Sunteți pe pagina 1din 5

JURISPRUDENCIA

Roj: SAP MU 1912/2016 - ECLI: ES:APMU:2016:1912


Id Cendoj: 30030370032016100426
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Murcia
Sección: 3
Fecha: 29/07/2016
Nº de Recurso: 103/2016
Nº de Resolución: 463/2016
Procedimiento: PENAL - APELACION PROCEDIMIENTO ABREVIADO
Ponente: ALVARO CASTAÑO PENALVA
Tipo de Resolución: Sentencia

AUD.PROVINCIAL SECCION N. 3
MURCIA
SENTENCIA: 00463/2016
AUD.PROVINCIAL SECCION N. 3 de MURCIA
UNIDAD PROCESAL DE APOYO DIRECTO
Domicilio: 1- SCOP AUDIENCIA, TLF: 968 229157, FAX: 968 229278
2- SCEJ PENAL,TLF: 968 271373 FAX: 968 834250
Telf: a Fax: a
Equipo/usuario: AFM
Modelo: 213100
N.I.G.: 30035 41 2 2014 0004653
ROLLO: RP APELACION PROCTO. ABREVIADO 0000103 /2016
Juzgado procedencia: JDO. DE LO PENAL N. 3 de CARTAGENA
Procedimiento de origen: PROCEDIMIENTO ABREVIADO 0000020 /2016
RECURRENTE: Benedicto
Procurador/a: FELIX MENDEZ LLAMAS
Abogado/a: FRANCISCO JOSE BERNAL DIAZ
RECURRIDO/A:
Procurador/a:
Abogado/a:
SENTENCIA
NÚM. 463 /16
ILMOS. SRS.
D. JUAN DEL OLMO GÁLVEZ
PRESIDENTE
D. ÁLVARO CASTAÑO PENALVA
Dª. AMA Mª MARTÍNEZ BLÁZQUEZ

1
JURISPRUDENCIA

MAGISTRADOS
En la ciudad de Murcia, a veintinueve de julio de dos mil dieciséis.
Habiendo visto en grado de apelación la Sección Tercera de esta Ilustrísima Audiencia Provincial el presente
Rollo por virtud del recurso interpuesto contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal en el
procedimiento supra referenciado, por delito de amenazas y abusos sexuales, en el que intervienen, como
apelante, el acusado D. Benedicto , defendido por el Letrado Francisco José Bernal Díaz y representado por el
Procurador D. Félix Méndez Llamas; y como apelados, el Ministerio Fiscal y la Acusación particular Dª. Daniela
, defendida por el Letrado D. José Lorenzo Martínez Ferrer y representada por la Procuradora Dª. Alicia Ros
Hernández. Es ponente el Magistrado D. ÁLVARO CASTAÑO PENALVA, que expresa la convicción del Tribunal.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El Juzgado de lo Penal citado dictó en los referidos autos sentencia con fecha 25 de mayo de
2016 , sentando como hechos probados los siguientes: "Se dirige la acusación frente a Benedicto , mayor
de edad y sin antecedentes penales. En fecha no determinada del mes de agosto de 2013, el acusado con
ánimo de dominación machista y con intención de infundir temor a su mujer, Daniela con la que convivía en
el domicilio común sito en CALLE000 NUM000 puerta DIRECCION000 de San Pedro del Pinatar, le dijo que
no valía para nada, que fuera donde fuera la iba a encontrar y la iba a matar.
No queda suficientemente acreditado que sobre las 7:00 de la mañana del 20 de abril de 2014 el acusado
entrara desnudo en la habitación de Daniela , que la tocara en la zona genital a pesar de que ella le dijera que
se fuera y que agarrándola por el cuello con el brazo izquierdo le obligara con la mano derecha a masturbarle.
No queda suficientemente acreditado que el 23-4-2014 el acusado volviera a entrar en la habitación de su
esposa y le tocara, marchándose de la misma cuando ella le dijo que se fuera."
SEGUNDO.- Asimismo, dictó el siguiente "FALLO: Que debo condenar y condeno a Benedicto como autor de
un delito de amenazas previsto y penado en el artículo 171.4 5.2 del CP , sin la concurrencia de circunstancias
modificativas de la responsabilidad, a la pena de 9 meses de prisión e inhabilitación especial para el derecho
de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, 2 años y 6 meses de privación del derecho a la tenencia
y porte de armas y 2 años y 6 meses de prohibición de comunicación y aproximación a menos de 300 metros
respecto de Daniela , y mitad de las costas procesales incluidas las de la Acusación Particular.
Que debo absolver y absuelvo a Benedicto de un delito de abusos sexuales, declarando de oficio la mitad
de las costas procesales.
Se mantiene en vigor la orden de protección acordada en este procedimiento hasta la firmeza de la sentencia."
TERCERO.- Dicha resolución fue impugnada en la forma descrita en el encabezamiento. Tras los oportunos
traslados y repartos, se remitieron las actuaciones a esta Sección 3ª de la Audiencia Provincial de Murcia
donde se registraron y se formó el correspondiente rollo, recibiéndose en esta UPAD el día 20 de los corrientes,
señalándose el día de hoy para su deliberación, votación y fallo por la Sala.
CUARTO.- En la sustanciación de ambas instancias se han observado las prescripciones legales.

