Sunteți pe pagina 1din 4

CRISTOLOGÍA JOÁNICA EN SAN JUAN DE LA CRUZ

SEMINARIO CONCILIAR DE TUNJA

HNO.DANIEL FIGUEROA, HMADIP

TRABAJO FINAL DE CRISTOLOGÍA

PRESENTADO A: P. WILLIAM RIAÑO PROFESOR

CURSO: III DE TEOLOGÍA

TUNJA
2018
Introducción

La vida religiosa de la Edad media, se caracterizó por la aparición de numerosos místicos que
asumieron para sus vidas el acontecimiento de un Hombre que superó todos los límites al morir
en una Cruz por la redención de la humanidad. Hablamos de San Juan de la Cruz, fraile del
Carmelo descalzo, que como su apellido espiritual lo indica, vivió y entendió perfectamente el
sentido de la Cruz y de aquel quien la asumió, Jesucristo.

El estudio de la Cristología en el ámbito teológico representa sin duda alguna una importancia
de tal magnitud para los cristianos, que sin ella resultaría imposible entender el Misterio de
Cristo y su acción salvífica para con nosotros. Por tal motivo, el siguiente trabajo presentará de
manera clara y concreta la Cristología Joánica que aparece en los escritos de San Juan de la Cruz,
presbítero y doctor de la Iglesia. Para poder llevar a cabo este proceso, en los poemas de “los
Romances” se expondrá esta Cristología que debe ser llevada a una vivencia personal que lleva
consigo la unión del alma con Dios tal como se lo propuso San Juan de la Cruz y como lo afirmó
solemnemente el Vaticano II.

A partir de los acontecimientos narrados en el Evangelio de San Juan y sus cartas,


comprenderemos justamente los elementos que componen nuestro símbolo de fe, las
características del Hijo unigénito y su relación con el Padre, la divinidad que ha poseído siempre,
su existencia que no tiene principio, su Palabra por la que fueron creadas todas las cosas1, su
vida pública, milagros y el misterio Pascual, el cual es punto de partida en la comprensión de sus
discípulos y posterior expansión en el mundo.

En este proceso, se expondrá brevemente la biografía del Santo y poeta en cuestión; así mismo,
una explicación de sus poemas acercándonos a la dimensión teológica que allí se encuentra y
por último la aplicación de la Cristología Joánica a estos escritos.

1
Colosenses 1, 15.
San Juan de La Cruz: Vida y obras.

Nació Juan de Yepes en Fontiveros, villa del obispado y provincia de Ávila, de padres pobres, el
año 1542. Muerto su Padre, se trasladó su madre, con Juan y otros dos hijos que tenía, a Medina
del Campo. Allí comenzó Juan a estudiar en el colegio de la Compañía de Jesús, donde tuvo
como maestro y pedagogo al Padre Juan Bonifacio quien sirvió en la formación literaria moral
y religiosa de Juan y también sirvió en el hospital para ganar el sustento. Era aplicado,
sumamente devoto y caritativo. En 1563 tomó el hábito del Carmen en el convento de la misma
ciudad, e hizo la profesión allí mismo, en 1564. Estudió Teología en Salamanca y en 1567 se
ordenó sacerdote. Más adelante comenzó a sentir los dones inefables que Dios le iba a
comunicar. Sin embargo, viendo que la vivencia espiritual del Carmelo estaba mermada, él tenía
la intención de irse a la vida cartuja y acertó en reunirse con Santa Teresa de Ávila, quien estaba
ya ocupada con la reforma del Carmelo y quien convenció a Juan de acompañarla en la reforma
del Carmelo y hablaron ambos de este asunto.

Cuando se entrevistaron en, en Medina del Campo, la santa, quedó admirada de su espíritu
religioso y le dijo que Dios le llamaba a santificarse en la orden de Nuestra Señora del Carmen.
También le refirió que el prior general le había dado permiso de fundar dos conventos
reformados para hombres y que él debía ser su primer instrumento en esa gran empresa. La
reforma del Carmelo que lanzaron Santa Teresa y San Juan no fue con intención de cambiar la
orden o "modernizarla" sino más bien para restaurar y revitalizar su cometido original el cual se
había mitigado mucho. Al mismo tiempo que lograron ser fieles a los orígenes, la santidad de
estos reformadores infundió una nueva riqueza a los carmelitas que ha sido recogida en sus
escritos y en el ejemplo de sus vidas y sigue siendo una gran riqueza de espiritualidad.2

En este trabajo de la reforma, es encarcelado en el convento de Toledo. Allí duró ocho meses
mientras logró escaparse. Allí fue sometido a los malos tratos de los hermanos del Carmelo
quienes no aceptaban la reforma. En esta situación tan difícil para Juan, las monjas carmelitas
incluida Teresa de Jesús rezaron continua y ardientemente por Juan de la Cruz. Gracias a este
percance, Juan desarrolló movido por Dios y su gracia el don de Poeta y escritor. Allí escribe la
Noche oscura del Alma y los demás poemas que movieron a la Iglesia a nombrarlo doctor de la
misma.

Después de su escape de la prisión fue enviado a Andalucía donde vivió unos años llenos de
vitalidad. Federico Ruíz describe a san Juan de la Cruz de este modo: “Vive entre sus hermanos
como cristiano y como carmelita contemplativo, haciendo un poco de todo; en ratos perdidos,
también escribe. Juan de la Cruz es un hombre sencillo, bueno, valiente, sensible,
profundamente religioso”3

Será uno de los consejeros de la reforma y vivirá por algún tiempo en Segovia, donde está su
tumba. Sufre persecución aunque en grado menor por algunos hermanos. Lleno de virtudes,
Juan de la Cruz se une con el Esposo enamorado de su alma el 14 de diciembre de 1591 en Úbeda
fruto de una enfermedad llamada erisipela. Fue canonizado el 27 de diciembre de 1726 por el
Papa Benedicto XIII, y proclamado doctor de la Iglesia por Pio XI en 1926 gracias a la profundidad
espiritual y teológica de sus escritos, los cuales no perdieron vigencia y se convirtieron en
instrumento de vida espiritual para el Carmelo y la Iglesia.

2
www.aciprensa.com/recursos/conoceasantateresa/
3
Federico Ruíz Salvador, «Introducción general» a San Juan de la Cruz, Obras Completas, Madrid:
Editorial de Espiritualidad 1980, 3.
Breve explicación y acercamiento a los romances.

Los poemas que se han escogido para este trabajo (los romances), son considerados como el
prólogo de las obras de San Juan de la Cruz. Esta composición se forma de nueve romances
dirigidos a la Santísima Trinidad, la comunicación de las tres divinas Personas, sobre la creación,
la Encarnación y el nacimiento. En forma de Poema presenta la acción Trinitaria, su existencia
sin tiempo y el envío del Unigénito a asumir nuestra condición para redimirnos de la esclavitud
del pecado. Como se observará en cada uno de los Romances, es evidente el contenido
Cristológico en ellos, especialmente unido a San Juan quien se caracteriza no solo por la amplitud
teológica de sus escritos canónicos sino también por la inmensa espiritualidad y cercanía con
la Segunda Persona de la Trinidad.

San Juan pone de manifiesto su fe en los Romances, en los que logró profundizar las realidades
divinas y las supo explicar, que es a la postre la mayor cualidad que debe tener un teólogo.

Cristología Joánica en los Romances.

S-ar putea să vă placă și