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Préstamo extranjero y progreso1

La primera noción-trampa señalaba que, en materia de


desarrollo económico, se debe comenzar por el principio, es
decir, por la expansión de la agricultura y de la producción
de materias primas, para entrar después en las industrias
ligeras, hasta colmar el mercado interno y sólo entonces,
dentro de tres siglos y medio, encarar la posibilidad de
construir las industrias pesadas y semipesadas. Es en este
sentido que se habló del autoabastecimiento y de la
diversificación: autoabastecimiento en los angostos marcos
del mercado interno y diversificación-fuga de la minería,
aspiraciones ambas de un contenido eglógico y provinciano
que corresponden a la doctrina del país chico y que niegan
a Bolivia su capacidad para existir como nación moderna, es
decir, compitiendo en la exportación de manufacturas. Pero
no es cierto que los países atrasados deban comenzar por
el principio porque eso sería postergar indefinidamente su
liberación. Esto lo explicó, con gran lucidez, Trotsky. “los
países adelantados-escribió- muestran a los atrasados la
imagen de su desarrollo futuro. Los rasgos más retrasados
se acoplan a la última palabra de la técnica y el pensamiento
mundiales. En fin, los países retrasados se ven a veces
obligados a sobrepasar a los demás. La elasticidad de la
conciencia colectiva de la posibilidad de lograr, en ciertas
condiciones, sobre la arena social, el resultado que en
psicología se llama la “compensación”. En este sentido, se
puede expresar que la Revolución de Octubre fue para los
pueblos de Rusia un medio heroico de superar su propia
inferioridad económica y cultural. Casi sin rutas nacionales,
Rusia se ve obligada a construir vías férreas. Sin haber
pasado por el artesanado y la manufactura europeas, Rusia
saltó directamente a la producción mecanizada. Saltar las
etapas intermedias, tal es el camino de los países
atrasados”. (Zabaleta: 1990)
Es en este sentido, siguiendo las palabras de Zabaleta y Trotsky
respectivamente, una nación debe saltar etapas del desarrollo “natural” que ya
tomaron países más desarrollados. Y, para lograr este cometido, hace falta
recursos que permitan estos grandes saltos que a simple vista se ven forzados
o contracorriente. Estos recursos que hacen falta se concretizan en uno de los
inventos más influyentes de la humanidad: el dinero.

1
Adrian Gabriel Mendoza Zapata. Ensayo final de Sociología Boliviana 1 22-11-2017
En la historia de la humanidad, el dinero vino a reemplazar al trueque como
manera de intercambio de bienes dominante en las sociedades. Se origina por
medio de papeles en forma de “vales” que representan la promesa de que ese
papel puede ser intercambiado por lo que lleve escrito encima. “Vale por cinco
vacas”, “Vale por 300 kilos de maíz”: Promesas de que un pedazo de papel se
traduce a los objetos escritos. Poco a poco se va formalizando e
institucionalizando este sistema de promesas. En lugar de valer por cualquier
objeto real, el oro toma protagonismo: “Vale por 500 kilos de Oro”, “Vale por 100
gramos de Oro”. Al ser difícil de cargar este oro, se crearon los bancos que lo
guardaban y hacían estos “vales-promesas”. Y de manera natural, al cumplir
siempre su cambio de “vales-promesas” al objeto real “oro”, se genera más
confianza en estos bancos; lo que genera más “vales-promesas”. Y al haber más
“vales-promesas” cumplidas hay más confianza, y así cíclicamente. Entonces el
dinero, en su origen y esencia, no deja de ser una mera promesa subjetiva.
Evidentemente, cabe recalcar que esta promesa subjetiva tiene efectos reales,
efectos que van a influir de una manera u otra en la vida de todos los que
participen en una economía de mercado como las de nuestros días. Bajo este
foco, volviendo a las palabras de Zabaleta, es necesario este recurso-promesa
para el desarrollo en nuestro tipo de mercado; en especial para los países
atrasados. Simplemente, porque a través de esta promesa se puede saltar
etapas que otros países desarrollados tuvieron que pasar, para ser competencia
en el mercado global. Tal es el caso de Alemania, que luego de la segunda
guerra mundial, en lugar de reconstruirse desde adentro paso a paso, decidió
hacerse préstamos de sus aliados para crecer como país y generar industria.
Aunque sus aliados le perdonaron estas deudas, el país precisó del préstamo
para crecer y saltar las etapas naturales del paso a la modernidad.
De esta manera, para aclarar el panorama hace falta ilustrar el significado de
dinero en su esencia nominal. Como sabemos, la economía está en constante
cambio y el precio de las cosas varia acorde a términos inflacionarios cada año.
De hecho una manzana no equivale a la misma cantidad de bolivianos en 2001
que en 2017, su valor nominal, en el sentido de referencial, va a variar. Esto nos
obliga a reflexionar, citando a Paul Krugman en Essentials of Economics: “él
símbolo que representa el dinero como herramienta no real, sino como
intermediario para enmarcar esa realidad”. No existe una traducción precisa de
una cantidad de efectivo a un producto real fijo como es la manzana. Es más, en
un plano global, una silla puede llegar a costar diez o hasta cien veces más en
Inglaterra que en la India, pero no deja de representar la misma cosa real: una
silla.
En este contexto, se puede llegar a una conclusión lógica atando los cabos
sueltos: El prestarse, para un país, recursos económicos, que tienen valor
nominal, de manera eficiente, tiene efectos positivos, siempre, sobre el progreso
del mismo país. En primer lugar, porque, en el contexto del dinero nominal
generalmente, un país no tiene fecha límite para pagar sus deudas. En segundo,
porque haciendo el préstamo en cualquier medida respecto a los recursos
humanos, tierra y capital del país existe un impacto positivo; por más de que
haya un punto de mayor eficiencia. Y finalmente es positivo porque los resultados
de éste valor nominal son tangibles y reales.

