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SECCIÓN SEGUNDA:

LA CONSIDERACIÓN FENOMENOLÓGICA FUNDAMENTAL

CAPÍTULO PRIMERO /56/


LA TESIS DE LA ACTITUD NATURAL
Y SU DESCONEXIÓN

§ 27 . El mundo de la actitud natural: yo y mi mundo circundante


Empezamos nuestras consideraciones como hombres de la vi-
da natural, representándonos, juzgando, sintiendo, queriendo
"EN ACTITUD NATURAL". Lo que esto quiere decir nos lo po-
nemos en claro en sencillas meditaciones, que como mejor las
llevamos a cabo es en primera persona.
91
Soy conciente de un mundo extendido sin fin en el es-
pacio y que deviene y ha devenido sin fin en el tiempo. Soy
conciente de él, quiere decir ante todo: lo encuentro ante mí
inmediata e intuitivamente, 92 lo experimento. Mediante el ver,
el tocar, el oír, etc., en los diversos modos de la percepción sen-
sible están PARA MÍ SIMPLEMENTE AHÍ cosas corpóreas en una
u otra distribución espacial, "AHÍ DELANTE" en sentido literal
o figurado, lo mismo si estoy particularmente atento a ellas,
ocupado en considerarlas, pensarlas, sentirlas, quererlas, o no.
También están inmediatamente para mí ahí seres animales, di-
gamos hombres; los miro, los veo, los oigo acercarse, estrecho
su mano al hablar con ellos, comprendo inmediatamente lo
que se representan y piensan, qué sentimientos se mueven en
ellos, qué desean o quieren. También ellos están ahí delante
en mi campo de intuición como realidades, incluso cuando no
pongo atención en ellos. Pero no es necesario que ni ellos, ni
136 LA CONSIDERACIÓN FENOMENOLÓGICA FUNDAMENTAL

los demás objetos, se encuentren justamente en mi CAMPO DE


/57/ PERCEPCIÓN. 93 /Para mí están ahí objetos reales, como objetos
determinados, más o menos conocidos, a una con los actual-
mente percibidos, sin que ellos mismos estén percibidos, ni
siquiera intuitivamente presentes. Puedo dejar peregrinar mi
[49] atención 1 desde la mesa de escribir que ahora mismo veía y
atendía, pasando por las partes no vistas del cuarto que están
a mi espalda, hasta el balcón, el jardín, los niños en el cenador,
etc., hasta todos los objetos de los cuales justamente "sé", como
objetos que están acá o allá en mi entorno inmediatamente co-
conciente -un saber que no tiene nada de pensar conceptual y
que únicamente94 con el volverse de la atención, y aun enton-
ces sólo parcial y las más de las veces muy imperfectamente, se
convierte en un claro intuir. 95
Pero tampoco con el círculo de esta COPRESENCIA, intuiti-
vamente clara u oscura, distinta o indistinta, que constituye un
constante contorno del campo de percepción actual, se ago-
ta el mundo que para mí está concientemente "ahí delante"
en cada momento de la vigilia. Este mundo se extiende, antes
bien, en un ftjo orden del ser, hasta lo ilimitado. Lo actualmen-
te percibido, lo más o menos 96 claramente copresente y deter-
minado (o determinado hasta cierto punto, al menos), está en
parte atravesado, en parte rodeado por un HORIZONTE OSCU-
RAMENTE CONCIENTE DE REALIDAD INDETERMINADA. Puedo
lanzar hacia éste rayos de la mirada iluminadora de la atención,
con variable resultado. Evocaciones determinadoras, primero
oscuras,. pero que se van avivando, destacan algo para mí; se
eslabona una cadena de semejantes recuerdos; el círculo de la
determinación se amplía más y más, y eventualmente tanto, que
se establece el nexo con el campo de percepción actual como
entorno CENTRAL. Pero en general el resultado es distinto: una
niebla vacía de oscura indeterminación se puebla de intuitivas
posibilidades o conjeturabilidades, y sólo se delinea la "forma"
del mundo, precisamente como "mundo". El entorno indeter-
minado es, por lo demás, infinito. 97 El horizonte, nebuloso y
nunca plenamente determinable, está necesariamente ahí.
Lo mismo que pasa con ,el mundo en su orden de ser del
presente espacial, que es el que he considerado hasta aquí, pa-
sa con él con respecto al ORDEN DE SER EN LA SUCESIÓN DEL
TESIS DE LA ACTITUD NATURAL Y SU DESCONEXIÓN 137

