palabra. por las leyes y también que
de crianza, Alex, al cual, apropiador Alfredo Ruffo el plan de vida de mi abuela
aunque hayan pasado ¿podrías dar cuenta de ello? Hay una historia feliz, que estaba en España, no allí, con
muchos años, sigo ¿Cuánto tiempo te costo el es en tu caso la lo cual, en cuanto pudimos
queriendo como si fuera mi digerir, el poder expresar lo recuperación de tu nos escapamos.
hermano. que te había sucedido, el identidad, la búsqueda de
poder abrirte y contar el daño tu Abuela, el poder salir de Seguramente para vos lo
¿Cuándo comenzaste a perpetrado por este ese infierno, el viajar a que falta es que se juzguen a
tener dudas de tu apropiador y asesino? ¿El España escapando de las los culpables del centro
identidad? relato, el expresar la verdad, leyes del olvido y del operativo del Plan Cóndor,
Creo que cuando me ayudó a liberarte, produjo perdón instauradas Automotores Orletti, ya que
pegaban tanto, no entendía algún cambio en tu vida, cuál impunemente en la sobre Eduardo Ruffo pesó la
que fueran tan crueles con es la importancia desde tu Argentina. ¿Podrías realizar condena de seis años y
una hija. Y cuando en 1984 óptica, de lo que te ha un relato de tu recuperación medio y su esposa fue
llega a la Argentina mi sucedido, el poder dar de la identidad, y de por eximida por la apropiación
abuela y comienza a salir en testimonio abiertamente y sin qué te fuiste a España? sobre tu persona, aunque
la tele con las fotos de sus tapujos? Tenia 10 años cuando fui seguramente esto no hayas
dos desaparecidos. Fue recién en 1993 con mis recuperada por mi abuela, compartido ¿cuál pensás
Nosotros ya estábamos primeras relaciones sexuales creo que como intuía algo de que fue la actitud de la

«Si te soy todo lo sincera posible mis recuerdos son solo palizas, y mucho
maltrato psicológico, por no hablar de los abusos sexuales. Me imagino que
criar a la hija de la persona que has asesinado y verla crecer pareciéndose
cada vez más a tu víctima debe ser jodido»
18
«Supongo que lo he ido asumiendo poco a poco, el hablar con otras personas a
las que les ha ocurrido lo mismo, lo de los abusos en la infancia, y el darme
cuenta que cuando pasa esto tiendes a querer olvidarte de ello, y cuando
resurge nuevamente es recién cuando uno esta preparado para asumirlo. No es
fácil, pero creo que es importantísimo que la gente sepa que clase de gentuza es
esta, en todos los sentidos de la palabra»

mujer de Ruffo? ¿y qué vida y el criarlos debe estar es de locos. brindes tu testimonio sobre
esperas ante el juicio a en la base de la verdad, de Creo ser una buena madre, ni lo
abrirse en junio sobr el contarles tu historia, la de mejor ni peor, sólo una sucedido?
centro clandestino de sus abuelos ¿cómo te madre. Les adoro, para mi La verdad es que esto es
detención Automotores preparaste para eso, si fue son lo mas importante de mi bastante difícil porque ya no
Orletti? algo natural, o algo que vida. Aunque soy un poco se habla como se hablaba
La mujer fue una partÍcipe estabas planeando? ¿Cómo hinchota, creo que mis hijos antes porque existía lo del
necesaria en este delito, es esa relación de madre están contentos de tener una juicio de Schilingo. Ahora
porque si bien el que lo hijos que brindas y que no madre, aparte de joven, que
vivimos en un mundo donde
cometió fue él, ella no opuso tuviste la oportunidad de los comprende al máximo.
nadie se preocupa por nadie
ninguna resistencia a tener a tener?
y mucho menos desde que
dos chiquitos que no sabía ni Siempre he creído en la ¿Cómo se milita esto de la
la bendita crisis ha entrado
de dónde procedían, ¿o si? verdad ente todo. Mis hijos memoria desde España,
Supongo que espero que se saben perfectamente que su existe una inquietud por en nuestras vidas. Eso hace
haga justicia de una vez por abuelo Enrique fue asesinado conocer lo que ha sucedido que sea mas difícil poder
todas. y su abuela Graciela en nuestro país durante la abrirle los ojos a la gente,
desaparecida. Los niños no última dictadura cívico sobretodo a las
¿Qué podes decir son tontos y creer que lo son militar, te llaman para que generaciones de hoy.
para quienes puedan llegar
a leer esta entrevista y
todavía no hayan
recuperado la identidad?
¿cuál es el
sentimiento que reinó en
vos una vez de comprobar
quién verdaderamente eras?
Creo firmemente que
cuando uno tiene dudas
busca el origen de éstas, lo
mismo pasa en este caso.
Ten en cuenta que yo tenía
diez años, a esa edad eres
bastante voluble y te adaptas
a tu realidad, aunque no te
guste. Con nuestra edad
actual es mucho más difícil,
pero no imposible.

Tenés tres hijos, y

seguramente el haber dado Lugar en donde funcionó el centro clandestino Automotores Orletti

«Siempre he creído en las verdad ente todo. Mis hijos saben perfectamente que
su abuelo Enrique fue asesinado y su abuela Graciela desaparecida. Los niños no
son tontos y creer que lo son es de locos»

