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EXTERNALIDADES RELACIONADAS CON LA EXPLOTACIÓN MINERA DE LA

COLOSA EN LA RESERVA FORESTAL CENTRAL

María Fernanda Sánchez Valbuena 1

Resumen

En distintas partes del mundo se encuentran casos exitosos y de fracaso relacionados con el

aporte que hace la actividad minera para el crecimiento económico. En este artículo, se estudia el

asunto del proyecto minero la Colosa que se encuentra en la Reserva Forestal Central, localizada

en el municipio de Cajamarca, departamento de Tolima en Colombia. Con este estudio, se

pretende dar una primera mirada al tema de los costos adicionales o externos que se generan tras

la explotación minera de parte de la empresa AngloGold Ashanti.

Palabras clave: Externalidad, minería, crecimiento económico, eficiencia, reserva forestal,

multinacional.

1. Introducción

Las reservas forestales “son espacios geográficos en el que los ecosistemas de bosque

mantienen su función, aunque su estructura y composición haya sido modificada y los

valores naturales asociados se ponen al alcance de la población humana para destinarlos a su

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Información de contacto: mf.sanchez14@uniandes.edu.co. Documento realizado como monografía para
la Opción en Biodiversidad y Ciencias Ambientales de la Universidad de los Andes. Agradezco la valiosa
asesoría de Susana Josefina Caballero y Jorge Higinio Maldonado para la realización de este trabajo.
preservación, uso sostenible, restauración, conocimiento y disfrute” (Artículo 12, Decreto

2372 de 2010). Colombia posee distintas reservas forestales, dentro de las que se encuentra la

Reserva Forestal Central que cubre parte de los municipios de Anzoátegui, Cajamarca,

Casabianca, Chaparral, Herveo, Ibagué, Murillo, Rioblanco, Roncesvalles, Rovira, Santa

Isabel y Villahermosa en el departamento de Tolima. La mina la Colosa está ubicada en

Cajamarca (Tolima) y se traslapa en una parte importante con la Reserva Forestal Central.

Como esta zona es un área que tiene un alto valor ambiental para poder sostener

procedimientos económicos, sociales y culturales, será importante evaluar el impacto

negativo de la actividad minera en ella.

Hammond, Rosales y Ouboter (2013, p.1) señalan que en los últimos 40 años, el oro en la

economía mundial ha pasado de ser un respaldo monetario a ser un producto primario y de

cobertura de riesgo cambiario, dado que se ha acumulado deuda en numerosos importantes

balances soberanos y se han agudizado las disparidades mundiales en las tasas de ahorro. La

proliferación de instrumentos financieros que ofrecen exposición al oro, pero que están

parcialmente sustentados en reservas de oro en lingotes, ha propiciado aún más la demanda

real. La especulación en mercados de futuros ha contribuido a esta demanda de cobertura

real, lo que ha elevado los precios nominales del oro a niveles sin precedentes. Como

consecuencia, el incremento de los precios del oro y el crecimiento de la demanda mundial

dieron lugar a un crecimiento explosivo de la minería.

Colombia es considerada como uno de los países con más biodiversidad en el mundo ya que

cuenta con una gran cantidad de especies tanto vegetales como animales. Sin embargo, es la

actividad minera la que hoy en día se considera como un elemento principal para el

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crecimiento del país. En este sentido, es importante hacer seguimiento al auge de la

extracción minera reciente ya que tras el mando del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, los

procesos de titulación minera y las otorgaciones de concesiones se terminaron de consolidar

(PBI Colombia, 2011, p. 8). Seguidamente, el gobierno de Juan Manuel Santos proclamó la

minería como unas de las cinco locomotoras de la economía colombiana. De hecho,

actualmente se puede evidenciar que “el 40% del territorio colombiano está concesionado o

solicitado por empresas multinacionales para realizar proyectos de extracción de minerales e

hidrocarburos, lo que refleja la intención del Gobierno colombiano de convertir el país en

una potencia minera y que tiene consecuencias significativas para el ecosistema y las

comunidades rurales” (PBI Colombia, 2011, p. 3).

