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CORROSIÓN DE TUBERÍAS

La corrosión es el deterioro natural y el posterior desgaste del material de la tubería debido


a las reacciones electroquímicas generadas por su entorno, tanto en interior como en
exterior.
La corrosión de tuberías de agua tiene muchas causas, y no todas son bien entendidas.
Son muchos los factores que trabajan o pueden conducir a la corrosión de las tuberías, de
hecho, dependiendo del grado de estos factores, un sistema de tuberías puede mostrar
signos de corrosión en unos pocos años después de su instalación.
La corrosión causa fugas y también afecta a la calidad del agua potable. Los estudios han
demostrado que consumir agua con altos niveles de metales tóxicos, como por ejemplo el
plomo y el cobre, puede conducir a graves problemas de salud.
La mayoría de los escenarios de alta corrosión son el resultado de años de problemas que
no se han reconocido, no se han abordado o se han ignorado. Por eso y para prevenir la
corrosión y sus consecuencias no hay nada más sencillo que instalar una descalcificadora
de agua.

A diferencia de la erosión, que es la degradación física de un material debido al flujo de


agua, el viento, o los residuos, la corrosión es la degradación de un material causado por
las reacciones químicas. La corrosión afecta a muchos tipos de metales de tuberías que se
utilizan en la vida cotidiana y en varias plantas industriales.
La corrosión en las tuberías puede avanzar en las partes interiores del metal a través del
tiempo, que pueden conducir a un adelgazamiento de la tubería y eventualmente a la
insuficiencia de la misma si no se trata. Además, la corrosión de los subproductos se
realiza a menudo en la tubería de aguas abajo, que puede contaminar el fluido, causar la
erosión y la corrosión de las tuberías y obstruir los orificios de la válvula.
Ejemplos de Tuberías Corroídas

La Corrosión del Acero


Las tuberías de acero, que se utilizan comúnmente en los sistemas de vapor, contienen
una cantidad significativa de hierro y es vulnerable a la oxidación bajo ciertas
condiciones. El Óxido de hierro ocurre debido a la oxidación de la superficie del metal
con la exposición al aire y el agua. Los Sistemas de tuberías de recuperación de
condensado de acero son especialmente vulnerables porque los reactivos para la
oxidación para formar (oxígeno, agua y hierro) son abundantes.
Por el contrario, en las tuberías de vapor en buen estado, existe significativamente menor
cantidad de aire y agua después de la puesta en marcha, lo que reduce el avance del óxido.
Adicionalmente, en un sistema de recuperación de condensado cerrado normalmente se
generara menos oxido que en un sistema abierto debido a que en este existe menor
exposición al aire. Sin embargo, la infiltración de aire en el sistema posterior al paro del
mismo puede conducir a una corrosión significativa si no se drena correctamente. Es
importante darse cuenta de que los sistemas con períodos de parada frecuentes pueden
experimentar oxidación acelerada en todos los tubos si se permite que el condensado
permanezca en el sistema durante el tiempo de paro.
Una buena medida para prevenir la oxidación durante el funcionamiento es emplear el
uso adecuado de trampas de vapor las cuales eliminaran el condensado que se forme y
ayudaran a mantener el vapor seco. El aire también debería ser eliminado del sistema a
través de los venteos de aire de modo que se reduzcan al mínimo las oportunidades de
formación óxido. Cuando se producen paradas, es importante drenar manualmente
condensado desde todos los puntos de recuperación en los cuales el condensado pudiera
no ser drenado de manera automática por las trampas de vapor.
Corrosión del Cobre
El cobre se utiliza a menudo en las líneas debido a su bajo costo de instalación y facilidad
de flexión alrededor de los equipos y bridas, pero este también es vulnerable a la corrosión
bajo ciertas condiciones. Las altas temperaturas y bajos valores de pH en el condensado
pueden ocasionar que el cobre se degrade a iones de cobre, los cuales se disolverán en el
condensado. Cuando el condensado cargado de cobre llega a la trampa de vapor y se
descarga, la presión inferior en el lado de salida de la trampa hará que parte del
condensado se convierta en vapor; algunos de los iones de cobre disuelto pueden
precipitarse y acumularse de forma sólida alrededor del asiento de la válvula, ocasionando
la obstrucción del orificio y reducción de temperaturas en la línea de trazado

