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ENERGIA
SOLAR
y arquitectura
Jorge Cantarell Lara
j
Caniarell Lara, Jorge
Geomeiría, energía solar y arquitectura. ~
México : Trillas. 1990.
227 p. : il. ; 24 x 24 cm.
Bibliografía: p. 227
ISBN 968-24-2559-X
UJ A T
BIBLIOTECA
U. C H u N T A L P A
m M z s j Z ' S b
\ r j f j :
¡ 14401 '
Derechos reservados
© 1990, Editorial Trillas, S. A. de C. V.,
Av. Río Churubusco 385, Col. Pedro María A naya,
CP. 03340, México, D. F.
\
Impreso en México
Printed in Mexico
5
Por los anteriores razones, acepté manifestar mis ideas sobre una obra de área
distinta de la de mi desarrollo profesional. Agradezco la deferencia y deseo felici-
tar al profesor CantareII, por la aparición de este libro, a los lectores por poseer una
obra útil y práctica y, desde luego, a la Escuela Nacional de Estudios Profesionales
Acatlán, de la UNAM, en la cual imparten cátedra distinguidos mentores, como el
autor del presente volumen.
6 PRESENTACIÓN
ogo
En la actualidad es del d o m i n i o público que el Sol proporciona, además de luz y
calor, acción biológica y germicida, de modo que el viejo hábito de relacionar la
salud humana con la orientación de la vivienda se halla plenamente justificado. En
este sentido, el vocablo orientación se e m p l e a como sinónimo de exposición al Sol.
Desde la más remota antigüedad, el Sol ha sido considerado por muchos pueblos
como la deidad suprema y a ú n hoy día existen pueblos poco desarrollados que le
rinden culto. Esto es explicable, dados los beneficios que de él se obtienen espon-
táneamente y de los mayores a ú n que pueden obtenerse con un poco de conoci-
mientos.
Probablemente, la primera ciencia que desarrolló la humanidad fue la
astronomía, como observación de los movimientos d e l Sol y de la Luna, que
cumplen sus ciclos en plazos breves, fácilmente relacionables con los cambios cli-
matológicos y unidos inseparablemente a las labores agrícolas y pecuarias. Todo
ello reviste un rito mágico-religioso — l a astrología— q u e en su aspecto de estudio
de los movimientos aparentes de los cuerpos celestes se d e n o m i n a cosmografía.
Dicho primer científico f u e el mago, quien con frecuencia es el sacerdote; por
ello existen los conocimientos celestes, pero seguramente también f u e el arquitec-
to, pues la edificación exige conocimientos de la geometría gráfica que siempre se
han relacionado con los movimientos del cielo (el firmamento).
La observación celeste requiere contar con edificios rigurosamente orientados y
balizamientos precisos. A l respecto, basta recordar los observatorios de varias de
las ciudades mayas o el conjunto de Stonehenge, ubicado en Inglaterra, tal vez el
más impresionante de todo el mundo.
La ciudad se funda siempre acompañada de un ritual complicado, con tintes de
7
misterio, y sus ejes viales principales se orientan en función del Sol. No está por
demás apuntar que el término orientar, empleado en general para señalar una di-
rección geográfica, se origina en el punto de salida del Sol, el Orto, el oriente.
En todo lo anterior hay tal vez algo de fantasía, pero indiscutiblemente el trazo
de las calles en la ciudad condiciona en mucho la orientación de los edificios que
después se construyan, de modo que el buen principio de aquélla apoya con segu-
ridad el éxito de éstos.
El tema es de interés permanente. Así, en el cuerpo de las Leyes de Indias existe
una cédula, debida al rey don Felipe II, que establece la forma de trazar y poblar
las ciudades; además, entre sus disposiciones señala que la orientación de las
calles no corresponda con los vientos principales, sino que se medie con ellos (en
otras palabras, que no haya fachadas que den directamente hacia el norte). Cu-
riosamente, la Carta de Atenas, el documento urbanístico contemporáneo más im-
portante, en su artículo 26 establece lo mismo (que no haya alojamientos orienta-
dos exclusivamente hacia el norte) y añade que cada fachada debe recibir un
mínimo diario de dos horas de exposición directa al Sol aun en el día más desfavo-
rable, el 21 de diciembre, solsticio de invierno. Desde luego, esto se refiere al he-
misferio norte, pues en el sur se invierten los términos.
Paradójicamente, cuando el célebre arquitecto Le Corbusier, quien influyó
mucho en la redacción de ese documento, presentó su audaz y discutido proyecto
llamado la Ciudad Radiante (La Ville Radieusse), el también célebre Gastón Bar-
det, su impugnador sistemático, le objetó de fondo en esa línea. Bardet determinó
las sombras sobre la planta del proyecto, tal vez en ese día, el más desfavorable, y
de ello resultó la Ciudad Sombría (La Ville Ombreusse).
Probablemente, todos los trazos de ciudades y edificios, aun los de remota anti-
güedad, se elaboraron seguramente con procedimientos muy parecidos, si no es
que enteramente iguales, a lo que ahora se conoce como geometría descriptiva, en-
tonces secreto sólo al alcance de los iniciados, los magos. El instrumento adecuado
para resolver los problemas de sombras y asoleamiento es la montea solar, que per-
mite al arquitecto analizar la exposición al sol de cualquier edificio con la orienta-
ción que tenga.
En 1937, el arquitecto Miguel Bertrán de Quintana publicó su estudio con el sugesti-
vo nombre de El Sol en la mano, en el cual planteó el trazo de la montea solar, a la que
llamó la caja que contiene todos los rayos solares. Al establecerse en la escuela de ar-
quitectura de la UNAM, ahora facultad, la cátedra de instalaciones de los edificios, su
fundador, Francisco Serrano y Alvarez de la Rosa, inició el curso con el estudio de
la montea solar como la primera noción para proporcionar al edificio la mejor ins-
talación respecto del medio ambiente. Así, ésta fue la base para plantear las modi-
ficaciones climáticas requeridas en los locales interiores, mediante el empleo de
aparatos mecánicos de iluminación y acondicionamiento del ambiente.
También construyó un aparato solar, fundado en el mismo principio de la mon-
tea, que permite estudiar mediante procedimientos simples las sombras de cual-
quier proyecto con la orientación que le corresponda, para lo cual se deben emplear
modelos a escala (maquetas).
En dicha línea de pensamiento, el arquitecto Jorge Cantarell ha realizado una
amplia y cuidadosa exposición del tema, al comparar y compaginar los diversos
trazos usuales de la montea solar, e ilustrar los problemas típicos de aplicación,
mediante los ejemplos ao«*cuaaos en diversas clases de locales y en la siembra de
edificios, para cumplir con las condiciones de asoleamiento requeridas.
Al mismo tiempo, cuando el ambiente lo exige, plantea las posibilidades de ab-
8 PRÓLOGO
misterio, y sus ejes viales principales se orientan en función del Sol. No está por
demás apuntar que el término orientar, empleado en general para señalar una di-
rección geográfica, se origina en el punto de salida del Sol, el Orto, el oriente.
En todo lo anterior hay tal vez algo de fantasía, pero indiscutiblemente el trazo
de las calles en la ciudad condiciona en mucho la orientación de los edificios que
después se construyan, de modo que el buen principio de aquélla apoya con segu-
ridad el éxito de éstos.
El tema es de interés permanente. Así, en el cuerpo de las Leyes de Indias existe
una cédula, debida al rey don Felipe II, que establece la forma de trazar y poblar
las ciudades; además, entre sus disposiciones señala que la orientación de las
calles no corresponda con los vientos principales, sino que se medie con ellos (en
otras palabras, que no haya fachadas que den directamente hacia el norte). Cu-
riosamente, la Carta de Atenas, el documento urbanístico contemporáneo más im-
portante, en su artículo 26 establece lo mismo (que no haya alojamientos orienta-
dos exclusivamente hacia el norte) y añade que cada fachada debe recibir un
mínimo diario de dos horas de exposición directa al Sol aun en el día más desfavo-
rable, el 21 de diciembre, solsticio de invierno. Desde luego, esto se refiere al he-
misferio norte, pues en el sur se invierten los términos.
Paradójicamente, cuando el célebre arquitecto Le Corbusier, quien influyó
mucho en la redacción de ese documento, presentó su audaz y discutido proyecto
llamado la Ciudad Radiante (La Ville Radieusse), el también célebre Gastón Bar-
det, su impugnador sistemático, le objetó de fondo en esa línea. Bardet determinó
las sombras sobre la planta del proyecto, tal vez en ese día, el más desfavorable, y
de ello resultó la Ciudad Sombría (La Ville Ombreusse).
Probablemente, todos los trazos de ciudades y edificios, aun los de remota anti-
güedad, se elaboraron seguramente con procedimientos muy parecidos, si no es
que enteramente iguales, a lo que ahora se conoce como geometría descriptiva, en-
tonces secreto sólo al alcance de los iniciados, los magos. El instrumento adecuado
para resolver los problemas de sombras y asoleamiento es la montea solar, que per-
mite al arquitecto analizar la exposición al sol de cualquier edificio con la orienta-
ción que tenga.
En 1937, el arquitecto Miguel Bertrán de Quintana publicó su estudio con el sugesti-
vo nombre de El Sol en la mano, en el cual planteó el trazo de la montea solar, a la que
llamó la caja que contiene todos los rayos solares. Al establecerse en la escuela de ar-
quitectura de la UNAM, ahora facultad, la cátedra de instalaciones de los edificios, su
fundador, Francisco Serrano y Álvarez de la Rosa, inició el curso con el estudio de
la montea solar como la primera noción para proporcionar al edificio la mejor ins-
talación respecto del medio ambiente. Así, ésta fue la base para plantear las modi-
ficaciones climáticas requeridas en los locales interiores, mediante el empleo de
aparatos mecánicos de iluminación y acondicionamiento del ambiente.
También construyó un aparato solar, fundado en el mismo principio de la mon-
tea, que permite estudiar mediante procedimientos simples las sombras de cual-
quier proyecto con la orientación que le corresponda, para lo cual se deben emplear
modelos a escala (maquetas).
En dicha línea de pensamiento, el arquitecto Jorge Cantarell ha realizado una
amplia y cuidadosa exposición del tema, al comparar y compaginar los diversos
trazos usuales de la montea solar, e ilustrar los problemas típicos de aplicación,
mediante los ejemplos aáecuaaos en diversas clases de locales y en la siembra de
edificios, para cumplir con las condiciones de asoleamiento requeridas.
Al mismo tiempo, cuando el ambiente lo exige, plantea las posibilidades de ab-
sorción o reflexión del calor y se sirve de las propiedades térmicas de los materiales
de construcción.
El resultado de las investigaciones del arquitecto Cantarell se publica en este
libro, de modo que lo felicito por emprender este trabajo de escribir, al que suelen
ser renuentes los arquitectos, pues, tal vez por el arraigado hábito de expresar sus
ideas de forma gráfica mediante el dibujo (hábito indispensable, ya que los ar-
quitectos trabajan con formas visuales), resulta tan ingrato escribir.
Felicito también a la ENEP-Acatlán por contar entre su cuerpo docente con maes-
tros que, como Cantarell, cumplen esa doble función inseparable de la universi-
dad: la investigación junto con la difusión del conocimiento, tanto en el aula como
en la publicación, asf como por el apoyo y estímulo que les proporciona.
Especial reconocimiento merece también Editorial Trillas por dirigir su labor edi-
torial a la divulgación del conocimiento, en apoyo de los centros de enseñanza, al
publicar y difundir en una limpia presentación este tipo de libros con alta calidad
docente.
Es mi deseo que todo el esfuerzo de ese grupo de profesionales sea ampliamente
aprovechado por los estudiantes, al asimilar los conocimientos que con especial
dedicación se les ofrecen como instrumentos para su mejor preparación profe-
sional.
PRÓLOGO 9
%
índice de contenido
Presentación, 5
Prólogo, 7
Introducción, 13
Cap. 1. Antecedentes, 17
Importancia de la arquitectura en el medio físico, 17. Nacimiento de una ciudad,
19. Importancia de integrar la arquitectura al medio, 20. Integración al medio
ambiente, 22.
Cap. 8. Montea solar esférica (trazo general para cualquier punto de la Tierra),
71
Procedí miento por partes para verificar la solida y el acuitamiento del sol, 75.
*
11
Cap. 9. Montea solar cilindrica (trazo general para cualquier punto de la Tierra),
89
Procedimiento por partes, 91.
Cap. 14. Intensidad calorífica de los materiales sobre superficies planas, 184
Ejercicios de aplicación 5, 197.
Bibliografía. 227
12 ÍNDICE DE CONTENIDO
Introducción
Lq arquitectura, como casi todas las profesiones, suele ser difícil y de gran res-
ponsabilidad, a ú n más cuando en ella se f u n d e n conocimientos de áreas distintas,
situación a la que escapan otras profesiones. Tales conocimientos están relaciona-
dos con las áreas humanística, tecnológica y creativa. Para ejemplificar: la carrera
de derecho se desarrolla prácticamente en el área humanística; la del escultor bá-
sicamente en el aspecto creativo, y la d e l ingeniero civil esencialmente en el enfo-
que técnico; no obstante, la carrera d e l arquitecto requiere las tres áreas:
humanística, porque la obra arquitectónica va dirigida al hombre como ser biopsico-
social; tecnológica, por la necesidad de edificar y dirigir los procesos constructivos, y
creativa, porque dota a l hombre de espacios bellos y agradables. Lo anterior pro-
voca q u e la carrera de arquitecto, además de difícil, se convierta en complicada,
lo cual obliga al profesional a olvidar elementos importantes. Desafortunadamen-
te, el campo tecnológico ha g a n a d o terreno al provocar el descuido de otras áreas.
Esta es nuestra principal preocupación, pues la arquitectura debe integrarse a l me-
dio a m b i e n t e para no deteriorarse, con lo cual aparece una nueva esfera de cono-
cimientos no considerada.
El medio ambiente ha provocado que el hombre se desarrolle y evolucione hasta
alcanzar el nivel de vida que disfruta, por lo que es imprescindible conocerlo y
comprenderlo para aportar soluciones idóneas ante la problemática que presenta.
Dentro del m e d i o ambiente es importante examinar el trazo de la montea solar,
que es de tipo geométrico. Al investigar a fondo dicha herramienta se descubrió que
es un auxiliar importante porque, en términos generales, determina la trayectoria
del Sol para cualquier lugar de la Tierra, con la gran ventaja de ser aplicable
13
d i r e c t a m e n t e a l proyecto arquitectónico. Con d i c h o instrumento se p u e d e n investi-
gar p r e v i a m e n t e las horas d e a s o l e a m i e n t o q u e tendría cualquier e d i f i c a c i ó n du-
rante e l a ñ o , tanto para las fachadas c o m o para los locales interiores, incluidos las
azoteas y techos correspondientes al mismo proyecto, de m a n e r a q u e p u e d e llegar
hasta su cuantificación exacta y transformarse en representaciones de porcentajes.
Ello da mayor v e r a c i d a d e n su interpretación a l ayudar a controlar m e j o r las canti-
dades resultantes d e l Sol, la intensidad calorífica y la i l u m i n a c i ó n natural; esto
q u i e r e decir q u e desde el proyecto se p u e d e n prever dichas anomalías, y ahorrar
m u c h o d i n e r o e n la construcción, aparte d e integrar m e j o r la arquitectura a l m e d i o
natural.
El descubrimiento de la m o n t e a solar no se ha a p r o v e c h a d o e n el ejercicio profe-
sional de la arquitectura. Una d e las causas ha sido la falta de b i b l i o g r a f í a ade-
cuada, porque la existente, en su mayoría, trata el problema de montea solar, pero
no p r o f u n d i z a e n é l con ejercicios serios y se limita a dar sugerencias prácticas
para resolver p r o b l e m a s sencillos. C u a n d o éstos varían, q u e d a n sin solución
correcta, por no tener el d o m i n i o total d e m o n t e a solar q u e incluya todas las va-
riantes.
Es importante saber d ó n d e se inicia el trazo g e o m é t r i c o de m o n t e a solar, porque
con base en ciertos elementos, cada tratadista da su versión de trazo y aplicación.
Sin este requisito, no se sabe si los trazos son buenos o t i e n e n defectos, al variar de
un texto a otro, lo cual provoca confusiones y polémicas.
Con esta inquietud, se consideró necesario diseñar un procedimiento geométrico
a l alcance d e todos, a partir d e su origen y conocer las causas d e su representación
geométrica. La respuesta se encontró g r a d u a l m e n t e e n los libros y tratados d e
cosmografía y astronomía, con a p o y o de la g e o m e t r í a descriptiva.
Debido a lo anterior, la principal f i n a l i d a d e n este libro es estudiar el trazo de
m o n t e a solar a partir de una comprensión especial, pero abstraído d e l m e d i o a m -
biente a l q u e pertenece. A nuestra m a n e r a d e ver, si se tiene un conocimiento pro-
f u n d o de la montea solar, se p o d r á n hacer tantas aplicaciones esenciales q u e
dicho d o m i n i o permitirá llegar a una verdadera integración d e la arquitectura a l
m e d i o ambiente. Simplemente, cabe pensar en que el Sol es el motor d e todo: provo-
ca las lluvias, m u e v e los vientos, produce el calor, provoca la h u m e d a d d e la at-
mósfera y, en suma, es el motor de la vida.
El libro consta de 14 capítulos, cinco grupos d e ejercicios de a p l i c a c i ó n y cuatro
apéndices aclaratorios, más tablas complementarias.
El capítulo 1 se intitula " A n t e c e d e n t e s " y explica por q u é se d e b e integrar la ar-
quitectura al m e d i o a m b i e n t e . A q u í se t i e n e n en cuenta los antecedentes históricos
d e la h u m a n i d a d , hasta la a c t u a l i d a d , con la esperanza d e q u e quienes sigan por
este c a m i n o continúen las investigaciones a m b i e n t a l e s , en un c a m p o q u e a ú n es
desconocido.
En el capítulo 2, d e n o m i n a d o "El m e d i o a m b i e n t e " , se describe la ubicación d e l
hombre ante la visión del universo, dentro de su contexto llamado medio ambiente,
y se abstraen de éste los conceptos indispensables para la adaptación ambiental
de la arquitectura, q u e se resumen prácticamente en el m e d i o físico.
En el capítulo 3, llamado "Concepto de latitud", se explica de dónde parte dicho
concepto y c ó m o , m e d i a n t e este factor, la arquitectura p u e d e sufrir cambios consi-
derables, provocados indirectamente por la insolación, la trasmisión calorífica y la
iluminación. A d e m á s , esto origina q u e las temperaturas no sean uniformes e n todo
el m u n d o , lo cual da como resultado la existencia de las estaciones d e l año.
El capítulo 4 trata d e l movimiento de traslación y el 5 de las estaciones del año. A m -
14 INTRODUCCIÓN
bos temas se consideran introductorios para trazar la m o n t e a solar, a f i n de
comprender mejor el universo y e n particular la trayectoria d e la Tierra ante e l Sol.
Esto a y u d a a obtener e l trazo de m o n t e a solar y se hace una abstracción geométri-
ca, la cual se podrá utilizar f á c i l m e n t e en los proyectos arquitectónicos. A d e m á s ,
se muestra por q u é existen las diferentes zonas térmicas d e l m u n d o y el o r i g e n de
cada clima, así c o m o las estaciones d e l a ñ o , c u a n d o se c o m b i n a n con los movi-
mientos de rotación y d e traslación de la Tierra a n t e la f o r m a particular de moverse
el e j e terrestre.
Los capítulos d e l ó a l 9 tratan, respectivamente, la montea solar esférica del ecua-
dor, la montea solar cilindrica del ecuador, la montea solar esférica (trazo g e n e r a l ) para
cualquier punto d e la Tierra y la montea solar cilindrica (trazo general para cual-
quier punto d e la Tierra). A d e m á s , en ellos se describe el p r o c e d i m i e n t o , paso por
paso, d e l trazo g e o m é t r i c o d e cada m o n t e a solar, incluidos los ejercicios de aplica-
ción 1 y 2, m e d i a n t e los cuales e l lector p u e d e realizar ejercicios con ciertos trazos
d e la m o n t e a solar con problemas sencillos.
En el capítulo 10, t i t u l a d o " S i m p l i f i c a c i ó n d e trazos", se establece el m é t o d o res-
pectivo por m e d i o d e l cual, con un r a z o n a m i e n t o sencillo matemático-geométrico,
el lector puede elaborar la montea solar d e cualquier sitio con un m í n i m o trazo y es-
fuerzo. Este tema incluye una serie de prácticas en los Ejercicios de aplicación 3, para
verificar los acontecimientos adquiridos, y q u e se ejecute el trazo g e o m é t r i c o sin
necesidad de leer e l libro.
En e l capítulo 11, d e n o m i n a d o " D e s a r r o l l o cilindrico d e la m o n t e a s o l a r " , se
explica la f o r m a de explanar al cilindro que envuelve a la bóveda celeste. Este des-
arrollo da una visión clara d e l a s o l e a m i e n t o a n u a l de d e t e r m i n a d o lugar d e la
Tierra; sin e m b a r g o , en términos generales, es un instrumento que se ocupa de ob-
tener las cardioides d e a s o l e a m i e n t o d e m a n e r a comprensible y fácil.
En los capítulos 12 ("Trazo d e c a r d i o i d e s " ) y 13 ( " C a r d i o i d e s en la montea esféri-
c a " ) se describe lo q u e es una c a r d i o i d e , su a p l i c a c i ó n y su representación gráfica,
con e l f i n d e a u x i l i a r a l profesional urbanista e n sus planificaciones y colaborar con
él para evitar omisiones d e a s o l e a m i e n t o .
Al final d e l capítulo 13 se incluye una serie d e problemas, los Ejercicios de aplicación
4, enfocados a problemas reales de asoleamiento que p u e d e n tener una a p l i c a c i ó n
i n m e d i a t a e n el c a m p o profesional.
Por ú l t i m o , e n e l capítulo 14, titulado " I n t e n s i d a d calorífica d e los materiales
sobre superficies p l a n a s " , se trata de demostrar q u e sin necesidad d e hacer un cál-
culo exhaustivo, el arquitecto p u e d e variar las condiciones de calor en cuanto a la
trasmisión que se p u e d e tener por m e d i o de la intensidad solar, s i m p l e m e n t e con
proponer las inclinaciones correctas d e muros y techos f r e n t e a l Sol. Desde luego,
para e l l o se necesita aplicar m o n t e a solar y, a l mismo t i e m p o , proponer los colores
adecuados, lo cual, c o m p l e m e n t a d o c o n los coeficientes d e conductibilidad q u e
tiene cada material, será de gran utilidad para q u e , tentativamente, un local o los
locales d e una e d i f i c a c i ó n q u e d e n e n condiciones d e c o m o d i d a d h u m a n a . En este
capítulo a p a r e c e una serie d e cinco aplicaciones, con e l f i n de que el lector pueda
ejercitar y resolver los problemas más comunes q u e se le presenten en la vida real
con rayos solares, una vez conocido si e l lugar d e l proyecto es caluroso o frío, de
m a n e r a q u e se procure a u m e n t a r o disminuir el calor, según sea el caso.
Este libro es útil para los profesionistas de la construcción, los ingenieros y los
arquitectos, así*como para los estudiantes de carreras relacionadas con la edifica-
ción, q u e t e n g a n conocimientos d e g e o m e t r í a proyectiva o descriptiva. Se reco-
m i e n d a para los interesados e n la energía solar, a f i n de que le d e n una aplicación
INTRODUCCIÓN 15
correcta en cuanto a la dirección solar empleada en los calentadores y en la trans-
formación de energía elóctrica. También se recomienda para los ecologistas intere-
sados en preservar el medio ambiente sin destruirlo, ni contaminarlo, para apro-
vecharlo.
EL AUTOR
16 INTRODUCCIÓN
Antecedentes
IMPORTANCIA DE LA ARQUITECTURA EN EL MEDIO FÍSICO
17
s u f r i ó las c o n s e c u e n c i a s : los p r o y e c t o s se d e s h u m a n i z a r o n c u a n d o los a r q u i t e c t o s
c o n f i a r o n sus p r o y e c t o s a l d e s a r r o l l o t e c n o l ó g i c o , e l c u a l le p e r m i t i ó s o l u c i o n a r la
c o m o d i d a d , la p r o t e c c i ó n y la s e g u r i d a d c o n e q u i p o s c o m p l i c a d o s , q u e p r o v o c a r o n
u n c o n s u m i s m o d e s e n f r e n a d o y u n d e r r o c h e d e e n e r g é t i c o s . H o y d í a , este ú l t i m o
f a c t o r es la p r e o c u p a c i ó n p r i n c i p a l q u e h a l l e v a d o a l h o m b r e a c i e r t a c o n s e c u e n c i a
d e su t a r e a d e p r e d a d o r a .
En dichos m o m e n t o s cruciales, los e c ó l o g o s ' h a n hecho u n alto e n el c a m i n o p a r a
d a r u n a l e r t a : h a y p e l i g r o d e q u e la h u m a n i d a d y la v i d a d e l p l a n e t a d e s a p a r e z -
c a n . ¿En q u é se b a s a n los e c ó l o g o s p a r a d e c i r esto? S e g u r a m e n t e por h a b e r estu-
d i a d o e i n v e s t i g a d o los e q u i l i b r i o s e c o l ó g i c o s , t a m b i é n l l a m a d o s ecosistemas.2
Dichos p r o f e s i o n a l e s se d i e r o n c u e n t a d e q u e tales ecosistemas son a l t e r a d o s n o
p r e c i s a m e n t e p o r c a m b i o s n a t u r a l e s , s i n o p o r q u e e l h o m b r e , d e n t r o d e sus a c t i v i -
d a d e s , h a a b u s a d o d e la t e c n o l o g í a y h a d e j a d o l o n a t u r a l a u n s e g u n d o t é r m i n o ,
p e r o a l m i s m o t i e m p o lo h a a t a c a d o .
La a c t i v i d a d d e la arquitectura n o escapó d e d i c h a p r o b l e m á t i c a y t a m b i é n resultó
nociva, pues cualquier edificación produce un c a m b i o ecológico dentro d e l terreno
q u e r e q u i e r e . La o b r a e d i f i c a d a h a c e c a m b i a r , a u n q u e sea d e f o r m a i m p e r c e p -
t i b l e , e l c l i m a d e l l u g a r d o n d e se e s t a b l e c e , y este c a m b i o es t r a s c e n d e n t a l p a r a
los seres q u e a h í h a b i t a n . Se p u e d e a r g u m e n t a r q u e las o b r a s p r o v o c a n c a m b i o s
m í n i m o s , p e r o c a b e a c l a r a r q u e s o n p o c a s las o b r a s a i s l a d a s , y u n a a u n a se s u m a n
para transformar e l m e d i o natural.
De a h o r a e n a d e l a n t e , e l a r q u i t e c t o d e b e r á a p l i c a r e l c o n o c i m i e n t o d e la e c o l o g í a
y d e los ecosistemas, p o r q u e , d e s d e l u e g o , su o b r a q u e d a r á sobre e l p l a n e t a Tierra.
Los e c ó l o g o s d i c e n : la T i e r r a es u n a m á q u i n a q u e t r a b a j a e n u n a serie d e transfor-
m a c i o n e s e q u i l i b r a d a s , p o r lo c u a l c o n s t i t u y e e l gran ecosistema Tierra, y d e n t r o d e
e l l a e x i s t e n m i l l o n e s d e ecosistemas i n t e r r e l a c i o n a d o s unos c o n otros.
Los e c o s i s t e m a s >se c l a s i f i c a n e n sistemas c e r r a d o s y sistemas a b i e r t o s . (Si se
q u i e r e t e n e r u n p o c o m á s d e c o n o c i m i e n t o a c e r c a d e este c a m p o , c o n s ú l t e s e e l
a p é n d i c e 1.) Se h a c o m p r o b a d o q u e u n s i s t e m a c e r r a d o es m á s e s t a b l e , p o r q u e su
m e c a n i s m o n o d e p e n d e d e l e x t e r i o r , pues e n u n m o m e n t o d a d o l o p u e d e a l t e r a r .
A l c o n s i d e r a r esta s a l v e d a d , e l a r q u i t e c t o d e b e estar c o n s c i e n t e d e q u e la o b r a a r -
q u i t e c t ó n i c a c a u s a r á u n a r e p e r c u s i ó n e c o l ó g i c a d o n d e q u i e r a q u e la u b i q u e , p o r lo
q u e t e n d r á la o b l i g a c i ó n d e q u e d i c h a r e p e r c u s i ó n sea lo m e n o s brusca p o s i b l e .
Para l o g r a r l o , se r e q u i e r e u n a a d a p t a c i ó n e c o l ó g i c a d e l l u g a r d o n d e se v a y a a
construir la o b r a .
Es i m p o r t a n t e destacar q u e la o b r a a r q u i t e c t ó n i c a será u n s i s t e m a m á s q u e se
a g r e g a a los existentes e n e l l u g a r d o n d e se c o n s t r u i r á . C o n la o b r a , la r e p e r c u s i ó n
e c o l ó g i c a es u n a r e a l i d a d ; s i n e m b a r g o , e l a r q u i t e c t o t i e n e e l c o m p r o m i s o d e bus-
car q u e este n u e v o sistema, l l a m a d o edificación, sea c e r r a d o hasta d o n d e resulte
p o s i b l e , p o r q u e es la ú n i c a f o r m a d e n o p e r j u d i c a r los sistemas e s t a b l e c i d o s . De l o
c o n t r a r i o , necesitará e n t r a d a s y s a l i d a s , q u e es la m a n e r a d e f u n c i o n a r un sistema
a b i e r t o ; p e r o este o t r o t i p o d e s i s t e m a es m á s p e r j u d i c i a l q u e e l p r i m e r o . Se h a
' Ecología es lo ciencia q u e estudia las interacciones d e los organismos vivos y su ambiente. Su nombre tiene e l signi-
f i c a d o siguiente: eco es la n i n f a d e la naturaleza, d e los lugares a ú n n o habitados q u e contesta con su voz, e l eco, a
quienes transitan.
2
Ecosistema es la c o m u n i d a d e n relación con e l a m b i e n t e i n a n i m a d o q u e actúo c o m o conjunto paro un mismo fin.
N o debe confundirse lo q u e estudia la ecología con lo que estudian los ecosistemas, pues e n un principio lo ecología
analizaba ciclos independientes d e seres y los ecosistemas lo hocen d e manera similar, p e r o aplicado a comunidades
con la inclusión d e elementos inanimodos, particularmente lo energía q u e fluye. Debido o esta última, se e l a b o r ó la
clasificación d e los ecosistemas, los cuales, por la manera d e comportarse e l sistema, p u e d e n ser abiertos o cerrados
Estos últimos t a m b i é n se l l a m a n cibernéticos, por e l autocontrol que tienen, c o m o si fuera o contara con un piloto con
control interior.