En este contexto, se hace relevante contar con estudios que permitan enriquecer la discusión

sobre el uso que se le debería dar a las zonas forestales, de manera que se maximice el

bienestar de la sociedad en la medida en que se intenta dar un uso eficiente a los recursos en

las reservas. Para esto, será necesario evaluar los costos adicionales o externas a la estructura

de costos de la explotación como tal, que se generan tras la práctica de las actividades

mineras. La reserva forestal en la que se encuentra La Colosa es un caso de estudio

interesante por las implicaciones sociales, ambientales y económicas que conlleva la minería

en esta zona. Por lo tanto, el objetivo de este estudio es hacer una primera aproximación a los

costos externos generados por la actividad minera en el proyecto La Colosa, como resultado

de su traslape con la Reserva Forestal Central.

Este documento está compuesto por cinco secciones. La primera es esta introducción; la

segunda presenta revisión de literatura relevante para el tema de análisis. La tercera contiene

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la caracterización de la zona de estudio junto a la evidencia empírica. La cuarta sección

describe los resultados de las externalidades analizadas en la actividad minera de la Colosa y

la quinta la discusión de los mismos.

2. Revisión de literatura

Esta revisión de literatura incluye las siguientes temáticas: la paradoja de la minería y el

desarrollo, servicios ecosistémicos y fallas de mercado y los casos mineros en otras partes del

mundo.

2.1 La paradoja de la minería y el desarrollo

En primer lugar, es necesario indicar que Colombia posee un gran potencial en el sector de la

minería (ver Figura 1). Es por esto que en principio es relevante considerar la composición de la

minería en el país para comprender el papel que desempeña la extracción del oro

específicamente.

Figura 1. Valor de la producción minera en Colombia en el período 1994-2005

Fuente: Fedesarrollo (2008)

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A partir de estos datos, se observa que el oro constituye uno de los tres componentes más

importantes en la minería ya que aporta alrededor de un 14,6% a este sector. Aunque la

extracción de este metal se da en varias partes del país, los departamentos en dónde se produce

más oro son Antioquia y Chocó. También se respalda que tras el boom minero energético que se

desarrolló en el país, el metal no solamente pasó de ser un medio de subsistencia para una parte

de la población, sino que también atrajo a compañías de países como Canadá, Inglaterra y

Suráfrica.

En segundo lugar, se especifican los elementos que se extraen en cada zona del país, como se

observa en la Figura 2. Para la región geográfica del estudio, se hace evidente que en el Tolima

hay presencia de actividades mineras que se concentran en la extracción del oro. Además, se

indica que la empresa multinacional que predomina en esta zona es AngloGold Ashanti.

Figura 2. Principales actividades mineras en los departamentos de Colombia

Fuente: Fedesarrollo (2008)

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Con relación al peso que tiene la minería en Colombia, en la Figura 3 se puede observar que

Lachaud y Maldonado (2011, p.22) indican que al incorporar los impactos del agotamiento del

gas natural y del carbón, se evidencian unas diferencias significativas en el PIB. Por ejemplo,

entre los años 1995 y 2005 el PIB tradicional crece alrededor de una tasa del 2,2% mientras que

el PIB ajustado lo hace a una tasa del 1,3%. A partir de estos resultados se podría debatir sobre la

efectividad de la minería como la locomotora del país.

Gráfico 3. Evolución del PIB y PIB ajustado de Colombia (millones de pesos de 2003).

Fuente: Lachaud y Maldonado (2011)

En cuanto a la reducción de las zonas forestales, se afirma que este proceso puede ocurrir por la

deforestación o por los desastres naturales. Específicamente, se halla que “en Colombia las

principales causas de la deforestación son la expansión de la frontera agropecuaria,

especialmente para ganadería extensiva, siembra de cultivos ilícitos, tala ilegal, minería e

infraestructura, incendios forestales y presión por el crecimiento poblacional” (García, s.f., p. 5).

En el caso aquí planteado, la deforestación se presenta porque la acción humana propicia la tala

de bosques para dedicarse a la actividad minera.

