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TEMA 14: La creación del universo y del hombre como acción de Dios: Dios creados.

Elevación de lo creado a una dimensión sobrenatural. Creación e historia de la b. Explicación de la existencia del alma humana
salvación. Las afirmaciones del Antiguo y del Nuevo Testamento sobre la acción El alma es un ser vivo que tiene una capacidad de reflexión (capacidad de elaborar
creadora de Dios. La providencia de Dios. La creación de los ángeles y demonios. pensamientos, reflexionar, razonamientos) a diferencia de los otros seres vivos. El hombre
Cuestiones fronterizas entre la fe y la ciencia sobre el origen del mundo. tiene capacidad de razonar que le permite abstraer: elaborar conceptos abstractos.
Estos actos no son una realidad material, luego, el origen de ellos es una realidad
La creación del universo y del hombre como acción de Dios: Dios creador espiritual, sin la cual no se explicarían esos actos. El origen y causa de estos actos le
llamamos ALMA, que no puede ser medida.
El Dios trinitario estaba en el origen de la creación. 1 Del Dios de la historia de la Es legítimo hablar, en el hombre, de cuerpo y espíritu (realidad no material). Lo
salvación se pasa al Dios de la creación. espiritual por no tener características físicas: peso. Tamaño, etc; no puede ser heredado. No
a. La creación del hombre como acción de Dios está sometido a la multiplicidad a modo de las células. Son creadas para cada individuo por
El ser humano es el punto más álgido de la creación. Ha sido creado como unidad de Dios (Humani generis, Pío XII)
cuerpo y alma. Forman en el hombre una unidad sustancial. De fondo esta la teoría del
hilemorfismo (hyle =materia: morfía= forma). Aplicado al hombre se dice que consta de c. El estado original del hombre desde la perspectiva de la creación y del pecado
materia y forma (cuerpo y alma). Lo más característico en el hombre está en la forma. La Por “estado”, en el sentido teológico se entiende, ciertas situaciones fundamentales del
materia es principio de individuación. En el hombre la forma es el alma que es de carácter hombre (internas como externas) en la historia salvífica, las cuales determinan su relación
espiritual. con la salvación y están constituidas por la libre acción salvífica de Dios, o por la libertad
El concilio V de Letrán (1513) hizo una definición dogmática acerca del alma human en del hombre, o por ambas cosas a la vez. Estas son:
la cual se habla expresamente de la existencia del alma racional. De esta alma racional se a. Status naturae creatae purae: Estado de naturaleza creada pura.
dice que “es inmortal, única en cada hombre, tiene carácter intelectivo y es por sí misma y b. Status naturae elevatae: estado de naturaleza elevada al orden sobrenatural.
esencialmente forma del cuerpo humano”2 ¿Tuvo un período de tiempo? ¿Fue el pecado parte de la creación?
En el año 1312 el tema apareció en el concilio de Vienne. 3 Aunque el hombre muera c. Status naturae creatae et lapsae: estado de naturaleza creada y caída.
permanece su alma. Pío XII (Humani generis) dice: “cuando aparece un hombre, Dios crea d. Status naturae lapsae et reparatae: estado de naturaleza caída y reparada.
en él un alma”. Reparar: volver a preparar, volver a poner en orden. Es el estado actual del
hombre. Cristo ha reparado la situación del hombre mediante la redención. El
hombre no es sólo un ser creado existente, sino que ha caído y ha sido recreado en
Cristo. Esta realidad se da en todos los hombres – aunque no estén bautizados –
1
Tenemos textos como: aunque no sean concientes de ello. El bautizado suele olvidarse de esta realidad. El
A) Ef 1, 1 – 10: hombre, sin embargo, mantiene ciertos rasgos de la caída: pecado y la
a. “...por cuanto nos ha elegido en Él (Cristo) antes de la fundación del mundo...” concupiscencia; aunque estén bautizados.
b. “hacer que todo tenga a Cristo por cabeza” 1. Status institiae originalis: estado en el que el hombre fue creado. La
justicia se refiere a la santidad básica. Aquí se distingue, como una parte,
c. Texto original dice: “hacer que todo vuelva a tener a Cristo por cabeza” lo correspondiente a lo que hubiese sido el “status natuae purae”.
(“recapitulari ominia in Christo”). Recapitular: volver a encabezar; 2. status viatoris: estado en camino al cielo (Karl Rahner lo identifica con
reencabezar todas las cosas en Cristo, que todas las cosas vuelvan a tener a el “status naturae lapsae et reparatae”). La situación histórica salvífica
Cristo por Cabeza. creada por dos cosas: el pecado original y la redención del hombre. Todo
d. Cristo estaba como cabeza de todas las cosas de la creación puesto por Dios. Si hombre está situado a la vez en dos realidades existenciales: el pecado
la creación ha perdido a Cristo como cabeza, eso es el pecado original. original y la gracia (dos realidades que afectan su existencia). Si el
hombre se convierte a Cristo en la medida en que se convierte
B) Col 1, 15: “...primogénito de toda la creación.” predomina en él la gracia.
3. status gloriae: estado de gloria a la que estamos llamados al fin de
C) Gn 1, 2: “Viento de Dios”. Hace referencia al Espíritu Santo. Es posible que
nuestra vida. La salvación es para todos; sin embargo, la situación de
haya intervenido en la creación. cada uno es distinta. Se puede o no rechazar a Cristo. Sin la fuerza de
Hablar de “Dios creador” es más exacto que hablar de “Dios Padre creador”, puesto Cristo no es posible que uno actúe bien. Dado que el pecado original
que usando esta última frase se “dejaría de lado” a las demás personas divinas en la tiene consecuencia, la plenitud de la redención sólo se alcanza tras la
creación. muerte del hombre y en la resurrección.

2
Cfr. DH 1440; DS 738.
3
DZ 2481; DH 902.
Elevación de lo creado a una dimensión sobrenatural4 una gratuidad mayor que la propia existencia del ser humano. No es legítimo oponer aquí
esta experiencia de salvación como “gracia” a la “naturaleza”; el pecado del hombre es la
a. Introducción negación de la oferta de amistad de parte de Dios, y por tanto no se puede considerar la
El ser humano es llamado desde el primer instante a la comunión con Dios en situación del hombre que ha roto esta relación como equivalente a la condición “natural”.
Cristo, y creado sólo para que sea posible esta comunión. El hombre es criatura de Dios y se Pero también queda claro que en todo en NT el acontecimiento salvador de Jesús y
halla en él la vocación “divina”, la única vocación del hombre según GS 22. Tiene una sus consecuencias para el hombre se consideran como fruto exclusivo del amor de Dios al
condición de criatura y a la vez una condición de “agraciado” en Jesús desde antes de la mundo. Algo totalmente indeducible de la existencia previa del universo creado por Dios,
creación del mundo y predestinados a ser conformados con él para compartir su filiación incluso cuando el mismo Jesús es considerado la razón y el sentido de todo cuanto existe.
divina (cfr. Ef 1, 33ss; Rm 8, 29). Su creaturalidad y la vocación “divina” son dos aspectos Del hecho de que Dios haya creado no se sigue que haya de enviar a su Hijo al mundo ni
de su relación con Dios. haya de comunicarse personalmente a la criatura.
Se ve la gratuidad absoluta de la llamada del hombre a la comunión con el Dios Para los Padres no hay duda no que no hay mas destino del hombre que la visión
Trino. Esta llamada ha sido posibilitada por la encarnación del Hijo y el don del Espíritu de Dios y de la “divinización”, hecha posible porque el Hijo ha asumido la naturaleza
Santo. Su gratuidad es, por tanto, consecuencia de la gratuidad absoluta del don que Dios humana. Esto es puro don al que no podemos tener ningún derecho. No responde a la
nos hace de sí mismo en Jesucristo y en el Espíritu que el Resucitado ha derramado sobre los “naturaleza” del hombre, sino a la libre voluntad de Dios. Pero esto no quiere decir que se
hombres. Esta gratuidad total no es sinónimo de extrinsecismo, sino que sólo en este don pueda hablar de dos “ordenes”; la naturaleza no se considera como una esfera consistente en
gratuito y trascendente alcanza el hombre la perfección a la que está llamado. Así como el sí a la que se superpone otra distinta. Por ello se explicita la relación entre la salvación y la
hombre es uno en la dualidad de alma y cuerpo, es también radicalmente uno en la creación, de tal manera que queda claro que la primera es la única plenitud de la segunda, y
duplicidad de las dimensiones que, en el lenguaje tradicional, se han venido llamando ésta, a su vez, el presupuesto y el comienzo de aquella. El movimiento del amor de Dios que
“naturales” y “sobrenaturales”. empieza en la creación y culmina en Cristo se ve en una perspectiva unitaria. El hombre
histórico, realmente existente, es el que se toma en consideración. La relación con Dios es la
Desde el primer momento en que se trata del hombre desde el punto de vista última plenitud del hombre. Otra posibilidad no existe. Lo “sobrenatural” no es lo que se
teológico se observa que una separación o distinción demasiado simple y tajante entre lo opone o supera un orden natural, sino la visión de Dios y, en general, lo divino (esto se nota
que pertenece a la naturaleza humana y lo que la sobrepasa corre el peligro de resultar en la Sagrada Escritura y los primeros cristianos)
inadecuada. Si partimos de la creación del mundo por Cristo y en Cristo y de la creación En la escolástica (con Tomás de Aquino) el término “sobrenatural” adquirirá un
específica del hombre a imagen de Dios, queda claro que no conocemos ni nos consta la significado preciso, no se usará sólo para designar el ámbito de lo divino. El punto de
existencia de otro “hombre” más que el que desde el principio ha sido llamado a la perfecta referencia pasará a ser lo que en el hombre es “natural”, es decir, lo que es debido a su ser
semejanza con Jesús. Hallamos, por tanto, elementos y aspectos de su ser que son como criatura. Lo natural no será ya la situación concreta en que el hombre nace, o en que la
“sobrenaturales”, es decir, que no se deducen de su condición creatural, pero que a la vez humanidad a comenzado a existir, sino una abstracción, aquello que sería el hombre “en sí”,
aparecen inseparablemente unidos a ella. el hombre como tal, sin la elevación al orden que supera su naturaleza, el orden
sobrenatural. Este modo de pensar insiste mas en la consideración del ser propio de la
b. Breves apuntes históricos criatura, del hombre en este caso, que en la de la participación en el ser que Dios le otorga
La creación del hombre lleva consigo una proximidad de Dios a esta criatura (en este cambio de perspectiva ha podido influir el aristotelismo en el pensamiento
privilegiada que no se deduce de la pura creaturalidad. Sólo al ser humano se le comunica la occidental). Así se explica la preocupación por determinar las perfecciones “debidas” a la
vida divina, sólo él ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Añadamos a ello que el naturaleza, lo que correspondería en todo caso al ser del hombre aun prescindiendo de su
pueblo de Israel ha tenido conciencia de la gratuidad de su elección, de la predilección de elevación al orden de la gracia.
que ha sido objeto y que ningún otro pueblo comparte con él. El hombre es creado, no es Santo Tomás, en concreto, conoce la distinción entre aquellas perfecciones que son
Dios, pero a sido creado a su imagen. El pueblo de Israel es el predilecto por voluntad propia debidas a la naturaleza y aquellas que son completamente gratuitas, es decir, que no se
de Dios, pero su elección es también salvación para otros. deben ni a la naturaleza ni al mérito; son los dones sobrenaturales, la “gracia”, que excede el
En el NT vemos desarrollada una teología de la manifestación del amor de Dios en orden de la naturaleza. Es claro que también los dones naturales son gratuitos, ya que Dios
Cristo que es la máxima “gracia”, el máximo favor pensable (cf. P. Ej. Rm 8, 32;Jn 3, 16), en ha creado libremente todo cuanto existe; no se trata, por tanto, de que se pueda tener
relación con el cual el hombre no puede invocar ningún derecho pretensión ( cf. Rm 5, 6 – respecto de ellos una exigencia “jurídica”, sino “ontológica”. La carencia de ellos
10; 1 Co 4,7). Desde el momento en que el hombre es pecador, esta gratuidad de salvación significaría una auténtica privación. Dado que Dios ha querido libremente crear, no puede
en Cristo se manifiesta de un modo particularmente intenso en la justificación por la fe: la menos de comunicar a las criaturas las perfecciones que a cada uno corresponden. Por lo
superación de la condición de pecador no puede conseguirse por el esfuerzo humano. Se que se refiere al hombre, menciona Santo Tomás ante todo la razón. La gracia santificante y
trata de un don que rebasa las posibilidades del hombre y que, por consiguiente, apunta a la gratis data, la visión de Dios, la inmortalidad, etc., se encuentran en los dones
sobrenaturales. La naturaleza humana de nada se vería despojada en el caso de que estos
4
LADARIA, - Luis F. “Teología del pecado original y de la gracia”. Sapientia bienes no se dieran. Por ello son totalmente gratuitos; no pertenecen a la naturaleza humana
Fidei. BAC. Segunda edición. Madrid 1997. Pp 3 – 53. Cfr. LG 2; CICAT 374; en cuanto tal, y además tampoco pueden obtenerse por mérito alguno por parte del hombre.
376. La perfecta felicidad del hombre puede consistir sólo en la visión de la esencia divina (Santo
Tomás). Existe en el hombre un deseo de ver a Dios, que sólo será posible con la ayuda de la original y primaria del hombre es la que parte del designio de Dios sobre él. La vocación del
gracia. No significa imperfección, sino perfección mayor, porque siendo Dios el sumo Bien hombre existente es a ser imagen de Dios. No podemos suponer una noción de hombre
y el fin de la criatura, aquello que pueda alcanzarlo, aun con el auxilio exterior, será muy “anterior” a lo que nos ha mostrado la voluntad amorosa de Dios. San Agustín dice: “ La
superior a la que no es capaz de alcanzarlo de ningún modo. voluntad de un creador tan grande constituye la naturaleza de cualquier cosa creada.”