18 CAP. 1. ANTECEDENTES
c o m p r o b a d o q u e si no se desarrolla un tipo de sistema se desarrolla otro. La des-
ventaja d e ser a b i e r t o se d e b e a su necesidad d e requerir entradas, las q u e solicita-
rá o t o m a r á d e l exterior a los sistemas existentes a su a l r e d e d o r , con lo q u e provo-
cará cambios. Las salidas ( t a m b i é n llamadas desechos) q u e d e b a mandar f u e r a pro-
vocará una verdadera c o n t a m i n a c i ó n y un d e s e q u i l i b r i o a los sistemas q u e fun-
c i o n a b a n e n ese lugar antes q u e existiera la obra.
A l g u n o s arquitectos se h a n p r e o c u p a d o por diseñar casas b a j o ese r é g i m e n ; es
decir, buscan que estén dentro de un sistema cerrado, lo q u e se conoce c o m o casas
autosuficientes o s i m p l e m e n t e ecológicas.
Para lograr la casa autosuficiente, se d e b e conocer no sólo la ecología, sino tam-
bién los factores y e l e m e n t o s d e l c l i m a q u e c o n f i g u r a n d e t e r m i n a d o lugar; sola-
mente así la arquitectura se podrá integrar a l m e d i o a m b i e n t e . Sin e m b a r g o , el ar-
quitecto no cuenta con medios q u e p u e d a n a u x i l i a r l o dentro d e l diseño a m b i e n t a l ,
tan r e l e g a d o y o l v i d a d o por los avances tecnológicos. Desde luego, el diseño a m -
biental se p u e d e l l a m a r t a m b i é n diseño natural, porque precisamente c u a n d o se
descuidan los aspectos naturales surge la c o n t a m i n a c i ó n a m b i e n t a l .
20 CAP. 1. ANTECEDENTES
brisas que refresquen el ambiente de manera natural y no artificial. La alta presión
depende de la baja temperatura en el aire, mientras q u e la baja presión depende
de la alta temperatura; es decir, el movimiento del aire corre de las temperaturas
bajas hacia las altas, y la velocidad depende de la diferencia de temperaturas.
Con dicho conocimiento y al aprovechar la energía solar por medio de los mate-
riales para construcción, además de la vegetación, con interés y empeño se pueden
obtener de manera natural brisas o vientos suaves que refresquen las edificaciones
y, a la vez, lograr una buena ventilación.
Con los vegetales, mediante una serie de plantas se puede crear un lugar
sombrío, que producirá el efecto de alta presión y si se cuenta con una edificación
en una zona calurosa, se tendrá la baja presión y tenderá a moverse el aire,
siempre y cuando se coloquen ventilas a la construcción cerca del lugar sombrío.
Con esto se obtendrán dos efectos a la vez: refrescar y dar ventilación, lo que susti-
tuye el aire viciado.
El lugar sombrío creado se puede acompañar de una fuente o espejo de agua,
de manera que el viento absorba la humedad que, mediante evaporación, despi-
den dichos elementos, lo cual provocaría que un lugar cálido y seco obtuviera fres-
cura y humedad. Desde luego, esto se ha logrado de modo artificial por medio de
aparatos; por ejemplo, el ventilador, cuyo funcionamiento está basado en el mis-
mo conocimiento, ya que sus aspas provocan succión en un sentido y compresión
en otro, es decir, una presión baja y otra alta, respectivamente.
La compresión provoca una temperatura baja y una brisa suave que da comodi-
dad, debido a que las aspas golpean el aire a l girar y lo comprimen, a la vez que lo
hacen rotar.
Fuera del conocimiento cíclico del aire, con el solo hecho de saber de su existen-
cia, es suficiente para aprovecharlo en los diseños arquitectónicos y cumplir por lo
menos con un aspecto para integrar la arquitectura al medio, simplemente por ser
una sustancia o materia que permite trasmitir las ondas sonoras, pues sin él no
existiría el sonido tal como se conoce. Aunque parezca que los sonidos no tienen
relación con la arquitectura, se comprobará que sí, porque los ruidos, aun siendo
sonidos, resultan desagradables y destruyen el bienestar humano, pues, además
de acabar con la sensibilidad auditiva, provocan trastornos psicológicos en el com-
portamiento humano. Así, la música moderna, las melodías con alto volumen, los
gritos, los ruidos de las grandes urbes, etc., ensordecen a los individuos y, en gra-
do extremo, pueden llevarlos a estados de locura o a serios trastornos nerviosos,
volviéndolos agresivos.
Las fábricas, los aeropuertos y las centrales camioneras son ejemplos arquitectó-
nicos que contribuyen a generar ruido, por lo cual la manera de atacar dicho
problema consiste en proponer soluciones arquitectónicas, por medio de muros
aislantes, cortinas de árboles, silenciadores, etc., que impidan la trasmisión de los
ruidos. Cuando el ruido se deba a causas ajenas a las edificaciones al construir en
las grandes urbes, por el tráfico continuo, siempre será necesario estudiar detalla-
damente la zona donde se proyectará, para detectar los decibeles en que se en-
cuentra. Así, aunque la gente esté acostumbrada al ruido, incluso a dormir con él,
inconscientemente queda afectada a través de los sueños. Si conoce la exactitud
de los decibeles, el arquitecto podrá atacar el problema y proponer los materiales
adecuados según su coeficiente acústico, para evitar la trasmisión, reverberación y
eco de los sonidos.
Los proyectos que requieren mayor atención respecto al ruido son escuelas, hos-
pitales y zonas de espectáculos.
3
Biosfera es e l lugar de la Tierra donde se desarrolla la vida o es posible, y comprende parte de la atmósfera, de !a
tierra y del agua.
22 CAP. 1. ANTECEDENTES
La arquitectura queda
expuesta al espacio
infinito
Luna
O
Rayos solares
Lluvia, granizoy
Presión auDosférica
Vient«
Humedad
Fauna
Relieves orográficos
vi
Más de 6 000 km
pahtldad de „uvla
Vientos (dirección
y velocidad)
24
*
!W
2
El medio ambiente
%
25
a) Latitud: influye directamente en el asoleamiento
b) Altitud: con respecto al nivel del mar
c) Masas de agua: contenido de agua en el aire,
Factores proximidad de lagos, ríos, lagunas, mar, etc.,
del clima lluvias, granizo y nieve
d) Bosques y vegetación
e) Fauna
Medio f) Viento
ambiente
a) Temperatura
b) Precipitación pluvial: lluvia (ml/h), granizo y
Elementos del nieve Medio
clima c) Humedad relativa: temperatura de los bulbos físico
húmedo y seco
d) Presión atmosférica
e) Viento: velocidad y dirección
Recipiente colector
Si
Fiebre Fiebre
97— J
Normal- «j I f - Normal
Banda milimetrada
Tambor giratorio
F Cajas detormables
ü 0 Palancas de
trasmisión
Figura 2.1.
Termómetros
Figura 2.4. Barómetro
registrador
\
dentro de los factores, se consideran fundamentales, por ser los primeros que afec-
tan directamente a los lugares de la Tierra. Como para cada lugar la proporción de
cada elemento es diferente, provoca características distintas q u e se conocen gené-
ricamente con el nombre de clima.
La fauna y la vegetación funcionan como los moderadores del clima, aunque esté
mayormente marcado por parte de la vegetación y en especial por los bosques. Las
moderaciones producidas en zonas pequeñas se llaman microclimas, y las produci-
das en zonas grandes se d e n o m i n a n macroclimas. (Este concepto se puede ampliar
«i en el apéndice 3.)
Como los elementos son los q u e afectan inmediatamente un lugar, el hombre se
ha preocupado por inventar una serie de aparatos que le permitan verificar de for-
ma gradual las cantidades con que intervienen en determinado clima. Gracias a
esto y al conocimiento de la comodidad humana, se puede determinar la cantidad
faltante o sobrante, para que cualquier lugar quede en condiciones agradables para
el bienestar humano. Dichos aparatos son:
I
Anillo metálico
Colector o receptor-
Recipiente para
1* recoger la precipitación
Mecha sumergida
en agua
La figura 1.2 muestra que con sólo considerar el sol, los vientos, la lluvia y la Hume-
dad, es suficiente para integrar la arquitectura al medio. Para ello, son muy útiles los
aparatos que aproximan a la realidad.
Al diseñar con luz solar (ver fig. 2.7), es importante tener en cuenta la temperatura
(a) que proporciona el Sol por m e d i o de su calor, el cual se debe controlar para
que se adecúe ól ser humano. Para ello, es necesario conocer la transformación de
la energía solar cuando choca con determinados materiales de la Tierra, en espe-
cial los ocupados en la construcción. La cantidad de calor d e p e n d e de los rayos
infrarrojos y éstos d e p e n d e n d e l tipo de material, porque los vegetales práctica-
mente no producen rayos infrarrojos. Por ello, mediante los vegetales, el arquitec-
to puede moderar la temperatura circundante o el interior de un local, ya sea al
quitar o agregar calor según lo requiera el ambiente de un lugar determinado. Ade-
más, debe analizar los reflejos solares y la cantidad de rayos que deben introducir-
se al espacio arquitectónico para sanear los locales, con lo cual se evitan gérmenes
patógenos. Asimismo, el arquitecto debe estudiar la trasmisión calorífica a través
de los materiales, y considerar los coeficientes de absorción que tiene cada uno de
ellos, para seleccionar los más adecuados. Con la elección de los materiales se
pueden diseñar parteluces, volados, etc., a f i n de controlar los niveles de ilumina-
ción natural y evitar, hasta donde sea posible, los artificiales, que sólo deberán
ocuparse de noche.
La lluvia (b) muchas veces se olvida, incluso a la hora de programar una obra,
pues no se espera que ésta cause grandes retrasos de trabajo y pérdidas económi-
cas por el mal presupuesto. Otros arquitectos olvidan este elemento a la hora de di-
señar (ver fig. 2.8) y posteriormente, en el proceso de la obra, causan trastornos,
quejas y pérdidas económicas y de tiempo hasta quedar mal con el cliente, porque
el agua se filtra, bota los acabados y maltrata las fachadas. Entonces se dice " j q u é
mala suerte!" y se maldice a la lluvia; pero la verdad es que quien diseñó la obra
se olvidó de ella y no la tuvo en cuenta para nada.
También se d e b e n considerar las pendientes adecuadas al diseñar los techos y
pisos según la región y el clima, además de manejar los escurrimientos del agua
EL MEDIO AMBIENTE 29
Elemento* • Temperatura \
reflejante^ exterior
o difusores]
según jS Montea solar
conveng^
al proyecto]
ros que
netran
Temperatura Temperatura
exterior interior
' Trasmisión
á* calorftica
Temperatura
interior
Detalle
Detalle A
Pijede captarsej
I a cielo abierto.
iltro para
beber
el agua
Registro Almacén grande ombá Óomba
para la época «
de sequía Almacén dmñ
^ ¡ i i i r / / / / ^ w / / ^ para uátf"*
inmediert&'
N o debe tirarse el agua de lluvia al drenaje
antes de usarla. Se almacena, se cuida, se
Válvula de descarga
trata y se purifica para cuando se lava
Impermeabilizante
/K Las tejas pueden
/ \ llevaf impermeabilizante
/ X \ cd / Impermeabilizante
Tipo invernadero
Aire seco
El recipiente captador
de agua puede
ir cerrado
Figura 2.9
Material sediento de agua
OPTI Bk 4
Tm
W m m
GE!
Till
O
N
Oí
Se busca el
mièmo nivel
f i
Em
e »
,
¡^SmAM/wW
de humedad..; 2
Espejo de agua
Aire humedecido
Aire seco
El recipiente captador
de agua puede
ir narrarlo
quiere efectuar lavados y secados d e a i r e , m e d i a n t e equipos d e a c o n d i c i o n a m i e n -
to; sin e m b a r g o , t a m b i é n se p u e d e lograr d e m a n e r a n a t u r a l : h u m e d e c e r con espe-
jos de a g u a , fuentes, v e g e t a c i ó n , etc., d e m a n e r a q u e se f u e r c e a l a i r e a pasar por
ellos, una vez conocidos su sentido y d i r e c c i ó n d e l v i e n t o . Para hacer el secado, se
p u e d e pasar el a i r e por espacios diseñados e s p e c i a l m e n t e para tal efecto, d o n d e
se absorba el a g u a . De este m o d o , se p u e d e utilizar el sol y m a t e r i a l e s a d e c u a d o s
q u e p i e r d e n a g u a con la t e m p e r a t u r a y, a l estar sedientos, le q u i t e n la h u m e d a d al
aire. Para lograr lo a n t e r i o r , se d i s e ñ a n espacios q u e p u e d e n ser cerrados parcial-
mente o abiertos, y después se hace circular el a i r e a las zonas h a b i t a d a s q u e
requieren poca h u m e d a d . En a l g u n o s casos se d e b e provocar el f e n ó m e n o d e in-
vernadero, a f i n d e o b t e n e r a g u a casi para b e b e r , así c o m o a i r e seco (ver f i g . 2.9).
Las h u m e d a d e s d e l suelo, las q u e producen las lluvias y las q u e c o n t i e n e la atmós-
f e r a a f e c t a n d i r e c t a m e n t e a los m a t e r i a l e s , p o r q u e éstos a b s o r b e n a g u a d e d o n d e
sea, d e m o d o q u e p r o v o c a n h u m e d a d y o x i d a c i o n e s q u e no se v e n , y posterior-
m e n t e sólo se c o n t e m p l a su d e s m o r o n a m i e n t o al ser p u l v e r i z a d o s con f a c i l i d a d por
el viento. Rebajados e n sus c o n d i c i o n e s d e resistencia, los m a t e r i a l e s p u e d e n
causar p e l i g r o a l despedazarse, e n e l sentido d e venirse a b a j o , con consecuencias
terribles. Por e l l o , se d e b e n i m p e r m e a b i l i z a r los materiales, a f i n d e q u e q u e d e n
protegidos sin e l m e n o r riesgo, a d e m á s de emplear pendientes adecuadas para la
lluvia, el granizo y la nieve.
A l diseñar (ver fig. 2.10), es i m p o r t a n t e saber q u e el viento ( e y f) es el r e g u l a d o r
de las temperaturas sobre el g l o b o terrestre, a d e m á s d e contener una f u e r z a po-
tencial e n su v e l o c i d a d y dirección. Este ú l t i m o c o n c e p t o se l l a m a energía eólica.
El v i e n t o es el a i r e m i s m o , pero e n m o v i m i e n t o h o r i z o n t a l , p o r q u e constante-
m e n t e se m u e v e e n el sentido vertical, d e b i d o a l c a l e n t a m i e n t o q u e sufre por la
t e m p e r a t u r a . Dicho f e n ó m e n o es poco perceptible, por lo cual parece no moverse,
y se conoce c o m o movimiento de convección del aire. El a i r e t a m b i é n es e l p o r t a d o r d e l
oxígeno, vital para t o d o ser v i v i e n t e ; por e l l o , se d e b e n diseñar las ventilas ade-
cuadas para c a d a local d e d e t e r m i n a d o proyecto) Por m e d i o d e las ventilas se re-
novará el a i r e , h e c h o q u e se l l a m a ventilación. Para e l l o , es necesario a p r o v e c h a r la
v e l o c i d a d d e l v i e n t o , d e m a n e r a q u e se c o n t r o l e c o n el f i n d e q u e su c a m b i o sea
natural y constante, pues si se f u e r z a se convertirá e n a r t i f i c i a l ^ j a d e m á s , se d e b e
cuidar su v e l o c i d a d d e n t r o d e los interiores habitables, para q u e no sea m o l e s t o ni
p e r j u d i c i a l . C u a n d o la f u e r z a d e l v i e n t o sea excesiva, se d e b e r á p r o t e g e r la obra
a r q u i t e c t ó n i c a , e n c u y o caso se r e c o m i e n d a hacer diseños a e r o d i n á m i c o s (ver
fig. 2.10).
De n o hacerse así, d e b e r á n calcularse las estructuras para resistir lo e m b a t e s y
las succiones p r o v o c a d a s por los vientos f u e r t e s ; sin e m b a r g o , t a m b i é n se p u e d e
a p r o v e c h a r esa f u e r z a e ó l i c a , por m e d i o d e captadores p a r a q u e d e n p o t e n c i a m e -
cánica, la c u a l a su vez p u e d a g e n e r a r electricidad.
C a b e señalar q u e es s u f i c i e n t e con lo e s t u d i a d o e n los incisos d e l a) al f). Si se
c u m p l e con todos estos e l e m e n t o s , el a r q u i t e c t o estará d e a c u e r d o con la naturale-
za física; sin e m b a r g o , se r e c o m i e n d a utilizar otros dos factores d e l m e d i o : el vi-
sual y e l psicológico. A u n q u e no sean e l e m e n t o s , ni aspectos m a t e r i a l e s , resultan
d e v i t a l i m p o r t a n c i a para e l ser h u m a n o , sobre todo cuando se trata d e salud mental,
pues u n aspecto es la c o m o d i d a d h u m a n a física y otro e l psicológico. A m b o s fac-
tores v a n a p a r e j a d o s ; no se p u e d e tratar u n o , sin e x a m i n a r e l otro, p o r q u e la re-
c r e a c i ó n visual d a t r a n q u i l i d a d psíquica. Es decir, la estética d e s e m p e ñ a u n p a p e l
importante en los estados de á n i m o d e los individuos; por e j e m p l o , a veces los ar-
quitectos modernos no buscan q u e su proyecto armonice con el contorno. Así, para
EL MEDIO AMBIENTE 33
Cl VIOI l lU fjucuc goi i >• f u i u
obtener fuerza mecánica
o eléctrica mediante un
generador
Con una ventilación errónea se provocan
choques que impiden los desfogues
viciados
t Aquí la arquitectura
se opone al viento
Ventilación cruzada
• Ventilación errónea
Ventilación buena, pero con defectos
°/peui i«
EL AAEDIO AMBIENTE 35
v e z Qe s a l i r a i w n i p u , i ^ u c i i u «a
C o n l o a n t e r i o r m e n t e e x p u e s t o , se p u e d e a s e g u r a r q u e i
m u n d o , i n c l u i d o e l h o m b r e d e s d e su a p a r i c i ó n e n la T i e r r a , q
los e l e m e n t o s y f a c t o r e s m í n i m o s e s t u d i a d o s e n e s t e c a p í t u l o (
mismo tiempo), aun cuando existen obras q u e c u m p l e n con
f a c t o r e s . S ó l o s e h a n d a d o p r i o r i d a d a los q u e e n d e t e r m i n a d
d i o s o s ; p o r e j e m p l o , los p u e b l o s á r a b e s , a l p r o y e c t a r e n e l
c u e n t a los f a c t o r e s m á s t e m i b l e s , c o m o e l c a l o r y e l v i e n t o ,
trabajo y lograron aspectos interesantes, sobre todo en el p
i n c l u s o las c a l l e s f u e r o n d i s e ñ a d a s p a r a c e r r a r los e s p a c i o s a
el f l u j o d e l v i e n t o corriera p a r a refrescar e l a m b i e n t e ; sin e m
c o n j u n t o d e la c i u d a d n o o c u r r i ó d e f o r m a a i s l a d a , es d e c i r ,
casas. A d e m á s , los p u e b l o s á r a b e s t u v i e r o n o t r o s é x i t o s , q u i
nivel urbano, c o m o el a l m a c e n a m i e n t o del a g u a de lluvia,
p a r a a b a s t e c e r s e y r e f r e s c a r s e . A su v e z , e n las p a r t e s c e n t r a l
tes, e s p e j o s d e a g u a , e t c . , q u e a p r o v e c h a r o n p a r a h a c e r desc
interior. T a m b i é n los m a y a s , g r a n d e s a s t r ó n o m o s , p r o y e c t a r o
efectos interesantes, como el del Kukulkán en Chichón I
e q u i n o c c i o s e p r o y e c t a la s o m b r a d e la s e r p i e n t e c o m o si fc
y r e m a t a r a c o n las c a b e z a s f i j a s d e ía p i e d r a . A l m i s m o v i
lograron efectos d e sonidos.
1
— e===áa^! — I' iM-tnwn a n / T t m
para ellos el más im-
5za, pero no al medio
3
Concepto de latitud
De acuerdo con los puntos importantes d e l m e d i o a m b i e n t e s e g ú n la f i g u r a 1.1,
los cuales se listan e n el c u a d r o sinóptico d e l c a p í t u l o 2, el p r i m e r o e n o r d e n es la
latitud, concepto q u e se estudiará m i n u c i o s a m e n t e c o m o parte f u n d a m e n t a l d e
la integración al medio. El g l o b o terrestre tiene dos movimientos importantes, entre
otros: uno d e r o t a c i ó n sobre su e j e i m a g i n a r i o y otro d e traslación a l r e d e d o r d e l
Sol. A m b o s m o v i m i e n t o s son d e vital i m p o r t a n c i a para la f o r m a c i ó n d e los distintos
climas existentes e n el m u n d o .
MOVIMIENTO DE ROTACIÓN
37
Eje imaginario Eje imaginario Eje imaginario
Par de fuerzas
LATITUD
1
Si s e o p l i c o r o a l t r o m p o e l p o r d e f u e r z a s e n o t r o s e n t i d o ( p o r e j e m p l o , e n e l t r a n s v e r s a l ) , e l e j e n o s e r i a t a n e v i -
d e n t e y se u b i c a r í a s e g ú n los p e s o s d e sus m a s a s e n r e l a c i ó n c o n los f u e r z a s o p l i c o d o s .
38 CAP. 3. LATITUD
Figura 3.4 Fig. 3.5. Campo magnótico
LATITUD 39
D e b i d o o los condiciones señalados, la latitud causa la v a r i e d a d d e climas q u e
hay e n el m u n d o , pues cada lugar d e la Tierra q u e d a contenido en un p a r a l e l o q u e
se presenta d e m a n e r a d i f e r e n t e con respecto a l Sol. Esto q u i e r e decir q u e si se
toma cualquier punto de la esfera terrestre, por la curvatura que presenta, la con-
centración d e calor será d i f e r e n t e (ver fig. 3.6).
En la f i g u r a 3.6 se observa q u e , respecto a la curvatura d e la Tierra, existen pun-
tos q u e q u e d a n con distancia m i n í m a A e n referencia a l Sol y puntos q u e q u e d a n
con distancia m á x i m a B. Los primeros logran mayor concentración d e calor,
mientras q u e los segundos a l c a n z a n m e n o r calor, d e b i d o a q u e los rayos solares
a ú n d e b e n recorrer una distancia igual a la d e l r a d i o d e la Tierra. En este recorrido
p i e r d e n más energía, por las impurezas d e la atmósfera y por la fricción q u e t i e n e n
los rayos solares con dichas partícuias. Si a lo anterior se a g r e g a q u e el rayo solar
es tangente e n el punto 8, depositará m e n o r c a n t i d a d d e calor.
Lo anterior d e t e r m i n a q u e la distribución d e calor no sea igual e n toda la superfi-
cie d e la Tierra y existan diferencias d e un sitio a otro. Esto no ocurriría si la presen-
tación geométrica d e la Tierra con respecto al Sol f u e r a p l a n a (ver fig. 3.7). Si se
prescindiera d e la curvatura d e l Sol, la calorimetría sería u n i f o r m e para cualquier
punto o lugar d e la Tierra.
Si tuera plana
la Tierra
Sol
Figura 3.7
40
4
Movimiento
de trasloción
El m o v i m i e n t o d e 1o Tierra a l r e d e d o r d e l Sol n o es d e f o t m a c i r c u l a r , sino
elíptica. La e l i p s e q u e d e s c r i b e la Tierra t i e n e p o c a e x c e n t r i c i d a d y se le d e n o m i n a
eclíptica; por su p a r t e , e l Sol está s i t u a d o e n u n o d e sus focos (ver f i g . 4.1). Este m o -
v i m i e n t o es d e v i t a l i m p o r t a n c i a p a r a la f o r m a c i ó n d e los d i f e r e n t e s c l i m a s en e l
m u n d o y los c a m b i o s d e e s t a c i ó n , d e b i d o a q u e e l e j e d e r o t a c i ó n d e la Tierra está
a 23° 27' e n r e l a c i ó n c o n la p e r p e n d i c u l a r d e l p l a n o q u e c o n t i e n e d i c h o m o v i m i e n -
to. Si h u b i e r a e s t a d o a 9 0 ° e n r e l a c i ó n c o n e l p l a n o o r b i t a l , n o h a b r í a s i d o t a n im-
p o r t a n t e . Esta r e p r e s e n t a c i ó n se m u e s t r a sobre u n a m o n t e a g e o m é t r i c a e n la f i g u r a
4.2, en la q u e el m o v i m i e n t o o r b i t a l es u n p l a n o h o r i z o n t a l y e l Sol está casi e n e l
centro. En la p r o y e c c i ó n v e r t i c a l se a p r e c i a q u e e l e j e d e la Tierra está a 9 0 ° c o n
respecto a l p l a n o o r b i t a l . En estas c o n d i c i o n e s , e n t o d o e l m u n d o y d u r a n t e t o d o e l
a ñ o los días y las noches son i g u a l e s , es d e c i r , 12 horas d i u r n a s y 12 horas noctur-
nas, r e s p e c t i v a m e n t e , d e m o d o q u e se e v i t a n las estaciones d e l a ñ o .
A f o r t u n a d a m e n t e , e l e j e d e r o t a c i ó n d e la Tierra está a 2 3 ° 27', lo c u a l p r o v o c a
los d i f e r e n t e s c a m b i o s d e e s t a c i ó n , d e b i d o a la p o s i c i ó n d e d i c h o e j e d e r o t a c i ó n
en r e f e r e n c i a a l Sol, d e m a n e r a q u e e x i s t e n d i f e r e n c i a s d e a s o l e a m i e n t o por la f o r -
ma e n q u e g i r a n los puntos. Así pues, la i n c l i n a c i ó n d e l e j e , la r o t a c i ó n d e la Tierra
y el m o v i m i e n t o d e t r a s l a c i ó n o r i g i n a n los c a m b i o s d e e s t a c i ó n . La f i g u r a 4.3
muestra e l m o v i m i e n t o d e t r a s l a c i ó n e n un d i b u j o g e o m é t r i c o d e m o n t e a b i p l a n a r .
En p r o y e c c i ó n v e r t i c a l , se o b s e r v a la e c l í p t i c a c o n t e n i d a e n u n p l a n o h o r i z o n t a l ,
d o n d e el e j e d e la Tierra t i e n e u n á n g u l o d e 23° 27', c o n r e s p e c t o a la p e r p e n d i c u -
lar d e l p l a n o . A q u í la l a t i t u d c o b r a i m p o r t a n c i a d e b i d o a l m o v i m i e n t o d e r o t a c i ó n ,
ya q u e los distintos l u g a r e s d e la Tierra, por la p r e s e n t a c i ó n d e l e j e a n t e el Sol, n o
reciban e l m i s m o a s o l e a m i e n t o d u r a n t e el a ñ o . C o m o se p u e d e a p r e c i a r en e l di-
b u j o g e o m é t r i c o d e la f i g u r a 4.3, e l e j e d e la Tierra s i e m p r e se c o n s e r v a c o m o u n a
recta f r o n t a l y m a n t i e n e su i n c l i n a c i ó n d e 2 3 ° 27', c o n lo c u a l p r o p i c i a q u e unas ve-
41
ees el Polo N o r t e se h o l l é e n d i r e c c i ó n a l Sol y otras sea e l Polo Sur, a n t e la i n m o v i -
l i d a d d e l astro rey (ver f i g . 4.3, p r o y e c c i ó n vertical).
La Tierra, c o n su e j e i n c l i n a d o , p o d r i a girar a l r e d e d o r d e l Sol en u n a m i s m a posi-
c i ó n ; d e ser así, e n esta s i t u a c i ó n t a m p o c o existirían c a m b i o s d e estación d u r a n t e
el a ñ o , p o r q u e se conservarían s i e m p r e iguales las posiciones d e los puntos e n re-
lación con el Sol (ver fig. 4.4). En esta figura sólo existe una latitud con asolea-
m i e n t o m á x i m o e n t o d o el a ñ o (siempre caluroso) y otra latitud con ausencia d e l
Sol (siempre frío). La calurosa es el p a r a l e l o d e 23° 27' (latitud norte), p o r q u e d u -
rante t o d o el a ñ o t i e n e s i e m p r e los rayos solares p e r p e n d i c u l a r e s a é l ; a d e m á s ,
t i e n e e l día más l a r g o q u e la noche, según se a p r e c i a en la f i g u r a 4.4, con e l
círculo m a r c a d o íntegro e n u n a recta, d e r a y a y dos puntos. El l u g a r más f r í o es el
Polo Sur a los 90° d e latitud: por más q u e g i r e , n u n c a p o d r á tener el Sol d e frente.
Sucede lo contrario con e l Polo N o r t e , e n el sentido d e n o p o d e r quitarse a l Sol d e
e n c i m a (ver f i g . 4.4).
D e b i d o a q u e el e j e d e la Tierra conserva su posición con respecto a todo el rede-
d o r , con e x c e p c i ó n d e l Sol, q u e se presenta d e m a n e r a s distintas d u r a n t e c a d a
é p o c a d e l a ñ o , el a s o l e a m i e n t o c a m b i a t o t a l m e n t e d e u n p e r i o d o a otro. Para re-
calcar este efecto, c a b e dar u n e j e m p l o , pues el d e s p l a z a m i e n t o q u e hace e l e j e
d e la Tierra a través d e l m o v i m i e n t o d e traslación es c o m p a r a b l e con el j u e g o me-
cánico d e l látigo, p o r q u e los carritos, c u a n d o l l e g a n a los puntos extremos, efec-
t ú a n u n a especie d e saltos y c o n t i n ú a n su viaje. Así, el e j e d e la Tierra t a m b i é n
t i e n e sus saltos q u e se l l e v a n a c a b o e n los solsticios. Precisamente e l s i g n i f i c a d o
d e la p a l a b r a solsticio es salto, el cual, c o m o e n el j u e g o m e c á n i c o , se p r o d u c e en
los puntos e x t r e m o s ( e j e m p l i f i c a d o s e n la f i g u r a 4.3), d o n d e tanto en p r o y e c c i ó n
vertical c o m o e n h o r i z o n t a l los solsticios se h a l l a n a la d e r e c h a y a la izquierda.
Si se o b s e r v a n los puntos e x t r e m o s e n la f i g u r a 4.3, i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e la
i n c l i n a c i ó n con q u e l l e g a n los rayos solares a l m i s m o p u n t o d e l g l o b o t e r r á q u e o ,
c o m p r e n d e r á por q u é existen c a m b i o s d e estación, ya q u e los días y las noches
c a m b i a n n o t a b l e m e n t e d e u n e x t r e m o a otro (ver fig. 4.5). Para e j e m p l i f i c a r lo a n -
terior, se t o m a c o m o muestra e l p a r a l e l o d e la Tierra d e 23° 27' latitud norte, q u e
42 CAP. 4. TRASLACIÓN
Figura 4.2
Solsticio de
verano
Plano que contiene
el movimiento
Trópico de ty
Capricornio
Trópico de Ecuador
Cáncer
vera
Solsticio de
/invierno
Equinoccio de
otoño
F i g u r a 4.3
Figura 4.4
N
c o r r e s p o n d e o l Trópico d e Cáncer. En e l l a d o i z q u i e r d o d e la f i g u r a 4.5 se observa
q u e el día ( r e p r e s e n t a d o con la letra d) es más largo q u e la noche (representado
c o n la letra n); e n c a m b i o , e n el l a d o d e r e c h o sucede lo contrario. Por tanto, h a b r á
m a y o r a s o l e a m i e n t o e n el l a d o i z q u i e r d o q u e e n e l d e r e c h o .
