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INFORMACION GENERAL DEL PROYECTO

SEGUNDA ENTREGA

INFORMACIÓN INSTITUCIONAL

Título del proyecto Poblando el llano de los Ordoñez. Historia de la construcción


completo del barrio Mutis, en Bucaramanga, 1963-1973
Nombres y apellidos Oskar Fernando Carreño Jiménez
del estudiante
Código estudiantil 2150449
Correo electrónico oskarfcj574@gmail.com
Teléfono móvil 3043327973
Nombre del grupo de Indefinido
investigación que avala
su propuesta
Palabras claves Barrio Mutis - ICT - Ordenamiento territorial – Bucaramanga
Nombres y apellidos Indefinido
del director de
proyecto
Director del grupo de Indefinido
investigación UIS

PROBLEMA

3.1 Exposición del problema: planteamiento del problema de investigación, formulación de


la pregunta central

En barrio Mutis, perteneciente al área metropolitana de la capital del departamento de


Santander (Colombia), se encuentra ubicado en la parte suroccidental de Bucaramanga, y
hace parte de la comuna 17 de la misma ciudad. La breve información geoespacial de un
lugar determinado mencionada anteriormente, se toma para señalar que el objeto de
estudio histórico a analizar y trabajar en esta investigación es el barrio Mutis. Ahora bien,
dentro de tal objeto de estudio, se han tomado cinco dimensiones las cuales buscan a través
de su complementariedad, responder a la pregunta central: ¿cómo se llevó a cabo la
construcción del barrio Mutis, en Bucaramanga, entre 1963 y 1973? Tales dimensiones son:
terreno, planificación, construcción y habitantes.

La primera dimensión es el terreno. La base sobre la cual se construye todo barrio es la


tierra; por tanto, el primer elemento o dimensión a analizar es la superficie sobre la cual
termina construyéndose el barrio Mutis. Ante esto, la pregunta más importante gira en
torno a la naturaleza del terreno, es decir, su recorrido histórico de compra y venta, desde
que hizo parte de los bienes de una(s) personas(s), hasta el momento que pasó a ser
propiedad del ICT Instituto de Crédito Territorial. En este caso, se sabe a través de fuentes
notariales que el predio en el cual se construyó el actual barrio Mutis, fue vendido por
“Rafael J. Turbay e hijos” al ICT el 9 de septiembre de 1963. Y anteriormente, se conoce que
“Rafael J. Turbay e hijos” fue una sociedad constituida por 6 personas (todos de apellidos
Turbay) el 24 de diciembre de 1960. Asimismo, a partir de las fuentes notariales, se conoce
que el predio se consideraba como “rural”. No obstante hace falta conocer ¿quién(s) era
dueño del terreno antes de 1960? Además, falta comprender ¿cuáles son los límites del
terreno? ¿Qué dimensiones tenía el terreno? y ¿cuáles fueron los beneficios o dificultades
con los cuales contaba el lugar?

La segunda dimensión es la planificación. A primera impresión se puede pensar que todo


barrio debe ser planeado. No obstante, la realidad de los barrios Colombianos, y me atrevo
a decir que en general los barrios en Suramérica son tanto planeados como no planeados,
o en otros términos, tanto formales como informales; es decir, hay una buena cantidad de
barrios ilegales que se terminan erigiendo a través de procesos de autoconstrucción al
margen de la ley. Ante lo anterior la primera pregunta es ¿el Mutis fue un barrio planeado
o informal? A través de la fuente consultada, principalmente prensa, en este caso se sabe
que el barrio Mutis fue un barrio planeado. Ahora bien, ¿Quién o quienes lo planearon? Se
sabe que la entidad encargada de la planeación del barrio Mutis fue el ICT. Sin embargo,
hay algunas preguntas que aún no se han resuelto: ¿cuántas manzanas, cuadras y casas se
suponía debía tener el barrio Mutis? ¿Con que servicios públicos iba a contar el barrio
Mutis? ¿Cuáles eran las fechas estipuladas para la entrega de fases o del proyecto
culminado? ¿Cómo era la distribución interna de las viviendas? ¿Cuáles fueron las
dimensiones de las casas?

La tercera dimensión hace referencia a la construcción, es decir, a la parte central de la


investigación. Para esta dimensión, se sabe por lo dicho en el párrafo anterior, que la
entidad encargada de la planeación fue el ICT, no obstante, tal instituto tenía tres maneras
de llevar a cabo la construcción de sus proyectos: la construcción total por parte de ellos,
la construcción únicamente por los que iban a ser los propietarios de las viviendas, o la
construcción que vendría siendo la hibridación de las dos anteriores, es decir, una parte era
hecha por el ICT y la otra la hacían los habitantes durante los fines de semana. Por tanto ¿a
cuál de las tres formas de construcción empleadas por el ICT perteneció el barrio Mutis?
Otra pregunta que surge de esta dimensión es ¿se tuvieron en cuenta los servicios públicos
durante la construcción del barrio? Ante esto se sabe gracias a la prensa, que para 1967 no
había red de teléfono, ni escuela y ni puesto de salud, además de que no había vías de
acceso al barrio. En resumen, hace falta responder a varias preguntas de esta dimensión:
¿En qué fecha iniciaron y finalizaron las obras? ¿La construcción fue por fases o a un solo
aliento? ¿Qué tipo de personas fueron las encargadas de construir las viviendas?

Las dos últimas dimensiones, es decir, habitantes, se divide en dos sub-dimensiones:


propietarios y tipo de pobladores. En primera instancia se busca con la sub-dimensión de
propietarios, analizar las características de los mismos para responder preguntas como: ¿de
dónde venían? ¿Cuál era su condición económica? ¿Cómo pagaron sus viviendas? Así
mismo, en el caso de tipo de poblador, se quiere abarcar no solo a los propietarios tras la
construcción del barrio Mutis, sino a las personas que hacían parte de la familia de los
propietarios. En este caso, quedan pendientes y abiertas preguntas como: ¿Número de
integrantes por familia? ¿Edades de los integrantes de las familias? ¿Ocupación de los
pobladores del barrio Mutis?

Cabe señalar que, las dimensiones anteriormente descritas, no se deben análisis de manera
aislada sino de forma articular, para dar fuerza a la pregunta central de esta investigación
que es: ¿cómo se llevó a cabo la construcción del barrio Mutis, en Bucaramanga, entre 1963
y 1973? Ahora la pregunta es ¿cómo se relacionan las dimensiones anteriormente descritas
en función de la pregunta central? Para saber cómo se llevó a cabo la construcción de un
barrio se debe conocer primero la historia del terreno utilizado, luego se debe tener claro
mínimamente si el barrio es formal o informal, y sobre todo, que personas intervinieron
tanto en la construcción como en la puesta en marcha del mismo.

¿Por qué escoger la temporalidad de 1963 a 1973? La primera fecha, 1963, es tomada como
el inicio de la temporalidad a tratar, debido a que es en este año, en el que el terreno donde
se construye el barrio Mutis, es vendido al ICT quien comienza a hacer la planeación y
posteriormente la construcción del barrio. Y la fecha final, es decir, 1973 la tomo de manera
tentativa debido a que no hay un hecho concreto que me permita argumentar por qué
tomarla. Sin embargo, debo aclarar que tomo tal fecha, por la cuestión de que intento
estudiar el barrio Mutis no solo hasta su inauguración (que ronda entre los años 1966-1970)
sino unos cuantos años más tarde, para poder notar las dificultades presentes en materia
de servicios públicos y su desarrollo, con la finalidad de responder al objetivo específico
número dos.