TIEMPO. Este mundo que está ahí delante para/ mí ahora, y /58/
patentemente en cada ahora de la vigilia, tiene su horizonte
temporal infinito por dos lados, su pasado y su futuro conoci-
dos y desconocidos, inmediatamente vivos y no vivos. En libre
activación del experimentar, que me trae a intuición lo que se
halla ahí delante, puedo perseguir estos nexos de la realidad
que me circunda inmediatamente. Puedo cambiar mi posición
en el espacio y en el tiempo, dirigir la mirada hacia acá y 1 hacia [50]
allá, hacia delante o hacia atrás en el tiempo; puedo procurar-
me percepciones y evocaciones siempre nuevas, más o menos
claras y ricas, o también imágenes más o menos claras en que
me hago intuitivo lo posible y coajeturable en las formas ftjas
del mundo espacial y temporal.
De esta manera en la conciencia despierta me encuentro en
todo momento, y sin poder evitarlo, en referencia a uno y el
mismo mundo, aunque cambiante en lo que toca a la composi-
ción de su contenido. Él está persistentemente para mí "ahí de-
lante", y yo mismo soy miembro de él. Este mundo no está para
mí ahí como un mero MUNDO DE COSAS, sino, en la misma
inmediatez, como MUNDO DE VALORES, MUNDO DE BIENES,
MUNDO PRÁCTICO. Sin necesidad de más, encuentro las cosas
ante mí pertrechadas, así como con cualidades de cosa, tam-
bién con caracteres de valor, como bellas y feas, como
bles y desagradables, como encantadoras y chocantes, etc. En
forma inmediata hay cosas ahí como objetos de uso, la "mesa"
con sus "libros", el "vaso", el "florero", el "piano", etc. También
estos caracteres de valor y estos caracteres prácticos pertene-
cen CONSTITUTIVAMENTE A LOS objetos DE "AHÍ DELANTE" EN
CUANTO TALES, vuélvame o no a ellos y a los objetos en general.
Lo mismo vale, naturalmente, así como para las "meras cosas",
también para los hombres y animales de mi entorno. 98 Ellos
son mis "amigos" o "enemigos", mis "servidores" o "ex-
traños" o "parientes", etc.

§ 28 . El cogito. Mi mundo circundante natural y los mundos


circundantes ideales
A este mundo, EL MUNDO EN QUE ME ENCUENTRO y QUE ES
A LA VEZ MI MUNDO CIRCUNDANTE, se refieren además los
complejos de mis múltiples y cambiantes ESPONTANEIDADES
138 LA CONSIDERACIÓN FENOMENOLÓGICA FUNDAMENTAL

