Los cambios registrados a últimas fechas en el entorno político, económico y tecnológico
han sido de una magnitud y velocidad no previstas lo cual causa incertidumbre la cual los líderes del país deberían convertir en oportunidades Se estima que el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto cerraría con un crecimiento económico promedio de 2.5 por ciento, considerando las estimaciones realizadas por la secretaria de Hacienda y crédito público (SHCP) en los pre criterios 2019. tomando en cuenta este dato podemos formularnos la pregunta: ¿Cómo mantendrían la estabilidad económica los candidatos a la presidencia de México? Y más importante ¿Qué nos asegura que van a cumplir sus promesas de campaña? Pareciera que el trabajo de saber si es que van a cumplir o no, más que corresponderles a ellos nos toca a nosotros, ya que como ciudadanos es nuestro deber analizar a cada uno de los aspirantes. Para ello debemos de comprender que cada mexicano es diverso; de distintos tamaños, giros, vocaciones, con diversas capacidades de operación y claridad en sus objetivos emprendedores. Cuentan con distintas creencias religiosas y por supuesto por simpatías políticas variadas que serán sometidas en cada sexenio. Pero, infortunadamente todos concuerdan con algo, la situación por la que atraviesa México: crecimiento mediocre, alta inseguridad y corrupción descarada, entre los principales. Si bien hay logros que no es posible pasar por alto, hay muchos problemas que urge atender. Y es innegable que el país tiene un enorme potencial, así como, es más que claro que para explotar ese potencial se debe de cortar de tajo con muchos males que agobian la economía y estabilidad social del país, por ejemplo; combatiendo la corrupción, erradicando la inseguridad que ha impreso en la nación la delincuencia organizada y trabajar por un país más equitativo. Muchos van a ir a votar con la idea de que le personaje elegido por ellos lo va lograr, pero sin estar claros con qué tipo de propuestas. Votaran por combatir la corrupción, por evitar la inseguridad, pero no por compromisos concretos. Votaran en contra de quien no quieren que llegue a la presidencia. Votaran por miedo o por venganza tratando de evitar que el partido que gobierna continúe en el poder. No obstante, no se desea un México dividido por el rencor o por el miedo que dejen como resultados elecciones poco transparentes. Todos quisieran un México unido alrededor de compromisos concretos y la claridad de que hay una certeza que en la unión se encuentra la clave para terminar con los problemas más graves del país. Ahora, para esto se debe de ser crítico con cada una de las propuestas de los candidatos y necesariamente analizarlas como lo hare más adelante. por cuestiones más realistas solo expondré las propuestas de los cuatro contendientes que encabezan las encuesta ya que sería absurdo hablar de un personaje que no aspira ni al tres por ciento de simpatizantes. Andrés Manuel López Obrador (morena) López Obrador prometió acabar de tajo con la corrupción, los privilegios y la impunidad, pues “nunca antes se había padecido de tanta corrupción como ahora desde la época de la colonia”. Y ofreció impulsar una reforma para eliminar el fuero, empezando por el presidente. Y de nuevo hecho abajo las reformas ya existentes: “se va a cancelar la mal llamada reforma educativa. O para que nadie se valla espantar, lo voy a decir de manera más suave. Vamos a ponernos de acuerdo con los maestros y los padres para elaborar un plan educativo, sin afectar los derechos laborales de los maestros”. Entre otro de sus planes se busca revertir la dependencia del gobierno para explotar algún recurso o de revender la tecnología que compran a alguien más. José Antonio Meade (PRI-PVEM-Panal) “defenderé con mi vida los intereses de la nación” dijo Meade. El candidato aseguro que erradicara la corrupción y De los siete compromisos que hace destacan el de educación de excelencia para los niños desde su nacimiento; el trabajo o negocio propio para todos los jóvenes, y que ningún bebe nacerá en pobreza extrema, asegura que, como presidente, combatirá con igual firmeza al crimen, como a sus causas, que comienzan con la desigualdad, pero se profundizan con la impunidad. Va evitar que armas y dinero lleguen a los delincuentes. Acabará con la violencia aplicando la ley, no negociándola. Estará del lado de las víctimas no de los criminales. No habrá perdón para quienes la han hecho daño, seguirán en la cárcel. Margarita Zavala (independiente) Prometió acabar con el feminicidio. Resaltó que será una de sus prioridades si gana la presidencia. Presento un plan de las tres “p”: prioridad, presupuesto y prevención para cavar con el asesinato de mujeres bajo la consigna de “ni una más” Ricardo Anaya (PAN-PRD-MC) Dispuesto a dar una propuesta cada día, el candidato del PAN afirma que “el gobierno del PRI no va por buen camino”, Anaya insiste en su propuesta de bajar el 14% el IVA en la frontera, así como muy a la forma de Andrés Manuel lanzo la propuesta de acabar con la corrupción, la pobreza y la impunidad. Dicho esto, se puede concluir que de las próximas votaciones dependerá en gran parte el destino que tomará el país. Las propuestas más relevantes de los cuatro candidatos: Zavala, López, Meade y Anaya concuerdan en eliminar la corrupción y la violencia con distintas estrategias: de Andrés Manuel no hay mucho que decir que no sea un paquete populista de buenos deseos y absurdas pretensiones, que van desde la amnistía a criminales hasta darle 12 mil pesos a cada uno de los mexicanos. No hay una propuesta que llegue a ser viable tomando en cuenta los recursos disponibles. En cuanto a margarita Zavala es otra cosa, así como Anaya. Zavala centra sus propuestas (que por cierto son escazas) en acabar con la violencia hacia la mujer, Anaya se ha convertido en un espejo de propuestas de Andrés Manuel y en mi opinión Meade destaca con sus propuestas las cuales son realistas y firmes, pero creo que de parte de su partido hemos escuchado las mismas propuestas sexenio tras sexenio con los mismos resultados. Pero seamos sinceros, la discusión sobre el proyecto de nación, por más importante que es, no importa a la mayoría ya que este por lo regular no se concreta, la elección no está diada por el modelo, sino en los gritos de cambio.