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El régimen de Pinochet

Article  in  Reis · January 2002


DOI: 10.2307/40184413

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2 authors:

Marisa Revilla Carlos Huneeus


Complutense University of Madrid University of Chile
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OLGA SALIDO CORTÉS
La movilidad ocupacional de las mujeres en España.
Por una sociología de la movilidad femenina
(Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 2001)

En cierta ocasión, una cualificada mucho en su favor. Pero no sólo hay


feminista se dirigió a John Goldthorpe, que reconocer a esta autora pasión por
reconocida autoridad en el estudio de la aventura, lo que no sería poco. Hay
la estratificación y la movilidad social, que reconocerle también el haber con-
para reprocharle el escaso rendimiento seguido que no haya estropicio al final
empírico de su modelo de clase a la de la misma. Por el contrario, cuando
hora de explicar la experiencia laboral uno termina de leer su libro, sabe
de las mujeres, a lo que el interpelado mucho más no sólo de mujeres, sino,
respondió: «¿Lo ve? Cuando usted en general, de la sociedad española de
mete a las mujeres todo se estropea». lo que sabía al principio. En su conjun-
Ante tal respuesta, caben dos posibili- to, el libro es, más que original, pione-
dades: utilizarla como prueba irrefuta- ro, además de rico en información y
ble del machismo congénito que ha bien documentado, por lo que resulta
animado durante mucho tiempo el imprescindible para cualquier estudio-
estudio de la movilidad social y aleda- so de la estratificación social y la movi-
ños, o bien prepararse para alguna que lidad. Sabido es, no obstante, que, en
otra decepción si uno insiste en aden- materia de recensión, el elogio es el
trarse por ese camino. pan y la crítica es el chocolate, así que
El mero hecho de que Olga Salido no abundaremos mucho en el primero,
haya apostado por esa aventura dice a fin de hacer sitio para el segundo.

99/02 pp. 249-292


CRÍTICA DE LIBROS

El libro está dividido en dos partes. transmitirla de generación en genera-


La autora dedica el grueso de la prime- ción: ¿cuál ha sido, en definitiva,
ra («Un marco de análisis para la movi- durante la mayor parte del siglo pasa-
lidad de las mujeres») a hacer un repa- do el mejor predictor de la posición
so crítico de los planteamientos (o falta de los hijos: el padre o la madre?
de ellos) que han estado en la base del Siempre será más fácil estudiar la evo-
no estudio de la movilidad social feme- lución de la movilidad social interge-
nina hasta épocas recientes, así como neracional en el siglo XX y su compara-
del enfoque sesgado o parcial que han ción entre diferentes países tomando
tenido la mayoría de estos últimos. El como referencia los varones.
lector podrá encontrar en ella abun- Esta divergencia estratégica se clari-
dantes elementos para esa sociología de fica más tarde, cuando la autora pre-
la movilidad femenina que la autora rei- senta su propia agenda de investiga-
vindica desde la portada de su libro. ción, al admitir explícitamente que:
Sin embargo, la autora derrocha quizá «Este estudio versa sobre los efectos
demasiadas energías en combatir moli- de la expansión de los servicios sobre
nos de viento, en lugar de emplearlas el sistema de desigualdad social y,
en redondear su propuesta. El debate más concretamente, sobre la forma en
con el denostado «punto de vista con- que ésta se materializa en el mercado
vencional» (representado por el men- de trabajo a través de oportunidades
cionado Goldthorpe), al que dedica vitales y de movilidad diferenciales
nada menos que las cuarenta y tantas para ambos sexos. No nos interesa, por
páginas de su capítulo tercero, es una tanto, el grado global de apertura de la
muestra de ello, si lo comparamos con sociedad española, ni en comparación
las escasas cinco páginas con que des- con otros países, ni en comparación con
pacha su propia propuesta (pp. 116- otros momentos de nuestra historia» (p.
120). La desproporción resulta más lla- 119) (el énfasis es nuestro). Queda
mativa debido al reconocimiento que claro, por tanto, que los objetivos de
hace la autora de que el citado debate esta investigación son perfectamente
no pasa de ser «una falsa polémica»: así distintos de los que orientaron buena
lo dice en el epígrafe de la página 52 y parte de la investigación de autores
lo repite en el de la página 70. como Goldthorpe, mucho más preo-
Quizá hubiera sido más acertado cupados por la evolución de la movi-
entender las diferencias entre ambos lidad y, en especial, de la fluidez
enfoques (el convencional y el/los social a lo largo del siglo XX , antes
feminista/s) como diferencias de agen- incluso de la expansión de los servi-
da de investigación, evitando así una cios. Objetivos distintos que se
interminable polémica sobre la posi- corresponden, como no podía ser de
ción de clase de las mujeres que no otra manera, con estrategias investi-
hace sino pasar por alto la intenciona- gadoras distintas.
lidad estratégica del llamado enfoque Por lo demás, la autora tiene toda
convencional, para quien la cuestión la razón al resaltar la importancia de
no es tanto la posición de clase de las los cambios que se han venido produ-
mujeres como su capacidad para ciendo en las sociedades avanzadas en

250
CRÍTICA DE LIBROS

las últimas décadas en lo referente al marco analítico diferente para el estu-


papel de la mujer en el mercado de dio de la movilidad de las mujeres y la
trabajo y a las consecuencias que de los hombres. Lo que hay que tener
estos cambios están teniendo, no sólo en cuenta, desde nuestro punto de
en el campo de la movilidad social de vista, es la manera como incide el
las mujeres, sino en muchos otros hecho de ser hombre, mujer o cual-
ámbitos como, por ejemplo, el fami- quier otra característica de los indivi-
liar y el demográfico. duos en la experiencia de movilidad.
Dejando aparte estas «falsas polémi- La razón de este desacuerdo es sim-
cas», el problema es que cuando llega el ple: la autora no distingue claramente
momento de que la autora haga su entre el plano de análisis de la estruc-
propia propuesta analítica (pp. 116- tura de posiciones de clase y el plano
120), el resultado sabe a poco. Aun de la asignación de los individuos a
limitando su objetivo a la investigación esas posiciones (por ejemplo, pp.
de «los efectos de la expansión de los 216-218). Parece claro que la discri-
servicios», la propuesta queda reducida minación de género se produce en el
al estudio de «la segmentación del mer- segundo plano de análisis y no en el
cado de trabajo por sexo» (p. 117) y «la primero: las posiciones de clase en sí
segregación ocupacional» (p. 120), mismas no tienen edad, ni sexo, ni
conceptos ambos que no son debida- entienden de diferencias étnicas, pero
mente explicados, así como a resaltar la todas estas variables son fundamenta-
importancia que la «movilidad absolu- les cuando se trata de estudiar la
ta particular» —y no sólo la fluidez forma en que individuos de diferente
social— tiene en el estudio de la movi- origen o condición social son asigna-
lidad social de las mujeres (p. 119). dos a las posiciones de clase.
Desde nuestro punto de vista, se En el plano metodológico, la autora
echan en falta elementos fundamenta- concede gran importancia al esquema
les para el estudio de la movilidad de clases a utilizar en el estudio de la
social en general y, más aún, para movilidad social de las mujeres (p.
explicar las diferencias que se observan 120). Sin embargo, se echa en falta
entre las pautas de movilidad de los una mayor fundamentación teórica del
hombres y las mujeres. Por ejemplo, esquema de clases que se propone en
no se tiene en cuenta la dimensión el capítulo 6. Puede que sea acertado
estratégica de la movilidad ni, mucho basarlo, como hace la autora, en las
menos, su evolución a lo largo del teorías de Esping-Andersen, pero eso
tiempo, en función de lo que nosotros no lo exime de problemas. En primer
hemos llamado «contextos de oportuni- lugar, no se analizan suficientemente
dad» (Echeverría, 1999). Tampoco se sus componentes, lo que trae como
establece una adecuada relación entre consecuencia que se deje fuera un
la movilidad intergeneracional y la recurso clave para el estudio de las
movilidad de trayectoria, todo lo cual diferencias de género como es la
nos lleva a un desacuerdo con las con- «autoridad» (sólo se hace distinción de
clusiones de la autora (pp. 309-310) aquellas ocupaciones que llevan en sí
sobre la necesidad de emplear un mismas ese recurso, pero se pasa por

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CRÍTICA DE LIBROS

alto muchos otros casos en que el los aspectos básicos de la movilidad


puesto va asociado a tareas de direc- femenina en España entre las décadas
ción, supervisión, etc.). Esto impide cuarenta y ochenta, ambas inclusive,
entrar más de lleno en debates actuales del siglo pasado.
sobre, por ejemplo, el llamado «techo Tenemos, no obstante, un par de
de cristal». Al final, como la propia comentarios críticos a esta segunda
autora dice expresamente (ya desde el parte. En primer lugar, los intentos
título), queda una clasificación mera- de análisis diacrónico son discutibles.
mente ocupacional, pero es dudoso que La autora hace la comparación de dos
esta autolimitación fuese necesaria. cohortes tomando como referencia la
Con todo, el principal problema de clase ocupacional a los 25 años (pp.
la investigación es, a nuestro juicio, 216-217 y 283-289). Si ella misma
una cierta incoherencia analítica y hace una distinción entre los periodos
metodológica. Por un lado, la autora de incorporación de las mujeres al
enfatiza la importancia de lo que mercado de trabajo en España (p.
llama «segmentación sexual del mer- 269) («fase de desarrollo», 1964-
cado de trabajo» y «segregación ocu- 1975; «fase de crisis», 1976-1980; y
pacional», al tiempo que su investiga- «fase de recuperación», 1986-1990),
ción empírica está orientada por tres ¿no sería más lógico hacer submues-
tesis bien conocidas en la literatura de tras con las mujeres que entraron al
la movilidad (el cierre social, la zona mercado de trabajo en esos periodos?
de amortiguación y la contramovili- En segundo lugar, la autora habla
dad). Por otro, en los capítulos en indistintamente de «fluidez social» y
que se analiza la movilidad absoluta «apertura social» (por ejemplo, p.
(7 y 8) no se utiliza el esquema de 223). Es cierto que el mismo Gold-
clases propuesto por la autora, sin thorpe lo hace, por más que en varios
que se justifiquen adecuadamente las pasajes de The Constant Flux se dife-
razones del cambio. Después de rencian claramente la una y la otra.
defender la bondad de su esquema de Por nuestra parte, creemos que sería
clases, la propia autora prescinde de mejor reservar «fluidez social» para
él en aquel campo de la investigación referirnos a la mayor o menor propen-
que considera más relevante (el estu- sión o probabilidad de pasar de deter-
dio de las tasas de movilidad absoluta minados orígenes a determinados desti-
y, más en concreto, de las tasas de nos. Así, podríamos decir que existe
«movilidad absoluta particular» o flu- una gran fluidez en los flujos de las
jos de salida) (p. 119). clases agrarias a las manuales en los
Con esto ya hemos entrado en la hombres; o que en las mujeres es bas-
segunda parte del libro, dedicada al tante mayor que en los hombres la
análisis empírico de la movilidad fluidez que se da entre las clases agra-
femenina, en la que Olga Salido rias y la clase «no manual». En cam-
aporta abundante y rica información bio, entendemos que la «apertura
a este respecto. De particular interés social» debe referirse a la mayor o
nos parece su capítulo 10, en el que menor igualdad en las probabilidades
se presentan de forma sencilla y clara de los diferentes movimientos conte-

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CRÍTICA DE LIBROS

nidos en una tabla de movilidad, de familiares orientadas a la promoción


tal suerte que habría tanta mayor diferenciada de unos y otras en el
apertura social cuanto menor sea la seno de una misma familia?; ¿o, más
influencia de los orígenes en los desti- en general, de los factores que hacen
nos. Habría, por tanto, tanta mayor que los individuos tengan diferentes
fluidez entre dos clases cuanto mayor posibilidades a la hora de elaborar y
es el flujo de movilidad que se da materializar las estrategias de repro-
entre ellas. Pero podría suceder que ducción, reconversión o movilidad,
hubiera una gran fluidez social entre así como de los importantes cambios
determinadas clases (de «agrarios» a que se han venido produciendo en
«manuales» o a «no manuales», por dichos factores desde la sociedad
seguir con el ejemplo) y, en cambio, agraria tradicional hasta el momento
escasa apertura en la realidad social actual?; ¿o de la «institucionalización»
que se refleja en la tabla de movilidad, de la discriminación de género en el
al tener una gran incidencia los oríge- mercado de trabajo?
nes sociales en los diferentes destinos. En cualquier caso, el prestigio social
Para terminar con esta segunda no puede ser la explicación de los patro-
parte del libro, nos gustaría comentar nes de movilidad relativa de hombres y
una de las conclusiones más impor- mujeres y, menos aún, de sus diferen-
tantes que se obtiene del estudio de la cias. De ahí el problema del modelo
«fluidez social» (cap. 9). La autora de fluidez utilizado por la autora: los
afirma que «el prestigio social parece efectos verticales que se pretenden
explicar buena parte de la estructura introducir con la variable «prestigio»
de desigualdad del sistema de oportu- se pueden introducir con otra u otras
nidades de ambos sexos» (pp. 397- variables topológicas, sin necesidad de
308), y creemos entender que tam- variables continuas mal sustentadas
bién de las diferencias de la movilidad desde un punto de vista teórico. Si lo
relativa entre ellos (p. 313). Entende- que se pretende es estudiar la movili-
mos que el prestigio social es un efecto dad social desde una perspectiva de
o, si se quiere, una característica de clase (aunque se trate de clases «ocupa-
las ocupaciones, pero no puede ser la cionales»), ¿por qué introducir ele-
causa o la explicación de los regímenes mentos que se basan en una visión
de movilidad relativa de los hombres, social de continuidad y homogeneidad
de las mujeres y, mucho menos, de las y que no hacen más que distorsionar la
diferencias entre ambos. Aunque la interpretación de los resultados?
deseabilidad de las ocupaciones más Pero lo fundamental es que, al mar-
prestigiosas sea una característica gen de las objeciones y comentarios
inherente tanto a hombres como a que se puedan hacer, el libro de Olga
mujeres, si queremos hablar de cau- Salido ocupa ya un lugar central en
sas, ¿por qué no hablar de la distribu- los estudios españoles sobre estratifi-
ción de papeles que tradicionalmente cación y movilidad social.
han tenido los hombres y las mujeres
en los ámbitos de la producción y la Juan Jesús GONZÁLEZ
reproducción?; ¿o de las estrategias Javier ECHEVERRÍA ZABALZA

253
CRÍTICA DE LIBROS

FUNDACIÓN SANTANDER CENTRAL HISPANO (ed.)


La Universidad en la sociedad del siglo XXI
(Madrid, Fondo de Cultura Económica, 2001)

La Universidad está cambiando. diecisiete ponencias presentadas en


La discusión fundamental es cómo unas «Jornadas sobre Iberoamérica y
aumentar su calidad sin disminuir su España» celebradas en la Casa de
extensión en una sociedad globaliza- América, en Madrid, en junio del año
da 1 . La Universidad ya no (sólo) 2001, organizadas por la Fundación
forma élites profesionales, sino que Santander Central Hispano y coedita-
e s p ro c e s o d e a p re n d i z a j e d e l a das por el Fondo de Cultura Econó-
mayor parte de la juventud. Esta mica2. Es un volumen con diecisiete
tensión entre calidad y cantidad ponencias, un discurso inaugural con
genera debates en las personas que coraje (de Carlos Fuentes) y otro de
son responsables del conocimiento/ clausura con ilusión (por Manuel E.
ciencia. Se insiste en que hay una Patarroyo). El libro se cierra con unas
crisis de liderazgo universitario en breves conclusiones (pp. 299-304)
todo el mundo. Pero esa falta de que resumen el discurso del poder
dirección o de «ideas grandes» es universitario en España y en Latinoa-
difícil de evaluar sin documentos mérica en la actualidad3. Es un libro
escritos sobre las opiniones específi- de enorme interés, que conviene leer
cas, valores e ideologías de las perso- con el lápiz rojo en la mano.
nas que dirigen el rumbo de las uni- Hay un cierto equilibrio entre
versidades. En el mundo español ponencias españolas (siete rectores
los/as rectores explican pocas veces magníficos) y latinoamericanas (otros
sus ideas por escrito. Tampoco existe siete rectores) que se anuncian en la
la tradición anglosajona de que los contraportada del libro como «las
exrectores escriban un libro con sus principales universidades de los dife-
pensamientos a la manera de memo- rentes países». Las otras tres ponen-
ria o diario. La cultura latina espa- cias corresponden a tres españoles: el
ñola y latinoamericana) es funda-
mentalmente oral; en investigación 2
El libro de la Fundación Santander Cen-
científica se dice que lo que no está tral Hispano (ed.), La Universidad en la sociedad
escrito no existe. del siglo XXI (Madrid: Fondo de Cultura Econó-
A veces se produce un suceso afor- mica, 2001, 304 pp.), tiene pie de imprenta del
tunado por el que los/as rectores de año 2001; sin embargo, se termina de imprimir
el 15 de diciembre del año 2001 y no se empie-
las universidades escriben. Ése es el za a distribuir hasta el año 2002.
caso del libro La Universidad en la 3
Para un análisis más extenso del tema, y
sociedad del siglo XXI , que reúne las los datos comparativos, se puede contactar con
Jesús M. de Miguel, Primer Catedrático Prínci-
pe de Asturias (Georgetown University, Estados
1
David Dunkerley y Wai Sum Wong Unidos), Departamento de Sociología, Univer-
(eds.), Global Perspectives on Quality in Higher sidad de Barcelona, Avenida Diagonal, 690,
Education (Burlington, Vermont: Ashgate, 08034 Barcelona, teléfono 93 402 14 06,
2001, 160 pp.). correo electrónico: demiguel@eco.ub.es.