En la postura tomista se toma conciencia de la gratuidad del don de Dios en Cristo
y de la visión beatífica, que es su consecuencia. La vida nueva otorgada en Cristo y su La creación no tiene sentido más que para hacer posible la venida de Jesús y la
Espíritu no deriva de la creación, ya gratuita en sí misma, sino que significa un “nuevo” acto comunicación de la vida divina a la criatura capaz de recibirla. El hombre está pues
de libertad de Dios. pensado, ante todo, para poder recibir la filiación divina. Esta es nuestra más profunda
La “naturaleza” humana – que es elevada – viene definida como aquel conjunto “naturaleza” tal como ha querido el Creador. A la esencia concreta del hombre que viene al
de atributos que lo hacen animal racional. El hombre consta de ciertos elementos que le mundo pertenece esta llamada a la comunicación con Dios, no conocemos a un ser humano
pertenecen constitutivamente, que le hacen ser lo que es. Derivándose ciertas que no esté internamente afectado y determinado por esta condición. No existen otros
consecuencias, ciertos logros que el hombre con sus fuerzas puede alcanzar; sobre todo hombres mas que los llamados en Cristo a la filiación divina; no hay otra finalidad del
pertenece al hombre y a su naturaleza consecutivamente. Esta naturaleza necesita de unos hombre. Si ésta se frustra, se frustra el hombre entero sin que quepa apelar a una finalidad
presupuestos para alcanzar los fines que le corresponden; estos presupuestos le pertenecen “natural” supletoria. La comunión con Dios en Cristo plenifica al hombre porque éste no ha
exigitivamente. Lo sobrenatural se define, de modo negativo, como aquello que no sido pensado para otra cosa. Este don de Dios será siempre gratuito incluso para aquellos
pertenece a la naturaleza por ninguno de estos tres conceptos. La naturaleza constituye un seres que no tenemos otra finalidad más que recibirlo; no tenemos derecho ni exigencia
orden cerrado en sí mismo, con sus propios fines y medios adecuados para conseguirlos. ninguna de él, aunque Dios nos haya creado para poder dárnoslo. Esta filiación divina se
Así se ha llegado a hablar del fin natural del hombre y de su fin sobrenatural. Esta recibe como don y gracia, porque don y gracia radical es el propio Jesús. Con mayor razón
naturaleza debe ser coherente en sí misma, perfecta en su orden, para que la “elevación” al pensar que el hombre ha sido y es infiel a Dios en el pecado; aunque es claro, por otra
pueda ser completamente gratuita. parte, que la gratuidad radical del don de Dios se basa en que es otorgado a la criatura, no
Se mantiene que esta naturaleza así constituida posee la “potencia obedencial”, sólo al pecador.
es decir, aquella aptitud, concebida en general como meramente pasiva, que permite a la No sólo el don concreto de la gracia, sino la misma llamada inicial a recibirla es
naturaleza recibir la gracia. Esta es la consecuencia de haberse introducido en el concepto gratuita, va más allá de la gratuidad creatural. El hombre es criatura de Dios porque su ser no
de naturaleza pura y el desarrollo del mismo ha determinado el modo de entender el tiene otro fundamento más que la voluntad amorosa de Dios, y, en su radical diferencia,
problema del “sobrenatural”. Se inició como hipótesis y se convirtió luego en punto de depende de Dios absolutamente. El hombre es más que criatura porque la llamada divina a
partida (S. XVI). la comunión con el Creador no se deduce de la condición de criatura. Esta, es su total
Sabemos que Cristo da sentido a toda la creación, y que por consiguiente la dependencia y diversidad respecto al Creador, no puede llegar a Dios con sus propias
comunicación al hombre de la vida divina no es un añadido exterior al hombre sino su única fuerzas. Es una criatura que rebosa la condición de tal, porque lo es sólo en la medida en
realización. Si esto es así, la “naturaleza” no puede ser meramente indiferente al orden de la que hace falta un ser distinto de Dios para que este pueda comunicarse y dar libremente su
gracia, ya que fue creada con vistas a ésta. Todo ser humano se encuentra además inserto en amor. Todo el ser del hombre, incluso su dimensión creatural, está internamente orientado
una historia de salvación; el Espíritu de Dios le interpela, aunque no siempre podemos hacia la recepción de la filiación divina en participación de la de Jesús; sólo su la consigue
determinar cómo. Todo ello ha de tener indudables repercusiones en la conciencia y en la se realiza como hombre.
psicología del hombre así constituido y llamado a la existencia en estas condiciones precisas. El hombre es una criatura llamada a la amistad y a la filiación, objeto de especial
Hay que admitir la presencia en nosotros de un “existencial sobrenatural”, de unos predilección divina. Es criatura llamada a participar en la vida del mismo Dios. Tiene una
contenidos de nuestra conciencia, no necesariamente reflejos, que no existirían en la condición “supracreatural”5, condición que no elimina su ser creatural; al contrario, lo
hipotética naturaleza pura. implica. No podemos entrar en comunión con Dios mas que en cuanto somos distintos de él,
El fundamento de la gratuidad de la elevación del hombre a la comunión con Dios es decir, en cuanto somos criaturas. Este es el punto decisivo de la gratuidad de la
es la gratuidad de la encarnación misma. No hay más “gracia” que el propio Jesús, enviado condición supracreatural del hombre. El designio de Dios es unitario; sin embargo, se puede
por el Padre, y el don de su Espíritu que nos hace hijos de Dios. La entrega del Hijo es el hablar de “gratuidades”, irreductibles la una a la otra: en virtud de uno de estos dones
acto de amor “hacia afuera” más grande que podamos pensar en Dios, y es ello la mayor gratuitos somos criaturas de Dios, existimos con unas características determinadas; en
“gracia”. La “gracia” es la consecuencia que para nosotros tiene este acto de amor de Dios. virtud del otro, nuestra condición rebasa la de criatura, ya que hemos sido creados en Cristo
El NT habla de la creación del mundo en Cristo y hacia Cristo. La encarnación no para reproducir la imagen del Hijo y entrar así en comunión con el Padre. Estos dos “dones”,
es sólo el máximo acto de amor de Dios y, por tanto, lo gratuito por excelencia, sino 5
también el fundamento de todo cuanto existe. Esto vale especialmente para el hombre. Cristo Hablar de “supracreatural” es sólo un intento de aproximación a la noción de
es el primogénito de toda la creación y el primogénito de entre los muertos, y nosotros “naturaleza” privilegiando el aspecto de la relación con Dios sobre el de los
existimos para poder ser imágenes del Hijo, y perfectamente configurados según su contenidos concretos. Se trata de precisar los diferentes aspectos de nuestra
semejanza, hijos en él y con él. Es decisivo en la constitución del hombre, desde el punto de relación con Dios, único camino para iluminar el misterio de nuestro ser. Es esta
vista teológico, la invitación de Dios a la comunión con él a participar en la relación que en relación la que determina lo que somos, mucho más que la situación en que nos
el seno del amor intradivino une a Jesús con el Padre. La única “definición” teológica encontramos respecto a lo que hipotéticamente sería nuestra “naturaleza”.
distintos aunque inseparables, son igualmente esenciales en la constitución de nuestro ser de Existe la realidad de la “inmanencia” de la gracia: es claro que el conocimiento y
hombres. Se nos dan en unidad inseparables. El segundo don es infinitamente mayor que el el amor de Dios en sí mismo perfeccionan intrínsecamente el entendimiento y la voluntad
primero, ya que se fundamenta en la autodonación de Dios, en la entrega del Hijo y el don creados, porque él es la Verdad y el Bien Sumos, sin que quepa comparación con ningún
del Espíritu, no sólo en la producción por el creador de algo distinto de él. No obstante, la objeto de conocimiento y amor. No se puede alcanzar este conocimiento y este amor en
primera gratuidad es condición de posibilidad de la segunda. Dios no puede darse ad extra virtud de las fuerzas creaturales, pero somos nosotros mismos los que, en virtud del don del
mas que a alguien distinto de él. Y por otra parte la criatura nunca puede exigir la donación Espíritu, podemos conocer y amar inmediatamente la fuente de todo ser y de todo bien.
del propio Dios, en concreto la encarnación del Hijo. Cabría, por tanto, la posibilidad de Pero no sólo por ser racionales, sino también por ser criaturas, somos
creación, incluso de seres dotados de razón, no acompañada de este segundo don. perfeccionados intrínsecamente por la gracia. El ser creatural y sus perfecciones son
Resumamos: participación en el ser y las perfecciones de Dios. En la participación máxima en el ser de
El único punto de partida válido en el estudio de la cuestión del sobrenatural es el Dios está la perfección intrínseca de la criatura que es capaz de recibirla. Todo crecimiento
hombre que existe, el único que en vigor merece tal nombre porque es el único que Dios ha de ésta en la imagen y semejanza del que la creó, toda mayor perfección es ser reflejo del
querido llamar a la existencia; este hombre es tal por su creaturalidad y por su vocación a la Logos que sustenta el universo, es la más grande plenitud, a la vez trascendente e
comunión con Dios, único fin para el que ha sido creado. Somos “criaturas” a imagen de inmanente, a que puede aspirar. En este sentido, la gracia no es sólo una perfección
Dios y estamos llamados a ser sus hijos. Nuestro ser es fruto de un designio divino unitario inmanente a la criatura racional (adjetivo), la única que está en condiciones de recibirla,
en el que, desde nuestra perspectiva, debemos distinguir, dos “momentos” de gratuidad sino también a la criatura (sustantivo) racional, ya que es una participación más plena en
ordenados el uno al otro: la libertad de Dios al crear y la libertad todavía mayor de el ser de Dios que fundamenta toda racionalidad creatural.
entregarnos a su Hijo y hacernos hijos en él; el segundo momento no depende del primero,
de lo contrario, haríamos a Dios dependiente de lo que no es Dios, de lo que él mismo ha c. La oferta original de la Gracia: el “estado original” y el paraíso
creado: Cristo no sería el supremo don. Pero, a la vez, este segundo momento exige el Esta vocación divina implica en todo momento la necesidad de una respuesta por
primero de la creación libre que, en nuestro caso concreto no tiene mas finalidad que parte del hombre. La libertad divina, que suscita la libertad humana, coloca a éste ante la
posibilitar la comunicación del mismo Dios. El hombre es una criatura llamada a la filiación posibilidad del bien y del mal, de la aceptación o del rechazo del ofrecimiento de amistad
divina; a la unidad del designio divino responde la unidad original de nuestro ser en la que Dios le hace. Por la enseñanza de la Escritura y de la Iglesia sabemos que el don de la
diversidad de sus aspectos. gracia y del amor divinos no han encontrado en el hombre la respuesta adecuada: el hombre
El hombre está dotado de inteligencia precisamente porque está llamado a la pecó, ha rechazado la gracia. Por consiguiente este rechazo se da si es precedido por la
comunión con Dios. Sin embargo, ni la creaturalidad ni la racionalidad no implican gracia.
exigencia alguna de autodonación de parte de Dios. La racionalidad no hace que se supere la 1. Nociones tradicionales: Dios creó al hombre dándole de hecho u ofreciéndole tres
condición de creaturas racionales. Dios, por consiguiente, pudo haber creado seres racionales categorías de bienes o dones. En primer lugar los “naturales”, los que corresponden a la
sin destinarlos a la comunión con él y a la visión beatífica (cfr. DS 3891). La racionalidad no naturaleza del hombre en cuanto tal. Se piensa que esta “naturaleza” ha salido de las manos
implica la condición supracreatural de quien la posee, pero sí a la inversa. En la criatura de Dios como acabada dentro de su orden.
racional no puede haber ninguna exigencia de la encarnación del Hijo, aunque los hombres En segundo lugar los “bienes sobrenaturales” en sentido estricto: la amistad con
no existimos mas que para conformarnos con la imagen de Jesús muerto y resucitado. Dios y la gracia, la llamada a la divinización y a la visión beatífica; son aquellos a los que la
La “racionalidad” y la “creaturalidad” no implican la llamada a la comunión con naturaleza no tiene ningún derecho.
Dios. En esta realidad se basa la posibilidad de una “naturaleza pura”. La libertad total de la En tercer lugar, entre los unos y los otros, los “dones preternaturales”, que, por
encarnación del Hijo no puede depender de la existencia de ninguna criatura. Cabría una una parte, no son exigidos por la naturaleza en cuanto tal, pero, por otra, la perfeccionan en
relación con Dios de una criatura dotada de intelecto en el plano meramente creatural. El su misma línea, sin que por sí mismos supongan la comunión íntima con el Creador (que es
único hombre que tomamos en consideración es el que existe, el único que en rigor puede lo propio de los dones sobrenaturales). Estos bienes son: la inmortalidad y la integridad o
ser llamado “hombre”. La condición de criaturas racionales que nosotros experimentamos ausencia de concupiscencia, la ciencia infusa, etc. El pecado de los primeros padres había
existe en función de la llamada a la filiación divina. ¿qué características revestiría un hecho perder al hombre los bienes sobrenaturales y los preternaturales. No así los naturales,
entendimiento no destinado a este fin? Las posibilidades son infinitas. El buscar una que, afectados por el pecado, han quedado sustancialmente íntegros; la bondad de la criatura
respuesta sería ir al fracaso. En la constitución de nuestro ser personal, en nuestro “yo”, entra de Dios permanece. La redención de Cristo ha traído la posibilidad de sanar la naturaleza
el destino a la comunión personal con Dios en Cristo. caída y de recuperar los bienes sobrenaturales, pero no los preternaturales, definitivamente
La tesis del deseo natural se ver a Dios, es un deseo condicionado, no absoluto, perdidos con la expulsión del paraíso.
que no haría absurdo el ser racional no destinado a la visión. En esta radical apertura a Dios
de “espíritu finito”, se inserta la llamada a la visión beatífica, de modo que podemos hablar
con propiedad también de la inmanencia de la gracia, es decir, del perfeccionamiento interno 2. El “estado original” en el AT. La historia del paraíso
de la criatura intelectual que aquella supone. Se ha de tener en cuenta que la misma Lo que Dios pensó para el hombre no es la situación que conocemos, sino algo
caracterización del hombre como “espíritu finito”se prejuzga un tanto la solución del mejor: el paraíso (esquema del Gn 1 – 2: Creación – paraíso – pecado). Este es el proyecto
problema, porque el “espíritu” se define como apertura trascendental a Dios. originario de Dios sobre el hombre. Para situar la escena del paraíso existen dos puntos de
referencia: los momentos inicial y final de la misma: la creación del hombre del polvo de la
tierra (Gn 2, 7), y su expulsión del jardín con la consecuencia de la muerte y la vuelta a la En el concilio de Cartago (418), en oposición a Pelagio, se afirma la posibilidad
tierra de la que fue tomada (cfr. Gn 3, 19). de no morir que tuvo el hombre en el paraíso (Cfr. DS 222).
