Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Pimentel es un distrito del Norte de Perú, de la provincia de Chiclayo, un distrito costero de playas
bajas, arenosas y de tierras suavemente onduladas con 2 cerros que dominan la llanura, el Cerro
Pimentel y el Cerro El Molino.
Es un destino para llegar en familia, de clima cálido casi todo el año con vistas del océano que
se disfrutan más sobre su largo muelle que se alejan varios metros de la playa y parece dividir la
zona preferida por los pescadores con los ancestrales caballitos de Totora del lado donde
abundan las viviendas y los edificios.
Las actividades infaltables en Pimentel son las caminatas al amanecer o al atardecer, tanto por
la playa donde además de hermosos paisajes podrá observar el trabajo de los pescadores; como
por la ciudad para conocer la estación del ferrocarril.
Estos caballitos son las tradicionales barcazas que desde hace más de 5 mil años se utilizan en
la zona para pescar y utilizar todos los recursos que ofrece el mar. La totora es una especie de
junco que crece naturalmente a más de 2.000 metros de altura y llega a medir 4 metros de largo.
Para armar las barcazas, se utiliza la misma técnica que utilizaban los pescadores a los que el
gran Takaynamo les mostró los caballitos de totora por primera vez.
Esta forma de construcción consta en mojar los juncos para luego dejarlos secar al sol y después
juntarlos y curvarlos haciendo dos partes iguales que se unen para formar la cavidad donde se
sienta el pescador. Lo único que ha cambiado es que tradicionalmente se ataban con sogas pero
actualmente se utiliza cordel sintético, conocido como “piola”. Para maniobrar el caballito se
utiliza un remo de caña partida.
Estas barcazas son livianas pesan por como mucho 40 kilogramos y se sabe que si un pescador
no puede levantarla, entonces tampoco puede salir a pescar con ellas porque no podría
manejarla.
Su vida útil es de por lo menos 1 mes, durante el cual los pescadores pueden sacarle provecho
y luego solicitar otra a los expertos en armarlas, que se demoran tan sólo 30 minutos en tener
otro caballito de totora listo para trabajar.
Características
El caballito mide entre 3 a 4 m de largo y un ancho de 0,6 a 1,0 m; cuando está
seco pesa entre 40 y 50 kg, y puede soportar 200 kg de carga útil. Está diseñado
para transportar a un navegante, la zona más ancha es la popa que presenta
una cavidad destinada a depositar la pesca y los aparejos del pescador, mientras
que la proa es estrecha y curva.
Según la tradición el pescador que no pueda cargar su balsa no debería
adentrarse al mar porque no sería capaz de controlarlo Complementa a la
embarcación un remo, generalmente de “caña de Guayaquil” partida a lo largo.
Dominar estas embarcaciones no es tarea fácil. Se necesita mucha pericia,
equilibrio y al mismo tiempo fuerza en los brazos para dirigir el remo.
Fabricación
El componente esencial de estas embarcaciones es la planta llamada
comúnmente “totora”. Esta planta crece de manera natural, pero en la época de
los Chimú fue cultivada en el entorno de la ciudadela de Chan Chan (Trujillo) en
lagunas artificiales llamadas “wachaques”.
Los caballitos de totora son ‘tejidos’ por las propias manos de los pescadores
artesanales, conocedores de técnicas ancestrales que les permiten armar un
caballito hasta en media hora. Estas técnicas de elaboración se han transmitido
de generación en generación. Se empieza cortando los tallos de totora y
remojándolos en agua para evitar que se quiebren, luego se dejan secar al sol
para proceder a juntarlos en dos cuerpos curvados que se atan con sogas del
mismo junco o cordeles sintéticos. Se termina dándole forma adecuada mediante
el recortado.
Vida útil
Un caballito de totora tiene una vida útil de aproximadamente un mes, y en cada
uno de los poblados donde se usa aún existen expertos encargados de mantener
intacta una flota que, sin embargo, ha ido menguando con el paso del tiempo.