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En cuanto a las condiciones sociales, institucionales y ambientales en las regiones mineras es

importante considerar que el país cuenta con un sistema de distribución de regalías vigente desde

que se promulgó la Ley 141 de 1994. Sin embargo, es hasta el año 2002 que los porcentajes

correspondientes de las regalías se hacen efectivos en los departamentos donde se practica la

actividad minera. Por consiguiente, se esperaría que aquellos ingresos que llegan a las regiones

actuaran como un catalizador de la economía regional en cuánto a su actividad económica y en la

mejora de las condiciones de vida de la población. Como se muestra en la Figura 4, los estudios

planteados por la Contraloría General de la República demuestran que aunque el Código de

Minas incentiva la extracción minera cuando eximen a esta actividad del pago de impuestos de

industria y comercio, esta acción va en detrimento de las finanzas públicas municipales. Además,

se identifica que la actividad minera no tiene casi impacto en el crecimiento de los ingresos

fiscales de las regiones (Contraloría General de la República, 2013, p. 55).

Figura 4. Características de ingresos fiscales en departamentos de Colombia

Fuente: Contraloría General de la República(2013).

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De igual forma, el investigador Guillermo Rudas, con el apoyo del Fondo Nacional Ambiental,

demuestra que aquellos departamentos en dónde se viene realizando la extracción minera como

en Antioquia, Chocó, Cesar y la Guajira, presentan indicadores sociales y económicos por debajo

de la media nacional. Dentro de estos indicadores se encuentra el índice de las necesidades

básicas insatisfechas, la mortalidad infantil, el porcentaje de la población en estado de miseria y

tasas de asesinatos por cada mil habitantes. De hecho, Santiago Londoño, secretario de Gobierno

de la Gobernación de Antioquia, afirma que la minería “ha hecho que la riqueza del subsuelo

nunca se convierta en la riqueza de quienes habitan el suelo” (Silva y Cuevas, 2012).

2.2 Servicios ecosistémicos y fallas de mercado

Una externalidad es “el efecto no compensado de las acciones de una persona sobre el bienestar

de otra persona” (Mankiw, 2012, p. 196). Para clasificar la externalidad como positiva o

negativa, se ha de tener en cuenta el impacto que la actividad tiene sobre la tercera persona. Es

decir, si el impacto beneficia a otra persona de manera indirecta se dice que es positiva, de lo

contrario es negativa. En general, se expresa que estas externalidades resultan porque hay fallas

en el mercado o ineficiencia de los mercados.

Krugman y Wells (2007) expresan que esas ineficiencias de los mercados se pueden dar por las

tres siguientes razones principales:

La primera corresponde a que los mercados no logran ser eficientes debido a que en un

intento de captar más recursos, una parte evita que se realicen transacciones beneficiosas

para ambas partes. La segunda ocurre cuando los individuos producen efectos colaterales

sobre el bienestar de otros individuos. La tercera se hace evidente cuando los bienes no

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pueden ser gestionados de forma eficiente en los mercados (Krugman y Wells, 2007,

p.125).

Como la teoría indica que cuando se presentan las ineficiencias surgen las externalidades,

entonces se hace evidente que un ejemplo de ellas es la contaminación ambiental. Para el objeto

de estudio, las externalidades se ven representadas en aquellos costos adicionales que resultan de

la actividad minera en la Colosa, Cajamarca. Consecuentemente, en los casos en donde hay fallas

de mercado se hace necesario la intervención del Estado para que corrija las deficiencias que se

están presentando, ya que los mercados por sí solos serán incapaces de resolverlas.

Por otra parte, en los costos de oportunidad del uso del suelo se contempla que dentro de los

costos marginales del cambio del suelo se encuentra que estos “están asociados a valores

económicos de cuatro servicios ambientales: producción y regulación hídrica, soporte de

biodiversidad, recreación y captura de carbono y a externalidades negativas que se pueden

generar por la extracción minera.” (Calderón, 2014, p.74). Es decir, el hecho de permitir la

actividad minera en Cajamarca, Tolima hace que se esté priorizando esta acción a pesar de los

costos que a simple viste no se muestran. Por ejemplo, Méndez (2013, p. 227) considera que

dentro de los servicios ambientales de la producción y regulación hídrica no se está tomando en

cuenta que existe la posibilidad de que haya una tragedia ambiental porque como la mina se

encuentra en una zona de altísima actividad volcánica asociada al volcán Machín, esto hace que

se aumente el riesgo de la ruptura del dique causando que las piscinas con agua cianurada

contaminen los ríos y las aguas subterráneas de la zona.