La mención del “aliento de Dios” en Gn 2, 7 no indica que el hombre – por este El llamado Indiculus Caelestini (431) habla de la inocencia y de la “posibilidad”
aliento – se constituya en divino, sin embargo, no hay duda de que la vida del hombre y de (de no morir) de Adán (Cfr. DS 239)
los otros vivientes en general se concibe en el AT como asociada al poder divino, al El concilio II de Orange (529) se refiere a la inmortalidad de que pudo gozar el
“espíritu”; y el fin o la retirada de esta presencia de Dios es la vuelta al polvo del que los primer hombre (Cfr. DS 371s); a la vez se afirma que con el pecado ha sido afectada la
vivientes proceden (Cfr. Sal 104, 29s; Job 34, 14s; Sal 90, 3; etc) libertad del alma (Cfr. DS 371; 383); este estado en que el primer hombre se encontraba y en
En medio de la abundancia de árboles y plantas del paraíso destacan el árbol de la el que su naturaleza había sido creada es calificado como de “integridad” (DS 389).
vida, que muestra que esta en un sentido pleno es don de Dios, y del conocimiento del bien y El concilio de Quercy (853) habla de la santidad de la justicia del primer hombre
del mal, objeto de la prohibición divina, porque sólo a Dios corresponde este conocimiento y de su libertad (Cfr. DS 621s).
(Cfr. Gn 3, 5. 22). A esta situación del paraíso corresponde la obligación del trabajo; el Santo Tomás afirma que el hombre fue creado desde el primer instante con los
hombre ha de cultivar y guardar el jardín (Gn 2, 15). Dios además impone al hombre un bienes naturales y la gracia, porque la sujeción del cuerpo al alma y de las fuerzas inferiores
mandato, precisamente el de la prohibición de comer del fruto del árbol del bien o del mal a la razón de que Adán gozaba era fruto dela gracia, y que, de lo contrario, esta armonía se
(Gn 2,16s). El hecho de la imposición del mandato no es separable en este caso del habría mantenido después de la caída. Con esta posición se contempla mejor la unidad
contenido del contenido concreto del mismo: el hombre ha de vivir en relación de libre profunda de todas las dimensiones del ser humano; sólo la gracia y la amistad con Dios
obediencia a Dios, y se destruye a sí mismo en el momento en que quiere revelarse y ser pueden garantizar la armonía interna del ser humano.
como Dios; la prohibición de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal no es pues un El Concilio de Trento, en el decreto sobre el pecado original, habla que el hombre
precepto arbitrario. La ordenación ordenada del hombre con Dios incluye la relación con el antes del pecado gozaba de un estado de “santidad y justicia” (Cfr. DS 1511 – 1512), y
mundo, el domino sobre los animales (Cfr. Gn 2, 18ss) y también la estructura social del también de “inocencia” (DS 1521, en el decreto sobre la justificación). La transgresión
hombre, en su núcleo básico de la relación entre marido y mujer (Cfr. Gn 2, 18ss). La recta original trajo consigo la pérdida de esta santidad y justicia, pero también la muerte (Cfr. DS
relación entre marido y mujer y, más en general, de todos los seres humanos entre sí es 1511s), con lo cual queda claro que el hombre gozaba de la posibilidad de no morir. Se
también parte integrante de la referencia al Creador y de la obediencia sus designios. insinúa también la situación de libertad en que el hombre se hallaba al señalarse que por el
No se trate de que el hombre en el paraíso sea perfecto (el pecado demostrará que pecado no ha perdido el libre albedrío, pero éste ha quedado inclinado al mal y atenuado en
no es así), o que su vida sea un simple goce de los bienes recibidos sin onerosidad (molestia) sus fuerzas (Cfr. DS 1521): el hombre en su estado presente se halla marcado por la
de ningún tipo; el paraíso no es una “edad de oro”. En la narración bíblica se quiere poner de concupiscencia (Cfr. DS 1515). El canon 1 del decreto sobre el pecado original (Cfr. DS
relieve sobre todo la posibilidad que Dios ha ofrecido al hombre de conseguir la plenitud en 1511) señala que Adán perdió la santidad y la justicia en que había sido “constituido”
la obediencia y en el servicio. En el abandono de esta actitud está la raíz de la perdición. (constitutus).
Los castigos de Dios al hombre y a la mujer cuando, después del pecado, los En los documentos eclesiásticos contra las doctrinas de Bayo y Jansenio se
expulsa del paraíso, nos pueden ofrecer indirectamente más detalles de cómo el autor defiende la gratuidad de la gracia original, es decir, la posibilidad de que Dios hubiera
yahvista ha imaginado la vida del paraíso: libertad de fatiga, del dolor y de la muerte; creado a los hombre sin la gracia, ya que ésta no es debida a la naturaleza (Cfr. DS
relación armónica entre el varón y la mujer, etc (Cfr. Gn 3, 16). A partir de estas palabras 1926;1955; DS 1901ss; P. Quesnel, DS 2400ss, esp. 2434 – 2437, DS 2616- 2618).
puestas en la boca de Dios se ha desarrollado la doctrina de los bienes preternaturales de la En el concilio Vaticano II (GS 18), se reafirma la doctrina tradicional según la
inmortalidad, ausencia de dolor o enfermedad, etc. No son muy numerosas las referencias cual el hombre, si no hubiera pecado, no habría estado sometido a la muerte corporal.
directas del resto del AT al estado original y a la situación del hombre en el paraíso. El aspecto fundamental del “estado original” es, sin duda, la santidad y la justicia
que el hombre tenía antes de caer en el pecado; estos eran indebidos a su naturaleza. Esta
3. El “estado original” en el NT gracia y santidad estaba acompañada, por una parte, de un determinado estado de libertad o
El tema del paraíso y del estado original no se contemplan por sí mismo: no ausencia de concupiscencia, de “integridad”; a la vez se dice que el hombre gozó, antes del
encontramos ninguna referencia explícita al mismo comparable, p. Ej., a Gn 2. En Rm 5, 15 pecado, de la inmortalidad; ciencia infusa, la ausencia de dolor y de enfermedad, el trabajo
se afirma que la muerte es consecuencia del pecado. Parece que indirectamente se nos dice sin fatiga, etc (sacados de Gn 2 – 3)
que la inmortalidad era un bien del que el primer hombre gozaba en la amistad con Dios.
Se habla en otros lugares de la función reconciliadora de Cristo, lo que supone e. La gracia del estado original
también un estado anterior de paz y de amistad (Cfr. 2 Co 5, 18ss; Rm5, 10). El estado de justicia y de santidad en que el hombre se encontró antes del pecado
En boca del mismo Jesús tenemos una alusión a “principio”, al designio original de original es sin duda el núcleo fundamental de la teología del “estado original”. El hombre ha
Dios cambiado por la dureza del corazón humano (Mt 10, 6ss par). sido llamado desde el comienzo de su existencia a la comunión con Dios. La primera palabra
La división que el hombre siente en sí mismo, fruto del pecado, puede hacer pensar de Dios sobre el hombre es el ofrecimiento de su amor y de su gracia. No tenemos ninguna
indirectamente en una situación de armonía (Cfr. Rm 7, 14 – 25). Pero de nuevo la intención base para pensar que el hombre haya existido en algún momento sin estar llamado a la
primordial de esta descripción de la situación presente es hacer ver que sin la gracia de comunión con Dios. Todos los bienes y dones con que Dios enriquece al hombre no es sino
Cristo no es posible la armonía anterior. la expresión del “estado de santidad y de justicia” (paraíso) conque creó al hombre. La
d. El estado original en la Tradición y el Magisterio amistad con Dios, la justicia y la santidad le han sido ofrecidas antes de toda posible
decisión personal y antes de cualquier mérito por su parte. Esta gracia fue rechazada por el alabarle, estar así en comunión con el pueblo elegido: Cfr. Is 38, 18s; Sal 6, 6; 88, 6. 11 – 13.
hombre, lo cual nos hace ver que el hombre en el “paraíso” no se encontraba en un estado Vida y muerte son, pues, dos nociones que rebasan lo biológico de la presencia o la
de total plenitud. El paraíso fue un comienzo que el pecado no frustró definitivamente ausencia de la amistad y relación con Dios (Cfr. Dt 30, 15 – 20; Ex 20, 2; Ez 3, 18 – 21; 14,
porque la misericordia de Dios es más fuerte que el pecado humano. Toda la historia es el 12ss). También se entienden, según Gn 2, en el contexto de la amistad con Dios o de ruptura
camino hacia la amistad plena con Dios que arranca de la llamada primera y que llegará a su con él. La muerte física no está al margen de la atención de los autores sagrados. En Sb 2,
máxima expresión en la consumación escatológica. La prioridad de la gracia de Dios, 23s y Eclo 17, 1ss la relación entre pecado y muerte tiene ciertamente matices complejos.
manifestada ya en el primer instante, se manifiesta a lo largo de toda la historia de la En la concepción paulina, la muerte es fruto del pecado. La “muerte” – para Pablo
salvación (Cfr. 1 Jn 4, 9 – 19). Esta gracia pide y suscita la libre respuesta humana. – es sobretodo el alejamiento de Dios que sigue al pecado (Cfr. Rm 1, 32; 6, 16; 7, 5; 8, 6;
Esta gracia primera era de Cristo: porque no sabemos de la existencia de ninguna 1Co 15, 54 – 57). Por el contrario, la muerte física puede ser el medio para acercarse más
“gracia” que no esté medida por Cristo, que no derive de su encarnación, muerte y íntimamente a Cristo (Cfr. Flp 1, 23). Pablo habla de muerte del cristiano como un
resurrección. En Cristo se realiza el designio de Dios pensado desde antes de la creación del “dormirse” (Cfr. 1 Co 7, 39; 11, 30; 15, 6. 18. 20. 51; 1Ts 4, 13 – 15), metáfora que jamás se
mundo. La creación tiene como finalidad la comunicación de la vida de Dios al hombre; aplica al apartamiento de Dios o muerte eterna.
desde el comienzo estamos llamados a ser imagen de Jesús. Cristo es evidentemente el Para los escritos joánicos la vida es Cristo y nosotros vivimos en cuanto nos
redentor de los hombres, pero es además el que todo lo recapitula, porque, según el NT, todo unimos a él; por el contrario, la muerte es el alejamiento de Jesús (Cfr. 1 Jn 1, 4; Jn 11, 25s;
fue creado en él y por medio de él (Cfr. Col 1, 15ss; Jn 1, 3. 10; 1 Co 8, 6). El orden que 14, 4; 1 Jn3, 14; 5, 11s. 16ss, etc).
como redentor Cristo viene a restablecer es el suyo propio, porque por medio de él todo fue Ni en el NT ni en ninguno de los primitivos estratos de la tradición las nociones de
hecho. El orden que el hombre alteró por el pecado era el orden de Cristo, porque es el Adán vida y muerte se reducen a lo biológico; la primera tiene un marcado sentido cristológico, la
definitivo del que el primero no es más que figura (Cfr. Rm 5, 14; 1 Co 15, 45 – 49). De ahí segunda se pone en relación con el apartamiento de Dios y de Cristo.
que también en el designio de Dios el primer hombre sea partícipe de una plenitud que sólo En los documentos magisteriales se habla de la muerte física, en una interpretación
en Cristo se iba a manifestar definitivamente, ya que sólo en él habita y sólo él la puede dar. literal de Gn. Pero no siempre se han limitado a hablar de la muerte biológica, sino que el
La gracia “original” no puede ser más que una anticipación de su plenitud. Por lo concepto de “muerte” parece a veces más complejo; cfr. p. Ej. DS 1511, con la alusión al
demás Jesús no significa una simple vuelta a los comienzos, que en realidad sólo hubiera diablo que tiene el poder sobre la muerte (Cfr. Hb 2, 14)
sido abrir la posibilidad de una nueva historia del pecado; por el contrario, ahora sabemos No pocos teólogos interpretan el don de la inmortalidad insistiendo no tanto en el
que el pecado a sido vencido y ha cambiado radicalmente el signo de la historia, aunque aspecto físico de esta última cuando del sentido diverso, integrado en la vida, que tendría la
sigan todavía los efectos del hombre viejo (Cfr. 1 Co 15, 56s; Rm 5, 15 – 21; Jn 16, 33, etc). muerte, la propia y la de los demás, en una humanidad sin pecado (a partir del sentido
Si en Cristo, en virtud del designio anterior a la creación, todo ha quedado recapitulado (Cfr. teológico de la vida y de la muerte). Podría ser considerada como un paso hacia una más
Ef 1, 3. 10), también Adán ha de ser sometido a su primado universal. También nuestros plena comunión con Dios, hacia una vida más plena, y no como una ruptura y con el sentido
primeros padres estuvieron llamados a la filiación divina en Jesús. El pecado entra en la de la frustración y destrucción con que ahora la vivimos. En este sentido, nuestra muerte
providencia de Dios, con todo el misterio que el mal comporta para mostrarnos su inmenso corporal es fruto del pecado, si no necesariamente en sí misma en cuanto fenómeno
amor misericordioso; no habríamos podido alcanzar de este último, que llega hasta la muerte biológico, sí en cuanto es la muerte humana, de la que somos concientes y que
Jesús por nosotros cuando todavía éramos pecadores (Cfr. Rm 5, 6 – 8), si en todo momento experimentamos como una agresión a nuestro ser más íntimo. Es una concepción no
hubiéramos sido fieles a Dios. Desde esta perspectiva tiene sentido la felix culpa. Lo que meramente “espiritual” de las consecuencias del pecado como muerte del alma, sino del
Cristo nos da es superior a lo que Adán nos puede transmitir, y todo lo que éste último ha modo concreto como la muerte y física es vivida por el hombre dividido en sí mismo. El
recibido depende, en última instancia, solamente de Jesús. pecado tendría, por tanto, consecuencias también para la muerte corporal, en la manera como
ésta se vive y se entiende.
