En México, las reformas educativas deben volver la mirada a telesecundarias para garantizar el derecho a la educación. A sus cincuenta años de existencia se han olvidado de ellas, principalmente en infraestructura; estudios como PLANEA (2016) reflejan que se encuentran en grado de marginación muy altos y sus condiciones no son las suficientes y dignas. El Acuerdo 592 (2011) estipula que en las aulas se debe de manejar diversos materiales y aunque se les ha dotado de ellos, no se cuenta con espacios para su colocación uso y manejo y estos materiales son almacenados. La Ley General de Educación (2013) refiere que se debe de administrar en forma transparente y eficiente los recursos que reciba para mejorar la infraestructura, pero debe llegar a todas las telesecundarias y se debe permitir que el recurso sea utilizado en este componente y que las escuelas que comparten espacios con los telebachilleratos reciban mayores apoyos les construyan, las equipen con las medidas de seguridad suficientes. La nueva reforma educativa (SEP, 2016) habla de involucrar a los padres de familia en la escuela, pero no hay espacios para atenderlos, las aulas son muy pequeñas y apenas caben los alumnos,no hay posibilidad de mobilidad, faltan aulas de usos multiples para dar una atencion digna; se requiere techumbres para aprovechar espacios al aire libre; no se cuenta con direcciones escolares; los sanitarios no cumplen con las condiciones minimas; no se cuenta con los servicios de agua, luz, internet etc.; no hay canchas deportivas, bibliotecas, laboratorios; no se cuenta con espacios adecuados para alumnos con capacidades diferentes; asi que la respuesta del mejoramiento de la escuela se encuentra en las autoridades federales, estatales y municipales de invertir en el gasto público de la educación para rehabilitar, construir y ampliar las instalaciones, aun cuando su matricula sea relativamente baja, pues se ubican en comunidades desfavorecidas. Se debe considerar que las instituciones se encuentran en espacios fisicos donados por el pueblo y por tanto no cuentan con los documentos que IMIFE solicita y deben hacer excepciones, y autorizar sin tanto trámite burocrático las construcciones y contribuir a la creación de nuevos espacios educativos. La transformación educativa debe llegar a todas las telesecundarias quien además de la necesidad de mejorar su infraestructura tiene mas necesidades de indole pedagogico, es necesario que la consideren dentro de las prioridades educativas de nuestro país.