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Formación de la conciencia ecológica como estructura compleja para las


trasformación educativa

MOMENTO I

ESTADO DEL ARTE

Idea Inicial

Uno de los hechos más significativos en los últimos años a nivel


mundial ha sido el desarrollo de la conciencia, la dignidad y el valor de la
persona en sus derechos y obligaciones. Al sistema educativo le corresponde
gran parte de este desarrollo como la gran labor del fortalecimiento de la
democracia, el respeto, la defensa, la promoción de los derechos humanos y
el rescate del planeta a través del despertar de la conciencia ecológica y a la
disposición de participar en la búsqueda de soluciones a los problemas de
las comunidades en particular y hacia el mundo en general.

En tal sentido, corresponde a la educación la tarea de ayudar a


soslayar estos problemas, convirtiéndose en un medio para
contrarrestar desigualdades sociales, pobrezas, analfabetismos, así
como contribuir a la formación de la conciencia ecológica, por lo tanto ha
de ser un medio para desarrollar el capital humano y social. Además,
debe ser guía subjetiva de las culturas, a través de la cual se formen las
nuevas generaciones en la tarea de mejorar y cambiar las cosas en el
futuro.
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Por ello, la escuela según Fernández (1999), se ve obligada asumir un


doble desafío como lo es contribuir con la construcción de una sociedad que
personalice y una personalización que socialice, es decir, que vea al
estudiante como una persona capaz de convivir con otras en un espacio
democrático, donde la libertad, la seguridad, la criticidad, la participación y la
toma de conciencia de sus deberes como ciudadano del mundo, deben
prevalecer en el ámbito educativo.

Sin embargo, la realidad señala que las instituciones educativas están


desligadas de los problemas que aquejan a la humanidad en general y a su
entorno en particular, dedicando sus horas a una educación
despersonalizada con las realidades latentes y formando personas sumisas
con miedos a participar y peor aun con recelos a analizar y confrontar tareas
que lo hagan responsable ante él y ante un colectivo. En este contexto le
corresponde a los docentes continuar y muchas veces comenzar con el
proceso de formación del estudiante, orientándolo en sus acciones y
comportamiento para que se sienta ciudadano del mundo en lo que
corresponde a sus deberes y derechos.

En esta línea de pensamiento, tanto en las escuelas primarias, como en


liceos y en las universidades se evidencia un total desarraigo cultural con los
valores de preservación y conservación del ambiente, manifestado desde lo
local con una total indiferencia hacia el arreglo y conservación de los
espacios naturales, al resguardo de los recursos tangibles e intangibles, a un
individualismo que está arropando el accionar individual y en lo global a una
indolencia hacia lo que ocurre en otros grupos sociales y culturales.
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Ciertamente, cuestiones como las noticias, informaciones y


conocimientos que a diario son divulgadas por los medios de comunicación
social sobre el calentamiento global, la destrucción de la capa de ozono, la
contaminación de los océanos y mares, la disminución de especies animales,
la aparición de nuevas enfermedades, la merma de los espacios selváticos y
boscosos, para citar sólo algunos ejemplos, pasan desapercibidas en el
quehacer diario en las aulas de clases, pareciera no existir ninguna
preocupación ante estos hechos, tampoco se evidencia en la cotidianidad
educativa que tales fenómenos tengan relación con acontecimientos que
ocurren en los contextos donde interactúa las instituciones.

Una descripción que puede servir para mostrar esta inquietud,


convertida en realidad, es la siguiente:

Hay un hoyo en la capa de ozono protectora de la Tierra.


Ahora llega a la Tierra una cantidad mayor de radiación
ultravioleta, y puede pronosticarse que aumentará el cáncer de la
piel, se retardará el crecimiento de las cosechas y se deteriorará el
sistema inmunitario humano. Hay pruebas de que el efecto
invernadero ha provocado ya el calentamiento perceptible del
globo (Daly y Cobb 1993; 201)

Los autores citados, exponen que la biodiversidad está declinando a


medida que se incrementan las tasas de extinción de las especies debido a
la mutación del hábitat, sobre todo en los bosques de lluvias tropicales que
albergan a la mitad de las especies del mundo en sólo siete por ciento de su
área terrestre. Además, la lluvia ácida mata los bosques de la zona templada
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y eleva la acidez de los lagos más allá de los límites de tolerancia de muchas
especies.

A los citados problemas ambientales se enlazan los comentarios


urbanos sobre la escasez de vivienda, el mal estado de las calles, la
presencia de los basureros, los ruidos molestos. Como puede observarse el
deterioro de las condiciones ambientales ya son aspectos comunes en los
diversos lugares del planeta, tanto en los espacios rurales como en los
citadinos, pues hasta las películas los asumen como temas para la
distracción social. Por cierto, Muñoz y Rodríguez (1993), en estudio realizado
entre 1988-1989, para conocer las actitudes de la población con respecto al
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, encontraron que
ya era nota alarmante para la sociedad mundial la contaminación del agua,
del aire, el deterioro del suelo y sus potencialidades agroecológicas y el
incremento de las áreas desérticas.

La realidad antes planteada parece ser obviada en la labor


educativa, se pudiera afirmar que tal situación pasa desapercibida para
los docentes, al no revestir importancia a la hora de impartir clases, no la
consideran relevante en el proceso de formación integral de los
estudiantes. Además evaden insertar en los contenidos programáticos
que se imparten, en las estrategias didácticas, en el dialogo, en las
investigaciones, en la realidad del aula, del ambiente educativo, de la
comunidad, la región y del mundo, tratar los temas que tienen que ver
con el deterioro del ecosistema mundial como forma tangible, asertiva en
la labor diaria, en la sinergia dinámica del aula hacia la creación,
fortalecimiento y práctica consuetudinaria de la conservación del
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ambiente como un valor irrenunciable para la formación de la conciencia


ecológica.

Esta inobjetable problemática encuentra como una de sus causas a


la manera en que son utilizados los recursos naturales por los grupos
humanos, bajo la égida de diseños curriculares que atienden a
lineamientos capitalistas cuyo pensamiento neoliberal como base
teórica y su acción gerencial, dirigen, controlan y supervisan el
aprovechamiento de las potencialidades económicas creadas en
millones de años por los procesos naturales. De ese aprovechamiento
deriva una realidad geográfica que coloca en el primer plano a la ruptura
del equilibrio ecológico del planeta, el cual se manifiesta con la
geografía de la anarquía y el desorden que amerita de un nuevo modelo
de desarrollo más humano y racional para aprovechar las
potencialidades de la naturaleza. Al respecto, es importante señalar que:

A diferencia del modelo de desarrollo sustentado en la


explotación intensiva de materias primas, energía y mano de obra,
actualmente se afianzan un nuevo modelo que en vez de los
factores tradicionales de producción, como tierra, capital y trabajo,
privilegia la capacidad para producir y aplicar conocimientos como
un factor clave para mejorar la calidad de vida y el nivel de
bienestar de una sociedad (Ríos, 2004; 3).

Hoy día ya es una demanda colectiva promover y restaurar el equilibrio


de las condiciones de la naturaleza como tópicos de atención para las
diferentes instituciones gubernamentales y no gubernamentales, quienes
deben centrar sus esfuerzos en puntualizar acciones educativas que aborden
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pedagógicamente los acontecimientos socioambientales. Así, la problemática


del ambiente ha comenzado a plantearse como una prioridad en la formación
del ciudadano del siglo XXI, que se corresponde con la exigencia de
renovados procesos de enseñanza y aprendizaje que asuman estas
temáticas como objeto de conocimiento.

Ya hay coincidencia entre políticos, expertos y educadores sobre el reto


de gestionar una Educación Ambiental que preserve en estado óptimo las
condiciones ambientales, como una labor iniciada en los escenarios
educativos que contribuya a la formación ambiental para contrarrestar el
desequilibrio planetario. En esa dirección, de reciente data, se recomienda el
uso didáctico de los medios de comunicación social (prensa, radio, televisión
y la internet).

El hecho de difundir el desarrollo de casos socioambientales, a


través de datos, noticias, informaciones y programas de televisión,
puede servir para motivar la observación acuciosa, la reflexión y la
criticidad, al promover la lectura, el debate y la confrontación grupal,
con el objeto de concientizar sobre la importancia del ambiente, como
escenario social, a la vez que echar las bases de una acción político-
educativa con pretensiones de logros significativos en la formación
ciudadana, tales como el compromiso, la solidaridad y la
responsabilidad social.
Al respecto Morin (1995), incluye esta problemática en lo que
denomina los males de la civilización. Problemas que son juzgados
periféricos, deben convertirse en centrales, otros que se consideraban
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existenciales o privados se convierten en políticos, los no económicos deben


hallar una solución económica, ellos han hecho al ser humano innovador
pero a la vez individualista, que si bien es cierto que ha proporcionado
valiosos conocimientos que han ampliado el saber humano y que ha
introducido innovaciones importantísimas en el campo de la tecnología
haciendo posible un hombre con poder superior para transformación la
naturaleza y su vida social, también ha dado la posibilidad de desaparecer su
propia existencia sobre el planeta enfrentando sus propios límites extremos .

En este sentido y en opinión de los expertos Avila y Mata (2010)


gracias a la acción de las nuevas tecnologías, el hombre contemporáneo
enfrenta una serie de problemas que amenazan la supervivencia de la
humanidad sobre la tierra, lo que Galllegos (1999) denomina “Los dilemas de
fin de siglo”. Uno de ellos es la destrucción de los sistemas ecológicos del
planeta, lo cual ha generado un sinnúmero a alteraciones atmosféricas como
recalentamiento del planeta y destrucción de la capa de ozono. Todos estos
aspectos se pueden resumir en las palabras siguientes:

Vemos en todas partes señales del inminente colapso de


nuestra nave espacial llamada tierra que está a punto de ser
destruida. El exceso de materialismo amenaza nuestra propia
existencia. Al considerar el alcance de la contaminación y el
explosivo aumento de la población, algunos científicos
preocupados han advertido que la civilización humana puede llegar
a su final en un tiempo tan corto como de 100 a 150 años. (Odairi
Sama, 2002; 47)

En parte, todos estos problemas se derivan de una atención


deficiente a la educación por parte de los estados y naciones, quienes no
han concienciado el grave problema para garantizar la supervivencia de
las especies en el planeta, bastaría con dar una mirada a las huellas que
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el ser humano ha dejado en su devenir histórico, ellas podrían utilizarse


como indicadores de referencia al desprecio con que las personas han
tratado al ambiente hasta ahora, con lo que se pudiera presumir aún no
están claras las modificaciones que se le han realizado al modelo
educativo, pues este no ha generado realmente nuevas formas de
relación de los individuos con sus entornos naturales particulares y
globales.

Es por ello, que la presente investigación buscó comprender el


fenómeno en estudio para desarrollar unos lineamientos que conduzca a una
nuevas acciones educativas, las cuales no se aprenden de memoria, ni con
una simple lectura, sino que permitan convertir la conciencia ecológica en un
factor de humanización, con implicaciones prácticas que contribuyan a
mejorar los entornos locales y globales, favoreciendo e desarrollo individual y
colectivo del ser que se está formando las instituciones educativas del país.

Lo anterior coincide con lo argumentado por Carr y Kemmis (1988),


cuando señalan que se requieren cambios conceptuales y
metodológicos en la enseñanza de los contenidos y procesos
ambientales, este planteamiento conlleva no solamente a ver la
estructura compleja en el hacer cotidiano educativo, sino también a
reconocer a estos ambientes como espacios que necesitan ser
adecuados para que favorezcan estados de salud óptimos en los
estudiantes, entendiendo que estos son parte de ese ambiente y
consecuencialmente este debe estar organizado para que estos
interactúen de forma armónica con el mismo, tomando en cuenta su
desarrollo físico- cronológico, emocional e intelectual, porque desde esa
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particularidad se pudiera buscar la formación de la conciencia ecológica,


como una nueva cultura que logre la transformación de la sociedad.

El enunciado de los autores citados conviene a esta investigación,


porque la salud escolar, también se abordó en esta como la adecuación de
los ambientes escolares de acuerdo al desarrollo físico y cronológico de los
estudiantes con la finalidad de conservar y promover la salud a la vez que se
integre en ese ambiente que al final de cuentas es también un ambiente
ecológico; como señala Capra (2003), el bienestar humano tiene que ver con
la salud y con las necesidades humanas; con las cuestiones mentales,
emocionales y espirituales; con equilibrios sociales y ecológicos.

Por otra parte, esta nueva visión se asocia a los planteamientos de


Freire (1982), quien señala que la complejidad de la problemática ambiental
necesita respuestas y soluciones, por ello exige que el hombre reaccione y
pase, de una inmersión sumisa a la inmersión crítica, que conduzca a la
conciencia deliberadora. Por estas razones el hombre y la mujer necesitan
una alfabetización ambiental, donde se requiere reflexionar acerca de: el
conocimiento de la realidad ambiental y la identificación de sus problemas, la
comprensión de los procesos sociales, históricos y ecológicos, el desarrollo
de la sensibilidad ambiental, la búsqueda de soluciones y medios de acción
posibles.
De esta manera, las reflexiones anteriores pudieran representar el
principio de la transformación de las prácticas educativas, la construcción de
un currículo que tenga por objetivo que el participante sea libre, autónomo,
reflexivo, capaz de discernir sobre proposiciones ideológicamente
deformadas de la realidad y en consecuencia actuar sobre ella, en un
proceso de cambio o transformación social guiado por la toma de conciencia,
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formación de valores ambientalistas, conocimientos, actitudes, aptitudes,


hábitos, capacidad de evaluación y participación del colectivo para el logro
impostergable de los principios de justicia y equidad.

Lo antes dicho, se traduce en la formación de ciudadanos y ciudadanas


comprometidos, con ética ambiental, que comprendan su relación con el
ambiente; desarrollar el pensamiento crítico, como el proceso que posibilita
la formación de un hombre capaz de comprender la complejidad producida
en el ambiente por la integración de sus componentes naturales y socio-
culturales a la vez que le permite ser crítico, emitir juicios de valor y adoptar
formas de comportamiento cónsonos con estos juicios.

Todo ello, está indisolublemente en correspondencia con la


realización de un conjunto de actividades integradas en un proceso
sistemático y permanente, desarrolladas a través de múltiples medios,
dirigidos a promover cambios de comportamiento en todos los sectores
de la población desde los ambientes educativos, lo cual evidenciaría la
adopción de nuevos valores orientados a la conservación, defensa y
mejoramiento del ambiente, cuya finalidad última es de aportar mejoras
constantes en las condiciones de vida de las generaciones actuales y
futuras.
La condición de integración articularía la realidad con un nuevo nivel de
análisis que permitiría observar lo que nunca se ha observado en el hecho
educativo, para que se produzca en consecuencia un resultado integrador y
más completo, para dar un nuevo significado al sentido de totalidad.

En consecuencia centrar la atención en la conciencia ecológica como


una nueva forma de educar que mas allá de educar de forma emancipatoria,
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posibilitaría penetrar con mayor claridad en la relación hombre como ser


social y natural, esto es en definitiva comprender con mayor precisión la
relación sociedad-naturaleza; surgiendo así la conciencia ecológica al
amparo de la estructura compleja, totalizante que contiene, crea y a su vez
produce un ideal innovador de la noción del hombre, naturaleza, sociedad y
de sus relaciones sin límites.

Los planteamientos antes descritos permiten plantear la interrogante de


la investigación:

¿Cuáles serán los referentes teóricos acerca de la conciencia ecológica


como estructura compleja para la transformación educativa?

Objetivo General

Analizar los referentes teóricos acerca de la conciencia ecológica como


estructura compleja para la transformación educativa.

Objetivos Específicos

Identificar los enfoques teóricos acerca de la conciencia ecológica como


estructura compleja para la transformación educativa.
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Caracterizar los alcances teóricos acerca de la conciencia ecológica


como estructura compleja para la transformación educativa.

Categorizar los aspectos relevantes que definen el contexto acerca de


la conciencia ecológica como estructura compleja para la transformación
educativa.

Recomendar lineamientos teóricos-prácticos para la formación de la


conciencia ecológica como estructura compleja para la transformación
educativa.

Justificación, Pertinencia Social e Innovación de la Investigación

Los educadores del siglo XXI deben emprender una batalla cultural
para desmontar el modelo que fraguó en una visión homogénea,
impulsada por principios simplificadores que ocultaron y mutilaron la
realidad compleja de los mundos físicos, biológicos y culturales, que
subordinaron a los seres humanos a la razón instrumental y utilitaria, y
que impulsaron una visión económica y social fundada en la
conminación de la naturaleza, principios que derivaron en la crisis
ambiental que ha colocado al planeta, a la casa común al borde de la
aniquilación.
En el mundo la ecología está de moda, pero la destrucción ecológica
prosigue implacable, todo el mundo habla de ecología pero pocas veces se
hace algo para proteger la biosfera. Se hace cada más complicada la
formación de conciencia moral si los actos aparecen disociados de sus
consecuencias. La tierra es hoy todavía habitable para la especie humana,
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su habitabilidad está amenazada, pero ella no proviene de un defecto de


intervención humana sino más bien de un exceso de ésta.

El presente es tiempo de crisis ecológica global, a la cual también


podría llamársele la gran crisis de la civilización humana, es un hecho
evidente que si se decide comportarse ecológicamente, en muchos casos,
ello resultará sencillamente imposible, hay situaciones en las que sólo se
puede elegir mal, la única salida es esforzarse por cambiar el marco dentro
de lo que se elige, no hay que contentarse con cambiar la sociedad; hay que
cambiar de sociedad.

El tema de esta investigación, la conciencia ecológica como estructura


compleja para la transformación educativa, pretende asumir la naturaleza
como biosfera, como sistema organizado de los ecosistemas, herramienta
insustituible para repensar el pensamiento y cambiar un modelo de
conocimiento mutilante y ciego a la complejidad ambiental, para construir un
paradigma emergente que valore a los saberes y a una nueva concepción
del mundo como un sistema complejo, llevando a la reformulación del
conocimiento para el cambio pedagógico y andragógico particularmente
epistemológico desde una perspectiva que contenga una reflexión crítica
sobre la racionalidad y el saber desde nuevos rincones del conocimiento.
La pertinencia social e innovación de esta investigación puede
analizarse desde dos vertientes, la primera desde la perspectiva de la
generación de conocimiento desde la universidad, asumido como un rol
estratégico en el mundo contemporáneo en la medida en que, para su
desarrollo, las sociedades dependen cada vez más de la producción y
difusión de conocimientos en las áreas más diversas; ya que las
universidades siguen siendo el locus privilegiado para el cultivo del
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conocimiento, por lo que la existencia de sólidas instituciones de


enseñanza superior es una condición indisociable de la soberanía de las
naciones.

El conocimiento es la nueva frontera en donde se decide la


configuración que se desea para los países. Más que principios fundadores o
características intrínsecas a la experiencia universitaria, la búsqueda de la
excelencia, la pertinencia social, la inserción internacional, la sensibilidad
para con medidas de inclusión, la vinculación al desarrollo nacional, la
capacidad de innovación y transferencia de tecnologías de base física y
social y la apuesta en el humanismo que siempre ha acompañado la
tradición universitaria, constituyen hoy metas de las cuales depende el
desarrollo sostenible.

Los nuevos retos presentados por la llamada sociedad del


conocimiento exigen que seamos capaces de desencadenar un proceso de
crecimiento sostenible, que tendrá como una de sus características una
interacción productiva entre universidad y sociedad. También, la pertinencia
como la acción transformadora de la universidad en su contexto,
respondiendo a las necesidades traídas por la sociedad y efectuando
intervenciones generadoras de desarrollo social y superadoras de
problemas. Esa responsabilidad se expresa en la extensión de servicios y
conocimientos a los requerimientos de una sociedad que necesitan el saber
producido en la universidad.

La pertinencia se puede manejar tomando en cuenta las relaciones


posibles de estas dos esferas: la actividad social, su viabilidad y pertinencia.
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Pero la importancia creciente de la calificación formal es solamente un


aspecto del cambio profesional, existe una serie de elementos y condiciones
que bordean las demandas socioculturales y laborales, como el modo de
trabajo orientado hacia proyectos y equipos, talentos organizadores, la
capacidad de comunicación social, capacidad de desarrollar estrategias para
solucionar problemas, se han hecho condiciones importantes de un trabajo
eficaz.

En este contexto, se le solicita a las universidades una nueva función:


preparar para vivir y trabajar en un contexto cambiante, de manera tal que el
colectivo formado tengan la capacidad de aprender contenidos nuevos, a la
vez de fortalecer la capacidad de enfrentar y resolver retos, problemas y
situaciones inéditas, en consecuencia a los docentes se les plantean
problemas diferentes y nuevos, bajo una nueva función: enseñar para
aprender.

La segunda perspectiva está contenida en la necesidad que en la


actualidad se tiene de formar a los ciudadanos y ciudadanas de la nación
para que vean la vida llena de optimismo y simpleza, esto puede lograrse
desde las instituciones de educación donde niños, adolescentes y adultos
comiencen a recibir en su educación formal, tengan la posibilidad de tener
una visión proyectiva desde el hacer diario, en la cotidianidad de una nueva
práctica para conseguir la transformación de los ciudadanos en seres que
logren vivir en armonía con la naturaleza.

En estas dos perspectivas se enmarca la investigación formación de la


conciencia ecológica como estructura compleja para las trasformación
educativa. En la cual se pretende dar un enfoque de una visión basada en el
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modo de visualizar al ser humano con sus orígenes y propósitos, amerita


partir de la base que son una unidad indivisible de sentimientos, capacidades
y conocimientos.

Se trata pues, de una investigación que supone que cualquier práctica


educativa no se realiza como un hecho aislado, sino que por el contrario
cada sistema educativo debe ser propio de cada sociedad, por lo que es
necesario consagrar en ella una educación transparente y equilibrada en el
ser humano, en su quehacer cotidiano, llevándola a cosechar generaciones
que ejerzan sus saberes con habilidad y actitud ecológica, de esta manera,
propenderá el verdadero cambio impulsor de una sociedad equilibradamente
más equitativa, justa y socialmente digna, atendiendo al bien común de cada
ciudadano, sagradamente asumiendo el sentido de pertenencia, de
ciudadanía, de ser consecuentes con la vida y con la calidad de planetarios
que les atañe.

En este sentido se pudiera afirmar que la formación de la


conciencia ecológica como eje transformador de la actividad educativa
tendría como finalidad propiciar los espacios que sean necesarios para
la generación, la transferencia y construcción de un conocimiento que se
convierta en un saber colectivo útil a la sociedad y para la conservación
de la salud, lo cual combinaría la calificación orientada a la pericia del
saber hacer en el comportamiento social y la actitud para asumir el
trabajo con la habilidad y dominio de nuevos procesos para aprender de
la realidad y transformarla en una nueva que cree la conciencia
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ecológica como la única vía para la preservación, conservación y


equilibrio de los sistemas complejos del planeta y del universo.

Además las ideas de esta investigación podrían ser aplicables en los


distintos entornos tanto empresariales como académicos debido a la
necesidad de colaboración entre los elementos de la institución para
compartir capacidades y difundir el conocimiento especializado, habilidades e
incrementar el capital intelectual en términos globales de la conciencia
ecológica de todas las organizaciones.

Así mismo, el alcance del estudio no se limita al ámbito nacional,


sino que puede difundirse a nivel internacional estableciendo un modelo
integral de administración y transmisión del conocimiento soportado por
herramientas de tecnologías de información que incluso puede ser
actualizable conforme avance la tecnología y la aplicabilidad de la
misma.

Esta premisa constituye una innovación, ya que las organizaciones


deben reinventar y actualizarse continuamente, haciendo énfasis en el
conocimiento colectivo en vez de hacerlo en el individual. Supone que los
miembros tienen la capacidad de construirlo por sí mismos, posesionándose
de la información para que todos la utilicen. Se centra en la complejidad de la
relación entre la acción y el resultado, dando por sentado que los docentes y
los estudiantes pueden proporcionar una valiosa perspectiva que ayude a
formar una relación más precisa entre todos los que participen en esos
espacios.
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MOMENTO II

ASPECTOS SUSTENTADORES

En este capítulo se presentan los aspectos de carácter teórico y las


investigaciones previas que se relacionan con las variables conciencia
ecológica y transformación escolar, en consecuencia se muestran las
bases de las diversas teorías y conceptos relativos que orientan el
sentido de la presente investigación dentro de un conjunto de
conocimientos, a fin de ofrecer una teorización adecuada de las
temáticas.

Estudios Previos

A continuación se presenta la revisión de los antecedentes desde el


punto de vista teórico que en un trabajo de investigación constituye uno de
los factores más importante para el desarrollo del mismo, indican el camino a
seguir para que no se torne redundante y para que el mismo se convierta en
un verdadero aporte. Con el propósito de considerar la exposición de
aquellos aspectos que están relacionados con la conciencia ecológica y
transformación educativa se recurrió a la búsqueda de trabajos previos a
nivel nacional e internacionalmente.

Seguidamente, se reseñan brevemente la evolución de estos


estudios hasta entender lo que en la actualidad debaten las teorías en
estas materias.
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En primer lugar se consiguió a Moran y Méndez (2008), estos


desarrollaron un artículo arbitrado, titulado: De la teoría de la complejidad a
la ética ecológica, publicado en la Revista de Ciencias Sociales de la
Universidad del Zulia. Este estudio estuvo fundamentado en los enfoques de
Morín (2006) y Delgado (2007).

El estudio analiza los cuestionamientos que desde la teoría de la


complejidad se hace de la hegemonía de la perspectiva epistemológica
instrumental de occidente, la cual, al haber formulado el antagonismo entre
sujeto-objeto en proceso de construcción del conocimiento, concibe a la
naturaleza como ámbito capaz de soportar cualquier manipulación de parte
del hombre y niega el valor de otros saberes engendrados desde diversas
perspectivas gnoseológicas.

