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PRUEBA PSICOLÓGICA

Una prueba puede definirse tan sólo como un dispositivo o procedimiento de medición. Cuando la palabra prueba es seguida por un adjetivo calificativo,
a lo que se hace referencia es a un dispositivo o procedimiento de medición diseñado para medir una variable relacionada con ese adjetivo. Considérese,
por ejemplo, el término prueba médica, el cual se refiere a un dispositivo o procedimiento de medición diseñado para medir alguna variable relacionada con
la práctica de la medicina (incluyendo una amplia gama de herramientas y procedimientos como los rayos X, las pruebas sanguíneas y el examen de los
reflejos). De manera parecida, el término prueba psicológica se refiere a un dispositivo o procedimiento de medición diseñado para medir variables relacionadas
con la psicología (por ejemplo, inteligencia, personalidad, aptitudes, intereses, actitudes y valores). La muestra de comportamiento podría variar desde
respuestas a un cuestionario por escrito hasta respuestas orales a preguntas de desempeño de alguna tarea. La muestra de comportamiento podría ser
provocada por el estímulo de la prueba en sí o ser una conducta que ocurre de manera natural (bajo observación).
Las pruebas psicológicas pueden diferir en diversas variables como contenido, formato, procedimientos de administración, procedimientos de
calificación e interpretación y calidad psicométrica o técnica. El contenido (tema) de la prueba variará, por supuesto, con el objeto de la prueba particular.
Pero incluso dos pruebas psicológicas que pretenden medir el mismo constructo, por ejemplo, "personalidad", pueden diferir en forma amplia en el
contenido de los reactivos debido a factores como la definición de personalidad de quien ha elaborado la prueba y la orientación teórica de éste. Por
ejemplo, los reactivos en una prueba de personalidad con orientación psicoanalítica pueden tener poco parecido con los de una prueba de personalidad
con orientación existencialista, pero ambas son "pruebas de personalidad". El término formato se relaciona con la forma, plan, estructura, arreglo y
disposición de los reactivos de la prueba al igual que con consideraciones relacionadas como los límites de tiempo. También se usa "formato" para referirse
a la forma en que se administra una prueba: computarizada, por medio de papel y lápiz o en alguna otra forma. Cuando se hace referencia específica a una
prueba computarizada, "formato" también se refiere a la forma del programa: compatible con IBM o con Apple. Además, "formato" puede usarse con
referencia a la forma o estructura de otras herramientas y procesos de evaluación, como la realización de entrevistas, la ejecución de tareas y la naturaleza
de muestras de trabajo y portafolios.
Para los entusiastas de los deportes, "puntuación" se refiere generalmente al número de puntos acumulados por los competidores. Para los
estudiantes de psicometría, puntuación se refiere a un código o resumen de afirmaciones, por lo general pero no necesariamente de naturaleza numérica,
que refleja una evaluación con respecto a la ejecución en una prueba, tarea, entrevista o alguna otra muestra de comportamiento. En consecuencia,
calificación es el proceso de asignar dichos códigos o afirmaciones de evaluación a la ejecución en pruebas, tareas, entrevistas u otras muestras de
comportamiento.
Las pruebas psicológicas difieren en forma amplia en los lineamientos de calificación e interpretación. Algunas pruebas están diseñadas para ser
calificadas por quienes responden la prueba, otras para ser evaluadas por examinadores capacitados, y otras más pueden ser calificadas por medio de
computadoras. Algunas pruebas, como la mayor parte de las pruebas de inteligencia, incluyen manuales que son muy explícitos no sólo acerca de los
criterios de calificación sino también respecto a la naturaleza de las interpretaciones que se pueden llevar a cabo a partir de la puntuación calculada. Otras
pruebas, como la Prueba de Manchas de Tinta de Rorschach, se proporcionan con manual; quien las adquiere también lo hace con los materiales de estímulo
y posteriormente selecciona y emplea una de muchas guías disponibles para la aplicación, calificación e interpretación.

Doce supuestos en las pruebas y la evaluación psicológicas


Nuestra revisión de la evaluación continúa con un breve vistazo a las suposiciones que son básicas en esta empresa.