Es importante tomar precauciones adicionales en el tratamiento de monitoreo del agua y


pH para evitar que esto ocurra. Bajo contenido de oxígeno disuelto y un pH neutro de 7-
9 son ideales. En ocasiones se usa el amoníaco en el tratamiento de agua para combatir
los niveles de pH bajos, pero en el cobre, puede ocasionar la canalización del proceso de
corrosión y por lo tanto se debe evitar cuando se utiliza cobre.
Acero Inoxidable
El acero inoxidable a menudo se dice que es un metal resistente a la corrosión. En
realidad, no es el propio metal el que es el resistente a la corrosión. El acero inoxidable
gana esta propiedad a través de un proceso llamado "pasivación".
La pasivación se refiere a la formación de una fina capa de óxido sobre la superficie del
metal previo al entrar en contacto con el aire. La capa de óxido protege el metal, que
conserva su color y brillo original. En el caso del acero inoxidable, esta capa se forma
naturalmente y es resistente a la oxidación y otros tipos de corrosión.
El acero inoxidable puede ser utilizado en la industria para sistemas en los que la
resistencia a la corrosión, la capacidad de manejar altas temperaturas y los altos
estándares de sanidad son absolutamente vitales, como en la demanda de la industria
pesada o aplicaciones médicas. TLV emplea el uso de acero inoxidable en muchas de sus
trampas de vapor y ofrece opciones de acero inoxidable para muchos otros productos para
satisfacer estas necesidades. Aunque los productos de acero inoxidable pueden tener un
precio de compra más alto, también es importante considerar la notable longevidad y
durabilidad que pueden proporcionar. Muchas compañías ahora requieren de acero
inoxidable para sistemas de traceo para evitar bloqueos causados por la corrosión.
Corrosión en tuberías hidráulicas
El agua en las instalaciones hidráulicas, está expuesta a muchos metales y a diferentes
condiciones de temperatura, velocidad y presión.
En las instalaciones hidráulicas modernas hay docenas de diferentes usos para el líquido:
agua fría para beber; agua caliente para baño; agua para protección contra incendios; agua
para acuarios, animales domésticos y plantas, y agua para enfriamiento y calefacción. Las
diferencias en temperaturas, presiones y velocidades que presentan los diferentes usos del
agua afectan las propiedades de ésta en cuanto sus tendencias hacia la corrosión.
Por lo tanto, se debe aplicar la tecnología proveniente de la teoría y la experiencia al
seleccionar los materiales y los métodos para tratar el agua de acuerdo con sus distintos
usos; determinando cuales son los metales que deben evitarse. El factor económico es el
que determina cual metal es el que va a utilizar.
Las causas más comunes de los problemas de corrosión en las instalaciones internas son:
 La suavización completa de la totalidad del suministro de agua, en general
incrementa la corrosividad del suministro. Sin embargo, ciertos equipos y lugares
como lavanderías, laboratorios y sistemas abiertos y cerrados, pueden requerir de
aguas suavizadas por completo con el fin de mantener la formación de
incrustaciones.
 La selección de materiales inadecuados para la tubería o una combinación errónea
de materiales, lo que produce fallas en los tubos debido a la corrosión.
 Soslayar el efecto de la velocidad al seleccionar los materiales de la tubería y los
tamaños de los tubos.
 No instalar equipos adecuados para el tratamiento de aguas ni disponer de un
acceso que facilite las reparaciones o reposiciones.
 El manejo de agua caliente doméstica a una temperatura demasiado alta.
 No aplicar los productos químicos recomendados para los sistemas de agua
caliente doméstica, calderas, torres de enfriamiento y sistemas cerrados, además
de no supervisar el tratamiento.
 Omitir de la disposición de un sitio para efectuar pruebas de corrosión, con el fin
de observar y vigilar el sistema de tubería para determinar si es necesario aplicar
químicos o cambios en el tratamiento.
 El diseño de un sistema que no se pueda limpiar, pasivar ni enjuagar
adecuadamente antes de usarlo.
 Soslayar el efecto del diseño original del edificio sobre el diseño de futuras
ampliaciones.
 Inspeccionar en forma inadecuada las instalaciones originales de plomería para
asegurarse de que:
 No se instalen conexiones que reduzcan el flujo.
 Se usaran adecuadamente compuestos para tubería no corrosivos.
 Se efectuaran en forma competente el escariado de los tubos y la soldadura, lo que
permitiría que el agua fluya con una turbulencia mínima por la tubería.
