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Indice
Palabras preliminares
I. POEMAS
Anónimos
II. CANCIONES
Daniel Viglietti
Patricio Manns
Ángel Parra
José Durán
Biblioteca
Derechos
Humanos
Defensa de los
derechos humanos
Materias
Materias
GO en años de
dictadura
Revistas Biblioteca
El Palacio de La Moneda en llamas. Imagen que sintetizó el fin de Política
los procesos sociales y políticos fruto de una tradición democrática Libros de obligada
y la instauración de un modelo autoritario. referencia en
sociología,
El camino de la rebeldía
economía y
Salvador Allende derecho.
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Invitamos a todos aquellos que
deseen participar del proyecto
documental
poesías de las cárceles y del destierro
Chile:
poesías de las cárceles y del destierro
A LOS DESAPARECIDOS
PALABRAS PRELIMINARES
Compañeros:
Entre mis manos aprieto estas páginas sueltas de algo que va a ser un libro; ante mis ojos hay una
serie de fragmentos de vida.
He tenido el privilegio de que unos testimonios vuestros que, al parecer se van a publicar
próximamente me llegasen -antes que a otros lectores- a través de estas hojas.
Unas hojas donde se agrupan letras... Letras que forman palabras. A veces, palabras llenas de
tenebrosas resonancias: DINA, cárceles, «Tres Alamos», tortura, muerte... Mas también
palabras llenas de luz: amigo, pueblo, libertad, vida... Y otras que son nombres propios; nombres
de alguien: Antonia, Macarena, Bautista van Shouwen, Diana Aaron, Máximo Gedda, Cecilia, Enrique
Soto, Miguel Enríquez; para mí, algunos nombres conocidos; totalmente desconocidos, otros. Y hay
también las palabras ausentes: los nombres de todos aquéllos que tienen que ocultar sus nombres: los
de autores de cartas y versos, dedicados a los presos, a los torturados, a los muertos.
Y dejadme que os dé las gracias por haber puesto entre mis manos estas palabras vuestras. Estos
párrafos que alguien escribe a «Antonia» en una carta fechada en 1975 en el Campo de Presos
Políticos «Tres Álamos»; o esos otros párrafos que escribe el «Padre de Macarena», la niña de tres
años, prisionera. Dejadme agradeceros, compañeros, estos poemas y fragmentos de poemas que
tengo aquí, y que miro ahora: hablan de hombres que callaron los nombres de otros, y acaso tuvieron
que pagar su silencio con su vida; hablan de huelgas de hambre y castigos inhumanos; hablan de
mujeres torturadas; hablan de hijos arrebatados a sus padres; hablan, en fin, del Terror.
Estas palabras, a veces, dicen la tragedia presente : la dicen con toda su crudeza:
En medio del Terror, sin embargo, las voces pueden hablar también de la esperanza:
Sí, compañeros. Desde el tenebroso hoy habláis de la esperanza. Sabéis que hay hombres que
defienden «su condición de hombres», por todos. Sabéis -y lo decís- que la historia no se detiene.
Sabéis que luchasteis -que lucháis- para combatir «la traición, la mentira, el hambre, la injusticia» y que
los muertos se alzan «como bandera de lucha para seguir viviendo».
Se alzarán los muertos, sí, todos. Vosotros llamáis a algunos de ellos por su nombre; dejadme que yo
les llame sencillamente «Juan», como Pablo -vuestro Pablo; Pablo de todos- llamó a la tierra.
Pero ahora me estoy dando cuenta de algo: creo que lo único que en esta ocasión se me había
encomendado era presentar un «libro colectivo» ante unos lectores. Me doy cuenta ahora, compañeros,
que en lugar de eso os estoy hablando a vosotros, compañeros chilenos.
Quizá al entregarme los textos que van a integrar este libro esperabais que, ante el lector, asumiese un
tono objetivo, crítico... o, al menos, que explicase algo sobre el contenido de este conjunto. Tal vez que
dijese, al menos, que se inicia con dos cartas conmovedoras. Que continúa con una serie de poemas -
o fragmentos de poemas- escritos por personas que, dentro o fuera de Chile, están luchando por la
libertad de su país y que, por motivos obvios, no pueden dar su nombre. Que el volumen se cierra con
canciones-poemas de Ángel Parra, Patricio Manns -chilenos- y Daniel Viglietti -uruguayo-.
