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Eutanasia holandesa.

El nuevo estudio ordenado por el Gobierno


Issues in Law & Medicine, Volume 20, Number 1, 2004.

Richard Fenigsen, M.D., Ph. D. *

Los Ministerios holandeses de Salud y de Justicia encargaron en 2001 una visión de


conjunto con ámbito nacional sobre la eutanasia, y el informe de este estudio, contenido en
un volumen de 272 páginas, se publicó en el otoño de 2003 1. El estudio fue llevado a cabo
por los mismos investigadores que hicieron los estudios previos sobre la eutanasia ordenados
por el Gobierno (19902 y 19953) y fue dispuesto para obtener datos relativamente
comparables. Esta vez, sin embargo, la finalidad principal era la de valorar la efectividad del
procedimiento de revisión y verificación (procedimiento toetsing)4. La práctica de la
eutanasia se estudió con la extensión necesaria para evaluar este procedimiento.

En esta ocasión se incluyeron varios puntos que no habían sido tenidos en cuenta en los
estudios previos: eutanasia en niños y menores con edades entre 1 y 16 años; suicidio
asistido por médico de personas sanas “cansadas de la vida”; eutanasia de ancianos dementes
que previamente habían firmado una declaración; el uso de sedación terminal; la posible
influencia de los cuidados paliativos sobre la petición de eutanasia, y las opiniones de las
familias de los pacientes y del público general.

Se enviaron cuestionarios por correo a los doctores que habían extendido 7.440
certificados de defunción; se recibieron 5.618 respuestas. Se mantuvieron entrevistas orales
con 410 médicos de varias especialidades, con 63 pedíatras (oncólogos pediátricos,
neurólogos pediátricos, y pedíatras de cuidados intensivos) y con 87 familiares de pacientes
que habían muerto por eutanasia. Se enviaron cuestionarios al público general; respondieron
1.390 personas.

Como en los estudios previos, las estimaciones nacionales se obtuvieron por


extrapolación ponderada de los números hallados en las muestras estudiadas. (ver Tabla 1)

* Cardiólogo jubilado, Willem-Alexander Hospital, ‘s-Hertogenbosch, Países Bajos, M.D.


Universidad de Lodz (Polonia) Facultad de Medicina, 1951; Ph. D. Academia Médica, Lodz,
1959.
1
G. VAN DER WAL, A. VAN DER HEIDE, B.D. ONWUTEAKA-PHILIPSEN & P. J. VAN DER MAAS,
MEDISCHE BESLUITVORMINGAAN HET EINDE VAN HET LEVEN ; DE PRAKTIJK EN DE TOETSING PROCEDURE
[La Toma de Decisiones Médicas al Final de la Vida: La Práctica y el Procedimiento de Revisión
y Verificación] (Utrecht 2003)
2
MEDISCHE BESLISSINGEN ROND HET LEVENSEINDE [Decisiones Médicas que conciernen al Final
de la Vida] (La Haya, 1991)
3
VAN DER WAL & P. J. VAN DER MAAS, EUTHANASIE EN ANDERE MEDISCHE BESLISSINGEN ROND
HET LEVENSEINDE; DE PRAKTIJK EN DE MELDINGSPROCEDURE. [La Eutanasia y otras Decisiones
Médicas que conciernen al Final de la Vida]; [La Práctica y el Procedimiento de Notificación]
(La Haya, 1996)
4
VAN DER WAL, nota 1 supra, en 28.

Las citas en holandés fueron traducidas al inglés por el autor y luego al español por el traductor.

1
Tabla 1. Eutanasia en Los Países Bajos

Categoría Número de casos

Total de muertos en Los Países Bajos, en 2001 140.377

Eutanasia activa voluntaria (inyección letal puesta 3.650 5


a petición del paciente)

Suicidios asistidos por médico 280 6

Eutanasia activa involuntaria (inyección letal puesta 980 7


sin petición del paciente)

Sobredosis letal de calmantes administrada con la 2.800 8


intención de causar la muerte

Total de muertes causadas intencionada y activamente por médicos 7.710

El número total de pacientes que murieron por dosis letal de calmantes (sin tener en
cuenta las intenciones de los doctores) se estimó en 28.216. 9 Tratamientos potencialmente
efectivos para prolongar la vida les fueron denegados o retirados a 28.075 personas; en
18.249 casos eso se hizo con la intención explícitamente manifestada de causar la muerte. 10
Setenta y un por ciento de los médicos de familia declararon que habían practicado la
eutanasia, o ayudado al suicidio, en algún momento del pasado, y 38 % que lo hicieron
dentro de los dos últimos años 11. Once por ciento de los doctores entrevistados declararon
que nunca practicarían la eutanasia ni ayudarían a un paciente a que se suicidase 12. Algunos
de ellos (el uno por ciento) tampoco derivarían un paciente que pidiera eutanasia a un colega
dispuesto a llevarla a cabo.13

