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Universidad Rafael Landivar – Facultades de Quetzaltenango

Investigación Sociopolítica II
Licenciatura en Ciencia Política/Relaciones Internacionales
Lucrecia Charchalac - 1649708

Elección de Magistrados Guatemala 2009


Resumen sobre el Proceso de Elección de Magistrados:
Se escoge a las ternas que conformarán las Comisiones de
Postulación de acuerdo a la nueva ley de Comisiones de Postulación.
Los candidatos hacen entrega de sus expedientes a las ternas
indicadas, para que éstas confirmen la información, y la evalúen para
dar un punteo con respecto a la ideoneidad de los candidatos.
Seguidamente, las Comisiones se encargan de hacer las nóminas de
candidatos que serán pasadas al Congreso de la República para que
los integrantes de éste, a través de un voto público escojan a los 13
magistrados que conformarán la Corta Suprema de Justicia y los 90
magistrados que conformarán la Corte de Apelaciones. Los
escogidos, deberán ser juramentados después para entrar en uso de
sus funciones en el puesto que les correspone.

Palabras Clave:
• Constitución Política de la República
• Democracia
• Magistrados
• Estado de Derecho
• Transparencia
• Preparación
• Publicidad
• Sociedad Civil
• Ley de Comisiones de Postulación
• Justicia
Elección de Magistrados Guatemala 2009
En un país democrático como actualmente se reconoce Guatemala,
de los tres poderes del Estado, el Organismo Judicial es el único que
no está conformado por funcionarios electos a través del voto
popular de la población.
Los principales órganos del Organismo Judicial, (Corte Suprema de
Justicia y Corte de Apelaciones) se encuentran conformados por
jueces, abogados y secretarios, y son presididos por los Magistrados
de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Apelaciones. El
Artículo 214 de la Constitución Política de la República establece que
“La Corte Suprema de Justicia se integra con trece magistrados
incluyendo su Presidente, y se organizará en las cámaras que la ley
determine”; así mismo, en su Artículo 215 establece que los
magistrados “serán electos por el Congreso de la República para un
período de cinco años, de una nómina de veintiséis candidatos
propuestos por una comisión de postulación integrada por un
representante de los rectores de la suniversidades del país, que la
preside, los decanos de las facultades de Derecho o Ciencias Jurídicas
y Sociales de cada universidad del país, un número equivalente de
representantes electos por la Asamblea General del Colegio de
Abogados y Notarios de Guatemala y por igual número de
representaciones electos por los magistrados titulares de la Corte de
Apelaciones (...) la elección de candidatos requiere del voto de por lo
menos las dos terceras partes de los miembros de la comisión”. Y en
forma muy importante, debe resaltarse una de las principales bases
en las que se fundamentó la nueva Ley de Comisión de Postulaciones,
y ésta es que en el Artículo 207 de la Constitución se establece
claramente que entre los requisitos para ser Magistrado de la CSJ
“deben ser guatemaltecos de origen, de reconocida honorabilidad
(...) la función de magistrado o juez es incompatible con
cualquier otro empleo, con cargos directivos en sindicatos y
partidos políticos...”.
La Constitución Política de la República de Guatemala establece
muy claramente las condiciones dentro de las cuales debe darse la
elección de los Magistrados del Organismo Judicial, quienes en su
calidad de abogados y jueces, aplicarán la justicia en forma
correspondiente dentro del país, sin embargo, necesario es hacer
énfasis en que la ley no es culpable en sí misma, ya que existe un
gran abismo entre el derecho material y el derecho formal, existe una
gran diferencia entre lo que está instituido y lo que se cumple; la
elección de magistrados no es la excepción, durante los últimos años,
la corrupción y la impunidad que imperan en el poder judicial del país
se han hecho más evidentes, las denuncias en contra de operadores
de justicia (incluídos magistrados) aumentaron y la sociedad civil
desconfía cada vez más del sistema de justicia del país al ver que las
acciones delictivas aumentan mientras que la resolución de casos y la
emisión de penas disminuye.
La principal función de los poderes del Estado es buscar el bien
común de la nación y del pueblo que les ha delegado la soberanía en
forma democrática con la esperanza de verse representado y de
recibir los resultados adecuados a sus necesidades, a pesar de ello,
los tres Organismos del Estado han fallado en el cumplimiento de sus
obligaciones, olvidando por completo que una de sus funciones
principales es la búsqueda del mantenimiento de un pleno Estado de
Derecho.
La falta en la aplicación de justicia en un país en el que cada día
aumentan las acciones criminales y en el que el crimen organizado
maneja tanto poder como las mismas autoridades, crea una crisis
institucional, política y social, de manera que la sociedad llega a un
estado en el que ha perdido la esperanza del cambio y vive día a día
trastornada e incrédula ante los actos de los criminales y de los
mismos funcionarios públicos, y por un momento, se pierde la noción
de Democracia, derechos civiles y Estado de Derecho.