Como conclusión final los autores afirman que la actitud emprendedora


de la modernidad ante la naturaleza, impone la urgente necesidad de
plantear una ética ecológica que garantice la permanencia de la vida sobre el
planeta. Esta reflexión debe superar el actual paradigma de la civilización.

Este artículo se consideró importante para esta investigación, ya que se


inscribe de alguna forma en la intencionalidad de esta cuando maneja en su
contenido la complejidad y la ética ecológica, aspectos que orientaron de
cierta manera las áreas del conocimiento que se desarrollan teóricamente en
la investigación.

Así mismo, González, (2004) realizó una investigación en la


Universidad Complutense de Madrid, titulada La preocupación por la calidad
del medio ambiente: un modelo cognitivo sobre la conducta ecológica. Este
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trabajo establece un marco cognitivo-social de preocupación ambiental


considerada como proceso actitudinal basado en las creencias ecológicas,
los valores y las normas o sentimientos de obligación moral hacia la
conducta ecológica.

En él se propone un modelo cognitivo de conducta ecológica que


relaciona los valores personales, las creencias ecológicas sobre la relación
entre el ser humano y el medio ambiente, la conciencia de las consecuencias
de las condiciones ecológicas, los sentimientos de obligación moral hacia las
acciones de protección ecológica, la negación de la obligación ecológica, el
control ambiental o creencia en que las propias acciones llevarán a la calidad
del medio ambiente y, finalmente, la conducta ecológica como conjunto de
conductas iniciadas con la intención de beneficiar al medio ambiente.

Esta investigación parte de la hipótesis de que la obligación moral o


norma personal hacia la acción ecológica explica la conducta ecológica, en
ella se realiza un análisis empírico del modelo cognitivo propuesto. A través
de "análisis de rutas" realizados sobre datos obtenidos de una muestra de
403 personas seleccionadas entre la población general, se encuentra que la
variable que más peso ejerce sobre la conducta ecológica es las creencias
ecológicas y junto con la obligación moral y los valores ecoaltruistas se
constituyen en las principales variables explicativas de la conducta.

Los valores se muestran principalmente relacionados con la norma


personal, mientras que las creencias se vinculan al resto de variables
mediadoras. Este modelo exploratorio explica un 21% de la varianza de la
conducta ecológica y un tercio de las variables mediadoras. Se concluye que
la preocupación ambiental es un proceso cognitivo, social y conductual que
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predispone a la puesta en marcha de acciones a favor de la calidad del


medio ambiente

La investigación anteriormente descrita fue relevante para este estudio


porque aportó elementos orientadores en el trabajo investigativo en relación
a las teorías, las cuales permitieron ampliar conceptos y elementos
significativos, que permitieron obtener una idea más amplia de cómo
construir el marco referencial de este estudio.

Por otro lado ante la dificultad de conseguir antecedentes de


investigaciones acerca de las transformaciones educativas se recurrió a
documentos emitidos por la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación y la Cultura, en los cuales se pudo observar la preocupación de
esta organización por el cambio de la práctica educativa en las instituciones
educativas.

Al respecto, la UNESCO (2010), publicó un artículo titulado El Decenio


de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible. Este
aporta un marco de mejora y fomento del aprendizaje activo y de métodos
innovadores con los que abordar las cuestiones relativas al cambio climático
para que las personas puedan asumirlas en sus vidas cotidianas y
transformar la conciencia pasiva en preocupación activa y cambio de
comportamientos. En el se enuncia que la Educación para el Desarrollo
Sostenible (EDS) pretende habilitar a los individuos para adoptar decisiones
y medidas informadas y responsables, en la actualidad y en el futuro.
Acota el artículo que la educación sobre el cambio climático
contribuye a generar las competencias y las actitudes necesarias para
poner en nuestras formas de pensar, nuestros valores y nuestras
decisiones en función del desarrollo sostenible. Para sensibilizar en
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mayor grado a la sostenibilidad hay que abordar cuestiones como los


efectos de las actividades humanas en los sistemas terrestres, el control
de los gases de efecto invernadero, el uso de la tierra y la energía, los
modelos de consumo, la contaminación y el transporte, que están
directamente relacionadas con la Educación para el desarrollo
sostenible.

El artículo señalado anteriormente es de gran importancia y se


relaciona con esta investigación por considerar que sus aportes fueron
valiosos para construir el marco referencial de este estudio, los cuales
permitieron corroborar la necesidad de abordar en las aulas de clase
temáticas acerca de los efectos de las actividades humanas en los sistemas
terrestres.

Igualmente, se encontró a Matsuura (2009), en la Conferencia Mundial


sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible, presentó una ponencia
titulada Los docentes son la piedra angular de la educación para el desarrollo
sostenible, en ella se refirió a la función primordial de maestros y
educadores, a los que describió como la piedra angular de los programas
eficaces de educación para el desarrollo sustentable. "Hay más de 60
millones de docentes en el mundo de hoy y un número incalculable de
educadores en contextos no formales. Esos profesionales trabajan en la
esfera local, pero tienen que enfrentarse a problemas del ámbito mundial.

También expresó que para que su labor didáctica sea pertinente y tenga
realidad para sus educandos, esos docentes deben aprovechar los aportes,
contextos y valores locales, hay que recordar siempre que los docentes son
personas, forman parte de las instituciones de enseñanza educativas, son
30

miembros de la comunidad y de la sociedad por lo que necesitan no limitarse


en temas específicos o a los contenidos de los planes de estudio.

En este sentido, los docentes deben proporcionar una perspectiva más


amplia de los propósitos y objetivos de la educación, es su contexto,
aprendizaje, valores, principios que se transmiten, aptitudes, competencias y
conductas en general que originarían la transformación de las rutinas
educativas.

Este artículo se consideró importante para la investigación pues aportan


elementos que facilitan analizar desde la perspectiva de la transformación
educativa la importancia que tiene el docente y la necesidad de cambiar sus
rutinas diarias.

Cabe agregar que los antecedentes citados no solo brindad a esta


investigación elementos teóricos que indican la necesidad de que los
docentes transformen las rutinas y las didácticas sino que sean capaces de
visualizar los problemas ambientales como fenómenos complejos que solo
serán minimizados si, y sólo si, ellos cambian su hacer diario en el aula y con
sus estudiantes.

Referentes Teóricos

De acuerdo con el planteamiento del problema, se han considerado


importante revisar y presentar los diferentes referentes teóricos inherentes a
31

la conciencia ecológica y transformación educativa presentando un discurso


que denota la complejidad como hilo conductor que pretende la creación de
una epistemología de la complejidad que integra los avances actuales,
enfoques y teorías que tienen lugar en la construcción de aproximaciones
teóricas.

La Conciencia Ecológica en la Educación

La ecología es una disciplina científica que se creó a finales del siglo


XIX, con el biólogo alemán Haeckel cuyo objeto de estudio es el ecosistema,
lo que la hace en la actualidad muy especial ante otras disciplinas, motivado
a las degradaciones del medio natural, no solamente locales, sino en lo
global, que afectan a los alimentos, los recursos, la salud, el psiquismo de los
mismos seres humanos; por lo que da un paso desde la ciencia ecológica a
la conciencia ecológica.

Esta conciencia genuina ha de estar presente en la intencionalidad


humana de la educación, por el hecho de que sólo las mujeres y los hombres
pueden ser agentes de educación. Sin embargo, las realidades no
personales de la naturaleza o de la cultura, no han ejercido influencias más o
menos fuertes sobre los hombres, estos no actúan en armonía con ellas, por
ello no se puede decir que se educa para interactuar con la naturaleza sino
para ir en contra de ella, lo afirma Brezinka (1975), al referirse que el
entorno cósmico, climático y físico influye en las personas, hasta el punto
que son necesarios para su desarrollo, pero la influencia de la educación es
tal que precede a esa en importancia.
32

Lo expresado por el autor contradice a lo enunciado por Serramona


(1989), acerca de la necesidad de hablar de una educación que incorpore el
misterio del orden universal como un espejo que identifica las leyes de la
naturaleza ecológica como eje central de esta.

Es por ello, que la afirmación del autor antes mencionado cobra fuerza
en este milenio, provocando un cambio sutil pero definitivo en las
percepciones de los estados nación, la interdependencia global, la seguridad
colectiva y la responsabilidad compartida de sostener este frágil planeta y
todos sus recursos naturales, incluyendo nuestra humanidad colectiva. Esto
se ha reflejado en estos primeros años, educadores alrededor del mundo han
comenzado a hablar sobre la necesidad de formar la conciencia ecológica a
través de la educación en las escuelas el siglo XXI.

Se podría hablar entonces que esta educación es casi un nuevo


paradigma, a través de ella se conseguiría el cambio que debe dar el
hombre y la mujer en función de preservar la vida en el planeta y dar
sentido a su existencia, estas ideas son apoyadas por Morín (2005), en
una conferencia ofrecida en Barcelona, donde dejo ver que lo único
capaz de articular competencias especializadas para comprender las
realidades complejas de la naturaleza es la educación, se está pues en
presencia de un evento educativo real ineludible e impostergable que
resucite en un dialogo de confrontación entre los seres humanos y la
naturaleza que a la larga permita intervenciones mutuas provechosas
entre ambos.

La educación a la que se hace referencia anteriormente produciría en


los individuos el pensamiento ecologizado del cual hace referencia Morín y
33

Bocchi en Solana (2007), con el cual rompería la relación lógica entre los
conceptos maestros que gobiernan todas las teorías y discursos de los
últimos siglos, con los cuales se desune el sujeto y el objeto, a la ciencia y a
la filosofía, al espíritu y a la libertad con un determinismo absoluto incapaz de
favorecer el pensamiento ecologizadao que ha de gestarse y fortalecerse con
la educación.

El pensamiento ecologizado debe albergar la visión de complejidad en


la autonomía de lo viviente en el planeta, concebido como ser auto-eco-
organizador y que es inseparable de su dependencia de y de los otros seres
vivientes, para citar un ejemplo de esta dependencia bastaría con reflexionar
como sobreviven las diferentes especies de la tierra, estas trabajan sin cesar,
degradando su energía para automantenerse; tienen la necesidad de renovar
estas alimentándose en su medio ambiente de energía fresca, de este modo
depende de ese medio, así el ser humano tiene la necesidad de la
dependencia ecológica, que aunque lleve a una idea aparentemente
paradójica de esta relación, la de que para ser independiente es necesario
ser dependiente.

Consecuencialmente mientras más independencia se quiere ganar, más


necesaria es la dependencia, lo que profundiza la auto-eco-organización, lo
que significa que la organización del mundo exterior está inscrita en el
interior de la propia organización del ser humano como parte del sistema
ecológico planetario. Para Solana (2007), sería muy sencillo de entender si
en las escuelas los docentes, por ejemplo explicaran como influye el ritmo
cósmico de la rotación de la tierra sobre sí misma en la vida diaria de todos
los seres vivientes.
34

Esta aseveración se pondría en práctica si los docentes en el trabajo


diario llevarán a sus estudiantes a reflexionar como este ritmo cósmico
influye en sus vidas y en la de los demás, tan fácil como hablar de la
alternabilidad del día y la noche que es un fenómeno externo a los seres
humanos, sino que además en estos también ocurren fenómenos internos
como el llamado reloj biológico que determina su ritmo noctidiurno. Así
mismo, sería interesante que los estudiantes concienciaran acerca del ritmo
de las estaciones está inscrito en el interior de los organismos vegetales,
cuando algunos incrementan su secreción de sabía de acuerdo a la duración
del día y a partir de la intensificación de la luz solar.

De igual forma, en los animales este ritmo cósmico hace que en la


primavera se desencadenen los apareamientos, es decir que este ritmo
cósmico de las estaciones también se encuentra en el interior de los seres
vivos, inclusive en del humano, integrado en el interior de la sociedad en la
organización del tiempo en horarios, en calendarios, en las fiestas, así el
mundo está en todo ser viviente al mismo tiempo que se está en él.

Otra reflexión que valdría la pena tratar en las aulas de clase es que el
ser humano debería abandonar su concepción de hombre, ya que no está
separado de los mamíferos, es un super-mamifero dotado para desarrollar
cualidades, marcado para siempre, como es afirmado por Morín (2005), por
una relación intima, intensa de ser inacabado, no solamente en el nacimiento
sino hasta la muerte.

Esta relación se muestra para ser explicito en la relación de un hijo con


su madre, entre hermanos y hermanas, fuentes de amor, afecto, de la ternura
y de la fraternidad humana. Esta idea fundamental significa de golpe que, no
35

solamente la organización biológica, animal y mamífera se encuentra en la


naturaleza en el interior del mismo ser humano, sino también en el interior de
su naturaleza. Las ideas anteriores comunicadas y analizadas en las aulas
de clase serían el principio para la formación de la conciencia ecológica en
los centros educativos, fundamentalmente, entender que hay un mundo
físico-químico en todo ser viviente que organiza y está constitutivamente en
él y que no se puede separar de su hábitat cosmofísico y biológico, sin que
por ello deje de ser autónomo.

Es importante que los estudiantes entiendan que los seres


humanos están integrados al cosmos, pero que por evolución, por el
desarrollo particular del cerebro humano, el lenguaje, la cultura y la
sociedad casi se ha vuelto un extraño en este, marginándose y
marginando la naturaleza de la que él forma parte, el entendimiento de
estas aseveraciones serían el principio fundamental del pensamiento
ecologizado.

La conciencia ecológica formada a través del pensamiento ecologizado


pretende entonces definir al ser humano por integración en la naturaleza, en
contraposición a la manera como se comprende actualmente, por disyunción
y oposición a ella, lo importante es que los niños y niñas desde sus más
tempranas edades se reconozcan por la inserción mutua y por distinción con
respecto a la naturaleza, lo cual indica una paradoja, pero el momento actual
exige a la escuela manejarla con sabiduría. Este memento histórico en que el
problema ecológico demanda tomar conciencia de la relación de
complementariedad de la humanidad con el cosmos exige de una
transformación urgente en los sistemas escolares.
36

Estas transformaciones deben considerar la dialógica


complementariedad-antagonismo entre la esfera antroposocial y la
biosfera, hay que propiciar según afirmaciones de Morín (2005) desde
una nueva forma de educar que el hombre y la mujer se consideren no
pastores de la vida, sino copilotos de la naturaleza, desde ahora la
conciencia ecológica requiere un doble pilotaje, uno profundo que viene
de todas las fuentes inconscientes de la vida y del hombre, y otro que es
el de la inteligencia consciente del individuo humano, y no hay un medio
más expedito para tal logro que una educación que a través del
pensamiento ecologizado forme la conciencia ecológica de todos y
todas.

Conocimiento Ecológico en las Instituciones Educativas.

El entendimiento completo de los principios de la ecología requiere una


nueva manera de ver el mundo y una nueva manera de pensar en términos
de relaciones, de conexiones, y de contexto. La ecología es primero, y sobre
todo, una ciencia de relaciones entre los miembros de las comunidades en
los ecosistemas. Para entender completamente los principios de la ecología,
entonces, se necesita pensar en términos de relaciones y contexto. Tal
pensamiento "contextual" o "sistémico" involucra muchos cambios de
percepción que van contra el grano de la ciencia y de la educación.

Esta nueva manera de pensar también está emergiendo al frente de la


ciencia, donde una nueva concepción sistémica de la vida está siendo
desarrollada. En vez de ver el universo como una máquina compuesta de
bloques de construcción fundamentales, los científicos han descubierto que
37

el mundo material, ultimadamente, es una red de patrones de relaciones


inseparables; que el planeta como un todo es un sistema vivo que se
autorregula.

La visión del cuerpo humano como una máquina y de la mente


como una entidad separada está siendo reemplazada por una que no
solo ve el cerebro, sino también el sistema inmunológico, los tejidos
corporales, y hasta cada célula, como un sistema vivo y cognoscitivo.
Esta visión no ve más la evolución como una lucha competitiva por la
existencia, sino más bien como una danza cooperativa en la cual la
creatividad y el constante surgimiento de la novedad son las fuerzas
motoras.

Consecuentemente, enseñar ecología en las instituciones


educativas requiere un marco conceptual que es muy diferente de las
disciplinas académicas convencionales. Los docentes deben darse
cuenta de esto en todos los niveles de enseñanza, desde los niños más
pequeños hasta los estudiantes universitarios. Más aún, la ecología es
innatamente multidisciplinaria, porque los ecosistemas conectan los
mundos vivientes con los no vivos. La educación para la sostenibilidad
significa enseñar la ecología de esta manera sistémica y
multidisciplinaria. En consecuencia:

El conocimiento es una mezcla fluida de experiencias


estructurada, valores, información contextual e interiorización
experta que proporciona un marco para la evaluación e
incorporación de nuevas experiencias e información en las
38

organizaciones que queda enraizado en documentos o base de


datos, como también en las rutinas, procesos, prácticas y normas
constitucionales (Davenport y Prusak, 2001; 186)

Sin embargo, tal situación pasa desapercibida al entendimiento de


las personas, especialmente en los docentes, probablemente por su
estructura cognitiva, fueron formados así y así actúan, revelándose de
esta forma la necesidad prioritaria de cambiar el hecho educativo, sus
didácticas, sus rutinas, su cotidianidad, con la utilización de un dialogo
permanente que sitúe al conocimiento ecológico en el desarrollo de
todas las asignaturas que se imparten en las aulas de clase.

Es necesario entonces trascender del aislamiento de las


disciplinas, ya que es posible e indispensable para el conocimiento
ecológico, es hora de aniquilar el paradigma educativo existente que
impone una visión separada de las cosas, que habitúa el pensamiento
del individuo separado del entorno de su habitad.
Lograr cambiar el principio fundamental del pensamiento requiere
de una cosmovisión del mundo, con una actitud de amplitud positiva
hacia lo complejo de la naturaleza y del hombre mismo en la naturaleza
En pocas palabras, en las escuelas se debe aprender que la naturaleza
sostiene la vida al crear y mantener comunidades, igualmente se tiene
que aprender que ningún organismo individual puede existir en
aislamiento.
39

Por eso los docentes tendrían que hablar cada día, cada hora de
clases acerca por ejemplo de que los animales dependen de la
fotosíntesis de las plantas para sus requerimientos energéticos; las
plantas dependen del dióxido de carbono producido por los animales,
así como también del nitrógeno fijado por las bacterias en sus raíces; y
juntos, las plantas, los animales y los micro-organismos regulan la
biósfera entera y mantienen las condiciones que conducen a la vida,
ayudaría para la cosmovisión que los estudiantes deben asimilar en su
pensamiento lo que puede llamarse sostenibilidad natural de todas las
especies.

La sostenibilidad, entonces, no es una propiedad individual si no una


propiedad de una red completa de relaciones. La sostenibilidad siempre
involucra una comunidad completa. Esta es la profunda lección que se
necesita aprender de la naturaleza. La manera de sostener la vida es
construir y mantener la comunidad, enseñar esto en las escuelas es
importante para que los niños, niñas y adolescentes no solo entiendan la
ecología, sino que también la experimenten en la naturaleza, y que también
deben experimentar las comunidades mientras se vuelven ecológicamente
alfabetizados.
Alfabetismo Ecológico

Para entender cómo la naturaleza sostiene la vida, hay que moverse en


la ecología, porque la vida sostenida es una propiedad de los ecosistemas,
más que de un organismo o especie. A través de miles de millones de años
de evolución, los ecosistemas de la tierra han generado ciertos principios de
organización que hacen posible sostener la red de la vida. El conocimiento
40

de esos principios organización o principios de ecología, es a lo que se


refiere el alfabetismo ecológico.

En las décadas venideras, la supervivencia de la humanidad dependerá


de la alfabetización ecológica, es decir, de la habilidad para comprender los
principios básicos de la ecología y para vivir conforme a ellos. Esto significa
que la eco-alfabetización debe convertirse en una habilidad fundamental para
políticos, negociantes, y profesionales en todos los campos, y ser la parte
más importante de la educación en todos los niveles desde inicial, primaria y
secundaria, hasta universidades y capacitación continua de profesionales.

Lo enunciado, es necesario para Buckley (2005), cuando asevera


que hay que instruir a los estudiantes en los fundamentos de la vida;
que los desechos de una especie son la comida de otra; que la materia
se cicla continuamente a través de la red de la vida; que la energía que
posibilita los ciclos ecológicos viene del sol; que la diversidad asegura la
resiliencia; que la vida, desde su comienzo hace miles de millones de
años, no la tomó el planeta a través del combate, sino de la asociación
en redes.
Todos estos principios de ecología están íntimamente ligados, y son
simplemente diferentes aspectos de un solo patrón de organización que ha
permitido a la naturaleza sostener la vida a través del tiempo. En resumen
la naturaleza sostiene la vida creando y nutriendo comunidades, y ningún
organismo independiente puede existir aislado.

Lo planteado anteriormente afirma el concepto de sostenibilidad, que no


es entonces, una característica individual, sino de una completa red de
41

relaciones, y por tanto siempre involucra a toda la comunidad. Es esta la


profunda lección que hay que aprender de la naturaleza. La forma de
continuar la vida es construyendo y nutriendo comunidades. Una comunidad
humana sostenible interactúa con otras comunidades (humanas y no
humanas) en formas que les permiten vivir y desarrollarse de acuerdo a su
naturaleza. Sostenibilidad entonces, no significa que las cosas no cambien,
ni es un estado estático, sino que por el contrario, es un proceso dinámico de
co-evolución

Así lo expresado por Buckley (2005) sobre el alfabetismo ecológico es


apoyado por Vega y Álvarez (2005), cuando señalan que un enfoque
ambiental en las escuelas tiene como objetivo formar una población
consciente y preocupada por el ambiente y sus problemas, que posea
conocimientos, competencias y motivaciones que le permitan trabajar
individual y colectivamente en resolver problemas actuales y evitar que se
planteen otros nuevos.

Estas afirmaciones están fundamentadas principalmente en el


pronunciado de la Conferencia Intergubernamental en Educación Ambiental
de Tbilisi (Georgia) de 1977, donde se sientan las bases de la Educación
Ambiental (UNESCO, 1977). Finalmente, la comunidad es esencial para
entender la sostenibilidad, y también es esencial para enseñar la ecología de
la manera multidisciplinaria que requiere. En las escuelas, varias disciplinas
necesitan ser integradas para crear un currículum orientado ecológicamente.

Obviamente esto sería posible, si los docentes a través de la


interdisciplinariedad forman lo que podría llamarse la Eco-Escuela para dar
oportunidad a profesores, alumnos y otro personal del centro, de aplicar
42

ideas y acciones de educación ambiental en la vida cotidiana del centro


escolar, la familia y el municipio, en cooperación con otros centros que han
de involucrarse en el futuro.

Más en concreto esto pude permitir aumentar la conciencia y el


trabajo ambiental en equipo; utilizar y contribuir a mejorar una
metodología participativa de trabajo común; mejorar ambientalmente el
centro escolar y su entorno; reducir residuos y fomentar su reciclado y
tratamiento; reducir el consumo de combustibles, electricidad y agua;
implicar a las autoridades y a la comunidad local; mejorar el
conocimiento de otras lenguas y culturas a través de la Red de Eco-
Escuelas.

Lo anteriormente planteado sería impulsado por el fomento de las


relaciones e intercambios con centros escolares en red; posibilitar al
profesorado la participación en seminarios y reuniones red; y recibir un
reconocimiento público a una buena gestión ambiental de acuerdo con
el enfoque de alfabetización ecológica, ha de ser el predominante en la
educación escolar obligatoria, son prioritarios los objetivos de
enseñanza que se refieran al desarrollo de capacidades e instrumentos
cognitivos y afectivos necesarios para que los dicentes vaya logrando
comprender, posicionarse personalmente y, en su caso, actuar ante las
problemáticas socioambientales que incluyen en los componentes del
conocimiento.

Para Cañal de León, (2004); y Castillo (2002), las relaciones


conceptuales entre las varias disciplinas pueden ser hechas explícitas
solo si hay las correspondientes relaciones humanas entre la comunidad
43

educativa en general, puesto que la educación para una vida sostenible


puede ser mejor practicada si la escuela completa se transforma en una
comunidad de aprendizaje, donde los docentes, estudiantes, directivos,
padres y representantes están todos inter-vinculados en una red de
relaciones, trabajando juntos para facilitar el aprendizaje.

En este sentido, la enseñanza no solo fluye de arriba hacia abajo, si no


que hay un intercambio cíclico de conocimientos. El foco está en el
aprendizaje, y todos en el sistema cumplen el rol tanto de profesor como de
estudiante, es decir, se necesita una pedagogía de la educación para la vida
sostenible, para romper completamente con el régimen estático que hasta
ahora ha caracterizado la educación venezolana en todos sus subniveles.

En consecuencia, se necesita el compromiso de todos en un proceso


de aprendizaje con proyectos de vida reales; ello generaría una fuerte
motivación, compromiso y responsabilidad en los estudiantes, a los que
hasta ahora solo se les ha presentado una información predeterminada y
descontextualizada, que no alienta el pensamiento crítico, el cuestionamiento
y la experimentación, hay que reconocer que aprender incluye la
construcción de significados de acuerdo a la historia personal y cultural del
estudiante, en este sentido, la educación para la vida sostenible es una
empresa que trasciende todas nuestras diferencias de raza, de cultura o de
clase.

Por ende, hay que conectar y vincular los componentes de la unidad


múltiple de la identidad humana, y esto implica revolucionar el concepto
mismo de hombre y de humanidad. El hombre hasta el momento ha ignorado
44

y marginado las raíces terrestres, físicas y biológicas del hombre. Hay que
movilizar estas grandes identidades con las esferas de vida que son creadas
y regeneradas por el mismo hombre: el espíritu, los mitos, la conciencia, las
ideas. Todo lo anterior concuerda con lo expuesto por Morin (2002), cuando
afirma que la tierra no es solo eso, es la tierra-patria, a la que se debe
reconocer como el techo común donde nuestra vida es posible, por ser una
sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común.