f. Los llamados “dones preternaturales” A partir de la resurrección de Cristo, que nos abre la esperanza de la nuestra,
Esta doctrina tiene su base en Gn 2 –3: la dimensión de gracia y de amistad con podemos vivir la muerte como una participación en la muerte de Jesús para compartir
Dios en que se encuentra el hombre desde el momento de la creación. Estos bienes de que el también su resurrección gloriosa. No es irreal pensar que la muerte puede vivirse con
hombre gozaba en el paraíso son expresión de la plenitud y armonía que deriva de la sentido, y por tanto hubiera podido experimentarse así, sin las dificultades con que ahora
amistad con Dios. No son dones independientes de la gracia, sino su manifestación. Fruto tropezamos para ello, en un mundo sin pecado.
del pecado es la pérdida de estos bienes: hay una relación intrínseca entre la gracia que Dios En Cristo ha cambiado definitivamente el signo de la muerte; en él se nos ofrece
otorga al comienzo y la armonía de los hombres consigo mismos y con los demás. El estado una esperanza definitiva de inmortalidad y de vida futura a la que en ningún caso puede
original fue posible por la oferta inicial que Dios hizo de su gracia al hombre. compararse la inmortalidad original, sujeto siempre a la amenaza de su pérdida por el
1. Inmortalidad: Gn 2 – 3 y las referencias en la Escritura y en la Tradición pecado. La inmortalidad ofrecida al hombre en el paraíso recibe su luz definitiva de la
excluyen la muerte del plan original de Dios sobre el hombre y atribuyen su existencia la resurrección de Cristo, no al revés. A partir de esta última sabemos cuál es la inmortalidad a
pecado; la muerte no parece compatible con la bondad de Dios. la que Dios llama al hombre. El destino original de Dios no se ha frustrado, sino que en
La muerte en la Escritura tiene un sentido que rebasa el simplemente biológico. la Cristo se realiza plenamente. Viviremos con Jesús, que, una vez resucitado, no muere más
muerte es la exclusión de la comunidad de la alianza, del apartamiento del pueblo elegido. (Cfr. Rm 6, 8ss).
La “vida”, por otra parte, significa estar en relación con Dios y tener la posibilidad de
2. La “integridad” o ausencia de concupiscencia: la concupiscencia es, para g. La “historicidad” del estado original. Síntesis conclusiva
Pablo, la manifestación de la fuerza del pecado que domina al hombre y ejerce su poder El estado original no puede pensarse como un mundo terminado desde el primer
sobre él (Cfr. Rm 6 – 7; 13, 14). La concupiscencia es algo con lo que el hombre, incluso el instante, que se ofrezca al hombre sin necesidad de que éste ejerza sin esfuerzo creativo (Gn
bautizado, ha de contar durante toda su vida. 1, 28; 2, 15). En el paraíso el hombre no tenía de antemano resuelto todos los problemas. No
La concupiscencia proviene del pecado e inclina a él, aunque no puede ser llamado se puede caer tampoco en la idea de que Cristo no ha podido devolvernos todo lo que ne
en sí mismo pecado (C. de Trento; Cfr DS 1515). Dado que el bautismo produce la Adán perdimos. Tampoco tiene sentido preguntarnos si este estado original fue de hecho,
renovación interior del hombre, la tendencia al mal que experimentamos no pueden, en un cómo, o por cuanto tiempo una realidad efectiva.
sentido estricto, ser considerado pecado. De lo que la Escritura nos quiere hablar al parecer es de una posibilidad de una
Trento señala que Dios no odia nada de los renacidos, y que el bautismo arranca el vida ofrecida al hombre que el pecado frustró. El que esta posibilidad fue real lo demuestra
pecado de raíz. La concupiscencia – dice – se mantiene en el justificado ad agonem, es el hecho de que se perdió por el pecado, es decir, por la acción libre del hombre. Mucho del
decir, para la lucha, como estímulo para la victoria frente al mal, y, por tanto, en nada daña a mal que nos rodea es sin duda fruto del pecado y del egoísmo humano.
los que triunfan sobre ella.
Hay que identificar con ella no tanto las tendencias “inferiores” del hombre, sino Creación e historia de la salvación
las tendencias desordenadas a causa del pecado, del poder del mal, que afectan a todo el
hombre y no sólo a lo carnal o material como parte inferior. 1. Introducción
K. Rahner dice que la concupiscencia no es sólo el deseo del mal, sino más bien La fe en la creación no puede entenderse con independencia del acontecimiento
todo acto apetitivo, indeliberado, que precede a la decisión libre del hombre; esta decisión es central a que nos refiere nuestra fe, Jesucristo en su vida y en su obra. La fe cristiana en la
la posición, ya refleja, que el hombre adopta frente a la apetencia espontánea de un bien u creación afirma que Dios ha hecho el mundo de la nada y, que lo ha creado todo por medio
otro. Esta inclinación espontánea es la base sobre la que la persona adopta su decisión libre: de Cristo y que todo camina hacia él y tiene en él su consistencia. Su fundamento es la
la libertad humana, en virtud de nuestra constitución psicofísica, no se ejerce desde el vacío. salvación llevada a cabo por Jesús y como consecuencia de ella. Siendo la salvación el
La decisión se toma sobre la base de lo que en nosotros es “naturaleza”, como contrapuesta a sentido último de la historia y lo es porque desde siempre el mundo lleva el sello de Jesús y
lo que nos define como personas. La concupiscencia es algo natural. no tiene consistencia al margen de él (Cfr. Hch 17, 24 – 31; 1 Co 8, 6; Hb 1, 2 – 3; JN 1, 3;
Los textos del magisterio (citados anteriormente) muestran el estado de integridad Col 1, 15 – 20).
del hombre antes del pecado se caracteriza concretamente como “libertad”; esta no ha Estamos ante el desarrollo consecuente del Señorío de Jesús, de su condición de
desaparecido con el pecado, pero ha quedado debilitada en sus fuerzas; por ello el hombre se “kirios”. Es decir, que en la resurrección de Jesús se ha revelado, en cuanto en ella se
inclina hacia el mal. Esta libertad original no puede entenderse simplemente como la anticipa en un modo real la consumación última, es lo que desde el comienzo constituye el
capacidad de elegir entre las diversas posibilidades que se ofrecen al hombre. Se trata más centro del designio de Dios.
bien de la capacidad de hacer uso de la libertad para el bien, de seguir la atracción del Existe unidad de perspectiva entre creación y redención. Perspectiva enraizada en
Espíritu de Dios. El pecado propio o ajeno reduce la capacidad de elección del bien, es decir, el NT y mantenida por la más antigua tradición cristiana. Los padres de la Iglesia han visto
disminuye nuestra libertad como posibilidad de seguimiento de la llamada de Dios. en Cristo el Logos o razón del universo; el seguimiento de Cristo y renacimiento no son en
También nuestra capacidad de conocimiento, la capacidad de captar lo divino, de consecuencia una separación o un apartamiento de la dinámica de la historia, sino
aspirar a la Verdad, sufre como consecuencia del pecado. Ni para conocer la Verdad y el bien precisamente un obrar conforme a la razón y al sentido de las cosas.
ni para realizarlos se encuentre el hombre sin trabas a la hora de seguir el impulso divino. La interrelación entre la creación y la salvación es importante porque sólo así se
La división interna es algo no querido por Dios, puesto que nos hace difícil el seguimiento puede salvar en último término la unicidad de Dios y la bondad de todo lo creado. La
incondicional de Cristo. constante mediación del Logos da también unicidad a todas las etapas de la historia de la
Una libertad plena, en la que el hombre, sin trabas de ningún género, pueda salvación.
conocer y seguir enteramente las mociones del Espíritu se ha proyectado a los orígenes, en Siendo el Hijo de Dios la Palabra eterna del Padre es el principio divino en virtud
los que se ve la expresión del designio de Dios sobre el hombre; y, sin el pecado, esta del cual Dios sale de sí (S. Irineo “el Hijo es lo visible del Padre; para Clemente Alejandrino
situación actual no existiría. es el “rostro” de Dios). Por ello, en virtud de este principio divino, toda actuación ad extra
La concupiscencia nos obliga a una lucha para hacer el bien, a una superación de ha de considerarse a la luz de la encarnación y como un anticipo o consecuencia de ésta.
las malas inclinaciones. No es pecado estrictamente, pero de él proviene y a él inclina. Y si En efecto, a la luz de la venida de Cristo al mundo, presencia radical y definitiva
la concupiscencia procede del pecado, podemos decir que la integridad o libertad proceden de Dios entre los hombres, se interpreta que toda manifestación divina a los hombres
de la gracia, es el fruto de la presencia del Espíritu en nosotros. Por ello, la libertad original, acontece por medio del Hijo que es en Dios el principio de toda manifestación exterior. Todo
es para nosotros un don que hemos de recibir en la fidelidad a Dios; ésta nos puede hacer conocimiento de Dios ha de estar mediado por el Logos, aunque no siempre esta mediación
adquirir una cierta “connaturalidad” para el bien. En la medida en que el hombre se deje se ponga de manifiesto.
penetrar por la gracia, por el Espíritu de Cristo, puede recobrar la libertad perdida. En La creación, realizada por mediación de Jesús, camina hacia él mismo; de ahí la
efecto, el don del Espíritu y de la Verdad que nos hacen libres es una de las expresiones de la tensión protología-escatología que inevitablemente se establece. La creación no está todavía
redención y salvación de Cristo (Cfr. 2 Co 2, 18; Rm 8, 15; Jn 8, 32). terminada, sino que está llamada a una consumación definitiva. De ahí que la protología no
encuentre su cumplimiento definitivo más que en la escatología y esta por otra parte sea la
definitiva realización de lo ya iniciado. No se reducen una a la otra, sin embargo no son se hallan fuera de la visibilización sacramental de la salvación que es la Iglesia (Cfr. Vat II,
ajenos entre sí. Las dos reciben de la cristología su luz y su sentido definitivos. En ambos se LG 1; 9; 48; GS 22; 45; AG 1)
trata de la actuación de Dios en Jesucristo. Toda la relación de Dios con el mundo se
establece por medio de Jesús y el sentido profundo de la obra de éste es la mediación. De ahí 3. Historia del mundo e historia de la salvación
la unidad intrínseca de protología y escatología, de creación y de salvación. Los Toda la historia y el mundo tienen en Cristo su último sentido. Pero en el decurso
acontecimientos de la vida de Cristo, a pesar de su aparente irrelevancia, son centro y razón de la historia humana lo que se llama “historia de la salvación” no ocupa mas que una
de ser de toda la historia. pequeña “parcela” de tiempo y espacio.
Es claro que la encarnación del Hijo no tiene otro motivo que la salvación del “Historia de la salvación” (en la teología actual) es aquel espacio concreto de la
hombre; pero ésta última no consiste sólo negativamente en la superación del pecado, sino historia humana en que de modo explícito aparece una referencia a Cristo, salvador único del
en la donación que Dios nos hace de sí mismo en Jesús y el Espíritu que nos posibilita la género humano: en primer lugar la historia de su vida, la preparación de su venida en el AT
participación en la vida trinitaria. La salvación del hombre consiste en su asimilación a y la continuación de su misión en el mundo, la Iglesia. ¿Cómo se relaciona esta historia de la
Jesús, en reproducir su imagen; en realizar el ideal humano que encuentra en Cristo su salvación con la historia en su conjunto? Y, derivadamente, ¿cómo puede insertarse en la
paradigma. Por lo tanto, la salvación del hombre y cristocentrismo en el designio de Dios no salvación y en su historia aquel que en ningún momento ha estado integrado en la economía
pueden considerarse opuestos; vienen a coincidir en el fondo. visible de la salvación cristiana?