 La existencia de aguas estancadas en un edificio nuevo, durante varios meses antes
de que lo ocuparan los inquilinos.
Corrosión
La corrosión se hace presente en nuestra vida a través del aherrumbrado del acero de
nuestros automóviles, el deterioro metálico de los aparatos y las superficies externas del
hogar, y muchos otros sucesos, como fallas en las estructuras de puentes y carreteras. En
lo que respecta a las instalaciones hidráulicas, la corrosión es más preocupante en la
actualidad, ya que sus componentes, entre ellos plomo y cadmio, son altamente tóxicos y
se ha descubierto que se disuelven lo suficiente en el agua potable como para representar
serios peligros para la salud; como reacciones adversas en el cerebro y los sistemas
nervioso reproductivo y circulatorio, además de daños renales. La corrosión del cobre, el
hierro y el zinc puede perforara la tubería, y los productos de corrosión de estos metales
pueden causar la obstrucción de las líneas de agua, manchas en las lavadoras, secadoras
y en los muebles de baño, además de proporcionarle sabores raros al agua.
El proceso corrosivo se ha identificado como una reacción electroquímica en la que están
involucrados ánodos y cátodos; el ánodo es el electrodo donde ocurre la pérdida de
electrones, se forman iones metálicos positivos y ocurre la corrosión y la oxidación
química, y el cátodo es el que se protege. El caso más común sería unir 2 metales distintos;
por ejemplo, se conecta una tubería de acero y una válvula de metal que contenga cobre,
en este caso, el acero sería el ánodo y el cobre el cátodo, entonces las cuerdas del tubo de
acero se corroen y el cobre quedaría protegido. En el acero galvanizado, el zinc es el
ánodo, es el metal sacrificio que inhibe la corrosión del cátodo.
Fuera del ánodo y el cátodo existen otros dos componentes en la celda de corrosión que
son el electrolito, agua, por ejemplo, y el circuito eléctrico, los cuales son también
esenciales para que la corrosión ocurra.
Para reducir o detener la corrosión el diseñador puede disponer de lo siguiente:
- Aislar el ánodo respecto al cátodo.
- Aplicar un recubrimiento protector que interrumpa la corriente de la corrosión.
- Imponer una corriente eléctrica opuesta a la corriente de la corrosión (protección
catódica).
- Eliminar el electrolito (manteniendo seco el metal).
En una superficie de acero corroído se pueden formar numerosos ánodos y cátodos
pequeños e individuales para perpetuar el proceso corrosivo, esto lo puede causar ligeras
diferencias de exposición al ambiente, cuando en la superficie hay películas protectoras
imperfectas, pequeñas diferencias en el contacto con el aire y el agua, y en la limpieza de
las superficies.
La corrosividad de un agua depende por completo de su grado de saturación con los iones
o moléculas del metal o compuesto con el cual está en contacto. La rapidez de corrosión
depende de las reacciones en el ánodo y el cátodo, y se puede medir por una corriente de
corrosión la cual depende de la fuerza electromotriz involucrada, la resistencia del
electrolito y los metales y películas metálicas que estén involucrados; pero la rapidez de
corrosión suele determinarse con mayor confiabilidad exponiendo el metal específico al
ambiente en que se instalará durante periodos establecidos.
Mediante pruebas periódicas se pueden detectar condiciones que faciliten el desarrollo de
procesos corrosivos, por lo que se podrá disponer cambios en los equipos o en los
productos químicos utilizados en el tratamiento de aguas antes de que ocurran fallas
serias, como fugas y la obstrucción de tuberías con productos de la corrosión.
Tipos de corrosión
 Corrosión uniforme o general: Tiene como particularidad que se desarrolla con
la misma rapidez por toda la superficie, este tipo de corrosión ocurre cuando las
aguas tienen propiedades protectoras mínimas.
 Corrosión por picadura: No es uniforme, ocurre en un área anódica localizada,
puede ser aguda y profunda y es un ejemplo de un ambiente que ofrece algunas
propiedades protectoras, pero no una inhibición completa de la corrosión.
 Corrosión galvánica: Es el resultado de la exposición de dos metales distintos en
el mismo ambiente, y es más notable cuando están conectados eléctricamente en
forma directa. Con base en el potencial relativo de ambos metales, el que sea
menos noble se corroerá a expensas del que lo sea más, lo que ofrece una
protección para el metal catódico.
 Corrosión por celdas: Es el tipo más común de corrosión, ocurre cuando hay