Pues bien: pienso que lo que el libro contiene está a la vista del lector: yo no puedo hablar del
sufrimiento y de la esperanza de un pueblo mejor de lo que lo hacen estos reveladores fragmentos de
historia viva.
En cuanto al tono, a mi tono, ¿cómo referirme objetivamente, cómo hacer unos fríos comentarios a
estos trozos de vida, a estos testimonios de unos seres que escriben la historia con su vida?
Compañeros sin nombre y sin seña -como os llama Daniel Viglietti. Compañeros: que mi voz se una a
las voces vuestras, es mi único deseo.
Aurora de Albornoz
I.S.B.N.: 400-4570-0
Depósito Legal: M. 7.309 - 1978
EDICIONES CONOSUR
Corazón de María, 41. Madrid - 2
Imprime
Artes Gráficas Iberoamericanas, S. A.
Tomás Bretón, 51. Madrid-7
Querida Antonia:
En esta carta trataré de explicarte mejor mi situación. En nuestro país es delito tener ideas políticas,
pensar distinto a la Dictadura; esto es penado y si se descubre alguna persona así, se la detiene, con
todo lo que esto significa, luego de un tiempo desaparecida, te incomunican y de ahí a Tres Alamos,
uno de los tantos campos de prisioneros políticos que existen en este país, en este momento. Nuestro
futuro depende de lo que la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) decida; las posibilidades son:
expulsión del país. Proceso o bien «Libertad», con orden de arraigo, o sea, sin moverse de una zona
determinada. En todo caso, acá estamos relativamente bien. Nuestro día comienza a las 7 AM, hora de
lista; luego tomamos desayuno, 8,15; el almuerzo es a las 13 horas y las onces-comida, a las 18,30. La
comida es increíblemente mala, claro que nosotras estamos organizadas en Carreta Común, donde
preparamos alguna dieta para complementar la comida. Entre las detenidas hay desde doctoras,
profesoras, estudiantes, etc. y tenemos cursos de idiomas, Inglés, Francés, Alemán, de Literatura, de
Educación, que los dictamos tres personas; en el de Educación en este momento estamos viendo, el
Desarrollo de los Sistemas Educacionales en Chile. En nuestro tiempo libre, bordamos, tejemos, se
hace cerámica y artesanía americana en general; como ves actividades no nos faltan ; claro que
también hay cosas tristes; uno de mis hermanos, el menor, tiene 20 años, aún está desaparecido. Se
me olvidaba contarte que en el campamento hay tres bebés, Amanda Camila, Alejandro Ernesto y
Miguel, cuyos padres están desaparecidos; son un amor, regalones y un tanto mal criados, pero
imagínate que tienen 148 tías que los toman y les hacen risitas en cuanto ellos despiertan.
Bueno Antonia, quizás esto sea doloroso para ti, pero no soy capaz de engañarte, y en mi carta
anterior te lo decía, «las cosas son cada vez peores en Chile, claro está que no para todos».
En estos momentos mis padres se encuentran haciendo trámites para sacarme del país, ojalá resulte,
no deseo quedarme por el momento; para esto se necesita tener un país que te reclame, y te dé
trabajo, o bien posibilidades de beca para estudiar.
¡Se me olvidaba! Cómo pasaste las fiestas de Pascua y Año Nuevo; espero que bien y que Santa
Claus te haya traído lo que tú deseabas.
A.
A. fue maestra en Chile, de Antonia, niña entonces de 8 años que debió abandonar su país junto a sus padres.
Macarena, pequeña niña, esta noche sólo tú dejas de ser niña: cuna y muñeca se han quedado muy
solas... no dijiste cuando volverías, ni dónde ibas, ... y la abuela no te dio el beso de buenas noches.