De modo parecido a lo que pasó en los estudios previos, de entre 9.700 peticiones
directas y explícitas para eutanasia o suicidio asistido cerca de 5.900 no fueron concedidas,
lo que con frecuencia se ha interpretado como prueba de lo cuidadosamente que se
consideran esas peticiones, y que en la mayoría de los casos acaban siendo rechazadas. Lo
que pasa, sin embargo, en muchos casos es que la razón para denegar las peticiones es de
otra índole: en 2.832 casos (48 %) la eutanasia no se llevó a cabo porque los pacientes ya se
habían muerto antes. 14 Este hallazgo va en apoyo de los críticos que sostienen que la euta-
nasia, sea como sea juzgada desde un punto de vista moral, es sencillamente innecesaria.
5
Id. en 67, Tabla 7.1.
6
Id.
7
Id.
8
Id. en 63, Tabla 6.1.
9
Id. en 67, Tabla 7.1.
10
Id. en 64, Tabla 6.3.
11
Id. en 45, Tabla 4.1.
12
Id. Tabla 4.2.
13
Id.
14
Id.. en 52-53
2
Cierta intensificación de la eutanasia se ha dado en las residencias asistidas. En 1995 el
54 % de los médicos de residencias asistidas recibieron peticiones directas para eutanasia o
auxilio en el suicidio para cuando llegue el momento propicio; en 2001 esta cifra subió hasta
el 86 %. Setenta por ciento de los médicos recibieron peticiones directas para eutanasia o
auxilio en el suicidio. Treinta y seis por ciento de los doctores de residencias asistidas (en
1995 sólo el 21 %) declararon que habían practicado la eutanasia o asistido en suicidios.15

Comparado con el número de casos de eutanasia activa, el suicidio asistido queda como
una práctica muy infrecuente en Los Países Bajos. Según los autores del informe « el
argumento por el que el suicidio asistido es [un acto] más respetuoso con la autonomía y la
responsabilidad del paciente, a menudo pesa menos en el ánimo de los doctores, y como
cabe presumir también en el de los pacientes, que ese mejor control logrado cuando el
médico es quien inyecta una droga letal » . 16

El número de casos de eutanasia activa involuntaria (que definen los perpetradores y los
autores del informe como terminación de la vida sin petición explícita del paciente) perma-
nece alto, alrededor de 1.000 casos por año. «Aparentemente es difícil evitar esta clase de
acción» escriben los autores del informe 17, y repiten la estrafalaria afirmación de hace
cinco años 18: es el paciente quien es el responsable de evitar la terminación de su vida; si no
quiere eutanasia que lo diga con antelación de palabra, y lo manifieste por escrito. 19

Mil ochenta y ocho niños recién nacidos murieron en Los Países Bajos en 2001; en 100
de esos casos los doctores administraron drogas con la intención explícitamente declarada
de acelerar la muerte.20 De acuerdo con las leyes en vigor tales acciones deberían ser
denunciadas a los fiscales, pero esto rara vez ocurre en la práctica. De 1995 a 2001 sólo se
presentaron tres informes cada año denunciando ante los fiscales la eutanasia infantil. 21 En
muy pocos casos (3%) la eutanasia activa del recién nacido se llevó a cabo sin el
consentimiento o el conocimiento de los padres. 22

Nuevos asuntos incluidos en el estudio de 2001

Eutanasia en los niños y menores (edades entre 1 y 18 años)


En 2001, eutanasia activa a petición del niño, con el consentimiento de los padres, se
aplicó en cinco casos.23 En diecisiete casos, las vidas de niños que no habían pedido
eutanasia fueron activamente terminadas, a petición de los padres. 24 En tres casos la euta-
nasia activa se llevó a cabo por pedíatras sin petición ni del niño ni de los padres. 25

15
Id. en 44.
16
Id. en 195.
17
Id. en 201.
18
VAN DER WAL, nota 3 supra, en 237.
19
VAN DER WAL, nota 1 supra, en 201.
20
Id. en 121.
21
Id.
22
Id., Tabla 12.2.
23
Id. en 123.
24
Id. en 127, Tabla 13.5.
25
Id. en 125, Tabla 13.2

3
Setenta y cinco por ciento de los pedíatras mantienen el punto de vista de que es
permisible aplicar la eutanasia a petición de un niño capaz de discernir lo que es mejor para
él ; 36 % de los pedíatras y 19 % del público general creen que las peticiones de eutanasia
hechas por niños enfermos incurables, con edades entre 12 y 16 años, deben atenderse aún
sin el consentimiento de los padres. 26

Sedación terminal

La sedación terminal (T.S.) usando benzodiazepinas, barbitúricos y/o morfina fue


administrada en 17.000 casos, de los que un 43 % lo fueron sin el consentimiento del
paciente. En 14.000 casos (69 % sin consentimiento del paciente) la T.S. se combinó con la
privación de alimento y fluidos. 27 En el informe, del todo correctamente, la T.S. no se
enumera como forma de decisión médica sobre el fin de la vida. Dependiendo de las
intenciones del doctor, de la presencia o ausencia de petición del paciente y de la
dosificación de las drogas, algunos casos en los que se aplicó la T.S. pueden calificarse como
eutanasia voluntaria o involuntaria, o como sobredosis intencionada de drogas.

