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¿De qué trata la lógica?

Las personas constantemente tomamos decisiones acerca de lo que creemos que es verdadero en distintos aspectos
de nuestras vidas. Aunque todo el mundo está de acuerdo en preferir creer lo que es verdad, con frecuencia
discrepamos sobre lo que es verdadero en casos particulares. Si bien muchas de nuestras convicciones fundamentales
sobre el mundo que nos rodea las adquirimos de cualquier manera en lugar de mediante el uso de la razón, todos
reconocemos que nuestras creencias sobre el mundo y los hechos que acaecen en el mismo mundo están de algún
modo ligadas.

Por ejemplo, si yo creo que todos los perros son mamíferos y que todos los mamíferos son seres racionales,
entonces tendría sentido para mí suponer que todos los perros son seres racionales. En este caso, incluso quien
(acertadamente) discrepara con mi comprensión de las clasificaciones biológicas podría apreciar la forma consistente y
razonable en que he utilizado mis creencias erróneas como base sobre la que establecer nuevas creencias. Por otra
parte, si llego a la conclusión de que Alonso Quijano es español porque creo que Alonso Quijano es un personaje de
José Zorrilla, y que algunos españoles son personajes de José Zorrilla, entonces incluso alguien que esté de acuerdo
con mi conclusión me reporchará (de nuevo acertadamente) no haber dado buenas razones para apoyarla.

En conclusión, podemos estar de acuerdo con el camino que sigue un razonamiento aunque discrepemos de sus
puntos de partida y de llegada. Es decir, es posible distinguir los razonamientos válidos de
los invalidos independientemente de que estemos o no de acuerdo con el contenido que expresen dichos
razonamientos. Dicho de forma muy simple, la lógica es la disciplina que estudia esta distinción determinando
las condiciones bajo las cuales la verdad de ciertas creencias conduce con certeza a la verdad de alguna
otra creencia. La lógica estudia, pues, los principios de los razonamientos correctos.

Hay que apresurarse a señalar que la lógica no garantiza que siempre lleguemos a conclusiones verdaderas, ya
que algunas veces las creencias de las que partimos son erróneas (como suponer que todos los mamíferos son seres
racionales, en el ejemplo anterior). Lo que sí garantiza la lógica es que siguiendo los principios de los razonamientos
correctos, no surgan otros errores aparte de los derivados de la posible falsedad de los conocimientos que sustancian
nuestros razonamientos.

En esta primera parte de introducción a la lógica estudiaremos los siguientes bloques de conceptos que subyacen a
la aproximación intuitiva que acabamos de exponer:

 en qué consisten las proposiciones

 la estructura de los argumentos y noción de inferencia

 la distinción entre lógica formal y lógica material

 la diferencia entre verdad, validez y solidez de los argumentos

 los tipos de inferencia, distinguiendo entre inferencias deductivas e inductivas

Continuemos en la siguiente sección viendo en qué consisten las proposiciones.

Los enunciados o proposiciones lógicas

¿Qué es un enunciado lógico?

Una proposición o enunciado es el significado de cualquier frase declarativa (o enunciativa) que pueda ser o
verdadera (V) o falsa(F). Nos referimos a V o a F como los valores de verdad del enunciado.

Ejemplo 1: las proposiciones

 La frase "1=1" es un enunciado, puesto que puede ser verdadero o falso. Como resulta que es un enunciado
verdadero, su valor de verdad es V.

 La frase "1=0" también es un enunciado, pero su valor de verdad es F.


 "Lloverá mañana" es una proposición. Para conocer su valor de verdad habrá que esperar hasta mañana.

 El siguiente enunciado podría salir de la boca de un enfermo mental: "Si soy Napoleón, entonces no soy
Napoleón". Este enunciado, como veremos más adelante, equivale al enunciado "No soy Napoleón". Como el
hablante no es Napoleón, es un enunciado verdadero.

 "Haz los ejercicios de lógica" no es un enunciado, puesto que no se le puede asignar ningún valor de verdad
(Está en modo imperativo, es una orden, y no una frase declarativa)

 "Haz el amor y no la guerra" tampoco es un enunciado, puesto que no se le puede asignar ningún valor de
verdad (También está en modo imperativo, es una orden, y no una frase declarativa)

 "El perro" no es una proposición, puesto que no es ni siquiera una frase completa (al menos en este
contexto).

Los enunciados como resultado de los juicios

El acto mental que tiene como resultado una proposición o enunciado se denomina juicio (sustantivo, del verbo
enjuiciar). La expresión verbal de un juicio es un enunciado. Los seres humanos realizamos un juicio cada vez
que pensamos que algo es alguna otra cosa (a lo que llamamos afirmación), y también cuando pensamos que algo no
es otra cosa (a lo que llamamos negación). En consonancia con lo que decíamos al principio, enjuiciar consiste en
afirmar o negar.

Si tú piensas que este ordenador es complicado, entonces estás ejecutando un juicio. Si expresas verbalmente este
juicio, lo habrás de hacer en forma de un enunciado o proposición: la proposición "Este ordenador es complicado".
El juicio es el acto mental que ocurre cuando piensas que este ordenador es complicado, y la proposición es la oración
que construyes para expresar dicho pensamiento.

Fíjate bien en esto...

Los enunciados son diferentes de las oraciones que los contienen. Así, "Fulanito ama a Menganita" expresa
exactamente la misma proposición que "Menganita es amada por Fulanito". En los enunciados lo esencial es
el significado de la frase enunciativa.

De manera análoga, la proposición "Hoy llueve aquí" se puede utilizar para transmitir diferentes proposiciones,
dependiendo del lugar y del momento en que se encuentre la persona que profiera dicho enunciado ( "El 15 de agosto
de 2003 llueve en León", "El 15 de marzo de 2018 llueve en Madrid", etc.). En este caso, el momento y el lugar hacen
cambiar el significado del enunciado, de manera que su valor de verdad depende de estas circunstancias.

Pero, cada proposición es o bien verdadera o bien falsa. En algunas ocasiones, por supuesto, no conocemos cuál de
estos valores de verdad (verdadero o falso) es el que tiene una determinada proposición, (por ej. "Hay vida
inteligente fuera del planeta Tierra") pero podemos estar seguros de que tiene o uno u otro.

Práctica sobre los enunciados

Contesta a las siguientes preguntas teniendo presente lo que acabamos de comentar sobre lo que es y no es un
enunciado o proposición.

es una proposición con valor de verdad V

"El sol no es un astro" es una proposición con valor de verdad F

no es una proposición

es una proposición con valor de verdad V

"El lago de los cisnes" es una proposición con valor de verdad F

no es una proposición
es una proposición con valor de verdad V

"2+2=4" es una proposición con valor de verdad F

no es una proposición

Argumentos e inferencia

La principal tarea de la lógica es la de averiguar cómo la verdad de una determinada proposición está conectada con
la verdad de otra. En lógica habitualmente se trabaja con grupos de proposiciones relacionadas.

Un argumento es un conjunto de dos o más proposiciones relacionadas unas con las otras de tal
manera que las proposiciones llamadas 'premisas' se supone que dan soporte a la proposición
denominada 'conclusión'.

La transición o movimiento desde las premisas hasta la conclusión, es decir, la conexión lógica entre
las premisas y la conclusión, es la inferencia sobre la que descansa el argumento.

Los argumentos

Veamos con un ejemplo de argumento que aparece de una u otra manera en todos los libros de introducción a la
lógica:

(1) Si Sócrates es humano, entonces es mortal


(2) Sócrates es humano
(3) Por lo tanto, Sócrates es mortal

En este ejemplo las dos primeras proposiciones funcionan como premisas, mientras que la proposición tercera es la
conclusión.

Fíjate que las palabras "premisa" y "conclusión" se definen aquí sólo por medio de la relación que hay entre
ellas dentro de un argumento concreto. Una misma proposición puede aparecer como conclusión de un argumento en
una parte de razonamiento, pero también como una de las premisas en otra parte posterior del mismo razonamiento.
En nuestro ejemplo, nada impide que nuestra conclusión "Sócrates es mortal" puede utilizarse como premisa para
otro argumento.

La inferencia

Hay un cierto número de expresiones verbales del lenguaje cotidiano que marcan o indican si una determinada
proposición funciona como premisa o como conclusión (por ejemplo, la expresión "por lo tanto" se suele ir seguida de
la conclusión). Sin embargo, el uso de estos marcadores lingüísticos no es estrictamente necesario, ya que el contexto
puede aclarar la dirección del movimiento desde las premisas hasta la conclusión. Lo que distingue a un argumento de
una mera colección de proposiciones es la inferencia que se supone que las une.

Veamos esta idea con un par de ejemplos. Si yo profiero "Daniela es cirujana y el sol brilla, aunque la catedral de
León es gótica" lo único que tengo es un conjunto de proposiciones que no tienen ninguna relación entre ellas en el
sentido de que la verdad o falsedad de cada una de ella no tiene que ver con la verdad o falsedad de las demás. Sin
embargo, si yo digo: "Daniela es cirujana, por lo que Daniela ha estudiado Medicina, ya que todos los cirujanos han
estudiado Medicina", estoy empleando un argumento perfectamente válido en el que la verdad de la
conclusión "Daniela ha estudiado Medicina" se deriva inferencialmente de las premisas "Daniela es cirujana" y "Todos
los cirujanos han estudiado Medicina".

Identificación de argumentos

Es importante aprender a distinguir a los argumentos de meros grupos de proposiciones que no cumplen con los
requisitos necesarios para hablar de argumentos. Recuerda que los argumentos consisten en grupos de proposiciones
en los que hay algunos que actúan como premisas que, en virtud de la inferencia lógica, justifican otra proposición
que llamamos conclusión. Por el momento aprenderemos a identificar argumentos, sin pronunciarnos sobre si se trata
de buenos o malos argumentos (válidos o inválidos); esta cuestión la trataremos un poco más adelante, y constituye
el grueso de Aprende Lógica.