3.2 Justificación del proyecto


Para este apartado, primero procederé a dar la justificación personal y luego la justificación
histórica.
A nivel personal, como justificación más importante se encuentra que he vivido toda la vida
en el barrio Mutis, esto genera en mí un interés por conocer la historia del barrio en el cual
vivo y la comunidad a la cual pertenezco, en aras de poder hacer comparaciones entre lo
que pretendo encontrar con esta investigación y mi conocimiento sobre lo que es el barrio
Mutis en los últimos 10 años y en la actualidad; además, el gusto por la historia urbana está
presente en mí debido a que es en la ciudad donde la mayoría de los habitantes de una
nación nos movemos cotidianamente, donde predomina la actividad no agrícola, y donde
llegan y confluyen la mayoría de ideas y costumbres que vienen de las periferias (campo).
En otras palabras, la ciudad es aquella que se define principalmente por su tamaño y su
densidad, porque la mayoría de personas que la habitan se dedica a actividades comerciales
e industriales y por poseer funciones político-administrativas centralizadas. Ahora bien, la
ciudad no se alza de la noche a la mañana, en cambio, es un proceso de construcción
constante e inacabable, en el cual a través de la interacción humana, se modela y se
transforma el paisaje. Teniendo claro lo anterior, un elemento fundamental en el desarrollo
de la ciudad y de lo urbano son los barrios, unidades más pequeñas que se interrelacionan
y le dan fuerza a lo que termina siendo lo urbano.
Ahora bien, ¿cuál es la necesidad histórica de la investigación en función del desarrollo de
la disciplina? Para responder a este interrogante, comienzo diciendo que de las tesis hechas
en la escuela de historia de la Universidad industrial de Santander, menos del 10 % se
dedican a la historia urbana; esto muestra que la disciplina de historia en relación a trabajos,
estudios e investigaciones sobre historia urbana se encuentra poco desarrollada. Es ahí
donde se evidencia la primera y más grande necesidad de esta investigación, la de rescatar,
ordenar y exponer la memoria de un barrio, a fin de que estos trabajos terminen
articulándose en una historia total del desarrollo urbano de Bucaramanga, una deuda que
tiene la escuela de historia.
La segunda necesidad histórica de la investigación es observar a través del análisis de la
construcción del barrio Mutis, qué relación hay entre la teoría y los resultados. Es decir,
mostrar a través de las conclusiones de la investigación, que tan organizado, planeado y
estructurado fue el proceso de construcción del barrio Mutis, en relación a lo previsto antes
de la puesta en marcha.
Y la tercera necesidad histórica de la investigación, es enfocarse en la parte social, es decir,
en este caso, de las personas o los tipos de pobladores que pasan a ser parte de un nuevo
barrio. ¿Porque es importante? Porque normalmente se hace historia social de
comunidades ya preestablecidas con unas características en común, por ejemplo, los
obreros. Sin embargo, hacer historia social de un barrio permite comprender qué estaba
pasando a nivel local, regional y hasta nacional, debido a que todos los seres humanos al
ser “seres sociales por naturaleza” como lo dice Aristóteles, nos movemos por el espacio a
partir de ciertas causas o consecuencias anteriormente dadas.

3.3 Objetivos de la investigación histórica

Objetivo general:

 Describir el proceso histórico de la construcción del barrio Mutis ubicado en la


ciudad de Bucaramanga, entre los años 1963 y 1973.

Objetivos específicos:

 Determinar una línea cronológica anterior a 1963, que presente los movimientos y
trámites de sucesión del terreno donde se construye finalmente el barrio Mutis.
 Identificar las problemáticas de servicios públicos presentes en la construcción del
barrio Mutis en Bucaramanga, entre 1963 y 1973.
 Presentar el desarrollo del proceso de construcción del barrio Mutis en
Bucaramanga, entre 1963 y 1973.
 Caracterizar los actores que intervinieron en la construcción del barrio Mutis en
Bucaramanga, entre 1963 y 1973, y de qué manera lo hicieron.
 Contextualizar el cambio que tuvo el paisaje del llano de los Ordoñez tras la
construcción del barrio Mutis, en Bucaramanga, entre 1963 y 1973.

9. FUENTES

Fuentes primarias:

 Vanguardia liberal

 Periodo a analizar: 1963-1973


 Soporte: Físico
 Ubicación: Hemeroteca universidad industrial de Santander UIS (sótano de
biblioteca)
 Accesibilidad: Libre
 ¿Qué se encuentra? En vanguardia liberal se encuentra información referente al
panorama económico y político tanto a nivel nacional como a nivel departamental y
municipal. Además, se encuentra información referente a las fechas de finalización
de obras en el proyecto del barrio Mutis, y problemáticas presentes expuestas por
los habitantes del barrio, luego de la entrega oficial del Mutis.

 Archivos notariales

 N° de notaría (s): 1 y 2
 Periodo a analizar: 1960-1975
 Soporte: Físico
 Ubicación: Archivo histórico regional UIS
 Accesibilidad: Libre
 ¿Qué se encuentra? En los archivos notariales se encuentra principalmente
información acerca de la(s) personas que compraron y vendieron el terreno donde
actualmente se encuentra el barrio Mutis. Sumado a lo anterior, en el archivo
notarial se puede analizar el tipo de compradores y vendedores de las viviendas del
barrio Mutis, para determinar con esto características de las personas tales como
sexo, edad y procedencia. Además, con las escrituras se puede ver el tipo de predio,
las dimensiones del mismo, y el precio de las viviendas. Por último, este tipo de
fuente, es decir, la notarial, permite conocer las dificultades, problemas o mejoras
que se fueron haciendo a las propiedades.

 Gaceta de Santander

 Periodo a analizar: 1963-1973


 Soporte: Físico
 Ubicación: Archivo histórico regional UIS
 Accesibilidad: Libre
 ¿Qué se encuentra? En esta fuente se encuentran consignados convenios, acuerdos,
actas cambios, impuestos, etc. que recaen en la población y por ende, en el
desarrollo cotidiano de los habitantes del barrio Mutis.

 Historia oral

Con esta fuente se busca recopilar la información de un selecto grupo de ancianos que han
vivido en el barrio Mutis desde el momento de su construcción e inauguración y que por
tanto, pueden arrojar datos referentes a los objetivos de esta investigación. Datos tales
como la procedencia, la edad al llegar al barrio, el modo de adquirir la vivienda, el valor de
la vivienda, y las dificultades a la hora de la construcción, tanto de ellos como de vecinos y
conocidos.
 Archivo parroquial

 Parroquia Nuestra Señora de la Consolata


 Periodo a analizar: 1969-1973
 Soporte: Físico
 Ubicación: Archivo de la parroquia Nuestra Señora de la Consolata (barrio Mutis)
 Accesibilidad: Restringida
 ¿Qué se encuentra? En este tipo de fuente se encuentra información referente a los
primeros religiosos que dirigieron la parroquia y por tanto que habitaron en el barrio
Mutis. Pero sobre todo, en el archivo parroquial se pueden ver las actas de
nacimiento y de defunción. Estas permiten, en el primer caso, observar las personas
registradas en la iglesia como nacidas y de ahí, conocer los nombres de los padres
que probablemente habitaban el barrio (con esto se podría hacer una recopilación
cuantitativa y ver el aumento poblacional del barrio). Así mismo, en el segundo caso,
o sea el de las defunciones, se puede ver la cantidad de gente registrada como
muerta en los primeros años del barrio Mutis, posterior a su inauguración.
Es decir, la fuente parroquial me es útil en la medida que a través de ella, y
comparándola con la fuerte notarial, me permite responder a las preguntas
planteadas en las dimensiones de propietarios y tipos de pobladores.

 Actas del consejo de Bucaramanga

 Periodo a analizar: 1969-1973


 Soporte: Físico
 Ubicación: Archivo del consejo. Bucaramanga
 Accesibilidad: Restringida
 ¿Qué se encuentra? En esta fuente se encuentran las cartas, peticiones, denuncias
hechas por los habitantes del barrio Mutis, en especial representados por la Junta
de Acción Comunal a las instituciones del Estado, en búsqueda de encontrar solución
a sus necesidades o problemas. Por tanto esta fuente es de vital importancia, ya que
de aquí se puede extraer información que permita conocer cuál era la voz de los
habitantes del barrio Mutis y cuáles eran sus necesidades.