HECHOS PROBADOS
ÚNICO.- Se acepta y se da por reproducida la declaración de hechos probados de la sentencia recurrida.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La resolución apelada condena al ahora recurrente como autor de un delito de amenazas del
artículo 171.4 y 5.2 del CP . Fundamenta su convicción probatoria en la declaración de la víctima, que
cumpliría los requisitos que la jurisprudencia del Tribunal Supremo viene exigiendo para otorgarle veracidad.
Concretamente:
A) Sobre la ausencia de incredibilidad subjetiva, razona que no se ha acreditado por parte de la denunciante un
interés espurio, rechazando expresamente como tal la obtención de ventajas en el procedimiento judicial de
separación matrimonial porque cuando presentó la denuncia todavía no estaba en el Juzgado, destacando que
la existencia de tal procedimiento como su voluntad de separarse no puede conducir de manera automática a
desconfiar de su declaración, pero sí que exige ser cauteloso en la valoración de los dos restantes requisitos;
ello unido a que el propio acusado declaró expresamente no saber por qué le había denunciado su mujer.

2
JURISPRUDENCIA

B) En orden a las corroboraciones periféricas de carácter objetivo, apunta, de un lado, los datos aportados
por la testifical de su hijo Remigio , que expuso cómo desde 2013 ha presenciado discusiones, y en alguna
ocasión amenazas de que le iba a matar, que él ya vivía en otra vivienda pero que iba de vez en cuando a
comer a casa de sus padres, que se marchó de casa en el 2008, llegando a escuchar cómo su padre le decía
a su madre "te voy a matar, no vales para nada, no sabes hacer la comida", que en agosto de 2013 hubo una
discusión y su padre tiró la comida por el fregadero y le dijo a su madre que no valía para nada, que la iba
a matar, que estaban presentes sus sobrinas; y de otro, la también testifical de María Angeles que declaró
que les ha escuchado discutir y en una ocasión le oyó decir "no vales para nada, eres una inútil" y en otras
que si se va la va a encontrar y la va a matar; también que él es agresivo, que ella es vecina y tiene la misma
confianza con ella que con él, que los insultos los ha escuchado en diferentes ocasiones y que las amenazas
en una ocasión.
En este punto, aclara la sentencia que la declaración de estos dos testigos corrobora la versión ofrecida por
la denunciante en cuanto a las amenazas que denuncia, señalando que si bien no es posible especificar el
momento exacto en que se producen sí cabe situarlas en agosto de 2013, ya que los testigos, especialmente el
hijo, se refieren a este mes, sin poder precisar si las amenazas que escucharon ambos testigos se produjeron
o no en el mismo día, versiones que difieren de las del acusado, que describió la relación con su mujer como
estupenda.
c) Finalmente, en relación con la persistencia en la incriminación, pondera que la declaración de la denunciante
en lo esencial ha sido persistente a lo largo de todo el procedimiento, manifestando que desde agosto de 2013
su marido le ha menospreciado e insultado con expresiones como que no valía nada y la ha amenazado con
matarla si se va, no existiendo contradicciones importantes en su declaración a lo largo del procedimiento.
Aclara también que aunque es cierto que durante todo el procedimiento ha manifestado ser objeto de insultos y
amenazas y en cambio en el atestado a la pregunta de si han existido amenazas del supuesto agresor o planes