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Dentro de las regulaciones sobre la institucionalidad ambiental se encuentra que para el caso de

estudio, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial sancionó a la empresa

AngloGold Ashanti, Colombia S.A. con una multa de 139.256.000 pesos por la infracción a la

normatividad ambiental vigente sobre manejo y aprovechamiento de recursos naturales

renovables. Esto se debe a que la multinacional “desarrolló actividades de exploración minera al

interior de una zona de reserva forestal de carácter nacional, que implicaron cambio en el uso del

suelo, sin obtener la sustracción del área” (Resolución 1481, 2010, p.1). Esto quiere decir que la

empresa realizó actividades de exploración sin haber estado autorizada para hacerlo.

Además, AngloGold Ashanti también fue denunciada por la Contraloría General de la República

porque incurrió en la manipulación de títulos mineros mediante el fraccionamiento de áreas, con

el fin de evitar el pago de 7.000 millones de pesos por concepto de canon superficiario.

Considerando que por canon superficiario se refiere a que “es una contraprestación que cobra la

entidad contratante sobre la totalidad del área de la concesión durante la exploración, el montaje

y la construcción sobre las extensiones de las mismas que el contratista retenga para explorar

durante el período de explotación, sin consideración a quien tenga la propiedad o posesión de los

terrenos de ubicación del contrato” (Revista El Nuevo Siglo Minero Energético, 2012, p.74). Es

por esto, que tales hechos ponen en duda las manifestaciones de la empresa al declarar que llevan

a cabo un desarrollo sostenible de la minería (Colombia Solidarity Campaign, 2013, p. 29).

2.3 Casos mineros en otras partes del mundo

La evidencia empírica muestra que la minería se puede catalogar como un catalizador para el

crecimiento económico de los países dependiendo de las situaciones vigentes en cada lugar. Por

ejemplo, dentro de los casos exitosos se encuentra a Canadá debido a que la minería representa el

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5% del PIB y el 15% de sus exportaciones. Además, este país cuenta con estabilidad

macroeconómica, al igual que Australia. Para el caso Latinoamericano, también se destaca que

en Chile la actividad minera representa aproximadamente el 8% del PIB y el 47% de las

exportaciones, mientras que en Perú el peso de esta actividad abarca alrededor del 50% de las

exportaciones del país. (Fedesarrollo, 2008, p.4). Por otra parte, en el Cuadro 1 se muestran los

casos de Nigeria y Zambia, ya que estos países también cuentan con una actividad minera

significativa para el PIB, pero no cuentan con instituciones lo suficientemente fuertes para hacer

que los aportes de esta actividad se vean reflejados en el desarrollo regional.

Cuadro 1. Comparación de algunas características de la actividad minera en varios


países del mundo

Fuente: Fedesarrollo (2008)

En la revisión presentada, se indica que Colombia no cuenta con algunas de las características

que se presentan en los casos exitosos, ya que a pesar de que actualmente se cuenta con una

estabilidad macroeconómica reflejada en una tasa de inflación de aproximadamente el 3,6%; se

indica que

“…países exitosos como Canadá, Australia, Chile y Brasil tienen instituciones sólidas

que eliminan el potencial poder corruptor de las rentas que se generan durante el auge de

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un sector primario y que le cierran espacios a las actividades ilegales mediante una fuerte

presencia del Estado. Además, estas economías han desarrollado una minería con grandes

eslabonamientos hacia otras actividades productivas, que han permitido jalonar mayor

empleo y valor agregado, y que han promovido el surgimiento de clusters productivos

alrededor de polos de desarrollo minero. Finalmente, en todos los casos exitosos se han

promovido políticas específicas de formación de capital humano que han permitido elevar

la productividad y la capacidad tecnológica de las actividades productivas de la minería y

de los clusters circundantes” (Fedesarrollo, 2008, p.4).

