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Otro aspecto relevante a considerar luego del sismo del 19 de septiembre de este
año es el tipo de construcciones que se realizan en México, manifestó el doctor
Mario Emilio Rodríguez Rodríguez, investigador del Instituto de Ingeniería.
Esto lleva a una alta vulnerabilidad del edificio, la que se concentra principalmente
a nivel de la calle, debido a que las capacidades de resistencia o de desplazamiento
lateral de las columnas en este nivel generalmente no son suficientes, lo que puede
llevar al colapso al edificio, como se observó en el terremoto de este año.
En México es más común el uso de marcos, los cuales son formados por columnas
y vigas, asimismo es habitual el uso de la mampostería (proceso de colocación de
ladrillos o bloques uno sobre otro, para construir un muro, de forma que queden bien
aplomados, nivelados y alineados), la cual, no importa de qué tipo sea, no es una
buena solución porque no son tan dúctiles durante un sismo, resaltó.
Además de mejorar los estilos de construcción en México, otra cosa que se debe
analizar con cuidado y perfeccionar es el diseño por sismo de estructuras, señaló
Rodríguez, en el artículo científico” Una revisión crítica de la práctica de diseño por
sismo de estructuras en México”.
En dicho texto, que fue publicado en 2016 en la revista Ingeniería Sísmica, el
especialista alertó que “en México, así como en otros países, es usual para fines de
diseño el emplear espectros elásticos de aceleraciones, a partir de los cuales se
obtienen espectros de diseño elásticos de desplazamientos”.
Debido a que el costo de las construcciones que se diseñan para ser elásticas
durante terremotos es demasiado alto, “generalmente se diseñan estructuras con
resistencias menores a las elásticas”, destacó en el documento.
Esto se vuelve un problema serio; sin embargo, no es considerado como tal ya que
las revisiones de demanda y capacidad de desplazamiento de la estructura,
empleando espectros de diseño, no son consideradas de manera adecuada por las
normativas de construcción.
“En este trabajo se muestra que estos espectros de diseño, aunque resultan del
empleo de modelos teóricos específicos, no necesariamente permiten conocer de
manera confiable los valores de aceleraciones y desplazamientos espectrales que
se obtendrían como resultado de un terremoto importante durante la vida útil de la
estructura. Tampoco estas normativas transmiten al ingeniero la importancia de
considerar las posibles demandas de desplazamientos en edificios en un terremoto,
así como posibles soluciones para el control de éstos”, concluyó el artículo.
“Debe de haber una forma de diagnosticar la salud estructural de los edificios que
pudieron haber tenido un daño, que no es aparente, a consecuencia del pasado
sismo”, indicó Álvarez Icaza Longoria.
Destacó que alrededor de una veintena de investigadores en ingeniería sísmica,
estructural y geotécnica de dicha casa de estudios, analizan los mecanismos que
pudieran utilizar para establecer formas confiables, pero sencillas, para estimar la
salud de edificios.
Se trata, reveló, de un proyecto que tiene varios enfoques, ya que se busca no solo
hacer el estudio, sino también indagar los mecanismos para que pueda ser
implementado en el ámbito profesional por los ingenieros e incidir de alguna manera
en la política pública.