Es noche otoñal: Macarena, la pequeña se transforma -como en siniestra leyenda-, en símbolo trágico
de una etapa de la historia de su pueblo. Así, la dulce Macarena, de tres años y medio de edad, pasa
a ocupar el lugar de una Macarena de 30 años. La página de Macarena, en una noche cualquiera,
comienza bruscamente.
Con valentía suicida, gangsters, sicópatas, dementes civilizados y degenerados se lanzan al asalto del
hogar de la pequeña Maca. Los «valientes» se la llevan. Han robado la cría, así se entregará la presa.
Se entregará, piensa, sueña, la «inteligencia».
Es noche otoñal, pequeña Macarena; de regalona nieta a prisionera política no reconocida. Pequeña
Maca: ¿que casa de terror, tu sueño espanta? Pobre pequeña Maca, ¿quién cuida de ti?, quién es tu
nana, tus juegos, tu tralala, pequeña Maca. Que noche amarga. Los gorilas se emborrachan y cantan.
Tu padre no se entrega. Lucha y te ama, pequeña Maca.
«Macarena, pequeña niña de sólo tres años y medio de edad, abandonada por sus padres, fue
encontrada. Carabineros del sector la ampararon hasta entregarla a su familia.»
Los pasos de Macarena vuelven a su lugar de afecto: su rostro viene inexpresivo, su mirada fija, su
hablar mudo, su sonrisa fácil no viene. La pequeña Macarena es llevada a la bañera: agua tibia para
ella. Su pelo luce viejo y tieso. Su vestido no ha tenido cambio durante 17 días, ¡qué descuido de los
padres! Macarena no pronuncia palabra, ni un gesto suyo escapa; nada, nada. La bañera ya está.
Agua tibia y afecto comienzan a besar su pequeñita espalda y su pelo siente el agua que la limpia y
relaja. Entonces exclama, rompiendo el hielo que la dominaba -Mira tía- tomando su pelo -mira-. Su
pelo estaba limpio. Había vuelto la pequeña Maca.
Desde la distancia que el afecto traspasa, su padre la llama, y en secreto a la oreja le habla:
Fragmento de un poema escrito por Máximo Gedda, 27 años, estudiante de periodismo, cineasta. Desde su arresto
nadie a vuelto a saber de él.
Mario Benedetti
Este poema llegó en un papel sacado de un campo de concentración. Después supimos que se trataba de unas
estrofas de «El cumpleaños de Juan Ángel», del poeta uruguayo Mario Benedetti. Un prisionero político desconocido
hizo suyas estas palabras para saludar y conservar el recuerdo de Diana Aaron.
Diana Aaron, periodista de 24 años, fue arrestada por la DINA en noviembre de 1974. Murió en la tortura.
Algún día, tal vez, puede ser en cualquier calle o en una celda;
quizás al amanecer de un nuevo día, o en la brutal oscuridad de la noche, yo levante mi último grito de
libertad.
Entonces, para que no me olvides, querida compañera, te dejo en herencia un par de palabras:
Te amo.
Por ti he sido más fuerte y más bueno. Por ti me he sentido más puro. Mi pueblo te agradecerá el
amor. Cantando sembrará.
Cantando cosechará.
Tu gesto preocupado de hoy, será sonrisa mañana, mirando jugar a tus hijos, construyendo el futuro
bueno que mi sangre -la sangre de todos-, ha regado.
Sé feliz y recuérdame. En silencio te he amado y mi último grito que sea de triunfo y amor.
Ya torcieron mi camino
y en la huella sigo.
Ya no lloro ni sueño.
Ni perdono ni olvido.
¡Adiós compañero!
Será hasta siempre o hasta nunca..
o quizás no será
¡Adiós compañero!
Hoy es tu turno
mañana
cuando te vayas
pensaré en un hombre de verdad
que se jugó el destino
por la libertad.
¡Adiós compañero!
se acaba una vida
...la hora de partir ya llegó.
Cifrado en octubre
Gonzalo Rojas
A Miguel Enríquez, Secretario General del MIR, muerto heroicamente en enfrentamiento con las fuerzas de la
dictadura, el 5 de octubre de 1974.
