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UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA PROFESIONAL: PSICOLOGÍA

CURSO: Psicología Jurídica

TITULO DEL TRABAJO

“Psicología penitenciaria”
Cañete, setiembre del 2018

INTRODUCCION

Abordar el tema de la Psicología Penitenciaria (PP) es abordar una ciencia harto

compleja y heterogénea por antonomasia .La misma se posiciona y la posicionan, en un

entrecruzamiento de saberes, que se entrelazan con otras ramas de la psicología (forense,

clínica, social, etc.) y de la Criminología. Esto hace complejo, discernir y discriminar, el para

qué, por qué, para quién y de qué manera, deben o deberían actuar, tanto la Psicología

Penitenciaria, como los colegas u otros profesionales que encaran ese trabajo en los

establecimientos de reclusión.

La historia del sistema penitenciario es establecida en primera medida por George

Rüche y Otto kirchheimer en su obra a finales de los años 30s quienes posteriormente serian

retomados por la obra de Michel Foucault. De igual manera Melossi & Pavarini (2005) buscan

dar una explicación materialista del fenómeno llamado cárcel. Ya en el pre capitalismo existían

ciertas modalidades de encarcelamiento, ya fuera por deuda o por prevenir, motivo por el cual

no se tiene validez hablar que en esta época hubiese existido con rigor y eficacia un sistema

penitenciario sólido y que más adelante se consolidaría en Inglaterra durante el siglo XIV

debido al desintegro social.

Con respecto a la época antigua Rodríguez (2001) resalta que las penas eran pagadas en lugares

cerrados, caracterizados por poca facilidad de movimiento, bajas condiciones de asepsia

infestados por gusanos, lepra y en algunos momentos animales salvajes como leones, panteras,

etc. en otras culturas orientales se privilegiaba el trabajo forzoso y técnicas de tortura como

quemas con hierro caliente.


EL SISTEMA PENITENCIARIO

El sistema penitenciario surge en distintos momentos y por distintos motivos en cada país, sin
embargo lo que los hace comunes es el sentido de hacer del hombre un ser adiestrado y
disciplinado para el trabajo en la fábrica. A partir de las bases montadas del sistema
penitenciario se empieza una política centrada en el castigo, surgen correccionales y centros
de aislamiento en edificios como cárceles distritales, sin embargo en aquellos sitios era difícil
clasificar, disciplinar, educar, enseñar moralidad y sobre todo empezaron a acrecentar
problemas de hacinamiento e higiene; la conflictividad social y socio laboral produjo más
delincuencia y empezaron a sí mismo a surgir un grupo de profesionales que apoyaban
científicamente la labor penal; a partir de esta época se empieza a fortalecer proyectos para
fortalecer la función del castigo, ya en el estado español se empieza a introducir la re-
socialización por medio de una corriente neo-psicologisista.

PSICOLOGÍA PENITENCIARIA

Es la rama de la Psicología Jurídica, que “Analiza y aplica procesos de evaluación y


tratamiento de personas que se hayan bajo custodia penitenciaria, sean condenados o en espera
de juicio y aquellos procesos posteriores de tipo comunitarios destinados a su reinserción
social”

Por ello sostengo, que la Psicología Penitenciaria, está atrapada en un entrecruzamiento


de variables. Las cuales impactan en el accionar de cada uno de los técnicos que trabajamos
dentro de la cárcel, haciendo, que eventualmente podamos llegar a perder la concepción técnica
de los actos que llevamos a cabo, pasando estos, a ser pura rutina, vacíos de contenido,
quedando exclusivamente en un “aparentar ser y hacer”.

CUANDO SE REALIZA EL TRATAMIENTO PENITENCIARIO

Cuando el juez dicta condena y hasta que se extingue la misma aunque el tratamiento no haya
concluido.

EL ROL DEL PSICÓLOGO PENITENCIARIO:


Derecho penitenciario
El contexto del sistema carcelario
Los efectos psicológicos del encarcelamiento
La evaluación psicológica en el contexto penitenciario
Programas de intervención y evaluación psicológica forense

EL PSICOLOGO PENITENCIARIO TRABAJA:

El afrontamiento al encarcelamiento
Acompañamiento y apoyo del preso en los momentos solitarios.
Atención y seguimiento del estado emocional.
Apoyo a madres y sus hijos pequeños o en sus vistas.