Memorias del centro clandestino de detención
Automotores Orletti
Visto desde afuera, el edificio de
Orletti parece un enorme grarage.
Ubicado en la calle Florencio Flores
3519 – 21, esquina con Emilio
Lamarca, en el popular barrio de Flo-
res, en la Capital Federal, su entorno
es siniestro. Una zona oscura, donde
a los lados de la vía por donde pasa
el tren constantemente, hay árboles,
pastizales y sombras. Allí llevaron a
una cantidad imprecisa de extranje-
ros, mayoritariamente argentinos; de-
pendía del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, fuerzas de seguri-
dad en conexión con el ejército uru-
guayo. La Superintendencia de la
Policía Federal dirigía los
interrogatorios, tal como consta en el
libro Nunca más. Podía decirse que
era un terrible nido de los cóndores.
Los automóviles entraban por una
puerta muy grande que se cerraba con
una cortina metálica. A la izquierda
de ésta había una puerta blindada con
mirilla. Se abría sólo bajo una con-
signa emitida por radio: Operación
Sésamo, parodiando el «ábrete Sésa-
mo» de la cueva de Alí Baba y los
cuarenta ladrones.
El lugar constaba de dos plantas. En
la planta baja, un gran salón e seis u
ocho metros por treinta. Una división
baja separaba del retrete (uno para
treinta personas) y del lavadero. De
ahí salía una escalera de base de hor-
migón y peldaños de madera. Piso de
hormigón, sucio de tierra y grasa.
Partes de autos desparramadas; tam-
bién automóviles secuestrados. Tan-
que de agua con un aparejo de donde
colgaban a los presos para el «sub-
marino banderola». En la planta alta
funcionaban una sala de interrogato-
rio, otra de torturas y una terraza don-
de se colgaba la ropa a secar. Los mi-
litares llamaban a ese centro «El Jar-
dín».
Relato de una víctima: testimonio
de José Ramón Morales y Graciela
V. de Morales
Nuestra detención se produjo el día
martes 2 de noviembre de 1976. Fue-
ron detenidos primero mi hermano
Luís Alberto Morales y su esposa
Nidia (22 y 24 años, respectivamen-
te) en casa de los padres de ella. In-
mediatamente fue arrestado mi padre
en uno de los lugares que frecuenta-
ba en su trabajo y se lo llevaron a la
dependencia donde fue torturado,
pues en el interrogatorio inicial no ob-
tuvieron la dirección donde vivíamos
mi compañera y yo y que compartía-
mos con mis padres desde hacía dos
meses. Encontraron a mi madre sola
en la casa, la maniataron a una silla y
le vendaron los ojos aguardando a que
llegáramos. Mataron al perro de mi
hija que seguramente alertaba sobre
su presencia. Graciela, mi esposa, lle-
gó a las 16 horas con nuestras dos
hijas. La apresaron entre varios hom-
bres mientras las nenas lloraban y mi
madre gritaba desesperadamente. Le
quitaron la venda le entregaron a las
nenas. Maniataron a Graciela con
unas boleadoras que teníamos de
adorno (con las manos a la espalda),
la llevaron al dormitorio de las ne-
nas, la lanzaron a una de las camas y
entre cuatro hombres comenzaron a
golpearla. Son golpes a la cara y a la
cabeza y le retorcían los pechos mien-
tras la interrogaban. Le preguntaban
por mí, que dónde estoy y que si vol-
veré. Pretenden que acepte que las ar-
mas largas que ellos trajeron estaban
en casa…le ofrecieron quedarse con
un solo hombre para hablar más tran-
quila. Ella lo aceptó pensando que eso
podía ofrecerla la posibilidad, aunque
remota, de fuga. Intentó desatarse y
el custodio se dio cuenta y gritó alar-
mado a los otros que, entonces,
reiniciaron el castigo. Luego la con-
dujeron al garage en el que habían
entrado un automóvil, Torino blanco
y la tiraron en el piso del coche. Sa-
lieron con él deteniéndose a una cua-
dra donde había una camioneta esta-
cionada. Allí introdujeron a mi padre,
encapuchado y atado, lanzándolo so-
bre el cuerpo de mi compañera. Lue-
go continuaron viaje unos 20 minu-
tos y, al detenerse, tocaron bocina por
dos veces, se escuchó el ruido de una
persiana y al levantarse entran en un
local. Los bajaron del automóvil, los
separaron y la condujeron (a la espo-
sa de Morales) hacia una escalera que
la obligaron a subir golpeándola con-
tinuamente. En una pieza grande en
la que hay sillones, sillas y mesas, la
desnudaron y la colgaron de las ma-
nos atadas a la espalda. Regaron al
piso con sal gruesa y comenzaron a
aplicarle la picana eléctrica en forma
intensa, especialmente en la cabeza,
el corazón, la vagina, lo que le pro-
duce vómitos de sangre. Luego le in-
trodujeron un palo en la vagina, con
el que la levantan aplicándole la
picana eléctrica (omitimos parte del
testimonio por el horror de
éste)…hasta que le produce una he-
morragia. Graciela perdió la noción
del tiempo. Pararon la tortura, la des-
colgaron, le sacaron las manos y le
colocaron esposas…En ese momen-
to, llegaron otros gritando contentos
que me han capturado. La conduje-