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CRÍTICA DE LIBROS

presidente del Consejo Superior de necesidad de que las universidades


Investigaciones Científicas y dos ex realicen un cambio sustancial de su
catedráticos de Madrid y Barcelona. «cultura». La contraportada del libro
Los rectores españoles son tres de sugiere avanzar hacia un modelo
Madrid y uno de Barcelona, además nuevo de gestión, con formas origina-
de los de Alicante, Murcia y Santiago. les de gestionar el modelo de Univer-
Los siete latinoamericanos son de paí- sidad emprendedora y de gestionar los
ses grandes y centrales: dos son de procesos de innovación. Luego el
Argentina, y uno de Brasil, Chile, libro apenas desarrolla esas ideas del
México y Uruguay. La única excep- management basadas en la idea de
ción de un país periférico es el rector «Universidad emprendedora». Se
de la Universidad Mayor de San dedica más a explicar la falta de cien-
Simón de Cochabamba, en Bolivia. cia y los problemas en la transmisión
El libro es una comparación de ideas del conocimiento en los países del
entre rectores españoles y latinoame- entorno cultural común.
ricanos de universidades consideradas Lo que une a las universidades lati-
como centrales. Cada uno —todos nas (españolas y latinoamericanas) es
son varones— presenta a su Universi- la lengua, que, en un mundo globali-
dad como ejemplo de virtudes y desa- zado donde la comunicación es tan
rrollo educativo ejemplar. importante, puede producir una
Las Jornadas están organizadas por unión hispano-latinoamericana efec-
la Universidad Complutense de tiva. La introducción (pp. 11-12)
Madrid, en el palacio excepcional de expresa ese acercamiento estratégico
la Casa de América (en Madrid), entre universidades de ambos lados
junto a la Plaza de la Cibeles. El libro del Atlántico. Así lo expresa un rector
posterior, siguiendo la organización argentino: «Hace más de cinco siglos,
de las Jornadas de origen, se divide en cuando España construyó la primera
cuatro partes: Humanidades, Investi- nación moderna, su emprendimiento
gación, Empresa y Sanidad, cada una inicial fue el que constituye quizás la
con cuatro ponencias (la de sanidad más grande empresa de la humani-
tiene una más, indicando la atención dad, se llama América. América
por los estudios médicos). La clausura entonces, fue la empresa social por
es de Manuel E. Patarroyo, director excelencia. Iberoamérica es su hija
de la Fundación Instituto de Inmu- más antigua y numerosa. Tiene enor-
nología de Colombia, titulada «Pin- mes cicatrices y dolores pero también
celazos de las ciencias biomédicas en la vocación de lograr las utopías
el cambio de siglo»; sic pincelazos. El inconclusas» (p. 219). El tono es
conjunto de ponencias permite emotivo, como corresponde al discur-
entender el discurso del poder univer- so en unas Jornadas transatlánticas;
sitario. Dado que las ponencias fue- deja para otro momento la definición
ron presentadas oralmente y se con- de las utopías inconclusas.
serva el estilo, es reconocible un Carlos Fuentes —escritor y diplo-
cierto lenguaje barroco y algo patro- mático— introduce el libro (inaugura
nizing. El punto de arranque es la las Jornadas) con un discurso sobre

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CRÍTICA DE LIBROS

«El español, patrimonio universal». de Madrid, que es el organizador


En una reunión de rectores de Uni- principal de la reunión de tres días en
versidad es interesante oír la afirma- Madrid. Afirma que el problema es la
ción de que «todo lo que no puede influencia negativa de Estados Uni-
decirse de otra manera se expresa gra- dos, que resume en «el pragmatismo
cias a la literatura». España afirma «el norteamericano con su “Universidad
derecho a definir la realidad en térmi- organización”, que responde a una
nos de la imaginación. Lo que imagi- sociedad centrada en el crecimiento
namos es, a la vez, posible y real» (p. económico y la innovación tecnológi-
14). Carlos Fuentes aprovecha esta ca y que deja un tanto de lado la for-
audiencia de científicos e investigado- mación cultural y los valores de
res para resaltar la importancia de la amplios sectores de la población».
ficción, de lo inventado. Es también Añade: «existe una deriva de todos los
ocasión para apelar a la sensibilidad sistemas universitarios hacia el prag-
del poder político español respecto de matismo del modelo norteamericano
la migración latinoamericana. Las en perjuicio de la Cultura» (pp. 28-
palabras de Carlos Fuentes resuenan 29). Señala luego que en nuestros paí-
en la Casa de América: «¿Cómo no ses la «mayoría de estudiantes eligen
dolernos, cómo no escandalizarnos de carreras de Humanidades». Sin
que España, cuyos trabajadores de embargo, la realidad es que la propor-
todos los niveles, desde el manual ción de estudiantes de Humanidades
hasta el intelectual, han sido abraza- en Estados Unidos es el doble que en
dos con fervor por la América Espa- España. Además, la educación norte-
ñola, le cierre hoy la puerta a los americana de cuatro años de college
inmigrantes latinoamericanos que está basada mucho en la cultura, en
sólo vienen a crear mayor riqueza en valores humanísticos, voluntariado y
España y a agradecer lo mucho, acción social. La realidad de los datos
empezando por la lengua, que le contradice el estereotipo de que son
debemos a España?» (p. 23). La pre- las universidades españolas las que se
gunta se deja en el aire. Es una buena dedican realmente a las Humanidades
introducción para interpretar mejor y a los valores, frente al materialismo
la versión escrita de las ponencias que creciente de la educación terciaria
siguen como capítulos del libro4. («educación superior») de Estados
Los títulos de cada capítulo apenas Unidos. En realidad es lo contrario:
tienen importancia, pues fundamen- la Universidad española se dedica
talmente incluyen las ideas de cada fundamentalmente a carreras profe-
rector sobre su Universidad respecti- sionales y poco a educación generalis-
va. Significativamente empieza el rec- ta o humanista. El rector de la Uni-
tor de la Universidad Complutense versidad Complutense señala el
«abismo lamentable entre hombres
4
El presidente del Consejo Superior de que han sido educados como huma-
Investigaciones Científicas es más directo al
excluir a los/as latinoamericanos de la incor-
nistas y hombres que han sido educa-
poración automática a los concursos de plazas dos como científicos» (sic). Iniciando
de investigador en España (p. 95). un congreso sobre universidades, la

256
CRÍTICA DE LIBROS

frase debe entenderse seguramente miento generado por experiencias


como irónica. nuestras y transferirlas, como inter-
mediarias, sin los debidos créditos, a
otros países» (p. 40). No especifica
La situación latinoamericana quién está tratando de copiar esas
innovaciones. El materialismo e
En vez de seguir el orden del libro, injusticia se adjudican a los otros:
una estrategia de análisis es presentar «Vivimos en un tiempo violentado
primero las ideas de los rectores lati- por el materialismo más salvaje, lo
noamericanos y después de los espa- que explica esa desesperada “corrida
ñoles, para luego comparar ideas y para la fe” que se manifiesta en todo
situaciones. La preocupación por las el mundo, con aspectos benéficos o
Humanidades es retomada por el rec- preocupantes» (p. 46). El problema es
tor de la Universidad de São Paulo, que la Universidad puede ser un ele-
de Brasil. Su idea es que las Humani- mento activo de desigualdad econó-
dades están viviendo una crisis de mica, y no sólo un instrumento bási-
identidad, teniendo que enfrentarse co de la democracia. Eso es lo que el
fuera del campus con un ambiente rector —participante del Fórum de
pragmático «dominado por el más Davos— podría haber establecido
duro materialismo» (p. 38). Pero la como eje vertebrador de su discurso.
Universidad brasileña es diferente, En algunos casos, el peor materialis-
pues «el Presidente de la República es mo es el de las minorías dominantes
un sociólogo, profesor de nuestra ins- locales.
titución [Fernando Henrique Cardo- La falta de ciencia, de investiga-
so]. Economistas, administradores, ción científica, en Latinoamérica
juristas o historiadores ocupan varios genera algunos datos pero pocas
escalones del poder, desde ministerios explicaciones. El rector de la Univer-
a secretarías de Estado. Y todos ellos sidad de la República, de Uruguay,
reciben apoyo de asesores egresos de sugiere que el problema es que la
la misma Universidad» (p. 39). No se investigación en Latinoamérica es eli-
explica la situación complicada por la tista5. Tanto la investigación como la
que pasa Brasil, uno de los países más tasa de investigadores son muy bajas
desiguales del mundo, donde la dife- en Latinoamérica; pero no se expli-
rencia de ingresos entre el 20% más can las razones. El gasto en I+D es
alto de la población y el 20% más menos del 0,6% del PNB, la mitad
bajo es de 26 veces, seguramente la aproximadamente que en España, en
máxima desigualdad del mundo. Es donde ya es una tasa baja (la mitad o
un país donde la democracia es frágil tercera parte de lo esperable). En
y muestra problemas sociales nume- Latinoamérica es, además, un gasto
rosos. El rector de la Universidad de fundamentalmente público y univer-
São Paulo insinúa que agencias de
desarrollo del primer mundo envían 5
No es el caso en todos los países. No lo
personas a Brasil a copiar las solucio- es, por ejemplo, en Cuba, aunque ningún rec-
nes: «buscando apropiarse del conoci- tor latinoamericano explica el caso cubano.

257
CRÍTICA DE LIBROS

sitario. Eso supone una «condición Latinoamérica. Con sus propias pala-
marginal». La hipótesis del rector bras: «El fracaso de la creencia en el
uruguayo es que hay ciencia, pero es mercado libre y puro como árbitro
elitista, sin vínculos sociales. La de la vida social, deberá llevar a una
situación reciente se empeora porque participación activa del Estado en la
el «achicamiento del Estado preconi- creación de las condiciones para la
zado como la ruta al progreso, ha res- superación del divorcio entre la acti-
tado fondos a las universidades vidad científica universitaria y la
públicas donde radica buena parte de práctica productiva» (p. 122). No
la investigación científica en América queda claro si lo que se defiende es
Latina y ha contenido o reducido la más intervencionismo estatal en la
inversión pública en investigación y Universidad o menos.
desarrollo» (p. 119). Además de la La decadencia de Latinoamérica
crisis del Estado, lo que explica la tampoco es explicada por el rector de
tasa baja de investigación es la depen- la Universidad de Buenos Aires. Sus
dencia, una hipótesis favorita entre datos muestran la situación carencial
los/as latinoamericanos, pues justifica de ciencia e investigación de casi
su situación carencial: «En los secto- todo el continente latinoamericano.
res productivos de la región están Son estadísticas generales, que no
emergiendo actores de significación llegan a explicar, por ejemplo, las
que han comprendido la dura lección diferencias en el gasto en ciencia y
referida a la necesidad de disponer de tecnología con referencia al PIB (es
producción endógena de conoci- el triple en Cuba que en Argentina).
mientos, como condición insoslaya- Toda la América Latina junta produ-
ble para sustentar —a largo plazo— ce menos publicaciones científicas
emprendimientos productivos exito- que España. Tampoco explica la
sos en los mercados mundiales. La razón de ese subdesarrollo científico.
actual situación de dependencia de la De forma premonitoria, el rector
producción regional, del conoci- argentino reconoce en junio de 2001
miento importado, se ha revelado que los problemas más cruciales de
como una debilidad muy grande del esa región son la corrupción, pobre-
mundo productivo regional ante los za, exclusión y violencia. Pero no
desafíos creados por la apertura especifica la forma en que esos cua-
indiscriminada de la competencia tro problemas se pueden resolver. La
extranjera» (p. 120). Además de Universidad de Buenos Aires refleja
superar esa dependencia, la solución el centralismo (bonaerense), produ-
está en la tendencia mundial a la uni- ciendo casi un tercio de las publica-
versalización de la educación supe- ciones científicas argentinas, siendo
rior (prefiero la expresión «educación quizás parte del problema más que
terciaria», que es políticamente más de su solución. Otro rector central,
correcta), proceso en que Latinoamé- el de la Universidad de Santiago de
rica está bastante retrasada. Pero la Chile, añade pocas ideas a esta dis-
idea sustantiva del rector uruguayo es cusión, salvo insistir en que esa Uni-
el supuesto fracaso del mercado en ve r s i d a d p ú b l i c a — f u n d a d a e n

258
CRÍTICA DE LIBROS

1849— posee orquesta clásica. El social, no sólo son injustas sino tam-
rector de la Universidad Nacional bién inmorales» (p. 223)6. Reconoce
Autónoma de México (la UNAM) que las desigualdades sociales (y sani-
tampoco presenta ideas nuevas en el tarias) son enormes, las mayores del
debate. Estos rectores demuestran planeta. La Universidad tiene así una
que las relaciones entre las universi- responsabilidad especial en Latino-
dades españolas y latinoamericanas américa que es menor en Europa,
son tenues. donde la sociedad es más igualitaria.
El entusiasmo es elevado con el La Sociología enseña que la innova-
tema de sanidad, en que se ponen de ción se produce en la periferia del
acuerdo latinoamericanos y españo- poder. El capítulo que yo considero
les. El rector del Instituto Universi- más interesante del libro es el del rec-
tario Insalud, de Buenos Aires, afir- tor de la Universidad más pequeña y
m a q u e « l a s a l u d e s l a m a yo r pobre: la Universidad Mayor de San
empresa del mundo contemporáneo» Simón de Cochabamba, en Bolivia.
(p. 217), que genera la actividad Este rector plantea el debate del papel
económica más importante. El reco- de la Universidad pública ante los
nocimiento a las ciencias sanitarias problemas de desigualdad social
como parte del negocio económico apuntados por los otros rectores.
de la región contradice un poco los Señala que a finales del siglo XX, en el
discursos humanistas de la sección ámbito rural boliviano, sólo la mitad
anterior. Se afirma que «cada vez de las mujeres sabe leer. Propone que
más la Universidad va a tender a la Universidad sea un «agente de pro-
tener mayor articulación con el sec- moción social y democrática. Deseo
tor empresarial» (p. 223). Pero el destacar la tarea fundamental de la
rector bonaerense es uno de los que Universidad pública en una educa-
expresan más claro que el problema ción orientada a generar compromiso
latinoamericano es la enorme des- social y sentido de equidad» (p. 63).
igualdad social (y sanitaria) entre la En Bolivia, hacia el año 1970 la Uni-
población: «En nuestra democrática versidad popularizó un discurso revo-
sociedad iberoamericana se están lucionario y antiimperialista. El golpe
ampliando las injusticias. Ningún de Estado de Banzer en 1971 llevó a
continente es más desigual que Amé- una reestructuración de la Universi-
rica Latina. La brecha entre los que dad, promoviendo la creación de
tienen y no tienen, los incluidos y Departamentos y la matriculación de
los no incluidos, los conectados y los los/as estudiantes en materias y no en
no conectados, los enfermos y los cursos compactos. El objetivo, según
sanos, los educados y los no educa- el rector actual, era desmovilizar la
dos, se está ampliando. Debemos Universidad. Se tardó toda una dé-
entonces, con una urgencia casi dra-
6
mática, comprometer nuestros No queda claro a qué se refiere con la
expresión «democrática sociedad iberoameri-
esfuerzos para disminuir las des- cana», si se refiere únicamente a los países
igualdades que, en los campos de la democráticos o a todos los de América La-
salud, la educación y la inclusión tina.