Fuente secundaria:

 LANDA, Izaskun. Aproximación a la historiografía urbana. 2014. En: Historia y


patrimonio. Universidad central de Venezuela.
 (Veyne, 1984). En LANDA, Izaskun: Aproximación a la historiografía urbana. 2014.
 (Almandoz y González Casas, 1996; Sambricio, 1996). En LANDA, Izaskun:
Aproximación a la historiografía urbana. 2014. p. 610.
 (Piñón, 1996). En LANDA, Izaskun: Aproximación a la historiografía urbana. 2014.
 MEJIA, Germán. La pregunta por la existencia de la historia urbana.

 FUSTEL DE COULANGES, Numa. La ciudad antigua: estudio sobre el culto, el


derecho y las instituciones de Grecia y Roma. Francia. 1864.
 PIRENNE, Henri. Las ciudades de la Edad Media. 1994.

 MEJIA, Germán. La pregunta por la existencia de la historia urbana.


 RUEDA, Liliana. PLATA, William. Hacia un estado del arte de la historia urbana en
Colombia: el caso de Bogotá. 2016. Apuntes. Vol. 29. Núm. 2.
 ALMANDOZ, Arturo. Entre libros de historia urbana. Para una historiografía de la
ciudad y el urbanismo en América Latina. 2008.

 TORRES, Alfonso. Estudios sobre pobladores urbanos en Colombia. Balance y


perspectivas.
 TORRES, Alfonso. Barrios y luchas barriales en Bogotá durante el Frente Nacional.
1980
 BETANCUR. Jorge. Moscas de todos los colores. Historia del barrio Guayaquil de
Medellín 1894-1934. Ministerio de cultura. 2000.
 MUJICA, Elisa. Las casas que hablan. Guía histórica del barrio de la Candelaria de
Santafé de Bogotá. Biblioteca Nacional de Colombia. 1994.
 URIBE, Carlos. Bucaramanga y sus barrios. Reconstruyendo la historia del barrio
San Expedito. 1958-1985. Biblioteca Universidad Industrial de Santander. 2013. p.
306.
 DROYSEN, Johann. Histórica, lecciones sobre la enciclopedia y metodología de la
historia. Editorial alfa.

ESTADO DE LA CUESTIÓN EN LA HISTORIOGRAFÍA

La intención de este texto es hacer un corto balance bibliográfico (estado del arte) o estado
de la cuestión, primero de la historia urbana y posteriormente de la historia barrial. Para tal
fin, se abordaran tres escalas geográficas con la intención de mostrar los cambios en cada
uno de ellos. Estas escalas son lo global, lo latinoamericano y lo colombiano.

En primer lugar, es necesario mencionar la procedencia de la historia urbana. Aunque es


cierto que la misma es una rama que se desprende de la disciplina histórica, relativamente
muy joven, no se puede dejar en el olvido el hecho de que hace aproximadamente dos
siglos, se fueron desarrollando los pilares que finalmente terminaron construyendo lo que
hoy día se conoce como historia urbana, rama de la historia fundada en la década de los
años sesenta del pasado siglo. Si bien antes de 1960 habían destellos de algunos aspectos
de la historia urbana y era evidente el interés de algunos personajes por entender a la
ciudad como un punto que podía ser trabajado históricamente, no fue sino hasta la década
de los años 60 cuando la disciplina adquirió un marco teórico, unos conceptos y unos
enfoques claros.

Desde mediados del siglo XIX, las crónicas de viajeros eran las principales fuentes que se
tenían como referencia de las ciudades. Estas fuentes eran de carácter descriptivo y se
dedicaban principalmente a relatar los aspectos más superficiales que se podían observar
en las urbes. Sin embargo, esto cambió considerablemente cuando las ciudades, producto
de la industrialización y de la dinamización económica, comenzaron a incrementar el
número de habitantes, es decir, hubo un aumento demográfico y espacial en las urbes.

Teniendo claros los orígenes de la historia urbana, es importante señalar los dos más
grandes debates que se han tejido en torno a esta rama de la Historia. El primero gira en
torno a si la historia urbana es una disciplina o no, y el segundo se encamina en entender
las dos principales vertientes de las cuales se desprende la historia urbana y en las cuales,
se han desenvuelto los trabajos investigativos.

La historia urbana no ha sido la única disciplina que se ha dedicado a analizar la ciudad. Es


por ello, que se halla en disenso en relación a su identidad como campo independiente,
pues mientras unos la consideran un área temática de la historia, otros la reconocen como
una disciplina académica. Esta discusión es tratada en detalle por Izaskun Landa en
“Aproximación a la historiografía urbana”1 donde argumenta que, para algunos
investigadores debido a que el análisis de la historia urbana genera un variado reparto
temático estudiado por diferentes disciplinas (la historia, arquitectura, urbanismo,
antropología, derecho, sociología, economía, demografía, geografía o literatura) se generan
dudas en torno a su carácter independiente, es decir, se le ve como un campo auxiliar que
nutre las demás disciplinas, ya que, “la ciudad es sencillamente un área temática de la
historia”2. Mientras que, en contraposición a la postura anterior, para otros investigadores,
la historia urbana se ha consolidado como “disciplina académica”3 debido a que es evidente

1
LANDA, Izaskun. Aproximación a la historiografía urbana. 2014. En: Historia y patrimonio. Universidad
central de Venezuela.
2
(Veyne, 1984). En LANDA, Izaskun: Aproximación a la historiografía urbana. 2014. p. 610.
3
(Almandoz y González Casas, 1996; Sambricio, 1996). En LANDA, Izaskun: Aproximación a la
historiografía urbana. 2014. p. 610.
el aumento de publicaciones y estudios en relación a la historia urbana posterior a la década
de los 60, principalmente en E.U., Inglaterra, Francia e Italia.

Por otra parte, la historia urbana que se inicia formalmente en los años sesenta, ha tenido
dos grandes ramas de las cuales sus estudios y sus marcos teóricos se han desprendido. Por
un lado la arquitectura, donde se centran primordialmente en analizar la estructura física
de las edificaciones presentes en la ciudad. Y por otro lado la sociología, que se enfoca en
el análisis de las relaciones humanas dentro de las urbes. Ante lo anterior es pertinente
dejar calara mi postura o la rama en la cual me voy a enfocar para mi investigación. Debido
a que voy a estudiar el proceso de construcción del barrio Mutis, mi enfoque va a girar en
torno a la arquitectura, pues me voy a centrar en cómo se construyó físicamente el barrio
Mutis. Sin embargo, también creo pertinente inmiscuirme un poco en la parte sociológica
en la medida que estudie las relaciones sociales de los habitantes del barrio Mutis durante
el momento de construcción y los primeros años de estadía.

Ahora bien, sabiendo que todo campo de estudio debe delimitar su objeto, en este caso, la
ciudad, a primera impresión, es el objeto de estudio de la historia urbana. Pero la historia
urbana no solo se centra en la ciudad, sino en los “diversos procesos históricos que en ella
ocurren”4. Esta afirmación toma aún más fuerza al leer a Germán Rodrigo Mejía, en su libro
“La pregunta por la existencia de la historia urbana”5 donde hace un análisis de la
procedencia de la historia urbana. Considera que la pregunta por la historia urbana no
proviene del urbanismo, y que fue a partir de la sociología urbana de Chicago en los años
veinte, que los historiadores recogieron el marco teórico apropiado de la historia urbana.
Además, sostiene que la diferencia de la historia urbana formal, con las biografías de
ciudades es que tales monografías superan la simple narración de acontecimientos y
alcanzan niveles bastante sofisticados de explicación.