En el caso colombiano, las instituciones suelen considerarse como frágiles porque hay baja

presencia del Estado en aquellas zonas del país en donde se realizan las actividades mineras.

Además, hay una percepción significativa en cuanto a los niveles de corrupción.

3. Caracterización del proyecto minero de la Colosa.

Según los informes de AngloGold Ashanti, Mineral Resource and Ore Reserve Report (2010) y

la AngloGold Ashanti, Annual Financial Statements (2010) respectivamente:

AGA es uno de los principales productores de oro en el mundo, con una producción de 4.52

millones de onzas (Moz) de oro en 2010. Se constituyó en 2004 mediante la fusión de

AngloGold Corporation, y está basada actualmente en Sudáfrica. AGA tiene su cotización

primaria en la bolsa de Johannesburgo (Sudáfrica), pero cotiza de forma subsidiaria en

Londres, Paris y Ghana”. En diciembre de 2010, AGA informaba que tiene 62.046

empleados y 71.2 Moz de reservas de oro. En la misma fecha, AGA tenía 20 explotaciones

en cuatro continentes y llevaba a cabo exploraciones en Canadá, Colombia, Argentina,

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Egipto, Eritrea, Gabón, Etiopía, Tanzania, Sudáfrica, la República Democrática del Congo,

China, las Islas Salomón, Nueva Zelanda y Australia.

Según el informe de War on Want American: The Alternative Report, Aga fue filial del

Anglo American hasta 2009. AngloAmerican vendió la totalidad de su participación

accionaria tras las críticas hacia AGA de irresponsabilidad corporativa y violaciones de

derechos humanos en la República Democrática del Congo, Ghana y Colombia. A pesar de

que AGA está basada en Sudáfrica, los accionistas se mantienen sobre todo en los Estados

Unidos (52.6%), habiendo también una importante proporción de accionistas en el Reino

Unido (11.73%). El hecho de que sea una compañía que cotiza también en la bolsa de

Londres, indica que el Reino Unido es una fuente importante para la financiación de sus

operaciones globales (Colombia Solidarity Campaign, 2013, pp. 5-6).

Colombia, según la Agencia Nacional de Minería (2013, pp. 1-2) con una producción de 55,7

toneladas por año ocupa el cuarto lugar como productor de oro entre los países de la región,

después de Perú, México y Brasil. Con las esmeraldas, el ferroníquel y el carbón, el oro se

constituye como uno de los productos que tiene mayor participación en el PIB minero del país.

La producción de oro en Colombia se remonta a tiempos pre-coloniales, con la historia más larga

de producción y explotación de oro en América del Sur. Hasta el siglo XX, el 30% del oro

mundial provenía de Colombia. A pesar de que la producción de oro del país proviene de

depósitos encontrados desde el siglo XX, en las dos últimas décadas empresas mineras

transnacionales han desarrollado agresivos programas de exploración en depósitos como La

Colosa, Gramalote y Quebradona con un potencial en oro y cobre aún no determinado que los

perfilan como los próximos proyectos en producción en Colombia.

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Específicamente, La Colosa, ubicada en Cajamarca, departamento del Tolima, es actualmente

uno de los proyectos de minería aurífera de AngloGold Ashanti (AGA). Comprende un área de

reserva forestal de bosque andino con alta riqueza en biodiversidad. Además, constituye una

estrella hídrica conformada por cientos de nacimientos de agua que abastecen a la región y a

otras partes del país. Por consiguiente, sus ríos se utilizan en la producción de productos

agrícolas como arroz, café, maíz, plátano, naranja y banano entre muchos otros que se consumen

en Colombia. (Colombia Solidarity Campaign, 2013, p. 15).

