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Trabajo reflexivo Obligatorio IES N° 2 “Mariano Acosta”

Materia: Nuevos escenarios: cultura, tecnología y subjetividad


Fecha de entrega: 22/10

Vallory, Pablo.

Consigna 1:

Al hacer referencia a los cambios en la sociedad actual y el lugar de redefinición de la


escuela, podemos mencionar algunos:

a. La escuela aparece inserta en un mundo de constante cambio, en el


que la cantidad y diversidad de conocimientos, textos y productos
no para de crecer.
b. La escuela parece haber perdido el monopolio de la reproducción
del saber y .0de la socialización de la juventud en la sociedad.
c. Las prácticas culturales de la juventud en relación con el uso de las
Tics que se desarrollan fueran de la escuela, impactan en las
formas de trabajo dentro de la escuela, pero el cambio al interior de
esta es mucho más lento.
d. Las personas con los que trabaja la escuela son atravesadas por
flujos electrónicos globales –estímulos, imágenes y textos – sobre la
que se construyen las narraciones de lo social y la identidad de
estas.

Desarrolle un texto reflexivo de no más de 2 carillas en el que desarrolle estos


aspectos mencionados. Incluya citas bibliográficas.

Consigna 2:

Teniendo en cuenta los conceptos que se nombran a continuación, los cuales han sido
trabajados en los diferentes encuentros, les proponemos que seleccionen uno de ellos
y que lo representen a través de a) un objeto y b) una imagen o video, utilizando las
siguientes modalidades:

1.- Buscando en Internet compaginando algunas imágenes


2.- Seleccionando un video que se encuentre en la red: indicar el enlace
correspondiente
3.- Generando una producción propia, que podamos ver luego en clase.

Los conceptos son:

 Brecha intergeneracional
 Sociedad red
 Desigualdad social – desigualdad digital
 Los docentes en un mundo en transformación
 La escuela como lugar de producción y reproducción de desigualdades

Luego fundamenten la elección realizada relacionando con los autores trabajados en


los encuentros.

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Respuesta Consigna 1:

Los últimos años del siglo pasado, y los que llevamos de este, nos vienen mostrando
que nuestras sociedades están envueltas en un complicado proceso de
transformación, denominado genéricamente como “globalización” que afecta a la
forma en como producimos, como nos organizamos, como trabajamos, como nos
relacionamos y como aprendemos.

De acuerdo con Imbernon, este proceso irrumpe en lo económico imponiendo una


economía de escala global “…apoyada en la calidad y rapidez de la información y en
la permanente generación de innovaciones, donde el principal recurso es el
conocimiento. Al mismo tiempo, los procesos productivos se ven modificados por la
incorporación de nuevas tecnologías, las actividades que se complejizan y los
requisitos para el desempeño de un puesto de trabajo que incorporan habilidades que
hasta ayer no eran tenidas en cuenta.”

Mientras que, en lo social, asistimos a la sociedad moderna tardía o posmodernidad,


caracterizada por lo que Bauman denominó “la vida líquida”, una vida caracterizada
por no mantener un rumbo determinado, pues al ser líquida no mantiene mucho
tiempo la misma forma. Y ello hace que nuestras vidas se definan por la precariedad,
la incertidumbre y la complejidad; un fenómeno acentuado por los medios de
comunicación y las nuevas tecnologías que hacen que los valores pensados como
absolutos se vuelvan relativos y provisorios. Así, nuestra principal preocupación es no
perder el tren de la actualización ante los rápidos cambios que se producen en nuestro
alrededor y no quedar aparcados por obsoletos.

Ante estas transformaciones, las organizaciones no quedan exentas, debiendo


prepararse para asumir cambios cada vez más rápidos y que no admiten las mismas
respuestas ni las soluciones únicas. El proceso productivo se ha vuelto informacional y
global, gestionado a través de redes y de unidades descentralizadas basadas en el
manejo de la información, aspectos que les demandan flexibilidad y versatilidad.

Estos cambios tienen un reflejo visible en la escuela como organización encargada de


formar a los nuevos ciudadanos: esta perdió el impacto educativo que tuvo en la
modernidad, y la gran mayoría de los que concurren a ella participan de una
ceremonia en la que no creen. En efecto, la escuela tradicional ha sido víctima de las
profundas transformaciones ocurridas a lo largo de la última parte del siglo XX, que
alteraron bruscamente la manera de ser de los más jóvenes. Sin poder reaccionar
frente a esos cambios, su estructura se ve permanentemente desbordada por
demandas que no puede satisfacer.

Una de las grandes transformaciones tiene que ver con la manera en la que circula el
conocimiento en la actualidad. En el pasado, la principal fuente de aprendizaje y de
descubrimiento intelectual era la escuela. Hoy en día, los alumnos disponen de
muchas más fuentes de información que lo que ocurría no hace ni diez años. Sin
embargo, para Aria Moreira, la cantidad y diversidad de conocimientos, textos y
productos que no paran de crecer, “…no supone necesariamente un tratamiento
competente de los mismos.” Estas fuentes, aportadas por las nuevas tecnologías de la
información y comunicación, están haciendo necesario un replanteo de las funciones
que tradicionalmente se han venido asignando a las escuelas y a los profesionales que
en ella trabajan: los profesores y profesoras.

En este contexto, la escuela parece haber perdido el monopolio de la reproducción del


saber y de la socialización de la juventud en la sociedad. Las arquitecturas escolares
ya no logran mantenerse amuralladas, sino que son permeadas continuamente por los

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medios de comunicación y de internet. Esos nuevos difusores plantean nuevos
conocimientos, nuevas formas de acceso y de producción de estos, reflejan -o crean-
la multiplicidad de valores que imperan o imperaran socialmente. Hoy se tiene un
mensaje escolar desarticulado de los mensajes sociales y familiares.

Con el advenimiento de los cambios culturales estructurales que se desarrollaron en


los últimos tiempos, y al poner en cuestión el saber escolar como el único saber que
merece ser transmitido, se pone en jaque el rol del docente como el guardián y
transmisor de este. Y quien ejerce dicha presión son personas que, al ser atravesadas
por flujos electrónicos globales –estímulos, imágenes y textos – sobre la que se
construyen las narraciones de lo social y la identidad de estas, cuestionaran que lo
que se les enseña no es interesante, que es aburrido.

Las prácticas culturales de la juventud en relación con el uso de las Tics que se
desarrollan fueran de la escuela, impactan en las formas de trabajo dentro de la
escuela, pero el cambio al interior de esta es mucho más lento. Tal como expresa Aria
Moreira “…las instituciones educativas se caracterizan por la lenta introducción de los
cambios dentro de sus estructuras…”, lo que “…constituye una auténtica inadaptación
a las necesidades formativas y a las exigencias organizacionales.”

Para dar respuesta a un entorno diversificado, dinámico y en permanente


transformación, la escuela del siglo XXI debería profundizar en la flexibilidad
organizativa interna, en la utilización de los recursos más diversos y actuales, donde
entra inevitablemente el mundo digital, y en la atención personalizada de cada alumno,
de modo que colabore a compensar las desigualdades sociales en vez de
profundizarlas.

Respuesta Consigna 2:

 Los docentes en un mundo en transformación

La globalización y la educación:
https://www.youtube.com/watch?v=LdThkId6SaA

El nuevo rol del docente en el siglo XXI:


https://www.youtube.com/watch?v=j9nXOrlcdLc

Justificación:

Ambos vídeos plantean los tópicos más destacados tratados por los autores
trabajados: la globalización, las nuevas tecnologías, la educación en la sociedad
posmoderna y el rol docente en este nuevo contexto.

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