Supuesto 1: Los rasgos y estados psicológicos existen.Un rasgo se ha definido como “cualquier forma distinguible, relativamente perdurable, en la
que un individuovaría de otro” (Guilford, 1959). Los estados también distinguen a una persona de otra, pero son relativamente menos perdurables (Chaplin
et al., 1988) Aquí la situación es importante puesto que un comportamiento puede tomarse de una manera en un contexto (una persona que habla con
Dios en la iglesia) y de otra manera (desviado) si realiza el mismo comportamiento en un contexto inadecuado (baño público). También la forma exacta en
que se manifiesta un rasgo particular depende de la situación por ejemplo un delincuente puede comportarse de manera sumisa ante un oficial y más
violenta ante un familiar.
Supuesto 2: Los rasgos y estados psicológicos pueden cuantificarse y medirse. La ponderación del valor comparativo de los reactivos de una prueba
ocurre como resultado de una interacción compleja entre muchos factores: consideraciones técnicas, en forma en que se ha definido un constructo para
los propósitos de la prueba y el valor que le da la sociedad a los comportamientos que se están evaluando.
Supuesto 3: Pueden ser útiles diversos enfoques para medir aspectos del mismo objeto de estudio. Pueden existir varias pruebas y técnicas de medición
diferentes para medir el mismo rasgo, estado, interés, capacidad, actitud u otro constructo, o algún aspecto del mismo. Algunas pruebas son mejores que otras en
diversas formas, como el grado en que pueden hacerse predicciones significativas con base en las puntuaciones derivadas. De hecho, las pruebas pueden diferir en
una gran cantidad de formas. Las pruebas varían en el grado en que están vinculadas con una teoría. Por ejemplo, los reactivos para una prueba de personalidad
llamada MMPI-2 no fueron elaborados de conformidad con ninguna teoría de la personalidad. Por el contrario, los reactivos de otra prueba, el Indicador de Tipos de
Myers-Briggs (Myers-Briggs Type Indicator), fueron elaborados con base en la teoría de los tipos de personalidad de Carl Jung.
Supuesto 4: La evaluación puede proporcionar respuestas a algunas de las interrogantes más trascendentales de la vida. Cada día, en todo el mundo, se
abordan interrogantes trascendentales con base en algún tipo de proceso de evaluación. ¿Esta persona es competente para someterse a juicio? ¿Debería ser
contratada, transferida, ascendida o despedida? ¿A quién debe permitírsele entrar en este programa especial o concedérsele una beca? ¿Cuál de los progenitores
debe tener la custodia de los hijos? Es probable que las respuestas a esta clase de interrogantes tengan un impacto significativo en muchas vidas. A fin de poder dormir
tranquilos por la noche, los usuarios de pruebas y otras técnicas de evaluación deben creer que el proceso de evaluación empleado para responder estas interrogantes
es satisfactorio por completo para la tarea.
Supuesto 5: La evaluación puede señalar fenómenos que requieren una mayor atención o estudio. Además de su función en la evaluación con propósitos de
hacer algunos juicios trascendentales, una suposición en la medición es que las herramientas de evaluación pueden usarse con propósitos de diagnóstico. Puede
definirse diagnóstico en forma amplia como una conclusión alcanzada con base en la evidencia y opinión por medio de un proceso de distinción de la naturaleza de
algo y descartar conclusiones alternativas. Prueba de diagnóstico y método de diagnóstico se refieren a herramientas o técnicas usadas para hacer diagnósticos.
Supuesto 6: Diversas fuentes de información enriquecen y son parte del proceso de evaluación. Los datos de una prueba pueden ser útiles para entender a un
estudiante, un presidiario, un empleado, un cliente en terapia o a cualquier persona en cualquier papel o capacidad. Sin embargo, los profesionales de las pruebas y
la evaluación entienden que las decisiones que es probable que influyan de manera significativa en el curso de la vida de un examinando se toman de manera ideal no
sólo con base en la puntuación de una prueba sino, más bien, con los datos de muchas fuentes diferentes. El tipo exacto de información adicional necesaria variará,
por supuesto, con las preguntas que el procedimiento de evaluación comenzó a responder. Un listado parcial de algunos otros tipos de datos que pueden ser relevantes
para el proceso de toma de decisiones incluirá información sobre la salud mental y física actual al igual que pasada del examinando y su posición académica y
ocupacional. La historia familiar relevante y el estado actual de la familia también pueden ser contribuciones importantes para el proceso de toma de decisiones, al
igual que el conocimiento de los valores, aspiraciones y motivación del examinando.
Supuesto 7: Diversas fuentes de error son parte del proceso de evaluación. En la conversación cotidiana, usamos la palabra error para referimos a
equivocaciones, desaciertos y cosas por el estilo. En el contexto de la evaluación, el "error" no necesariamente se refiere a una desviación, un descuido o algo que de
alguna otra manera viole lo que se podría haber esperado. Por el contrario, "error" en el contexto de las pruebas y la evaluación psicológica se refiere de manera
tradicional a algo que no sólo se espera, sino que también se considera un componente del proceso de medición. En este contexto, error se refiere a una suposición
antigua de qué factores distintos al que pretende medir la prueba influirán en el desempeño de ésta. Debido a que el error es una variable en cualquier proceso de
evaluación psicológica, a menudo hablamos de varianza de error. Las puntuaciones de prueba obtenidas por examinandos generalmente están sujetas a cuestiones
concernientes al grado en que reflejan la varianza de error. Por ejemplo, una puntuación en una prueba de inteligencia podría estar sujeta a debate respecto al grado
en que la puntuación obtenida refleja en verdad el CI del examinando y el grado en que refleja la varianza de error.
Las fuentes potenciales de error muy variadas. El que un examinando tenga gripe o no cuando responde la prueba es una fuente de varianza del error. En un
