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Instituto Universitario de Tecnología Dr.

Cristóbal Mendoza

Administración de Empresas

Formación Cultural

Turno Vespertino

Sección 1A

Patrimonio Arqueológico

Integrantes:

Cortez José V.15.295.219

Flores Daniela V.19.421.694

Franco Raybelis V.26.387.316

Peña Mayerlyn V.17.028.797

Peña Marianela V.20.353.946

Mérida, 28-07-2016
Introducción

En este trabajo queremos dar a conocer lo que es el patrimonio arqueológico, el concepto


de arqueología, los tipos de arqueología q existen y profundizamos en lo relacionado con
arqueología de nuestro estado Mérida, damos a conocer algunos descubrimientos de
importancia y mencionamos algunos museos a los cuales podemos acudir de visita para
conocer más al respecto. Todo esto con el fin de impulsar la cultura en el Estado.
Patrimonio:

Procede del latín patrimonium y hace mención al conjunto de bienes que pertenecen a una
persona, ya sea natural o jurídica. La noción suele utilizarse para nombrar a lo que es
susceptible de estimación económica, aunque también puede usarse de manera simbólica.

Patrimonio cultural
Está formado por los bienes culturales que la historia le ha legado a una nación y por
aquellos que en el presente se crean y a los que la sociedad les otorga una especial
importancia histórica, simbólica o estética. Es la herencia recibida de los antepasados y que
vienen a ser el testimonio de su existencia, de su visión del mundo, de sus formas de vida y
de su manera de ser y es también el legado que se deja a las generaciones futuras.

Patrimonio historico

Se denomina patrimonio histórico al conjunto de bienes, tanto materiales como


inmateriales, acumulados a lo largo del tiempo. Estos bienes pueden ser de tipo artístico,
histórico, paleontológico, arqueológico, documental, bibliográfico, científico o técnico.

Esta diversidad del tipo de bienes que comprende, explica que últimamente el término
tienda a sustituirse por el de «bienes culturales», acepción más reciente y de uso
internacional.

Patrimonio Natural

El patrimonio natural está constituido por la variedad de paisajes que conforman la flora y
fauna de un territorio. La UNESCO lo define como aquellos monumentos naturales,
formaciones geológicas, lugares y paisajes naturales, que tienen un valor relevante desde el
punto de vista estético, científico y/o medioambiental. El patrimonio natural lo constituyen
las reservas de la biosfera, los monumentos naturales, las reservas y parques nacionales, y
los santuarios naturales.
Patrimonio artístico
Es la parte del patrimonio cultural y del patrimonio histórico que se manifiesta en las obras
de arte.

Patrimonio Arqueológico
Es el conjunto de objetos materiales, muebles o inmuebles, o vestigios de cualquier
naturaleza “que pueda proporcionar información sobre la existencia, cultura, actividades o
relaciones de seres humanos en el pasado y pertenecientes a los grupos indígenas que
habitaron el actual territorio de la Provincia.” }

Se incluyen los yacimientos o sitios arqueológicos, es decir “Todo espacio en la superficie


del terreno, en el subsuelo o bajo las aguas territoriales, donde estén conservados los
objetos antes mencionados.”

Son lugares y parajes que atestiguan la presencia humana en épocas pasadas, como por
ejemplo: la cerámica indígena y colonial cementerios indígenas entre otros.

Arqueología:
Es la ciencia que estudia las sociedades antiguas a partir de sus restos materiales. A través
del análisis de los objetos y aquellas obras construidas por los pueblos antiguos, esta
ciencia puede arribar a conclusiones en torno a su cultura y sus formas de vida.

Tipos de Arqueología

Arqueología prehistórica

Estudiar las culturas prehistóricas es más complicado, ya que no dejaron restos con algún
tipo de lenguaje escrito que se pueda analizar, y, justamente, ese es el trabajo de quienes se
dedican a la Arqueología prehistórica. Estos arqueólogos, buscan pistas en objetos o restos
enterrados con la idea de investigar y lograr conclusiones creíbles sobre las culturas que
habitaron nuestro planeta hace miles y miles de años.

Arqueología histórica

La Arqueología histórica estudia a aquellas culturas donde sí existía un lenguaje escrito, ya


sea a través de alfabetos o signos. Existen subtipos de esta rama de la arqueología. En la
arqueología histórica americana se estudia lo ocurrido antes de la llegada de los españoles,
y, en las corrientes bíblicas y clásicas se concentran en dichos temas, de forma de lograr
resultados específicos.
Etnoarqueología

La etnoarqueología se encarga de estudiar culturas vivas y objetos existentes, es decir que


aún están presentes, como forma de obtener datos que den claves sobre su pasado. Las
claves obtenidas se cotejan con toda la información existente y así se reconstruye cómo era
su vida: desde organización hasta cómo vivían.

Arqueología submarina

Esta rama de la arquelogía estudia barcos hundidos o zonas una vez habitables y que
ahora se encuentran bajo el agua. Los expertos en arqueología submarina trabajan en mar,
largos y ríos, por lo que necesitan un entrenamiento oficial que les enseñe a bucear y
trabajar en condiciones muy diferentes a las terrestres.
Arqueología urbana

La Arqueología urbana se encarga de estudiar ciudades con un claro patrón de ocupación


durante el tiempo. No sólo se investigan lugares, sino que también población y conductas.

Arqueología de la basura

Es posible obtener datos sobre personas o culturas revisando aquellas cosas que han
desechado y eso es justamente lo que hacen quienes se dedican a la arqueología de la
basura. Esta disciplina, busca información clave en lo que se desecha; desde datos sobre
alimentación a salud, pasando por los productos que se adquieren y las diferencias sociales
y culturales entre lo que ciertos grupos botan.
Arqueología experimental

Como su nombre lo dice, la Arqueología experimental obtiene sus datos mediante la


realización de experimentos, ya sea para probar teorías o poner a prueba un objeto o
mecanismo. Conforme a los resultados, se pueden establecer, probar o negar, explicaciones
correspondientes al pasado y para las que no hay historia escrita ni vestigios claros.

Arqueología según ubicación geográfica

No se trata de un tipo de arqueología, sino de una división de la práctica de varios áreas de


la arqueología, cerrándolas en una ubicación geográfica determinada. Esta ubicación suele
corresponder a un continente o zona de estos, y tiene subdivisiones de acuerdo a épocas
históricas, movimientos sociales o culturales.
Sitios Arqueológicos de Mérida:

Museo Arqueológico “Gonzalo Rincón Gutiérrez”

El Museo Arqueológico lleva el nombre del Profesor Gonzalo Rincón Gutiérrez, quien para el año
de 1962 dictaba la asignatura de “Historia Precolombina” en la Facultad de Humanidades y
Educación de la Universidad de Los Andes. Por iniciativa del Prof. Gonzalo Rincón fue contratado
el Dr. Carlos Margain, miembro del Museo Nacional de Antropología de México, para fortalecer el
proceso educativo en la Facultad antes nombrada.

