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DIOS Y LOS HOMBRES
TEOLOGÍA ,
PERO RáÍoNABLE*
POR EL BARON
MADRID:
1336.
fet EDITOK*
CAPITULO I. *
- . .?
Dios y los hombres* -\c't "'
CAPITULO II.
CAPITULO III, . .
CAPITULO V.
CAPITULO VI.
CAPITULO VIII.
CAPITULO IX.
CAPITULO X.
. CAPITULO XI. v
CAPITULO XIII.
CAPITULÓ XV.
CAPIÍULO XVI,
CAPITULO XVIII.
CAPITULO XIX.
CAPÍTULO XX.
CAPÍTULO XXI.
CAPITULO XXII.
CAPITULO XXIII.
CAPITULO XXIV.
CAPITULO XXV.
CAPITULO XXVI.
7
98
CAPITULO XXVII. -
CAPITULO XXVIII.
CAPITULO XXX.
CAPITULO XXXII. „
CAPITULO XXXIII.
CAPITULO XXXIV.
CAPITULO XXXV.
CAPÍTULO XXXVI.
CAPITULO XXXVII.
* CAPITULO XXXVIII.
CAPITULO XLI.
CAPITULO XLII.
CAPITULO XLIII
t
Es menester tomar á Jesucristo como se nos
le presenta. De sus costumbres no podemos
juzgar sino por la conducta que se le atribuye :
no tenemos ni Clarendons ni Humes que hayan
escrito su vida. Sus evangelistas no le imputan
otra accion de hombre colérico y violento , se
gun hemos visto ya , que la de haber maltra
tado y echado muy fuera de propósito á los
vendedores de animales de sacrificio , que te
nian sus tiendas á la entrada del templo. Es-
cepto esto > podremos sentar por todo lo demas,
que era un hombre muy dulce y pacífico , y
bastante parecido á los cuákaros que no gustan*
de derramar sangre. Véase sino como vuelve á
poner la oreja de Maleo , que el inconstante y
débil Pedro cortó á este aguacil de la patrulla
cuando fueron á prender á su maestro , i quien
á pocas horas negó. No se me diga que esta
aventura es el colmo de la ridiculez , lo sé
tan bien como otro cualquiera ; pero me veo
precisado en esta ocasion á juzgar este negocio
segun los documentos que se producen en el
proceso. Supongamos pues que Jesus haya sido
siempre un hombre honrado , dulce y modesto:
examinemos en pocas palabras como le han
imitado los cristianos , y que bien ha reportado
su religion al género humano. No creo será
185
fuera de propósito hacer aquí un pequeño es-
tracto de los hombres que esta religion ha he
cho perecer , bien sea en las sediciones , bien
en las batallas , bien sobre los cadalsos , bien
en las hogueras , bien por santos asesinatos ó
premeditados ó repentinamente inspirados por
el espíritu. Los cristianos habian escitado ya
algunas turbulencias en Roma , cuando en el
año 251 de nuestra era vulgar, el sacerdo
te Novation disputo lo que nosotros llamamos
la cátedra de Roma ó de S. Pedro , al sacer
dote Cornelio ; porque en aquella época era es
ta ya una plaza importante y que valia ma
chos miles. Por el mismo tiempo precisamente
se disputaron tambien la cátedra de Cartago
Cipriano y otro sacerdote llamado Novat ,
~quien habia muerto á su muger dándole de
"puntapiés en el vientre. ( Hist. ecles. ) Estos
dos cismas ocasionaron muchos homicidios en
Cartago y en Roma. El emperador Decio se
vió precisado á reprimir tales furores con al
gunas justicias que hizo ; y he aquí lo que
se llama la grande , la terrible persecucion de
Decio : pasarémos por alto los que en esta oca
sion fueron al patíbulo por mandato de la ley,
y nos limitaremos solo á los homicidios come
tidos entre los cristianos unos contra otros.
Cuando no contemos sino 200 personas ó muer
tas ó mortalmente heridas en estos primeros
cismas , modelo de otros varios , creo que no
se nos tendrá por exagerados. Pongamos. . 200
Desde que los cristianos pu iieron
186
entregarse libremente á sus santas
venganzas , bajo Constantino , asesi
nan al jóven Candidier (año 313),
hijo del emperador Galerio , con la
esperanza del imperio, y que se le
comparaba á Marcelo : asesinan á
un muchacho de ocho años hijo del
emperador Maximino , y á una hija
del mismo de edad de siete años ; la
emperatriz su madre fué arrastrada
íuera de su palacio con todas sus
doncellas , y' así llegadas por las calles
de Antioquía , hasta que por fin
fueron arrojadas todas en el Oronte.