A l desarrollar la teoría d e la c a l o r i m e t r í a , se c o m p r u e b a la v e r a c i d a d d e lo q u e
ocurre e n las estaciones d e l a ñ o ; por e j e m p l o , si se e x p e r i m e n t a con d e t e r m i n a d o
c u e r p o , se c a l i e n t a d u r a n t e cierto t i e m p o y l u e g o se d e j a e n f r i a r e l m i s m o t i e m p o ,
p o s i b l e m e n t e q u e d a r á e n las m i s m a s c o n d i c i o n e s d e t e m p e r a t u r a q u e tenía cuan-
d o se i n i c i ó el e x p e r i m e n t o . Si se r e p i t e la o p e r a c i ó n e n las mismas c o n d i c i o n e s , el
ciclo p e r m a n e c e r á constante; p e r o si a l d e j a r l o e n f r i a r n o a l c a n z a su estado i n i c i a l ,
se a l t e r a r á e l ciclo d e m a n e r a g r a d u a l a m e d i d a q u e se repita e l e x p e r i m e n t o .
El e x p e r i m e n t o se a g r a v a si el t i e m p o d e e n f r i a m i e n t o es m e n o r o m a y o r q u e e l
c a l e n t a d o ; d e esta m a n e r a , si es m e n o r , se p r o d u c i r á u n s o b r e c a l e n t a m i e n t o ,
el cual, a p l i c a d o a la Tierra con el día y la noche, se conoce c o m o verano. En cambio,
c u a n d o se c a l i e n t a m e n o s t i e m p o y es m a y o r el p e r i o d o d e e n f r i a m i e n t o , se inicia
cada ciclo d e l e x p e r i m e n t o con una t e m p e r a t u r a más b a j a . A l ser r e p e t i d o s los
ejercicios, se p r o d u c e u n e n f r i a m i e n t o , q u e a p l i c a d o e n la Tierra es e l i n v i e r n o (ver
e l l a d o d e r e c h o d e la f i g . 4.5).
A h o r a se a p r e c i a c l a r a m e n t e la situación d e la Tierra e n r e l a c i ó n c o n e l calenta-
m i e n t o . Si a esto se a ñ a d e la i n c l i n a c i ó n d e los rayos solares, q u e se r e l a c i o n a n
con la c o n c e n t r a c i ó n d e calor, a l ocupar las u n i d a d e s d e k i l o c a l o r í a s (kcal) se ob-
t e n d r á n c o m o m á x i m o 800 kcal e n u n a hora (h) y c o m o m í n i m o 0 kcal, es decir, se-
g ú n la i n c l i n a c i ó n d e los rayos solares sobre la s u p e r f i c i e a la q u e c a e n , la con-
c e n t r a c i ó n d e calor v a r i a r á d e 0 a 800 k c a l / h e n un m 2 .
Para calcular d i c h a i n t e n s i d a d calorífica, es necesario basarse e n la f ó r m u l a
siguiente: / = 800 k c a l / h m 2 ^ sen a, d o n d e a es el á n g u l o que f o r m a el rayo solar
sobre la s u p e r f i c i e h o r i z o n t a l d e c u a l q u i e r lugar d e la Tierra (ver f i g . 4.6).
En la f i g u r a 4.6 es e v i d e n t e q u e la i n c l i n a c i ó n d e l r a y o solar varía d e u n lugar a
otro, por la c u r v a t u r a esférica q u e t i e n e la Tierra, p o r q u e p r i n c i p a l m e n t e los rayos
d e l Sol son p a r a l e l o s c o m o consecuencia d e su m a g n i t u d y d e la distancia a la q u e
se e n c u e n t r a e n r e l a c i ó n c o n la Tierra, por lo c u a l no t i e n e efectos d e p r o y e c c i ó n
cónica.
23°2r /
Solsticio de Solsticio de
verano invierno
Figura 4.5
46
La i n c l i n a c i ó n d e l á n g u l o a se o b t i e n e p o r la d i f e r e n c i a d e l a t i t u d e s q u e e x i s t e
entre e l lugar q u e e n ese m o m e n t o t i e n e n los r a y o s a 9 0 ° y e l l u g a r d o n d e s e
q u i e r e conocer e l á n g u l o a ; d i c h a d i f e r e n c i a se r e s t a a 9 0 ° ( p o r ser e l l u g a r d e l c é -
nit en ese m o m e n t o ) . En e l e j e m p l o d e la f i g u r a 4 . 6 c o r r e s p o n d e a l T r ó p i c o d e C á n -
cer. Lo q u e resulte d e esto ú l t i m o es ar; p o r e j e m p l o , se q u i e r e c o n o c e r a e n e l
Círculo Polar Ártico. A su l a t i t u d se resta la d e l T r ó p i c o d e C á n c e r ( 6 6 ° 3 3 ' — 2 3 ° 2 7 '
= 43° 06') y e n s e g u i d a este r e s u l t a d o se resta d e 9 0 ° ( 9 0 ° — 4 3 ° 0 6 ' = 46° 54').
Esto ú l t i m o c o r r e s p o n d e a l á n g u l o a (ver f i g . 4 . 6 ) .
Uno vez q u e se c o n o c e a , se p o d r á a p l i c a r la f ó r m u l a d e la i n t e n s i d a d c a l o r í f i c a .
Para el caso (1), q u e está a n o t a d o e n la f i g u r a 4.6, la i n t e n s i d a d es: I = 800 k c a l / h m 2
^ sen 90° ( e n la t a b l a d e senos, 9 0 ° es i g u a l a 1); p o r t a n t o , / = 8 0 0 k c a l / h m 2 , a l a
cual corresponde la m á x i m a c o n c e n t r a c i ó n d e c a l o r .
Para e l caso (2): / = 800 k c a l / h m 2 $ sen 0 o ; p e r o s e n 0 o es i g u a l a 0, l o c u a l d a
c o m o resultado q u e I = 0 k c a l / h m 2 , y se o b t i e n e la n u l i f i c a c i ó n d e l a c o n c e n t r a -
c i ó n d e calor.
Los casos i n t e r m e d i o s se o b t i e n e n i g u a l m e n t e p o r m e d i o d e la f ó r m u l a d e l a c o n -
centración correspondiente de calor; desde luego, deberá ser superior a
0 k c a l / h m 2 e i n f e r i o r a 800 k c a l / h m 2 .
Según los c o n o c i m i e n t o s d e la c a l o r i m e t r í a , la T i e r r a t i e n e z o n a s b i e n d e f i n i d a s
por la d i s t r i b u c i ó n d e l c a l o r , s e g ú n la f o r m a d e c a e r los r a y o s s o l a r e s .
La zona tórrida o caliente es a q u e l l a e n la c u a l los r a y o s d e l Sol c a e n , p o r l o m e n o s
un día a l a ñ o , a 9 0 ° . D i c h a z o n a q u e d a c o m p r e n d i d a e n t r e l o s t r ó p i c o s d e C á n c e r y
d e C a p r i c o r n i o (ver fig. 4.7). Esto se m u e s t r a e n las f i g u r a s 4 . 1 y d e la 4 . 3 a l a 4 . 6 .
En la f i g u r a 4.3, sobre la p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l , es n o t o r i o q u e l o s r a y o s d e l S o l
son p e r p e n d i c u l a r e s a l e c u a d o r , t a n t o e n e l e q u i n o c c i o d e p r i m a v e r a c o m o e n e l
d e otoño. A l l a d o i z q u i e r d o , e n la p r o y e c c i ó n v e r t i c a l se a p r e c i a e l s o l s t i c i o d e v e -
rano, en e l c u a l los rayos solares c a e n a 9 0 ° , p r e c i s a m e n t e e n e l l í m i t e , a l n o r t e ,
sobre el Trópico d e C á n c e r , p e r o m á s a l n o r t e j a m á s se o b t e n d r á u n r a y o o r t o g o n a l .
En la m i s m a f i g u r a 4.3, d e l l a d o d e r e c h o y e n p r o y e c c i ó n v e r t i c a l se o b s e r v a h a c i a
el sur el otro l í m i t e sobre e l T r ó p i c o d e C a p r i c o r n i o e n e l s o l s t i c i o d e i n v i e r n o , d o n -
d e los rayos d e l Sol c a e n p e r p e n d i c u l a r e s , p e r o m á s a l sur j a m á s c a e r á n a 9 0 ° . Esto
q u i e r e decir q u e la v a r i a c i ó n d e c a l o r a las 12 h o r a s d e l d í a s o b r e e l e c u a d o r e s d e
Figura 4.6.
47
La i n c l i n a c i ó n d e l á n g u l o a se o b t i e n e por la d i f e r e n c i a d e latitudes q u e existe
entre el lugar q u e e n ese m o m e n t o t i e n e n los rayos a 90° y el lugar d o n d e se
q u i e r e conocer el á n g u l o a ; d i c h a d i f e r e n c i a se resta a 90° (por ser el lugar d e l cé-
nit e n ese m o m e n t o ) . En el e j e m p l o d e la f i g u r a 4.6 corresponde a l Trópico d e Cán-
cer. Lo q u e resulte d e esto ú l t i m o es a ; por e j e m p l o , se q u i e r e conocer a e n e l
Círculo Polar Ártico. A su l a t i t u d se resta la d e l Trópico d e Cáncer (66° 33' — 23° 27'
= 43° 06') y e n s e g u i d a este resultado se resta d e 9 0 ° (90° — 43° 06' = 46° 54').
Esto ú l t i m o corresponde a l á n g u l o a (ver f i g . 4.6).
Una vez q u e se conoce a , se p o d r á a p l i c a r la f ó r m u l a d e la intensidad calorífica.
Para el caso (1), que está anotado en la figura 4.6, la intensidad es: I = 800 k c a l / h m 2
sen 90° (en la t a b l a d e senos, 90° es igual a 1); por tanto, / = 800 k c a l / h m 2 , a la
c u a l corresponde la m á x i m a c o n c e n t r a c i ó n d e calor.
Para el caso (2): / = 800 k c a l / h m 2 sen 0 o ; p e r o sen 0 o es igual a 0, lo cual d a
2
c o m o resultado q u e / = 0 k c a l / h m , y se o b t i e n e la n u l i f i c a c i ó n d e la concentra-
c i ó n d e calor.
Los casos i n t e r m e d i o s se o b t i e n e n i g u a l m e n t e por m e d i o d e la f ó r m u l a d e la con-
c e n t r a c i ó n c o r r e s p o n d i e n t e d e c a l o r ; desde l u e g o , d e b e r á ser superior a
0 k c a l / h m 2 e inferior a 800 k c a l / h m 2 .
Según los c o n o c i m i e n t o s d e la c a l o r i m e t r í a , la Tierra t i e n e zonas b i e n d e f i n i d a s
por la d i s t r i b u c i ó n d e l calor, según la f o r m a d e caer los rayos solares.
La zona tórrida o caliente es a q u e l l a en la cual los rayos d e l Sol c a e n , por lo menos
un día a l a ñ o , a 9 0 ° . Dicha z o n a q u e d a c o m p r e n d i d a entre los trópicos d e Cáncer y
d e C a p r i c o r n i o (ver fig. 4.7). Esto se muestra e n las f i g u r a s 4.1 y d e la 4.3 a la 4.6.
En la f i g u r a 4.3, sobre la p r o y e c c i ó n horizontal, es n o t o r i o q u e los rayos d e l Sol
son p e r p e n d i c u l a r e s a l e c u a d o r , t a n t o en el e q u i n o c c i o d e p r i m a v e r a c o m o en el
d e otoño. A l l a d o izquierdo, e n la p r o y e c c i ó n vertical se a p r e c i a e l solsticio d e ve-
r a n o , e n el cual los rayos solares caen a 9 0 ° , p r e c i s a m e n t e en e l límite, a l norte,
sobre e l Trópico d e Cáncer, p e r o más a l norte jamás se o b t e n d r á un r a y o o r t o g o n a l .
En la m i s m a f i g u r a 4.3, d e l l a d o d e r e c h o y e n p r o y e c c i ó n vertical se observa hacia
el sur e l otro l í m i t e sobre e l Trópico d e C a p r i c o r n i o e n e l solsticio d e i n v i e r n o , d o n -
d e los rayos d e l Sol c a e n p e r p e n d i c u l a r e s , p e r o más a l sur jamás c a e r á n a 90°. Esto
q u i e r e decir q u e la v a r i a c i ó n d e calor a las 12 horas d e l día sobre el e c u a d o r es d e
29» 27'
Figura 4.6
47
I
90° I Norie
66°33 66"33" 66°33' - Zona glacial àrtica. 66*33"
66° 33 66°33 66
°33- 660330
90° ] Sur
90° a 66° 33', según la f i g u r a 4.6, lo cual provoca que sea totalmente caluroso.' En Figura 4.7
cambio, para cualquiera de los trópicos hay una variación d e 90° a 43° 0 6 ' , lo cual Figura 4.8
indica que existe una época d e m u c h o calor y otra de poco asoleamiento, que se-
ñalan el límite de la zona templada.
La zona fría, d o n d e el Sol no aparece desde un día hasta en seis meses, está
c o m p r e n d i d a desde el Círculo Polar Ártico hasta el Polo Norte, y del Círculo Polar
Antàrtico hasta el Polo Sur (ver fig. 4.7). La razón se manifiesta en la f i g u r a 4.5, en
la cual d e l lado derecho se p u e d e apreciar que, por más que gire el Círculo Polar
Ártico, jamás podrá obtener los rayos del Sol; y a la inversa, por más que gire el
Círculo Polar Antàrtico, el Sol no se podrá eliminar. Cabe aclarar que, a u n cuando
reciba al Sol d e manera continua, nunca alcanza las temperaturas de la zona ca-
liente, d e b i d o a la inclinación con que llegan los rayos solares. Esta circunstancia
favorece a la Tierra, porque dicho calor no es suficiente para derretir totalmente la
zona glacial; de lo contrario, provocaría inundaciones en las partes más bajas d e
la Tierra. Lo mismo sucede en la figura 4.5 del lado izquierdo, pero a la inversa con
respecto a los polos Norte y Sur. La variación d e calor es de 0 o a 46° 54', según la
figura 4.6, sobre cualquiera d e los círculos polares a las 12 del día, mientras que
para los puntos del Polo Sur o Norte es d e 0 o a 23° 27'.
La zona templada surge ante la idea de mezclar lo caliente con lo frío. La parte in-
termedia que queda comprendida entre el Círculo Polar Ártico y el Trópico de Cán-
cer es una zona templada, al igual que la f o r m a d a por el Círculo Polar Antàrtico y
el Trópico d e Capricornio.
Algunos geógrafos d i v i d e n la zona t e m p l a d a en dos partes: la caliente y la fría.
La primera va de los 23° 27' a los 45° de latitud norte o sur, y la segunda d e los 45°
hasta los 66° 33' (ver fig. 4.8).
La variación del calor en la zona templada, según la figura 4.6, va d e 0 o a 90°.
Esto indica que es una zona extremosa y abarca todos los registros de la variación
de calor. Precisamente ahí son más notorios los cambios d e las estaciones.
'Esto variación de color no es en grados de temperatura, sino de inclinación solar que corresponden al ángulo a; sin
embargo, medíanle la fórmula de lo intensidad calorífica se pueden obtener las kilocalorias correspondientes y las
temperaturas por medición directa con termómetros.
48 CAP. 4. TRASLACIÓN
5
Las estaciones
del año
Las e s t a c i o n e s d e l a ñ o son los c a m b i o s q u e s u f r e e l c l i m a d e u n l u g a r por su lati-
t u d e n r e l a c i ó n c o n e l Sol. Sus causas p r i m o r d i a l e s son e l c a m b i o d e t e m p e r a t u r a ,
la v a r i a c i ó n d e los r a y o s i n f r a r r o j o s p o r i n c l i n a c i ó n d e l Sol, la d i f e r e n c i a e n horas
d e l d í a c o n la n o c h e y la i n t e n s i d a d d e los rayos u l t r a v i o l e t a ( v e r f i g . 5.1).
Equinoccio de primavera
21 de marzo
Solsticio de verano
21 de junio
lo, de enero
Solsticio de
invierno
l o . de julio
21 de diciembre
Equinoccio de otoño
21 de septiembre
Figura 5.1
Como se vio en los capítulos 3 y 4, la distribución del calor no es uniforme. Según
el recorrido de la Tierra a través de su órbita de traslación, habrá cierta zona cuyos
rayos solares estén con una inclinación alrededor de los 90° (verano) y otro cuya
inclinación solar descienda a los 0° (invierno).
Otro aspecto que hace evidente los cambios de estación es la variación de los ra-
yos ultravioleta; los rayos solares contienen gran cantidad de ellos, de modo que si
éstos llegaran intactos a la Tierra destruirían toda forma de vida, aunque también
su ausencia provocaría el mismo efecto. Hasta cierto grado, los rayos ultravioleta
favorecen la vida. Al ser paralelos los rayos solares, en el momento de ser filtrados
por la capa de ozono, existen zonas más filtradas por la misma forma esférica que
tiene, pues se agranda la distancia (d) al atravesar la capa de ozono (ver fig. 5.2).
Esto ocasiona que los rayos solares lleguen con menor cantidad de rayos ultravioleta,
y si a esto se agrega la diferente intensidad en cada estación, las plantas en alguna
época ya no responden con la misma fuerza, disminuye su fotosíntesis y mueren
parcialmente; sin embargo, vuelven a la vida cuando en otra época se intensifica
la energía solar y aumenta la concentración de los rayos ultravioleta (como la
chispa en los automóviles) fomenta la vida que empieza a resurgir. Algo parecido
sucede a los animales, sobre todo en su estructura ósea.
Dichos fenómenos se relacionan con la cantidad de rayos ultravioleta, y provo-
can las diferentes entradas de las estaciones del año.
Los observatorios meteorológicos son los encargados de confirmar las fechas y
horas de las entradas exactas d e cada estación del año. 1
Para finalizar con el movimiento de traslación, la órbita que rige tal movimiento
se divide en 12 etapas, las cuales corresponden a los 12 meses y se les ha asignado
una constelación de estrellas, por corresponderles en ese momento un mismo pla-
no (Sol, Tierra y constelación). Por ellos se rigen los horóscopos (ver fig. 5.3). Al
igual que las estaciones del año, en este texto se les asignan los días 21.
Las constelaciones quedan comprendidas dentro de una bóveda celeste, cuya
forma es un elipsoide similar a la esférica (ver fig. 5.3), por tener poca excentrici-
dad la eclíptica.
En la órbita de traslación también hay dos puntos importantes: a) el perihelio,
cuando la Tierra está más cerca del Sol, y b) el afelio cuando se encuentra más ale-
jada del Sol. El primero ocurre el l o . de enero, y el segundo el l o . de julio. Sus dis-
tancias respectivas son 147 000 000 km y 151 000 000 km.
En otra época, cuando se consideraba a la Tierra el centro de todo, a la bóveda
sideral se le proporcionaban los mismos puntos cardinales y se suponía que el Sol
giraba en una órbita, cuyo plano estaba a 23° 27' en relación con el eje de la Tierra
(ver fig. 5.4). Por tal situación, la esfera celeste también tuvo un ecuador paralelo
al de la Tierra.
Con esta idea y con base en las constelaciones, se explicó la permanencia del
movimiento de traslación, pues casualmente ocurrió que en los solsticios las cons-
telaciones coincidieran: en el punto más bajo (capricornio o la cabra) y en el punto
más alto (cáncer o el cangrejo). La primera, a l llegar la Tierra, daba un tope a ésta
y la impulsaba nuevamente; la segunda, al llegar al cangrejo, la hacía retroceder, y
así se continuaba el movimiento de manera estable (ver fig. 5.4).
Cuando la Tierra está más retirada del Sol, gira más lentamente, pero cuando se
localiza más cerca de él gira con mayor rapidez. Por ello, capricornio queda antes
' Para efectos de la montea solar estudiada en este texto, los días de entrada serán: los equinoccios, el 21 de marzo y
el 21 de septiembre; el solsticio de verano, el 21 de junio; el solsticio de invierno, el 21 de diciembre. Además, se con-
sidwa que el arto es de 360 días.
Bóveda celeste
Tauro
Aries
21 de marzo v»
Géminis Equinoccio de primavera
Piscis
mayo Tierra
Tierra
xero
Tierra
Tierra
Acuario
21 de enero
Cáncer
!1 de junio
Tierra
Tierra
Solsticio de verano
1o. de eneri
Afelio ¡helio \ 21 de diciembre
Tierra
/ "—¿Capricornio
Solsticio ae invierno
Tie,ra
1 de j u l i o !
Tierra
Tierra
Tierra Sagitario
Tierra
21 depctubre
51
il.,
tl-l
Bóveda celeste
Figura 5.4
del perihelio, de modo que se creía que su rapidez era producto del impulso recibido
de la cabra. Lo curioso de esto es que en el otro solsticio, la Tierra iba lentamente,
porque conforme ascendía perdía fuerza y el cangrejo la regresaba, para que al
caer tomara nuevo impulso y con un nuevo tope de la cabra volviera a subir (ver
fig. 5.4).
Tales conceptos han cambiado, pero lo que no ha cambiado es que cuando la
Tierra se encuentra más cerca del Sol gira con mayor rapidez, y cuando está más
alejado gira más lentamente. Dicha realidad obliga a tener dos tipos de horarios
en el mundo; el sideral o de las estrellas, y el astronómico o del Sol. De los dos se
obtiene un promedio para dar la hora exacta. Cada país y ciudad importante tiene
su observatorio que se encarga de hacer tal corrección. Por ello, en el mundo no
existen relojes con precisión absoluta. 2
2
La presentación del eje de rotación de la Tierra ante el Sol ocasiona que las diferentes estaciones no ocurran una a
una en todo el año, porque la situación del hemisfero norte no es igual a la del hemisferio sur (ver figs. 4.1 y 4.2). Cuan-
do es verano |Xjro el hemisferio norte, es invierno jsaro el hemisferio sur y viceversa. Lo mismo ocurre con la primavera
y el otoAo: cuando en uno de los hemisferios es primavera (primera etapa de calor), en el otro es otoño. En este libro,
todo está referido al hemisferio norte, donde se concentra la mayor parte de la Tierra.
53
21 de marzo
Equinoccio de
orimavera
21 de junio 21 de diciembre
Solsticio de
Solsticio de
Invierno
verano
Trópico de Cáncer
Trópico de Capricornio
21 de septiembre
Equinoccio de
otoño
de 23° 27' en relación con la perpendicular d e l lugar, o 66° 33' con respecto a l ho-
rizonte.
La figura 6.2 muestra esta nueva posición d e l Sol ante determinado punto d e l
ecuador, indicada por otra línea recta, girada un ángulo de 23° 27' hacia el norte
en relación con la perpendicular. Para el solsticio de invierno, la situación cambia
a l otro extremo; según se aprecia en la figura 6.1, ahora el Sol parece venir d e l sur
con una inclinación de 23° 27' con referencia a la vertical d e l lugar. También en la
figura 6.2 está ubicada la línea de donde provienen los rayos solares, con la incli-
nación q u e le corresponde hacia el sur. La misma figura 6.2 muestra tres hemiciclos
que cortan a las rectas mencionadas, para señalar que lo único importante es saber
de dónde proceden los rayos sin conocer la distancia, sobre todo si se considera
que puede ser una representación en escalas diferentes. Como se observa clara-
mente, la inclinación d e l rayo se conserva en los tres hemiciclos, incluso si las tres
líneas rectas son cortadas por otra, que a su vez sea tangente el hemiciclo mayor, y
pasa por el punto de intersección de la perpendicular d e l lugar.
La figura 6.3 muestra lo mismo, pero sólo con un hemiciclo y la recta tangente.
Dicha representación está en una montea geométrica biplanar. Para distinguirse lo
* w Figura 6.3
q u e ocurre e n e l e s p a c i o e n proyecciones, se s i m p l i f i c a n a l g u n o s t é r m i n o s a f i n d e ,
representarlos e n puntos d e p r o y e c c i ó n (vertical y horizontal). El solsticio d e v e r a n o
se i n d i c a r á c o m o SV, e l d e i n v i e r n o c o m o SI, los e q u i n o c c i o s d e p r i m a v e r a y o t o ñ o ,
c o m o EP y EO, r e s p e c t i v a m e n t e .
La f i g u r a 6 . 3 muestra q u e n o h a y a l t e r a c i ó n e n c u a n t o se t o m a e l h e m i c i c l o o la
recta t a n g e n t e para los efectos q u e se p r e t e n d e n . En p r o y e c c i ó n vertical se a d v i e r -
te la i n c l i n a c i ó n d e los rayos e n r e l a c i ó n con e l p l a n o h o r i z o n t a l , y e n p r o y e c c i ó n
horizontal se observa la d i r e c c i ó n d e l r a y o q u e indica a q u é f a c h a d a d a directa-
m e n t e . En el SV d a la f a c h a d a norte, e n el SI sobre la f a c h a d a sur, y e n e l EP y EO
l l e g a a los techos. C a b e a c l a r a r q u e estos rayos c o r r e s p ó n d e n e x c l u s i v a m e n t e a las
12 horas d e l día.
La f i g u r a 6 . 4 muestra lo m i s m o q u e la f i g u r a 6.3 por e n c i m a d e l e j e d e g i r o , pero
^ - = . 5 ° = lhora
Figura 6.4
56
21'de marzo
21' de mayo
+ Círculo de fechas
21' de diciembre
r m
dicho lugar, que es un plano horizontal en forma circular. En proyección horizontal
se ve la misma media esfera, pero como si se estuviera colocado por encima de
ella. El efecto es parecido a l anterior, sólo que ahora, por tener la perspectiva
de arriba e n perpendicular, se d o m i n a n todos los hemiciclos. Se ven nuevamente
los arcos circulares en líneas rectas y el plano tangente d e l lugar se d o m i n a de ver-
dadera f o r m a y magnitud como círculo, pero se confunde con la configuración de
la bóveda.
La representación de las diferentes horas en montea se complica y, básicamen-
te, se parte de q u e se d e b e n proyectar en el geometral, con proyección vertical y
horizontal, un arco circular que gira para tomar cada hora. Se aprecia que, según
la figura 6.4, las ó, las 12 y las 18 horas no tienen dificultad en la montea, pues las
ó y las 18 horas, por no tener altura, en proyección vertical se presentan como
líneas rectas, mientras que en proyección horizontal corresponden exactamente a l
mismo arco d e l círculo en planta. Lo mismo sucede con las 12 horas del día, cuya
situación en montea es a la inversa, ya que en proyección horizontal se ven en una
línea recta y en proyección vertical coinciden con el arco esférico.
En las horas sucesivas ya no hay correspondencia con el mismo arco circular,
porque, a medida q u e gira, la proyección se reduce y, por no estar contenidos los
arcos en plano horizontal ni frontal en ambas vistas (planta y alzado), se proyectan
como arcos elípticos; sin embargo, ante esta problemática, se puede dividir inde-
pendientemente cada arco en horas; así, cuantos más arcos haya, más preciso
quedará el trazo de las elipses.
En el e j e m p l o de la figura ó.ó sólo se tienen tres arcos, con los cuales se mostrará
el procedimiento.
Primero. El arco circular de los equinoccios se divide en horas, en proyección tanto
vertical como horizontal. Este arco es el único idéntico a l de la bóveda celeste en
cuanto a su radio esférico, es decir, idéntico al arco geodésico de la bóveda. Como
la división d e l arco no se puede hacer d e manera directa por la vista q u e presenta
íntegramente en una recta en ambas proyecciones, se requiere otra proyección que
auxilie para ver el arco en verdadera magnitud o un procedimiento auxiliar 1 que dé
el mismo efecto. En este caso, se utiliza un giro q u e se aplica a la proyección verti-
cal, de modo que el eje d e l giro se coloque precisamente en la recta d e l cénit, es
decir, a las 12 horas d e l día en los equinoccios hasta q u e el arco se presente fron-
tal. Este ejercicio resulto imaginario, porque cuando el arco se vea con verdadera
magnitud se confundirá con el arco aparente de la bóveda, debido a que son idén-
ticos. Por lo mismo, se supone hecho el giro y se procede a dividir el arco de 15° en
15°, a f i n de obtener todas las horas. Esto se hace a partir de las 12 horas d e l día, al
considerar que este punto sirvió como giro y no se movió (ver fig. ó.ó).
La división se realizó en la figura 6.7 sobre la proyección vertical d e l arco celes-
te, representada por los puntos d e l 6' al 18', q u e indican las horas respectivas d e
dicha división. Una vez obtenido esto, se regresa el m o v i m i e n t o imaginario,
de m o d o que en el giro se lleven los puntos marcados q u e describen en su paso
líneas horizontales, las cuales indican la altura en q u e se encuentran en el arco vis-
to en línea recta. Existen horas q u e tienen la misma altura; por ello, al regresar, se
e m p a l m a n en un punto y q u e d a n 6' con 18', 7' con 17', 8' con 16', 9" con 15', 1C
con 14' y 11' con 13'. Únicamente el 127 permanece solo, debido a que es la cúspide
d e l arco.
Segundo. En proyección horizontal se hace exactamente lo mismo que en el punto
anterior, sólo que para poner el arco de los equinoccios en verdadera forma, se gira
f
c o n e l f i n d e s i t u a r l o h o r i z o n t a l m e n t e . De todas m a n e r a s , se v u e l v e a c o n f u n d i r c o n
e l a r c o g e o d é s i c o d e la b ó v e d a celeste, e x i s t e n t e e n la m i s m a p r o y e c c i ó n .
La l í n e a q u e s i r v e c o m o g i r o es la recta q u e u n e las 6 h o r a s c o n las 18; por t a n t o ,
estas horas son las q u e n o se m u e v e n . A p a r t i r d e las horas f i j a s , se v u e l v e a d i v i d i r
d e 15° e n 15° p a r a t e n e r t o d a s las h o r a s d e l d í a , y q u e d a n m a r c a d a s e n la p r o y e c -
c i ó n h o r i z o n t a l d e l l a d o i z q u i e r d o c o n los p u n t o s d e l 6 a l 18 e n la f i g u r a 6.6. El m o -
v i m i e n t o se r e g r e s a y los p u n t o s d e s c r i b e n líneas rectas, p a r a l e l a s a la l í n e a d e
t i e r r a , hasta cortar e l a r c o o r i g i n a l .