El compañero Dagoberto Pérez murió combatiendo en el enfrentamiento de Malloco. Su sacrificio hizo posible que sus
compañeros rompieran el cerco policial y hoy continúen en la Resistencia.
Luciano:
A Luciano Cruz, en el aniversario de su muerte. Líder estudiantil, fundador y dirigente del MIR, murió accidentalmente
en agosto de 1971. Sus funerales dieron lugar a uno de los más imponentes actos de masas del primer período del
gobierno de Salvador Allende.
A Edgardo Enríquez:
Edgardo Enríquez fue apresado en Buenos Aires, Argentina, y entregado a la policía chilena. Pese a la presión
internacional, no se ha obtenido ninguna noticia cierta sobre la suerte corrida por este dirigente.
En el mes de julio de 1976 se publicó la noticia de que habrían muerto en enfrentamientos en Argentina, 119
«izquierdistas». Sin embargo, pese a la rotunda negativa de las autoridades, constaba que estos 119 compañeros
habían sido detenidos en Chile. Los prisioneros del campo de concentración «Melinka», de Puchuncaví, organizaron
una huelga de hambre para pedir que se aclarara, en forma verídica y responsable, la información.
Obrera mía,
yo te conocí con el puño al viento.
Venías con miles de sonrisas
¡cantando!
Amiga.
Mi querida compañera,
cómo se han hecho lágrimas el día y la noche
¡Cómo todo el amor se deshace
al pie de las murallas!
Versos dedicados a la valiente mujer del pueblo que ha sabido soportar con decisión, valentía y altivez
la ausencia de sus esposos e hijos, y muchas veces ella misma, en carne propia, el flagelo de días
amargos, productos de la demencia.
A ti mujer verdadera
que has sabido demostrar
con gallardía ejemplar
tu condición de chilena,
hoy el poeta a su manera
te dedica a ti, heroína,
en su rima campesina
este modesto homenaje
por tu espíritu y coraje
para enfrentar a la vida.
El 14 de junio de 1977, 26 mujeres y 2 hombres ingresaron a las oficinas de la Comisión Económica para América
Latina, CEPAL, en Santiago de Chile, e iniciaron una huelga de hambre a fin de exigir a las autoridades el
esclarecimiento de la situación de sus familiares desaparecidos. La huelga se prolongó por nueve días hasta lograr el
apoyo del Secretario General de Naciones Unidas, que obtuvo de la Junta el compromiso de dar información sobre
los familiares de los huelguistas. Al abandonar CEPAL los huelguistas manifestaron que no bastaba con la información
sobre sus familiares, sino que era necesario seguir luchando por los 2.500 presos políticos que aún permanecen
desaparecidos.
América infinita
hoy marchan sobre tus selvas
los pies de un ingrávido ejército
de sombras enterradas.
Hoy crece en tus brazos candentes
en tu cintura marina
el canto acerado
de las minas desangradas
en la inmensidad andina.
El grito cósmico
despeñado
entre escombros milenarios
¡ Rebeldía!
Me quitan la venda
la luz hiere los ojos.
El mundo que había girado vertiginoso
se detiene. Entonces
una mano acogedora, una voz
susurrando un nombre raro, que me evocó
cuentos perdidos en la niñez; un nombre
que tenía olor. Olor a la humedad
del Sur. Olor a bosques y a fogatas hechas
con madera húmeda, que disipaba el olor
a miedo.
Sentada en la punta del camarote
estaba frente a mí. Tenía las manos
blancas y largas. El pelo rubio amarrado
en dos trenzas y unos ojos de niña asustada
que contrastaban tanto
con sus palabras.
Noches de sobresalto.
Terror.
A Muriel Dockendorff Navarrete. Desaparecida. Las autoridades aseguran que «jamás fue detenida».
La postal
Así estábamos
sorprendidos y tristes
mirando por la ventana
mirando un cielo más ancho
unas nubes iluminadas desde adentro
conocidas en museos.
Nubes de España
hirsuto campo de Castilla.
Así estábamos
con lágrimas.
Meses después
en la primavera de Chile
mataron a Miguel.