El Jesús centro de la creación es el que conocemos, muerto y resucitado; si bien es Un presupuesto: la historia “profana” tiene en sí misma y en su propio desarrollo
verdad que Jesús no es sólo “redentor” (en el sentido estricto del término), no es menos su sentido inmanente. La autonomía de la realidad temporal es uno de los puntos básicos
cierto que la salvación que nos trae incluye de modo esencial la reconciliación con el Padre que se deducen de la creación y a la vez uno de los presupuestos en que hay que basar su
de un mundo y una humanidad marcados por el pecado. Cristo es cabeza de la humanidad, exposición teológica. El mundo está remitido a Dios como un todo, no sólo en aquellas
pero lo es también como redentor. La muerte y resurrección de Jesús tienen un significado parcelas o aspectos que el hombre no puede abarcar. No hay que ver como concurrentes en
salvífico (Cfr. Rm 4, 25) un mismo plano la acción de Dios y la del hombre. El hecho de que Dios actúe en el mundo
Debemos por tanto afirmar que el hombre y el mundo tienen sentido desde no significa que las cosas sean “menos” el fruto de la libertad y las acciones humanas. La
siempre a partir de Jesús y que no conocemos de hecho otra creación más que la que está historia y su desenvolvimiento, en una primera aproximación, son obra del hombre, elegida
orientada hacia él. Pero este Jesús en quien todo subsiste es el que ha vivido, muerto y por él, con un sentido intramundano.
resucitado por nosotros. Así el orden de la creación y el de la salvación se hallan Más aún, los mismos acontecimientos en el que se descubre el fundamento de
radicalmente unidos. nuestra fe, los acontecimientos salvadores por excelencia, no son signos inequívocos de la
trascendencia, de modo que se impongan necesariamente como resultado de un
razonamiento lógico. Esto vale de la misma persona de Jesús. Lo contrario sería afirmar que
la fe se impone con evidencia racional, y es claro que ello no es así. La historia como obra
2. Significado universal de Jesús: el problema de la relación entre la historia del mundo del hombre no es mas testimonio de una dimensión trascendente a ella misma.
y la historia de la salvación En cuanto sucesión de acontecimientos fruto de la libertad humana la historia está
en todo momento abierta y es por consiguiente una realidad ambigua. Desde ella misma no
Cristo mismo es la base de la que se parte. En virtud de la coherencia y podemos descubrir con seguridad su sentido. Pues un juicio definitivo sobre cualquier
correspondencia entre creación y salvación, Jesús es también la última medida de lo realidad puede sólo emitirse cuando lo conocemos en su integridad. Como no se tiene la
humano. Todo lo humano puede ser cristianamente asumido porque la condición humana posibilidad de conocer el desarrollo total de la historia humana, todo juicio definitivo sobre
en su integridad, excepto el pecado que es en rigor la destrucción de la auténtica humanidad, la misma es impensable.
ha sido asumida por Jesús (Cfr. Hb 4, 15) La fe cristiana, siguiendo la experiencia histórica del pueblo de Israel, descubre un
La mediación universal de Jesús es el fundamento de que todo reciba de él su sentido salvador, que proyecta una luz definitiva sobre toda la historia, en una serie de
sentido. Mediación que comienza con la creación pero se realiza en su plenitud en la hechos y acontecimientos ocurridos en determinados momentos. Estos mismos hechos,
salvación del hombre. El conocimiento de esta mediación creadora es posible sacando todas acompañados de la palabra que los interpreta y desvela su sentido, constituye la revelación
las consecuencias implícitas en el mensaje de salvación. divina a los hombres (DV 2). La interpretación definitiva de unos hechos concretos y la del
La creación y la salvación no on yuxtapuestas e independientes entre sí; pues, la conjunto de la historia que de esta interpretación puede derivarse sólo es posible en cuanto
creación en Cristo es considerada por el NT como el presupuesto de la salvación en él; por se introduce en nuestra consideración un elemento que trasciende la historia humana. Sólo
ello, ya que la creación afecta a todo el mundo y toda la historia, también la salvación, si a desde una luz superior queda eliminada la ambigüedad esencial de la historia.
ella apunta la creación misma, deberá tener una dimensión, al menos en principio, universal. Los acontecimientos donde se descubren el fundamento y el origen de la salvación
El cristianismo tiene dos pretensiones: su universalidad y su exclusividad. Sólo en cristiana, la persona y la obra de Jesucristo, no tiene una interpretación particular y
Cristo hay salvación, pero esta salvación es para todos los hombres. Con ello, se plantean contingente; son por el contrario el fundamento y el último sentido de toda la historia del
dos cuestiones: en primer lugar el problema de las relaciones entre historia y la historia de la mundo. La fe cristiana ha descubierto a Jesús como aquel hacia el que todo tiende y en el
salvación; en segundo lugar, la cuestión más concreta de la salvación en Cristo de quienes que todo tiene su principio y fin. Ello sólo es posible a partir de la confesión de Jesús como
Hijo de Dios, porque sólo así nos encontramos con un acontecimiento histórico que pensar que se ha producido de hecho la salvación. Lo contrario equivaldría a una frustración
trasciende a la vez la misma historia. del designio de Dios, a que el señorío de Cristo no se ha ejercitado realmente. Si en toda la
Al dinamismo de la historia pertenece siempre la apertura hacia el futuro, de modo historia hay posibilidad de salvación en Cristo, la “historia de la salvación” cubre todo el
que sólo la presencia en ella de un elemento que la trasciende nos permite contemplarla ámbito de la historia en general. Esta coincidencia de los ámbitos de la historia y de la
globalmente. El acontecimiento de Cristo es definitivo porque él es la Palabra definitiva de historia de la salvación, o mejor, que el hecho de que la salvación en Cristo, al menos como
Dios a los hombres. posibilidad, haya llegado a todos los hombres desde siempre se debe sólo a que la creación
Esta Palabra está dicha a los hombres no sólo desde la trascendencia, sino desde la no tiene otra posibilidad más que la recapitulación de todo en Jesús.
propia historia del mundo y del hombre. La Palabra suprahistórica de Dios se ha hecho en En todos los aspectos no pueden identificarse la historia y la historia de la salvación, sin
Jesús palabra histórica. La máxima revelación de la trascendencia divina se da en la embargo, ningún momento de aquella puede ser excluido de esta última. Por ello no parece
asunción de la condición humana (Cfr. Ga 4, 4), y en acultamiento que lleva a Jesús hasta la adecuado hablar de dos historias que puedan distinguirse totalmente entre sí de modo
muerte (Cfr. Flp 2, 6ss). El sentido definitivo de la vida de Cristo queda desvelado en su semejante a como se puede hablar de dos órdenes, natural y sobrenatural, como realmente
resurrección, pero ésta es a su vez el reverso de su vida y de su muerte, es decir, la existentes en el mundo con independencia el uno con el otro.
definitiva incorporación a la eternidad de Dios de toda la existencia humana de Jesús. En el
NT se insiste en la identidad entre el crucificado y el resucitado. En él por tanto Dios ha Las afirmaciones del Antiguo y Nuevo Testamento sobre la acción creadora de Dios
entrado en la historia y la ha asumido. Por ello el sentido último que Jesús da al mundo no
se basa sólo en la trascendencia de su divinidad, sino también en la inmanencia de su a. Teología de la creación en el Antiguo Testamento
humanidad, en la que la trascendencia se ha manifestado y ha hecho posible que una parte de 1. Primer relato Gn 1, 1 – 2, 4a6
la historia del hombre se convierte en historia de Dios. La definitividad de la trascendencia El tema de la creación es el primero que aparece en la Escritura. Características: Se
se ha dado por lo tanto en la historia. Esta, en sí misma abierta y ambigua, encierra el traza el esquema de seis días, en los cuales se llevó a cabo la creación. Este esquema es una
principio de superación de toda ambigüedad. simple suposición. En la época en que se puso por escrito este relato, Israel ya trabajaba seis
En la historia de Jesús se da a toda la historia un sentido unitario porque en ella ha días y descansa el séptimo. Dios ya había trabajado seis días. Se pone la semana como
penetrado un elemento transhistórico que nos permite contemplar el mundo en su unidad e ejemplo de Dios para los israelitas. La creación es seis días no es histórico. Lo verdadero es
interpretarlo globalmente. Pero a su vez este sentido pertenece a la historia misma. Por ello que el origen del universo y del hombre es Dios: Dios realiza una acción creadora. La
interpretar la historia a partir de Cristo no es enjuiciarla con un criterio ajeno. Porque si por acción creadora es la primera comunicación que Dios hace fuera de sí mismo. 7
una parte este punto de referencia trasciende la contingencia de todo acontecimiento La “creatio ex nihilo” (creación de la nada): no existió nada y comenzó a existir
intramundano pues en él descubrimos a Dios mismo, por otra si la resurrección de Jesús es desde la acción creadora de Dios. No existió una materia previa, no hubo una materia
primicia de la transformación del cosmos, toda la historia queda abierta a un futuro superior preexistente. La nada es ausencia de ser. La creación es el paso de la nada al ser.
a ella misma. El dominio de Cristo sobre todo no tiene mas sentido que el de ofrecer a todos Este primer relato tiene un carácter “gradual”, es decir, progresivo que va desde
los hombres la salvación; el sentido de la historia queda determinado por la salvación de seres simples a seres complejos: “macho y hembra los creó” (Gn 1, 26 – 27) “Y vio Dios que
Jesús. todo era bueno.” El mundo nunca se hizo a sí mismo sino que hay un creador que es Dios.
Esto es “desmitificar” la historia humana “profana” de su puro sentido inmanente. ¿En qué se parece el hombre a Dios? El “imago Dei” se refiere a que la relación
En ella no encontramos su principio de salvación ni su último valor trascendente. Hacer de con Dios separa al ser humano de los animales. Aunque es un “animal
ella el principio de salvación es mitificarla; pues ella depende de Dios, por su condición racional”(filosóficamente hablando) es un ser más complejo. Se ha dicho que el hombre es
creatural y la historia es el lugar de encuentro con Dios, no siendo ella misma el absoluto. “imagen y semejanza de Dios” porque el hombre tiene una capacidad de conocimiento
Por ello se habla de dos “historias”, una “general” y otra “de salvación”. Esta distinción debe superior: Inteligencia. Capacidad intelectiva que es más que racionalidad (capacidad de
matizarse. Por una parte, la historia no puede sacar de su dinamismo intramundano, de su
6
carácter de obra del hombre, su salvación y su sentido definitivos. Es cierto también que, a la Este relato se escribió en el 900 a. C. Es del código sacerdotal . Los exégetas están
luz de la fe, los acontecimientos salvíficos tienen una inequivocidad de la que no participa el de acuerdo en que estos relatos no son una “acta” en el que se narra la creación tal
conjunto de la historia humana. Pero esta misma “historia de salvación” lleva en sí un y como ocurrió. No es una narración literal del acto creador. Es un estilo literario
dinamismo de universalidad; la acción salvadora de Cristo sólo es verdaderamente el centro que en absoluto puede llevar a poner en cuestión la creación. El primer
de la historia si se entiende, al menos en potencia, a todos los hombres y pueblos de la tierra,
conocimiento que el pueblo de Israel tuvo de Dios no es el de un Dios creador sino
sin fronteras de tiempo ni de espacio. La “historia de la salvación”, en cuanto culmina en
Cristo salvación ofrecida por Dios a todos los hombres, tiende a extenderse y a eliminar toda de un Dios liberador en la propia historia. A partir de aquí sacó la convicción de
barrera, porque contempla a Cristo en su integridad a la luz de Cristo. Dios como creador. Conforme avanza la cuestión sobre los orígenes de Israel, la
Hay que aceptar dos datos: la historia no es la salvación, pero en ella acontece la cuestión sobre los orígenes del mundo, y la cuestión del pecado desde su
salvación cristiana. La historia es el fruto de las libertades humanas, pero en su decisión experiencia es una reflexión posterior. El tema del pecado aparece en Gn 3.
sobre las cosas el hombre opta sobre sí mismo y por consiguientemente por o contra Cristo; Además de pasajes como 2P 3, 10 – 13; Rm 8, 18ss; Col 1, 15 – 20; Hb 1, 1 – 4; Jn
en toda opción humana puede haber por tanto una opción por Cristo, sostenida por la gracia 1, 1 – 17.
de Dios. Si Cristo es el centro de la historia en toda ella se ha podido producir y podemos 7
Hacia dentro de sí: el pensamiento – Logos – del Verbo: Hijo eterno del Padre.
discurrir). Por ello es “imagen y semejanza” de Dios porque Dios tiene inteligencia y el a. Los autores sagrados eliminan intencionalmente los elementos míticos, conocidos
hombre tiene una inteligencia superior a los animales (explicación filosófica). también en Israel, de una lucha creadora del demiurgo contra cierta personificación del
¿Puede el hombre ser semejante a Cristo? Sin embargo, también se ha dicho que caos.
la “semejanza con Dios” es “hacerlo Dios”, es decir, “dándole lo que no tiene.” A través de b. La acción divina se realiza mediante la palabra (dabar), esto es, de la manera más
la gracia el hombre participa de la naturaleza divina. Esto lleva a “que el hombre ha sido lejana a la idea de emanación o del uso de los elementos primordiales.
creado” y “elevado al orden superior.”8 c. La descripción simétrica de la obra de seis días enseña que Dios no sólo llena, sino que
¿Puede el hombre ser semejante a Dios Trino? A veces se ha dicho: que por esta además pone los tres espacios primordiales de la concepción semita del universo
“imagen y semejanza” el ser humano refleja la imagen de la Trinidad en cuanto son varón y (abismo, tierra, firmamento)
mujer. Ambos están llamados, de una manera legítima, a amarse, a unirse amándose Esta descripción del Génesis sobre la creación está orientada hacia el hombre. Toda la
(matrimonio). Pero hay una realidad: en la Trinidad, cuando el Padre y el Hijo se aman, el cosmogénesis tiene la función de preparar la narración de la historia humana. El hombre no
fruto de ese amor es el Espíritu Santo. Esto significa que el varón y la mujer deben estar es considerado como arrojado en un universo que le fuera extraño, sino más bien como el
abiertos a los frutos de este amor: sus futuros descendientes. Puesto que la apertura del varón vértice del universo creado: el cielo, la tierra y los hombres son obras de las manos de Dios y
y la mujer a la fertilidad es imagen de la Trinidad. por ello tienen que abandonarse con confiada obediencia a un Dios poderoso y benévolo,
que los destina y los llama a una alianza con Él.”