ron a un calabozo donde están Luís
Alberto y Nidia, a quienes traslada-
ron a otro donde ya hay dos secues-
trados más, a los que llaman ‘los
bolivas’ (seguramente bolivianos).
Alcanza (Graciela) a escuchar que me
torturan, trata de taparse los oídos,
adormeciéndose de a ratos y desper-
tando sobresaltada. Más tarde siente
que dejaron de castigarme y me con-
ducen a una salida. Al regresar, la
buscan nuevamente, la llevan a una
pieza, le cubren las muñecas con cue-
ro y la atan a un elástico de cama con
una manta por debajo, tapándole la
cara con una almohadón cada vez que
grita. La interrogan nuevamente, la
vuelven a picanear en forma
despiadada, esta vez durante una hora
más. Cuando concluyen, la dejan sola
en la misma posición siempre venda-
da con tela adhesiva, la que consigue
descorrer para observar lo que suce-
de alrededor.
Morales narra luego cómo lo apresa-
ron a él cuando llegó a su casa ese
mismo día en la noche. Lo estaban
esperando los hombres del grupo de
tareas y allí mismo lo esposaron y, al
oponer resistencia, le dispararon a los
pies y finalmente lo hirieron en una
pierna. Como el resto de la familia,
fue llevado en un a camioneta a un
local en cuyo frente había un gran
cartel que decía «Automotores». Ya
adentro, lo bajan, lo golpean y le co-
locan una capucha de hule. Como los
otros debe subir una escalera hasta el
primer piso y lo llevan hasta el trági-
co lugar de los interrogatorios.
Cuando se sientan, el que me interro-
ga, de unos 30 años y que tiene cono-
cimientos de medicina, hace que me
corten el pantalón y coloca un par-
che en la pierna herida. Me intima que
conteste porque tiene a mi padre, a
Graciela, a mi hermano, a mi cuñada
y que si no lo hago los torturarán a
ellos hasta que yo diga todo. Traen a
papá encapuchado, con las manos ata-
das a la espalda. Le quitan la capu-
cha y veo que tiene el rostro totalmen-
te inflamado, magullones, sangre seca
y un ojo casi cerrado y totalmente
azul. Me mira y calla. Traen a mi her-
mano y mi cuñada con los ojos ven-
dados y las manos atadas adelante.
Tienen signos de haber sido golpea-
dos. Aplican golpes de picana eléc-
trica a papá y a Luís Alberto, golpes
con un palo a mi cuñada y luego se
los llevan. Continúan interrogándo-
me y traen a mi padre solo. Lo cuel-
gan con el aparejo desde las esposas
(tiene las manos atadas a la espalda);
gime. Lo hacen girar en el aire, le
pegan con un palo y le aplican la
picana con mayor intensidad que la
vez anterior. Por momentos aumen-
19
tan la brutalidad. Lo paran sin des-
colgar para que se reanime, me dicen
que le vea la cara….; finalmente se
lo llevan y me preparan para la picana
con un elástico de cama igual que
habían hecho con Graciela. La tortu-
ra dura tres horas aproximadamente
en las que hacen un alto para cenar
en la misma habitación. Me pasan la
picana por todo el cuerpo…, en una
ocasión que se habían detenido más
sobre el pecho, mientras me reanimo,
escucho que uno dice que me pueden
seguir torturando…, uno me tapa la
cara con un almohadón y me golpea
alternativamente la herida con un
palo, me patean en el cuerpo y tam-
bién recibo golpes en la cara y la ca-
beza. Así, hasta cuando me desatan,
no puedo levantarme; estoy mareado
y débil. Me sacan procurando que en-
cuentre el domicilio de otra persona
y vuelven a traerme. Oigo que tortu-
ran a Graciela. Luego- ya son más de
las cinco de la mañana- me dejan di-
ciendo que van a dormir. Viene uno
que nos golpea alternativamente a
Graciela y a mí. Me pega en las
rodillas…simula ahorcarme y con un
hierro me golpea la frente intermiten-
temente. Me hace tirar al suelo y me
amenaza con practicar tiro al blanco
con nosotros y agarrarme con un so-
plete de acetileno. Se va e intento dor-
mir. Me despierta Graciela que ha
logrado soltarse y trae dos armas.
La historia de los Morales es muy
importante, porque Graciela logró
zafarse de sus ligaduras y aprovechó
el momento en que los verdugos des-
cansaban; se apoderó de las armas,
despertó a José y se enfrentó con al-
gunos de sus captores. Finalmente,
lograron huir, heridos y desnudos,
provocando un golpe a los verdugos
de Orletti. Su huida obligó a cerrar
rápidamente Automotores Orletti, tal
como relatan los sobrevivientes.
El 16 de enero de 1979, José Mora-
les murió heroicamente luchando jun-
to a los sandinistas en la guerra con-
tra el dictador Anastasio Somoza. La
otra fuga que marcó a la dictadura ar-
gentina fue la de un grupo de prisio-
neros que estaba en la llamada man-
sión Seré.
El testimonio de José Morales fue
incluido en el Informe V de la Comi-
sión Argentina por los Derechos Hu-
manos.
Relato extraído del libro Operación
Cóndor, Pacto Criminal de Stella
Calloni
20
«La reconstrucción demanda mucha inteligencia y
energía»
Por Fernando Latrille