sentido más general, entonces, los examinandos son fuentes de varianza del error. Los examinadores también son fuentes de varianza de error. Por ejemplo, algunos
examinadores son más profesionales que otros en el grado en que siguen las instrucciones que rigen cómo y bajo qué condiciones debe aplicarse una prueba. Las
pruebas mismas son otra fuente de varianza de error; algunas pruebas simplemente son mejores que otras para medir lo que pretenden medir.
Supuesto 8: Las pruebas y otras técnicas de medición tienen ventajas y desventajas. Los usuarios de pruebas competentes entienden mucho sobre ellas.
Entienden, entre otras cosas, cómo se elaboró la prueba, las circunstancias bajo las cuales es apropiado aplicar dicha prueba, cómo debería administrarse ya quiénes,
cómo deberían interpretarse los resultados de la prueba y a quiénes, y cuál es el significado de la puntuación. Los usuarios de pruebas competentes entienden y
aprecian las limitaciones de las pruebas que emplean, al igual que la forma en que estas limitaciones podrían compensarse con datos de otras fuentes. Todo esto
puede sonar bastante lógico. Es probable que lo sea. Pero esta suposición engañosamente simple, que los usuarios de pruebas conozcan las pruebas que usan y estén
conscientes de las limitaciones de las pruebas, se enfatiza de manera repetida en los códigos de ética de las asociaciones de profesionales de la medición.
Supuesto 9: El comportamiento relacionado con las pruebas predice el comportamiento independiente de ellas. Muchas pruebas implican tareas como rellenar
pequeños recuadros con un lápiz del número 2 o tan sólo oprimir el teclado de una computadora. El objetivo de estas pruebas generalmente tiene poco que ver con
la predicción del comportamiento futuro de rellenar recuadros u oprimir teclas. Más bien, el objetivo común de la prueba es proporcionar algún indicio de otros
aspectos del comportamiento del examinando. Por ejemplo, los patrones de respuestas a preguntas verdadero-falso en el MMPI se usan como indicadores de la
presencia de trastornos mentales. Las tareas en algunas pruebas imitan los comportamientos reales que el usuario de la prueba está tratando de entender. Por su
naturaleza, sin embargo, estas pruebas sólo producen una muestra del comportamiento que puede esperarse sea emitido bajo condiciones que no son de prueba. Y,
en general, las pruebas y la evaluación son realizadas con la presunción de que pueden hacerse generalizaciones significativas a partir de los datos de prueba respecto
al comportamiento fuera de la situación de prueba.
Supuesto 10: Un muestreo del comportamiento actual predice el comportamiento futuro. Las pruebas obtienen una muestra de lo que hace una persona en
el día en que es aplicada la prueba. La muestra de comportamiento obtenida se usa de manera típica para hacer predicciones sobre el comportamiento futuro, como
predecir el desempeño laboral de un solicitante de empleo. Una excepción rara a esta suposición ocurre en algunas materias forenses (legales), donde las pruebas
psicológicas pueden no usarse para predecir el comportamiento sino para señalarlo posteriormente; es decir, para ayudar a comprender el comportamiento que ya
ha tenido lugar. Por ejemplo, puede haber necesidad de entender el estado mental de un acusado en el momento de la comisión de un crimen. Aunque está fuera de
la capacidad de cualquier procedimiento de prueba o evaluación reconstruir el estado mental de un individuo, las muestras de comportamiento tomadas en un punto
pueden ser útiles bajo ciertas circunstancias para arrojar luz sobre la naturaleza del estado mental del individuo en algún punto del pasado.
Además, otras herramientas de evaluación, como los datos en la historia clínica o el diario personal del acusado durante el periodo en cuestión, en conjunto
podrían ser de gran valor en una evaluación así.
Supuesto 11: Las pruebas V la evaluación pueden realizarse de una manera justa e imparcial. Si tuviéramos que escoger una de estas 12 suposiciones que
fuera más controvertida que los 11 restantes, sería ésta. Décadas de demandas en los tribunales contra varias pruebas y programas de pruebas han sensibilizado a
elaboradores y usuarios de pruebas a la demanda social de que las pruebas sean diseñadas de modo que sean justas y que sean empleadas de una manera imparcial.
En la actualidad todos los editores importantes de pruebas se esfuerzan por elaborar instrumentos que, cuando son usados de conformidad estricta con los
lineamientos en el manual de prueba, sean justos. Una fuente de problemas relacionados con la equidad son los problemas del usuario que intenta emplearse una
prueba particular con personas cuyos antecedentes y experiencia son diferentes a los de las personas para las que se pretendía aplicar. En tales casos, es útil enfatizar
que las pruebas son herramientas que, como otras más familiares (martillos, picahielo, palas, etc.), pueden usarse en forma apropiada o equivocadamente.
Supuesto 12: Las pruebas y la evaluación benefician a la sociedad A primera vista, el prospecto de un mundo carente de pruebas y evaluaciones podría parecer
muy atractivo, en especial desde la perspectiva de un estudiante apurado preparándose para una semana de exámenes semestrales. Pero es muy probable que un
mundo sin pruebas se convirtiera más en una pesadilla que en un sueño. En un mundo así, las personas podrían presentarse ante el público como cirujanos,
constructores de puentes o pilotos de avión sin importar sus antecedentes, capacidad o títulos profesionales. En un mundo sin pruebas, los maestros y administradores
escolares podrían colocar en forma arbitraria a los niños en diferentes tipos de clases especiales tan sólo porque creen que ahí es adonde pertenecen. Considerando
las muchas decisiones críticas que se basan en las pruebas y en los procedimientos de evaluación, así como en las alternativas posibles (incluyendo la toma de decisiones
con base en el juicio humano, el nepotismo y cosas por el estilo), podemos apreciar con facilidad la necesidad de la empresa de evaluación y estar agradecidos por su
existencia.

