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PLANTILLA DE CORRECCIÓN
EJERCICIO A
A) Paciente: … pues ahora mismo en la familia ahora estamos debatiendo que hacer
sobre un asunto y me gustaría saber qué piensas tú... Mi tía sigue comprando
compulsivamente y además tiene el síndrome de Diógenes. Su casa está que apenas se
puede entrar ni moverse uno, no puede guardar la ropa en el armario, porque no le
cabe y no es capaz de donar nada. Este mes está con una asistenta 12 horas al día y
quizás podríamos aprovechar para intentar que empiece un tratamiento psicológico.
Yo soy un poco escéptica, porque tiene 80 años y las compras siempre han sido su
pasatiempo favorito. Quizás lo que podríamos intentar tratar es el síndrome de
Diógenes. ¿Esto se trata con alguna terapia? ¿Crees que puede valer la pena con una
persona de 80 años?
Terapeuta:
Intervención nº2: Estáis bastante preocupados por ella y creéis que hay que actuar ya
Intervención nº3: Bueno, el síndrome de Diógenes conlleva también otros síntomas además de
la acumulación de objetos… como evitar o rechazar las relaciones sociales, tendencia a
conductas no convencionales socialmente, aspecto descuidado por falta de higiene, también
descuido de la alimentación, justificación de su conducta más allá de todo límite razonable…,
en fin, que lo primero es un diagnóstico que aborde cuidosamente todos los aspectos
implicados, incluidos los fisiológicos. Y luego ya se van viendo las opciones de tratamiento. En
esas edades los más eficaces suelen ser los que combinan la terapia ocupacional, con la
cognitiva y la medicación, sin olvidar buenas dosis de afecto en un clima de buen humor.
PREGUNTAS:
SUPUESTO
Paciente: El sentido común nos ha hecho pensar que tiene síndrome de Diógenes, pero
a lo mejor no es así… Hace tiempo que pensamos que asistir a un Centro de Día podría
ser una buena opción para ella, pero mi tía no está por la labor, porque no le gusta
madrugar ni tener horarios fijos. Tiene depresión, más o menos intermitente; quiero
decir que se siente sola y está sola y, además, según un primo mío, que es médico, está
sobremedicada. Porque cada vez que va al Centro de Salud o al especialista por un
problema, van y le recetan algo nuevo. Toma 14 pastillas diarias y ahora, por cuenta de
la cuidadora y mía, se las hemos bajado a 13 pastillas. Sigue siendo una barbaridad. En
cambio, apenas tiene actividad física, pero con la cuidadora sí ha andado mucho esta
primera semana que han estado juntas. El problema es que mi tía no tiene ni la
voluntad ni la fuerza de voluntad para cambiar de rumbo. Siempre ha sido y ahora
también es una persona muy pasiva. De momento parece que se está resistiendo a
todos los intentos de su actual cuidadora de activarla para hacer cosas que no sean
comprar: pasear, ir a la piscina, ir a una exposición… Estoy intentando reconducir la
situación desde la distancia, pero tampoco quiero responsabilizar a la cuidadora de
más de lo que es razonable pedirle.
Terapeuta:
Intervención nº2: Dices que ella está sola y se siente sola, pero tú pareces tan agobiada por el
problema que me pregunto si, haciendo cosas como cambiarle la medicación por tu cuenta y
riesgo, no estarás intentando soslayar un cierto sentimiento de culpabilidad por haberla dejado
al cargo de una cuidadora.
Intervención nº3: Yo soy consciente de que tu tía tiene problemas que podría convenir tratar,
pero además también estoy teniendo la impresión de que, dándome detalles sobre ella, evitas
hablar de los tuyos.
PREGUNTAS:
B4. En ese contexto, cuál de estas tres opciones recoge mejor el foco de la intervención nº 3:
B5. En ese contexto, la intervención que peor demuestra la capacidad del terapeuta para
escuchar es