Ahora bien, incluir estas nuevas ideas en el aprendizaje de los


estudiantes multiplicador que ellos puedan ejercer. Se puede afirmar que se
necesita una pedagogía transformadora, que logre trascender los límites de
las instituciones educativas, una pedagogía de la acción con una perspectiva
sociopolítica y crítica. Por lo tanto la acción educativa se debe centrar en la
participación de todos y todas, la equidad, el enfoque de género y el
empoderamiento, entre otros, ayudaría a modificar las conductas de la
población con el efecto.
Por su parte, González (2005), dice que una eco-alfabetización crítica,
debería ayudar a los estudiantes a entender y construir significados
culturales sobre el ambiente que haga el mundo y su salvación inteligible
para las personas comunes. Estas ideas quizás apunten a un nuevo
reencuentro de la educación con una base ambiental, ya no como simple
aprendizaje de conceptos, sino como forma de darle significado a la vida y a
la acción humana.

Por ello, posiblemente sea útil la idea de la alfabetización ecológica


como una manera para que las comunidades puedan apropiarse del
conocimiento ecológico y convertirlo en formas de culturas sostenibles. Quizá
45

sea necesario empezar a decir que en las escuelas se deberá educar para
pensar ambientalmente y actuar socialmente.

Definitivamente, la emergencia de este milenio es sembrar en todos los


ciudadanos y ciudadanos el alfabetismo ecológico como la forma más
expedita de crear la conciencia ecológica desde la complejidad del universo
como una cadena de inseparables modelos de relaciones y como un sistema
vivo que se autoregula. Esta nueva visión de la realidad, el eco alfabetismo
tiene profundas implicaciones para la educación en el siglo XXI, y para la
pedagogía que tiene que introducir la comprensión de la vida en cada centro
educativo. Por lo tanto, el ecoalfabetismo necesita crear una malla curricular
que enseñe a los hijos de la tierra los hechos fundamentales de la vida.

Desde lo expresado anteriormente, y siguiendo a Gómez (2001), la


reciente búsqueda en la neurociencia y el desarrollo cognitivo ha dado lugar
a un nuevo planteamiento del proceso de aprendizaje, basado en el rol activo
del conocimiento, en el cual toda la información está conectada con las
experiencias pasadas en una búsqueda constante de los modelos del
significado; la importancia de la enseñanza experimental; la diversidad de
estilos de aprendizajes vinculados a múltiples inteligencias; y el contexto
social y emocional en el cual las experiencias significativas tienen lugar.

Según lo expuesto por el autor se puede considerar la importancia del


alfabetismo ecológico como una característica que necesita de la práctica, de
la vivencia y de entender el lenguaje de la naturaleza, sentirla, tocarla y
admirarla como forma de vida, como el renacimiento de la conciencia
humana que a final de cuentas también es la forma natural que diferencia al
ser humano de los otros seres vivientes del planeta, por lo que si obviamente
46

es sabido que las ideas surgen de la mente de cada persona, entonces se


necesita una educación que colabore en la formación de estudiantes
creativos e inquietos, apasionados por aprender en una aventura intelectual
que involucre de forma definitiva a la ecología, pero para serle útil y no para
actuar con actitud depredadora en su contra.

Bajo estas ideas, se puede entonces, por ejemplo, vivencial y


comprender los principios de la ecología en el jardín de una escuela o de la
universidad en un proyecto de recuperación de un bosque o una plaza son
tareas que facilitan experiencias de aprendizaje que comprometan a los
estudiantes en la cooperación, la tutela, la integración de diversas
inteligencias, sino que también constituye una mejor forma de aprender y de
involucrar a las comunidades escolares.
Obviamente esto solo es posible, si los docentes a través de la
interdisciplinariedad forman lo que podría llamarse la Eco-Escuela para dar
oportunidad a profesores, alumnos y otro personal del centro, de aplicar
ideas y acciones de educación ambiental en la vida cotidiana del centro
escolar, la familia y el municipio, en cooperación con otros centros que han
de involucrarse en el futuro. Más en concreto esto pude permitir aumentar la
conciencia y el trabajo ambiental en equipo; utilizar y contribuir a mejorar una
metodología participativa de trabajo común; mejorar ambientalmente el
centro escolar y su entorno; reducir residuos y fomentar su reciclado y
tratamiento; reducir el consumo de combustibles, electricidad y agua; implicar
a las autoridades y a la comunidad local; mejorar el conocimiento de otras
lenguas y culturas a través de la Red de Eco-Escuelas.

Fomentar las relaciones e intercambios con centros escolares en red;


posibilitar al profesorado la participación en seminarios y reuniones red;
47

recibir un reconocimiento público a una buena gestión ambiental de acuerdo


con el enfoque de alfabetización ecológica, que ha de ser el predominante en
la educación escolar obligatoria, son prioritarios los objetivos de enseñanza
que se refieran al desarrollo de capacidades e instrumentos cognitivos y
afectivos necesarios para que los dicentes vaya logrando comprender,
posicionarse personalmente y, en su caso, actuar ante las problemáticas
socioambientales que incluyen en los componentes del conocimiento.

Por ende, hay que conectar y vincular los componentes de la unidad


múltiple de la identidad humana, y esto implica revolucionar el concepto
mismo de hombre y de humanidad. El hombre hasta el momento ha ignorado
y marginado las raíces terrestres, físicas y biológicas del hombre. Hay que
movilizar estas grandes identidades con las esferas de vida que son creadas
y regeneradas por el mismo hombre: el espíritu, los mitos, la conciencia, las
ideas. Todo lo anterior concuerda con lo expuesto por Morin (2002), cuando
afirma que la tierra no es solo eso, es la tierra-patria, a la que se debe
reconocer como el techo común donde nuestra vida es posible, por ser una
sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común.

Ahora bien, incluir estas nuevas ideas en el aprendizaje de los


estudiantes ayudaría a modificar las conductas de la población con el efecto
multiplicador que ellos puedan ejercer. Se puede afirmar que se necesita una
pedagogía transformadora, que logre trascender los límites de las
instituciones educativas, una pedagogía de la acción con una perspectiva
sociopolítica y crítica. Por lo tanto la acción educativa se debe centrar en la
participación de todos y todas, equidad, enfoque de género,
empoderamiento, entre otros.
48

Esta trascendencia, viene dada por la acción de los estudiantes en


sus comunidades y por ende en sus hogares, ellos han de ser
concebidos como agentes multiplicadores de las experiencias y
aprendizajes significativos que se dan en las instituciones educativas,
ayudando a otras personas a entender como funciona el mundo y a
reflexionar acerca de las actividades humanas tienen consecuencias
para el planeta, así está latente la posibilidad de traducir este
entendimiento en acciones que redunden en el cuidado del medio
ambiente.
Por ello posiblemente sea útil la idea de la alfabetización ecológica
como una manera de que las comunidades puedan apropiarse del
conocimiento ecológico y convertirlo en formas de culturas sostenibles. Quizá
sea necesario empezar a decir que en las instituciones educativas se deberá
educar para pensar ambientalmente y actuar socialmente. Definitivamente la
emergencia de este milenio es sembrar en todos los ciudadanos y
ciudadanas el alfabetismo ecológico como la forma más expedita de crear la
conciencia ecológica desde la complejidad del universo como una cadena de
inseparables modelos de relaciones y como un sistema vivo que se
autorregula.

En esta nueva visión de la realidad, para Capra (1998), el


ecoalfabetismo tiene profundas implicaciones para la educación en el siglo
XXI y para la pedagogía que tiene que introducir la comprensión de la vida
en cada centro educativo. Por lo tanto, el ecoalfabetismo necesita crear una
malla curricular que enseñe a los hijos de la tierra los hechos fundamentales
de la vida.
49

Ahora bien, parece conveniente en este punto, tomar a Torres (2008),


quien plantea que la reciente búsqueda en la neurociencia y el desarrollo
cognitivo ha dado lugar a un nuevo planteamiento del proceso de
aprendizaje, basado en el rol activo del conocimiento, en el cual toda la
información está conectada con las experiencias pasadas en una búsqueda
constante de los modelos del significado; la importancia de la enseñanza
experimental; la diversidad de estilos de aprendizajes vinculados a múltiples
inteligencias; y el contexto social y emocional en el cual las experiencias
significativas tienen lugar.
Por ejemplo, vivencial y comprender los principios de la ecología en el
jardín de una institución educativa o en un proyecto de recuperación de un
bosque, una plaza son tareas que facilitan experiencias de aprendizaje que
comprometan a los estudiantes en la cooperación, la tutela, la integración de
diversas inteligencias, sino que también constituye una mejor forma de
aprender y de involucrar a las comunidades educativas.

El Pensamiento Sistémico en la Educación

Cada vez es más necesario intentar construir y educar


comunidades sostenibles, que tomen las lecciones que proporcionan los
ecosistemas vivos que son comunidades sostenibles, para ello entender
los principios básicos de la ecología, el lenguaje de la naturaleza es de
vital importancia, por ello, Peón (2007), insiste en la necesidad de
descubrir la alfabetización ecológica como una ciencia, como una
nueva manera de pensar basada en las relaciones conectadas y
50

contextualizadas de los sistemas vivos, es conocida como pensamiento


sistémico descubierto cuando los científicos exploraron la vida de los
organismos vivos, los ecosistemas y los sistemas sociales, y
reconocieron que todos ellos estaban integrados en su totalidad.

Ante lo expuesto por el autor, la sostenibilidad ecológica es una


característica propia de una red de relaciones, significa que para entenderla
correctamente, para ser ecológicamente letrados, es necesario según Rizo
(2011), aprender a pensar en términos de relaciones, interconexiones,
patrones y contextos. Científicamente, este tipo de pensamiento es conocido
como pensamiento sistémico, y es crucial para entender la ecología, porque
como ya se a descrito en párrafos anteriores es la ciencia de las relaciones
entre los miembros de nuestro hogar, la Tierra.

El pensamiento sistémico nació de una serie de diálogos


interdisciplinarios entre biólogos, psicólogos y ecologistas entre los años
1920 y 30. Científicos de todos estos campos se dieron cuenta de que un
sistema vivo, organismo, ecosistema, o sistema social es un todo integrado
cuyas propiedades no pueden ser reducidas a aquellas de las partes más
pequeñas. Las propiedades sistémicas pertenecen a un todo, más no a las
partes del mismo.

Este tipo de pensamiento implica entonces un cambio de perspectiva de


las partes al todo. Los primeros pensadores sistémicos acuñaron la frase El
todo es mayor a la suma de sus partes. Pero, qué significa esto
exactamente? ¿En qué sentido es el todo mayor que la suma de sus partes?
La respuesta está según, Serra (2008), en las relaciones; infiriéndose que
51

todas las propiedades esenciales de un sistema viviente dependen de las


relaciones entre sus componentes, pensamiento sistémico significa pensar
en función de las relaciones, o sea, que para comprender la vida, se necesita
un cambio de enfoque de los objetos a las relaciones.

Se puede ejemplificar estas relaciones, simplemente entendiendo


como cada especie de un ecosistema ayuda a sostener la cadena
alimenticia. Si una de las especies es diezmada por alguna catástrofe
natural, el ecosistema seguirá siendo resiliente si hay alguna otra especie
capaz de llevar a cabo funciones similares. En otras palabras, como lo
apunta Libiano y García (2000), a estabilidad de un ecosistema depende
de su biodiversidad, de la complejidad de su cadena de relaciones. Así,
entendiendo las relaciones dentro de un ecosistema, es como se puede
entender lo que significan estabilidad y resiliencia en el pensamiento
sistémico.

Ahora bien, entender las relaciones no resulta sencillo porque es


algo que va en contra de la empresa científica tradicional. La ciencia ha
dicho que las cosas deben ser medidas y pesadas. Pero las relaciones
no pueden ser medidas ni pesadas; estas deben ser mapeadas, así lo
afirma Rizo (2011), al hacer esto se hace evidente que algunas
configuraciones se repiten. Esto es lo que se llama patrón. Las redes,
los ciclos, y las repeticiones en la retroalimentación, son ejemplos de
patrones de organización característicos de la vida. El pensamiento
sistémico implica pues, otro cambio de perspectiva: de los contenidos a
los patrones.
52

Adecuando los planteamientos anteriores a los sistemas educativos se


infiere que lo señalado tiene importantes efectos para los educadores y el
trabajo pedagógico, que incluyen un conjunto de orientaciones valóricas y
transversales que niegan el relativismo y el absolutismo y también el valor
del otro y sus relaciones, Cox (2006) al respecto hace énfasis en los
aprendizajes, pues es hora de exigirle al sistema escolar mayor capacidad
para formar con nuevas habilidades en los docentes y en los estudiantes.
Para ello se requiere un mayor nivel de intensidad en los contenidos
que tradicionalmente son tratados en las aulas, entre estos se destacan
según el autor citado la capacidad de abstracción, experimentación, aprender
a aprender, comunicación, trabajo colaborativo, resolución de problemas,
manejo de incertidumbre, adaptación al cambio y pensamiento sistémico.

Ciertamente, siempre se le ha pedido al sistema escolar que desarrolle


estas capacidades en los estudiantes, sólo que ahora no hay excusa para
postergar esta exigencia, porque la única forma de ser sujeto en la
complejidad en la que van a vivir las personas en el futuro, es poseyendo unas
capacidades mayores conceptualización, de categorización, de
descubrimiento de patrones y significados, de ordenamiento de realidades
complejas a través de conceptos, analogías, metáforas, fórmulas y modelos,
esto corresponde a llevar las capacidades un paso más adelante.

En la actualidad no bastan los esquemas de causas y consecuencias


que tradicionalmente comunicaba el sistema educativo. Ahora se le pide
mostrar perspectivas más amplias, más integradas, más multicausales y
multirrelacionales; más acordes con las formas en que las ciencias y la
tecnología actual piensan y actúan sobre el mundo. La tendencia actual es a
53

ver la realidad como entidades o cuadros singulares el trabajo, la familia, el


tiempo libre, problemas medioambientales, problemas sociales, Las
relaciones entre estos fenómenos quedan en el trasfondo, si es que alguna
vez se consideran como temas que se pueden discutir en las aulas de clase.
En consecuencia, enseñar a pensar en sistemas supone empeñarse en
descubrir las totalidades que son relevantes; supone enseñar a pensar en
relaciones; supone no sólo ver el problema, sino preguntarse por qué surge el
problema y cómo está conectado a otros problemas; supone
enseñar/aprender a redefinir problemas. Igualmente es necesario
experimentar y aprender a aprende que esta capacidad se encuentra
instalada en el sentido común educacional, por lo menos a nivel de idea, sin
embargo, falta avanzar en su concreción, ya que ella es imprescindible para
poder adaptarse al conocimiento y a unos contextos de trabajo y
socioculturales que cambian en forma permanente.

Si el sistema educativo no puede comunicar todo el conocimiento, sí


debe formar a los sujetos para que puedan autónomamente buscarlo, sepan
hacerse preguntas, indagar y ensayar. Debe formar en unas capacidades de
observación del propio aprendizaje, y ello no se puede hacer, sino
prácticamente; viviendo el viaje del conocimiento; experimentando
prácticamente, una y otra vez, en distintos ámbitos disciplinarios, el proceso
de unas preguntas que se van precisando; su contrastación con evidencias
(medibles o no; científicas o hermenéuticas); su arribo a un nuevo nivel de
comprensión; y el descubrimiento de prejuicios y preconceptos, de caminos
inútiles y útiles, del valor del orden y el método, entre otros aspectos.

Otro aspecto relevante es comunicarse y trabajar colaborativamente y


en equipo, desde la Educación inicial hacia arriba, debe ser una dimensión
54

muy importante de la experiencia que organiza el currículum, tanto para


responder al requerimiento social de integración como por la necesidad más
concreta de trabajo en equipo que es conveniente que caracterice los
contextos escolares actuales.
A los aspectos mencionados se agrega la urgencia del cambio en la
estructura, en la organización por asignaturas y ejes transversales o pilares
del currículum, lo que constituye el corazón del cambio del trabajo
pedagógico, una reorientación de los objetivos y contenidos dentro de cada
asignatura o área de conocimiento y experiencia que el trabajo en el aula
busca organizar. Es particularmente difícil dar cuenta en un espacio breve de
las características de cambios, porque varían por asignatura y niveles. Se
procurará en primer término dar cuenta de los cambios más generales, que
tocan a reorientaciones del conjunto, para luego intentar ofrecer una
ejemplificación de cambios por disciplinas en todos los niveles de la
educación venezolana.

El estudio de las relaciones concierne no sólo las relaciones entre


los componentes del sistema, sino también a aquellas del sistema con
sistemas circundantes más grandes. Esas relaciones son a las que se
refiere por contexto. Por ejemplo, la forma de una planta o los colores
de un ave, dependen de su entorno (vegetación, clima, etc.) así como
de la historia evolutiva de la especie, de su contexto histórico. El
pensamiento sistémico está siempre contextualizado, y busca un cambio
de conocimiento objetivo a conocimiento contextualizado, este
conocimiento podría ser la clave para que la labor diaria del docente.

Una labor que finalmente lleve a comprender que la forma viviente es


más que una figura, más que una configuración estática de componentes en
55

un todo, más de eso es imprescindible apropiarse del conocimiento de que


en cada sistema viviente, la forma es mantenida a la vez que existe un flujo
continuo de materia a través del mismo; hay desarrollo, hay evolución, la
comprensión de que la estructura de la vida está inseparablemente ligada a
la comprensión de los procesos metabólicos y del desarrollo, por lo tanto el
pensamiento sistémico incluye un cambio de énfasis de la estructura al
proceso cognitivo del mismo ser humano.

Todo esto significa que estos cambios de enfoque son en realidad


diferentes maneras de decir una misma cosa, concluyéndose entonces que
pensamiento sistémico significa un cambio de percepción de los objetos y
estructuras materiales, a los procesos y patrones de organización no
materiales que representan la esencia misma de la vida. Este enfoque es el
que hay que trabajar en el día a día de la práctica educativa en todas las
escuelas.

Visión Ecológica de las Instituciones Educativas

En una institución educativa global, no basta con anticipar el logro


del objetivo de desarrollo del milenio, asegurando que todos los
discentes puedan ejercitar su derecho a una educación decente,
utilizando como base los modelos de educación formal del pasado y el
contenido curricular del siglo XXI. Existe la obligación de todos de valorar
si los currículos escolares y los valores, las actitudes, los
comportamientos y los nutridos logros dentro del entorno educativo
contribuyen a un futuro sostenible para todas las naciones. Se trata pues,
56

en estos momentos de construir un currículo flexible que tenga alcance a


todas las esferas de desarrollo: físico, intelectual, emocional, social,
espiritual y al mismo tiempo que tenga en cuenta el ritmo de desarrollo de
cada estudiante en particular, atendiendo a la pedagogía de la diversidad.
Todo esto constituye un foco de interés para los investigadores, por
indagar aquellos aspectos relacionados con la organización educativa y el
régimen de vida de los estudiantes, asumiéndose así un perfeccionamiento
continuo de la educación que permita realizar las adecuaciones
correspondientes al proceso educativo, en sus planes de estudio y currículo
de todos los subsistemas de enseñanza.

Es por ello, que hoy día existe una visión mucho mayor de la
trascendencia social de los cambios educativos, los cuales podrían
fundamentarse en las siguientes interrogantes: ¿por qué la institución
educativa no realiza en plenitud su cometido? ¿Por qué el cometido que
ejecuta lo lleva a término incompleta o imprecisamente? ¿Por qué otras
entidades sociales del contexto externo a la institución, como la familia,
entidades públicas, instituciones privadas, entre otras actúan en sentido
contrario al de tal realización, interfiriendo los escasos logros? ¿Qué
edificios escolares estamos construyendo?, ¿qué sentido tiene lo que
hacemos, si es que se pretende alguno?, o ¿qué institución educativa
necesitamos tener para estimular a la sociedad, sin violentar su ritmo de
desarrollo, hacia una existencia, no sólo más cómoda y avanzada, sino
esencialmente más madura y humanista?

Por otro lado, desde ciertas concepciones actuales la escuela, es


asumida como sistema ecológico de desarrollo para lo cual se toma el
principio de la teoría bío-ecológica del desarrollo humano, propuesta por Urie
57

Bronfenbrenner (1987), donde se plantea que en el ambiente escolar se


desarrolla una progresiva acomodación entre un ser humano (niño, niña y
adolescente), y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en
los que vive e interactúa; esto indica que en la actualidad los propósitos de la
escuela vista ecológicamente, que no son más que el desarrollo de ella
misma y de todo lo que está dentro de ella, deben ser replanteados.

Desde dicha perspectiva, la institución, sin importar el nivel


educativo de que se trate, es uno de los microsistemas que más influyen
en el desarrollo del ser humano: la familia es el microsistema principal.
En cada microsistema hay un entorno, lugar en el que se puede
interactuar cara a cara; hay actividades, roles y relaciones
interpersonales. La entrada a la establecimiento educativo, es para el
discípulo, una transición ecológica primordial, ello implica que van a
cambiar sus roles, se va a convertir en estudiante, por lo que va a
cambiar su autoconcepto y su forma de actuar; éstos se van a enriquecer
enormemente tanto por el mayor número como por el tipo de relaciones
interpersonales.

La teoría antes mencionada, señala que los hechos ambientales que


más afectan el desarrollo de las personas, con gran inmediatez y potencia,
son las actividades en las que participan los demás con esa persona o en su
presencia. La interacción activa en lo que otros hacen, o incluso el mero
hecho de observarlo, con frecuencia inspiran a una persona a realizar
actividades similares por su cuenta.

Las actividades molares (en contraposición a conductas moleculares,


de corta duración y sin significado e intención) en las que la persona
58

participa, constituyen tanto los mecanismos internos como las


manifestaciones externas del desarrollo psicológico. Se puede tomar de la
teoría, una serie de elementos que permiten entender, cuestionar o
reflexionar respecto a los componentes de la escuela en la que participan
tanto los estudiantes como los docentes:

Primero: la escuela ofrece un entorno, un lugar de interacción cara a


cara. En este sentido, ¿qué tan adecuado es el entorno que ofrece la
institución para la interacción educativa? ¿Facilita interacciones variadas,
flexibles, cálidas y ricas? ¿La organización del trabajo y de los tiempos es
rígida o flexible e impide o propicia la interacción entre docentes y alumnos;
los alumnos entre sí; los educadores entre sí; padres de familia y docentes
entre otros? Reflexionar acerca de estas interrogantes, es importante, porque
desde ella se pueden implementar las innovaciones que en el entorno de la
institución se deberían dar.

Segundo: ¿cómo se entienden y valoran los roles que en la institución


se juegan?, por ejemplo: ¿qué funciones comprende el rol alumno: las de un
receptor pasivo, o es visto como indagador que construye su conocimiento?
¿Cómo se valoran los roles del docente, estudiantes o directivo en la
institución? ¿Tiene algún rol contemplado el padre de familia, o se le excluye
del entorno? Muchos de estos roles se asumen y valoran de manera no
consciente, la reflexión colegiada nos permitirá entender las funciones que
en cada rol se deberían jugar.

Tercero: en la institución hay una gran serie de actividades, tanto


netamente didácticas, como actividades muy variadas que no inciden
directamente en la educación ¿Cómo son las actividades netamente
59

educativas que en el centro educativo se dan? ¿Cómo participa el personal


en las mismas? ¿Las actividades modelan un comportamiento colaborativo o
competitivo? ¿Las actividades que el alumno observa le modelan
comportamiento adulto adecuado para la resolución de problemas y para una
vida democrática? ¿Cómo experimentan los estudiantes las actividades en
las que participan, como un castigo, una imposición, algo muy rico o
atrayente? ¿Las actividades son convergentes con los principios y valores
que la institución manifiesta?

Cuarto: en la organización educativa se dan múltiples relaciones


interpersonales, la tarea educativa así lo exige ¿Cómo son éstas? ¿Se
caracterizan por ser empáticas? ¿Modelan o promueven actitudes
prosociales? ¿Son horizontales, o se caracteriza, tanto en el aula como fuera
de ella, por ser verticales y burocráticas?

Muy importante, es que como docentes y gerentes se recuerde que, en


parte, no son las condiciones objetivas las que determinan la riqueza o
pobreza del microsistema educativo: es el sentido o percepción subjetiva de
los alumnos y alumnas la que importa. Dicha percepción está fuertemente
influida por la cultura que en familia y escuela se respiran: creencias, valores,
costumbres, tradiciones, entre otras. ¿Cuándo fue la última vez que
preguntamos a nuestros estudiantes respecto a cómo nos ven y sienten?
Realizar este ejercicio valdría la pena.

Para darle respuestas a todas esta preguntas se puede tomar la


teoría de Urie Bronfenbrenner, desarrolla el enfoque de la institución
como nicho ecológico, sin embargo es preciso ir más allá, porque no se
60

trata de ver ese solo aspecto, sino de reflexionar acerca de la gran


importancia que tiene la conservación del ambiente del planeta, así que
se trata que a través del nicho ecológico que es la institución se forme la
conciencia ecológica de todos los actores y autores del proceso
educativo.

Lógicamente, desde la perspectiva bien clara de lo que ellos son;: parte


de ese ambiente y en la medida que se mantenga y conserve, en esa medida
se mantiene y se preserva la especie humana. Al respecto Morín (1999),
afirma que el ser humano es un ser plenamente biológico y plenamente
cultural que lleva en sí esta unidualidad originaria. Es un super y un híper
viviente, que ha desarrollado de manera sorprendente las potencialidades de
la vida.