Javier Urondo es hijo del escritor y poeta asesinado Paco Urondo. Compartió con su padre la militancia, algo que atravesó a toda su
familia, eran tiempos donde la revolución Cubana y el «Che» Guevara eran ejemplos palpables a seguir. Habla de su drama familiar,
de la pérdida de su padre pero también de su hermana. Su respuesta inteligente se diferencia de otros relatos cuando arroja con
claridad «creo que en algún lugar uno tiene que entender que es la vida del otro y que lo que hizo es lo que quería, es mas importante
aceptarlo que entenderlo». De esa manera Javier Urondo, quien espera que la justicia de Mendoza tenga más voluntad que la que
demuestra para poder al fin juzgar a los asesinos de su padre, brindó su testimonio para Despertar.

que habitó en tu padre y

aparecida. La versión origi- le de personas, reuniones
en esa generación un senti-
nal de los hechos señala que permanentes, cómo fue ir
miento de culpa por el
Urondo ingirió cianuro para creciendo así?
hecho de la muerte del
no caer vivo a una mesa de No fue en mi infancia sino
«Che» Guevara en Bolivia,
tortura. La autopsia del mé- en mi adolescencia. En mi
algo así como «mira, murió
dico Roberto Bringuer lo infancia fue la muerte del
desmiente. Sostiene queel «Che» allá, y nosotros Che, los viajes a cuba ,
murió por «contusión ¿qué hacemos?» ¿Qué azules y colorados y mu-
crees vos que fue lo que lo
craneoencefálica», víctima chos personajes de la vida
de golpes en la cabeza atravesó a tu padre para política cultural.
llegar al grado de entrega La adolescencia fue distin-
¿Qué heredaste de ese total al que llegó, de la ta, en casas donde vivía
padre escritor, poeta, militancia que él tuvo? mucha gente y había mu-
En mayo de 1976 guionista? Es una pregunta complica-
OTRA COSA
Montoneros trasladó a Paco Algunos derechos de autor, da, porque nunca le escu-
Urondo a Mendoza con la su escritorio, algunos cuan- ché sus razones, creo que Queridos hijitos,
su papá poco sabe de ustedes
misión de rearmar una re- tos problemas de seguridad hubo muchas: una y sufre por esto.
gional desangrada. Cayó el y bastante tristeza, que en militancia intelectual de Quiere ofrecer un destino
luminoso y alegre,
17 de junio en una cita en- todos estos años se fueron izquierda que omitía capri- pero no es todo
venenada en Guaymallén. acomodando algo. Me chosamente la existencia y ustedes saben:
las sombras,
Iba en un Renault 6 verde gustaría aclarar que la vida del peronismo, justamente las sombras,
con su compañera, la hija de pública de mi viejo no con- creo que eso terminó acer- las sombras,
cándolo al peronismo, la las sombras
ambos, Angela, y otra mili- formó la relación entre me molestan
tante. Al llegar vio que su padre hijo, podría haber entrada de mi hermana y no las puedo tolerar.
contacto estaba sentado en sido tornero o taxista y las antes que él en las FAR vía Hijitos míos,
Carlos Olmedo (creo que no hay que ponerse tristes
el asiento trasero de un cosas habrían sido lo mis- por cada triste despedida:
Falcon. Era un operativo mo. Mi relación no estaba Carlos fue un personaje todas lo son, es sabido,
definitorio para la vida porque hay otra partida,
conjunto del Ejército y la po- atravesada por su profe- otra cosa, digamos
licía. Los persiguieron trein- sión de manera importan- militante de mi viejo) y donde nada
nada
ta cuadras. Al verse cercado, te, quizás un poco más por supongo que lo ineludible está resuelto
hizo bajar a las mujeres para su militancia, porque eso de esa generación, pero Paco Urondo
que escaparan. Raboy alcan- generó un cambio significa- podría narrar mil razones
zó a dejar a la beba en un co- tivo en nuestras vidas. más.
rralón. Fue secuestrada,
trasladada al Departamento Horacio Verbitsky cuenta ¿Cómo fue tu infancia, eso
de Informaciones (D2) de la en el documental «paco de vivir en hogares diferen-
policía y permanece des- urondo la palabra justa», tes, atravesados por esa
militancia de tu padre,
donde tu casa era un desfi-
«Mi relación no estaba atravesada por su profesión de manera importante, quizás
un poco más por su militancia, porque eso generó un cambio significativo en nues-
tras vidas»

«Se llevaron detenida a mi madre y a mí me dejaron dándome una palmada en la
cabeza diciendo ‘ordená todo pibe’»
cho movimiento, su estadía
en Devoto, su salida el 25
de mayo del 73, sus laburos
en letras para el diario
Noticias, la clandestinidad y
su último traslado hacia
Mendoza donde fue asesi-
nado junto a su esposa que
aún permanece desapareci-
da.
Cuando lo detienen a tu
padre en 1973, jugaste un
rol importante ¿podrías
realizar un relato de lo
sucedido, de lo que hiciste
cuando tenías solamente
12 años?
No tenía 12 sino 15 años. El
tema es que yo estaba con
mi madre en la casa de
Ciudad de La Paz y llegó la
policía, la gran pregunta
durante el allanamiento era
dónde estaba mi padre y mi
hermana Claudia. Se lleva-
ron detenida a mi madre y a
mí me dejaron dándome
una palmada en la cabeza
diciendo «ordená todo
pibe». Esperé un rato, y no
tenía cómo avisarle a mi
viejo lo que había pasado
así que me fui a la quinta de
Tortuguitas haciendo una
gran vuelta para que no me
siguieran, llegué a la quinta
después de casi tres horas
de vueltas. Cuando entré
era de noche, las luces
estaban encendidas pero
no estaban los autos. Como
el portón estaba con canda-
do tuve que saltar. Cuando
entré a la casa me di cuenta
que estaban todos deteni-
dos porque era un verdade-
ro desastre, entonces salí
corriendo y volví para capi-
tal y avisé que habían caído
todos presos hasta donde
yo sabia. Cuando llegué a la
otra casa ya había un poli-
cía en la puerta. Fue enton-
ces que arrancó toda la
maquinaria de abogados y
cultura para pedir que les
quiten la incomunicación.
Los abogados fueron Orte-
ga Peña, Duhalde y Marta
Martino
¿Cómo viviste la etapa de
clandestinidad de tu pa-
dre?
Clandestino igual que él y
luego del golpe, una vida
muy ordenada, muy metó-
dica, del trabajo a casa y de
casa al trabajo, con mucho
miedo y montones de pro-
blemas económicos, pero
siempre en Buenos Aires
trabajando en una fábrica
durante varios años hasta
que las cosas mejoraron un
poco y pude trabajar en
algo mejor.
¿Cómo evalúas el compor-
tamiento que tuvo la orga-
nización montoneros con
tu padre? Verbitsky dice
que muchos de su genera-
ción se han realizado la
siguiente pregunta ¿Cómo
pudo ser que personas
como tu padre hayan reco-
nocido a la conducción de
montoneros con gente tan
mediocre que no cuidó de
su gente pensante? ¿Cómo
lo ves vos?
Esto forma parte de la
autocrítica que nunca se
hizo, tiene que ver con la
derrota, con las líneas inter-
nas de Montoneros. Creo
que mi viejo, y mucha gente
más, estaban por una idea
21
LA VERDAD ES LA ÚNICA REALIDAD
Del otro lado de la reja está la realidad, de este
lado de la reja
también está la realidad; la única irreal es la reja;
la libertad es real aunque no se sabe bien si pertene-
ce al mundo de los vivos, al mundo de los muertos,
al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia,
al de la explotación o de la producción.
Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel cuerpo,
ese vaso de vino, el amor y las flaquezas del amor,
por supuesto, forman
parte de la realidad; un disparo en la noche, en la
frente de estos hermanos, de estos hijos, aquellos
gritos irreales de dolor real de los torturados en el
angelus eterno y siniestro en una brigada de policía
cualquiera son parte de la memoria, no suponen
necesariamente el presente, pero pertenecen a la
realidad. La única aparente es la reja
cuadriculando el cielo, el canto perdido de un preso,
ladrón o combatiente, la voz fusilada, resucitada al
tercer día en un vuelo inmenso cubriendo la
Patagonia porque las masacres, las redenciones,
pertenecen a la realidad, como la esperanza resca-
tada de la pólvora, de la inocencia estival: son la
realidad, como el coraje y la convalecencia del mie-
do, ese aire que se resiste a volver después del peli-
gro como los designios de todo un pueblo que mar-
cha
hacia la victoria o hacia la muerte, que tropieza,
que aprende a defenderse, a rescatar lo suyo, su
realidad.
Aunque parezca a veces una mentira, la única men-
tira no es siquiera la traición, es simplemente una
reja que no pertenece a la realidad.
Paco Urondo
Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973.
más frentista que militar.
Creo que el diario Noticias «Ahora las cosas
reflejaba esa línea más están donde tiene
política y de buscar aliados
pero claramente la que que estar, el afec-
ganó fue la militar. to lo vamos cons-
truyendo día a
¿Podrías contar que edad
tenías cuando muere tu día por todos los
padre, cómo viviste esa años perdidos
situación y cómo se produ-
jo el asesinato de Paco agrandando la
Urondo en Mendoza? familia, hay mu-
Tenía 18 años con lo de mi
padre y 19 con lo de mi
chos niños y eso
hermana y su marido. Fue esta bueno, y creo
una de las vivencias mas que es lo que más
tristes y aterradoras de mi
vida, de gran violencia y sana las heridas»
22
desgarro, una historia que
nunca terminás de ordenar.
Creo que la muerte de la
manera que le ocurrió a mi
padre es una de las mane-
ras mas miserables de
morir para alguien tan
valioso para nuestra fami-
lia, no deja de atormentar-
me la manera en que mu-
rió.