Para entender los cambios en las ciudades desde la antigüedad hasta la actualidad, tenemos
dos trabajos base que abarcan el estudio de las ciudades tanto en la Edad Antigua como en
la Edad Media. En el primer caso, es decir, en el de la ciudad de la Edad Antigua,
encontramos al historiador francés Fustel de Coulanges, con su libro “La ciudad antigua”6.
El texto que se centra en analizar las antiguas instituciones civiles de la religión, así como
en la relación entre propiedad y las instituciones político-religiosas, sustenta que la ciudad
es en la antigüedad (Grecia y Roma) el conjunto de asociaciones familiares independientes

4
(Piñón, 1996). En LANDA, Izaskun: Aproximación a la historiografía urbana. 2014. p. 611.
5
MEJIA, Germán. La pregunta por la existencia de la historia urbana .
6
FUSTEL DE COULANGES, Numa. La ciudad antigua: estudio sobre el culto, el derecho y las instituciones
de Grecia y Roma. Francia. 1864.
entre sí, que tienen en común una religión que los une y que genera mecanismos de
convivencia o reglas comunes entre la comunidad.

Por su parte Henri Pirenne estudia la ciudad durante la Edad Media en su libro “Las ciudades
de la Edad Media”7. En él, analiza como la <cité> que se traduce como “villa” fue el tipo de
asentamiento predominante después de la caída del imperio romano, pero, sostiene que la
<cité> no es una ciudad ya que puede ser considerada simplemente como un centro
administrativo y una fortaleza, y no puede ser considerada como una ciudad como tal ya
que carecían de la existencia de población burguesa y organización municipal. Por otra
parte, trabaja el <burgo> como el nuevo tipo de asentamiento de la Edad Media, que a
diferencia de la <cité> si contaba con un tipo de política y sobre todo de economía que la
convirtió en ciudad.

Por otra parte, para entender una perspectiva global de la historiografía urbana, se
encuentran los trabajos de Germán Mejía y Liliana Rueda Cáceres, junto a William Elvis Plata
Quezada, quienes se encargan de mostrar grosso modo las tendencias internacionales de la
historia urbana. Germán Mejía se concentra principalmente en analizar dos corrientes de la
historia urbana: Estados Unidos y Europa. En el primer caso, señala que lo interesante de la
historia urbana norteamericana es que se aleja de la consideración de ciudad como un
organismo único, y en lugar de ello, se cuestiona “por las fuerzas que hacen inevitable no
sólo su aparición sino, especialmente, su crecimiento tanto en número como en magnitud.”
Así pues, con los aportes de Wirth, Lampart, Roy Lubove y los miembros de la Nueva Historia
Urbana Norteamericana, se llegó a la conclusión de que la historia urbana va más allá del
estudio arquitectónico o material de la ciudad. Pues si bien la ciudad es tangible, lo que se
busca analizar son las fuerzas que causaron la ciudad, es decir, la parte humana que terminó
materializando y plasmando el paisaje urbano8. Por tanto, en el caso de la historia urbana
norteamericana, las variables básicas a considerar, si el propósito es elaborar ciencia social,
son la demografía, la tecnología, la economía y la organización.

Por su parte, la historia urbana europea tiene una trasegar distinto. En tal caso, la relación
de los europeos con la edificación y con las ciudades data de varios siglos atrás. Es decir,
han visto ciudades decaer, desaparecer y renacer; por tanto su concepción de la historia
urbana es distinta a la norteamericana. Específicamente en el caso de Francia: “la pregunta
por el espacio es central pues valoriza el sitio construido como núcleo productor y
reproductor de las realidades sociales, esto es, la ciudad como productora de sociedad y no
solo como producto de ella”9. Por tanto, la historiografía francesa, plantea en los estudios

7
PIRENNE, Henri. Las ciudades de la Edad Media. 1994.
8
CARREÑO, Oskar.
9
MEJIA, Germán. La pregunta por la existencia de la historia urbana.
monográficos la necesidad de investigar los siguientes asuntos: Población y demografía: el
movimiento de población, las estructuras sociales y económicas, la Historia de la política
urbana y el estudio de las prácticas sociales urbanas.

En ese sentido, otro trabajo que merece ser tocado, es el escrito por la arquitecta Liliana
Rueda Cáceres y el historiador William Elvis Plata Quezada. El artículo que lleva como
nombre “Hacia un estado del arte de la historia urbana en Colombia: el caso de Bogotá”10,
se analiza a partir de los marcos conceptuales propuestos para la historia urbana, la cercana
relación entre historia de la arquitectura e historia urbana. Según los autores, la bibliografía
mundial en relación a la historia urbana es poca. Algunos trabajos como The historian and
the city, de Oscar Handlin, publicado en 1963 y The pursuit of urban history publicado en
1983, no se encuentran en castellano.

En una escala menor, a nivel latinoamericano destacan el trabajo del venezolano, urbanista
y magister en historia Arturo Almandoz, titulado “Entre libros de historia urbana. Para una
historiografía de la ciudad y el urbanismo en América Latina” publicado en el 2008. Su
iniciativa por hacer un balance bibliográfico detallado de la historia urbana latinoamericano,
junto con su manera sencilla de sintetizar el contenido, lo ha llevado a considerarse un
requisito fundamental para abordar historiográficamente la historia urbana
latinoamericana. Almandoz realizó la tarea de construir un exhaustivo y riguroso estado del
arte de la historia urbana, y definió las principales corrientes teóricas, los orígenes y las
disciplinas que nutren a la misma. En el desarrollo de su texto, el autor toma a Estados
Unidos, Europa y América Latina como regiones a analizar, utilizando como fuentes, la
recopilación de artículos presentados inicialmente en congresos y cursos, así como
entrevistas.

En el primer capítulo, “Consideraciones preliminares”, Almandoz señala que "este trabajo


trata de identificar relaciones epistemológicas, concepciones e ideas que han estado a la
base de los subcampos disciplinares de la historia urbana y del urbanismo, desde finales del
siglo XIX, así como distinguir la conformación de nuevas modalidades historiográficas" 11.
Además, señala las diferencias entre historia urbana -historia del urbanismo, y entre ciudad-
urbanización-urbanismo.

Los capítulos dos y tres: “De Fustel de Coulanges a Lewis Mumford” y “Especialización
internacional” respectivamente, se centran en esbozar el panorama de la historiografía
internacional. Pasando por la escuela de Chicago en 1920, la profesionalización de la

10
RUEDA, Liliana. PLATA, William. Hacia un estado del arte de la historia urbana en Colombia: el caso de
Bogotá. 2016. Apuntes. Vol. 29. Núm. 2.
11
ALMANDOZ, Arturo. Entre libros de historia urbana. Para una historiografía de la ciudad y el
urbanismo en América Latina. 2008. p. 20.
historiografía en los sesenta con un tinte económico y social, y las corrientes francesas (con
Henri Pirenne) e italianas.

El cuarto capítulo, “Transbordo latinoamericano”, analiza el tránsito de las teorías,


corrientes y métodos de historiografía urbana, de los países europeos y Estados Unidos a
Latinoamérica. De igual manera, se destaca la presencia de trabajos y avances en relación a
la historia urbana en Latinoamérica, es decir, la producción regional. Ente ellos sobresale el
trabajo “Manual de Urbanismo” del urbanista austríaco Karl Brunner, así como el
investigador argentino Jorge Enrique Hardoy y el norteamericano Richard Morse. En el
quinto capítulo “Entrevistas”, se establece un diálogo que aporta desde visiones críticas
sobre el actual panorama británico, hasta aspectos desconocidos de los inicios y desarrollo
de la historiografía urbana latinoamericana.

Tomando a Colombia como tercera escala, encontramos el artículo del historiador Alfonso
Torres Carrillo titulado “Estudios sobre pobladores urbanos en Colombia. Balance y
perspectivas”12. En él, se hace un somero balance bibliográfico donde se muestra “la
presencia de los pobladores populares urbanos y sus conflictos en la investigación social
colombiana”, y cómo estos están inmersos en los barrios. Se trabaja la manera como el
materialismo histórico y la sociología marxista influyeron en la época de los años sesenta,
para que se presentaran estudios de comunidades obreras en las ciudades. Según Torres,
el crecimiento demográfico de las ciudades a mediados del siglo XX, se produjo en parte a
las migraciones campesinas producto de la violencia, que agudizaron los asentamientos
populares.