Igualmente expresa, que de manera hipertrofiada las cualidades


egocéntricas y altruistas del individuo, alcanza paroxismos de vida en el
éxtasis y en la embriaguez, hierve de ardores orgiásticos y orgásmicos; es en
esta hiper vitalidad que el homo sapiens es también homo demens, El
hombre es pues un ser plenamente biológico, pero si no dispusiera
plenamente de la cultura sería un primate del más bajo rango. La cultura
acumula en sí lo que se conserva, transmite, aprende; ella comporta normas
y principios de adquisición.

Añade Morín (1999), que hay una relación de triada individuo –


sociedad - especie; a través de ella explica que los individuos son el producto
del proceso reproductor de la especie humana, pero este mismo proceso
debe ser producido por dos individuos. Las interacciones entre individuos
61

producen la sociedad y ésta, que certifica el surgimiento de la cultura, tiene


efecto retroactivo sobre los individuos por la misma cultura. No se puede
absolutizar al individuo y hacer de él el fin supremo de este bucle; tampoco
se lo puede a la sociedad o a la especie.

A nivel antropológico, la sociedad vive para el individuo, el cual vive


para la sociedad; la sociedad y el individuo viven para la especie la cual vive
para el individuo y la sociedad. Cada uno de estos términos es a la vez
medio y fin, son la cultura y la sociedad las que permiten la realización de
los individuos y son las interacciones entre los individuos las que permiten la
toma de acciones más preventivas de carácter más colectivo que tendrían
más impacto y mayor duración.

Sin embargo se puede considerar que la plenitud y la libre expresión


de los individuos-sujetos constituyen nuestro propósito ético y político sin
dejar de pensar también que ellos constituyen la finalidad misma de la
triada individuo-sociedad-especie donde el ambiente como conjunto de
condiciones e influencias externas afecta la vida. Por lo que la
complejidad humana no se comprendería separada de estos elementos
que la constituyen, todo desarrollo verdaderamente humano significa
desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones
comunitarias y del sentido de pertenencia con la especie humana.

Conviene señalar la complejidad que supone definir


conceptualmente esta expresión si queremos ser exhaustivos en todas
sus implicaciones y funciones, ya que acoge al hombre en su totalidad,
de forma holística, y también a su contexto en una doble dimensión,
62

ecológica y social. No podría entenderse con nitidez esta expresión si no


se aclarase con anterioridad el significado de ambos términos; si
fundamentamos bien los conceptos de educación y salud, podremos
considerar de forma más sólida cuál es el sentido actual de dicha
expresión.

La Institución Educativa y Medio Ambiente

Para el abordaje de este punto resultan interesantes las siguientes


interrogantes: ¿Cómo se contribuye al mejoramiento y conservación del
medio ambiente? ¿Por qué es importante conservar el ambiente en
óptimas condiciones? ¿Quiénes están implicados en la conservación del
medio ambiente? ¿Qué estrategias o mecanismos se deben desarrollar,
para propiciar el mejoramiento del medio ambiente? ¿Cuáles son los
compromisos a seguir para la conservación del medio ambiente? ¿Cuál
es el papel del estudiante en el proceso de transformación para mejorar el
medio ambiente? ¿Cuál es el impacto proyectado a nivel local, regional,
nacional y mundial durante el proceso de mejoramiento ambiental?
¿Quiénes serán los beneficiados a largo plazo, con este proceso de
mejoramiento ambiental?

Las interrogantes anteriores, lograrían ubicar la teoría Urie


Bronfenbrenner (1987), en un contexto más general, de carácter
planetario, pues se trata de situar todas las interrelaciones del
sistema escolar como ambiente, en el gran suprasistema que es el
medio ambiente del planeta, en su mantenimiento y conservación,
todo esto para el fortalecimiento del sentido ecológico desde la
63

institución educativa, como sistema social y democrático, debe


educar para que los individuos y las colectividades comprendan la
naturaleza compleja del ambiente, resultante de la interacción de sus
aspectos biológicos, físicos, químicos, sociales, económicos y
culturales.

También para que construyan valores y actitudes positivas para


el mejoramiento de las interacciones hombre-sociedad para un
manejo adecuado de los recursos naturales y para que desarrollen
las competencias básicas para resolver problemas desde la práctica;
situada conceptualmente en la confluencia de cuatro poderosas
corrientes, según lo expresado por Buckley (2005): la teoría de los
sistemas vivientes, la sabiduría de los pueblos, la reforma sistémica de
las instituciones educativas, y la pedagogía basada en el lugar. Todo ello
da cuerpo a un cambio de percepción hacia un entendimiento ecológico
o sistémico, necesario para la preservación de la vida humana en el
planeta.

La visión de Buckley, da relevancia a la teoría de los sistemas como un


marco científico que requiere un cambio de percepción hacia una nueva
manera de pensar basada en las relaciones, el contexto, y las conexiones;
incluir a los humanos, a las otras criaturas vivientes, y a la tierra, ha guiado a
lo que el autor cataloga en su trabajo como “Alfabetismo Ecológico”, a través
del cual se puede entender cómo las maneras de educar que estuvieron una
vez incon-sutilmente integradas en la vida de una comunidad, deben ser
ahora conscientemente refortificadas, hasta en su propio lugar, y hasta en un
mayor grado en las sociedades industrializadas y altamente móviles.
64

También sostiene el autor, que en las comunidades sostenibles, el


compromiso de la comunidad total es entendido como esencial para el
bienestar de todos. El movimiento reconoce la escuela misma como un
sistema en el cual los estudiantes están incorporados y afectados, al menos
tácitamente, por los valores de la cultura más amplia de la organización y la
comunidad. Las instituciones educativas que adoptan estas reformas se
hacen practicantes de "comunidades de aprendizaje" en las cuales el
liderazgo y la innovación están distribuidos a través de redes de relaciones.
Los cambios de percepción del énfasis en los sistemas de pensamiento
encuentran paralelos en las prácticas de la reforma sistémica de las
instituciones.

Nichos Ecológicos desde la Representación Sistémica

En un ensayo titulado "Un sentido de desear saber", Orr (1971) escribe


un argumento apremiante para la razón por la cual los dicientes necesitan
"compro-meterse organizadamente con los sistemas vivientes y con la vida
de las personas quienes viven por la gracia de estos sistemas". Antes de que
los estudiantes sean introducidos a un conocimiento disciplinario más
avanzado, afirma este autor que ellos deberían estar inmersos en habitats
y comunidades tal cual estos ocurren, fuera de los límites construidos en los
salones de clases como los ríos, las montañas, los conucos, los humedales,
los jardines, los bosques, los lagos, las islas. De tal compromiso crece la
reverencia que es capaz de transformar el aprendizaje del simple
conocimiento a una pasión por preservar esos lugares.
65

Los planteamientos anteriores, denotan que al aplicar los conceptos del


pensamiento de los sistemas (por ejemplo, redes, sistemas anidados) como
coordenadas del diseño para el trabajo diario en la institución educativa,
daría resultados tangibles que llevarían a un cambio sistémico y sostenible
de la educación. Por lo general se buscan institutos educativos que puedan
expresar el espíritu de la reforma escolar y que estén funcionando como
comunidades integrales, pero más que eso en la actual reforma que se lleva
a cabo en el país, se deberían buscar escuelas que fueran lugares que
desearan experimentar con el aprendizaje basado en proyectos ambientales
para resolver los problemas de manera duradera, y no en partes aisladas y
fragmentadas para alentar el surgimiento de la innovación.

La amplia aplicación del pensamiento de sistemas, utilizando la


sabiduría aprendida de los pueblos y de la naturaleza, podría encender una
revolución en la educación. En este sentido Buckley (2005) afirma que, "en
su corazón, los problemas ecológicos que encaramos son problemas de
valores”. Los discípulos nacen con un sentido de deseo de saber y una
afinidad por la naturaleza.

Por ello, apropiadamente cultivados, estos valores pueden madurar en


el alfabetismo ecológico, y eventualmente en patrones de vida sostenibles”.
Ahora bien ¿Por qué todas estas complejidades? ¿Por qué no se enseña
ecología en los institutos?". En este sentido las complejidades y sutilezas del
acercamiento es subyacente al entendimiento verdadero de la ecología y la
sostenibilidad de los ambientes tanto escolares como los ambientes en
66

general en cuanto a la conservación y mantenimiento del planeta como el


hogar de todos los seres vivientes.

Brown (2001), define la sostenibilidad ecológica como una


sociedad que es capaz de satisfacer sus necesidades sin disminuir las
oportunidades de las generaciones futuras. No obstante, lo que se
necesita es una definición operativa de la sostenibilidad ecológica. La
clave para tal definición es la comprensión de que no necesitamos
inventar comunidades humanas sostenibles desde cero, si no que
podemos modelarlas a semejanza de los ecosistemas naturales, los
cuales son comunidades sostenibles de plantas, animales y
microorganismos.

La característica más sobresaliente de la biósfera es su habilidad innata


para sostener la vida, la comunidad humana sostenible debe ser diseñada de
tal manera que sus modos de vida, negocios, economía, estructuras físicas y
tecnologías no interfieran con la habilidad innata de la naturaleza para
sostener la vida.

Esta definición de sostenibilidad implica que, hay que hacer un esfuerzo


para construir comunidades sostenibles, entendiendo los principios de
organización que los ecosistemas han desarrollado para sostener la red de la
vida. Este entendimiento es lo que se llama "alfabetismo ecológico". En las
décadas por venir, la supervivencia de la humanidad dependerá de la
habilidad para entender los principios básicos de la ecología y vivir de
acuerdo a estos.
Es necesario enseñar a los dicientes, los hechos fundamentales de la
vida: por ejemplo, que la materia se mueve continuamente en ciclos a través
de la red de la vida; que la energía que mueve los ciclos ecológicos fluye
67

desde el sol; que la diversidad asegura la elasticidad necesaria para


recuperarse rápidamente; que los desechos de una especie son los
alimentos de otra especie; que la vida, desde sus comienzos hace más de
tres mil millones de años, no tomó posesión del planeta combatiendo sino
conectando redes. Enseñar este conocimiento ecológico, que también es
sabiduría ancestral, será el rol más importante de la educación en el siglo
veintiuno.

La Higiene como Ciencia y Categoría Ecológica

La ciencia es un sistema de conocimientos expresados en conceptos y


categorías, sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento acumulado en
el transcurso de la historia de la humanidad y que tienen como propósito
descubrir las leyes objetivas que rigen los fenómenos existentes. Hoy día es
casi imposible citar una ciencia que no utilice o dé un enfoque a sus estudios
sobre la base misma del concepto sistema, incluso la definición de ciencia la
lleva implícita. Según el siguiente planteamiento:

Un sistema es un conjunto de elementos organizados y


relacionados entre sí, que realiza una función común; conjunto,
porque lo forman dos o más componentes, y organización porque
cada elemento ocupa un lugar, una posición o un nivel, es decir
una estructura determinada que permite los vínculos y las
relaciones entre los componentes constitutivos, de manera tal que
todos realicen una función determinada. (Valle de Lima, 2006; 226)
Considerando lo anterior, para la ciencia, la naturaleza, la sociedad y el
pensamiento un sistema no constituyen una acumulación casual de objetos
y fenómenos independientes entre sí, aislados, sino un todo único
concatenado, cuyas leyes son la expresión de las múltiples relaciones, de
68

diversos tipos, que se establecen entre los objetos y fenómenos como parte
de lo denominado sistema ecológico.

Significa entonces que toda ciencia como sistema elabora una serie de
categorías y define las leyes a ella inherentes, que permiten predecir,
controlar y transformar el área o sector de la realidad objetiva que se abarca,
en la cual subyace las definiciones de higiene y salud, quienes a su vez
moran en el concepto de conciencia ecológica manejado en la primera parte
de la investigación.

En esta parte del estudio conviene introducir el concepto de biopolítica,


como es concebido para:

Designar lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en


el dominio de los cálculos explícitos y convierte al poder-saber en
un agente de trasformación de la vida humana… Pero lo que se
podría llamar “umbral de modernidad biológica” de una sociedad
se sitúa en el momento en que la especie entra como apuesta del
juego en sus propias estrategias políticas… Durante milenios, el
hombre siguió siendo lo que era para Aristóteles: un animal
viviente y además capaz de una existencia política; el hombre
moderno es un animal en cuya política está puesta en entredicho
su vida de ser viviente. (Foucault, 1998; 173)

Al llevar estas afirmaciones del autor a la higiene como ciencia y


categoría ecológica se puede decir que los gobiernos no han trabajado lo
suficiente en la importancia que estas tienen para que la población del país
sea saludable, las personas solo han sido vistas como sujetos del poder, que
69

pueden ser económicamente activos, sin percibir que estos tienen una vida
de derechos y de dignidad, lo que cataloga Mujica (2009), como la vida
viviente del ser humano, en la cual la persona necesitan gozar de buena
salud.

Ratificando la idea anterior, la cual alude, a que se sigue viendo al


ser humano desde sus más tempranas edades hasta su adultez, como
objeto del poder político y no como sujeto de este para el cual se debe
legislar, sigue siendo utilizado y regulado desde su interior y en su vida
social interpretándola, adsorbiéndola y articulándola de acuerdo a
intereses políticos que poco entiende que la persona humana es un ente
complejo que se desarrolla biológicamente pero que necesita libertad y
dignidad para tener una vida viviente como lo dice el autor citado.

Esta situación persistente durante décadas y durante muchos gobiernos


ha llevado a que los decentes ni lo estudiantes consideran sus propios
organismos desde el punto de vista de su vida, su periodo de utilidad, su
obsolescencia y envejecimiento, ni siquiera como su propia política como
individuo, ha faltado diligencia a nivel gubernamental para educar bajo la
perspectiva de la preservación y fortalecimiento de la salud, para entender
que no se puede separar al cuerpo de sus capacidades corporales y de su
esencia de ser humano por lo que se necesita que se trabaje políticamente
para protegerlo y respetarlo en su dignidad humana para que en su
conciencia, él se aprecie como tal.
Al reflexionar acerca de lo expresado anteriormente se pude inferir que
las políticas implementadas en el sector educativo a pesar de tener buenas
intensiones para incluir a la mayor parte de la población en el sistema
educativo en cualquiera de sus niveles y modalidades ha dejado de lado el
tema de la salud como categoría ecológica al no tomar en cuenta la
70

importancia de construir edificaciones adecuadas para el desarrollo y


fortalecimiento de la salud de los estudiantes. Lo que si es innegable es la
implementación de programas de alimentación en muchas instituciones
educativas, que sin duda favorecen la salud de los estudiantes al disminuir la
desnutrición e incrementar la asistencia diaria de estos al recinto educativo

Evidentemente trabajar la ecología en el ámbito de la formación y


educación, de la salud y la higiene parece ser la mejor política para el futuro
del país y del planeta, lograr conectar la vida de la población estudiantil
como ser ecológico para que se sienta tomado en cuenta en lo que respecta
a la conservación de su bienestar, se considera como:

El mero hecho de vivir, común a todos los seres vivos y una


vida cualificable propia del individuo, grupo o comunidad…según
la cual la vida natural no puede ser excluida del ámbito político…
pues la política es el lugar en el que vivir debe transformarse en
vivir bien. (Agamben, 2003; 161)

Por lo tanto, ha de considerarse a la política como al protagonista


principal que ha de dar al poder soberano y a su relación con la vida las
suficientes herramientas para que los seres humanos se sientan parte del
planeta que también deberá ser saludable, con la visión según Foucault
(2000), el hombre como especie está orientada a una masa global con visión
holística, que incluye aspectos y procesos propios de la vida de la especie
humana como es el nacimiento, muerte, producción y las enfermedades.
71

En este sentido, se le plantean a la práctica gubernamental problemas


que son fenómenos propios del conjunto de seres vivos constituidos como
población: salud, higiene, natalidad, longevidad, razas, entre otros; que al ser
ubicados en la actualidad en el concepto de biopolítica de Foucault (1998) , y
confrontando esta con lo afirmado por Ávila y Ávila, al indicar que “los
gobernantes han comenzado a mostrar preocupación por la salud del pueblo
a través de la higiene publica….se inician campañas de prevención a través
del aprendizaje de los aspectos de la higiene pública” (2010; 6) en Venezuela
actualmente se encuentra como elemento tangible y esperanza en el sector
educativo la aplicación de lo establecido en el Plan de Desarrollo Económico
y Social de la Nación (2007-2013).

Este plan, persigue fomentar la vida viviente del ser humano, está
fundamentado en la búsqueda de la suprema felicidad nacional, a través de
la democracia protagónica revolucionaria en un nuevo modelo productivo
social, aspectos que se sostienen legalmente en el Articulo 4, Resolución
2963 que da origen al Programa Nacional de Formadores (PNF), con la cual
se busca fomentar la investigación y la formación humanista del estudiante
en relación con la vinculación estrecha con las comunidades, la
conformación de ambientes educativos idóneas para el desarrollo
biosicosocial de los estudiantes, la participación activa y comprometida de
los individuos.
Es decir que se comienza a ver al concepto de biopolitica para
coadyuvar en el interés para avanzar hacia la creación de modalidades
curriculares flexibles, aspectos que consiguen en el desarrollo de esta
investigación bases para la transformación educativa, que sin duda
favorece al ser humano en la sociedad y en particular en el país, este
plan menciona otras aéreas prioritarias para el desarrollo de la
investigación: la de ambiente para impulsar un modelo de desarrollo
72

fomentado en la sostenibilidad ecológica, cultural, social y política, a


través de la conservación y uso sustentable de la naturaleza y de un
ordenamiento basado en el respeto a la soberanía y a la diversidad
biológica y cultural.

Otra área que representa al concepto de biopolitica es la de educación,


con la cual se aspira transformar el sistema educativo para la generación de
ciudadanos y ciudadanas comprometidos y comprometidas con la
comprensión crítica y transformación de la realidad individual, colectiva y
nacional, hacia la emancipación.

De igual forma en el área vivienda, hábitat y desarrollo urbano se busca


impulsar el desarrollo sostenible, donde las viviendas se inserten de manera
orgánica en un hábitat seguro, saludable, justo y equitativo. Acá se puede
observar que pese a la gran importancia que los ambientes educativos tienen
por ser los espacios donde interactúan seres humanos (estudiantes y
docentes), a pesar de que puede considerarse que deben ser sitios con
condiciones de ergonomía y habitabilidad adecuados para el desarrollo de la
persona humana en lo que respecta a la higiene y a la conservación y
fortalecimiento de la salud se evidencia que Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación (2007-2013), no han sido tomados en cuenta.

También se consigue en este plan el área de salud colectiva, esta


persigue organizar la salud integral de la población venezolana a través del
mejoramiento de las condiciones de vida, los sistemas de prevención de
73

enfermedades y asistencia médica universal fortaleciendo el sistema


nacional de salud

Por otro lado, García (2007, 345), expresa que “la higiene es una
ciencia que estudia al hombre en intima relación con su ambiente”; también
trata sobre la capacidad de trabajo, los medios y métodos que permiten el
establecimiento del equilibrio adecuado del hombre con su ambiente en aras
del bienestar físico, psíquico y social. Es decir, la higiene es la ciencia que se
ocupa de la interacción del organismo con el ambiente que lo circunda, de la
influencia recíproca de uno sobre el otro, del estado de equilibrio entre
ambos.

En el contexto de las ideas anteriormente planteadas se puede inferir


que la higiene es la ciencia de la salud, si se la considera como un equilibrio
múltiple, constante y contradictorio de un organismo o un grupo de ellos, en
interacción con un ambiente, y no como la ausencia de enfermedad o el
funcionamiento normal de todos los órganos y sistemas de un organismo,
como se suele interpretar. De ahí que el concepto de salud constituye una de
las categorías fundamentales de la higiene y está implícito en el objeto de
estudio de dicha ciencia.
Por otro lado, García (2007, 345), expresa que “la higiene es una
ciencia que estudia al hombre en intima relación con su ambiente”; también
trata sobre la capacidad de trabajo, los medios y métodos que permiten el
establecimiento del equilibrio adecuado del hombre con su ambiente en aras
del bienestar físico, psíquico y social. Es decir, la higiene es la ciencia que se
ocupa de la interacción del organismo con el ambiente que lo circunda, de la
74

influencia recíproca de uno sobre el otro, del estado de equilibrio entre


ambos.

En el contexto de las ideas anteriormente planteadas se puede inferir


que la higiene es la ciencia de la salud, si se la considera como un equilibrio
múltiple, constante y contradictorio de un organismo o un grupo de ellos, en
interacción con un ambiente, y no como la ausencia de enfermedad o el
funcionamiento normal de todos los órganos y sistemas de un organismo,
como se suele interpretar. De ahí que el concepto de salud constituye una de
las categorías fundamentales de la higiene y está implícito en el objeto de
estudio de dicha ciencia.
La Higiene Educativa como Proceso Complejo en Evolución

La higiene es la ciencia que estudia la influencia de los diversos


factores ambientales sobre el organismo humano con la finalidad de
normar científicamente las condiciones de vida y de trabajo. Al respecto:

La tarea básica de la higiene consiste en determinar qué


métodos son necesarios tomar en consideración para crear las
mejores condiciones de vida y trabajo de una población o colectivo
de manera tal que las actividades que éste realice no conspiren
contra su estado de salud, y por el contrario, contribuyan a su
conservación y fortalecimiento. (Fuentes, 2006; 100)

De ahí, que la higiene sea la ciencia de la conservación y


fortalecimiento de la salud, y la sanidad, la actividad práctica que de ella se
deriva y a través de la cual se aplican las normas, principios y medidas
encaminadas a crear las condiciones óptimas en el ambiente en que vive o
realiza su actividad una comunidad o colectivo humano.
75

Figura I. Distinción entre higiene y sanidad. Fuente: Fuentes


(2006) Sistematizado por: González, Eglé (2010)

Sin embargo, dada la existe dificultad intrínseca en el sector educativo


para conceptualizar la higiene y la sanidad, por los diversos aspectos que
abarcan, al hablar de ellos en las instituciones educativas se suele asociar
con la limpieza, cuidado, profilaxis, y el aseo. Por esto, es conveniente para
la correcta definición de la higiene, realizar una aproximación a la definición
de la ciencia como sistema, con la finalidad de que se entienda la relevancia
que ésta tiene como ciencia y no, como en la actualidad se asume en las
escuelas, una mera concepción metodológica exigida en los programas
educativos.

Para ello, se pudiera asumir el concepto que el materialismo


dialéctico e histórico ofrece de ciencia, el cual, la define según Batista
(2007), como el sistema de conocimientos expresados en conceptos y
categorías sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento,
acumulados en el transcurso de la historia de la humanidad y que tienen
como propósito descubrir las leyes objetivas que rigen los fenómenos
existentes.
76

Por consiguiente al establecer la relación entre el concepto de ciencia y


la higiene se pude decir que esta última, es la ciencia de la salud, que
estudia la influencia del medio ambiente en el organismo del ser humano,
que para esta investigación se pueden ubicar especialmente en las
condiciones en que los estudiante permanecen en los ambientes escolares, o
en su condición de vida, vinculadas al modo social, de la sociedad,
características de las instituciones educativas y a su actividad escolar.

Esta idea, revela la estrecha vinculación entre la higiene como


ciencia al aspira a estudiar la influencia de los fenómenos que se
suscitan en los ambientes que son causa de desequilibrios en los
organismos de los estudiantes.
Como resultado, la higiene, al igual que las otras ciencias, se ha
desarrollado y a su vez diferenciado en los últimos años, por una parte la
higiene ha profundizado en todos y cada uno de los factores naturales e
incluso sociales que conforman el ambiente humano, dando lugar a ramas
como por ejemplo la higiene de los alimentos. Por otro lado, la higiene se ha
dedicado a estudiar la influencia de diferentes ambientes sobre determinados
grupos humanos, surgiendo la higiene militar, la higiene escolar y otras.

Ahora bien, la higiene escolar de hoy no es la de ayer. Las ciencias


actualmente descubren en los objetos de la naturaleza y de la sociedad
elementos de estudio mucho más complejos que los que apreciaba en
ellos la ciencia a comienzos del siglo XX; se ha venido pasando, según
Valle de Lima (2006), de estudios de los objetos aislados al de sus
conjuntos, e investigaciones a mayor escala, este es el caso de la
77

higiene de los niños, niñas y adolescentes, siendo a través de la higiene


escolar que se han concretado esos estudios, esto se debe a que las
edades que abarca a estos los circunscriben a las instituciones
educativas, sobre todo cuando en Venezuela se habla de garantizar la
salud y la educación a todos los ciudadanos desde las más temprana
edad.

De esta forma la higiene de los niños, niñas y adolescentes ha


extendido su objeto de estudio, ya que no sólo se dedica a estudiar en la
escuela los hábitos higiénicos que tradicionalmente se conocen; se trata de
darle además de la importancia que ella tiene, un carácter científico, el cual
radicaría fundamentalmente en el caso de esta investigación en: tener un
objeto de estudio e investigación específicos no abordado por ciencia alguna
en el sistema educativo, poseer métodos propios de investigación y elaborar
una nueva teoría de la relación estudiante-ambiente, que logre incorporar e
integrar en un todo único el estudio de la higiene de las edades de los
educandos de Educación Inicial, Educación Primaria, Bachillerato y
Universitaria, por lo que se podría llamar la higiene de las edades, definida:

Como la correspondencia entre las posibilidades


funcionales del organismo en desarrollo con las condiciones
concretas del medio, la preparación, la preparación funcional del
organismo ante la influencia de distintos factores, que al
estudiarlos en sus relaciones complejas del organismo con sus
ambiente, resulta esencial ver la relación funcional de los
estudiantes para desarrollar su trabajo escolar sin perjuicio de sus
estado de salud y también aquellas que dificultan su trabajo
escolar (García, 2007: 3).
78

Por tanto, al ubicarse en lo expresado por el autor, se infiere que


muchas son las razones que se pueden esgrimir para manejar
correctamente el carácter funcional de los organismos de los estudiantes en
los ambientes escolares, entre las cuales están: en primer lugar, los niños,
niñas y adolescentes poseen peculiaridades anatomofisiológicas y
psicosociales que los hacen diferentes a los adultos, y además se reconoce
que las condiciones ambientales de vida y educación repercuten de manera
diferente en el organismo infantil que en el adulto.