EL PSICOLOGO PENITENCIARIO SE OCUPA:

Del clima social sede la prisión


Los sistemas de relación entre el personal y los internos
La selección, formación y motivación de los presos
Los estilos de dirección
Los efectos perniciosos del sistema disciplinario,
La clasificación penitenciaria los regímenes de vida dentro de las prisiones.

MODELOS TEORICOS:

1. MODELOS FACTORIAL DE EISENCK

La conducta delictiva es una disposición, es estable y consistente. La conducta delictiva tienes


base biológica. La personalidad se desarrolla a partir de esa disposición innata. El bajo nivel de
Arousal influye en el desarrollo de extraversión.

2. MODELOS MEDICO – BILOGICO

Relación directa entre las disfunciones orgánicas y delincuente se considera como un enfermo.
El tratamiento médico se hará la terapia mediante psicofármacos.

3. MODELO HUMANISTA

Según el modelo humanista son sujetos alienados y esto determina su conducta. Tienen así
mismo dificultades para aceptar sus propias limitaciones o posibilidades. Son sujetos inseguros,
dependientes, infra desarrollados como personas.
4. MODELO CONDUCTUAL

Nos dice que el delito está determinado por la adquicion de conductas desadaptadas adquiridas
a través del aprendizaje. Este modelo afirma que no existe enfermedad mental sino un
aprendizaje inadecuado, el delincuente tiene un déficit conductual o una conducta mal
aprendida.

FUNCIONES DEL PSICÓLOGO EN INSTITUCIONES PENITENCIARIO

Desde 1968 (Decreto 162) se contempla la necesidad de contar con especialistas para la
Clasificación y Tratamiento en las prisiones. En el Reglamento Penitenciario de 1981 vienen
ya reguladas las funciones de los psicólogos.

Según lo establecido en la legislación penitenciaria vigente (Ley Orgánica General


Penitenciaria y Reglamento Penitenciario), las funciones que llevan a cabo los psicólogos
dentro de las instituciones penitenciarias son las siguientes:

1. Intervención psicoterapéutica. Tratamiento individual de los internos y realización de


grupos terapéuticos.

2. Diseño de programas. Aumento de pensamiento social, controlar conductas


inapropiadas, formación y educación, diseños de metodologías y planeamiento de
objetivos.

3. Elaboración de informes psicológicos a petición de los órganos directivos de la


Administración Penitenciaria y de los Juzgados. Ingreso, adjudicación, régimen
especial, continuidad o regresión y pronóstico de libertad

4. Asesoramiento a los órganos jurídicos y administrativos. Puede encargarse de


seleccionar y asignar puestos de trabajo tanto para los reclusos como a los funcionarios.

5. Formación del personal de Instituciones Penitenciarias. Los psicólogos


penitenciarios imparten cursos, por ejemplo, sobre habilidades sociales, resolución
pacífica de conflictos, programas de tratamiento.
6. Investigación. Ésta se basa en una metodología científica, con diseños de investigación,
sobre clima laboral, burnout, eficacia de los programas aplicados, etc.

7. Participación como vocal en la Junta de Tratamiento. Formulación de propuestas


de clasificación en grado de tratamiento penitenciario. Informar sobre permisos. Elevar
propuestas de beneficios penitenciarios e informe.

8. Coordinación de Equipos Técnicos. Se realiza un estudio de los individuos por parte


de los trabajadores sociales, educadores, psicólogos, juristas, médicos, monitores, etc.

9. La Junta de Tratamiento es un órgano colegiado, que se reúne una vez a la semana,


presidido por el Director del Establecimiento penitenciario. Está compuesto por los
Subdirectores Médico y de Tratamiento, el Jefe de Servicios, los psicólogos, los juristas,
los educadores y los trabadores sociales.