Asimismo, "Barrios y luchas barriales en Bogotá durante el Frente Nacional”13 también


escrito por Torres y publicado en 1980, “interpreta desde una perspectiva historiográfica el
análisis social y cultural de los procesos de constitución de los pobladores populares
urbanos capitalinos como sujeto histórico singular”.

Por su parte, Rueda y Plata, exponen que en el ámbito colombiano, es relevante a nivel
general el trabajo de Martha Herrera Ángel, doctora en Geografía “Ordenar para controlar.
Ordenamiento espacial y control político en las llanuras del Caribe y en los Andes Centrales
neogranadinos, siglo XVIII” publicado en 2002. Y de manera más específica, destacan los
trabajos en Medellín de la arquitecta Verónica Perfetti, “Las transformaciones de la
estructura urbana de Medellín” y el trabajo del historiador Fernando Botero Herrera, quien
en 1993 publicó” El espejismo de la modernidad en Medellín: 1890-1950”.

12
TORRES, Alfonso. Estudios sobre pobladores urbanos en Colombia. Balance y perspectivas.
13
TORRES, Alfonso. Barrios y luchas barriales en Bogotá durante el Frente Nacional. 1980.
Sumado a lo anterior, considero que los interesados en trabajar la historia urbana se han
expandido por más áreas de la geografía colombiana. Por ejemplo, en el caso de
Bucaramanga, destacan los múltiples trabajos del historiador Néstor Rueda, quien se ha
dedicado a analizar la capital del departamento de Santander en su totalidad en su libro
“Historia urbana de Bucaramanga. 1900-1930”. +

A partir de todo lo anterior, es evidente el hecho de que la historia urbana ha tenido un


rápido crecimiento y aceptación en los últimos años, no obstante, es generalizado el clamor
de los estudiosos en el tema sobre las lagunas y vacíos en torno a la historia urbana
latinoamericana y en especial colombiana. Por una parte, Rueda y Plata señalan la
necesidad urgente de hacer un estado del arte partiendo de los asentamientos
prehispánicos, y pasando por el proceso de transición al urbanismo traído de España. Ellos
sostienen, que la falta de fuentes no es un problema, pues hay un vasto material existente;
el problema es que no se le han planteado preguntas desde la óptica de la historia urbana.
Por otra parte, Torres concluye que son necesarios estudios de “barrios representativos de
la urbanización de grandes y medianas ciudades” y también, estudios de los movimientos
al interior de las ciudades y de los barrios. En palabras de él: “La historia social urbana está
aún por hacer en Colombia. Manos a la obra!”14

Habiendo señalado a grandes rasgos la manera como se gestó la historia urbana, sus
principales precursores y las diferentes tendencias analíticas que ha tenido desde los años
sesenta hasta la actualidad a nivel global, latinoamericano y colombiano, procedo a mostrar
algunos trabajos sobre historia barrial, con el objetivo de adentrarme en lo que va a consistir
mi trabajo de investigación: Poblando el llano de los Ordoñez. La historia del barrio Mutis
1963-1973. Debe quedar claro, que era menester conocer generalmente trabajos de
historia urbana primero, y luego si inmiscuirnos en estudios de historia barrial, pues es
indispensable tener un bagaje teórico y bibliográfico sobre documentación urbana, a fin de
entender que el barrio, no está desconectado ni es independiente a la ciudad que lo acoge,
sino que por el contrario, ejerce vínculos y relaciones con la urbe, que deben ser entendidas.

Los barrios, subdivisiones de la ciudad, también se han convertido en foco de análisis de la


Historia. Para Torres Carrillo, durante los años sesenta en el territorio colombiano, hubo un
aumento en la cantidad de barrios en las ciudades más importantes de la nación. Según el,
a causa de la violencia rural que desplazó a los campesinos del campo a las ciudades. Los
campesinos a su llegada a las urbes, se establecieron en asentamientos populares que
posteriormente se convirtieron en barrios informales; tales barrios se caracterizaron
porque sus pobladores no fueron actores pasivos, sino que ellos mismos lucharon por

14
TORRES, Alfonso. Estudios sobre pobladores urbanos en Colombia. Balance y perspectivas. p. 146.
mejores condiciones de vida, servicios públicos, etc. Así pues, como lo señala el autor “más
que un simple lugar de residencia o de espacio para el consumo y la reproducción de fuerza
de trabajo, el barrio ha pasado a ser la unidad sociocultural de mayor significación para los
miembros del anónimo migrante.”15 En ese orden de ideas, el barrio se convierte en el
transito del campo a la ciudad, donde los habitantes reflejan sus costumbres rurales en la
nuevas zonas de asentamiento. Un ejemplo de ello, es que en algunos barrios, los inquilinos
cultivaban y criaban animales en el solar de sus casas.

En cuanto al interés investigativo por los barrios, Torres Carrillo sostiene que al principio,
los encargados de rememorar la historia barrial no eran académicos sino agrupaciones de
personas, en la mayoría de los casos, miembros de los mismos barrios. No obstante, el
trabajo de miembros universitarios y académicos en relación a historias de barrios ha
venido en aumento en los últimos años. Finalmente, el autor expone una serie de pasos
sugeridos a seguir en la búsqueda de recuperar la historia colectiva de los barrios que
considero importantes para mi investigación. Entre ellos: la creación de grupos de
recolección de información, la capacitación de los mismos, la definición de ejes
problemáticos, el uso de diversas fuentes (principalmente fuente oral, pero contrastada con
fuente escrita. También talleres, entrevistas colectivas, muestra de fotografías,
construcción de mapas, etc.), clasificación y sistematización de la información, entre otros.
En fin, es menester analizar objetivamente las diversas formas de extraer información que
ayude a la recuperación de la historia barrial16. Un ejemplo de esto son los nombres de los
barrios: hasta los años 50 los nombres de los barrios se referían a los nombres de las fincas
donde estos fueron construidos; en los 60 la definición de los nombres versó entre la
esperanza y el optimismo, y en los 80 por personajes políticos.

En ese orden de ideas, un texto insignia en la historia barrial colombiana es “Moscas de


todos los colores. Historia del barrio Guayaquil de Medellín 1894-1934”17 escrito por el
historiador Jorge Mario Betancur Gómez y publicado en el año 2000, quien estudia la
historia del barrio Guayaquil, ubicado en la ciudad de Medellín con la intención de mostrar
cómo los habitantes de tal barrio, que eran en su mayoría procedentes de otras zonas del
país, generaron su propio mundo al interior del barrio, divergiendo con la cultura paisa de
la época, es decir, imponiéndose sobre “la religión católica, el trabajo y el ahorro, banderas
de la pujante raza paisa”18.

15
TORRES, Alfonso. Estudios sobre pobladores urbanos en Colombia. Balance y perspectivas. p. 136.
16
CARREÑO. Oskar.
17
BETANCUR. Jorge. Moscas de todos los colores. Historia del barrio Guayaquil de Medellín 1894-1934.
Ministerio de cultura. 2000.
18
BETANCUR. Jorge. Moscas de todos los colores. Historia del barrio Guayaquil de Medellín 1894-1934.
Ministerio de cultura. 2000. p. 14.
En su libro, Betancur utiliza como fuentes primarias: entrevistas, periódicos, revistas,
fotografías, mapas, archivos y literatura, así como libros, artículos y tesis como fuente
secundaria, para crear un relato ameno al lector, que por momentos pareciera un trabajo
literario y no histórico. Con una estructura que consta de cinco capítulos, todos subdivididos
por verbos, el autor muestra cómo era la vida de los diferentes sectores sociales que
conformaban y habitaban tanto Medellín como el barrio Guayaquil. Expone como las
moscas generaron una confrontación de cultoras entre ricos y pobres, como respuesta a la
búsqueda de espacios sociales de los nuevos autores; y llega a la conclusión de que las
moscas de todos los colores se convirtieron en un elemento imprescindible en el paisaje
urbano de la ciudad de Medellín. Es decir, el autor está constantemente relacionando el
barrio con la ciudad.