259
CRÍTICA DE LIBROS

cada en recuperar la democracia. universidad científica y pluralista


A pesar de la crisis, la visión optimis- debe construir conocimientos orien-
ta es que la Universidad actual es «un tados a la resolución de problemas
éxito formidable». La razón es el pro- tanto laborales como sociales —sobre
pio sistema político democrático, y la base de una práctica política demo-
«la demanda de educación masiva crática— cuya justificación social se
como corolario» (p. 66). Estoy de dé por la equidad en la distribución
acuerdo en que dos de las ideas más de oportunidades para todos […] Las
potentes del siglo XX son la democra- democracias tienen que educar en
cia y la Universidad para todos/as. defensa propia contra el racismo,
La democracia real se caracteriza contra el fascismo, contra la intole-
por una participación real de la rancia, porque una persona tolerante
población. «La educación moderna y respetuosa de la paz es un invento,
no sólo consiste en transmitir conoci- una obra de arte que hay que crear
mientos, que por su ritmo y cantidad educativamente. La lucha por la edu-
son inabarcables, sino en aprender a cación pública es una lucha a favor de
utilizarlos para solucionar problemas, la democracia y la civilización, para
individuales y colectivos» (p. 69). que en el siglo XXI reparemos los erro-
Hay que empezar por el conocimien- res cometidos en éste [siglo XX] que
to de la realidad social. El rector de la ya abandonamos. Ello significa cons-
Universidad Mayor de San Simón de truir escuelas y universidades excelen-
Cochabamba considera que «los tes. Con “excelentes” quiero decir
gobiernos de nuestros países sostie- equitativas, democráticas y “públicas”
nen, casi por hábito, que la economía en el más profundo sentido de la
está creciendo. No lo sabemos, proba- palabra, accesibles a todos, sostenidas
blemente no. Pero podemos estar por todos» (pp. 70-71). La defensa de
seguros de que la distribución del la Universidad pública se basa en los
ingreso sigue marcadamente desigual. objetivos nuevos que tiene la educa-
Cada vez más la sociedad latinoame- ción terciaria en Latinoamérica 7 .
ricana se estratifica económicamente,
con una clase de exitosos con el dine- 7
«La educación pública no sólo es más
ro en un lado y de fracasados con el democrática sino que indudablemente es el
dinero en otro. Los ricos se atrinche- mejor y más válido instrumento de promo-
ran en sus barrios y en sus privilegios ción social, formando individuos y ciudada-
y se sienten más identificados con los nos plenos, aptos para la democracia, para la
pudientes de otros países que con los libertad y para la paz» (p. 73). Incluye una
crítica de la privatización de la Universidad:
propios ciudadanos» (pp. 69-70). Se «De ahí la irresponsabilidad y el daño irrepa-
trata de una brecha peligrosa. La idea rable de una política que hurte el liderazgo de
de este rector es que la educación la educación a los poderes públicos, la con-
representa la línea de corte entre vierta en una mercancía para el mejor postor y
ganadores y perdedores. trasvase su protagonismo hacia la esfera de
unos intereses puramente monetarios que
La reforma de la Universidad es esconden su ideología de exclusividad y su
meta importante. El rector boliviano ética individualista bajo el paraguas de la
propone un objetivo realista: «Una libertad de elección» (p. 72).

260
CRÍTICA DE LIBROS

Bolivia tiene un 20% de estudiantes ejercida en este caso no desde órganos


universitarios en instituciones priva- de poder gubernamental sino desde
das, pero en otros países latinoameri- fuentes autónomas de institucionali-
canos (como Brasil o Colombia) zación pertenecientes a una sociedad
supera el 60%. El discurso boliviano civil dotada de envidiable fortaleza»
supone un punto de vista audaz, (pp. 55-56). Denuncia la «frívola
innovador y progresivo; no es domi- postura de irresponsabilidad propicia-
nante entre los rectores de América da por el fenómeno de la political
Latina. El discurso del rector de la correctness» (p. 57). Afirma que el
Universidad Mayor de San Simón de «problema de la “corrección política”
Cochabamba (pp. 63-77) articula es ante todo un asunto de expresión
bien la conexión entre Universidad y lingüística sobre el que se construye
democracia en el mundo globalizado el germen de una dictadura política»
actual8. (p. 59). Este rector gallego considera
lo más importante que la Universidad
declare la guerra a la «corrección polí-
Desde este lado del Atlántico tica».
Otra posición conservadora es la
Varios rectores españoles muestran del rector de la Universidad Politéc-
un tono crítico en el análisis de la nica de Madrid. Reconoce que en
realidad universitaria, pero no se España el porcentaje del producto
ponen de acuerdo en la terapéutica interior br uto (PIB) dedicado a
para solucionar sus problemas. El rec- investigación está por debajo de «la
tor de la Universidad de Santiago de media europea y no digamos de la
Compostela —un profesor de Teoría OCDE». Sin aportar datos, considera
de la Literatura— dedica su ponencia que ha habido un cierto aumento,
sobre la Universidad ante el futuro de aunque se partía de cotas muy bajas,
las Humanidades a realizar una crítica pero hay una actividad importante
de la corrección política: «Hoy […] (pp. 82-83). Aboga por una centrali-
no es difícil percibir en algunos recin- zación de la investigación en cada
tos una cierta opresión intelectual Universidad. Se queja de que las uni-
que llega a fundarse en “códigos de versidades «difícilmente pueden esta-
expresión” elaborados por responsa- blecer sus propios planes de investi-
bles de la administración universita- gación y marcar prioridades» (p. 82).
ria. Tengo para mí que la political Se refiere seguramente a que no son
correctness representa una peligrosa los rectores los que priorizan las
versión posmoderna de la censura, líneas de investigación, sino los/as
propios investigadores universitarios.
8
Este planteamiento serio de lo que debe Una de las peculiaridades del sistema
ser la Universidad, así como la defensa de la español «que caracteriza a la investi-
Universidad pública, muestra un cierto toque gación en las universidades, es su
de humor cuando el rector boliviano señala
que «mucha eficiencia genera una piscina de
excesiva fragmentación, con grupos
tiburones. Mucha equidad genera una colonia pequeños, que ha propiciado la pro-
hippie» (p. 72). pia dinámica de selección de profeso-

261
CRÍTICA DE LIBROS

res, que conduce frecuentemente a debilidad investigadora de las empre-


que un profesor en un determinado sas. En España, sólo una tercera parte
momento se distancia del grupo con del profesorado universitario realiza
el que estaba integrado y quiere crear investigación. El impacto medio de
su propio gr upo aunque sea de las publicaciones científicas españolas
pequeño tamaño» (pp. 83-84). ¿Sig- es un 25% inferior a la media euro-
nifica que este rector prefiere que sea pea.
la Universidad, desde arriba, la que Este rector es partidario de un Plan
marque lo que se ha de investigar? Estratégico de Investigación en cada
Hay que tener en cuenta que la críti- Universidad: «Hasta ahora en las uni-
ca internacional al sistema español de versidades españolas la investigación
profesorado universitario es precisa- se ha organizado de manera casi
mente que los/as profesores jóvenes espontánea, de acuerdo con las
tienen poca autonomía investigadora. inquietudes de los profesores. Respe-
Otra idea de este rector es que «las tando la libertad académica, consus-
universidades españolas cada vez son tancial a la actividad universitaria y
más dependientes de las políticas que produce frutos tan importantes
europeas, tanto de educación como en la investigación más básica, debe
de investigación» (p. 88). La denomi- promoverse una mayor estructuración
nada Declaración de Bolonia, y el de la investigación universitaria»
«espacio europeo de educación tercia- (p. 128). Propone varias medidas:
ria», suponen más una declaración de a) crear una plantilla investigadora
intenciones que una realidad. No hay vinculada a necesidades docentes;
en Europa un proceso de convergen- b) incorporar jóvenes investigadores
cia universitario. formados en centros extranjeros;
El rector de la Universidad Autó- c) crear centros científicos de excelen-
noma de Madrid (UAM) —un físi- cia; d) desarrollar parques científicos
co— afirma que la situación actual de en las universidades, y e) formar en
la investigación universitaria en Espa- España jóvenes latinoamericanos 9 .
ña es muy buena: «Hoy el nivel es Algunas de estas medidas ya se están
muy aceptable y tenemos la genera- realizando.
ción de jóvenes licenciados, ingenie- Otros rectores españoles, como el
ros y doctores mejor preparados que antiguo de la Universidad de Alican-
ha existido nunca en España. El reto te, presentan diagnósticos certeros.
es crear las estructuras y conceder los Quizás contribuye a ello que es cate-
apoyos que permitan aprovechar este drático de Estructura Económica y
inmenso potencial» (p. 132). Para los temas no le son ajenos desde su
ello propone un plan de investigación
por Universidad, con varias medidas 9
«Es muy importante que el gobierno de
específicas. Establece (utilizando España impulse una política generosa de for-
datos estadísticos) tres características mación e investigación en las universidades y
centros españoles dirigida a los jóvenes ibero-
de la investigación científica españo- americanos con talento y vocación» (p. 131).
la: a) el incremento de productividad; Este objetivo parece escrito ad hoc para la reu-
b) el centralismo madrileño, y c) la nión en que se presenta.

262
CRÍTICA DE LIBROS

perspectiva profesional. Presenta las compleja. El tono es moderno, aun-


características de un modelo de Uni- que no llega a presentar soluciones
versidad comprometido con: a) el innovadoras. Es el primero que habla
subdesarrollo; b) la marginación; c) la con claridad de que los problemas de
carencia de libertades y derechos la Universidad española actual deri-
humanos; d) la división digital; e) la van de los cuarenta años de dictadura
necesidad de lograr un crecimiento política, en que la Universidad estaba
sostenible, y f ) tomar muy en consi- controlada políticamente, sin liberta-
deración al mercado sin supeditarse a des básicas. Aconseja mirar más hacia
él (pp. 136-138). Desde Alicante rea- el futuro y menos al presente o al
liza varias críticas fundamentales; la pasado. Defiende un modelo de Uni-
más importante es que el gasto uni- versidad emprendedora, señalando que
versitario español es la mitad de la «la cultura académica predominante
OCDE. Sin recursos es imposible que en las universidades clásicas no pro-
las universidades españolas superen mueve con suficiente intensidad el
los retos actuales. Además, la existen- riesgo ni la actitud emprendedora. El
cia de profesores con contratos preca- funcionario es, en principio, una
rios no hace más que aumentar. La figura estable. La cultura del riesgo se
contratación de profesorado depende supone alejada del espíritu que
de la demanda docente. No existen impregna al funcionariado. La Uni-
recursos que den prioridad a la inves- versidad es ciertamente introspectiva,
tigación como objetivo fundamental. a menudo poco transparente e insufi-
Todavía existe un rechazo de Internet cientemente abierta a la sociedad. La
como algo irrelevante, nocivo o inclu- institución universitaria ha vivido
so peligroso (pp. 140-145). El conse- durante muchas décadas centrada en
jo final es que, ante la bajada de na- la transmisión estricta de conoci-
talidad que se obser va ya en la mientos y ha generado pocas expe-
disminución de las cohortes que lle- riencias para la formación y el de-
gan a la Universidad, «hay que conce- sarrollo de valores, actitudes y
bir la disminución de la demanda de habilidades personales y grupales […]
estudiantes como una oportunidad Los mecanismos de toma de decisio-
para desarrollar un potencial investi- nes y los sistemas de gestión en la
gador mucho mayor dentro de nues- Universidad clásica son poco operati-
tras universidades» (p. 144). Aprove- vos y no promueven suficientemente
char que la ratio estudiantes/profesor la autonomía, la responsabilidad per-
disminuye para aumentar la dedica- sonal y la capacidad en la toma de
ción a la investigación dentro de la decisiones» (pp. 150-151) 10 . No
Universidad es una receta interesante.
Cada rector tiende a presentar su 10
«Este esquema de funcionamiento se
Universidad como un modelo a transmite en muchas ocasiones a los estudian-
seguir. El rector de la Universidad tes y futuros graduados universitarios. En las
aulas se promueve a menudo una actitud pasi-
Politécnica de Cataluña es uno de los va y reactiva ante los problemas individuales y
pocos ponentes que realiza una crítica colectivos. La participación de los estudiantes
de la Universidad como organización es usualmente baja. No se favorece su iniciati-

263
CRÍTICA DE LIBROS

queda claro lo que este rector entien- miento de la realidad social. En el


de por «Universidad clásica». terreno de las palabras, el modelo que
La crítica que realiza a la organiza- plantea es el de una «Universidad de
ción universitaria española es que los calidad, más abierta, comprometida
sistemas de control son complejos, con su entorno y emprendedora» (p.
pero que las responsabilidades que- 160). Estas cuatro características
dan diluidas en órganos colegiados. representan la excelencia 11 , pero el
Observa que los/as profesores univer- problema es cómo se consigue esa
sitarios están más ligados a su profe- calidad.
sión o especialidad que a la Universi- El rector de la Universidad de Mur-
dad a la que pertenecen. Este hecho cia presenta soluciones para el caso
es citado en la bibliografía interna- concreto de lo/as profesionales sanita-
cional: los/as profesores dependen rios. Considera que los/as profesiona-
más de su profesión (o de su «área de les sanitarios necesitan formación
conocimiento» concreta) que de la continuada. La Medicina histórica-
Universidad en que trabajan. La solu- mente ha sido una profesión que
ción que propone este rector es que requería de esa formación. Actual-
en cada Universidad exista un proyec- mente todas las profesiones sufren la
to común, «compartiendo unas nor- obsolescencia del conocimiento, y la
mas de conducta y una cultura orga- educación permanente ya no es una
nizativa que promueva la excelencia característica especial de las ocupacio-
académica, y también la responsabili- nes sanitarias. La Medicina ha perdi-
dad profesional y social, la innova- do centralidad, especialmente en el
ción, la ética en el trabajo y el com- mundo español y latinoamericano.
promiso con la sociedad» (p. 156). Cada vez es una profesión de menos
Aplica así los planteamientos de la prestigio, que experimenta un proce-
empresa privada a la realidad de la so acelerado de feminización y asala-
Universidad. Pero la Universidad es rización. El rector de Murcia acepta
otro tipo de organización, un servicio la ampliación constante del monopo-
público más que una empresa pro- lio médico.
ductiva. No solamente avanza el Los dos únicos representantes no-
conocimiento, sino que también lo rectores en las Jornadas (además del
transmite. En la Universidad se criti- presidente del Consejo Superior de
ca la sociedad y el propio conoci- Investigaciones Científicas) son dos
catedráticos de Medicina, ambos reti-
rados, uno de Madrid y el otro de
va. No puede ni siquiera gestionar su tiempo.
Se le da hecho, cuando se le debería exigir. El
Barcelona. Ambos participan de la
estudiante es en demasiadas ocasiones un idea expresada por el rector de Mur-
mero espectador y se le motiva poco a ser cia de que los/as médicos son diferen-
protagonista y a trabajar su propia formación
y descubrir sus capacidades. Se transmite el 11
Véase Jesús M. de Miguel, Jordi Caïs y
valor de la estabilidad y la seguridad de las Elizabeth Vaquera, Excelencia: Calidad de las
estructuras, antes que el vinculado a la necesi- universidades españolas (Madrid: Academia,
dad de cambio, dinamismo, curiosidad y sen- Centro de Investigaciones Sociológicas, 2001,
tido crítico» (p. 151). Es una crítica atinada. 506 pp.).

264
CRÍTICA DE LIBROS

tes (o especiales) en el entorno de la la formación especializada de los


Universidad. Esta idea justifica la médicos/as. Para que la formación
atención del tema médico en estas pregraduada y la especializada no
Jornadas. El ex catedrático de Madrid creen muchos conflictos, advierte que
inicia su discurso considerando que la «Universidad debe modificar la
«la Universidad es una de las expresio- estructura demasiado rígida y escasa-
nes más nobles de la sociedad» (p. mente eficiente de sus Facultades de
204). Señala que la estructura docente Medicina» (p. 258). Los rectores y ex
y la asistencial en Medicina entran en catedráticos pretenden hablar de la
conflicto: «La Universidad ha mante- salud de la población y de las carreras
nido sus estructuras docentes, que no sanitarias, pero terminan refiriéndose
siempre coinciden con las asistenciales a los estudios de Medicina.
de la sanidad, lo que ha producido en El otro participante no-rector es el
ocasiones bloqueos y distorsiones, presidente del Consejo Superior de
tanto en la provisión de los puestos Investigaciones Científicas (CSIC),
docentes y asistenciales como en la investigador físico, catedrático proce-
realización de sus cometidos» (p. dente de la Universidad de Barcelona.
216). Desde Madrid analiza dos Su planteamiento muestra un cierto
aspectos: la falta de liderazgo de la tinte escéptico12. Analiza datos realis-
Universidad y la falta de investigación tas sobre la situación de la investiga-
en la Universidad. Sin citar fuentes, ción en el CSIC y la Universidad
señala que «aproximadamente menos española, presentando luego cinco
del 10% del profesorado universitario propuestas inteligentes y una política
investiga. Para la mayoría la tesis doc- científica arriesgada. En España falta
toral ha sido el único capítulo de su una tradición científica sólida. Ape-
historia científica» (p. 213). Segura- nas el 2,7% de las publicaciones cien-
mente se refiere a Medicina. tíficas (según criterios científicos
La conclusión a la que llega es que internacionales) incluyen un autor/a
las Facultades de Medicina deberían investigando en alguna institución
desgajarse de la Universidad. La frase
12
está al final justo de su intervención: Es lo que el sociólogo Juan F. Marsal
denominaba el «hostiapesimismo catalán»,
«Es posible que con el tiempo y con que se definía por la expresión común de
la rápida evolución de los sistemas «…no se hará». Una muestra es cuando el pre-
asistenciales fuera preciso instaurar sidente del CSIC señala: «Muchos grupos de
Facultades de Ciencias de la Salud investigación españoles, aparentemente con-
con peculiaridades nuevas, en cierto solidados, con un buen historial científico,
empiezan a envejecer. Sin la inyección de
modo distintas de las estructuras y recursos humanos jóvenes dejarán de ser com-
organización de la Facultades univer- petentes, dejarán de ser atractivos para los
sitarias actuales» (p. 216). La solución estudiantes que quieran ser investigadores y
es segregacionista, poco aplicable a desaparecerán tras un periodo yermo. Es algo
los problemas de la Universidad espa- así como la pérdida de una especie biológica»
(p. 96). A pesar del tremendismo del párrafo,
ñola (y latinoamericana) en el siglo es el único en el libro que plantea el problema
XXI . Desde Barcelona, otro ex cate- de las generaciones, la obsolescencia de los
drático de Medicina ve la solución en recursos humanos y del conocimiento.