Por insistencia del Prof. Gonzalo Rincón Gutiérrez, fue contratado por la Universidad de Los Andes
el arqueólogo Mario Sanoja Obediente quien realiza desde el año 1962 al 1966, junto a la
arqueóloga Iraida Vargas y los empleados Luis Zambrano y Rodolfo Márquez, investigaciones
arqueológicas en el Valle de Quíbor, Edo. Lara, así como en Caño Zancudo al sur del Lago de
Maracaibo y en la cordillera de Mérida en las comunidades de Chiguará y Tabay, aportando así el
fruto de sus investigaciones arqueológicas a la universidad. En esta época, el Prof. Sanoja propuso
la creación del Museo de Historia Natural de Mérida, no logrando la cristalización de tan importante
proyecto.

Para 1970 el antropólogo Adrián Lucena Goyo, que para ese entonces era jefe del Departamento de
Antropología y Sociología de la Escuela de Historia de la Universidad de Los Andes y venía
realizando estudios en la necrópolis de Quíbor, propuso la fundación de Museo Universitario de Los
Andes, no obteniendo repuesta satisfactoria a dicho planteamiento.

En el año de 1972, el antropólogo Jorge Armand funda el Museo Arqueológico adscrito al


Departamento de Antropología y Sociología de la Escuela de Historia de la Facultad de
Humanidades y Educación, con sede en el mismo Departamento. Debido al crecimiento que tuvo el
Museo se logra en el año 75, aunque sin recibir reconocimiento oficial por parte del Consejo
Universitario, una sede en una casa alquilada en la calle 25, entre las avenidas 3 y 4. En esta etapa
empezó a funcionar el museo a través de dos áreas de investigación: Arqueología, coordinada por el
Profesor Armand y Etnología coordinada por la Profesora Jacqueline Clarac de Briceño.

Durante este período, es de resaltar la labor arqueológica y antropológica de la Universidad de Los


Andes y su Museo. Por un lado, los trabajos de investigación arqueológica ampliaron sus fronteras
más allá de lo regional, logrando abarcar otras regiones del país. En este sentido, habría que
destacar las investigaciones de Sanoja en el Valle de Quíbor, Edo. Lara, la de Lucena Goyo en
Quibor, Edo. Lara y la de Armand en Batatuy, Edo. Barinas; y por el otro, la investigación
socioantropológica relacionada, fundamentalmente, con diversos estudios en comunidades
campesinas de la Cordillera Andina de Mérida y el Sur del Lago de Maracaibo y las comunidades
Yu’pa de la Sierra de Perijá, Edo. Zulia.

A comienzos de la década de los ochenta, se publica con los auspicios del Consejo de Desarrollo
Científico, Humanístico y Tecnológico de la Universidad de Los Andes (CDCHT) y bajo la
coordinación de Jacqueline Clarac de Briceño, El Boletín Antropológico, publicación pionera en la
región y única revista antropológica indizada y arbitrada que se publica en Venezuela regularmente
desde su creación.

Es para el 9 de diciembre del año de 1986 con la inauguración de la exposición “Del Proceso de
Hominización a las Culturas Andinas de Venezuela” que se funda oficialmente el Museo
Arqueológico “Gonzalo Rincón Gutiérrez”, el cual había recibido personalidad jurídica en
noviembre del mismo año, por resolución del Consejo Universitario. Lleva este nombre en
homenaje a quien fuera uno de los fundadores del Departamento de Antropología y Sociología de la
Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Los Andes.

El Museo Arqueológico “Gonzalo Rincón Gutiérrez” emerge como una dependencia


universitaria dedicada a la investigación Arqueológica, Etnológica y Bioantropológica.

El Museo está dotado de un reglamento aprobado por el Consejo Universitario en 1986 y reformado
en enero de 1995. Cuenta con las siguientes secciones:

Restauración y Conservación

Museología y Museografía

Extensión a la Comunidad

Biblioteca

Registro e Inventario del Patrimonio

Laboratorio de Arqueología

Administración
Nuestro Museo Arqueológico cuenta con dos Laboratorios. Uno de Arqueología, donde se realizan
los análisis de las evidencias arqueológicas obtenidas en las investigaciones de campo que realizan
los/as arqueólogos/as de la institución; y otro, de Conservación y Restauración de Bienes
Arqueológicos, único en pleno funcionamiento en el país. También cuenta el Museo Arqueológico

con una Biblioteca especializada en antropología y arqueología, con más de tres mil títulos, que le
presta servicios a los/as habitantes de la ciudad de Mérida interesados/as en los temas
antropológicos y arqueológicos y a profesores/as y estudiantes de pre y postgrado de la Universidad
de Los Andes.

Así mismo, nuestra institución posee una videoteca especializada en arqueología y antropología que
en la actualidad lamentablemente no posee un espacio para que los/as visitantes interesados/as
puedan disfrutar del servicio de videos. Nuestra institución cuenta con una sala de exposición
permanente donde el visitante podrá conocer la historia aborigen de Mérida por medio de piezas
arqueológicas (Cerámicas, líticas, textiles, momia, etc, etc.) y etnográficas.

La sala de exposición se encuentra abierta al público de martes a domingo, incluyendo los períodos
vacacionales (carnaval, semana santa, agosto y las vacaciones navideñas) de la Universidad de Los
Andes.

El Museo Arqueológico es guarda y custodia de 4276 registro que conforman cuatro grandes
colecciones patrimoniales: La arqueológica, la mineralógicapaleontológica y la etnográfica,
pertenecientes todas al Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de la Nación.

Parque paleontológico llano del anís

El pasado lunes 29 de junio del año 2015 se realizó un acto especial en la comunidad del Llano del
Anís, el cual contó con la participación de representantes del Instituto del Patrimonio Cultural del
Ministerio del Poder Popular para la Cultura y del Museo Arqueológico del Vicerrectorado
Académico de la Universidad de Los Andes, con el objetivo de hacer entrega, a la comunidad
organizada, del certificado que declara al Parque Comunitario Paleo-Arqueológico Llano del Anís
como un Bien de Interés Cultural de la Nación.

Lino Meneses, director del Museo Arqueológico, recordó que este es un proyecto de investigación y
de extensión científica y cultural bandera del museo, debido a los hallazgos paleo-arqueológicos
encontrados allí de la mega fauna y que tuvo, como muestra más simbólica, los huesos fosilizados
de un mastodonte que vivió en el lugar hacia finales del Pleistoceno y comienzos del Holoceno.
Informó que desde octubre de 2013 el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del
Instituto del Patrimonio Cultural, certificó a este parque como un Bien de Interés Cultural de la
Nación, quedando inscrito en el Registro del Patrimonio Cultural de Venezuela y, por lo tanto, está
protegido por la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural. Este registro se efectuó en
reconocimiento al significado que la comunidad le ha otorgado a dicho bien.