2. Segundo relato: Gn 2, 4b – 259 Libros más recientes como 2 Mc 7, 23 – 29, hablarán de la “creación de la nada”, Dios
No habla de toda la creación, sino que es la descripción del escenario en donde se que por sí solo ha hecho de manera misteriosa todas las cosas, llevará a cabo, a pesar de
desarrolla la creación del hombre. Es un escenario agradable. Antes del pecado se habla de todo, su designio de salvación a favor de los fieles.
una condición paradisíaca. La idea del “primer motor”, Dios creador, aparece en la Escritura. Este desarrollo, que completa la idea de la creación, viene también promovida:
Idea que ha ido en contra de una multiplicidad de creadores, es decir, de muchos dioses 1. Por una situación histórica: los hijos de Israel tienen que permanecer fieles a
(politeísmo).10 Yahvé, aun cuando tengan que soportar los sufrimientos y muerte, precisamente
3. Otros textos por su fidelidad a la alianza.
Está claro que la afirmación de la creación del mundo por Dios es estable en la Sagrada 2. Y por un enriquecimiento cultural (el influjo de la civilización helenista en el
Escritura. En realidad no sólo aparece en el Gn 1 y 2. judaísmo les permite adquirir la noción de “ser” y por consiguiente de la “nada”)
a. Job 38, 1 – 38: este relato sirve para explicar, además de la misma creación, que Job La creación “ex nihilo”, sin ninguna materia preexistente, es una acción creadora que
desconoce los misterios de la creación como desconoce el misterio de su propio mal necesita de alguien: Dios. 13 La creación “ex nihilo” de ninguna manera es la acción creadora
(tiene un carácter personal). de un demiurgo. Sin embargo, en general, desde hace bastantes siglos el tema de la creación
b. Sal 104 (103): en tono poético hace un relato de la creación que recuerda a Gn 1 (es no ha causado problemas. Al hablar de Dios en el credo se dice que es “creador de cielos y
más objetivo)11 tierra”.
4. Conclusiones12 La creación es un acto libre de Dios, no es un acto necesario de ninguna manera. Creó
Durante el destierro se fue elaborando aquella teología de la creación, cuyo fruto es el el mundo con libertad. La creación tiene una doble finalidad:
texto de Gn 1, 1 – 2, 4. Texto que enseña la universalidad y exclusividad de la acción divina A) La gloria de Dios, y
en la producción del mundo. B) La felicidad de la criatura: el hombre.

8
Rm 8, 9b: el que no tiene el Espíritu de Cristo no le pertenece.....
Rm 8, 14: los hombres están llamados a ser hijos de Dios a partir del Espíritu.
9
Este relato pertenece al código Yahvista. Se caracteriza por ser antropomórfico.
Hace una psicología de los personajes: de Adán y Eva. b. El concepto de la creación en el NT
10
La idea de una causa “única y originaria” se hablaba – aunque no del todo – en la
filosofía griega. En Aristóteles la idea de la creación no está claro. Cicerón habló:
“Causa causorum miserere mei”, antes de morir.

11 13
Otros textos: Is 45, 18; 40, 28; 42, 5; 54, 16; 45, 8; 43, 1. 7. 15; 41, 20; 45, 7; Sb No se habla de una cosmogonía, pero en los filósofos griegos antiguos se habla
13, 1 – 9. con frecuencia que el cosmos proviene de una materia preexistente. De tal manera
12
M. FLICK – Z. ALZSEGHY. “Antropología teológica”. Ediciones Sígueme - que el concepto de Dios, en algunos filósofos, es como el demiurgo: el que ordena
Salamanca 1985. Quinta edición. pp 44 – 45. materias preexistentes para crear el universo.
El NT reconoce como algo evidente que todo cuanto existe ha sido creado por Dios 14 1. 1 Cor 8, 6: Expresa la existencia de un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y
Lo mismo se puede decir de la providencia y conservación de todo cuanto existe. 15 El Dios para el cual existimos. Unido a esta confesión está unida la de Jesús, único Señor (frente a la
trinitario estaba en el origen de la creación. Cristo estaba como cabeza de todas las cosas de pluralidad de dioses y señores del politeísmo pagano)
la creación, puesto por Dios.16 En la confesión de Jesús se traza también una frontera frente a los judíos: él es el Señor
Pertenece a la fe17 y aun a la “capacidad natural” de conocimiento del hombre (Cf Rm por medio del cual fue hecho y por medio del cual también existimos para el Padre o nos
1, 19s) los textos citados y otros aparecen en contexto de alabanza, de proclamación de fe en dirigimos hacia él.
la Resurrección, de confianza en el Dios salvador, etc. La creación no aparece separada de Desde este marco de salvación, de mediación de Jesús en la reconciliación con el Padre
las otras obras de Dios. Es el presupuesto de todas ellas, sin embargo, no se puede hablar y nuestro camino hacia él entendemos lo que significa su mediación creadora. Él es el único
de solución de continuidad entre la acción divina “al principio” y el resto de sus obras en mediador entre el Padre y nosotros (Cfr. 1 Tm 2, 5; Hb 8, 6; 9, 15); nuestro ser para el Padre
beneficio de los hombres. No se puede hablar de novedad específica en el Nt respecto a lo no puede realizarse en concreto si no es con su mediación. De ahí la universalización de su
que afirmaba el AT. función mediadora: también nuestro existir desde el primer instante y el ser del mundo están
La novedad, en el NT, es la introducción del elemento cristológico y la consideración mediados por él.
de Jesús ya como la plenitud de la obra de Dios iniciada en la creación y que se prolongará En toda la acción de Dios se da la mediación de Cristo. Indirectamente Jesús es
hasta el fin de los siglos, ya como el mediador desde el principio en la acción creadora contemplado como el centro y el sentido original de la historia. Consecuencia a partir de la
llevada a cabo por Dios Padre. relevancia universal a partir de su misión salvadora.
Hch 17, 24 – 31: en la resurrección de Jesucristo se da el comienzo del juicio de Dios
sobre todos los hombres; es decir, en él está la regla por la que se mide si los hombres han 2. Hb 1, 2 – 3: Se halla la idea de la mediación en la creación; el Hijo es aquel por
encontrado o no a Dios que desde el principio ha dirigido los pasos de la humanidad y medio del cual hizo Dios los “eones” (= los mundos). La mediación creadora está en
avatares de la historia. A las diferentes posibilidades que antes había de conocer a Dios y conexión con la función salvadora de Jesús y en concreto con su resurrección; el Hijo por
aun de ignorarlo sucede ahora un designio de unir a todos en Cristo (Cfr. También Hch 14, medio del cual se hizo el mundo es el que ha sido constituido heredero de todo. Se refiere a
15ss). La conversión al Dios verdadero para el reconocimiento de Jesús como su enviado. La Jesús encarnado y resucitado, revelador definitivo de Dios; a él se ha dado dominio sobre
venida de Jesús al mundo y en particular su resurrección es lo definitivo del obrar de Dios todo. El v. 3 explicita más este pensamiento: Jesús, después de haber llevado a cabo la
que ha empezado con la creación del mundo. purificación de los pecados, está sentado a la derecha de Dios. La mediación creadora se
Ante la conciencia de la significación salvadora escatológica y definitiva de Cristo contempla de nuevo a la luz de la acción salvadora de Jesús, la revelación y la redención
se llega a afirmar su mediación en la creación, a atribuirle una función protológica. Al que él obra.
respecto: En el v. 3 encontramos un esquema “descenso – ascenso” con ciertas semejanzas con
Flp 2, 6 – 11. Del mismo Jesús, resplandor de la gloria de Dios e impronta de su esencia, se
afirma que todo lo sostiene con su palabra poderosa. La palabra creadora de Dios, se hace
aquí palabra de Cristo. La mediación creadora de éste parece por tanto prolongarse en el
14
Cfr. Mc 13, 19; Mt 11, 25; 19, 4; Hch 4, 24; 7, 49s; 17, 24 – 28; Rm 4, 17; Ef 1, momento presente en la sustentación del universo; y está relacionada también con su triunfo
4; 3, 9; 1Tm 4, 4; 6, 13; Hb 11, 3; 1P 3, 5; Ap 4, 11 sobre la muerte. La mediación creadora, sustentadora y salvadora se ven como un conjunto
unitario.
15
Cfr. Mt 6, 25 – 34; Lc 12, 6s. 22 – 31; etc. 3. Jn 1, 3. 10: Presenta la mediación creadora de Jesús, del Logos. El Logos es Dios.
16 Está junto a Dios ya “en el principio”. Se reconoce el paralelo de este comienzo de Jn con
Textos que hablan de la creación, en perspectiva trinitaria: Gn 1, 1; “el principio” en el que este último texto sitúa el comienzo de la creación es ahora
1. Rm 8, 18ss: Destinados a la gloria. proyectado más hacia “atrás”, en el ser divino incluso anterior a la acción creadora. Apunta a
2. 2P 3, 10 – 13: en el contexto del 3, 1 – 13: toda la creación. su proyección al mundo y al hombre, la creación y la revelación en sus mutuas
3. Col 1, 15 – 20: “(Cristo) es la imagen de Dios invisible, primogénito de implicaciones.
toda criatura” En el v. 3, presenta la función creadora del Logos, de su mediación universal: el Logos
4. Ef 1, 3 – 10: “hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza...” es aquel por medio del cual ( ) todo fue hecho. Aunque no se habla explícitamente de la
acción del Padre de quien todo procede, sin duda se distingue de forma implícita entre la
5. Hb 1, 1 – 4: “en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del
acción del Padre y la del Hijo.
Hijo... por quien también hizo los mundos” Se relacionan la creación y la salvación; el v. 4 nos habla de la Vida y la Luz que es
6. Jn 1, 3. 17: todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto Cristo, nociones que en todo el cuarto evangelio sirven para designar bien la persona misma
existe. de Jesús, bien la salvación que nos trae. De la mediación creadora se pasa por lo tanto a la
salvadora.
“El principio” ya no es simplemente la creación sino el ser del Logos en Dios y su
17
LADARIA, Luis F. “Antropología teológica”. UPCM – Madrid – 1987. mediación desde el comienzo del mundo.
Universitá Gregoriana Editrice Roma 1987. Pp 17 – 26.
En el v. 10 se repite la fórmula de mediación universal en el contraste con el rechazo de 42, 15; 43, 26, Dios ha creado o sostiene todas las cosas en su palabra o en sus palabras).
Jesús por parte del mundo: el mundo fue hecho por medio de él y el mundo no lo conoció Cristo palabra y sabiduría de Dios da unidad y armonía a todo; el texto aparecería así
(cfr. Jn 3, 19). Por su mediación universal creadora de Jesús tiene con justicia una enraizado en la tradición sapiencial. Menos dificultad ofrecen las otras dos preposiciones
“pretensión” en relación con la creación, pretensión que los hombres han rechazado. usadas.
La revelación de Dios por medio de Jesús, tema dominante del cuarto evangelio (cfr. Jn “Por medio de”(........): Ya nos es conocido; es la preposición que con mayor frecuencia
1, 19), concuerda con su mediación creadora, aunque ésta última sólo pueda ser conocida a se aplica a Cristo en el NT cuando se habla de su relevancia cósmica. Dios ha hecho las
partir de la primera. cosas por medio del Hijo; Col añadirá que los ha salvado y reconciliado por medio de él.
“Hacia él” (....................): Es expresión propia de este pasaje. Se refiere a la causalidad
4. Col 1, 15 – 20: Es un himno cristológico. Texto cristológico y cristocéntrico; se final, en el destino y sentido final del mundo en Jesús, que es quien lo lleva todo a la
repiten las referencias a Jesús (.............) así como la palabra “todo”. Es un himno que consta plenitud.
de dos estrofas: 15 – 18ª y 18b - 20. La primera sería cosmológica, esto es, referida a la Resumen, el universo, fue creado por medio de Cristo, subsite en él y hacia él
posición de Jesús en relación con el universo; la segunda, sotereológica, centrada en la camina. De él depende el pasado, el presente y el futuro de toda la creación.
función salvadora de Cristo.
Este himno se refiere no tanto al Logos preexistente sino a Jesús hombre, muerto y En la segunda estrofa:
resucitado. Porque la segunda parte hace referencia explícita a Jesús resucitado. El En el final de esta primera estrofa – es a la vez el gozne con la segunda parte del himno
paralelismo de ambas partes aconseja ver en todo el himno a este mismo Jesús encarnado – es llamado “Cabeza del cuerpo”. Con lo precedente se diría que el cuerpo es la creación,
como sujeto de todas las afirmaciones cristológicas. Las afirmaciones sobre su preexistencia pero se precisa que es la Iglesia. Abriéndose el camino a la correspondencia entre creación y
(nunca en este contexto con sentido por sí solos) tienden a profundizar los asertos sobre redención. Se podría afirmar que las cosas tienen en Cristo su consistencia (v. 17b)
Jesús muerto y resucitado. precisamente porque él está llamado a ser cabeza de la Iglesia, es decir, porque en la
En la primera estrofa: redención todo va a adquirir la consistencia definitiva. La Iglesia alcanza aquí, por lo menos
A) Primer título cristológico, Imagen (..............) intencionalmente, una verdadera dimensión cósmica. Mejor dicho en la Iglesia y a través de
1) Jesús, como revelador del Padre; el “Dios invisible” se da a conocer gracias a ella ejerce Cristo el señorío sobre todo (cf. Ef 1, 10; 1, 22s).