265
CRÍTICA DE LIBROS

española. La situación es bastante de categoría superior sin haber pasa-


peor si se mide el número de pa- do por la inferior», a lo que añade
tentes. El esfuerzo investigador en que «las promociones siempre deben
España es fundamentalmente del sec- ser por mérito, nunca por cuotas».
tor público, mientras que en los paí- Estas cinco propuestas supondrían un
ses más avanzados el sector privado avance considerable de la formación
invier te más que el público. Las científica en España, aplicable tam-
empresas españolas deberían dedicar bién con ventajas a las universidades
más recursos a investigación y desa- latinoamericanas.
rrollo (I+D). El presidente del CSIC incluye una
El presidente del CSIC presenta propuesta final. Para reorganizar la
cinco propuestas (pp. 95-96), que investigación científica en España
suponen ideas adicionales a las pre- propone una forma adicional de con-
sentadas por los rectores. Con sus seguir recursos. Este físico lo explica
propias palabras, la primera es que así: «estos días presentamos los espa-
«los investigadores públicos deben ñoles nuestra declaración del IRPF
tener el máximo de facilidades para [sistema de impuestos sobre la renta
poder cambiar de departamento uni- de las personas físicas]. Hecha hones-
versitario, de instituto de investiga- tamente la declaración es algorítmica,
ción, de centro tecnológico y para determinista. Básicamente sólo en
poder colaborar con departamentos dos casillas puede el contribuyente
de I+D de las empresas». La segunda usar su libre albedrío: cuando decide
propuesta es que estos investigadores si el 0,52% de su cuota debe ir a la
públicos «deben poder ganar más si Iglesia Católica y cuando decide si
son mejores». La tercera es que «cual- otro 0,52% de su cuota debe ir a
quier doctor de cualquier país cuyo fines sociales. Propongo que haya
porcentaje de gasto en I+D sea supe- otra casilla en la que se decida si al
rior al de España debe poder concur- menos otro 0,52% debe ir a la I+D,
sar sin ningún trámite suplementario como recurso añadido al contempla-
cuando haya una convocatoria de do por los Presupuestos Generales del
plaza de investigador sea contractual Estado. Al fin y al cabo, ¿quién debe-
o funcionarial»13. La cuarta propuesta ría estar más interesado en el futuro
es que «los tribunales que juzgan de España que el contribuyente?» (p.
deben ser nombrados por criterios 97). ¿Y por qué no una lotería
científicos y no al azar», con lo que nacional?14.
propone cambiar el sistema actual de
tribunales docentes e investigadores
en España. La quinta propuesta es
que «se debe poder concursar a plazas
14
La Organización Nacional de Ciegos de
13
Hay que fijarse en que especifica que España (ONCE) sí tiene un sistema de lotería
provenga de un país cuyo porcentaje de gasto en nacional. Véase el estupendo libro de Roberto
I+D sea superior al de España, es decir, que en Garvía, En el país de los ciegos: La ONCE desde
esa propuesta excluye a los países de América una perspectiva sociológica (Barcelona: Hacer,
Latina. 1997, 255 pp.).

266
CRÍTICA DE LIBROS

Hacia una calidad solidaria El objetivo es lograr una calidad uni-


versitaria —al mismo tiempo solida-
La conferencia de clausura de las ria— entre España y los países latino-
Jornadas hispano-latinoamericanas americanos.
sobre La Universidad en la Sociedad Aunque hablan en español, los siete
del Siglo XXI incluye unos pincelazos rectores latinoamericanos y los siete
(sic brochazos gordos) sobre el futuro rectores españoles se refieren a dos rea-
de la investigación biomédica en el lidades distintas. Los de América Lati-
mundo. El mensaje implícito es que na entienden que la Universidad debe
la Universidad, como organización, estar comprometida con el desarrollo
hace poco por la investigación biomé- económico de sus países y con la dis-
dica innovadora o por el nuevo minución de la desigualdad social en
humanismo. La biografía científica de la región. No todos los rectores son
Manuel E. Patarroyo, en el desarrollo conscientes de esa responsabilidad.
de las vacunas sintéticas, es un testi- Curiosamente, los que pertenecen a
monio personal de esa hipótesis. países y universidades más centrales
«Estamos saliendo de esa época oscu- (Chile, Brasil, México) aparecen
rantista en la cual éramos brujos, menos comprometidos. Pero casi
alquimistas y barberos hacia un área todos ellos describen los problemas
en que vamos a ser fundamentalmen- sociales que la Universidad debe con-
te matemáticos, filósofos» (p. 298). tribuir a solucionar. El mejor discurso
Las ciencias parecen evolucionar proviene del rector más periférico: de
independientemente de las institucio- la Universidad Mayor de San Simón
nes universitarias. de Cochabamba, en Bolivia. Quizás su
El libro incluye el trabajo de un posición marginal le permite evaluar
rapporteur que, en cinco páginas, mejor los problemas. La Universidad
intenta establecer la conexión entre latinoamericana está todavía en el esta-
las aportaciones de los siete rectores dio de contribuir a la transición demo-
españoles y los siete latinoamericanos crática y al fortalecimiento de la socie-
(pp. 299-304). Hay un cierto acuerdo dad civil. El problema no es tanto el
en que la Universidad requiere un avance de la investigación científica o
cambio sustancial de su «cultura»; es I+D, sino de conseguir que sus países
necesario un nuevo «contrato social» lleguen a ser democráticos. Para ese
para la Universidad. Pero la propuesta objetivo, España (y las universidades
de que España asuma el papel de españolas) puede contribuir mucho. El
«vanguardia de un nuevo humanismo acuerdo tácito de los latinoamericanos
europeo» (p. 301) es poco realista. —sobre todo los de universidades más
Puede hacer pensar en pasados impe- centrales— es acudir a Madrid a pre-
riales de España como «portadora de sentar las cualidades de sus universida-
valores eternos» o «defensora de la des respectivas, y no tanto a explicar la
cultura occidental». Más oportuna es contribución de la Universidad a la
la visión de la educación universitaria democratización de su país. Las Jorna-
como instrumento de integración y das ocultan el tema fundamental del
refuerzo de los valores democráticos. encuentro.

267
CRÍTICA DE LIBROS

La posición española es distinta. administration—, va a estar de moda


Conseguida la transición política, e en los próximos años.
incluso la consolidación de la demo- Cuanto más centrales son las uni-
cracia, la Universidad se enfrenta con versidades que participan, menos apli-
problemas diferentes. Se trata de re- cables son sus contribuciones. Los rec-
crear una organización más eficiente, tores de universidades periféricas o
innovadora y responsable con la pequeñas presentan ideas innovado-
transmisión de la ciencia y, sobre ras. En España, las propuestas más
todo, con su avance. De ahí la impor- interesantes provienen del presidente
tancia de la investigación científica, del Consejo Superior de Investigacio-
del I+D. Los máximos responsables nes Científicas. La ausencia de ideas
de la política universitaria a nivel de sugiere algo que se ha criticado tam-
las organizaciones educativas no pre- bién en el extranjero: la falta de lide-
sentan soluciones. Algunos rectores razgo de las universidades que se
prefieren tratar temas periféricos, observa en la actualidad. Los rectores
como el que dedica la ponencia ente- (al menos los que aquí escriben) no se
ra a criticar la «corrección política». presentan en público como líderes
Entre todos, la idea original que se con ideas poderosas, innovadoras,
propone es una Universidad manage- grandes. La Universidad es una insti-
rial, más gerencial y burocratizada, tución que sabe criticar a la sociedad,
copiando el modelo de la empresa pero no es capaz de criticarse a sí
privada. Las conclusiones resumen misma y, menos aún, de reformarse.
esa idea: «Estamos en el momento de Es posible que en las universidades
cambiar el modelo de Universidad españolas y latinoamericanas haya
centralista, autocomplaciente en su pensamientos más avanzados, pero no
oferta, por un nuevo modelo de Uni- son presentados por los rectores. El
versidad emprendedora, orientada a debate fundamental de la Universidad
responder a los retos de la demanda, del siglo XXI es que el problema está
en su complejidad y dinamismo. Esta dentro. El libro no consigue entrelazar
Universidad innovadora ha de tener el mundo universitario latinoamerica-
en su dirección la fuerza y el liderazgo no con el español, porque los proble-
que la conduzca por los cauces de la mas son distintos. El diagnóstico es
descentralización en la gestión, por el diferente; además, dentro de cada
camino de la planificación estratégica región los rectores no llegan a explicar
y el trabajo por objetivos, con la vista su propia realidad social. Lo que vaya
puesta al frente siempre en un futuro a ser la Universidad hispana y latinoa-
ilusionante» (p. 303). Para ello se uti- mericana en el siglo XXI no parece
liza el concepto de Universidad depender de los rectores. La globaliza-
emprendedora. Esta propuesta de con- ción está cambiando el discurso del
vertir la Universidad española en una poder universitario.
empresa supuestamente eficiente, con
técnicas manageriales —de business Jesús M. DE MIGUEL

268
CRÍTICA DE LIBROS

De los jóvenes
M.ª LUZ MORÁN y JORGE BENEDICTO
Jóvenes y ciudadanos
(Madrid, Instituto de la Juventud, 2000)

EDUARDO VERDÚ FERRÁNDIZ


Adultescentes. Autorretrato de una juventud invisible
(Madrid, Temas de Hoy, 2001)

INÉS ALBERDI, PILAR ESCARIO y NATALIA MATAS


Las mujeres jóvenes en España
(Barcelona, Fundación «la Caixa», 2000)

«El ardor juvenil es la mayor derechos, pero inactivos. El meollo de


fuerza, el ápice, la perfección, el la reflexión sobre la ciudadanía está
akmé [la culminación] de la natu- en contraponer lo que se dice de ella
raleza humana. Estímese, pues, la en términos normativos y lo que se
conveniencia de los sistemas polí- hace con ella en términos prácticos.
ticos en los que el akmé del hom- El ejercicio de la ciudadanía por parte
bre, es decir el ardor y la fuerza de los jóvenes se convierte en el obje-
juvenil, no se toma en cuenta para to analítico, concibiendo la juventud
nada, y queda al margen de toda como proceso social de formación de
consideración» (G. Leopardi, ciudadanos. Tras fundamentar teóri-
Zibaldone de pensamientos, n.º 59 camente esta concepción que contra-
de la e.e.). pone contenidos a prácticas en el pro-
ceso de formación de ciudadanos,
Comparecen en este artículo tres topan inmediatamente con la cultura
libros sobre los jóvenes españoles, política donde tales prácticas se asien-
cualquiera de ellos estimable no sólo tan, que en nuestro caso concibe la
por la información que aportan, tam- democracia como resultado histórico
bién por sus enfoques, sus apreciacio- modernizador y como signo de recon-
nes y su voluntad para comprender ciliación, lo que ha posibilitado una
un fenómeno, el de la juventud, no formulación de amplio consenso, con
sólo complejo, sino incomprensible, a el fin de integrar universos valorati-
menos que aprendamos a manejar el vos, simbólicos e ideológicos diferen-
pluralismo relacional de nuestros tes. El consenso básico de la Transi-
tiempos. ción ha estado basado en la necesidad
de modernización y en una práctica
Jóvenes y ciudadanos ofrece un moderación ideológica y política.
marco general de reflexión sobre la ¿Con qué resultados?, se preguntan
ciudadanía en nuestra época, advir- los autores, pues ambiguos: altísimo
tiendo que corremos el riesgo de con- apoyo a la democracia como forma de
vertirnos en súbditos, gentes con gobierno y desconfianza política. Este

269
CRÍTICA DE LIBROS

es el medio donde se crían y han cria- ciudadanía. Éste es el dato, que el


do los jóvenes. desprestigio y la distancia política for-
Los jóvenes de los noventa, de 15 a man parte del medio.
29 años, son el 25% de la población Parece lógico, así, que la imagen de
española (unos 9,5 millones) y se desconfianza y recelo de los jóvenes
nuclean en los nacidos hacia 1975, hacia lo público se configure en con-
habiendo vivido su infancia y adoles- sonancia con la tradición misántropa
cencia en los ochenta y primeros e individualista/familista de la socie-
noventa. Si bien no hay consenso teó- dad española, además de que pueda
rico sobre que tal juventud conforme ser también una consecuencia perver-
una generación, sí se trata de una sa del pluralismo modernizador con-
hornada o cohorte generacional que temporáneo. Pero el hecho cierto es
transita en un medio complejo, que los vínculos que los jóvenes esta-
incierto, y de «amplia capacidad de blecen «carecen de la fuerza cohesiva
determinación» (p. 115). El diagnós- que proporciona la confianza social»
tico de J. L. Zárraga que los autores (136). A pesar de este dato negativo,
traen a colación es que se trata de los jóvenes son tolerantes y respetuo-
«una generación bloqueada en su pro- sos con los demás, a falta, lógicamen-
ceso de juventud, marginada a posi- te, de contrastar esta tolerancia con el
ciones secundarias del sistema y aisla- peso del racismo y la xenofobia que
da socialmente». En esta posición los estudios pertinentes aporten. En
vicaria y retraso emancipatorio, los relación con la moral cívica los auto-
jóvenes han ido eliminando la fuerte res señalan unos índices de permisivi-
frustración aparejada al bloqueo labo- dad bajos, sobre todo cuando valoran
ral y al entretenimiento educativo, lo comportamientos que contravienen
que no les evita dolerse de no tener las normas, pero altamente permisi-
recursos, del presentismo inane de la vos en el ámbito de las relaciones pri-
formación, del encarecimiento de la vadas. Sus posiciones críticas, por
vivienda y de la escasa atención por último, expresan las desigualdades
parte del Estado. que fracturan nuestra sociedad:
Los jóvenes pasan de política, bien «carente de justicia social, con un alto
es verdad, pero al ahondar en las cau- grado de conflictividad social y una
sas de su explicación, M.ª L. Morán y evidente necesidad de reformas pro-
J. Benedicto nos advierten de la exis- fundas» (140).
tencia de una fuerte presión ideoló- Los autores finalizan su informe sin-
gica por parte de los sectores hege- tetizando que al radicalismo juvenil de
mónicos, de la per vivencia de los sesenta/setenta le han sucedido los
mecanismos de reserva de lo político defensivos y fatalistas ochenta/noven-
para los varones adultos; en definiti- ta, en los que la política ha dejado de
va, de factores de desincentivación y ser un referente constante ante la gran
desprestigio. Así, pues, el pasotismo importancia que ha adquirido la bio-
juvenil no es tanto una conclusión grafía personal, entre otras razones
cuanto un punto de partida para toda porque lo político se ha degradado,
investigación sobre el desarrollo de la reduciéndose a partidos y elecciones.