/59/ de conciencia: del considerar que investiga, del explicitar y/


llevar-a-conceptos en la descripción, del comparar y distinguir,
del colectar y contar, del suponer e inferir, en suma, de la con-
ciencia teorizante en sus diversas formas y niveles. Asimismo,
los multiformes actos y estados de la emoción y del querer:
agrado y desagrado, alegrarse y entristecerse, desear y rehuir,
esperar y temer, resolverse y actuar. 99 Todos ellos, contando
los actos simples del yo en los que el mundo, en el espontáneo
volverme y captar, me es conciente como INMEDIATAMENTE
ahí delante, están comprendidos en la sola expresión cartesiana
COGITO. En el natural dejarse vivir, vivo constantemente en esta
[51] FORMA FUNDAMENTAL DE TODA VIDA "ACTUAL", lOO 1 enuncie
el cogito o no, esté o no "reflexivamente" dirigido al yo y al cogi-
tare. Si lo estoy, está entonces vivo un nuevo cogito, que por su
parte es irreflejado, o sea, no es objetivo para mí.
101
Siempre puedo encontrarme como alguien que percibe,
se representa, piensa, siente, apetece, etc., y al encontrarme así
me encuentro LAS MÁS DE LAS VECES referido actualmente a la
realidad que constantemente me circunda. Pues no siempre me
encuentro referido así; no todo cogito en que vivo tiene por co-
gitatum cosas, hombres, cualesquiera objetos o estados de cosas
de mi mundo circundante. Me ocupo, por ejemplo, con núme-
ros puros y sus leyes: nada igual hay ahí delante en el mundo
circundante, este mundo de "realidad real". Para mí ahí, preci-
samente como campo de objetos de la ocupación aritmética, está
asimismo el mundo de los números; durante esta ocupación
estarán en mi punto de mira números singulares o formacio-
nes numéricas, rodeados por un horizonte aritmético en parte
determinado, en parte indeterminado; mas, patentemente, este
estar-ahí-para-mí, así como aquello mismo que está ahí, son de
otra índole. 102 EL MUNDO ARITMÉTICO SÓLO ESTÁ PARA MÍ
AHÍ SI y MIENTRAS ESTOY EN ACTITUD ARITMÉTICA. 103 Pero
el mundo NATURAL, el mundo en el sentido corriente de la pa-
labra, está 104 SIEMPRE PARA MÍ AHÍ mientras me dejo 105 vivir
naturalmente. Mientras éste es el caso, estoy "EN ACTITUD NA-
TURAL"; en efecto, ambas cosas quieren decir exactamente lo
mismo. En ello no necesita alterarse absolutamente nada si en
alguna ocasión me apropio el mundo aritmético y otros "mun-
dos" semejantes al ejecutar las actitudes 106 correspondientes.
TESIS DE LA ACTITUD NATURAL Y SU DESCONEXIÓN 139

El mundo natural SIGUE ENTONCES/ "AHÍ DELANTE"; yo sigo, /60/


tanto después como antes, en la actitud natural, SIN QUE ME
LO ESTORBEN LAS NUEVAS ACTITUDES. 107 Si mi cogito se mue-
ve SOLAMENTE en los mundos de estas nuevas actitudes, 108 el
mundo natural queda fuera de consideración; para mi concien-
cia de actos es un fondo, pero NO UN HORIZONTE EN QUE SE
INSERTE UN MUNDO ARITMÉTICO. Los dos mundos que están
ahí delante a la vez CARECEN DE CONEXIÓN, prescindiendo
de su referencia al yo, 109 con arreglo a la cual puedo dirigir
libremente mi mirada y mis actos al uno y al otro.

§ 29. Los "otros" sujetos-yos y el mundo circundante intersubjetivo


natural
Todo lo que rige para mí mismo, rige también, como lo sé,
para todos los demás hombres que encuentro ahí delante en
mi mundo circundante. 1 Experimentándolos como hombres, [52]
los comprendo y los tomo como sujetos-yos, de los que yo mis-
mo soy uno, y como referidos a su mundo circundante natural.
Pero esto de tal suerte, que aprehendo objetivamente su mundo
circundante y el mío como uno y el mismo mundo, sólo que
para todos nosotros viene a conciencia de diferente manera.
Cada uno tiene su lugar desde donde ve las cosas que están
ahí delante, y por eso cada uno tiene diferentes apariciones
de cosas. También son para cada uno diferentes los campos
actuales de percepción, de recuerdo, etc., prescindiendo de
que incluso aquello que es en ellos intersubjetivamente con-
ciente en común, es conciente en maneras diferentes, en dife-
rentes modos de aprehensión, grados de claridad, etc. 110 Pese
a todo, nos entendemos con los congéneres y ponemos en co-
mún una realidad espacio-temporal objetiva, como NUESTRO
MUNDO CIRCUNDANTE EXISTENTE PARA TODOS, AL CUAL
NOSOTROS MISMOS PERTENECEMOS.