A la vuelta de un año
de dos
conocimos todos los cantos
y todos los olores
los ruidos de la calle
y las voces duras.
A la vuelta de un año
de dos
comprendimos
el puente trunco
el cordón quemado
de pronto como niños
que no saben regresar
A los que arriesgan sus vidas escribiendo un signo de libertad en los muros de Santiago.
rayados de la esperanza
rayas de la muerte
ofendiendo
las columnas dóricas
de la escuela de bellas artes
los muros del congreso
las casas del barrio alto
de la esperanza
rayas en los muros
1970
de Santiago amaneciendo
rayas negras de futuro con un nombre:
salvador allende
presidente
11 de septiembre de 1977
Aquí estamos
como siempre, compañero.
Son ya cuatro años,
mucho tiempo y distancia entre
tu palabra y la mía,
entre tu consigna clandestina
y la mía solidaria.
Tú que llevas el peso de la lucha
¡ compañero!
debes saber que aquí
y allá,
en cualquier parte de esta geografía
hermana donde se pose tu mirada
en noches de firmeza resistente,
estamos nosotros,
chilenos
latinoamericanos
revolucionarios de todo el mundo,
apoyando la lucha,
levantando la voz de nuestro pueblo
sojuzgado.
Aguanta firme.
Nosotros sabemos de vuestro sacrificio.
Estamos conscientes
de vuestro silencio combatiente.
Apuremos la marcha, compañeros.
Apuremos la unidad de nuestro pueblo,
la inquebrantable victoria que ya se agita
en nuestros puños, sobre el viento cordillerano
y el tormentoso recuerdo de
un 11 de septiembre de 1973.
CANCIONES
Escucha
yo vengo a cantar
por aquellos que cayeron.
No digo nombre ni seña,
sólo digo: compañeros.
Y canto a los otros, a los que están vivos
y ponen la mira sobre el enemigo.
Ya no hay más secretos
mi canto es el viento
yo exijo que sea todo movimiento.
Nada nos queda y hay sólo
una cosa que perder:
perder la paciencia
y sólo encontrarla
en la puntería: ¡camaradas!
Canción contra balas no puede servir,
canción desarmada no enfrenta un fusil.
Daniel Viglietti
La canción de Luciano.
Luciano al regresar
se descerraja en luz,
destapa la verdad,
revienta con su mano los alambres del temor
respira en cada boca para la revolución.
Patricio Manns
Viviremos.
Silencioso,
con silencio de piedra submarina,
con la conciencia sometida al hierro,
con la muerte trenzando sus cuchillos,
sintió que se quedaba desvestido
de sangre,
de cabellos y de uñas
de ojos y de piel, como si fueran
un violento equipaje,
o un dosel, un visillo, una
terca ventana,
que atajaran el ojo a los verdugos
de Bautista van Schouwen
compañeros
¡Tan callado!
Quien hubiera pensado que pudiera
coronar con silencio su conducta,
recordar a la especie la decencia,
y juntar sobre el cuerpo luminoso
los golpes propinados a su pueblo,
la espina y la cadena.
Ha crecido Bautista
van Schouwen para siempre
elevado a semilla frutal que desde ahora
nos da la dignidad para hacerla costumbre,
para escribirla en todos los presidios
del mundo.
Cerrando la memoria,
clausurando la boca,
no dijo una palabra
ni una fecha,
ni un nombre,
ni un país,
ni un río,
ni una flor,
ni un bosque,
ni una abeja, que sirviera
de mapa a los verdugos de su pueblo.
Eso es todo.
Así es todo de simple, compañeros.
En el duro momento de los hechos
es tajante como agua de cascada
y declara invencible su silencio,
se doctora en metal enfurecido,
se gradúa de bosque indescifrable.
Se viste de eficacia.
Ha humillado las garras
que araron en su piel.
Y así es que su tormento se convierte
en un surco
y al golpearlo en la tierra
lo dejaron
semilla.
Patricio Manns
Bautista van Schouwen, miembro de la Comisión Política del MIR, fue arrestado el 13 de diciembre de 1973. Nunca
fue reconocido como prisionero. Una foto clandestina lo muestra semi-paralizado. No se sabe si aún vive.