270
CRÍTICA DE LIBROS

Se ha reducido el espacio político en M.ª Luz Morán y J. Benedicto, entre-


las sociedades contemporáneas; tam- gados a explorar las multiplicadas for-
bién en España, por una Transición mas de la configuración autónoma y
arreada por la urgencia de los pactos. heterónoma de la biografía personal,
¿Qué cabe exigirles a los jóvenes en entramados por una pluralidad de
este panorama de rebajamiento políti- lógicas a las que hay que atender, avi-
co general? La reflexión sobre la desa- vado el fuego constantemente por el
fección política de los jóvenes devuelve atizador publicitario y por la leña que
el envés de una imagen tísica de la ciu- provee el sistema de producción, los
dadanía de los adultos y obliga a con- jóvenes se enfrentan a un mundo que
siderar los sustantivos procesos de les inquieta profundamente. La refle-
socialización política del tejido social: xión de E. Verdú encaja muy bien el
familia, escuela, universidad, grupos desánimo vital de los jóvenes, cuyo
de pares, de trabajo, etc. Jóvenes y ciu- destino está constreñido en un pre-
dadanos concluye con una serie de sente de exuberante realidad que no
propuestas de investigación orientadas podrán transformar. La cesta de la
a subrayar la juventud como un nuevo compra, como metáfora de composi-
sujeto de la ciudadanía. ción de una variedad que el presente
ofrece, alimenta el destino de una
Adultescentes pretende un autorre- generación que tan sólo puede alber-
trato de los jóvenes de 15/34 años. Es gar la esperanza de que la siguiente
un libro testimonial, una visión de podrá subrayar «el nombre de su
autor joven, situado en la media del generación en la historia» (p. 15). De
grupo, 26/27 años; como él, escrito lo que se duele Verdú es de que los
con desparpajo y tino, con ritmo jóvenes de los noventa no han explo-
intenso que no decae, de lectura tado en su mayo revolucionario y han
amena, donde palpita la tensión de quedado sin tiempo inaugural, lo que
ese presentismo dilatado que los ate- puede ser una falsa percepción, pero
naza. Se trata de un retrato expresio- que el lector juzgue.
nista, desbocado y torrencial a veces, De todas formas, ya estaba escrito.
sarcástico, irónico, siempre interesan- Una referencia de 1980: «Aparcada la
te. Un libro éste recomendable no mitad masculina joven en el sueño fra-
sólo a los propios jóvenes, sino a los triarcal-matriarcal de sus multiplicados
adultos, padres, profesores, políticos. guettos autoexpresivos, modas y pandi-
El libro pasa revista a los variados llas, no son calculables duraderas
temas del universo juvenil: la familia, movilizaciones colectivas, salvo acu-
la independencia económica, las rela- mulados errores en su peligrosa provo-
ciones de pareja, sexuales, virtuales, cación desde su tratamiento político “a
festivas, amistosas, de soledad, el tra- lo Antiguo Régimen”» [C. Moya, «Los
bajo, el estudio, los hijos, el ocio, el jóvenes en la democracia industrial de
dinero, la política, la moda y el espí- masas: el caso español (1980)», Señas
ritu generacional. de Leviatán, p. 350]. ¿Se habrá actua-
Desanimados políticamente, como do en Génova «a lo Antiguo Régi-
ya constata el libro de los profesores men»? Eso parece constatar Manuel

271
CRÍTICA DE LIBROS

Rivas desde su página de El País Sema- das. Así que es posible que el mundo
nal (19-8-01), además de confirmar la heredado no sea el mejor, aunque no
esperanza de Verdú de que la genera- está mal, y ésta es la paradoja, pues
ción de jóvenes que llega viene arrean- que la percepción del autor es la de
do estopa, congelando la sonrisa de los haber tenido puesta todo el tiempo
grandes mandatarios al poner en evi- una camisa que no le sienta, la de
dencia su condición de capataces del pertenecer a una juventud atípica,
desorden, su incompetencia y falta de que no ha podido expresar los ideales
autonomía política para establecer una «poéticos y combativos» que encum-
agenda de prioridades humanas. ¿Pero bran a una generación, que sufre
y de la generación invisible de la que serios problemas de empleo y vivien-
nos habla E. Verdú? da, fogueada al mismo tiempo «con la
El autor constata en el retrato de su violencia y la libertad de no significar
juventud que «somos una hornada de nada en la historia» (p. 189). Quizá
jóvenes que tendríamos la desfachatez en los treintaitantos, apunta Verdú, se
de vivir de nuestros padres hasta que acople «nuestra mentalidad con nues-
pudiéramos hacerlo de nuestros hijos» tro estilo de vida» y ésa será «nuestra
(p. 31). Forzados a ser adultescentes, gran época» (cit.). No se trata de
«seguimos siendo los hijos de alguien rebotar un sentimiento de desgracia,
cuando tenemos edad para ser sino de constatar el desfase entre el
padres» (p. 13). Esta dilatación de la medio o mundo circundante y el que
realidad presente es dilatación de las transcurre en la soledad de la juven-
barreras que separan la adolescencia tud. Se transpira a lo largo del libro
de la juventud y ésta de la adultez. como una sensación de exilio interior
Por lo tanto, el territorio se vuelve de los jóvenes, de tristeza existencial
más indefinido, más hueco, más arropada familiarmente por ahora,
impreciso, el tiempo se dilata. Y si con serias dudas de que este arropa-
bien es un valor apreciado y en alza la miento familiar vaya a seguir para los
juventud, exaltado hasta la saciedad que ahora son niños, pero esto nos
por el despotismo publicitario, no se llevaría muy lejos.
aprecia a los jóvenes. No es un senti- En todo caso, es un reproche muy
miento, sino una paradoja: la juven- socorrido el de que el mundo no está
tud es axaltada, yo soy joven, luego..., hecho a la medida humana; por lo
pues no, tú eres joven, JASP, pero tanto, tampoco a la medida de l@s
debes seguir siéndolo. jóvenes. Ciertamente, Verdú exagera
No se duda de las buenas intencio- en exceso ese no contar nada para la
nes de los padres, a los que Verdú historia. No tenemos aún distancia
define como héroes: «Somos los hijos histórica, pero es que además la histo-
de los héroes, quienes hoy nos miran ria no puede prescindir de la intrahis-
decepcionados» (p. 15). Pero el toria. Y, por lo demás, quién sabe lo
mundo es, así lo definen los sociólo- que terminará resultando.
gos, consecuencias perversas o no
intencionales de acciones intenciona- Las mujeres jóvenes en España es un
les y, supuestamente, bien intenciona- título algo engañoso, pues toma la

272
CRÍTICA DE LIBROS

parte por el todo, ya que el estudio te en una época como la actual donde
que lleva a cabo se centra en el análi- lo profesional está patas arriba, y
sis cualitativo (entrevistas y grupos de cuando en el mismo libro se plantea
discusión) de un conjunto de mujeres la incombustible idea de que el
madrileñas y catalanas, de entre 25- mundo del trabajo no está hecho a la
35 años, independientes, profesiona- medida de las mujeres. Otra vez a
les, intelectuales, posmodernas y pro- vueltas con las medidas del mundo.
gresistas, de nueva burguesía, ¿Para quién estará hecho? ¿O no será
viviendo solas, emparejadas o esposas, más bien que el mundo excede todas
con ingresos entre 6-12 millones las medidas? ¿Cómo casar la dedica-
anuales. No obstante, el título omnia- ción intensiva que exige la profesio-
barcador lo justifican las autoras nalización con la construcción de un
como descripción de la situación yo polifacético al que aspiran las
actual de las mujeres en España, que entrevistadas? «Lo queremos todo»,
sigue la pauta europea, desde la pers- afirman las mujeres del estudio, pero
pectiva del cambio social intensivo este todo se refiere a esa conjunción
que viene ocurriendo desde los años armónica, sin que para ello tengan
sesenta, uno de cuyos fenómenos más que dejarse el pellejo en el camino.
sobresalientes es el del nuevo papel Lo cual es difícil.
asumido por las mujeres. Desde este Muy sintéticamente, diríamos que
enfoque global, las autoras justifican la construcción de identidad femeni-
que en la observación de las jóvenes na, de ser ellas mismas (sin que sepa-
se puede ver el perfil futuro de las mos muy bien qué sea el sí mismas,
mujeres en general. Y, dentro de las sino esa especie de sensación de poder
jóvenes, aquellas que son más innova- ser otras a través de otros), se experi-
doras y están más preparadas cultu- menta en la actualidad como exigen-
ralmente. Ciertamente, lo más escu- cia de autonomía personal. Pero
rridizo del planteamiento de esta el problema es cómo casar una serie
investigación es el presupuesto imita- de dilemas a los que da lugar la con-
tivo que asignan al grupo de profesio- ciliación vida personal, vida profe-
nales jóvenes. Pues si bien se puede sional, vida social y vida familiar. El
justificar en términos evolutivos que problema es entonces que la profesio-
el grupo tiende a fijar las innovacio- nalización de las mujeres navega por
nes de su vanguardia, no sabemos a un mar picado cuyo remar fatiga por
ciencia cierta si el grupo joven que la carga familiar que, además, la barca
estudian representa una vanguardia a transporta. Las mujeres reprochan a
la que imitarán las jóvenes que vie- los hombres la cara de póquer que
nen. Bien es verdad que gran parte de ponen ante sus demandas y por ello
nuestro futuro es pasado presentiza- hablan de la necesidad de re-sociali-
do, pero sólo desde una visión evolu- zación. Pero a la vez los hombres,
cionista etnocéntrica cabe pensar que constatamos cada vez más, también
la profesionalización intensiva y están hartos de trabajar tanto para
expansiva representa un proceso de nada. Y ahí estamos. Pero, mientras
selección de los mejores, precisamen- tanto, las jóvenes y sobradamente pre-

273
CRÍTICA DE LIBROS

paradas se dan a la tarea de construir que ellas continúan y avivan para sus
armónicamente su vida, en correspon- hijas, sin dejar de advertirles que la
dencia con el proyecto emancipatorio costa está aún lejana.
que ya emprendieron sus abuelas, que
tímidamente afianzaron sus madres y Marcial ROMERO LÓPEZ

CARLOS HUNEEUS
El régimen de Pinochet
(Santiago de Chile, Editorial Sudamericana, 2000)

En la década de los noventa se cracia, presidido por Patricio Aylwin,


publicaron en Chile diversos libros de la Democracia Cristiana. Y el libro
dedicados a la revisión de la historia supone una contribución muy impor-
reciente del país. Centrados de alguna tante porque aporta una ingente can-
forma en la dictadura que siguió al tidad de datos, reflexiones y análisis
golpe de Estado del 11 de septiembre sobre el periodo.
de 1973, se han detenido en el antes El título en sí constituye una tesis.
(fundamentalmente, el periodo de En primer lugar, elude el pronuncia-
Presidencia de Salvador Allende al miento sobre una caracterización del
frente de la Unidad Popular), el sistema político: nada de «dictadura»
durante (la definición y análisis de la o «régimen militar», sencillamente «el
dictadura como sistema político) y el régimen». En segundo lugar, enuncia
después (la transición y los problemas su planteamiento de la personaliza-
de consolidación democrática) 1. El ción del poder: si algo caracteriza al
libro de Carlos Huneeus nos centra periodo descrito, según el autor, es
en un momento histórico concreto, el que es el «régimen de Pinochet». Si
periodo 1973-1989, es decir, el tiem- nos adentramos en el libro, encontra-
po que se abarca desde el referido mos una definición más precisa en su
golpe de Estado hasta las elecciones comparación con las otras dictaduras
presidenciales y parlamentarias de militares del continente de este perio-
diciembre de 1989 que dieron paso a do, definición que la distinguiría del
la formación del gobierno de la Con- resto y la colocaría en la misma carac-
certación de Partidos por la Demo- terización que el «régimen de Fran-
co»: ambas, aun con todas las dife-
1
Entre otros, Edgardo Boeninger (1997), rencias que plantea el autor, son
Democracia en Chile. Lecciones para la Gober- «dictaduras desarrollistas».
nabilidad, Santiago, Ed. Andrés Bello; Tomás
Carlos Huneeus rechaza explícita-
Moulián (1997), Chile actual. Anatomía de un
mito, Santiago, LOM/Arcis, y Andrés Zaldí- mente el análisis politológico del
var (1995), La transición inconclusa, Santiago, periodo desde la aproximación como
Ed. Los Andes. régimen militar, porque esa caracteri-

274
CRÍTICA DE LIBROS

zación no recoge la aportación civil para establecer las singularidades del


que tuvo este régimen, sustentado, en caso chileno frente a las experiencias
la tesis del autor, en una coalición autoritarias de la región. Otra es que
civil-militar. También renuncia a uti- en la comparación con el «régimen de
lizar el modelo teórico del Estado Franco», con el que compartiría en su
burocrático-autoritario de O’Donnell análisis la calificación de dictadura
porque, aunque «… se justificaría desarrollista (el régimen tiene como
porque el régimen autoritario impul- efecto no deseado la modernización
só una transformación radical econó- económica que sustenta la democrati-
mica, buscando redefinir las relacio- zación del país), Huneeus parece olvi-
nes entre el Estado y la sociedad», se dar, al establecer las diferencias entre
centraría exclusivamente en el impac- ambos regímenes, que uno tuvo una
to de los aspectos económicos, mien- duración de 40 años y el otro de 17 y
tras que en su aproximación «… pri- que uno comenzó en 1939 y el otro
vilegi[a] la influencia de los factores en 1973: las fases que atravesaron, los
políticos, incluso en la economía» (p. momentos de inicio y las políticas que
56). Es así como la investigación se pusieron en marcha no pueden anali-
centra en el sistema político, esto es, zarse sin tener en cuenta los distintos
en «… las estructuras de poder, las tiempos (en ambos sentidos).
élites, la legitimación del orden polí- De las tesis mantenidas en este
tico y sus policies, incluyendo la polí- extenso trabajo, yo destacaré tres
tica económica», dando lugar a la argumentos en los que Huneeus hace
ingente cantidad de datos y análisis a hincapié al analizar el régimen y la
que ya hemos hecho alusión. Lo pro- transición posterior. El primer argu-
lijo de este análisis permite al autor mento caracteriza al régimen como
no sólo formular y contestar pregun- altamente personalizado, con un nivel
tas, sino dejar espacio para que los de institucionalización bajo, sustenta-
lectores se formulen sus propias pre- do en una coalición civil-militar: el
guntas y ensayen respuestas. liderazgo de Jaime Guzmán Errázuriz
La investigación se guía por una respecto del sector civil, encabezando
serie de preguntas que se resumen al sector de los «gremialistas»2, fue tan
básicamente en cinco cuestiones: los
factores que influyeron en la larga 2
«Este movimiento estuvo integrado por
duración del régimen; los órganos que un gran número de activistas que asumieron
sustentaron el poder; los mecanismos diversos roles dentro del sistema político y
que le dieron estabilidad política y actuaron con una gran cohesión fundamenta-
da en una doble lealtad. Por un lado, una leal-
respaldo social; el papel de las refor- tad externa, hacia el régimen militar, con
mas económicas, y, por último, el especial adhesión al general Pinochet, que los
liderazgo de Pinochet. El autor plan- hizo justificar cada una de sus principales
tea la metodología de la investigación políticas, incluso los atropellos de los dere-
chos humanos; por otro una lealtad interna,
como «estudio de caso desde una
hacia los principios del Movimiento Gremial,
perspectiva comparada». Recuerdo privilegiando el trabajo con personas que
esto aquí por dos razones. Una es que adherían a éste y al liderazgo de Guzmán» (p.
esa perspectiva comparada le sirve 329). El Movimiento Gremial se organizó en