Para decidir si estamos ante un argumento o no, simplemente apelaremos al sentido común y a un sencillo análisis
del texto sobre el que hayamos de decidir, centrándonos en los siguientes aspectos:

1. El texto, ¿tiene una conclusión?. Si es así, ¿cuál es?

2. El texto ¿ofrece razones que apoyen la conclusión?, es decir, ¿hay premisas? Si es así ¿cuáles son?

3. El texto ¿presume que hay una relación inferencial entre premisas y conclusiones?

Presunción de facticidad y presunción de inferencia

Quien presenta un argumento esta formulando (explícita o implícitamente) dos presunciones acerca de dicho
argumento. Una es la presunción de facticidad, es decir, da por sentado (asume) que las premisas que se
proporcionan son, de hecho, verdaderas. La segunda presunción es la presunción de inferencia, que asume que las
premias están conectadas con la conclusión de tal forma que la fundamentan, que le dan apoyo. De hecho esta
relación inferencial entre premisas y conclusión es el núcleo de la lógica, y nuestro principal objeto de atención
en Aprende Lógica, y la analizaremos de distintas maneras y desde diferentes ángulos.

Siempre que tratamos de convencer a alguien de algo argumentando ponemos en juego estas dos presunciones: la
de facticidad para reclamar la relevancia real del asunto tratado en las premisas, y la de inferencia para mostrar la
conexión entre las premisas y la conclusión. Por tanto, para decidir si estamos ante un argumento o no, debemos
identificar se están presentes de manera adecuada tanto la presunción de facticidad como la de inferencia.

Si no es un argumento, ¿qué es?

Un buen método para determinar si una porción de discurso (hablado o escrito) no es un argumento, es identificar
qué es entonces. A continuación ofrecemos un lista de posibles alternativas cuando no encontramos en una porción de
discurso premisas, conclusión o relación inferencial lógica entre ambas.
(Haz clic en los enlaces de la columna de la derecha para acceder a ejemplos de cada uno de los tipos descritos)

No se proporcionan razones (no hay premisas). Predomina la función apelativa y Ejemplo de


Advertencias
conativa. advertencia

Enunciación No se proporciona un fundamento sólido, real para tal creencia u opinión. Aunque
de una puede que exista la pretensión de que se reconozca tal creencia u opinión como Ejemplo de
creencia u verdadera, no hay un desarrollo sistemático de premisas-inferencia-conclusión en creencia
opinión apoyo de lo enunciado.

Ejemplo de
Proposiciones
proposiciones
vagamente Las proposiciones no están conectadas por relación inferencial alguna.
vagamente
relacionadas
relacionadas

Son simples enumeraciones de hechos, del tipo que aparecen en las noticias de los
Ejemplo de
Informes periódicos. No hay intención de probar nada, simplemente, se proporciona
informe
información sobre los hechos.

Ejemplo de
Ilustración Simplemente se ofrecen ejemplos de algo.
ilustración

Son enunciados con la estructura "Si... entonces..." Los enunciados condicionales


no son argumentos en sí mismos, pero los arguementos con frecuencia se Ejemplo de
Enunciados
componen de varias proposiciones de este tipo. Lo que sigue al "si..." se enunciado
condicionales
denomina "antecedente" (es decir la condición), y lo que sigue al "entonces..." es condicional
el "consecuente" (es decir lo que sucede cuando se cumple la condición).

Explicaciones Consiste en una aclaración de por qué algo es el caso. Una explicación a veces es Ejemplo de
difícil de distinguir de un argumento porque también involucra razones (similares a explicación
las premisas). Pero, a diferencia de los argumentos, donde la conclusión es "nueva"
información, en una explicación el enunciado que es explicado (el explanandum, la
parte que parece la conclusión) es normalmente un hecho comúnmente aceptado.
El explanans (los enunciados que sirven para aclarar, que pueden ser similares a las
premisas) es la nueva información de una explicación, mientras que las premisas
son los hechos aceptados en los argumentos.
En los argumentos se busca fundamentar información nueva a partir de información
ya aceptada, mientras que en las explicaciones se busca aclarar información ya
bien establecida.

Lógica formal y lógica material

Tradicionalmente se considera que las dos ramas principales de la lógica son la llamada lógica formal (o lógica
menor) y la lógica material (o lógica mayor). En realidad la lógica formal y la material tratan sobre problemas
bastante diferentes aunque relacionados.

Esta distinción entre lógica material y lógica formal es análoga a la distinción que se puede hacer entre los
materiales con los que está construido un puente, por un lado, y la estructura o disposición de dichos materiales, por
otro. Si esta estructura o disposición de los materiales es defectuosa, el puente se vendrá abajo, por buenos que sean
los materiales. Por otra parte, aunque la estructura diseñada por los ingenieros sea impecable, si los mateiales
empleados son de mala calidad tarde o temprano el puente también se vendrá abajo.

La lógica material se preocupa del contenido de la argumentación. Trata de dirimir la verdad de los términos y
proposiciones de un argumento.

Por su parte, la lógica formal está interesada en la forma o estructura de los razonamientos. La verdad de las
premisas y de las conclusiones es una preocupación secundaria para esta rama de la lógica. La lógica formal trata de
encontrar el método correcto para derivar una verdad a partir de otra. Digamos que la verdad de los enunciados que
componen los argumentos es algo que se da por supuesto, algo de lo que se parte. Lo que le interesa a la lógica
formal es asegurar que el paso de las premisas a la conclusión esté bien fundamentado.

Hay autores que hablan también de la lógica informal, como opuesta a la formal. La diferencia estaría en que,
mientras que la lógica fomal estudia la estructura de los razonamientos prescindiendo de los contenidos a que hacen
alusión, la lógica informal (también llamada pragmática lógica) estudiaría los modos correctos de razonar teniendo
en cuenta los distintos contextos de diálogo y las diversas cuestiones tratadas en ellos.

Es importante recordar que atendiendo a su forma o estructura, los razonamientos pueden ser válidos o inválidos,
mientras que atendiendo a su materia o contenido, son verdaderos o falsos. En la siguiente tabla se recogen todos
los posibles tipos de argumentos atendiendo tanto su validez/invalidez como a su verdad/falsedad:

Haz clic en las palabras Estructura o forma


de las celdillas para ver
los ejemplos Validez formal Invalidez formal
correspondientes
Verdad
Ejemplo 1 Ejemplo 3
material
Contenido
Falsedad
Ejemplo 2 Ejemplo 4
material

Verdad, validez y solidez

Antes de continuar con nuestra exposicón, es preciso hacer algunas aclaraciones terminológicas. Recuerda que
utilizar el lenguaje con precisión es importante. Concretamente, fijaremos el significado de " validez" (corrección
formal de los argumentos), "verdad" (adecuación material de los enunciados) y "solidez" (corrección formal unida a
adecuación material).
Verdad

El concepto de verdad es uno de los más controvertidos de la Filosofía, pero nosotros limitaremos nuestra discusión
al contexto de una modesta exposición didáctica de la lógica de enunciados. En este contexto, se dice que un
enunciado (o una proposición) es verdadero, cuando hay una correspondencia entre la realidad y el
enunciado. Recuerda que los enunciados o proposiciones se definen como el significado de oraciones declarativas
que pueden ser verdaderas o falsas.

Muchas veces no es problemático determinar el valor de verdad de un enunciado: si afirmo "Esta mesa es de
madera", lo normal es que cuente con los medios para establecer su verdad o falsedad. Si afirmo que "Napoleón viajó
a Egipto en enero de 1800", "Los protones se componen de electrones y neutrones" me encuentro con unas
proposiciones que ha de recurrir a métodos más complejos para averiguar su verdad o falsedad. La lógica deductiva
que estudiaremos en Aprende Lógica no se preocupa por establecer los medios para establecer el valor de verdad de
las proposiciones (para ello ya están las ciencias, físicas, históricas, biológicas, etc. según sea la naturaleza de los
enunciados).

Lo que debemos recordar en lo sucesivo es que sólo los enunciados son verdaderos o falsos. Nunca diremos
que un argumento es verdadero o falso, sino diremos que es válido o inválido.

Validez

La lógica se ocupa principalmente de establecer una clara distinción entre razonamientos válidos y razonamientos
inválidos. Los razonamientos válidos son aquellos en los que la inferencia entre las premisas y la conclusión es
perfecta. Por tanto, lo esencial para determinar si un argumento es o no válido es analizar su forma o estructura
(independientemente de su contenido material). A continuación proporcionamos tres formas equivalentes de
establecer este criterio de validez:

 Si las premisas de un argumento válido son verdaderas, entonces su conclusión también es verdadera.

 Es imposible que la conclusión de un argumento válido sea falsa siendo sus premisas verdaderas.

 En un argumento válido, la verdad de las premisas es incompatible con la falsedad de la conclusión.

En este contexto también consideraremos que las premisas, en tanto que conjuntos de proposiciones, son
verdaderas sólo cuando todas y cada una de ellas sean verdaderas, y que son falsas cuando al menos una de ellas
sea falsa.

Cuando un argumento no es válido, entonces es inválido; en este caso es posible que la conclusión sea falsa
mientras que las premisas son verdaderas. Incluso puede ocurrir que en un argumento inválido (la inferencia es
incorrecta) las premisas sean verdaderas y la conclusión sea verdadera o falsa. Fíjate que la validez de la inferencia
de un argumento deductivo es independiente de la verdad de sus premisas, pero que sólo podemos garantizar la
verdad de la conclusión haciendo una inferencia válida a partir de premisas verdaderas.

Solidez

Algunos lógicos afirman que un argumento es sólido cuando es a la vez formalmente válido y materialmente
adecuado (sus premisas y su conclusión son verdaderas).

Veamos resumidas en la siguiente tabla todas las posibles combinaciones de verdad o falsedad de las premisas y la
conclusión, y de validez o invalidez de las inferencias:

Premisas Inferencia Conclusión Ejemplos


Verdadera Ejemplo 1

Válida
Falsa Imposible
Verdaderas

Verdadera Ejemplo 2
Inválida
Falsa Ejemplo 3
Verdadera Ejemplo 4
Válida
Falsa Ejemplo 5
Falsas Verdadera Ejemplo 6
Inválida
Falsa Ejemplo 7

Ejemplo 1: Premisas y conclusión verdaderas, inferencia válida (argumento sólido)

P1 Si la Tierra es esférica, entonces gira sobre su propio eje.

P2 Es el caso que la Tierra es esférica.