En segundo lugar, el organismo en crecimiento y desarrollo exige


una higiene propia que refleje la relación con el ambiente del individuo
que no ha alcanzado aún su plena madurez; y en tercer lugar la higiene
de los niños, niñas y adolescentes tomaría en cuenta las edades que
condicionan la extraordinaria variabilidad de la población infantil y la
manera de relacionarlos a los factores que conforman el ambiente en que
viven.

Por lo que se aspira que a través de esta higiene se elaboren normas y


medidas higiénicas que tengan que ver con los diferentes ambientes en el
que se desarrollan y educan los niños, niñas y adolescentes, se trata de
asegurarles a estas nuevas generaciones unas condiciones apropiadas a sus
edades y a las actividades que estos realizan en los diferentes ambientes,
considerándolos como una unidad biosocial y al ambiente como un sistema
complejo de factores bióticos, abióticos y sociales en el que ellos y ellas
resultan altamente significativos. En otras palabras, la higiene de los niños,
niñas y adolescentes plantearía las condiciones óptimas de vida y educación
que garantizarían el desarrollo integral de las nuevas generaciones de
venezolanos.
79

Figura II. Aspectos de la normalización higiénica. Sist: González


(2010)

Para Yanda (1981), la expresión higiene escolar restringe el objeto de


estudio de esta ciencia al ambiente y a las actividades que los niños y niñas
realizan en determinadas edades en la escuela, y como tal es una parte de la
higiene de ellos, que comprende, además, la higiene de estos en los
diferentes subsistemas del sistema educativo en general, ella estudia
específicamente a los niños y niñas en edad escolar, por lo que es preferible
nombrarla como higiene del escolar, ya que estudia las relación del niño y la
niña con edad escolar con su ambiente, el cual no sólo abarca el ambiente
en la escuela sino también el de su casa de habitación y la comunidad donde
interactúa.

La higiene de los niños, niñas, adolescentes y adultos, dado su objeto


de estudio, es una ciencia independiente que tiene distintas ramas de
acuerdo con el criterio de clasificación que se adopte: la edad, el ambiente, la
actividad que se realice, entre otros; tiene la finalidad, según Yanda (1981),
de descubrir y dar a conocer las regularidades objetivas que rigen la relación
educando-ambiente, las cuales le permiten al individuo lograr el equilibrio
80

necesario y, por lo tanto, estar en condiciones de transformar


conscientemente la realidad. Base sobre la cual dicta las normas y medidas
científicas encaminadas al establecimiento de la relación antes planteada a
través de la acción activa y directa sobre el medio externo, con el fin de crear
las condiciones más favorables para la conservación y el fortalecimiento de
la salud humana.

Lo anterior podría enmarcar lo enunciado por Sanvisens (2004), al


declarar que se debe colocar a toda manifestación pedagógica y
educativa un trasfondo cultural, una concepción del mundo y del hombre,
una ideología tal vez más o menos explícita. La pedagogía, al hacerse
consciente de ello, debe partir fundamentalmente de una antropología
filosófica, científica y cultural; debe examinar críticamente el problema de
los fines y valores de la educación, de las pautas y patrones que rigen el
proceso educativo, justipreciando su alcance vital y humano, su
entronque social y cultural, y fundamentando crítica y racionalmente en
un plano de evolución constante su importancia formativa.

Se considera en consecuencia, que en los estudiantes no existen una


serie de conductas independientes, sino que están insertos en un contexto o
entramado social formando unos determinados estilos de vida, por lo que las
estrategias educativas y los objetivos de cambio en las instituciones
educativas deberán dirigirse al conjunto de comportamientos y a los
contextos donde se desarrollan, ya que resulta difícil que se produzca una
modificación de la conducta si al mismo tiempo no se promueven los
cambios ambientales adecuados.
81

Por lo planteado se puede afirmar que la higiene de los estudiantes, es


la que orienta la creación de las mejores condiciones posibles de vida y
eliminar las influencias que puedan actuar de una manera desfavorable en el
bienestar inmediato y mediato del hombre.

Figura III. Distinción entre higiene escolar e higiene de los


estudiantes Sist: González (2010)

Complejidad de la Higiene Educativa


82

Señalar la complejidad supone definir conceptualmente la higiene


escolar, para ello se requiere según Ruiz (1999), ser exhaustivos en todas
sus implicaciones y funciones, ya que acoge al hombre en su totalidad, de
forma holística, y también a su contexto en una doble dimensión, ecológica y
social. No podría entenderse con nitidez esta expresión si no se aclarase con
anterioridad el significado de ambos términos; si se fundamenta bien los
conceptos de educación y salud, se puede considerar de forma más sólida
cuál es el sentido actual de dicha expresión y su estrecha relación con la
ecología, en función de elevar la calidad de vida de los niños, niñas y
adolescentes.
Siguiendo la idea anterior, la higiene educativa es según lo planteado
por Batalla y Méndez (2005), la aplicación de los principios y preceptos de la
higiene en las instituciones y a los estudiantes para satisfacer las
necesidades de estos, en un medio donde pasan la mayor parte del tiempo
de sus vidas, esto implica la importancia de tomar en cuenta dos aspectos, el
de la organización de la edificación escolar, sus dimensiones, iluminación,
limpieza, ventilación, valoración del ejercicio personal de los estudiantes, del
juego y del descanso, con la finalidad de que los niños, niñas y adolescentes
sientan que el ambiente escolar es ecológico para ello, formando así la
conciencia de que él o ella son parte de ese todo.

Los aspectos anteriores deben ir acompañados del fortalecimiento de


los programas de educación para la salud en el ámbito escolar, estimulando,
promoviendo y favoreciendo en los estudiantes al igual que en la comunidad
educativa conocimientos, actitudes y prácticas apropiadas sobre
alimentación y salud, al igual que estimular en los escolares la habilidad para
tomar decisiones sobre su salud; para facilitar su pleno desarrollo físico,
psíquico y emocional.
83

La complejidad de la higiene educativa viene dada entonces por las


actividades que lleven a transformar las circunstancias y a los sujetos de
educación, interviniendo en sus procesos de aprendizaje con una educación
ecológica que siente las bases para el desarrollo de actitudes que
manifiesten durante toda su vida en pro de la conservación del ambiente.
Esta respuesta esperada requiere de nuevas concepciones en el trabajo de
los docentes haciendo hincapié en aspectos sociales y humanos.
Estas perspectivas requiere de un educador que facilite el
descubrimiento, creando un clima de confianza y respeto mutuo entre los
estudiantes, el docente, que pueda expresar sus ideas y sentimientos, sentir
que su origen natural es valorado en su sistema de vida, a esta idea podría
llamase complejidad de la higiene escolar.

Por ello, la acción educativa permanente a través de la cual los


estudiantes llegan a tomar conciencia de su realidad global, de las relaciones
que se establecen en entre ellos, su ambiente escolar y con la naturaleza,
mediante la práctica y vinculación de un ambiente favorable para su salud,
adecuado a sus edades, comprensión de su comunidad para promover un
comportamiento dirigido a la transformación de la realidad en los aspectos
naturales y sociales.

Esta configuración, en la realidad de las instituciones educativas


venezolanas parece un sueño, ahora es el tiempo de cambiar la realidad
que no es ajena a la sociedad, es conocida y a la vez ignorada por todos,
proponerse crear estilos de vida saludables; fomentar la responsabilidad y el
compromiso de participar en actividades para mejorar la salud; favorecer
84

relaciones constructivas que fomentaran la autoestima entre los miembros de


la comunidad educativa; ofrecer un ambiente de estudio y trabajo más sano;
definir objetivos claros sobre la promoción de la salud; integrar de manera
coherente la educación para la salud en el plan de estudio e identificar y
aprovechar los recursos existentes para una educación que conciencie con
preocupación en devolverle a los estudiantes su lugar en el cosmos y para
que se sienta parte de él.
Para la investigación el punto focal; es construir, facilitar o adecuar los
ambientes escolares que faciliten la promoción y la conservación de la salud
en los niños, adolescentes y adultos, como una estrategia de higiene que va
más allá de la instrucción sanitaria, de los servicios de control, del desarrollo
de conocimientos, habilidades y prácticas para mejorar y conservar el estado
de salud y nutrición.

De lo que se trata es de observar los ambientes en las escuelas y en


sus aulas de clase, de lo cual se puede deducir fácilmente que estas no son
los más idóneos ambientes saludables, pues no tienen las condiciones
adecuadas del ambiente físico de las instalaciones, lo que propicia un
entorno escolar que lejos de favorecer la salud escolar, afecta el bienestar y
la productividad académica tanto de los estudiantes como la de los docentes.

Entonces, lo que es preciso aclarar es la interdependencia entre salud y


educación, las relaciones y correlaciones mutuamente constructivas entre
ambas, entendiendo que la higiene educativa debe tener como propósito
conocer la influencia de los factores que conforman el ambiente en que vive
y se educa la población y como conservar la salud teniendo en cuenta su
desarrollo físico y psicosocial.
85

Desde esta perspectiva, la higiene educativa se plantea hoy una serie


de tareas ante los cambios en las cargas físicas e intelectuales a la que
están sometidos los educandos, Garcia (2007), afirma que la creación de
condiciones favorables en la base material de la institución, la organización
racional del régimen de trabajo y descanso, la creación de mejores
condiciones para la organización escolar y las actividades extraescolares, los
cuales sostienen una relación compleja como es el organismo en su propio
ambiente.

Esta relación estará determinada por factores intrínsecos y


extrínsecos en su interacción donde resulta indispensable un enfoque
interdisciplinario y establecer relaciones con la preparación funcional del
organismo de los estudiantes con el medio externo, para que produzcan
nuevas adaptaciones y se promuevan nuevas cualidades en estos, de
acuerdo a las condiciones ambientales de los centros educativos.

Sin embargo, la lógica que se desprende de este análisis confronta


a la realidad existente en las instituciones educativas, donde lo que se
practica son acciones aisladas, propias de momentos que exigen
implementarse de acuerdo a lo que socialmente en el campo de la
prevención de enfermedades que privilegian un enfoque restringido de
la salud escolar y promueve en las escuelas un rol pasivo y receptivo
hacia campañas e iniciativas que provienen del sector sanitario.

Esto sucede cuando los programas de salud priorizan exclusivamente


las necesidades puntuales del sector salud y dejan de lado la posibilidad de
86

una integración oportuna y eficiente de sus acciones con los objetivos y


actividades que la escuela tiene previstos en su propio plan educativo. Se
deriva así en actividades esporádicas (charlas, campañas, controles de
salud) que no toman en cuenta las lógicas escolares, los tiempos
institucionales y las prioridades/oportunidades que sin duda existen en la
cotidianeidad de la institución. Se pierde así la posibilidad de “agregar valor”
educativo a estas acciones, utilizándolas como espacio para la participación
activa de los niños y niñas en la identificación de factores de riesgo y la
promoción de comportamientos saludables que son determinantes en el
largo plazo.

Lo que se pretende plantear en este estudio es una transformación de


fondo en la operacionalización del currículo; que de más importancia a una
educación para la salud, basada en las necesidades e intereses de los
estudiantes en cada etapa de su desarrollo y acorde a las características
individuales, culturales y de género, procurando integrarla de manera
permanente y transversal al currículum.

Seguir una lógica secuencial y progresiva utilizando metodologías


participativas y constructivas, busca ir más allá de la mera información y
fortalecer el desarrollo de las “competencias” (“saber hacer”) que se requiere
para tomar decisiones favorables a la conservación y fortalecimiento de la
salud de todos los actores y autores del proceso educativo, a través del
desarrollo de ambientes y entornos saludables, referido tanto a los espacios
físicos (que deben estar limpios y ser estructuralmente adecuados) como al
entorno institucional (que debe ser emocional y psico-socialmente sano,
seguro, libre de agresión y violencia verbal, emocional o física).
87

La tarea descrita anteriormente procura encontrar entonces estrategias


sostenibles y adecuadas para que el equipo docente logre involucrarse en el
proyecto de promoción de salud sin que esto implique un esfuerzo o tarea
adicional. Se busca que la promoción de salud permee en todo lo posible el
plan de trabajo de los maestros, tanto a nivel del currículo explicito como del
currículo oculto.

El ambiente institucional y físico de la escuela es un factor esencial:


debe reflejar los comportamientos que se intenta promover, a través de
entornos físicos e institucionales que los valoren e incentiven. Por esto las
instituciones educativas deberán ser verdaderos recintos promotores de
salud, deberían procurar los medios para crear y mantener ambientes y
entornos que refuercen la salud de quienes aprenden, enseñan y trabajan en
la escuela, incluyendo acciones de promoción de la salud para el personal
docente y trabajadores administrativos y de mantenimiento, así como
actividades de promoción de la salud con las asociaciones de padres y con
organizaciones de la comunidad.

Higiene del Aula Educativa

La enseñanza en las sociedades contemporáneas se desarrolla en


acciones sociales especializada para cumplir dicha función. El aprendizaje de
los niños, adolescentes y adultos, tiene lugar en grupos sociales donde las
relaciones y los intercambios físicos, afectivos e intelectuales constituyen la
vida de grupo y condicionan los procesos de aprendizaje. Así pues, para que
el profesor o profesora pueda intervenir y facilitar los procesos de
reconstrucción y transformación del pensamiento y la acción de los
88

estudiantes, a de conocer los múltiples influjos que previstos o no, deseados


o no, tienen lugar en la compleja vida de aula que intervienen decisivamente
en lo que aprenden los estudiantes y en los modos de aprender.
Esta reflexión es apoyada por Ospina (2003), cuando afirma que el aula
de clases es un ambiente humano en la que se interrelacionan los
estudiantes, quienes asumen un rol de sujetos activos que participan en el
proceso de aprendizaje adquiriendo y construyendo conocimientos de orden
académico, personal y social, al igual que el docente quien tiene la
responsabilidad de orientar, mediar o facilitar el aprendizaje, por lo que hay
que observarla como un entorno de carácter sistémico en que cada
componente favorece o afecta a todos.

Al relacionar esta opinión se interpreta que el aula de clases también


debe ser vista como un ambiente con una ecología particular al que se debe
el éxito o fracaso de los estudiantes en sus actividades diarias, en este
espacio se desarrollan manifestaciones pedagógicas, psicológicas,
intercambio de saberes y cooperación entre los individuos, lo que genera una
dinámica que permite establecer la importancia del conocimiento del aula.

Para Zerpa (2006), los eventos que ocurren en el aula educativa


ocurren simultáneamente, por lo que hay que propiciar acciones para que en
este espacio baya generando su propia historia en función de las
actuaciones de todos por lo que cuidar la organización del aula es
fundamental para que los individuos que interactúan en ella sientan que
forman parte del sistema ecológico que en sí misma es.

De allí se desprende que el aula para que verdaderamente sea sentida


ecológicamente debe contar con una adecuada disposición de los
89

pizarrones, estantes, mesas, sillas, luces, ventiladores, carteleras,


computadoras, todos ellos tienen que ser y estar ubicados de acuerdo a las
características anatomicomorfológicas de los niños, niñas, adolescentes y
adultos, además de ser complementadas los factores climáticos y
geográficos del lugar donde esté enclavada la institución.

Aunado a esto Campbell (2006), hace mención a que durante el


transcurso de la vida estudiantil, el organismo humano está capacitado
para sobrecargas moderadas y para cambios de actividades fuertes a
descansos, pero no para sobrecargas duraderas y mantenidas en el
tiempo, estas son desfavorables, sobre todo aquellas que mantienen a
los estudiantes estáticos, como estar sentados o parados largo tiempo o
con sillas muy pequeñas o muy grandes para su edad. También tienen
que evitarse los riesgos de contaminación y los vectores de
enfermedades.

Por lo tanto, la correcta adaptación y el pleno desarrollo del


estudiante se logra con un aula que tenga un ambiente idóneo que reúna
condiciones higiénicas para la realización del proceso educativo, todo ello
podría favorecer la conciencia ecológica en los estudiantes, pues al
sentirse parte de el ambiente escolar implica que también se sentiría
parte del cosmos y con ello trabajaría para favorecerlo y no para
destruirlo.

Higiene de la Actividad Docente


90

En términos generales, la higiene de la actividad docente abarca toda


una serie de problemas de investigación que contribuyen de manera decisiva
según lo expresa Villanueva (2000), a mantener y fortalecer el estado de
salud de las nuevas generaciones, así como lograr el nivel máximo de
expresión del desarrollo físico y la capacidad de trabajo de los miembros de
un colectivo infantil, todo lo que incide favorablemente en el grado de
efectividad y eficiencia del proceso docente educativo y en el proceso de
enseñanza en particular.

Para el correcto establecimiento del horario de las actividades de una


institución educativa describe Batalla (2005), independiente del tipo y nivel,
su localización y finalidad, se hace imprescindible realizar estudio de empleo
de tiempo (fondo de tiempo) de la comunidad donde está ubicado la
institución sobre esta base y los conocimientos aportados por la anatomía y
fisiología del desarrollo y la higiene de los niños, niñas, adolescentes y
adultos; sus ciencias afines, determinar el régimen de vida reglamentado,
racional y científicamente fundamentado para cada colectivo de educandos.

Lo anterior implica el estudio de la capacidad de trabajo y la fatiga. En


cuanto a la capacidad de trabajo, se requiere determinar tanto el nivel como
lo dinámica y de la fatiga las variables que provocan su precoz aparición y la
manera de postergarla. Sobre la base del régimen de vida (incluye régimen
escolar) más adecuado para una edad y tipo de institución a la que asiste un
grupo de niños y adolescentes y mediante experimentales multidisciplinarias,
se puede determinar la carga de docente óptima a lo que permitirá avalar
científicamente un régimen de vida.
91

Dado los elementos y niveles que implican la carga docente y que esta
se deriva del concepto de carga general descrito por García (2007), es todo
lo que deben vencer los estudiantes para lograr los objetivos institucionales
hasta el de cargo docente de la clase y extraclase, volumen de información
que debe asimilar un dicente durante el tiempo de clase y fuera de esta
respectivamente pasando por la carga docente del plan de estudio, de la
asignatura y del horario, se requiere del más estricto control de cuanta
variable pueda enmascarar los resultados de las cargas; es ante todo un
componente de la carga general y su determinación exige conocer el
régimen de vida.

Consecuencialmente es de gran interés estar claro sobre el régimen


estudoantil y la carga docente, y su estrecha relación con la
determinación fisiológica de los biorritmos y sociorritmos. Si complejo
resulta el proceso de determinar científicamente la carga de docente
óptima, difícil se hace la graduación del esfuerzo mental o físico que
demandan los distintos tipos de actividades docentes que realizan los
estudiantes.

Para ello se requiere encontrar criterios objetivos, fundamentalmente de


naturaleza fisiológica, que permitan descifrar el grado de dificultad para los
educandos de los distintos contenidos de aprendizaje. En tal sentido, el
estado de salud, el desarrollo físico y la capacidad de trabajo, se convierten
en indicadores sensibles de las posibilidades de los educandos.

Se asimila determinada carga docente y ésta a su vez, es un


componente activo para mantener y fortalecer el estado de salud y
proporcionar al máximo el desarrollo físico y la capacidad de trabajo de
92

las nuevas generaciones. Se hace imprescindible determinar con


objetividad y precisión la correspondencia entre las posibilidades
morfofuncionales y psicosociales de los niños y adolescentes y los
contenidos de educación y enseñanza en las condiciones actuales de la
vida y trabajo.

Los estudios sobre la causa de la fatiga escolar, según García


(2007), han determinado la disminución de la capacidad de trabajo y el
empeoramiento funcional del organismo, está en dependencia no tan solo
de la posición de la clase en el horario docente, sino también de la
naturaleza del contenido de la clase y del grado de actividad de los
estudiantes.

Se requiere además trabajar en la valoración higiénica y en las


recomendaciones de empleo de los métodos de aprendizaje, determinar en
combinación con el uso de diferentes medios y formas de organización de la
enseñanza, de manera tal, que se logre una mayor y mejor apropiación de
contenido y se conserve un adecuado nivel de capacidad de trabajo en el
transcurso del día y del curso.

Práctica de la Ética Ambiental en las Instituciones Educativas

La existencia de una problemática ambiental como la que afronta la


sociedad en los últimos tiempos, conlleva a preguntarse porque la
humanidad en su conjunto, ha venido adoptando unas pautas de conducta
agresivas respecto a la naturaleza y por qué una parte de la humanidad se
ha apropiado de la capacidad de ser, tener y decidir de la otra. Por otro lado
93

es bien significante conocer sobre qué valores están sustentados dichos


comportamientos, así también es preciso cavilar acerca de cual ha sido el
papel que las escuelas, a través de sus prácticas diarias han realizado
actividades que han favorecido en los estudiantes un comportamiento
contrario a la conservación del planeta.

En la búsqueda de respuestas, se consigue una realidad que al ser


vista con el interés de quien busca conseguir el origen de este
comportamiento, inevitablemente hay que volver la mirada hacia la
educación que se imparte en las instituciones educativas, a sus espacios
interiores y al hecho educativo propiamente, a esas acciones que en la
p{acticas diarias realizan los docentes con sus estudiantes.

En esta mirada reflexiva se consiguen múltiples hechos, actuaciones y


hasta afirmaciones que dan respuestas a estas inquietudes y
preocupaciones en esta afirmación, “la perdida del sentido unitario de la
realidad ambiental” (Novo, 1995; 70), según estas palabras, bien
significativas para esta investigación y al ubicarlas en la realidad de la praxis
educativa conlleva a pensar que ésta no ha sido, ni es la mas adecuada para
que los estudiantes comiencen por lo menos a entender que como seres
humanos son parte de la naturaleza del planeta. Aquí conviene pensar en el
hecho educativo, en sus actividades, en su haceres diarios, en lo que
evidentemente tendría que haber sido y tendrá que comenzar a ser una
práctica que debe estar sembrada de valores para la formación de la
conciencia ecológica.

Es preciso entonces, trascender hacia una práctica escolar que deje de


ser rutinaria, con algunos momentos en que el abordaje de los fenómenos
94

ecológicos parecen más bien emerger de la obligación de cumplir con una


programación a la que no se le da la importancia que merece, con acciones
que son extraídas de la nada, fragmentadas y totalmente aisladas de la
realidad planetaria y lo más grave es que en ningún momento esta realidad
es analizada en los contextos propios de las instituciones educativas y de las
comunidades.

Se hace necesario entonces la participación consciente y activa de los


docentes para mirar más allá de lo evidente en lo que se refiere a la
formación de la ética ambiental en la escuela para mantener la vida de los
seres humanos sobre el planeta hay que preservar todas las otras formas de
vida que lo acompañan en la naturaleza.

Esta visión ha de aclarar el reduccionismo, lo aislado y el


individualismo, pues observando lo que el planeta trata de decirnos con sus
manifestaciones en todo el mundo; indicando que esta devolviendo los
efectos de las acciones humanas manifestadas en el desequilibrio de los
ecosistemas poniendo en riesgo la propia supervivencia de los humanos de
los animales y de toda vegetación del planeta.

Por esta razón es necesario es necesario un ejercicio educativo que no


ignore la interdependencia del ser humano con las otras especies vivas y del
derecho de todos a utilizar racionalmente los recursos naturales, por ello se
ha de plantear en las escuelas primarias una praxis escolar diaria basada en
un planteamiento ético sobre la forma en que los seres humanos se
comprometen con ellos mismos y su relación con el mundo que los rodea, es
urgente plantearse tareas escolares que generen en actitudes favorables a
los recursos naturales del entorno escolar en particular y con el resto del
95

mundo en general, sin olvidar desarrollar relaciones entre los grupos sociales
y países.
Entonces se necesita desarrollar una actividad escolar centrada en un
discurso y en un hacer que resulten en concepciones éticas que se
manifiesten en la formación y práctica de valores y criterios morales que
deben ser aplicados tanto por los maestros como por los estudiantes, sin
dejar de lado ni ignorar al resto de los miembros de las comunidades donde
interactúa cada una de las instituciones.

Bajo esta perspectiva cobra fuerza un planteamiento educativo que


ayude a educar para ayudar a las personas no solo a conocer la razón
instrumental de sus actos sino, sobre todo ayudarlas a comprender
porque deben actuar con ética ambiental, por medio de la conciencia de
la responsabilidad de sus actos y el porqué de sus acciones a favor de
la ecología planetaria, razonar acerca de la depredación que es ejercida
por los seres humanos en el planeta y sus recursos, prestar atención a
cómo funcionan los seres vivos y pensar en cual es el sustrato ético que
los orienta, el porqué y para que de sus acciones en el tema ambienta
es la forma que puede dar las claves para develar la razón de la
necesaria formación de la ética ambiental en los institutos educativos.

La ética constituye así el pilar básico de una educación para la


conservación y preservación del ambiente y de sus ecosistemas, por lo tanto
formar la conciencia ecológica debe ser más que el intento por transformar
debe ser la manifestación de actitudes morales en el ser humano para
reconocerse como parte del desterrando de su formación cognitiva la visión
de que todo gira alrededor de él.
96

Significa entonces reflexionar sobre las claves éticas necesarias


para orientar las acciones diarias en las aulas de clase y en general en el
ambiente escolar hacia formas simples, cotidianas pero significativas
para los estudiantes en coherencia con aspectos teóricos y prácticos
acompañados de profundos ejercicios críticos acerca de los valores que
intervienen y soportan un comportamiento ético a favor de la naturaleza.

