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Después de todo, después de saber y conocer más como somos los ecuatorianos. De
saber que somos conformistas y que esperamos lo que venga, que nos resignamos a ser
así.
El cambio está en cada uno de los ecuatorianos, pero cómo llegar a dicho país
armonioso. Primero se debe ir corrigiendo una por una las señas particulares de los
ecuatorianos; nosotros como lectores de esta obra, y gracias al análisis objetivo del autor,
tenemos que ayudar a difundir el mensaje -debemos corregir a la sociedad ecuatoriana y
eliminar las señas particulares del ecuatoriano-. Como dije tenemos que empezar
corrigiendo las malas costumbres de los que nos rodean, no ser protagonistas ni testigos
de varias injusticias, no actuar ni pensar de una manera egocentrista.
Segundo, aunque en un futuro, pero primordial, educar a nuestros hijos, para que sean
personas de bien, inculcándoles valores; enseñándoles a cumplir con sus
responsabilidades; hacerle conocer y cumplir sus derechos y los de los demás. Eliminar
por completo la pereza, ya que es la causa de que el país esté así. Quitar la actitud de
conformista, inspirarle a tener sueños, expectativas, inspirarle a que luche por lo que
quiere, a que nunca se rinda y que siga aspirando a más, a algo mejor.
Nosotros los futuros docentes vamos a cumplir un papel muy importante para la
realización de dicho cambio. Nosotros vamos a tener a los niños y jóvenes que lograrán
ese cambio. Debemos cambiar la forma de pensar de ellos, después de haber cambiado
la nuestra por supuesto.
Todo cambio se puede lograr mediante la educación. Con una mejor educación, con
una educación de calidad, se logrará obtener una sociedad de calidad. Debemos parar
con nuestras malas actitudes. Debemos conocer más de nuestra historia, conocer nuestra
identidad y proyectarnos a un futuro mejor; con voluntad y esfuerzo.
Después de todo, después de haber leído esta obra, no puedo quedarme de brazos
cruzados; es más después de que el autor cambió mi forma de pensar y de ver al país,
me abrió los ojos para ver la realidad del país, ver cómo ha ido progresando, pero todavía
existen las señas particulares en mi país.