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J.

Hillis Miller: El crítico como anfitrión


 “Parasitario” -> sugiere la imagen de una lectura obvia y unívoca.
o No hay parásito sin anfitrión.
 Ejemplo del prefijo “para”, doble y antitético que significa a la vez proximidad y distancia,
similitud y diferencia, interioridad y exterioridad…
 Host -> significa “el que come” y “lo comido”. Contiene en sí mismo la doble relación antitética
del anfitrión y el invitado (en el doble sentido de presencia amistosa e invasor extraño)
 La misteriosa relación antitética existe no sólo entre las parejas de palabras en este sistema;
“anfitrión” y “parásito”, “anfitrión” e “invitado”, sino también dentro de cada palabra misma.
 Dicha relación se vuelve a formar a sí misma en cada opuesto polar cuando este opuesto se
separa,, y subvierte e invalida la aparente relación unívoca de polaridad que parece el
esquema conceptual apropiado para pensar a través del sistema -> desmantelación de las
oposiciones.
 Gran complejidad y equívoca riqueza del lenguaje aparentemente obvio o unívoco.
 => no hay expresión conceptual sin figura, no hay entrelazamiento entre concepto y figura sin
una historia, narración o mito implicado. Por tanto, la deconstrucción es una investigación de
lo que implica esta inherencia de la figura, del concepto y de la narración presente en cada
uno de ellos. La deconstrucción es, por tanto, una disciplina retórica.
 Casa-cárcel del lenguaje, como un lugar de goce, incluso de expansión.
 Una lectura deconstructiva de un poema es parasitaria de una lectura obvia o unívoca. Esta
calificación implica entrar, tal vez involuntariamente, en la extraña lógica del parásito,
convertir lo unívoco en equívoco a pesar de uno mismo, de acuerdo con la ley según la cual el
lenguaje no es un instrumento o herramienta en manos del hombre, un medio sumiso del
pensamiento.

El lenguaje, incluyendo los poemas, piensa al hombre y su ‘mundo’, siempre y cuando él mismo
lo permita.

 La lectura obvia y unívoca de un poema no se identifica con el poema mismo.


 Ambas lecturas, la deconstructiva y la unívoca, so compañeras invitadas. La relación es un
triángulo. Hay siempre un tercero con quien se relacionan los dos, algo antes que ellos o
entre ellos, algo que ellos dividen, consumen o intercambian, algo en lo que se encuentran.

=> Esta relación de ‘cadena’ que explica Miller no es susceptible de ser encuadrada en la lógica
ordinaria de la oposición polar, ni está tampoco abierta a la síntesis dialéctica.

La lectura obvia o unívoca contiene siempre una lectura deconstructiva en calidad de parásito
encriptado dentro de sí mismo; y, por otra parte, la lectura deconstructiva no puede liberarse de
ninguna manera de la lectura metafísica, logocéntrica, a la que pretende oponerse.

El poema, entonces, es el tercer elemento de ese triángulo.


“Mi tesis es que el parásito está ya siempre presente dentro del anfitrión, el enemigo dentro de la
casa, el eslabón dentro de una cadena abierta”

 El regalo es siempre una cosa diferida que obliga a alguien a hacer todavía otro regalo, que
otro deberá todavía recibir, y así sucesivamente, de forma que la balanza nunca se equilibra,
igual que un poema invita a una secuencia sin fin de comentarios que nunca logran
aprehenderlo totalmente.

Poema -> regalo

 Cualquier poema es parasitario de poemas anteriores, o bien contiene esos poemas


anteriores dentro de sí mismo, en otra versión del ejemplo del parásito y el anfitrión.
 El texto previo es a la vez la base del texto nuevo y algo que el nuevo poema debe aniquilar
mediante su incorporación, convirtiéndolo en una insubstanciabilidad fantasmagórica, de
modo que pueda realizar su trabajo posible-imposible consistente en llegar a ser su propia
base. El nuevo poema necesita de los textos viejos, y, a la vez, debe destruirlos. Es a la vez
parásito y anfitrión de los textos.
 El poema es ilegible, considerando como legible abierto a una interpretación única,
definitiva y unívoca. El poema, entonces, tiene una interpretación equívoca.

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