Este comportamiento crítico lo que busca es superar la visión de que la


naturaleza es un objeto disponible para considerarla como la interlocutora de
una posible interacción, buscando en vez de una naturaleza explotada, una
que sea fraternal (Habermas, 1984), desde esta óptica a de entenderse a la
naturaleza, subordinando las acciones humanas para transformar el medio
en la idea de que las necesidades del planeta son las mismas de las
personas y que los derechos de las personas son las mismas del planeta
(Roszak, 1978).

Se trata entonces, de potenciar todos aquellos valores y actitudes que


lleven a comunicarse con la naturaleza, en lugar de limitarse a trabajarla
cortando la comunicación, encontrando que es necesario que los seres
humanos se comuniquen entre si, sin coacciones y reconociéndose así
mismo en su semejante, para poder desarrollar como una condición
necesaria para la transformación basada en nuevas formas de relación con
el mundo natural.

La idea es comunicarse con la naturaleza con una nueva actitud para


concebirse parte de la tierra, de una totalidad que es un conjunto organizado
cuya dinámica depende precisamente de la relación armónica que se
establezca desde la relación de las partes entre sí y de ellas en el todo.
97

Los planteamientos anteriores, sustentan la inquietud sobre las


relaciones entre ética y ambiente, reflexión que viene ampliándose en
múltiples escenarios mundiales, tanto como desarrollo teórico o conceptual,
sino también como lineamientos y orientación para de las organizaciones en
general, incluyendo por supuesto a las instituciones educativas. Según
plantea Pierre (2007), divulgación de códigos de ética sobre la sostenibilidad
o de responsabilidad socio ambiental, viene marcando el rumbo, en muchos
países y debería igualmente manifestarse en las entidades públicas
nacionales, regionales y locales.

En este sentido, el papel que juegan las escuelas es preponderante,


tanto en para la transformación de las prácticas y formas de concebir la
actuación de los estudiantes en sus entornos, esto requiere de grandes
esfuerzos educativos y axiológicos tanto formales como los que se dan en la
educación como en la vida cotidiana de la población lograr que los
ciudadanos actúen con ética ambiental, que no es más que observar y
respetar las relaciones entre los seres humanos y el medio ambiente natural.

El concepto de ética expresado anteriormente convoca según lo


dicho por La Torre (2010), a una práctica escolar que manifiesten
concepciones, estrategias y actividades que formen nuevos constructos
sobre cultura ambiental., en esta afirmación lleva a pensar en que la
educación ambiental es un proceso para toda la vida, que en principio
desde las escuelas primarias ha de comenzar a formarse la conciencia
ecológica a través de actitudes, valores, compromiso para acciones y
responsabilidades éticas para el uso racional de los recursos naturales.
Indudablemente que en la escuela es el sitio más idóneo para
incorporar a los niños, niñas y adolescentes a la educación ambiental, con
98

una visión holística, capaces de identificar y solucionar problemas


ambientales en principio en sus entornos naturales, para desde allí comenzar
ser capaces de tener un pensamiento crítico-reflexivo de la importancia que
tiene para todos la preservación del planeta.

Sin duda que la ética ambiental en las instituciones educativas debe


transcender en el tiempo como forma de perpetuación de la vida humana en
el planeta, explicándose en la forma en que la vida de todas las especies no
concluye, solo es transitoria la vida individua de cada una, pero la aventura
del sistema vivo de la tierra no y de las entidades colectivas trasciende en el
tiempo.

Esta es la tarea de los docentes en la vida cotidiana con sus


estudiantes, comprender que la ética ambiental es la que lleva a concienciar
que la renovación y la sustentabilidad del ciclo de la vida depende de la
armonía entre los seres humanos desde sus más tempranas edades hasta la
adultez con la naturaleza.
99

MOMENTO III

POSTURA EPISTEMOLÓGICA ASUMIDA

La metodología representa la manera de organizar el proceso de la


investigación, controlar los resultados y presentar posibles soluciones a un
problema que conlleva a la toma de decisiones, Según Zorrilla (1992), se
ocupa de las normas del proceso de investigación, que pretenden su validez
lógica en relación con el ámbito sobre el cual se trabaja, para reflexionar.

En el caso de la investigación sobre la práctica habitual de los


docentes en su quehacer diario en la formación de la conciencia
ecológica como estructura compleja para las trasformación educativa, es
por eso que la forma de abordar la realidad en ésta, está
indiscutiblemente ligada a la interpretación de la realidad de la
cotidianidad y a su vinculación con las teorías que puedan sustentar
sólidamente la necesidad de cambiar la realidad en las instituciones
educativas.
100

En este sentido, el desarrollo de la investigación responde a un plan


orientado operativamente vinculado de manera lógica al logro de los
objetivos propuestos en función de las conexiones funcionales que
caracterizan el problema y su complejidad, para lo cual principalmente se
recurre a la búsqueda de teorías que soporten el estudio y que a la vez al
realizar su análisis y su contraste con la realidad lleven a establecer que es
necesario transformar la realidad de la praxis pedagógica y andragógica en
las instituciones educativas.

Cimentado en lo expuesto anteriormente y de acuerdo a lo indicado por


Sequera (1993), se esbozan de acuerdo a la posición paradigmática debe
ser coherente al responderse las interrogantes:
a) ¿Cómo es la naturaleza de la realidad? (Lo ontológico).
b) ¿Cómo se origina el conocimiento? (Lo gnoseológico).
c) ¿Cuál es la naturaleza de la relación entre quien indaga y lo
indagado? (Lo epistemológico).

Por otra parte, Silva (2010), en este punto involucra directamente otra
interrogante: ¿Cómo debe proceder el investigador en la búsqueda del
conocimiento y, dentro de ese camino, la posición en el aspecto axiológico?
(La metodología).desde esta perspectiva, se esgrimen aspectos prioritarios
como la concepción paradigmática y la forma como se perciben las
preguntas fundamentales en el paradigma critico-reflexivo. Sobre estas
premisas como plataforma seguidamente se muestran: el paradigma
asumido y ciertos elementos para tratar de comunicar las respuestas a las
101

interrogantes planteadas para develar la epísteme sobre la cual se afianza la


investigación.

Paradigma asumido

. De acuerdo con los objetivos planteados, y la intencionalidad de la


investigadora, se trata de una investigación teórica e interpretativa bajo un
enfoque critico reflexivo como un desafío a un mundo caracterizado por
cambios continuos y acelerados que provocan el rápido envejecimiento de
los conocimientos adquiridos ante las estructuras vigentes que afectan al
hombre, a la naturaleza y a la sociedad en todos los órdenes. Todo lo cual
demanda una dinámica crítica de la sociedad en su contexto educativo.

De este modo se busca a través de la revisión bibliográfica, conseguir


suficientes elementos, para interpretar, criticar y reflexionar en una
comparación y contraste de estos constructos teóricos con la realidad de la
práctica pedagógica en las escuelas primarias, los cuales sean capaces de
colocar la formación de la conciencia ecológica como elemento que arrope el
hacer diario educativo.

La investigadora parte de la existencia de una realidad compleja que es


conocida, que es posible hacer reflexiones validas a partir de estudios
teóricos que llevándolos al contexto de la vida social e institucional puedan
102

brindar la oportunidad de construir enfoques que faciliten la transformación


de la realidad educativa.

Lo Epistemológico de la investigación: Supuestos ontológicos,


gnoseológicos y lo metodológicos.

Conocer es un proceso a través de cual un individuo se hace


consciente de su realidad, ahora bien, según Bacón (2003), para que se de
el proceso de conocer, rigurosamente debe existir una relación en la cual
coexisten cuatro elementos. Para el sujeto que conoce, el conocimiento, la
operación misma de conocer y el resultado obtenido que no es más que la
información recabada acerca del evento investigado, en otras palabras, el
sujeto se pone en contacto con el objeto y se obtiene una información acerca
del mismo y al verificar que existe coherencia o adecuación entre el objeto y
la representación interna correspondiente, es entonces cuando se dice que
se está en posesión de un conocimiento.

En este orden de ideas, el valor ontológico de esta investigación


estudia una serie de temáticas que se consideran subyacen a la
formación de la conciencia ecológica como estructura compleja para la
transformación educativa, por ello se toma el ser para contrastarlo con
el deber ser de las cosas como posibles de realizar en la labor en los
espacios educativos, por lo tanto, se establecen las categorías o
supuestos ontológicos acerca de la realidad o del ser esencial de las
103

cosa con el propósito de procesar la información desde una perspectiva


critico-reflexiva, para ello se interpretan y contrastan los aspectos
teóricos con la realidad de la actividad docente en las aulas de todas
las instituciones de educación en todos sus niveles y modalidades.

Desde esta visión, la orientación discursiva girará en torno a hacer


emerger la orientación metodológica de la investigación, para generar como
constructo reflexiones que luego se aprovecha para elaborar las
recomendaciones que incluyen lineamientos teórico-prácticos donde se
apoye el quehacer diario del docente logrando la trascendencia y superación
en su praxis educativa, como el producto de una investigación teórica que
amplía el conocimiento en el campo de la formación de la conciencia
ecológica como estructura compleja para la transformación educativa.
Estas preferencias vienen enmarcadas dentro de lo que es definido por
Padrón (2005), como estilo de pensamiento del investigador y constituye la
forma particular que tiene un individuo de buscar respuesta a las incógnitas
que se le presentan, especialmente en este caso en el educativo, este estilo
es transformado en un enfoque gnoseológico como la manera de concebir la
relación entre el conocimiento, la realidad y la construcción de estos, donde
la realidad se concibe como lo ontológico y lo gnoseológico como el
conocimiento que se construye.

En este sentido el trabajo se centra en una realidad empírica

producida a través de la vivencia de la investigadora, la cual alude y


entiende producto de la vida social de las personas que como ella la viven y
la desarrollan día a día; esa realidad significa hacer sobre ella supuestos que
dan inicio y se expresan a lo largo del discurso de la interpretación de las
104

teorías, estos elementos responden a una cosmovisión que se identifica


como constructo epistemológico que va a dar el referente teórico que se
requiere para transformar la rutina educacional en un hacer que busque
formar la conciencia ecológica desde la visión del todo y sus relaciones con
sus propios ambientes.

Por tal razón, se asume como metateoría de este estudio a la teoría


crítica, la cual, considera imperativo apresurar un desarrollo que conduzca a
una sociedad sin injusticia; a tales efectos para Horkheimer (2001), “la
finalidad de esta consiste en la emancipación del hombre de la esclavitud” (p.
41), por consiguiente se da una crítica como afirmación de la diferencia
entre lo que expresan las teorías y en lo que en realidad hace en los
ambientes educativos cotidianamente, como rechazo a asumir la realidad del
sistema planetario, que aunque sea evidente pareciera no importar.

Así la teoría critico- reflexiva, desde la visión de Muros (2004), es un


aspecto de la praxis social empeñada en hacer posible una sociedad
mejor, un cambio histórico, que es al mismo tiempo un cambio social, por
efecto está al servicio del interés de la emancipación y felicidad humana
mediante la creación de un mundo más acorde con las exigencias de la
humanidad, desde el convencimiento de que esta posee posibilidades de
autorealización diferentes las que se dan en el mundo actual.

Desde la configuración mencionada, según Habermas (citado por


Cristian 2006), el desarrollo de la sociedad no consiste precisamente en
un nuevo sistema de producción, sino en el paso a un sistema de mayor
racionalidad en el cual no se han suprimido las barreras que impiden o
105

distorsionan la comunicación y en el cual las ideas se discuten


libremente.

En este contexto, los mejores argumentos que surgen del discurso, y


que no están determinados por la fuerza ni el poder, definen lo que es
verdadero y válido. Los factores que impiden el consenso deben ser
removidos para alcanzar la sociedad ideal. Por ello, la forma de abordar y
producir el conocimiento en esta investigación, se sigue desde el proceder
metodológico-hermenéutico. Por cuanto parte inductivamente desde dos
perspectivas; una teórica y otra práctica.
Desde este punto de vista, la teoría de la complejidad da cuenta de la
alteridad, de la generación de los conocimientos, sin reducirlos,
convirtiéndose en un paradigma en construcción a través del dialogo y la
aceptación de las diferencias mediante un proceso de negociación que se
encuentra en contradicción dialéctica. Entonces, según Gómez (2010), entra
en escena como respuesta a esa nueva forma de educar para la formación
de la conciencia ecológica, pues a través de esta propuesta se puede
superar la fragmentación y sus consecuencias epistemológicas que hasta
ahora han dirigido las actividades escolares desde un determinismo y
unilianidad que ha provocado durante años la alteración de la conciencia
humana, cuestión que se refleja en la actuación de este en el planeta.

Todos los elementos referidos ofrecen a esta investigación el marco a la

tarea de conseguir los principios axiológicos que garanticen la solidez a


los objetivos de la investigación, para lo cual según el objeto de estudio se
arrogan juicios valorativos en vez de juicos de hechos, que en palabras de
106

Martínez (2010), deben ser asumidos como cosas que son verdad ligada sin
duda a la realidad de una praxis educativa que desestima la formación de la
conciencia ecológica como un valor que realmente hay que formar y
fortalecer desde la práctica diaria para lograr la transformación del ser
humano, en uno que valore profundamente su existencia en el planeta y para
que actué a favor de él y no en contra, como el deber ser, aprender
intuitivamente a captar los valores como la jerarquía que existe entre ellos.

Pero para ello hay que acercarse a la realidad con herramientas


teóricas y con la experiencia reflexionada, de tal modo que permita
apreciar el entorno desde una óptica distinta, con un estudiante y un
docente que transitan sin saber para donde, sino que en el paso de su
acción transforman, por ello se insiste en que hay que utilizar nuevas
herramientas teóricas metodológicas con el fin de acercar las
preocupaciones a sus realidades propias y particulares de las
instituciones educativas, por lo tanto el reto de esta investigación es
poder construir un acercamiento teórico que genere la transformación y
que a través de ella se cree un ideal de ciudadanía en los habitantes del
planeta.

Por tal razones es importante que para el desarrollo de esta


investigación las teorías estudiadas no representan por si los valores sino
que lo que se persigue es que a través de ellas se interprete la realidad y
que a esto a su vez encarne en los estudiantes y los docentes nuevas
ideas en el modo de ver las cosas de su realidad en la cotidianidad
escolar.
107

Tipo de Investigación

De acuerdo a la interrelación y desarrollo del proceso de la


investigación y el diseño de la misma, esta se considera de tipo
cualitativa, al tomar la descripción: por investigación cualitativa
“entendemos cualquier tipo de investigación que produce resultados a los
que no se ha llegado por procedimientos estadísticos u otro tipo de
cuantificación”…(Etrauss y Corbin, 1990; 17), concepto que
perfectamente encaja en la intencionalidad de este trabajo; al buscar
fundamentos teóricos que al ser ubicados y al acercarlos a la realidad
humana den origen a una nueva práctica escolar con pertinencia a la
formación de la conciencia ecológica como estructura compleja para la
transformación escolar.

Por otro lado, la investigación cualitativa se considera como un proceso


activo, sistemático y rigurosa de indagación dirigida, en el cual se toman
decisiones sobre lo investigable en tanto se está en el campo de estudio de
interés para el investigador, (Pérez Serrano,1994; 46), indica esto que da
libertad para la producción de conocimiento en el campo interdisciplinar y
transdiciplinar, que evoca la sensibilidad feminista, la perspectiva naturalista,
humanista y la concepción interpretativa de la investigadora en su misión de
conseguir opciones para lograr comprender y transformar un realidad que es
conocida y a la vez obviada por los docentes.
108

Insistiendo en la complejidad de las perspectivas epistemológicas de la


investigación que subyacen los fundamentos teóricos que sustentan y
orientan esta investigación, se consideró apropiado definir a la investigación
cualitativa en el contexto de esta, como el conjunto de prácticas
interpretativas, con un discurso metateórico para la comprensión de la
práctica educativa que lleve a la comprensión y reflexión de la realidad
planetaria orientada al cambio y transformación de la realidad de esa praxis.

Aunado a lo expuesto en los párrafos anteriores la investigación se


consideró de carácter documental, que siguiendo al Manuel de Trabajos de
Grado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador se entiende
como:
El estudio del problema con el propósito de
profundizar el conocimiento de su naturaleza, con apoyo
principalmente, de trabajos previos, información y datos
divulgados por medios impresos, audiovisuales o
electrónicos. La originalidad de este estudio se refleja en el
enfoque, criterios, conceptualizaciones, reflexiones,
conclusiones, recomendaciones y, en general en el
pensamiento del autor. (2011, 15)

En este sentido, el desarrollo de la misma se sustentó en la revisión


exhaustiva de enfoques teóricos de diversos autores, con el propósito de
recolectar las teorías existentes, que al final de la investigación orientaran la
concepción de lineamientos teóricos-prácticos formación de la conciencia
ecológica como estructura compleja para las trasformación educativa en la
actuación cotidiana de los docentes con sus estudiantes en las aulas de
109

clase y en general en el ambiente educativo, se revisaron documentos


relacionados con las siguientes áreas del conocimiento:

La Conciencia Ecológica en la Educación.


Conocimiento Ecológico en la Escuela.
Alfabetismo Ecológico.
El Pensamiento Sistémico en la Educación.
Visión Ecológica de la Escuela.
Escuela y Medio Ambiente.
Nichos Ecológicos desde la Representación Sistémica.
La Higiene como Ciencia y Categoría Ecológica.
La Higiene Escolar como Proceso Complejo en Evolución.
Complejidad de la Higiene Escolar.
Higiene del Aula Escolar.
Higiene de la Actividad Docente.
Ética Ambiental en las Escuelas.

Así, particularmente la investigación se razona de tipo


cualitativa documental, por cuanto se aplica un saber
generalizado en forma de conceptos o categorías que refleja
la realidad objetiva, tomando en cuenta la teoría y la practica
como un todo indisoluble que pretende transformar la realidad
de la praxis escolar en las escuelas primarias con la finalidad
de lograr la formación de la conciencia ecológica como
estructura compleja para la trasformación educativa.
110

Diseño de la Investigación

A medida que avanza la investigación se van tratando a mayor


profundidad fuentes bibliográficas, considerando la realidad la educativa que
construyen la aproximación objeto de esta investigación, en consecuencia se
estructuró u diseño en varias fases:

La fase teórica, que consiste en la revisión bibliográfica; la


fase reflexiva-critica donde se razona y se contrasta la realidad
con las teorías asumidas, para generar el constructo teórico que
sirve de plataforma a la última fase que es la de elaborar las
bases de un modelo pedagógico para la formación de la
conciencia ecológica como estructura compleja para la
trasformación educativa.
La investigación nace del conocimiento de una realidad que
perturba y preocupa a la investigadora que conocedora como es de la
realidad educativa y su praxis, puede emitir supuestos que llevan a la
reflexión de que en los contextos educativos no se toma en
consideración los acontecimientos ecológicos que dan cuenta del grave
deterioro del planeta, lo que motiva a indagar acerca de la existencia de
111

enfoques teóricos a través de los cuales se pudiera cambiar esta


realidad.

Inmediatamente se comienza la revisión documental y su contraste con


la realidad en el trabajo diario en las aulas de clase, para ir luego a la crítica
y a la reflexión, en un intento por descubrir que existen suficientes
elementos teóricos, que pueden sustentar a través de enfoques ecológicos
un nuevo hacer educativo, cambiar la rutina escolar, ver de otra forma,
pensar de otra forma y construir saberes de otra forma, que a juicio de la
investigadora pudieran formar la conciencia ecológica, estos a su vez hacen
presumir que se pueden concebir lineamientos teóricos-prácticos que logren
la trascendencia del docente en la labor, como se explica en la siguiente
figura:

Figura IV. Diseño de la


Investigación. Sistematizado por González, Egle (2010)
Para darle apoyo a la presente investigación, se consideró apropiada la
propuesta de Hernández (2003, 300-302), de la unidad de análisis que “es
el conjunto de elementos estudiados y desde donde se reconstruye la
información en función del tema teórico, constituye el apoyo empírico para
generar las conclusiones de la investigación”. El autor también indica que
ella es el sobre que o quienes se van a recolectar datos, dependiendo del
112

enfoque elegido, del planteamiento del problema y de los alcances del


estudio.

En virtud de lo anteriormente expuesto, la unidad de análisis


seleccionada para esta investigación está representada por la
triangulación, también conocida como enfoque multimodal, que es
definida por Hernández (2003), como “la convergencia o fusión de los
enfoques de la investigación” (p. 8), pero que particularmente en esta
investigación por presentarse un sentido más amplio, como el análisis y
contrastación de varias informaciones, enfoques, o posiciones, esto
conllevó a la interpretación de cada elemento, representada en el
desarrollo de este trabajo en la siguiente figura.

Figura V. Triangulación. Caracterización. Sistematizado por González,


Eglé (2010)

En esta unidad de análisis, se observa una triangulación central en la


cual cada una de sus aristas representa los elementos: conciencia ecológica,
estructura compleja y la transformación escolar, donde confluyen otras tres
triangulaciones. En la primera se representan la conciencia ecológica, el ser
humano como parte del planeta y la actuación de éste a favor del planeta;
113

aquí se generaron los elementos para los aportes prácticos de los


lineamientos buscados como recomendación central de la investigación.

De la misma forma ocurre con la segunda triangulación que incluye la


estructura compleja, el discurso-actuación y los enfoques teóricos que
facilitaron la localización de los aportes teóricos de los lineamientos
recomendados en la investigación.

Cuestión parecida sucede con la tercera triangulación, en ella aparecen


los elementos transformación educativa, actitud de cambio y praxis
educativa, con los cuales se consiguieron los aspectos para el logro de los
lineamientos teóricos prácticos que se recomiendan para que la actuación
del docente trascienda en las practicas cotidianas para la búsqueda de la
formación de la conciencia ecológica como estructura compleja para la
transformación educativa.

Seguidamente, se presenta la primera triangulación en la siguiente


figura y de acuerdo con sus aristas se pudieron conseguir para la formación
de la conciencia ecológica las siguientes características comunes:

Los seres humanos necesariamente deben sentirse parte del planeta.


Disposición a nuevas formas de comportamiento en su vida.
Vínculos y relaciones con su medio ambiente.
Reconoce al ser humano antropológicamente como un ser
natural.
Un docente que tome en cuenta los factores bio-ecológicos y
culturales de los estudiantes.
114

Figura VI.
Triangulación
1. Ser Humano como parte del Planeta, Conciencia Ecológica, y
Actuación a favor del Planeta. Sistematizado. González (2011).

Consecutivamente se presenta la segunda triangulación, que conforme


a sus aristas se consiguieron las siguientes características comunes para la
estructura compleja:

Los eventos ecológicos comunes a todo el planeta y a los que


particularmente sucedan en su medio.
Adaptación al medio ambiente.
Aspectos biosicosociales de los estudiantes.
Confrontación con la realidad de la escuela.
Vinculación con el medio ambiente.
Metodologías y teorías flexibles adaptadas a las necesidades de los
estudiantes.
Representación de la naturaleza del ser humano.
115

Figura VII. Triangulación 2. Estructura Compleja, Discurso y


Enfoques Teóricos. Sistematizado: González (2011)

Inmediatamente se encuéntrala la tercera triangulación, en esta última


y acorde a sus aristas se observan la actitud de cambio, transformación
escolar y praxis cotidiana, donde se obtienen las siguientes características
comunes a la transformación escolar:

Ambiente y vida.
Vida ecológica.
Relación del mundo con el ser humano.
Realidad cultural.
Conocimiento local.
Progreso, historia y saber científico.
Pensamiento ambiental.
Crisis planetaria.
Humanismo sano del mundo.
Relación entre lo humano y la naturaleza.
Vínculos de reciprocidad.
Interacciones complejas entre cultura y ecosistema.
116

Los ambientes y la naturaleza.


Pedagogía ecológica.
Sustentabilidad del ambiente.

Figura
VII.
Triangulación 3. Actitud de Cambio, Transformación Escolar y Praxis
Cotidiana. Sistematizado: González (2011)

Procesamiento de la Información

En lo que respecta a la contrastación teórica y acopio de la información


se sigue a Glaser y Strauss (2007), cuando señalan que:

El muestreo teórico es el proceso de recogida de datos


para la generación de teoría, por el cual el analista de forma
paralela, recoge, codifica y analiza sus datos y decide cuáles
datos recoger a continuación y dónde encontrarlos; con el sentido
de desarrollar una teoría que emerge de la realidad empírica”.
(2007,47)
117

Según esta afirmación en el desarrollo del trabajo se examinaron las


teorías que generaron las categorías de análisis que se presentaron en la
categorización delineada en los subtriángulos y que sirvieron de cimiento a
los lineamientos teóricos-prácticos como objetivo principal de la
investigación, así como elementos de la práctica cotidiana del hacer
educativo que conjugándolos con la teoría, suministraron los elementos
necesarios para llegar a las conclusiones y recomendaciones pero, además,
lograron reflexiones en la investigadora de importancia
transformadora.

Siendo importante recalcar que motivado a la gran importancia de estos


enfoques teóricos, también se incluye en la investigación una sección con las
reflexiones de la investigadora, como constructo generado a través de la
concienciación de la importancia de ellas en la formación de la conciencia
ecológica como estructura compleja para la transformación educativa.
118

MOMENTO IV

CATEGORÍAS, ANALISIS E INTERPRETACIÓN

Sobre la base de las características resaltadas en cada una de las


triangulaciones referidas en el capitulo anterior, se pueden delinear aspectos
relacionados con la conciencia ecológica, la estructura compleja y la
transformación educativa a través de las Marcas Guías, entendiéndose éstas
como:

Las expresiones en el discurso escrito de criterios plasmados por


distintos autores o los acontecimientos, que se interpretan, porque
reflejan posiciones desde el punto de vista epistemológico o han
ocurrido y están ocurriendo en el transcurso de la vida en una
persona y delinean su comportamiento ante familiares, amigos,
vecinos y sociedad en general. Aunque estos hechos, pueden
aparecer aparentemente dispersos. (Silva, 2003; 52)

Cada una de esas marcas guías interrelacionadas, a la vez, con


situaciones consideradas como análisis en la investigación y extraídas sobre
la base del discurso escrito por los autores sustentadores, las expresiones en
la experiencia de la autora y las normativas vigentes, tanto a nivel
internacional como nacional, sobre la ecología.