Tercero. Los arcos d e los solsticios t a m b i é n se d i v i d e n e n horas. C o m o los d o s son
iguales, basta r e s o l v e r u n o d e a c u e r d o c o n el p r o c e d i m i e n t o a n t e r i o r , s ó l o q u e e n
este caso e l g i r o d e b e ser r e a l , p o r q u e e s t e a r c o n o es g e o d é s i c o , ni su r a d i o corres-
p o n d e a l d e la e s f e r a celeste.
El g i r o se m u e s t r a e n la f i g u r a 6 . 7 d e l l a d o d e r e c h o s o b r e la p r o y e c c i ó n v e r t i c a l ,
d o n d e s ó l o está la m i t a d d e l a r c o f r o n t a l c o n su v e r d a d e r a m a g n i t u d , p u e s la o t r a
m i t a d es s i m é t r i c a y lo ú n i c o q u e v a r í a es la h o r a . Por e l l o , e n la d i v i s i ó n d e c a d a
15° se s e ñ a l a n las horas q u e se e m p a l m a n a la m i s m a a l t u r a (6' c o n 18', 7 ' c o n 17',
8' c o n 16', 9 ' c o n 15', 10' c o n 14' y 11' c o n 13'), p a r a v o l v e r a la p o s i c i ó n i n i c i a l c o n
las m a r c a s c o r r e s p o n d i e n t e s .
Cuarto. En la p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l d e la f i g u r a 6 . 7 , t a m b i é n d e l l a d o d e r e c h o está
e l g i r o o a b a t i m i e n t o d e l a r c o e n p o s i c i ó n h o r i z o n t a l , q u e , p o r lo m i s m o , es d e v e r -
d a d e r a f o r m a y m a g n i t u d . A q u í , las d i v i s i o n e s e s t á n c o m p l e t a s c o n todas las horas
d e l d í a ( d e la 6 a la 18). El m o v i m i e n t o se r e g r e s a p a r a o b t e n e r las m a r c a s corres-
pondientes sobre el arco inicial.
Quinto. Los p u n t o s q u e s e ñ a l a n la m i s m a h o r a se u n e n c o n arcos e l í p t i c o s y c o n
e l l o d a la l í n e a q u e , a u n c u a n d o es c u r v a , r e p r e s e n t a la m i s m a h o r a d e todos los
d í a s d e l a ñ o . En a l z a d o b r i n d a la i n c l i n a c i ó n , y e n p l a n t a o f r e c e la d i r e c c i ó n c o n
s ó l o u n i r la h o r a d e l d í a c o n e l p u n t o d e l l u g a r ( e l c e n t r o d e la e s f e r a ) . Para m a y o r
p r e c i s i ó n , se r e c o m i e n d a t r a z a r las horas d e d o s d í a s i n t e r m e d i o s . Estos d í a s i n d i -
c a n arcos s i m i l a r e s a los t r a z a d o s , p e r o c o n r a d i o d i f e r e n t e , y se p r o c e d e d e i g u a l
f o r m a p a r a e n c o n t r a r las horas i n t e r m e d i a s .
Sexto. Entre los solsticios están todos los d í a s d e l a ñ o ; p a r a t e n e r c u a l q u i e r d í a e n
e s p e c i a l , b a s t a r í a c o n d i v i d i r t o d o s los arcos d e las horas c o n 180 líneas p a r a l e l a s a
las rectas q u e c o n t i e n e n a los solsticios, p o r q u e t e ó r i c a m e n t e se t i e n e n 180 d í a s e n
un s e n t i d o y 180 e n e l otro, es d e c i r , i d a y v u e l t a d e la t r a y e c t o r i a solar. C o n 180
días d e m e d i o a ñ o es s u f i c i e n t e , y a q u e e l o t r o m e d i o a ñ o q u e d a e m p a l m a d o p o r
e l m o v i m i e n t o d e t r a s l a c i ó n . Para l o c a l i z a r u n d í a e s p e c í f i c o , se c o n t a r á n t a n t a s
líneas c o m o h a y a d e días, d e la d i f e r e n c i a e n t r e e l d í a q u e se t o m ó c o m o p a r t i d a
(por ser c o n o c i d o ) y e l q u e se q u i e r e saber. N o o b s t a n t e , e s t o r e s u l t a r í a m u y l a b o -
rioso p a r a s i t u a r l o , p o r q u e c o n tantas r a y a s se p e r d e r í a la u b i c a c i ó n e x a c t a d e l d í a
r e q u e r i d o ; a d e m á s , d i v i d i r e l a r c o e n t r e los solsticios e n 180 partes i g u a l e s sería
p r o b l e m á t i c o . Sin e m b a r g o , 30 d í a s por m e s d a n u n total d e 360 d í a s a l a ñ o , q u e
c o i n c i d e n o se h a c e n c o i n c i d i r c o n los g r a d o s d e l círculo. En estas c i r c u n s t a n c i a s
surge e l c o n o c i m i e n t o d e l c í r c u l o d e las f e c h a s , d e m o d o q u e p a r a t r a z a r l o d e n t r o
de la m o n t e a solar, basta p r o l o n g a r los d í a s e x t r e m o s d e los solsticios, hasta u n a
distancia f u e r a d e la t r a y e c t o r i a solar, d o n d e se p u e d a d i b u j a r c l a r a m e n t e su d i á -
metro, d e f i n i d o p o r la recta r e s u l t a n t e a 9 0 ° e n t r e las p a r a l e l a s t r a z a d a s d e las dos
r e f e r e n c i a s e x t r e m a s , e n c u y o s lados se s i t ú a n las f e c h a s d e los d í a s d e los solsti-
cios (ver f i g . 6.5). A l p r o l o n g a r e l d í a d e los e q u i n o c c i o s m e d i a n t e o t r a recta q u e
resulta p a r a l e l a a las líneas t r a z a d a s d e los solsticios, corta e x a c t a m e n t e a la m i t a d
d e l d i á m e t r o y d e l círculo. En los p u n t o s d o n d e corta a l c í r c u l o , se c o l o c a n las
fechas d e los d o s e q u i n o c c i o s , sin i m p o r t a r e l o r d e n (ver f i g . 6.5).
Ejercicios de aplicación 1
A. Poro ubicar un día específico, se hacen los pasos siguientes: supóngase que se quiere
obtener el día 21 de mayo, tomando como referencia el 21 de junio, conocido en la montea
solar. Se deben contar los días de diferencia que existen de una fecha a otra, que en este caso
da una diferencia en días, de un mes, correspondiente a 30 días. Así, simplemente se mide
un ángulo de 30°, cuya dirección sigue el orden de los meses marcados en el círculo de las
fechas (ver fig. 6.5). Con este ángulo se hace cortar al círculo de las fechas, de modo que el
día requerido queda ubicado en la intersección.
Otro ejercicio consiste en localizar el 21 de agosto. En este caso, se toma como referencia
el 21 de septiembre, que también da una diferencia de 30 días; por ello, se vuelven a medir
30° a partir de dicho apoyo con el sentido de los meses (ver fig. Ó.5).
Otro ejercicio más consiste en localizar el día 29 de noviembre, tomando como punto de
partida el 21 de diciembre. La diferencia es de 22 días, por lo cual se miden 22° a partir del
21 de diciembre, con el sentido de los meses (ver fig. 6.5). Se pueden realizar otros ejercicios
y localizar fechas importantes para el lector, como cumpleaños, santos, días festivos, etc.
B. Una vez que se domine la localización de los diferentes días del año en el círculo de las
fechas, se podrá continuar con el paso siguiente, que consiste en trazar esos días dentro de
la montea solar para obtener las direcciones e inclinaciones que dan todas las horas del año.
Una vez encontrado y dibujado el día que interesa dentro del círculo de las fechas, que es un
punto, a partir de dicho punto se traza una recta paralela a los arcos conocidos de los solsti-
cios y equinoccios, también representados como líneas rectas. Como ejemplo, se han trazado
los días localizados en el punto (A), 21 de agosto es el primero para ubicarlo en la montea.
Esto se ve en la figura 6.5, con una linea recta (representada con guiones) paralela a los sols-
ticios y equinoccios, cuyo procedimiento es igual para la proyección vertical y para la hori-
zontal. Asi se localiza cualquier otro día. Se pueden realizar otros ejercicios y localizar en
montea los cfias^razatíes perTtS^^s.
C. Una vez que se sabe la forma de ubicar los días en ta mortooy orabas proyecciones,
corresponde ahora elegir las horas importantes, o la hora que afecta a un proyecto determi-
nado dentro del lugar, para estudiar la inclinación y la dirección en referencia a la montea
«W» QiQ(¿itecl6c\LcQ. Los dos rayos solares (proyección horizontal y vertical) se
podrán trasladar paralelos al problema arquitectónico, siempre que las plantas áe arribas
monteas coincidan en la orientación y con las lineas de Tierra paralelas; de lo contrario, uno
de los dos tendrá que moverse hasta lograr por los menos el empate de la orientación (este
caso se estudio en los ejercicios de aplicación 4).
La figura 6.5 muestra un local del lado izquierdo, simplificado como espacio arquitectónico.
En él, la planta coincide con la orientación de la montea solar y las líneas de Tierra son pa-
ralelas. En esta situación se pueden utilizar los rayos paralelos para ambas proyecciones del
día y la hora deseados.
Para los efectos de los ejercicios de aplicación, se considerará el día trazado en la montea
de la figura Ó.5 con una línea de guiones, correspondiente al 21 de agosto, y se aplicarán las
10:00 horas como hora importante. La obtención de la hora la da la intersección de la línea
del día con la hora señalada, que proporciona un punto como producto, el cual, al unirlo me-
diante una recta con el punto del lugar para cada proyección independiente, se obtienen la
inclinación en proyección vertical y la dirección en proyección horizontal. Esto se muestra en
la figura 6.5 mediante rectas con raya y punto. Así, queda determinada la incidencia de los
rayos solares de ese día y a esa hora, para aplicarlos en el proyecto arquitectónico y obtener
Ejercicios de aplicación 2
Empleo de rayos para proyectos arquitectónicos en montea
I. De la figura 6.5 (local parte izquierda) se considera la recta de punta 1', 3' proyección
vertical, y 1, 3 proyección horizontal, para encontrar su sombra sobre el suelo, de manera
que se utilice la proyección vertical del rayo solar señalado. Se traza una paralela al rayo so-
lar que pase por 1', 3' hasta que corte la línea de Tierra donde se marcan los puntos 1's y 3's,
que indican la sombra sobre el piso de ambos puntos.
En la proyección horizontal también se trazan paralelas al rayo solar, de la proyección ho-
rizontal del rayo por los puntos 1 y 3. Luego, con referencias perpendiculares a la línea de
Tierra desde los puntos 1's, 3's, se cortan las dos rectas paralelas obtenidas del rayo solar en
la planta arquitectónica. En dichos cortes quedan los puntos l s y 3s, según se corte uno con
uno y tres con tres de ambas proyecciones (ver fig. 6.5). Estos puntos son la sombra que da
sobre el piso, mientras que su unión es la sombra de la recta de punta. Luego se considera la
otra recta de punta, representada por los puntos 2 ' , 2; 4 ' , 4, con la cual se realiza el mismo
procedimiento (ver fig. 6.5). Con los cuatro puntos de las esquinas en sombra, todos ellos se
unen para ver la sombra total del techo sobre el piso.
II. La sombra de las rectas verticales se obtiene directamente, porque los puntos 5', 5; 7', 7;
8 ' , 8, y 6 ' , 6 ya están sobre el suelo, por ser el apoyo. En seguida se unen con los puntos que
corresponden para formar cada recta vertical, que sigue la dirección del rayo solar.
La figura 6.5 muestra, con trazo de retícula dentro de un rectángulo de raya y punto, la
sombra que produce el techo sobre el suelo. Al considerar las fachadas sur y oeste de pared
opaca, también producen sombras de forma romboidal, cada una limitada por raya y punto.
Las otras dos son de cristal, con lo cual permiten el paso de la luz solar, que en la misma figura
se representa con rectas paralelas y diagonales dentro del espacio arquitectónico.
III. Lo tratado en este punto se detalla en los ejercicios de aplicación 4. Ahora, simplemente
por adelantar una de las múltiples aplicaciones de la montea solar, en la figura 6.8 se de-
talla el mismo espacio arquitectónico de la figura 6.5, pero se considera que los rayos sola-
res no penetren por la parte norte en el interior del local. Para ello, primero se trazan sobre
el alzado paralelas por los puntos 1', 3' y 5', 7' de las rectas de punta (techo y piso, respecti-
vamente) de la fachada norte (ver fig. 6.8). Entre dichas paralelas queda la zona afectada
por la luz solar hacia el interior del local. Mediante un elemento, ya sea arquitectónico o na-
tural, se debe evitar el paso de los rayos solares comprendidos entre ambas paralelas, lo
cual se logra al ampliar el techo con un volado (ver fig. 6.8).
Para que el volado sea efectivo en planta, deberá cubrir la zona por donde las líneas rec-
tas de raya y punto indican el paso de los rayos solares; sin embargo, como se observa en la
2
Véase Perspectiva geométrica, d e l arquitecto M i g u e l d e la Torre Carbó, México, Edil. ENEP-Acatlán.
EJERCICIOS DE A P L I C A C I Ó N 2 6 3
figura 6.8, con ese tipo de v o l a d o queda muy feo el techo, d e b i d o a los cortes en cuchillas
que aparecen en su forma romboidal. La propuesta correcta sería formar un rectángulo por
los puntos límites, a u n q u e existan partes sin ningún provecho, indicadas en la figura 6.8 con
rayas paralelas diagonales; además, se incrementa el costo y existe un problema mayor en
cuanto a su peso o sostén estático.
N o obstante, si se media entre una y otra solución, se llegará a la óptima, indicada con
guiones gruesos en la figura 6.8. Se trata de reducir la ventana, de tal manera q u e por la
parte de la orientación norte, el volado sea accesible estática y económicamente. Luego,
con e l punto extremo del límite nuevo del volado, se traza otra paralela con la misma direc-
ción del rayo solar, a fin de que al cortar la pared norte dé el tramo q u e dejará de ser ventana,
señalado en la figura 6.8 sobre la proyección horizontal. Se puede realizar el mismo ejercicio
en otros días y a otras horas, según los ejercicios de aplicación 1, párrafo C.
Figura 6.8
64
Montea solar cilindrica
del ecuador
La montea solar esférica es el verdadero trazo de la montea solar (véase el
apéndice 4), pero resulta muy laborioso y complicado representarla, sobre todo
cuando no se domina la geometría descriptiva. A ello se debió la ¡dea de sustituir
esta forma por otra que simplificara el trazo y su comprensión. Dicha forma resultó
ser la montea solar cilindrica, que de una manera u otra es del grupo de las super-
ficies de revolución; simplemente, en vez de ser una curva circular alrededor de un
eje, es una recta.
Aunque es preferible trazar directamente la montea solar, en este libro también
se estudiará el trazado de la montea solar cilindrica como conocimiento general,
sobre todo al considerar que en la mayoría de la bibliografía respectiva se estudia
esta forma cilindrica sin mencionar la tórica. esférica.
La representación de la forma cilindrica parte del mismo concepto de la tórica
esférica; así, de acuerdo con la figura 6.3, se recuerda que lo importante es saber
de dónde provienen los rayos solares, sin importar la distancia a la que se en-
cuentra su fuente. Por ello, el efecto es igual si el Sol se halla dentro de la bóveda
celeste o si está fuera de ella, siempre y cuando no se altere la línea de acción. Se-
gún esta consideración, el paso solar dentro de la bóveda genera durante el año
un arco circular que en la figura 6.3 se ha sustituido por la línea recta tangente, co-
locada por encima del arco de la bóveda.
Tal consideración es a las 12 horas, de modo que se seguirán los mismos pasos
descritos en el capítulo 6 para encontrar las diferentes horas del día. Los equinoc-
cios no se alteran, porque precisamente ahí la recta es tangente y la división en ho-
ras, desde que sale el Sol hasta que se oculta, está resuelto en el capítulo 6. Para
los solsticios, tampoco hay problemas, porque ahora los arcos que indican las dife-
rentes horas son iguales a los de los equinoccios; por tanto, basta con dividir uno
de ellos para tener los otros. Sin embargo, como esto se ha realizado en los equi-
65
noccios (capítulo ó), será suficiente extender con paralelas a los otros dos arcos de
los solsticios la ubicación de las horas (ver fig. 7.1 ).
Antes de seguir adelante, es importante demostrar matemáticamente que, aun
si cambia la forma, los rayos solares son justos y no se alteran. Para ello, la figura
7.2 muestra en dibujo isomètrico ambas formas (esférica y cilindrica) y, como es ló-
gico, la tórica esférica envuelta por el cilindro. En dicha figura se han colocado
puntos intermedios: entre las 6 y las 12 horas del día (9 horas), y entre las 12 y las
18 horas (15 horas), para comprobar que en el espacio y en la proyección existente
sobre la planta no se alteran los rayos solares. La única diferencia es el apoyo so-
lar, primero en una curva y después en una recta, que al girar para dar las horas,
genera un cilindro. La dirección no se altera a las ó a.m. en los solsticios ni a las 18
horas. A las 12 horas del día ya se había comprobado, pero faltan por comprobar
los horarios intermedios; sin embargo, en la figura 7.2 se observa que tanto en el
espacio como en la proyección horizontal no hay alteración. Por ende, cumplirá
para cualquier otro punto, y se generará un cono, debido al apoyo entre los dos
bordes de las superficies (la tórica esférica y la cilindrica), cuya faja en proyección
es el desajuste entre las dos formas geométricas por tamaño, aunque el efecto so-
lar sea el mismo.
La figura 7.3 muestra en montea biplanar la forma cilindrica de la figura 7.2, la
cual contiene las diferentes horas del día. Para localizar cualquier hora de un día
intermedio, primero se ubica dentro del círculo de las flechas de la manera descrita
en el capítulo ó, pero cabe señalar que el círculo conserva su tamaño en cuanto a
la forma tórica, aunque el cilindro esté más grande (véase el apéndice 4). Lógica-
mente existe un desajuste entre el círculo y la recta de las 12 horas del día que se
debe corregir, precisamente para que no se alteren la dirección ni la inclinación
del. rayo solar. La corrección se hace de la misma manera que cuando se alteró, al
cambiar de una forma a otra; por ejemplo, cuando se sustituyó la curva de las 12
horas del día por la línea recta, creció la proyección de la distancia de los días de
los solsticios, a los que les correspondería un diámetro diferente del círculo de las
flechas; no obstante, si se hace esta corrección, existirá un paso falso entre los
días intermedios y no se conservarán la inclinación ni la dirección para todos los días
del año, por lo cual será inútil cambiar la forma (véanse fig. 7.4 y apéndice 4).
Como el análisis hecho toma como base las 12 horas del día, con sólo corregir
dicha hora se tendrá corregido el día completo. Para ello, es necesario conservar
de la superficie tórica esférica la curva de las 12 horas del día, donde se hará la
corrección tal como se realizó, cuando se cambió la curva circular por la recta, es
decir, cuando se prolongó a las 12 horas del día de los dos solsticios, hasta cortar a
la recta tangente de la bóveda celeste. Así pues, cualquier día que se desee en-
contrar se localiza en el círculo de las fechas y, mediante una ortogonal, se corta al
arco de las 12 del día; de ahí se traza después una recta dirigida hacia el lugar del
ecuador, para luego prolongar hacia arriba y cortar a la recta tangente. Posterior-
mente, con ese punto se puede trazar una recta paralela a los días conocidos (sols-
ticios y equinoccios), para tener representado el nuevo día y de ahí obtener las
horas intermedias con simplemente trazar líneas paralelas a las horas de los días
conocidos, como son los solsticios y equinoccios (ver fig. 7.3).
En la figura 7.3 se han localizado en el círculo de las fechas los días de la figura
6.5, y se ha hecho la corrección descrita con el fin de ubicar los días en la recta tan-
gente. Igualmente, se han marcado el día y las horas del 21 de agosto sobre la
montea cilindrica, representado con una línea de guiones, a fin de comprobar con
una de las horas señaladas mediante las rectas de raya y punto la correspondencia
de la dirección e inclinación en cuanto al paralelismo de la figura 6.5.
12 12 12
Figura 7.1
II Lia j-,—-—- i' —-*— II J 19
i s ^ r
JRs
9 / 9 16 \ 9 15 / 9 i»
\
eY a 16 y* 6 16 8 16 \
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7¡ 7 17 \ 7 17 Ì 7 17
el e 18 E 6> J 8 W 6 18
N Un punto del lugar
Figura 7.2
6 de enero
S.'l.*
21 dediciembre
* *
21 dese^tiembre
E'O.'
9 * Lugarde imprecisión
«
/
i
9 H>
Figura 7.4
2V de marzo
21 ' de marzo
ni
in
W
Figura 7.5
8
Montea solar esférica
(trazo general para
cualquier punto
de la Tierra)
La montea solar para cualquier punto sobre el ecuador (estudiada en el capítulo ó),
cuyo trazo y comprensión es muy simple, sirve como apoyo para entender el trazo
general de la montea solar para cualquier punto sobre la superficie terrestre, con
sólo conocer su latitud, y a partir de ésta poder trazarla. Para ello, sin especificar su
latitud, se considera una con un ángulo a cualquiera (ver fig. 8.1), para obtener
dato por dato a partir del movimiento de traslación, como se procedió para la mon-
tea solar del ecuador (capítulo ó), primero a las 12 horas d e l día, y después se
encontrarán las diferentes horas mediante procedimientos geométricos.
La figura 8.2 muestra en forma separada la posición de la Tierra en los equinoc-
cios, de modo q u e mediante este detalle se puede apreciar con claridad la inciden-
cia de los rayos solares a 90° sobre el p l a n o del ecuador a las 12 horas d e l día. En
dicha figura, se observa también la incidencia solar sobre el plano tangente d e l
punto de latitud a (en lo sucesivo se denominará lugar a), q u e recibe los rayos sola-
res con una inclinación del mismo á n g u l o a en referencia a la perpendicular del lu-
gar a (L), pero colgado hacia la orientación sur, es decir, con una inclinación de 90°
— a en relación con el plano tangente d e l lugar a o L (misma simbología que
tienen los dibujos) hacia el lado sur. Lo anterior se comprueba al saber que los
rayos solares son paralelos, d e manera q u e al ser cortados por una línea recta
en diagonal, que es la perpendicular del lugar prolongada hasta el centro de la
Tierra, da el mismo ángulo a , d e b i d o a que son ángulos correspondientes (ver
fig. 8.2).
El plano tangente d e l lugar a con su perpendicular se muestra en la figura 8.3,
en la cual también se ha trazado el rayo solar correspondiente a los días de
equinoccio a las 12:00 a. m. Desde luego, el rayo solar tiene la inclinación a que le
correspondió hacia el lado sur de la perpendicular del lado derecho en la figura
8.3; a su vez, la inclinación d e l rayo solar en el solsticio de invierno aparece a la
71
derecha de la figura 8.1. Si se llega a la misma conclusión matemática cuando los
rayos soiares son paralelos cortados por una recta oblicua, se obtendrá la inclina-
ción correcta al medir los ángulos correspondientes, que son iguales. En este caso,
resulta de sumar la latitud a , medida a partir del ecuador, más la latitud d e l Trópico
de Capricornio de 23° 27', debido a que en ese momento recibe los rayos solares a
90°. Esta inclinación resultante también se dirige hacia el sur en relación con la
perpendicular del lugar, y se muestra en la figura 8.3 al igual que el trazo anterior.
El último rayo solar para tener el trazo geométrico de todo el año es el solsticio
de verano. La misma figura 8.1, ahora del lado izquierdo, muestra el ángulo, que es
igual a 23° 27'— a , inclinado hacia el lado norte en relación con la perpendicu-
lar del lugar, con base en que del ecuador al Trópico de Cáncer el ángulo es de 23°
27'. Si se le resta a, resultará /3 y, nuevamente por construcción geométrica, los rayos
solares paralelos entre sí y cortados por una diagonal (la perpendicular del lugar
prolongada al centro de la Tierra), d e b i d o a la correspondencia de ángulos, d a n la
inclinación del rayo igual a /3 con respecto a la perpendicular del lugar; sin em-
bargo, esta inclinación, según el plano tangente, da hacia el norte. Este último rayo
también se muestra en la figura 8.3.
Igualmente como se hizo para el ecuador (capítulo ó), los rayos solares mostra-
dos en la figura 8.3 están cortados por tres hemiciclos, para volver a indicar o des-
tacar que lo importante no es la distancia de donde provengan, ni su fuente, sino su
inclinación y dirección para el lugar d o n d e se aplicarán. Igualmente, se ha colocado
Plano tangente
una recta tangente sobre el hemiciclo mayor, por el punto d e intersección entre éste
con el r a y o d e los equinoccios.>
La r e p r e s e n t a c i ó n d e la f i g u r a 8.3 e n m o n t e a b i p l a n a r se muestra e n la f i g u r a
8.4, e n la q u e se v e sobre la p r o y e c c i ó n vertical el arco celeste d e l p e r f i l d e la
bóveda, con los tres rayos obtenidos a las 12 horas del día y cortados por la recta tan-
g e n t e . Esta p r o y e c c i ó n t i e n e u n a v e r d a d e r a f o r m a y m a g n i t u d , por lo cual los á n -
gulos son exactos e n su m e d i d a . La p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l q u e d a c o n t e n i d a e n una
recta p a r a l e l a a la línea d e la tierra. Se p u e d e corroborar lo a n t e r i o r e n la f i g u r a
8.4, a l observar los rayos solares señalados: la recta t a n g e n t e y el a r c o d e la b ó v e -
d a , c o n t e n i d o s d e n t r o d e un p l a n o vertical, a l situarse e n la m o n t e a g e o m é t r i c a
q u e d a n c o m o u n p l a n o f r o n t a l y d a n d i r e c t a m e n t e la v e r d a d e r a f o r m a y m a g n i t u d .
Lo m i s m o se p u e d e decir d e l d i b u j o isomètrico d e la f i g u r a 8.5; a l estar e n el espa-
cio se t i e n e la p r o y e c c i ó n sobre el piso y se a p r e c i a , c o m o e n la p r o y e c c i ó n hori-
zontal, el conjunto d e trazos mencionados q u e d a n contenidos sobre una línea recta.
Para efectos d e las p r o y e c c i o n e s o r t o g o n a l e s , se s i m p l i f i c a n t é r m i n o s por sus
iniciales, c o m o se hizo para el lugar d e l e c u a d o r (capítulo ó), pero se a g r e g a una
s i m p l i f i c a c i ó n : la d e línea d e la Tierra por LT.
I>j<1
74
r»
* *
Figura 8.5
75
*
Como se sobe, el sol, desde q u e sale hasta q u e se oculta, forma un arco circular,
en este caso correspondiente a la mitad de un círculo, representado e n la figura 8.6
con sus horas intermedias. El arco con el contenido de rayos solares de las diferen-
tes horas en el espacio genera un p l a n o inclinado, con f o r m a de media circunfe-
rencia y, en la proyección sobre el suelo, de media elipse.
La figura 8.7 representa a la 8.6, pero en una montea biplanar, de manera que
el plano inclinado q u e d a contenido en un plano de canto a f i n de que se vea
sobre la proyección vertical íntegramente en una línea recta, y en la proyección
horizontal queda en una media elipse. El trazo de la montea solar se puede obte-
ner directamente sin usar el isomètrico de la figura 8.6, siguiendo estos pasos:
76
•
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t u m b r a r s e , p o r q u e n o s i e m p r e se t e n d r á m e d i o círculo. En la f i g u r a 8.8, sobre la
p r o y e c c i ó n v e r t i c a l y d e l l a d o i z q u i e r d o s u p e r i o r se m u e s t r a la d i v i s i ó n . Bastó c o n
d i v i d i r la m i t a d , p o r q u e , s e g ú n se a p r e c i a e n la f i g u r a 8 . 6 , h a y horas q u e t i e n e n la
m i s m a a l t u r a d e a b a t i m i e n t o , d e m o d o q u e su p r o y e c c i ó n c o i n c i d e e n u n p u n t o .
Dichas horas a p a r e c e n e n la f i g u r a 8 . 8 s o b r e la p r o y e c c i ó n v e r t i c a l .
2. Se r e g r e s a e l g i r o o d e s a b a t i m i e n t o , y los p u n t o s d e s c r i b e n rectas p e r p e n d i c u -
lares a l p l a n o d e canto a l desplazarse, hasta l l e g a r a éste, d o n d e q u e d a n ubicados.
3. En la p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l , s u c e d e r á e x a c t a m e n t e lo m i s m o . C u a n d o se g i r e
e l a r c o a u n a p o s t u r a c o n v e r d a d e r a m a g n i t u d , se c o n f u n d i r á c o n la r e p r e s e n t a c i ó n
e c u a t o r i a l d e la b ó v e d a c e l e s t e . N u e v a m e n t e se s u p o n e r e a l i z a d o su g i r o , p e r o
a h o r a q u e d a c o m o p l a n o h o r i z o n t a l . La f i g u r a 8 . 9 m u e s t r a e l g i r o e f e c t u a d o c o n e l
a r c o q u e e s t a b a d e c a n t o s o b r e la p r o y e c c i ó n v e r t i c a l , hasta q u e t o m ó la p o s t u r a
h o r i z o n t a l ; c o n e l l o , e n la p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l , se o b t i e n e la v e r d a d e r a m a g n i t u d
e n c i m a d a c o n e l e c u a d o r celeste. A h o r a , si se t r a z a n r e f e r e n c i a s p e r p e n d i c u l a r e s a
LT, d e s d e los p u n t o s q u e g i r a r o n d e las horas hasta c o r t a r a l círculo e n su r e p r e s e n -
t a c i ó n h o r i z o n t a l s o b r e la b ó v e d a , se o b t e n d r á n d i r e c t a m e n t e las m i s m a s horas e n
su p r o y e c c i ó n r e s p e c t i v a . Estas horas se p u e d e n c o m p r o b a r u n a v e z q u e se s a b e
q u e d a lo m i s m o h a c e r e l g i r o r e a l o s u p u e s t o . En caso d e q u e sea s u p u e s t o , basta-
rá c o n e n c o n t r a r las horas d e l m o d o s i g u i e n t e : e l e c u a d o r c e l e s t e se d i v i d e e n tra-
m o s d e 15 o a p a r t i r d e las h o r a s f i j a s , q u e , d e b i d o a la f o r m a d e g i r a r , s o n las ó ' , ó y
18', 18 h o r a s q u e s i r v i e r o n d e a p o y o . Esta o p e r a c i ó n , c o m o se v e e n la f i g u r a 8 . 9 ,
c o i n c i d e c o n las r e f e r e n c i a s q u e se t e n í a n d e l g i r o , p o r lo c u a l d e a q u í e n a d e l a n t e
n o se e f e c t u a r á g i r o p a r a o b t e n e r las horas d e los d í a s d e e q u i n o c c i o .