dirigidos a causar daño físico o psíquico declara que no, tal contradicción no es relevante porque también en el
relato que efectuó ante la Guardia Civil (folio 14) manifestó que han existido amenazas e insultos, explicando
en el acto del juicio que no han existido amenazas físicas como pegarle y que ella contestó que no a las
amenazas físicas.
Destaca también que no se aprecian contradicciones entre lo manifestado por la denunciante y los demás
testigos. Así, estima que no resulta contradictorio que el hijo del acusado manifieste haber escuchado alguna
amenaza y por el contrario aquélla declare que en las amenazas no estaban presentes más personas ya que
ésta matiza que sabe que los vecinos y su hijo las han escuchado, aun cuando no estaban presentes.
SEGUNDO.- Frente a ello, se interpone por el condenado recurso de apelación. El primer motivo invoca error
en la apreciación de la prueba y el in dubio pro reo , que podría sintetizarse en los siguientes alegatos: A)
El principio de inmediación no impide a la Ilustrísima Audiencia Provincial entre a valorar si el razonamiento
contenido en la sentencia de instancia respecto a la valoración de la prueba es erróneo, en cuyo caso, cabe
revocar el pronunciamiento contenido en la misma. B) El Tribunal Supremo, aunque admite que la declaración
de la víctima es suficiente para enervar la presunción de inocencia del acusado, matiza que se trata de una
prueba que ha de ser valorada con cautela, pues tiene interés en el procedimiento. C) La valoración de dicho
testimonio efectuada por la sentencia a quo no es razonable, no cumpliéndose los requisitos jurisprudenciales
para otorgarle credibilidad; así concurren móviles espurios, admitiendo ante la Guardia Civil que estaba en
trámites de separación aunque luego en el plenario manifestó que ello no era así; igualmente, en el año 2003
envió a su esposo una carta firmada por un Letrado en el que le expresa su intención de poner fin al matrimonio.
Tampoco existen corroboraciones periféricas, pues las declaraciones de los testigos y de la denunciante
son distintas entre sí, ninguna hace referencia a unos mismos hechos (la denunciante habla de amenazas
sin concretar nada, al igual que la vecina, mientras que el hijo se refiere a un día de agosto sobre el que
no se acusó). Sobre la persistencia en la incriminación, entiende el recurso que concurren contradicciones
relevantes: 1ª) En la denuncia ella no narra ningún episodio de amenazas; 2ª) También ante la Guardia Civil
responde que no a la pregunta de si su marido le ha amenazado o causado daño físico y/o psíquico; 3ª)
Habla de malos tratos generalizados y amenazas habituales, existiendo un informe forense que concluye
que no ha sido víctima de maltrato habitual de tipo psicológico en el contexto de la violencia de género;
4ª) Las amenazas que se relatan son genéricas, no aportando detalle alguno; 5ª) Las contradicciones sí
afectan a lo esencial: en un primer momento no se denunció amenaza alguna, después se habla de maltrato
psicológico habitual y, cuando el forense determina que no hay maltrato habitual, se habla de amenazas pero
sin concretar. D) La sentencia no explica por qué prevalece la versión de la denunciante sobre la del apelante y
omite cualquier pronunciamiento sobre las pruebas de descargo alegadas por éste (las expuestas que impiden
apreciar ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud del testimonio y persistencia en la incriminación).