Analizando el primer punto, el no tener fecha límite para pagar las deudas del
país que se va a prestar es clave por la relatividad del dinero y la devaluación de
la moneda. Un préstamo implica dos elementos: la deuda misma y los intereses
de la deuda. Si desarrollamos una función financiera acumulativa de esta deuda
donde “D” es la deuda misma, “e” los intereses a pagar por periodo y “t” el número
de periodos, tendríamos a la deuda e intereses expresados como:
D + ((e*D)*T) = monto total a pagar
Ahora bien, sabiendo que el monto “D” va a valer menos cada vez respecto a
sus equivalentes reales a comprar con ese dinero, por el solo hecho del paso del
tiempo y su devaluación “real”, la deuda se vuelve más y más pequeña en
términos reales. Lo que implica que la mejor estrategia de un país para pagar
esta deuda es nunca pagarla; solo pagar los intereses de la misma y el
porcentaje mínimo que exija el otro país si necesario. Y teóricamente, si el monto
total disminuye en términos reales, también lo hace el interés en base a estos
términos nominales.
Es verdad que hay un punto de vista que puede surgir al seguir esta teoría en
opiniones de terceros: la deuda eterna con otros países no dejaría ser
independientes realmente con respecto a los países de la otra cara de la
moneda. Sin embargo, cabe recalcar que en el mundo de hoy ningún país es
independiente de los demás. No lo es ni de manera económica, política, social o
incluso cultural. El entramado de uniones entre un país y los del resto del mundo
es tan grande que es, en algunos de ellos, imposible separar sus
interdependencias económicas y sociales. Tal es el caso, por ejemplo, de los
Estados unidos y China. Al haberse caído la bolsa inmobiliaria en Estados
Unidos, junto con el resto de sus áreas económicas en efecto domino, incluida
la banca; el gigante capitalista se vio a merced de China para recuperar su
estabilidad y la del mundo entero. El país asiático compró bonos americanos y
acciones de sus bancos en lugar de venderlos para salvar esta economía que
pendía de un hilo. Estos elementos son tan grandes y tan influyentes que se los
conoce con el termino de too big to fail por los resultados catastróficos en los que
pueden acabar.
Poniendo ejemplos concretos de países endeudados, el Fondo monetario
internacional nos da los datos de cómo van evolucionando las deudas de cada
país por año. Tomando el caso de Estados Unidos y Brasil ya se puede observar
que sus deudas no paran de crecer. Estados unidos debía mil novecientos
setenta y tres miles de millones de dólares en 2006 y debía cinco mil seiscientos
noventa y ocho mil millones en 2013. Brasil, por su lado, debía trescientos
cuarenta y nueve mil millones en 2006 y setecientos cincuenta mil millones en
2013. Como es tos países, muchos otros no paran de hacer crecer su deuda
porque saben, aunque no se hable a viva voz, que sus deudas no significan
términos reales directamente.
Entonces, este pago acumulado de solamente intereses y la devaluación de la
moneda van a definir la política monetaria del mundo entero; y todo gracias a
que dl tiempo límite de pago de estas deudas no está definido. Es así porque si
un país llegase a la fecha límite y no pudiese pagar lo que debe al FMI, banco
mundial u otro país se vería en la obligación de declararse en bancarrota como
un simple negocio fallido. Sin embargo, los países no son un negocio, son el
hogar de personas que se mueven en su economía y respiran su cultura. Esto
denota que, no solo hay un beneficio no esperado para la parte a la que se le da
los recursos sino hay, tangiblemente, el deseo y fin de ayudar a los países a los
que se les presta recursos económicos. ¿Por qué no aprovecharlo?
Analizando el segundo punto, es positivo prestarse dinero sin importar la relación
del préstamo con los recursos humanos, de tierra y capitales ya existentes en el