La gerente general del Instituto del Patrimonio Cultural, Dinora Cruz, manifestó que la solicitud de
que se declarara a este parque como bien cultural de la nación, partió de los representantes del
Museo Arqueológico, a raíz del trabajo de investigación que realizaron luego del descubrimiento de
los restos óseos del mastodonte. Destacó que este es uno de los primeros sitios reportados de mega
fauna en la cordillera andina venezolana; además de ser uno de los primeros sitios en donde está
asociada la arqueología y la paleontología.

El Parque Comunitario Paleo-Arqueológico Llano del Anís del municipio Sucre del estado Mérida,
se convierte en unos de los sitios de mayor importancia para los estudios arqueológicos y
paleontológicos del país; y en el ámbito mundial es un referente para conocer cómo se movió la
mega fauna y la población en tiempos remotos en el norte de Sudamérica.

Es importante destacar que el Instituto del Patrimonio Cultural firmó un convenio de cooperación
con la Comuna del Renacer del Gigante Chama Sur del municipio Sucre, para la puesta en marcha
del uso social del parque. Es decir, para que el parque siga contribuyendo a las investigaciones
científicas, cultural, al turismo y con los proyectos socio productivos de la comunidad. Pero el
convenio también otorga competencias para el Museo Arqueológico de la ULA, en cuanto a la
supervisión de las actividades que allí se realicen.

Historia del hallazgo

El 6 de noviembre de 2006, la señora Ana rosa Fernández de Villasmil, habitante de nuestra


comunidad el Anís, se encontraba realizando una labor casual, (señalar el montículo donde estaba el
molar encontrado y el nivel del suelo donde la señora rosa se encontraba en aquel tiempo), esa labor
que estaba realizando era el arreglo de una manguera que le permitía el acceso de agua hacia su
vivienda la cual tenía una ruptura desde hace días, preocupada por la situación cierto día en la
mañana (6 de noviembre) se levanta para arreglarla junto a su hijo y al acercarse a donde se
encontraba el bote de agua observo que el suelo se había limpiado con la caída del vital líquido en
el sedimento y de forma curiosa observo un fragmento en forma de diente, esto le despertó
curiosidad porque pensó inmediatamente en utilizarlo para colocarlo en el pesebre, seguidamente le
dijo a su hijo que introdujera un palo y lo extrajera, la impresión de ambos al extraer dicho
fragmento curioso fue sorprendente porque la forma que tenía este objeto era de un diente grande y
no concordaba con algún animal actual la señora y su hijo pensaron; pero este diente es demasiado
grande como para pertenecer a una vaca, burro, caballo u otro animal actual. Ellos decidieron
llevarse el gran diente hacia su casa y comentarle a sus vecinos a cerca de este hallazgo, la
impresión de los mismos fue algo que despertó la curiosidad en la comunidad, hasta que después de
varios días un vecino cercano y dueño de las tierras donde la señora y su hijo hallaron el molar
decidió contactar a expertos del museo arqueológico de la ULA para que estudiaran el caso y fue
entonces donde inicio el proceso de excavación e investigación arqueológicas. Hasta determinarse
de que pertenece a un MASTODONTE animal que hábito nuestras tierras hace 14.000 años en el
periodo del cuaternario

Características de la Mega Fauna

MASTODONTE: mamífero parecido a un elefante actual, pero no pertenece a la familia de los


elefantes. Sus diferencias están en las orejas, en el cráneo, pelaje y estatura, es decir, el mastodonte
poseía orejas pequeñas, su cráneo es diferente, poseía poco pelaje algunas veces marrón u ocre.
Llegaba a medir 4 a 5 metros de altura y 4 a 5 de longitud, consumía 200 kilos de vegetal diario y
pesaba hasta 12 toneladas.

MEGATERIO: mamífero parecido a la pereza actual, era de abundante pelaje, poseía grandes
garras, llegaba a medir hasta 5 metros de altitud y pesaba hasta 5 toneladas.

GLIPTODONTE: mamífero parecido a un cachicamo actual, era de caparazón rígido formado de


hueso duro que le permitía defenderse de los demás animales, su estatura aproximada era de 1
metro de altitud y 1.50 metros de longitud. Llegaba a pesar hasta 3 toneladas

EQQUS: mamífero parecido a un pony actual, en algunas especies su cráneo era de forma extraña
se han encontrado restos cerca de la excavación y están en proceso de estudio y conservación.
Información del parque y la comunidad:

El parque es una iniciativa del museo arqueológico Gonzalo Rincón Gutiérrez de la Universidad de
los Andes y la comunidad. Gracias al hallazgo fortuito de la señora rosa y el avance científico de los
arqueólogos: Antonio Niño, Lino Meneses, Gladys Gordones, Ramón Ibarra e innumerable de
científicos como geólogos, geógrafos, paleo-botanicos, botánicos, paleontólogos, entre otros. Hoy
en día la comunidad del anís se ve privilegiada de tan importante valor cultural y patrimonial que
los identifica en la historia, merecedores del crecimiento científico son parte de la vida y la historia
del llano el anís y cada día luchan para que este proyecto crezca y pueda consolidarse; dentro de
este proyecto está la creación de espacios culturales, el centro de interpretación artesanal, un
laboratorio, amplificación de las excavaciones, escenarios de recreación para los habitantes y
ofertas de trabajo para los mismo. Sin duda alguna seguimos en la iniciativa de formarnos y de ver
crecer este espacio que para nosotros es más que un parque, es, nuestra identificación en la historia.

Museo Arquidiosesano de Mérida “monseñor Antonio Ramón Silva


García

Inaugurado en el mes de julio de 1911 por Mons Antonio Ramón Silva García, el museo
arquidiocesano de Mérida esta llamado a ser, dentro del visto y profundo ámbito de lo
sagrado ; un lugar para el cultivo del hombre.
De allí, como institución dependiente de la Arquidiócesis de Mérida, permanente, no
lucrativa, abierta al público y al servicio de la comunidad, el museo tiene como propósito
adquirir, conservar, investigar, exhibir y comunicar para la educación, el deleite y el pleno
desarrollo del hombre, el patrimonio tangible e intangible de la región.

Por el interés arqueológico y antropológico destacan aquellas relacionadas con nuestro


pasado prehispánico, íntimamente asociadas con los cultos indígenas. Entre ellas cabe
mencionar trípodes incensarios y figulinas de cerámica, y por supuesto, la momia de un
hombre de unos 19 o 24 años de edad, encontrada en un abrigo rocoso cercano a la aldea ¨
la ovejera¨, situada a unos escasos kilómetros de pueblo del sur.

Por su relación con la iglesia merideña, desde su fundación el museo ha ocupado espacios
físicos de la Arquidiócesis. La capilla ¨el sagrario¨ antigua sede de la catedral, es hoy día su
sede física.