C Por lo tanto, la Tierra gira sobre su propio eje.

(Ejemplo de verdades físicas elementales, y de Modus Ponens, esquema inferencial válido)

Ejemplo 2: Premisas y conclusión verdaderas, inferencia inválida

P1 Si la Tierra es esférica, entonces gira sobre su propio eje.

P2 Es el caso que la Tierra gira sobre su propio eje.

C Por lo tanto, la Tierra es esférica.

(Ejemplo de falacia formal de afirmación del consecuente)

Ejemplo 3: Premisas verdaderas, inferencia inválida y conclusión falsa

P1 Si la Tierra es esférica, entonces gira sobre su propio eje.

P2 Es el caso que la Tierra no es esférica.

C Por lo tanto, la Tierra no gira sobre su propio eje.

(Ejemplo de falacia formal de negación del antecedente)

Ejemplo 4: Premisas falsas, inferencia válida y conclusión verdadera

P1 Si la Tierra es esférica, entonces gira sobre su propio eje.

P2 Es el caso que la Tierra no gira sobre su propio eje.

C Por lo tanto, la Tierra no es esférica.

(Ejemplo de Modus Ponens, esquema inferencial válido)

Ejemplo 5: Premisas y conclusión falsas, e inferencia válida

P1 Si Zorrilla escribió el Quijote, entonces la Tierra es plana.

P2 Es el caso que Zorrilla escribió el Quijote.

C Por lo tanto, la Tierra es plana.

(Ejemplo de Modus Ponens, esquema inferencial válido)


Ejemplo 6: Premisas falsas, inferencia inválida y conclusión verdadera
P1 Si Cervantes escribió el Quijote, entonces la Tierra es plana.

P2 La Tierra es plana

C Por lo tanto, Cervantes escribió el Quijote

(Ejemplo de falacia formal de afirmación del consecuente)

Ejemplo 7: Premisas y conclusión falsas, inferencia inválida


P1 Si Cervantes escribió el Quijote,entonces la Tierra es esférica.

P2 Cervantes no escribió el Quijote.

C Por lo tanto, la Tierra no es esférica.

(Ejemplo de falacia formal de negación del antecedente)

Inferencias deductivas e inductivas

La principal preocupación de la lógica formal es evaluar la fiabilidad de las inferencias, investigar los esquemas de
razonamiento que nos llevan desde las premisas a la conclusión en un argumento lógico. En este trabajo dedicaremos
mucha atención a distinguir los esquemas de razonamiento que funcionan de los que no. Pero antes es imprescindible
distinguir dos tipos de inferencia, cada uno de los cuales tiene unas características distintivas y unos criterios de
corrección; distinguiremos las inferencias deductivas y las inferencias inductivas.

Inferencias deductivas

Cuando un argumento asegura que la verdad de sus premisas garantiza la verdad de su conclusión, se dice que
involucra una inferencia deductiva. El razonamiento deductivo nos proporciona unos criterios de corrección muy
altos. Una inferencia deductiva tiene éxito sólo si sus premisas proporcionan un apoyo tan completo e indudable para
la conclusión, que sería completamente inconsistente o absurdo suponer simultáneamente la verdad de las premisas y
la falsedad de la conclusión.

Es notable que cualquier argumento que consideremos o bien cumple con este criterio, o bien no lo cumple; la
validez de las inferencias deductivas es un asunto de todo o nada, no hay medias tintas. Algunos argumentos
deductivos son perfectos, de modo que si sus premisas son, de hecho, verdaderas, entonces de ello se sigue que su
conclusión también es verdadera, independientemente del contenido material de dicha conclusión. Los demás
argumentos deductivos que no cumplan este criterio de corrección son totalmente incorrectos e inútiles —su
conclusión puede ser falsa incluso si sus premisas son verdaderas, y ninguna información adicional podría cambiar su
incorrección.

Las inferencias deductivas permiten establecer conclusiones seguras porque proceden de lo general a lo
particular, o desde lo más general a lo menos general, a través de un término medio.

Inferencias inductivas

Cuando un argumento únicamente asegura que la verdad de sus premisas hace más probable que la conclusión
sea verdadera, estamos ante un argumento que involucra una inferencia inductiva. El criterio de corrección para los
argumentos que se basan en inferencias inductivas es mucho más flexible, menos exigente, que el que se aplica a la
deducción. Un argumento inductivo tiene éxito siempre que las premisas porporcionen alguna evidencia que legitime o
apoye la verdad de su conclusión. Aunque pueda ser razonable aceptar la verdad de una conclusión sobre una base
inductiva, no sería completamente inconsistente suspender el juicio (es decir no pronunciarse sobre la verdad o
falsedad de la conclusión) o incluso llegar a negar la verdad de la conclusión (a pesar de la verdad de las premisas).

Los argumentos inductivos, por lo tanto, cumplen con su criterio de corrección en un mayor o menor grado,
dependiendo de la cantidad y calidad del apoyo que reciban. Ningún argumento inductivo es completamente perfecto
o enteramente inútil, aunque se puede elegir cuál de entre varias inducciones es relativamente mejor o peor que otras
en el sentido de que se asegure la verdad de la conclusión con un mayor o menor grado de probabilidad. En tales
casos, información adicional relevante de algún modo relacionada con el argumento con frecuencia puede afectar a la
fiabilidad de un argumento inductivo al proporcinar otra evidencia que cambie nuestra estimación de la probabilidad
de la verdad de la conclusión.

Las inferencias inductivas proceden desde lo particular hacia lo general, desde lo menos general hacia lo más
general, y no tienen un término medio
que conecte firmemente una verdad Inferencias
Inferencias inductivas
con otra. deductivas
¿La verdad de las premisas
Sí o no con Sí o no con un mayor o
Con esta información cualquiera ya garantiza la verdad de la certeza absoluta menor grado de probabilidad
podría diferenciar sin dudas si está conclusión?
delante de un argumento inductivo o La información adicional,
deductivo. La información esencial se ¿puede afectar al grado de No Sí
resume en el cuadro de la derecha. corrección del argumento?

La clave para saber si se está ante un argumento deductivo es que dicho argumento posee un tipo de inferencia (de
relación lógica entre las premisas y la conclusión) tal que o bien garantiza la verdad de la conclusión a partir de la
verdad de las premisas, o no la garantiza.

La clave para saber si se está ante un argumento inductivo radica en dicho argumento posee un tipo de inferencia
tal que sólo asegura la verdad de la conclusión a partir de la verdad de las premisas con un cierto grado de
probabilidad.

Más sobre inferencias deductivas e inductivas

Continuemos ampliando nuestro conocimiento sobre la diferencia entre argumentos inductivos y deductivos,
señalando otros aspectos que nos pueden ayudar a diferenciar ambos tipos de inferencia.

Inferencias deductivas Inferencias inductivas

Las inferencias razonan a partir de repetidas


observaciones particulares (que con frecuencia son
La deducción descansa en la aceptación de un principio
observables, empíricas, captables por nuestros
general, y razona desde dicho principio general, a través
sentidos) hacia verdades más generalespor medio de
de pasos bien establecidos y firmes, hasta la conclusión.
generalizaciones estadísticas y analogías (que con
frecuencia son inobservables).

En los argumentos deductivos la garantía de que de la


verdad de las premisas se sigue la verdad de la conclusión La inferencia inductiva válida sólo garantiza la verdad
ocurre porque en la inferencia deductiva válida la de la conclusión a partir de la verdad de las premisas sólo
conclusión no afirma contenido material alguno más allá en un cierto grado porque la conclusión aporta más
de lo que afirman las premisas. Con la inferencia información de la que está contenida en las premisas.
deductiva válida, en realidad no ampliamos nuestros Este es el motivo de que la información adicional con
conocimientos, sino que los expresamos de otro modo. frecuencia pueda jugar un papel determinante para juzgar
Por ello, información adicional sobre las premisas no el grado de validez de una inferencia inductiva.
modificará la calidad de la deducción.

Los argumentos deductivos parece que juegan un papel


Los argumentos inductivos juegan un papel más
más importante en las disciplinas que tienen un contenido
importante en las disciplinas que tienen mayor contenido
teórico más prominente, como las matemáticas o la
empírico, como la física, la química, la biología, etc.
filosofía.

El lenguaje y la Lógica

Lenguaje natural, lenguaje artificial

Para los fines comunicativos cotidianos los seres humanos utilizamos los llamados lenguajes naturales, que son
códigos lingüísticos que nuestra especie ha ido forjando a través de miles de años de evolución y que cada individuo
es capaz de aprender en unos pocos años.
Sin embargo, el lenguaje natural, con la fundamental importancia que tiene, parece inadecuado para determinados
fines. En ocasiones este tipo de lenguajes contienen ambigüedades, imprecisiones, que lo hacen inadecuado para
determinados fines. Es obvio que una teoría científica será mucho más poderosa si pudiera formularse en un lenguaje
construido a propósito, a la medida para captar todos los matices y complejidades de su objeto de estudio sin
ambigüedades y con total precisión.

Es esta necesidad la que ha llevado a los seres humanos a construir lenguajes artificiales para determinados
fines. Por ejemplo, la matemática es uno de estos lenguajes, que permite formalizar con una increible precisión
teorías físicas. Para transmitir órdenes a los ordenadores para que ejecuten ciertas tareas es preciso hacerlo utilizando
un lenguaje de programación, que también es un lenguaje artificial.

Pues bien, la Lógica es uno de estos lenguajes artificiales creados por el hombre, y pretende ser un instrumento de
precisión para la correcta ordenación del pensamiento. En esta sección estudiaremos brevemente cómo se pasa del
lenguaje natural al artificial de la lógica, así como la estructura de este lenguaje lógico, sus elementos constitutivos
básicos.

Dimensiones del lenguaje

Algunos autores consideran que cualquier lenguaje natural, en tanto que sistema simbólico complejo que sirve a la
comunicación tiene tres aspectos o dimensiones: la sintáctica, la semántica y la pragmática. Veámoslas brevemente:

La dimensión sintáctica se refiere a la relación que se establece entre los signos de un lenguaje. En concreto,
la sintaxis estudia las diversas combinaciones de signos que dan lugar a combinaciones de ellos con la propiedad de
estar bien formadas. Por ejemplo, no es lo mismo decir "En esta foto aparece el cielo" que "foto cielo la en aparece".
En los lenguajes artificiales ocurre algo parecido.