La emperetriz Valeria , viuda de
Galero , é hija de Diocleciano , fué
asesinada en Tesalonica el año 315,
no tuvo mas sepultura que el mar.
s verdad que algunos escritores no
hacen á los cristianos autores de es
te horrible homicidio , y se le im
putan á Licinio : nada importa ; re
duciremos al número de 200 tam
bien las porsonas que los cristianos
degollaron en esta ocasion. Y es ir
moderado
En el cisma de los donatistas , en
Africa , no se puede contar menos
de 400 personas molidas y asesina
das á mazazos , porque los obispos
no querian que se batiesen con es
padas. Pongamos ... . . .
187
Se sabe de que horrores y guerras .. ;. t
civiles no ha sido el orígen y pre-
testo la sola palabra de consubstan
cial. Los incendios producidos por
estas guerras religiosas abrasaron to
do el imperio ; y en muchas partes
se reencendió luego durante hasta
por espacio de cerca de 400 años en
las provincias devastadas por los go
dos , los bourguiñones y los vánda
los. Cuando no contemos sino 300
mil cristianos degollados por otros'. mx
cristianos , durante estas disputas ó ,<
guerras teológicas , sin contar las fa- '. 1 .
millas errantes y reducidas á la men
dicidad por causa de esto , no creo
se me podrá tachar de exagerador. . 300000
Las disputas de los inconoclastes
é inconolatres no han costado cierta
mente menos de 60 mil vidas. Pon
gamos 60000
No debemos pasar en silencio los
100 mil maniqueos que la empera
triz Teodora . Viuda de Teófilo , hi
zo degollar en el imperio griego el
año de 845. Bien que esta era una
penitencia que su confesor lo habla
mandado , porque hasta aquella épo
ca no se habian colgado , empalado
ó ahogado todavía sino unos 20 mil ,
de ellos. Estas díscolas gentes mere
cian muy bien que se les matase i , . .
188
todos para ensenarles que no hay
sino un buen principio , y nada de
principio malo. El todo de este pia
doso destrozo sube á izo mil por
lo menos.
No contemos sino 20 mil asesina
tos cometidos en las repetidas sedicio
nes escitadas por los sacerdotes , que
se disputaban en todas partes las cá
tedras episcopales. Es menester por
tarse en esta parte con una estrema
discrecion : pongamos ''. .
Se ha supuesto que la horrible
locura de las Santas Cruzadas ha
bia costado la vida á dos millones .
de cristianos , mas yo quiero ser en
esto estimadamente moderado, y
no poner en cuenta mas que la mi
tad 1.
La Cruzada de los religiosos ca
balleros Porte-Glaive , que tan ho
nesta y santamente devastaron todas
las riberas del mar Báltico , debió
costar la muerte í 100 mil personas
por la parte mas corta. Póngase. . . .'
Otro tanto se puede decir de la .
Cruzada contra los pueblos del Lan-
guedoc ; en donde no se vieron por
muchos tiempos sino montones de
ceniza de las hogueras que habian
devorado tantos cadáveres , y osa
mentas de varios muertos que habian
189
sido presa de los lobos de aquellas ¡ .'.
campiñas. . .«-... . . .'.ji. . . . : iqqq&q
Las Cruzadas contra los empera
dores desde Gregorio I en adelante ,
queremos que no hayan sido cau
sa mas que de 50 mil muertes vio- ...../
lentas : y es ir muy moderados. . . . 5°OPQ
. 1 El grande cisma de occidente del . '. ,
XIV siglo , hizo perecer bastantes
gentes : para que se haga justicia á .i .
nuestra moderacion no contamos mas
que 50 mil víctimas de la rabia pa
pal : Rabbia papale , como dicen los , . .¡' ,)
italianos. .' . ».'..., . . , i . . 50000
La devocion con que al fin dees- , ...¡
te gran cisma se hizo quemar piíbli-' ; . „.
camente en la ciudad de Constanza
á los dos sacerdotes Juan Hus y . , . _ , . .