A l r e g r e s a r e l m o v i m i e n t o a su p o s i c i ó n i n i c i a l , los p u n t o s d e la p r o y e c c i ó n h o r i -
z o n t a l se d e s p l a z a n p a r a l e l o s a LT, p a r a e n c o n t r a r s e c o n la r e f e r e n c i a p e r p e n d i c u -
lar d e l p u n t o u b i c a d o e n la p r o y e c c i ó n v e r t i c a l , s e g ú n c o n o c i m i e n t o s d e g e o m e t r í a
d e s c r i p t i v a . C o m o e j e m p l o , la f i g u r a 8 . 9 m u e s t r a dos p u n t o s c o r r e s p o n d i e n t e s a las
8 y las 16 horas. De la m i s m a m a n e r a , se o b t i e n e n t o d a s las h o r a s p a r a f o r m a r la f i -
g u r a d e l a r c o e n p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l , s i t u a c i ó n q u e se m u e s t r a e n la f i g u r a 8 . 7 ,
sin h a b e r e f e c t u a d o u n g i r o r e a l s i n o u n o i m a g i n a r i o . En este g i r o se o b s e r v a q u e
d a l o m i s m o t e n e r la d i v i s i ó n d e l l a d o d e r e c h o q u e d e l i z q u i e r d o , es d e c i r , se p u d o
girar hacia el otro l a d o y c u m p l i r con el m i s m o efecto al regresar.
II. Se c o n s i d e r a u n o d e los rayos d e los solsticios a las 12 d e l día. En este caso, se
e m p i e z a c o n e l solsticio d e i n v i e r n o ( v é a s e la f i g . 8.10), a l c u a l se le h a c e pasar
un p l a n o d e canto, p a r a l e l o a l d e los equinoccios por e l p u n t o d e las 12:00 a . m . , pre-
c i s a m e n t e p a r a i n d i c a r q u e d i c h o p l a n o c o n t i e n e a l a r c o c i r c u l a r d e todas las h o r a s
d e este d í a . C u a n d o los p l a n o s d e c a n t o d e los d í a s c o r t a n la LT i n d i c a n q u e los ar-
cos s o n i n t e r f e r i d o s por e l p l a n o t a n g e n t e d e l l u g a r , d e m o d o q u e e n esos d í a s
corresponde u n a s o l e a m i e n t o m e n o r d e 12 horas, según se a p r e c i a e n las figuras
8 . 1 0 y 8.11 p a r a e l d í a d e l solsticio d e i n v i e r n o . A l ser p a r a l e l o s los d o s arcos, e l
e j e r c i c i o p a r a o b t e n e r las d e m á s horas d e l d í a es s i m i l a r , d e m a n e r a q u e se d e b e
p r o c e d e r p o r pasos, c o m o se i n d i c a e n s e g u i d a :
a) Se c o n s i d e r a e x a c t a m e n t e la m i t a d d e l a r c o t r a z a d o p a r a e l solsticio d e in-
v i e r n o , c o n e l r a d i o q u e resultó d e v e r d a d e r a m a g n i t u d d a d o por e l v a l o r d e
la l í n e a recta q u e c o n t i e n e a l p l a n o d e c a n t o s o b r e la p r o y e c c i ó n v e r t i c a l .
M e d i a n t e trazos se c o m p l e m e n t a u n a r c o c i r c u l a r d e 9 0 ° , a u n q u e c o n t i n ú e
s i e n d o u n a r e c t a , c o m o si d i c h o a r c o n o e s t u v i e s e c o r t a d o por e l p l a n o tan-
g e n t e d e l l u g a r (ver f i g . 8.10, l a d o d e r e c h o s u p e r i o r ) .
ii
LS«'
N'
b) Inmediatamente se gira d e la m i s m a m a n e r a q u e e n e l caso anterior, sólo
que ahora ya no p u e d e ser i m a g i n a r i o , p o r q u e d i f i e r e n los radios. M e d i a n t e
el giro se hace frontal (ver fig. 8.10 d e l lado derecho, proyección vertical) y se
divide en tramos d e 15° a partir d e las 12:00 a. m. En seguida se ubican las ho-
ras correspondientes y se regresa el m o v i m i e n t o . Es necesario calcular la hora
en que realmente sale el sol y la hora en q u e se oculta, pues lo q u e q u e d a
debajo de la LT es d e noche.
Como las referencias d e cada 15° a l regresar a su posición describen rectas para-
lelas y perpendiculares a l p l a n o d e canto, para encontrar la hora exacta entre las
6', 7' y 18', 17', basta trazar una más d e ellas por el p u n t o d e intersección, q u e en
realidad es una recta d e punta producto d e la intersección entre el p l a n o d e canto
con el plano tangente d e l lugar o LT, hasta cortar e l arco d e f o r m a verdadera. Este
corte queda c o m p r e n d i d o entre las ó' y 7' y las 17' y 18' horas, d e m a n e r a q u e e l
tramo que corresponde a 15° queda seccionado en dos d e tamaño diferente. El arco
de 15° representa una hora, por lo cual se m i d e una d e las porciones e n q u e f u e
dividido y se aplica una regla d e tres, c o m o sigue:
150 6a
7.5° — X'
Despejando X, q u e d a :
60' (7.5°)
X= — i - 3 0 ' ; es decir, 7 t i e n e m e d i a hora.
Las figuras 8.10 y 8.11 muestran objetivamente la misma figura de la montea so-
lar, pero sólo con la mitad d e la bóveda tórica esférica. La figura 8.11 muestra en
su forma isomètrica una idea de la f o r m a espacial, que indica su proyección sobre
el suelo, y de esta manera se corrobora con la figura 8.10 que dicha proyección del
suelo corresponde a la proyección horizontal. Ahora, si se tuviera una pared per-
pendicular a l suelo y a los hemiciclos indicadores d e los días, daría una proyección
igual a la representada e n el plano vertical d e la figura 8.10.
III. Sólo falta obtener la división en horas del solsticio de verano. De acuerdo con
el procedimiento realizado para el solsticio d e invierno, se procede como sigue:
La figura 8.12 muestra el otro arco en proyección vertical del lado izquierdo. El giro
se realizó para obtener el arco frontal, aunque sólo sea la mitad de él, porque la
otra mitad es idéntica.
Compruébese ahora que efectivamente bastaba con girar uno de los arcos, pues
al regresar los movimientos, las líneas paralelas y perpendiculares a los planos de
canto se conservan y se e m p a l m a n unas con otras de la misma hora (ver fig. 8.12).
De lo anterior se deduce que si los dos solsticios son iguales en radio, con sólo divi-
dir uno de ellos será suficiente para encontrar las horas intermedias, con base en su
posición d e plano frontal. Para estos efectos, lo lógico es apoyarse en el solsticio
de día mayor, que en el hemisferio norte corresponde a l solsticio de verano, una
vez que se sabe que éste abarca al de día menor.
Los cálculos son sencillos, porque mediante una regla de tres simple se tiene con
exactitud; d e este modo, si se acepta que cada 15° representa una hora, el sobran-
te se calculará según lo que mida en grados o minutos. Su valor se obtiene me-
diante X, que es el valor en minutos u horas en que sale el sol antes de las ó horas,
N'
1
0 +
Ni*
r 4
Figura 8.10
83
y el mismo valor en que se oculta después de las 18. El tramo sobrante del arco vis-
to en línea recta se debe leer en el arco visto con verdadera magnitud, para lo cual
basta trazar una recta paralela a la descrita por los puntos que giraron de las horas,
desde la intersección del arco en línea recta con LT hasta cortar el arco de verdade-
ra magnitud. Luego se lee el ángulo 0 para calcular la hora:
En este caso se midió con transportador 7.5°, lo cual con la regla de tres dio 0.5
horas, que corresponden a 30'. Esto quiere decir que el sol sale en ese día a las
5:30 horas, es decir, 30' antes de las 6 y se oculta 30* después de las 18 horas o a
las 18:30. Estos cálculos se habían hecho para el solsticio de invierno, de manera que
si se obtienen los de uno, se encontrarán fácilmente los del otro, por la razón siguiente:
en la figura 8.12, sobre la proyección vertical se nota que la superficie tórica es-
férica es cortada por la LT o por el plano tangente del lugar a. Se observa que, a
d) Falta obtener sobre proyección horizontal el mismo arco con sus horas inter-
medias, pero esa representación ocurre directamente con sólo obtener punto
a punto la proyección de cada hora, para lo cual simplemente se gira el plano de
canto a una posición horizontal. Para dicho efecto, es necesario apoyarse
en la recta de punta ó', ó; 18', 18, que fungirá como recta de giro, de manera
que no se moverá. Su representación en proyección horizontal será de verda-
dera magnitud conservando el radio con proyección vertical y simétrica en re-
lación con la trayectoria de las 12 horas del día; por ello, el centro del arco
cae dentro de la misma referencia paralela a la LT al cortar la proyección per-
pendicular de los puntos ó7, 18'. Este arco cortará a la referencia perpendicu-
lar a la LT trazada desde los puntos ó', 18' y da como consecuencia dos pun-
tos, donde se ubicará ó del lado oriente y 18 del lado poniente, para indicar
la proyección horizontal de la recta de punta, y a partir de ó y 18 se divide a
cada 15° sobre el arco para obtener las horas intermedias.
e) Por último, con los tres días principales del año divididos en sus horas inter-
medias, se cuenta con tres puntos de cada hora y mediante ellos se podrán
trazar las elipses, que serán representativas de los arcos tóricos en las proyec-
ciones vertical y horizontal (ver figs. 8.12 y 8.13).
89
C o m o lo n u e v o f o r m o g e o m é t r i c a resulta c i l i n d r i c a , los radios d e los arcos d e to- Figura 9.2
dos los días son iguales. Con e l l o , el t r a b a j o se s i m p l i f i c a para encontrar las horas
q u e f a l t a n d e los días restantes d e l a ñ o .
Despejando X, queda:
15°
r* «
10
Simplificación
r % de trazos
El á n g u l o a indica c u a l q u i e r latitud, d e m a n e r a q u e e l trazo se p u e d e s i m p l i f i c a r
para un lugar determinado sin tener q u e recurrir a l m o v i m i e n t o d e traslación, como
e n el trazo d e las monteas solares, p r i m e r o para el ecuador y después para una
latitud c u a l q u i e r a con á n g u l o a ( c a p í t u l o s 6 y 8).
Cabe recordar q u e la inclinación solar del ecuador a las 12:00 a. m. e n los equinoc-
cios es a 90°, o p e r p e n d i c u l a r e n r e l a c i ó n con el p l a n o t a n g e n t e d e l lugar écuato-
rial. Esto significa q u e e n ese m o m e n t o , todos los d e m á s lugares t e n d r á n la inclina-
ción solar e n r e l a c i ó n con su p e r p e n d i c u l a r con el m i s m o á n g u l o s e ñ a l a d o por su
latitud; o sea, la latitud del ecuador es de 0 o con una inclinación solar d e 0 o e n rela-
ción con su p e r p e n d i c u l a r o e n r e l a c i ó n con el p l a n o t a n g e n t e d e 90°. Así, c u a n -
d o se tiene una latitud norte d e la i n c l i n a c i ó n solar será con r e f e r e n c i a a l p l a n o
tangente de 90° — ct° hacia el sur; pero c u a n d o se t i e n e u n a latitud sur d e /3 o , la
inclinación solar será e n r e l a c i ó n con el p l a n o t a n g e n t e d e 9 0 ° — /3o hacia el norte
t* % (ver fig. 10.1) y e n el ecuador será d e 90° — 0 o . La s i m p l i f i c a c i ó n parte con la de-
mostración d e dos rectas u n i d a s e n á n g u l o recto. A l estar unidas, basta desplazar
cualquiera d e ellas u n á n g u l o X y la otra recta se desfasará a l m i s m o á n g u l o X (ver
fig. 10.2). De a c u e r d o con esto, c o m p a r a t i v a m e n t e los á n g u l o s a y / 3 d e latitud se
v u e l v e n a repetir sobre la línea d e tierra e n la p r o y e c c i ó n vertical con e l m i s m o
ángulo ( a ° o/3 o ). Si se hace la referencia de que la perpendicular d e L y la LT están a
90°, será suficiente girar la p e r p e n d i c u l a r u n á n g u l o a ° o /3o para q u e la LT se le-
vante el mismo á n g u l o ( a ° o /3 o ) sobre el horizonte; así t a m b i é n se p o d r á marcar la
latitud a ° o/3 o (ver fig. 10.1). Por esta razón, al e m p e z a r e l trazo d e la m o n t e a solar
se p u e d e marcar la latitud a partir d e LT (en este casoar 0 o / 3 o ) .
101
L (centro de la bóveda). En seguida se traza una recta perpendicular a la q u e marcó la
latitud por el m i s m o p u n t o d e L, d i c h a recta d a la inclinación d e los rayos solares
en los equinoccios a las 12:00 a . m . para la latitud m e d i d a (ver f i g . 10.1). Lo intere-
sante d e la s i m p l i f i c a c i ó n es q u e la latitud norte corresponde a la o r i e n t a c i ó n norte
y la latitud sur a la orientación sur; así, no t i e n e complicaciones en los e j e m p l o s : a
se m i d e a l norte y /3 a l sur.
El trazo d e los dos solsticios se o b t i e n e f á c i l m e n t e d e la m a n e r a siguiente: el sol
se desplaza 23° 27', a partir d e los equinoccios hacia un lado y otro; así, se m i d e
dicha inclinación d e 23° 27' hacia los lados d e r e c h o e izquierdo. Este ejercicio está
m u y claro para e l ecuador, p e r o sucede e x a c t a m e n t e igual para cualquier caso d e
latitud a o 0 (ver figs. 10.3, 10.4 y 10.5).
M a r c a d a s las líneas rectas d e los 23° 27', se p o d r á desarrollar la m o n t e a solar a
elección (esférica o cilindrica). Si se conserva la curva circular m a r c a d a entre los
solsticios, ésta corresponderá a l trazo d e m o n t e a solar esférica y se procederá d e
acuerdo con lo estudiado e n e l capítulo 8; sin e m b a r g o , si se conservaba línea rec-
ta m a r c a d a entre los solsticios, éste pertenecerá a l trazo cilindrico d e la m o n t e a
solar y se desarrollará c o m o se expuso e n e l capítulo 9.
Ejercicios de a p l i c a c i ó n 3
1. Trácese la montea solar de un lugar que tiene una latitud de 15° al norte.
Como se puede apreciar en la figura 10.6, el trazo de la montea solar de un lugar
específico resulta muy sencillo, debido a la simplificación de líneas. Simplemente se mide la
latitud del lugar sobre la bóveda a partir de la línea de tierra, después se dibuja una perpen-
dicular a ella por el punto de L y en seguida, a partir de ésta, se miden 23° 27' hacia un lado
y otro. Con esto se tienen los límites y, según se elija, se trazará la montea cilindrica repre-
sentado en la figura 10.6 por líneas continuas, o la montea de sector esférico, representada
en la misma figura por líneas punteadas.
2. Trácese la montea solar de un lugar del Trópico de Cáncer que tiene un ángulo de lati-
tud norte de 23° 27'.
En este caso, se observará una coincidencia de la línea perpendicular de L con una de las
líneas que marcan la inclinación de uno de los solsticios, precisamente el solsticio de verano,
porque se trata del límite de la zona caliente, es decir, del Trópico de Cáncer (ver fig. 10.7).
* /
4 Figura 10.2
Figura 10.4
También es necesario observar q u e tal coincidencia sólo permite q u e dicho lugar tenga los
rayos solares con inclinación de 90° a las 12 horas d e l día una vez a l a ñ o , d e m o d o q u e este
f e n ó m e n o corresponda a l inicio d e l verano (21 d e ¡unió).
3. Trácese la m o n t e a solar d e un lugar con una latitud nortede 66° 3 3 ' .
La latitud dada corresponde a la d e u n lugar e n el Círculo Polar Ártico y, según se aprecia
e n la figura 10.8, no existe el día de solsticio de invierno, porque realmente transcurren d e
noche las 24 horas; e n consecuencia, este lugar es el día más frío d e l a ñ o por falta d e sol.
Precisamente, ésta f u e la razón para d e t e r m i n a r e l límite d e la zona fría q u e corresponde a
días sin sol ( e n este caso, sólo u n día). En a d e l a n t e (es decir, a mayor latitud norte) se
tendrán más días sin sol hasta llegar a seis meses.
Cabe observar lo q u e sucede con e l solsticio d e v e r a n o , p o r q u e e n él todo el t i e m p o es d e
S.'V.
S.'l.' 23°27'
23° 27'
N' / S
/ L ' W \ 1 '
Latitud sur 0 Figura 10.5
104
lía en ese caso. Los demás tendrán noche hasta
ede a la inversa, se llegará hasta el día men-
3 la posición, jamás habrá rayos a 90°, por lo
ía d e l SV, a u n cuando no se oculte el sol, se ca-
legan los rayos solares,
es decir, la latitud norte d e 90°. Aquí existe
A
\
I
inclinaciones no varían y soio exisien camDiu:
cambia la altura, y con e l l o un poco la indine
inclinación.
/ \
/
<
Otro efecto evidente es que en dicha zona no existen días con noches, porque en realidad
hay seis meses de día y seis meses de noche. La figura 10.9 muestra, según la mención del
capítulo 6, que de un equinoccio a un solsticio hay tres meses, lo mismo de un solsticio a un
equinoccio, por lo cual corresponden seis meses por esa ida y vuelta. Así, en lo que resta del
trazo de la montea, debajo de la línea de tierra, es de noche.
ASLA
/ \
]
Solstici ) de vera 10
w Equinoc cios E
T
1 "
Figura 11.2
N
24 23 22 21 20 19 18 17 16 15 14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0
Figura 11.3
Para obtener el valor de la cantidad total de horas-sol al año, es necesario sepa-
rar en el desarrollo cilindrico lo que es de noche y lo que es de día, situación que
se aprecia en la figura 11.4 sobre la proyección vertical. Obsérvese que el cilindro es
cortado por un plano horizontal contenido en o por la línea de tierra, de manera
que lo que queda por debajo de ésta es de noche. Para representar dicho corte
sobre el desarrollo cilindrico, basta con transportar las horas en que se cortan los
días de los solsticios y equinoccios: el solsticio de verano es interferido antes de las
6:00 horas y después de las 18:00, según lo que dé el cálculo del ángulo 0 ' (estu-
diado en los capítulos 8 y 9).
En el caso que nos ocupa, se dejó el valor de /3 por su medida gráfica, simple-
mente para mostrar el procedimiento generalizado, y se transportó este dato
de ángulo al desarrollo cilindrico, donde le corresponde sobre los solsticios: para la fi-
gura 11.5 se conserva igual, mientras que para la 11.6 se aplicará proporcional a la
escala empleada (sentido horizontal).
Los equinoccios no presentan problema, ya que el corte es exacto a las 6:00 y a
las 18:00 horas, y se señalan para ambas figuras (11.5 y 11.6).
Falta transportar el corte o los cortes del solsticio de invierno, los cuales se indi-
can con el ángulo 7 antes de las 7:00 a. m. y son complemento de 0 para completar
los 15°; o bien, obtener el valor de las 6:00 horas + ángulo/3. Por la tarde se tiene
el valor de 17 horas + 7 ; o bien, /3 antes de las 18 horas, según se puede apreciar
en la figura 11.4, proyección vérticaldel lado derecho.
Tales datos también se transportaron a las figuras 11.5 y 11.6, en la primera di-
rectamente y en la segunda a la escala empleada. Al unir los puntos de intersec-
ción obtenidos, mediante una línea curva que parece recta, queda separado el día
de la noche (ver figs. 11.5 y 11.6). La zona de día se asemeja a un trapecio, porque
las curvas de intersección son casi rectas; así, en estas gráficas, cada línea hori-
zontal representa un día y cada línea vertical una hora. De este modo, es fácil cuantifi-
car, porque cualquier línea horizontal es un día y, según las rectas o número de
líneas verticales que atraviese, dará las horas de asolamiento del día mencionado.
Como también las líneas horizontales son cortadas por las líneas de intersección
que resultaron del corte plano horizontal-cilindro, y se determinaron el día y la
noche, esto da como consecuencia que a cada día le corresponde diferente número
de horas-sol.
Para calcular el número de horas-sol que tiene determinado lugar en todo el
año, basta multiplicar los días del año por el número de horas promedio que
tienen los días; es decir, equivaldría a obtener el área de trapecio del desarrollo
cilindrico, en el que la altura corresponde a 180 días. Desde luego, para las figuras
11.5 y 11.6 es lo mismo o debe ser lo mismo.
La base mayor más la base menor entre dos equivale al promedio de horas du-
rante el año; así, sólo corresponde a sumar las horas del solsticio de verano más las
de invierno, y lo que resulte de la suma se divide entre dos. Como éstas son cons-
tantes que no afectan la escala, para ambas figuras es:
solsticios \ / solsticios
h de verano 1—
—| I de invierno
180 días J 2 horas + 0 + 0 / \ 10 horas + 7 + 7 / .
= área de asoleamiento
2
Figura 11.7
N
24 23 22 21 20 19 18 17 16 15 14 13 12 11 10 9
Figura 11.8
co
0
—
0
Figura 11.11
13 12 9 11
24 23 22
]
*
Figura 11.12
• H B H H B B B I
De a l g u n a m a n e r a , dichas áreas t a m b i é n son trapecios, por lo c u a l se p u e d e n
calcular, a d e m á s d e su p o r c e n t a j e . Será suficiente obtener u n á r e a , pues la otra se
o b t i e n e m e d i a n t e sustracción d e la total conocida.
Para calcular e l p o r c e n t a j e q u e corresponde a c a d a á r e a , t a m b i é n es suficiente
o b t e n e r sólo u n a d e ellas, p o r q u e la s u m a d e las dos d e b e d a r e l 1 0 0 % , lo c u a l
se r e s u e l v e m e d i a n t e una r e g l a d e tres:
Sólo falta conocer el porcentaje d e asoleamiento para las fachadas N W y SE, pero
éstas se o b t i e n e n d e m a n e r a s i m i l a r a las a n t e r i o r e s ; sin e m b a r g o , dichos v a l o -
res ya se conocen, p o r q u e NE resulta simétrico a l NW, y SE lo es con el SW d e la
m i s m a m a n e r a (ver f i g . 11.4). En este caso, el p l a n o vertical se hace pasar por la
línea NE, SW d e m a n e r a tal q u e corta a l c i l i n d r o e n los puntos siguientes: uno,
i n t e r m e d i o e n t r e las 11 y 12 horas d e l SV; otro, q u e es e l l u g a r , ' y otro más, q u e se
halla entre las 14 y 15 horas d e l SI. Si se r e q u i e r e n más puntos, se podrá localizar el
i n t e r m e d i o e n t r e las 13 y 14 horas d e los equinoccios, más los días q u e se d e s e e n
trazar (ver f i g . 11.4). Estos últimos puntos t a m b i é n se u n e n y d a n otra línea curva
d e intersección entre el p l a n o vertical y e l c i l i n d r o , q u e p r o p o r c i o n a el límite d e l
á r e a N W con la SE, la p r i m e r a m a r c a d a con retícula d e r o m b o s sobre las f i g u r a s
11.11 y 11.12, y la s e g u n d a con líneas verticales entrecortadas. Los porcentajes se
o b t i e n e n d e la m i s m a m a n e r a q u e e n e l caso a n t e r i o r .
1
Este término se refiere a cualquier punto sobre el globo terráqueo, que representa un lugar especifico, como un
poblado o una ciudad. En la representación gráfica de dibujos se muestra con la letra L.
12
Trazo de cardioides
El trazo de cardioides no presenta dificultad, ya que simplemente se representan
con gráficas los porcentajes de asoleamiento obtenidos para cada fachada. Dichos
cardioides pueden ser representativos de un año, de un mes, de una semana o de
un día.
La representación de los cardioides se puede hacer de dos maneras: a) los por-
centajes se dibujan a escala sobre la rosa de los vientos, según la fachada corres-
pondiente, y b) se dibujan gráficamente a escala las horas o áreas de asoleamiento
para cada fachada, también sobre la misma rosa de los vientos.
La figura 12.1 muestra el cardioide de un año correspondiente al lugar de latitud
a, que sirvió de apoyo a los capítulos 9 y 11, una vez obtenidas las áreas de asolea-
miento de las figuras 11.7 a 11.121 y transformadas a los porcentajes correspon-
dientes. Sin embargo, también se pueden representar las áreas de asoleamiento
directamente sin porcentajes con alguna escala determinada; no obstante, con
porcentajes, da mayor precisión de la cantidad de sol que recibe cada fachada en
un año. Asimismo, la figura 12.1, con las cifras señaladas en porcentaje, muestra
que el mayor asoleamiento es en el sur, donde fluctúa entre 60.42% y 74.51 %. Sólo
falta agregar a esta gráfica los porcentajes de los días nublados, para tener la vera-
cidad del lugar.
Con los porcentajes o con las áreas se obtiene el mismo cardioide, por lo cual la
representación del cilindro desarrollado no afecta en lo más mínimo la escala emplea-
da. Esto se comprobará plenamente cuando se representen los cardioides por día.
El cardioide de un día representa gráficamente las cantidades de horas-sol en
' Las áraos este-oeste no se obtuvieron porque, según se aprecia en la figura 11.4, la división este-oeste es cortada
mediante un plano vertical que pasa por el centro del lugar a, y corresponde a la linea de las 12 del día, además de dar
la mitad de área para cada fachada.
119
1
Figura 12.3
Figura 12.6
Figura 12.18
Las f i g u r a s 12.4 y 12.8 muestran las f a c h a d a s suroeste-noreste, representadas
por líneas rectas p a r a l e l a s y horizontales el suroeste, y con retícula c u a d r a d a e l
noreste. Nuevamente, rastreando la línea del día d e los equinoccios, se cuenta según
el área d e d o n d e pasa: 7.27 horas para e l suroeste, y la d i f e r e n c i a con respecto a
las 12 horas d e l día para e l noreste, es d e c i r , 4.73 horas. Estos datos se l e e n e n las
f i g u r a s 12.4 y 12.8. A l a p l i c a r u n a r e g l a d e tres para calcular porcentajes, se t i e n e :
6 0 . 5 8 % para la f a c h a d a suroeste y 3 9 . 4 2 % para la noreste (ver fig. 12.10). Por últi-
mo, para las f a c h a d a s noroeste-sureste, e n las f i g u r a s 12.5 y 12.9, la retícula d e
r o m b o s p e r t e n e c e a la f a c h a d a noroeste y las líneas rectas entrecortadas y vertica-
les a la f a c h a d a sureste. A l r e p e t i r la o p e r a c i ó n a n t e r i o r , se observa q u e e l t r a m o
d e recta del día equinoccial cae sobre la retícula d e rombos y se lee una cantidad d e
4.73 horas y 7.27 horas e n la zona d e líneas rectas entrecortadas y verticales.
Por e l l o , e n p o r c e n t a j e s se t i e n e : p a r a la f a c h a d a noroeste, 3 9 . 4 2 % , y para la
f a c h a d a suroeste, 6 0 . 5 8 % (ver f i g . 12.10). 2
2
Poro calcular la fracción d e hora exacta d o n d e corla la línea d e l día por tratar, c o n a l g u n o m e d i d a a escala se trazo
g r á f i c a m e n t e e l t r a m o de h o r a y la p a r t e p r o p o r c i o n a l de este t r a m o d e hora y se r e l a c i o n a n con u n a r e g l a d e tres para
obtener la c a n t i d a d r e q u e r i d a .
24 23 22
K>
Ui
Figura 12.18
N
126
Al seguir la línea de raya y punto sobre las figuras 12.4 y 12.8, se ve la zona que
atraviesa con rayas paralelas y horizontales que corresponde a las horas suroeste,
mientras que cuando pasa por la zona de retícula cuadrada se observan las respec-
tivas horas al noreste. En un caso da 6.8 horas y en el otro 5.7 horas, que en porcen-
tajes corresponde a 54.4% y 45.6% d e l suroeste y noreste, respectivamente (ver
cardioide fig. 12.11).
Por último, las horas d e l noroeste ascienden a 5.7, indicadas en las figuras 12.5 y
12.9 por la zona de retícula de rombos, que da un porcentaje de 45.6. El resto de
horas para completar el día o los días corresponde a la otra fachada contigua, pero
se comprueba con la guía del día tratado y representado por la línea de rayas y
puntos sobre la zona de rayas entrecortadas paralelas y verticales de las figuras
12.5 y 12.9.
Los datos obtenidos se transportan a la rosa de los vientos de la figura 12.11, de
manera que al unir los puntos de todos los resultados da una forma geométrica,
que es el cardioide d e l día mencionado.
Los cardioides de los solsticios de verano e invierno se obtuvieron de la misma
manera, los cuales se representan en las figuras 12.12 y 12.13, respectivamente.
No es necesario obtener los cardioides mediante cuatro desarrollos cilindricos
distintos. Así se trató a l principio de este capítulo a fin de entender sin confusiones
el procedimiento por seguir, porque lo correcto es un solo desarrollo, en el que se
trazan todas las líneas de intersección provocadas por las diferentes fachadas. De
este modo, según sean cortadas por un día determinado, se obtendrán las horas
por fachadas y después se transformarán a los porcentajes (ver figs. 12.14 y 12.15).
Para demostrar que no son necesarios los desarrollos cilindricos de las figuras de
la 12.2 a la 12.9, se ha localizado otro día con su equivalente en el círculo
de fechas de la figura 11.4. Estos días son el 17 de febrero y el 25 de octubre, los
cuales se señalan con una línea de raya y dos puntos sobre la montea solar cilindrica,
así como la referencia sobre el arco de la bóveda, incluida su corrección.
Las figuras 12.14 y 12.15 muestran la línea de raya y dos puntos que representa a
estos días, los cuales, al cortarse con las líneas de intersección de fachadas, darán
fácilmente su cardioide. Anteriormente se calculó el número de horas del día
completo, y dio como resultado 11.36 horas, correspondientes al 100% de horas-
sol al año. La distribución en fachadas queda de la manera siguiente: primero se
observa que no existe corte con la línea de intersección norte-sur, de modo que la
representación del día queda totalmente a l lado sur, por lo cual a éste le corres-
ponde el 100% y a l norte el 0 % (ver cardioide fig. 12.16).
Para las fachadas este y oeste corresponde el 50% a cada una, ya que la línea
de raya y dos puntos es cortada a la mitad por la línea de orientación este-oeste
(ver cardioide fig. 12.16).
A la fachada noreste la corresponden 3.68 horas a partir de la intersección entre
la línea de raya y dos puntos con la línea noreste-suroeste, con su porcentaje d e l
32.39. Así, a la fachada suroeste le restan 7.Ó8 horas, es decir, 67.01 % (ver car-
dioide fig. 12.16).
Lo mismo sucede con las fachadas noroeste-sureste, a las cuales les pertenecen
3.68 horas y 7.68 horas, respectivamente, con porcentajes d e l 32.39 y 67.61 (ver
cardioide, fig. 12.16).