La dimensión semántica se refiere a las relaciones de los signos con sus correspondientes significados. Es decir, la
semántica trata de investigar las relaciones de los signos con aquello que constituye su interpretación (aunque al
margen de los contextos en que estos signos son usados por sus hablantes).

Por ejemplo, si yo muestro esta parte de una foto de mis vacaciones


a un amigo, y le digo que en ella se ve "el cielo", estoy utilizando el
lenguaje de una manera semánticamente adecuada. Sin embargo, si le
digo sin más que se ve la "piel del cielo", me tomará por un demente
por hacer un uso inadecuado de la semántica, del significado de la
palabra "cielo".

La dimensión pragmática alude a la relación entre los signos y los contextos y circunstancias en que se
desenvuelven los usuarios de dichos signos. Por ejemplo, si yo quiero mostrar a mi amiga los sentimientos que me
evoca la fotografía puedo recordar los versos del poema Vuelo de los hombres de Miguel Hernández: "Sobre la piel del
cielo, sobre sus precipicios,/ se remontan los hombres. ¿Quién ha impulsado el vuelo? / Sonoros, derramados en
aéreos ejercicios, / raptan la piel del cielo". En este caso el contexto dota a la expresión "piel del cielo" de un
significado más o menos vago, metafórico, evocador, abierto a la interpretación, por aparecer en el contexto de un
poema.

Muchos de los malentendidos y dificultades de comunicación que acontecen en nuestra vida cotidiana vienen por no
utilizar adecuadamnte el lenguaje, al obviar sus reglas sintácticas, semánticas y pragmáticas.

Pues bien, una de las funciones básicas de la Lógica es la de ayudarnos a minimizar el riesgo de los usos
inadecuados del lenguaje en el curso de los razonamientos estudiando la estructura de dichos razonamientos. Y para
llevar a cabo este estudio, es preciso construir un lenguaje artificial en cuyos secretos empezaremos a iniciarnos en la
página siguiente.

El lenguaje formal de la Lógica


¿Qué es un lenguaje formal?

Un lenguaje formal, en tanto que lenguaje artificial, está formado por los siguientes elementos básicos:

 Unos signos primitivos del lenguaje, esto es su alfabeto.

 Unas reglas de combinación de dichos signos, es decir una gramática que especifique cómo combinar unos
signos primitivos con otros para tener expresiones bien formadas.

 En nuestro caso, como buscamos aplicar el lenguaje formal a la reconstrucción de la estructura lógica del
lenguaje natural, precisaremos de unas reglas que nos ayuden en la formalización o traducción de expresiones
del lenguaje natural al de la lógica formal.

Veamos el primero de ellos a continuación.

El alfabeto del lenguaje formal en la lógica proposicional

El lenguaje lógico de la lógica proposiconal consta de tres tipos de signos en su tarea de reconstruir la estrucutura
lógica del lenguaje natural:

(1) Unos signos para representar las proposiciones simples o atómicas: se trata de las letras proposicionales, que
por convención suelen designarse con las letras minúsculas p, q, r, etc.

(2) Unos signos para formar proposiciones complejas o moleculares conectándolas entre sí: se trata de
las conectivas (también llamados conectores, o juntores). En la siguiente tabla presentamos el nombre, el signo y la
equivalencia con el lenguaje natural de las cinco conectivas que utilizaremos:

Nombre de la Correspondenica en
Símbolo:
conectiva: el lenguaje natural:

Negador ¬ "no ..."

Conjuntor "... y ..."

Disyuntor "... o ..."

Condicional "si ... entonces..."

Bicondicional "... si y sólo si ..."

(3) Unos signos auxiliares, que son los paréntesis, que pueden ayudar a delimitar dónde comienza una parte de la
fórmula y dónde acaba para empezar la siguiente. Su equivalencia en el lenguaje natural serían los signos de
puntuación en la lengua escrita.

Pasemos ahora a presentar la gramática de nuestro lenguaje en la página siguiente.

Las reglas de formación de fórmulas

Además de los signos primitivos que acabamos de conocer, necesitamos unas reglas que nos permitan saber
cuándo estamos ante una combinación de símbolos que esté bien construída en el lenguaje formal.

¿Qué es una fórmula bien formada?

Una fórmula es una secuencia de caracteres, pero es preciso delimitar de la totalidad de combinaciones posibles de
caracteres aquellas que sean como "bien formadas"; para ello, damos la siguiente definición de lo que es una fórmula
bien formada, (o fbf):

1. Una letra enunciativa es una fbf.


2. Toda fbf a la cual se antepone el símbolo "¬" (negación) es una fbf.

3. Si A y B son fbfs, entonces las scuencias: (A B), (A B), (A B),y (A B)

4. Toda secuencia de caracteres producida por la aplicación de los pasos 1, 2, 3, en cualquier orden, constituye
una fbf. (Cláusula de recursión)

5. Ninguna otra secuencia constituye una fbf. (Cláusula de exclusión)

Ejemplo:

A continuación presentamos algunos ejemplos de fbfs y no bien formadas:

Fórmulas BIEN Fórmulas MAL


formadas formadas

p ¬(q r) (p¬ (q r))

¬p r p q(

q ¬¬(p(q r))

¬(¬r) ¬ ¬(pq r))

Pasemos, a continuación, a presentar una por una todas las conectivas con las peculiaridades que presentan cada
una de ellas y los trucos para formalizarlas en lenguaje natural.

La negación de enunciados

La representación de las proposiciones

Utilizaremos las letras p, q, r, s y así sucesivamente para representar las proposiciones. Así, por ejemplo, si
decidimos que p represente la proposición "el sol brilla", lo escribiremos de la siguiente manera:

p: "el sol brilla"

que se lee: p es el enunciado "el sol brilla"

Modificación de las proposiciones

Podemos formar nuevas proposiciones a partir de otras de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, a partir de p:
"Yo soy un leonés", podemos formar la negación de p: "No es el caso de que yo sea leonés", o más sencillamente
"No soy leonés". Denotamos la negación de p mediante ¬p, que se lee "no p". Hay otras formas de señalar la
negación de un enunciado, por ejemplo, mediante el símbolo ¬. Los símbolos ¬ y ¬ son equivalentes, pero aquí
utilizaremos preferentemente ¬ por una mera cuestión de simpatía: Wittgenstein utilizó el símbolo ¬ en su Tractatus
Logico Philosophicus.

Lo importante de la negación es que si p es verdadero, entonces ¬p es falso, y viceversa. Esto se puede resumir en
la siguiente tabla de verdad de la negación:

p ¬p
V F
F V

En la columna de la izquierda están los dos posibles valores de verdad de p, y en la de la derecha aparecen los
correspondientes valores de verdad para ¬p.
En la siguiente tabla se recoge una definición más formal de la negación:

Negación

La negación de p es la proposición ¬p, que se lee "no p". Su valor de verdad queda definido por la siguiente tabla de
verdad.

p ¬p
V F
F V
El símbolo de la negación "¬" es un ejemplo de operador lógico monario (el término "monario" indica que el operador
afecta a una sola proposición).

Una propiedad especial: la ley de la doble negación

¿Qué es lo que sucedería se nos propusiéramos negar una negación? En forma simbólica, ¿qué sucede si nos
proponemos negar la expresión ¬p? Evidentemente, tendríamos la expresión ¬(¬p), que es lo mismo que ¬¬p.

Pues bien, la negación de la negación de un enunciado, es la afirmación de dicho enunciado; en forma simbólica:

¬¬pp p

La anterior expresión simbólica refleja la ley de la doble negación.

¿Y qué ocurriría si negásemos una doble negación? Es decir, ¬(¬¬p), o lo que es lo mismo: ¬¬¬p. En este caso,
simplemente aplicando la definición de la negación llegamos a la conclusión de que ¬(¬¬p) ¬p

Fíjate bien en esto:

Cuando el número de negaciones de un enunciado es par, el valor de verdad de dicho enunciado es el original de la
proposición, y cuando es impar, es la negación del enunciado original, como muestra el siguiente esquema:

 ¬¬pp p

 La conjunción de enunciados

 La conjunción

 Hay otras maneras de formar nuevas proposiciones a partir de otras. Si tenemos, por ejemplo, p: "Soy
gordo", y q: "Tú eres inteligente", podemos formar el siguiente enunciado: "Soy gordo y tú eres inteligente".
Este nuevo enunciado se puede representar con p q, que se lee "p y q".

 Para que la expresión p q sea verdadera, tanto p como q deben ser verdaderas. Por ejemplo, si yo soy de
verdad gordo, pero tú eres tonto de remate, entonces p q es falso.

 El símbolo es otro operador lógico. El enunciado p q es la conjunción de p y q.

Conjunción

La conjunción de de p y q es el enunciado p q, que se lee "p y q." Su valor de verdad queda definido por la siguiente
tabla de verdad.

p q p q
V V V
V F F
F V F
F F F

En las columnas p y q aparecen las cuatro posibles combinaciones de los valores de verdad para p y q, y en la columna
p q aparecen enumerados los valores de verdad de p q para cada una de esas combinaciones. Por ejemplo, la segunda
fila de la tabla nos dice que cuando p es verdadero y q falso, el enunciado p q es falso. De hecho, de acuerdo con la
tabla anterior y con la definición que hemos dado de la conjunción, la única forma de hacer p q verdadero es haciendo
que tanto p como q sean verdaderos (1³ fila).

El símbolo de la conjunción " " es un ejemplo de operador binario ("binario" alude a que el operador actúa sobre un par
de proposiciones).

 En el siguiente apartado veremos algunos ejemplos de la aplicación de la conjunción a la formalización de


enunciados del lenguaje natural.

Propiedades de la conjunción

La propiedad conmutativa de la conjunción

La propiedad conmutativa de la conjunción nos dice, sencillamente, algo que todos ya sabemos intuitivamente, a
saber, que es lo mismo p q que q p. Se trata de dos expresiones equivalentes (ya nos extenderemos en otro apartado
sobre el concepto de equivalencia lógica. Baste aquí decir que dos enunciados son equivalentes si sus tablas de
verdad son iguales, que es lo que sucede con p q y con q p.