país. Esto porque cada centavo invertido en un área específica pasa de la mano
del que la tiene, a la mano del que le vende un producto y así progresivamente.
A este fenómeno se lo conoce como ciclo del dinero, que conlleva a incrementar
el multiplicador del dinero. Para ilustrar el ciclo del dinero hace falta pensar que
productores y consumidores forman parte de, básicamente, distintos grupos a
los que unos a otros se van pasando el mismo billete. Como efecto aparece en
multiplicador del dinero, que no es más que las veces que un billete dado pasa
por las manos de alguien para ser intercambiado por una cosa real. En efecto,
un billete de cien bolivianos puede representar más de 1000 por las veces en las
que fue utilizado. Entonces, por el solo hecho de aumentar el multiplicador del
dinero; ya hay un efecto positivo para la economía local al prestarse dinero
extranjero.
Pero se debe ir más lejos. Existe un punto en el que la cantidad de dinero
prestado ayuda de manera más eficiente a hacer crecer la economía al tener una
capacidad dada de recursos de territorio, humanos, económicos y tecnológicos
ya dados. A este punto se lo conoce como punto de eficiencia. Normalmente,
para hallar este punto, los economistas realizan la llamada curva de eficiencia.
Curva que, por ejemplo, determina cuánto dinero se debe ingresar de más por
trabajador para que estos aumenten su capacidad. Sea como fuere, los recursos
económicos que se inyecten en una economía dada la harán crecer, y más aún
si se calcula cuál sería su beneficio más eficiente.
Y así, terminando con la parte subjetiva de los primeros dos puntos, cabe
explayar el punto tercero, el más importante, el efecto objetivo y real que puede
causar un préstamo extranjero. Como bien sabemos, salud, educación,
infraestructura de una ciudad y mil elementos más se mueven por el capital de
la nación al ser bienes públicos. Saber manejar estos recursos permite mayor
crecimiento como país y un desarrollo sostenible. Y mejor aún si estos recursos
son administrados de manera eficiente y transparente por un salto de gigante
que implica prestarse recursos.
¿De qué serviría tener una economía que crece si no se llega a la población
entera de un país causando un verdadero efecto positivo? Evidentemente no
serviría de nada más que para llenar los bolsillos del gobernador corrupto. Y he
aquí el punto flaco de obtener un préstamo del otro país o tener posibilidades de
crecimiento: no servirían de nada si el gobierno que los administra es corrupto.
Puede haber la mejor de las intenciones y un estudio minucioso de lo que se
puede llegar a hacer con los recursos, pero si no hay una buena administración
en la que el gobernante no obtenga beneficio ilícito, se endeuda a cada uno de
los habitantes del país. La deuda externa no es solamente deuda que tiene el
gobierno o la abstracta concepción del estado; es sino, siguiendo un espíritu
nacional, la deuda de cada uno de los que se consideren parte del país. Peligroso
es, por ende, jugar a prestarse recursos si uno no tiene la capacidad de
administrarlos.
En el contexto boliviano, por ejemplo, donde la diferencia de realidades y
sistemas económicos es abismal, la administración debería ser llevada a cabo
“con pinzas”. Como es el caso de muchas naciones en América Latina, en Bolivia
existe todavía pobreza extrema. Si bien hay que destacar que al crecer este mal
se redujo en 21% la cantidad de habitantes que viven en este estado son todavía
38,6% de sus habitantes. Como ejemplo de realidad mejorada pero que aún se
puede y debe mejorar, encontramos en el reportaje de 2011 realizado por Pedro
Bujalance de la UNICEF, a Agustín Leandro de 13 años que habiendo trabajado
en el cerro rico de Potosí en situaciones de precariedad extrema ahora se dedica
