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El argumento ontológico de San Anselmo:

San Anselmo dice que "El ser más perfecto que se puede pensar, debe existir
realmente: Pensarlo sin existencia no sería pensar el más perfecto."

En líneas generales, San Anselmo lo formula de la siguiente forma: todos los hombres
(incluso el que en su corazón afirma que Dios no existe) tienen una idea o noción de
Dios, entienden por “Dios” un ser tal que es imposible pensar otro mayor que él; ahora
bien, un ser tal ha de existir no solamente en nuestro pensamiento sino también en la
realidad, ya que en caso contrario sería posible pensar en otro mayor que él (a saber,
uno que existiera realmente) y, por tanto, caeríamos en contradicción; luego Dios
existe no sólo en el pensamiento sino también en la realidad.

Supongamos que escribimos una lista de todas las cosas que se pueden concebir.
Algunas de ellas existen, como el rinoceronte, y otras no, como el unicornio. En algún
lugar de la lista está Dios. Ahora ordenamos la lista de la cosa más perfecta a la menos.
La más perfecta es indudablemente Dios. Entonces saldrá el primero de la lista. Pero si
Dios no existiera, entonces estaría en segundo lugar, porque habría una cosa tan
perfecta como Dios, pero que SI existiría. Luego, Dios existe, como queríamos
demostrar.

El monje Gaunilo, que era hombre de luces aunque no llegó a santo, hizo notar que el
argumento ontológico podría utilizarse para demostrar la existencia de cosas no
existentes, como la de Super-A, que es en todo como Superman (vuela, traspasa cosas
con la mirada, etc). Pero a Super-A no le afecta la kriptonita y esto le hace perfecto, y
por tanto, según el argumento ontológico, debería existir. (Es más, tal vez exista, a ver
quién demuestra que no).

Más tarde Kant y Russell, entre otros, se entretuvieron en refutar la demostración con
argumentos menos coloristas que los de Gaunilo. Kant dice que no se puede comparar
algo que existe y algo que no existe para ver que es más perfecto, y que en cualquier
caso, el hecho de existir no hace una cosa más perfecta. Russell, en la línea de Gaunilo,
viene a decir que San Anselmo demuestra que existe la idea de un Dios perfecto, como
existen los dragones. Pero que exista "de verdad" es otro tema.

Las 5 Vías de Santo Tomás de Aquino:

-La demostración de la existencia de Dios:

-Movimiento: nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo que se
mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, y como una serie infinita de
causas es imposible hemos de admitir la existencia de un primer motor no movido por
otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios.
-Eficiencia: nos consta la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa de sí
mismas, ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir, lo cual es
imposible. Además, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas eficiente,
por lo que tiene que existir una primera causa eficiente “incausada”. Y esa causa
“incausada” es Dios.

-Contingencia: hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir, que no son
necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero existen,
por lo que deben tener su causa, pues, en un primer ser necesario, ya que una serie
causal infinita de seres contingentes es imposible. Y este ser necesario es Dios.

-Grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en los seres de este


mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de un modelo con respecto al
cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente verdadero, un ser
supremo. Y ese ser supremo es Dios.

-Finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al carecer de
conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser
inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las
cosas naturales dirigiéndolas a su fin . Y ese ser inteligente es Dios.

La Navaja de Ockham, de Guillermo (William) de Ockham:

Cuando nos encontramos frente a un problema se dice que la explicación más simple
es la indicada. Los detectives usan esta técnica, llamada navaja de Ockham, para
determinar al culpable y los doctores para determinar la enfermedad detrás de los
síntomas. Lo que pretende la técnica es encontrar solución a un problema eliminando
todos los elementos innecesarios.

El sencillo modo de vida que llevaba Guillermo de Ockham fue probablemente lo que
hizo que estableciera su teoría sobre la simplicidad. Además, era una manera de
establecer el pensamiento medieval en oraciones fáciles que sobrevivieran a través del
tiempo. Sin embargo, la idea sobrevive desde la época de Aristóteles, quien planteaba
que la perfección era igual a la simplicidad. Aún en la ciencia moderna la navaja de
Ockham sigue vigente y se complementa muy bien con el método científico.

La técnica se separa en dos partes: El principio de pluralidad, por el cual no debía


establecerse la pluralidad sin necesidad, y el principio de parsimonia, por el cual no
debía hacerse con más lo que se podía hacer con menos. Tenemos que tener cuidado
al utilizar esta técnica, dado que no prueba nada. Es solamente una manera de saber
elegir frente a dos opciones: la más simple es la correcta. Las explicaciones simples
vienen de nociones que ya sabemos acertadas, como la evidencia empírica a través de
nuestros 5 sentidos. Uno de los ejemplo es Einstein, quien ganó a Lorentz en la
discusión sobre el continuo espacio-tiempo. Lorenz introdujo la noción de éter,
inexistente para la ciencia, y Einstein explicó lo mismo con elementos ya conocidos,
por tanto su teoría ganó. Estas ideas están basadas en el positivismo, que indica que
todo aquello que no puede probarse empíricamente no existe.

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