Por otra parte, el libro escrito por Elisa Mújica “Las casas que hablan. Guía histórica del
barrio de la Candelaria de Santafé de Bogotá”19 y publicado en 1994 merece ser nombrado;
pues si bien no es un trabajo propio de la disciplina histórica, ya que es escrito por una
escritora y no una historiadora, el libro aporta una novedosa metodología que merece ser
expuesta. Mújica estudia el barrio la Candelaria desde la intimidad de las casas. Es decir, la
autora tiene la facultad de estudiar particularmente las casas más representativas del sector
y las hace hablar.

Con una metodología que va de lo general a lo particular, y a partir de periódicos, crónicas


y una amplia lista de fuente secundaria, Mújica comienza dando un panorama general de la
ciudad de Bogotá durante el siglo XVI, específicamente unos años antes de la llegada de los
españoles. Expone las dos fundaciones de Bogotá, sus ventajas geográficas y la manera
como la zona de la Candelaria (cercana a los cerros orientales) fue la ubre de la
consolidación española en tierras Guanes. Posteriormente analiza primero por calles y
luego por carreras, las historias de las casas, desde lo arquitectónico, pasando por sus
moradores, familiares y descendencia, hasta rumores y mitos. Así pues, “Las casas que
hablan” nos muestra cómo el análisis minucioso de las casas de un barrio, en este caso La
Candelaria, permiten conocer a fondo tanto las transformaciones físicas de las viviendas,
como las transformaciones o continuidades de quienes habitaban las casas.

Por último, tenemos el trabajo de Carlos Uribe “Bucaramanga y sus barrios. Reconstruyendo
la historia del barrio San Expedito. 1958-1985” publicado en el año 2013 como tesis de
pregrado en historia de la Universidad Industrial de Santander. Uribe analiza el proceso de
construcción del barrio San Expedito ubicado en la ciudad de Bucaramanga, mostrando la
transición de sector rural a urbano y las implicaciones que esto trajo consigo. Bajo el

19
MUJICA, Elisa. Las casas que hablan. Guía histórica del barrio de la Candelaria de Santafé de Bogotá.
Biblioteca Nacional de Colombia. 1994.
concepto de “barrios subnormales”, el autor analiza el proceso de desarrollo del barrio San
Expedito, a partir de fuentes como la historia oral, las entrevistas, las escrituras, las
fotografías, los dibujos de las viviendas y del barrio, los libros de la junta de acción comunal
y los archivos del consejo municipal de Bucaramanga.

El texto está dividido en tres grandes capítulos. El primero “Tendencias de urbanización,


teorías, temáticas y desarrollo de estudios urbanos” analiza el contexto académico en el
que se inscribe la historia urbana y dentro de ella la historia barrial. Particularmente se
trabajan los tugurios, y de ellos sus problemáticas, y la manera como se solucionaban los
problemas en distintas ciudades de Colombia. El segundo capítulo que se titula
“Bucaramanga y sus barrios 1965-1973” da un contexto general de la ciudad de
Bucaramanga en los años setenta, y pasa a analizar de manera individual, cada uno de los
barrios subnormales de la capital de Santander, señalando los problemas y soluciones que
los habitantes de tales barrios daban. El tercer capítulo, “La historia hablada del barrio San
Expedito” se centra en narrar el proceso de construcción del barrio, a partir principalmente
de fuente oral. Finalmente, Uribe concluye que “la construcción del barrio San Expedito
respondió a un proceso de urbanización progresiva”20, donde el hecho de pasar de un
terreno rural a uno urbano, hizo que las costumbres del campo se vieran reflejadas en la
estructura de las viviendas, y donde los habitantes del barrio fueron agentes activos, que
en compañía de la junta de acción comunal, generaron los recursos para el mejoramiento
del barrio, principalmente en relación a los servicios públicos.

Con lo anterior, este trabajo es de vital importancia, ya que se asemeja mucho en las
dimensiones con la investigación en proceso; es decir, Uribe toma como temas centrales la
planeación, construcción, servicios públicos y habitantes. Además, me brinda un ejemplo
en relación a las fuentes que se utilizaron, que también se asemejan a las fuentes que estoy
trabajando en mi investigación; y me muestra cómo se debe relacionar el periodo escogido
para la investigación, con el panorama nacional que se vivía en esa época.

FUNDAMENTOS CONCEPTUALES Y ENFOQUE TEÓRICO

Realizar un marco teórico para un trabajo de historia urbana, debe ir de la mano de la


historia de las mentalidades o como se llamó posteriormente, la historia cultural. Pues como
lo dice Rueda y Plata “la historia urbana a nivel latinoamericano es demasiado joven aún y
“necesita” de otras expresiones para conformar un cuerpo más o menos sólido”21. Esta idea

20
URIBE, Carlos. Bucaramanga y sus barrios. Reconstruyendo la historia del barrio San Expedito. 1958-
1985. Biblioteca Universidad Industrial de Santander. 2013. p. 306.
21
RUEDA, Liliana. PLATA, William. Hacia un estado del arte de la historia urbana en Colombia: el caso de
Bogotá. 2016. Apuntes. Vol. 29. Núm. 2. p. 59.
se sustenta en el planteamiento del venezolano Almandoz, quien expone las diferencias en
relación a las ramas de donde se deriva la historia urbana estadounidense e inglesa, y la
historia urbana latinoamericana. Según el, la historia urbana del norte deriva de corrientes
económicas y sociales, mientras que “la historia del arte parece haber provisto el primer
sustrato para la historia urbana latinoamericana”22.

Teniendo claro lo anterior, es necesario entender la definición del concepto de historia


urbana. Pues aunque mucho se habla de tal concepto, pocos han sido capaces de definirlo
puntualmente. Entre los pocos estudiosos que se han tomado la tarea de definir la historia
urbana, se encuentra Alfonzo Álvarez Mora, doctor, arquitecto y director del Instituto
Universitario de Urbanística de la Universidad de Valladolid. Álvarez define la historia
urbana como “una forma de conocimiento caracterizado por las implicaciones
decididamente dialécticas que se producen entre fenómenos socioeconómicos y las
necesarias repercusiones espaciales que los exteriorizan y los expresan”23. De otra manera,
Almandoz, que poco desarrolla el concepto de historia urbana según Rueda y Plata, la define
como una rama dedicada a la ciudad y el proceso de urbanización (urban history).

Ahora bien, sabiendo de antemano que el objeto de estudio de la historia urbana es la


ciudad, se debe definir cuál es el significado de la misma. Para Álvarez, la ciudad es el
“producto social”, es decir, concibe la ciudad como el resultado de las prácticas sociales que
se materializan en un sitio geográfico determinado. Por otra parte, Almandoz entiende la
ciudad como un fenómeno espacial y social. Mientras que, para otros historiadores, y a la
interpretación que me acojo, la ciudad es un tipo de asentamiento que tiene tres
características particulares: primero, un número determinado de habitantes, es decir, una
alta demografía. Segundo, una economía que se aleja de lo agro y se inserta sobre todo en
lo industrial; y tercero, un lugar donde se concentra el poder.