Mismos valores

p q p q q p
V V V V
V F F F
F V F F
F F F F

Si nos gustan las cosas sencillas, digamos simplemente que todos sabemos que, en nuestra vida cotidiana, es lo
mismo decir "canto y bailo", que "bailo y canto".

También podemos hacer una comparación entre la Lógica y la Matemática: la suma, lo mismo que la conjunción,
también tiene la propiedad conmutativa: 1+2=3, y 2+1=3 (el orden de los sumandos no altera la suma). Y sucede lo
mismo con la multiplicación: 3x5=15, y 5x3=15 (el orden de los factores...).

La propiedad asociativa de la conjunción

Formalicemos el siguiente pasaje de Schopenhauer [Parerga y Paralipómena, cap.IV, III]: "El principio del honor
caballeresco es a veces el refugio seguro de la mala fe y maldad en los negocios graves y, al mismo tiempo, en los
pequeños un asilo de la insolencia". Siendo:

 p: "El principio del honor caballeresco es a veces el refugio seguro de la mala fe"

 q: "El principio del honor caballeresco es a veces el refugio seguro de la maldad en los negocios graves"

 r: "El principio del honor caballeresco es a veces un asilo de la insolencia"

Solución: Este enunciado de Schopenhauer contiene tres enunciados que se pueden combinar de dos maneras
diferentes:
 En primer lugar, se puede combinar p y q para formar p q, dando lugar a: "El principio del honor caballeresco
es a veces el refugio seguro de la mala fe y la maldad en los negocios graves". Y a continuación podemos unir
mediante una conjunción este enunciado con r, dando lugar a (p q) r, que se leería como el enunciado
original del bueno de Schopenhauer.

 En segundo lugar, se puede combinar igualmente q con r, para obtener q r: "El principio del honor
caballeresco es a veces el refugio seguro de la maldad en los negocios graves y, al mismo tiempo, en los
pequeños un asilo de la insolencia". Y a continuación unimos la combinación precedente con p para obtener p
(q r), que también se leería como el enunciado original del pesimista Schopenhauer.

Pronto veremos que tanto (p q) r como p (q r) son lógicamente equivalentes, y a este hecho se le denomina ley
asociativa de la conjunción. Por lo tanto, las dos posibilidades analizadas, (p q) r por un lado, y p (q r) por el otro,
son igualmente válidas.

Ocurre con la conjunción lo mismo que nos pasa en las matemáticas con la suma: (1+2)+3 es lo mismo que
1+(2+3). En lógica, como en las matemáticas, también podemos eliminar los paréntesis, y podemos dar por buena
una tercera solución lógicamente equivalente: p q r

La formalización de enunciados con la conjunción

La formalización es el proceso mediante el cual transformamos un enunciado formulado en lenguaje natural a un


enunciado formulado en un lenguaje formal o simbólico. Ya hemos hecho varias formalizaciones hasta este momento,
y vamos a practicarla un poco más antes de introducir nuevos operadores.

Formas de expresar la conjunción en lenguaje natural

Como ya hemos visto, hay varias formas de expresar la conjunción en el español que hablamos habitualmente.
Veámoslo con una frase de Cicerón: "Las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos"

P: "Las raíces del estudio son amargas"

q: "Los frutos del estudio son dulces"

Todas las expresiones que aparecen en la siguiente lista son formas de decir p q:

 "Las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos" (esta es la formulación original de Cicerón)

 "Las raíces del estudio son amargas, pero sus frutos son dulces"

 "Las raíces del estudio son amargas, aunque sus frutos son dulces"

 "Aunque las raíces del estudio son amargas, sus frutos son dulces"

 "Mientras que las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos"

 A pesar de que las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos"

Todas estas formas de expresar p q tienen en común el hecho de que si ambas proposiciones son verdaderas, el
total que forma su conjunción también es verdadero.

Ejemplos de formalización a partir del lenguaje lenguaje natural

Primer ejemplo:

Si p es el enunciado "Este mundo es maravilloso" y q es el enunciado "La guerra es abominable", expresa en


lenguaje formal (formaliza) el siguiente enunciado: "Este mundo no es maravilloso, la guerra es abominable".
Solución: La primera cláusula es la negación de p, por lo tanto es ¬p. La segunda cláusula simplemente afirma que la
guerra es abominable, por lo que es q. El hecho de que ambas cláusulas estén separadas (o unidas) por la coma, nos
indica, en este caso, que hay una conjunción, por lo que la formalización es: (¬p) q.
Segundo ejemplo:

Formaliza: "Los filósofos, como los asnos, son mamíferos" siendo p: "Los filósofos son mamíferos", q: "Los asnos
son mamíferos"
Solución: Sencillamente p q

Tercer ejemplo:

Formaliza el siguiente enunciado de Kant [La metafísica de las costumbres, parte segunda, IV] "Los fines que son a
la vez deberes son la propia perfección y la felicidad ajena" siendo p:"La propia perfección es un fin que a la vez es
deber", q: "La felicidad ajena es un fin que a la vez es deber"
Solución: p q

Cuarto ejemplo:

Formaliza la siguiente afirmación de Wittgenstein: "El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas"
[Tractatus Logico-Philosophicus, 1.1], siendo p: "El mundo es la totalidad de los hechos", y q: "El mundo es la
totalidad de las cosas"
Solución: El enunciado de Wittgenstein afirma p y niega q, por lo que la formalización del enunciado sería: p (¬q)

Quinto ejemplo:

Formaliza la siguiente proposición: "Aunque la guerra es abominable, hay políticos que la promueven", siendo p:"No
hay políticos que promuevan la guerra", q: "La guerra es abominable".
Solución: El enunciado a formalizar afirma q y niega p, por lo que su representación simbólica será: q (¬p)

Sexto ejemplo:

Si p: "Tengo miedo a la muerte" y q: "No quiero estar presente cuando muera", formaliza la frase de Woody Allen:
"No es que tenga miedo a morir, sólo quiero no estar allí cuando ocurra"
Solución: La primera parte, "no es que tenga miedo a morir" es la negación de p, y la segunda cláusula es la
afirmación de q, por lo que la formalización quedaría:

Séptimo ejemplo:

Formaliza el enunciado de Woody Allen: "Soy suficientemente bajito y feo como para triunfar por mi mismo.",
siendo p: "soy suficientemente bajito como para triunfar por mi mismo", y q: "No soy suficientemente feo como para
triunfar por mi mismo"
Solución: La primera cláusula es la afirmación de p, y la segunda la negación de q, por lo que la solución es p (¬q)

Octavo ejemplo:

Formaliza la frase de Gandhi: "No hay un camino hacia la paz, la paz es el camino", siendo p: "Hay un camino hacia
la paz", y q: "La paz es el camino".
Solución: la primera cláusula es la negación de p, y la segunda la afirmación de q, por lo que: (¬p) q

Noveno ejemplo:

Formaliza la conocida sentencia de Kant: "No se puede aprender filosofía, tan solo se puede aprender a filosofar",
siendo p: "Se puede aprender filosofía", q: "sólo se puede aprender a filosofar"
Solución: la primera cláusula es la negación de p, y la segunda la afirmación de q, por lo que (¬p) q

Décimo ejemplo:

Formaliza el dicho de Péguy: "Una gran filosofía no es la que instala una verdad definitiva, es la que produce una
inquietud", siendo p: "Una gran filosofía instala una verdad definitiva", y q: "Una gran filosofía no es la que produce
una inquietud".
Solución: La primera cláusula es la negación de p, y la segunda la negación de q, por lo que la formalización
quedaría: (¬p) (¬q)
La disyunción

En este apartado introducimos un nuevo operador. Si comenzamos con los enunciados p: "Yo soy alto" y q: "Tú eres
inteligente", podemos formar el enunciado "O yo soy obeso, o tu eres inteligente", que se representa simbólicamente
p q, y que se lee "p o q".

Como sucede que en el lenguaje natural la conjunción disyuntiva "o" puede tener varios significados, los lógicos han
acordado que la disyunción inclusiva o: p q significa que p es verdad, o bien q es verdad, o bien ambos son verdad.

En el ejemplo con el que comenzamos esta sección, p q significa "Yo soy alto, o tú eres inteligente, o ambas cosas".
En ocasiones incluiremos la apostilla "o ambos" por una mera cuestión de énfasis, pero si no lo hacemos así, el
significado mencionado se mantiene.

Por lo tanto, llamamos p q a la disyunción de p y q:

Disyunción

La disyunción de p y q es el enunciado p q, que se lee "p o q." Su valor de verdad viene dado por la
siguiente tabla de verdad:

p q p q
V V V
V F V
F V V
F F F

Como se trata de la disyunción inclusiva, p q es verdadera cuando p es verdad, o q es verdad, o ambos lo


son.

Fíjate que la única manera de que un enunciado disyuntivo sea falso consiste en que tanto p como q sean
falsos. Por este motivo, podemos decir que p q también significa "p y q no son ambos falsos".
Profundizaremos en esta observación un poco más adelante.

El símbolo de la disyunción " " es el segundo ejemplo que vemos de operador binario.

Ejemplo de la disyunción

Sea p: "El mayordomo cometió el crimen", q: "El pintor cometió el crimen" y r: "La sirvienta cometió el crimen"

a. ¿Qué dice p q?

b. ¿Qué dice (p q) ¬r?

Solución:

a. p q: "O el mayordomo o el pintor cometieron el crimen"

Fíjate que esto no excluye la posibiliidad de que tanto el mayordomo y el pintor cometieran el crimen, ni que ambos
fueran, de hecho, la misma persona. La única forma de que p q sea falso es que ni el mayordomo ni el pintor
cometieran el crimen.

b. (p q) ¬r: "O el mayordomo o el pintor cometieron el crimen, pero no la sirvienta".

Propiedades de la disyunción
La propiedad conmutativa de la disyunción

Ya hemos comprobado que la conjunción tiene la propiedad conmutativa. Pues lo mismo sucede con la disyunción:
es lo mismo la proposición p q que q p.