Parque Arqueológico San Isidro

Parque Arqueológico San Isidro, Santa Cruz de Mora, Municipio Antonio Pinto Salinas,
Edo. Mérida

La propuesta de un Parque Arqueológico para Santa Cruz de Mora nace por la necesidad de
conservar el conjunto de petroglifos ubicados en la meseta de San Isidro, Municipio
Antonio Pinto Salinas del Edo. Mérida, los cuales fueron ubicados en el año de 1986 por un
grupo de estudiantes auxiliares del Museo Arqueológico de la Universidad de los Andes.

El estudio y conservación de los petroglifos es de gran importancia si tomamos en cuenta la


escasa presencia de estas representaciones rupestres pertenecientes a las sociedades
prehispánicas de la cordillera andina de Mérida. Los petroglifos de San Isidro, La Asunción
y La Mara están ubicados a su vez en una de las zonas cuyos resultados de las
investigaciones arqueológicas apuntan a una estrecha relación con grupos ubicados en la
cuenca del río Chama y la zona Sur del Lago de Maracaibo.
En este orden de ideas, los petroglifos localizados en el Municipio Antonio Pinto Salinas,
(San Isidro, La Mara y La Asunción) constituyen uno de los pocos sitios de
representaciones rupestres presentes en la región y los mismos se encuentran expuestos a la
acción de agentes naturales y humanos que atentan contra su preservación, por lo que se
hace urgente realizar diversos trabajos que permitan su recuperación y conservación a
futuro.

Entre las posibles funciones que llegaron a tener los petroglifos encontramos las que aluden
a éstos como señales de paso, indicadores de sitios rituales, sitios de casería, indicadores de
territorios étnicos, indicadores de sitios funerarios, signos de una escritura, entre otros, pero
la verdad es que en la gran mayoría de los casos estos indicadores se quedan en hipótesis
porque todavía es muy poco lo que en certeza sabemos al respecto.

Los petroglifos de San Isidro están conformados por cinco rocas ubicadas en la meseta, las
cuales presentan en algunas de sus caras, o en todas, motivos elaborados en bajorrelieve
grabados en diferentes anchos y profundidades, además de una roca con evidencia de
acalanadura producto del alizamiento de instrumentos líticos.

En la composición de los motivos predominan las formas geométricas que definen rostros
antropomorfos y zoomorfos, círculos y espirales, figuras completas alusivas posiblemente a
la imagen del oso frontino, combinadas con un grafismo libre donde los componentes que
conforman el diseño son sumamente abstractos, lo que imposibilita su relación con objetos
reales.

Investigaciones Arqueológicas en Cacute

Investigaciones Arqueológicas en Cacute, Municipio Rangel, Edo. Mérida.


EL USO MULTIFUNCIONAL DEL ESPACIO Y LOS TALLERES DE PLACAS
LITICAS ALADAS

Investigador responsable: Antonio José Niño


La investigación arqueológica que aborda el presente proyecto centra su análisis principal
en la reconstrucción del modelo o los modelos de organización social, conocimientos
tecnológicos y contenidos simbólicos de los grupos humanos que ocuparon la cuenca alta
del río Chama de forma permanente a partir del siglo IV de nuestra era.

Este estudio está sustentado en las investigaciones de contextos culturales que han sido
evidenciados en los trabajos de campo realizados con anterioridad por otros investigadores
que han puesto de manifiesto un probable uso multifuncional del espacio, apreciación
hecha a partir de la presencia de contextos habitacionales asociados a unidades agrícolas,
funerarias, simbólicas y tecnológicas.

Los trabajos realizados y publicados por Cruxent (1961); Wagner (1967 a 1980);
Vargas(1967); Armand (1982); Niño(1988, 1989, 1990) y Gordones(1993) y las
prospecciones sistemáticas realizadas en estos sitios, así como los sondeos preliminares
efectuados en cada uno de los yacimientos localizados, nos confirman una de nuestras
hipótesis de trabajo referida a la presencia de una sociedad agrícola y tecnológica con una
fuerte raigambre simbólica sustentada en la confección de objetos de forma alada
elaborados en diversos tipos de materia prima que pudieron ser usados como “pectorales”.

El área de estudio abarca los municipios Santos Marquina y Rangel del Estado Mérida, con
una extensión aproximada de 20 Kms. Cuadrados.

Investigaciones arqueológicas en la Cuenca del río Nuestra Señora,


Municipio Campo Elías, Edo. Mérida.
Las investigaciones arqueológicas que se adelantan en la cuenca del río Nuestra Señora,
Municipio Campo Elías del Estado Mérida, tienen como finalidad conocer el (los) modo (s)
de vida de los habitantes prehispánicos del área en cuestión.

Cuando llegan los españoles al Valle de Nuestra Señora, se consiguen que los habitantes de
aquéllas tierras “..se dieron desde tiempo de sus mayores a abrir la tierra y hacer por ella
largas vías y acequias, por donde el agua que muchos arroyos que avariantemente llevan, se
dependa y reparta entre toda la tierra que ellos cultivan y labran…” (Aguado: 1987, 406).
[1]

En el siglo XVII la población aborigen de la cuenca del Nuestra Señora, fue concentrada
para su adoctrinamiento en el pueblo de San Antonio de Mucuñó, hoy en ruinas y declarado
Patrimonio Histórico de la Nación y que fue el objeto de estudio del Proyecto
Pluridisciplinario san Antonio de Mucuñó. El interés por conocer dicho(s) modo (s) de vida
(s) proviene, entonces, de las investigaciones arqueológicas y etnohistóricas que hemos
realizado en el marco del Proyecto Pluridisciplinario de San Antonio de Mucuñó.

La etapa de prospección ha permitido ubicar diversos contextos arqueológicos relacionados


con sitios habitacionales asociados con terrazas agrícolas y obras hidráulicas.

Ejemplo de Patrimonio Arqueológico:

Hallazgo arqueológico en Mérida


Estatuillas prehispánicas encontradas en el Paramo de Miranda 2010

La sorpresa del viaje fue que uno de ellos encontró en sitios diferentes, dos estatuillas
“prehispánicas”

MARCIAL BARRIOS

A mediados del mes de agosto de 2010, en el paramo de Miranda en el estado Mérida,


luego de una fuerte lluvia que terminó en vaguada, la cual arrastró desde las cumbres de las
montañas toda su capa vegetal dejando el rastro en piedra y dibujado en notables cárcavas.
Los lugareños en su mayoría trabajadores de la agricultura, decidieron emprender en los
días subsiguientes una excursión al tope de la montaña para ver los daños ocasionados en
ésta. La sorpresa del viaje fue que uno de ellos encontró en sitios diferentes, dos estatuillas
“prehispánicas”. Una de ellas fue encontrada en una pequeña cueva que visitaron para
refugiarse de la llovizna que caía, mientras que la segunda de las estatuillas fue encontrada
en medio de una de las zanjas que se desarrollaron luego de la vaguada.

