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de la Unión Europea
I. CONCEPTO
La Unión Económica y Monetaria (UEM) es el área formada por el conjunto de países, dentro de la Unión
Europea, que comparten no sólo un mercado, sino también una misma moneda, el euro, por lo que en ellos
se ejecuta una política monetaria única. Además, coordinan las políticas económicas.
La Unión Económica y Monetaria (UEM) supone no sólo la integración de los distintos países miembros en
un Mercado Común en el que se respeten las "cuatro libertades", es decir, la libertad de circulación de
mercancías, servicios, personas y capitales. Igualmente, se pretende el establecimiento de una Política
Comercial Común respecto a los países que no pertenezcan a dicho Mercado Común.
Además, la Unión Económica, que supone una coordinación de las políticas económicas para cumplir unos
objetivos, se completa con la Unión Monetaria, proceso por el cual se instauró el euro como moneda única
de una parte de los países de la Unión Europea.
Una unión económica es una forma superior de integración a la que supone el mercado común. Añade a
éste un mayor grado de armonización de las políticas económicas nacionales en un intento de eliminar la
discriminación que puede derivarse de las disparidades en dichas políticas.
A medida que se intenta progresar en la armonización de las políticas comunes surgen dificultades
derivadas de la cesión de soberanía por parte de los Estados miembros, armonizar las políticas monetarias
y fiscales fundamentalmente, supone que los gobiernos de los países del área tienen un menor margen de
actuación para su política general.
Como son objeto de la integración todas las actividades económicas en el ámbito espacial de una unión
económica –entre ellas la política financiera-, la concertación de una política monetaria común lleva a la
creación de un banco central común y finalmente a la adopción de una moneda única, con lo que se
perfecciona una unión monetaria.
Con el fin de ayudar a la recuperación económica de Europa y así evitar que su parte occidental cayera en
el comunismo, los Estados Unidos elaboran el Plan Marshall, un plan de ayuda económica que empezó
en 1948 y acabó en 1951 y que aportó más de 12 700 millones de dólares a diversos estados europeos
(principalmente a Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Países Bajos). La Unión Soviética hizo lo propio
con la COMECON.
IV. CRECIMIENTO DE ECONOMICO DE LA GUERRA FRIA
Con el Tratado de París (1951) se constituye la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA),
primera piedra del desarrollo económico de la Unión Europea (UE) que desde entonces no ha dejado de
consolidarse hasta convertir a la unión en la primera potencia comercial, pues actualmente representa el
20 % de las importaciones y exportaciones mundiales. Con posterioridad a la CECA se inició la
liberalización del comercio entre sus Estados miembros, lo que constituye la clave en el éxito de la UE.
Fue entre los 1950 y los 1970 cuando se vivió una etapa con un crecimiento económico fuerte y continuado
que acabó con la crisis del petróleo de 1973. Una vez superada esta crisis, los estados europeos volvieron
a crecer económicamente, pero nunca tanto como durante aquellos 20 años.
La Unión Económica y Monetaria (UEM) es la culminación del proyecto de integración europeo desde la
perspectiva monetaria. Se trata de una vieja aspiración europea que tiene sus raíces en el final de los años
sesenta y que fue definitivamente reconocida en términos institucionales con la reforma del Tratado de la
Comunidad Europea que se llevó a cabo en Maastricht a principios de la actual década.
El principal objetivo de la UEM es la implantación de una moneda, el euro, que sea única en todo los
Estados miembros que formen parte de este proyecto de integración. La introducción de la moneda única
puede entenderse como el corolario necesario al proyecto de mercado interior iniciado a finales de los
ochenta, que debe permitir la libre circulación de personas, mercancías y capitales por todo el territorio de la
Unión Europea.
La relación de países de la UE que se integren en el proyecto de moneda única se decidirá en la primavera
de 1998 de acuerdo con el cumplimiento de una serie de criterios económicos, los conocidos
como criterios de convergencia o de Maastricht (déficit, deuda pública, inflación, tipos de interés y
estabilidad del tipo de cambio). La razón que explica el necesario cumplimiento de los criterios es que
garantizan que exista convergencia económica entre los países que compartan la misma moneda, con lo
que el manejo de la política monetaria y del tipo de cambio por una entidad central (el Banco Central
Europeo) se verá facilitada y será compatible con el resto de políticas económicas de los estados miembros
en las que todavía son autónomos.