Es decir, la alteración del orden de las proposiciones que conforman una disyunción no altera su valor de verdad.
Con la disyunción, por tanto, ocurre lo mismo que con la suma o la multiplicación de la Matemática: el orden de los
sumandos no altera la suma, o el orden de los factores no altera el producto. Esto se puede apreciar en la siguiente
tabla de verdad:

Mismos valores

p q p q q p
V V V V
V F V V
F V V V
F F F F

La propiedad asociativa de la disyunción

Ya hemos visto que la conjunción posee la propiedad asociativa; pues bien, la disyunción también la posee.
Veámoslo con el ejemplo de la sección donde definíamos este operador:

Sea p: "El mayordomo cometió el crimen", q: "El pintor cometió el crimen" y r: "La sirvienta cometió el crimen"

La expresión el crimen lo cometió o el mayordomo, o el pintor o la sirvienta, se formaliza de cualquiera de las tres
formas siguientes, que son equivalentes:

 p (q r)

 (p q) r

 p q r

Disyunción inclusiva y exclusiva

La formalización de enunciados del lenguaje natural no tiene algunas especial dificultad en el caso de la disyunción.
Como hemos dicho, la disyunción p q será verdadera en caso de que p sea verdadera, o q sea verdadera, o tanto p
como q sea verdadera: se trata de la disyunción inclusiva. Siempre que utilicemos en el lenguaje natural la
conjunción disyuntiva "o" en este sentido, utilizaremos el símbolo " ".

Los ejemplos que hemos venido viendo hasta este momento se basan en esta interpretación inclusiva de la
disyunción. Por ejemplo, cuando decimos que para optar a un puesto de trabajo hay que saber inglés o francés,
interpretamos que alguien que sabe inglés puede optar a dicho trabajo, alguien que sabe francés también, y, por
supuesto, alguien que sepa tanto inglés o francés también.

Pero también existe la llamada disyunción exclusiva, que viene a decir que al menos una de las opciones es
verdadera, pero sólo una. en este sentido exclusivo, si en p q, p es verdadera y q también lo es, la disyunción
exclusiva es falsa.

Por ejemplo, en el lenguaje natural empleamos este sentido exclusivo de la disyunción cuando decimos que alguien
es cristiano o musulmán. Si alguien es cristiano, si es consecuente con ello no podrá ser musulmán, y viceversa. O
cuando decimos que un examen se aprueba o se suspende.
En este caso se utiliza el símbolo " " o bien el símbolo " ". La tabla de verdad de la disyunción exclusiva sería la
siguiente:

p q p q
V V F
V F V
F V V
F F F

En este trabajo utilizaremos solamente la disyunción en sentido inclusivo. Hay que hacer notar que la disyunción
exclusiva puede definirse utilizando las siguientes combinaciones de negación, conjunción y disyunción:

p q equivale a cualquiera de las siguientes expresiones:

 (p q) ¬(p q)

 (p ¬q) (¬p q)

 ¬(p q) ¬(¬p ¬q)

 El condicional

 El condicional (o implicación)

 Consideremos el enunciado: "Si apruebas Filosofía, te dejaré ir al viaje de fin de curso". Este enunciado está
formado por dos atómicas:

 p: "Apruebas Filosofía"

 q: "Te dejaré ir al viaje de fin de curso"

 Lo que nuestro enunciado original afirma es esto: si p es verdad, entonces q también es verdad, o, dicho de
modo más sencillo, si p, entonces q. Se trata de un enunciado condicional cuya formalización es p q, y que
se puede leer también como p implica q.

En el enunciado p q, se dice que p es el antecedente (o hipótesis) y q el consecuente (o conclusión).

Una implicación(o un condicional) es siempre verdadera excepto cuando el antecedente es verdadero y el


consecuente falso.

 Siguiendo con nuestro ejemplo "Si apruebas Filosofía, te dejaré ir al viaje de fin de curso", supongamos que
es verdadero. Este hecho no significa que aprobarás Filosofía, todo lo que dice es que si la apruebas, entonces
te premitiré ir al viaje de fin de curso. Si consideramos que este enunciado es una promesa, la única forma de
romperla es que tú apruebes Filosofía, pero yo no te permita ir al viaje de fin de curso. De forma análoga, la
única forma de hacer un condicional falso (de romper una promesa) es hacer verdadero el antecedente y falso
el consecuente.

Condicional

El condicional p q se lee "p implica q" o bien "si p, entonces q". Un condicional siempre es verdadero, excepto cuando
el antecedente es verdadero y el consecuente falso.

Por lo tanto, su valor de verdad queda definido por la siguiente tabla de verdad.
p q p q
V V V
V F F
F V V
F F V

En las columnas p y q aparecen las cuatro posibles combinaciones de los valores de verdad para p y q, y en la columna
p q aparecen enumerados los valores de verdad de p q para cada una de esas combinaciones. Por ejemplo, la
segunda fila de la tabla nos dice que cuando p es verdadero y q falso, el enunciado p q es falso. De hecho, de acuerdo
con la tabla anterior y con la definición que hemos dado de la implicación, la única forma de hacer p q falso es
haciendo que p sea verdadero, pero q falso (2³ fila).

 Fíjate bien en esto:

 A la conectiva " " también se le llama "implicación material"

 Es destacable que la implicación puede ser cierta aunque el consecuente sea falso (q en p q). Así, si no
apruebas Filosofía, pero yo no te permito ir al viaje de fin de curso, la implicación "Si apruebas Filosofía, te
dejaré ir al viaje de fin de curso" es verdadera

 Ejemplos sobre el condicional

 Primer ejemplo: Verdad implica verdad, es cierto

 Como hemos visto, si p y q son verdad, entonces p q es verdad. Por ejemplo, sea p: "la Tierra es redonda", y
q: "3x5=15". La fórmula p q dice que "Si la Tierra es redonda, entonces 3x5=15".

 Fíjate que los dos enunciados p y q de este ejemplo no tienen nada que ver entre ellos. Pero con p q no
queremos decir (no decimos) que hay una relación causal entre ambos enunciados.

 En el caso de p q siendo p: "la Tierra es redonda", y q: "3x5=15" solamente decimos que el enunciado "Si la
Tierra es redonda, entonces 3x5=15" es lógicamente verdadero.

 Segundo ejemplo: verdad no puede implicar falsedad

 Si p es un enunciado verdadero y q falso, entonces p q es falso. Por ejemplo:

 "Cuando hace sol, voy al monte"

 En este caso p: "Hace sol" y q: "voy al monte". En otras palabras, podemos reformular nuestra frase como "Si
está haciendo sol, entonces estoy en el monte". Pero hay muchos días que hace sol (p es everdadero) en los
que no voy al monte (q es falso). En esos días el enunciado p q es claramente falso.

 Fíjate que hemos interpretado "Cuando p, q" como "Si p, entonces q".

 Tercer ejemplo: la falsedad implica cualquier cosa

 En las dos últimas filas de la tabla de verdad del condicional observamos que, siendo falso el antecedente, la
implicación es falsa sea verdadero o falso el consecuente. Es decir, si p es falso, entonces p q es verdadero
sea q verdadero o falso. Por ejemplo:

 "Si la Tierra es plana, entonces yo he ganado el premio Nobel"

 En este caso p: "La Tierra es plana", que es un enunciado falso, y q: "He ganado el premio Nobel", y el
enunciado p q es verdadero haya ganado el hablante el premio Nobel o no.
 Lo esencial es que si el antecedente es falso, el condicional será verdadero diga lo que diga el consecuente.

 Y ya es hora de practicar en la siguiente sección lo que hemos aprendido sobre el condicional.

La formalización de enunciados condicionales

Ya hemos visto lo variopinto que puede ser el lenguaje natural, en contraposición con la rigidez del lenguaje formal
de la lógica. En este apartado ilustraremos de forma práctica algunas posibilidades que se usan en lenguaje natural
para formalizar el escueto p q.

Cada una de las siguientes expresiones equivale al condicional p q.

Si p, entonces q Siempre que p, q


p implica q No p sin q
q se sigue de p q es necesario para p
q si p q es una condición necesaria para p
p sólo si q p es suficiente para q
q siempre que p p es condición suficiente para q
Cuando p, entonces q De haber sucedido p, q
q con tal que p q en caso que p

Fíjate bien en esto...

 Es interesante notar la diferencia entre "q si p" y "p sólo si q". En el caso de "q si p" se sugiere que p q es
verdadera sólo con que q sea verdadera. En el caso de "p sólo si q", está latente que si p q, y p son verdad,
también q ha de serlo.

 En el caso de "p es una condición suficiente para q", se dice que es suficiente conocer p es verdad para
concluir que q es verdadero. Por ejemplo, es suficiente que apruebes Filosofía para que te deje ir al viaje de
fin de curso. Otras cosas podrían inducirme a permitirte ir al viaje, pero con que apruebes la Filosofía será
suficiente.

 En el caso de "q es una condición necesaria para p", se dice que en caso de que se produzca p es
necesario que q también sea verdadera para que la implicación p q sea verdadera, como se puede ver en la
tabla de verdad que define el conector " ". En nuestro ejemplo:"si apruebo Filosofía voy al viaje de fin de
curso" el hecho de ir al viaje de fin de curso es una condición necesaria para la verdad de la implicación de
marras.

Propiedades de los enunciados condicionales

Ya hemos visto que tanto la conjunción como la disyunción tienen la propiedad conmutativa, es decir el orden de los
enunciados de las conjunciones o de las disyunciones no altera su valor de verdad: es lo mismo p q que q p, y
también es lo mismo p q que q p.

El recíproco del implicador

Pero, ¿ocurre lo mismo con el implicador? ¿Es lo mismo p q que q p? La respuesta es que no. Veámoslo con cierto
detenimiento.

Se dice que q p es el recíproco de p q. El implicador, como hemos avanzado, no tiene la propiedad conmutativa,
como se aprecia en la comparación de las tablas de verdad de p q y de su recíproco q p:

Valores diferentes

p q p q q p
V V V V
V F F V
F V V F
F F V V

El recíproco

El enunciado q p es el recíproco de p q. Un enunciado condicional y su recíproco no son


equivalentes lógicamente.