Según cuenta los pobladores de la zona esta no es la primera vez que se hace un hallazgo
arqueológico de este tipo y se remontan a cuentos donde un señor hacer medio siglo
recorría las altas cumbres andinas en busca de estos “muñecos” como los llaman en el lugar
y luego los entregaba a expertos coleccionistas. Cuenta la leyenda que este señor se llevó el
secreto de la llamada “Cueva de los Muñecos”, la cual fue registrada según sus anécdotas,
como un lugar donde conseguía las estatuillas prehispánicas.

La Observación que pudo hacer el equipo de El Comunicador Ambiental de las estatuillas


encontradas en Mérida a unos 3600msnm, es que; las piezas se ven en muy buen estado,
sobre todo la figura más pequeña, se le pueden observar claramente los dibujos de varios
tonos, por otra parte ambas tienen como característica que al moverse se le escucha un
ruido adentro de éstas, así como el curioso detalle que en las piernas les bordea al nivel de
las rodillas una hendidura denotando una cinta o borde de calzado, posiblemente usado por
los autóctonos del lugar. Es un gran hallazgo para la comunidad y la muestra fehaciente de
una cultura que impulso el detalle artístico a través de los años dejando un legado de la
indumentaria con la que vistieron en aquella época del esplendor aborigen de la zona
posiblemente de la etnia Timotíes.

Elementos Arqueológicos:

A continuación se consiguen diferentes sitios arqueológicos en Mérida donde podemos


encontrar variados elementos arqueológicos:

Sitio Arqueológico El Morro, Mucurubá:

El sitio se encuentra hacia el noreste del pueblo de Mucurubá. La dispersión del escaso
material cerámico hallado está ubicado en las laderas de una formación montañosa que
bordea al pueblo. Siendo que la pendiente de la falda es bastante inclinada, sus antiguos
ocupantes hicieron terrazas para construir sus viviendas y realizar actividades agrícolas,
esto se infiere a partir de la presencia de estructuras de piedra, tales como pequeños muros
de contención, conglomerados y alineaciones de rocas. Este sistema permite tener un
control de la velocidad de las aguas de lluvia que corren desde las partes más altas de la
montaña, hasta alcanzar los cauces de quebradas y ríos de la zona. Actualmente estas tierras
aún son usadas para el pastoreo y la siembra estacional de algunos productos agrícolas. Este
sitio presenta similares evidencias arqueológicas que el sitio Los Aranguren ubicado en las
cercanías de Mucuchíes.

Sitio Arqueológico Casa del Pino, Mucurubá:

Este sitio consiste en un conjunto de construcciones de piedra de planta rectangular,


algunas emplazadas en la terraza del río Chama y otras al norte de la carretera,
acompañadas a su vez de un par de muros de los cuales se dicen que fue un tramo del
camino de los españoles o como también se le conoce Camino Real de la Ruta. Fue
investigado por Luis Molina en el año 1989, junto a especialistas de la Universidad de Los
Andes, quienes reportaron la presencia de al menos dos casas de presumible origen
prehispánico, una de éstas de 6 m de largo por 5 m de ancho, con una altura de 1,20 m; la
otra de 7,15 m de largo por 5,15 m de ancho por 1,70 m de alto; las paredes de ambas caras
oscilan entre 60 y 70 cm de grueso. En este sitio fueron halladas evidencias de estructuras
habitacionales de posible ocupación permanente. Asociadas a las estructuras, también se
encontró material cerámico no decorado y lítico, como piedras de moler y fragmentos de
vegetales y semillas, las cuales se presumen son contemporáneos con los hallazgos
anteriormente mencionados. Entre los restos arqueológicos excavados, sobresale la
presencia de un fragmento de una botella de ginebra que según fechamiento relativo
corresponde al siglo XIX, un clavo de metal de cabeza piramidal semejante a los clavos
forjados de posible elaboración en el siglo XVIII y comienzos del XIX. Las estructuras se
caracterizan por el uso de rocas y cantos rodados amontonados para formar paredes de
espacios de plantas rectangulares y cuadradas, muros que bien podrían separar o
discriminar espacios y alineaciones de piedra, de los cuales se presume fueron usados para
desviar el agua de lluvia que corre por las laderas. Según fechamientos por el método de
termoluminiscencia realizada en el Laboratorio de Arqueometría del Instituto Venezolano
de Investigaciones Científicas, se obtuvo una fecha absoluta de 1646 -se debe tomar en
cuenta un margen de error de cuarenta años-. Este fechamiento indica que el sitio fue
habitado y probablemente construido en el siglo IV después de Cristo, pero las evidencias
de artefactos coloniales encontrados indican por otra parte que este sitio fue reocupado para
el siglo XVII. Actualmente el área es usada para el pastoreo.

Sitio Arqueológico La Loma, Mucurubá:

Este lugar es similar, en cuanto a evidencias arqueológicas, al sitio El Morro, a diferencia


que éste encuentra una terraza aluvional. A distancia se puede apreciar un conjunto de
muros de contención, alineación de rocas y conglomerados que podrían indicar que se trata
de un sitio habitacional. Los fragmentos cerámicos varían su color entre gris y marrón
rojizo con escasas muestras de decoraciones; destaca la presencia de fragmentos cerámicos
decorados con impresión digital o con los dedos y en serie, así como también la aplicación
de cintas de arcilla con incisiones triangulares, muy típicas de las encontradas en otros
sitios de la región. Adicionalmente, se cree que fue un taller para la elaboración de placas
aladas en serpentina a juzgar por la presencia de lascas pequeñas de esta materia prima. El
río Chama y la quebrada Gaviria lo circundan. Fue reportado por Lino Meneses y Gladys
Gordones en el año 1995. Todos los hallazgos anteriormente señalados permiten relacionar
este sitio con San Gerónimo, Escagüey, entre otros.

Sitio Arqueológico Misteques, Mucuchíes:

Al igual que muchos sitios de la región, este sitio también fue reportado en el año 1980 por
Erika Wagner quien efectuó una recolección superficial de materia, cerámico indígena y
lítico. Muy próximo al área de recolección, Wagner encontró un mintoy de base circular de
1,60 m de diámetro por 1,20 m de altura muy similar a los reportados en algunos sitio de la
región y de Colombia. Fue visitado por Antonio Niño y Gustavo Díaz Spinetti en el año
1997, cuando efectuaban el inventario de bienes culturales, financiado por el Instituto del
Patrimonio Cultural, en convenio con la Universidad de Los Andes.

