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INTRODUCCIÓN
2. ANTECEDENTES
Falta de control sobre la propia vida el recluso decide en primer lugar cual va a ser
su actitud general respecto a su situación carcelaria: de rebeldía, de protesta, de
queja, de sumisión, de aceptación, de lucha, de superación o de esfuerzo.
(Bermúdez: 360)
Por otro lado, la separación de las madres encarceladas de sus hijos, interrumpe el
vínculo familiar, tan importante para el desarrollo pleno y saludable de los niños.
Diversos estudios han señalado que las hijas e hijos de mujeres reclusas
experimentan una gran cantidad de problemas psicosociales como depresión,
hiperactividad, comportamiento agresivo o dependiente, retraimiento, regresión,
problemas de alimentación, entre otros.
La mayor afectada es la familia, uno de los dramas más grandes y que las
autoridades le dan muy poca importancia es la fractura y disolución de núcleos
familiares ya que los que más sufren son los hijos siendo indirectamente
sentenciados.
El período para dictar sentencia puede ser especialmente estresante para las
familias debido a la incertidumbre en torno al resultado62 –de hecho, las
investigaciones indican que este período es especialmente perjudicial para la salud
de los miembros de la familia.63 El tener una madre o padre que ha sido hallado
culpable y sentenciado puede causar un choque en los niños y hacer que su miedo
a la separación –que hasta entonces habían tratado de negar– se convierta en algo
real. La mayoría de las familias “hasta el último minuto siguen esperando un
milagro”.64
Los hijos que viven en la cárcel con sus progenitores tienen mayor acceso a ellos
que si no vivieran con ellos, sin embargo, sus relaciones con los miembros de la
familia en el exterior, amistades y el mundo de afuera se reducirán en sus vidas. Un
niño que vivió en la cárcel hasta los 2 años y medio “[al principio] tenía miedo a los
hombres porque había vivido con mujeres todo el tiempo … Lloraba si veía los
árboles y el pasto”.148 También puede ser difícil hacer contacto con el otro
progenitor encarcelado: las normas estrictas que separan a los presos de las presas
en las cárceles de la India provocan que aún cuando ambos padres estuvieran
encerrados en el mismo edificio, no podrían verse el uno al otro149 (ni podrán
hacerlo los hijos que viven con uno de ellos). Este tipo de impactos y las condiciones
en que los niños vivirán150 deben revisarse al momento de decidir si el que
permanezca en la cárcel es en el mejor interés del niño o niña.
Oliver Robertson2007
La importancia del vínculo madre-hijo al interior del sistema carcelario tiene una
connotación de gran relevancia para la mujer. Dentro de este contexto, donde la
hostilidad se vive constantemente, mantener una relación de cercanía con sus
hijos/as es un elemento considerado fundamental, que les ayuda a sobrellevar el
encierro.
Cerca del 40% estaba recluida por delitos relacionados con la ley 1008. El mayor
problema que se tiene es el hacinamiento en realidad producto de la retardación de
justicia el 85% de los detenidos se encuentran sin sentencia. En consecuencia, la
retardación de justicia es uno de los problemas estructurales y endémicos que
afecta a los privados de libertad. (Ibíd.:43).
No sólo es el hacinamiento una de las dificultades por las que atraviesan las
penitenciarías sino también la sobrepoblación causando deterioros en las
instalaciones y donde los esfuerzos de los funcionarios no son eficientes.
Los problemas no sólo son para los reos sino se suman a estos los niños y niñas,
hijos de reos que cumplen una condena, estos niños y niñas pueden estar con sus
padres hasta los seis años de edad, pero se evidencia que no es así, existen niños
y niñas mayores a los seis años e incluso hay adolescentes. Además no todos los
niños y adolescentes son hijos de reos sino son algún pariente como ser hermano,
sobrino.