Se evidencia que a través de las Marcas Guías se conjugan las


Categorías como elementos que emergen en el discurso representando
situaciones comunes del discurso escrito y de acciones y hechos que
119

ocurren en la vida de una persona. Representando los datos característicos


en el discurso escrito y de los individuos y sus relaciones con la sociedad
(Silva, 2003). De allí que en la Tabla, representada en la página siguiente,
refleja la ubicación de los elemento de las actuaciones expresadas a favor
del planeta, del ser humano como ente racional integrante de ese planeta y
la formación de la conciencia ecológica.

Tabla I. Marcas Guías en el triangulo: formación de la conciencia


ecológica, ser humano como parte del planeta y la actuación a favor del
planeta.

Enunciados Marcas Guías


1 Desde las instituciones educativas se intenta construir la
2 conciencia ecológica humana para lograr que los estudiantes se Conciencia ecológica
3 sientan parte de sus contextos territoriales y en consecuencia del
4 mundo percibiéndose dentro de la complejidad del cosmos que le Estructura compleja
5 es mas cercano pero también de su totalidad como ser
6 antropológicamente cultural, entendiéndose como un organismo
7 viviente al igual que el resto de las especies que habitan en el
8 planeta. Es preciso que tanto los docentes como los niños, niñas,
9 adolescentes y los adultos que están en el sistema educativo se
10 percaten a través de su trabajo en los ambientes educativos por Transformación
11 medio de una praxis transformadora que estudie la ecología educativa
12 humana como parte natural al interior del todo de su propio
13 ecosistema natural y propio que se retroalimenta, regula y recibe
14 información tanto de su medio interior como de su exterior Estructura compleja
15 factores que deben ser tomados en cuenta por los docentes para
16 que los estudiantes formen en su estructura cognitiva la Conciencia ecológica
17 conciencia de que al afectar al planeta se afectan ellos mismos.
18 Esto perfectamente se logrará al estudiar cotidianamente los Transformación
19 eventos ecológicos que suceden en el planeta para tomar educativa
20 decisiones que favorezcan el medio ambiente tanto en sus
21 contextos educativos como comunitarios, nacionales e Conciencia ecológica
22 internacionales, por ende del planeta y del universo. Siendo Estructura compleja
23 así, se necesita que en las instituciones educativas se estudien y
24 se pongan en práctica teorías que lleven al entendimiento de las Transformación
25 interacciones dinámicas y complejas pertinentes a la educativa
26 perspectiva ambiental Estructura compleja
27
Fuente:En la caracterización
Varios presentada
autores y experiencia en l
personal. Sistematizado por González, Eglé (2011)

La tabla anterior donde, repito, se refieren elementos como: formación


de la conciencia ecológica, ser humano parte del planeta y la actuación a
120

favor de este, resaltan tres elementos comunes y que convergen hacía la


intencionalidad de la Investigación, estos están representados por La
Conciencia Ecológica, La Estructura Compleja y La Transformación
Educativa quienes se erigen como grandes categorías de análisis en el
discurso.

Sobre la base de estas categorías se requiere a todas luces de una


nueva percepción del mundo, del territorio y de los ambientes llamados
naturales es el producto de una compleja interacción dada por procesos
mentales, e intelectuales que a su vez están condicionados por factores
culturales y ambientales. La mente, a través de los sentidos sensoriales
recibe percepciones que son interpretadas, codificadas y expresadas a
través de un lenguaje y una conducta. Nuestro cerebro no puede percibir la
totalidad de impresiones, capta tan solo una millonésima parte de lo que el
mundo le expresa. Ahora, esas impresiones son sentidas y vividas
culturalmente dependiendo del contexto espacio-temporal que a cada uno le
toco vivir y de su capacidad personal de reaccionar a esos ambientes
particulares.

Como consecuencia, el mundo que se cree conocer es tan solo


uno de los posibles mundos, el otro es el cosmos con su integralidad y
sistematicidad. Lo cierto es que la cultura configura y genera
convergencias en ese primer mundo que le es más cercano al ser
humano y en que se desarrollan los individuos, pero cada uno de ellos
establece conexiones en un número infinito de modos, en esta variación
individual está anclada la conciencia ecológica que debe ser
consecuencia de una visión sistémica que visibiliza a los actores sociales,
121

quienes en últimas son los beneficiarios, los artífices o directos afectados


de los procesos ambientales que ocurren en un territorio.
Con las ideas anteriores se plantea la reflexión de la investigación
desde la perspectiva ecológica- antropológica como el estudio de las
relaciones entre los organismos vivientes y sus medios físicos y bióticos
como se afirmaba, sin perder de vista la fuerza de la representación de una
relación más estrecha con el concepto de ecosistema y los flujos energéticos
que los seres humanos generan al interactuar entre ellos mismos con sus
ambientes.

Desde estas interactividades en las instituciones educativas y tomando


en cuenta los factores bio-ecológicas y los culturales se debe intentar
constituir la conciencia ecología humana. Este punto de arranque implica el
estudio de lo humano que son los mismos principios con los que se ha de
abordar el trabajo diario en las instituciones educativas.

Lo planteado asume la necesidad de tener una visión sistémica en los


ambientes educativos para visualizar a la población humana, como una parte
al interior del todo de su ecosistema natural y propio, con una regulación,
estabilidad, información y retroalimentación de su medio interior como del
medio exterior que la circunda, todos estos aspectos son los que han de ser
tomados en cuenta por los docentes en la cotidianidad de sus labores con los
estudiantes para que estos conciencien su posición ente, como son
afectados y que pueden hacer para convivir en este medio.
El enfoque se dirige al estudio de los eventos y a los individuos detrás
de ellos, entendidos como tomadores de decisiones estratégicas que buscan
sus propios intereses. En ese sentido, más que estudiar sistemas, estas
122

reflexiones pretenden aludir a la adaptación de los estudiantes al medio


escolar sin que este los afecte, para lo cual es necesario que se tomen en
cuenta los aspectos biosicosociales de los niños, niñas y adolescentes por
de lo que se trata es que este ambiente no atente contra ellos, sino que entre
ambos fluya una sinergia que haga que los estudiantes se sientan parte
importante de él y por consiguiente del planeta.

Por estas razones se tiene que ver a los estudiantes como parte de la
naturaleza, imagen que confronta con lo que verdaderamente se desarrolla
en las escuelas. Se quiere decir con esto que la esfera humana, el orden de
la naturaleza y la sociedad están relacionados; solo implica entender que el
orden social es independiente como unidad de análisis de sus vínculos con el
ambiente. Postura que en la actualidad están más vigentes con la
incorporación del pensamiento complejo y la teoría de sistemas en la
ecología.

En el marco del discurso que se ha venido delineando en este análisis,


es importante, desde luego, crear y asumir los ambientes educativos como
modelos ecosistémicos, tal situación implica crear nuevas estrategias
metodológicas y teóricas sin caer en la tentación de los determinismos que
hasta ahora han imperado en el hacer diario de las actividades para lo cual
no se puede olvidar que todos los hombres construyen y representan la
naturaleza desde una particular herencia sociobiológica que hace que las
nociones ambientales no sean el resultado de una simple elaboración social
o exclusivamente ecosistémica, sino que son el resultado de la dinámica del
universo.
Asimismo, que no se puede olvidar que la naturaleza en el mundo es
también una representación social condicionada o posibilitada por la noción
123

de ambiente/vida, que como concepto relativo tiene que entenderse en


función del ser vivo humano que debe ser formado para sentirse parte de la
vida planetaria para que efectivamente no actúe en contra de ella y por ende
de él mismo, capaz de llevar una vida ecológicamente activa en los espacios
donde se desarrolla e interactúa.

La correcta comprensión de que el mundo de afuera es el producto del


mundo de adentro o de lo que llamamos la conciencia. Por lo tanto, mi
ambiente es el mundo como existe y toma significado en relación conmigo,
fluyendo y desarrollándose conmigo y alrededor mío. Es decir el ambiente
nunca está completo. Si este se construye y configura bajo la acción de la
vida, entonces mientras la vida continué, los ambientes estarán
continuamente en construcción. Consecuentemente, los ambientes son
organismos en sí mismos.

Esta idea requiere que en las escuelas se implementen modelos


cognitivos que hagan referencia a las construcciones culturales que hace
un grupo humano sobre su realidad, su ambiente y el cosmos, para la
ecología esto significa orientar procesos de transformación referidos a la
construcción cultural y social de la naturaleza y en reconocer la
importancia del conocimiento local en la regeneración de los paisajes.
En ese contexto, se diluyen y se ponen de manifiesto las
contradicciones de ideas tan naturales y tan caras para el resto de la
humanidad, tales como el concepto de progreso, de historia y del saber
científico En definitiva, comprender que la catástrofe ambiental es también
de índole metafísica, es decir, la preeminencia del hecho y de la objetividad
en una ciencia separando lo humano del cosmos, es una visión maquinista,
124

organicista y determinista del universo que aún prevalece en el pensamiento


oficial y universitariamente triunfador.

Por lo tanto hay que instalar en todo humano, en el mundo cultural, en


el seno de las estructuras culturales un pensamiento ambiental, que haga
ver en el horizonte la superación de la crisis planetaria, lo cual como
resultado dará el acto de humanizar-cultivar sanamente nuestro mundo.

Para ello, entender la relación entre lo humano y la naturaleza es


preponderante, ya que al modificar la naturaleza, la sociedad se modifica ella
misma. Por ello, la relación ser humano-naturaleza está basada en una
premisa biológica referida a que el hombre depende de la naturaleza y
existen vínculos de reciprocidad importantes para la supervivencia de
ambos.

Sobre las perspectivas del análisis e interpretación del discurso se


presenta ahora la triangulación de los elementos: Estructura Compleja, el
Discurso y la actuación y, los enfoques teóricos. Desde estos se extraen los
enunciados expresados en la tabla II.
Tabla II. Caracterización de los elementos del triangulo estructura
compleja, discurso-actuación y enfoques teóricos.

Enunciado Marcas Guías


1 Para lograr en los centros educativos es importante mantener un
2 permanente e incansable con un modo de actuación cónsona con
3 la misma, para aprehender admirar la naturaleza para la Estructura
4 formación de la dimensión ambiente, trabajando una pedagogía compleja
5 ecologica para lograr que los estudiantes conciencien que Conciencia
6 forman parte y son importantes para la sustentabilidad del ecológica
7 ecosistema, trabajando la acción social en la naturaleza logrando
125

8 como resultado el significado de desarrollo y crecimiento de la


9 misma. Obviamente es importante sentir la naturaleza
10 reconociéndose y valorándose dentro de ella en un dialogo Estructura
11 cultural y transcultural que explique la importancia de los compleja
12 cambios educativos son relevantes en la sociedad, asumiendo Transformación
13 una nueva forma de ser/hacer/pensa/actuar, asumiendo entonces educativas
14 que en las instituciones educativas los cambios son las
15 transformaciones que en su contexto son necesarias para la Conciencia
16 consolidación de la reflexión ciudadana acerca de la ecológica
17 responsabilidad e importancia que tiene preservar la
18 naturaleza del planeta, esto es posible si se adecua la
19 organización, y el diseño de la planificación educativa que Transformación
20 convoque a todos en un discurso y actuación que supere las educativas
21 viejas prácticas para concienciar la importancia de la naturaleza
22 planetaria
23
Fuente: Varios autores y experiencia personal. Sistematizado por González,
Eglé (2011)

En la caracterización presentada en la tabla anterior: conciencia


ecológica, discurso-actuación y enfoques teóricos emergen nuevamente,
de manera coincidente, las tres grandes categorías de análisis. Desde esta
perspectiva, en el análisis interpretativo resalta, desde luego, que para lograr
éste propósito hay que ir más allá del simple análisis de la imagen perceptiva
que se tiene de la naturaleza y el ambiente, es posible que se tenga que
trabajar en una pedagogía ecológica basada en la cosmovisión del planeta y
el universo sin olvidar que los seres humanos tienen una imagen de lo
percibido hasta ahora que no incluye ni toma en cuenta la sustentabilidad del
ambiente.
En síntesis, cuando se habla o escribe de organismo ambiente esa
totalidad no es una entidad fusionada, es un proceso en un tiempo real:
proceso que puede ser de desarrollo, crecimiento, destrucción,
transformación o aniquilamiento. El concepto de ambiente no deberá
confundirse con la noción de naturaleza, ya que el mundo solo puede existir
como naturaleza para aquel que no pertenezca a él y que mira al mundo
126

tomando distancia y teniendo la falsa sensación que esa naturaleza es


afectada con su presencia.

Con la transformación educativa se puede ir por los caminos de una


ecología sintiente, en los seres humanos, reconociendo y valorando los
sentimientos de los seres vivos. Esta estaría basada en los sentimientos, la
experiencia, la intuición, la sensibilidad; incluyente, abierta al diálogo
intercultural y transcultural que asume todo lo humano, está obligando a
asumir una postura ante los cambios, para los cuales son necesarios
aspectos como flexibilidad, aprendizaje continuo, apertura y rapidez de
respuesta ante escenarios que exigen reacciones informadas para enfrentar
cambios imprevistos. En este sentido en las instituciones educativas los
cambios, consisten en transformaciones que ocurren en las características,
dimensiones o aspectos significativos de una institución.

De acuerdo con este planteamiento, cambiar implica dejar atrás


una manera de ser/hacer para asumir una nueva forma de abordar las
situaciones que afecta a las personas en cuanto transgrede las rutinas y
comportamientos arraigados a un cerebro básico que se mueve en
zonas de confort.
En el marco de las reflexiones anteriores los principales
protagonistas de los cambios son las personas, dentro de estos
procesos, el éxito o el fracaso que se logre, recae sobre dos grupos
humanos por un lado, se requiere de líderes y gestores del cambio que
sepan comunicar y crear, en la organización, la necesidad del cambio, en
segundo lugar por los demás actores y autores que hacen cónsono el
proceso.
127

Por ello, las personas tiene la responsabilidad de estudiar la factibilidad


del cambio en las organizaciones, así como la adecuación del mismo a las
características particulares de esa organización, diseñar la estructura y
planificar la manera en que se realizará el cambio, considerando para ello no
solo la etapa previa, el inicio y puesta en práctica del cambio, sino también el
estadio de transición entre las viejas costumbres y la internalización de las
nuevas prácticas.

Ubicando, ahora, la triangulación de los elementos: actitud de cambio,


la transformación educativa y la praxis cotidiana, se encuentra una recurrente
coincidencia con las categorías que se han venido analizando:
Transformación Educativa, Estructura Compleja y Conciencia Ecológica. En
la Tabla III se extraen las marcas guías.
128

Tabla III. Características de los elementos del triangulo actitud de


cambio, transformación educativa y praxis cotidiana.

Enunciado Marcas Guías

1 En la realidad de las instituciones educativas debe estar presente


2 una praxis cotidiana que incluyan herramientas emocionales
3 además de cognitivas y tecnológicas para abril un abanico de
4 nuevas posibilidades que favorezcan la apropiación de las Transformación
5 transformaciones desde el convencimiento de que cambiar es educativa
6 necesaria para la creación de la cultura ecológica, la cual para ser
7 instaurada en el pensamiento de los estudiantes buscando que el
8 éxito de estos garantice la coexistencia de todos en la vida Estructura
9 planetaria, esto requiere de unos docentes flexibles, proactivos con compleja
10 visión estratégica que involucre a la concienciación ecológica Conciencia
11 como un factor que permee el hacer diario en un quehacer que ecológica
12 aborde el hecho educativa desde la ética socialmente ecológica en
13 el entendido que esto significa trabajar con amor a la ciencia para
14 lograr la preservación del planeta como un valor universal
15 imprescindible para la formación de la conciencia ecológica. Conciencia
16 Esto necesita de de docentes holísticos que busquen desarrollar al ecológica
17 estudiante de forma integral en su dimensión biosicosocial sin Estructura
18 dejar de lado las comunidades buscando una vida armoniosa con compleja
19 su entorno natural del planeta y del cosmos. Lo que debe Conciencia
20 perseguirse entonces es la transformación de la vida del ecológica
21 individuo para que el entienda que está en juego sus propia Transformación
22 existencia en el planeta. educativa
23
Fuente: Varios autores y experiencia personal. Sistematizado por González, Eglé (2011)

La caracterización de esta tabla, Actitud de cambio, Transformación


educativa y Praxis cotidiana, representa a los docentes como el grupo
gestor debe facilitar los recursos tecnológicos, el tiempo y las herramientas
emocionales y cognitivas necesarias para enfrentar las nuevas situaciones,
así como mostrar apertura para detectar y trabajar sobre las debilidades que
muestren los individuos para las nuevas prácticas.

Por el lado se encuentran el grupo de individuos que deben adelantar


los procesos de cambio, que generalmente no surgen desde este grupo, por
lo que es necesario favorecer la apropiación de la necesidad de cambio y el
129

convencimiento de los beneficios globales que puede implicar asumirlo como


un elemento normal, propio de los procesos de transformación, por cuanto
los cambios pueden parecer innecesarios, representar complicaciones por
carencia de habilidades para ejecutar tareas bajo nuevas bajo nuevas
condiciones/ambientes/exigencias.

En este último grupo se localizan los docentes, los cuales, a través de


la comunicación y el intercambio de ideas son los operadores del cambio,
son fundamentales, tanto para conocer los propósitos, etapas y detalles de
los procesos que se llevan a cabo, como para retroalimentar a los gestores
acerca de aspectos que pueden no haber sido considerados desde un
principio. El tiempo que se destine a la implementación del cambio también
constituye un factor clave de éxito, dado que el proceso debe asignar un
tiempo suficiente (y muchas veces desestimado) para la transición, etapa
caracterizada por la coexistencia de las prácticas antiguas y las nuevas, con
los obstáculos y limitaciones que ha producido el cambio.

Dado que el proceso de cambio debe anclarse a la cultura de la


organización educativas y en los comportamientos de los estudiantes y los
docentes, requiere de prácticas continuas, consistentes y coherentes con el
objetivo que persigue, así como de un seguimiento/evaluación cercano de los
avances y retrocesos del recorrido hacia la situación esperada. Si cambiar es
inevitable, ser flexible, proactivo y tener una visión estratégica, es
imprescindible, estos planteamientos enmarcan el porqué de la importancia
de las transformaciones educativas, sin embargo hay que subrayar que estas
deben darse sin dejar de lado lo que actualmente se le llama la conciencia
ecológica.
130

Las reformas educativas siempre son necesarias para la transformación


de los individuos, por lo que es imprescindible que tomen en cuenta un
consenso horizontal, que acabe con el autoritarismo vertical del poder en
turno definiendo la filosofía y la ética del fenómeno educativo no por la lógica
del mercado sino con la aportación de todos los agentes sociales de la
educación que tengan proyectos que hagan madurar a la sociedad,
conduciéndola hacia la democracia, la libertad y la justicia social, fomentando
el amor y cultivo de la ciencia, la preservación del planeta y los valores
universales.

Es urgente y de vital importancia el incrustar en la currícula de los


programas educativos desde la educación inicial y la primaria, un hacer diario
y permanente en función de formar una conciencia ecológica ante el peligro
latente de la extinción del planeta. Se requiere formular objetivos en los
programas de las reformas venideras en el que el sentido de la vida se
dimensione, teniendo en cuenta a la niñez y a la juventud, que son quienes
viven en un mundo sin rumbo y están pasando por una etapa de terrible
confusión ética y de valores.

Tal finalidad requiere que se tome como acción total la vigencia de una
sistema educativo que indague la imperancia de una educación holística, que
busque el desarrollo del estudiante en su entidad física, en sus facultades
artísticas, que lo incruste y trabaje en beneficio de los suyos y su comunidad,
con una vida armónica con la naturaleza, con su país, con el planeta y con el
cosmos.
Finalmente, ubicando los elementos que han coadyuvado a ubicar las
tres grandes categorías obtenidas al organizar y clasificar (categorizar) un
conjunto de escritos y expresiones de personas para darle sentido y poder
interpretar de una manera más objetiva lo referido en los textos y en el
131

discurso de los seres humanos inmersos en el proceso investigativo, llevó a


criterios coincidentes entre los autores estudiados y operacionalizados
mediante la triangulación. En la Tabla siguiente se detallan las Marcas Guía
determinantes de las categorías analizadas e interpretadas.

Tabla IV. Características de los elementos del triangulo central


conciencia ecologica, estructura compleja y transformación educativa.
Enunciado Características
resaltantes
1 Los sistemas educativos deben ser considerados de vital
2 importancia para el cambio que debe dar el ciudadano como forma
3 de demostrar que es consiente de su existencia y posición en el Estructura
4 planeta demostrando en su actuación cotidiana que se comprende compleja
5 como un ser que físicamente es un sistema vivo al igual que los Conciencia
6 ecosistemas, a la vez que entiende y reflexiona que es parte de un ecologica
7 ambiente educativo, de una comunidad de un estado, de una Estructura
8 nación del planeta y del universo, esto impone la necesidad del compleja
9 cambio educativo, para transformar la realidad existente por una Transformación
10 donde se tomen en cuenta las capacidades biológicas de los educativa
11 estudiantes y su relación con sus entornos como la forma de
12 fortalecer y preservar la salud reconociendo las leyes naturales Estructura
13 en las formas de respeto en su actuación en la vida, practicando los compleja
14 valores conservacionistas a favor de preservar la vida del planeta
15 demostrando la ética ambiental como el eje de humanización del Conciencia
16 los estudiantes como seres humanos naturalmente ecológicos. ecológica
14
17
Fuente: Varios autores y experiencia personal. Sistematizado por González,
Eglé (2011)

Las características esbozadas en esta tabla, Conciencia ecologica,


Estructura compleja y Transformación educativa fundamentalmente se
refieren a las transformaciones como el cambio que debe dar el hombre para
preservar la vida en el planeta y dar sentido a su existencia, esto ha de pasar
por un cambio de paradigma en el conocimiento que algunos docentes ya
han empezado a deslindar, ya se comienza a mencionar la integración
132

interdisciplinar de la Ecología como una nueva perspectiva de trabajo en las


instituciones educativas.

Como punto de partida de esta afortunada visión, resulta interesante


empezar a ver al ser humano como un sistema formado por varios
subsistemas y, a su vez, inmerso en otros sistemas como el de la escuela, el
liceo o la universidad, grupos de amigos, la familia la comunidad, el Estado,
la nación, el planeta y el universo del cual forma y debe sentirse parte,
reconocer las leyes de la vida y a partir ellas, autorregularse de manera tal
que pueda desarrollar sus capacidades biológicas para mantener su salud en
un entorno que le sea favorable y funcional tal actitud es el hilo conductor
para hablar de salud en las instituciones educativas.

Consecuentemente, como resultado se tendrá claramente definida la


conciencia ecológica que sencillamente desde la racionalidad se orienta a
una acción social representada por la naturaleza misma como prolongación y
extensión de la cultura para percibir el mundo a través de la cognición de la
totalidad de las relaciones que se desarrollan en su seno.

Lo importante es reconocer que la conciencia ecológica utilizada como


medio para la transformación escolar brinda diversas alternativas
paradigmáticas y dimensionales para la descripción, análisis, comprensión y
modelamiento de las interacciones entre el ecosistema y la cultura.
Igualmente abre las puertas de un conocimiento profundo referido al lugar del
ser humano en el mundo y en el cosmos.
133

De forma parecida, se puede afirmar sin duda, que en las instituciones


educativas la formación de la conciencia ecológica, necesita de cultivar el
espíritu de respeto, imitación y admiración como valores, para conservar el
planeta como el hogar de todos, los cuales una vez aprehendidos a través
del trabajo transformador, creativo e innovador contribuirían a la
consolidación de la ética ambiental como la alianza, humanización y
cosmovisión de la naturaleza.

Finalmente, se considera pertinente delinear algunos aspectos


resaltantes en los aportes que Michel Foucault reseña sobre la biopolítica, En
este sentido, no se ha actuado en consecuencia, porque al observar la
realidad es muy fácil detectar por ejemplo en el sector educativo las políticas
poco reglamentan acerca de la importancia de preservar la salud física y
emocional de los estudiantes ni tampoco de los docentes, como es el caso
de regular la disposición y tipos de los materiales que se utilizan en las aulas
de clase, condiciones físicas, ambientales, aéreas de recreación, cargas
horarias, tiempos y espacios para la recreación además de la calidad del
tiempo de trabajo en las instituciones educativas.

En torno a lo descrito por el autor, al ser contrastado con la realidad se


puede decir que en esencia en políticas de salud donde se involucre
directamente al sector educativo en las últimas décadas no ha cambiado
mucho, solo se pudiera mencionar que se limita a campañas propias de
situaciones de emergencia motivadas a la aparición de ciertas enfermedades
que han requerido del control para evitar el contagio masivo como es el caso
de la influenza AHN1, dengue, cólera entre otras pero no se toma en cuenta
al estudiante como individuo físico y sicosocial que necesita de ambientes
adecuados para su desarrollo y formación integral.
134

Todos los elementos descritos en el análisis e interpretados a la luz de


las triangulaciones, llevan a determinar unas conclusiones que más
connotación tienen en el carácter de reflexiones y en el proponer algunas
recomendaciones con unos lineamientos puntuales que se detallaran en el
siguiente Momento.
135

MOMENTO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones
Este momento tiene cuatro propósitos principales que se refieren a las
implicaciones teóricas, metodológicas, educativas y prácticas de la
investigación que forman parte del compromiso de la autora al desarrollar el
trabajo.