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CRÍTICA DE LIBROS

importante como el de Pinochet lide- construcción institucional era el esta-


rando a los militares. blecimiento de las bases de lo que lla-
El segundo argumento recalca que maron «democracia protegida y
el sustento que la modernización eco- autoritaria», y se justificaba en su des-
nómica establece para la posterior confianza tanto del sistema de elec-
democratización es un efecto no de- ciones competitivas como de los par-
seado de la política del régimen. El tidos políticos. En este argumento,
autor rechaza la tesis mantenida por con un realismo del que carece la tesis
los partidarios del régimen de haber de la revolución liberal, la transición
llevado a cabo una «revolución libe- a la democracia que finalmente ocu-
ral». Según el autor, ha surgido en las rrió contravino lo previsto y deseado
filas pinochetistas una interpretación por el régimen, incluso cuando esa
idealista de su política económica, misma institucionalidad estableció en
según la cual se otorgaría al régimen el seno de la democracia pluralista
el propósito de restablecimiento de la graves enclaves autoritarios que toda-
democracia pluralista con unas bases vía no se han superado.
más estables y democráticas que las El tercer argumento es que la tran-
previas a 1973. Huneeus analiza todo sición tuvo finalmente un carácter
el entramado institucional que se continuista en términos instituciona-
construye durante el régimen de les que hace que sea imposible man-
Pinochet. Lo que intentaba con esa tener la figura de la ruptura para la
caracterización de esa transición.
la Escuela de Derecho de la Universidad Huneeus plantea que fue la oposición
Católica en el año 1965, bajo la dirección de la que permitió esta transición conti-
Jaime Guzmán. Recogía la herencia de los nuista al optar por «… la alternativa
partidos liberal y conservador, que se desplo- de avanzar a la democracia usando la
maron en las elecciones presidenciales del 64 propia institucionalidad del régimen»
y parlamentarias del 65. En su origen, el gre-
mialismo ocupó ese vacío de la derecha con su (p. 578). Aunque se rechazara la
oposición al programa de reformas impulsado Constitución de 1980 por su carácter
por el gobierno del Presidente Frei, especial- antidemocrático, en la alternativa for-
mente a la reforma agraria. El gremialismo mulada por Patricio Aylwin, era nece-
durante el régimen de Pinochet participó fun-
damentalmente en tres ámbitos de gobierno:
sario el reconocimiento de su existen-
la Secretaría General de Gobierno, desde la cia para, desde ese reconocimiento,
que crearon la Dirección de Organizaciones movilizar al país para su reforma: «El
Sociales con tres áreas fundamentales para la peso de la tradición legalista en el
movilización de apoyos ciudadanos (las Secre- país hacía inevitable tener que actuar
tarías de la Mujer, de los Gremios y de la
Juventud); la Oficina de Planificación
dentro del principio de la legalidad y
Nacional, ODEPLAN, desde la que colabora- no fuera de éste» (p. 579).
ron con los Chicago Boys en la definición de El régimen de Pinochet se caracte-
las políticas económicas neoliberales, y la riza, por tanto, por ser un régimen
dirección de los gobiernos locales. En 1983 el altamente personalizado sustentado
gremialismo se constituyó como partido polí-
tico, la Unión Demócrata Independiente
por una coalición civil-militar. De
(UDI). Para el análisis del gremialismo, véase acuerdo con las singularidades que
el capítulo VII. establece para el caso chileno, afirma

276
CRÍTICA DE LIBROS

Huneeus que el sistema político golpe de Estado y su discurso sobre la


durante la dictadura se sustenta en necesidad de extirpar el cáncer mar-
tres identidades: la identidad coerciti- xista; 2) la decisión de Pinochet como
va, la identidad económica y la iden- comandante en jefe del Ejército de
tidad personal. crear la Dirección Nacional de Inteli-
Respecto de la identidad coercitiva, gencia (la temible DINA) como servi-
el régimen se caracterizó por el uso de cio de seguridad especial destinado a
la violencia como recurso a lo largo mantener el combate al marxismo,
de todo el periodo, con un estricto con el coronel Manuel Contreras a su
control de la población y una siste- frente, y 3) la orden de Pinochet de
mática persecución de las organiza- acelerar los procesos de los tribunales
ciones opositoras. El uso de la violen- militares en el norte del país y la efi-
cia se justificaba por el estado de cacia de Arellano Stark en el cumpli-
guerra interna contra el marxismo (la miento de la orden, a consecuencia
extirpación del «cáncer marxista» que de lo cual se inició el caso conocido
ya anunció el general Leigh, coman- como «caravana de la muerte» que
dante en jefe de la Fuerza Aérea y supuso el asesinato de 72 personas
miembro de la Junta de Gobierno (p. 99).
hasta su destitución como tal en Respecto de la identidad económi-
1978): «Los militares asumieron el ca, Huneeus plantea que el caso chile-
control del país siguiendo un plan de no se constituye en la «única dictadu-
“guerra”, convencidos de que la Uni- ra desarrollista en la segunda mitad
dad Popular era un movimiento que del siglo XX» (p. 36), y esa identidad
amparaba grupos armados y que pre- se adquiere a través de la puesta en
paraba una acción como “el golpe de marcha de las políticas neoliberales
Praga”, en Checoslovaquia en 1949. impulsadas por los Chicago Boys. Éste
En consecuencia, actuaron como si constituye uno de los ejemplos claros
estuvieran en el frente de batalla» (p. de la coalición civil-militar que sos-
98). La violencia ejercida por los tiene el régimen de Pinochet: el con-
militares fue respaldada y justificada texto autoritario establecía las posibi-
por los aliados civiles del régimen. El lidades institucionales para la
propio Jaime Guzmán, líder del «gre- aplicación de las reformas económicas
mialismo» y líder civil del régimen de neoliberales (que tienen mayores difi-
Pinochet, justificó el mantenimiento cultades para su aplicación en contex-
del empleo de la fuerza, rechazando la tos democráticos) y las reformas eco-
posibilidad de la transformación del nómicas buscaban la eficacia en la
régimen en una «dictablanda» (p. 87). gestión que se constituyera en base
Huneeus señala tres decisiones que para la legitimación del régimen.
se adoptaron en los primeros momen- La pregunta que surge en relación
tos del régimen y que fueron clave con esta identidad del régimen es:
para la creación de esta identidad ¿por qué en otros contextos autorita-
coercitiva: 1) la decisión de Gustavo rios de la región en este mismo perio-
Leigh que lleva al bombardeo aéreo do histórico no se impulsaron refor-
del Palacio de la Moneda durante el mas económicas de este tipo? La

277
CRÍTICA DE LIBROS

respuesta, según Huneeus, se halla co de la rama más importante y tam-


tanto en la aportación política de los bién poderosa de las Fuerzas Arma-
civiles al poder autoritario ejercido das. También fue el puente que unió
por Pinochet y la Junta de Gobierno3 las dos caras opuestas del régimen
como en el uso de la violencia como autoritario, esto es, la irracionalidad
recurso coercitivo del régimen. Sobre coercitiva y la racionalidad económi-
esta combinación del estado de guerra ca, siendo al mismo tiempo el supe-
interior y la ideología neoliberal dice rior directo del general Contreras y
Huneeus: «Las reformas económicas y de los Chicago Boys» (p. 52).
la coerción no eran dos mundos Una importante cuestión que hay
opuestos, sino caras de una misma que plantear para comprender la per-
moneda. Hubo un “estado dual”, en sonalización del régimen en la figura
que cada una de estas dos facetas res- de Pinochet es la de la construcción
pondió a distintas racionalidades: la institucional, es decir, la combinación
racionalidad económica y la racionali- específica de instituciones y autori-
dad política. La racionalidad econó- dad, que culmina en su evolución en
mica privilegió la eficiencia, el lucro la personalización: el peso y función
empresarial y la libertad económica, de Pinochet no son los mismos en el
sin preocuparse de sus costos sociales; momento de la formación de la Junta
la racionalidad política canceló liber- de Gobierno, después del golpe de
tades básicas, convirtió los derechos Estado en 1973, que en 1980 con la
humanos en bienes subordinados a aprobación de la Constitución.
los intereses políticos y justificó el Vamos a ver este tema más detenida-
empleo de la violencia» (p. 46). mente.
Llegamos finalmente a la identidad La Junta de Gobierno se crea desde
que define al régimen, el personalis- el momento del golpe de Estado y en
mo centrado en la figura de Pinochet. ella están representadas las tres ramas
Un párrafo en el texto de Huneeus de las Fuerzas Armadas —Ejército
describe lo que representó: «Fue jefe (por Pinochet), Aviación (por Leigh)
de Estado, de Gobierno y del Ejérci- y Armada (por Merino)— y el Direc-
to, ejerciendo cada uno de sus cargos tor General de Carabineros (César
con celosa simultaneidad, consciente Mendoza). En este primer momento,
de que la principal base de su autori- Pinochet ocupa la presidencia de la
dad era la legitimidad derivada de su Junta de Gobierno, pero es una presi-
condición de ser el superior jerárqui- dencia débil porque el general Pino-
chet es un primus inter pares. Leigh y
3
Los Chicago Boys, el núcleo del equipo
Merino se oponen en este momento a
económico, «no eran neutrales antes de traba- la concentración de la autoridad en el
jar para el Gobierno instaurado en 1973, y Presidente, por lo que ello supondría
sus principales figuras pertenecían al gremia- de acceso a nombramientos y parce-
lismo, y se mantenían cohesionados debido a las de poder personal. En el Estatuto
la experiencia común en las luchas de la refor-
ma de la Universidad Católica y en la oposi- de la Junta de Gobierno del 74 (DL
ción al Gobierno de la Unidad Popular» (pp. n.º 527, de 17 de junio) se establece
395-396). que la Junta de Gobierno concentra

278
CRÍTICA DE LIBROS

los poderes constituyente, legislativo cionalización establecía un sistema de


y ejecutivo, y en uno de sus artículos decisión muy centralizado en Pino-
plantea la colaboración de la Junta de chet, lo que se constituyó como una
Gobierno con el Presidente. Sin ventaja para la consolidación de su
embargo, las dificultades que conlleva poder. Sin embargo, al mismo tiempo
una dirección colegiada y las diferen- dice que «el entramado institucional
cias personales entre Leigh y Pinochet planteó ciertas limitaciones al poder
llevan al dictado de un Decreto el 17 personal de Pinochet» (la partici-
de diciembre de 1974, firmado por pación de las fuerzas armadas en el
Merino (Armada) y Mendoza (Cara- poder, la unanimidad en la toma de
bineros) y con la oposición de Leigh, decisiones en la Junta, etc.; pp. 64-
que daba el título de Presidente de la 65). Se podría decir que el grado de
República y jefe supremo de la institucionalización era bajo, lo que
Nación a Pinochet. Finalmente, el permitía una personalización del
plebiscito sobre la Constitución de poder, pero a la vez era suficiente
1980 supuso, paradójicamente, la para que ese poder personal no fuera
consolidación del poder personal de absoluto.
Pinochet. Tanto es así que abandonó Respecto de la figura de Pinochet,
la representación del Ejército en la hay una pregunta que me ha ocupado
Junta de Gobierno, dejándola a cargo buena parte de la lectura. La cuestión
del vicecomandante en jefe. Huneeus es por qué empieza a destacarse Pino-
lo analiza de la siguiente forma: «El chet cuando en un primer momento
primer cambio no previsto para los tenía todo en su contra para predecir
gremialistas fue la interpretación que su posterior importancia en el poder.
dio el general Pinochet al plebiscito Lo que tenía en su contra era la
de 1980: para él fue la elección que lo ausencia de un perfil profesional des-
consagró como Presidente constitu- tacado en el Ejército, que fue el últi-
cional y que, además, aprobó la Carta mo en sumarse a la preparación del
Fundamental que lo situaba ahora golpe de Estado (tan sólo se sumó al
con más poder que antes en el centro golpe cinco días antes, el 8 de sep-
del sistema político. La máxima tiembre), lo cual suscitó desconfianza
expresión del esfuerzo por institucio- entre el resto de miembros de la Junta
nalizar el orden político terminó de Gobierno, y, además, nunca había
creando la situación opuesta: una alta tenido manifestaciones políticas. De
personalización del poder» (p. 502). hecho, su nombramiento en agosto
Llegamos así a un punto clave en el del 73 como comandante en jefe del
análisis de Huneeus, puesto que es el Ejército se debió a que Carlos Prats,
que define el sistema político (perso- quien ocupaba ese puesto hasta su
nalización del poder y bajo nivel de dimisión por presiones de la derecha
institucionalización) y, sin embargo, y de parte de las fuerzas armadas, lo
es el que dibuja, desde mi punto de recomendó al Presidente Allende para
vista, los perfiles más complejos para su nombramiento (Pinochet había
el análisis de este régimen. El autor sido el segundo de Prats en el Ejérci-
plantea que el bajo nivel de institu- to), lo que establecía su supuesta leal-

279
CRÍTICA DE LIBROS

tad a la Presidencia de la República. mentales del régimen, no impide que


Además, en la Junta de Gobierno un análisis del sistema político, esto
estaba el comandante en jefe de la es, de sus estructuras de poder, de sus
Aviación, Leigh, quien sí había tenido élites y de sus formas de legitimación,
importancia en la preparación del permita definirlo como régimen mi-
golpe y que mantuvo duras posicio- litar.
nes de autoridad y de enfrentamiento Para finalizar, quizás cabría debatir
con Pinochet hasta su destitución de sobre una afirmación del autor que
la Junta de Gobierno en 1978. limita el protagonismo del actor
La respuesta a esta pregunta confir- militar: «A diferencia de Argentina,
ma el oportunismo político que los militares en Chile no buscaron el
Huneeus atribuye a Pinochet. Aun- poder sino que éste les cayó en los
que es muy simple, no por eso deja brazos por la crisis política y econó-
de ser significativa: lo que destaca en mica existente». El argumento que
un primer momento no es Pinochet, hace el autor es que «el grave conflic-
sino la autoridad del puesto que to político que dividió al país en dos
ocupa, comandante en jefe del Ejérci- bloques antagónicos y que generó un
to. La base de su poder personal es vacío de poder, empuj[ó] a los mili-
estar al frente de la rama más impor- tares a dar el golpe de Estado el 11
tante de las fuerzas armadas. El opor- de septiembre» (pp. 79-80). Desde
tunismo político de Pinochet se tra- mi punto de vista, en ese contexto de
duce de su capacidad para arrogarse crisis, los militares buscaron el poder
todo el poder personal que le permi- y buscaron consolidar ese poder; por
tió el entramado institucional a partir eso, su creación institucional busca-
de la autoridad del cargo militar que ba instaurar un orden político que
ostentaba. alejara la posibilidad de la vuelta a
Por todo ello, yo resumiría mi pos- una democracia pluralista y, por eso
tura también en un título: «El régi- también, establecieron la «tutela
men militar de Pinochet». Si se habla militar» en la democracia que se esta-
de identidad personal del régimen, si bleció a partir de las elecciones de
se plantea el peso fundamental que la 1989. La apelación al grave conflicto
autoridad de Pinochet tiene en la existente no es más que una búsque-
definición del sistema político, si lo da de legitimación en el discurso de
conocemos con esa personalización la coalición civil-militar que buscó el
total, es porque el régimen fue mili- poder.
tar, por mucho que la aportación civil Sólo podría entenderse esa afirma-
haya sido clave para el desarrollo ción si con ella se alude al peso espe-
político y económico y para el mante- cífico y central que tuvieron los civi-
nimiento del régimen durante todos les en el conflicto previo, en la
esos años. No discrepo del análisis, preparación del golpe y en el mante-
discrepo de la conclusión: que un nimiento del régimen. Lo que ocurre
análisis que parta de su consideración es que, en este caso, si los militares no
como régimen militar deje efectiva- buscaban el poder pero dieron el
mente de lado componentes funda- golpe de Estado, se puede entender

280
CRÍTICA DE LIBROS

que los militares fueron el instrumen- poder, constituyéndose en la base de


to que llevó al poder a los civiles que dos de las tres identidades del régi-
sustentaron el régimen. Pero esto men de Pinochet: de la coercitiva y de
dejaría sin explicar cómo, si los mili- la personal.
tares fueron sólo un instrumento, lle-
garon finalmente a hacerse con el Marisa REVILLA BLANCO

RICARD ZAPATA-BARRERO
Ciudadanía, democracia y pluralismo cultural:
hacia un nuevo contrato social
(Barcelona, Anthropos, 2001)

Ciudadanía, democracia y pluralis- liberal resultan cada vez menos efica-


mo cultural es el resultado de una ces para abordar los problemas de la
larga investigación de su autor, convivencia ciudadana en nuestras
Ricard Zapata-Barrero, sobre la histo- sociedades. Pues se trata de socieda-
ria, los modelos de desarrollo y las des crecientemente pluralistas cuya
vías de renovación de la ciudadanía diversidad étnica y cultural encuentra
liberal. Así, su análisis historiográfico un difícil acomodo en las pautas tra-
de la evolución semántica del concep- dicionales de integración de la demo-
to de ciudadanía, desde el mundo cracia liberal.
griego a nuestro tiempo, le permite Ricard Zapata retoma entonces la
reconstruir tres grandes tradiciones pregunta inicial de su trabajo:
políticas de la condición ciudadana, «¿Cómo es posible la ciudadanía,
la liberal, la libertaria y la republica- noción tradicionalmente concebida
na. Sobre ellas elabora los modelos en términos homogéneos, en nuestra
normativos que, en cada caso, contie- sociedad política actual, especialmen-
nen su programa de realización insti- te propensa a la fragmentación y al
tucional, y que han dado lugar al pluralismo?». Explica cómo las dife-
entramado de instituciones cívicas de rentes interpretaciones teóricas han
la democracia liberal. tenido su reflejo institucional. De los
Si hasta ese punto la función del resultados de esa articulación entre la
trabajo es sobre todo clarificadora de teoría y la práctica extrae algunas lec-
nuestra comprensión histórica, a par- ciones de enorme interés. Una de
tir de ese momento entra en una fase ellas, en respuesta al desajuste entre el
de exploración de alternativas. La modelo de instituciones y las nuevas
razón: cada modelo por separado ha necesidades del pluralismo cultural,
llegado a agotar sus posibilidades de se refiere a la posibilidad de llevar a
realización. Hasta el extremo de que cabo una profunda revisión normati-
las instituciones de la democracia va en el debate de la ciudadanía. Y, de