Tiene como función, previo informe de los equipos técnicos, establecer programas de
tratamiento, supervisar ejecución de actividades, formular propuestas de clasificación
en grado de tratamiento penitenciario, informar sobre permisos, elevar propuestas de
beneficios penitenciarios, etc.

10. Dirección y Gestión. En algunos casos se desempeñan otros puestos de trabajo como
Subdirecciones y Direcciones de Establecimientos penitenciarios, Consejeros técnicos,
puestos directivos de los Servicios Centrales de la Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias, etc.

11. Efectos Psicosociales de la Prisionalización


Los efectos sociales del encarcelamiento, haciendo referencia a ciertas circunstancias
que marcan en igual proporción que los efectos físicos y psicológicos la vida del
prisionero, entre estas cabe resaltar las siguientes:
Vergüenza
Sufrimiento de la familia del interno.
Contaminación criminal.
Alejamiento u desconocimiento de los hijos.
Problemas conyugales.
Separación de las amistades.
Organización en bandas delincuenciales

12. Evaluación y tratamiento muchos internos padecen de trastornos psicólogos entre lo


más frecuentes están:
 Fobias
 Ansiedad,
 Depresión
 Ideación suicida.

12.1.- La Evaluación Penitenciaria


Se resalta la importancia de métodos de análisis de la conducta delictiva.
Observación directa.
Uso de documentos, entrevista y otros medios.

Tiene como fin:


La clasificación penitenciaria
La programación del tratamiento más adecuado a cada caso
La evaluación periódica y revisión de grado penitenciario
El informe pronóstico final para el otorgamiento de la libertad condicional

13.- TRATAMIENTO
Se refiere al tratamiento penitenciario como la aplicación que se realiza a posteriori de
la observación y diagnóstico del recluso y su contexto, para de esta forma generar las
respectivas herramientas pedagógicas que completen la formación del interno por medio
del uso de procedimientos psicológicos que consoliden la resocialización de la persona al
contexto social, además de esto es necesario afirmar que el trabajo del psicólogo
penitenciario es bastante fundamental.
 Existen directrices para tratamiento psicopatológico:
Respeto a los derechos de los recursos.
Individualización de la intervención.
Especialización del psicólogo.
Seguir líneas señaladas por la dirección de instituciones penitenciarias.
13.1.-Programas e Intervención
El tratamiento de los reclusos no es tarea sencilla debido a que es necesario y más que
esto imprescindible que el psicólogo penitenciario tenga en cuenta todos aquellos programas
que han sido creados para fomentar por medio de la Psi coeducación y la atención psicológica
en los internos las alternativas necesarias para la realización de una intervención que tenga
trascendencia en la vida de los reclusos que se integren a los programas, entre estos se pueden
encontrar modelos europeos dirigidos a diferentes tipos de internos, a modo general.

Programas nacionales en prevención de la violencia familiar


El objetivo de este programa es conocer las conductas agresivas de los internos y cambiarlas
por conductas de interacción positiva con los demás, los destinatarios de este programa son los
reclusos que han maltrato a su pareja y a sus hijos. Es un programa de tipo cognitivo conductual
de alta intensidad, que también se ha dirigido especialmente a todos aquellos internos que tienen
una carrera delictiva o han cometido un delito relacionado con la violencia física a su pareja.

Razonamiento y rehabilitación revisado R&R


Su objetivo es desarrollar las habilidades de pensamiento de los reclusos, trabajando sobre
los pensamientos reflexivos y planificadores con respecto a las respuestas que generen los
internos a la hora de enfrentar problemas.

Programa de mantenimiento del manejo de las emociones y la ira


Al interno se le enseñan habilidades para manejar adecuadamente sus emociones y
expresiones de ira ante las dificultades, el programa está diseñado para reclusos con alta
impulsividad y agresividad.

Programa de habilidades de tiempo libre


Este programa enseña a los internos a utilizar bien su tiempo, es decir, les enseña a adoptar
estilos de vida no delictivos donde además se generan conductas pro-sociales como agregado,
está dirigido a las personas que delinquen por mal uso del tiempo.