A esta misma crisis que ya llevaba un tiempo bullendo entre la
sociedad civil y la población en general, se le añaden dos crisis
políticas internas en el país, en primer lugar, el desvío de Q82.2 en el
Congreso de la República durante el pasado año 2008, y más
recientemente, el asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg, quien
dejara, ante la inminencia de su muerte, un video en el que inculpaba
directamente al Secretario Privado de la Presidencia y mencionaba
como conocedores del acto al Presidente y su esposa. Estas dos
últimas situaciones desequilibraron por completo la credibilidad de los
funcionarios públicos y la confianza que la sociedad civil aún
mantenía en ellos.
La situación socio-política en que se encontraba el país
demandaba cambios viables y tangibles, y esto conduce a un
aumento visible de movimiento por parte de las diversas instituciones
de la sociedad civil e incluso de un reducido grupo de funcionarios
públicos que inician la búsqueda de propuestas que permitan la
reintegración de la justicia y la transparencia en un sistema de
gobierno que no está funcionando y que se encuentra en pleno
estado de crisis.
Es de esta manera como las mismas necesidades del país
establecieron la importancia de crear nuevas leyes. Como un primer
antecedente, se encuentra la aprobación de la Ley del Libre Acceso a
la Información Pública (después de más permanecer más de 10 años
en espera), la cual garantiza un derecho ya establecido en la
Constitución de la República, y que además de ello propicia la
creación de un amplio camino hacia la transparencia y el
fortalecimiento de la democracia, y que a la vez sentaría las bases a
partir de las cuales se desarrollan los procesos que establece la Ley
de Comisión de Postulaciones.
El día 21 de mayo del año 2009, el Congreso de la República
aprobó la Ley de la Comisión de Postulaciones, cuyo principale
objetivo es propiciar un ambiente de honorabilidad y transparencia
tanto en los procesos electorales de los Magistrados, como en la
entrada de funciones de los mismos y su ejercicio de la ley durante
todo su período, y así funcionar como la base para la institución de
nuevas medidas judiciales que permitan un cambio en el sistema
judicial, político y estatal del país.
Una de las principales características sobre las acciones que
propone esta Ley, es que establece como base el uso de procesos
públicos y objetivos que garanticen el cumplimiento de la ley ante
una sociedad civil que exige la reinstitución del Estado de Derecho.
Uno de los primeros señalamientos que debe hacerse a la creación
y la aprobación de la Ley de Comisiones de Postulación, es que es
una acción sin precedentes, cuyo objetivo es garantizar el
cumplimiento de enunciados que ya están establecidos en la ley y
que a pesar de formar parte del derecho formal no se cumplen; como
una innovación positiva en el sistema legislativo y judicial, esta ley
viene a cambiar los parámetros partidistas según los cuales se rige
gran parte de la acción política en el país y establece los fundamentos
según los cuales se espera inicien los cambios jurídicos (y a partir de
estos, legislativos y políticos) en un país democrático que clama
justicia.
Como una de las bases jurídicas que presenta el decreto, se
establece que a través de las medidas que toman los implicados en
las ternas de selección de Magistrados, se busca evitar las influencias
político-partidistas, promoviendo cuatro principios principales que
son: Transparencia, a partir de la cual todas las ternas deben hacer
públicas sus acciones e informar a la sociedad civil y a la población en
general sobre sus acciones, promoviendo así una correcta toma de
decisiones que conduzcan a la limpieza y la honradez en el proceso
de selección; Excelencia Profesional, tanto los integrantes de la
Comisión de Postulación como los candidatos que resulten escogidos
deben cumplir con un cierto nivel de preparación y de méritos
académicos, profesionales y de proyección humana ;Objetividad, el
cual se refiere al completo estudio de expedientes y la aplicación de
los principios que establece la ley; y Publicidad, uno de los más
importantes, ya que establece que el proceso de elección de
Magistrados debe ser público en su totalidad, desde la elección de
ternas de selección y los expedientes de cada uno de los candidatos,
hasta la misma elección de los diputados que conforman el congreso,
promoviendo así una mayor transparencia en el proceso y una menor
incidencia de sesgos partidistas.
Es importante resaltar que la implementación de estos cuatro
principios conducentes conforman un verdadero cambio en lo que
hasta ahora se conoce como la elección de funcionarios públicos;
analizando el contexto en el que se escoge democráticamente y a
través del voto popular al resto de funcionarios (presidente,
vicepresidente y diputados) en ningún momento establece la
Constitución que éstos deban poseer un mínimo de méritos
académicos, profesionales y de proyección social que aseguren su
capacidad para ostentar un cargo tan importante, y mucho menos
que posean un nivel de reconocida honorabilidad. La democracia
establece una igualdad de participación y de oportunidades para
todos los ciudadanos; sin embargo, es importante resaltar que la
tarea de administrar un país, crear leyes que lo mantengan como un
Estado de derecho y ejecutarlas adecuadamente no es juego de
niños, al contrario, es un trabajo sumamente importante que requiere
de mucha responsabilidad, imparcialidad y habilidades específicas
para alcanzar verdaderamente los objetivos establecidos que dirigen
al bien común.