281
CRÍTICA DE LIBROS

esa forma, explorar nuevos tratamien- ellas: John Rawls (democracia libe-
tos institucionales que vayan, justa- ral), Robert Nozick (democracia
mente, desde la reforma institucional libertaria) y Michael Walzer (demo-
hasta la experimentación en políticas cracia republicana). Esta estrategia
públicas. heurística cumple al menos una doble
Así, el subtítulo del libro, Hacia un función: sintetizar en un modelo los
nuevo contrato social, nos pone en la rasgos fundamentales de las tres teo-
pista del objetivo final de la investiga- rías de la democracia y, por extensión,
ción: elaborar una argumentación en de la ciudadanía democrática; y, asi-
defensa de una reforma republicana mismo, desde cada perspectiva, anali-
de la teoría y del estatuto liberales de zar su diferente acomodación del reto
la ciudadanía democrática. A partir del pluralismo cultural.
de una constatación fundamental: el La estrategia resulta de notable uti-
rendimiento democrático de las insti- lidad, pues no sólo clarifica con pre-
tuciones depende en última instancia cisión las posiciones de un debate
de la participación ciudadana en su enormemente complejo, sino que
gobierno. El ejercicio de la ciudada- facilita también, en la última parte
nía, entendido en sentido amplio del trabajo, la evaluación del distinto
como participación en la sociedad rendimiento democrático de cada
civil, se configura como la condición teoría. Su construcción de modelos y
básica para cualquier experimenta- su aplicación al problema del pluralis-
ción reformista. Y, en este sentido, mo sigue un procedimiento idéntico
sólo una ciudadanía activa puede dar en cada caso. En primer lugar, el
respuesta al reto de integración dife- autor caracteriza cada enfoque a par-
renciada que plantea el pluralismo tir de su respuesta a la pregunta bási-
cultural. Para llegar a este punto la ca antes citada. En segundo lugar,
investigación ha debido recorrer un retrata la tensión que se produce
complejo itinerario. Veamos a conti- entre la neutralidad estatal y la auto-
nuación algunos de sus elementos nomía individual que en cada caso
distintivos. constituye, con su diferente solución,
En primer lugar, el método. El la impronta identificativa del modelo.
libro del profesor Zapata es una Dicho con otras palabras, la diferente
investigación eminentemente norma- articulación normativa de cada mode-
tiva que trata, sin embargo y con lo para hacer frente al «problema cen-
acierto, de abrir nuevas vías de traba- tral, la relación entre el pluralismo y
jo para conectar la teoría con la polí- la unidad política básica». En tercer
tica. Se inicia con un estudio históri- lugar, analiza los modelos de ciudada-
co y, sobre todo, historiográfico del nía democrática que se desarrollan en
estatuto de ciudadanía, que conduce cada enfoque.
al lector a explorar un proyecto de Como reconoce el autor, los deba-
reconstrucción normativa de tres teo- tes de la democracia y, en concreto, el
rías de la democracia, las principales a debate de la ciudadanía ocupan hoy
su juicio. Lo hace eligiendo un repre- el lugar central de la discusión políti-
sentante conspicuo de cada una de ca. La selección de autores opera una

282
CRÍTICA DE LIBROS

síntesis notable sobre un entramado con un profundo respeto hacia el


discursivo tan extenso, pero está justi- anarquismo libertario. Y, desde luego,
ficada por su relevancia intelectual. a no olvidar el carácter polemista, en
Rawls, Nozick y Walzer son clásicos la mejor tradición de la academia
de nuestro tiempo. En buena medida, americana, de su Anarquía, Estado y
sus obras centrales han reorientado utopía frente a la Teoría de la justicia
una y otra vez los términos del debate de John Rawls. A partir de ahí, la evo-
y representan, por tanto, posiciones lución de ambos filósofos en los últi-
de referencia. mos veinticinco años ha seguido rum-
Rawls es el autor más sistemático. bos muy distintos. Y Nozick ha
Sus estudios de teoría de la justicia y tratado, sin éxito, de distanciarse de
su interpretación del liberalismo polí- su obra de 1974. Con todo, su muerte
tico nos acercan, de la mano de reciente, en enero de 2002, nos deja,
Ricard Zapata, al laboratorio más fas- sin embargo, un legado fundamental
cinante del modelo liberal social que para la revisión crítica del liberalismo.
ha inspirado las transformaciones Con la elección de autores y obras,
recientes del Estado del bienestar. La Ricard Zapata elabora una ajustada
obra de Walzer confluye con la de radiografía de los debates sobre la
Rawls en su discusión sobre el alcance ciudadanía democrática. Para ello
cosmopolita del constitucionalismo emplea un instrumental analítico bas-
liberal. Walzer defiende una imagina- tante preciso, que le permite extraer
tiva reforma del modelo liberal de de cada modelo su potencial normati-
comunidad política que significa, de vo y anticipar, por tanto, su capaci-
modo cabal, una sólida actualización dad de realización práctica, es decir,
en el marco de sociedades complejas su capacidad de inspirar soluciones
del republicanismo cívico. Nozick, políticas. Su seguimiento exige una
sin pretenderlo, se ha convertido en atención constante, que se ve com-
referente de un modelo de democra- pensada por el resultado de la investi-
cia articulado con la versión liberal de gación. En cualquier caso, su lenguaje
mercado. Creo que, con acierto, analítico y normativo exige asimismo
Ricard Zapata no centra su análisis en que la respuesta, ya sea crítica o no,
esta difícil y problemática síntesis de venga también formulada en una
democracia de mercado, que ni el argumentación normativa. Es ése uno
propio Nozick ha llegado a teorizar, de los retos que el autor plantea. Se
sino en el papel del Estado en la muestra, en fin, como una invitación
sociedad civil y en el análisis de su a tomar en serio las teorías políticas
«utopía» democrática. estudiadas y evaluar de modo fiable el
Por otra parte, resulta significativo alcance institucional de su aplicación.
observar la resistencia del propio Un segundo elemento distintivo de
Nozick a ser llamado libertario o, Ciudadanía, democracia y pluralismo
incluso, anarco-capitalista. Un gesto cultural lo aporta la propia argumen-
que debería invitar a reconocer la tación. Su factura es impecable, pero
impronta liberal de su filosofía moral no definitiva y, justo por ambas razo-
y política, compatible al fin y al cabo nes, merece la pena comentarla. Es

283
CRÍTICA DE LIBROS

más, su reconstrucción no tiene sólo liberalismo político defiende que el


carácter descriptivo, sino que se con- Estado debe favorecer (y no sólo no
vierte en una interpretación de cada intervenir) la creación de un «plura-
modelo, de cada autor y de su rele- lismo razonable». Antes, en respuesta
vancia para profundizar en el debate. a su primera tesis sobre la neutralidad
Por otro lado, los pasos, justificados estatal, Nozick había defendido que
de manera pormenorizada, facilitan el la neutralidad era condición necesaria
seguimiento del hilo argumental, para la formación del pluralismo civil
aunque la pedagogía no descienda al y, en suma, para el desarrollo de las
nivel del lenguaje normativo. libertades individuales.
Para empezar, fijémonos en el Ricard Zapata describe de un
modelo liberal de democracia. Su res- modo esclarecedor la diferencia entre
puesta al problema básico del plura- el modelo liberal de Estado y el
lismo, como recuerda Ricard Zapata, modelo libertario. La diferencia entre
nos sitúa ante la búsqueda de lo que Estado del bienestar (que caracteriza
Rawls ha llamado «consenso por sola- con la noción de «neutralidad positi-
pamiento», una noción que incorpora va») y Estado mínimo (cuyo rasgo
el criterio de la legitimidad democrá- definitorio viene a ser también la
tica en el funcionamiento del modelo neutralidad, pero en sentido «negati-
de sociedad. Y que lo vincula a la par- vo») se refleja, asimismo, en el plano
ticipación cívica en el curso de la del gobierno democrático: mientras
defensa de los que llama «bienes pri- las instituciones del primero contri-
marios». De esta forma, aunque buyen a tejer el pluralismo de la
Rawls advierte que las reglas de juego sociedad civil, las del segundo desa-
del modelo configuran el plano cons- rrollan su papel garantista de las rela-
titucional, que no puede ser objeto de ciones autónomas de los individuos
negociación coyuntural, éste no resul- en la sociedad civil.
ta ajeno al conflicto permanente entre Se configuran así dos modelos dife-
los individuos y entre sus grupos por renciados de teoría democrática y,
la defensa de sus derechos, ni a la con ello, de ciudadanía. Aunque en
búsqueda permanente de consensos ambos casos la lealtad cívica exige del
para mantener la convivencia civil. Estado democrático la defensa de las
El modelo liberal de democracia se libertades individuales para el desa-
articula en torno a un modelo de ciu- rrollo de un modelo pluralista, las
dadanía responsable, ciertamente no sucesivas formulaciones de la tesis de
tan activa como la republicana, pero Rawls han ido perfilando la idea de
sí netamente diferenciada del modelo que el Estado debe promover pre-
libertario, que acentúa la aspiración ferentemente un modelo liberal de
de no interferencia como rasgo cívico sociedad, mientras que la tesis de
básico. Si en la Teoría de la justicia Nozick se ha centrado sobre la condi-
Rawls sostiene que el Estado debe ción de posibilidad misma de la com-
actuar como un agente neutral frente petencia interna entre diferentes
a la diversidad de opciones morales (y modelos constitucionales de sociedad.
políticas) de los individuos, en El En este punto, cabría destacar cómo

284
CRÍTICA DE LIBROS

la diferente evolución de las obras de a su vez uno de los mecanismos de


Rawls y Nozick obliga a realizar una distribución de la igualdad de opor-
comparación sincrónica entre ambas tunidades, prefigura de un modo
y referida sólo a aspectos puntuales. determinante el tejido cívico de la
Este condicionante desaparece ya comunidad política. La respuesta al
cuando el autor analiza el siguiente reto del pluralismo cultural arranca,
enfoque, el modelo republicano de de acuerdo con Walzer, de la propia
Michael Walzer. Que aspira, en algu- sociedad civil en la que se genera.
na medida, a configurarse como una Su interpretación tiende un puente
tercera vía al tratar de responder a los imprescindible entre la teoría liberal y
problemas básicos de la unidad esta- una política liberal viable. Para ello
tal, el pluralismo y la autonomía ciu- ha debido reformular los supuestos
dadana. La obra de Walzer, como del modelo de Estado y del estatuto
señala Zapata, se inserta de un modo de ciudadanía a la luz del principio
autocrítico en la tradición liberal. republicano de la política, que trata
Recupera en su modelo de democra- de conjugar, desde sus primeras ver-
cia, de Estado y de ciudadanía ele- siones en Roma, los principios de la
mentos cívicos de la tradición repu- libertad (positiva y negativa) con los
blicana. En buena medida, son los de un orden político justo.
rasgos distintivos del comunitarismo Como Walzer ha puesto de mani-
liberal americano: una democracia o, fiesto, es a través del desarrollo de
de modo más preciso, un gobierno una ciudadanía activa como se consi-
republicano en el que los poderes se gue democratizar las propias acciones
contrapesan entre sí; el Estado como del Estado. El control ciudadano del
garante de las libertades más que gobierno y su participación en la esfe-
como promotor del bienestar; y, sobre ra pública constituyen dos ejemplos
todo, el desarrollo de la autonomía claros de democratización cívica de lo
individual y de la responsabilidad político. Pero, además, una sociedad
comunitaria de los individuos (ciu- civil regulada por los principios de la
dadanía activa). igualdad de oportunidades, de la
La teoría de la justicia de Walzer competencia justa y de la responsabi-
nace de su intento de corregir la des- lidad cívica por el cuidado de lo
atención a los problemas de la des- público es la mejor garantía para
igualdad y la dominación de las dos hacer de la comunidad política una
versiones anteriores del liberalismo. comunidad inclusiva, esto es, una
Busca entonces un nuevo equilibrio comunidad genuinamente pluralista.
que ya no dependa de la acción posi- Tras la reconstrucción y el análisis
tiva del Estado ni de su inhibición de los tres modelos de democracia y
frente a las interacciones sociales, sino de ciudadanía, procede Ricard Zapata
de la acción positiva de la sociedad en la última parte de su libro a eva-
civil. Walzer sitúa la ciudadanía como luar el rendimiento cívico de cada
un bien social primario, que es objeto teoría de la democracia. El resultado
de distribución en la esfera pública. apunta una significativa ventaja del
Esa distribución básica, que describe modelo republicano sobre el liberal y

285
CRÍTICA DE LIBROS

sobre el libertario. Pero la ventaja se y por el método empleado, podría


mantiene por su mayor capacidad fácilmente tener continuidad en un
para acomodar el pluralismo cultural análisis o propuesta de reforma insti-
al hacer frente al problema de la con- tucional. Éste, junto a activos ya rese-
vivencia civil y, por lo tanto, del con- ñados, constituye un valor añadido
flicto por el acceso y la distribución en su trabajo.
de los bienes primarios. La perma- Para terminar, quisiera hacer una
nente interacción entre el Estado y la breve mención al motivo de la porta-
sociedad civil que dibuja el modelo da. Se trata de El cuarto Estado, de
republicano obliga, ciertamente, a un Pellizza da Volpedo, pintado en el año
renovado esfuerzo de imaginación 1900. Bertolucci lo escogió como
para proteger el ejercicio de las liber- motivo de apertura de su Novecento.
tades y, al mismo tiempo, promover A modo de metáfora esperanzadora, y
el desarrollo de los bienes públicos. militante, sugería que la clase obrera
Pero no otro es el horizonte de la había conseguido su acceso a la condi-
imaginación política republicana. ción ciudadana a través de la movili-
Ricard Zapata lo asume, no sin zación. La ciudadanía no era sino una
cierta distancia autocrítica, pero con conquista. Este libro de Ricard Zapata
una convicción razonada de que al es un persuasivo ejemplo, cuya lectura
menos la vía republicana ha iniciado recomiendo vivamente, de que la pro-
una inteligente revisión del liberalis- fundización de la democracia depende
mo político y, con ello, del modelo de en primera y en última instancia del
democracia liberal. Su propuesta de papel de la ciudadanía en la esfera
una ciudadanía activa, responsable e pública. Pero también de que sólo al
incómoda para cualquier forma de profundizar y democratizar el espacio
poder establecido es todo un reto de la convivencia civil podrá darse
abierto en el núcleo mismo del deba- una respuesta justa y eficaz al reto que
te sobre el futuro de la democracia. plantea el pluralismo cultural.
Por otro lado, la investigación de
Zapata, por su estructura argumental José María ROSALES

ROBERT ELGIE (ed.)


Divided Government in Comparative Perspective
(Oxford, Oxford University Press, 2001)

La investigación comparada de los (Dublin City University), Irlanda, un


sistemas políticos ha encontrado en firme defensor. Formado en Oxford y
Robert Elgie, catedrático de Gobierno en la London School of Economics,
y Estudios Internacionales en la Uni- Elgie se ha convertido en poco más de
versidad de la Ciudad de Dublín un lustro en uno de los más destaca-

286
CRÍTICA DE LIBROS

dos representantes de la nueva horna- hay de contradictorio entre este


da de politólogos británicos, y en una mayúsculo afán comparativo, por un
de las figuras europeas más activas lado, y la dedicación particular que
dentro de la investigación política concede al caso francés, por otro.
comparada. Su obra, sin embargo, no A su entender, los estudios de caso
ha sido traducida al castellano, y es constituyen un escalón ineludible para
apenas conocida en España. Un des- la adecuada aplicación del método
cuido que contrasta con una intensa comparado, pues éste se nutre del
experiencia investigadora, de la que material que aquéllos le proporcionan.
son fiel reflejo los ocho libros que ha Mas con una condición: el examen de
publicado desde 1993, ya como autor, los casos ha de acomodarse a un plan
coautor o editor, y avalados todos por de comparación, esto es, deben ir per-
prestigiosas editoriales británicas. trechados de idénticas hipótesis y de
Curiosamente, Elgie se inició con el los mismos esquemas de análisis.
estudio de un caso: el sistema político Divided Government in Comparati-
francés. Producto de esa inquietud fue ve Perspective es quizá la muestra más
su tesis doctoral, The Role of the Prime destilada del trabajo comparado
Minister in France, 1981-91 (Londres: emprendido por Elgie. Los casos
Macmillan, 1993), a la que se han nacionales se estudian en profundi-
sumado otros tres títulos con el mismo dad, pero dentro de un elaborado
fondo, de los cuales el más reciente es plan general que persigue una compa-
French Politics: Debates and Controver- ración homogénea, válida y fiable. Se
sies (Londres: Routledge, 2000), en trata de su cuarta incursión en este
coautoría con S. Griggs. Se trata, pues, terreno, dentro de una vertiginosa
de una línea de trabajo firme, que se marcha que arranca en 1995 con la
corrobora con la dirección del Grupo publicación de un excelente e influ-
Especializado en Política y Políticas yente libro sobre el liderazgo político:
Públicas Francesas de la Asociación Bri- Political Leadership in Liberal Demo-
tánica de Estudios Políticos, así como cracies (Londres: Macmillan, 1995)1.
con el cargo de editor general de la serie El liderazgo político no es aquí más
French Politics, Culture and Society (Pal- que la excusa de la que Elgie echa
grave), y coeditor (junto con Andreu mano para iniciar una tarea que ya
Appleton en la Washington State Uni- entonces empieza a resultarle de lo
versity) de la revista French Politics. Este más estimulante: el estudio compara-
patrimonio ha convertido a Elgie en do de las instituciones políticas
una referencia obligada para el lector democráticas en lo concerniente a sus
angloparlante curioso de las honduras procesos de toma de decisiones. No
del sistema político francés. obstante, el precedente más directo
El libro que aquí se comenta pre- de la obra que ahora se comenta lo
senta la faceta más ambiciosa del pro- constituye Semi-presidentialism in
grama intelectual de Elgie: la de pro-
motor de la investigación comparada 1
Hay una recensión en castellano de este
entre sistemas políticos democráticos libro, realizada por Antonio Natera Peral, en
nacionales de todo el mundo. Nada la REIS, 74: 453-457.