Cristo hecho hombre, un paralelo 2 Cor 4, 4. La gloria de Dios, reflejada en el En la segunda estrofa, el primer título que se aplica a Cristo es el de “principio” (Cf Pr
rostro de Cristo, su imagen, es así visible a todos los hombres que, a su vez, han 8, 23; Jn 1, 1, aunque aquí es nueva la aplicación directa del término a Cristo); se quiere
de convertirse en imagen de Cristo, en el reflejo de su gloria (cfr 2 Cor 3, 18; 4, 6; señalar con ello el comienzo de un orden nuevo, cuyo principio es Jesús, que se concretará
también Sb 7, 25s). Jesús sería por consiguiente la imagen del Dios invisible en enseguida con la alusión a su resurrección. Con su resurrección se inaugura un nuevo orden
cuanto es reflejo del Padre y lo da a conocer a los hombres. de cosas que tiene su correspondencia con el que existe desde el principio, ya que, Jesús es
2) Se refiere más directamente a la función de Cristo respecto a toda la creación; la primogénito de toda la creación. La resurrección de Jesús – primogénito es el fundamento de
imagen no es sólo el reflejo de un modelo anterior a ella, sino también la de los demás. En la resurrección de los muertos se manifiesta el dominio de Cristo sobre
precisamente este modelo; como “paradigma”. En este caso la “imagen” sería la creación; los resucitados son imagen suya (cf. Rm 8, 29; 1 Cor 15, 20. 49). La
Jesús en cuanto es le modelo a partir del cual Dios ha creado el mundo; es el sello resurrección tiene una dimensión cósmica, universal; descubre el último sentido de la
o la “marca” que lleva puesta toda la creación. historia. En este nuevo orden él es el primero en todo. La primacía en este orden de la
salvación, en plena correspondencia con la creación, tienen como fundamento el designio de
Dos posibles significados que no tienen que excluirse mutuamente. Tal vez el sentido Dios de hacer habitar en él la “plenitud” (cf. Col 2, 9); es la propia presencia de Dios la que
que haya que dar al término depende de su relación o no con lo que sigue, “imagen del Dios justifica y da razón de la primacía de Cristo; en él se da la presencia definitiva de Dios en el
invisible”. En relación con este inciso el término apunta al carácter revelador de Jesús, a su mundo (en su humanidad: en él habita corporalmente la plenitud de la divinidad, Col 2, 9); a
función de dar a conocer al Dios invisible; podría entonces colocarse en relación con 2Cor 4, través de Cristo, primogénito de entre los muertos, ejerce Dios su dominio sobre todo el
4. universo.
B) La segunda afirmación cristológica, primogénito.
Hace referencia a la primogenitura de Jesús respecto a todas las criaturas. Hay que No aparece a primera vista una estricta correspondencia entre la subsistencia de todo
notar ante todo que “primogénito” no tiene por qué significar el primero de una serie de “en él” y la presencia “en él” de la plenitud; con todo no podemos olvidar que esta plenitud
iguales. La posición de Jesús respecto al cosmos es que “en él fueron creadas todas las tiende a comunicarse, todo cuanto existe es amado en él (cf. Ef 1, 23; 3, 19). Por último se
cosas”. No es una prioridad temporal sino de rango o dignidad, de señorío sobre todo cuanto habla de la reconciliación de todo por parte de Dios “por medio de él” y “hacia él” (cf.
existe. Esta relación con el cosmos se precisa con la triple expresión “en él”, “por medio de También 2 Cor 5, 18ss). Dios es quien crea y reconcilia, a él se remite últimamente la
él”, “hacia él” (cfr. Rm 11, 36; Col 1, 15 – 20; Hb 2, 10). iniciativa de la creación y de la salvación, realizadas ambas por medio de Cristo. El mundo
“En él”: Puede significar el plan o idea de todo, es decir, indicar que en él el universo reconciliado tiende hacia Cristo como a su fin; con ello se completa el paralelismo con la
tiene su armonía y su cohesión. La misma idea v. 17, “todo tiene en él su consistencia”. finalidad de la creación. Ésta tiende en último término a la reconciliación en Cristo, al nuevo
Podría estar también presente el elemento de la causalidad instrumental, que pondría la orden que comienza y se fundamenta en la resurrección de Jesús (cf. Ef 1, 10, que habla de
construcción en la línea del “por medio de él” que a continuación aparece (cfr. Sb 9, 1; Eclo la recapitulación de todo en Cristo).
La resurrección de Jesús, principio de la nueva creación y de la salvación, arroja luz b. Visión teológica: Incluye lo anterior, y también que "Dios cuida del hombre", "Dios
sobre el papel de Cristo desde el comienzo del mundo y a lo largo de la historia. La porvee al hombre de las cosas que son necesarias" (Cfr. Mt 6) 21
salvación que se nos ofrece por Cristo y en Cristo no es más que la culminación y plenitud La providencia es válida para todos los cristianos. Y que asiste a los que ejercen un
definitiva de un mundo que desde el principio fue hecho con su mediación y hacia él camina. ministerio eclesiástico. Dios no suele dar mas de lo necesario a cada uno. El pecado original
El orden de la creación y el de la salvación no pueden identificarse, pero tampoco separarse. afecta no a la providencia sino a la recepción de ella: se utiliza mal las cosas, agotan los
Existe entre ellos mutua ordenación. recursos, etc.
Se llama divina providencia a las disposiciones por los que Dios conduce la obra
c. La creación en el Magisterio de la Iglesia (primeros concilios ecuménicos) de su creación hacia la perfección última a la que Dios la destinó. 22
La creación como realidad causada por Dios; y Dios, como creador, se encuentran El testimonio de la Escritura es unánime: la solicitud de la divina providencia es
en los credos. Los más importantes son los más antiguos concilios ecuménicos: correcta e inmediata; tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas hasta los grandes
1. Concilio de Nicea (325): Dice: “Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, acontecimientos del mundo y de la historia.23
creador de todas las cosas visibles e invisibles.” 18 c. La providencia y las causas segundas: Dios es soberano de su designio. Pero para su
2. Concilio I de Constantinopla (381): “...factorem caeli et terrae...”19 realización se sirve también del recurso se las criaturas. Dios no da solamente a sus criaturas
la existencia, les da también la dignidad de actuar por sí mismos, de ser causas y principios
A diferencia de los problemas cristológicos y trinitarios, con la doctrina acerca“Dios unas de otras y de cooperar así a la realización de su designio. 24
creador” no ha habido problemas de importancia. Dios concede a los hombres incluso poder participar libremente en su providencia
El hecho de la creación no es misterioso. Es un acto causal. Por ello no se habla del confiándoles la responsabilidad de "someter" la tierra y dominarla. Dios da así a los hombres
misterio de la creación. Bajo ciertos aspectos si es misterios: que “Cristo interviene en la el ser causas inteligentes y libres para completar la obra de la creación, para perfeccionar su
creación” (conocida por las cartas paulinas). armonía para su bien y el de sus prójimos.25
Una perspectiva diferente para explicar que Dios es el origen de la creación: cinco Es una verdad inseparable de la fe en Dios creador: Dios actúa en las obras de sus
vías de Santo Tomás. Explicación racional y comprensible y no misteriosa. criaturas. Es la causa primera que opera en y por las causas segundas: "Dios es quien obra en
vosotros el querer y el obrar, como bien le parece" (Flp 2, 13). 26
La providencia de Dios En resumen: Providencia divina significa el proyecto del mundo creado, planeado
por la sabiduría de Dios que todo lo conoce, incluso los actos libres de la criatura, y por la
Se refiere a toda la creación, de modo especial al hombre. Se habla de un doble voluntad santa y amorosa de Dios, que omnipotentemente lo soporta y condiciona todo (Cfr.
aspecto: filosófico y teológico. DZ 1784). En este proyecto queda también incluida la libertad de la criatura, sin que ello
a. Conservación de los seres (aspecto filosófico): Las cosas - desde la vía de la acarree su anulación. En virtud de ese proyecto dirige Dios en su eternidad el curso del
contingencia -nunca dejan de ser contingentes. Es decir, nunca tienen fuerza en sí mismo mundo y de la historia. Y en él dirige también la historia salvífica humana hacia la meta
para permanecer en la existencia. Esto quiere decir, no sólo para el comienzo de su (escatología), conocida y querida por él de antemano en su predestinación, por medio de las
existencia, sino que para permanecer necesitan del Ser necesario. Dios tiene que estar en fuerzas mundanas e inmanentes que Dios ha creado y por medio de sus disposiciones
activo para que se conseven en la existencia. Esta conservación de los seres se llama histórico-salvíficas (gracia-milagro).
providencia. Esta proyección del mundo hacia la consumación (todavía pendiente), proyecto
El argumento de la vía de la contingencia: contingencia es la situación en la que que es lo único que dan sentido a la totalidad del mundo y en ella a todo lo particular, no se
encuentran todos los seres existentes ( menos Dios), en el sentido de que existen pero desvela propiamente a la criatura hasta la consumación. Únicamente por la fe aclarativa en el
podrían no existir. Es decir, que la existencia podría no darse, porque es un contínuno salto Dios sabio, amoroso y santo, y por la entrega condicionada al misterio de la providencia,
del "no existir" al "existir". Es un salto infinito en el que el mismo ser existente no tiene supera el hombre esa necesidad de seguridad que le angustia y le enorgullece, y en la que el
capacidad para darse el existir. hombre se experimenta como víctima de las fuerzas mundanas antagónicas e irreductibles a
Sin embargo todo lo que existe, porque llegó un momento en el que "comenzó a una auténtica unidad.27
existir"; todo ser existente está dando un contínuo salto de la nada al ser. Pero como el salto
de la nada al ser es grande se necesita un ser existente que provoque ese salto. Ese ser que
hace ese salto de la "nada al ser" (existir) no puede a la vez ser contingente. Ese ser 21
CICAT 305.
necesario es preciso que exista y, a ese ser le llamamos Dios. Por eso nada existe si Dios no 22
está ahí. Este es el fundamento de ubicuidad. 20 CICAT 301.
23
CICAT 303.
24
CICAT 306.
25
CICAT 307.
18 26
DZ 54; DH 125. CICAT 308.
19 27
DZ 86; DH 150. Cfr. RAHNER, Karl – VORGRIMLER, Herbert. “Diccionario teológico”.
20
Ubicuidad: Editorial Herder. Barcelona 1966. columnas 598 – 599.
La creación de los ángeles y demonios misterio de Satén. Al final todo adquirió sentido a la luz de Cristo, venido al mundo para
liberar al hombre de Satán y de sus satélites”39
a. Ángeles: Este nombre designa la “misión” no su naturaleza metafísica. Su naturaleza es Caída de los ángeles40 Hubo un momento de caída de los ángeles, aunque no se
espiritual; su oficio, mensajero. Son servidores y mensajeros de Dios 28. puede precisar cuándo y en qué consistió esa caída. Lo que más importa es vislumbrar “lo
Por ser criaturas espirituales tienen inteligencia y voluntad: son criaturas que han hecho”, es decir, “hacer que el hombre caiga”, a través de las tentaciones. Se podría
personales (DS 3891) e inmortales (Cfr. Lc 20, 36)29 hablar del pecado original de los ángeles.
Desde la creación y a lo largo de toda la historia de la salvación, los encontramos La realidad del demonio aparece al menos insinuada en las páginas de la Escritura,
anunciando esta salvación y sirviendo al designio divino de su realización 30. en el relato de la caída, donde se le pone bajo la figura de una serpiente (Gn)
Creados por Dios para comunicarse con los hombres. Desde su comienzo hasta la La Tradición – de acuerdo con los Evangelios - enseña que el demonio insinúa las
muerte la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión 31. cosas de manera malévola y engañosa, y al mismo tiempo, de forma sumamente peligrosa
La concepción “ángel” se generalizó en la edad media y designaba “espíritus pero sin querer mostrarse claramente.
supraterrestres”. Y de modo genérico se consideraban servidores de Dios o del diablo. En Ap 11 se muestra la visión de la Mujer y del dragón. Este “dragón” hace
referencia al demonio. El demonio tiene poder, pero sólo el que Dios le permite. Aunque sea
Su existencia es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como mucho con respecto al hombre es limitado41.
la unanimidad de la Tradición 32. Es decir, es dogma de fe que Dios, a demás del mundo
visible, creó un mundo de espíritus invisibles, los llamados ángeles. Se considera que fueron Cuestiones fronterizas entre la fe y la ciencia sobre el origen del mundo
creados antes que los seres físicos. Asumido como dogma de fe en:
1. Concilio de Nicea (325)33 Los exegetas están de acuerdo en que los relatos de la creación no son un “acta” en
2. Concilio IV de Letrán (1215)34 el que se narra la creación tal cual fue. No es una narración literal del acto creador, sino que
3. Concilio Vaticano I, Const. Dogm. “DEI FILIUS”35 estamos hablando de estilos literarios, de formas de hablar. En absoluto se pone en cuestión
la creación, puesto que:
El símbolo de los Apóstoles profesa que Dios es “el creador del cielo y de la tierra”, y 1. El mundo no se hizo nunca a sí mismo, sino que hay un creador que es Dios.
el símbolo de Nicea – Constantinopla explicita: “...de todo lo invisible e invisible” 36. 2. Y todo lo creado fue y es bueno: “Y vio Dios que era bueno”.
En la Sagrada Escritura, la expresión “cielo y tierra” significa: todo lo que existe, la
creación entera. “La tierra” es el mundo de los hombres; el “cielo” o los “cielos” puede Se presentan posturas para explicar el origen del mundo como:
significar el firmamento (Cfr. Sal 19, 2); el “lugar” propio de Dios: “nuestro Padre que está a. Evolucionismo42 : Busca el origen del cuerpo humano. En una materia preexistente. En
en los cielos” (Mt 5, 6; Cfr Sal 115, 16); y la gloria escatológica; el “lugar” de las criaturas realidad, busca el origen del mundo entero desde una materia preexistente y que, a través,
espirituales – los ángeles - que rodean a Dios. 37 de fases o “estadios” en la historia se “desarrollaron” esa materia hasta llegar a lo que hoy es
La profesión de fe del IV de Letrán afirma que Dios, “al comienzo del tiempo, creó a la el mundo y todo lo que en él existe.
vez de la nada una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la En realidad esta postura no es explicación de la creación del mundo, sino de la
mundana; luego, la criatura humana, que participa de las dos realidades, pues está compuesta evolución de los seres vivos. No explica el origen, sino que las “realidades” materiales una
de espíritu y cuerpo”38 vez creadas evolucionan. Esto tiene que ver con el hombre: la evolución de su cuerpo
(explicación científica).
b. Demonios: “El semblante de los demonios, seres espirituales maléficos, no se esclareció La evolución de los cuerpos de todos los seres vivios tienen una diferencia cuando
sino lentamente en la revelación. En un principio los textos bíblicos utilizaron ciertos se toca al hombre, puesto que el hombre tiene un alma. Cuerpo y alma en el hombre son
elementos tomados de las creencias populares, sin ponerlos todavía en relación con el coprincipios de ser que se encuentran en unión substancial, hasta el momento de la muerte.