Sitio Arqueológico Las Margaritas, Mucuchíes:

Este sitio es interesante porque las lomas del sector Las Margaritas presentan las cicatrices
de lo que fue una intensa actividad agrícola en la región y en la zona en tiempos
prehispánicos. Los cortes de los terraplenes, fueron reforzados con rocas propias del sector
y éstas amontonadas o alineadas eran parte tanto de terrazas agrícolas como de viviendas.
Afortunadamente la baja densidad poblacional y la actividad agrícola con técnicas
rudimentarias y manuales, permiten que su destrucción sea lo menos acelerada posible.

Sitio Arqueológico El Royal, Mucuchíes:

Este sitio fue reportado y estudiado por Erika Wagner en el año 1980 allí recolectó algunas
muestras de material cerámico en superficie, pero no fue excavado. Por las características
estilísticas y tecnológicas analizadas en la muestra, Wagner la asoció a las evidencias
encontradas en los sitios Llano del Alto, Misteques y Los Micuyes, pues la decoración
aplicada para decorar las vasijas, era muy sencilla, con el predominio de la cadeneta incisa,
las incisiones lineales y presencia de pintura roja. Gracias a estas características se puede
establecer una cronología relativa que oscila entre 1000 d.C. y 1100 d.C. A pesar de que
cerca del sitio no existe una gran densidad poblacional, la actividad agrícola es uno de los
factores que atentan con su desaparición total. Pero gracias a la remoción de la tierra que la
gente del lugar, se reportó. Este sitio fue parte de una aldea agrícola de los pueblos
originarios de la parte alta de Los Andes interconectada con otros sitios de la región.

Sitio arqueológico Los Hoyos, Mucuchíes:

Se caracteriza por presentar construcciones artificiales de piedra para la instalación de


viviendas y terrazas agrícolas. Este lugar está muy cerca del sitio arqueológico Las
Margaritas, por tanto se cree que puedan ser parte de un mismo conjunto o un sistema local
de cultivo. El pastoreo y la agricultura tradicional son prácticas que aún se desarrollan allí,
sin embargo han sido de bajo impacto para la conservación en sitio de las evidencias. Sin
embargo se cree que las lluvias por cientos de años han lavado la superficie de muchos
sectores en donde probablemente fueron desechados materiales u objetos que pudieron
haber sido utilizados, como por ejemplo las vasijas de barro y los instrumentos de labranza.
Las terrazas que aún se perciben a gran distancia son testigos silentes y valiosos del pasado
histórico de la región y del modo de vida de sus antiguos pobladores.

Sitio Arqueológico Los Aranguren, Mucuchíes:

Se cree que la ubicación de este sitio fue una consecuencia de la necesidad de que sus
pobladores tuvieran un control estratégico del paso hacia los Llanos de Barinas. Fue
descubierta por primera vez en la década de 1960 por la familia Torres cuando limpiaban la
falda de una montaña con fines agrícolas. El sitio fue estudiado en el año 1993 por Lino
Meneses, investigador de la Universidad de Los Andes. Se encontró evidencias de terrazas
habitacionales asociadas a cámaras subterráneas, conocidas como mintoyes de uso
ceremonial o funerario, material cerámico de vasijas globulares altas y bajas con bordes
rectos o salientes, incensarios y vasijas trípodes, muchas de las cuales fueron decoradas con
cintas aplicadas con incisiones triangulares e impresión digital. Por otra parte, la presencia
de fragmentos de diversos tamaños de serpentina, roca de color verdoso. Puede estar
relacionado con la elaboración de placas aladas - pendientes en forma de murciélagos o
aves que simulan estar con las alas extendidas- que permiten relacionar este sitio con el
llamado Cerro Las Flores en La Hechicera, Mérida y La Pedregosa en la ciudad de Mérida,
con San Gerónimo en Tabay, Escagüey y La Pedregosa ubicados en los alrededores de éste.

Sitio Arqueológico Mocao Alto, Mucuchíes:

Reportado por Erika Wagner en 1980, allí encontró un taller lítico de placas aladas que
asemejan a la figura de un murciélago o un águila en vuelo. Este lugar se encuentra muy
próximo a una zona usada como cementerio en cuyas ofrendas también fueron encontrados
estos artefactos en diversos tamaños, unos muy pequeños usados como pendientes y otros
muy grandes y pesados, usados tal vez como pectorales. La cerámica es muy similar a la
encontrada en el sitio La Nueva Era; en cuanto a que ésta también fue decorada con
aplicados, incisiones, punteado y modelado en donde destaca la cadeneta modelada y
aplicada. La pintura es de color rojo y anaranjada sobre una superficie pintada en blanco o
sin pintar, con motivos lineales. En el lugar abunda gran cantidad de cantos rodados,
precisamente por estar ubicado en una terraza fluvial. Por las características de los bienes
arqueológicos encontrados se cree que este sitio formó parte de un patrón de asentamiento
alto andino, cuyos pobladores se relacionaban con sus coterráneos hace al menos 1000 d.C.
y 1100 d.C. Sin embargo, y a juzgar por la presencia de cerámica colonial y fragmentos de
artefactos europeos, se cree que este sitio fue visitado por los colonizadores europeos entre
los siglos XVII y XVIII. Este sitio fue visitado por Antonio Niño y Gustavo Díaz Spinetti
en el año 1997 cuando realizaban el Inventario de Bienes Culturales, financiado por el
Instituto del Patrimonio Cultural en convenio con la Universidad de Los Andes. Por estar
ubicado en una zona agrícola en donde se siembra papa y trigo, el lugar se encuentra
amenazado de desaparecer totalmente pues tiene un alto grado de perturbación al menos en
la superficie.
Sitio Arqueológico Los Aposentos, Mucuchíes:

Según Lino Meneses en un escrito publicado en 1995, este sitio presenta restos de lo que
fue un taller lítico y un lugar de uso funerario. El material cerámico presente se caracteriza
por tener formas de vasijas globulares con diferentes variantes, así como semiglobulares,
presentando un color desde gris oscuro hasta un marrón rojizo. La decoración consiste en la
aplicación de cintas con incisiones triangulares e impresiones dactilares. El material lítico
está conformado en su mayoría por fragmentos de serpentina de diferentes tamaños y
grosores; todo ello permite relacionar este yacimiento con los sitios Escagüey, Cerro las
Flores, Tabay, entre otros.

Sitio Arqueológico Los Micuyes, Mucuchíes:

Los materiales arqueológicos encontrados en la superficie por Erika Wagner en el año


1980, son similares estilísticamente, a los encontrados en El Royal, Llano del Hato y Los
Misteques, esto hace suponer que se trataba de un sitio habitacional perteneciente a una
aldea alto andina relacionadas entre sí, cuyo sistema de vida se basaba en el cultivo de papa
y maíz, entre otros productos alimenticios. Por estar ubicado en una zona alto andina es
muy posible que también sus antiguos pobladores hallan usado la técnica de los canales de
riego, el terraceo y los silos o depósitos, sin embargo, hasta la presente fecha no se han
reportado los bienes arqueológicos asociados a la cerámica descrita por Wagner. El lugar
fue inventariado por Antonio Niño y Díaz Spinetti en el año 1997, gracias al financiamiento
del Instituto del Patrimonio Cultural en convenio con la Universidad de Los Andes.