diferencias en mineralización, acidez, concentración de iones metálicos,
concentración de aniones, oxígeno disuelto y temperatura en la exposición de un
metal a su ambiente. Estas diferencias causan discrepancias en el potencial de
solución del mismo metal.
 Corrosión en hendiduras: Es un ejemplo de la corrosión por celdas de
concentración, en ella el oxígeno se vuelve deficiente en la hendidura o grieta, lo
que causa una diferencia de potencial y provoca corrosión.
 Corrosión por deszincado: Ocurre en las aleaciones de cobre-zinc, como el
latón, porque el zinc es más anódico que el cobre y se corroe en ambientes hostiles,
mientras que el cobre se queda en su sitio.
 Corrosión grafítica: Ocurre en el hierro colado expuesto a aguas mineralizadas
o con pH bajo.
 Corrosión con esfuerzo (fatiga con corrosión): La causa un esfuerzo tensor
externo, y suele evidenciarse en los límites de los granos de microestructura del
metal. La ruptura frecuente de la película protectora en la superficie origina a
menudo una región anódica continua, lo que provoca el agrietamiento y la falla
del metal. Este tipo de corrosión se observa en la fragilización cáustica de los
tubos y tambores de acero de las calderas y en el ataque de los cloruros en los
aceros inoxidables.
 Corrosión por cavitación: Es producto de la continua remoción de la película
protectora contra productos de la corrosión, que sirve como barrera contra el
ataque corrosivo de algunos metales. La corrosión por cavitación, la alta velocidad
y los cambios de dirección de flujo producen burbujas de gases en los puntos de
baja presión y la resolución de los gases de alta.
 Corrosión por corrientes parásitas: Estas pueden ser las causantes de procesos
corrosivos originados por otras causas. Un ejemplo común y actual de este tipo de
corrosión se observa en las tuberías emplazadas cerca de algún sistema de tubería
protegido mediante protección catódica. Las corrientes parásitas derivadas de
sistemas de protección catódicos pueden causar una corrosión severa de los
sistemas vecinos cuando la corriente salga de las fuentes cercanas. La instalación
de acopladores aislantes o aplicaciones apropiadas de contracorriente, como
protecciones catódicas, pueden proveer un medio para contrarrestar este problema
de flujo de corriente.
Inhibidores de corrosión
Existen inhibidores de corrosión anódicos, que son eficaces en los ánodos; catódicos, que
son eficaces en los cátodos, y mixtos, que incluyen inhibidores tanto anódicos como
catódicos y pueden ser eficaces en ambos electrodos.
Los inhibidores anódicos son los cromatos, nitratos, ortofosfatos y silicatos. Los
inhibidores catódicos son, por ejemplo, el zinc, los polifosfatos y la alcalinidad de los
carbonatos. Los inhibidores mixtos son una combinación de inhibidores tanto anódicos
como catódicos. También se usan inhibidores orgánicos, como los aceites solubles y
dispensables.
Importancia del agua en el proceso de corrosión
Los componentes del agua que inciden en la rapidez con que se corroen los metales en
los sistemas de distribución son calcio, magnesio, sodio, cloruros, sulfatos, oxígeno
disuelto, alcalinidad, pH, intensidad de amortiguación, cloro libre, cloramina, sólidos en
suspensión y conductividad.
Las aguas con las siguientes características tenderán a ser más corrosivas:
 Aguas muy suaves.
 Aguas muy bajas en pH y alcalinidad. La adición de calcio, alcalinidad, y
productos químicos para ajustar el pH en aguas tratadas ha resultado eficaz para
corregir la corrosividad de las aguas bajas en dureza y alcalinidad.
 Aguas altas en cloruros o sulfatos, o en ambos (>150 mg/l).
 Aguas que contengan cantidades apreciables de oxígeno disuelto.
 Aguas con baja intensidad de amortiguación. Estas aguas tienden a ser más
corrosivas, pues la falta intensidad de amortiguación para contrarrestar la
producción local de ácido en la celda de corrosión, esta se mide como las moles
por litro de OH-. Un agua con por lo menos 0.5 mequiv/l de intensidad de
amortiguación tendrá suficiente capacidad de amortiguación para neutralizar las
concentraciones locales generadas por el cátodo.
 Aguas con un bajo pH (< 6.0) y una conductividad alta (>500 m S/cm)
 La presencia de cloro libre por encima de 1 mg/l y de cloramina arriba de 2 mg/l.
 La presencia de sólidos suspendidos. Estos sólidos tienden a incrementar las
tendencias a la corrosión por cavitación de un agua, y también proveen suciedad,
un depósito de suciedad puede conducir a la corrosión por celdas de
concentración.