Eutanasia activa en personas dementes, con posesión de una petición firmada.

La eutanasia activa en personas dementes con una petición firmada era sumamente
escasa: sólo tres por ciento de los médicos entrevistados habían incurrido en esos actos; sin
embargo, los doctores, en un 44 %, piensan que la eutanasia en esos pacientes es
“concebible”. 28

Suicidio asistido por médico de personas sanas que están “cansadas de la


vida”

Cuarenta y cinco por ciento de la población de Holanda cree que las personas mayores
que desean acabar con sus vidas deberían tener acceso a los medios para ello; sólo el 29 % de
los médicos comparten esta opinión. 29 Tres por ciento de doctores manifestaron que han
asitido suicidios de personas “cansadas de la vida”, que por lo demás no tenían ninguna
dolencia importante ni somática ni psiquiátrica. 30

Eutanasia versus cuidados paliativos

Los autores del informe se refieren a un artículo escrito por un grupo de médicos en
Amsterdam, especializados como consultores en casos de eutanasia, quienes declararon que
con el creciente conocimiento y la experiencia en cuidados paliativos se estaban repensando
lo de la eutanasia. Ese punto de vista no parece que se mantenga con el presente estudio:
sesenta y un por ciento de los médicos entrevistados están en desacuerdo con la opinión de
que con adecuado cuidado paliativo la eutanasia se hace innecesaria. 31

26
Id. en 133, Tabla 13.8
27
Id.. en 75-80
28
Id. en 112, Tabla 11.2.
29
Id. en 108, Tabla 10.6.
30
Id en.104, Tabla 10.2.
31
Id. en 99
4
La encuesta de opinión

Ochenta y dos por ciento de los que respondieron apoyan la eutanasia activa a petición
del paciente. 32 Un cincuenta y cinco por ciento son de la opinión de que, desde la aproba-
ción de la nueva ley, los médicos ya no tienen el derecho a rechazar la eutanasia.33

La respuesta a la principal cuestión planteada por el Gobierno

La pregunta formulada por los Ministros de Salud y de Justicia fue « ¿Es el actual
procedimiento de revisión y verificación adecuado para su cometido? » El procedimiento
actual requiere que se dé cuenta de los casos de eutanasia y de suicidio asitido al Comité
Regional de Revisión y Verificación, compuesto por un doctor, un abogado y un moralista.
La cuestión principal se subdividió en varias sub-partes 34: (1) ¿Contribuye el actual
procedimiento a una mayor franqueza en casos de eutanasia y de suicidio asistido? (2)
¿Asegura que esos casos serán verificables y quedarán bajo control? (3) ¿Fomenta una
conducta cuidadosa en los casos de terminación de vida? Y (4) ¿Proporciona una
uniformidad en el proceso de información y verificación?

El estudio no ha dado respuestas claras a esas preguntas. La franqueza y la


verificabilidad han aumentado pero siguen siendo inadecuadas. El porcentaje de casos de
eutanasia voluntaria notificados a los Comités Regionales se incrementó desde el 41 % en
1995 hasta el 54 % en 2001.35 Con todo, 46 % de esos casos “muy limpios” quedan sin
notificar, como ocurre con el 99 % de los casos de “terminación de la vida sin petición del
paciente”,36 con el 100 % de los casos de sobredosis letal intencionada, y una inmensa
mayoría de la eutanasia con niños. “La terminación de la vida sin petición del paciente” se
sigue practicando a una escala que no disminuye, con desafío a las reglas oficiales de con-
ducta cuidadosa. « Deja perplejo [comprobar] que tantos miembros de una profesión que
conlleva directa responsabilidad para la vida y la muerte hagan caso omiso de las reglas lega-
les » escribió un holandés crítico con el informe. 37

32
Id. en 69.
33
Id. en 177, Tabla 18.7.
34
Id. en 192.
35
Id.
36
Id. (énfasis añadido)
37
W. J. EIJK, Het onderzoek naar de euthanasiepraktijk in Nederland over de periode 2001/2002
[Estudio sobre la práctica de la eutanasia en Los Países Bajos, en los años 2001/2002]
PRO VITA HUMANA 161 (2003)

5
Los informes holandeses: más y más defensivos y menos informativos

Desde 1990, cada cinco años, se hicieron por orden del Gobierno holandés estudios sobre
la eutanasia, con ámbito nacional. No hay duda de que los informes de esos estudios han
proporcionado la más fidedigna y valiosa información sobre el tema. A todo lector del primer
informe, le tuvo que imponer respeto la extensión y la calidad de la investigación, y la
honradez y valentía de los autores, quienes no dudaron en publicar hallazgos muy
alarmantes.