¿Quién, qué y por qué evaluar?


¿Quiénes son las partes?
1. El que construye la prueba
Quienes se dedican a elaborar pruebas, brindan una amplia variedad de antecedentes y detalles respecto del proceso de elaboración. Sin embargo, la APA
(American Psychological Association) estima que más de 20.000 pruebas nuevas se elaboran cada año y abarcan pruebas elaboradas para un estudio de investigación
específico, revisiones de anteriores publicadas, etc. Reconociendo que las pruebas y las decisiones tomadas como resultado de su administración pueden tener un
impacto significativo en las vidas de las personas que responden las pruebas, varias organizaciones publicaron normas de comportamiento ético referidas a la
elaboración y uso responsable de pruebas. Las más conocidas son las Normas o Standards for Educational and Psychological Testing elaboradas por la Asociación
Estadounidense de Investigación Educativa, la Asociación Psicológica Estadounidense y el Consejo Nacional sobre Medición en Educación.
2. El que usa la prueba
Si bien las pruebas son usadas por una variedad de profesionales, todos deberán cumplir los principios éticos correspondientes. La prueba debe guardarse para que
su contenido específico no sea dado a conocer con anticipación. Descripciones previas a la administración de la prueba, de los materiales que contiene la misma,
en el caso de pruebas de inteligencia, no son aconsejables pues podrían comprometer los resultados. El que administra la prueba debe estar familiarizado
con los materiales y procedimientos de la prueba y tener todos los materiales necesarios para administrarla en forma apropiada. También debe asegurarse de
que el salón en el que se realice la prueba sea el adecuado, evitando condiciones distractoras como ruido excesivo, calor, frío, interrupciones, luz solar deslumbrante,
hacinamiento, ventilación inadecuada, etc. Es fundamental la empatía entre el evaluador y el evaluado. En el contexto de situación de prueba, la empatía puede
definirse como una relación de trabajo entre evaluador-evaluado. Lograr la empatía con el evaluado no debe alterar las condiciones de administración de la prueba.
Existen otros factores que pueden influir en el desempeño en pruebas de inteligencia como por ejemplo que el evaluador sea familiar o no, que esté presente o
ausente, y sus modales en general. Otro factor importante ha sido el género.
3. El que responde la prueba:
Las personas evaluadas enfocan una situación de evaluación de diferentes formas y los administradores deben ser sensibles a la diversidad de respuestas posibles
ante una situación de prueba. El evaluado en situación de diagnóstico o evaluación puede variar en:
a) ansiedad experimentada y grado en que ésta podría afectar los resultados
b) capacidad y disposición para cooperar con el evaluador o comprender las instrucciones escritas.
c) el dolor físico o la angustia emocional que esté sufriendo el evaluado.
d) malestar e incomodidad derivado de no haber comido suficiente o por otras condiciones físicas.
e) grado en que está alerta y despierto y no somnoliento
f) grado en que estén predispuestos a estar de acuerdo o en desacuerdo cuando se les presenten los reactivos
g) grado en que han recibido preparación previa.
h) importancia que atribuyan a describirse a sí mismos en forma buena o mala
i) grado de “suerte” que tiene el evaluado al responder sin conocer de lo que responde.
También el evaluado tiene derechos en situaciones de evaluación como por ejemplo a dar su consentimiento para ser evaluado, a que los resultados sean
confidenciales y a ser informado de los resultados.