§ 30 . La tesis general de la actitud natural


Lo que hemos expuesto para caracterizar la dación de la ac-
titud natural, y con ello para caracterizarla a ella misma, ha
sido un fragmento de descripción pura ANTERIOR A TODA
"TEORÍA". Teorías, lo que quiere decir aquí opiniones precon-
140 LA CONSIDERACIÓN FENOMENOLÓGICA FUNDAMENTAL

cebidas 111 de toda índole, las mantenemos rigurosamente ale-


jadas de nosotros en estas investigaciones. Sólo como Jacta de
nuestro mundo circundante, no como reales o presuntas uni-
dades de validez, entran las teorías en nuestra esfera. Pero no
/ 61/ nos / proponemos ahora la tarea de proseguir la descripción
pura y elevarla a una caracterización sistemáticamente comple-
ta, que agote las anchuras y honduras de lo que se encuentra
en la actitud natural (ni mucho menos en todas las actitudes
que cabe entretejer armoniosamente con ella). Semejante ta-
rea puede y debe -como científica que es- ftjarse como meta,
y es una tarea extraordinariamente importante, si bien hasta
ahora apenas vislumbrada. 112 Pero aquí no es la nuestra. Para
nosotros, que aspiramos a entrar por las puertas de la fenome-
nología, está ya hecho en esta dirección todo lo necesario; sólo
requerimos algunos caracteres muy generales de la actitud na-
tural, que han resaltado ya, y con CLARIDAD suficientemente
PLENA, en nuestras descripciones. Precisamente esta plenitud
de la claridad nos importaba particularmente.
Ponemos de relieve una vez más algo de la mayor impor-
tancia en las siguientes proposiciones: yo encuentro constante-
mente ahí delante, como algo que me hace frente, la realidad
espacio-temporal una, a la que yo mismo pertenezco, como
todos los demás hombres que cabe encontrar en ella y que
están referidos a ella de igual manera. La "realidad" la en-
[53] cuentro 113 -es lo que quiere decir ya la palabra- 1 ahí delante
como EXISTENTE y LA ACEPTO, TAL COMO SE ME DA, TAM-
BIÉN COMO EXISTENTE. Ninguna duda y ningún rechazo de
datos del mundo natural cambia nada en la TESIS GENERAL
DE LA ACTITUD NATURAL. "El" mundo está siempre ahí como
realidad; a lo sumo, es aquí o ahí "distinto" de lo que yo presu-
mía; esto o aquello debe ser, por decirlo así, borrado DE ÉL a
título de "ilusión", "alucinación", etc.; de él, que -en el sentido
de la tesis general- es siempre mundo existente. 114 Conocerlo
más completa, más segura, en todo respecto más perfectamen-
te de lo que puede hacerlo la experiencia ingenua, 115 resolver
todos los problemas del conocimiento científico que se presen-
tan sobre su suelo, tal es la meta de las CIENCIAS DE LA ACTI-
TUD NATURAL. 116
TESIS DE LA ACTITUD NATURAL Y SU DESCONEXIÓN 141

§ 31 . Cambio radical de la tesis natural. La "desconexión·:


la ''Puesta entre paréntesis"