Dentro de las funciones la UEM tiene: la supervisión de las políticas económicas de los países miembros
por parte del Consejo de la Unión Europea, la prohibición de la financiación privilegiada al Sector Público, la
prohibición de cualquier medida que establezca el acceso privilegiado a las entidades financieras y el
control de los déficit públicos excesivos.
Dentro del contenido que implica la UEM se pueden diferenciar dos planos distintos:
Desde un punto de vista microeconómico, la sustitución de las monedas nacionales por el euro
elimina los costes de transacción y la necesidad de realizar cambios de divisas en el comercio y en
el turismo. Asimismo, permite una mayor transparencia puesto que será posible comparar
directamente los precios de los productos en los distintos países, lo que supone un incentivo para la
competencia. En tercer lugar, la eliminación de la segmentación de los mercados financieros creada
por las monedas nacionales puede permitir su plena integración con las positivas consecuencias que
ello implica sobre los precios de los activos financieros.
Desde una perspectiva macroeconómica, las condiciones de convergencia exigidas para la
implantación del euro y para posteriormente convivir con el euro garantizan un clima de estabilidad
macroeconómica, con la consiguiente disminución de la incertidumbre en la toma de decisiones
económicas que implicará una reducción de los tipos de interés y un estímulo a la inversión, al
empleo y al crecimiento económico en general. Asimismo, el euro se convertirá en una de las
principales monedas a nivel internacional, lo que tendrá ventajas al reducir la vulnerabilidad de la
zona UEM a las fluctuaciones del tipo de cambio y fortalecerá el poder de negociación de la Unión
Europea en los foros internacionales.
b) Segunda (1994-1998)
Creación del Instituto Monetario Europeo, como predecesor del Banco Central Europeo. El 2 de
mayo de 1998 se aprueban los once países que van a formar parte de la UEM a partir de 1999 al
cumplir los requisitos establecidos en el Acuerdo de Maastricht. Dichos países eran Alemania,
Austria, Bélgica, España, Francia, Finlandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal.
c) Tercera (1999-2015)
El 1 de enero de 1999 se fijan los tipos fijos de cambio de cada una de las monedas con respecto al
euro y el Banco Central Europeo sustituye al Instituto Monetario Europeo. Dese esta fecha el euro
existía como unidad monetaria, de cotización y cambio en los mercados, pero no existían los billetes
y monedas de euro. El 1 de enero de 2002 entran en vigor las nuevas monedas y billetes de euro,
sustituyendo a las de los respectivos países, que desaparecen.
En 2001 se incorporó a la UEM Grecia. Posteriormente se ha añadido nuevos países, en 2007,
Eslovenia; en 2008, Chipre y Malta, en 2009 Eslovaquia y en 2011 se produce la incorporación de
Estonia. Letonia pasó a formar parte de la eurozona el 1 de enero de 2014. Y la última incorporación
ha sido Lituania (1 de enero de 2015), como el miembro número.
Tras la incorporación de los nuevos miembros, hasta un total de 27 países (en 2007), se consideran como
áreas económicas más importantes y con características propias de la UE las siguientes:
Área continental: Constituida por Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Austria.
Es la de mayor peso económico, con una fuerte concentración industrial y la que se ha considerado
como motor de la economía de la Unión.
Área mediterránea: Constituida por España, Portugal, Italia, Malta, Croacia, Eslovenia, Grecia y
Chipre. Su nivel de desarrollo es elevado, ligeramente menor que el del área continental, pero
concentra el turismo y una importante parte de la agricultura más productiva de la UE.
Área del Báltico: Formada principalmente por Finlandia, Suecia y Dinamarca, a los que se han
unido Lituania, Estonia, y Letonia. Por un lado son economías muy dinámicas, de gran riqueza
forestal y altas inversiones y desarrollo en tecnología, pero su peso no es muy acentuado debido al
menor volumen de población y producción que el área continental.