Criterios para la valoración de tests


Construir un test nuevo no es la práctica más habitual en el ejercicio profesional de la evaluación psicológica. De hecho, como hemos visto, es un trabajo laborioso que
requiere un importante esfuerzo por parte de varios profesionales durante un periodo de tiempo prolongado para planificar, ejecutar y analizar los datos recogidos en
uno o más estudios de campo. Por ello la mayoría de las situaciones en las que se utilizan los tests no comienzan necesariamente con la creación de uno original. En
cambio, parten de la búsqueda y valoración de algún test existente en la literatura que encaje con los objetivos de la evaluación psicológica.

Para simplificar este proceso, organizaciones vinculadas al ejercicio profesional de la psicología como la American Psychological Association o el Consejo General de
Colegios Oficiales de Psicólogos, sugieren algunas fuentes para la búsqueda de tests:

- Publicaciones periódicas. Con formato libro o enciclopedia, varias publicaciones se dedican a recopilar los tests comerciales disponibles con diferente nivel de detalle.
Por ejemplo, el Buros Center for Testing de la Universidad de Nebraska edita Tests in Print. TIP es una de las recopilaciones en lengua inglesa más exhaustivas que
proporciona información relevante sobre los objetivos, las poblaciones a las que se dirigen, los autores y editoriales que los publican y el precio de más de 3.000 tests.