¿Quiénes fueron los res-

ponsables y en qué paso
se está de hacerse justicia
por lo sucedido con tu
padre?
Los acusados son
Menéndez y la D2 , el juicio
tenía fecha para el 11 de
marzo , pero ahí estamos,
entre la chicana judicial y la
poca voluntad de la justicia
de Mendoza por ocuparse
de juzgar estos crímenes.
En el medio de la tragedia
de tu padre está también
la historia de tu media
hermana, que una vez
asesinados, tu padre y su
madre, fue criada por una
prima de ésta que decidie-
ron no contarle su historia,
sobre sus padres. ¿Cómo
fue esa búsqueda, su en-
cuentro y cómo es tu rela-
ción actual con ella?
Es una historia muy com-
plicada que sumado a la
tragedia familiar fue muy
duro. Ahora las cosas están
Francisco Paco Urondo; Francisco (Abuelo) Urondo; Javier Urondo
«Creo que mi viejo, y mucha gente más, estaban por una idea
más frentista que militar. Creo que el diario Noticias reflejaba
esa línea más política y de buscar aliados pero claramente la
que ganó fue la militar»
donde tiene que estar, el en tu caso particular, con tración de no tenerlo da
afecto lo vamos constru- tu historia y a la distancia mucha bronca. Ví muchos
yendo día a día por todos ¿A veces le reprochas algo hijos haciendo una cons-
los años perdidos agran- a tu padre o puede más el trucción épica de lo perdi-
dando la familia, hay mu- orgullo de ese padre que
do, convirtiéndolos en
chos niños y eso esta bue- tuviste que vive en la héroes. Para mí, esa es la
no, y creo que es lo que memoria de muchos ar-
más peligrosa en términos
más sana las heridas gentinos?
de salud mental, creo que
La reconstrucción demanda
en algún lugar uno tiene
¿Cómo es la reconstruc- mucha inteligencia y ener-
ción que seguramente gía. Seguramente para un que entender que es la vida
hiciste sobre la historia de niño mas chico que perdió del otro y que lo que hizo
tu padre? a su padre la pregunta es, es lo que quería, es mas
Los hijos reprochamos a había algo mas importante importante aceptarlo que
nuestros padres siempre, que criarme a mí? La frus- entenderlo.

«La reconstrucción demanda mucha inteligencia y energía. Seguramente para un

niño mas chico que perdió a su padre la pregunta es, había algo mas importante
que criarme a mí? La frustración de no tenerlo da mucha bronca. Ví muchos hi-
jos haciendo una construcción épica de lo perdido, convirtiéndolos en héroes.
Para mí, esa es la más peligrosa en términos de salud mental, creo que en algún
lugar uno tiene que entender que es la vida del otro y que lo que hizo es lo que
quería, es mas importante aceptarlo que entenderlo»

