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Desde este pensador es necesario comprender en qué sentido se dan los conceptos y la
pregunta por el ser, debido a que el Dasein se mueve a través de una carga histórica.
Heidegger, quiere desvincularse de todos los conceptos previos de la filosofía, crítica que
hace frente a la filosofía cartesiana. Si uso el concepto hombre necesariamente digo lo que
es hombre y de dónde proviene (Se sitúa en un contexto biológico, cultural y teológico)
El existencialismo heideggeriano entonces quiere replantear la pregunta por el ser para
comprender que es eso de ser y en qué sentido se ha de comprender su existir
El concepto hombre se ha dado con la tradición judeo-cristiana y cuando se habla de
hombre denota una perspectiva religiosa y consecuentemente de lo que él se espera que
haga (cómo se comporta, cómo se comprende)
Así desde el concepto se desenvuelve en el mundo, cómo se ve su destino y cómo se
desenvuelve su existencia, entonces Heidegger quiere separarse de todo eso, cosa que
Descartes no hizo, y así fundamentar una mejor pregunta por el ser.
Son 3 las razones para volver a la pregunta original por el ser: - El ser es el concepto más
universal. – El ser es indefinible. – El ser es un concepto evidente por sí mismo.
Cuando se pregunta por el ser, en la manera como se plantea la pregunta ya está
presupuesta. Es decir ¿qué es el ser? El es ya se ha comprendido, cosa que no es así.
Cuando se pregunta por el ser, tenemos una noción de lo que significa es.
La pregunta recae sobre el ente que pregunta, es decir, el Dasein.
El ser, el ente, el ser del ente y la introspección del Dasein sobre su propio ser.
Tal comprensión se da precisamente por la relación tan cercana que se tiene con las cosas
que nos rodean y es una relación que se da automáticamente, como si fuera natural, sin
meditar o analizar el por qué lo hacemos.
No existe una relación reflexiva sobre las cosas ni de los demás, por ello el mismo acto de
existir pasa desapercibido porque cada día de nuestra vida no teorizamos sobre nuestra
existencia ni a cada minuto pensamos que estamos vivos.
Ni siquiera el científico está haciendo en su diario vivir una reflexión constante acerca de
las cosas y de sí mismo.
La relación que tengo con las cosas se dan fundamentalmente por la utilidad así no
conozca su funcionamiento.
Es a partir de la relación familiar que se tiene en el mundo circundante, propio y común,
que podemos comprender en qué sentido Heidegger se aleja de la teoría cartesiana, del
concepto cartesiano y también de la ontología cartesiana.
La crítica heideggeriana es irónica, dado que usa uno de los métodos cartesianos para
exponer sus conceptos, tal paso será el de deconstruir todo conocimiento anterior
Ahora, cuando Descartes dice que el sujeto es un sujeto que piensa, se le da un modo de
ser al sujeto. Y cuando dice que Dios es y existe, se supone el modo de ser de Dios, sin
tener en cuenta que el modo de ser de Dios es infinitamente diferente al modo de ser del
sujeto y Descartes nunca argumenta completamente la diferencia entre ambos.
Relación “yo” y “mundo” en la comprensión del ser.
Para Descartes el acceso al mundo es imposible, pero no por ello debe pasarse por alto su
existencia y las consecuencias que tiene en el Cógito. Porque Descartes nos propone
siempre un cógito en las Meditaciones Metafísicas que se halla entre cosas y que este
tiene relación directa con él.
El sujeto se halla en el centro, ensímismado en una esfera donde encuentra conocimiento.
Pero para Heidegger es diferente, dado que por la experiencia (saliéndose del
pensamiento cartesiano) las cosas afectan de mayor o menor manera al sujeto.
La dualidad cartesiana sujeto - objeto, para Heidegger, limita toda aproximación al ser.
Dado que las cosas (en la cotidianidad) siempre nos dicen algo y nos movemos con ellas,
ello hace que nosotros no estemos desvinculados del mundo.
Descartes logra indicar al “hombre” como existente, y esta existencia, en efecto es
constante, pero impide que se vea el despliegue en el cual se mueve y donde puede
efectuarse el cógito.
Descartes no analiza ontológicamente los modos de ser de las sustancias que nombra,
puesto que al decir “Dios es” y “mundo es” no puede decirse que ambos entes se dan en el
mismo sentido. En ambos hay una diferencia infinita respecto al ser.
Para Heidegger el análisis ontológico del ser es superficial. Es decir, la sustancia solo puede
ser abordad desde sus atributos, el cógito, desde su alma y el mundo desde su extensión.
Y el cógito está cerrado al mundo y está entre el ser y la nada. Para comprender el mundo,
el cogito debe salir de su esfera, aprehender y luego volver a ella y ahí se da el problema
del conocimiento.
El ser en cuanto cogito pierde la posibilidad de que se entienda el mundo fáctico de su
existencia. Se quita a sí mismo el suelo por dónde camina y se aísla de toda relación que
pueda tener con las cosas en la cotidianidad (Si tal cosa fuera posible).
¿Cuál es el modo de acceder al ser del ente?
Descartes dice que el ser no se muestra inmediato, por lo tanto la manera en que se
muestra es el objeto mismo en cuanto es tal objeto. Por ello hay que tomar el ejemplo de
la vela y ver como a través de sus cualidades físicas expresan lo que es. Es decir, Descartes
ya había dicho que solo en cuanto extensión se puede decir algo de algo. Es difícil acceder
a la sustancia.
Los sentidos no pueden decir nada de algo, en cambio la matemática muestra al ser del
ente, un estar-ahí permanente que solo requiere la acción de cógito para mostrar lo que
es.
En cambio, con Heidegger, el carácter ateorético es lo que define al “sujeto” o más bien
dicho al Dasein. Hace parte de una comprensión sobre sí mismo y también de lo que
circunda, objetos, personas y situaciones.
Conclusión
¿Qué lugar ocupa la filosofía de Descartes en el itinerario histórico que Heidegger tiene en
mente? Primariamente, a Heidegger le interesa debido a que él ha sido el separador de la
época medieval y la época moderna, por un lado, este aplica las categorías ontológicas
medievales para su nuevo punto de partida. Y por otro lado, agrega la categoría de sujeto,
dándole sustancialidad al ser de la subjetividad.
Heidegger observa que en Descartes puede haber algo que impulsara la indiferencia
ontológica en una cultura antropológico/humanista dominada por la técnica.
Para Heidegger, Descartes, al olvidar la pregunta por el ser, creó un camino que Nietzsche
cerró al darle al ente la voluntad de poder como ser.
Descartes a reducir la verdad como certeza del sujeto, lo que hizo fue reducir el mundo al
yo, para Heidegger, eso significa tomar posesión. Es la reducción del ser a la voluntad del
sujeto.
La lectura del primer Heidegger: Lo no-pensado por Descartes.