287
CRÍTICA DE LIBROS

Europe (Oxford: Oxford University Los capítulos introductorio y final


Press, 1999), pues anticipa punto por —breves, pero densos— constituyen
punto la estructura y el planteamien- dos piezas cruciales. En el primero,
to metodológico de la actual. Lo dis- Elgie estructura el trabajo de los estu-
tintivo de este texto respecto a ese dios de caso y posibilita su compara-
antecedente es, además del conteni- ción mediante la identificación y
do, su carácter pionero, pues ésta es ordenación de las definiciones, causas
la primera vez que se aplica el método y efectos señalados por la literatura; la
comparado al estudio del gobierno exposición de las hipótesis de trabajo;
dividido, según reitera su autor (pp. y el desarrollo de un esquema de aná-
vi, 1, 224). Concretamente, se propo- lisis adecuado para el posterior escru-
ne «examinar la experiencia del tinio comparado de los casos. El capí-
gobierno dividido, en un sentido arit- tulo final compendia y coteja la
mético, dentro de una variedad de información de los casos, relaciona
contextos nacionales e institucionales, los hallazgos del estudio, juzga la
así como identificar las similitudes bondad de las hipótesis, del esquema
y diferencias relativas a sus causas y de análisis y, en definitiva, valora la
los modos en que es gestionado» 2 pertinencia de haber procedido por
(p. 209). medio del método comparado
El libro se estructura en tres partes En su contenido elemental, el
muy desiguales en cuanto a su exten- gobierno dividido significa «la situa-
sión y pretensiones. El grueso de la ción donde el ejecutivo no disfruta de
obra (nueve capítulos de un total de apoyo mayoritario en al menos una
once) se dedica al análisis detallado de las dos cámaras del poder legislati-
de cada uno de los sistemas políticos vo» (pp. v y 11, entre otras). Tradi-
nacionales seleccionados. El cuadro cionalmente, había sido considerado
de países escogidos es muy variado, un rasgo privativo del sistema político
no sólo desde un punto de vista geo- estadounidense; a lo sumo, de los sis-
gráfico, sino también, y sobre todo, temas de gobierno presidenciales.
desde el de sus formas de gobierno. Elgie pretende demostrar la falsedad
Se recogen muestras de los tres siste- de tal supuesto; ésa es la razón por la
mas arquetípicos de los regímenes que recurre al método comparado.
democráticos: los presidenciales (así, De manera que el punto de partida es
EE.UU., Ecuador, México), semi- a la vez la hipótesis cardinal: el
presidenciales (Finlandia, Francia y gobierno dividido no es exclusivo de
Polonia) y parlamentarios (Dinamar- ningún país ni de ningún diseño
ca, Alemania e Irlanda). Cada capítu- constitucional en particular. Antes
lo corre a cargo de un especialista en bien, puede darse en cualquier demo-
el sistema político nacional corres- cracia (pp. 20, 209, y passim).
pondiente, entre los cuales figura Obsérvese que Elgie opta por una
Elgie, quien contribuye con el análisis definición aritmética del gobierno
del caso francés. dividido, en el sentido de que lo
entiende como una función de la
2
Las traducciones son siempre propias. coyuntura electoral y, por ende, de las

288
CRÍTICA DE LIBROS

legislaturas correspondientes (p. 2). sobre un comportamiento específico


Este criterio se opone al de las defini- (el conflictivo) como la relación para-
ciones basadas en el comportamiento digmática de gobierno dividido entre
conflictivo entre el ejecutivo y el el legislativo y el ejecutivo. Tal pre-
legislativo, de acuerdo a las cuales el sunción impediría examinar los dife-
gobierno dividido es independiente rentes modos en que se gestiona el
del resultado electoral y del apoyo gobierno dividido en diferentes paí-
que el legislativo pueda prestar (p. 7). ses, sistemas de gobierno o períodos
Lo cierto es que la investigación (p. 11).
comparada revela que los dos usos Pese a ser un trabajo colectivo, el
son verificables en la práctica, y no libro se concibe como un todo (p. v).
sólo en la de los sistemas presidencia- En consecuencia, los estudios de caso
les, como el estadounidense. Con incluidos en él tratan los mimos
arreglo a la definición aritmética, «en temas, que son los que se comparan;
los regímenes presidenciales, el a saber: 1) la frecuencia y la forma en
gobierno dividido es funcionalmente que se presenta el gobierno dividido;
equivalente a los gobiernos minorita- 2) las causas que lo originan; y 3) el
rios en los regímenes parlamentarios; modo en que es gestionado por los
y tanto a los gobiernos de “cohabita- líderes políticos (p. 12).
ción” como a los minoritarios en los Respecto al primer punto, la inves-
regímenes semi-presidenciales» (p. vi). tigación confirma la sospecha de que
Con arreglo a la definición del com- el gobierno dividido es un fenómeno
portamiento, en cambio, el gobierno extendido (p. 211). Sin embargo, no
dividido no encuentra justas corres- hay una tendencia unívoca en cuanto
pondencias entre los diversos siste- a su recurrencia (p. 213). En México,
mas de gobierno. Así, en los regíme- EE.UU., Francia, Dinamarca, el
nes presidenciales expresa situaciones gobierno dividido es una situación
de conflicto entre las ramas de nueva o que tiende a aumentar. En
gobierno. En los regímenes parla- Irlanda y Finlandia, sin embargo,
mentarios y semi-presidenciales, se parece remitir. Por último, en Ecua-
asocia a las políticas de competencia dor, Polonia y Alemania se mantiene
y de conflicto propias de los gobier- relativamente estable. Las oscilaciones
nos de coalición, incluso cuando el a lo largo de grandes períodos tampo-
legislativo apoya formalmente al eje- co se descartan, pues es lo que sucede
cutivo (p. 10). con EE.UU. cuando se toma una
La elección de Elgie se basa, pues, referencia secular. En cuanto a la
en motivos operativos, no sustanti- forma, se detectan dos variaciones:
vos. El criterio aritmético le parece 1) aquellas situaciones donde se
más útil para el programa comparado enfrentan el ejecutivo, por una lado,
porque: 1) es más inclusivo, al admi- y el legislativo, por otro; y 2) aquellas
tir una amplia gama de casos; 2) faci- donde se oponen dos instancias de
lita la identificación de los períodos poder ejecutivo (presidente y primer
en los que se produce el gobierno ministro, normalmente). Hay eviden-
dividido; 3) no implica presunciones cias de la primera forma en EE.UU.,

289
CRÍTICA DE LIBROS

Ecuador y México, dentro de los sis- ves a explicar situaciones de gobierno


temas presidenciales; en Dinamarca, dividido con arreglo a los consecuen-
Alemania e Irlanda, dentro de los tes (el resultado electoral), en vez de a
parlamentarios; en Finlandia, Francia los antecedentes3. Siempre en térmi-
y Polonia, dentro de los semi-presi- nos de probabilidad, los electores
denciales. Sin embargo, no hay prue- votan a un partido o a un candidato
bas de que la segunda forma se expre- con la pretensión de que gane (o de
se en los sistemas presidenciales y que amplíe su cuota de poder), no
parlamentarios, aunque sí en los con la de que se dé un resultado glo-
semi-presidenciales. bal tal que obligue a pactar, pues éste
El segundo gran tema de estudio es escapa al dominio de la voluntad
el de las causas del gobierno dividido. individual. Por lo que atañe a las cau-
Dos conjuntos de explicaciones se sas institucionales, el sistema electoral
repiten en la literatura: 1) el del com- resulta la variable más explicativa del
portamiento o conducta política (pp. gobierno dividido, muy por delante
13-15); y 2) el institucional o estruc- del sistema de partidos y del proceso
tural (pp. 15-17). Vaya por delante de selección de los candidatos. Ahora
que los dos conjuntos lo son porque bien, la información disponible no
presentan variaciones internas. Aun- esclarece el modo en que actúan los
que Elgie sitúa sus preferencias del sistemas electorales, ni si los hay más
lado de las causas institucionales (en proclives o renuentes al gobierno
parte porque las supone más propi- dividido (p. 217).
cias para la comparación, p. 15), los El último tema que se discute en el
resultados del estudio no son conclu- libro es el de la gestión (management)
yentes: hay evidencias favorables para del gobierno dividido. En otras pala-
los dos argumentos. bras, el modo en que los líderes polí-
He aquí uno de los más inespera- ticos (jefes de ejecutivo) afrontan la
dos descubrimientos de Elgie: contra supuesta debilidad provocada en el
una idea muy extendida, dentro de ejecutivo por la ausencia de apoyo
las causas del comportamiento, la legislativo. Elgie equipara, pues, ges-
más frecuente es la fragmentación de tión y liderazgo político, de manera
las preferencias políticas, no el voto que ambos tienen por objeto el pro-
estratégico (p. 214). Esto significa ceso de toma de decisiones políticas.
que el gobierno dividido no es el En correspondencia, sostiene que el
resultado intencionado de los electo-
res, sino un producto emergente de la 3
Así, aunque, de acuerdo al criterio
suma de los votos individuales; res- expuesto por Elgie, en España no hay actual-
ponde a la estructura de las preferen- mente gobierno dividido, tras las elecciones
cias políticas (p. 217). Estas preferen- generales españolas de 1993 y, sobre todo, de
cias pueden ser deudoras de una 1996, muchos analistas escribieron en prensa
previa estructura cultural, como suce- apresurados comentarios en los que elogiaban
la sabiduría de los electores, pues intenciona-
de en Dinamarca (p. 224). Nótese damente habrían pretendido un resultado que
que la observación resulta muy cara a obligase a pactar al partido más votado, esto
los análisis postelectorales, tan procli- es, impedir un gobierno de mayoría absoluta.

290
CRÍTICA DE LIBROS

éxito de la gestión del gobierno divi- variaciones en las experiencias


dido dependerá de las estrategias que nacionales respecto a la forma y la
desplieguen los líderes, como genui- frecuencia con las que se presentan
nos productores de las decisiones situaciones de gobierno dividido.
políticas (p. 19). Por ende, el investi- Pero también observa que diseños
gador debe perseguir cuáles son, en políticos muy diversos presentan
cada caso, las estrategias de nego- grandes semejanzas en cuanto a las
ciación; si se manifiestan en forma de causas, los efectos y la gestión del
pautas regulares; si son más o menos gobierno dividido. A pesar de esta
exitosas; si están mediadas por las ins- complejidad, la hipótesis básica se
tituciones políticas (formales e infor- confirma: el gobierno dividido, en un
males). sentido aritmético, está presente en
La gestión del gobierno dividido todos los sistemas políticos objeto de
también resulta muy desigual según examen; no es privativo de los
los países y períodos. Con todo, se EE.UU. ni de los diseños presidencia-
detectan tres pautas generales, que les. Ésta es, a juicio de Elgie, la «lec-
provienen de la imagen que se tenga ción principal» que cabe extraer del
del gobierno dividido: 1) como si se estudio (p. 212). Es, además, un
tratase de una medida temporal o de hallazgo de gran relevancia, no sólo
urgencia; 2) a la manera de una crisis para las investigaciones sobre el
política; o 3) como si fuese una parte gobierno dividido, sino también para
rutinaria del proceso político. La ter- la teoría democrática, pues cuestiona
cera es la más repetida en la práctica el sentido de las disputas en torno a
(p. 220), lo cual no implica, sin los sistemas de gobierno que tanto
embargo, que su gestión sea por ello entretienen a politólogos de los cinco
más sencilla (p. 223). A menudo, las continentes.
negociaciones llegan a puntos muer- Este libro no sólo descubre que el
tos; otras, al conflicto abierto entre el gobierno dividido cruza todos los sis-
ejecutivo, por un lado, y el legislati- temas de gobierno. También demues-
vo, u otra rama ejecutiva, por otro tra que, por eso, el gobierno dividido
(p. ibidem). Elgie observa que la pará- repercute profundamente en la vida
lisis es más frecuente en los sistemas política, sobre todo por lo que atañe
presidenciales y semi-presidenciales, al proceso de toma de decisiones.
mientras que el conflicto lo es en los Hasta el punto de que las variables
parlamentarios (p. 224). maneras en que puede manifestarse el
Tomada en su conjunto, la investi- gobierno dividido son reveladoras
gación abanderada por Elgie produce tanto de las pautas del comporta-
resultados eclécticos, como él mismo miento de los actores políticos, como
admite (p. 209). El método compara- de la naturaleza y del alcance de las
do destapa un panorama complejo, a institucionales políticas (formales o
menudo paradójico, que no siempre informales) de cada país.
se acomoda a los juicios previos for- El planteamiento sobre la gestión
mulados por su autor principal. Ver- del gobierno dividido tiene, asimis-
daderamente, Elgie acredita grandes mo, implicaciones epistemológicas de

291
CRÍTICA DE LIBROS

gran interés. El proceso de toma de exploración comparada que incluyese


decisiones políticas en que consiste la España.
gestión (o liderazgo) actúa al mismo La mayor pega que cabe hacer al
tiempo como variable dependiente e texto deriva de su mayor virtud: el
independiente del gobierno dividido: método comparado. Ciertamente,
los líderes sufren los problemas que Elgie demuestra que el método com-
genera el gobierno dividido, pero parado constituye todavía hoy una
también influyen sobre él. Bien es herramienta de enorme utilidad para
cierto que, por otro lado, el empleo el examen de los sistemas políticos
de la palabra «gestión» resulta poco nacionales y sus procesos de toma de
afortunado. El término fascina por decisiones ejecutivas. Pero, por causa
sus connotaciones empresariales, pero de esta obcecación, descuida innece-
encaja mal con la esencia de la políti- sariamente el desarrollo de las impli-
ca, como se hartaron de repetir Max caciones teóricas que se deducen de
Weber y Karl Schmitt. Mejor hubiera los resultados. Pues es evidente que
sido usar simplemente el socorrido las tiene, como él mismo entrevé, y
vocablo «liderazgo político» (en el hondas.
gobierno dividido), ambivalente Por lo demás, pese a la querencia
como es. exhibida hacia el método comparado,
Este trabajo no debiera dejar indi- Elgie no introduce innovación meto-
ferente al lector español. Es cierto dológica alguna. El mérito de la obra
que, a primera vista, el objeto de radica en la fidelidad y el rigor con
debate es lejano a nuestra realidad que lo aplica. Esto se traduce en un
política. El sistema político central libro de apariencia sencilla, pero muy
español semeja poco tendente al coherente y trabado. De tal modo
gobierno dividido, no sólo por razo- que constituye toda una documenta-
nes políticas, sino también sociales y da advertencia para las teorías apenas
culturales. Más bien parece constituir contrastadas, las investigaciones pre-
un caso de gobierno concentrado, si se cipitadas y las compilaciones deslava-
acepta la expresión, pues aquí el eje- zadas cuya mayor utilidad es la de
cutivo, para serlo, requiere siempre engordar currículos. Por todo lo cual
del efectivo apoyo mayoritario del este libro está llamado a ser, además
legislativo. Las experiencias habidas de una referencia imprescindible para
de gobierno sin mayoría absoluta par- el estudio del gobierno dividido, un
lamentaria tampoco encajan con faci- modelo para la investigación política
lidad dentro del criterio aritmético comparada.
propuesto por Elgie. Quizá estas som-
bras se resolviesen con una nueva Roberto-Luciano BARBEITO

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