DE OPOSITORES A OBSTRUCTORES
En el sano ejercicio de la democracia
existe la oposición, pero ¿qué significa
ser oposición? Tener una posición dis-
tinta o contraria a esa que se ejerce o
plantea. Pero el problema que existe ac-
tualmente es que quiénes después del 28
de junio no han ejercido el rol de opo-
sición, lo que sería un justo derecho y
pertinente para la vida política democrá-
tica e institucional de cualquier país, sino
que han decidido ser obstructores, y eso
es lo malo para cualquier democracia
que se precie de tal.
Ser opositor, ejercer ese derecho, los lle-
varía a plantear otras ideas, otros argu-
mentos, otros caminos posibles a esa
posición que no comparten. Pero resul-
ta que eso no sucede, y es ahí donde
dejan de ser opositores y se transforman
en simples obstructores de un Gobier-
no.
La foto que evitaron los obstructores
cuando se amontonaron para el reparto
dce comisiones e impedir que Cristina
Fernández pueda ejercer libremente el
mandato que le delegó el pueblo argen-
tino, que es regir los destinos de nuestro
país ejerciendo la Presidencia de la Na-
ción, fue la de dejar a un Carlos Menem
a un costado frente a las cámaras, pero
otorgándole protagonismo a quien se
ocupó de pulverizar las instituciones
cuando decidió rematar el aparato pro-
ductivo del Estado para pagar deuda ex-
terna, algo de lo que olvidaron quienes
decidieron amontonarse a la hora de rea-
lizar la alianza obstructora. Por eso el
arco obstructor fue en busca de Menem,
porque no hace falta ir en busca de ideas,
se juntan, se amontonan, con el deseo
de obstruir, por eso suceden sus interfe-
rencias, sus peleas internas públicas,
porque no son parte de un proyecto, no
comparten ideas, ni las tienen en busca
de un país mejor, no proponen alguna
salida que supere la planteada por la Pre-
sidenta. Fue así que el conglomerado
de radicales, peronistas díscolos y disi-
dentes, juecistas cordobeses, los cívicos
de Elisa Carrió y los socialistas, se que-
daron con la mayoría en las 25 comisio-
nes permanentes del Senado, ocho so-
bre un total de quince integrantes y la
presidencia en trece de ellas. Las otras
doce quedaron en manos del oficialis-
mo, pero en minoría numérica. El cam-
bio de mayorías incluyó a tres comisio-
nes claves, Presupuesto, Asuntos Cons-
titucionales y Acuerdos. Allí incorpora-
ron al ex presidente Carlos Menem res-
ponsable de hundir al país, que había re-
clamado mayor protagonismo para
acompañar la propuesta opositora.
En eso consiste el trabajo de los obs-
tructores, en realizar alianzas con una
persona que debería estar dando cuenta
a la justicia y no ocupando una banca
como representante parlamentario. Se
podrá decir que ese es el lugar dónde lo
colocó el voto ciudadano, pero al mis-
mo tiempo Menem termina siendo ejem-
plo de la vergüenza de ese conglomera-
do obstructor que conoce a ciencia cier-
ta la aplicación de las recetas neolibera-
les que Carlos Menem impuso desbas-
tando las empresas Estatales y sumer-
giendo al país en el desempleo y en la
deuda externa que es el tema que se de-
bate en estos días. También ese ejemplo
de impunidad, que es que Carlos Me-
nem se encuentre en libertad, contradi-
ce al comunicado de la Corte Suprema
de Justicia que pidió «mesura» y entre
otras cosas señaló «un estado goberna-
do por leyes que se aplican a todos por
igual». Parece que los cortesanos no han
visitado las cárceles argentinas que se
encuentran atestadas de pobres y que
quienes tienen la posibilidad de poseer
poder económico o político han eludido
a la justicia, y que existen jueces que
miden con distinta vara, un caso pun-
tual puede ser el mismo Menem y la
señora Ernestina Herrera de Noble, due-
ña de Clarín. Imagine el lector por unos
segundos que un ciudadano común y
corriente, sin poder alguno, haya come-
tido el delito de apropiación como lo
hizo la señora Ernestina Herrera de No-
ble, o que alguien haya cometido la can-
tidad de delitos, de fraudes, que Carlos
Menem cometió desde el Estado, ¿que
sucedería con ellos, tendrían el mismo
trato que tuvieron de parte de la justicia
estos dos personajes que hasta el día de
hoy han burlado a la misma? Ejemplos
para dar cuenta que no todos somos igua-
les ante la ley, deuda que la justicia tie-
ne con los ciudadanos, ya que no garan-
tiza esa igualdad que la Corte Suprema
de Justicia marcó en el comunicado de-
dicado a la Presidenta por su crítica a
esa coorporación.
Acostumbrados a que el olvido jugará
de su parte, los obstructores, varios de
ellos, se ocuparon de generar la deuda
que el país hoy tiene que afrontar, y se
presentan como los defen-
sores de las instituciones
como si fueran nuevos ac-
tores de la política.
Para dar cuenta de la gra-
vedad del arrebato realiza-
do por ese tren fantasma
obstructor tanto en el Se-
nado como en la Cámara
de Diputados el ejemplo
horroroso está en el nom-
bramiento del Diputado
Nacional Alfonso Prat
Gay como titular de la Co-
misión de Finanzas, cuan-
do este sujeto fue un alto
ejecutivo de J. P Morgan,
un agente de la banca in-
ternacional que ayudó a
hundir al país sometiéndo-
nos con la deuda externa.
Se olvidaron y pretenden
olvidar que estuvo al fren-
te del Banco Central,
puesto al que llegó de la
mano de Eduardo Duhalde en el 2002,
y uno de los primeros escándalos fue que
se le descubriera que no había declara-
do bienes por 6,4 millones de dólares
que poseía en el exterior. Ese era el pre-
sidente del Banco Central que teníamos
y que hoy se presenta de la mano de la
incoherente Elisa Carrio como el cam-
bio, ocupando en el Congreso una de