Otro concepto que debe quedar claro es el de espacio urbano. Para el historiador Germán
Mejía Pavony:

[…] la característica principal del espacio urbano es que no es sólo físico sino –y
más importante– histórico, esto es, producido por el ser humano en cuanto
sociedad. El espacio urbano es, entonces, un producto social […] la relación entre
espacio urbano y sociedad , que produce un objeto ciudad , se alimenta de
modelos o concepciones que informan de manera específica la construcción de
dicho espacio, pero que, a su vez, tales modelos o concepciones se revisan
permanentemente desde el campo de los intereses y del poder social […] es

22
(Almandoz, 2008, p. 146)
23
(Álvarez, 1996, p. 30) En: RUEDA, Liliana. PLATA, William. Hacia un estado del arte de la historia urbana
en Colombia: el caso de Bogotá. 2016. Apuntes. Vol. 29. Núm. 2.
inobjetable que sobre el objeto ciudad actúan fuerzas sociales de orden muy
diferentes […] el punto no es desconocer la existencia de estas fuerzas y su
capacidad de generar lo que la historia finalmente es: la inevitable tensión que
todo sistema social genera entre su tendencia a la inercia y su potencial
intrínseco de cambio.24

Dos conceptos que deben diferenciarse son también urbanización y urbanismo. Según
Almandoz, la urbanización es entendida como un proceso territorial y económico que afecta
la realidad social. Mientras que, el urbanismo se entiende como una práctica ordenadora
basada en la ingeniería y el diseño urbano. Según el, en los primeros sitios.

Por último, y dada la intención de la investigación, es menester abordar los conceptos de


planificación y de red de servicios públicos. La planificación según Gotees es “hacer que
ocurran cosas que de otro modo no habrían ocurrido” en otras palabras, la planeación es la
determinación de lo que se va a hacer o la proyección de un futuro deseado. En palabras
más exactas, la planeación es la aplicación racional de la mente humana en la toma de
decisiones anticipatoria, con base en el conocimiento previo de la realidad, para controlar
las acciones presentes y prever sus consecuencias futuras, encausadas al logro de un
objetivo plenamente deseado satisfactorio. No obstante, el concepto de planificación
necesario para la investigación, no es el anterior sino el concepto de planeación desde el
punto de vista urbano y urbanístico. Así pues, tomo la planificación como el conjunto de
instrumentos técnicos y normativos que se redactan para ordenar el uso del suelo y regular
las condiciones para su transformación o, en su caso, conservación.

Por su parte, el concepto de red de servicios públicos es importante en la investigación, ya


que pretendo entablar a profundidad un estudio que me permita saber que tan cierto era
que un barrio planeado contaba con todos los servicios públicos. Así pues, tomo red de
servicios públicos como el conjunto de actividades y subsidios permitidos, reservados o
exigidos a las administraciones públicas por la legislación en cada Estado, y que tienen
como finalidad responder a diferentes imperativos del funcionamiento de la sociedad, y, en
última instancia, favorecer la realización efectiva del desarrollo personal, económico,
la igualdad y el bienestar social.

24
(Mejía, 1998, p. 69-71).
HIPÓTESIS

Por dimensión:

Terreno:

Hi: La venta del terreno rural por parte de la sociedad privada “Rafael J. Turbay e hijos” a la
entidad semi-oficial del ICT generó un gran enriquecimiento para la parte vendedora.

Ha: El terreno en el cual se erigió el barrio Mutis fue comprado por el ICT debido a que era
un terreno inviable (marginado, cerca de pendientes, con un aeropuerto muy cercano) y
por tanto a un bajo costo.

Planeación:

Hi: Para la planeación de la construcción de barrio Mutis, no se tuvieron en cuenta los


servicios públicos de la urbanización.

Ha: La planeación del barrio Mutis no fue única, sino que fue variando en la medida que se
fue construyendo.

Construcción:

Hi: El mecanismo por el cual se llevó a cabo la construcción del barrio mutis, fue
autoconstrucción.

Ha: En el proceso de adjudicación de los lotes para la construcción de viviendas en el barrio


Mutis, hubo un choque de intereses en búsqueda de las mejores ubicaciones.

Habitantes:

Hi: La mayoría de habitantes del sector, eran trabajadores asalariados procedentes del
campo.

Ha: Muchos de los habitantes del barrio Mutis no necesitaban las viviendas entregadas por
el ICT, sino que las adquirieron como medio de enriquecimiento.

METODOLOGÍA PROPUESTA PARA LA INVESTIGACIÓN

Teniendo un conocimiento previo de las fuentes a trabajar en la investigación a realizar, y


tomando como referencia la metodología de los textos expuestos en el balance bibliográfico
de este trabajo, considero que el enfoque de mi metodología va a ser de tipo cualitativo y
el método inductivo. Esto debido a que mi objeto de estudio va a ser el barrio Mutis ubicado
en la ciudad de Bucaramanga, y dentro de él, las personas que conforman tal subdivisión
de la ciudad. Así pues, no es menester inmiscuirme en conceptos ni métodos cuantitativos
sino que necesito a través de la interacción con las personas, y las entrevistas, hacer un
análisis cualitativo de los habitantes en barrio, a fin de entender desde el pasado presente
como estos recuerdan los acontecimientos vividos durante la construcción, fundación y
primeros años del barrio Mutis.

En ese orden de ideas, creo pertinente que mi trabajo sea de tipo inductivo, es decir, que
vaya de lo particular a lo general. Este método es el más apropiado, ya que es mi primera
investigación como tal, y es necesario construir un relato a partir de las fuentes de las cuales
ya tengo un conocimiento previo, es decir, mi investigación es de tipo inductivo, ya que es
a partir de las fuentes consultadas y de la información recolectada que se genera un corpus
en el cual se expone y se sustenta lo más relevante que me arrojó la fuente.

Por otra parte, la estructura organizativa para exponer los resultados de la investigación, y
la manera como se va a redactar el trabajo va a ir de lo general a lo particular. Esto lo hago
debido a la experiencia previa con la lectura de otros trabajos de grado de historia barral,
como “Moscas de todos los colores. Historia del barrio Guayaquil de Medellín 1894-1934”25
escrito por Jorge Betancur, o “Bucaramanga y sus barrios. Reconstruyendo la historia del
barrio San Expedito. 1958-1985”26 de Carlos Uribe. En el primer caso se trata primero a la
ciudad de Medellín para posteriormente adentrarse en el barrio Guayaquil; y en el segundo
caso, se trabaja el panorama nacional en relación a los barrios, los diferentes barrios de la
ciudad de Bucaramanga, y finalmente se enfoca específicamente en el barrio San Expedito.

Esto quiere decir, que primero debo conocer el contexto si se puede nacional, pero sobre
todo regional y local de la ciudad de Bucaramanga, así como sus dinámicas y sus
dificultades, al igual que algunos rasgos de su política, economía, etc. debido a que el barrio
está inmerso en la estructura histórica de Bucaramanga durante la segunda mitad del siglo
XX. Posteriormente, luego de conocer el entorno, procederé a analizar particularmente el
barrio Mutis. Cabe mencionar que lo anterior no significa que el trabajo vaya ser cerrado en
cuanto a la estructura expositiva, pues en ocasiones si es necesario puedo pasar de lo
particular a lo general. Con esto, hago referencia al planteamiento de Miño, el cual propone
que el margen espacial de una investigación, aunque se intenta delimitar al principio de la
misma, no es sino hasta el final, luego de tener el acercamiento y análisis de las fuentes,
que se puede determinar. Esto quiere decir, que probablemente las fuentes me obliguen a
ir más allá del estudio espacial del barrio Mutis, y que en ocasiones deba tratar el espacio

25
BETANCUR. Jorge. Moscas de todos los colores. Historia del barrio Guayaquil de Medellín 1894-1934.
Ministerio de cultura. 2000.
26
URIBE, Carlos. Bucaramanga y sus barrios. Reconstruyendo la historia del barrio San Expedito. 1958-1985.
Biblioteca Universidad Industrial de Santander. 2013.
de donde vinieron los habitantes del barrio, y establecer relaciones entre dichos sitios y el
Mutis.