Sitio Arqueológico La Nueva Era, Mucuchíes:

Se caracteriza por ser un sitio habitacional con presencia de mintoyes que son urnas de lajas
de piedra, también usado como reservorio para los granos y alimentos. Los mintoyes
encontrados se caracterizan por ser construcciones de piedra subterráneas, los mismos se
construían cavando un hoyo en el suelo revistiéndolo con piedras que luego tapaban con
una laja de piedra plana de modo que resultaba una bóveda artificial. En este sitio, a juzgar
por las evidencias arqueológicas, las viviendas eran construidas con bases de piedra
denominadas poyos. Estas viviendas estuvieron a su vez asociadas a terrazas agrícolas en
laderas con muros de piedra a modo de contención, las cuales sirvieron para aumentar las
superficies cultivables de las laderas de las montañas y para controlar la erosión. De
alfarería reportada destaca su decoración que consiste en incisiones, apliques modelados y
el punteado. El motivo más representativo es el modelado aplicado en forma de cadeneta
ubicado en el borde de las vasijas globulares de tres patas, así como también placas o
pectorales de serpentina, 18 esqueletos humanos, usos para el tejido del algodón, un
pendiente perforado de concha y una delgada lámina de tumbaga (aleación de cobre, oro y
plata que servía de pendiente, probablemente traído de la zona chibcha y/o tairona.
En este sitio también fueron hallados fragmentos de cerámica colonial y artefactos
europeos. Por la presencia en estos sitios de piedras de moler, hachas azuleas y martillos
líticos asociados al resto de las evidencias arqueológicas antes mencionadas, se puede
inferir que la subsistencia de la población prehispánica del área de Mucuchíes estuvo
basada en la agricultura de tubérculos alto andinos, la caza y la recolección.

Sitio Arqueológico El Bolo, Escagüey:

Fue reportado en el año 1989 por Antonio Niño, investigador del Museo Arqueológico de
la Universidad de Los Andes. Este lugar se caracteriza por la presencia de restos de un
asentamiento que se hizo sobre una ladera en terrazas de suave pendiente y a unos 2.520
m.s.n.m. En este espacio se encontró un conjunto considerable de placas aladas, conocido
en la literatura tradicional como alas de murciélago. La cronología calculada a partir del
método de termoluminiscencia, es una técnica para tener una aproximación de la fecha a
través de la cantidad de luz recibida por el objeto, arrojó tiempos de 990 y el 1600 antes del
presente, es decir, se calcula entre los años 1016 de nuestra era y 406. Otras muestras
seleccionadas para fechamientos, arrojaron como resultado una posible ocupación para el
año 1515 ó 1520.
Sitio Arqueológico Chipepe, Mocao:

Este sitio fue reportado por primera vez por José María Cruxent en el año 1948. En un área
de aproximadamente unos 100 m de diámetro y con una ligera inclinación, se recolectó una
muestra de artefactos arqueológicos para realizar una investigación que orientaría la
interpretación de la posible filiación cultural de los grupos humanos que se asentaron en el
lugar y un análisis estilístico de la cerámica en relación a las encontradas en la región. En
su recorrido, también se localizó una bóveda con paredes y piso en lajas de piedra, con tapa
también en piedra rectangular, cuyo contenido consistía en la presencia de cerámica
indígena y restos óseos humanos. A pesar de esto, Cruxent consideró que era un sitio
habitacional, a partir de la presencia de desechos o basureros típicos de las viviendas o
asentamientos prehispánicos que indican larga permanencia. Estos fragmentos encontrados
eran similares a los encontrados dentro del mintoy.
Fueron localizadas terrazas agrícolas y canales de riego en piedra, a su vez es posible
observar que asociado a las terrazas se encuentran escaleras, caminos y bases de viviendas.
La base de alimentación de la sociedad prehispánica que habitó esta zona principalmente
constituía del cultivo de la papa y complementándose con el maíz obtenido por intercambio
con sitios vecinos. Años más tarde, en el año 1980 Erika Wagner visita el sitio y coincide
con las aseveraciones de Cruxent. Caracterizó las formas de las vasijas como botijas de
panzas globulares y bordes ligeramente salientes, la presencia de asa unitubulares y una que
otra con adornos en su extremo superior. Algunos fragmentos presentaron aplicaciones de
cadenetas modeladas e incisas o spresencia de pintura roja que cubre toda la superficie en la
parte superior del cuello o en el borde de las vasijas, así como también puntura negra sobre
superficie blanca. Gracias a las características de los bienes arqueológicos antes señalados,
Cruxent y Wagner consideraron que este sitio estuvo habitado en el período IV, es decir
entre 1000 d.C. y 1600 d.C. La actividad agrícola y el saqueo en la zona constituyen
amenazas para la preservación del mismo. Este sitio fue visitado por Antonio Niño y
Gustavo Díaz Spinetti en el año 1997, para realizar el inventario de bienes culturales,
financiado por el Instituto del Patrimonio Cultural.
Sitio Arqueológico Loma de la Virgen, Mérida:

Este sitio arqueológico fue investigado por Antonio Niño en 1988. En este sitio se
determinó la existencia de tres tipos de funciones, un sitio habitacional, sitio funerario y
agrícola. Durante la prospección realizada se encontraron fragmentos cerámicos, artefactos
líticos y restos óseos. Con respecto al área agrícola se hallaron un conjunto de muros de
piedra que posiblemente se usaron como mesetas para el cultivo. Las cámaras funerarias,
conocidas como mintoyes, se ubicaban en la falda de la montaña, la entrada estaba cubierta
por una laja de piedra, la cual cerraba de esta forma la entrada a estos espacios funerarios.
La mayoría de estos espacios estaban ya intervenidos aunque en uno de ellos se localizó
material cerámico correspondiente a vasijas pequeñas y material lítico como manos de
moler, metates y un pendiente con diseño zoomorfo o forma de animal, así mismo se
hallaron restos óseos principalmente relacionados con el cráneo.