las Comisiones fundamentales.
La importancia del cambio en el Cen-
tral
La importancia de que Mercedes Mar-
có del Pont se encuentre al frente del
Banco Central radica en la transforma-
ción que debe existir en esa entidad. Fun-
cionarios y profesionales vinculados con
el CEMA (centro de formación de eco-
nomistas del neoliberalismo), fue lo que
reinó en el Banco Central por más de
veinte años, donde arrancó con la pues-
ta en marca de la convertibilidad, en
1991, con Roque Fernández como pre-
sidente, y siguió con Pedro Pou, donde
no tuvieron ningún prurito para echar a
cerca de mil trabajadores de la entidad
para que el CEMA tomara la conduc-
ción, con funcionarios que fueron que-
dando en puestos claves. Fue la época
en que se cambió la Carta Orgánica, jus-
tamente para otorgarle mayor autonomía
al Banco Central que significaba mayor
dependencia del Fondo Monetario In-
ternacional. Hay un hecho conocido que
no se recuerda. La Carta Orgánica se mo-
dificó con un texto enviado en ingles
desde Washington, de la cede del FMI.
Acá lo tradujeron y aprobaron.
La intención de Mercedes Marcó del
Pont quién posee antecedentes más que
convenientes para ser la persona adecua-
da a generar los cambios que se deben
dar en el BCRA, es la necesidad de cam-
biar el rol del sistema financiero, para
que sirva al sistema productivo. La ex-
23
Por Fernando Latrille
periencia de Marcó del Pont en el Ban-
co Nación, fue en ese sentido. Y está por
demás de claro que a los grupos de po-
der no les interesa tener una Presidenta
del Central con esas ideas y existe una
clara obstrucción por quién se definen
como opositores pero que no han dado
muestra de ideas, sino que ejercen una
obstrucción con el único sentido que es
desgastar al Gobierno, generando un
daño no a los Kirchner, sino al país.
Confirmando el clima destituyente
«Cuidado que en el Parlamento se res-
pira un espíritu golpista de que se tiene
que ir antes», esas fueron las palabras
de Roxana Latorre, la senadora santa-
fesina que no está de acuerdo en que se
rechace el pliego para que Mercedes
Marcó del Pont sea la Presidenta del
Banco Central.
A la senadora Latorre no se la puede juz-
gar de oficialista, votó en contra de la
resolución 125 y en contra de la ley de
comunicación de medios audiovisuales,
se encuentra en la vereda de enfrente del
oficialismo, forma parte de lo que se de-
nomina «arco opositor» y expresó cla-
ramente lo que muchos no quieren con-
firmar, o no se animan a decirlo públi-
camente, que es que muchos legislado-
res no quieren que la Presidenta termi-
ne su mandato.
La declaración de Latorre por TN, el
mismo canal del grupo Clarín que viene
cumpliendo un rol de desgaste, con la
intención de que el Gobierno de Cristi-
na Fernández no perdure en su manda-
to, es por demás de evidente. Pero la
confirmación viene de parte de una le-
gisladora a quién no pueden tildar de
oficialista, o de querer victimizar al Go-
bierno. Muchos trataban de minimizar,
o de no dar cuenta de la existencia de un
clima golpista que se viene respirando
desde el conflicto con los patrones del
agro a esta parte.
Justamente desde el Parlamento, dónde
queda confirmado el espíritu golpista
que se respira, es donde la mayoría de
las voces dicen ser las defensoras de las
instituciones que supuestamente los Kir-
chner no respetan. Contradictorio, por-
que que más claro, que existe un clima
golpista que se respira, como confirmó
la legisladora, para dar cuenta que no es
precisamente ese clima una defensa de
las instituciones democráticas.
Por supuesto que las declaraciones de
Latorre serán ligeramente olvidadas por
los conglomerados mediáticos que son
partícipes de ese clima destituyente que
día a día construyen desde la tapa de
Clarín, desde TN, el noticiero de canal
13, Radio Mitre y todas las demás li-
cencias que posee el pulpo Clarín por la
que desfilan los obstructores parlamen-
tarios haciendo cola para esparcir un
poco de ese clima golpista con el deseo
de contagiar a los consumidores de su
discurso.
24
LOS LATIDOS DEL ARMARIO
Estoy  preocupado,  Pochi.  La
radio no anuncia más que tra-
gedias, muertes, desaparición
y más muertes, es difícil ama-
necer  al  son  de  esas  noti-
cias. Realmente tengo miedo,
más que nada por los chicos y
vos, conmigo que hagan lo que
quieran,  yo  me  lo  busqué  en
definitiva, no renuncio a mis
creencias. Pero… ustedes? Us-
tedes no tienen nada que ver.
Le comentaba Omar a su espo-
sa,  una  mañana  entre  mates,
muy intranquilo ante la nue-
va  realidad  que  desbordó  a
la  Argentina  en 1976.
Omar  Darío  Amestoy,  apodado
el Negro, había nacido en No-
goyá. Estudió derecho, llegó
a convertirse en un gran es-
cribano y, por placer, en un
activo  militante  barrial.
Siempre fue un hombre inquie-
to, desde adolescente tuvo esa
tendencia a comprometerse con
la sociedad. Estaba casado con
María  Del  Carmen  Fettolini,
Pochi, una tierna maestra jar-
dinera que había sido su no-
via  desde  la  infancia.  Jun-
tos  tenían  dos  hermosos  hi-
jos,  María  Eugenia  de  cinco
años  y  Fernandito  de  sólo
tres. Para ese entonces, vi-
vían los cuatro, con la sim-
pleza  de  una  familia  de  ba-
rrio,  en  calle  Juan  B  Justo
de la ciudad de San Nicolás.
No eran tiempos fáciles para
los Amestoy ni para el resto
de la Argentina. El país es-
taba en  crisis.
Omar y Pochi, como todos pa-
dres  que  babean,  se  empeña-
ban  en  proteger  y  crearles
un mundo diferente a sus pe-
queños hijos, aún sabiendo lo
turbia que se estaba ponien-
do  la  situación.
Muy  a  su  pesar,  un  día  Omar
