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ETIOLOGIA

Aunque no se conoce bien el origen exacto, son varios los factores de riesgo que se relacionan
con la aparición del cáncer de mama.

Los considerados más importantes son: Dos genes, BRCA-1 y BRCA-2 parecen ser responsables
de más de la mitad de los cánceres de mama hereditarios. El resto de factores de riesgo son más
discutidos: dietas ricas en grasas, primer embarazo tardío, no lactancia, nuliparidad,
antecedentes personales de cáncer, sobre todo de endometrio, hormonoterapia sustitutiva o
con anticonceptivos hormonales, exposición a radiaciones, inmunodepresión, etc. No está
demostrada su asociación a bajo estado socioeconómico.

FACTORES DE RIESGO

EDAD

El riesgo de cáncer de mama aumenta gradualmente conforme la mujer envejece.Menos de 1%


de todos los cánceres mamarios se producen en mujeres menores de 25 años de edad. Después
de los 30 años, sin embargo, se incrementa de manera aguda la incidencia de este tipo de cáncer;
salvo por la meseta breve que ocurre entre los 45 y los 50 años de edad, esta incidencia se
incrementa de manera sostenida con el paso de la edad.

ANTECEDENTES FAMILIARES

Cualquier antecedente familiar de cáncer mamario aumenta el riesgo relativo global de cáncer
de esta glándula en la mujer. Sin embargo, el riesgo no aumenta en grado importante en las
mujeres cuyas madres o hermanas tuvieron cáncer mamario después de la menopausia, en
tanto que las mujeres cuyas madres o hermanas experimentaron cáncer mamario
premenopáusico bilateral tienen un riesgo de toda su vida de por lo menos 40 a 50%. Si la madre
o la hermana de la paciente tuvieron cáncer mamario premenopáusico unilateral, su riesgo de
toda la vida de desarrollarlo se aproximará a 30 por ciento.

ALTERACIONES GENÉTICAS

Los antecedentes familiares son un factor de riesgo demostrado entre un 5% y un 10% de los
casos, en los que la mutación de algún gen (BRCA1, BRCA2 y otros) se transmite por herencia y
predispone a padecer cáncer de mama a causa de una mutación. Además, son relevantes
cuando hay más de dos antecedentes familiares directos (madre y hermana), especialmente si
han presentado cáncer de mama a una edad joven.

ANTECEDENTES DE REPRODUCCIÓN Y MENSTRUACIÓN

La evidencia indica que:

 Cuantos más años tiene la mujer cuando da a luz a su primer hijo, mayor será la
probabilidad de que desarrolle cáncer de mama.
 Las mujeres que empezaron a menstruar a una edad temprana (a los 11 años o menos),
que tuvieron la experiencia de una menopausia tardía (después de los 55 años de edad)
o que nunca tuvieron hijos, también tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de
mama.
 Las mujeres que tomaron terapia hormonal de reemplazo durante mucho tiempo
parecen tener también una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
Cuanto más prolongada la fase reproductiva de una mujer, mayor su riesgo de sufrir cáncer
mamario. Por tanto, la edad mediana en el momento de la menarquia es más baja en las mujeres
que desarrollan cáncer mamario, y la menopausia natural o artificial temprana las protege
contra el desarrollo de este cáncer. La menopausia artificial como resultado de ooforectomía
disminuye el riesgo de cáncer de mama más aún que la menopausia natural temprana. No se ha
encontrado una relación clara entre el riesgo de cáncer mamario y las irregularidades
menstruales o la duración de la menstruación.

La lactancia no afecta a la incidencia de cáncer mamario, pero las mujeres que nunca se han
embarazo tienen un riesgo más elevado de cáncer de mama que las que son multíparas. Además,
las mujeres que tienen a su primer hijo durante una parte más tardía de la vida experimentan
una incidencia mayor de cáncer mamario que las mujeres primigrávidas más jóvenes.

En un estudio bien controlado de los Centers for Disease Control and Prevention se demostró
que el empleo de anticonceptivos orales no incrementa el riesgo de cáncer mamario,
independientemente de la duración de su empleo, los antecedentes familiares o la coexistencia
de enfermedad mamaria benigna.

Aunque el tratamiento con estrógenos para los síntomas menopáusicos no aumenta


probablemente el riesgo de cáncer de mama, el empleo prolongado de los mismos (durante más
de 10 años) o las dosis más elevadas de éstos se podrían incrementarlo. En un metaanálisis se
sugiere que la administración posmenopáusica de estrógenos es un factor de riesgo. Se acepta
en la actualidad que, durante la vida posmenopáusica, deben administrarse estrógenos a una
dosis relativamente baja ya sea de manera cíclica o en combinación con progestágenos. Aunque
los estrógenos pueden incrementar ligeramente la incidencia de cáncer mamario, se justifica su
empleo sensato porque disminuyen la mortalidad por osteoporosis y cardiopatías.

ALGUNOS CAMBIOS EN LA BIOPSIA DE MAMA

Un diagnóstico de hiperplasia atípica (una condición que no es cancerosa, en la cual las células
tienen características anormales y son numerosas) o de carcinoma lobulillar in situ (células
anormales que se encuentran en los lobulillos del seno) aumenta el riesgo de cáncer de mama
en la mujer.

DIETA, OBESIDAD Y ALCOHOL

El riesgo es mayor cuando los hábitos de vida no son saludables. Se piensa que la dieta (consumo
exagerado de grasas) tiene un papel en el cáncer de mama, aunque los investigadores no han
identificado todavía los factores puntuales dietéticos. Además una dieta escasa en verduras,
fruta fresca, pescado y vitaminas A, C y D constituye una dieta de riesgo. Los estudios han
encontrado que la obesidad y el sobrepeso en las mujeres postmenopáusicas aumentan el riesgo
de cáncer de mama. Algunos estudios sugieren que el consumo moderado de alcohol también
puede aumentar las probabilidades de una mujer de desarrollar esta enfermedad. El ejercicio,
especialmente en mujeres jóvenes, puede disminuir los niveles hormonales y la incidencia de
este tumor.

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