En ella, el cuerpo perece, pero el alma permanece porque es inmortal. Esto es una puerta
28
Cfr. CICAT 329. para hablar de la escatología.
29
Cfr. CICAT 330.
30 39
Cfr. CICAT 332. Cfr. LÉON-DUFOUR, Xavier. “Vocabulario de teología bíblica”. Editorial
31
Cfr. CICAT 336. Herder. Barcelona 1988. Decimocuarta edición. Pp 219 – 222.
32 40
Cfr. CICAT 328. Cfr. Gn 6, 1 – 4 ver notas explicativa. Pecado es realizar aquello que va contra lo
33
DZ 54; DH 125. que Dios quiere, es decir, contra la propia esencia que Dios ha previsto.
34 41
DZ 428; DH 800. El demonio no quiere que nazcan nuevos cristianos. Por ello, la lucha entre el
35
DZ 1783; DH 3002. demonio y los cristianos, por tanto, es la lucha del demonio contra la Iglesia. El
36
Cfr. CICAT 325 episodio de las tentaciones de Jesús en el desierto muestra la lucha del demonio
37
Cfr. CICAT 326. contra Jesús (Mt y paralelos). Muestra el poder del demonio como tentados.
38 42
Cfr. CICAT 327. Cfr. DZ 327; DH 3896.
Es una exposición falsa del problema de la creación decir lo siguiente: “sobre el de progenitor de todos los hombres, o bien que Adán represente el conjunto de muchos
origen del mundo existen dos teorías diferentes. El mundo proviene de la creación; o según progenitores.”
otra teoría, el mundo proviene de la evolución. Esta explicación dual es un error. La encíclica no aducía los textos monogenísticos sino que recordaba el dogma del
La creación es una explicación al origen del mundo: Dios lo creó. Se ha hablado de pecado original:
la “creatio ex nihilo” (de la nada). Es un paso de la nada al ser. Esta explicación de “la nada “No se ve en modo alguno cómo puede esta sentencia (poligenista)conciliarse con
al ser” (creación) puede ser explicada desde perspectivas distintas. Puede haber quienes lo lo que las fuentes de la verdad revelada y los documentos del magisterio de la Iglesia
expliquen sin ser creyentes. Lo cristiano es: la creación por parte de Dios desde Cristo. proponen sobre el pecado original, que procede del pecado verdaderamente cometido por un
La cuestión de la evolución no es viable para la explicación de la creación. Por solo Adán, y que, transfundido a todos por generación es propio de cada uno (Rm 5, 12 – 19;
ello, hablar de que hay dos formas de explicar el origen de las cosas: evolución y creación Conc. Trid., sess. V, can. 1 – 4)”
intelectualmente es errada. La evolución podrá explicar que una vez creados los seres vivos Por tanto el valor de la tesis monogenista se mide en conexión entre ella y el
pueden haber evolucionado físicamente, genéticamente. La creación explica lo anterior a dogma del pecado original. En 1950 no se veía cómo era posible negar el monogenismo sin
eso; anterior a la aparición de la vida, al origen primero de los seres. La evolución no es un negar al mismo tiempo el pecado original.
tema teológico. La evolución y la creación no son posturas equivalentes.
|Con respecto a la aparición del hombre en el mundo: Resumiendo44, esta teoría sostiene que todo el género humano de esta tierra
procede de una misma pareja, estando todo él sometido a la ordenación salvífica de Dios.
a. Monogenismo43 : El problema del monogenismo puede plantearse de esta manera: las Por tanto, sostiene que la “hominización” primera y propia sólo aconteció una vez, en una
personas humanas, que componen la humanidad actual, ¿descienden todos ellos de un único pareja única. En las ciencias naturales predomina hoy la idea de que la hominización no
padre, o no? No se trata, pues, de la existencia de “preadamitas”, es decir, de una procedió de diversas especies animales (polifilismo) sino de una (monofelismo).
humanidad existente antes de que la tierra se viese poblada por la humanidad actual. Ni se La ciencia no es capaz por sí sola de probar el monogenismo en sentido propio,
trata tampoco solamente del “monofiletismo”, la descendencia de todos los hombres de una pero tampoco posee un argumento decisivo en contrario.
única especie, o sea, de un grupo de seres que traspasaron mas o menos paralelamente el El monogenismo no es una doctrina definida, aunque el magisterio lo propone con
umbral de la hominización. carácter obligatorio, pues no admitiéndolo parece que se ponen en peligro la unidad de la
La palabra “monogenismo” en teología tiene un significado distinto del que tiene historia de la salvación y, sobre todo, la doctrina del pecado original.
en las ciencias: dado que el transformismo infrahumano no se verifica en individuos
separados sino en poblaciones, el monogenismo teológico que se refiere a un solo padre, no b. Poligenismo45 : Afirma que el hombre haya aparecido en distintos lugares de la tierra. Si
tiene ninguna seria probabilidad desde el punto de vista científico; por eso mismo, en la fuera así, habría una serie de hombres que no habrían provenido de Adán, y no habrán
terminología de las ciencias experimentales la palabra “monogenismo” significa mas bien lo heredado el pecado original.
que en teología se denomina monofiletismo, mientras que poligenismo significa Esta “aparición múltiple” los científicos no lo tienen claro. Los teólogos lo
polifiletismo. plantean y cuestionan por la relación que puede tener con la cuestión del pecado original.
La Escritura (Gn 1 – 5; Hch 17, 26; Rm 5, 12 – 21; Lc 3, 23 – 38), descubren en Razón por la cual la Iglesia lo rechaza: no se explicaría cómo se habría transmitido a todos
Adán como primera persona humana, padre de todos los hombres. La antropogénesis los hombres el pecado original, cuyos orígenes estarían en una sola pareja inicial: Adán y
monogenística pertenece realmente a la imagen del mundo que suponen los autores Eva.
inspirados. El pensamiento humano explica la homogeneidad de una numerosa población Sin embargo, en años posteriores, los teólogos señalaron que el poligenismo podía
recurriendo espontáneamente a su común descendencia; en la Biblia, los rasgos ser admitido si se daban otras explicaciones sobre cómo se habría transmitido el pecado
característicos tribales se explican frecuentemente por medio de la descripción del cabeza de original.
la estirpe (Gn 9, 18 – 27; 27, 28 – 29. 39 – 40; 49). Era obvia la explicación de este esquema Fue el Papa Pío XII, en la encíclica Humani generis, el que rechaza esta postura.
a toda la humanidad. El uso del esquema monogenista en la Escritura puede, por Al respecto dice la encíclica:
consiguiente, ser una manera de hablar espontánea e irrefleja, sin que se afirme la verdad “porque no se ve en modo alguno cómo tal parecer puede compaginarse con las
del monogenismo, esta es; sin que se apele particularmente al consentimiento del que cosas, que la fuente de la verdad revelada, y los actos del Magisterio proponen acerca del
escucha, especialmente porque la afirmación de un padre común puede servir de vehículo pecado original, que procede de un pecado verdaderamente cometido por un único Adán y
para concebir y expresar la solidaridad e igualdad que existe entre todos los hombres. que, transmitido a todos por generación está propiamente en el interior de cada uno (Rm 5,
Los motivos para aceptar el monogenismo es en relación a con otros dogmas: la 12 – 19)”
redención universal de Cristo implica una pecaminosidad universal de un solo pecador. Esta
misma motivación es la que aparece en la encíclica Humani generis (1950): ANEXO: Sobre la elevación de lo creado a una dimensión sobrenatural
“No es lícito afirmar que después de Adán hayan existido aquí en la tierra La elevación del hombre al orden de la gracia46
verdaderos hombres, que no hayan tenido origen por generación natural del mismo, como

43 44
FLICK, M – ALSZEGHY, Z. “Antropología teológica”. Ediciones Sígueme. Opus cit. “Diccionario teológico” . columnas 450 - 451.
45
Salamanca 1985. Quinta edición. Num. 277 – 283. Cfr. DZ 328; DH 3897.
Adán y Eva estaban dotados gracia antes del pecado original, adornados con unos sobrenatural recibida en el inicio de su existencia explica precisamente la unidad profunda
dones singulares y colocados en una situación que reflejaba en su ser la profunda armonía de del ser de Adán.
su relación con Dios. Es coherente pensar, en efecto, que el hombre fue plenamente elevado en el mismo
El Concilio de Trento enseña que “el primer hombre Adán...fue constituido en un momento de la creación, aunque el Concilio de Trento no dice creado, sino constituido, con
estado de santidad y justicia”, que el mismo Concilio llama también estado de “inocencia”. el fin de no implicar su doctrina es las discusiones teológicas de aquel momento.
El concilio Vaticano II se hace eco de esta enseñanza cuando afirma que el Padre eterno El hombre nunca ha existido, por lo tanto, sin estar llamado a la comunión con
“decretó elevar a los hombres a la participación de su vida divina”(LG 2). Dios. Por eso, la creación de Adán es una verdadera vocación, porque le constituye en el ser
Que la elevación del hombre a la gracia fue un don gratuito de Dios y que Adán como interlocutor directo de Dios.
podría haber sido creado sin los dones sobrenaturales es doctrina establecida por las Adán recibió dones naturales, que corresponden a su condición normal de criatura,
censuras de San Pío V sobre los errores de Miguel Bayo, en el año 1567. una de las y forman su ser creatural. Recibió asimismo los dones sobrenaturales, es decir, la gracia
proposiciones erróneas censuradas dice: “la integridad de la primera creación no fue santificante, la divinización que esa gracia comporta, y la llamada última a la visión de Dios
exaltación indebida de la naturaleza humana, sino condición natural suya”. en el eschaton.
El reciente Catecismo de la Iglesia Católica expresa estas ideas del modo Recibió también los denominados dones preternaturales, que no venían exigidos
siguiente: “El primer hombre fue no solamente creado bueno, sino constituido en amistad por la naturaleza, pero eran muy congruentes con ella, la perfeccionaban en línea natural, y
con su Creador y en armonía consigo mismo y con la creación en torno a él; amistad y eran en definitiva una manifestación de la gracia. Estos dones suponían la inmortalidad, la
armonía tales que no serán superadas más que por la gloria de la nueva creación en Cristo” exención del dolor y el dominio de la concupiscencia. “Por la irradiación de la gracia, todas
(CICAT 374). las dimensiones de la vida del hombre estaban fortalecidas. Mientras permaneciera en la
La Sagrada Escritura relaciona la integridad y la armonía del primer hombre con su intimidad divina, el hombre no debía ni morir (Gn 2, 17; 3, 19), ni sufrir (cfr. Gn 3, 16).
colocación por Dios en el jardín que previamente ha dispuesto. “Plantó Yahvéh Dios un La teología ha discutido y discute aún el alcance de estos bienes preternaturales del
jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado” (Gn 2, 8b). El Adén primer hombre. Resulta evidente que Adán no podía haberlos recibido en absoluta plenitud,
o el paraíso es el marco simbólico de la situación original e íntegra del hombre. que no podía ocurrir en un principio, al margen de la Resurrección de Jesús.
Según el Antiguo Testamento, la vida paradisíaca del primer hombre y de la Es lícito interpretar la inmortalidad de Adán como una situación en la que el
primera mujer es trato especialmente amistoso con su Creador (Cfr. Gn 1, 26 – 31; 2, 5 – tránsito a un estado definitivo no fuera experimentado con el dramatismo, el dolor y la
25), enaltecimiento por parte de Dios (cfr. Sal 8, 6), y estado de rectitud no comparable a la violencia de la muerte que el hombre padece después de la culpa original.
situación en la que incurre el ser humano después del pecado (Ecle 7, 29). Si la concupiscencia es una consecuencia de la fuerza que el pecado original ha
El estado de justicia y de santidad se describe en la Biblia directa e conquistado en Adán (cfr. Rm 6 – 8) se entiende bien por qué el hombre no se encontraba,
indirectamente, cuando se habla de algunas de sus manifestaciones, o cuando se enumeran antes de pecar, bajo el impulso que le inclina a ceder ante sus pasiones y a apartarse de
las consecuencias negativas de su desaparición. Gn 2, 25 alude a la integridad e inocencia de Dios.
Adán y Eva con las siguientes palabras: “Ambos estaban desnudos, el hombre y su mujer, La inmunidad de sufrimiento se explica principalmente por el hecho deque el dolor
pero no se avergonzaban uno del otro”. y la enfermedad son signo y anticipación de la muerte. El don de la inmortalidad implica de
El discurso de Yahvéh a la mujer y al hombre refleja indirectamente los bienes que algún modo la ausencia de dolor.
han perdido: “A la mujer le dijo: “Tantas serán tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con
trabajo parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará”. Al hombre le
dijo: “Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol que Yo te había prohibido “A MAYOR GLORIA DE DIOS”
comer, maldito sea el suelo por tu causa: con esfuerzo sacarás de él el alimento todos los
días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor
de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de allí fuiste tomado. Porque
eres polvo y al polvo tornarás” (Gn 3, 16 – 19).
La teología medieval del paraíso se planteó especialmente la cuestión del orden y
alcance con Dios con el hombre recibió los diferentes dones que le adornaban en su
situación original. Autores como Pedro Lombardo, San Alberto y San Buenaventura
pensaban que el hombre recibió la gracia desde el primer momento de su creación, pero una
gracia que no le permitía sin más hacer méritos sobrenaturales. Habría recibidto también en
el primer instante la integridad y la posibilidad de no morir.
Santo Tomás de Aquino adopta la posición de que el hombre fue creado con todos
los bienes naturales y gratuitos. No hubo concesión escalonada; de modo que la gracia

46
MORALES, José. “El misterio de la creación”. Eunsa. Pamplona 1994. pp. 246
– 249.

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