Sitio Arqueológico Monterrey, La Culata:

Este sitio arqueológico fue investigado por Antonio Niño en 1988, cuando se realizaron una
serie de excavaciones que permitieron determinar que este sitio correspondía a un
cementerio, al localizarse una serie de cámaras funerarias o mintoyes. Según ciertos
estudios realizados a los mintoyes se cree que fueron utilizados por los grupos
prehispánicos como silos y posteriormente se reutilizaron como un sitio funerario, este tipo
de enterramiento es característico de la zona andina. La mayoría de estos espacios
funerarios o mintoyes estaban ya intervenidos aunque en uno de ellos se encontraron
fragmentos cerámicos, artefactos líticos y restos óseos. La boca de entrada de los mintoyes
se encontraba tapada por un conjunto de lajas de piedra. Según estudios relativos se tiene
un fechado del sitio estimado en 1490 después de Cristo aproximadamente.
EL IPC (INSTITUTO DE PATRIMONIO CULTURAL):

Es el órgano rector de carácter nacional en materia de patrimonio cultural y como tal es el


que establece las políticas que han de regir el manejo de todos aquellos asuntos que
constituyan elementos fundamentales de nuestra identidad nacional. Se encuentra adscrito
al Ministerio del Poder Popular para la Cultura y su sede se encuentra ubicada en la Villa

A continuación hablamos acerca de leyes relacionadas a estos conceptos:

LEY DE PROTECCION Y DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL

(Tomado de la Gaceta Oficial Nº Extraordinario 4.623, de fecha 03 de septiembre de

1993) El Congreso de la República de Venezuela


Decreta

TITULO IV

Del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la República

ARTÍCULO35º Son propiedad del Estado todos los bienes culturales declarados
Patrimonio Cultural de la República, relativos al patrimonio arqueológico, prehispánico,
colonial, republicano y moderno, así como los bienes del patrimonio paleontológico que
fuesen descubiertos en cualquier zona del suelo o subsuelo nacional, incluidas las zonas
subacuáticas, especialmente las submarinas.

ARTÍCULO36º Se prohíbe la destrucción de los bienes a que se refiere el artículo anterior.


El Estado gozará de un derecho perpetuo de paso sobre los inmuebles de propiedad
particular en los cuales se encuentren algunos de los bienes señalados en el artículo 29 de
esta Ley.
ARTÍCULO37º Los propietarios de terrenos bajo los cuales se encuentren objetos
arqueológicos o paleontológicos, no podrán oponerse a los trabajos de exploración,
levantamiento e inventario que el Instituto del Patrimonio Cultural autorice.

ARTÍCULO38º El Instituto del Patrimonio Cultural podrá impedir, provisionalmente, y


por un término no mayor de sesenta (60) días continuos, hasta tanto autorice los trabajos de
exploración, la correspondiente ocupación de terrenos de propiedad particular, cuando
debajo de ellos se descubran objetos arqueológicos o paleontológicos.

ARTÍCULO39º Todo trabajo que tienda a descubrir, explorar, estudiar o excavar


yacimientos arqueológicos o paleontológicos, deberá ser previamente autorizado por el
Instituto del Patrimonio Cultural. La autorización anterior sólo será concedida a
arqueólogos o paleontólogos profesionales, así como a renombradas instituciones
científicas, nacionales o extranjeras.

ARTÍCULO40º El Instituto del Patrimonio Cultural podrá permitir la salida de colecciones


de duplicados de objetos arqueológicos a favor de instituciones científicas extranjeras
cuando no se juzguen útiles para los museos o instituciones nacionales, estadales o
municipales; igualmente permitirá la salida de aquellas piezas que requieran tratamiento
especial para conservación, restauración o examen.

TITULO V
Disposiciones Complementarias

ARTÍCULO41º La exportación de los bienes a que se refiere esta Ley, sin autorización del
Instituto del Patrimonio Cultural, será considerado como contrabando y penado conforme a
la legislación nacional, obligando su devolución al territorio de la República.

ARTÍCULO 42º Todos los bienes de interés cultural declarados como tales, cuya
propiedad no pueda ser demostrada al requerirlo así el Ejecutivo Nacional, pasarán a la
custodia y protección de la República.

ARTÍCULO43º Las gobernaciones de los Estados y las municipalidades podrán establecer


servicios de protección y defensa de los bienes ubicados en su territorio y que llenen las
condiciones establecidas en el artículo 6° de esta Ley.

Asimismo, podrán adoptar las medidas destinadas a su salvaguarda, siempre que en los
procesos de restauración y revitalización de dichos bienes, se cumplan las previsiones de
esta Ley, sus reglamentos y las normas y procedimientos que dicte el Instituto del
Patrimonio Cultural.

El Instituto del Patrimonio Cultural suscribirá convenios con las instituciones públicas o
privadas, nacionales o internacionales, cuyo objeto se relacione con el Patrimonio Cultural
a fin de desconcertar las ejecuciones de sus programas y utilizar la capacidad instalada y la
experiencia de dichas instituciones.

TITULO VI
De las Sanciones

ARTÍCULO44º Quedan obligados a una participación activa en pro de la defensa, rescate


y conservación del Patrimonio Cultural de la República todos los ciudadanos que habiten
en su territorio.

Será penado con dos (2) a cuatro (4) años de prisión quien destruya, deteriore o dañe
cualesquiera de los bienes establecidos en los artículos 2° y 6° de esta Ley.

ARTÍCULO45º El que por haber obrado con imprudencia o negligencia; o bien con
impericia en su profesión, arte o industria; o por inobservancia de esta Ley, de sus
reglamentos, normas, órdenes escritas o disposiciones oficiales ocasionen algún daño a esos
bienes, será sancionado con la mitad de la pena anterior.

ARTÍCULO46º Quienes en búsqueda de bienes arqueológicos o paleontológicos realicen


exploraciones o excavaciones no autorizadas, serán sancionados con la pena prevista en el
artículo que antecede.

ARTÍCULO 47º Las demás infracciones a esta Ley y a sus Reglamentos que no
constituyan delito, serán sancionadas con multa de cinco mil (5000) a diez mil (10000) días
de salario mínimo urbano. La sanción será impuesta por el Ministerio de Hacienda, a
solicitud del Instituto del Patrimonio Cultural.

ARTÍCULO 48º Las sanciones, anteriormente provistas, tendrán prelación sobre las que
pudiera establecer la Ley Penal del Ambiente, para los delitos y faltas aquí contemplados.
Conclusión
En conclusión podemos afirmar que es rica la diversidad arqueológica de nuestro estado
habiendo descubierto acerca de variados hallazgos como el de los mastodontes en el sector
el anís el cual fue relevante ya q no era pensada la existencia de dichas criaturas en nuestros
andes venezolanos ,el otro hecho relevante el hallazgo hecho de los Estatuillas
prehispánicas de manera casual ya que fue tan solo después de que pobladores la zona
salieran a reconocer las cumbres de esas montanas luego de una vaguada.

Queriendo con esta investigación seguir impulsando al conocimiento de nuestros tesoros


propios de la región aun desconocido por muchos.
Bibliografía

http://www.anar.org.ve/es/patrimonio-distribucion.htm

http://vereda.ula.ve/patrimonio/?page_id=7

http://vereda.ula.ve/museo_arqueologico/investigacion/investigaciones-arqueologicas

http://www.unesco.org/culture/natlaws/media/pdf/venezuela/ven_ley_proteccion_defensa_s
paorof.pdf

http://www.anar.org.ve/es/index.htm

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