- Bases de datos. Por otro lado, en la red podemos encontrar algunos directorios abiertos que proporcionan información sobre los tests indexados, tanto comerciales
como no comerciales, y facilitan su acceso. Entre otros, podemos destacar la Test Collection, del Educational Testing Servíce, que incluye más de 25.000 tests

- Catálogos de las editoriales. De especial interés para la búsqueda de tests en lengua no inglesa, y en especial en castellano, diferentes editoriales españolas publican
los catálogos de tests que licencian y proveen de la información necesaria para conocer sus características. Entre estos, podemos destacar los catálogos de TEA
Ediciones, del Grupo Albor-Cohs, del Instituto de Orientación Psicológica EOS y de Pearson (Pearson Clinical & Talent Assessrnent),

- Búsqueda de tests no comerciales. Finalmente, debemos tener presente que no siempre los tests comerciales disponibles en el mercado se ajustan a las necesidades
de la evaluación. En este caso, en la búsqueda de tests no comerciales para utilizarlos en la evaluación psicológica es conveniente consultar las bases de datos que
incluyen las publicaciones científicas más relevantes en el ámbito de conocimiento de la psicología. Más allá de las recomendaciones habituales, podemos destacar
PsycTESTS, una base de datos especializada en tests no comerciales desarrollada por la American Psychologícal Association y actualizada con una periodicidad mensual,
en la que se recopilan tests obtenidos de los propios autores, de publicaciones en revistas científicas, libros o tesis.

Una vez encontrado uno o más tests potencialmente interesantes, es necesario evaluar sus características para valorar la conveniencia de su uso en relación con los
objetivos de la evaluación psicológica. Para hacerlo, podemos volver al proceso de construcción de tests expuesto en el apartado anterior y ofrecer algunos criterios a
partir de las preguntas más importantes que los profesionales interesados en su uso deben formularse en relación con los objetivos del test, sus propiedades
psicométricas, el proceso de administración, su estatus y, finalmente, la adecuación específica al proceso de evaluación:

- En relación con los objetivos del test. Entre otras cuestiones, ¿está claramente definido el objetivo del test? ¿Dispone del soporte teórico necesario? ¿Disponemos de
las evidencias científicas necesarias para utilizarlo como instrumento de medida? ¿Se actualiza regularmente o al menos es objeto de investigación para valorar sus
propiedades psicométricas y su utilidad según los objetivos que se propone?

- En relación con sus propiedades psicométricas. De acuerdo con el proceso de construcción, ¿se proporciona la información necesaria sobre el análisis de los Ítems que
componen el test? ¿Qué evidencias se proporcionan sobre la fiabilidad y la validez de las medidas obtenidas mediante el test? ¿Qué tipos de muestras, y de qué
tamaños, se han utilizado para recoger estas evidencias?

- En relación con el proceso de administración. ¿Dispone el test de un manual adecuado con la información y los materiales necesarios para su uso? ¿Tiene instrucciones
claras y/o plantillas para la corrección? Si fuera necesario, ¿este manual dispone de normas o baremos para la interpretación de las puntuaciones obtenidas?

- En relación con su estatus. ¿Se trata de un test comercial? Y en caso de serlo, ¿qué coste tienen el manual, las copias del test, las hojas de respuesta y la plantilla de
corrección? ¿Es necesario algún tipo de calificación o acreditación para administrarlo? ¿Ha sido evaluado por alguna entidad u organismo independiente?

- En relación con la adecuación al proceso de evaluación. Finalmente, ¿es pertinente de acuerdo con los objetivos de evaluación? ¿Es su marco teórico congruente con
estos objetivos? ¿Se dirige específicamente a la población a la que se quiere administrar? ¿Está adaptado o dispone de una versión adaptada al contexto cultural en el
que quiere ser utilizado? ¿Se ajusta a las condiciones de administración previstas en el proceso de evaluación, por ejemplo, teniendo en cuenta el medio de
administración, los materiales necesarios, el formato de respuesta a los Ítems o el tiempo requerido?
Evaluar un test antes de utilizarlo es más que una práctica conveniente en el ejercicio profesional de la psicología y, de hecho, supone un importante reto al que las
propias organizaciones profesionales han dedicado diferentes esfuerzos para sistematizar su abordaje. Sin detenemos en sus especificidades, y teniendo en cuenta el
diferente nivel de complejidad en el que han sido desarrolladas, estas iniciativas se basan también en el análisis de las decisiones tomadas en el proceso de diseño y
construcción de los tests, y proporcionan un marco de evaluación de la calidad de los tests disponibles en la literatura muy útil para la valoración de su conveniencia
con relación a los objetivos de la evaluación psicológica.

Cohen R. y Swerdlih, M. (2008). Pruebas y evaluación psicológicas. México: McGraw-Hills.

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