Así mismo, el Artículo 4 de la Ley de Comisión de Postulaciones,
establece los parámetros según los cuales han de elegirse a los
integrantes de las ternas; para la calidad de cada uno de los
representantes y su procedencia, se especifican los requisitos con los
que deben cumplir y a partir de la solicitud de mantener solamente
personas profesionales y honorables dentro de las ternas, se
establece que la presidencia de las mismas se llevará a cabo por
medio de sorteo público.
Se indica también que para la celebración se sesiones se
requiereo como mínimo de la presencia de las dos terceras partes de
los miembros que integran la Comisión, de esta forma se evita la
toma de decisiones parcializadas o sesgadas por interese particulares
de un grupo específico. En el artículo 9 de la Ley de Comisión, párrafo
segundo se establece que “Las reuniones de la Comisión serán
públicas; se garantiza el acceso irrestricto de los medios de
comunicación, misiones de observación internacional o de cualquier
persona u organización a las mismas” promoviendo así que tanto
nacionales como internacionales formen parte indirecta del proceso
de elección, así como propicia la propagación de información graicas
a la participación de medios de comunicación.
Seguidamente, se establece uno de los principales artículos de la
Ley, Artículo 12: Aprobación del perfil de aspirantes, la cual dispone
los principales parámetros según los cuales se calificará a los
aspirantes y se escogerá a los que llenen de mejor forma los
requisitos, para formar un grupo de personas idóneas que puedan
conformar la CSJ y la Corte de Apelaciones a partir de las elecciones
del Congreso. Toda la información que se presente en los expedientes
será sometida a comprobación por parte de todos los integrantes de
las Comisiones y los secretarios, finalmente, y correspondiendo a las
notas que se hayan obtenido, la Comisión pasa a conformar las
nóminas que serán remitidas al Congreso de la República para los
diputados puedan ejercer su derecho de voto (en forma pública) para
escoger a los 13 representantes de la CSJ y a los 90 magistrados de la
Corte de Apelaciones.
Desde su inicio, el proceso se vio como una de las actividades
políticas más importantes y controversiales de los últimos años, ya
que se colocaba como un verdadero cambio en lo que se conoce
hasta hoy como elección de actores políticos. A partir del momento
en que se inició la conformación de las Comisiones de postulación,
inició también la presión por parte de las instituciones de la sociedad
civil, quiénes lucharon arduamente por mantener el cumplimiento de
la Ley de postulaciones. Es necesario mencionar que a pesar de que
se especificaban los requisitos para los integrantes de las comisiones,
no en todos los casos estuvieron las ternas conformadas por personas
eminentemente honorables que cumplieran con todos ellos; el
proceso en sí, se vió retrasado en varias ocasiones debido a los
cambios que se dieron en las Comisiones, lo cual refleja la
importancia que se dio a la correcta elección de quienes las
conformaban.
Llegando a la etapa en la que se presentan los candidatos y
presentan sus expedientes, es el momento que marca la verdadera
diferencia en cuanto a la formación de nóminas. Los expedientes
fueron examinados y comprobados de principio a fin, buscando
realizar investigaciones a fondo (en el corto tiempo que tuvieron para
realizar la tarea) y esta acción no sirvió únicamente para puntear a
los candidatos, sino que a la vez dio a conocer muchos de los
antecedentes de abogados y juristas que actualmente trabajan en el
país.
Puede mencionarse como uno de los principales factores, al papel
que jugó la sociedad civil y muchas de sus instituciones dentro de
esta elección, se mantuvieron firmes en sus convicciones e incluso
colaboraron y dieron un verdadero seguimiento a todo el proceso:
verdadera acción en Guatemala. Se dieron a la tarea de colocarse en
una posición de lucha y de presión, no palabras sino acciones,
verdaderas acciones que permiteron que todo este proceso se llevara
a cabo de la mejor manera posible a pesar de los obstáculos que
encontraron en el camino como lo fueron funcionarios partidistas,
integrantes de comisiones con intereses particulares y diputados
imparciales que aún en últimos momentos incumplieron con lo
establecido en la ley y obviaron requisitos tan importantes como la
misma honorabilidad exigida. Entre algunas de las principales
instituciones civiles que intervinieron, se destacan la Comisión
Internacional Contra la Impunidad en Guatemala y Guatemala Visible,
por su parte, personas como Hellen Mack, Eduardo Stein, Héctor
Samayoa y Édgar Valdés.