Corrosión del acero galvanizado en instalaciones hidráulicas


La tubería galvanizada es uno de los materiales de plomería más viejos y comunes que se
usan para las instalaciones hidráulicas domésticas, aunque en general el cobre lo ha
reemplazado. El recubrimiento de zinc sobre el acero reduce la corrosión de este, el
impedir su contacto con el agua, y funciona como ánodo, corroyéndose en lugar del
cátodo (acero). Numerosos factores, como el espesor y la porosidad de la capa de zinc, su
adhesión al acero y a la naturaleza de la capa de oxidación sobre la superficie del zinc,
tienen una influencia notable sobre la eficacia del zinc para proteger al acero contra la
corrosión.
El tubo galvanizado debe tener un peso mínimo de 1.6 oz/ft2 de zinc sobre el acero y un
peso promedio de 1.8 oz/ft2 o más.
Hay cinco fallas por las cuales preocuparse en la corrosión de la tubería galvanizada por
el agua:
 Corrosión general o uniforme.
 Liberación de metales a la solución.
 Picadura y tuberculación.
 Corrosión galvánica o inducida por el cobre.
 Corrosión por celdas de concentración.
Corrosión del cobre en las instalaciones hidráulicas
El cobre, aunque es un metal noble, tiene una resistencia contra la corrosión. Las fallas
del cobre en la industria del agua son sucesos raros. Es importante mantener la película
de óxido cuproso (cuprita) para inhibir la corrosión en los sistemas clorados de agua
potable, además de mantener la velocidad y la temperatura dentro de los límites prescritos
para asegurar la integridad que se espera del metal.
El cobre es el material de construcción que más se recomienda utilizar en las instalaciones
hidráulicas, es un metal más resistente a la corrosión que el acero galvanizado en áreas
donde predominan las aguas de menor dureza (<100 mg/l), con un contenido más alto de
cloruros y sulfatos.
Las deficiencias del cobre como metal resistente a la corrosión pueden presentarse cuando
hay cloro arriba de 1 mg/l y cloramina alrededor de 2 mg/l, los cuales son muy agresivos
hacia el cobre, también el cobre por ser un metal más blando que el acero está sujeto a la
corrosión por cavitación (erosión-corrosión), particularmente en presencia del bióxido de
carbono a las temperaturas del agua caliente doméstica; para estas temperaturas se debe
especificar el tamaño de los tubos lo suficientemente grande para que la velocidad
máxima sea menor que 4 ft/s, para el agua fría se considera calcular los tamaños con base
en 8 ft/s.
A pesar de que la corrosión subterránea del cobre no suele ser un problema, hay evidencia
de que tal corrosión ocurre donde los suelos son marcadamente corrosivos, por lo tanto
es preciso realizar análisis de los suelos, ya que los suelos difieren en corrosividad, lo que
depende de su humedad, aireación, contenido de corrosivos, drenado superficial,
posibilidades para celdas termogalvánicas y corrientes parásitas.
Métodos de tratamiento de aguas para inhibir la corrosión del cobre
Las aguas que muestran propensión a la picadura se pueden tratar de la siguiente manera
para corregir su tendencia:
 Aireación para reducir el bióxido de carbono.