Veámoslo con un ejemplo:

Sea p el enunciado "Llueve", y q: "El suelo está mojado", siendo, por consiguiente p q "Si llueve, entonces el suelo
está mojado". Veamos el recíproco de este enunciado: q p: "Si el suelo está mojado, entonces llueve". Vemos que
los dos enunciados no son lógicamente equivalentes, pues si p es verdadero, y q falso:

 p q ("Si llueve, entonces el suelo está mojado") es necesariamente falso

 q p ("Si el suelo está mojado, entonces llueve") es verdadero, pues una falsedad implica cualquier cosa
manteniendo la verdad del condicional.

El contrarrecíproco del implicador

Aunque un enunciado condicional y su recíproco no son equivalentes, sí lo son un enunciado condicional y su


contrarrecíproco. El contrarrecíproco del enunciado p q es ¬q ¬p (es decir, la negación de cada uno de los
enunciados del recíproco). Veámoslo comparando tablas de verdad:

Mismos valores

p q p q ¬q ¬p ¬q ¬p
V V V F F V
V F F V F F
F V V F V V
F F V V V V

El contrarrecíproco

El enunciado ¬q ¬p es equivalente al condicional p q. Un enunciado condicional y su


contrarrecíproco son equivalentes lógicamente

Comparemos el mismo ejemplo:

En el ejemplo anterior donde p: "Llueve", q: "El suelo está mojado", p q "Si llueve, entonces el suelo está
mojado". El contrarrecíproco es ¬q ¬p, que significa que "Si el suelo no está mojado, entonces no llueve", que es
lógicamente equivalente al enunciado primitivo p q.

Ya es momento para practicar tu aprendizaje del recíproco y contrarrecíproco de los enunciados condicionales en las
siguientes secciones.

El bicondicional
El bicondicional (o coimplicación)

Ya hemos comprobado que p q no es lo mismo que q p. Puede ocurrir, sin embargo, que tanto p q como q p
sean verdaderos. Por ejemplo, si p:"La Tierra es cúbica", y q:"El Sol es un planeta", entonces tanto p q como q p
son verdaderos, porque tanto p como q son falsos. Es necesario tener esto en cuenta para entender bien el concepto
decoimplicador.

Mediante el coimplicador lo que queremos decir es que un enunciado es a la vez


condición necesaria y suficiente para otro. Así, si digo que p: "apruebo Filosofía" y q: "saco un 5 o más en el
examen de Lógica" la fórmula p q significa "apruebo Filosofía si y sólo si saco un 5 o más en el examen de Lógica".
Con este "si y sólo si" quiero poner de manifiesto tres cosas:

1. Al introducir el primer condicional "si" (en "si y sólo si"), introduzco el antecedente, y por tanto afirmo que p
q, (es decir aprobaré Filosofía si saco 5 o más en el examen de Lógica),

2. Al introducir "sólo si" (en "si y sólo si"), introduzco el consecuente, buscando comunicar que q p, (es decir,
que si saco un 5 o más en el examen de Lógica, entonces apruebo la Filosofía), y

3. Al utilizar la partícula "y" (en "si y sólo si"), quiero comunicar la conjunción de p q con q p.

Así pues, el enunciado "apruebo Filosofía si y sólo si saco un 5 o más en el examen de Lógica" se puede formalizar
de dos formas equivalentes: (p q) (q p), o bien p q.

En consecuencia, el enunciado p q queda definido por el enunciado (p q) (q p). Por esta razón, el símbolo se
llama bicondicional, y la tabla de verdad para p q es la misma que la de (p q) (q p).

El bicondicional

El bicondicional o coimplicador p q, que se lee "p si y sólo si q" o "p es equivalente a q", se define por la siguiente
tabla de verdad:

p q p q
V V V
V F F
F V F
F F V

La doble flecha horizontal es el operador bicondicional

Fíjate que de la observación de la tabla de verdad deducimos que para que p q sea verdadera, tanto p como q han de
tener los mismos valores de verdad, y en caso contrario es falsa.

La formalización del bicondicional

El coimplicador puede tener varias expresiones equivalentes en lenguaje natural. Así p q es la formalización de las
siguientes expresiones de lenguaje natural:

 p si y sólo si q

 p es necesario y suficiente para q

 p es equivalente a q

Fíjate que p q y q p tendrían totalmente los mismos valores de verdad, puesto que ambas son coimplicaciones y
por lo tanto si sus valores de verdad son los mismos, son verdaderas, y son falsas en los demás casos. En
consecuencia, podemos reformular los enunciados anteriores intercambiando p y q:
 q si y sólo si p

 q es necesario y suficiente para p

 q es equivalente a p

 Ejemplos del bicondicional

Ejemplos de coimplicaciones verdaderas: Motivos por los que p q es verdadera:

p q

(a) "La Tierra es cúbica si y sólo si el Sol es un p: "La Tierra es cúbica": q: "El Sol es un planeta":
planeta" F F

(b) "La Tierra es esférica si y sólo si el Sol es una p: "La Tierra es esférica": q: "El Sol es una
estrella" V estrella": V

(c) "Los cocodrilos tienen ruedas si y sólo si los sapos p: "Los cocodrilos tienen q: "Los sapos bailan
bailan flamenco" ruedas": F flamenco": F

(d) "Los cocodrilos no tienen ruedas si y sólo si los p: "Los cocodrilos no q: "Los sapos no bailan
sapos no bailan flamenco". tienen ruedas": V flamenco": V

Ejemplos de coimplicaciones falsas: Motivos por los que p q es falsa:

p q

p: "La Tierra es cúbica":


(a) "La Tierra es cúbica si y sólo si 2+2=4" q: "2+2=4": V
F

p: "El Sol es una


(b) "El Sol es una estrella si y sólo si 1+2=4" q: "1+2=4": F
estrella": V

(c) "Los cocodrilos tienen ruedas si y sólo si los sapos p: "Los cocodrilos tienen q: "Los sapos no bailan
no bailan flamenco" ruedas": F flamenco": V

(d) "El Bernesga pasa por León si y sólo si Napoleón p: "El Bernesga pasa por q: "Napoleón escribió el
escribió el Quijote" León": V Quijote": F

Introducción a las tablas de verdad

Ya hemos sugerido en algunos apartados anteriores que algunos enunciados son equivalentes a otros.

Por ejemplo, hemos hablado de la equivalencia del enunciado (p q) r y p (q r), hecho al que
denominábamos propiedad asociativa de la disyunción.

Pues bien, en este apartado referido a las tablas de verdad, estableceremos de una forma más precisa qué
queremos decir al hablar de equivalencia lógica, y también estudiaremos cierto tipo de enunciados que pueden ser
o bien "auto-evidentes" (tautologías) o bien "evidentemente falsos" (contradicciones).

¿Qué es una tabla de verdad?

Ya hemos tenido una aproximación intuitiva al concepto de tabla de verdad. Digamos ahora, más explícitamente
que una tabla de verdad es el resultado de aplicar un procedimiento que utilizamos para calcular todos los
posibles valores de verdad de un enunciado molecular.

Recordemos un caso conocido: la tabla de verdad de la negación. En este caso, la tabla de verdad es:
Fijémonos en los elementos de la tabla de verdad:

p ¬p  Aparecen todos los posibles valores de verdad del


enunciado p en la primera columna (verdadero -V- o falso -F-)
V F
F V  En la columna segunda aparecen los valores de verdad de
la negación de p en caso de que p sea verdadera (primera fila), y
en caso de que p sea falsa (segunda fila).

Wittgenstein denominaba "estados de cosas" a cada una de las posibles combinaciones de verdad o falsedad para
un enunciado (en este caso atómico). Otros autores hablan de "interpretaciones" para cada una de estas posibles
combinaciones de verdad o falsedad para un enunciado. Veamos ahora qué sucede con los enunciados moleculares...

Analicemos ahora el caso de la tabla de verdad de la disyunción:

Analicemos los elementos de esta tabla de verdad:

 En las dos primeras columnas aparecen todas las posibles


p q p q combinaciones de valores de verdad de los enunciados p y q (p
verdadero y q verdadero, p verdadero y q falso, p falso y q
V V V verdadero, y, por último, p falso y q falso). Estos son todos los
posibles "estados de cosas" o "interpretaciones".
V F F
F V F  En la columna tercera aparecen los valores de verdad de la
conjunción de p y q para todas las posibles combinaciones de
F F F
valores de verdad de p y de q. Así, la primera fila muestra el valor
de p q en caso de que p sea verdadero y q sea también
verdadero, la seguna fila muestra el valor de p q en caso de que p
sea verdadero y q falso, etc.

Por lo tanto, podemos concluir que una tabla de verdad de un enunciado (molecular) muestra el valor de
verdad de dicho enunciado para todas las posibles combinaciones de los valores de verdad de las
proposiciones que lo componen, o de manera más breve, una tabla de verdad de un enunciado muestra el
valor de verdad de dicho enunciado para todas sus interpretaciones.

Teniendo en cuenta que los enunciados moleculares se componen de enunciados atómicos, comenzaremos
estableciendo el principio de que el valor de verdad de un enunciado (molecular) equivale al valor de verdad
de la conectiva dominante.

En este punto, la pregunta clave es ¿cómo podemos saber, dado un enunciado molecular, cual es la conectiva
dominante? Pues bien, para ello debemos fijarnos en el orden de prioridad que hay entre las conectivas de los
enunciados moleculares. Y esto lo aprenderemos en la siguiente sección.

Conectivas dominantes y el orden de prioridad en los enunciados moleculares

Para saber cuál debe ser el orden de prioridad entre las conectivas que ya conocemos (negación, conjunción y
disyunción), hay que fijarse en los paréntesis. La regla básica a seguir es la siguiente: es preciso calcular primero
el valor de verdad de las expresiones que están entre los paréntesis (y que son más concretas), y
posteriormente, las relaciones que hay entre las conectivas que unen dichas expresiones . Cuando un
paréntesis contiene otros paréntesis, entonces se calculan primero los paréntesis más concretos (más "interiores").

Veamos algunos casos prácticos para ilustrar la determinación de la conectiva dominante en los enunciados
moleculares:

Ejemplo primero:
Respondamos a dos cuestiones: (a) ¿Qué orden hay que seguir para calcular el valor de verdad del siguiente
enunciado: ¬(p q)?, y (b) ¿cuál es la conectiva dominante?