Ahora bien, en mi investigación voy a seguir el método histórico de Droysen27 quien deja
claro que la objetividad de la historia y del historiador se da en la medida que se utilicen
correctamente las fuentes. Tal método se divide en tres fases: la heurística, la crítica y la
interpretación. Como dentro de las dos últimas fases hay subdivisiones, es pertinente dejar
claro en cuales de ellas me voy a enfocar. En la fase de la crítica, la investigación se va a
centrar en la “crítica de autenticidad” la cual consiste en estudiar los documentos para dar
cuenta de su carácter original, si es una copio o un documento falso; y en <la ordenación
crítica del material> en la cual se busca dar orden a lo encontrado pues como lo señala
Droysen, <todo material histórico es incompleto>. Mientras que, en la fase de la
interpretación, los tipos de interpretación a utilizar en esta investigación son la
<interpretación pragmática>, la cual busca descubrir los resultados a corto plazo de los
investigadores; y la <interpretación de las condiciones> la cual se enfoca en los aspectos
materiales de la investigación. Cabe señalar que la crítica y la interpretación son técnicas
que están presentes durante el desarrollo de la investigación, es decir, que no se limitan a
un periodo de tiempo determinado sino que van paralelas a la heurística y la recolección de
información.

En ese orden de ideas, las fuentes primarias empleadas para llevar a cabo los objetivos de
mi investigación son: archivos notariales, prensa y actas del consejo, e historia oral.

En el caso de los archivos notariales, estos se van a trabajar entre el año 1950 y 1970, para
apreciar los cambios en la tenencia del terreno en el cual se construyó el barrio Mutis, y
posterior a la construcción, hacer un rastreo de las personas a las cuales se les fueron
vendidas las viviendas. Para ello la recolección de la información que se encuentra en el
Archivo Histórico Regional ubicado en la Universidad Industrial de Santander, se hará a
partir de una base de datos, donde paralelamente a la lectura de las fuentes, se anexen los
datos necesarios. Para ello se tienen en cuenta: nombre del propietario, nombre del
comprador, fecha de compra, notaría, información del notario, características de la casa,
precio.

Para el trato con la prensa, se toma el archivo que se encuentra en la hemeroteca de la


biblioteca UIS, donde está el periódico Vanguardia Liberal. A partir de tal periódico, se
buscará información referente al barrio mutis entre 1963 y 1973. Esta información esta
siendo recogida en una base de datos, que luego de un análisis, cuenta con un sistema de
codificación: JAC: Junta de acción comunal. RM: real de minas. BM: barrio Mutis. Bga:

27
DROYSEN, Johann. Histórica, lecciones sobre la enciclopedia y metodología de la historia. Editorial alfa.
Bucaramanga. Ser-Púb: servicios públicos. Asimismo, la base de datos se desarrolla a partir
de 4 descriptores: junta de acción comunal, servicios públicos, vivienda e infraestructura.

La fuente central para la investigación en curso, es decir la historia oral, se trabaja para
rescatar la memoria de los primeros años del barrio Mutis. Para ello, producto de mi
experiencia como residente del barrio, he tomado a siete ancianos, que oscilan en edades
de entre 60 y 90 años, quienes estuvieron presentes en el momento de construcción y
puesta en marcha del barrio Mutis. Ante esto, la técnica empleada dentro de la historia oral,
es la entrevista. Con ella se espera rescatar los recuerdos que tienen las personas
entrevistadas, por medio de sesiones de una hora, donde la charla tenga unas preguntas
base (enfocadas en las 5 dimensiones de esta investigación), pero el entrevistado pueda
expresar todo aquello que rememore. Lo ideal es grabar las entrevistas, pero todo depende
de la disposición o no de los entrevistados. Sin olvidar, que luego de cada sesión la
información recolectada debe ser transcrita y consignada en una base de datos o en fichas
y luego analizada.

Pero las entrevistas no son la única técnica que se utilizará. También se trabajarán
entrevistas colectivas, donde se ponga en la mesa un tema y a partir de él, todos los
integrantes de la entrevista generen un dialogo. Asimismo, se espera emplear técnicas
como el mapeo tanto individual como comunitario del barrio en la época de los 60 y 70, así
como también mostrar fotografías que ayuden a refrescar la memoria de los entrevistados.

RESULTADOS ESPERADOS

Para describir los productos o logros a obtener en la investigación, creo pertinente abarcar
los mismos a partir de las dimensiones. Para la primera dimensión, terreno, espero obtener
una cronología completa del lote en el cual se construyó el barrio Mutis, con sus respectivos
compradores y vendedores, en la medida que las fuentes notariales me lo permitan.
Además, si es posible, podría saber cuál era la apreciación del terreno, y sus anteriores
utilidades y prestaciones. En la dimensión de planeación, espero obtener una información
variada, tanto de los habitantes del barrio como de las instituciones públicas, acerca de la
manera como se planeó el barrio, y observar los cambios que se tuvieron durante la
construcción. En la tercer dimensión, construcción, espero mostrar cómo los mismos
habitantes debieron utilizar su fuerza y su tiempo para construir las viviendas; y en la última
dimensión, habitantes, espero notar como los pobladores del barrio Mutis fueron agentes
activos que propiciaron a través de las instituciones públicas y entre ellos mismo, soluciones
para el mejoramiento de la zona que habitaban.
Así pues, espero encontrar similitudes a la hora de hacer el contraste de fuente oral y fuente
notarial, prensa y actas del consejo de Bucaramanga a fin de que la información que se
exponga tenga un alto grado de validez. Todo lo anterior con el propósito de que el trabajo
cuele en dos mundos: en el mundo académico, al entregar un trabajo riguroso de historia
barrial, que muestre como las subdivisiones de las ciudades tienen un carácter
arquitectónico pero también un carácter social; también, que deje claro que aunque los
barrios sean planeados o informales, no cuentan con las mismas características, sino que
por el contrario, cada barrio tiene sus particularidades que merecen ser estudiadas y que
están relacionadas con acontecimientos en una escala mayor. Y al mismo tiempo, que
motive a los historiadores a realizar estudios urbanos y barriales, pues en el caso de
Bucaramanga son pocos los trabajos en el tema en comparación a las cifras de barrios y
temas urbanos que se presentan; y en el mundo cotidiano, donde se pueda difundir el
producto de la investigación entre los actuales habitantes del barrio Mutis, para que se
enteren de cuál es la historia del barrio que habitan.
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES POR TIEMPO
Cronograma de actividades por tiempo
2018 2019 2020
Actividades
abr may jun jul agos sep oct nov dic ene feb mar abr may jun jul agos sep oct nov dic ene feb mar abr

Exploración de fuente
primaria

Elaboración de pre-
proyecto y entrega a la
Esc. De Histora

Recolección de fuente
primaria-prensa

Escritura primer capítulo-


por dimensión

Recolección de fuente
primaria-archivo notarial

Escritura segundo
capítulo-por dimensión

Recolección de fuente
primaria-actas del
consejo de Bucaramanga

Escritura tercer capítulo-


por dimensión

Recolección de fuente
primaria-oral

Escritura cuarto capítulo-


por dimensión

codificación y
sistematización de la
información recolectada

Análisis de fuente
primaria

Contraste de
información recolectada

Relacionar la
información con la
fuente secundaria

Redacción parcil de los


resultados

Entega parcial y
coemntarios por parte
del director de protecto

Correcciones finales y
entrega definitiva
PRESUPUESTO

Presupuesto
costo por costo
Gastos Variable mes Cantidad meses parcial
Personal Oskar Carreño 2.000.000 25 $50.000.000
Portátil 1.500.000 1 NA 1.500.000
Equipos
Grabadora 30.000 1 NA 30.000
Viajes NA NA NA NA NA
Salidas de
campo NA NA NA NA NA

Materiales, Marcadores 2.500 10 NA 25.000


insumos,
servicios Fotocopias NA NA NA 50.000
técnicos
Cartulinas 1.000 10 NA 10.000
Publicaciones Tesis NA NA NA 200.000
Material Préstamo de
bibliográfico libros NA NA NA 60.000
Costo total 51.875.000

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