PUES BIEN, EN LUGAR DE PERMANECER EN ESTA ACTITUD,


VAMOS A CAMBIARLA RADICALMENTE. Ahora se trata de con-
vencerse de que este cambio es por principio posible.
La tesis general, en virtud de la cual constantemente el mun- /62/
do circundante real no es meramente conciente en general en
:forma conceptual, sino conciente como "realidad" EXISTENTE,
NO consiste, naturalmente, EN UN ACTO PECULIAR, en un jui-
cio articulado 117 SOBRE la existencia. Es, en efecto, algo subsis-
tente que dura a lo largo de la entera duración de la actitud,
esto es, a lo largo del natural y despierto 118 dejarse vivir. Lo
percibido en cada caso, lo evocado clara u oscuramente, en bre-
ve, todo lo que a partir del mundo natural es conciente experi-
1mentalmente y antes de todo pensar, ostenta en su unidad total
y en todo lo que se destaca articuladamente en él, el carácter
"ahí", "ahí delante"; un carácter en el que puede esencialmente
fundarse un juicio de existencia expreso (predicativo) acorde
con él. Si formulamos este juicio, sabemos que en él nos he-
1nos limitado a tomar por tema y apresar predicativamente lo
que, sin ser tematizado, pensado o predicado, había en alguna
forma ya en la experiencia primigenia, o lo que había en lo
experimentado como carácter de lo "ahí delante".
Con la tesis potencial y no expresa podemos proceder exac-
tamente como con la tesis expresa del juicio. Un proceder se-
1nejante, EN TODO MOMENTO POSIBLE, es, por ejemplo, el IN-
TENTO DE DUDA GENERAL que DESCARTES emprendió para
un fin muy distinto, con vistas a lograr poner de manifiesto una
esfera de ser absolutamente indubitable. Nosotros partimos de
aquí, pero advirtiendo en seguida 1 que el intento de duda uni- [54]
versal debe servirnos SOLAMENTE COMO RECURSO METÓDI-
CO para poner de relieve ciertos puntos que son susceptibles
de ser sacados a luz con evidencia mediante este intento, en
cuanto entrañados en su esencia.
El intento de duda universal pertenece al imperio de nuestra
CABAL LIBERTAD: podemos INTENTAR DUDAR de todo lo que
sea, por firmemente convencidos que estemos de ello, más aún,
por seguros que estemos de ello en una evidencia adecuada.
142 LA CONSIDERACIÓN FENOMENOLÓGICA FUNDAMENTAL

CONSIDEREMOS LO QUE RADICA EN LA ESENCIA DE UN


ACTO SEMEJANTE. Quien intenta dudar, intenta dudar de al-
gún "ser", o, predicativamente explícito, de un "iEso es!", "iAsí
sucede!", etc. La especie de ser es indiferente. Quien, por ejem-
plo, duda si un objeto, de cuyo ser no duda, es de tal o cual
manera, duda precisamente del SER-DE-TAL-MANERA. Esto se
transfiere patentemente del dudar al INTENTO de dudar. Es-
/ 63/ tá claro, además, que no podemos dudar de un ser/ y en
la misma conciencia (en la forma de unidad del "a la vez")
conferirle la tesis al sustrato de este ser, tenerlo, pues, con-
ciente con el carácter del "ahí delante". O expresado en for-
ma equivalente: no podemos a la vez dudar y tener por cier-
ta la misma materia de ser. Asimismo, está claro que el IN-
TENTO de dudar de algo que tenemos conciente COMO ES-
TANDO AHÍ DELANTE ACARREA NECESARIAMENTE CIERTA
SUPRESIÓN DE LA TESIS; y justo esto es lo que nos interesa.
No se trata de una conversión de la tesis en la antítesis, de la
posición en la negación; tampoco de una conversión en con-
jetura, suposición, en indecisión, en una duda (en cualquier
sentido de la palabra): nada de esto pertenece, en. efecto, al
imperio de nuestro libre albedrío. Es MÁS BIEN ALGO ENTE-
RAMENTE PECULIAR. NO ABANDONAMOS LA TESIS QUE HE-
MOS EJECUTADO, NO CAMBIAMOS NADA EN NUESTRA CON-
VICCIÓN, que sigue siendo en sí misma la que es mientras no
introducimos nuevos motivos de juicio, que es precisamente
lo que no hacemos. Y, sin embargo, la tesis experimenta una
modificación -mientras sigue siendo en sí la que es, LA PONE-
MOS, POR DECIRLO ASÍ, "FUERA DE ACCIÓN", LA "DESCONEC-
TAMOS"' LA "PONEMOS ENTRE PARÉNTESIS". La tesis sigue
existiendo, como lo puesto entre paréntesis sigue existiendo
dentro del paréntesis, como lo desconectado sigue existien-
do fuera del nexo de la conexión. Podemos decir también: la te-
sis es vivencia, PERO NO HACEMOS DE ELLA "NINGÚN uso"' y
esto, naturalmente, no entendido como privación (como cuan-
do decimos de un ente privado de conciencia que no hace uso
[55] alguno de una tesis); 1 más bien se trata con ésta, como con
todas las expresiones paralelas, de designaciones que hacen
alusión a un determinado MODO DE CONCIENCIA PECULIAR
que se agrega a la tesis simple primitiva119 (sea o no una PO-
TESIS DE LA ACTITUD NATURAL Y SU DESCONEXIÓN 143

