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Argumentación en contra de la clonación humana con fines reproductivos

Tras la lectura de algunos artículos que analizan la clonación humana con fines
reproductivos, desde diversas perspectivas, tanto la científica, la jurídica, la psicológica, la
social, la económica y la ética, nos surgen preguntas como qué valores y concepciones de
la vida, del ser humano, de los derechos de las personas se desprenden de este avance
tecnológico. Qué consecuencias genera la creación de individuos clonados, cómo impacta
sobre cuestiones económicas, sociales, éticas, biológicas y evolutivas; qué repercusiones
generan y quienes en última instancia tienen acceso a esos procedimientos.

En primer lugar la clonación humana pone en evidencia la denominación de


persona, desde el punto de vista jurídico, en legislaciones como la argentina un individuo es
considerado persona humana y como tal es sujeto de derecho el individuo desde su
concepción. Derivado de esto la manipulación de embriones tanto para la clonación con
fines reproductivos como así también para el desarrollo y perfeccionamiento de las técnicas
requeridas (manejo de los embriones supernumerarios) está prohibido porque implica la
utilización de personas para la experimentación científica, es decir que el ser humano se
transforma en un objeto en detrimento de la categoría de sujeto.

Por lo antedicho, consideramos que es éticamente inaceptable sacrificar la vida de


un ser humano, incluso en estado embrionario, aún si se hace para mejorar la salud de otros
seres humanos.

El ser humano debe ser protegido para salvaguardar la integridad de la especie


como valor en sí mismo y la dignidad de cada uno de sus miembros, ya que posee una
identidad genética específica y su personalidad no puede reducirse únicamente a
características genéticas y ser tratado como un objeto.

En el ámbito biológico, las especies evolucionan, de manera que las generaciones


sucesivas aprovechan las variaciones genéticas producto de las mutaciones, para luego
tener posibilidad de transmitirlas a la generación siguiente y así sucesivamente, presentando
tanto ventajas como desventajas ante entornos determinados. Con la generación de
individuos idénticos genéticamente se estaría limitando el proceso de la variabilidad
genética producida por la meiosis a través del entrecruzamiento genético de cromosomas
maternos y paternos, lo cual implicaría una direccionalidad evolutiva generada por la
repetición de seres idénticos. Esta direccionalidad evolutiva tendría implicancias sociales y
económicas como el surgimiento de grupos de humanos con características “mejoradas” o
“seleccionadas” con la consiguiente generación de “razas” y su consecuente
discriminación.

Desde el punto de vista ético no es aceptado que las personas sean denigradas a
cualquier cosificación, creadas por un tercero bajo la condición de objeto fabricado sea en
serie o no, como si fuera un producto para cualquier función que no sea la de desempeñar y
sobrellevar una vida personal, individual, autónoma y digna. De ello se desprende la
concepción del acceso a esa práctica. ¿Quiénes gozarán de la capacidad de generar dichos
seres “idénticos” a otros o con capacidades seleccionadas? ¿Qué consecuencias sociales y
económicas derivarán de estos nuevos seres con capacidades seleccionadas? evidenciamos
de forma especial el nuevo ítem al que solo un grupo privilegiado sería capaz de acceder
¿Estas prácticas generarán un condicionamiento social y económico que evidencie y
profundice las desigualdades en la categorización de individuos más y menos aptos para
determinadas funciones, o castas de personas que gozarán de los beneficios económicos y
sociales y otras que serán los oprimidos y sujetos con una categoría de derechos inferior?

En Argentina por orden del Poder Ejecutivo se le encomendó al Ministro de Salud


mediante decreto redactar un proyecto de ley que prohíba expresamente las investigaciones
científicas, procedimientos, metodologías y técnicas de clonación que tengan como
finalidad la reproducción humana ​(​DECRETO 200/1997 del Poder Ejecutivo Nacional,
LEY 6581 de la Provincia de Mendoza)​.

Desde el punto de vista psicológico la creación de un ser vivo exactamente idéntico


genéticamente a otro provoca en ambos seres la falta de sentimiento propio, desfigurando la
concepción y diferenciación entre el Yo, el Ello e incluso, el Superyó. Esa sensación de
conocimiento individual por el cual uno se distingue de los demás con sus particularidades
esenciales se vería vulnerado en el caso de existir muchos como él. Se desvaloriza entonces
el elemento central de su personalidad que es el de ser él mismo y no una mera copia de
otro individuo.

Así mismo pueden ocurrir problemáticas psicológicas al clonar un ser humano


específicamente para una tarea, o con una cualidad determinada para la cual ese individuo
no quiere o le genera un perjuicio a sus intereses personales, viéndose dificultado el
ejercicio de su libertad.

Otra dificultad sería el estado de las relaciones clásicas tales como la


consanguinidad, el parentesco o la paternidad. El hecho de que puedan producirse ciertas
alteraciones en el orden familiar actual implicaría algún problema a nuestro código civil.
Esto quiere decir que una persona puede ser hermana gemela de su madre, no tener padre
biológico y ser hija de su abuela, por ejemplo. Creando una situación donde maternidad y
filiación se mezclan llegando incluso a confundirse, dentro de una comunidad que
construye los vínculos familiares-afectivos en base a la consanguinidad en general.

Por lo antedicho, consideramos que el camino a seguir en cuestiones de clonación


terapéutica debería ser el desarrollo técnicas con células madre adultas, no provenientes de
embriones cuyo potencial terapéutico está ampliamente demostrado en clonación
terapéutica”.

La clonación reproductiva es claramente inmoral, pero no por las razones usuales


que se han dado (porque atenta contra la individualidad o singularidad de la persona, etc.)
sino por otro tipo de consecuencias que le pueden ocurrir al ser clonado. La clonación de la
oveja Dolly fue un éxito después de 276 intentos fracasados. Solamente Dolly sobrevivió,
acabando con una esperanza de vida menor a la de cualquier otro de los de su especie.
Todos los demás embriones murieron en diferentes etapas de su desarrollo. La clonación
reproductiva de un ser humano se considera como inmoral/antiético porque involucraría un
sacrificio de semejantes o mayores medidas a las expuestas antes de que se obtuviera un
clon viable o porque el clon acabaría adoleciendo, como ha sido el caso con muchos
animales clonados, de serias anormalidades.

Bibliografía
Cambra González C.V. Efectos éticos y jurídicos de la clonación humana. Metodología y
técnica de la investigación. Recuperado de
http://www.ambiente-ecologico.com/revist55/caroli55.htm

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Pastor García, L.M. (2002). Clonación experimental: Encrucijada ética. Cuadernos de


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Estados Unidos: Vox Media.

Aspectos éticos de la clonación humana (21 de abril del 2002). La prensa. Recuperado de:

https://impresa.prensa.com/mundo/Aspectos-eticos-clonacion-humana_0_63068695
5.html

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