Implicaciones teóricas
La teoría crítica de Habermas en el contexto de la investigación, se hace
tangible en el discurso de transformación y emancipación, que deja de lado
dogmas y doctrinas vinculadas al concepto de praxis, pues lo que se vincula
es la realidad social actual y planetaria que se extiende en el valor inminente
que tiene la raza humana en el cosmos para la formación de la conciencia
ecológica.

De igual forma, para Morin, esta puede lograrse a través del pensamiento
ecologizado, el cual se manifestara en la cultura ecológica caracterizada por
manifestaciones sociales e individuales, todo esto si se trabaja una educación que
tenga como eje central la naturaleza ecologica de los estudiantes y de la misma
sociedad. Teniendo como norte preservar la vida en el planeta
Por ello, es importante referirse a Buckley, con el alfabetismo ecológico como
habilidad fundamental en todos los profesionales y más en los de educación, ya que
la sostenibilidad se fundamenta en una compleja red de relaciones por lo que
involucra a todas y cada uno de los que conformamos el planeta.
136

En tal sentido, la conciencia ecologica a través del pensamiento ecologizado


ensaya precisar al ser humano por composición en la naturaleza permitiendo que
este razona acerca de su subsistencia como organismo individual, que a la vez no
puede vivir separado de su entorno.
Por ello es imperativo que un enfoque ambiental en las instituciones
educativas tenga como objetivo formar una población consciente y
preocupada por el ambiente y sus problemas, que posea conocimientos,
competencias y motivaciones que le permitan trabajar individual y
colectivamente en resolver problemas actuales y evitar que se planteen otros
nuevos, entendiendo lo que plantea Foucault con el concepto de biopolitica
como el saber para da el poder de transformar la vida humana asumiendo,
esta necesaria transformación como una estrategia política individual y socia.

Implicaciones metodológicas

En cuanto a lo referente a las implicaciones metodológicas indudablemente


que están vinculadas a la caracterización de los enfoques teóricos
desarrollados a través de las triangulaciones, se pudo conseguir en la
primera de ellas la conciencia ecológica, el ser humano como parte del
planeta y la actuación de este, elementos que denotan que los seres
humanos necesariamente deben sentirse parte del planeta, demostrándolo
con nuevas formas de comportamiento que lo vinculen estrechamente con su
medio ambiente reconociéndose antropológicamente como un ser natural,
para esto el docente ha de observar los factores bio-ecológicos y culturales
de los estudiantes.

De igual forma, en la segunda triangulación que incluye la estructura


compleja, el discurso-actuación los enfoques teóricos se localizaron
elementos que se refieren a los eventos ecológicos en el planeta y a los que
137

particularmente sucedan en los contextos, lo cual hace necesaria la


adaptación al medio ambiente de los estudiantes como seres biosicosociales
que confrontan la realidad de su medio ambiente para lo cual el docente
implementará teorías y metodologías y flexibles de acuerdo a las
necesidades de los estudiantes para representar la naturaleza del ser
humano.

En la última triangulación la actitud de cambio, transformación escolar y


praxis cotidiana se encontraron elementos que representan la importancia de
reconocer a los ambiente ecológicamente, con la finalidad de que los
estudiantes se relacionen con el mundo por medio de la cultura ecológica
indagando en su propia realidad local y saber científico para conocer la crisis
planetaria y la importancia de las interacciones complejas y vínculos de
reciprocidad de los ecosistemas, creando así la pedagogía ecológica en la
búsqueda de la sustentabilidad ambiental.

Al mismo tiempo al categorizar los aspectos relevantes que definen el


contexto de la conciencia ecológica como estructura compleja para la
transformación educativa se delinearon aspectos a través de marcas guías
que interrelacionadas representando situaciones comunes del discurso
escrito, acciones y hechos extraídas de los enfoques teóricos, la experiencia
de la autora y de las normativas nacionales como internacionales sobre la
ecología, donde se ubicaron los elementos puntuales de la formación de la
conciencia ecológica, ser humano parte del planeta y la actuación a favor del
planeta, la estructura compleja, discurso-actuación y enfoques teóricos y de
la actitud de cambio, transformación educativa y praxis cotidiana.
138

Implicaciones educativas
Al tomar en cuenta estas implicaciones, obviamente hay que dirigir el
discurso hacia la finalidad que históricamente ha tenido la educación, la
formación del hombre y la mujer en su entorno socionatural, por lo que se
considera pilar para el desarrollo de la especie humana porque le
proporciona conocimientos, habilidades y destrezas para que el ser humano
se adapte y aprenda a vivir en armonía con todos los demás seres vivos que
conforman al mundo en su totalidad, lo que lleva afirmar que la educación es
esencial estratégicamente para el desarrollo social y particularmente para el
crecimiento de cada persona humana para que sea capaz de vivir sin dañar
a las demás especies que habitan en el planeta y a sus componentes más
vitales.

Por las razones expuestas anteriormente y considerando la idea inicial,


objetivos, los enfoques teóricos y categorías de la investigación se puede
afirmar que existen orientaciones teóricas representadas en la conciencia,
alfabetismo, pensamiento sistémico, visión ecológica medio ambiente, nichos
ecológicos, higiene como ciencia y categoría y su complejidad higiene del
aula y la actividad docente y ética ambiental que pueden ser asumidos como
conocimiento ecológico y desarrollados por los docentes y los estudiantes en
las instituciones educativas.

Tales concepciones teóricas están relacionadas directamente con la


posibilidad de procurar una educación que ofrezca y consolide la formación
de un ser humano capaz de actuar frente a los cambios y transformaciones
sociales y planetarias con la práctica de valores éticos que lo ayuden a lograr
el respeto y el amor a la vida de todos y todas manifestándolo en la armonía
con su entorno social y natural
139

Específicamente, la implementación de estas teorías en las prácticas


cotidianas educativas coadyuvarían para la formación de la conciencia
ecológica la cual debe ser posesionada como un nuevo paradigma
enraizando el cambio de valores, mentalidad y actitud que supone una visión
distinta del mundo desde su actual realidad catastrófica para despertar la
conciencia colectiva hacia una mayor integración con los sistemas ecológicos
naturaleza como señal del reconocimiento, unión y respeto por la naturaleza
y el mismo ser humano.

Implicaciones prácticas
Como es lógico, unas implicaciones prácticas no pueden estar desligadas de
las teóricas, estas deben confluir en el hacer diario, en la praxis cotidiana, en
la actitud del docente y de los estudiantes, demostradas en el discurso y lo
tangible de las actividades educativas.

En consecuencia es primordial implementar una práctica educativa orientada


a desarrollar una profunda conciencia ecológica que principalmente
reconozca interdependencia de todos los seres humanos con sus
semejantes y con las demás especies, aun más con los fenómenos
planetarios que día a día se manifiestan y del hecho que como
individualidades y sociedad somos dependientes y formamos parte de la
naturaleza.

La idea es reflexionar y concienciar que se necesita una practica educativa


que este clara que lo importante no son los contenidos de los programas, ni
la transferencia de información o tecnologías ni el cambio de conducta del
que tanto hablan los docentes, lo verdaderamente importante es que el
escenario educativo en su totalidad debe enrumbarse y mostrar con hechos
140

y actitudes que esta formando una cultura que aloje a la conciencia


ecológica.

En este sentido, el abordaje de la espiritualidad, el amor y la sensibilidad por


todo lo natural en un sistema integral e interdisciplinarios de ideas con un
basamento ético y una práctica transformacional total para la superación de
la crisis ecológica y la construcción de un orden social natural más pleno,
armónico y justo, a través de la revitalización de la autonomía cognitiva del
conocimiento ambiental desde los entornos educativos hasta llegar al
mundial. Por ello, lo intuitivo y lo afectivo, más allá de lo teórico debe ser
incluido en discurso y la actitud del docente y del discente.
141

Recomendaciones

Como recomendaciones de la investigación se plantea avanzar en una


educación que tome en cuenta el desarrollo integral de los estudiantes que
actúe sobre su personalidad y su formación tomando en cuenta su esencia
natural de ser humano como resultado de la interacción con sus semejantes
y con el medio ambiente.
Concebir a la educación como un sistema complejo en la que los
elementos que la integran se expresan en una relación de interdependencia
que se manifiesta en las acciones reciprocas de armonía cuya única finalidad
es la eficiencia del todo con una visión globalizadora para el alcance y el
logro de la conciencia ecológica.

Considerar los aprendizajes significativos, creados bajo sus propias


actividades para la transformación de las realidades que los circundan,
colocando al estudiante como centro de atención para que se sienta parte
integrante del medio ambiente que lo rodea..

El trabajo en las instituciones educativas debe tener una intencionalidad


humana, para poder formar a los estudiantes para interactuar con la
naturaleza y no para ir en contra de ella consiguiendo así el cambio que debe
dar el hombre y la mujer en función de preservar la vida en el planeta y dar
sentido a su existencia.

En los ambientes educativos se ha de formar el pensamiento


ecologizado para albergar la visión de complejidad en la autonomía de lo
viviente en el planeta, concibiendo al estudiante como ser auto-eco-
organizador y que es inseparable de su dependencia de y de los otros seres
142

vivientes. Los docentes en el trabajo diario llevarán a sus estudiantes a


reflexionar como el ritmo cósmico influye en sus vidas y en la de los demás.
La educación debe formar para la sostenibilidad, significa esto enseñar
la ecología de manera sistémica y multidisciplinaria para lograr cambiar el
principio fundamental del pensamiento en la cosmovisión del mundo, con una
actitud de amplitud positiva hacia lo complejo de la naturaleza y del hombre
mismo, para aprender que ella sostiene la vida al crear y mantener
comunidades y que ningún organismo individual puede existir en
aislamiento.
Abordar el enfoque ambiental en todas las disciplinas del saber con el
objetivo formar una población consciente y preocupada por el ambiente y sus
problemas, que posea conocimientos, competencias y motivaciones que le
permitan trabajar individual y colectivamente en resolver problemas actuales
y evitar que se planteen otros nuevos.
Los docentes deben trabajar a través de la interdisciplinariedad para forman
lo que podría llamarse la Eco-Escuela dando oportunidad a profesores,
estudiantes s y otro personal del centro, de aplicar ideas y acciones de
educación ambiental en la vida cotidiana del centro escolar, la familia y el
municipio, en cooperación con otros centros que han de involucrarse .
Alentar el pensamiento crítico, el cuestionamiento y la experimentación,
en los estudiantes para reconocer que aprender incluye la construcción de
significados de acuerdo a la historia personal y cultural del estudiante, en
este sentido, la educación para la vida sostenible debe trascender de la
escuela a la comunidad.
Los estudiantes deben reconocer al planeta como el techo común
donde la vida es posible, por ser una sola familia humana y una sola
comunidad terrestre con un destino común
143

Fomentar las relaciones e intercambios con centros escolares en red;


posibilitar al profesorado la participación en seminarios y reuniones red;
recibir un reconocimiento público a una buena gestión ambiental de acuerdo
con el enfoque de alfabetización ecológica, que ha de ser el predominante en
la educación escolar

Intentar construir y educar comunidades sostenibles, que tomen las


lecciones que proporcionan los ecosistemas vivos que son comunidades
sostenibles, para ello entender los ecosistemas y los principios básicos de la
ecología, el lenguaje de la naturaleza es de vital importancia, descubrir la
alfabetización ecológica como una ciencia, como una nueva manera de
pensar basada en las relaciones conectadas y contextualizadas de los
sistemas vivos.

Desarrollar en los ambientes educativos una progresiva acomodación


entre un ser humano (niño, niña y adolescente), y las propiedades
cambiantes de los entornos inmediatos en los que vive e interactúa.

Concienciar que todo desarrollo verdaderamente humano significa


progreso conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones
comunitarias y del sentido de pertenencia con la especie humana.

Construir valores y actitudes positivas para el mejoramiento de las


interacciones hombre-sociedad para un manejo adecuado de los recursos
144

naturales y para que desarrollen las competencias básicas para resolver


problemas.

Una vez expuestas las recomendaciones generales de la investigación


formación de la conciencia ecológica como estructura compleja para las
trasformación educativa, se procede a plantear los lineamientos para que la
actuación del docente trascienda en la superación de sus prácticas
cotidianas, a fin de lograr alternativas que se ajusten a las condiciones y
necesidades de asumir un compromiso centrado en la vida planetaria

LINEAMIENTOS TEÓRICO-PRÁCTICOS PARA LA FORMACIÓN DE LA


CONCIENCIA ECOLÓGICA COMO ESTRUCTURA COMPLEJA PARA LA
TRANSFORMACIÓN ESCOLAR

Notas Introductorias

Una vez expuestas las teorías pertinentes a la investigación formación


de la conciencia ecológica como estructura compleja para las trasformación
escolar, se procede a plantear los lineamientos para que la actuación del
docente trascienda en la superación de sus prácticas cotidianas, en la
búsqueda de alternativas que se ajusten a las condiciones y necesidades de
asumir un compromiso centrado en la vida planetaria

Por estos tiempos la realidad del planeta se presenta complicada,


ecológicamente enmarcada en un contexto de destrucción y pérdida de
hábitats, extinciones de especies en todo el mundo, empobrecimiento del
suelo por mal manejo, sobrexplotación de los recursos naturales,
145

fragmentación de bosques tropicales, en fin, una incontable enumeración de


contrariedades que están derivando en la destrucción progresiva del planeta
y obviamente de los humanos, como especie.

Esta mirada impone sin espera alguna, impulsar las acciones que sean
necesarias para la formación de la conciencia ecológica desde las
instituciones educativas, para idear actividades formativas que favorezcan el
desarrollo de un individuo que reconozca y se relacione amigablemente con
su entorno escolar en la búsqueda de la calidad de vida. La formación de la
conciencia ecológica es el entendimiento real de actitudes que se
manifiestan en actos de vida conscientes en beneficio de la conservación y
preservación del planeta. En conjunto tomar acciones y hacer gestiones que
mejoren las condiciones de existencia de la comunidad a la que se pertenece
y globalmente al planeta.

En este contexto, la estructura compleja como eje conductor de la


transformación escolar se dirige hacia la comprensión del ambiente
educativo como un todo donde las relaciones entre el ambiente físico y los
organismos conforman una comunidad vinculada estrechamente entre si por
una variedad de interconexiones que deben ser respetas y comprendidas en
su justa dimensión, que por su multidimensionalidad corresponde a
propiedades o exigencias del entorno, imponiéndose relacionar las
estructuras locales con las interacciones dinámicas que manifiestan los
estudiantes creando así el andamiaje ecológico de la escuela en sus rutinas
escolares.

Esta perspectiva de la complejidad para ver el todo y a las partes que lo


conforman en la realidad de las escuelas y planetaria sería el epicentro de la
146

transformación escolar centrada en una actuación ecológica del docente y de


los estudiantes, que parte desde el respeto por sus semejantes, de la
estructura escolar y de la naturaleza.

Por lo antes expuesto y dadas las teorías estudiadas, se presentan a


continuación los lineamientos para la actuación del docente que logre formar
la conciencia ecológica como estructura compleja para la transformación
escolar, que en concordancia con la justificación, pertinencia social e
innovación de la investigación se abordan desde dos perspectivas: La
primera desde la actuación de las universidades en las generación de
conocimientos pertinentes con la gran importancia de la conciencia ecológica
y la segunda desde la búsqueda de la transformación de las actividades
rutinarias en las aulas de clase de las escuelas primarias.

Generación de Conocimiento Ecológico en las universidades

Esencialmente porque el mundo vigente se ha encaminado hacia la


competitividad y el individualismo, resulta imperioso e imprescindible que
las universidades reafirmen su compromiso desinteresado con la
sociedad, la justicia, la igualdad y la democracia, así como con la
solidaridad entre los pueblos. Por ello deben apuntar a tender puentes de
comunicación y colaboración entre el entorno comunitario, las familias y
los académicos de estas instituciones.

La función creativa de la universidad requiere, por lo tanto, fundarse


sobre la base de una comunidad formada en la participación
democrática, que busque el crecimiento intelectual, y sea partidaria del
diálogo y del aprendizaje compartido, una comunidad educativa que
147

rompa las barreras artificiales entre la universidad y la sociedad, pero


que en el marco de todas estas ideas no olvide la importancia que para
todos y todas tiene la formación de la conciencia ecológica como vía para
mantener y conservar la naturaleza del planeta

Este reto requiere de una universidad con un nuevo semblante,


esperando que las ellas se transforme para emitir respuestas efectivas y
apropiadas a los complejos problemas que padecen la sociedad. La
educación en estas casas de estudio está llamada a constituirse en una de
las importantes para la búsqueda de soluciones a la complicada
problemática ambiental incorporando esta dimensión en sus funciones
centrales: en la generación de conocimientos tanto científicos como
tecnológicos, en la formación de profesionales en sus distintas áreas y en la
difusión de la cultura a todos los sectores sociales.

ACCIONES:

Formar a un docente consciente de la importancia de la


preservación del planeta.
Hacer énfasis en las asignaturas que tienen que ver con la
educación ambiental.
Proponer cambios en los currículos universitarios, para propiciar la
conciencia ciudadana como principio para la conciencia ecológica.
Incluir en los perfiles de competencia de los egresados la capacidad
para atender problemas ambientales
Incorporar la dimensión ambiente en las carreras tradicionales de
pregrado y posgrado.
General conocimientos para el respeto y garantizar la preservación
148

de la salud y del medio ambiente.


Compartir saberes desde la perspectiva del intercambio horizontal,
con visión humanista, ecológica e integral.
Accionar planes de gestión medioambiental en la vida y las políticas
universitarias.
Ejecutar proyectos de acción para el desarrollo sustentable de
planes ambientales.
Desarrollar la docencia, la investigación y la extensión de acuerdo a
los contextos sociales, regionales y nacionales buscando el cambio y la
innovación hacia la formación de la conciencia ecológica.
Fomentar espacios de reflexión ciudadana a través de foros,
seminarios, conversatorios, congresos, entre otros en las aéreas de
cambio climático, naturaleza y biodiversidad, medio ambiente y salud,
recursos naturales y residuos entre otros.

Fomentar el conocimiento ecológico y alfabetismo ecológico en

las instituciones educativas

En las todas y cada una de las instituciones educativas, es importante


manejar un profundo entendimiento académico y axiológico que permita que
los estudiantes, a través de ellos mismos aprendan a relacionarse con sus
semejantes, a implementar ideas y conceptos de los complejos ecosistemas
del planeta, este planteamiento puede lograr que los niños, niñas,
adolescentes y adultos sean seres humanos ecológicos al entender los
patrones y procesos básicos de la naturaleza para mantener la vida, se
busca que al poner en práctica estos conocimientos ecológicos se creen
comunidades humanas sostenibles de aprendizaje ecológico en términos de
149

pensamientos que se interrelacionan y conectados con sus contextos para


observarlos desde sus propias dimensiones y desde un mundo como un todo
interconectado.

Esta visión da a los estudiantes la idea de sistemas en donde se comparte


propiedades comunes y principios de organización, así descubrirán las similitudes
entre los seres vivos y los fenómenos naturales y lo que ocurre en el aula, los
ambientes educativos, en su comunidad y en las circundantes, formándose así lo
que se llama en esta investigación el eco-alfabetismo como plataforma para el
acercamiento a una reforma escolar sistémica.

ACCIONES:

Observar los fenómenos ecológicos en la escuela, en el liceo, en la


universidad, en el aula y en la comunidad.
Observar al aula educativa como un espacio social de intercambio,
interrelación y negociación.
Propiciar condiciones dirigidas hacia la determinación de ejemplos
de comportamientos ecológicos en las instituciones educativas y la
comunidad.
Crear contenidos que rescaten la dimensión humana de los
estudiantes.
Construir aprendizajes congruentes con la ecología y la naturaleza
compleja del aula, la escuela y la comunidad.
Convertir el aula en un espacio para la reflexión crítica y crecimiento
individual y colectivo.
Observar e interpretar los propios fenómenos ecológicos en la
institución educativa y en el aula de clase.
150

Prestar atención y analizar los acontecimientos naturales ocurridos


en el planeta.
Propiciar aprendizajes referidos al clima físico y psicosocial del aula
la institución educativa y la comunidad.
Plantear escenarios de convivencia.
Desempeñar roles ecológicos.
Procesar continuamente informaciones ecológicas.

Concebir a las instituciones educativas y su ambiente como


nichos ecológicos

La concepción de las instituciones educativas y su ambientes como


nichos ecológicos permite la capacidad de comprender sus propias
relaciones de los propios ecosistemas naturales en donde el orden natural no
puede separarse del orden humano, y lo cultural se considera como las
formas de organicidad social compleja e infinita red de símbolos que se
relacionan y cohesionan en todas las formas que puedan ser imaginadas
.

Es decir, todas las expresiones o desarrollos que muestren una


necesidad adaptativa del hombre a condiciones que de forma natural le
pueden resultar adversas a los seres humanos pueden ser transformadas si
se busca el equilibrio en los que sea posible la continuidad de la vida, estas
especificaciones son importantes a la hora de mirar a los ambientes
escolares como nichos ecológicos
151

En este sentido el ambiente educativo ha de poder regular su vida


social desde su interior, siguiéndola, interpretándola, y rearticulándola para
alcanzar una interrelación efectiva sobre toda la sinergia que en el se
desarrolla para llegar a construir una función vital de vida integral en la que
cada uno de los estudiantes y los docentes se apoyan voluntariamente para
reproducir la vida.

ACCIONES:

Reconocer el aula como nicho ecológico en cuyo marco tiene lugar


el desarrollo curricular.
Observar cómo afecta las peculiaridades organizativas e
institucionales la vida escolar.
Observar el comportamiento y las condiciones ambientales de las
instituciones educativas y las aulas de clase.
Observar las características del mobiliario, su distribución, criterios
de asimetría, características climáticas, conservación y mantenimiento.
Observar las relaciones de los grupos que interactúan en la escuela.
Relacionar al aula con la escuela y la comunidad.
Comprender como un microespacio a la institución educativa y la
comunidad.
Considerar el aula como un ecosistema.
Conocer el concepto de espacio.
Estudiar los ecosistemas y la adaptación de los seres vivos.
Observar los patrones naturales globales de cambio de diversidad.
Observar y clasificar las especies dominantes en la comunidad.
Observar la comunidad y sus límites.
152

Estudiar la composición especifica, riqueza de especies, patrón de


abundancia relativa, diversidad, forma de vida, nichos y amplitud.
Introducir enfoques acerca de la naturaleza de la comunidad.

Reflexionar acerca de la complejidad de la higiene escolar. El


aula de clase.

La complejidad de la higiene escolar en el aula va mas allá del


manejo de contenidos que traten de la higiene que tradicionalmente se
conoce, debe ser un proceso permanente que permita la construcción del
conocimiento y fomente la reflexión y el análisis para fortalecer la toma
de decisiones con respecto a la salud, en la búsqueda de la
transformación de comportamientos, actitudes, valores y prácticas que
conlleven a mantener la salud de los estudiantes y los docentes.

La institución educativa en sus espacios y actividades diarias desde


sus interrelaciones y proyectos debe tener la intensión de preservar la
salud, por eso es propicio reflexionar acerca de cómo es el ambiente
escolar, como están dispuestos los materiales en el aula de clase, si hay
suficiente espacio para las actividades recreativas, si las mesas sillas son
las adecuadas o si las dimensiones de las aulas son las adecuadas,
todos estos aspectos son los necesario cuidar en la escuela para
conservar la salud de los estudiantes.

ACCIONES:

Hacer del aula una unidad de transformación del ser, hacer, conocer
y convivir.
Tomar en cuenta la formación biosicosocial-espiritual de los
153

estudiantes para la organización del espacio escolar.


Observar la condición compleja del aula como inversamente
proporcional al desorden y caos como resultado de la complejidad de la
misma.
Visualizar la ciudadanía educativa para la liberación y formación de
la conciencia ecológica.
Asumir comportamientos afectivos para ser reconocidos por el otro
como parte del complejo espacio del aula.
Visualizar la disposición de los materiales que hay en el aula
escolar para que estén dispuestos y sean los adecuados a las edades de
los estudiantes.
Revisar las cargas horarias de los estudiantes y los docentes.
Tener en cuenta los regímenes de trabajo y descanso.
Hacer de la institución educativa y desde sus aulas de clase
ambientes solidarios que no atenten contra la salud de los seres
humanos que en ellos interactúan.
Actuar con ética ambiental

Para logar la ética ambiental en las instituciones educativas es


importante conocer la dinámica que encarna el ambiente y desde allí
mantener una fuerte actuación a través de la demostración de conductas
responsables y comprometidas con la conservación, preservación la
protección de los recursos naturales con la presencia y tratamiento de
actividades diarias que logren en los niños, niñas, adolescentes y adultos
nuevas conductas respecto a las problemáticas ambientales del planeta,
partiendo de la exigencia de un cambio de actitud respecto al entorno, para
lo cual es imprescindible propiciar el acercamiento y contacto a los contextos
naturales de las instituciones educativas y las comunidades donde
interactúan los estudiantes.
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ACCIONES:

Realizar diagnósticos de la situación ambiental de la institución


educativa y la comunidad.
Desarrollar la educación ambiental como parte del proceso docente
educativo en la búsqueda de la consolidación de valores en la
personalidad de los estudiantes y la comunidad a favor del medio
ambiente.
Mantener las condiciones higiénico-sanitarias y del trabajo
preventivo escolar.
Concienciar que la protección del ambiente es un deber personal,
familiar, comunitario, regional, nacional e internacional.
Considerar la necesidad de asumir la conciencia ecológica como
una responsabilidad civil y ciudadana para la protección del medio
ambiente.
Reconocer la necesidad de asumir actitudes favorables al medio
ambiente.
Estudiar cómo afecta la producción industrial y la utilización
económica de los recursos energéticos a los recursos naturales.
Resaltar diariamente la práctica de valores cono la tolerancia, la
solidaridad, responsabilidad, respeto, equidad, justicia, paz, honestidad,
precaución y amor.
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