Área centroeuropea: Formada por la mayoría de Estados incorporados recientemente del centro de
Europa y la región de Balcanes en el sur de Europa. Se caracteriza por ser la de menor desarrollo
económico, la que precisa todavía una fuerte reconversión en distintos sectores industriales y
mantiene unas vinculaciones económicas importantes entre los propios países que la integran, fruto
de su pasado reciente. Estos estados serían tales como Hungría, Rumanía, República Checa,
Bulgaria, Eslovaquia y Polonia.
Área Británica: Constituida por el Reino Unido e Irlanda, es una economía muy consolidada, de
fuertes vínculos con la economía de Estados Unidos y grandes reservas de petróleo y carbón.
El Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) tiene su origen en una propuesta del Ministro de Finanzas
alemán en vísperas del Consejo Europeo de Madrid, en noviembre de 1995.
El objetivo fundamental del PEC es garantizar la disciplina presupuestaria de los países que acceden a la
tercera fase de la Unión Económica y Monetaria, de manera que se mantenga el compromiso de reducción
del déficit público recogido en los criterios de convergencia de Maastricht.
La principal característica del PEC reside en el compromiso de los países de mantener: a corto plazo, un
déficit público por debajo del 3% del PIB y a medio y largo plazo, un déficit público cercano al equilibrio o
con superávit.
El PEC se compone de tres textos:
Resolución del Consejo Europeo, de naturaleza política, que solemniza el PEC al más alto nivel y
recoge el firme compromiso político de los Estados, la Comisión y el Consejo de cumplir lo dispuesto
en los Reglamentos que componen el PEC.
Reglamento sobre el reforzamiento de la supervisión multilateral de la disciplina presupuestaria, que
sirve para prevenir que el déficit no sea superior al 3% del PIB (lo que se denomina déficit excesivo).
Reglamento sobre la agilización y clarificación del procedimiento relativo a los déficits excesivos, que
detalla cuándo se considera que existe un déficit excesivo y las sanciones que se pueden imponer a
un país.
La UE alberga importantes reservas de carbón, petróleo y gas natural, aunque son insignificantes en
comparación con otros sectores como Rusia, América Latina u Oriente Medio. Por países, las mayores
reservas petroleras son explotadas por el Reino Unido, seguido de Dinamarca, Alemania, Italia, Rumanía y
Holanda.
En 2001 la UE en conjunto produjo 3 424 000 barriles por día, consumiendo sin embargo 14 590 000 (2001)
barriles diarios.
Todos los países han ratificado el Protocolo de Kyoto, y la UE ha sido históricamente uno de sus máximos
defensores.
X. EUROSISTEMA
Para que un Estado sea admitido dentro de la Eurozona, y por tanto pueda participar en el Eurosistema,
debe cumplir con los criterios de convergencia establecidos por el Tratado de la Comunidad Europea.
Los instrumentos de los que se dispone para dictar y aplicar la política monetaria son tres:
1. Las facilidades permanentes son operaciones que se realizan con el objetivo de aumentar o
reducir la liquidez del sistema en un día, controlar los tipos de interés del mercado a un día y
señalar al público orientación general de la política monetaria. Esto se consigue bien mediante
la facilidad marginal, que consiste en proporcionar liquidez (en un principio sin límite máximo) a
las entidades que lo deseen contra una garantía de activos, o bien mediante la facilidad de
depósito, que consiste en permitir a las entidades que operan en el Eurosistema realizar
depósitos a un día en los bancos centrales nacionales.
CONCEPTO.-El Banco Central Europeo (BCE) es el banco central de los países de la Unión Europea
que tienen el euro como moneda. Forma, junto con los bancos centrales de los demás estados de la UE
ajenos a la eurozona, el Sistema Europeo de Bancos Centrales. El BCE fue establecido por el Tratado
de Ámsterdam en el año 1998, tiene su sede en Fráncfort del Meno (Alemania) y está presidido por
Mario Draghi.
OBJETIVO.- El objetivo del Banco Central Europeo es la estabilidad de precios en la zona euro, definida
por el Consejo de Gobierno como una inflación (Índice de Precios al Consumo Armonizado) cercana,
pero inferior, al 2%. A diferencia de otros organismos como, por ejemplo, la Reserva Federal de los
Estados Unidos, el BCE no tiene objetivos tales como el crecimiento económico o el pleno empleo.