Esta manera de ejecutar las cardioides no es la más precisa, sino la más clara de
entender debido a su procedimiento y desarrollo. Además, con ella se obtiene rá-
pidamente el asoleamiento en un día determinado, con lo cual se tiene de inme-
diato una idea de las horas-sol al día por fachada.
Lo correcto es considerar l ó orientaciones en vez de ocho, e interponer ocho más
p o p ò p
i o o o K) ò>
N 0000 ">l O»
Figura 12.17
Figura 12.18
N-NW N-NE
W-NW
E-SE
W-SW
13)
N-NW N-NE
Figura 12.21. Cardioide de
los días de equinoccio, 21
de marzo y 21 de septiembre
E-NE
w-sw E-SE
S-SW S-SE
133
N-NW
W-NW
W-SW
S-SW
N-NW
W-NW
12.20. Por f a c i l i d a d , e n las figuras 12.17 y 12.18 se han puesto los datos con el valor
proporcional d e hora q u e ocasionan los cortes d e las líneas d e orientación, los
cuales están dados e n la porción q u e mira a las 12 d e l día. A l m i s m o t i e m p o , se no-
tará q u e las líneas d e orientaciones norte-noreste, sur-suroeste y norte-noroeste,
sur-sureste cortan dos veces a l c i l i n d r o d e la m o n t e a solar, lo cual se p u e d e corro-
borar e n la f i g u r a 11.4.
Por costumbre se e m p i e z a con las orientaciones norte y sur, p e r o c o m o este día
q u e d a en la zona norte, a tal f a c h a d a le corresponde e l 100% y a la fachada sur el
0 % , q u e en horas son 13.14 y 0, respectivamente (ver f i g . 12.20). El valor total de
este día se c o m p r u e b a en las figuras 12.2 y 12.6 sobre las gráficas q u e señalan las
zonas norte y sur, a l sumar las horas enteras más el valor q u e le corresponde a /3 d e
0.57 d e hora (dos veces).
Para las orientaciones noreste-suroeste, se c u e n t a n 6.84 y 6.3 horas, respectiva-
mente, y dichos datos se trasladan a las figuras 12.17 y 12.18 con sus porcentajes
d e 52.05 y 47.95 (ver fig. 12.20).
Las fachadas noroeste-sureste son simétricas a las anteriores, de modo q u e se leen
las mismas horas: 6.84 (52.05%) y 6.3 (47.95%), respectivamente.
En seguida se o b t i e n e n las orientaciones intermedias N-NE y S-SW, q u e en las fi-
guras 12.17 y 12.18 se leen en 7.6 y 5.54 horas, transformadas a porcentajes d e
57.84 y 42.16 (ver fig. 12.20). En estas orientaciones, las simétricas son N - N W y S-SE,
con sus datos d e 7.6 horas (57.84%) y 5.54 horas (47.95%), respectivamente (ver
fig. 12.20).
Por ú l t i m o , las otras f a c h a d a s intermedias son E-NE y W-SW, con valores corres-
pondientes d e 6.65 y 6.49 horas, obtenidos d e las figuras 12.17 y 12.18 y transfor-
madas a porcentajes d e 50.61 y 49.39. A estas orientaciones les corresponden en
simetría W - N W y E-SE, con las horas y porcentajes en e l o r d e n indicado anterior-
mente (ver f i g . 12.20).
«t
W-NW E-NE
W-SW
S-SW
W-NW
w-sw E-SE
s-sw S-SE
12.20. Por f a c i l i d a d , en las figuras 12.17 y 12.18 se han puesto los datos con e l valor
proporcional d e hora q u e ocasionan los cortes d e las líneas d e orientación, los
cuales están dados e n la porción q u e m i r a a las 12 d e l día. A l m i s m o t i e m p o , se no-
tará q u e las líneas d e orientaciones norte-noreste, sur-suroeste y norte-noroeste,
sur-sureste cortan dos veces a l cilindro d e la m o n t e a solar, lo cual se p u e d e corro-
borar en la f i g u r a 11.4.
Por costumbre se e m p i e z a con las orientaciones norte y sur, p e r o c o m o este día
queda en la zona norte, a tal f a c h a d a le corresponde e l 100% y a la f a c h a d a sur el
0 % , q u e en horas son 13.14 y 0, respectivamente (ver fig. 12.20). El valor total d e
este día se c o m p r u e b a e n las figuras 12.2 y 12.6 sobre las gráficas q u e señalan las
zonas norte y sur, a l sumar las horas enteras más el valor q u e le corresponde a /3 d e
0.57 d e hora (dos veces).
Para las orientaciones noreste-suroeste, se c u e n t a n 6.84 y 6.3 horas, respectiva-
mente, y dichos datos se trasladan a las figuras 12.17 y 12.18 con sus porcentajes
de 52.05 y 47.95 (ver fig. 12.20).
Las fachadas noroeste-sureste son simétricas a las anteriores, d e modo q u e se leen
las mismas horas: 6.84 ( 5 2 . 0 5 % ) y 6.3 (47.95%), respectivamente.
En seguida se o b t i e n e n las orientaciones intermedias N-NE y S-SW, q u e en las fi-
guras 12.17 y 12.18 se leen en 7.6 y 5.54 horas, transformadas a porcentajes de
57.84 y 42.16 (ver fig. 12.20). En estas orientaciones, las simétricas son N - N W y S-SE,
con sus datos de 7.6 horas (57.84%) y 5.54 horas (47.95%), respectivamente (ver
fig. 12.20).
Por último, las otras fachadas intermedias son E-NE y W-SW, con valores corres-
pondientes d e 6.65 y 6.49 horas, obtenidos d e las figuras 12.17 y 12.18 y transfor-
madas a porcentajes d e 50.61 y 49.39. A estas orientaciones les corresponden en
simetría W - N W y E-SE, con las horas y porcentajes en e l o r d e n i n d i c a d o anterior-
mente (ver fig. 12.20).
136
Circulo
de fechas
0.42 hr
19 hr
).48 hr
0.52 hr
). 23 hr N
0.52 hr
0.42 hr
Figura 13.1
tan el 100% d e a s o l e a m i e n t o o 12 horas, q u e c o r r e s p o n d e n a los equinoccios du-
rante el día y , d e s d e l u e g o , a l norte 0 % o 0 horas (ver f i g . 13.2).
La línea d e o r i e n t a c i ó n este-oeste d i v i d e a l día e q u i n o c c i a l e x a c t a m e n t e a la
m i t a d , es decir, seis horas para cada f a c h a d a (50% y 5 0 % ) (ver f i g . 13.2).
Para la línea d e o r i e n t a c i ó n noreste-suroeste, se c u e n t a n las horas q u e q u e d a n
hacia a m b o s lados d e la intersección q u e tiene con la línea d e los equinoccios, para
lo cual es necesario m e d i r la p a r t e p r o p o r c i o n a l e n e l a r c o d e v e r d a d e r a f o r m a y
magnitud. La figura 13.1 muestra el procedimiento con una línea de guiones al lado
d e r e c h o d e la p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l , d e m a n e r a q u e q u e d a n los valores d e 4.73
horas p a r a la f a c h a d a noreste y d e 7.27 horas p a r a la suroeste (39.42% y 6 0 . 5 8 % ) ,
las cuales s u m a n 12 horas y d a n e l 100% (ver f i g . 13.2).
Para las o r i e n t a c i o n e s sureste-noroeste, e l e f e c t o es s i m i l a r y simétrico a l a n t e -
r i o r ; por tanto, se m i d e n los mismos valores: 7.27 horas para la p r i m e r a y 4.73 para
la s e g u n d a . La parte p r o p o r c i o n a l se o b t i e n e d e la m i s m a m a n e r a q u e las orienta-
ciones anteriores, i n d i c a d a t a m b i é n e n la f i g u r a 13.1 sobre la p r o y e c c i ó n horizon-
tal del lado derecho. Los porcentajes corresponden a 60.58 y 39.42, respectivamente
( v e r f i g . 13.2).
Es i m p o r t a n t e señalar q u e respecto d e la m i s m a l a t i t u d a , d a n las m i s m a s horas y
porcentajes d e la m o n t e a solar cilindrica, lo c u a l se c o r r o b o r a e n la f i g u r a 12.21.
Para las o r i e n t a c i o n e s N-NE y S-SW, e n la f i g u r a 13.1, c o n u n a línea d e puntos
sobre la p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l d e l l a d o d e r e c h o se i n d i c a n los cortes d e v e r d a d e r a
m a g n i t u d , y se o b t i e n e n los valores d e 3.42 horas p a r a la f a c h a d a N-NE y 8.58 ho-
W-NW E-NE
W-S E-SE
Ejercicios de a p l i c a c i ó n 4
Introducción
Estos ejercicios tienen por objeto las aplicaciones de la montea solar, en este caso
la esférica de la c i u d a d de M é x i c o y sus similares, con una latitud norte d e 19° 26',
correspondiente a l p a r a l e l o q u e atraviesa e l Zócalo.
Para que las aplicaciones sean efectivas en la realidad, deberá corregirse la hora
local c o n v e n c i o n a l por la astronómica verdadera, pues d e lo contrario se caería
en errores graves. Posiblemente e l desuso q u e poco a poco ha t e n i d o la montea so-
lar se d e b i ó a estos detalles. Cabe aclgrgr q u e éste no es e l único error, sino uno
más, y la a c u m u l a c i ó n de varios evitó q u e las soluciones arquitectónicas coinci-
d i e r a n con la r e a l i d a d .
Es v e r d a d q u e e l arquitecto no r e q u i e r e una precisión astronómica, ni siquiera
milésimas de segundos, desde e l punto de vista a n g u l a r ; sin e m b a r g o , a l sumar
imprecisión tras imprecisión, los errores f u e r o n no sólo d e segundos, sino tam-
bién d e grados. Cabe señalar algunos d e ellos, los cuales crean e l g r a n error. Para
empezar, la c o n v e n c i ó n acerca d e l tratado de montea solar de que el a ñ o tenga
360 días es muy f á c i l de m a n e j a r dentro d e l círculo de fechas, d e m o d o que se ob-
tiene e l error de cinco días y fracción (respecto de la realidad). Si a lo anterior se
a g r e g a q u e a l g u n o s autores no ajustan el círculo de fechas para la montea
cilindrica, existirán dos errores, con lo cual se p e r j u d i c a un poco más la solución.
Otro error q u e se a ñ a d e a los anteriores es la imprecisión que r e g u l a r m e n t e se
tiene a l d i b u j a r los trazos de m o n t e a solar. No conformes con dicha suma de erro-
res, a l arco de 46° 54' d e trayecto solar durante e l a ñ o se le a c o m o d a f á c i l m e n t e un
círculo d e fechas para localizar cualquier día, desde l u e g o por c o m o d i d a d , a sa-
biendas de q ú e a l leer los grados en el círculo d e fechas, no es correcta la división
d e l arco solar e n cuestión; por e j e m p l o , la figura 13.4 muestra dos ángulos d e 30°:
uno muy cerca de los equinoccios, que marca la medida (a) sobre el arco solar de las
12 horas d e l día, y otro cerca d e l solsticio d e invierno, indicado con (b), q u e
marca la m e d i d a sobre el arco solar de las 12 horas d e l día. Respecto d e los mismos
30°, correspondería a los mismos 30 días de trayectoria solar, pero la f i g u r a 13.4
muestra q u e no se c u m p l e este principio, porque debía ser el mismo recorrido solar
y resulta q u e (a) es más g r a n d e q u e (b). A l m e d i r los ángulos g r á f i c a m e n t e , u n o (a)
tiene 11 ° y el otro (b) 3 o 30', lo cual d i f i e r e e n 7 o 30' d e error angular q u e , transfor-
m a d o a días, sería a p r o x i m a d a m e n t e un mes, y d i c h o error e n la obra podría ser
resolver el p r o b l e m a d e l mes de m a y o en junio. Éste es el cuarto error, e l cual, su-
m a d o a los anteriores, acarrea f á c i l m e n t e un valor muy cercano a un mes y m e d i o
o dos meses para algunos casos.
Sin e m b a r g o , el ú l t i m o error se p u e d e corregir. Si se sabe que el trayecto d e l sol
debe ser proporcional, lo correcto será dividir el ángulo de 46° 54' entre la mitad de
los 365 días d e l a ñ o , q u e supuestamente es lo q u e señala el arco solar de las 12
horas d e l día en un sentido, mientras q u e el otro se e n c i m a y da el total de 365
días. M e d i a n t e operaciones, la división da 15' por día, es decir, cada día d e l arco
21 de enero
21 de junio 21 de diciembre
Figura 13.4
Ejercicio 1
Obtener la sombra de una vara
indicada en la m o n t e a de la figura 13.5 c o n las
letras / > ' y / , m i
Por no proporcionarse el día y la hora del rayo solar para obtener la sombra, se selecciona
arbitrariamente el 21 de diciembre a las 9:00 a. m., lo cual se señala en la montea solar de la
contrapágina con una línea de raya y dos puntos. Siempre que se utilice un día y hora
específicos, se recomienda que al trazar sus paralelas de aplicación, se le marquen sus datos
simplificados claramente sobre la inclinación y dirección del rayo. En el ejemplo de montea
geométrica se indica cómo se debe realizar.
La inclinación y la dir3cción del rayo solar por examinar se podrán trasladar paralelas a la
montea del problema, siempre y cuando las líneas de tierra de una y otra montea sean para-
lelas entre sí, anotando para cada línea paralela, en forma abreviada, la fecha y la hora del
día correspondiente a fin de evitar confusiones. La inclinación siempre estará dada sobre la
proyección vertical, de manera tal que sus datos llevarán como distinción la seña de una pri-
ma y la dirección sobre la proyección horizontal sin prima (verfig. 13.5).
El problema propuesto se resuelve de acuerdo con los conocimientos de la geometría pro-
yectiva de sombras, al trazar paralelas a los rayos del día y hora dados en la montea y
hacerlas pasar por los puntos conocidos de /', m' y I, m, según sea el rayo (proyección vertical u
horizontal) sin mezclar proyecciones. La proyección vertical debe prolongarse hasta que to-
que la línea de tierra; a partir de aquí, se traza una ortogonal hasta encontrar el corte con la
proyección horizontal del rayo que pasa por el punto correspondiente, con lo cual se obtiene
en ese mismo instante la sombra sobre el suelo del punto tratado, indicado sobre el ejemplo en
ambas proyecciones con el subíndice (s). Al unir los puntos, se obtiene sobre el suelo la
sombra de la vara, marcada con una línea de raya y tres puntos (véase el ejemplo).
Ejercicio 2
Obtener la sombra de una vara a las 17:00 horas del día 21 de junio, considerando el
plano vertical de proyección como una pared, con los datos en montea de /', m ' y I, m
1
Para este tipo de ejercicios, se recomienda consultar el estudio de sombras en montea biplanar en el libro Perspectiva
geométrica, d e l a r q u i t e c t o M i g u e l d e la Torre, C a r b o Publicación, ENEP-Acatlán.
Ejercicio 3
Obtener la sombra de un cuerpo prismático rectangular a las 13:00 horas del 21 de
marzo, considerando el plano vertical como una pared, con los datos en montea
de 1', 2', 3', 4 \ 5', 6', 7', 8', 9', 10' y 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
El procedimiento es similar a los anteriores, pero con más puntos. Según los puntos V, -1; 7, 2;
3', 3 y 4', 4 por el sentido que toman la inclinación y la dirección, llegan primero al suelo que a la
pared, por lo cual da toda la sombra al suelo.
En este ejercicio es importante tener en cuenta la orientación, sin considerar el diseño, simple-
mente porque para aplicar la montea solar a una montea arquitectónica es indispensable, aparte
de verificar que las líneas de tierra sean paralelas, que la orientación de la planta arquitectónica
o del ejercicio por tratar coincida con la orientación de la planta de montea solar, es decir, que
ambos nortes apunten en el mismo sentido, debiendo también conservar paralelismo. De lo
contrario, habrá fallas en su aplicación (ver fig. 13.7).
En el ejemplo, con una línea de raya y tres puntos se señala la sombra que tendría el cuerpo
en ese día, siempre y cuando el día no estuviera nublado. Con la misma indicación de raya y tres
puntos se marca la envolvente de sombra, pero con una calidad más gruesa.
Ejercicio 4
Obtener la sombra de un cuerpo prismático rectangular a las 15:00 horas del 28 de
septiembre, considerando el plano vertical como una pared cuando los nortes no
coinciden con los datos en montea de 8', 7', 6', 5', 4', 3', 2', 1', 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8
Si no coinciden los nortes en primera instancia de las monteas, no se podrán trazar los rayos
paralelos de una montea a otra. Dicha problemática sólo se puede resolver mediante procedi-
mientos auxiliares geométricos. En este caso, se gira el norte del ejercicio para que coincida con
el norte de la montea solar, y ¡unto con él se gira2 todo el cuerpo del problema para obtener una
nueva proyección vertical. Efectuada esta posición, se podrán trazar los rayos solares paralelos
para ambas proyecciones del problema y se aplicarán de la forma tratada en los ejercicios ante-
riores, como se muestra en la montea de abajo. Al trazar paralelas por los puntos Y, 1; Z, 2; 3', 3
y 4', 4 según el rayo solar correspondiente (inclinación o dirección), se nota que los rayos solares
de la proyección horizontal llegan antes a la línea de tierra que los rayos solares verticales, lo
cual indica que dichos puntos dan primero a la pared que al suelo. Por ello, parte de la sombra
queda en el suelo y parte en la pared (ver fig. 13.8).
2
En los ejercicios 5 y 6 se muestran otros sistemas geométricos para resolver los rayos paralelos cuando los cortes no
coinciden.
EJERCICIOS DE A P L I C A C I Ó N 4 145
Montea solar-Ciudad de México
Latitud norte 19°26' (Zócalo)
Nota-
LL
Montea solar-Ciudad de M é x i c o
Latitud norte 19°26" (Zócalo)
fe
Montea solar-Ciudad de México
Latitud norte 19°26' (Zócalo)
Ejercicio 5
Obtener la sombra de un cuerpo p r i s m á t i c o rectangular sobre otro, a las 12:30 horas
del 21 de diciembre, c u a n d o los nortes no coinciden c o n los d a t o s en montea de
1 \ 1, 2', 2, 3', 3 , 4 \ 4, 5', 5, 6', 6, T, 7, 8 \ 8 y a', a, b', b, c't c, d\ d, e\ e, f , f, g', gyh'.h
En este caso, el plano vertical no fungirá como pared, pues no se pide como condicionante;
además, se tiene el problema de no ser coincidentes los nortes, pero se resolverá me-
diante el auxilio geométrico de cambio de planos. El procedimiento para hacer coincidir los
nortes mediante cambios de planos puede ser de dos formas, ya que el norte está compren-
dido en ambas monteas sobre la planta o proyección horizontal: a) cambiar la presentación
de la montea solar hasta que los nortes de ambas plantas sean paralelos, y b) mover la mon-
tea completa del problema hasta que coincidan los nortes de ambas proyecciones horizonta-
les (ver fig. 13.9, montea de abajo).
Para ambas soluciones, se pueden trazar paralelas del rayo solar con su día y hora solicita-
dos, pero exclusivamente para las plantas o proyecciones horizontales, porque las líneas de
tierra no son paralelas y requieren un procedimiento extra para el alzado o proyección verti-
cal. Desde el punto de vista geométrico, se necesita cambiar el plano para el rayo solar del
día y hora solicitados. Para ello, se aprovecha la línea de tierra empleada para el ejercicio
del problema, precisamente cuando los nortes coinciden. En seguida se trazan líneas ortogo-
nales a la nueva LT por los extremos definidos en [hora y lugar (L)] del rayo por tratar sobre
la proyección horizontal de la montea solar, hasta cortar a la nueva LT. A partir de dichos
cortes, se transportan las medidas de altura que tienen los puntos extremos sobre la proyec-
ción vertical de la montea solar, que se conservan igual, por tratarse de un cambio de plano
vertical. Los extremos del rayo solar son: el lugar (L) de la montea solar (en este caso, la
ciudad de México) y la hora del día señalado (ver fig. 13.9).
Mótese que el lugar tiene una altura de cero y la hora propuesta una altura de X. Con
el rayo solar en alzado en el problema, se trazan paralelas sobre los puntos de prisma, y se
resuelve de la manera tratada en ejercicios anteriores, sólo que en este caso se debe verificar
si los puntos V, 1; 2', 2; 3', 3 y 4', 4 llegan antes al suelo o al otro cuerpo propuesto en el
problema para obtener la sombra correcta. Los puntos 3', 3 y 4', 4 dan al suelo y 1', 1 y 2", 2
al cuerpo; por lo cual fue necesario obtener límites con los puntos 9 ' , 9; 10', 10 y 11', 11. El
punto 10', 10 fue para obtener la sombra sobre el quiebre o esquina del otro cuerpo (ver fig.
13.9), y el 9 ' , 9 y 11 11 para encontrar los puntos límite del cambio de sombra del suelo a
las paredes del otro cuerpo.
Ejercicio 6
Obtener la sombra de un cuerpo p r i s m á t i c o rectangular sobre una superficie
acanalada del 20 de noviembre a las 14:00 horas, c u a n d o los nortes no son
coincidentes c o n los d a t o s en la m o n t e a de Y, 1; 2', 2; 3', 3; 4', 4; 5', 5; 6', 6; 7', 7 y 8', 8
Cuando por dificultades geométricas o de trabajo no se desea mover ninguna de las mon-
teas y el norte no coincide, será suficiente cambiar el rayo solar del día y hora por tratar.
Antes de mover nada, primero se observa el ángulo que forma el rayo solar por tratar con
el norte de la planta o proyección horizontal de la montea solar. Dicho ángulo se nombra por
/3, el cual se transportó al problema del ejercicio para colocar el rayo solar en relación con el
norte, y conserva el mismo sentido. Con ello se tiene la dirección correcta y falta la inclina-
ción exacta, la cual se obtiene al hacer girar el rayo solar sobre la proyección horizontal
de la montea solar un ángulo $ correspondiente al mismo ángulo, que supuestamente giró el
norte del ejercicio en relación con el de la montea solar. Al moverse el norte un ángulo 4>,
todos los puntos de la montea solar en la proyección horizontal debieron moverse igual.
Al aplicar un giro en proyección horizontal, los puntos que se mueven conservan la misma
altura en la proyección vertical; por tanto, se desplazan paralelos a la línea de tierra hasta
encontrar la referencia ortogonal del mismo punto que se movió. En este caso, sólo el de las
14 horas del 20 de noviembre, ya que el otro extremo sirvió de apoyo al giro. Mediante este
procedimiento se obtiene la inclinación correcta del rayo solar y se trazan paralelas al ejercicio.
Ejercicio 7
Encontrar el asoleamiento de una recámara con las orientaciones este y sur, según
el ejemplo, en el día 1o. de enero a las 9:00 horas
La idea de verificar el asoleamiento de una recámara supuestamente construida tiene por
objeto comprobar la cantidad de sol que le entra y con ello saber si es favorable o no, ade-
más de confirmar la incidencia de los rayos solares a través de la montea solar.
Según el ejemplo, son dos ventanas: una al sur y otra al oriente. Los rayos solares se manejan
geométricamente y están guiados en el ejemplo con números; los subíndices indican el lu-
gar adonde llegan primero: al suelo (s), a la pared (p), al mueble (m) y a la cama (c). Desde
luego, se debe considerar el pequeño volado que tiene la recámara en el techo, para lo cual
se ocuparon los puntos *', x y y', y. El z', z se aplica al límite de la cama al suelo, para trazar
exclusivamente los rayos solares que logren penetrar al local.
Con rectas de guiones delgadas diagonales y en el sentido de los rayos solares en ambas
proyecciones, el ejemplo muestra el asoleamiento en forma ficticia, como si los muebles y
las paredes no existieran. Luego, en los mismos sentidos de los rayos solares se empalman
diagonales gruesas con rectas corridas, las cuales representan al sol que puede verse en
el dibujo de montea diplanar, y con diagonales gruesas de guiones al sol que no se ve debido
a la posición que tiene la montea geométrica y el corte representado en alzado: como el sol
que da sobre la cama por su parte oriente y el que da sobre la pared poniente. Además, la
línea con dos rayas y punto marca la envolvente del asoleamiento con una calidad delgada
cuando es ficticio y con una calidad grueso cuando es real; incluso se indica esa misma
representación cuando queda el asoleamiento íntegro en una línea, ya sea sobre el suelo o
sobre la pared. Sin embargo, el sol que logra penetrar es desfavorable en ese día: por una
parte, da sobre el librero y puede acabar con el color de los libros, y por otra, un día como el
lo. de enero, cuando se supone que la persona está desvelado, da directamente en la cara,
de modo que la persona no puede descansar. Estos errores se pueden corregir desde el pro-
yecto, para lo cual cabe emplear los análisis: una mejor orientación o proteger con elementos
arquitectónicos (volados, parteluces, celosías, etc.).
Km»
pE"
»¡»n»
Ejercicio 8
Orientar adecuadamente el proyecto siguiente
Verano
simplemente se adapta la casa con diseño solar de ventanas, volados y parteluces; pero en
caso de existir colindancias junto a la casa, se deberá dar prioridad a las recámaras, la sala y
el comedor, para que tengan las mismas condiciones de asoleamiento. Por ello, lo correcto
es la orientación este-oeste; pero si se consideran los días nublados y lluviosos durante el
año,3 se podrá aceptar la orientación sureste-noroeste, quedando correcta cualquier inter-
media entre las dos orientaciones prioritarias (véase el ejemplo a la derecha del cardioide
anual, donde se indican las orientaciones límite con la envolvente del proyecto, en un caso
con línea corrida y en otro con línea de guiones). Desde luego, sin cardioide anual no se
3
La gráfica de dias nublados y lluviosos varía coda arto. En este caso, a l no tener los datos verídicos, b gráfica es fic-
ticia, p e r o se d e b e basar e n la época d e lluvias y v a r i a c i ó n d e temperaturas. La g r á f i c a sobre e l c a r d i o i d e a n u a l e n e l
e j e m p l o con una linea p u n t e a d a corresponde a u n tanteo por observación, d e a c u e r d o con las consideraciones si-
guientes: a p r o x i m a d a m e n t e a u n a cuarta p a r t e d e l a ñ o sin sol q u e afecta a todas las fachadas, por los dios e n q u e
llueve desde el a m a n e c e r hasta el atardecer, más los dias nublados sin lluvia, más los dias e n q u e sólo se n u b l a a l
a m a n e c e r y se despeja a l atardecer, más los dias e n q u e sucede a la inversa. A las fachadas NE, E-NE, E, W-SW. W y
W-NW se les suma una quinta parte, debido a la frecuencia parcial d e mañanas y tardes nubladas, a veces con lluvias
escasas. La f a c h a d a S se incrementa sólo con u n a sexta parte, por los dias q u e exclusivamente se n u b l a n a l m e d i o d í a .
Finalmente, las orientaciones en las q u e se nubla con más frecuencia e n la ciudad de México son la S-SW y la SW, por lo
cual se incrementan con una quinta parte, más una sexta parte de lo q u e corresponde a todas las fachadas de un cuarto,
entre lluvias y dias nublados.
A u n q u e estos datos son u n tanto ficticios, sirven para tener u n a idea clara d e l m a n e j o q u e se d e b e hacer c u a n d o los
datos son totalmente reales y comprobados, por lo menos en los cinco años anteriores. Lo importante es dar a conocer el
m e c a n i s m o p a r a conocer e l porcentaje r e a l d e la g r á f i c a a n u a l d e dias nublados y lluviosos, por lo c u a l se procede
de la m a n e r a siguiente: c o n e l valor p r o p o r c i o n a l e n c o n t r a d o d e los días y con los registros d e hora d e lluvia o nubla-
d o , se ve a q u é f a c h a d a afecta, y c o n d i c h o valor se m u l t i p l i c a e l porcentaje d e la f a c h a d a afectada, lo cual d a d e in-
m e d i a t o e l porcentaje correspondiente a d i c h o o r i e n t a c i ó n ; por e j e m p l o : la orientación S-SW tuvo 1 / 4 + 1 / 5 + 1 / 6 ,
q u e sumó e n total 3 7 / 6 0 y, a l multiplicar por 7 2 . 1 6 % , resultó u n porcentaje d e 44.49 » 44.5. De esta m a n e r a se obtu-
vieron todos los datos, los cuales a p a r e c e n e n la f i g u r a 13.12.
Ejercicio 9
Con base en los datos climatológicos de un lugar determinado, se construirá una casa.
El local que muestra la figura 13.12 forma parte de dicha obra. Para que dicho local
quede en las condiciones apropiadas de comodidad humana, se requiere que de las
10:00 a las 13:00 horas no penetren los rayos solares en todo el año.
En este problema, el intervalo está perfectamente determinado de las 10:00 a las 13:00 horas,
por lo cual sólo se analizarán las inclinaciones y direcciones de los rayos solares del intervalo de
horas señalado para todo el año. No se examinarán todos los días del año, sino exclusiva-
mente aquellos en que sea factible la penetración de rayos solares al local propuesto por las
orientaciones donde existen ventanas.
Antes de resolver el problema del local, sobre la montea se limitarán los días que sólo puedan
penetrar por sus ventanas dentro del horario considerado. Para ello, sobre la proyección horizon-
tal de la montea solar se marcan las direcciones de cada hora del intervalo de rayos solares fac-
tibles de introducirse, según las orientaciones de las ventanas; en este caso, sólo son dos: una al
oriente y otra al sur. Se continúa el procedimiento y se encuentra la inclinación de los mismos
rayos; desde luego, éstos se hallarán sobre la proyección vertical de la montea solar (véase el
ejemplo señalado con una línea de raya y dos puntos sobre la montea solar de la figura
13.13). Una vez realizado esto, se procede a resolver el problema, para lo cual se deben tra-
zar paralelas de los rayos localizados sobre la montea solar de ambas proyecciones, y se hace
notar que en este ejercicio, los nortes son coincidentes y las líneas de tierra paralelas. Se re-
comienda trazar las paralelas una a una por día directamente sobre el problema arquitectó-
nico, e indicar el día y la hora de que se trate sobre cada paralela, a fin de observar lo que
sucede con el asoleamiento. Se continúa de esta manera hasta obtener todos los rayos,
incluso los de la proyección lateral, que para este caso se necesitan, a fin de solucionar tam-
bién de una vez la otra fachada. Cabe recordar que para esta última proyección, basta limitar
al rayo por dos de sus puntos (se recomienda que estos puntos sean el lugar de la ciudad de Mé-
xico y el de la hora señalada para cada rayo).