En nuestro país, según Colombia Solidarity Campaign (2013, p.22) las grandes preocupaciones

están asociadas por un lado a las falencias que presenta la Ley 1382 de 2010, cuando autoriza

que algunas de las áreas protegidas puedan ser sustraídas de la protección por la autoridad

medioambiental. No obstante, posteriormente la autoridad minera establezca las condiciones para

que las actividades mineras se lleven a cabo restringidamente, o sólo mediante ciertos métodos

que no afecten a la zona protegida. En adición, esta ley posibilita explotaciones iniciales con

permisos temporales. Por otro lado, este proyecto minero, que puede dar lugar a la segunda

mayor mina de oro de Sudamérica, tiene el potencial de causar un severo daño tanto ambiental

como social relacionado con la enorme cantidad de agua que requiere la mina para su

funcionamiento, el uso de cianuro para la extracción del oro del mineral y el riesgo de

accidentes, la contaminación a largo plazo de las fuentes de agua con metales pesados, la pérdida

de biodiversidad y de la capacidad de captura de CO2. Desde una perspectiva social, las

preocupaciones principales son la pérdida de medios de vida para la población debido a los

desplazamientos, el daño ambiental y la destrucción de alternativas de creación de riqueza, un

incremento en la militarización de la zona y otros problemas sociales

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Además, resulta interesante encontrar en la Figura 5 que a partir de las coordenadas de la zona de

páramo tomadas del Instituto von Humboldt, el proyecto minero de la Colosa incurriría en una

sobre posición con el área de páramos que se delimitó en el 2012. Sin embargo, cabe aclarar que

el Ministerio de Ambiente no ha adoptado oficialmente la delimitación sugerida. (Colombia

Solidarity Campaign, 2011, p.42)

Figura 5. Parte norte de Cajamarca con la nueva delimitación de los páramos

Fuente: Colombia Solidarity Campaign (2011)

4. Resultados

Dentro de las externalidades negativas generadas por la mina de la Colosa en Cajamarca, Tolima

se encuentra que, en primer lugar, esta acción es una amenaza para las extensiones de bosques

primarios y para la diversidad de especies del país. De hecho, se considera que “la minería es una

actividad a corto plazo pero con efectos a largo plazo. Es por esto que a nadie puede caberle

duda que cuando se realiza en zonas de bosque constituye un factor de depredación de los

mismos. Además, se calcula que, conjuntamente con la exploración de petróleo, amenaza el 38%

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de las últimas extensiones de bosques primarios del mundo” (Movimiento Mundial por los

Bosques Tropicales, 2004). De igual forma, hay que considerar que la deforestación se hace

evidente especialmente en las fases de explotación ya que según los reportes de Forest People

Programme (2003):

“En las zonas de bosque, la sola deforestación de los suelos con la consiguiente

eliminación de la vegetación --más impactante en los casos de minas de cielo abierto--

tiene impactos a corto, mediano y largo plazo. La deforestación no solo afecta el hábitat

de cientos de especies endémicas (muchas llevadas a la extinción), sino el mantenimiento

de un flujo constante de agua desde los bosques hacia los demás ecosistemas y centros

urbanos. La deforestación de los bosques primarios causa una rápida y fluida escorrentía

de las aguas provenientes de las lluvias, agravando las crecidas en los periodos de lluvia

debido a que el suelo no puede contener el agua como lo hace en presencia de las masas

boscosas.” (Forest People Programme, 2003).

Para la cuantificación del área total deforestada, se toma en cuenta que el total de la Cuenca del

Río Coello son 184.257 ha y como el área del proyecto la Colosa abarca alrededor del 1,1% del

área de la cuenca, entonces se afirma que son aproximadamente 2.000 hectáreas las que se

estarían destinando para la excavación. Por otra parte, las canteras de cielo abierto estarían

destruyendo de forma sistemática el hábitat del perico Paramuno, Leptosittaca branickii, que es

considerado actualmente como una especie en vía de extinción.

En segundo lugar, los proyectos mineros que se llevan a cargo de AngloGold Ashanti generan

impacto en las comunidades que habitan en los municipios en donde se realizan las extracciones

mineras. Según el Cuadro 2, en Cajamarca, Tolima las comunidades impactadas son campesinas,

especialmente las de arroceros y los ambientalistas. Los arroceros se ven afectados en la

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producción de sus cultivos porque las perforaciones del proyecto de La Colosa inducen a que se

presenten cambios en las condiciones climáticas. Además, existe una correlación positiva entre la

operación de este proyecto y la vulnerabilidad ante los cambios climáticos que traen consigo

precipitaciones anuales y fuertes incrementos en la temperatura máxima. (Colombia Solidarity

Campaign, 2011, p45)

Cuadro 2. Proyectos de exploración que AGA ha tenido en Colombia.