A nivel nacional, el 51% de las mujeres privadas de libertad recibe visitas de sus
hijos/as al interior del recinto penitenciario, un 20% contestó que no es visitado por
sus hijos/as pues están lejos y un 29% no contestó porque puede que ya se haya
fracturado la relación (abandono) con éstos/éstas. De acuerdo a los testimonios
recabados, el alejamiento de sus hijos/as constituye “el dolor más grande” para
ellas. Manifestaron que ante la imposibilidad de poder convivir con sus hijos e hijas
en el interior del establecimiento penitenciario debido a falta de espacio, o recursos
económicos limitados para sostenerlos/as dentro o porque los/as hijos/as que no
cumplen con el requisito de la edad legal para permanecer con sus madres tienen
que quedarse al cuidado de sus abuelas, tías u otros familiares, o, en otros casos
se encuentran a cargo de padrinos, madrinas, amigas; reportándose casos de
violencia hacia ellos/as. Gráfico Nº 13 Mujeres que reciben visitas de sus hijas/os
(%) Fuente: Defensoría del Pueblo, Situación de los Derechos de las Mujeres
Privadas de Libertad, 2010. Informe Defensorial Bolivia: Situación de los Derechos
de las Mujeres Privadas de Libertad 62 63 Conforme indica Marcela Lagarde en la
obra citada, por el papel central que tiene la mater - nidad en la definición de las
mujeres, la suspensión de su capacidad de custodia y tutelaje por la privación de
libertad, o el hecho de que en la cárcel deba cuidar de sus hijos/as, hacen que la
vida en prisión sea genéricamente opresiva para las mujeres. El castigo a la madre
es siempre el castigo a los/as hijos/as. Asimismo, en el caso de las mujeres privadas
de libertad, es evidente que mantienen el derecho y la obligación social de tutelar
de algunos de sus hijos/as y, en cambio, son separadas de otros/as, aun cuando su
presencia sea indispensable para su vida, porque dependen vitalmente de ellas para
sobrevivir. Una privada de libertad manifestó “…no puedo darles más cariño, antes
los atendía, me desespera no poder estar con mis hijos afuera y no verlos,
controlarlos”. Indicaron también que el cuidado de los/as hijos/as por parte de los
padres, no es igual que el cuidado que dan ellas “porque ellos no saben ni curar una
tos”. Es decir son las razones inherentes a los roles de género asignados.
3. PROBLEMATIZACIÓN
4. OBJETIVO
4.1.Objetivo General
4.2.Objetivos Específicos
Analizar los datos obtenidos desde un método Constructivo – Interpretativo.
Identificar la dinámica que se lleva entre madre e hijos dentro el régimen
penitenciario.
Explicar los factores presentes en la relación madre – hijos y como esto
regulan su forma de vida dentro el régimen penitenciario.
5. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL
6. MARCO METODOLÓGICO
7. RESULTADOS
BIBLIOGRAFÍA
CUADRO 1
Por la publicación de los datos del Defensoría del Pueblo de 2014 se puede
observar que gran parte de los y las internas de las cárceles de nuestro país, se
encontrarían recluidas en las cárceles sin contar con una sentencia y al igual que
en el cuadro anterior continúa siendo el departamento de Santa Cruz seguido por
Cochabamba y La Paz, con mayor internas hecho que contribuye para el
hacinamiento en las cárceles
GRAFICO 3
GRAFICO 4
(%)
Se puede observar que la población de internos en el 2010 era mayor en Santa Cruz
con un 30.7% seguido por la de La Paz con 26.4, seguido por Cochabamba con
20.8%.
CUADRO 5
FUENTE: Defensoría del Pueblo, 2010 se observa que el eje principal del país que
comprendido entre Santa Cruz, La Paz y Cochabamba son los que más internas
tiene.
CUADRO 6
CUADRO 7
GRÁFICO 8
A nivel nacional, el 51% de las mujeres privadas de libertad recibe visitas de sus
hijos/as al interior del recinto penitenciario, un 20% contestó que no es visitado por
sus hijos/as pues están lejos y un 29% no contestó porque puede que ya se haya
fracturado la relación (abandono) con éstos/éstas. De acuerdo a los testimonios
recabados, el alejamiento de sus hijos/as constituye “el dolor más grande” para
ellas. Manifestaron que ante la imposibilidad de poder convivir con sus hijos e hijas
en el interior del establecimiento penitenciario debido a falta de espacio, o recursos
económicos limitados para sostenerlos/as dentro o porque los/as hijos/as que no
cumplen con el requisito de la edad legal para permanecer con sus madres tienen
que quedarse al cuidado de sus abuelas, tías u otros familiares, o, en otros casos
se encuentran a cargo de padrinos, madrinas, amigas; reportándose casos de
violencia hacia ellos/as. Gráfico Nº 13 Mujeres que reciben visitas de sus hijas/os
(%) Fuente: Defensoría del Pueblo, Situación de los Derechos de las Mujeres
Privadas de Libertad, 2010. Informe Defensoría Bolivia: Situación de los Derechos
de las Mujeres Privadas de Libertad 62 63 Conforme indica Marcela Lagarde en la
obra citada, por el papel central que tiene la maternidad en la definición de las
mujeres, la suspensión de su capacidad de custodia y tutelaje por la privación de
libertad, o el hecho de que en la cárcel deba cuidar de sus hijos/as, hacen que la
vida en prisión sea genéricamente opresiva para las mujeres. El castigo a la madre
es siempre el castigo a los/as hijos/as.
CUADRO Nº 9
Como se observa, del total de recintos, sólo 4 cuentan con guarderías y tiene que
ver con la falta de establecimientos exclusivos para mujeres ya que en los mismos
también hay NN, lo que obliga a las mujeres con hijas/os a reducir aún más sus
espacios para estar con ellos/as, ocasionando también la reducción de espacio para
las/os niñas/os.