Si se desea, por comodidad se pueden trazar previamente las paralelas de los días con su
hora señalada en un lugar próximo al del problema, y después trazar las paralelas sobre el
nrnhlftmn «tanún IntL rrmrm mu* rorr^tnnnrlnn n rnHn vsntnnn ñor su oriantririón. Este Procedi-
C o n los rayos d i b u j a d o s por c a d a v e n t a n a , se a n a l i z a el diseño solar para q u e c u m p l a c o n
lo q u e se pide. Es r e c o m e n d a b l e e m p e z a r sobre los alzados y tratar de evitar el paso d e los
rayos solares m e d i a n t e e l e m e n t o s arquitectónicos c o m o ensayo, pensando e n su solución y
diseño. A m b o s aspectos d e b e n estar condicionados a lo e c o n ó m i c o . C o m o se ve e n e l
e j e m p l o , un techo p l a n o o b l i g a a un v o l a d o mayor, p e r o con un techo i n c l i n a d o para a m b o s
alzados se acorta d i c h o v o l a d o , lo cual reduce los costos y p e r m i t e a p r o v e c h a r la inclinación
para desaguar el techo. Esto lo hace a ú n más e c o n ó m i c o y, c o m o resultó un techo a cuatro
aguas, g e o m é t r i c a m e n t e se v u e l v e más resistente y vistoso. Una vez o b t e n i d a la solución, si
todavía se desea, se p u e d e cortar el techo v o l a d o d o n d e no se necesite, por los límites q u e
m a r q u e n los rayos solares e n e l análisis.
El t a m a ñ o d e l techo p l a n o está m a r c a d o c o n una línea de raya y p u n t o para la proyección
vertical, y c o n una línea d e guiones de la misma c a l i d a d q u e la representación anterior para
la proyección lateral. Por distinción visual, se d i b u j ó una arriba de la otra. Los límites de los
techos e n la proyección horizontal están marcados con líneas d e d o b l e g u i ó n d e l g a d o . El re-
sultado f i n a l se representó e n la proyección vertical con u n a línea gruesa d e d o b l e g u i ó n y
con una línea de guiones gruesos p e r o sencillos e n la proyección horizontal, incluidas la for-
ma y las inclinaciones de los techos (ver f i g . 13.13).
Las diferencias d e un techo a otro son evidentes e n la proyección horizontal. A l hacer
u n v o l a d o efectivo, se d e b e tener c u i d a d o , para lo cual se t i e n e n q u e indicar los límites e n
el e j e m p l o con dos rayas paralelas y tratar de resolver exclusivamente lo solicitado en el
p r o b l e m a , a u n q u e e n el e j e m p l o , por diseño, se p r o l o n g ó el m i s m o v o l a d o hasta por las
partes d o n d e no se r e q u i e r e y se continuó el f a l d ó n con e l f i n d e conservar la a l t u r a
del techo. Sin embargo, dicho f a l d ó n puede evitar el calor, debido a la trasmisión calorífica que
provoca e l sol a través d e los materiales. Éste es otro t i p o d e problemas, q u e t a m b i é n se
p u e d e n resolver m e d i a n t e m o n t e a solar.
Ejercicio 10
Obtener la sombra de una vara vertical durante todo el año,
con los datos en montea de V', V
1 I
I fililí
¡Sllu
N-NW
S-SW
\
epi /
""cí ecámai«
cocina recámara
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24 10 12
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W
CARDIOIDE ANUAL
N
N-.NE
W-S
Gráfica de días
nublados y lluviosos
durante todo el año
S-SW S-SE
Figura 13.12
167
Montea solar-CiuGad de México
Latitud norte 19°26' (Zócalo)
©
Figura 13.13
169
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Ejercicio 11
Encontrar la sombra que produce un cuerpo p r i s m á t i c o rectangular durante todo el
año, que representa un e d i f i c i o c o n la orientación dada en el ejemplo, y los datos en
montea de V „ V,; V"2, v 2 ; V"3/ V3 y v4
Teóricamente, este ejercicio se resuelve igual que el anterior. Si se estima que las aristas
verticales que configuran al cuerpo geométrico son varas verticales, el proceso sólo consisti-
rá en repetir el ejercicio anterior cuatro veces. Para ello, en el ejemplo sobre la proyección
vertical, cada arista vertical está representada con V' y un subíndice indicado por un número
(1, 2, 3 o 4) que identifica a cada vara para efectos de trazo.
La sombra para V't se representa con una línea gruesa y un punto, mientras que las refe-
rencias paralelas de los rayos solares obtenidos de la montea solar se representan con una
línea delgada y un punto. Para V'2, la sombra se indica con una línea gruesa y dos puntos, en
tanto que las líneas delgadas con dos puntos corresponden a los rayos solares. Para V'3 se
aplica lo mismo, pero con tres puntos y V'4 con cuatro puntos (ver fig. 13.15).
No se marcaron las referencias paralelas de todas las horas de los rayos solares, para no
confundir el dibujo. Al mismo tiempo, se señala que para obtener la sombra del cuerpo en
un día determinado y en una hora específica, basta unir los puntos correspondientes de las
cuatro varas. En el ejercicio, está ejemplificado del modo siguiente: a las 17 horas del solsti-
cio de invierno, a las 18 horas del solsticio de verano y a las ó horas del mismo solsticio. Asi-
mismo, se pueden obtener a otras horas, y en todas se notará que la proyección de sombra
sobre el suelo tiene exactamente el mismo tamaño que la tapadera rectangular del cuerpo,
incluso conservando paralelismo, lo cual cumple con el conocimiento de sombras de que todo
cuerpo paralelo al plano donde se proyecta no sufre deformación. Por otro lado, en los
trazos obtenidos para encontrar cada vara, la convergencia del abanico mencionado en el
ejercicio 10, también muestra como resultado el mismo rectángulo, al igual que la prolonga-
ción de las referencias de las 12 del día mediante la interferencia de las ortogonales corres-
pondientes, proceso que se repite para encontrar las de las 7 horas en el solsticio de invierno
para las cuatro varas, aunque estas últimas no aparecen en el dibujo.
Ejercicio 12
Proyectar un c o n j u n t o habitacional, cuya determinante de a s o l e a m i e n t o es recibir
el sol de manera directa durante t o d o el año, de las 9:00 a las 15:00 horas en t o d a s
sus fachadas. Los e d i f i c i o s son iguales y c o n la m i s m a orientación al prisma
rectangular del ejercicio 11. Lo que se busca es la c o l o c a c i ó n que c u m p l a c o n las
determinantes dadas para hacer la siembra de e d i f i c i o s
Primero se obtiene la sombra que arrojaría uno de los edificios durante todo el año (ver
fig. 13.16), lo cual es similar al ejercicio 11. Por ello, está basado en él para obtener la som-
bra envolvente dentro del horario estipulado; dicha envolvente está marcada en la figura
13.16 con una línea continua gruesa. En el ejemplo, se determina un edificio marcado con
las letras V',, V,; V'7, V2; V'3, V3 y V'4, V4, lo cual se señala con su envolvente de línea gruesa
continua en la página 176. Con los límites rectos y las curvas que describen las horas in-
termedias de las determinantes indicadas, se calculan tanto el edificio en proyección hori-
zontal como su envolvente de horas límite sobre un papel transparente, a fin de buscar ulte-
riormente el acomodo para cada otro edificio, de manera que entre ellos no se den sombra y
garantice el asoleamiento determinado bajo cualquier estudio climatológico del lugar donde
se construirán. En el ejemplo se ubicaron seis edificios, pero pueden ser más o menos, según
el proyecto de urbanización relacionado con el tipo de edificio. El mejor acomodo estará de
acuerdo con la idea del conjunto, de modo que se podrán agrupar de cinco en cinco como
muestra una parte del ejemplo; sin embargo, el mismo ejemplo da idea de un acomodo ho-
rizontal, vertical o transversal (en un sentido u otro).
Si los edificios son diferentes de cada uno se deberá obtener la sombra que puede arrojar
bajo las determinantes previstas, según los estudios climatológicos del lugar por construir,
siempre con la idea de que queden adaptados al bienestar humano (ver fig. 13.16).
4
C o n s u l t o r los tablas d e la i n v e s t i g a c i ó n d e D a v i d Paredes R o m o d o c r e d i b i l i d a d a d i c h o e j e r c i c i o , c o n e l f i n d e
c o m p r o b a r a q u i e n c o r r e s p o n d a , e l c a m b i o q u e h a s u f r i d o e l e | e t é r m i c o e n lo c i u d a d d e M é x i c o .
1980 7 8 9 10 11 12
180
Tabla 13.2. (Continuación.)
N
1980 13 14 15 16 17 18
1980 19 20 21 22 23 24
181
T a b l a 13.2. (Continuación.)
\
1981 1 2 3 4 5 6
1981 7 8 9 10 11 12
19 20 21 22 23 24
Hill
14
ntensidad calorífica
de los materiales
sobre superficies
184
exclusivamente el r a y o solar e n la f i g u r a 14.5. Con estas proyecciones se a r m a el
dibujo isomètrico d e la f i g u r a 14.6, la cual muestra q u e el á n g u l o a e n el espacio
real (formado entre el plano horizontal con el rayo solar del espacio), es uno y el án-
gulo sobre la p r o y e c c i ó n vertical ( f o r m a d o entre la línea d e tierra con la proyec-
ción vertical d e l r a y o solar) es otro. El r a y o solar r e a l está d e t e r m i n a d o por e l lugar
(en este caso, la c i u d a d d e M é x i c o ) y la hora e s p e c i a l e s c o g i d a para el día 24 d e
n o v i e m b r e , d e m o d o q u e c o n su p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l y la línea p r o y e c t a n t e ( q u e
es la a l t u r a d e la hora) se f o r m a u n t r i á n g u l o r e c t á n g u l o .
Lo importante de formar un triángulo rectángulo es que, al conocer los dos catetos,
éstos determinan el valor de la hipotenusa, q u e es precisamente el rayo solar; al mis-
m o tiempo, eon dichos datos se p u e d e n calcular los ángulos correctos, Independiente-
mente d e sus proyecciones. Los valores d e los catetos están d a d o s sobre las proyec-
ciones: u n o e n p r o y e c c i ó n h o r i z o n t a l , c o r r e s p o n d i e n t e a la p r o y e c c i ó n horizontal
del rayo solar, y sobre la p r o y e c c i ó n vertical q u e es la a l t u r a d e la hora. C o n estos
datos es fácil determinar el á n g u l o real d e a (véanse las figuras 14.5 y 14.6) porque
gráficamente se puede armar el triángulo rectángulo (véase la fig. 14.7), e n el cual
también gráficamente se p u e d e medir el á n g u l o a para ser considerado correctamente
en la f ó r m u l a con u n error aceptable. Sin e m b a r g o , si se q u i e r e mayor precisión, se
Perpendicular
Plano horizontal
Figura 14.3
J
»
Nota:ex »8.5°*4 •
N",
Ciudad de
México !
Ciudad de
WMéxico
Figura 14.4
, i?
cxf
L'ugar
^^.ugar
\ \\
Figura 14.5
15 horas
15 horas
a
proyectante
Figura 14.6
• Smontai
noviembre
Proyección horizontal
Un cateto^ Figura 14.7
187
podrá calcular el valor real de a, al obtener primero el valor de la hipote-
nusa bajo los conceptos pitagóricos H2 = C,2+C22, d e d o n d e H = Je? + C22. Con el
, , , , cateto opuesto . .
valor d e la hipotenusa
r
se calcula el seno de a : sen o; = — ¡ - ; — ; o bien,
hipotenusa
sin necesidad d e calcular la hipotenusa, se obtendrá directamente el valor del án-
aulo
w tanaente
v d e a por los catetos ya conocidos: 4. tan a = opuesto una
cateto adyacente
vez c o n o c i d o el á n g u l o , se o b t i e n e el seno d e a para la f ó r m u l a d e la intensidad
calorífica.
La s e g u n d a f ó r m u l a c o r r e g i d a con el coseno d e (3 se e m p l e a e n s e g u i d a con al-
gunos e j e m p l o s para hacer n o t o r i a la d i f e r e n c i a q u e existe d e la v a r i a c i ó n
calorífica, la c u a l se c o m p a r a con la f ó r m u l a inicial. Para e l l o se f i j a n cuatro luga-
res sobre el g l o b o t e r r á q u e o , q u e serán: e l e c u a d o r p u n t o A, el Trópico d e Cáncer
p u n t o B, e l Círculo Polar Á r t i c o p u n t o C y el Polo N o r t e p u n t o D. El análisis se hará e n
la f e c h a d e los e q u i n o c c i o s a las 12 horas d e l día (ver f i g . 14.8).
Según los e j e m p l o s de las tablas 14.1 y 14.2, los puntos A y D no sufren variación
e n el m o m e n t o d e intervenir el á n g u l o pero los puntos B y C sí sufren alteración
y u n a d i f e r e n c i a bastante g r a n d e sobre el p u n t o C. Esto q u i e r e decir q u e cuanto
m a y o r sea la latitud, m a y o r será el i n c r e m e n t o d e la d i f e r e n c i a entre una f ó r m u l a y
otra y disminuirá e n o r m e m e n t e la intensidad calorífica, lo cual puede originar gran-
des errores e n la a p l i c a c i ó n si no se hace la corrección a n g u l a r d e 0. A h o r a se v e r á
lo q u e sucede sobre los m i s m o s puntos d e la Tierra c u a n d o la i n c i d e n c i a solar es
sobre p l a n o s verticales.
Plano vertical
Equinoccios de Norte . a = t) = 0 o
primavera y otoño
^^•Plano vertical
Plano vertical
= ¿ = 90°
Perpendicular
188
S e g ú n las f i g u r a s 14.2 y 14.9, e l á n g u l o / 3 p a r a p l a n o s v e r t i c a l e s es i g u a l a l á n -
g u l o « , p o r lo c u a l se a p l i c a d e i n m e d i a t o e n la t a b l a 14.3. En ésta se n o t a q u e e n e l
p u n t o A la i n t e n s i d a d se n u l i f i c a , d e lo c u a l se d e d u c e q u e c a d a v e z q u e e l r a y o
solar sea t a n g e n t e s o b r e a l g u n a s u p e r f i c i e p l a n a , n o t e n d r á o p o r t u n i d a d d e c a l e n t a r .
Los p u n t o s B y C se i n v i e r t e n e n c u a n t o a g a n a n c i a s d e c a l o r e n r e l a c i ó n c o n las
t a b l a s 14.1 y 14.2, d e m o d o q u e C g a n a m á s q u e B. Esto q u i e r e d e c i r q u e c u a n d o u n
p l a n o t i e n d e a la p e r p e n d i c u l a r e n r e l a c i ó n c o n e l r a y o s o l a r , a u m e n t a su t e m p e r a -
t u r a ; sin e m b a r g o , e l p u n t o D, d e b i d o a q u e está c o l o c a d o s o b r e e l p o l o t e r r e s t r e ,
c o n t i n ú a sin o b t e n e r c a l o r , a p e s a r d e t e n e r p e r p e n d i c u l a r e l r a y o solar a l p l a n o
v e r t i c a l . Lo a n t e r i o r n o s i g n i f i c a q u e e l p l a n o v e r t i c a l n o r e c i b a c a l o r , s i n o lo
q u e s u c e d e es q u e c u a n d o e l r a y o solar es t a n g e n t e a l h o r i z o n t e o a l p l a n o t a n g e n -
te d e l l u g a r , d a c e r o a l v e r i f i c a r las o p e r a c i o n e s d e l a f ó r m u l a , c o n l o c u a l n u l i f i c a
c u a l q u i e r p o s i b i l i d a d ; sin e m b a r g o , e s t o t a m b i é n es r e a l , y a q u e a l n o c a l e n t a r s e
el s u e l o c i r c u n d a n t e a t r a v é s d e l sol, p r o v o c a q u e la a t m ó s f e r a d e l e n t o r n o se c o n -
serve fría, a tal g r a d o q u e s i e m p r e estará e n disposición d e tomar d e i n m e d i a t o el
c a l o r q u e se p r o d u z c a . Por e l l o , el m u r o p i e r d e c a l o r e n c u a n t o lo g a n a . De a h í
la c r e e n c i a d e a l g u n a s personas d e q u e e l f r í o q u e m a . En r e a l i d a d , lo q u e q u e m a es
el sol o el calor, p e r o este calor q u e se p r o d u c e n u n c a se l l e g a a sentir, por lo cual se
d i c e q u e e l sol d e i n v i e r n o q u e m a sin c a l e n t a r , p o r q u e a l ser m u y i n c l i n a d o s los
rayos solares e n esta estación d e l a ñ o , d a n d e l l e n o sobre la cara y p r o d u c e n d i c h o
e f e c t o , q u e se r e s i e n t e d i r e c t a m e n t e e n la p i e l , sin q u e las n e u r o n a s p u e d a n trasmitir
la sensación d e l c a l o r , d e b i d o a la r a p i d e z c o n q u e se p i e r d e e n la a t m ó s f e r a fría.
189
Tabla 14.1. Aplicación de la primera fórmula sobre planos horizontales
r N
Punto Fórmula Ángulo a Sustitución Resultado
Perpendicular al p l a n o i n c l i n a d o
i al p l a n o i n c l i n a d o
=23-2T
Perpendicular d e l lugar
Perpendicular
plano inclinado
Perpendicular
d e l lugar
a s t9o° Perpendicular
al plano inclinado
Figura 14.10
192
í
f o r m a e n t r e e l p l a n o d e i n c i d e n c i a v e r t i c a l c o n la d i r e c c i ó n d e l r a y o solar v i s t o e n
planta o proyección horizontal, y para conocer el valor d e 7 en planos inclinados,
se d e b e d e t e r m i n a r e l á n g u l o q u e se f o r m a e n t r e e l r a y o solar c o n c u a l q u i e r recta
h o r i z o n t a l c o n t e n i d o d e n t r o d e l p l a n o i n c l i n a d o (ver f i g . 14.13).
Para o b t e n e r e l v a l o r d e l á n g u l o 7 s o b r e u n p l a n o i n c l i n a d o a través d e m o n t e a
solar, se a c u d e a los c o n o c i m i e n t o s d e g e o m e t r í a d e s c r i p t i v a , d o n d e d o s rectas q u e
se c o r t a n f o r m a n u n p l a n o . En d i c h o caso, la recta h o r i z o n t a l y e l r a y o solar a l cor-
tarse f o r m a n u n p l a n o , y las rectas e n t r e sí u n á n g u l o , e l c u a l a l p r o c e d e r g e o m é t r i -
c a m e n t e p a r a e n c o n t r a r su p o s t u r a d e v e r d a d e r a f o r m a y m a g n i t u d , d a r á e l á n g u l o
r e a l a u t o m á t i c a m e n t e . C u a n d o por a l g ú n m o t i v o estas d o s rectas e n su p r o y e c c i ó n
h o r i z o n t a l r e f l e j e n u n á n g u l o d e 9 0 ° , n o será n e c e s a r i o t r a b a j a r la v e r d a d e r a m a g -
nitud d e l p l a n o f o r m a d o , p o r q u e esto q u e r r á decir q u e e l á n g u l o es d e 9 0 ° , sin tener
q u e v e r i f i c a r l o por e l p r i n c i p i o d e p e r p e n d i c u l a r i d a d g e o m é t r i c o .
Los a n á l i s i s d e las t a b l a s se h a n r e a l i z a d o a las 12 horas d e l d í a s o b r e los d i f e r e n -
tes p u n t o s d e la Tierra (A, B, C y D); p o r t a n t o , n o es n e c e s a r i o m o s t r a r la t a b l a p a r a
e l p u n t o A c u a n d o se t r a t e d e p l a n o s v e r t i c a l e s , y a q u e por su c o s e n o d e 9 0 ° se
t i e n e u n v a l o r d e 0 k c a l / h m 2 , e l c u a l n o será a f e c t a d o por e l s e n o 7 , a m e n o s q u e
se trate d e otra h o r a . Por e l l o , s ó l o se a n a l i z a r á n los p u n t o s B y C.
Es n o t o r i o q u e c u a n t o m e n o s p e r p e n d i c u l a r l l e g u e la d i r e c c i ó n d e l r a y o , m e n o s
c a l o r se o b t e n d r á ; p o r e l l o , a l t e n e r u n 0 se n u l i f i c a e l c a l o r . De este m o d o , s i e m p r e
q u e e x i s t a e n la f ó r m u l a u n s e n 0 o o u n eos 9 0 ° , n o se o b t e n d r á intensidad
calorífica.
v = / = 800 keal/m^h sen a'eos /3 sen 7 / = 800 ^ sen 66° 33' eos 66° 33' sen 0° 0 kcal/m 2 h
y = 90° 1 = 800 kcal/m 2 h ^ sen a eos /3 sen 7 / = 800 ^ sen 23° 27'eos 23° 27' sen 90° 539.83 keai/m 2 h
7 = 60° / = 800 kcal/m h $ sen a eos /3 sen 7
2
/ = 800 sen 23° 27' eos 23° 27' sen 60° 467.50 keal/m 2 h
7 = 30° 1 = 800 kcal/m h $ se oc eos /3 sen 7
2 n
/ = 800 sen 23* ¿7' eos 23° 27' sen 30° 269.91 keal/m 2 h
V j = 15° / = 800 kcal/m^h $ sen a 1 eos (i sen 7 / = 800 ^ sen 23° 27' eos 23° 27' sen 15° 139.71 kcal/m 2 h J
Tabla 14.7. Aplicación de la tercera fórmula para un plano inclinado a 15° en el punto A
\
'"Ángulo de la
dirección del
rayo con la
recta horizon- Fórmula con
tal del rayo a = 90° y
Inclinado 3 = 15° Sustitución Resultado
Tabla 14.8. Aplicación de la tercera fórmula para un plano inclinado a 15° en el punto B
\
ángulo de ia
dirección del
rayo con la
recta horizon- Fórmula con
tal del plano a = 66° 33' y
inclinado 0=8° 27' Sustitución Resultado
7 = 90° 1 = 800 kcal/m h ^ sen a eos /3 sen 7 / = 800 ^ sen 66° 33' eos 8° 27' sen 90°
2
768.90 kcal/m 2 h
7 = 60° / = 800 keal/m^h sen a eos 0 sen 7 / = 800 ^ sen 66° 33' eos 8° 27' sen 60° 665.88 kcal/m 2 h
7 = 30° / = 800 kcal/m 2 h sen a eos /3 sen 7 / = 800 ^ sen 66° 33' cps 8° 27' sen 30° 384.45 keal/m 2 h
150
\7 = / = 800 kcal/m 2 h sen a eos /3 sen 7 / = 800 ^ sen 66° 33" eos 8° 27' sen 15° 199.00 keal/m 2 h/
Todas las tablas anteriores darán una ¡dea a l diseñador para disminuir o aumen-
tar el calor según la orientación o disposición de los muros, techos, etc. En seguida,
mediante otras tablas, se verá la variedad del calor que sufren los planos inclina-
dos e n cada punto de la Tierra (A, B y C), para lo cual se aprovecha la misma inclina-
ción dada de 15° e n la figura 14.10. Las tablas 14.7 a 14.9 muestran que, para todos
los puntos, es importante que el ángulo y se acerque o de plano sea de 90°, pues
de lo contrario disminuirá la intensidad calorífica. También se puede considerar este
ángulo para aumentar o disminuir el calor.
Surge la cuarta f ó r m u l a cuando se incrementa con otro valor, correspondiente
a l calor; es decir, el color puede hacer variar al calor, según como esté pintada la
superficie de captación, cuya fórmula nueva es: I = 800 kcal/hm 2 $ sen a eos /3
sen y ( A ), siendo A el valor del coeficiente d e absorción que tiene cada color con
los valores siguientes:
En realidad, el color negro debería tener el coeficiente de uno, con lo cual daría
lo máximo de intensidad calorífica; sin embargo, el negro absoluto prácticamente
no existe, de modo que es difícil obtenerlo. Por ello, resulta imposible lograr la
máxima intensidad calorífica de 800 kcal/m 2 h.
Con la variante del color, sólo se dará un ejemplo mediante otra tabla, precisamen-
te para destacar el efecto del color. Es importante aclarar que e n lo referente a la
intensidad calorífica, el factor color cumple para todas las posiciones de planos, por-
que, de acuerdo con las últimas investigaciones aparecidas e n un reportaje de la
revista Selecciones, se ha mostrado que en una zona calurosa, la gente se ve más
afectada cuando usa ropa blanca que cuando usa ropa de color negro u oscuro; sin
embargo, dicha afectación se debe no precisamente a l calor, sino a los rayos ultra-
violetas, que es un aspecto diferente. Los rayos ultravioletas durante exposiciones
Tabla 14.9. Aplicación da la tareera fórmula para un plano Inclinado a 15° an al punto C
Ángulo de la
dirección del
rayo con la
recta horizon- Fórmula con
tal del plano a = 23° 27' y
Inclinado 0 = 51° 33' Sustitución Resultado
7 = 90° sen a eos fi sen y / = 800 ^ sen 23° 27' eos 51° 33' sen 90° 369.90 kcal/m2h
7 = 60° sen a eos 0 sen y / = 800 sen 23° 27' eos 51° 33 sen 60° 316.87 kcol/m2h
7 = 30° sen ar eos fi sen y / = 800 ^ sen 23a 27 eos 51° 33' sen 30° 182.95 kcal/m2h
Vy = 15° / = 800 kcal/m 2 h sen a eos /3 sen y 94.70 kcal/m2h
195
p r o l o n g a d a s p r o d u c e n cáncer e n la p i e l , a u n sin sentir el calor a g o b i a n t e q u e pro-
duce el color n e g r o ; p e r o e n este ú l t i m o , lo q u e c u e n t a n son los rayos infrarrojos.
C a b e decir q u e los colores blancos o claros no r e t i e n e n a los rayos ultravioletas,
mientras q u e los colores oscuros sí lo hacen. La razón se e x p l i c a e n el c a p í t u l o 2 y
e n el a p é n d i c e B, p o r q u e los rayos ultravioletas no o f r e c e n calor mientras no se
transformen e n rayos infrarrojos, y esta c o n d i c i ó n sólo sucede c u a n d o los rayos
solares llegan a una superficie o cuerpo no transparente, de manera q u e los colores
oscuros t i e n e n u n e f e c t o mayor. Por e l l o , c u a n d o los rayos u l t r a v i o l e t a se transfor-
m a n , d e j a n d e a f e c t a r e n un sentido, pero e n el d e l calor n o ; e n c a m b i o , los colo-
res claros, al no c u m p l i r t o t a l m e n t e d i c h a c o n d i c i ó n , d e j a n libres a los rayos ultra-
v i o l e t a , d e m o d o q u e es c o m ú n q u e cuanto más d e l g a d a sea una p r e n d a , más
p r o b l e m a s provocará a q u i e n la lleve puesta. Sin e m b a r g o , e n el caso d e las e d i f i -
caciones, el p r o b l e m a es menor, porque los rayos ultravioletas afectan más a los seres
vivos, y e n el caso q u e nos ocupa se trata d e m a t e r i a l e s para construcción. Así, sólo
sería a t i n a d o q u e las soluciones dadas por el a r q u i t e c t o no f u e r a n con simples cor-
tinas delgadas de color blanco o muy claras. La idea d e l texto se a p l i c a más b i e n a
f a c h a d a s , techos y pisos, para q u e m e d i a n t e éstos se p u e d a m o d i f i c a r el calor, con
el f i n d e q u e la trasmisión calorífica sea a c e p t a b l e , s e g ú n lo r e q u i e r a la c o m o d i -
dad humana.
Tabla 14.10. Aplicación de la cuarta fórmula para un plano inclinado a 15° en el punto A
Ejercicios de aplicación 5
SOLUCIÓN:
Datos: Fórmula:
Para un p l a n o horizontal en
I = 800 k c a l / ^ sen a cos /3 (sen 7 ) AST
el Trópico d e Cáncer
Sustitución:
a = 6 6 ° 33'
/3 = 23° 27' I = 800 ^ sen 66° 33' eos 23° 27' sen 90°
7 = 90° (0.5) (20) (0.5)
Resultado:
Coeficiente de color:
I = 3 565.65 kcal
A = 0.5
Á r e a , S = 20 m 2
T i e m p o , T = 0.5 h
2. Obtener la intensidad calorífica d e l mismo lugar del ejercicio 1, y con los mismos datos
cambiar sólo el acabado, e n vez d e la pintura, por un mosaico blanco brillante.
SOLUCION:
Datos: Formula:
Para un p l a n o horizontal e n
I = 800 k c a l / h y sen a cos /3 (sen*/) AST
el Trópico de Cáncer
a- = 66° 33' Sustitución:
¡3= 23° 27' I = 800 ^ sen 66° 33"cos 23° 27 sen 90°
7 = 90°
(0.1) (20) (0.5)
Coeficiente de color:
A = 0.1 Resultado:
Área, s = 20 m 2 1 = 7 1 3 . 1 3 kcal
Tiempo, T= 0.5 h
o bien,
A 0.644186 = 32° 46'. A l m e d i a r entre los dos valores q u e d a : a = 32° 48'. El valor d e 7 se
lee g r á f i c a m e n t e en la f i g u r a 14.4, p o r q u e c o m o se trata de una f a c h a d a sur, es f á c i l obtener
los trazos q u e se tienen, y resulta 7 = 37°, y c o m o es p l a n o vertical: a = 0.
SOLUCIÓN:
Datos: Fórmula:
Para un p l a n o vertical: , _ 800 k c a l / m 2 h ^ s e n a eos 0 (sen 7 ) AST
a = 32° 48'
0=32° 48' Sustitución:
= 370
y / = 8 0 0 $ sen 32° 48'" eos 32° 48' sen 37° (0.2) (18) (0.8)
A= 0.2
S 18m2
= Resultado:
r _ a 8 h
/ = 950.10 kcal
0.12 m
— 1.00 m '—
Figura 14.16
Altura
Techo
Figura 14.17
199
»
SOLUCIÓN:
Datos: Fórmula:
Para e l p l a n o i n c l i n a d o d e 6 ° 50'
a = 32° 48' I = 800 k c a l / m 2 h ^ sen a eos 0 (sen 7 ) AST
0 = 50° 32'
y = 6 7 ° 30' Sustitución:
4 = 0.7
S = 45 m2 I = 800 # sen 3 2 ° 4 8 ' c o s 50° 3? sen 6 7 ° 3V (0.7) (45) (1 )
T= 1 h
Resultado:
1 = 12 064.397 kcal
5. O b t e n e r u n m á x i m o d e 1 000 kilocalorías, p e r o n o m e n o s d e 900, e n u n piso con u n
2
área d e 40 m para el día d e l cénit e n la c i u d a d d e M é x i c o , d u r a n t e una e x p o s i c i ó n solar
d e 18 minutos.
SOLUCIÓN:
Datos: Fórmula:
Para u n p l a n o h o r i z o n t a l e n cénit
I = 800 k c a l / m 2 h 4 sen a eos 0 (sen 7 ) AST
a = 90°
0 = 0°
7 = 90° Sustitución:
I = 800 ^ sen 90 o 'eos 0 ° sen 9 0 ° (4) (40) (0.3)
A= ?
S = 40 m 2
1 000 kcal
7" = 0.3 h A =.
800 (12) kcal
I = 1 000 kcal
1 000
A = = 0.1
9 600
Altura
Ejes coordenados
Figura 14.18
200
K
Resultado:usar un color a l u m i n i o brillante o blanco o un piso de color claro, bien pulido.