Fuente: Colombia Solidarity Campaign(2011). A partir de Informes de Exploración de AGA, el Catastro minero
colombiano, y reportes de prensa

En tercer lugar, la minería crea pasivos ambientales que pueden perdurar por un prolongado

tiempo. De hecho, una de las razones por las que la Minga de Resistencia Social y Comunitaria

se opone a este proyecto de minería es porque “Se utilizarán más de 4 millones de kilos del

venenoso cianuro cada año y los residuos tóxicos generados contaminarán los ríos de la zona

(Bermellón, Coello e incluso el río Magdalena) y el suelo con metales pesados como el arsénico,

cobaltos, mercurio etc., que pueden seguir contaminando por más de 100 años. Se rechaza la idea

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de tomar agua con cianuro” (Méndez, 2013, p.227). Si bien es cierto, la empresa AngloGold

Ashanti indica en sus reportes anuales que la contaminación no se hace efectiva; es imposible

ignorar que en las zonas donde se extrae el oro hay diques de colas, que es donde se encuentran

los residuos altamente tóxicos tras el proceso de lixiviación con cianuro. Estas contradicciones

planteadas podrían evidenciar la falta de transparencia detrás de los resultados que muestra la

multinacional.

5. Conclusiones y recomendaciones de política

Para que Colombia llegue a asemejarse a los casos exitosos de minería en el mundo como los de

Canadá, Australia y Perú debe ante todo reforzar las instituciones que tiene para evitar que esta

actividad vaya en detrimento del desarrollo regional. Es decir, el Estado debe hacer un mejor

seguimiento a los procedimientos y al desarrollo de los proyectos mineros.

La normatividad ambiental colombiana debe ser más rigurosa ante el incumplimiento de las

restricciones ambientales que se dan en las reservas forestales porque el pago de multas no

compensa los costos adicionales o externalidades que se generan por las actividades mineras. De

igual forma, el Estado colombiano debe formular planes de manejo más efectivos para evitar que

transnacionales como AngloGold Ashanti, realicen exploraciones en las zonas con potencial

minero de forma ilegal.

En el país se debe propiciar programas de voluntariado, en dónde las personas sirven a una

comunidad por elección propia, acerca de temas como la protección del agua o la reforestación,

para que en un futuro cercano el ecosistema tenga la capacidad de autorecuperarse. Además,

debe prestarse una mayor atención a organizaciones comunitarias como el Colectivo Socio-

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Ambiental Juvenil de Cajamarca (Cosajuca), la Unión Campesina por la Defensa del Medio

Ambiente y el Territorio (UCAT), la Conciencia Campesina Identidad Agua y Alimento de

Cajamarca y Emprendedores por la ecología y la tierra (ECOTIERRA) que son las que están

informadas sobre las dinámicas regionales.

Antes de otorgarse licencias para la explotación de elementos como el oro, debería haber una

conciliación y acuerdos efectivos entre las comunidades que habitan en el territorio y las

empresas que tienen las concesiones. También, deberían valorarse los aportes medioambientales

de la reserva forestal de la Colosa a la luz de un desarrollo sostenible, para que se garantice más

allá de unos beneficios económicos la conservación de sus recursos naturales, la calidad de vida

y el bienestar de los individuos inmersos en ellas.

Para el caso de estudio, las externalidades que se evidenciaron del proyecto de la Colosa se

presentan debido a que la actividad minera es una amenaza para las extensiones de bosques

primarios en el mundo y para la diversidad de especies del país. Además, los proyectos mineros

que se llevan a cargo de AngloGold Ashanti generan impacto en las comunidades que habitan en

los municipios en donde se realizan las extracciones mineras. Finalmente, se indica que la

minería crea pasivos ambientales que pueden perdurar por un prolongado tiempo.

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