Existen testimonios de que enfrentó a sus torturadores gritándoles: Ustedes no saben por qué me matan, pero yo sí
se por qué muero».
Ángel Parra
Carta a mi compañero.
Ya lo sé
ahora no hay descanso compañero.
Distancias nos separan pasajeras.
De momento sólo tengo mi alma llena
de palabras, inquietudes exiliadas,
la esperanza me mantiene aquí ligada.
Es mañana que regreso enfurecida,
a vengar muerto por muerto de mi pueblo.
Cuéntame,
dijiste la palabra clandestina,
venciste los temores en la aldea,
sembraste la unidad como una espiga,
supiste de la sangre derramada,
mostraste a los culpables claramente.
No habrá roca ni mar que los proteja,
ni cavernas ni guaridas perdonadas.
Porque habremos de juntar...
José Durán
Ya no somos nosotros.
Patricio Manns.
Cueca de Malloco
La vida y en Malloco
manso despliegue
caramba, y el que la Dina le armó
si señora
caramba, pa' cercar
a seis miristas
la vida y le hizo falta
un batallón, si señora.
Los muertos de los milicos
son como veinte
de los revolucionarios cae un valiente
si señora
cae un valiente, sí
los de Malloco
tienen a los milicos roquete locos
sí señora.
Ya se arrancaron los cabros
caramba si son re diablos.
La cueca es la forma más popular del folklore chileno. Esta relata y recuerda el enfrentamiento de Malloco, tal como
lo vieron los campesinos de la zona.
Compañero Miguel
ha muerto en la soledad
vive en la libertad.
Tu grito de victoria
dará luz en la oscuridad.
Y tu fuerza revolucionaria
dará vida a la humanidad.
Como un fusil, en el pecho
del pueblo, quedarás.
Como una flor en el desierto
el pobre te encontrará.
Y siguiendo en la lucha
hasta el fin
nuestras voces te llevarán
el grito de justicia
de libertad-igualdad.
Compañero Miguel:
tu ejemplo nos llevará
a la victoria final,
a la victoria final.
Ha muerto un hombre
luchando sin nombre
contra anti hombres
que sí tienen nombre.
Hoy todos unidos hemos de seguir
tu camino al andar
tu fuerza al luchar
y tu fe en la libertad.
Compañero Miguel:
tu ejemplo nos llevará...
Trabajadores al poder.
¡ Trabajadores al poder!...
José Durán
Ariel Dorfman
Ediciones de la Flor,
Buenos Aires, 1974
La batalla de chile
la lucha de un pueblo sin armas
Patricio Guzmán
Editorial Ayuso
Madrid 1977
Éditions Seghers,
París 1975
Jacqueline Mouesca
Oscar Waiss
Editorial Mayler
Madrid 1977
Ilario Da
Editorial Blume
Barcelona, 1977
Obra colectiva
Ediciones Conosur
Madrid 1978
Bucarest, 1976
Osvaldo Rodríguez
LAR
Madrid 1984
Fernando Alegría
Editorial Laia
Barcelona, 1980
André Jacques
Osvaldo Rodríguez
Mlada
Praga, 1974
Poets of Chile
A Bilingual Anthology, 1965-1985
Ediciones Cordillera
Ottawa, 1982
Grinor Rojo
Ediciones Michay
Madrid, 1984
CELUC
Milano, Gennaio 1974
La Ciudad
Formato PDF. 9MB
Gonzalo Millán
Biblioteca
Derechos
Humanos
Defensa de los
derechos humanos
Materias
Materias
GO en años de
dictadura
Revistas Biblioteca
El Palacio de La Moneda en llamas. Imagen que sintetizó el fin de Política
los procesos sociales y políticos fruto de una tradición democrática Libros de obligada
y la instauración de un modelo autoritario. referencia en
sociología,
El camino de la rebeldía
economía y
Salvador Allende derecho.
Participa y colabora
con nosotros
Invitamos a todos aquellos que
deseen participar del proyecto
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