PRINCIPALES TAREAS.- Las principales tareas del Banco Central Europeo son:
Contiene un conjunto de reglas, llamadas "reglas de oro", que son vinculantes en la UE para el principio de
equilibrio presupuestario. Todos los estados miembros de la Unión Europea firmaron el tratado el 2 de
marzo de 2012 con la excepción del Reino Unido y la República Checa. El tratado entró en vigor el 1 de
enero de 2013, por haber sido ratificado por un número de miembros de la eurozona superior al mínimo de
12.
HISTORIA.- La mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea participan en UEM, basada en la
moneda única, el euro, pero la mayoría de las decisiones sobre impuestos y gasto público siguen siendo
responsabilidad de los gobiernos nacionales. El control sobre la política fiscal ha sido tradicionalmente
considerada como fundamental para la soberanía nacional, y ahora, en esencia, no es una unión fiscal entre
estados independientes.
En la primavera de 2010 de Alemania instó a otros Estados a endurecer las normas sobre el
logro de un presupuesto equilibrado: esto implica una rigurosa aplicación del requisito de la
relación déficit / PIB inferior al 3%.
Al final de 2010 de las propuestas de enmienda se adelantaron Pacto de Estabilidad y
Crecimiento con el fin de fortalecer la coordinación de las políticas fiscales.
En febrero de 2011, Alemania y Francia propusieron el pacto de competitividad, orientado a
fortalecer la coordinación económica en la zona euro, esta propuesta ha sido aprobada
por España. La canciller alemana, Angela Merkel, varios ministros de Finanzas europeos y el
presidente del Banco Central Europeo han apoyado la idea de una unión fiscal.
En marzo 2011 se propuso una nueva reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento,
orientado a sanciones automáticas para los que violan los parámetros relativos al 3% de
déficit / PIB al 60 %
El 9 de diciembre de 2011, el Consejo Europeo, todos los 17 miembros de la zona euro han
puesto de acuerdo sobre las líneas básicas del Tratado de la estabilidad fiscal que refuerzan
los parámetros relativos al déficit / PIB y deuda / PIB, y la introducción de sanciones
automáticas para quienes los violen.
Después de varios meses de negociaciones, el 30 de enero de 2012 de Consejo Europeo,
con la excepción del Reino Unido y República Checa, aprobó el nuevo pacto Firmaron el
Tratado sobre la estabilidad, la coordinación y la gobernanza.
A finales de febrero, el jefe de gobierno de Irlanda, Enda Kenny, anunció que su país tenía
intención convocar un referéndum para la ratificación del Pacto fiscal europeo.
Cada país, después de la ratificación del Tratado, tendrá hasta el 1 de enero de 2014 para
introducir la regla que exige un presupuesto equilibrado en la legislación nacional. Sólo los
países que han introducido esa norma el 1 de marzo de 2014 será capaz de obtener ningún
préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad: El Parlamento aprueba las modificaciones
necesarias en el Tratado. El objetivo, después de la entrada en vigor, es incorporar en los
cinco años del nuevo Tratado de la Unión Europea sobre la legislación vigente.
Un compromiso de contar con un déficit estructural que no debe superar el 0,5% de la PIB y, en
aquellos países en los que la deuda es inferior al 60% del PIB, 1%;
La obligación de los países con una deuda pública superior al 60% del PIB a caer dentro de este límite
en 20 años, a una tasa igual a la vigésima parte de la franquicia de cada anualidad;
La obligación de que cada Estado para asegurar el ajuste automático de las fechas de vencimiento
cuando no es capaz de alcanzar las metas fiscales se acuerde lo contrario;
Un compromiso de poner las nuevas reglas en la constitución o en otras partes de la legislación
nacional, lo cual será verificado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea;
La obligación de mantener el déficit público por debajo del 3% siempre del PIB, como lo exige el Pacto
de Estabilidad y Crecimiento, de lo contrario dará lugar a las sanciones semi-automáticas;
Un compromiso de mantener al menos dos cumbres/año reuniendo a los 17 líderes de los países que
han adoptado el euro.