3
JURISPRUDENCIA

Subsidiariamente, interesa el recurrente que los hechos probados sean reputados falta porque en el caso
actual no se aprecia ni de forma expresa ni tácita la contextualización de machismo que exige la jurisprudencia
para apreciar el delito de malos tratos en el ámbito familiar, no concurriendo prueba alguna de ello. De acogerse
el motivo, deja ya invocada la prescripción al estar el procedimiento parado más de seis meses consecutivos.
TERCERO.- El primero de los motivos no puede acogerse. Lo que pretende el recurrente es que prevalezca su
valoración probatoria frente a la del Tribunal sentenciador, lo que en el estado actual de la jurisprudencia no es
bastante para obtener la pretendida revocación. En sede de apelación las facultades revisoras del Tribunal ad
quem están seriamente limitadas desde la sentencia Tribunal Constitucional 167/02 , en la lógica medida que
un Tribunal que no ha presenciado el juicio no puede ejercer con mínimas garantías su función fiscalizadora,
debiendo partir su tarea necesariamente de las ponderaciones de quien ha sido destinatario inmediato de
las pruebas, excediéndose en su cometido si se pronunciase sobre la trascendencia de aquéllas sin haber
observado directamente cómo y qué explicación daban a las mismas los distintos sujetos que depusieron.
De este modo, la Audiencia se ha de limitar a comprobar que el proceso de inferencia deviene razonado y
razonable, lo que es suficiente para que prevalezca sobre las apreciaciones de las partes o, dicho de otro modo,
el recurso sólo será viable cuando aporte argumentos y evidencias reveladoras de un razonamiento irracional,
absurdo, ilógico o contrario a las máximas de la experiencia, lo que aquí no sucede.
Así, como razona la sentencia a quo , no puede deducirse del hecho de que estuviesen en trámites de
separación móvil espurio alguno en la denunciante que restase credibilidad a su testimonio, especialmente
cuando no se concreta las ventajas directas o indirectas que obtendría de ello, y mucho menos de su propósito
de separarse diez años antes (carta enviada a través de Letrado). Igualmente, tampoco comparte esta alzada
la interpretación que hace el recurrente de las declaraciones de los testigos, pues aunque no coincidan
exactamente en los hechos, sí aportan la realidad de una situación de amenaza y maltrato frecuente que
constituye una corroboración periférica muy relevante, máxime cuando el hijo ubica una de las acciones que
narra en el mismo mes que la que es objeto de autos. Por último, también se da persistencia en la incriminación
porque las contradicciones que invoca el recurso o no son tales o no son relevantes, especialmente cuando
el objeto de las declaraciones en fase policial van dirigidas a orientar la instrucción y por ello no suelen ser
exhaustivas ni pormenorizadas, aclarando en un momento posterior ante la misma Guardia Civil que sí era
objeto de amenazas. Contrariamente a lo que se alega, las expresiones amenazantes son suficientemente
concretas, y no hay contradicción con el hecho de que un informe forense no aprecie indicadores de maltrato
habitual psicológico.
Por último, no son atendibles las omisiones argumentativas que reprocha el recurso cuando afirma que la
sentencia de instancia no explica por qué prevalece la versión de la denunciante sobre la del apelante ni analiza
las razones de descargo atinentes a la ineficacia probatoria de la primera. Es evidente, a la vista del fundamento
jurídico primero de esta resolución (en que se sintetizan los de la resolución a quo ) que sí se da cumplida
respuesta a esa cuestión, exponiendo dicha resolución, con abundancia de razones, por qué le merece más
verosimilitud la testifical de la denunciante, rechazando expresamente cada una de los motivos con los que
la Defensa ha pretendido desautorizar a la víctima, y si alguno hubiese quedado en el tintero, es obvio que ha
sido rechazado de modo indirecto o implícito en la medida en que el conjunto de la resolución permite conocer
sin dificultad su imperativo de razonabilidad.
Con todo ello la conclusión condenatoria que contiene la resolución impugnada está justificada. Se trata de un
juicio de inferencia cabal, coherente, sensato y ajustado a las máximas de la experiencia y la lógica, quedando
desvirtuada la presunción de inocencia.
SEGUNDO.- Sobre el requisito de dominación machista esta Sala ha venido reiterando desde 2014 que basta
para la apreciación de la misma y, por ende, su incardinación en la violencia de género, que la conducta
del varón, objetivamente valorada, denote connotaciones degradantes y/o de subyugación, resaltando esa
misma jurisprudencia que muy pocas conductas de maltrato, lesión, coacción o amenaza del varón contra su
cónyuge, excónyuge o mujer con la que está o ha estado vinculado afectivamente quedan fuera de esa suerte
de violencia, mencionando expresamente como excluidas la riña mutuamente aceptada y las acciones que se
desarrollan en un plano de reciprocidad e igualdad y las que no responden al designio de imponer a la mujer
una determinada voluntad.
Tales exigencias se cumplen en el caso analizado. La conducta descrita en el relato de hechos probados
revela el empleo de la amenaza como manifestación de una pretendida preeminencia, un afán de imponer su
voluntad y una falta de respeto hacia la mujer que son característicos del delito objeto de condena, revelando
un comportamiento claramente vinculado con añejos y superados patrones culturales de asimetría del varón
sobre su pareja.

4
JURISPRUDENCIA

VISTOS los preceptos legales citados en la sentencia y demás de general y pertinente aplicación, en nombre
de SU MAJESTAD EL REY DON FELIPE VI DE ESPAÑA,

FALLAMOS
Desestimar el recurso de apelación supra referenciado y, en consecuencia CONFIRMAR dicha resolución,
declarando de oficio las costas causadas en este recurso.
No tifíquese la presente resolución y llévese certificación de la misma al Rollo de esta Sala y a los autos del
Juzgado, al que se devolverán para su ejecución y cumplimiento.
Así, por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

S-ar putea să vă placă și