Sunteți pe pagina 1din 4

PROYECTO DE LEY

El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación


sancionan con fuerza de
LEY

Artículo 1°: Los jueces que integran el Poder Judicial de la Nación podrán solicitar su
traslado a otro tribunal federal que se encuentre vacante siempre que se acredite el
cumplimiento de los siguientes requisitos:

a) No se haya resuelto la convocatoria a un concurso público de antecedentes y


oposición para cubrir el cargo vacante o su acumulación a un concurso en trá-
mite. Esta condición no regirá cuando se trate de un mismo tribunal colegiado.

b) La vacante a la que se solicita el traslado corresponda a la misma jurisdic-


ción territorial que la que ocupa el solicitante.

c) El cargo del juez solicitante tenga una competencia en razón de la materia


sustancialmente análoga o más amplia que la del cargo vacante.

d) El cargo del juez solicitante tenga una competencia en razón del grado que
sea igual o superior a la del cargo vacante.

f) Hayan transcurrido al menos cuatro (4) años desde la fecha de posesión del
último cargo del magistrado solicitante y hasta la fecha de la solicitud del tras-
lado.

Los requisitos previstos en los incisos b), c) y d) no serán exigibles cuando el interesa-
do haya obtenido un anterior acuerdo del Senado de la Nación para desempeñar la
función a la que pide su pase o cuando el traslado se deba a una reorganización de
juzgados o tribunales dispuesta por ley.
Artículo 2°: La solicitud de traslado deberá efectuarse por ante el Consejo de la Ma-
gistratura de la Nación, con expresión concreta de las causas por las que se lo solicita y
acreditando el cumplimiento de todos los requisitos establecidos en el artículo 1° de la
presente ley.

Artículo 3°: La solicitud de traslado deberá presentarse en el plazo de cuarenta (40)


días hábiles judiciales desde que se haya producido la vacante. Vencido dicho plazo sin
que se haya solicitado un traslado, la vacante sólo podrá ser cubierta mediante el pro-
cedimiento de un nuevo nombramiento.

Artículo 4°: En los casos en los que dos o más jueces solicitasen el traslado simultá-
neo y recíproco de sus cargos, también serán de aplicación las disposiciones de la pre-
sente ley. En estos casos, la solicitud de traslado deberá ser suscripta y presentada de
forma conjunta.

Artículo 5°: El Consejo de la Magistratura de la Nación tendrá a su cargo decidir acer-


ca de la conveniencia del traslado, de la idoneidad del magistrado solicitante para
desempeñarse en el nuevo cargo y del cumplimiento en el caso de los requisitos pre-
vistos en el artículo 1° de la presente ley.

A tales efectos, deberá consultar a los tribunales de alzada de los cargos afectados por
el traslado. Asimismo, podrá requerir informes o realizar una entrevista personal con
el magistrado solicitante, de considerarlo necesario.

Artículo 6°: El pedido de traslado será aprobado por el Consejo de la Magistratura de


la Nación por mayoría absoluta de la totalidad de sus miembros, con la recomenda-
ción de que el Poder Ejecutivo emita el decreto pertinente.

Artículo 7°: Una vez dictado el decreto de traslado, el magistrado trasladado será
puesto en posesión de su nuevo cargo por el presidente de la cámara de apelaciones
de la jurisdicción.

Artículo 8°: De forma.


FUNDAMENTOS
Señor presidente:

El presente proyecto de ley tiene por objeto reglamentar los traslados de magistrados
del Poder Judicial de la Nación a los efectos procurar la más eficaz prestación del ser-
vicio de justicia.

Al respecto y en virtud del artículo 75, inciso 20, de la Constitución Nacional resulta
indudable que el Congreso de la Nación tiene plena competencia para establecer, or-
ganizar y modificar tribunales inferiores a la Corte Suprema de Justicia y, en tal con-
texto, establecer las reglas a las cuales debe sujetarse su jurisdicción, competencia,
ubicación, integración y funcionamiento.

Así, se ha entendido tradicionalmente que a partir de este artículo el Congreso tiene


plena discrecionalidad para trazar “el mapa judicial del país” según criterios de conve-
niencia, esto es, determinar de forma privativa “la estructura del poder judicial federal,
número de juzgados y tribunales colegiados y su ubicación o reubicación en el territorio
de la República Argentina” (conf. María Angélica Gelli, “Constitución de la Nación Ar-
gentina”, ed. La Ley, 3ª ed., p. 700).