a ser guía de turistas interesados en ver cómo es de complicado trabajar en estas
minas y lo que puede causar en el cuerpo de uno. Tal y como él, muchos niños
del país, si bien mejoraron su situación, siguen en pobreza. Razón por la cual se
debe el país mover a pasos de gigante y prestarse los recursos económicos que
piense necesarios, idealmente, sin corrupción de por medio.
Entonces, un pago de, en lo posible, solo los intereses de una deuda y la
devaluación de la moneda junto a la buena administración de estos recursos es
una puerta de salida de la situación de pobreza de muchas naciones. No por
nada basada en análisis estadísticos los países emergentes se prestan cada vez
más dinero para industrializarse y pasar a ser naciones más poderosas en
completo estado de modernidad. En cada continente del mundo se encuentra
todavía pobreza y queda para sus gobernantes un trabajo gigante por hacer.
Trabajo que, en efecto, se puede realizar con el apoyo de la comunidad
internacional. Porque “los países atrasados tienen – como, quizá, la única
ventaja de haber llegado tarde- la de poder utilizar las técnicas más modernas y
encarar los aspectos más veloces, rentables y multiplicadores de la
industrialización”. (Zabaleta Mercado:1990)
Es interesante, sin embargo, analizar el caso de Brunei. Un estado que no tiene
deuda externa y que gracias al petróleo, gas natural y al carbón de sus tierras y
la buena administración de los mismos alcanzó en 2012 a tener un PIB per capita
de cuarenta y siete mil seiscientos veinte dólares americanos. Aunque, a causa
de la baja del precio del petróleo en los últimos años el PIB per capita bajó a
veintiséis mil novecientos cincuenta y ocho dólares americanos, casi la mitad
que cuatro años atrás. Hoy en día el país busca diversificar sus activos creando
un ambiente agradable para la inversión extranjera. Por más de que no haya
necesitado ayuda de la comunidad global en el pasado; hoy la requiere y busca
a través de inversiones que vengan de esta misma. Mostrando así, cómo
también tiene este país, libre de deuda, interdependencias con los demás. Y si
bien la inversión extranjera es un camino mucho más cómodo que el préstamo
del extranjero, es un camino que depende enormemente de los privados de otros
países, no del estado propiamente.
Prestarse, industrializarse y avanzar saltando etapas son pasos que una nación
en desarrollo debe seguir para dejar de ser uno de los últimos eslabones de la
cadena de la economía mundial. Ser industria para liderar en progreso en
términos de la modernidad. Siempre y cuando, se busque esta modernidad y lo
que implica. Porque de nada vale promocionar zapatos deportivos en sectores
del África en donde ni siquiera se use algún tipo de calzado, ni de nada vale
decirle a la gente cómo debe ser feliz y con qué objetos llegar a serlo. Entonces
antes de nada uno se debe preguntar ¿Qué es lo que busca el país en vías de
desarrollo? ¿Qué es lo que buscamos como sociedad? Si la respuesta es seguir
con la receta de la modernidad, el préstamo extranjero es una solución.
Bibliografía
ZAVALETA MERCADO, R. 1990 – Bolivia: El desarrollo de la conciencia
Nacional, 145 pp.; La Paz: Los Amigos del Libro
KRUGMAN, P. 2011 –Essentials of economics, 293 pp.; New York: Worth
Publishers
JESTAZ, E. 1999 –Sciences économiques et sociales, 218
pp.;Paris :Partenaires-Livres
El trabajo infantil en una de las minas de Bolivia más peligrosas del mundo ;
UNICEF. https://www.youtube.com/watch?v=EhQr3TpumFM al 21.11.2017

Pobreza en Bolivia disminuyó en 21 puntos porcentuales; INE.


http://www.ine.gob.bo/index.php/estadisticas-del-sector-publico/item/429-
pobreza-en-bolivia-disminuyo-en-21-puntos-porcentuales al 21.11.2017

Brunei Economic Outlook; Focus Economics; https://www.focus-


economics.com/countries/brunei al 21.11.2017

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