Es un caso sencillo. (a) El orden que hay que seguir para calcular el valor de verdad de la proposición molecular
¬(p q) es el siguiente:

 primero se calcula el valor de verdad de la disyunción (p q)

 en segundo lugar se aplica la definición de la negación a dicha disyunción (es decir, se invierte el valor de
verdad de la disyunción): ¬(p q).

En la siguiente tabla aparece esquematizado el orden que hay que seguir para calcular el orden de verdad de la
expresión (los números en rojo indican el orden a seguir):

¬ (p q)
2 1

(b) La conectiva dominante es la negación (el número más alto) (Recuerda que es útil saber esto porque el valor de
verdad de un enunciado viene determinado por el valor de verdad de la conectiva dominante en dicho enunciado.)

Ejemplo segundo:

Averigüemos (a) ¿Qué orden hay que seguir para calcular el valor de verdad del enunciado: ((p q) r) ¬p?
y (b) ¿cuál es la conectiva dominante?

(a) En este caso, el orden de prioridad para calcular el valor de verdad de la expresión ((p q) r) ¬p es el siguiente
(las cifras en rojo indican el orden a seguir):

Observa que en este ejemplo:

 primero se calcula el valor de verdad de la conjunción (p q), que


es el paréntesis más "interior", tomando en cuenta los valores de
p y de q.
((p q) r) ¬p
 en segundo lugar, se calcula tanto la disyunción (tomando en
1 2 32
cuenta los valores de 1 y de r) como la negación (tomando en
cuenta el valor de p), que están en un nivel similar en la
jerarquía.

 por último se calcula el valor de verdad de la conjunción de los


resultados de las operaciones 2

(b) El conector dominante es la segunda conjunción (el número 3). Por lo tanto, el valor de verdad de la expresión
objeto de estudio, viene dada por el conjuntor 3.

Es hora de practicar lo aprendido sobre dominancia de conectivas con la práctica de la siguiente sección.

La construcción de tablas de verdad (1)

Comencemos con el ejemplo de la tabla de verdad del siguiente enunciado: ¬(p q).

Como paso previo, observa bien el anunciado:

 En este enunciado hay dos conectores: la negación ¬ y la disyunción de las que hay que tener presentes sus
respectivas tablas de verdad.
 En el enunciado hay también dos enunciados atómicos, que son las proposiciones p y q.

 Observa las relaciones de prioridad que hay entre los conectores: el conector dominante es la negación, que
afecta a todo lo que hay entre paréntesis. Por lo tanto, hay que calcular primero el valor de verdad del
contenido del paréntesis (p q) y posteriormente, calcular el valor de verdad de ¬(p q).

El primer paso consiste en poner los enunciados atómicos presentes en el enunciado del que queremos calcular su
tabla de verdad en tantas columnas como enunciados atómicos tengamos. Como debe haber tantas columnas
como enunciados atómicos tengamos, en este caso tenemos 2 columnas (una para el enunciado p y otra para el
enunciado q):

p q
V V
V F
F V
F F

En las celdillas de dicha tabla hay que ubicar todas las combinaciones posibles de verdad o falsedad para los
enunciados que contenga el enunciado objeto de estudio.:

Hay un algorimo que permite enumerar fácilmente todas las combinaciones de


verdad o falsedad de dos o más enunciados:

1. En la primera columna se pone, de arriba hacia abajo, la mitad de


celdillas con Vs y la otra mitad con Fs.

p q 2. En la columna siguiente, siempre de arriba hacia abajo, se pone la


V F cuarta parte de celdillas con V, la siguiente cuarta parte con Fs, la siguiente
V F con Vs y la última con Fs.
F V
F F 3. En la columna siguiente, si la hubiere, se pondría la octava parte de
celdillas con Vs, la siguiente octava parte con Fs, y así sucesivamente con
todas las celdillas y con todas las demás columnas si las hay.

Ejemplo de todas las combinaciones posibles de verdad o falsedad para tres


enunciados

Fíjate en esto...

Llamamos atribuciones veritativas a todas la combinaciones de verdad y falsedad de las


proposiciones atómicas de una fórmula.

El número de estas atribuciones veritativas aumenta rápidamente a medida que se incrementa el


número de proposiciones de la fórmula. Para n proposiciones, la fórmula 2 n nos da el número de estas
atribuciones veritativas. Así:

 Para dos proposiciones: 2n=22=2×2=4

 Para tres proposicones: 2n=23=2×2×2=8

 Para tres proposiciones: 2n=24=2×2×2×2=16

 etc.
A continuación hay que poner tantas columnas como conectores que unan enunciados atómicos. [En nuestro
ejemplo tenemos dos conectores (¬ y ), por lo que añadimos dos nuevas columnas.]

p q
V F
V F
F V
F F
En cuarto lugar, se pone, encabezando cada columna, los enunciados atómicos, siguiendo el orden de dominancia
de las conectivas. Primero se ponen los enunciados más concretos (los paréntesis), y por último las más generales:
p q (p q) ¬(p q)
V F
V F
F V
F F
A continuación se procede a determinar el valor de verdad de cada celdilla, una tras otra. Hay que tener en cuenta
la definición de cada conector involucrado en la columna correspondiente, y los valores de V o F que corresponden
a cada fila.

p q (p q) ¬(p q) Fíjate que la tercera columna es exactamente igual a la


V F V F tabla de verdad que mencionábamos cuando definimos
la disyunción , y que la cuarta columna muestra los
V F V F
valores de verdad opuestos a los de la tercera columna
F V V F (de acuerdo con la definición de la negación ).
F F F V

Hay una forma equivalente muy similar de representar el mismo proceso que hemos explicado, y consiste en añadir
una sola columna con el enunciado ¬(p q) completo. A continuación se va poniendo debajo de cada conectiva el valor
de verdad que le corresponda, respetando el orden de prioridad que marquen los paréntesis.Veamos:

p q ¬ (p q)
V F
F V
V F Los valores de verdad del enunciado ¬(p q) son los de su
F V F V conectiva dominante, que en este caso es la negación, y que
aparecen en la columna con las Vs y Fs rojas.
F V
F F
V F

Recomendamos este segundo método sólo cuando ya se haya cogido soltura con el explicado en primer lugar.

La construcción de tablas de verdad (2)

Veamos un ejemplo un poco más complejo. Calculemos la tabla de verdad del siguiente enunciado: (p q) p.
Determinamos la conectiva dominante, que en este caso es la conjunción, ya que se comenzaría con el enunciado de
dentro del paréntesis (una disyunción). Aquí tenemos la tabla de dominancia de las conectivas:

(p q) p
1 2

Sigamos los pasos propuestos:

Dibujamos la tabla con tantas columnas como enunciados atómicos tegamos:

p q
V V
V F
F V
F F

A continuación ponemos todas las posibles combinaciones de verdad y falsedad para p y q:

p q
V F
V F
F V
F F

Seguimos añadiendo tantas columnas como enunciados atómicos tenga el enunciado objeto de estudio (en este
caso, dos: uno para (p q) y otro para (p q) p.

p q
V F
V F
F V
F F

Seguimos añadiendo los enunciados siguiendo el orden de dominancia de las conectivas señalado al principio de
esta página:

p q (p q) (p q) p
El orden de las conectivas, en este caso
V F
es el siguiente:
V F
F V
(p q) p
F F
1 2

Por último, procedemos a averiguar el valor de verdad de cada una de las celdillas de la tabla que hemos
construido, teniendo en cuenta las definiciones, ya conocidas, de los conectores involucrados.

La tercera columna es exactamente igual


a la tabla de verdad de la definición del
p q (p q) (p q) p disyuntor.
V F V V
V F V V La última columna, que es la que
F V V F determina el valor de verdad de (p q) p
F F F F por ser la dominante, la determinamos
aplicando la definición del conjuntor a la
columna tercera y a la primera.

 La primera celdilla de la cuarta columna es V porque p q es V (columna 3, fila 1) y p es V (columna 1, fila 1),
y de acuerdo con la definición de la conjunción (su tabla de verdad), si ambos términos son V, entonces la
conjunción es V.

 La segunda celdilla de la cuarta columna es V por el mismo motivo.

 La tercera celdilla de la cuarta columna es F porque p q es V (columna 3, fila 3) pero p es F (columna 1, fila
2), y según la definición de la conjunción, si un término es V y el otro F, entonces la conjunción es F.

 La cuarta celdilla de la cuarta columna es F porque p q es F (columna 4, fila 4) y p también es F (columna 1,


fila 4), y según la definición de la conjunción, si los dos términos de la conjunción son F, su conjunción es F.

Y ya es hora de pasar a la siguiente sección para practicar lo que hemos aprendido.

Práctica de la construcción de tablas de verdad (1)

Para practicar, calculemos la tabla de verdad del siguiente enunciado: ¬p (p q). Determinamos la conectiva
dominante, que en este caso es la disyunción, ya que se comenzaría con el enunciado de dentro del paréntesis (una
conjunción). Aquí tenemos la tabla de dominancia de las conectivas:

¬p (p q)
1 2 1

Sigamos los pasos propuestos:

Dibujamos la tabla con tantas columnas como A continuación ponemos todas las posibles
enunciados atómicos tengamos: combinaciones de verdad y falsedad para p y q:
p q p q
V V V F
V F V F
F V F V
F F F F

Seguimos añadiendo tantas columnas como enunciados atómicos tenga el enunciado objeto de estudio [en este
caso, tres: uno para ¬p, otro para (p q), y un tercero para ¬p (p q)]

p q
V F
V F
F V
F F

Continuamos añadiendo los enunciados siguiendo el orden de dominancia de las conectivas señalado al principio de
esta página:

p q ¬p (p q) ¬p (p q) El orden de las
V F conectivas, en este
V F caso es el siguiente:
F V
F F ¬p (p q)
1 2 1

Por último, sólo nos queda averiguar el valor de verdad de cada una de las celdillas de la tabla que nos ha quedado
confeccionada en el paso 4. Siempre hay que proceder con orden, calculando el valor de las celdillas de la columna
tercera, cuarta, y, por último la quinta.

http://ntic.educacion.es/w3/eos/MaterialesEducativos/mem2003/logica/

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