Tal atribución debe ser compatibilizada con la garantía de inamovilidad de los jueces
federales, consagrada en el artículo 110 de la misma Constitución Nacional. Por ello,
el traslado de los jueces federales y nacionales sólo puede efectuarse con su consen-
timiento y conforme las pautas objetivas que al respecto fije la ley.

Debe destacarse, en este plano, que la jurisprudencia de la Corte Suprema ha convali-


dado en reiteradas ocasiones la inveterada práctica institucional de traslado de magis-
trados judiciales, siempre y cuando ellos prestaran su consentimiento y se hubiera
dictado el respectivo decreto por parte del Poder Ejecutivo de la Nación.

En tal sentido, puede citarse en primer término el caso “Grau”, de 1974, en el que la
Corte Suprema convalidó el traslado de un juez en lo contencioso administrativo de la
Capital Federal al juzgado federal de La Plata, considerando que no se afectaba la ga-
rantía de inamovilidad judicial ni las prerrogativas del Senado en la medida en que el
juez prestara su “consentimiento” y conservara igual “jerarquía” (Fallos 288:386).

Idéntico criterio se mantuvo al convalidar el traslado del juez Estevez de la Cámara


Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal hacia la
Cámara Federal con asiento en La Plata (Fallos 288:387).

Más adelante, la Corte Suprema reiteró el mismo criterio adoptado en los casos cita-
dos, agregando que “la inamovilidad de los jueces ha sido dispuesta por la Constitución
Nacional en previsión de una alteración de sus funciones, lo que no parece presentarse
en el caso en que se da, materialmente, un mero traslado dentro de la esfera del Poder
Judicial de la Nación, del que no surge el ánimo de constreñir al magistrado, ni de colo-
carlo en funciones radicalmente diversas de aquellas para las que oportunamente reci-
bió acuerdo para su designación del Senado de la Nación” (Fallos 313:330, voto del Dr.
Fayt).

Este último fallo, a su vez, precisa de modo cabal que en el caso de los traslados no se
afecta en modo alguno las prerrogativas del Senado. Ello es así aún después de la re-
forma de 1994, toda vez que las funciones del Senado en esta materia no sufrieron
modificaciones y que, tal como enseña Rosatti, “el acuerdo senatorial no debe enten-
derse en términos tan cerriles que impida el traslado del magistrado a un cargo de ‘la
misma jerarquía’ y con funciones que no resulten ‘radicalmente diversas de aquellas pa-
ra las que oportunamente recibió acuerdo’, cuando media consentimiento del concerni-
do” (Horacio D. Rosatti, “Tratado de Derecho Constitucional”, Rubinzal Culzoni, 2010,
t. II, p. 465).

A la luz de la jurisprudencia y doctrina citadas, se recogen y preservan en este proyec-


to los únicos requisitos para traslados dentro del Poder Judicial de la Nación que re-
visten jerarquía constitucional, esto es, el consentimiento del juez, el mantenimiento
de la jerarquía en función del grado y la necesidad de que la competencia en razón de
la materia no sea sustancialmente diversa.

Una vez garantizados estos principios fundamentales, se ha considerado también con-


veniente volcar en este proyecto la práctica institucional reciente, posterior a la re-
forma constitucional de 1994, y que se encuentran resumidos en la resolución 155/00
del Consejo de la Magistratura de la Nación.

Así, se juzga oportuno incluir como requisitos adicionales la identidad de jurisdicción


territorial y la necesidad de que el magistrado que solicite el traslado tenga una anti-
güedad mínima de cuatro (4) años, a fin de evitar una excesiva rotación en los cargos.

Por último y en atención a que la reforma de 1994 ha creado el Consejo de la Magistra-


tura de la Nación, también resulta necesaria su previa intervención, a fin de que se
verifique en el plano administrativo el cumplimiento de los requisitos legales y se emi-
ta un dictamen vinculante respecto de la conveniencia del traslado y la idoneidad del
magistrado para ejercer la nueva función.

Por lo expuesto, solicitamos la aprobación del presente proyecto de ley.

S-ar putea să vă placă și