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El agua que se usa para tomar, para la higiene personal, lavar los trastos y preparar los
alimentos tiene que ser agua tratada, es decir libre de microbios. El agua que se destina para
otros usos no necesariamente tiene que ser tratada. Esto significa que sólo una pequeña parte
del agua que se usa diariamente es la que requiere un tratamiento especial.
Se recomienda siempre, como medida de precaución, tratar el agua que se destina para el
consumo humano. Existen varios métodos de tratamiento del agua para mejorar la calidad,
por medio de la eliminación de microbios. A continuación, se describen cuatro métodos
sencillos y efectivos para desinfectar el agua en el hogar.
Procedimiento
Procedimiento
MÉTODO SODIS
Las botellas deben estar expuestas en forma acostada u horizontal. Es importante que
el lugar de exposición de las botellas tenga sol continuo durante el tiempo de
exposición de las mismas, es decir por lo menos de 9:00 de la mañana a las 3 de la
tarde para garantizar la desinfección. Es mejor si se expone durante todo el día.
Cuando las botellas se exponen menor tiempo es probable que la desinfección no sea
completa.
PURIAGUA
Procedimiento
Procedimiento
Hay que recordar que el método de cloración es delicado. Una equivocación puede resultar
nociva para la salud. Por eso se recomienda seguir cuidadosamente las recomendaciones
arriba mencionadas y depositar la Solución Madre y el cloro en un lugar fuera del alcance de
los niños.
BIBLIOGRAFÍA
Información obtenida del documento: El agua para tomar, Manual de Educación Sanitaria
para la persona facilitadora. Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional. Gobierno de El
Salvador. Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. UNICEF 1998.
Disponible en:
http://www.bvsde.paho.org/eswww/fulltext/pciudada/aguaman/aguaman.html