Este primer estudio de ámbito nacional sobre la eutanasia desveló que en 1990 se
estimaron en 8.100 las personas que murieron por sobredosis de calmantes administradas
con intención de causar la muerte; y en 4.941 de esos casos se hizo sin la petición ni el
conocimiento del paciente. 38 Esto llevó el número de casos de eutanasia activa involuntaria
a 5.941, lo que supera el número de casos de eutanasia voluntaria (5.459) 39 Estos hallazgos
sobresaltaron a la opinión internacional y condujeron a muchos a pensar que la eutanasia
holandesa era un experimento social que había salido terriblemente mal.

En los informes de los dos estudios siguientes (1995, 2001) parecía que, aparte de una
gran cantidad de buena investigación, se hacían esfuerzos visibles para controlar el daño. En
el estudio de 1995 el número de sobredosis letales intencionadas de calmantes se redujo
notablemente, debido no tanto a un cambio en la práctica misma como a un cambio en el
método de los interrogatorios: las declaraciones de los doctores sobre su intención de causar
la muerte no fueron tan fácilmente aceptadas como en 1990; otros posibles métodos han sido
también sugeridos con cierta insistencia. Así resultó que menos casos fueron etiquetados
como intencionados. 40

En el estudio de 2001 se dio un paso adelante. El hecho de que esta vez el estudio de la
práctica de la eutanasia fuera limitado condujo a la eliminación de aquellos hallazgos que
habían resultados tan alarmantes en los estudios previos. En casos de sobredosis inten-
cionada de calmantes, simplemente no se les preguntó a los médicos si lo hicieron con el
consentimiento del paciente o sin su conocimiento. Como resultado, el número total de casos
de eutanasia activa involuntaria no se puede encontrar, ni se puede calcular a partir del
estudio de 2001. 41

Varios items se han colocado en el informe de 2001 con el solo propósito de desviar las
críticas previas o de disipar alarmas. En respuesta a la preocupación americana, frecuente-
mente expresada, sobre que la eutanasia holandesa puede amenazar a grupos vulnerables en
la sociedad, los investigadores holandeses examinaron la eutanasia en personas de posición
social y económica varia, y declararon no haber encontrado diferencias. 42 Esta parte del
estudio simplemente creó y destruyó un hombre de paja, pues en el estado del bienestar
holandés no hay grupos ni social ni económicamente vulnerables.

38
MEDISCHE BESLISSINGEN ROND I, nota 2 supra, en 15, 17.
39
Id. en 13, 16 y II , en 58.
40
VAN DER WAL, nota 3 supra en 41-42, 92. P. J. VAN DER MAAS et al., Suicidio asistido por
Médico y otras Prácticas Médicas Implicadas en el Final de la Vida en Los Países Bajos ,
1990-1995, 335 NEW ENG. J. MED. 1699 (1996)
41
VAN DER WAL, nota 1 supra, en 195.
42
Id. en 69-70, Tabla 7.4.

6
En respuesta a la crítica de que el procedimiento holandés para controlar la eutanasia
solamente después del hecho (toetsing achteraf) es inadmisible por principio y por razones
prácticas, los autores del informe han declarado que en Los Países Bajos tienen un procedi-
miento para controlar la eutanasia antes del hecho (toetsing vooraf) cual es la obligatoria
consulta a otro médico.43 Sin embargo , en casi 500 casos de eutanasia voluntaria o de suici-
dio asistido no hubo consulta con un segundo médico que fuera a ver al paciente; a lo más
alguna conversación entre dos doctores, y por lo general por teléfono. 44 Según las entrevistas
con las familias de pacientes muertos, en el 77 % de los casos, el médico que atendía les
prometió antes de consultar a un segundo médico que llevaría a cabo la eutanasia, y en
algunos casos incluso fijó la fecha. 45 Doctores que intencionadamente administraron dosis
letales de calmantes nunca consultaron a otro médico. Así que el control antes del hecho
resultó en gran parte ineficaz o inexistente.

Al enfocar el estudio de 2001 en un asunto de importancia secundaria, como es el


procedimiento de revisión y verificación, los iniciadores han expresado, y aparentemente han
deseado afirmar, la opinión de que la eutanasia en sí misma es una práctica bien arraigada
que ya no es tema de controversia. Este autor no es propenso a adoptar esa opinión.

43
Id. en 146, 188.
44
Id. en 147, Tabla 15.1.
45
Id en 149, 188.

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