 Tratamiento con sosa cáustica, cenizas de sosa, silicato de sodio líquido, o cal para
elevar el pH de 8.1 hasta 8.3
 Paso por un filtro neutralizador (piedra caliza).
 Tratamiento con piedra caliza y bióxido de carbono para incrementar el contenido
de bicarbonatos.
La salud y la corrosión de las tuberías
La corrosión en un sistema de distribución de agua puede causar problemas de salud, así
como dañar y producir fugas de agua. Cuando las tuberías están corroídas, parte del metal
de la tubería entra en el agua potable y la consumimos. Las tuberías y accesorios que
contienen cobre, plomo y latón (el latón contiene plomo) pueden causar una gran variedad
de problemas de salud.
En España todavía existen comunidades, pisos o viviendas unifamiliares con
canalizaciones de agua de cobre o de hierro galvanizado. Este tipo de instalaciones
antiguas deberían ser reemplazadas, debido al alto grado de contaminación que implica
su corrosión y representan un serio peligro para nuestra salud y la del medio ambiente.
Otros Problemas
Además de ocasionar la obstrucción de las trampas de vapor y el adelgazamiento de las
tuberías, la corrosión también puede afectar otras partes del sistema de vapor. Como el
metal corroído se separa de la pared del tubo y se deja llevar por el fluido, puede erosionar
la tubería aguas abajo. Además, la presencia de restos de metal en la recuperación de
condensado disminuye la calidad del agua y puede causar incrustaciones o depósitos de
suciedad dentro de las calderas al evaporarse el agua recuperada, dejando atrás el metal.
Previniendo la Corrosión
La mejor manera de combatir la corrosión es previniéndola de la manera más efectiva
posible. Las condiciones que permiten que se produzca la corrosión pueden ser
controladas y reducidas por la correcta aplicación de las trampas de vapor, venteos de
aire, y procedimientos operacionales - especialmente durante el paro - para evitar que el
aire y el agua reaccionen. El tratamiento de agua adecuado y una estrecha vigilancia de
los niveles de pH en el condensado también son factores de importancia crítica para
ayudar a prevenir la corrosión.
Por último, es fundamental tener cuidado en la selección de tuberías trampas de vapor
basándose en las condiciones y necesidades específicas para su sistema. En los sistemas
donde existen paros de manera regular, e independientemente de la duración del paro,
podría presentarse la acumulación de condensado en el sistema y mezclarse con aire,
permitiendo que avance la corrosión. Al drenar completamente el condensado del sistema
durante la parada, se puede reducir significativamente la progresión de la corrosión.

Bibliografía
SCALEBUSTER. (s.f.). BLOG SCALEBUSTER. Obtenido de
https://www.scalebuster.es/descalcificador/corrosion-de-tuberias/

TLV. (s.f.). Obtenido de https://www.tlv.com/global/LA/steam-theory/corrosion.html#toc_1

Secretaría general de los estados americanos. Corrosión, serie de química monografía No 21.
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FLINN, Richard A, TROJAN, Paul K. Materiales de ingeniería y sus aplicaciones. Ed. Mc Graw-Hill
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