Después de una ardua jornada de revisión de expedientes y de la
formación de nóminas, ocurre uno de los procesos más esperados y
sobre los que mayor especulación surgió, la elección en el Congreso.
Desde un inicio, inicia la presión tanto política como social ya que
dentro de las nóminas de candidatos para la CSJ se encontraban 6
candidatos tachados como no idóneos, de los cuales dos poseían una
nota menor a 60 puntos, lo cual denotaba que no habían cumplido en
un mínimo con los requisitos exigidos por la ley. Tras una larga
jornada de trabajo en el Congreso, en cuestión de horas, se escogió la
lista de los 13 magistrados para la CSJ, incluyendo a los seis
candidatos no idóneos. Lo que sucede a continuación, puede
colocarse como uno de los actos de levantamiento socio-político más
importantes en la historia política del país; la sociedad repudia
inmediatamente lo sucedido en la elección y en una acertada
decisión, la Corte de Constitucionalidad cumple claramente con su
deber al exigir al Congreso que reconsidere su elección y dando lugar
a que la sociedad civil presente las pruebas necesarias para
demostras la falta de capacidad por parte de los seis candidatos
tachados. Lo que sucede durante los próximos dos días es una
verdadera muestra de que en Guatemala las cosas si pueden
cambiar, la voluntad social y el interés por el bien común pasa por
sobre los intereses partidistas de la conocida ahora como la
“aplanadora del congreso” y se reciben aproximadamente 56
denuncias contra los magistrados no idóneos. Después de que uno
de ellos renunciara a su cargo, dos más quedan fuera debido a la
decisión del Congreso, de modo que si bien al final aún
permanecieron tres de los candidatos no idóneos, quedó demostrado
que a través de la presión, la sociedad tiene la capacidad de hacer
cumplir sus derechos y luchar por el reestablecimiento de un
verdadero Estado de derecho y del cumplimiento de la justicia.
Seguidamente durante los días 10 y 11 de octubre, el Congreso se dio
a la tarea de escoger a los 90 magistrados de la Sala de Apelaciones,
entre los cuales ninguno de ellos cuenta con tachones por parte de la
sociedad civil.
Política y socialmente, todo el proceso de elección de Magistrados
marca un cambio verdaderamente significativo en el funcionamiento
del sistema político del país y en la percepción que la ciudadanía
tiene del mismo. Comúnmente, se reconoce que un alto porcentaje
de funcionario públicos han hecho uso de la política para alcanzar
intereses particulares y objetivos personales; a partir de esto, la
población deduce que todos los funcionarios en general son
corruptos, sin embargo, esta nueva ley prueba que se puede lograr
conformar los Organismos del Estado con personas que poseen la
capacidad comprobable y la experiencia necesaria para cargar con
semejante carga, y que además de ello, está en las mismas manos de
la sociedad que ha delegado el poder en esta democracia, luchar por
el cumplimiento de sus derechos civiles, sociales y culturales ante el
incumplimiento de la ley que viene desde las mismas autoridades.
Según la teoría del Interaccionismo Simbólico, las personas le
encuentran significado a las cosas dependiendo de lo que para ellas
representenn a partir de sus experiencias; el proceso de elección de
Magistrados permite el surgimiento de una alta variedad de opiniones
con respecto al mismo, sin embargo, es una experiencia que cambia
y rompe muchos de los paradigmas políticos que hasta el día de hoy
han atemorizado a las personas y ha inhibido su participación. Por
otro lado, según la teoría del Intercambio Social y lo que se establece
con respecto al intercambio desigual, ya era momento que la
sociedad empezara a exigir loque el Estado en general le debe y que
luchara por obtener esos beneficios que merece y por los que ha
votado.
Importante es resaltar que políticamente, la nueva ley no funciona
como la solución específica de la crisis por la que pasa el país; el
problema va más allá, es estructural más que nuclear y una ley no va
a resolver los problemas que todo un sistema posee, sin embargo, sí
funciona como un precedente para que se empiecen a dar los
cambios en el intercambio social del país, para que la población
empiece a luchar por lo que le toca y haga escuchar su voz como
derecho ciudadano, político y social que posee. De la misma manera,
es una forma que de algún modo puede propiciar un cambio de
conciencia y de objetivos en las esferas de poder del país y en las
asociaciones partidistas que ostentan el poder político.
Se necesita de la participación ciudadana en la construcción de un
Estado democrático, la creación de consciencia sobre la importancia
que tiene la participación activa en el funcionamiento del país debe
ser la clave para mejorar la legitimidad del sistema político-social que
rige el Estado. La Sociedad Civil se encuentra en una posición de
exigir transparencia en todos los procesos de justicia y promover la
misma responsabilidad ciudadana.
“Sin Justicia no hay Democracia”

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