SICIÓN de existencia actual e incluso predicativa) y cambia su


valor de una manera precisamente peculiar. ESTE CAMBIO DE
VALOR ES COSA DE NUESTRA CABAL LIBERTAD Y SE OPONE A
TODAS LAS TOMAS DE POSICIÓN INTELECTUALES que pueden
coordinarse con la tesis y que son incompatibles 120 con ella en
la unidad del "a la vez", así como se opone en general a todas
las tomas de posición en el sentido propio del término.
EN EL INTENTO DE DUDAR que se adhiere a una tesis, y,
según hemos supuesto, a una tesis cierta y sostenida, se lle-
va a cabo la "desconexión" en y con una modificación de la
antítesis, a saber, con la "PROPUESTA" DEL NO SER,/ la cual /64/
constituye así la otra base del intento de dudar. En Descartes
prevalece esta otra base hasta el punto de poderse decir que su
intento de duda universal es propiamente un intento de nega-
ción universal. Aquí prescindimos de esto, por no interesarnos
cada uno de los componentes analíticos del intento de dudar,
ni por ende su análisis exacto y completo. Nos LIMITAMOS A
ENTRESACAR EL FENÓMENO DE LA "PUESTA ENTRE PARÉN-
TESIS" o "DESCONEXIÓN", que, patentemente, no está ligado
al fenómeno del intento de dudar, aun cuando quepa sacarlo
con particular facilidad de él, sino que también puede presen-
tarse EN OTROS ENTRETEJIMIENTOS, no menos que POR SÍ
SOLO. Con referencia a TODA tesis podemos, y con plena li-
121
bertad, practicar esta peculiar UNA CIERTA ABSTEN-
CIÓN DEL JUICIO, QUE ES COMPATIBLE CON LA CONVICCIÓN
NO QUEBRANTADA Y EN CASOS INQUEBRANTABLE, POR EVI-
DENTE, DE LA VERDAD. La tesis es "puesta fuera de acción",
puesta entre paréntesis, convirtiéndose en la modificación "te-
sis puesta entre paréntesis", así como el juicio puro y simple en
el "JUICIO PUESTO ENTRE PARÉNTESIS".
Naturalmente que no se debe identificar simplemente esta
conciencia con la del "mero imaginarse", digamos, que unas
ondinas bailan en corro; en ésta no tiene lugar DESCONEXIÓN
ALGUNA de una convicción viva y que viva permanece: 122 aun
cuando, por otra parte, sea palmario el estrecho parentesco de
una y otra conciencia. Mucho menos se trata del imaginarse en
el sentido del "ASUMIR" o SUPONER, a que en la usual manera
,equívoca de hablar puede darse igualmente expresión con las
144 LA CONSIDERACIÓN FENOMENOLÓGICA FUNDAMENTAL

palabras: "me imagino (hago la suposición de) que esto es así y


asá" .123
[56] Hay que observar, además, que nada se opone a HABLAR
CORRELATIVAMENTE DE PONER ENTRE PARÉNTESIS también
con respecto a una OBJETIVIDAD SUSCEPTIBLE DE SER PUES-
TA, 124 de cualquier región y categoría. En este caso se quiere
decir que HAY QUE DESCONECTAR TODA TESIS 125 REFERENTE
A ESTA OBJETIVIDAD y convertirla en su modificación entre
paréntesis. Por lo demás, consideradas las cosas exactamente,
la imagen del poner entre paréntesis se ajusta de antemano me-
jor a la esfera del objeto, así como la expresión de poner fuera
de acción se ajusta mejor a la esfera del acto o de la conciencia.