Gerónimo de Praga , han hecho mu- . . . 1« f
cho honor al emperador Sigismundo . .. ,«
y al concilio. Pero yo no sé como ,\ ¡..
esta santa justicia ocasionó la horren- . ' . ¡¡j ,
da guerra de los husitas , en la que ...i
se puede sentar con toda seguridad, , 1 t
que perecieron mas de 150 mil per
sonas 150000
Despues de todas estas grandes
carnicerías, confesamos que los des-. n
trozos de Merindol y de Cabrieras . : . !
son muy poca cosa. No se se trata . ¡ .
en esta santa jornada sino de 22'
grandes villas reducidas á cenizas; ..
190
de 18 mil inocentes degollados ó >- > ,
quemados ; de una porcion conside- -
rabie de niños de teta arrojados vivos
en las llamas ; de jovenes violadas y > -
hechas luego en cuatro cuartos, y de i
viejas , que no eran buenas para na- - .
da , que se les hacia saltar en los
aires con la ayuda de algunos car
tuchos de pólvora que se les ponia
en los dos orificios , y se les pegaba ,
luego fuego. Pero como esta peque- - ..«r-,
na escena se hizo jurídicamente , con .-
todas las formalidades de justicia, y
por gentes de hopolandas, es menes-- .'- >a
ter no omitir acto tan interesante del - - . f
derecho francés. Pongamos. . ... . > .18000
Hemos aquí llegado á la mas san- -
ta y gloriosa época del cristianismo, * '--l >
en la cual gentes vagamundas qui
sieron hacer una reforma á princi
pios del siglo XVIII. Los santos pa- '
pas , los santos obispos y santos cur
ras, negándose i enmendarse, esci»¡ i- ¡-. e
taron dos partidos que marcharon- / .1 ;
sobre cadáveres durante dos siglos* - i'J
enteros, sin conocerse - en todo este- -
- f , largo período mas que algunos cor- '
tos intérvalo de paz. Si el amigo . - > .
- lector quisiese tomarse el trabajo de
juntar todos los asesinatos cometidos
\ desde el reinado del santo papa Leon
X : hasta el del santo papa Ciernen-
191
te IX. : asesinatos bien sean jurídi
cos ; bien no jurídicos cabezas de sa
cerdotes , de seculares, de príncipes
derrivadas por los verdugos; la madera
encarecida en muchas provincias por
la infinidad de hogueras encendidas ;
la sangre derramada desde el uno al
otro estremo de la Europa; los ver
dugos cansados ya de mataren Flan-
des , en Alemania , en Holanda , en
Francia, en Inglaterra misma ; treinta
guerras civiles por la transubstan-
ciacion , la predestinacion , el sobre
pelliz y el agua bendita ; los des
trozos de S. Bartelemi , los de Irlan
da , los de Vandois , los de los Ce-
venses etc. etc. , se encontrarán sin
duda en estas escenas de horror mas
de dos millones de muertes sangrien
tas , con mas de tres millones de fa
milias arruinadas y sumergidas en
una miseria peor quizá que la muer
te misma. Pero como aquí no se
trata sino de muertos , pasaremos
con precipitacion sobre estos recuer
dos horrorosos , y pondremos 2 mi
llones de víctimas solamente 2.000000
No seamos injustos ni imputemos
á la Inquisicion mas crímenes que
los que ha cometido con sobrepelliz
y estola ; no exageremos y reduzca
mos á 200 mil el número de almas
192
que ha enviado el cielo ó al infier
no ... i'¡¿ .'J 2000QQ
Reduzcamos tambien á 5 millones,
los 1 2 millones de hombres que el
obispo Las casas dice haber sido
inmolados á la religion cristiana en
las Américas; y hagámonos sobre to- ..•¡.[
do la reflexion consolante que estas , ...1
gentes no eran hombres , puesto que .
no eran cristianos. Póngase 5.000000
Reduzcamos con la misma econo.ir
mía los 400 mil hombres que pere- 1: 1
cieron en la guerra civil del Japon, . ¡. .'. :.„.i
excitada por los reverendos padres / u.j . ¡
Jesuitas, y no pongamos en cuenta , , .i
sino 300 mil . . .,. . . 300000
1 "«.ni.
CAPITULO XLV.
AXIOMAS.
t'