201
Apéndice
A
Conceptos y fundamentos
de ecología
Segunda ley: Al transformarse, la energia siempre pasa a otro estado, menos organizado y
disperso.
203
Musili Bajo este juego energético se explica brevemente lo q u e son los sistemas abierto
Mi
y cerrado (cibernético). Primero cabe aclarar el concepto de sistema: algo que está
totalmente relacionado entre sí y f o r m a una comunidad que trabaja en beneficio
propio. Por ello, se identifica a cada sistema con un nombre específico que lo hace
L..II,
p *" diferente de otro sistema por la f o r m a de aprovechar la energía; sin embargo,
dicha comunidad también puede ser un organismo vivo, de ahí la generalidad: la
Tierra, fuera de toda vida, o el Sol funcionan como sistemas.
Un sistema abierto es aquel que permite o necesita entradas del exterior; por
ello, tendrá salidas que le d e n el equilibrio para ser estable, pues de lo contrario
desaparecerá el sistema inicial y se transformará en uno diferente (fig. A . l ) . En
otras palabras, las entradas y salidas marcan el f l u j o energético; en el ejemplo, el
f l u j o energético sostiene al sistema A. Así, todo sistema puede tener partes que
también funcionen de manera distinta, por lo cual se les d e n o m i n a subsistemas (en
el ejemplo se señala el subsistema B). Asimismo, este subsistema puede tener otros
sistemas, llamados elementos (en la figura A . l se muestra un ejemplo con la letra C).
Dichos nombres constituyen una forma de llevar orden, pero no d e j a n de ser
convencionales, porque d e p e n d e de la postura que tome en los macrosistemas o
microsistemas; 1 es decir, d e p e n d e n de la postura propia y de la ubicación en un
sistema q u e no esté d e f i n i d o totalmente. Imagínese el lector que el sistema A del
ejemplo no esté d e f i n i d o por completo; posiblemente se empiece por el subsiste-
ma B. que de entrada será un sistema, y corresponderá al elemento C la categoría
de subsistema. Por ello, dentro de C se podrá mencionar un nuevo elemento,
designado por D. Otra postura podría ser que de entrada, A fuera un subsistema de
otra comunidad u organismo que esté más allá de nuestro alcance.
A- Sistema
ì ]*
Un sistema cerrado es aquel que cuenta con mecanismos autorreguladores que
le permiten subsistir, sin necesidad de contar con mecanismos exteriores; por ello,
no necesita entradas, ni salidas. Sin embargo, cuando falla su piloto automático,
también desaparece o se transforma en otros tipos de sistemas. La figura A.2
muestra su funcionamiento. Los sistemas cerrados también se d e n o m i n a n cibernéti-
cos, d e b i d o a que cuentan con una especie de piloto q u e los ayuda: en un caso,
cuando existe un exceso que pueda alterarlos, cuenta con una especie de retroali-
mentación autorreguladora, llamada negativa, que la vuelve a su punto de partida.
En otro caso, cuando existe una deficiencia que tienda a desaparecerlo, vuelve a
actuar la retroalimentación negativa y lo regresa nuevamente al punto de partida.
' Se dice macrosistema o microslstema c o m p a r a t i v a m e n t e en relación c o n e l t a m a ñ o q u e pueda tener; por e j e m p l o ,
una bacteria p u e d e ser un microsistema y una g a l a x i a u n macrosistema.
»
2 0 4 APÉNDICE A . E C O L O G I A
En caso d e surgir una r e t r o a l i m e n t a c i ó n positiva en cualquiera d e los casos ante-
riores, lo a l e j a r á d e l punto de partida y su reajuste e m p e o r a r á ; no obstante, cuan-
do sobrepase los lí mites marcados por el plano homeostático (también llamado placa
homeostática) desaparecerá el sistema y surgirá uno d e otro tipo. En la f i g u r a A.2,
el p l a n o A corresponde a la placa homeostática.
Es importante aclarar que ninguno de los dos sistemas se da de una manera pura,
ni en las comunidades ni en los organismos, pues aquéllos e n a l g ú n aspecto
son cerrados y e n otro abiertos, por e j e m p l o : en los mamíferos, el sistema respira-
torio es abierto, mientras q u e e n cuanto a la temperatura es cerrado. T a m b i é n e l
sistema refrigerador es un e j e m p l o e n el q u e su control de temperatura es un siste-
ma cerrado, pero en cuanto a la energía eléctrica es abierto. Así, los sistemas se
c o m p l e m e n t a n unos a otros, de lo contrario desaparecerían todos.
La figura A . 3 es un e j e m p l o de una c o m u n i d a d u organismo a p e g a d o a la reali-
dad. El sistema A tiene dos subsistemas: uno cerrado y otro a b i e r t o (B y C, respecti-
vamente), pero a su vez el C cuenta con dos e l e m e n t o s (D y E), q u e corresponden a
un sistema cerrado y a otro abierto.
Retroalimentación
positiva ^É
Punto
de
partida
Sitien tùcìàjìS-
Deficiencia
Plano homeostático
Entradas Salidas
206
Clave
@ Protón
^ ^ Electrón
(e+) Positrón
^ ^ Neutrino
^H^ Hidrógeno
© Helio secundario
inerte
Clave nueva
Q Carbono primario
Nitrógeno inestable
Carbono secundario
Nitrógeno secundario
Rayos gamma
Oxígeno inestable
Rayos gamma
Figura B.2
207
La f i g u r a B.3 muestra c ó m o la e n e r g í a solar l l e g a a la Tierra a t r a v é s d e los ra-
yos q u e d e s p r e n d e .
A l producir su energía, el Sol desprende rayos g a m m a q u e se t r a n s f o r m a n e n rayos
X y ultravioleta, los cuales sacuden a los electrones d e los á t o m o s y los h a c e n g e n e -
rar luz y calor. La luz es l a n z a d a a l espacio, q u e e n g e n e r a l está m u y c a r g a d a d e
rayos u l t r a v i o l e t a , e n t r e otros q u e i n c l u y e n la luz visible. Esto se l l a m a energía solar,
b cual llega e n l o n g i t u d e s d e o n d a corta e n t r e 0 . 2 y 0 . 4 m i c r o n e s ; sin e m b a r g o ,
del 100%, prácticamente llega el 5 0 % a la superficie terrestre, p e r o e n a l r e d e d o r d e l
25% la r a d i a c i ó n es directa y e l otro 2 5 % se r e f l e j a por las n u b e s e i m p u r e z a s d e la
atmósfera, según se ve e n la f i g u r a B.3.
Desde q u e se d e s p r e n d e e l r a y o solar hasta q u e l l e g a a la a t m ó s f e r a t e r r e s t r e ,
cabe pensar q u e ha p e r d i d o a l g o d e e n e r g í a , d e m o d o q u e e l 100% m o s t r a d o e n la
figura B.3, corresponde s u p u e s t a m e n t e a la i n t e n s i d a d d e rayos q u e e m p i e z a n a
penetrar e n la ionosfera, p o r q u e a l l l e g a r a la m e s o s f e r a p i e r d e e l 3 0 % , d e b i d o
a las reflexiones provocadas por las nubes (llamadas noctucilantes) y a la f a j a d e pol-
vo existente. A l m i s m o t i e m p o , p i e r d e 6 % e n d i s p e r s i ó n d i f u s a y 1 4 % e n a b s o r c i ó n
de gases d e la misma a t m ó s f e r a . Entre los gases, la c a p a d e o z o n o es u n v e r d a d e r o
f i l t r o d e rayos ultravioleta. Del 5 0 % restante d e e n e r g í a se m e n c i o n ó q u e sólo e l
25% llega d e m a n e r a directa. D e b i d o a lo a n t e r i o r , se p u e d e p e n s a r q u e la Tierra
t a m b i é n es un f l u j o e n e r g é t i c o d e p e n d i e n t e d e l Sol.
30% reflejado
por las nubes y JÉT g Q |
el polvo
<£>/ V-
100% de la
radiación solar
El l X % es absorbido
p o r l a atmósfera
de onda de 12 micrones.
orbida por la atmósfera
se va al resumidero de
del espacio exterior.
208
La energía lanzada por el Sol hacia la Tierra provoca los fenómenos atmosféricos
y el desarrollo de la vida sobre el lugar d e n o m i n a d o biosfera, comprendido en una
parte de la troposfera.
Para el desarrollo de la vida en el aire y en la tierra, cobra vital importancia la
capa de ozono, la cual, aparte de funcionar como filtro de la energía proveniente
d e l Sol, f u n g e como atrapador de los rayos de mayor longitud de onda en el rebo-
te de la luz solar (aproximadamente unos 12 micrones). Dichos rayos son los infra-
rrojos, causantes del calor atmosférico (fénomeno llamado invernadero). Debido a este
calor, provocado por los rayos infrarrojos y conservado dentro de las primeras dos
capas atmosféricas después de la tierra, y a la filtración de rayos ultravioleta en
la capa de ozono, fue posible el desarrollo de la vida. Así pues, la capa de ozono
tiene una función doble o triple, porque no sólo i m p i d e la pérdida de calor poco a
poco (como sucede con el cristal de un invernadero), sino que además filtra el ex-
ceso de rayos ultravioleta que, si llegaran completamente, destruirían los enlaces
moleculares orgánicos, necesarios para el desarrollo de la vida. De no haber existi-
do la capa de ozono, el calor se perdería rápidamente al caer la noche, mientras que
en el día la temperatura aumentaría de manera terrible y alarmante, debido al impac-
to en plenitud de los rayos ultravioleta.
La atmósfera funciona como distribuidor d e l calor para uniformar la temperatu-
ra, de modo que los vientos son los reguladores. Lo mismo ocurre con el mar en sus
corrientes internas, en lo que se refiere a la distribución del calor emanado por el Sol.
CONSIDERACIONESSOLARES2 0 9
Apéndice
C
Clima, macroclima y
microclima
Generalmente, los términos clima, macroclima y microclima suelen ser muy confu-
sos, y se llegan a mal interpretar; por ello, es conveniente aclarar su significado.
Los ejemplos constituyen la mejor ayuda para comprender dichos términos: el clima
está formado por una serie de factores y elementos. A grandes rasgos los facto-
res son: latitud, altitud, masas de agua (mares, ríos, lagos, lagunas, lluvia, hume-
dad del aire, etc.), vientos, flora y fauna; a su vez, los elementos corresponden a los
físicos, como presión atmosférica, precipitación pluvial, humedad relativa,
temperatura y vientos (velocidad y dirección). La proporción o cantidad con que
interviene cada uno de ellos forman el clima de determinado lugar; incluso éste
podría carecer de uno o varios de los factores y elementos, en cuyo caso se
consideraría la característica del lugar.
Cabe decir que el clima abarca al macro y al microclima; sin embargo, el con-
cepto es parecido al punto de partida de los sistemas, subsistemas y elementos (véa-
se el apéndice B) y depende de la ubicación de cada quien; por ejemplo, el clima de
una región o estado de la República Mexicana será macroclima, de modo que
al dividir a la región por zonas o al estado por poblados, éstos se convertirán en
microclimas. Sin embargo, es factible cambiar la postura, y si se partiera de la zona
o del poblado, éstos podrían ser los macroclimas, mientras que los microclimas
corresponderían a las pequeñas porciones de la zona o del poblado.
Otro ejemplo permitirá comprender mejor lo anterior. Para ello, considérese el
espacio dentro del sistema planetario. Cada planeta, en su totalidad, tiene un cli-
ma diferente en relación con otro, debido precisamente a que sus características
climáticas son muy marcadas e inconfundibles, y a que los ingredientes menciona-
dos de los factores y elementos del clima tienen proporciones distintas. Si se toma
a la Tierra como ejemplo, el macroclima será el clima mundial, en cuyo caso las
regiones existentes en el planeta formarán los distintos microclimas.
210
1
A h o r a considérese como e j e m p l o una casa pequeña y aislada, con un clima
específico, q u e podrá ser uno de los tantos microclimas si forma parte de una
ciudad, p o b l a d o o región; sin embargo, también puede desempeñar el papel de
macroclima, en cuyo caso cada rincón, local, lugar y jardín de la casa fungirán como
microclimas.
En las circunstancias anteriores, se d e f i n e al macroclima como el clima predomi-
nante de una porción (tierra, región, zona, etc.), y al microclima como el clima de
una parte, partícula o sección de la porción. La vegetación y la fauna se consideran
factores que transforman y moderan a l clima. Con esta consideración, se pueden
aprovechar tanto la fauna como la vegetación, a f i n de crear al clima a manera de
acondicionar las partes de una edificación, para que q u e d e n favorables a la como-
didad humana.
Si la incidencia solar hubiera sido pareja sobre toda la Tierra, sólo existiría un tipo
de clima con lo cual no cabría más que un solo concepto, según se considere el
macroclima o el microclima; sin embargo, como no es pareja, se tienen en cuenta
todos los conceptos, sobre todo porque la Tierra tiende a ser una esfera; pero como
no lo es totalmente, los geógrafos la designan con la forma de geoide. No obstante,
debido a su gran tamaño, las diferencias son poco perceptibles, y por facilidad de
trazo se considera esférica. Lo anterior se comprueba con las fotografías toma-
das de la Tierra desde los cohetes interplanetarios.
El g l o b o terrestre tiene dos movimientos principales: uno de rotación sobre su
eje imaginario, y otro de traslación alrededor del Sol. Ambos movimientos son de vital
importancia para la formación de los climas existentes en el mundo y de las esta-
ciones del a ñ o (primavera, verano otoño e invierno). Para cada clima que hay
sobre la superficie terrestre, cobran importancia el m o v i m i e n t o de rotación y la
curvatura esférica.
Demostración esférica
de la montea solar
DETERMINACIÓN DE LA INCIDENCIA SOLAR
212
A lo a n t e r i o r se a g r e g a n otros m o v i m i e n t o s r e a l e s q u e t i e n e la Tierra, c o m o los
d e a c e l e r a c i ó n y d e s a c e l e r a c i ó n , etc., d e n t r o d e l c o n t e x t o s i d e r a l . Q u i z á los m o v i -
m i e n t o s s e a n c i n c o o más, i n c l u i d o s los c a m b i o s d e v e l o c i d a d q u e s u f r e su m o -
v i m i e n t o d e rotación, e n e l transcurso d e su órbita a l r e d e d o r d e l Sol; e l m o v i m i e n t o
q u e t i e n e e l Sol d e n t r o d e la g a l a x i a (Vía Láctea), a l l l e v a r s e c o n s i g o a la T i e r r a ; a
su v e z , la g a l a x i a se e x p a n d e e n u n s e n t i d o . Es d e c i r , h a y tantos m o v i m i e n t o s q u e ,
por f a c i l i d a d d e trazo, se e l i m i n a n p a r a c o n s i d e r a r s i m p l e m e n t e la t r a y e c t o r i a a p a -
r e n t e d e l Sol, q u e d e s d e un p u n t o d e la Tierra se c o n t e m p l a c o m o u n a c o n s t a n t e
d i a r i a , la c u a l , d e s p u é s d e t o d o , p a r a los e f e c t o s d e i n c i d e n c i a s o l a r , es lo i m -
portante.
D E M O S T R A C I Ó N ESFÉRICA
:
^
>1 \ V \ L \
kSv^sL 1
Nbfehe^^--—<
°ía J
/ j \ Círculo que describe el
punto al girar
alrededor de un eje
'Eje terráqueÍK
" F i g u r a D.1
Figura D.2
d e s a r r o l l a d a se c o m p l i c a r í a . Por e l l o , p a r a hacer la r e p r e s e n t a c i ó n g e o m é t r i c a d e
la i n c i d e n c i a solar, se i n v i e r t e n los p a p e l e s : se d e j a f i j a a la Tierra y se m u e v e a l
Sol. El círculo q u e describe e l p u n t o s e ñ a l a d o e n las f i g u r a s D. 1 y D.2 t e n d r á sol
y n o c h e . La infinidad d e puntos d e la Tierra, tal c o m o es, describen una superficie d e
g e n e r a c i ó n tan específica q u e s i m p l e m e n t e n o se p o d r í a i m a g i n a r por los relieves
que t i e n e y, d e n t r o d e su g i r o , q u é s u p e r f i c i e g e n e r a r á .
Considérese d e n u e v o e l p u n t o s e ñ a l a d o d e las f i g u r a s D. 1 y D.2. El círculo q u e
describen a m b a s f o r m a s , a lo l a r g o d e su trayectoria, tendrá varias i n c l i n a c i o n e s
solares y distintas direcciones por la c u r v a t u r a m i s m a .
Para los habitantes d e d i c h o p u n t o , la Tierra no se m u e v e ( e n d a d o caso, será el
Sol). A q u í e m p i e z a la inversión g e o m é t r i c a : a l p u n t o se le d e j a q u i e t o y a l Sol se
le pone e n m o v i m i e n t o , para q u e describa el arco circular correspondiente a l punto
terrestre (ver f i g . D.3). U n a esfera se g e n e r a por una i n f i n i d a d d e círculos c o n ra-
dios d i f e r e n t e s , d e m o d o q u e los arcos salen d e c a d a p o s i c i ó n d e la Tierra d e n t r o
d e l paso d e su ó r b i t a ; sin e m b a r g o , por la inversión g e o m é t r i c a , e n la f o r m a d e
c o n t e m p l a r a l Sol, los rayos v a r í a n d e u n e x t r e m o a otro, es decir, d e u n solsti-
cio a u n e q u i n o c c i o y d e éste a o t r o solsticio, hasta repetir la o p e r a c i ó n (figs. D.4
a D.ó). Todos estos arcos sumados d a n e l sector esférico. Así pues, c a d a círculo o
arco circular representa un día y e n él se conserva la inclinación y dirección d e cada
hora e n r e f e r e n c i a a los rayos solares. Para o b t e n e r g e o m é t r i c a m e n t e la m o n -
tea solar, se parte d e l m i s m o m o v i m i e n t o d e traslación p u n t o a p u n t o , sobre cada
posición d e la Tierra d e n t r o d e su ó r b i t a . 2
La f i g u r a D.7 muestra e l m o v i m i e n t o d e traslación d e la Tierra e n sus cuatro posi-
ciones f u n d a m e n t a l e s , y c o n t i e n e su ó r b i t a e n u n p l a n o horizontal. Es c o m o una
s i m p l i f i c a c i ó n d e las f i g u r a s D.5 y D.ó, con el f i n d e o b t e n e r una parte d e la m o n t e a
solar d e l e c u a d o r terrestre, sin n e c e s i d a d d e o b t e n e r más puntos, pues lo q u e
c u m p l e para u n p u n t o c u m p l e para todos. En la f i g u r a D.7 se ha l o c a l i z a d o un pun-
to d e l e c u a d o r e n las cuatro posiciones presentadas d e la Tierra: sobre él un p l a n o
t a n g e n t e , la vertical d e l lugar y los rayos solares. Desde l u e g o , sólo se necesitarán
estas posiciones, p o r q u e a b a r c a n el trazo g e o m é t r i c o d e la m o n t e a solar.
C o m o se observa e n la f i g u r a D.7, el e j e d e r o t a c i ó n d e la Tierra no se presenta
d e i g u a l f o r m a a n t e e l Sol. los e q u i n o c c i o s , los rayos solares c a e n a 90° e n rela-
2
El libro Manual de astronomía d e I g n a c i o Puig, e n su capítulo 9, trata a l g o de lo señalado, con l o c u a l se constata
q u e e l trazo es esférico.
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3
£ 75
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Q- O CO
0) i
O.
Tierra
Equinoccio
Tierra
Tierra Solsticio
Solsticio
/ E j e terráqueo
Tierra
Equinoccio
Figura D.4
Eje terráqueo
Eje terráqueo
Solsticio Solsticio
Equinoccio
Plano de la
órbita
23°27' A n g u l o de
23-27- j
eje terrestre : Equinoccio
Ecuador
Plano de
la órbita
Equinoccio Trópico de
Angulo 23°2t Capricornio
del eje
terrestre
S e c o n f u n d e n la N
p e r p e n d i c u l a r orbital S e c o n f u n d e ia
c o n el p e r p e n d i c u l a r orbital
hon el eje t e r r á q u e o
cualquier ángulo de incidencia que tenga cualquier punto de la superficie terrestre, Figura D.7
su variación anual será la suma de los ángulos obtenidos en las cuatro posiciones
importantes, es decir, dos veces el ángulo de 23° 27' y dos veces el ángulo de 0 o . De
este modo, la suma entre equinoccios y solsticios será de 23° 27' + 0 o + 23° 27' +
0 o = 46° 54', o sea, los puntos extremos. Con esto se demuestra que el trazo es
esférico, pues circular en un sentido y circular en otro da una esfera.
Un sentido circular lo da la trayectoria aparente d e l Sol y el otro sentido circular
lo da la medición del á n g u l o de 46° 54'. Desde luego, por comodidad, pues la
mayoría de los transportadores son circulares, existen excepcionalmente transpor-
tadores cuadrados, rectangulares, triangulares y elípticos. Con esta consideración
de los diferentes transportadores, el trazo geométrico de la montea solar puede te-
ner formas distintas; sin embargo, algunos autores m a n e j a n los rayos de acuerdo
con los conceptos angulares examinados en este capítulo, sin llegar propiamente a
un trazo geométrico representativo. Sólo obtienen matemáticamente los rayos so-
lares por inclinación y azimut, o mediante un aparato llamado hellolndicador.3
3
Para los griegos, Helios era el Sol, d e manera que la palabra hellolndicador significa que es un aparato para indi-
car la postura del Sol.
D E M O S T R A C I Ó N ESFÉRICA 2 1 7
ABSTRACCIÓN GEOMÉTRICA DE LA MONTEA SOLAR
Y REPRESENTACIÓN COMO GEOMETRÍA DESCRIPTIVA
Con opoyo en la figura D.7, se parte el trazo geométrico. En primer lugar se hace
notar que el plano tangente, en todas las posiciones representadas, está perfecta-
mente orientado en relación con la Tierra. Respecto del mismo punto tangente, el
plano también será el mismo, aunque se halle contenido en la representación
íntegra de una recta, la cual será la línea de tierra (LT) y representa al plano tan-
gente en montea, y el punto de tangencia será el Lugar — e n este caso el
ecuador— (fig. D.8).
La figura D.9 muestra el punto del ecuador en los equinoccios. De la figura D.7,
se obtiene el ángulo /3 con que caen los rayos solares en dicha fecha, respecto a la
perpendicular del lugar, cuyo valor es de 0 o o de 90°, en relación con el plano tan-
gente, que corresponde al cénit del lugar, con un ángulo a .
Además de lo anterior, la figura D. 10 muestra la incidencia solar del solsticio de
verano, y de la misma figura D.7 se obtiene la inclinación de los rayos solares con
respecto a la vertical del lugar, que es de 23° 27', determinado por la latitud del
Trópico de Cáncer marcada por /3 . Nuevamente por conocimientos geométricos
euclidianos, a l tener dos paralelas (los rayos solares) cortadas por una diagonal
(la perpendicular del lugar), los ángulos correspondientes son iguales; por tanto,
/3 = 23° 27'. El ángulo se inclina hacia el norte según la figura D.7, y con la misma
orientación se anota el dato en la figura D.10, incluido el arco circular que sirvió
para medir dicho ángulo.
Dichas incidencias solares se han obtenido a las 12 del día, y deben cumplir con
la demostración esférica estudiada en párrafos anteriores. Así, la variación total
debe ser de 46° 54' para cualquier hora. La figura D.l 1 muestra la incidencia solar
218
d e l o t r o s o l s t i c i o , m i e n t r a s q u e e n la f i g u r a D . 7 t a m b i é n se o b t i e n e e l á n g u l o . La
i n c l i n a c i ó n d e l r a y o s o l a r e n e s t e c a s o c o n r e s p e c t o a la v e r t i c a l d e l l u g a r v u e l v e a
ser d e 2 3 ° 2 7 ' , s ó l o q u e a h o r a la i n c l i n a c i ó n es h a c i a e l sur, lo c u a l se d e m u e s t r a
c o n las m i s m a s s i m p l i f i c a c i o n e s g e o m é t r i c a s a n t e r i o r e s , p e r o c o n a p o y o e n e l Tró-
pico de Capricornio.
Por ú l t i m o , c o n las i n c l i n a c i o n e s s o l a r e s d e los d í a s e x t r e m o s (es d e c i r , d e los
solsticios s e g ú n la p r e s e n t a c i ó n d e l e j e t e r r e s t r e a n t e e l Sol), se i n d u c e q u e e n t r e
d i c h o s e x t r e m o s se t i e n e n t o d a s las i n c i d e n c i a s s o l a r e s a las 12 d e l d í a d e t o d o e l
a ñ o ; sin e m b a r g o , e n los t r a m o s i n t e r m e d i o s v a r i a r á e l á n g u l o c o n r e s p e c t o a la
p e r p e n d i c u l a r d e l l u g a r e n t r e 0 o y 2 3 ° 2 7 ' , e n los d o s s e n t i d o s n o r t e y sur. La f i g u r a
D. 12 m u e s t r a e l c í r c u l o d e f e c h a s , e x a m i n a d o e n e l c a p í t u l o 4, p a r a p r o c e d e r e n e l
s e n t i d o i n v e r s o sin n e c e s i d a d d e u b i c a r s e d í a tras d í a e n la e c l í p t i c a , p a r a o b t e n e r
la i n c l i n a c i ó n s o l a r . En esta ú l t i m a se t i e n e l o c a l i z a d o u n d í a x y d e s p u é s se m i d e e l
á n g u l o c o n u n t r a n s p o r t a d o r p a r a s a b e r los g r a d o s y m i n u t o s d e la i n c l i n a c i ó n
c o r r e s p o n d i e n t e ; o b i e n , se c a l c u l a t r i g o n o m é t r i c a m e n t e , p u e s e x i s t e n á n g u l o s
bien determinados y distancias q u e sirven de a p o y o .
Q u i z á lo m á s d i f í c i l sea o b t e n e r e l a r c o d e las 12 h o r a s , c o n l o c u a l se t i e n e t o d o .
Así, lo r e s t a n t e c o r r e s p o n d e a s i m p l e s a p l i c a c i o n e s d e l a g e o m e t r í a descripti-
v a , p o r e j e m p l o ( f i g . D. 13), d o n d e los d í a s d e e q u i n o c c i o s y solsticios a las 12
Figura D.10
21 de marzo
220
horas del día están ubicados al centro de la perspectiva isomètrica, con sus respec-
tivas inclinaciones y direcciones. Como este análisis es a las 12 del día, faltan las
horas intermedias, es decir, desde el amanecer hasta la puesta del sol, de modo
que cabe recordar que el arco circular descrito por el Sol corresponde a la inversión
geométrica según la figura D.3. La figura D. 13 sólo ejemplifica un arco con 6 ' , 12' y
18' horas, pero la figura D. 14 muestra del lado izquierdo la postura de verdadera mag-
nitud que tiene el arco del solsticio de verano, porque en la montea geométrica se ve
como una línea. Luego el arco de verdadera magnitud se divide de 15o en 15o para
obtener todas las horas que, al hacerlo de modo retroactivo, dará la división del arco
presentado íntegramente en una recta (por ejemplo, el punto de las 9 horas),
con lo cual se obtiene la inclinación solar de ese día (fig. D. 14). La forma geo-
métrica de la figura D.13 abarca a solsticios, equinoccios y días intermedios, con
sus diferentes horas durante un año. Esto corresponde a un sector esférico, el cual,
representado geométricamente en dos proyecciones (vertical y horizontal), da la
montea esférica. Todo ello facilitará el trabajo del arquitecto proyectista, ya que
sus proyectos también están representados en monteas geométricas de plantas y
alzados. Las plantas corresponden a las proyecciones horizontales y los alzados a
las verticales.
r f
6' t1(
Figura D.14
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES 221
21 de septiembre
Equinoccios Solsticio de invierno
Solsticio de verano
Figura D.16
223
métrica, pues el Sol, d e n t r o d e l sistema p l a n e t a r i o , n o se m u e v e . La v e r d a d e r a
b ó v e d a celeste es la constituida por la eclíptica q u e describe la Tierra a l r e d e d o r d e l
Sol, junto con los sistemas d e estrellas q u e se p u e d e n ver a s i m p l e vista, entre ellos
los q u e f o r m a n los horóscopos e n la p o s i c i ó n d e c a d a mes. Para e l l o , c o i n c i d e n e n
u n plano: el Sol, la Tierra y la constelación, que e n este caso no es esférica, sino elip-
soidal (ver f i g . D. 17).
Las f a l l a s e n los d i f e r e n t e s trazos d e la m o n t e a solar p u e d e n ocurrir p r i n c i p a l -
m e n t e a l q u e r e r u b i c a r d e m o d o correcto los días intermedios. La f i g u r a D. 15
muestra q u e el a r c o d e 45° 54' d e la b ó v e d a celeste i n c l u y e las i n c l i n a c i o n e s sola-
res d e todos los días d e l a ñ o . Así, para localizar c u a l q u i e r otro día, bastaría d i v i d i r
el a r c o e n el n ú m e r o d e partes d e los días d e l a ñ o entre dos, d e b i d o a q u e se consi-
d e r a q u e d i c h o a r c o c o n t i e n e e m p a l m a d a la m i t a d d e l a ñ o dos veces e n el recorri-
do, es decir, la ida y la v u e l t a . T a m b i é n se p u e d e d i v i d i r la recta t a n g e n t e e n e l
m i s m o n ú m e r o d e partes, s i e m p r e y c u a n d o q u e d e c o m p r e n d i d a entre el á n g u l o
de 46° 54' o, e n e l m i s m o á n g u l o , c u a l q u i e r a otra recta p a r a l e l a a la t a n g e n t e y
c o m p r e n d i d a e n t r e e l á n g u l o s e ñ a l a d o . De n i n g u n a m a n e r a p o d r á ser otro t i p o d e
recta, ni curva, p o r q u e si así f u e r a las d i v i s i o n e s d e n t r o d e l á n g u l o no serían pro-
p o r c i o n a l e s y se c a e r í a e n errores.
/V
/
224
Cuando se ocupe el círculo de fechas, éste siempre deberá quedar entre los
límites del arco de 46° 54', de lo contrario, las inclinaciones serán falsas, con ex-
cepción de los días de solsticios y equinoccios. La línea de guiones de la figura D. 15
muestra el error que sucede con el círculo que no se trazó en los límites extremos
del arco de 46° 54', ejemplificado con el día x. Como se observa en la misma figura
D. 15, los dos círculos dan diferentes inclinaciones del día x, mientras que para los
solsticios y equinoccios son las mismas inclinaciones, lo cual no debe suceder. Nó-
tese que el círculo trazado entre los extremos límites del arco de 46° 54' cumple
con la inclinación para todas las monteas al prolongar el abanico. El error aumen-
tará si se hace un círculo del diámetro de la última montea, correspondiente a una
curva cualquiera, marcado como una superficie de revolución al obtenerse todas
las horas y días del año (ver figs. D. 15 y D. 1 ó).
CONCLUSIONES 225
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