/65/ § 32. La
En lugar del intento cartesiano de una duda universal, podría-
mos asumir ahora la universal en nuestro sentido ri-
gurosamente determinado y nuevo. Pero con buenas razones
LIMITAMOS la universalidad de esta Pues si fuera tan
abarcante como en general puede ser, entonces, dado que pue-
de modificarse con plena libertad toda tesis o todo juicio, y
ponerse entre paréntesis toda objetividad susceptible de ser
sujeto de un juicio, no quedaría ámbito alguno para juicios
no modificados, 127 ni mucho menos para una ciencia. Pero
nuestros designios se enderezan, justamente, a descubrir un
nuevo dominio científico, y un dominio tal que se conquiste
precisamente POR MEDIO DEL MÉTODO DE LA PUESTA ENTRE
PARÉNTESIS, pero solamente, pues, de una puesta entre parén-
tesis delimitada con precisión.
Esta delimitación puede formularse en dos palabras.
PONEMOS FUERA DE ACCIÓN LA TESIS GENERAL INHEREN-
TE A LA ESENCIA DE LA ACTITUD NATURAL; ponemos entre
paréntesis 128 todo lo que ella abarca ónticamente: ASÍ PUES,
ESTE MUNDO NATURAL ENTERO, que está constantemente
"para nosotros ahí", "ahí delante", y que seguirá estándolo ince-
santemente como "realidad" de que tenemos conciencia, aun-
que nos dé por ponerlo entre paréntesis.
Si así lo hago, como soy plenamente libre de hacerlo, NO por
ello NIEGO este "mundo", como si fuera un sofista, NI DUDO
TESIS DE LA ACTITUD NATURAL Y SU DESCONEXIÓN 145

DE su EXISTENCIA, como si fuera un escéptico; pero practico


la "fenomenológica", 129 que me CIERRA POR COMPLETO
TODO JUICIO SOBRE LA EXISTENCIA ESPACIO-TEMPORAL. 13 º
Así, pues, 131 DESCONECTO TODAS LAS CIENCIAS REFEREN-
TES A ESTE MUNDO NATURAL, por sólidas que me parezcan,
por mucho que las admire, por poco que piense en objetar lo
más mínimo contra ellas; no hago ABSOLUTAMENTE NINGÚN
USO 1 DE LO QUE ES VÁLIDO EN ELLAS. DE LAS PROPOSICIO- [57]
NES QUE ENTRAN EN ELLAS, Y AUNQUE SEAN DE UNA PER-
FECTA EVIDENCIA, NI UNA SOLA HAGO MÍA, NI UNA ACEPTO,
NI UNA ME SIRVE DE FUNDAMENTO -bien entendido, en tanto
se la tome, tal como se da en estas ciencias, como una verdad
REALIDADES de este mundo. SOLAMENTE PUEDO AD-
\1ITIRLA UNA VEZ QUE LE/ HE INFLIJIDO EL PARÉNTESIS. 132 /66/
Lo que quiere decir: solamente en la conciencia modificadora
de la desconexión del juicio, 133 o sea, justamente NO COMO
:ELLA ES PROPOSICIÓN EN LA CIENCIA, UNA PROPOSICIÓN
QUE RECLAMA VALIDEZ Y CUYA VALIDEZ YO RECONOZCO Y
UTILIZO.
No se confundirá la aquí en cuestión con aquella
134
que pide el positivismo y contra la cual él mismo cierta-
1nente atenta, según hubimos de convencernos. 135 Ahora no
se trata de desconectar todos los prejuicios que enturbian la
pura objetividad de la investigación, no se trata de constituir
una ciencia "libre de teorías", "libre de metafísica", haciendo
remontar toda fundamentación a aquello con que nos encon-
tramos inmediatamente, 136 ni tampoco se trata de un medio
para alcanzar semejantes metas, cuyo valor, en efecto, no es-
tá en cuestión. Lo que NOSOTROS pedimos se encuentra en
otra dirección. El mundo entero, puesto en la actitud natural,
con el que nos encontramos realmente en la experiencia, toma-
do plenamente "libre de teorías", tal como se tiene realmen-
te experiencia de él, acreditándose claramente en el nexo de
las experiencias, 137 no vale para nosotros ahora nada; 138 sin
ponerlo a prueba, pero también sin discutirlo, ha de quedar
puesto entre paréntesis. De igual modo deben sucumbir al mis-
rno destino todas las teorías y ciencias que se refieren a este
rnundo, por estimables que sean, estén fundadas a la manera
positivista o de otra manera.

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