tuvo que quemar sus libros y
contener un poco más su ideo-
logía, lo hizo poniendo como
excusa  los  chicos.  Él  ya  no
era el mismo hombre fuerte y
decidido de antes, estaba ex-
hausto, le dolía ver a la so-
ciedad aterrada, no soporta-
ba más que le impidieran ser.
Por  suerte,  siempre  tuvo  el
apoyo  de  María  Del  Carmen,
una mujer extremadamente po-
sitiva  que  creía  en  la  re-
dención.
Las  cotidianeidades  se  lle-
vaban  a  cabo,  generalmente,
bajo el techo de su hogar, no
era tan fácil transitar siendo
militante. El aire libre re-
presentaba violencia, aunque,
ningún  lugar  seguridad.
Eran  alrededor  de  las  seis
de la mañana y el calendario
asumía  un  primaveral  dieci-
nueve de noviembre. El domi-
cilio de los Amestoy reposa-
Omar Amestoy, María del Carmen Fettolini y sus hijos
María Eugenia y Fernando, de 5 y 3 años
ba dueño de una armonía apa-
rentemente  indestructible,
cuando  recibieron  la  visita
de Ana María Del Carmen Gra-
nada,  también  militante  y
amiga  íntima  de  la  familia,
junto  con  su  bebé  de  cinco
meses, Manuel. La atendieron
muy contentos, era una linda
madrugada  para  volverse  a
encontrar  y  conversar  sobre
sus vidas. Pochi barría con-
centrada los restos del sue-
lo, mientras le brillaban los
ojos ante la dulzura de Manu,
el Negro cebaba unos mates y
los chicos jugaban traviesos
en  un  rincón.  Ninguno  de
ellos, ni la inocente picar-
día infantil, ni la sensatez
de  los  adultos,  fue  capaz
siquiera  de  sospechar  que
minutos después  encontrarían
la  muerte.  asustadas.
Ocurrió de repente, Omar sin-
tió ruidos extraños en el ba-
rrio y se acercó a la ventana
a investigar. Sí, eran ellos,
los  militares,  dueños  de  un
poder inexistente,  con odio
y armas, decididos a arreba-
tarles  la  libertad.
Tuvieron unos pocos segundos
para  reaccionar;  María  Del
Carmen,  realmente  aterrada,
encerró a sus hijos en el baño
para  resguardarlos,  y  Ana,
astutamente,  envolvió  a  Ma-
nuel en unas mantas y lo es-
condió  en  el  placard,  Omar,
por su lado, permaneció quie-
to, recordando, como un film
apresurado,  los  años  en  que
se  había esforzado por cam-
biar la realidad, jamás ima-
ginó  que  aquello  le  valdría
la  vida.  Como  pudieron,  im-
provisaron su pronta desapa-
rición. La tensión y el mie-
do que había en ellos no ca-
ben  en  palabras.  Eran  gran-
des  y  concientes  de  que  no
se enfrentaban a un juego de
niños, sino a uno sucio y ne-
fasto, que no admitía revan-
chas.
Ingresaron a la casa con im-
punidad y actuaron con la vio-
lencia  que  llevaban  a  cues-
tas,  no  se  contuvieron  ante
la  ingenuidad  de  la  mirada
de los más chiquitos, ni tu-
vieron  piedad  de  la  ternura
y  la  suplica  de  sus  voces
El único sobreviviente, lue-
go  del  violento  ataque,  fue
Manuel  Gonçalves,  de  apenas
cinco meses, a quien le qui-
taron  su  madre,  la  identi-
dad, y de alguna manera, tam-
bién  le  arrancaron  la  vida.
Lo dejaron solo en el mundo.
¡Solo y con  cinco meses!
La  fatalidad  los  atrapó  in-
justamente,  repletos  de  vi-
talidad y sin más alternati-
va que la suplica. Y la tran-
quilidad  de  Juan  B  Justo  se
hizo  polvo  en  un  instante,
junto  a  los  sueños  de  los
Amestoy  que  hoy  permanecen
*Por Agostina Médica
bajo  tierra.
El  final,  en  aquellos  tiem-
pos, era bastante predecible.
¿Qué es de la vida de Manuel?
Luego  de  la  masacre,  perma-
neció  unos  meses  en  el  hos-
pital  hasta  que  la  familia
Novoa  se  hizo  cargo  de  él,
llamándolo Claudio  y dándo-
le las comodidades que se les
pueden dar a un hijo del alma.
Manuel, en ese momento Clau-
dio,  tuvo  una  infancia  nor-
mal,  siempre  supo  que  era
adoptado, pero nunca tuvo re-
cuerdos  ni  sospechas  de  sus
raíces  mutiladas.
Ya  con  diecinueve  años,  un
equipo  de  forenses  le  llevó
a su casa de regalo un golpe
de  realidad.  La  verdad,  su
auténtica historia, su pasa-
do.  Como  un  libro  en  blanco
en  donde  él  debía  escribir
la novela de su vida. Menti-
ría si dijera cuál fue la re-
acción exacta de este joven,
personalmente, se me eriza la
piel  de  sólo  imaginarlo.
A  partir  de  aquel  día,  Ma-
nuel  empezó  a  elaborar  el
duelo, a reintegrarse, a en-
tender  para  poder  recons-
truirse.  Conoció  a  su  abue-
la,  Matilde,  una  mujer  ado-
rable  que  siempre  quiso  en-
contrarlo  y  cuando  lo  hizo,
supo  contenerlo  con  el  amor
que saben las abuelas de san-
gre y alma.
La mutación de Claudio a Ma-
nuel  fue  paulatina  y  difí-
cil, por supuesto. Además de
Matilde, se encontró con fa-
miliares y amigos de sus pa-
dres biológicos. Luego de un
tiempo, también supo que te-
nía  un  hermano  llamado  Gas-
tón,  a  quien  ya  había  visto
anteriormente y que, casual-
mente, es bajista de su ban-
da  favorita,  Los  Pericos.
Un día como tantos otros, su
existencia  tomó  un  giro  de
ciento  ochenta  grados,  como
lo  puede  hacer  la  de  cual-
quiera de nosotros, sólo que
a  él  le  tocó  descubrir  una
historia paralela, que ya es-
taba escrita y debía compren-
der.
La  vida  le  dio  una  familia
divina  que  se  hizo  cargo  de
él  durante  casi  dos  décadas
y  la  dictadura  cívico  mili-
tar  le  impidió  otra  que  no
tuvo el  gusto de  conocer.
Hoy, esa criatura que un día
el amor de su madre envolvió
con mantas en un armario para
protegerlo del terror, ya es
todo  un  hombre,  creció  y  se
levantó de las caídas con la
fuerza  suficiente  para  que
ésta  historia,  su  pasado  y
el de muchos, pueda esclare-
cerse.
*Agostina Médica (17 años),
Estudiante.