Programa de habilidades de tiempo libre


Dirigido a los internos con una duración en prisión establecida, su objetivo es facilitar el
regreso a la comunidad como parte fundamental de su resocialización.

Programas de prevención del abuso de sustancias


Diseñado para los reclusos que tienen problemas con el uso y abuso de sustancias
psicoactivas. Otros autores como Gallizo (2007), se refieren a la reinserción social exitosa de
drogodependientes como un proceso estratégico y terapéutico en donde es inherente pensar en
las necesidades físicas, psicológicas y sociales de los drogodependientes, que el psicólogo
penitenciario y también clínico piensen en esto significa dejar al interno en un contexto que es
influyente positivamente para que así mismo pueda desenvolverse con las habilidades que
aprendió en los programas, aunque no es tarea sencilla un recluso bien entrenado durante los
programas elegirá siempre un contexto que le ayude a no hacerse más dependiente que uno que
le provea las facilidades para reincidir en su conducta adictiva.

El psicólogo de prisiones ha de propiciar un “encuentro terapéutico sanador” (Valverde,


1993), a través de diversas vías de diagnóstico y tratamiento y facilitar el cumplimiento del
principio constitucional de las penas privativas de libertad: la reeducación y reinserción social.
(Art. 25.2 de la Constitución Española).

Nuestra tarea va dirigida a todo aquel que se encuentra en prisión. Allí conviven muy
diferentes personas cuyo único común denominador es haber infringido el Código Penal. Cada
persona es diferente y distintos son los delitos. Distintas son también las trayectorias vitales,
las actitudes y aptitudes, la manera de enfrentarse a la prisión, los grupos de referencia de
quienes cumplen prisión, etc.; por lo que es necesario huir de generalizaciones y etiquetajes.

Cada uno es “único”, como única es la vida que pasan entre rejas, años que no volverán,
y única, individualizada, nuestra intervención. En ella hemos de tener muy en cuenta también
el momento que atraviesa el interno.

La prisión es un lugar de convivencia obligada (y olvidada salvo por parte de los


familiares o los que intervenimos como trabajadores o colaboradores) donde la vida parece
pararse. Se vive una rutina olfativa, visual, auditiva que Ríos (1998) describe muy
acertadamente: “Al año se vive una vez, 365 lo mismo”. Qué importante, difícil y paradójico
es que el psicólogo intente despertar “sentido” a los días, a las actividades, a los pensamientos
en personas que desean “que pase la vida cuanto antes”.

El psicólogo se apoya para el desarrollo de su trabajo en varios pilares tales como


formación, principios deontológicos de la profesión, habilidades de comunicación,
instrumentos de evaluación, técnicas de autocontrol, responsabilidad en la toma de decisiones.
CONCLUSION

En conclusión podemos decir que La Psicología Penitenciaria, es una de la rama de la Psicología


Jurídica, que “Analiza y aplica procesos de evaluación y tratamiento de personas que se hayan
bajo custodia penitenciaria. Tomando en cuenta los procesos posteriores de tipo comunitarios
destinados a su reinserción social.

La Psicología Jurídica permite aportar los conocimientos de la Psicología sobre la conducta


humana de forma objetiva independientemente del punto de visto o ámbito de actuación donde
se esté analizando y considerar al proceso judicial acercándolo más a la sociedad.

Aunque, por desgracia, en aquellos casos en los que lo político pesa más que lo social no se
produce una relación eficaz entre la Psicología y (Ley) y se producen situaciones en las que los
aspectos psicológicos de la conducta humana tienen menor relevancia a la hora de tomar un
decisión o llegar a una resolución definitiva. El proveer lineamientos claros y sinérgicos entre
los Tratamientos Penitenciarios y las Intervenciones Penitenciarias, Realizadas, estas últimas,
por los Operadores Penitenciarios, capacitados para ellas. Las cuales son ejecutadas en forma
longitudinal en el tiempo de estancia del interno en la unidad penitenciaria, con un claro sesgo
no formal y con una gran carga de intencionalidad educativa que se juega en cada acto cotidiano
y en apariencia intrascendente.
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